Capítulo 7: Conflictos Laborales.

Niles y CC habían vuelto de Escocia, Maxwell se dio cuenta desde que le dijeron que pasarían la Navidad con la familia de Niles, que lo suyo iba bastante en serio, que en muy poco tiempo estaban avanzando mucho, mientras él y Fran iban un poco más lentamente, pero no quería precipitarse y que terminaran separados. Lo que no sospechaba es que llevaban juntos un par de meses más de lo que creía…y enamorados más años de lo que admitirían jamás, tampoco tenía ni idea de que Niles ya conocía a Noel y a Stewart como pareja de CC, tampoco nadie sabía que CC tenía dos sobrinos y que estaba planteándose luchar para conseguir su custodia y mucho menos que Niles la apoyaba y que los niños pasaron la Navidad con ellos en casa de los Brightmore en Edimburgo.

CC terminó de arreglar el guión de Niles semanas antes de marcharse de viaje, lo cierto es que recibieron muchísimos guiones y ninguno destacaba especialmente, eran bastante mediocres, incluso los de autores de renombre eran bastante malos, el mejor era el de Niles, no la cegaba el amor, Maxwell también lo admitía, no había nada que fuera lo suficientemente bueno, así que cuando ella le dijo que había uno muy bueno de un autor desconocido, él se mostró muy interesado y ella le dijo que terminaría de leerlo en su largo viaje en avión. Decidieron que Niles firmara el manuscrito que le entregaron a Maxwell con un seudónimo, eligieron Andrew N. Mcgee, Andrew como homenaje al pequeño Andy y porque era el segundo nombre de Niles, la "N" porque no quedaba mal y Mcgee por la canción de Janis Joplin. Aunque la registraron a nombre de Niles.

Esa mañana a principios de enero, todo parecía transcurrir normalmente. Habían pasado dos días desde su vuelta a casa, el día antes CC y Niles se reincorporaron al trabajo y ella ese día le dio el guión del supuesto "Andrew N. Mcgee", le dijo que lo leyera detenidamente, que era realmente bueno. Efectivamente esa mañana Maxwell estaba entusiasmado con el guión, era perfecto y una gran historia. Durante el desayuno, CC estaba allí con la familia y Maxwell le dijo:

-CC, espero que tengas la información de contacto del autor del guión que me diste ayer, porque quiero que lo llames y venga lo más pronto posible. – CC sonrió y dijo:

-Ya te lo había dicho, Maxwell, pero no sé por qué no confías en mi criterio.

-Lo sé, debo hacerte caso más a menudo. Bueno, llámalo en cuanto termines de desayunar.

Cuando terminaron de desayunar, CC fue un momento al baño antes de "llamar" al autor de la nueva obra. Esa mañana, Maxwell tuvo que acompañar a los niños a la escuela, el profesor de matemáticas de Brighton necesitaba hablar con él personalmente. Fran fue con ellos, CC, después de salir del baño, fue a la oficina a "hacer una llamada" y cuando escuchó cerrarse la puerta principal, salió de la oficina y corrió a la cocina donde Niles acababa de encender el lavavajillas. Se lanzó a sus brazos y se besaron apasionadamente. Cuando recuperaron el aliento, CC dijo:

-¿Ves, mayordomo? Tenía razón, mi plan ha funcionado. – Él sonrió, encantado por su entusiasmo.

-Lo sé, mi diabla… pero esperemos que Max no se ponga histérico por nuestro pequeño complot. Lo conozco bien, se puede enfadar mucho si se siente engañado…y puede ser muy tozudo, recuerda lo que pasó con Cats, tanto tú como Sara y yo le dijimos que lo reconsiderara y no nos hizo caso y luego se arrepintió.

-Lo sé. Tengo un plan si se pone cabezón.

-¿En qué consistirá?

-Tú sólo ponte de mi parte y sígueme el rollo.

-Sabes que no pienso hacer otra cosa, ¿verdad? – Dijo Niles abrazándola con fuerza.

-Sí, porque sabes que si no me haces caso te enfrentarás a mi infernal furia…

-Eso y que no me dejarás tocarte hasta que se te pase el enfado…y soy completamente adicto a ti. – La agarró del culo y la acercó lo más posible a él y empezó a besar su cuello y el lóbulo de su oreja.

-Niles… - Gimió CC. – Para, Maxwell y Nanny Fine vendrán pronto…

-Fran ha quedado con su madre mientras los niños están en la escuela, Yetta tiene cita con el médico, tiene que acompañar a Sylvia porque la última vez que fue sola, Yetta se escapó y terminó en el Metropolitan preguntando a voces cuando empezaba Sombrero de Copa…y Max estará un buen rato en la escuela, Brighton necesita mucha ayuda en matemáticas… seguro que nos daría tiempo a echar un rapidito…

-No… pero si todo sale bien, para celebrarlo, este fin de semana nos iremos a la cabaña de esquí de mi padre en Aspen y te prometo que no esquiaremos nada… saldremos de la cama lo justo… llevaremos ropa de esquí para disimular, pasaremos el fin de semana desnudos…

-Está bien… aunque si todo sale según lo planeado, te llevaré a casa y probablemente tus vecinos mandarán al portero a quejarse de nuestros gritos de placer…

-Ok… te quiero, Rochester.

-Y yo a ti, mi preciosa bruja demoníaca.

Se besaron. Niles le dijo que tenía algunas cosas que hacer arriba, CC le dijo que si podía se pusiera el traje de su cita con su padre y su hermano y que ella iría a la oficina para fingir que estaba allí hablando por teléfono con ese talentoso y misterioso autor… y para ver la correspondencia que llegó esa mañana, descubrió una carta de los padres de Niles dirigida a ella, les daría sus señas en Nueva York cuando les contestara, olvidó darles la dirección de su apartamento antes de despedirse de ellos, era un sobre un poco abultado y lo enviaron por correo urgente…por eso llegó tan rápido. La leyó la primera, no querían preguntarle eso por teléfono, los sobrinos pequeños de Niles querían saber la dirección a la que debían escribir a Stewart y Preston, se hicieron muy amigos y, sólo eran niños, no se les ocurrió pedirles la dirección, preferían escribirle y de paso mandarle un pequeño regalo para ella y Niles, dentro del sobre incluyeron copias de algunas fotos que se hicieron en Navidad, allí estaban ella y Niles con Stewart y Preston con unas enormes sonrisas no fingidas…además de fotos de todos juntos el día de Navidad y una de los chicos cuando se quedaron en casa de Julius y Lucy ayudando a Ben, Andy y Marguerite con el castillo de Lego. Estaba emocionada viendo las fotos cuando llegó Niles vestido con su mejor traje.

-¿Qué te pasa, bruja? ¿Malas noticias? – La vio con un sobre abierto junto a ella.

-No, sirviente… he recibido carta de tus padres.

-¿Tan pronto?

-Ha llegado por correo urgente. No es nada malo ni ha pasado nada, simplemente querían pedirme la dirección de mis sobrinos, por lo visto, Andy y Marguerite quieren escribirles… y mira lo que me han mandado.

-Vaya… salimos muy bien. – Vio una foto de ellos con Preston y Stewart posando en el patio trasero de la casa con Dora a su lado. – Ésta es muy bonita…casi parece que los niños son nuestros.

-¿Por qué crees que casi lloro? Parecemos una familia.

-Max está a punto de llegar…y tenemos que hacer nuestra "representación", guarda las fotos en tu bolso, las veremos mejor esta noche en tu casa, si tienes un marco para fotos adecuado, podríamos poner ésta en él, si quieres.

-Claro que quiero. – Le dio un beso y las devolvió al sobre. – Después llamaré a tus padres y les daré las gracias por las fotos, después les escribiré, el nombre de ese internado es muy difícil de pronunciar y deletrear…es más fácil mandarles la dirección por escrito.

-Está bien. – La besó en la sien y fue a su habitación, olvidó allí los papeles del registro de su obra.

Poco después de subir Niles y mientras CC estaba guardando la carta en su bolso, llegó Maxwell de bastante mal humor. Entró directamente a la oficina.

-Hola CC, alégrame el día, dime que has hablado con el Señor Mcgee.

-Claro, Maxwell, ¿Por quién me tomas? Por cierto, ¿Qué te pasa?

-Brighton otra vez… su profesor de matemáticas lo ha pillado con dos amigos suyos vendiendo las respuestas del próximo examen y no sabe de dónde lo ha sacado…y se niega a decirlo… después tendré que hablar con él, pero la consola de videojuegos estará en el desván por lo menos un año…

-Tranquilo, Maxwell, no es para tanto, ¿Quién no lo ha hecho?

-Yo nunca vendí respuestas para los exámenes.

-Yo sí... Es fácil, algunos profesores de matemáticas suelen poner siempre los mismos exámenes, sólo hay que copiarlos cuando te los dan para que te los firmen tus padres, después al año siguiente, se le venden copias a los de cursos inferiores… y también viene bien tener algún compañero con un hermano mayor que guarde copias por si tienen que recuperar en septiembre o algo así… - Maxwell la miraba boquiabierto.

-¿Y para qué quiere meterse en esos líos? No necesita más dinero y sus amigos tampoco.

-Yo tampoco lo necesitaba, ni mis amigos tampoco, yo no iba a un colegio público. Eso es algo que se hace porque es divertido burlar a los adultos y si de paso sacas un par de pavos para ir al cine o comprarte algún capricho sin tener que pedir dinero en casa…pues mejor, además hay gente a la que nos gusta hacer negocios desde pequeños, quizás tu hijo sirva para ello, simplemente hay que encauzarlo para que ese talento vaya por el lado positivo.

-Puede ser… pero eso no va a impedir que lo castigue por saltarse las normas del colegio.

-Más bien castígalo por ser descuidado… a mí no me pillaron.

-Cambiando de tema…¿Hablaste con Mcgee?

-Sí, según lo que me dijo, llegará en unos 15 minutos, tengo el precontrato estándar, cuando venga lo revisaremos con él, mientras, si no te importa, voy a ver por donde anda Niles, necesito un café.

Fue a la cocina y allí estaba Niles con su carpeta con los papeles del registro de la obra. Ella lo abrazó y le dijo:

-Está en la oficina un poco cabreado, a Brighton lo han pillado vendiendo respuestas para los exámenes de matemáticas… por lo visto algunos profesores de matemáticas no cambian los exámenes de un curso para otro, los chicos se han dado cuenta y han visto oportunidad de negocio… creo que se ha calmado porque le conté que mis amigas y yo hacíamos lo mismo…en cinco minutos sal por aquí y ve a la puerta principal y llama al timbre, yo iré a abrir y le diré que estabas en la cocina y que ibas a ir a la compra, puede que no esté del mejor humor, pero si lo retrasamos o lo dejamos para mañana puede surgir cualquier otra cosa y que se vuelva a cabrear y sea peor.

-Tienes razón. Pero antes… - La besó en los labios y dijo: - Te quiero.

-Yo también. – CC cogió su taza y volvió a la oficina, Niles siguió sus instrucciones, cuando pasaron los 15 minutos que ella le dijo a Maxwell, Niles llamó al timbre.

-Voy a abrir, Rochester ha ido al supermercado.

-Vale, CC. – Maxwell se levantó de la silla de despacho, CC pensó que quizás era mejor que se quedara sentado…

Cuando abrió, Niles la miró sonriendo, ella le dio un beso y cerró la puerta tras ellos.

-Vamos, Hazel… - Susurró al oído de su novio. Después subió la voz para que Maxwell la escuchara. – ¡Buenos días, Sr. Mcgee! Encantada de conocerlo. – En ese momento Maxwell salió de la oficina diciendo:

-Buenos días, Sr. Mcgee, encantado de… - Se quedó mudo cuando vio a Niles junto a CC. Cuando recuperó el habla dijo: - ¿Niles? ¿Qué haces ahí? ¿Dónde está Andrew Mcgee?

-Andrew N. Mcgee no existe.

-¿Qué significa eso, CC?

-Que esa obra tan maravillosa y que te gusta tanto, no es de un misterioso autor recién llegado a Nueva York desde Inglaterra... Llegó contigo hace años. Es obra de Niles.

Maxwell los miró sorprendido y fue a la oficina, sabían que estaba enfadado y corrieron tras él para intentar calmarlo.

-¡Me sorprende que seáis tan descarados! ¿Cómo se os ocurre engañarme así?

-Lo siento, Maxwell, no queríamos engañarte… - Dijo CC.

-¿No? Pues es lo que habéis hecho. ¿Por qué no me dijisteis la verdad desde el principio?

-Porque te conocemos, Max. – Dijo Niles. - ¿Cuántas veces te he dado mis manuscritos a lo largo de éstos últimos casi 20 años y los has rechazado con desdén?

-Yo… - Dijo un poco avergonzado. - ¡Esa no es la cuestión! ¡Me habéis engañado!

-¡Porque con la excusa de no leer obras de amigos y familiares no has leído las obras de Niles! – Gritó CC. - ¡Yo las he leído todas en estos últimos meses y son buenas! Podríamos haber tenido grandes éxitos con sus obras y no te has dignado ni a mirarlas… ¿Qué excusa tienes para eso?

-CC, yo he sido sincero…

-Sí, te has comportado como un imbécil…muy sincero, pero un idiota obtuso. – Maxwell la miró como si no la reconociera.

-Maxwell. – Dijo Niles, sorprendiéndolo, cuando no lo llamaba señor, solía llamarlo simplemente Max, tan sólo lo llamaba Maxwell cuando hablaba muy en serio con él, la última vez fue cuando murió Sara y lo obligó a salir de su habitación y tratar de consolar a sus hijos. – Sabes que nunca te engañaría con mala intención, no sólo eres mi jefe, siempre hemos sido buenos amigos, pero tienes que admitir que no has leído mis textos no sólo por tu absurda norma de sólo producir obras de autores profesionales. Sé sincero conmigo, siempre me has subestimado. Puede que fuera uno de los tres primeros de mi promoción en Eton y en Oxford, pero siempre te creerás superior a mí aunque no fueras el primero de la tuya… y todo porque no vengo de una familia rica, sí mi padre habrá sido el mayordomo y mi madre la cocinera y ama de llaves de tu familia, pero gracias a eso tuve una mejor educación que la mayoría de los engreídos autores que tanto te gustan, pero nunca me has querido dar la oportunidad, ¿Por qué? ¿Tan poco confías en mi talento?

-No es que no confíe en tu talento, Niles… Es que temo perderte como amigo si una obra tuya fracasa…

-¿Qué excusa absurda es esa? – Dijo CC exasperada. - ¿Has leído lo mismo que yo? Sabes perfectamente que es la mejor obra que hemos leído desde el estreno de nuestra última obra. A ti lo que te da miedo es que Niles por fin triunfe y deje de cocinar para ti y tu familia y de lavarte los calzoncillos.

-¡CC! – Gritó Maxwell. – ¡Sabes que eso no es cierto! Niles es mi mejor amigo, nunca lo he tratado como a un empleado cualquiera.

-¡Muy bien! Pero sabes que no lo has valorado como se merece.

-¿Y tú qué sabes?

-Sé más de lo que crees, sé que él aprovechaba para ofrecerte sus guiones cuando yo iba a la cocina o al lavabo y que os espiaba y te escuchaba rechazarlo de manera bastante poco amistosa hasta que dejó de hacerlo hace 5 años. – Maxwell se sorprendió, no sabía que CC lo espiaba cuando tenía esas conversaciones con Niles.

-Entonces. – Dijo Niles. – ¿Olvidarás la treta que hemos usado y me darás una oportunidad?

-No lo sé, Niles. – Dijo Maxwell pasándose la mano por el pelo. – Me lo tengo que pensar…

-¿Qué narices tienes que pensar? – Dijo CC. – Sabes que es una buena obra, tú mismo lo has admitido. Mira te daremos hasta mañana, si quieres que la hagamos, perfecto, si no, Niles y yo la produciremos juntos, yo montaré mi propia productora, sabes que si no lo he hecho antes es porque te tengo cariño y porque le prometí a Sara que te ayudaría con los negocios…en caso de no poder hacerlo, le ofreceremos la oportunidad de coproducirla a Andrew Lloyd Webber…y supongo que no querrás otra decepción como la de Cats. Te daremos tiempo para pensar, nosotros nos iremos hasta mañana por la mañana, estaremos en mi casa, mañana vendremos a primera hora, entonces nos dirás lo que has decidido, puedes consultar con quién quieras. – CC sacó dos copias del manuscrito sin firmar. – La hemos registrado, puedes dársela a leer a quien quieras, por si quieres alguna opinión más, ya la han leído Umbert y mi hermano Noel, puedes preguntarles su opinión si quieres o puedes dejar que la lea alguien más, si no te fías del criterio de Umbert, que sabes que es muy aficionado al teatro, o de mi hermano, que tiene un doctorado en literatura y trabaja en la universidad de Columbia, porque no pueden ser imparciales, busca a alguien más… tienes su número en la agenda.

-Yo le sugeriría a la señorita Grace. – Dijo Niles, sorprendiendo a Maxwell.

-¿Gracie?

-Por supuesto, esa niña es muy lista, Max. Lee al nivel de sus hermanos, no le digas que lo he escrito, simplemente dile que es un nuevo guión y que quieres saber su opinión.

-No sé… - Dudó Maxwell.

-Da igual. – Dijo CC. – Dale los guiones a quien creas que su opinión te ayude a decidir. Nosotros nos vamos ahora, reflexiona, pero ten en cuenta que si no quieres producirla, contigo o sin ti, la obra se representará…decide si quieres ser parte de este éxito o no.

Entonces CC cogió su maletín, guardó la carpeta de Niles con los papeles del registro en su maletín, colgó su bolso de su hombro y agarró la mano de Niles y lo arrastró fuera de la oficina, dejaron a Maxwell mirando las copias del guión sobre su mesa, ella y Niles se pusieron los abrigos en el vestíbulo y salieron de la casa, ese día, CC cogió un taxi, no le gustaba conducir cuando nevaba. No dijeron ni una palabra hasta que estaban dentro del taxi.

-Así que ese era tu plan… dejar a Max alucinando después de marcarte un farol…

-¿Qué farol? No, mayordomo, no es ningún farol… Hace años que guardo en mi caja fuerte el papeleo para fundar mi propia productora, sólo tendría que poner la fecha y firmarlos y llevarlos al registro. – Niles la miró estupefacto. – Como le dije, si por algo no puedo llegar a ello, no le ofreceré la oportunidad a Weber, porque lo tengo hablado con mi padre y se asociará conmigo…

-¿De eso estuviste hablando con él tanto tiempo cuando me mandaste a comprar cuando volvimos de Edimburgo?

-Exactamente, mi amor, era una sorpresa. Además no quería que lo supieras por si antes se te escapaba algo delante de Maxwell, debe creer que Weber puede llegar a poner sus manos en un guión así de bueno…

-Eres una serpiente manipuladora…

-Y a pesar de ello me adoras…

-No puedes culparme de ello, eres irresistible. – La besó.

-Por cierto, nos he conseguido una tarde y una noche para nosotros solos…

-Eres maravillosa…

Llegaron al edificio de apartamentos de CC justo cuando estaban besándose apasionadamente, el taxista tosió.

-Disculpe. – Dijo Niles. CC pagó y subieron al ático sin perder tiempo. Niles tenía ropa y cosas de aseo allí, por eso pudieron irse tan rápido. Cuando llegaron, Chester se volvió loco de alegría al verlos. – Hola, pequeño. – Dijo Niles acariciando su cabeza. – Espera un momento, chiquitín, ahora juego contigo, llevo puesto mi mejor traje y tú sueltas mucho pelo.

Se cambiaron rápidamente y se vistieron informalmente, se pusieron unos vaqueros y unos suéters gruesos y sus abrigos, cogieron a Chester, le pusieron un abriguito para perros, le engancharon su correa y decidieron ir a pasar el resto de la mañana a Central Park. CC cogió a Chester en brazos antes de salir a la calle, el perrito estaba emocionado por salir de paseo. Llegaron a una zona del parque habilitada para que los perros hicieran sus necesidades, Chester hizo sus cosas y CC volvió a cogerlo en brazos. Pasaron la mañana charlando, ella le dijo que cuando volvieran a casa escribiría a sus padres, que seguro que estarán muy orgullosos de él cuando produjeran su obra, que les pagaría el viaje para que asistieran al estreno.

-¿Tú crees que les gustará?

-A todo el mundo le gustará… y sabes que no miento…y que si no fuera una buena obra no me arriesgaría tanto.

-Lo sé… - Se besaron y de pronto escucharon:

-¡Eh tú! ¿Qué haces propasándote con mi hermanita? – CC y Niles sonrieron a Noel que había ido a dar un paseo.

-¡Noel! – CC dejó a Chester en los brazos de Niles y fue a abrazar a su hermano. Niles se acercó a ellos y estuvieron saludándose, Noel se sorprendió de verlos allí a esa hora, él no tenía clase hasta la tarde ese día y aprovechaba la mañana para pasear por allí y hacer algunos recados mientras Umbert estaba trabajando. Le contaron lo que pasó esa mañana con Maxwell y que CC le dio un plazo para decidirse a producir la obra de Niles.

-Por eso me ha llamado al móvil hace 20 minutos para preguntarme por ella.

-Sabía que no tardaría en llamarte. – Dijo CC. - ¿Qué le dijiste?

-Pues la verdad, que me la diste para saber mi opinión y si necesitaba alguna corrección y le dije que era maravillosa y que no tuve que cambiar ni una coma y que será un tonto si la rechaza.

-¡Es que tengo el mejor hermano del mundo! – Lo besó y lo abrazó. – Vamos a ir a almorzar al restaurante de Colin, donde os llevamos a ti y a Umbert en noviembre, ¿Te apuntas?

-Lo siento, cariño, ojalá pudiera, pero Umbert y yo hemos quedado con unas amigas que hace siglos que no vemos, han venido a Nueva York y se van mañana…además una de ellas fue la que me presentó a Umbert hace años.

-No te preocupes, lo entiendo, ya hablaremos por teléfono y quedamos otro día.

-Por supuesto.

-Por cierto, he recibido una carta urgente de los padres de Niles, me han mandado algunas fotos de esta Navidad, la próxima vez te las enseñaré, y verás lo mucho que han crecido los chicos.

-Estoy deseando verlas. Umbert y yo ya tenemos los billetes de avión para ir a verlos a Suiza en primavera.

-Genial, no sabes lo mal que lo pasé cuando tuve que despedirme de ellos.

-Lo sé, cariño, siempre te pasa igual. – Noel miró su reloj y dijo: - Será mejor que me vaya o llegaré tarde… me alegro de veros bien, chicos… y Niles podéis seguir donde os había interrumpido. – Les guiñó un ojo y los tres rieron. Se despidieron y Niles y CC fueron a almorzar, pasaron un agradable rato con Colin que los recibió con cariño e incluso le llevó comida y agua a Chester.

Volvieron al apartamento dando un paseo, Chester volvió a hacer sus necesidades y subieron en el ascensor. Cuando entraron le quitaron su abrigo a Chester que corrió a su cesta y se durmió en cuestión de segundos. CC lo arropó bien con su mantita. Niles y CC se pusieron ropa cómoda y cálida y se sentaron en el enorme sofá del salón, CC llevó las fotos que le mandaron Alistair y Marguerite, también cogió su papel para cartas, un sobre y su agenda de direcciones y mientras Niles veía las fotos les escribió una cariñosa carta, les prometió que en cuanto tuvieran tiempo les mandarían copias de las fotos que ella hizo en Londres con los niños y les escribió que en la tarjeta adjunta venía la dirección del internado de sus sobrinos, les dijo que seguro que estarían felices de recibir sus cartas. Niles le preguntó si tenía algún marco para fotos para la foto de ellos cuatro que le gustó tanto.

-Sí, creo… un momento. – Se levantó y fue a buscarlo al cajón de un aparador y le dejo la carta que acababa de terminar. – Léela, si quieres puedes escribirles algo.

-No es necesario, de todas formas hablaremos con ellos en unas horas.

-Lo sé… bueno mira, aquí tengo varios marcos, Déjame la foto a ver si encaja en alguno. – Niles le llevó la foto y entre los dos encontraron uno de tamaño adecuado.

-¿Sólo tienes marcos de plata?

-Algunos fueron regalos y otros eran de la casa de Londres de mis abuelos, esos son los más antiguos y los que están en las estanterías. Los que tengo guardados son regalos de Navidad de patrocinadores o de mi asesor fiscal o mi abogado… no son feos del todo y sólo los he guardado porque no desentonan con la decoración. – Niles terminó de poner la foto en el marco elegido.

-Aquí se ve muy bien la foto, no es un marco ostentoso… ¿Dónde quieres ponerla?

-Aquí. – Tenía una mesita junto al sofá, en el tablero superior tenía un marco de fotos y una lámpara para leer, tenía un pequeño cajón donde guardaba los mandos a distancia y debajo tenía otra balda donde solía dejar papeles, revistas, algún libro… cogió el marco de fotos y recolocó la otra foto y puso la nueva, quedaba muy bien.

-No sé si te lo he dicho antes. – Dijo Niles mirando la foto que había recolocado en la mesita. – Siempre me ha gustado mucho cómo sales en esta foto. – Entonces CC empezó a reír de manera descontrolada. - ¿Qué pasa? – Dijo Niles bastante ofendido. CC se tranquilizó.

-Tranquilo, Mayordomo. No me río de ti…es que la de la foto no soy yo… - Niles cogió la foto, era un primer plano en blanco y negro, llevaba el pelo elegantemente ondulado al estilo de los años 30-40, sonreía ligeramente y llevaba sus pendientes y collar de diamantes azules.

-Pero es imposible que no seas tú…creía que era una de las fotos de la sesión que me contaste que te pagó tu padre para anunciar tu baile de puesta de largo.

-Esas fotos están en uno de mis álbumes, no me gusta verlas, hay una muy parecida a ésta… pero la de esta foto es mi abuela paterna.

-Increíble. – Dijo Niles. – El parecido es espectacular.

-¿Por qué crees que mi padre me adora? No es sólo porque soy la que se parece más a él por mi olfato para los negocios. Soy el vivo retrato de mi abuela y él adoraba a su madre.

-Sabes, ya entiendo la adoración con la que te mira tu padre, el parecido es espectacular.

-Es que estaba muy unido a mi abuela…esta foto era la favorita de mi abuelo, la tuvo en su mesilla de noche y en la mesa de su despacho hasta el día que murió. Creo que nunca te he contado la historia de mis abuelos. – Niles dejó la foto en su sitio, se sentó en el sofá y la sentó en su regazo.

-Cuéntamela, me gustaría escucharla, por lo que dices de ella tu abuela debió ser una mujer muy especial.

-Bien, ella era inglesa, un día cuando tenía 20 años viajó a Nueva York y conoció al heredero de una rica familia americana de 25 años y fue amor a primera vista, sé que no es lo habitual en la alta sociedad, pero se casaron enamoradísimos, nunca se fueron infieles y tuvieron un matrimonio muy feliz. Mi abuelo trabajaba mucho, pero sacaba tiempo para estar con ella y sus hijos, tuvieron 2, mi padre y mi Tía Muriel. Desgraciadamente cuando mi padre tenía 22 años, mi abuelo tuvo un accidente de tráfico y mi padre se tuvo que hacer cargo de todo, mi tía era una adolescente caprichosa de 15 años y mi abuela estaba destrozada. Ella enviudó joven y era preciosa, tuvo muchos pretendientes y los rechazó a todos. Bueno, mi padre y ella se unieron mucho en la desgracia. Bueno, mi padre se casó con mi madre y nos tuvo a nosotros, mi abuela era muy maternal, todo lo contrario a mi madre y prácticamente nos criaron ella y las niñeras de turno…murió cuando yo tenía 17 años, cuando cumplí los 16, me regaló este collar y estos pendientes. Por eso les tengo tanto cariño a estas joyas. – Señaló la foto. - No es por su valor material, sino por el sentimental. Esta foto es una copia, por eso parece más reciente, la original la tiene mi padre, le pedí una copia para mi apartamento cuando lo compré.

-Pues sí que es una historia muy romántica y poco habitual. He conocido a suficientes parejas de la alta sociedad para saber que lo normal es que sean infelices y sean infieles…

-Sí, no llegué a conocer a mi abuelo paterno y no sabes el amor con el que mi abuela me hablaba de él. Ella era muy especial, fue la primera persona a la que Noel le confesó que era homosexual, tenía 14 años y creía que ella lo iba a odiar. Se equivocaba, le contó que su primo y mejor amigo era homosexual y ella, que fue hija única, lo quería como a un hermano, nosotros no sabíamos de su existencia, él me contó que le dolía mucho hablar de él, era un gran piloto, muy valiente y atrevido, y murió durante la Segunda Guerra Mundial. Ella animó a Noel a ser él mismo y hacer lo que le gustara y por eso estudió literatura y no ocultó su orientación sexual como le dijo nuestra madre.

-Por suerte tenía su apoyo…

-Sí, DD se parece a mi madre, por eso nunca se llevó bien con nuestra abuela y oculta la homosexualidad de Noel a sus amistades…y menos mal que mi abuela murió porque si ve lo que ha hecho con sus hijos, la hubiera matado, era dulce y cariñosa pero tenía bastante carácter. A DD casi no le afectó su muerte. En cambio yo caí en depresión, después conocí a Sara en la universidad y me ayudó mucho. Por eso teníamos esa relación tan especial. Nos ayudamos la una a la otra, yo a manejarse en la universidad y ella a recuperarme un poco.

-Me hubiera gustado conocerla…

-Yo creo que a ella le hubieras gustado mucho. – Acurrucó contra él. – Seguro. Me decía que me buscara un buen chico inglés, que los pijos americanos que me rondaban entonces no eran lo suficientemente buenos para mí.

-Tu abuela tenía razón.

Se besaron y después Niles se tumbó en el sofá con ella encima y los arropó con una manta, poco después se echaron una agradable siesta. Pasada una hora, Chester se subió encima de ellos.

-¡Chester! ¿Qué quieres? – Protestó CC ante los lametones del perrito. Entonces el perro saltó y fue a la puerta. – Creo que tenemos visita, mayordomo. ¿Abres tú o abro yo?

-Voy yo, bruja.

Se levantó y volvió a sonar el timbre. Llegó a abrir la puerta seguido de Chester. Abrió y allí estaba Fran completamente indignada con Grace a su lado. Chester se volvió loco de alegría y la niña lo cogió en brazos.

-Buenas tardes Niles, ¡¿Se puede saber por qué nunca me has dicho que escribes obras de teatro?! ¡¿Y qué es eso de que dimitirás si Maxwell no la produce?!

-Hola Fran, señorita Grace.

-Hola Niles. – Dijo la niña con el perro en sus brazos.

-Nanny Fine, ¿Cuándo te he dado permiso para venir a mi casa a regañar a Rochester? Eso sólo puedo hacerlo yo.

-Disculpe, Señorita Babcock, me gustaría hablar con mi mejor amigo un momento.

-No hay nada que no puedas decirle delante de mí. – Niles las hizo pasar y cerró la puerta. Miró a la niña que tenía las botas mojadas. – Pequeña, quítate las botas y siéntate en el sofá con Chester.

-Gracias, Señorita Babcock. – La niña soltó al perrito, se descalzó y dejó las botas junto a la puerta, se sentó en el sofá y Chester la siguió feliz.

-A ver Fran, no te he contado antes que escribo porque no tenía intención de hacer algo con mis obras, hasta ahora. Y si dimito o no… no tiene que ver contigo, sino con Max.

-No tendrá que ver conmigo pero me afectará, te echaré mucho de menos. – Se abrazó a Niles y empezó a llorar y gritar.

-Vamos Fran. – Dijo Grace. – No llores, sabes que papá producirá la obra de Niles, es muy buena, no puede negarse.

-¿Tu padre te ha dejado leerla? – Preguntó CC extrañada, ella no creía que les hiciera caso y le dejara leer el guión a su hija menor. Fran se calló de repente extrañada también.

-No, nunca me deja leerlos, pero siempre me las arreglo para conseguir leerlos, hoy, cuando volví de la escuela, escuché a papá hablando con Fran por el intercomunicador, ella había leído el guión y le dijo que estaba muy bien, yo lo quería leer, así que cuando salieron de la oficina lo cogí y lo he leído.

-¿Entero? – Preguntó CC.

-Casi entero, estoy a la mitad del segundo acto… pero me gusta mucho, Niles. Tienes mucho talento.

-Gracias, pequeña. – La niña se levantó y corrió a abrazar a Niles.

-De nada. Si papá es tan tonto para no querer producirlo no iré a su próximo estreno.

-No creo que eso sea necesario, Gracie. – Dijo Fran.

-¿Estás segura?

-Yo creo que la producirá… los guiones que ha recibido no son tan buenos y hoy han llegado dos más y lo cierto es que dice que son bastante mediocres…y que lo que Niles ha escrito es lo mejor que ha leído en años.

-Entonces, ¿A qué viene llorar así y regañarme cuando sabes que es muy probable que acepte producir mi obra?

-Pues porque eres mi mejor amigo y me has tenido al margen de todo, ¿Te parece poco?

-No podía decírtelo, Fran.

-Pero, ¿Por qué?

-¿Hubieras podido mantener el secreto, Nanny Fine? – Dijo CC mirándola con maldad.

-Admítelo, Fran… todo Nueva York hubiera sabido que Niles ha escrito una obra de teatro si te lo llega a contar. – Dijo Grace.

-Está bien…lo hubiera contado pero no a tanta gente… - Los tres la miraron con extrañeza. - ¿Qué?

-Mejor no contesto a eso… - Dijo CC. – Noel me ha dicho que Maxwell le ha llamado y le ha preguntado por su opinión, ¿Ha consultado con alguien más?

-Que yo sepa…con el director de casting y el director de escena, estuvieron por la mañana con él en el despacho leyendo el guión, llegaron cuando llegué de acompañar a mi madre y mi abuela y puse el intercomunicador de la cocina. Le decían que lo produjera, que sería un éxito más grande que el de la última obra y por lo que él decía estaba de acuerdo, les preguntó si sería buena idea decir a qué se dedica Niles. Le dijeron que eso era lo mejor.

-¿En serio? – Preguntó Niles.

-Por supuesto, Hazel. – Dijo CC. – Eso daría más publicidad, un mayordomo inglés que, a pesar de trabajar en el servicio doméstico tiene formación universitaria, con talento para escribir que en su tiempo libre es capaz de crear algo así… sólo por la curiosidad de saber de lo que es capaz alguien que normalmente pasa desapercibido para la alta sociedad…se venderán entradas como churros.

-Y además. – Dijo Niles. – También tendrán curiosidad por saber lo que escribe el hombre que ha conquistado el corazón de piedra de la Perra de Broadway…

-Sí también está ese punto… - Niles y CC se besaron. Grace y Fran los miraban, Grace enternecida y Fran aún extrañada.

-No me acostumbro a veros besaros.

-Pues empieza a acostumbrarte Nanny Fine…porque no pienso dejarlo nunca.

-Pues yo creo que es romántico, me alegra mucho que estéis juntos. – Dijo Grace dejando a Chester en su cunita después de que se durmiera encima de ella.

-No me malinterpretéis, yo también me alegro mucho por vosotros, pero no deja de parecerme extraño. – Dijo Fran. – Creo que tenemos que irnos ya.

-Bueno, ¿queréis un té antes de iros? – Preguntó CC. – Hoy hace mucho frío… - Fran la miró extrañada y asintiendo y Grace dijo por las dos:

-¡Gracias! Eso sería estupendo, Señorita Babcock.

-¿Gracias Señorita Babcock? – Dijo Niles. - ¿Vosotras sabéis que os lo ha ofrecido ella pero lo prepararé yo? – Todos rieron. En cuanto Niles fue a la cocina, Fran y Grace se sentaron y CC empezó a recoger de la mesa de café las fotos que le mandaron desde Escocia, entonces Fran reparó en la foto en la mesa auxiliar junto al sofá.

-¿Una foto de las vacaciones de Navidad? – CC asintió. Grace miró la foto.

-¿Quiénes son estos niños? No son los sobrinos de Niles. – Ella solo los había visto en fotos. CC decidió que era el momento de decirles que tiene dos sobrinos.

-No son los sobrinos de Niles, son mis sobrinos. – Fran la miró con la boca abierta.

-¿Cómo es que nunca hablas de ellos? – Preguntó Fran cuando reaccionó.

-Tampoco preguntáis mucho por mi familia… sólo conocéis a mis padres y mi hermano porque han venido de visita. También tengo una hermana mayor, DD, hace años que no la veo, tiene dos hijos, éste es Preston y éste es Stewart. Se ha casado 3 veces y ellos son hijos de sus dos primeros matrimonios. A su tercer marido no le gusta tener cerca a sus hijastros… Tiene 60 años y ya tiene nietos, quiere estar sólo con ella viajando y yendo a fiestas en Beverly Hills, además mi hermana tampoco es una madre afectuosa… – Les hizo un pequeño resumen de su relación con ellos. Mientras Niles les servía el té y unas galletas.

-¿Y va a verlos cada año durante las vacaciones de primavera? – Preguntó Grace.

-Claro, cada año voy a Suiza, sé que vosotros suponéis que voy a aprovechar el final de la temporada de esquí en los Alpes y a consultar con mis banqueros…prefiero no sacaros de vuestro error y que no me preguntéis sobre ellos, lo paso bastante mal cuando me separo de ellos.

-Señorita Babcock, yo creía que no te gustaban los niños… - Dijo Fran.

-No me gustan los niños fastidiosos y maleducados… pero quiero mucho a mis sobrinos, son mi familia, ¿Qué clase de monstruo pensáis que soy?

-Uno bastante aterrador. – Dijo Niles a su lado y se ganó un pellizco. - ¡Ay!

-¡Pues no digas gilipolleces! – Dijo CC. Grace se reía y Fran preguntó.

-¿Vas a verlos esta primavera?

-Según cómo vaya la producción de la obra, mi hermano Noel irá a verlos seguro, si mi hermana me deja, que seguro que sí, pasaré el verano con ellos.

-¡Tráigalos a la casa, Señorita Babcock! – Dijo Grace. – Me gustaría conocerlos.

-Lo había pensado, seguramente os llevaríais bien.

-¿Papá sabe que tiene sobrinos?

-Si lo sabe igual no lo recuerda, ya sabes cómo es… tu madre sí lo sabía, pero él no hacía mucho caso a nuestras conversaciones…y a mí nunca me hizo mucho caso, en general…

-Bueno, fue una suerte para mí que no te haya hecho caso… - Dijo Niles dándole un beso en la mejilla.

-Para mí también.

-¡Oh! ¡Esto es precioso! – Dijo Fran. – Pero nosotras tenemos que irnos ya… Grace tiene que terminar sus deberes. No te preocupes, no le diremos nada de tus sobrinos a nadie.

-¿Puedo confiar en ti? – Fran la miró un poco indignada.

-¿Por quién me has tomado?

-Por Fran Fine… y te cuesta guardar un secreto…y eso no es ningún secreto.

-Puede ser…pero sé cuando tengo que esforzarme por hacerlo.

-Está bien, de todas formas, se lo contaré a Maxwell pronto, sé que se enfadará si se entera de su existencia por alguien que no soy yo. No tendrás que guardar el secreto demasiado tiempo.

-Bueno, ya sí que es hora de irnos. – Dijo Fran mientras Grace volvía a calzarse.

-Yo me quedo hoy aquí a dormir, bajo con vosotras y le diré a John que os pida un taxi.

Niles se puso unos zapatos y la chaqueta que tenía allí y bajó con ellas, subió en 10 minutos.

-Has tardado poco, creía que Nanny Fine estaría intentando sonsacarte cualquier cosa o convencerte para que te fueras con ellas para que les prepares la cena.

-Dijera lo que dijera, no me iría de aquí ni loco… - La besó en el cuello. – Además la excusa de la cena no sirve, he dejado platos congelados para 3 días en el congelador, habría suficiente comida incluso si fuera Sylvia a cenar.

-Por eso estuviste ayer cocinando tanto tiempo…

-Efectivamente… nadie me sacará de aquí hasta mañana… - Se besaron apasionadamente.

-Mayordomo… - Niles empezó a besar y darle ligeros mordiscos en el cuello. – Para un poco…

-¿Qué? ¿No te gusta?

-Por supuesto…pero si como sospecho mañana no sólo hablaremos con Maxwell sino también con los directores, no quiero tener un chupetón en el cuello.

-Estamos en enero…ponte cuello alto.

-Para…

-¿Qué?

-Vamos a llamar a tus padres…

-¿Ahora?

-Sí, después cenaremos…nos daremos un baño y estrenaremos las sales que compramos antes de Navidad… y te dejaré morderme todo lo que quieras…

-Pues no perdamos tiempo.

Corrió a buscar la agenda y se dispuso a marcar el número, CC lo miró sonriendo de medio lado.

-¿Por qué me miras así, bruja?

-Para lo perezoso que sueles ser, corres mucho cuando te interesa.

-Aunque tú eres la bestia caníbal hoy no sé por qué, me muero de ganas de hacerte un chupetón y de morder una de tus preciosas y suaves nalgas…

-¡Eres un viejo verde!

-¡Eh, cuidado! Soy TU viejo verde. – Ambos se rieron y Niles marcó el número de teléfono de sus padres mientras CC iba un momento al baño.

Cuando salió del baño, Niles seguía al teléfono sonriendo y le hizo un gesto con la mano para que se sentara junto a él en el sofá. Ella lo hizo así y Niles dijo:

-Papá, te paso con CC, sí, escucho a mamá, dile que ahora prepararé la cena y que comeremos bien… - Miró al techo. – Ponte CC. Adiós papá, Maman.

-Hola Alistair, ¿Cómo estáis todos por allí?

-Muy bien, querida, Niles me ha dicho que todos están bien por allí y que hablaste ayer con los chicos.

-Sí, ellos están bien, dicen que sus amigos y ellos se divertirán mucho con los balones que le regalasteis cuando tengan buen tiempo por allí, ahora dicen que en la cancha cubierta no les gusta jugar al fútbol, prefieren hacerlo al aire libre.

-Me alegro. Dice Niles que te han gustado mucho las fotos.

-Sí, hemos enmarcado una de ellas y la tengo en el salón de mi casa.

-Todo un honor, querida. – Entonces notó un clic, Marguerite cogió el teléfono supletorio.

-Hola, cherie. ¿Cómo estás?

-Hola Marguerite, estoy bien, ¿has oído lo de las fotos que acabo de decirle a Alistair?

-Sí, me alegra que os hayan gustado, ¿me puedes dar la dirección de los niños para mandarles copias a ellos también?

-Por teléfono es un poco complicado…ese internado y el pueblo donde está tienen un nombre muy largo, os he escrito y mañana iré a que revelen las fotos que hice con mi cámara, en la carta meteré una tarjeta con la dirección del internado de los niños y copias de las fotos para vosotros y para Julius y Lucy.

-Gracias, encanto. – Dijo Alistair.

-De nada, lo mandaré por mensajería urgente y las tendréis allí en poco tiempo.

-Espero que no sea una molestia. – Dijo Alistair.

-Para nada, es un servicio que uso muy a menudo, así es cómo les escribo a mis sobrinos.

-Está bien. Niles nos ha dicho que mañana volveréis a llamar… - Dijo Marguerite.

-Sí.

-Podríais haber esperado a mañana para llamar, gastarás una fortuna en llamarnos. – Dijo Alistair.

-No te preocupes por eso, tengo contratada una tarifa que incluye llamadas internacionales, lo hice porque mi padre viaja mucho y aunque tengo dinero, no tengo por qué gastar innecesariamente…derrochar porque sí, no me gusta.

-Eres una millonaria muy rara. – Dijo Marguerite impulsivamente. – Lo siento, cherie. – Dijo la mujer avergonzada. CC reía.

-Tranquila, Marguerite, tu hijo dice lo mismo que tú. Bueno, creo que está terminando con la cena y… - Entonces Chester subió al regazo de su dueña y ladró.

-¿Qué ha sido eso? – Preguntaron Alistair y Marguerite a la vez.

-Es Chester, mi perro, creo que también quiere su cena.

-Podrías habértelo traído, cherie.

-No era necesario, Marguerite, tenía con quién dejarlo…además es pequeño, un pomerania, no le gustan mucho los viajes largos en avión…

-Bueno, si podemos ir a veros lo conoceremos. – Dijo Alistair, al que le gustaban mucho los animales. – No os entretenemos más, cenad. Buenas noches, querida.

-Buenas noches, Alistair. Bonne nuit, Marguerite.

-Bonne nuit, cherie.

Colgaron. Niles llegó de la cocina.

-¿Qué tal?

-Bien, estoy deseando hablar con ellos mañana y contarles que su hijo será un importante autor teatral.

-¿Tan segura estás de que Maxwell aceptará?

-Sí…sabes que después de reflexionar y viendo que llevamos meses buscando algo lo suficientemente bueno para la próxima temporada y que tu guión es lo mejor que hemos leído en años… no se puede negar… y sólo de pensar en que pudiéramos hacerle la competencia directamente o unirnos a Weber seguro que acepta sólo para que él no tenga un éxito más.

-Eres deliciosamente malvada…

-Y por eso me quieres…

-Entre otras cosas… no sólo te quiero por tu encantadora personalidad…me vuelven loco tus pechos y tu precioso trasero. – Niles agarró con fuerza una de sus nalgas.

-¡Serás guarro!

-Y te encanta…

-¿A quién pretendo engañar? Me encanta… - Se besaron y Chester empezó a ladrar reclamando su cena. CC fue a llenar su cuenco y Niles les sirvió la cena mientras tanto.

Cenaron rápidamente, Niles preparó una cena ligera, tenían más ganas de darse un baño en pareja en el jacuzzi.

Una hora después, estaban abrazados en la cama después de secarse tras un rato excitante y apasionado en el jacuzzi. Aún no habían apagado la luz, Niles acariciaba la espalda de CC, ambos estaban desnudos arropados con el suave edredón de plumas de la cama de CC.

-Sabes, bruja… me está apeteciendo repetir el postre… - CC se levantó ligeramente porque estaba echada sobre su pecho, y lo miró con una media sonrisa.

-¿En serio? Eres insaciable…

-De ti nunca tengo suficiente… - Se besaron y Niles le dijo: - No te muevas. – Ella estaba bocabajo y él se movió bajo el edredón y ella dijo:

-Niles, ¿Qué haces? ¿A dónde…? – No terminó la frase cuando notó las manos de Niles separando sus nalgas y su lengua en la entrada de su vagina, habían decidido dormir desnudos, el edredón de plumas era muy grueso y siempre dormían abrazados.

-Estás deliciosa mi amor… - CC se volvía loca siempre que Niles le hacía sexo oral y desde ese ángulo le encantaba.

-Niles… - Ella ronroneaba como un gato mientras él lamía lentamente su vagina bajo el edredón, le hizo levantar las caderas y comenzó a lamer su clítoris mientras introdujo un dedo en ella empezó a gemir, entonces por sorpresa agarró sus nalgas y las apretó mientras chupaba su vagina. Paró por un momento.

-Me encantan tus nalgas…

-Siempre has dicho que son demasiado grandes…

-Son perfectas… - Entonces mordió una de ellas y CC dio un gritito. – Están para comérselas… - En ese momento besó la otra nalga y decidió hacer una travesura… le hizo uno chupetón en la nalga derecha.

-¡Niles! ¿Qué has hecho?- Dio un pequeño grito al notarlo.

-Marcar mi territorio… ya que no me dejas morderte el cuello, aquí solo lo veré yo.

-¡Eres un salvaje!

-Tú sacas mi lado salvaje… - Subió hasta que llegó a besar su boca cuando ella se dio la vuelta para seguir regañándolo. Él mientras tocó su coño metiendo su mano desde su cintura. – Y por lo que noto aquí yo también saco el tuyo…estás empapada, bruja sexy.

-Y por lo que noto detrás de mí… tampoco puedes esperar mucho.

-No… - Entonces hizo que CC se tumbara bocabajo y se restregó contra ella con suavidad. – ¿La quieres dentro?

-Sí… La quiero dentro…entera… toda para mí.

-Es tuya… para siempre… - La penetró desde atrás hasta el fondo, ella gritó de placer, la besó apasionadamente moviendo su cara para que lo mirara. Empezó a moverse despacio al principio, aumentando la velocidad y la profundidad de sus embestidas. Ella levantó un poco las caderas y él agarró su cintura y ella se puso a cuatro patas, el edredón se resbaló de la espalda de Niles, siguió embistiendo ya arrodillado el la cama, ella se levantó y apoyó su espalda en el pecho de Niles, miró a Niles y se besaron, él tocó su clítoris y agarró uno de sus pechos y en pocos segundos se corrieron con poca diferencia. Se desplomaron, agotados.

-Me vas a matar, mayordomo. – Dijo CC cuando recuperó el aliento.

-Te quejarás… si lo disfrutas tanto o más que yo…

-Sí…tienes razón.

-Vaya, CC Babcock dándome la razón en algo… creo que debería llamar a la prensa es un hecho histórico.

-¡Serás payaso! – Entonces Niles la abrazó y la besó, la cogió en brazos y fueron al baño, la hizo entrar en la ducha, se lavaron rápido entre besos y caricias y volvieron a la cama. Se arroparon y en 5 minutos estaban dormidos, desnudos y abrazados.

A la mañana siguiente, se despertaron temprano, se ducharon y arreglaron, desayunaron rápido, decidieron llevarse a Chester a la mansión. Cuando llegaron Fran estaba esperándolos impaciente.

-Buenos días, estaba deseando que llegarais… Max no me ha dicho nada de lo que ha decidido, dice que quiere hablar primero con vosotros… pero decida lo que decida, quiero que sepáis que os apoyo y que asistiré a vuestro estreno…aunque tenga que discutir con Max.

-Está bien, Nanny Fine. ¿Te importa quedarte con Chester un rato?

-Por supuesto.

Entraron a la oficina y encontraron a Maxwell bastante serio, estaba de pie junto al escritorio.

-CC, Niles, buenos días. Bienvenidos, sentémonos.

-Buenos días, Max. – Dijo Niles.

-Buenos días, Maxwell. – Dijo CC. – Y bien, ¿Qué has decidido?

-Tú siempre tan directa.

-Sabes que no me gusta perder el tiempo. Bien, ¿Quieres producirla?

-Tengo que admitir que me enfadé mucho con vosotros cuando me dijisteis que la obra era de Niles, pero la obra es buena, muy buena, he consultado con otras personas como me recomendasteis, esta mañana durante el desayuno Gracie me dijo que era la mejor obra que ha leído… no le dejé la copia como sugeristeis, consiguió una, no sé cómo y la leyó, dice que la terminó de leer antes de dormir.

-Esa niña es demasiado lista, Maxwell, es tan inteligente e intuitiva como Sara, deberías tener en cuenta sus opiniones.

-Lo sé y quizás por eso, además de por las opiniones de Noel y los directores, he decidido que será nuestra próxima obra.

-¿De verdad? – Dijo Niles emocionado.

-Sí, viejo. Tienes mucho talento. Y por supuesto no tendrás que seguir trabajando como mayordomo mientras montamos la producción, me gustaría que colaboraras en todo, no te preocupes por las tareas, lo he hablado con Fran, vendrá una prima lejana suya a sustituirte.

-Dice que no le habías dicho lo que decidiste.

-Sí. Pero le comenté que decidiera lo que decidiera tus días de sirviente han terminado, si producía la obra porque trabajarás con nosotros en la producción y lo supervisarás todo también…y en caso contrario porque te irías de aquí.

-Entonces quieres que colabore con vosotros.

-Por supuesto, Niles. No eres como otros autores, esta obra es maravillosa y quiero que todo sea cómo lo has imaginado.

Estuvieron toda la mañana planeando lo que harían, repasando el contrato y Niles les explicó su visión de cómo quería que fuera la obra, CC ya estaba planeando hacer una pequeña fiesta para buscar inversores y Maxwell ya tenía pensado el teatro donde la representarían. Avanzaron mucho y cuando salieron de allí, sonriendo y charlando sobre los planes para la obra, fueron a la cocina para tomar un café y allí estaba Fran leyendo una revista, cuando los escuchó se levantó y preguntó ansiosa:

-No he querido escuchar por el intercomunicador…

-¡Milagro! – Exclamó CC.

-La vais a hacer juntos, habéis pasado mucho tiempo allí, ¿A que sí? ¿A que la vais a producir juntos?

-Por supuesto. – Dijo Maxwell. Fran saltó y chilló de alegría y se colgó de su cuello y lo besó apasionadamente.

-¡Sabía que lo harías!

-Si llego a saber que reaccionarias así, te lo hubiera dicho cuando lo decidí.

Estuvieron celebrándolo, Fran insistió en brindar con champagne, la ocasión lo merecía. El resto del día lo pasaron haciendo muchos planes y llamadas. Tenían que empezar pronto con el casting. Niles recogió algunas cosas, CC le pidió que se trasladara a vivir a tiempo completo con ella, Niles no se lo pensó dos veces, iría a la mansión solo a trabajar y no sólo a limpiar…por fin iría a trabajar como escritor, como siempre soñó, y todo gracias a la mujer que en esos momentos ocultaba una marca de sus dientes en su nalga derecha.