Disclaimer: Todo lo que podáis reconocer pertenece a J.K.Rowling.
……
Draco no podía creer que finalmente Granger había dado su brazo a torcer y estaba correspondiendo a sus besos. En el momento que la sintió tan receptiva algo en su interior se encendió y tuvo que abalanzarse sobre sus labios, la calidez de su boca hacía que no quisiera separarse de esos labios carnosos ni en un millón de años.
Necesitaba tocarla, necesitaba sentir cada parte de su cuerpo pero no quería asustarla: está vez pensaba terminar lo que habían empezado.
No sabía hasta que punto Granger hubiera intimidado con algún chico antes… esperaba que con ninguno. Sí; era egoísta, pero prefería no pensar en ninguna mano que no fuese la suya tocando el cuerpo de Granger.
Deslizó su mano lentamente por debajo de la sábana, acariciando su abdomen y subiendo poco a poco hasta su pecho. La chica seguía receptiva así que cuando llegó a sus pechos y sintió la dureza de sus pezones se volvió completamente loco de deseo y todo el cuidado que había tenido para no asustarla se disipó en un segundo.
La besó con furia, empujando su cuerpo contra el de la chica haciendo que ella quedase tumbada bajo él: ahora la tenía a su merced.
Comenzó a acariciar sus piernas, subiendo hacia la cara interior de sus muslos y cuando sintió que se aproximaba a su sexo fue consciente de que ella no llevaba ropa interior, no había ningún tipo de impedimento para su mano.
La piel de Granger parecía que hablase con los dedos de sus manos, diciéndole que siguiera, que no dejase de tocarla y él no pensaba hacerlo.
Jamás pensó que tocar la piel de Granger se sentiría así, sentía como si de un momento a otro fuese a marearse. El aroma a violetas de la chica, los besos desenfrenados que se estaban dando y el cuerpo desnudo de ella bajo esa sábana estaban haciendo que no pudiese aguantar las ganas de estar dentro de ella.
-Malfoy…- la chica le agarró la mano para que parase justo cuando había empezado a rozar su sexo.- yo…yo nunca...quiero decir que a mí nunca…
-¿Te habían tocado así?- preguntó el rubio mientras una gran sonrisa se dibujaba en su rostro-.
La chica negó con la cabeza y se percató en ese momento de su inocencia; las mejillas de la chica estaban totalmente sonrojadas y sus ojos a pesar de transmitir deseo y lujuria tenían un pequeño matiz de vergüenza.
Pensar en qué iba a ser el primero en estar con Granger le hizo excitarse más, su erección le hacía tanta presión contra los boxers y los pantalones que si no se los quitaba en ese momento, explotaría.
Se apartó lentamente de ella y se puso de pie; clavó sus ojos en su cuerpo y al verla allí tumbada cubierta por la sabana y tan apetecible con sus mejillas sonrojadas y sus labios hinchados por los besos, tuvo que contenerse: si era la primera vez de Granger tendría que tranquilizarse y hacer las cosas con calma.
-¿Quieres que yo sea el primero en tocarte?.- preguntó el rubio con la voz ronca cargada de deseo.-
- Estoy nerviosa.- dijo la chica bajando la mirada-.
Draco se quitó los pantalones y se quedó en boxers, se tumbó a su lado y le acarició la mejilla.
-No tenemos que hacer nada que no quieras.- dijo el rubio rezando a Merlín, Circe y Morgana porque ella quisiese que él fuese el primero; necesitaba ser el primero en probarla de todas las formas posibles, se había creado una necesidad y era desvirgar a Hermione Granger.-
-Si quiero…solo estoy nerviosa.
-¿Estás segura?- Draco necesitaba que ella le diese permiso, una vez que estuviera de nuevo devorándola no iba a poder parar.-
Hermione asintió y lo atrajo hacia ella, atrapando los labios del rubio y besándolos con delicadeza.
Estaba nerviosa, más nerviosa incluso que cuando se examinó de los TIMOS, pero deseaba con toda su alma que Draco Malfoy fuese el primero en tocarla; necesitaba sus besos y el calor de su cuerpo.
Estaba experimentando unas sensaciones nuevas para ella y había partes de su cuerpo que palpitaban deseosas de que la tocasen: jamás hubiese creído posible que su cuerpo respondería así a las caricias de Draco Malfoy.
Cuando el chico volvió a acariciar sus muslos y llegó a la entrada de su sexo sintió como si todo su cuerpo se arquease y lo invitase a entrar. Hermione cerró los ojos y sintió como las caricias cada vez eran más intensas y un cosquilleo nacía en su vientre dejando escapar un gemido de sus labios.
Abrió los ojos de golpe por la sorpresa de su gemido y se encontró con los ojos grises de Draco mirándola intensamente. El chico se acercó para besarla y ella sintió una sensación de abandono cuando sus dedos dejaron de acariciarla en su parte más íntima.
-Sigue…tocándome- dijo la chica entre beso y beso- por favor...
Draco río picaramente y volvió a acariciarla, notando como la humedad cada vez era más palpable, así que sin retrasarlo más, introdujo un dedo lentamente abriéndose paso en la estrechez de la cavidad de la chica.
Comenzó a moverlo con precisión y lentitud y cuando vio que el rostro de Granger se relajaba y comenzaba a jadear levemente, acercó su boca y comenzó a pasar su lengua por su clítoris mientras introducía su dedo cogiendo un poco más de ritmo.
Hermione no podía creer que una cosa tan simple como un dedo pudiera desatar tanto placer en ella pero cuando Draco acercó su lengua, ahí ya perdió el sentido.
-Por Merlín…- Hermione se agarró a la cabeza del rubio desesperadamente, empujándolo más hacia su sexo.- No pares…Malfoy no pares.
Y Draco no pensaba parar. Para ser la primera vez que Granger era tocada y besada ahí, no estaba nada mal. En cuanto le agarró la cabeza y lo atrajo más hacia su sexo se dio cuenta que podría pasárselo muy bien con Granger en cuanto ella cogiera un poco más de confianza.
Imaginarse las cosas que podrían llegar a hacer hizo que no aguantase más y como ella ya estaba suficientemente húmeda, se deshizo de sus boxers y se tumbó encima de ella.
Comenzó a besarla con dureza, recorriendo su boca salvajemente y entrelazando su lengua con la de la chica: Quería que ella probase su propio sabor a través de su boca.
El hecho de que ella no lo rechazase y lo besara con la misma pasión y efusividad sumado a que tenía su cuerpo totalmente desnudo pegado al de la castaña y su erección rozaba la entrada del paraíso, le hizo sentir un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
Separó su boca de la de la chica para mirarla a los ojos, necesitaba ver su rostro cuando se introdujese en ella.
-¿Estás preparada?- preguntó el rubio.-
- sí, creo que si…- susurró Hermione.-
Draco la besó fugazmente y volvió a centrar sus ojos en ella, introduciéndose lentamente en su interior. La presión por la estrechez de la chica hicieron que casi se corriese al instante, tuvo que parar a medida que entraba porque no podía geationar e cumulo de emociones que estaba sintiendo.
Hermione dejó escapar un suspiro e intentó relajarse. Estaba sintiendo mucha presión y dolor pero aún así no quería que parase, si hace un momento había sentido tanto placer con un dedo no quería imaginarse lo que sería eso; además, se sentía totalmente llena, era como si siempre le hubiese faltado algo y ahora estaba complementándose.
Una vez que su cuerpo se acostumbró un poco a la intrusión, Draco comenzó a moverse lentamente en su interior.
Al principio sentía como si le pinchasen por dentro, la tirantez que sentía le hacía comparar el dolor como si le tirasen pellizcos con unas uñas largas a cada segundo. Pero en cuanto pasó esa sensación, una nueva apareció en su interior: un calor agobiante quería escapar de todo su cuerpo, un placer indescriptible estaba haciéndose eco en su interior, mientras Draco se movía cada vez con más precisión, produciéndole un placer incomparable cn nada que conociera...ahora sí que podía decir que estaba completamente llena.
Draco, al escuchar los gemidos que empezaban a salir de la boca de la chica y ver cómo el rostro de dolor había dejado paso al de excitación, comenzó a embestirla más fuerte; profundizando lo máximo posible mientras la besaba desesperadamente.
Hermione paso las piernas por la cintura del chico, y se agarró a su cuello con fuerza sin dejar de besarle.
-Joder Granger, si llego a saber que se iba a sentir así te hubiera acosado por todos los pasillos de Hogwarts.
-No…no lo creo- dijo Hermione entre gemidos-
-Oh sí Granger, te aseguro que sí.
Draco empezó a moverse más deprisa, hundiéndose totalmente en Hermione y extasiado por como retumbaba todo el cuerpo de la chica con cada embestida.
-Más despacio…me haces daño- dijo Hermione apretando los dientes.-
Draco se quedó rígido. Se había olvidado por completo que Hermione era virgen y está era su primera vez pero el hecho de imaginárse a él, persiguiéndola por Hogwarts lo había puesto muy cachondo. La besó con ternura y cuando vio que ella se relajaba comenzó a moverse de nuevo, pero está vez lento.
Entraba y salía del interior de la chica con un ritmo suave mientras la besaba dulcemente, acariciando con su lengua sus labios, su barbilla y su cuello.
Unos leves gemidos comenzaron a emanar de la boca de Hermione de nuevo y fue el detonante para que Draco volviese a sentirse otra vez extasiado: Granger lo encendía en cuestión de segundos y lo volvía completamente loco.
Intento acelerar un poco el ritmo, necesitaba sentir que tenía el control sobre el cuerpo sudoroso de Granger. Necesitaba sentirse dueño de ella, el primero que la estaba tocando, el causante de su placer y gemidos.
Hermione se aferró a su espalda, hincándole las uñas salvajemente en su piel; Draco soltó un gruñido de placer y la penetró más fuerte.
No podía aguantar mucho más, los gemidos acompasados de los dos estaban volviéndolo loco, Granger estaba volviéndolo loco…
Las embestidas cada vez era más profundas y el interior de Hermione se aferraba a la dureza de Draco como si lo atrapase con cada movimiento, succionandolo hacia el fondo y haciendo que el miembro del rubio comenzase a palpitar preparándose para su liberación.
Un espasmo recorrió el cuerpo de Hermione, sintió como su vagina se contraía y una ola de placer la inundó completamente dejando liberar así todo lo que sentía en su interior a través de un orgasmo. Jamás había sentido nada parecido, se aferró con más fuerza al cuerpo del rubio porque estaba segura que cuando terminase está sensación no tendría fuerzas si quiera para respirar.
Draco enterró su cara en el cuello de la chica; y así, embriagado por el olor que desprendía el cuerpo de Granger mezclado con el suyo propio se dejó llevar totalmente a la sensación de placer que estaba sintiendo, corriéndose como nunca y llenando completamente de su pureza a una hija de muggles.
