Disclamier: Los personajes son de S. M, y la historia es de mi completa autoría.
Los invito a mi grupo : Las historias de May Jhonson para actualizaciones y algunas imágenes que van con el capítulo.
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Al llegar a la planta baja, Edward se posiciona a un costado de mí y coloca una mano sobre mi espalda descubierta; la mitad de la palma de su mano toca mi piel desnuda y casi me estremezco. Por suerte, me controlo bien. Luego levanto el rostro para mirarlo y decirle que quite su mano de encima de mí. Pero entonces recuerdo que cinco pares de ojos nos están observando. Así que sola lo miro y frunzo el ceño. Edward se limita a mirarme por unos breves segundos mientras una comisura de su boca se levanta en una media sonrisa coqueta.
¿Qué demonios le pasa?
Para ese momento, la anciana que se encuentra a un lado del hombre rubio se aclara la garganta.
—¿Tú quién eres, niña? —cuestiona, ladeando la cabeza ligeramente.
Doy un par de pasos cortos, nerviosa. Me posiciono frente a ella, que se encuentra sentada en una silla de ruedas; Edward no se ha despegado un milímetro de mí. Me pongo un poco más nerviosa de lo que ya estoy.
—Soy Isabella Swan, señora.
La mujer me mira detenidamente de pies a cabeza, con lentitud, demasiada lentitud para mi propio gusto. Luego extiende una mano y estrecha la mía.
—Tienes unas muy buenas caderas. Serás buena para traer a mis tataranietos.
!¿ Qué Mierda?!
—Abuela... —comienza a decir Edward con tono de advertencia.
Pero la anciana me guiña un ojo, juguetona. Parpadeo un par de veces y capto por fin que la mujer solo está bromeando. Le doy una de mis sonrisas más amplias.
¿Qué pasará si comienzo a bromear con la anciana? ¿Qué tanto puede enojarse Cullen?
—Abuela, por favor, no comiences con eso —dice el hombre rubio, quien doy por hecho que es el padre de Edward y Alice.
La mujer se encoge de hombros con gesto inocente.
—No hay nada malo en eso. Soy una mujer de noventa años, casi noventa y uno este año. No quiero esperar demasiado para conocer a mi segundo tataranieto —suelta ella. Luego toma mi mano entre las suyas y me da un par de ligeras palmadas.
—No hagas esperar tanto a la bisabuela, niña —dice con voz juguetona mientras me vuelve a guiñar un ojo.
Ahora suelto una pequeña risa. Definitivamente tengo que responder algo.
Niego con la cabeza.
—Todavía eres joven, puedes esperar un poco más, abuela. Aunque... si te portas bien, podríamos reconsiderarlo, ¿cierto, cariño? —suelto y miro a Edward quien luce un poco sorprendido de mis palabras.
La anciana echa la cabeza hacia atrás y suelta una gran y sonora carcajada.
Los dedos de Edward hacen un poco de presión sobre mi piel desnuda. Sí, definitivamente se está molestando.
Mi sonrisa se hace todavía más amplia.
—Ya lo veremos —suelta, y mantiene una pequeña sonrisa en dirección a la a anciana.
—Debes casarte con ella lo más pronto posible, Edward.
Él asiente y no dice nada mas. Me empuja ligeramente a un lado para que avance hacia donde se encuentran sus padres.
—Isabella. Él es mi padre, Carlisle. Y ya conoces a mi madre, Esme.
—Es un gusto conocerte, Isabella —dice Carlisle con amabilidad y extiende una mano para saludarme.
Le sonrío y puedo ver parte de él en Edward: Tienen la misma sonrisa y la misma forma de los ojos. Después, Esme me saluda y respondo afectivamente. Luego , Edward me guía y me lleva a donde está su hermana y su prometido. Alice me saluda de mala gana y Jasper no es diferente; sé que no soy de su agrado y que solo están fingiendo delante de la familia.
Esto solo me dice que nadie está enterado de quien soy, o porque es que estoy aquí.
— Vayamos a tomar nuestros lugares a la mesa— comunica Esme al resto de nosotros. Y así, todo comienzan a ir al comedor. Todos, excepto Edward y yo que nos quedamos hasta que todos se van.
Su pulgar acaricia mi piel desnuda y esta vez siento un escalofrio recorer mi cuerpo.
¡Carajo!
Voy a sacudirme para que quite su mano. Sin embargo siento como algo toca suavemente mi oreja. Me quedo completamente quieta, pues me doy cuenta que se ha inclinado lo suficiente para que su boca quede a la altura de mi oído.
— ¿Estas egura que quieres jugar este juego, Swan? — susurra con voz sedosa.
Ahora si no puedo detener el estremecimiento que recorre mi cuerpo. Cierro los ojos con fuerza y aprieto las manos en puños. ¡Maldita sea! Quiero enfrentarlo y decirle que se puede ir a la mierda, sin embargo me detengo. No tengo que echar todas mis cartas a la primera, así que lo único que soy capaz de hacer en ese momento es quedarme callada , alejarme de su alcance e ir a donde se encuentran los demás.
Cinco minutos mas tarde, estoy sentada entre Edward y Elizabeth; ella ha pedido sentarse a mi lado porque al parecer le agrado.
Más o menos una media hora despues, ya hemos terminado la cena. Por suerte la atención se ha enfocado en Alice y en el bebé, así que el tema de como es que Edward y yo nos hemos conocido no se toca; en realidad no sé si haya sido por decisión propia o porque él se lo haya pedido a su madre.
Elizabeth escoge ese momento y se inclina hacia mí.
—¿Qué tal se ha portado mi bisnieto contigo? —cuestiona para hacer un poco de platica.
Sonrío a la mujer.
—Se ha portado como es debido, abuela —miento.
La mujer asiente un par de veces.
—Eso espero. A veces puede ser un verdadero dolor de cabeza, pero solo tienes que decirme y yo lo haré entrar en razón —me guiña un ojo.
Sonrío a Elizabeth. Ella al igual que Esme, me agradandan de verdad.
—Gracias por decírmelo. Cuando lo haga, te lo diré inmediatamente para que lo reprendas.
Ella acepta esa respuesta.Después, Esme habla.
—Pasemos un momento a la sala de estar y tomemos café y té para conversar un poco.
Alguien viene a llevarse a Elizabeth y espero un poco más para dar tiempo a que de aleje de nosotros. Luego me inclino en dirección a Edward y le doy una mirada burlona.
—Ojalá te haya dado tiempo de preparar una buena historia romatica, porque serás tú quien tenga que lidiar con eso si es que tu madre o alguien de ellos quiere preguntar acerca de nostros.
Me mira molesto. Se inclina en mi dirección hasta que estamos lo suficientemente cerca; así parrceriamos una pareja feliz que esta cuchicheandose algo.
—Puedes retirarte ahora mismo, Swan . Es la última advertencia— susurra para después sonreírme y guardar las apariencias frente a su familia.
Me rio en su cara.
—No voy a hacerlo.
Él me mira a los ojos por un par de segundos; no logro descifrar su expresión, así que desvío la mirada a otro lado porque estamos demasiado juntos para mi propio gusto.
—Bien —suelta. Retrocede y se levanta. Yo hago lo mismo.
Comienzo a caminar hacia la sala donde de encuentran todos los demás, el no tarda en alcanzarme. Se aclara la garganta y habla lo suficientemente alto para que todos lo puedan escuchar
—Isabella no se siente bien, así que voy a llevarla a su habitación.
¿Qué?
Comienzo a negar lentamente con la cabeza. No pienso irme de aquí. Pero entonces Edward me toma del brazo y tira un poco de mi.
Esme viene en nuestra dirección y se detiene a poca distancia.
—¿Quieren que llame al doctor?— ofrece ella.
—No es necesario , mamá. Isabella dice que solo es un pequeño dolor de cabeza, ¿ cierto?
No me queda mas remedio que ceder. Hago una mueca y asiento con la cabeza algunas veces.
—Sí. Yo... no he dormido bien estos últimos días y ahora tengo un poco de dolor de cabeza.
—Oh, bueno. Entonces es mejor que vayas a descansar.
—Sí, gracias. Nos vemos después. Gracias por la cena, estuvo deliciosa.
Esme asiente y me sonríe.
Me dejo llevar por el odioso de Edward escaleras arriba. No nos detenemos hasta que llegamos a la puerta de mi habitación.
De un movimiento brusco, me quito de su agarre.
—No quiero que vuelvas a tocarme.
Ignora lo que digo.
—Te lo advertí. No te quiero cerca de ellos.
Me cruzo de brazos, claramente molesta.
—Entonces no debiste traerme aquí, eso te hubiese evitado las molestias.
Pasa una mano por su cabello y lo alborota.
—Es un error que no volverá a repetirse.
Le doy una mala cara.
—Eso espero, porque la próxima vez no mentiré —le digo y avanzo un paso hacia él, lo cual lo hace retroceder—. No voy a volver a mentir más frente a tu apreciada familia, ¿ me oyes? —suelo de mala gana.
Edward trata de tomarme del brazo, pero me sacudo, lo que provoca que dé media vuelta y mi espalda pegue contra la pared.
Inmediatamente el pone una mano para taparme el paso. Baja lentamente la cabeza a la altura de la mía. Mi respiración comienza a acelerarse y mis ojos van de sus ojos a su boca.
¡Qué carajos me está pasando!?
—No te pases de lista, Isabella— sueltaben un gruñido.
Tomo el aire que puedo y lo miro a los ojos, retadora.
—Entonces no... —Ni siquiera puedo acabar la frase porque la voz de Alice se hace presente.
—¿Edward?
¡Maldita sea!
Edward se separa lo suficiente de mí y mira a su hermana.
—¿Qué pasa? — cuestiona él.
La expresión de Alice es de completo enojo.
—¿Qué pasa? ¡Por Dios! ¡ ibas a besarla! — suelta acusatoriamente en algo más que un susurro para que el resto de la familia no la escuche.
Doy un paso al frente. No voy a permitir que me invente cosas.
—Eso no es verdad— replico.
Ella rueda los ojos y me ignora.
—¿Qué haces aquí, Alice? —pregunta él .
—Le he dicho a mamá que vendría por si necesitaban algo, pero al parecer todo aquí está controlado, ¿ no es cierto Edward?— dice, sarcástica.
Edward gruñe, molesto.
La miro entrecerrando los ojos. No creo que ella esté aquí por un simple dolor de cabeza, pero si creo que tiene muchas cosas que decirme. Sin embargo, no voy a escucharla porque primero tiene que arreglar las cosas con su querido hermano porque de él fue la idea. Así que me doy media vuelta y lo miro a él.
—Al parecer tienen mucho de que hablar. Mientras tanto iré a mi habitación y me quedare ahí, así podrán arreglar lo suyo.
Camino a la puerta de la que es mi habitación temporal y entro en ella.
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Hola! Vengo con este capitulo.
Mi disculpas por la tardanza. Este y el anterior se me complicaron más de hacer. Pero según yo de aquí a los próximos tres no tanto . De nuevo mil disculpas por la tardanza.
Gracias por comentarios en los capítulos anteriores. De verdad me alegro mucho pues son mi motor para seguir con esto.
NOTA IMPORTANTE: Si llegas a ver los nombre de Raul y Sophia , es porque decidí darles nombres Originales a los personajes y después ponerle los de la saga.
