El fin de semana había pasado increíblemente lento para Lincoln, no solo por todas las dificultades que su nueva condición le había causado o el molesto dolor que en ocasiones sentía, sin considerar la picazón y otras cosas. Lo único que agradecía de estar frente a la secundaría nuevamente es que aquello le permitiría distraerse, las clases no son su cosa favorita en el mundo, pero cualquier cosa que le permitiera olvidarse del molesto trozo de yeso le servía.
¿Su mayor problema? Estar frente a sus amigos en ese momento.
Había recibido uno que otro comentario de sus amigos de apoyo durante el fin de semana, todos a excepción de, obviamente, Clyde, si fue este quien les conto o se enteraron de otra manera no tenía idea, lo único que le incomodo fueron las sonrisas lastimeras que le entregaron en cuanto le vieron por los pasillos del centro educativo, además de que entre ellos se encontraba Clyde.
En cuanto lo vio sintió como la bilis en su interior comenzaba a hervir, apretando con furia su mano en buen estado mientras fingía una expresión más neutra debido a la presencia de los demás chicos del grupo, por lo que cuando este decidió acercarse a saludarle Lincoln simplemente paso de él, encaminándose hasta su salón de clases fuera del edificio. Las clases pasaron de forma normal sin más que algunas miradas curiosas de sus compañeros y algunos comentarios molestos por parte del pelirrojo que se sentaba detrás de él, siendo el verdadero problema una vez era hora del almuerzo.
Por inercia el muchacho se había encaminado hasta la cafetería, pero se detuvo en el momento en que recordó quien estaría allí, retrocediendo en el acto para dirigirse a algún punto agradable del patio y sacar las cosas su comida, encontrando una agradable sombra bajo un árbol la cual para su suerte no había sido ocupada, dejándose casi caer sobre esta, comiendo en completa soledad.
Observar el patio le dio cierta tranquilidad, ajena a lo agobiante que fue su estancia en casa debido a la excesiva atención de sus hermanas, comiendo lentamente sin ninguna intención de apurarse ni nada, no pensando en nada, estando extrañamente feliz de aquel momento de soledad el cual no duro tanto como él hubiese querido.
- Hey Linc, finalmente te encuentro.
Lincoln levanto su mirada, solo para encontrar a su amigo granjero parado a su lado con una bandeja de almuerzo en sus manos.
- ¿No deberías estar en la cafetería?
- Sabes que siempre he sido más de lo natural, yo disfruto de toda esta vida... y tú hermana me conto lo que sucedió, lo del accidente mientras andabas en bicicleta.
- Tsk.
Nunca le había importado que Lynn insistiera tanto que su amigo granjero participase del equipo de beisbol, era Lynn siendo Lynn, pero que le contase cosas privadas como lo era su conflicto con Clyde cuando le pidió que lo guardase como secreto de desahogo le molestaba.
- Sabes, no creo que Clyde lo haya hecho con mala intención.
- ¿En serio vienes a defenderlo? Él muy idiota ni siquiera se ha disculpado.
- Wow, suenas mucho más enojado de lo que esperaba.
- ¿En serio? – Levanta su brazo enyesado – ¿Necesitas más pruebas?
- Siempre has sido un chico tranquilo, solo por eso lo decía, no te enojes tanto.
Viendo que Lincoln apenas si respondió desviando su molesta mirada, Liam procedió a sentarse a su lado y comenzar a comer su almuerzo con calma.
- Cuando Lynn me conto que habías tenido tu accidente y te ibas a perder el juego, realmente estaba preocupado, te veías muy emocionado sobre eso.
- (Molesto) Los gallos igualmente pudieron ganar, tampoco es que fuera el mejor del equipo o algo así.
- Ya, ya, no hables como si se te hubiera derramado la leche del...
- Liam, cállate.
- Ah, bueno.
El silencio se apodero de esa pequeña porción de patio, escuchándose apenas como el muchacho de cabello naranja daba otro mordisco de un trozo de pan.
- ¿Al menos podrías hablar con Clyde? Ha estado inusualmente raro hoy.
- (Molesto) ¿Y si hablan ustedes con él? No soy su niñera.
- (Incomodo) Eh... bueno, lo intentamos, pero el solo dice que se siente mal por todo lo que ocurrió, yo creo que quiere disculparse, además quizás tú te calmes un poco si lo escuchas, estuviste demasiado evasivo en la mañana y muy agresivo ahora.
- Entonces que venga él a buscarme, no voy a ir detrás de él cuando él fue el idiota.
Como pudo, Lincoln se levantó, negando la ayuda que Liam le ofreció en ese momento para hacerlo antes de retirarse de allí, pero Liam rápidamente tomo sus cosas y comenzó a seguirle.
- Vamos, todos somos amigos, podemos trabajarlo si lo conversan.
- ¿Dónde quedo su amistad cuando me tiro de mi bicicleta? Intenté conversar con él y solo recibí un brazo roto, así que no tengo muchas ganas de hablar con ese tipo en este momento.
Lincoln apuro su velocidad en un intento de quitarse a Liam, pero este lograba mantenerse a su lado pese a la clara incomodidad del peliblanco.
- ¿Y al menos decirle todo lo que sientes? Para que entendamos lo que ocurrió.
- ¿Y si yo no quiero hablar? ¿No vas a respetar mi decisión?
- No, si, bueno, si, no, ahg, es solo que todo fue un accidente, si lo conversan...
- No tengo nada que conversar.
- Pero Lincoln...
- ¡Ya deja de seguirme!
El peliblanco se paró en seco antes de gritar, algo que Liam apenas si pudo reaccionar, por lo que no pudo evitar que la caja de leche que llevaba en su bandeja se cayese, derramándose parte de esta en la polera de Lincoln.
- Oh... eh... perdón Linc.
- (Seco) Déjame en paz.
Ante la clara irritación del muchacho, Liam asintió tímidamente mientras observaba como se nuevamente giraba y ponía rumbo al edificio, dejándole solo cerca de las puertas del patio, avergonzado por lo que acababa de ocurrir.
- Creo que ahora si la arruine con ganas.
Dicho esto, el muchacho retomo su rumbo con destino a la cafetería, sabiendo que tendría que notificar que las cosas habían, en el mejor de los casos, fracasado horriblemente. Pensando en cómo debió tratar mejor las cosas, siempre le habían dicho que no era un chico muy brillante, sus notar lo demostraban, pero sentir que ni siquiera pudo arreglar, aunque fuese un poco el estado de animo del chico le hizo sentir realmente inútil.
Pensando, irónicamente, en que hubiese hecho Lincoln en un caso así.
Minutos después, interior de la secundaria
Generalmente las clases de Lincoln eran llevadas en su mayoría por Bolhofner en su salón separado del edificio principal y hasta algunos incluso piensan que de la mano de dios, pero dejando aquellos rumores extraños, para todo aquel que tenía clases en ese salón el tener alguna clase que les permitiese entrar al principal era una bendición, tal como lo era ese momento para Lincoln quien se encontraba en el laboratorio de química concentrado principalmente en la explicación del maestro, del cual estaba convencido que en cualquier momento crearía una bomba mientras comenzaba a reírse maniáticamente por su forma de expresarse, Rusty, con quien formaba grupo en ese momento, estaba más concentrado en mirar a su compañero, pues ni siquiera le había dirigido la mirada a Clyde quien solo se resignó en el momento en que vio la actitud de Lincoln.
Una vez el extraño profesor había terminado de explicar y parecía estar ansioso por unir un par de sustancias, el resto de los estudiantes comenzaron sus proyectos de esa clase, siendo Lincoln quien observaba sus apuntes mientras que Rusty solo pasaba las cosas en silencio, algo que duro unos minutos hasta que este suspiro pesadamente.
- ¿Pasa algo Rusty?
- Vamos hombre, que sabes lo que estoy pensando.
- ¿Y? Realmente estoy molesto y siquiera se ha acercado a pedirme perdón, cuando lo llame prácticamente me culpo a mí.
- ¿Qué hizo qué?
- Así como lo oyes, se justificó en que fue mi culpa y bla, bla, bla.
- Esa no es la versión que nos contó.
- ¿Y qué les dijo?
- Que habían salido juntos y después de que él sufriera un ataque de pánico tú tuviste tu accidente.
- Bueno, el pateo mi bicicleta.
- ¡¿Qué?!
A varios de los estudiantes casi se le cayeron sus matraces, mirando con odio al pelirrojo quien miraba extrañado a su amigo.
- ¿Es broma cierto?
- ¿Tú crees que estaría tan enojado de no ser así?
Aunque el pelirrojo se notaba visiblemente confundido, rápidamente retomo su expresión normal antes de voltearse y mirar a Clyde quien estaba a un par de puestos de distancia.
- ¿Clyde hizo eso?
- Si.
- ¿Nuestro Clyde?
- Si, y ya dejemos de hablar de él, ni siquiera hemos terminado el trabajo de hoy.
- Viejo, si alguien me hiciera eso yo también estaría enfadado.
- Al menos tú lo crees, ahora retomemos la clase.
- Además, mira como dejo tu brazo, estarás así un par de meses, ¿No?
- (Irritado) Si, ahora la clase.
- Si quieres que te...
- Rusty, si vas a seguir con este tema toda la clase, voy a pedir que me cambien de grupo, así que o cambias el tema o te callas.
- O..Ok...
A ojos de Rusty, Lincoln se notaba realmente molesto, más de lo que nunca lo había visto, su intención era simple, que el chico se desahogara y así se calmase un poco, pero notar que tuvo la reacción contraria a lo que buscaba le había paralizado, mirando de reojo a Clyde.
Realmente nunca le había terminado de agradar Clyde, si bien no tenía problemas en compartir con él, el hecho de que uno de sus primeros amigos de la infancia se alejase por culpa de lo absorbente que pensaba era el muchacho le enfadaba. Más ahora al saber que fue capaz de un acto así, pues siempre lo había visto como alguien que no hace nada malo, que les pide permiso a sus padres hasta para gastar dinero en una tienda o que no puede dormir sin estar abrazado a su manta favorita, mirándolo con recelo mientras aparentaba ser ignorante de todo y continuar su trabajo para obtener, obviamente, la máxima calificación, de caso contrario, terminaría yendo donde esa famosa psicóloga otra vez.
Más recordando que cuando les conto a "detalle", jamás menciono siquiera la posibilidad de haber sido el causante del daño en Lincoln.
- (Susurrando) Estás ahora en mi mira Clyde McBride.
- Rusty, pásame el matraz.
- ¿Eh? ¿El qué?
- Ahg.
Lincoln, como pudo con su único brazo, tomo uno de los matraces que estaban cerca de Rusty, ignorando por completo su presencia, sin siquiera mirarle.
- Oh, lo siento viejo.
- ...
El resto de esa clase, Lincoln trabajo en silencio, ignorando por completo los intentos de Rusty por retomar una conversación banal.
Algo que Clyde si noto.
Horas más tarde, acceso de la secundaria
Encaminando ya con el fin de irse a su hogar, Lincoln se sentía inusualmente cansado, no comprendía lo difícil que era hacer las cosas con una sola mano y menos cuando no es su mano dominante, por lo que sus apuntes eran feos y sin todo el contenido que hubiera querido, las cosas manuales que entrego no tenían la terminación que le hubiese gustado y el sentir que algunos le mirasen con lastima le irritaba, más incluso que aquellos que se burlaban de él solo por tener el brazo así.
Aún así, saber que finalmente había terminado la jornada le alegraba, al menos podría hacer algo relajante llegado a su hogar y no le obligarían a realizar tareas domesticas por un tiempo, era de lo poco bueno que podía pensar, o al menos era en lo que intentaba centrarse hasta que fue detenido casi llegando a la puerta de salida.
- Lincoln, ¿Tienes algo de tiempo?
- Si es para hablar de Clyde, no, ya tuve suficiente con los intentos de los demás.
- Vamos, no te pongas así, solo quiero conversar.
- ¿Y si lo que yo quiero es irme a mi casa a tirarme a la cama?
- ¿En serio le negarías a una dama una petición tan simple?
- No estoy de humor Stella, eso es todo.
- Creo que ya te has encerrado demasiado con ese disgusto y un poco de aire te ayudaría a mejorar, te invito una soda.
Lincoln se quedo pensativo, observando la risueña risa de su amiga, pensando detenidamente aquella invitación antes de tomar una gran cantidad de aire entre bocanadas de respiración.
- No.
- ¡Vamos Lincoln!
- ¿Qué paso aquí?
Lynn se apareció detrás de su hermano, quien le estaba esperando en la salida para irse juntos y ayudarle a llevar su mochila, algo poco, pero viendo la mala expresión que había tenido gran parte del fin de semana su hermano prefería vigilarlo de cerca, eso y que las mayores le obligaron a vigilarlo.
- Nada, yo ya me iba.
- Simplemente le invite a tomarnos una soda, creo que le haría bien alejarse de toda esa mala sensación considerando que todo el día estuvo con un rostro agrío.
- Eso no te incumbe, a nadie de hecho.
- De hecho Linc, yo creo que tu amiga tiene un punto, si vuelves a casa tampoco es que tengas muchas cosas que hacer con una sola mano, además de leer tus dibujos claro.
- ¿Ves? Hasta tu hermana está de acuerdo.
- Pero yo no quiero.
- Y yo no quiero que te dejes derrotar por tan poco – Lynn en ese momento tomo la mochila de Lincoln, algo que no fue muy difícil ya que estaba apenas apoyada en el hombro de su brazo en buen estado. – Y me llevare esto para que no tengas excusa de equipaje.
- ¡Oye!
- Si, yo también te aprecio hermanito, nos vemos chicos.
Dicho eso, la muchacha salió corriendo del lugar, dejándolos a ambos solos.
- ¿Vamos?
- Sigh, ahora si voy a casa me va a sacar de ella de una patada, ya vámonos.
Aunque el tono de Lincoln seguía amargado, Stella ignoro esto y comenzó a caminar con este rumbo al centro comercial, mencionando una que otra banalidad en el camino tales como algunas actividades que hizo el fin de semana o como Mollie se le había trabado la lengua mientras leía frente a todo el salón, conversación que pasados unos 10 minutos logro que Lincoln tuviese una respuesta y comenzara a entrometerse, contando también algunas cosas que había notado durante el día o había visto en redes sociales. Una vez llegaron al establecimiento, Lincoln conversaba con normalidad con su compañera, quien parecía estarse divirtiendo con su amigo, ignorando por completo el tema que sabía sería un detonante desagradable.
Una vez tuvieron ambos sus sodas, se dirigieron hasta uno de los sectores con asientos, reposando después de su caminata mientras Lincoln ya parecía más normal, con la única diferencia del yeso en su brazo.
- ...entonces cuando revisé en línea, pude encontrar que estaban rematando el último tomo de Steele a mitad de precio.
- Realmente te gusto ese agente en cubierto.
- ¿Qué puedo decir? Estaba muy acostumbrado a la fantasía con Ace, supongo que fue un respiro y por eso me gusta tanto, de hecho, hace unas semanas intente usar parte de su sabiduría para investigar a unos nuevos vecinos ya que creía que tramaban algo, incluso invite a Cly...
Lincoln se detuvo en seco, cambiando su mirada hacía el piso.
- ¿Lincoln?
- No es nada.
- Mencionaste algo sobre Clyde.
- Si, bueno, no, no importa.
- Sonabas emocionado.
- Bueno, es que yo... en serio, no importa.
- Puedes contármelo, no se lo diré a nadie.
No se sentía listo, estaba pasando una muy buena tarde hasta que él mismo recordó la molestia que era lo que tanto desagrado le estaba causando en ese momento, pero retomo lentamente la vista a su compañera quien solo le miraba de forma comprensiva, quien espero el momento que Lincoln se tomo para pensarlo, soltando un fuerte suspiro antes de volver a levantar la mirada.
- Eso solo... invite a Clyde ese día a ayudarme con otra de mis absurdas ideas, pero este se negó, generalmente el siempre ha estado dispuesto a seguirme en todo lo que hago y viceversa, lo he acompañado en sus extrañas ideas también, siempre habíamos sido Clincoln McLoud, y esa vez simplemente quería salir de la rutina y presentarle algo nuevo, pero ni siquiera me escucho en el momento en que le hable de algo diferente a lo normal como lo era Steele.
- Entonces, ¿No te escucho ese día?
- No lo hizo, cuando se lo volví a mencionar la semana pasada el ni siquiera lo recordaba, demonios, debí tomarlo como una señal, y luego vino lo del "accidente".
- Lo haces sonar como si no lo hubiera sido.
- No lo fue, él me pateo y me lesiono, y ahora ni siquiera se disculpó.
- Bueno, el es algo... nervioso, quizás fue una reacción que no pudo controlar.
- ¿Entonces por que llevaba tanto tiempo raro conmigo? Durante estas últimas semanas he hecho cuanto he podido para que no se sienta mal, pero pareciera que se le voló un tornillo cuando le dije lo del juego.
- Lincoln, admite que nadie, ni siquiera tú, esperabas durar tanto tiempo en un deporte.
- Oye, realmente me he esforzado.
- Y te creo, pero... - En ese momento, el móvil de Stella sonó. – Oh, discúlpame un momento.
La muchacha se alejo un poco de su amigo, quien se quedó pensativo mientras veía el envase casi terminado, algo molesto, pero también algo desahogado, pues aunque el final de la charla no había sido de su agrado, durante gran parte de esta simplemente el hablo de lo que se le vino a la mente, olvidando por unos minutos la situación de su brazo o las molestias, pero creía que ya iba siendo suficiente antes de que, como estaba notando, inevitablemente llegarían a ese tema, uno que realmente no quería tomar por lo que tomo la decisión de despedirse de la chica e ir caminando a casa, pero cuando iba a hablarle, esta se puso a su lado una vez más.
- Creo que ya hemos estado un buen rato aquí, ¿Te parece que vayamos a otra parte?
- De hecho, yo estaba pensando en ir a casa.
- Oh, entonces, ¿Te importaría si me acompañas a una tienda primero, mamá me pidió que comprara algunas cosas? – Lincoln iba a protestar, pero la muchacha se adelantó a este – No tocare ese tema.
- Bien, ya que.
- Excelente.
Entonces ambos se encaminaron por el centro comercial, siendo Stella quien llevaba el control de charla esta vez, hasta que se detuvieron frente al baño.
- ¿Tenías que venir aquí?
- Veras...
En ese momento, Zach salió del baño, algo que sorprendió al peliblanco.
- ¿Zach?
- ¿Lincoln?
El pequeño pelirrojo clavo su mirada en Stella, quien lucía algo avergonzada.
- ¿Qué está ocurriendo aquí?
- Bueno, yo...
Lincoln estaba perdido, no entendía bien que estaba ocurriendo ni el porque de aquella mirada con Zach, y sin siquiera terminar de comprender, ambos terminaron empujando dentro del baño a Lincoln y bloqueando la puerta por fuera, dejándole atrapado.
- ¡Eh! ¡Déjenme salir!
- No saldrás de ahí en un rato, así que ponte cómodo.
- ¡Chicos, oigan, chicos!
En ese momento, el peliblanco pudo escuchar unas pisadas detrás de él, volteándose para pedir ayuda a dicha persona para que sus amigos terminaran aquella muy mala broma, pero, para su desgracia, aquella persona era otra que él conocía muy bien.
- (Serio) Clyde.
