Lincoln miraba desde la calma de su cama el techo de su habitación, recostado tranquilamente mientras pensaba en su tiempo con Liam esa tarde, si bien no había sido la junta alegre que había ideado con todos lo había pasado bastante bien ayudando como pudo en algunas tareas a su amigo y luego cenar con ellos agradeciendo que le recibieran tan de sorpresa, misma actitud que tomo Liam mientras conversaban.

Sentía como extrañaba eso, simple diversión sin doble intención o palabras con doble sentidos como había escuchado a Rusty y Zach además de no tratarlo como si estuviese hecho de cristal por tener el brazo así como lo hacía su familia, había sido algo complicado convencer a su madre pero ocupar un poco de culpa y sentimentalismos le había ayudado, no se sentía del todo orgulloso, pero aquella tarde había realmente valido la pena en su mente.

Termino tomando su teléfono y alzándolo sin cambiar su posición, dirigiéndose hacia sus contactos para fijarse en el chat grupal del cual pudo notar que realmente no había habido actividad alguna desde hace semanas, no lo había pensado antes ya que incluso cuando se puso de acuerdo para aquella fallida salida de ese día lo hizo en persona principalmente y una que otra llamada, pero podía notar que nadie había intentado compartir nada por allí en un tiempo, algo extraño considerando la gran actividad que tenía cuando lo crearon en el momento que Stella se les unió, y ahora, parecía solo un grupo abandonado cualquiera.

- Si escribiese algo… no siento que esto sea lo mejor, paso a paso Lincoln.

Sentía que el mayor problema actualmente era Zach, posiblemente si conversasen este le seguiría recriminando lo ocurrido con McBride y no solo no quería participar de eso, sino que recibir agresividad porque si no era algo que le animase, en cambio…

- Stella.

La chica lucía horrorizada, podía recordar cómo le miró antes de irse por su cuenta, no dijo nada, solo se tapó la boca antes de alejarse corriendo.

- ¿Me escucharía si intento hablarle?

Era relativamente tarde, había sido una experiencia complicada pero si algo pudo obtener de conversar con Liam es que, precisamente si haces eso, conversar, puedes descubrir y pensar cosas que no siempre son claras, inhalando todo el aire que pudo y exhalándolo en un profundo suspiro, el chico no lo pensó demasiado y termino marcando al número.

Mientras sonaba el tono de llamado pensaba que se sentiría nervioso, realmente no lo había pensado demasiado ni había trazado un buen plan para continuar, era su instinto y su corazón dejándose llevar ante la situación y su deseo de acabar de una buena vez con los malos sentimientos, por lo que estaba extrañamente tranquilo, simplemente dejándose llevar por la suavidad de su almohada donde descansaba su cabeza y la sensación fría de su teléfono puesto junto a su oído.

- Lincoln. - La voz de Stella sonaba apagada, una señal que preocupo un poco a Lincoln pero que no destruyo su propio estado mental.

- Hola, disculpa por llamar tan tarde.

- No te preocupes, no pensaba ir a dormir aún.

- Supongo que lo dices por lo ocurrido hoy.

- Si, nunca es… sencillo enterarse de esas cosas, ni menos con alguien como Clyde.

- Yo… tampoco esperaba que McBride hiciese eso, cuando converse con él… intente ser lo más directo posible para no dañarlo tanto.

- No… se si creer todo eso, tampoco sé si pueda confiar en Zach, sonaba tan enojado, como si te despreciara genuinamente, no puedo evitar pensar y rogar que exagerase las cosas y Clyde realmente no haya hecho eso, pero… todo parece tan turbio ahora.

- Lo… sé, cuando esto empezó, no espere que escalase tanto.

- ¿Eso es todo lo que tienes que decir?

- Es lo que creo, decidí que debo dejar de culpar a los demás por mis errores, cosas como "esto es culpa de McBride" o similares, pero tampoco creo que todo haya sido mi culpa, tanto él como ustedes también hicieron cosas innecesarias.

- ¿De qué hablas?

- Tú y Zach no tenían por qué encerrarme en un baño con McBride, nuestros problemas son nuestros.

- No cuando arrastran al grupo con ustedes, ¿Crees que soy tan tonta como para no darme cuenta de la influencia que tienen sobre Liam, Zach y Rusty? Ambos, tú y Clyde siempre han sido los que los influenciaban, toda esta… rabia y resentimiento que ahora hay en el grupo nació por eso, Lincoln yo… no te puedo culpar, también hay ocasiones donde he querido reventarle la cara a Clyde, pero creo que tú, como la persona que mejor lo conoce, sabes que es un niño mimado el cual exagera sus problemas.

- Eso fue inesperadamente directo.

- ¿Acaso no nos estamos diciendo las cosas directamente desde hace un tiempo?

- Eso es un buen punto, espera, ¿Entonces porque ayudaste a Zach y me llevaste a esa trampa?

- Porque el ambiente del grupo, lo mucho que parecían quererse, yo apreciaba eso, eran raros, pero eran raros juntos y lo disfrutaban, y yo también, me gustaba estar allí y reírme de todo lo que ocurría, me hacía olvidar que… tuve que dejar toda una vida atrás, a mis antiguas amigas, mis vecinos, a parte de mi familia porque no importaba si algún día yo decía alguna tontería o algo, creí que ustedes soportarían como los amigos que éramos y sabiendo lo cobarde que es Clyde, sentía que era a quién debía apoyar para superar esto ya que tú siempre habías demostrado una resistencia mental enorme. - Aquella frase molesto ligeramente a Lincoln. - Pero… no pensé que hubieses llegado finalmente a tu limite y que Clyde podía dejarse caer tanto.

- Solo querías el bien mayor.

- No siempre se puede pensar egoístamente, hay veces en que debes ceder… ya sea con un amigo que sabes que no soportara algo… o con unos padres que necesitaban alejarse de su antigua vida sin importar que.

- Stella, yo creo… que esto escalo demasiado sin que nos diéramos cuenta y te juro que no quiero que eso continúe, por eso yo…

- Yo tampoco quiero seguir viviendo esto Linc, simplemente no quiero seguir viendo como un grupo de buenos amigos se destruye de esta forma.

- ¡Entonces…!

- Por eso… me rindo.

- ¿Eh?

- Tú hiciste tu elección antes y buscaste alejarte, no termino de entender porque quisiste volver a acercarte y llegar con ese discurso de no obligar a nadie a escoger bandos, pero yo… no quiero seguir peleando por una causa que veo cada vez más perdida, así que… ahora quiero alejarme yo.

- Pero… no, tienes razón, incluso yo lo hice, sería hipócrita de mi parte cuando sé que hay veces en que quieres estar solo.

- Es… irónico lo mucho que aprecio esto cuando busque forzarte a hablar con Clyde.

- Decidí terminar con esta cadena de molestia, algo como eso ya quedo en el pasado.

- Gracias… Lincoln.

- Gracias a ti por no simplemente alejarte, y si alguna vez quieres volver a conversar con nosotros…

- Lo tendré presente, y yo les diré a los chicos, no te preocupes, voy a dejarles muy en claro que no es tu culpa.

Pasaron unos segundos en silencio, Lincoln solo suspiro y Stella solo medito.

- Va a ser algo triste saber que tengo una amiga menos.

- Tampoco digo que no me hablen, seguimos siendo compañeros de escuela, solo...

- Lo entiendo, una compañera más.

- Debo admitir que estoy sorprendida lo bien que te estás tomando esto.

- Jejeje, creo que no era una posibilidad que había descartado. - Su tono de voz decayó un poco. - Entonces, adiós, supongo.

- Si, adiós Lincoln.

Y con aquel gesto de despedida, la llamada se cortó pacíficamente, sin haber alteraciones, sin dolor en su garganta por gritar o sentir apretado su pecho, ambos dieron sus razones y perspectivas, él solo quería hablar con ella para acabar con la incomodidad pero ella por lo visto ya había tomado una decisión y lo mejor que podía hacer era respetarla, ante ello simplemente cerro sus ojos y dejo descansar su teléfono sobre el velador.

- Al menos está vez si se despidió de mí.

En menos de una semana ya se había despedido de dos de sus amigos, si lo pensaba demasiado y de una forma retorcida, serían tres de sus amigos dadas las palabras de Zach. Lincoln solo pudo sonreír secamente cuando aquella idea se formó en su cabeza.

- Solo espero no acostumbrarme a esta amarga sensación.

Y con ello en mente, el muchacho simplemente se entregó a su cama en un intento de no pensar en nada.

El resto del fin de semana fue silencioso, sin más cosas que hacer que las que ya estaban en su rutina convirtiéndose en un lunes el cual Lincoln no sabía bien cómo afrontar, posiblemente sería el día que Stella hablaría con los chicos y si tenía mala suerte se convertiría en la chispa que avivaría un nuevo incendio, más para su sorpresa, durante el almuerzo no apareció solo Rusty, sino que esta vez Liam estaba a su lado.

- ¿Podemos sentarnos aquí?

- No lo sé Rusty. - Dijo señalando el césped a su lado. - Hay muy poco espacio aquí fuera, tendrías que preguntarle a toda la gente apretada aquí.

La expresión del chico era complicada de explicar para Lincoln, pero sí de alguna forma tuviese que compararla con algún sentimiento, sería incomodidad.

- Bueno, yo vine con toda la intención de comer así que, - Liam simplemente se dejó caer al piso, sentándose donde mismo estaba parado sin apoyar su espalda en la cerca como lo hacía Lincoln. - Entonces, ¿Ahora solo somos los tres?

- Así que Stella conversó con ustedes.

- Si, - Rusty sonaba decaído. - Zach estaba enojado también, pero cuando intento culparte, Stella lo detuvo, creo que eso fue lo que más le molesto porque se fue corriendo, si ese idiota solo comprendiera que...

- Rusty, - Lincoln sonaba serio. - Aprecio tu apoyo, y aunque sigo enojado por lo que hizo y ha pasado, intentemos dejarlo atrás.

- ¡Pero él te culpa por lo que hizo ese idiota cuatro ojos!

- Yo… sigh, no puedo controlar lo que él piensa, solo déjalo ser como todo esto de McBride que solo está provocando que nos alejemos más. - En ese momento la mirada de Lincoln se centró en Liam quien, para gusto de Lincoln, sentía que estaba demasiado tranquilo. - Debo admitir que creía que estarías más devastado amigo.

- Fue doloroso como patada de mula, pero puedo entenderla, - Se quedo observando su leche. - Toda esta situación ha sido terrible, pero decidí hacer como tú y no seguir llenándome de resentimiento, si tú no lo estás, yo no tengo porque seguir ese juego.

Rusty no se veía del todo convencido y Liam aun podía notársele algo melancólico, para ellos había sido reciente la ruptura de amistad, de la nada alejarse de Stella y posiblemente de Zach y McBride, para le había sido un proceso más largo que había comenzado desde el día del accidente, pero si algo podía destacar de ello es que, pese a todo, habían escogido seguir a su lado, y eso era algo que realmente apreciaba.

- Chicos, gracias.

Rusty y Liam solo sonrieron, no era una sonrisa llena de gozo y felicidad, podía sentir la nostalgia y la pena en esas expresiones, pero no le era importante, podía sanar, podían continuar adelante, él lo sabía perfectamente, solo era cosa de tiempo.

- Bueno, ¿Y qué hicieron el domingo? Yo fui a la práctica de los gallos y me tuvieron corriendo… bueno, Lynn lo hizo pero el entrenador no la detuvo y cuando le pregunté si tenía algo mejor que hacer me dijo que no, ¿Y ustedes?

Normalidad, esa era su máxima finalidad actualmente, no buscaba crear un entorno utópico o unificar a todos sus conocidos quisieran ellos o no, si algo podía devolverle la alegría a su grupo pese a la disminución de sus números y sus rencillas aún no acabadas, era probar a volver a aquella agradable y cálida normalidad. Ambos pelirrojos se miraron por un momento como si no hubieran comprendido del todo aquella frase, pero al final fue Rusty el que rompió el silencio primero.

- Bueno, papá decidió poner una oferta en la tienda, así que tuve que ir a ayudarlo cuando, ¡No lo van a creer! Entro una chica muuuuuy linda.

Era definitivo, esa normalidad era lo que Lincoln más estaba extrañando.

En ese momento, baños de la secundaria

Sentado en uno de los inodoros el muchacho se hallaba abrazado a sus piernas, no quería salir de allí, era mejor decir que no quería estar allí, después de haber desaparecido tantos días no podía evitar sentir que le miraban, que posaban sus ojos en su dirección y le juzgaban, podía recordar esa sensación de antes de conocer a Lincoln, no importaba cuanto le dijeran sus padres o la doctora López que nadie lo hacía, que todo estaba en su mente y debía tener más confianza de si mismo, no fue hasta que conoció a su amigo que se sintió más tranquilo, el chico era un imán de sucesos, intencionales o no siempre las miradas terminaba hacía él por lo que se sentía tranquilo, como si no importara el ridículo que hiciese, siempre tendría a Lincoln a su lado para apoyarle o escudarle… y meditar sobre eso solamente le hacía sentir más asco sobre sí mismo.

Miro su mano con temor y asco, tenía puesto una bandana en la zona de la muñeca para ocultarla, no le importaba lo mucho que sus padres y el médico le dijeron que no había cicatriz visible, estaba seguro de que podía sentirla, de que estaba allí y todos la notarían, incluso cuando logro cubrirla con esa prenda estaba seguro de que podían observarla y el hecho de que Zach le tratase con tanto cuidado solo le incomodaba más.

Ni siquiera pensaba ir, fue feliz cuando escucho la recomendación de que descansase en casa unos días y asistiese a terapía para averiguar cómo apoyarle pero su padre Howard se impuso, obligándole a asistir a clases, impidiéndole encerrarse en su cuarto nuevamente, cuando le dejo en la mañana sintió como si le hubiese dejado en una prisión a su suerte y no importó cuanto le suplico, este no se retractó, cuando finalmente vio a sus amigos Rusty simplemente le insulto tratándolo de cobarde, Liam y Stella solo le preguntaron como estaba y Zach… estaba preocupado, noto su intención de asistirle, pero... no era Lincoln.

Si hubiese sido Lincoln, él hubiese dicho las palabras correctas, se hubiera sentido apoyado y no victimizado más de lo que ya se sentía, simplemente, no era lo mismo, y luego escuchar a Stella decir que mantendría la distancia… eran demasiadas cosas en su cabeza para seguir soportando las charlas de Zach o cualquier otra cosa.

- Si hubiese sabido que Stella haría eso hoy, hubiera hecho lo que sea para quedarme en casa.

Al pensar aquello sintió algo de comezón en su muñeca, una extraña sensación como si una hormiga estuviese caminando por allí y le daba miedo revisar, observar esa zona una vez más, ¿Y si ahora era aun más notoria la cicatriz? ¿O quizás se había abierto y no estaba sanada como dijo el médico?

Termino sacando su inhalador para calmar su respiración antes de dejarse llevar y llorar en silencio.

- No quiero estar aquí, no quiero, no quiero, no quiero, esto apesta.

- Este lugar literalmente apesta idiota, por algo es un baño.

Clyde pudo reconocer fácilmente esa voz, Chandler, por lo que intento cubrir su boca en un desesperado intento de fingir que no estaba allí, algo que fue completamente inútil ya que el pelirrojo termino insistiendo.

- ¿No vas a responder o qué?

Clyde simplemente cerro sus ojos, buscaba su lugar feliz al que escapar de toda esa situación, idear un lugar así le había ayudado en ocasiones pasadas, pero el pelirrojo no dejaba de insistir.

- ¿Acaso no soy lo suficiente para que el señorito dos papás me digne con su habla?

- (Molesto) No metas a mis padres en esto.

- Al menos tienes lengua zoquete.

- ¿Y tú qué? ¿No tienes nada mejor que hacer que molestar en un baño?

- Oh si, por supuesto que lo tengo, pero molestar a un nerd siempre abre un hueco en mi apretada agenda, más cuando no vas con tu novio de la mano.

- Oye, no estoy pasando por un buen momento, déjame en paz.

- Ja, como si me import…

En ese momento se pudo escuchar abrir la puerta del baño, Clyde por su parte escucho casi instantáneamente como la puerta del cubículo del lado se cerraba además de que Chandler dejo de hablar, el silencio en ese cuarto reino solo pudiendo escuchar como un chico entraba a orinar, se lavaba las manos y se iba, dejándolos nuevamente en soledad, momento en el que pudo escuchar la puerta del cubículo del lado abrirse.

- Ahora sí, ¿En qué nos quedamos nerd?

- En que te asustaste recién.

- Eh… no, te confundiste.

- ¿Entonces?

- Yo solo, eh… ¡Mejor vete a llorar a otra parte tarado!

Clyde pudo escucharlo correr y salir por la puerta principal, si su día ya era lo suficientemente malo no necesitaba toparse con aquel molesto chico, menos que molestase a sus padres como tantas veces había hecho en el pasado y que siempre lograba enfurecerle, aunque irónicamente aquella molestia le había hecho olvidarse ligeramente de su otro problema, finalmente saliendo del cubículo para quedar mirándose en el espejo del baño.

Mirar su rostro apenado y con restos de lágrimas secas por sus mejillas no era la mejor vista que podía tener, menos cuando la siguiente clase sería química y tendría que ver a Lincoln.

- Podría… saltarme esa clase, sigh, realmente no quiero ir.

En ese momento finalmente sonó la alarma señalando que el descanso había terminado y debía ir a clase.

Clyde termino lavando su cara y ajustando todo lo que pudo su suéter para cubrir su brazo antes de encaminarse a esa clase, fue de los últimos en llegar y pudo notar como Lincoln ya se encontraba en su puesto junto a Rusty, ambos riendo probablemente por alguna cosa que estuviesen conversando, dejándole una molesta sensación en su interior.

Podría acercarse e intentar hablar, Lincoln dijo que todo había terminado pero técnicamente nunca le dijo que no podían volver a hablar, le parecía una ambigüedad pero técnicamente como compañeros de aula o escuela podían seguir conversando, de lo que Zach había dicho parecía no estarle darlo demasiada importancia a su persona por lo que puede que no esté realmente enojado y aceptase intercambiar aunque sea un saludo, pero lejos de eso nada más se le ocurría, ¿Acercarse a saludar y ya? Era insuficiente, o al menos, eso creía Clyde.

- Hey. - Después de encerrarse en su mente Clyde no había notado que la clase ya había comenzado y parecía haberse perdido las instrucciones iniciales. - ¿Prefieres que haga solo el experimento? Creo que no prestaste nada de atención.

- Ah, lo siento Kyle, p..por favor, hazlo, no me siento yo.

El compañero de mesón solo suspiro y comenzó a trabajar en silencio, lo que permitió a Clyde volver a encerrarse en su mente.

Mientras pasaban los minutos ideo varias frases con las que acercarse a Lincoln, le parecía ridículo lo difícil que le estaba siendo pensar en algo, casi como si fuese otro chico al que intentaba acercarse, cuando de pronto, nuevamente fue jalado por Kyle.

- Aquí necesito tu ayuda, si… ¿Clyde?

- Ahora no Kyle.

- Oye, entiendo que estuviste enfermo o que se yo, pero trabaja aunque sea un poco.

- Bueno, yo…

- Ni creas que te vas a quedar toda la calificación de regalo, - Y Kyle se cruzo de brazos. - O continuas tú o que nos reprueben a ambos.

- ¡¿Eh?!

Solo quedaban 20 minutos de clase y Clyde no sabía como terminar, su mente no estaba allí pero tenía que acabar, desgraciadamente para Clyde, eso termino siendo su primer reprobado en toda su vida.

Ya una vez terminadas las clases Clyde se hallaba en su asiento de su salón normal, solo, llorando, el día había sido horrible, no podía empezar a pensar en todo lo que había salido mal y tampoco hallaba alguna forma de arreglarlo, lo habían insultado, molestado, se sentía estúpido e inútil y ni siquiera había podido pensar en una forma de hablarle a Lincoln, no importaba cuanto lo pensase, no quería perder su amistad y entre más tiempo pasaba más la resentía, si lloraba en su hogar sus padres se enterarían y con la nueva actitud de su padre no sabía como reaccionaría, su confidente era quien lo odiaba y el único amigo que parecía quedarle le trataba tan condescendiente que se volvía molesto, aquella sensación de soledad solo aumentaba cuando ya había pasado una decente cantidad de tiempo desde que las clases habían terminado y nadie se le había acercado o sus padres le hubiesen llamado.

Se sentía genuinamente solo, y no sabía cómo debía continuar.

- Snif, creo… debería ir a casa.

Se encamino lentamente hacía la salida, los únicos que quedaban eran quienes asistían a algunos clubes por lo que entre la poca gente que quedaba, nadie debería de molestarle o notarle que se encontraba en ese estado, tal vez era lo mejor para él, era lo que se merecía, era la única justificación que había podido pensar, y aunque su pensamiento seguía siendo lo que más abarcaba su mente pudo escuchar un golpeteo cercano, uno que pensaba en ignorar pero que, entre más se acercaba a su casillero, más podía notar lo desesperada que sonaba esta persona.

- ¡Ayuda! ¡Quien sea! ¡Realmente necesito ir al baño! ¡Al menos eso si quieren luego regreso aquí pero por el amor de dios, ábranme!

- (Pensando) Pero si no queda casi nadie, ¿Acaso lo dejaron encerrado y se olvidaron?

El acoso era algo que le molestaba, había sufrido en el pasado por lo que pensó en ayudar a esa desesperada persona, pero entre más cerca estaba mejor podía identificar la procedencia de esa voz, creándole una mueca de desagrado en el momento que pudo identificar el casillero en cuestión.

- Sigh, no debería ya que creo que te lo mereces, pero nadie se merece algo así, ni siquiera tú, dime la clave.

La voz se detuvo un momento, pero luego coopero sin rechistar tomándole unos pocos segundos a Clyde liberar al muchacho.

- Maldita sea, creía que me iban a dejar durmiendo ahí.

- La pregunta es, ¿Por qué terminaste ahí?

- Ahg, ¿A ti que te importa perdedor?

- ¿Me dices perdedor cuando a ti es al que acabo de sacar de su propio casillero? Creo que tienes una visión de la realidad bastante alterada.

- C..Cállate… y gracias, ya sabes, por sacarme, ¿Estabas llorando? Tienes los ojos rojos, y conociéndote se que no te drogas.

- ¿Q..Qué? N..No… Ni lo uno ni lo otro… yo…

- ¿Y tú novia albina?

- No quiero hablar de eso, ¿Y por qué estabas allí?

- N..No quiero hablar de eso…

Ambos desviaron la mirada ligeramente avergonzados, y aunque Clyde no pensaba insistir demasiado con él, pudo notar que también tenía los ojos rojos y pudo notar lágrimas secas en sus mejillas, de hecho, pudo notar que estaba bastante sucio.

- Esto va en contra de todos mis principios y creencias, pero ya que me salvaste, ¿Quieres ir a tomar conmigo una soda o algo al centro comercial? Ya sabes, para comprar tu silencio.

- Honestamente salir a algún lado contigo es de las últimas cosas que me gustaría hacer un lunes por la tarde, pero la verdad no quiero volver a casa tan pronto.

- Bueno, al menos burlarme de ti un rato me ayudara a mejorar mi ánimo.

- Cállate Chandler.

Ninguno lucía bien, ambos se notaban bastante cansados, pero terminaron caminando juntos.

Después de todo, ninguno de los dos tenía ya nada que perder.