Capítulo 8: Brujas Malvadas… y no tan Malvadas.

Niles nunca había sido más feliz. Por fin había conseguido uno de sus sueños, se iba a producir una de sus obras y había encontrado el amor con la mujer de sus sueños. CC también era muy feliz, la preproducción de la obra de Niles había empezado y estaban avanzando a buen ritmo, sin ser un musical al uso, incluyeron canciones, una al principio y otra al final, y estaban supervisando los arreglos, estaba quedando muy bien, en unos días, el próximo lunes, empezarían el casting, ya estaban viendo currículums de candidatos de las agencias con las que solían trabajar.

Llevaban semanas trabajando en ello y estaban muy contentos, Maxwell y CC estaban consiguiendo mucha atención y ya estaban preparando una fiesta para buscar patrocinadores el sábado antes de San Valentín, ya que caía entre semana. Aunque a CC y Niles les hacía más ilusión el fin de semana posterior a San Valentín, ya que ese fin de semana irían a Aspen a la cabaña de esquí del padre de CC en Aspen con Noel y Umbert. Noel era un esquiador experto y quería enseñarle a su novio a esquiar, Niles y CC les dijeron que ellos no planeaban salir de su habitación en todo el fin de semana, llevaban semanas trabajando mucho y necesitaban un poco de tiempo sólo para olvidarse de todo y simplemente estar juntos, dormir y hacer el amor.

Por fin había llegado el día de la fiesta para los posibles patrocinadores, CC había conseguido que mucha gente se interesara en la obra, y lo cierto es que cuando en la prensa especializada se hizo eco de que el autor era un antiguo mayordomo con un talento increíble, muchos posibles inversores mostraron interés en asistir a la fiesta para conocer a un autor tan prometedor. Algunos también aceptaron sin dudar las invitaciones, porque no sólo la prensa especializada en Broadway llamó la atención sobre el nuevo autor teatral…la prensa sensacionalista hacia algunos días había informado sobre que el "mayordomo escritor", como solían llamarlo, consiguió su oportunidad seduciendo a la Perra de Broadway. No sólo tenían que vender su obra, tenían que demostrar que era maravillosa y que no existió nepotismo en su elección.

Esa noche, como la lista de invitados desbordó las previsiones, Maxwell decidió reservar una sala del Rainbow Room, la inversión valía la pena. Los chicos mayores se fueron a dormir a casa de unos amigos esa noche y Grace quiso ir a dormir a casa de Sylvia, últimamente le divertía ver comedias románticas con ella. Maxwell y Fran podrían tener una noche para ellos solos.

Niles y CC estaban terminando de arreglarse, él no tuvo mucho problema para elegir ropa, CC se lo llevó un día de compras y le renovó todo su guardarropa, incluso le compró varios pares de zapatos de vestir de diseño italiano, le compró varios trajes y eligió uno especialmente para esa noche en gris carbón, lo combinó con una camisa blanca y una corbata negra, siendo una ocasión especial, se puso sus gemelos y alfiler de corbata favoritos, los que le regalaron sus padres, y el reloj regalo de Stewart, ella insistió en que se lo pusiera, él no quería porque decía que era demasiado ostentoso…pero no podía negarle nada y finalmente accedió. CC había pasado toda la tarde buscando el vestido perfecto para esa noche, sólo compraba un vestido específico para los estrenos, para estas fiestas tiraba de su amplio fondo de armario…y ahí radicaba su problema, no se decidía, los redujo a tres opciones, el vestido negro escotado que se puso cuando Maxwell y Fran los pillaron besándose en la sala de estar, uno en gris plomizo con escote y atado al cuello, o uno de color azul turquesa de seda plisada con un favorecedor escote que le gustaba especialmente porque le recordaba al de Grace Kelly en Atrapa a un Ladrón, los tres eran largos y elegantes. Cuando le preguntó a Umbert descartó el negro porque recordó que se lo puso en otra de estas fiestas y, aunque le gustaba, sabía lo malintencionados que podían ser algunos y algunas de los invitados y que el rumor del día siguiente sería que CC Babcock derrochaba dinero en su nuevo novio y descuidaba su aspecto…No es que le importara la opinión de esa gente, pero no quería que nadie pensara que se había ablandado por un hombre. Eso sólo le dejó dos opciones, le pidió opinión a Niles y él le dijo que le gustaba el azul porque era casi del mismo precioso color de sus ojos. Se besaron y Umbert, que estaba allí le dijo a Niles:

-Si no fueras hetero, el novio de mi querida CC y yo estuviera tan feliz con Noel, ahora mismo estaría intentando seducirte. – CC y Niles rieron.

-Te quejarás…con lo cariñoso que es Noel… - Dijo CC.

-Por eso digo que si no fuera por Noel tendrías que tener cuidado conmigo… ten cuidado en general… habrá mucha lagarta esta noche y es un caballero encantador.

-Por suerte, este caballero encantador sólo tiene ojos para su morena.

-¿Morena? – Preguntó Umbert.

-Una broma privada… - Dijo CC.

-Ok, bueno, me voy a casa, os veo luego en la fiesta.

Por supuesto, Noel y Umbert estaban invitados, igual que Stewart, que iría allí directamente desde su piso en Park Avenue cuando llegara desde Europa. Cuando terminó de arreglarse, CC salió a la sala de estar donde Niles la esperaba, esa noche dejaron a Chester en la consulta de su veterinario, tenía que quedarse en observación, el pobre comió chocolate en un descuido de Niles y CC esa mañana y tuvieron que llevarlo corriendo al veterinario. Niles estaba distraído mirando por el ventanal del salón del apartamento.

-Afortunadamente, Chester no está o te hubiera dejado el traje lleno de pelos… y estás muy guapo con él. – Dijo CC saliendo del dormitorio. Niles se quedó mirándola impresionado. Llevaba el vestido turquesa que le daba un aspecto casi etéreo, tenía un favorecedor escote barco y unas mangas largas y estrechas, la falda caía ligera hasta el suelo, llevaba unos zapatos de tacón azul pavo real con un clutch a juego adornado con un broche de cuentas, como joyas sólo llevaba el collar y los pendientes de su abuela y la pulsera que le regaló Niles y que nunca se quitaba. Se había recogido el pelo en un sencillo moño, se hizo unas ondas suaves y se maquilló sin estridencias, una discreta sombra de ojos, lo que más destacaba eran sus labios rojos.

-¿Yo? ¿Que yo estoy guapo? Tú sí que estás preciosa, deslumbrante. Estás como la princesa Gracia de Mónaco. – La besó con delicadeza para no estropear su maquillaje.

-Sé que te gusta Atrapa a un Ladrón, ¿por qué crees que elegí este vestido? – Giró la muñeca de Niles y dijo: - ¿Vamos, mayordomo?

-Será mejor que nos vayamos o no saldremos de aquí.

-Cuando volvamos celebraremos en privado el éxito de la fiesta…

-Contaba con ello… - Se dieron un último piquito antes de ponerse sus abrigos y bajar, los esperaban Maxwell y Fran en la limusina.

Cuando llegaron, se saludaron, Niles preguntó si habían tardado mucho en bajar.

-Tranquilo, viejo, llevamos aquí sólo 5 minutos. – Dijo Maxwell.

-Sabes que no me gusta hacer esperar a la gente.

-Los británicos y su obsesivo sentido de la puntualidad… - Dijo Fran. – Tranquilo, supongo que no os podíais quitar las manos de encima…

-¿Por qué lo dices? – Dijo CC sacando un espejito del bolso y mirándose por si tenía que arreglarse el maquillaje.

-Tranquila, mujer. – Dijo Fran. – Max y yo casi llegamos tarde por eso mismo. – Maxwell se ruborizó. El camino hasta el Rainbow Room fue entretenido y sin incidentes, charlaron agradablemente, Fran decía que estaba deseando saludar a Stewart, CC le dijo que antes ella tenía que hablar con él, que mientras atendiera a los invitados con Maxwell. Todos sabían que quería preguntarle por sus sobrinos, Maxwell ya fue informado de su existencia, y aunque creía recordar que le habló de ellos en alguna ocasión, era bastante despistado y no lo recordaba.

Cuando llegaron, se bajaron de la limusina y ya estaban por allí algunos de los periodistas que invitaron para crear expectación y algunos invitados estaban entrando, Maxwell se aseguró de que los empleados no dejaran entrar a nadie que no figurara en la lista de invitados. Hicieron su entrada tras dejar sus abrigos en el guardarropa. Maxwell entró con una sonriente Fran cogida de su brazo, Niles y CC entraron tras ellos, también cogidos del brazo y sonriendo. Estaba todo decorado en rosa y blanco, demasiado cursi para el gusto de CC, pero en pocos días sería San Valentín. Pasaron 20 minutos saludando a la prensa y atendiendo a sus invitados. Pasó un camarero con bebidas y les ofreció unas copas, en ese momento llegaron Noel y Umbert cogidos de la mano.

-¡Chas! – Gritó Noel. CC fue a abrazarlo. – Estás preciosa hermanita. ¿A que sí, cariño? ¿No es la mujer más bonita que has visto jamás?

-Estás maravillosa, cariño. – Umbert besó la mejilla de CC. – Al final le hiciste caso a Niles.

-Sí, tiene muy buen gusto. – Dijo CC, agarrando el brazo de Niles y besando su mejilla. – Habéis tardado un poco en venir, ¿Había mucho tráfico?

-Para nada, papá me llamó cuando estábamos a punto de salir…

-No me digas que no viene… - Dijo CC con los ojos casi llorosos.

-No, gatita, aquí estoy. – Dijo Stewart llegando desde el guardarropa. – Lo llamé para decirle que me esperara y que iba a recogerlos…y había mucha gente dejando sus abrigos.

-¡Papá! – Dijo abrazando a su padre cuando reaccionó a la sorpresa de verlo de repente. - ¿Estás bien?

-Sí, cariño. Déjame que te vea. – La hizo girar y le dijo un poco emocionado: - Cada día te pareces más a tu abuela…aunque hoy creo que te pareces más a Grace Kelly, estás maravillosa.

-¡Grace Kelly! – Exclamó Noel: - Me preguntaba a quien me recordabas.

-Papá, ¿Has visto a los chicos?

-Sí, están bien, los vi ayer, les dije que os vería y os mandan saludos, te desean suerte para esta noche, gatita.

-Son un encanto, mañana los llamaré por teléfono.

Estuvieron charlando sobre los niños, Stewart habló con su abogado y le dijo que era difícil que un juez permitiera que se quedaran con CC, que no escucharía los deseos de los niños hasta que no tengan por lo menos 12 años, que puede que no hicieran caso a Preston hasta dentro de unos años…y CC no quería separarlos, los dos estaban muy unidos, pero podría intentar convencer a DD que se los dejara tras el verano.

-¿Tú crees que podrías?

-No lo sé…pero puedo intentarlo. Quizás cuando acabe el verano, podríamos decirle a los chicos que le escriban a tu hermana y que le cuenten lo mucho que les gusta estar contigo… a lo mejor cuando le sugiera que se queden contigo en Nueva York, que yo pagaré su colegio y que ella se puede quedar con el dinero que le dan sus exmaridos, dé su brazo a torcer…

-O puede creer que estoy intentando robarle a sus hijos porque tengo envidia por no tener mis propios hijos…

-No creo que tu hermana piense eso…

-Eso es lo que pensará exactamente, sabes cómo es, es igualita que BB…

-Ya… entonces la única opción es que Stewie solicite vivir contigo.

-¿Cómo puede hacerlo?

-Eso es fácil sólo tiene que decírmelo a mí y pondré a trabajar a mis abogados. Lo malo es Preston…

-Stewart. – Intervino Niles. - ¿Se podría buscar jurisprudencia? Quizás haya algún caso similar.

-Sí, mi abogado está en ello, pero es un trabajo que lleva su tiempo…

-Quizás si el juez atiende los deseos de Stewart atienda también a su hermano menor.

-Con eso contamos. – Rellenaron sus copas.

-Lo que temo. – Dijo CC. – Es que, como trabajo bastante, el juez considere que no puedo cuidar de ellos o que no estaré disponible para cuidarlos si me necesitan.

-Ahora voy a jugar la carta del mayordomo. – CC y Stewart miraron a Niles. – Prácticamente vivimos juntos desde que empezamos a salir. – Stewart miró de su hija a Niles. – Siento que te hayas enterado así, Stewart.

-Tranquilo, Niles, no me parece mal, sé que ella está feliz. Es lo único que me importa.

-Lo que estaba diciendo… ambos vivimos juntos, tus sobrinos no son bebés y yo puedo ayudarte con ellos, además, ahora soy escritor, trabajaré en casa. Si tuviera que hacer algo en el teatro o en la mansión, puedo hacerlo durante su horario escolar o llevarlos conmigo y tú también, pueden venir con nosotros a la mansión, allí estarán con Brighton y Grace, por su edad pueden hacer sus deberes con ellos o pasar el rato si están de vacaciones…También tienen cerca a su tío Noel. Sí pusieran problemas por el tema del trabajo, seguro que entre mi testimonio, el de Noel y los de Fran y Maxwell, les convenceremos de que es mejor que estén contigo antes que en un internado apartados de su familia.

-¿Fran y Maxwell estarán dispuestos a declarar en un probable juicio?

-Claro, porque de lo contrario yo le empezaré a vender mis historias a Andrew Lloyd Weber. – Dijo Niles. – Eso es lo que haré en caso de que se nieguen…

-Dudo que se nieguen, gatita, pero Niles tiene razón, esa amenaza funciona muy bien con tu socio.

Los tres rieron, decidieron dejar el tema para otro día, de todas formas Stewart estaría unos días en Nueva York y al día siguiente iría a almorzar a su casa, además Niles y CC tenían que hacer un poco de promoción. Pasaron una hora promocionando su nueva obra entre sus invitados. Llevaban una hora alternando entre sus invitados y recibiendo bastante interés en invertir por parte de muchos de ellos.

Así que Niles y CC aprovecharon para bailar en la pequeña pista de baile, contrataron a un pianista y un cantante que estaban tocando una serie de canciones románticas y lo cierto es que estaban teniendo mucho éxito, estaban considerando muy seriamente contratarlos para interpretar la música en su obra, esta noche se podía considerar su casting. Estaban bailando distraídos cuando Noel le pidió un baile a su hermana, Niles los dejó y fue al lavabo y les dijo que después podrían sentarse un rato juntos a charlar, que le pediría a uno de los camareros que les llevara unas copas. Los hermanos aceptaron encantados la propuesta.

-Chas, es un encanto, ni se te ocurra dejarlo escapar.

-No planeo hacerlo. – Dijo sonriendo. – Estoy tan contenta de que os llevéis bien.

-Pues claro que sí, es simpático, divertido, buena persona y además es culto e inteligente. Además lee casi más que yo y eso que soy un ratón de biblioteca…

-Sí, sabes a veces temo que algo estropee esto.

-Lo dudo, ese hombre está loco por ti y no renunciará a ti tan fácilmente.

-Yo tampoco creo que pueda estar sin él.

Cuando terminó la canción fueron a sentarse junto a Niles y Umbert que estaban charlando y riendo, Niles se levantó y apartó una silla para ella. Estuvieron charlando un rato, se acercaron algunos invitados, los atendieron educadamente, pero pasaron un rato bastante agradable charlando. Pasada media hora llegaron Maxwell y Fran que se sentaron junto a ellos estuvieron hablando sobre la gente que estaba interesada en invertir, algunos mostraron interés en ver algunos ensayos, el casting estaría cerrado en pocos días, empezarían con los ensayos en algo más de una semana.

Estaban hablando sobre que el lunes empezarían a trabajar en el diseño de la escenografía y Umbert les enseñaría lo que había pensado para el vestuario, peluquería y maquillaje, cuando llegó uno de los empleados del Rainbow Room.

-Sr. Sheffield, Srta. Babcock. Disculpen la molestia. Tenemos un problema en la puerta.

-¿Qué problema? – Preguntó CC.

-Hay una mujer que asegura que es su madre, Srta. Babcock, ella dice que está invitada, pero no trae la invitación con ella y en la lista no figura ninguna BB Babcock.

-Porque yo me aseguré de que no estuviera invitada, pero cómo no… mi madre ha tenido que venir a estropear la diversión. Ya voy yo, Maxwell, quédate por aquí y atiende a los invitados, Noel, ¿Puedes ir a buscar a papá y llevarlo a la puerta? Niles, ven conmigo.

-Está bien. – Dijeron todos al unísono. – CC, si necesitas que vaya, dile a Niles que venga a buscarme. – Añadió Maxwell.

-No será necesario…si necesitara ayuda tú no podrías hacer nada, sería mejor llamar a los marines…

Niles y CC se cogieron de la mano y fueron a la puerta, Noel y Umbert fueron a buscar a Stewart y Maxwell y Fran se levantaron y estuvieron atendiendo a los invitados. La fiesta estaba siendo un éxito y CC no permitiría que la estropeara ni la madre que la parió…literalmente. Se presentó en la puerta como una fiera.

-Vaya, vaya, mi hija por fin se digna a salir… dile a este patán que me deje entrar.

-No vas a entrar porque para empezar ni siquiera deberías estar aquí.

-Por supuesto que debía venir. Tenía que comprobar que era verdad que mi hija menor se había degradado saliendo con un simple criado. – CC sólo suspiró y dijo dirigiéndose a uno de los empleados del Rainbow Room.

-¿Hay alguna sala privada vacía ahora mismo?

-Aquella. – Señaló una puerta enfrente.

-Bien, si mi hermano pregunta por mí estamos allí. – Dijo dirigiéndose al empleado, entonces le dijo a Niles. – Ven conmigo. – Agarró a su madre del brazo con fuerza y la llevó allí seguida por Niles.

-¡Suéltame! ¡Chastity Claire Babcock! ¡Suéltame ahora mismo! – Iba la mujer gritando furiosa. Niles observaba admirado por la actitud valiente de CC con una mujer acostumbrada a salirse siempre con la suya.

-No hasta que entremos allí, a mí no me montas un escándalo delante de todo el mundo porque no me da la gana y ahora adentro. – Dijo empujándola dentro de la sala vacía.

-Chastity Claire…

-¡Cállate! ¡Ahora me vas a oír a mí! No vas a entrar allí porque no estás invitada, porque no te quiero allí, ni si siquiera te quiero en mi vida, eso para empezar…Sí estoy viviendo con Niles, no sólo saliendo con él y nunca he sido más feliz, me importa muy poco lo que tú y cualquiera pueda opinar.

-Eres una desvergonzada… ayer estuve en el club de campo y Constance me enseñó una revista y ahí estabas con… éste… en un restaurante de Manhattan. Ella me dijo que le dijiste a Hillary que no ibas a su boda supongo que para irte de vacaciones con… éste…que te iba a invitar a unas vacaciones.

-Él tiene nombre, se llama Niles.

-Lo que sea…la cuestión es que Hillary estaba allí y le pregunté si era cierto, confesó que sí y que coincidió contigo durante su luna de miel.

-¿Y desde cuándo te interesa mi vida amorosa?

-Desde que me deja en ridículo delante de mis amigas.

-¿Y por qué?

-Porque es un criado, un simple mayordomo…

-¿Y qué? Es un buen hombre, maravilloso y no me quiere por interés, me trata con respeto y cariño y no es sólo "un simple mayordomo", para tu información ahora es escritor, se graduó en derecho en Oxford y tiene una especialización en literatura…ya tiene más estudios que tú, que dejaste la universidad en cuanto atrapaste a papá quedándote embarazada de Noel.

-¡Serás desvergonzada!

-Pues menos mal que no te he dicho todo esto en público… aunque si quieres puedo ir a contárselo a los periodistas de la sala donde está celebrándose mi fiesta.

-No te atreverás…

-Pruébame, BB. Y ahora contesta, ¿Qué quieres? Además de amargarme la noche…como siempre.

-Pues para empezar exigirte que acabes con esta ridícula relación…

-No pienso hacerlo, ¿Algo más?

-Pero yo te ordeno…

-Hace años que soy mayor de edad, no puedes ordenarme nada.

-Pues dame una explicación ¿Cuánto tiempo hace que estás pisoteando el apellido Babcock encamándote con el servicio?

-Desde el año pasado, luego tuvimos la mala suerte de coincidir con la imbécil de Hillary.

-¿Cómo pagó unas vacaciones en un sitio tan caro? ¡Es un criado!

-¡Te he dicho que le hables con respeto! – Gritó CC exasperada.

-Sra. Babcock. – Intervino Niles. – Mis finanzas no son de su incumbencia, pero puedo permitirme viajar y, aunque le parezca mentira, los mayordomos también tenemos buenos amigos, uno de ellos trabaja en una agencia de viajes y me consiguió una buena oferta…además, tengo ahorros y sé invertirlos. No soy millonario, pero tampoco soy un muerto de hambre, tampoco soy un cazafortunas.

-Sí, claro es fácil decirlo…pero seguro que no la querrías si no tuviera dinero.

-La quiero a pesar de su dinero, a mí eso me da igual. La querría aunque fuera la camarera mal pagada de un Starbucks.

-No me lo creo… - Dijo mirándolo con incredulidad.

-BB… - Empezó a decir CC furiosa.

-Sra. Babcock. – Interrumpió Niles a CC. – Supongo que conoce a Maxwell Sheffield, el socio de su hija.

-Sí, él sí que hubiera sido una pareja perfecta para ti…

-No creo. – Dijo CC.

-Bueno, es un par de años menor que yo y crecimos juntos, mis padres eran los empleados de los suyos, estudiando juntos en Eton y Oxford gracias a sus padres. He tenido oportunidades de tener relaciones con mujeres muy ricas, incluso con alguna pariente de la reina de Inglaterra, es más, la misma hermana de Maxwell quiso algo conmigo cuando yo tenía 20 años y ella 16, pero yo nunca quise nada con ella, era como mi hermana pequeña y la rechacé, los Señores Sheffield cuando se enteraron de que no me aproveché de la situación me dijeron que ojalá su hija encontrara alguien tan íntegro como yo. Sabe lo rica que es la familia Sheffield, podría haberme casado con ella llegado el momento y haber vivido del cuento, pero preferí trabajar.

-Si eso es cierto, o es verdad que no eres un aprovechado o es que eres un idiota rematado.

-Si quiere confirmar la historia, pregúntele a Max cuando lo vea, él conoce la historia.

-BB, eso será otro día, esta noche te vas.

-¡No! Quiero saber por qué he sido la última en saberlo, mis amigas dicen que hace meses que hay rumores en Nueva York de que estabas con alguien y yo no sabía nada, me has dejado en ridículo delante de mis amigas.

-¡Tus amigas! Te preocupas más por la opinión de las imbéciles de tus amigas que por mi felicidad.

-¡Tu felicidad no lo es todo! Eres una egoísta, no te preocupa lo que dicen de nosotras, dicen que no tenemos ningún tipo de relación y que no sé nada de ti..

-¡Por una vez esas brujas dicen la verdad y te quejas!

-¡Chastity Claire!

-¿Qué? No estoy mintiendo, son una panda de mentirosas cotillas. ¿Recuerdas la última vez que nos vimos? – BB negó con la cabeza. – Fue hace 6 años en la última boda de DD. ¿Y la última vez que hablamos por teléfono? – BB volvió a negar con la cabeza. – Fue hace 3 años, confundiste el cumpleaños de DD con el mío y me llamaste para felicitarme, te saqué de tu error y sólo me dijiste: "Lo siento, querida, ya te llamaré para el tuyo." Colgaste y no hemos vuelto a hablar hasta ahora…si incluso esta Navidad olvidaste enviarme un Christmas…que me da igual porque ni siquiera los guardo…pero vamos, que me ignoras durante años y vienes aquí exigiendo que deje al amor de mi vida y el mejor amante que te tenido jamás y que te dé explicaciones de por qué tus amigas cuchichean porque eres una madre horrible y siempre lo has sido y no cambiarás, no sé de qué se burlan esas viejas cacatúas borrachas porque no son mucho mejores que tú... Encima intentas montar un escándalo en este evento y te extraña que no te haya invitado… por supuesto que no te he invitado a este evento ni te invitaré a nada jamás, porque no quiero volver a ver tu cara de amargada que se pasa la vida de quirófano en quirófano para retener una juventud que se fue hace años, olvídate de mí como siempre. No te necesito ni a ti ni a tu dinero. ¿Sabes una de las razones por las que no fui a la boda de Hillary? Además de porque tenía planes, era porque sabía que tú estarías allí y yo no quería verte. Y ahora vete, no quiero verte nunca más.

CC suspiró y pareció relajarse cuando le soltó todo lo que tenía dentro a su madre…Niles la abrazó y entonces los tres se dieron cuenta de que allí estaban Stewart y Noel mirándolos boquiabiertos. Llevaban un rato allí pero no quisieron interrumpir, vieron que CC se estaba defendiendo muy bien sola. Stewart entonces dijo:

-Ya has oído a nuestra hija, BB, vete y no vuelvas. Aquí no eres bienvenida.

-Por supuesto, tú siempre poniéndote de su parte y consintiendo todos sus caprichos... seguro que estás de acuerdo con su absurda relación con ese… cazafortunas.

-¡No lo llames así! – Gritó CC.

-Por mucho que lo afirme estoy segura de que sólo quiere tu belleza, tu dinero, tu posición y que produzcas sus estúpidas obras de teatro…

-Para su información, la quiero a ella y el dinero no me importa, ni la obra que vamos a montar, yo no quería volver a intentar ofrecérsela a Max y ella me convenció de hacerlo, no fue idea mía, fue suya. ¿Tanto le cuesta entender que su hija tiene cualidades que van más allá de su dinero o su físico?

-BB. – Dijo Stewart. – Ahora mismo te vas de aquí, te voy a meter en un avión de vuelta a tu casa y no quiero que discutas más o…- Sacó un teléfono móvil del bolsillo interior de su chaqueta. – Llamaré a la policía y haré que te saquen a rastras y avisaré a un par de fotógrafos que hay en la sala de al lado mientras vienen para que hagan fotos de todo y haré que lo publiquen a nivel nacional…juro que como no me hagas caso lo haré y no me temblará el pulso… sabes que no bromeo cuando se trata de mis hijos.

-Lo sé, especialmente de CC. Siempre se lo consientes todo. Como es igualita que tú… seguro que ese imbécil te cae bien.

-Pues sí, me cae muy bien, es un buen hombre y le tengo cariño, cuida y trata a mi hija como se merece y nunca la he visto más feliz, que es lo único que importa.

-Sí, mamá, yo estoy de acuerdo con papá… - Dijo Noel.

-Por supuesto, vosotros tres nunca estáis de acuerdo conmigo siempre estáis contra mí.

-¿No será al revés? – Dijo Noel. – Nunca te gusta lo que hacemos o a quien queremos CC o yo… Si sólo vienes a hacernos sufrir, es mejor que dejes de vernos para siempre. Porque yo también estoy harto de que me juzgues y les digas a todo el mundo que soy un "soltero empedernido".

-Muy bien, no queréis saber nada de mí, pues olvidaros de la herencia porque mañana mismo voy a cambiar mi testamento y se lo dejaré todo a DD. – CC se acercó a ella.

-Por mí perfecto, déjaselo todo a tu niña perfecta, yo ni quiero ni necesito un centavo de ti. De todas formas si me hubieras dejado algo lo hubiera donado a la beneficencia o a la asociación de mayordomos de Nueva York…o no sé, al gremio de jardineros, echarán de menos tus propinas.

Entonces BB le dio una sonora bofetada a CC, Niles la abrazó y ella empezó a llorar en su hombro. Niles dijo:

-Stewart, Noel, sacadla de aquí o no respondo. – Dijo Niles, mirándola con todo el odio que sentía en ese momento.

Stewart cogió a su exmujer de un brazo y Noel la agarró del otro, la sacaron de la sala y dejaron allí a Niles consolando a CC. Stewart cumplió su promesa y la montó en el primer avión con destino a Boston. Noel fue a buscar a Umbert, Maxwell y Fran, les contó lo ocurrido y que CC estaba con Niles en una sala vacía, que volverían cuando CC se calmara. Niles y CC estaban a solas ella aún llorando en su hombro, Niles la soltó un momento y le dio un pañuelo de tela que tenía en su bolsillo, la miró a los ojos y le acarició la mejilla.

-CC, amor, ¿estás bien? – Le agarró la barbilla y movió su cara para ver su mejilla aún enrojecida.

-Creo que sí, sólo espero que esa mala pécora no me haya dejado un hematoma…

-No me refiero a tu preciosa cara, que está perfecta, me refiero a ti… acabas de tener una gran pelea con tu madre…

-Ya…y con suerte no volveré a verla jamás. Pero creo que me ha venido bien, he soltado todo lo que debí decirle hace años…

-¿Seguro que te sientes bien?

-Sí, Niles. Por cierto, gracias por apoyarme y defenderme, a mí y a lo nuestro…

-Eres lo más importante de mi vida y no dejaré que ninguna vieja bruja menosprecie a mi bruja…porque me he contenido, pero será mejor que no vuelva a acercarse a ti. - Volvieron a abrazarse. Niles volvió a mirarla. – Se te está enrojeciendo un poco la mejilla… - La acarició suavemente. – Voy a buscar un poco de hielo… espérame aquí.

-No tardes. – CC lo besó suavemente y le limpió el pintalabios de la boca.

-Ni un minuto.

Cuando salió de la sala, Niles se encontró a Noel.

-¿Cómo está mi hermana? – Preguntó preocupado.

-Dice que bien y creo que le ha sentado bien soltarlo todo…pero quédate con ella mientras voy por hielo.

-¿Hielo?

-Se le está enrojeciendo la mejilla…no quiero que le salga un hematoma.

-Ok, me quedaré con ella un rato. Mi hermana puede parecer fuerte e independiente, pero sabes lo frágil que puede llegar a ser...

-Lo sé, me quedo más tranquilo si no se queda sola.

Niles fue rápidamente a por hielo, cuando volvió Noel estaba abrazando a su hermana que repetía una y otra vez: "Lo he hecho, se lo he dicho, se lo he dicho…" cuando vieron llegar a Niles se soltaron y le dio el hielo.

-Creo que no te saldrá un hematoma… - Dijo Noel. – Sabes, Chas, ojalá hubiera tenido tu valor hace años…

-Yo creo lo mismo, debimos decirle todo eso desde el momento en que empezó a menospreciarnos…

-Cariño, no sé que nos hubiera hecho entonces, sólo éramos niños… por suerte teníamos a la abuela.

-Sí.

-Ella hubiera estado muy orgullosa de ti. – Dijo Stewart desde la puerta. – Le he ordenado a mi chófer que la deje en el avión y se asegure de que embarque. No voy a dejar a mi gatita sola en este momento. – CC se abrazó a su padre. – Déjame ver eso… - Le miró la mejilla y se la tocó suavemente. – Parece que no quedará marca… ¿Te duele, gatita?

-No, papi. Estoy más conmocionada por lo que le he dicho que por la bofetada…

-A mí me pasa al revés… cuando la vi golpearte la hubiera estrangulado con mis propias manos… - Dijo Stewart.

-Te entiendo perfectamente, Stewart. – Dijo Niles. – Si no llega a ser una mujer hubiera salido de aquí con la nariz rota como mínimo.

-Espero no volver a verla nunca más. – Dijo Noel.

-Si sabe lo que le conviene no volverá a molestarnos. – Dijo Stewart. CC lo miró y preguntó:

-¿Con qué la has amenazado, papá?

-No puedo ocultaros nada. – Dijo Stewart. – Cuando nos divorciamos le prometí una asignación mensual bastante generosa durante toda su vida a cambio de que mientras erais pequeños me permitiera veros siempre que yo lo quisiera y todo el tiempo que quiera. Ahora que sois mayores consigo que haga exactamente lo que yo quiera recordándole que le puedo cortar el grifo cuando me dé la gana porque ya sois mayores y no estoy obligado a pagar por teneros conmigo.

-Por eso nunca ponía problemas para que nos fuéramos contigo cuando venías a buscarnos en vacaciones… - Dijo Noel.

-Exactamente. Sé que muchas veces os dejaba con vuestra abuela, pero ella os quería mucho y yo también quería hacerla feliz.

-Y te lo agradecemos. – Dijo CC. – Estar con ella era estupendo.

-Sí, papá. – Confirmó Noel. – Nuestra infancia hubiera sido aún peor si no hubiéramos podido pasar tanto tiempo con la abuela.

-Entonces ha sido un dinero bien invertido. – Le dio un beso en la mejilla a CC. – Cariño, ¿Quieres volver a la fiesta? He visto a Maxwell antes de venir y lo tiene controlado así que si te quieres ir a casa…

-Volveré a la fiesta, esa bruja no me apartará de mi trabajo y de mi fiesta… pero antes tengo que arreglarme la cara… - Dijo mirándose a un espejo que había por allí y viendo el rímel corrido.

-Te acompañaremos al tocador. – Dijo Niles. CC lo miró y dijo:

-Vas a tener que entrar conmigo. – Dijo CC, los tres hombres la miraron extrañados. – Tranquilos que no es para nada raro… mira tu chaqueta, te la he manchado de maquillaje y lágrimas… a ver si podemos arreglarlo. – Niles miró la chaqueta.

-Creo que lo podré arreglar con un poco de agua y jabón.

-Es una suerte que sepas limpiar manchas… Mayordomo.

-Y que esta sala esté vacía esta noche…estarías sufriendo más por el espectáculo que ha dado tu madre que por una mancha de maquillaje en mi traje o por tu rímel corrido.

-Eso es cierto. Vamos al tocador. Papá, Noel, decidle a Maxwell que ahora vamos para allá.

-Allí os esperamos. – Stewart y Noel le dieron un beso a CC y pusieron la mano sobre el hombro de Niles a modo de despedida, CC volvió a abrazarlo.

-Niles, démonos prisa, cuanto antes lleguemos allí antes podremos volver a casa

-Creía que estabas bien, ¿Te sientes mal?

-No, para nada, pero mañana quiero madrugar para ir a buscar a Chester…y para llamar a la consulta de la Dra. Voort.

-¿Para qué? Me contaste que hace tiempo que no necesitas ir a verla…

-Es que una de los principales puntos dolorosos de mi terapia es la relación de mi madre y que no soy capaz de enfrentarme a ella… y esta noche lo he hecho y me muero de ganas de contárselo.

-Entonces hazlo, pídele una cita, cuanto antes mejor.

Se abrazaron y fueron al tocador sin perder tiempo. En unos 10 minutos CC arregló su maquillaje y su peinado y Niles disimuló la mancha de su chaqueta con éxito. Cuando volvieron, algunos invitados los preguntaron donde estaban, les mintieron diciendo que estaban intentando arreglar la chaqueta de Niles que se había manchado de vino blanco.

Cuando pudieron, se reunieron de nuevo con Maxwell, Fran, Noel, Stewart y Umbert. Fran estaba realmente preocupada por CC y la abrazó para incomodidad de CC y las risas de los demás, habló con ellos, les dijo que el asunto con su madre estaba solucionado y que si sabía lo que le convenía no le volvería a molestar.

Estuvieron charlando entre ellos y con el resto de invitados, Niles y CC volvieron a bailar juntos, aunque CC también bailó con su padre, su hermano, Umbert y Maxwell y algún patrocinador potencial, igual que Niles, las invitadas estaban fascinadas por el refinado mayordomo inglés que se había revelado como un escritor con mucho talento y que tenía una maravillosa voz y un seductor acento inglés… aunque CC no le quitaba la vista de encima y se aseguraba de hacer saber a quien quisiera oírlo que Niles no estaba "sentimentalmente disponible" por decirlo de alguna manera…

El resto de la noche fue un éxito, consiguieron interesar en la obra a muchos inversores potenciales, el viernes siguiente comenzarían los ensayos preliminares y muchos querían asistir a algún ensayo, les prometieron arreglarlo para la siguiente semana. Todo fue muy bien. El primero en ofrecerse a invertir en firme fue Stewart.

-¿En serio? – Preguntó Maxwell. – No has estado interesado en el teatro… hace años.

-Lo sé, Maxwell, pero siempre se puede cambiar de opinión…además es una gran oportunidad, tú mismo lo has dicho, mi hija y mi futuro yerno tienen mucho talento.

-¿Futuro yerno? – Preguntaron Maxwell y Fran a la vez, ella preguntó: - Niles, no me digas que le has pedido matrimonio y no me lo has contado.

-Tranquila, Nanny Fine. – Dijo CC. – No me lo ha pedido…

-Aún. – Puntualizó Niles. – Lo haré en el momento adecuado, no tardaré demasiado, sobretodo ahora que sé que tengo la bendición de su padre para hacerlo.

-Por supuesto. – Dijo Stewart dándole una palmadita en la espalda a Niles.

La velada llegó a su fin y, a pesar de BB Babcock, fue todo maravillosamente bien. Se despidieron de sus invitados y Niles y CC también se despidieron de Maxwell y Fran, se fueron con Stewart, Noel y Umbert en la limusina de Stewart. Pasaron un rato charlando hasta que llegaron al edificio de su apartamento. Al día siguiente, Stewart, Noel y Umbert irían a almorzar con ellos a su apartamento, Niles quería cocinar para ellos y no pudieron rechazar una oferta tan generosa. Se despidieron, Niles y CC subieron a su casa. Cuando entraron, en cuanto cerraron la puerta y se quitaron los abrigos, Niles agarró la cintura de CC y la besó.

-No me quejo, para nada…pero ¿A qué viene esto? – Dijo CC aún abrazada a él.

-Sólo que te quiero y estaba deseando hacerlo desde que te vi con este vestido…

-Viejo bobo romántico… - Volvieron a besarse.

-CC. – Dijo Niles repentinamente serio. - ¿Estás bien de verdad? Después de la pelea con tu madre no te culparía si quisieras llorar, gritar o desahogarte de alguna manera… - CC negó con la cabeza.

-No, Niles, ya he llorado lo suficiente por su culpa, me ha hecho llorar demasiadas veces para contarlas, ya no más, ya no dejaré que me humille más. No la dejaré entristecerme más.

-Está bien. Pero si necesitas un rato a solas, puedo ponerme la tele un rato y te puedes acostar, me acostaré cuando vea que estás dormida.

-No es necesario, hace unos meses hubiera buscado estar a solas con una botella de whisky, pero las cosas han cambiado, no quiero estar sola, quiero estar contigo, siempre.

Niles la abrazó con fuerza y la besó apasionadamente, CC le abrió los botones de la chaqueta y se la intentó quitar. Niles la ayudó y se aflojó la corbata y abrió el primer botón de la camisa. Volvió a besarla y la agarró de la cintura y la cogió en brazos, ella hizo volar sus zapatos y se dirigió a su dormitorio. La dejo en pie delante de la cama.

-Estás tan bonita esta noche, ¿Te lo he dicho ya?

-Sí, varias veces… ahora hablemos menos. – Lo agarró de la corbata y lo acercó a ella y lo besó con pasión.

Él deshizo el peinado de CC, ella le quitó la corbata por la cabeza y empezó a abrir los botones de su camisa, por suerte esa noche no se puso una camiseta de interior, ella estaba impaciente y no quería esperar para tocarlo. Niles terminó de quitarle los ganchillos del pelo y volvió a besarla, bajó a su cuello y lo besó y mordisqueó con cuidado de no dejar marcas, sabía que a ella no le gustaba que le marcara en sitios visibles. Después acarició su espalda buscando la cremallera de su vestido mientras se descalzaba. Ella subió sus manos por su pecho y lo tocó lentamente hasta llegar a sus hombros y empujó su camisa, él dejó de intentar abrir la cremallera de su vestido y se quitó la camisa, ella inmediatamente agarró su pelo y le hizo levantar la cabeza y empezó a besar su cuello y a morder el lóbulo de su oreja, sabía que eso lo volvía loco. Ella empezó a besar su clavícula mientras intentaba abrir su cinturón.

-Espera CC. – Dijo Niles, cogió su cintura, le hizo darse la vuelta y le bajó la cremallera del vestido mientras besaba sus hombros. La abrió completamente y dejó caer el vestido al suelo, ella sacó los pies y lo apartó a un lado, se dio la vuelta impidiendo que Niles recogiera el vestido. Ella estaba allí con un sujetador blanco sin tirantes, casi un corsé, con un liguero y braguitas a juego, todo con un delicado encaje en contraste azul muy clarito. Llevaba unas medias de seda de color carne. – Si llego a saber que llevas eso debajo del vestido…probablemente no hubiéramos salido de aquí esta noche… - CC rió.

-Pues menos mal que no lo sabías…imagina que Maxwell se hubiera enfrentado sólo a la Malvada Bruja del Oeste… hubiera hundido la fiesta y la producción… y casi la empresa, así que mejor que no lo supieras…mayordomo libidinoso...

-En eso tienes razón… ¿te imaginas la que nos hubiera liado?

-Prefiero seguir con lo que estábamos haciendo…y tú estás demasiado vestido.

Niles se quitó rápido los pantalones la cogió en brazos y la tumbó en medio de la cama se besaron y acariciaron tiernamente durante algunos minutos. CC lo hizo tumbarse bocarriba y se sentó a horcajadas sobre sus caderas, Niles la dejó hacer, esta noche la dejaría hacer con él lo que quisiera. Empezó a besar su clavícula y bajó por sus fuertes pectorales. Desde que estaban juntos, solían ir al gimnasio privado del edificio de apartamentos, Niles era un hombre robusto, pero desde que estaban juntos había mejorado bastante su forma física, incluso se le estaban empezando a marcar los abdominales, CC insistió en que debían hacer ejercicio desde que en su chequeo anual, el médico de Niles le dijo que debía controlar su colesterol. Ella estaba decidida a que se mantuviera sano el mayor tiempo posible. Hacía unos días le repitieron los análisis y estaba mejorando. A ella le encantaba tocar y besar su pecho, incluso le gustaba que no se depilara el pecho, empezó a bajar y a morder ligeramente sus pezones sin dejar de acariciarlo. Llegó a la cinturilla de sus boxers negros y lo miró con descaro.

-Tenemos que quitarte esto…

Ella lo desnudó por completo, calcetines incluidos. Volvió a subir por su cuerpo y llegó a su gran erección, CC la miró y le acarició lentamente desde la base a la punta. Niles gimió y ella se acercó y empezó a besar suavemente la punta de su pene. Después comenzó a chupar su glande y a bajar poco a poco hasta que introdujo casi toda su polla en su boca, el resto la acarició con su mano y con la otra acarició sus testículos. Él no paraba de gemir de placer. Siguió lamiéndola suavemente y Niles no podría aguantar mucho más, su primera vez juntos ella le aseguró que era muy buena y no mentía… nunca había tenido una pareja tan buena haciendo mamadas. Entonces la apartó.

-¿Qué haces? – Dijo CC. – Sé que te está gustando… - Mientras seguía acariciando su polla y sus huevos.

-Me gusta mucho, muchísimo, pero quiero darte placer… - Entonces la agarró y la tumbó en la cama, ella dio un pequeño gritito. – Relájate y disfruta. Esta noche te mereces mucho placer.

Entonces empezó a besarla. El sujetador tenía el cierre por delante, Niles abrió lentamente los corchetes sin soltar la tela, cuando terminó de abrir los corchetes ella levantó un poco la espalda, él lanzó lejos el sujetador y se agachó y empezó a lamer y morder sus pechos, estimulando sus pezones, ella gemía de placer. Siguió besando su torso desnudo hasta que llegó a su liguero, después bajó hasta besar su ombligo.

-¿Me vas a quitar ya el liguero? – Niles negó con la cabeza.

-No… te lo dejaré puesto…me encanta verte completamente desnuda con sólo un liguero y medias de seda…

-Eres un vicioso…

-Simplemente sé lo que me gusta y tú estás tan hermosa así…

Empezó a bajar y a besar la parte expuesta de su vientre y sus caderas, volvió a besar su ombligo y volvió a besar sus muslos. Entonces abrió sus piernas y empezó a acariciarla por encima de sus delicadas braguitas.

-Estás tan mojada… - Dijo Niles mientras pasaba el dedo por el pequeño refuerzo de las bragas, ella gemía y se retorcía de placer, entonces Niles agarró la fina tela y la desgarró.

-¡Niles! ¡Eres un animal! ¡Esas braguitas me gustaban mucho!

-Tranquila, Señorita Babcock… - Dijo con una mirada maliciosa.- Te compraré medio catálogo de Victoria Secret si me dejas arrancártelas todas…

-¡Qué vicioso eres! Aunque yo también debo serlo porque me encanta. – Lo hizo subir hasta volver a besarlo. Después de unos minutos de besos y caricias, Niles volvió a bajar y llegó de nuevo a su entrepierna.

-Antes de seguir me gustaría saborearte entera… - CC gritó cuando empezó a lamer su húmedo sexo. – Estaba deseando saborear tu delicioso coñito.

Siguió lamiéndola suavemente, desde la entrada de su vagina hasta su clítoris, besando sensualmente sus labios y succionando con delicadeza su clítoris, CC estaba a punto de correrse, entonces Niles introdujo su lengua dentro de ella y la movió con rapidez. Casi se corrió, finalmente él apretó ligeramente su clítoris y se corrió con intensidad, empapando la cara de Niles. Gritó con fuerza el nombre de Niles, que se limpio un poco la boca y fue a besarla, se besaron un poco más, Niles no dejó de acariciar su coño y ella empezó a tocarlo a él también, acarició su espalda y su pecho, hasta que llegó a su polla erecta. Entonces, más recuperada de su orgasmo le dijo:

-Échate, mayordomo… quiero montarte.

Él obedeció, se tumbó con la espalda apoyada en el cabecero de la cama ella se subió a horcajadas sobre él y se restregó contra su polla erecta mojándola con sus fluidos, mientras lo besaba sensualmente y él le acariciaba los pechos. Ella entonces llevó una de sus manos al cabecero y con la otra dirigió su polla a su vagina, se posicionó y se hundió hasta el fondo con un enorme grito de placer. Él la agarró contra él y la besó ella empezó a subir y bajar, él la agarró con fuerza de sus nalgas para que ganara velocidad. Ella se movía cada vez más rápido y con más fuerza, le gustaba tanto sentirlo lo más profundamente posible dentro de ella. Él bajó su cabeza y lamió y succionó sus pezones, sus pechos rebotando delante de su cara. Ella no podía aguantar mucho más y él tampoco, ella empezó a correrse poco después de que él soltara una de sus nalgas y pellizcara suavemente su clítoris, ella casi cayó en sus brazos exhausta, él la agarró con fuerza contra él y la tumbó en la cama, siguió embistiendo dentro de ella, CC aún no se había recuperado de su orgasmo cuando sintió que iba a correrse de nuevo. Niles la besó apasionadamente mientras apretó uno de sus pechos y se corrió dentro de ella, CC también sintió otro orgasmo casi a la vez. Se quedaron por un momento en esa posición, cuando se recuperó un poco, Niles se apartó para no aplastarla y ella se echó sobre él, acariciando con ternura el pelo de su pecho.

-Mi madre debe estar loca si cree que te dejaré sólo porque ella lo ordena… Si supiera lo que me haces en la cama ni siquiera se le pasaría por la cabeza esa peregrina idea…

-Quizás es mejor que no lo sepa… no quisiera evitar insinuaciones de mi suegra…

-Eso es cierto, no le detendría que estés conmigo.

-¿En serio?

-Lo del gremio de jardineros no es una exageración mía para hacerle daño… un día salí temprano del instituto y me la encontré con el jardinero teniendo sexo en la piscina cubierta. Ella no me vio, pero yo ya tenía 17 años y fui a preguntarle al ama de llaves, era buena persona y cuando yo le dije que quería saber toda la verdad y desde cuándo pasaba eso, me contó que por eso contrataba sólo jardineros guapos y veinteañeros, cuando se cansa de ellos contrata a otro. Le dije a esa mujer que era un secreto entre nosotras. Cuando se jubiló, le dije que necesitaba conocer todos sus trapos sucios.

-¿Para qué?

-Para tener con qué chantajearla si me fastidia… como esta noche. Tengo pruebas de todos sus líos desde que empezó a engañar a mi padre cuando estaban a punto de divorciarse.

-Eres una enemiga terrible, mi bruja.

-Deberías saberlo, Mr. Clean, hemos sido enemigos durante muchos años.

-No tan enemigos…además hemos superado nuestras diferencias de la mejor manera posible.

-Ahí tengo que darte la razón. Por cierto, ¿Recuerdas la última vez que vino tu madre a verte?

-Sí, hace años, me humilló, como siempre, Sara y Maxwell nos invitaron a pasar unos días en la mansión porque teníamos mucho trabajo y de todas formas me iba a quedar allí un tiempo, Brighton tenía unos 6 meses. Ese día íbamos a cenar en el Plaza, tú te ofreciste a cuidar a los niños.

-Sí, resulta que antes de iros me di cuenta de que te hizo llorar porque según ella llevabas un vestido que te hacía gorda y fuiste a cambiarte llorando.

-Estaba bastante acomplejada entonces…

-Lo sé…y Sara también lo sabía, yo se lo dije a Sara, que no debió decirte eso, que estabas preciosa, ahí notó lo mucho que me gustabas ya entonces. Bueno, Sara fue a hablar seriamente con ella y le dijo que no permitiría que te hiciera llorar. Pero yo quería vengarme de ella… ¿Recuerdas que esa noche cuando se acostó se "rompió" la cama de la habitación de invitados donde dormía? – CC levantó la cabeza de su pecho y lo miró estupefacta.

-¿Tú rompiste la cama porque me hizo llorar?

-No la rompí… sólo aflojé los tornillos… nadie hace llorar a mi bruja.

-Eres increíble.

-También pensé en manipular un tacón de uno de sus zapatos, pero si se cae y se hace daño era capaz de culparte a ti.

-Pero dijiste que fue porque hace tiempo que no se usaba esa cama y los tornillos no estaban bien ajustados.

-En realidad le dije que la cama era nueva, lo que era cierto, que los operarios no debieron ajustar bien los tornillos y que ese peso excesivo de repente hizo que se desmontara.

-Ahora lo recuerdo bien, se puso furiosa porque decía que la habías llamado gorda.

-Max y Sara salieron en mi defensa y le sugirieron que yo le preparara otra habitación, ella me llamó inútil y se fue a un hotel.

-Si me llegas a decir aquel día que manipulaste su cama sólo porque me hizo sentir mal, te hubiera besado hasta dejarte sin aliento.

-Si llego a saberlo te lo hubiera dicho…

Se besaron y Niles la cogió en brazos y fueron a darse una ducha rápida para dormir más cómodos. Cuando volvieron se acostaron desnudos y se arroparon bien.

-Aún me cuesta creer que le hicieras eso… a mí también me lo hiciste…

-Lo sé, pero fue para vengarme por algo que me hiciste…

-Lo recuerdo, te escondí tu plumero favorito. – Niles le dio un azote en el trasero. - ¡Ay!

-Eso por mala…aunque creo que fue por algo así…nos hemos hecho tantas putadas el uno al otro a lo largo de los años que cualquiera sabe… - Ambos se rieron. – Bueno, será mejor que durmamos ya, mañana tenemos que madrugar, hay que ir a recoger a Chester, tú quieres llamar a la Dra. Voort y yo tengo que preparar un almuerzo para cinco… creo que prepararé tarta de queso para el postre.

-Sólo por eso olvidaré las putadas que me has hecho desde que nos conocimos…

-Yo te perdoné todas las que me hiciste desde que te sentaste en mi regazo y me besaste en el resort…

-¿En serio?

-Debería ser de piedra para no hacerlo.

Se besaron suavemente y se durmieron en pocos minutos. CC solía dormir muy bien en los brazos de Niles, pero esa noche después de decirle a su madre lo que siempre le quiso decir durmió como nunca en su vida, se había quitado un gran peso de encima.