Lincoln lamentó hacer aquella broma de mal gusto. Lily, presa del enojo ante tal muestra de mal gusto, dio un fuerte golpe a Lincoln en su brazo. En apariencia fue igual a el tipo de golpes que ella solía darle cuando entre bromas discutían, siendo que ella a penas y conseguía hacer que Lincoln sintiera el impacto. Pero esta vez fue diferente, ella uso su fuerza por completo, lastimándolo con el impacto de su puño, pero también lastimándose ella misma al no ser capaz de sostener correctamente el golpe, doblando su muñeca de forma un poco dolorosa.
Lincoln la llevó con prisa hasta el edificio H, sabiendo que ahí la atenderían ante el daño que se hizo por el golpe, el cual podía notar era bastante, pues aunque no era muy escandalosa al respecto, lloraba mientras él la guiaba hasta el edificio donde se encontraban la enfermería. Se sintió como un idiota por bromear de aquella forma, pero en verdad no lo hizo con malicia, era simplemente que con los años, el mal gusto en las bromas y aquella forma de romper la tensión de una situación a través de alguna acción inapropiada terminó por ser aprendida de Anna. Ella era una maestra haciendo cosas así.
Aunque Lily no lloró de manera escandalosa y por el contrario solo podía verse como brotaban unas pocas lagrimas mientras muy de vez en cuando sorbía su flujo nasal, Lincoln supo que hizo algo malo y no tenía la menor idea de cómo disculparse. Aunque el recibió de lleno el golpe, pudo ver también como es que Lily lastimó su muñeca y aunque no pareció ser nada demasiado grave, parecía que le había dolido bastante.
—No fue mi intención que te lastimaras…
Lincoln habló una vez que la enfermera aplicó un aerosol frio en la muñeca de Lily y con calma dijo que no era nada grave, o mejor dicho, nada en absoluto.
—Ella no tiene nada— repitió la enfermera—, su muñeca está bien, no hay torcedura, golpe ni daño aparente. Debe ser que está alterada por otra razón. Pueden hablar aquí si quieres, pero no esperen de ninguna manera que los deje a solas.
Lincoln sintió aquella actitud algo grosera, pero no respondió a la misma, solo vio aquella enfermera caminar hasta su escritorio a escasa distancia de donde estaban ellos en esa misma habitación. Quiso hablar con Lily una vez más, pero se sorprendió cuando ella lo tomó del brazo y fue la primera en hablar.
—Me asustaste, tonto.
—Perdóname.
—No pasa nada, creo que la culpa es mía, estaba algo nerviosa y cuando dijiste eso me asusté, pensé que te había hecho decir algo que no querías y me dio miedo que eso te hiciera enojar conmigo.
—¿Hablas en serio?— preguntó Lincoln, cometiendo el mismo error que Lily minutos antes.
—¿Te parece que estoy bromeando?— al hacer esa pregunta, Lily levantó su rostro hacia él, mostrando su ceño fruncido y sus ojos enrojecidos y aun algo cristalinos por el llanto.
—Para nada, disculpa ser tan insensible. No debí hacer esa broma, estuvo fuera de lugar.
—No, está bien, no es tu culpa. Es mi culpa, estoy algo nerviosa y creo que me tomé demasiado a pecho lo que dijiste. Fue una broma de mal gusto, eso es verdad, pero no es que sea la primera vez que haces una broma pesada, y la verdad mi hermana mayor suele hacer bromas así, estoy un poco acostumbrada.
A Lincoln ya no le sorprendió la mención que Lily hizo de su hermana mayor, aún no la conocía, pero lejos de sentirse admirado por aquella mujer a Lincoln comenzaba a parecerle algo molesto que la mencionara. Según Lily, su hermana mayor era una mujer lista, una genio con varias carreras terminadas y algunas investigaciones relevantes en curso, pero era también una excelente deportista con participaciones olímpicas, una gran artista y excelente músico, esa mujer tenía incluso habilidades de costura y practicaba el modelaje. Ahora resultaba que también tenía un sentido del humor pesado. ¿Es que acaso su hermana era siquiera humana?
—Entonces lamento haberte sacado de quicio.
—Esta bien— Lily apretó un poco el abrazo en que tenia a Lincoln—, pero me debes una por ser tan malo conmigo. Yo estaba de verdad preocupada por eso y tuviste que hacer tu broma.
Lincoln soltó su brazo para abrazar a Lily y ella con calma solo abrazó al hombre por su costado, rodeando su pecho. Él sintió eso como algo muy enternecedor, le recordó a sí mismo en el pasado y por eso apretó el abrazo, tratando de hacer sentir a Lily que la entendía, o que al menos apreciaba su gesto.
—Te debo varias en este punto, Lily. Espero que ninguna de esas genere intereses o al final voy a terminar siendo incapaz de pagarte.
—Eres alguien amable, así que podría hacerte un descuento si la deuda se te sale de las manos.
—Eso suena peligroso, debería empezar a pagarte cuanto antes.
Lily soltó el abrazo y después miró a Lincoln nuevamente, se veía que estaba más tranquila una vez más, por lo que el peliblanco, cuyas puntas era lo único que permanecía de color castaño para ese momento, se relajo un poco.
—Entonces… ¿me dirás por que tú y la señorita Anna son… así?
—Anna y yo si somos hermanos, pero solo en el aspecto legal. Hace algunos años Henry y Esther me adoptaron, pero no tengo ningún lazo sanguíneo con ninguno de ellos. Y la verdad es que hace años, antes de que Esther me hablara sobre la adopción, yo tenía sentimientos por Anna. Es algo complicado y bastante aburrido de explicar, pero es una buena forma de empezar, creo yo.
Lily se quedo en silencio, no sabía que mas decir, habían surgido muchas dudas, pero no consideraba que estuviera en posición de explayarlas. Ya había incomodado a Lincoln y aun debían dejar la escuela, ambos tenían trabajo esa tarde. Trató de pensar en que es lo que debería decir para no hacer mas incómoda la situación, pero una vez más Lincoln era quien no dejaba que las cosas se salieran de control.
»Levántate ya, no tienes nada, vámonos de una vez o llegaremos tarde al trabajo. Ya tuviste tus mini vacaciones en casa de tus padres, ahora toca volver a las responsabilidades.
—Tú también tuviste vacaciones con tus padres— comentó Lily, poniéndose de pie ante el gesto que Lincoln le hizo para ello—, no tienes derecho a echármelo en cara.
—Silencio, enana. Yo puedo echarte en cara lo que quiera…
Completamente avergonzado, Lincoln sintió como la penetrante mirada de la enfermera se posó sobre él ante lo fácil que era mal interpretar sus palabras. Hubiera preferido no hacerlo, pero por cortesía debió enfrentarla al salir de aquella habitación agradeciéndole por las atenciones que tuvo con Lily y recogiendo su credencial escolar, la cual le dio acceso a la enfermería.
Mientras caminaban por los pasillos al aire libre, Lincoln se sintió más tranquilo de ver como Lily caminaba tranquila, sin llorar y colgando de su brazo como solía hacerlo. Se veía seria, pero no consideraba que aquello fuera algo malo, seguramente estaba pensando sobre lo que le dijo de ser adoptado. De alguna manera entendía que eso podía llegar a incomodar a las personas.
Daba igual cuan cómodo estaba Lincoln con el hecho de ser alguien adoptado, cuando lo mencionaba a otras personas solían tener ese tipo de reacción en la que se arrepentían un poco por indagar tanto en su vida. Seguramente al igual que otras personas, Lily creía que estaba siendo invasiva al preguntar por ello o al hacerlo mencionarlo. Y podía aumentar sus sospechas con la forma en que Lily habló antes de aquella pésima broma que soltó en un lapsus mental.
—Entonces… ¿tú y la señorita Anna son algo?— ella esperó hasta que ambos estuvieron en el auto para plantear su pregunta, era un lugar más privado después de todo.
Lincoln se sorprendió bastante por lo que Lily le preguntó, puede que fuera tan tonto como Anna siempre le decía que era, pero hasta él en esas circunstancias podía darse cuenta de que implicaciones tenía esa pregunta. Quizá estaba siendo algo arrogante al pensar de esa forma, pero estuvo seguro de que esa pregunta implicaba ciertos celos de parte de la rubia, quien al preguntar lo miró fijamente sin tener una expresión en su rostro. Lily no mostraba siquiera curiosidad, fue una pregunta seria, pero no parecía intencionada, era más parecida a algo impulsivo.
Fue una fracción de segundo, o puede que algunos segundos, la verdad a Lincoln le pareció mucho más tiempo, el suficiente como para hacer una contemplación completa al respecto. ¿En verdad eran celos? Al final la conclusión apresurada que sacó fue hasta cierto punto obvia para él: no lo son. O al menos no del tipo que pensó en primera instancia. Ya habían hablado algunas veces sobre eso y tal parecía que Lily se había encariñado con él, pero no de una forma romántica, era más de una forma fraternal.
Pese a la diferencia de edades, Lincoln podía decir con facilidad que le gustaba Lily, no solo por su apariencia, también por la forma de ser que tenía, tan alegre, tan extrovertida y al mismo tiempo tan desganada por convivir. Era algo extraña en realidad, como si fuera ya alguien mayor y amargada, pero con buena actitud pese a todo. Pero aunque Anna constantemente le decía que debería intentar algo con ella, él no creía que fuera una buena idea tratar de hacer un movimiento, era la misma Lily quien de tanto en tanto le repetía como él le parecía un hermano mayor. No era tan tonto como para no darse cuenta que Lily lo quería, pero ante todas esas veces que ella le repetía lo mismo, también era fácil darse cuenta que lo que ella siente por él es platónico.
Si decidía dar un paso adelante y tratar de convertir su relación con Lily en algo mas intimo, lo más seguro es que ella lo rechace y por supuesto no quería eso. A pesar de su edad no tenía prisa por una relación y tampoco creía que Lily quisiera una pronto, así que estaba bien con solo ser el hermano mayor de Lily, y no lo arruinaría haciendo lo que Anna le decía. En ese momento Lincoln entendía que seguramente Lily tenía celos de Anna, pero no por verla como una rival para conseguir una pareja sino por verla como una rival para conseguir la atención de su hermano mayor que la consiente un poco. Sí, eso estaba bien por ahora, ser su hermano mayor, no es que tuviera algo a su favor para cambiar eso de todas formas.
—Claro que tengo una relación con ella— respondió al fin, después de unos segundos en silencio—, Anna es mi hermana.
