Capítulo 9: La Primavera la Vida Altera. Febrero y marzo pasaron en un suspiro y pronto llegó abril y las vacaciones de primavera, habían estado trabajando muy duro, la obra se estrenaba a finales de junio y había mucha expectación, la promoción estaba funcionando y estaban reservadas casi todas las entradas para la noche del estreno. Ya les habían mandado los billetes de avión para una semana antes a Marguerite y Alistair, a Niles y CC les hubiera gustado que Julius, Lucy y sus hijos vinieran con ellos, pero además de que no podían cerrar tan pronto la clínica, era la graduación de la escuela secundaria de Ben, coincidía con la noche del estreno, así que les reservaron entradas para un par de semanas después. Todos estaban muy orgullosos de Niles. CC se pasaba el día revisando contratos, cuadrando presupuestos y llamando a representantes de actores idiotas con clientes aún más idiotas y haciendo que las cuentas estuvieran en orden y que todo en el teatro marchara bien. Umbert se encargó del vestuario y el maquillaje y por ese lado podía estar tranquila, comprendió perfectamente la idea de Niles. Maxwell, como era más "diplomático" se encargaba de las relaciones públicas y de tratar con los posibles inversores, les acompañaba al teatro a ver algunos ensayos y les hacía bastante la pelota. Niles se encargaba del aspecto creativo, pasaba mucho tiempo en el teatro, el director y él se entendieron bastante bien y prácticamente estaban codirigiendo la obra y estaba funcionando bastante bien, incluso cuando Niles supo que a mediados de marzo era el cumpleaños del actor protagonista llevó una tarta casera de chocolate, se ganó a todo el equipo. Estaban ya en abril, la escenografía y el vestuario estaba casi completo, pronto comenzarían con los ensayos generales para el gran estreno, todo debía salir perfecto sin espacio para la improvisación. Lo único que había interrumpido el trabajo fue un brote de gripe estomacal sobre el día 20 de febrero que afectó a muchos de los actores y el equipo técnico, también se contagiaron Niles, CC y Maxwell…y todos en la mansión. Pasaron casi una semana convalecientes, Maxwell y CC tuvieron que atender muchos asuntos y a muchos posibles inversores por teléfono…afortunadamente, no eran los únicos, entre una enorme nevada y la epidemia de gripe estomacal que afectó a mucha gente, la ciudad estaba casi paralizada, incluso cerraron muchos colegios, algunos por el mal tiempo, otros porque el 90 % de sus alumnos y profesores estaban enfermos… por suerte no fue una situación que se prolongara demasiado y en poco tiempo retomaron el trabajo con más ganas. Fran y Maxwell cada vez estaban más felices, prácticamente vivían juntos, Fran ya había trasladado casi todas sus cosas a la habitación de Maxwell y los niños estaban cada vez más contentos, no sólo porque su padre estaba feliz y, aunque tenía bastante trabajo, sacaba tiempo para pasar tiempo con ellos, era como cuando vivía su madre, Fran consiguió que hicieran muchos planes en familia, aunque fuera ver una película en casa y pedir pizzas o comida china. Los niños estaban tan felices con su relación que Maxwell estaba planteándose seriamente pedirle matrimonio, aunque aún quería esperar, si todo continuaba bien lo haría cuando celebraran su primer aniversario como pareja. Fran estaba impaciente por que lo hiciera, le lanzaba algunas indirectas, pero él parecía no darse cuenta, aunque por muy impaciente que estuviera, también sabía que era un poco pronto para él, tendría que tener paciencia. Niles y CC también estaban muy bien, tuvieron algunas discusiones con respecto al trabajo, pero se conocían demasiado bien y sabían cómo llegar a un acuerdo…y normalmente terminaban reconciliándose en el jacuzzi, así que a veces provocaban tontas discusiones sólo para reconciliarse. Establecieron una rutina en la que Niles se ocupaba de la cocina, ella tenía una asistenta, pero a él le gustaba cocinar y a ella le gustaba mucho su comida, así que la mujer sólo se ocupaba de hacer la limpieza y la compra cuando no la podían hacer ellos, paseaban a Chester juntos cada mañana tras desayunar muy temprano y después iban al gimnasio del edificio de apartamentos, CC estaba bastante pendiente de su salud y él se dejaba cuidar, lo cierto es que nunca habían estado en mejor forma física. Niles estaba decidido a pedirle matrimonio, y ya había encargado un anillo, le costaría una fortuna, pero fue a una joyería donde le hicieron un anillo de compromiso que hacía juego con el broche de su abuela, era elegante y discreto, sofisticado, de muy buen gusto sin ser excesivamente ostentoso…simplemente perfecto para ella. Decidió pedírselo el día del estreno de la obra, ya tenía la aprobación de su padre y su hermano, sabía lo importantes que eran sus sobrinos para ella y quería hablar con ellos en persona y saber si cuenta también con la suya, los chicos llegarían un par de días antes con Stewart. Por supuesto, nadie sabía nada de sus planes, especialmente Fran… sabía que a ella le costaba guardar un secreto y más uno así porque no había nada que le gustara más que una boda. Esa mañana Niles estuvo en el teatro, los actores estaban teniendo un poco de dificultad con una escena bastante intensa y él y el director estaban intentando hacerles entender lo que querían. CC llegó desde la mansión para ver cómo iba y si los escenógrafos ya habían terminado de arreglar la decoración, en la última nevada el almacén donde estaba el decorado antes de llevarlo al teatro tuvo un problema de goteras cuando empezó a derretirse la nieve y se estropeó uno de los telones que simulaba un jardín. Niles y el director, Louis, estaban distraídos hablando con los protagonistas cuando ella entró, no se dieron cuenta de su presencia hasta que volvieron a las butacas para que repitieran la escena. Cuando la vio Niles sonrió. Se acercó a ella y la besó. -Hola, preciosa bruja, no te esperaba hoy aquí. – De pronto la notó un poco rara, la sonrisa que siempre le dedicaba al saludarlo parecía triste. -Hola, Rochester. He venido a ver si habían llegado los telones que faltaban y cómo iban los ensayos. -Va un poco mejor, creo que ya nos están entendiendo, ¿Tú qué crees, Louis? -Ahora lo comprobaremos, Niles, pero todo parece que va por buen camino, CC. -Muy bien, veamos ese ensayo. – Dijo CC un poco menos animada de lo que Niles estaba acostumbrado a verla últimamente. Se sentaron y estuvieron viendo la escena que estaban ensayando cuando terminó Niles y Louis parecían contentos con el resultado, debían pulir un poco alguna cosa pero estaba mejor que esa mañana. CC en cambio parecía un poco indiferente, se fue un momento a la oficina del teatro. -Louis, ¿Te importa seguir solo con el ensayo? Voy a ir a ver qué le pasa a CC, le pasa algo. -Por supuesto, Niles, yo también lo he notado, seguiremos puliendo esta escena, va por buen camino, pero se puede mejorar. -Gracias. Entonces fue a la pequeña oficina del backstage, donde CC estaba sentada en una silla mirando al vacío con una expresión muy preocupada. Ni se dio cuenta de que Niles entró. -CC. – Dijo Niles. Ella por fin lo miró con los ojos al borde de las lágrimas. - ¿Qué te pasa? -No me pasa nada Hazel. – CC se puso sus gafas de sol y su abrigo, era primavera pero aún hacía un poco de frio, cogió su maletín y su bolso. - Ahora tengo que irme a la mansión, tengo que revisar el presupuesto de la agencia de publicidad. -No. CC, te pasa algo y quiero que me lo cuentes. -No me pasa nada, hablaremos esta noche en casa. Entonces CC salió del pequeño despacho y corrió por los pasillos del backstage y salió por la puerta trasera del teatro. Niles la siguió de cerca y cuando salió del teatro y se dirigió a la calle a buscar un taxi, Niles la alcanzó y la agarró del brazo. -Niles, suéltame. – Dijo dándose la vuelta. – Te lo he dicho, hablaremos esta noche. -No CC. Hablaremos ahora. -No tengo tiempo. -Sabes perfectamente que ver los presupuestos de publicidad no es urgente. -Niles, por favor… ahora no… - Niles se preocupó aún más cuando vio una lágrima caer por debajo de sus gafas de sol de diseño. -CC, cuanto antes mejor, no pienso dejar que te vayas llorando. Entonces CC soltó su maletín y se abrazó a Niles llorando. Él le devolvió el abrazo y la dejó desahogarse unos minutos. Cuando se calmó un poco, Niles le dijo: -Voy a llamar a Louis al móvil y a decirle que te llevo a almorzar temprano, que él se encargue del ensayo hasta el descanso. Nos iremos a Central Park y comeremos algo por allí. -Está bien. – Dijo CC dócilmente, no tenía energías para discutir con Niles en ese momento. Niles hizo una rápida llamada a Louis, cogió la mano de CC y su maletín y la llevó a Central Park, permanecieron en silencio hasta que llegaron a un banco cerca de la fuente de Alicia en el País de las Maravillas, les encantaba esa zona del parque. Niles le dejó un tiempo para que empezara a hablar, viendo que aún no decía nada decidió empezar a hablar él. -CC, sé que te pasa algo, puedes contármelo, no me enfadaré… si te has dado cuenta de que has cometido un error estando conmigo, lo entiendo era demasiado bueno para durar tanto tiempo… -¿Qué te hace pensar eso, imbécil? Yo no quiero dejarte… -Entonces, ¿por qué estás así de triste y pensativa? -Será mejor que te lo cuente desde el principio… esta mañana te dije que iba a la agencia de publicidad a recoger los presupuestos y a hablar con Debbie Gunn…pero simplemente fui allí y acabé en diez minutos, después fui a la consulta de mi médico, pedí cita mientras estabas en el gimnasio. -¿Te pasa algo? ¿Estás enferma? ¿Es grave? – Niles estaba realmente asustado. -No, no estoy enferma… es peor… Estoy embarazada. – Niles estaba mirándola con la boca abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas. CC lo miró y le dio un suave golpecito en la mejilla. – ¿Niles? ¡Sabía que era algo horrible! – Niles por fin reaccionó cuando ella volvió a empezar a llorar. -¿Qué? ¡No, no! Cariño, no es horrible, sólo estoy sorprendido. -Pero es terrible, en este momento es muy inoportuno. -No lo es, nos las apañaremos, ya verás. Lo único que quiero saber es ¿Cómo ha sido posible? Sé que estabas en periodo de descanso de la píldora, pero hemos tenido cuidado. -Lo sé… cuando tuvimos gripe estomacal por lo visto vomité algunas de las dosis y no se completó el ciclo y no funcionó, después tuvimos cuidado porque estaba en el descanso…pero cuando creíamos que estábamos protegidos por el efecto de la píldora me quedé embarazada… me ha dicho mi médico que se debe a que soy muy fértil… -Y parece que yo también lo soy… -Sí…¿Qué vamos a hacer? Aún ni siquiera nos habíamos planteado el tema de tener niños en algún momento, ni siquiera sé si quieres que tengamos hijos… -Por supuesto que quiero, contigo y sólo contigo. – Entonces la besó y se abrazaron con fuerza. – Por cierto, ¿Cómo lo notaste? ¿De cuánto tiempo estás? -Llevo unos días levantándome con malestar de estómago, por eso no iba contigo al gimnasio, te dije que eran calambres, que me pasaba antes de venirme la regla cuando no tomo la píldora, por eso suelo tomarla, lo cierto es que no eran calambres, eran náuseas, la regla debía venirme a finales de febrero, pero no me vino y estando con la gripe no pensé en ello, noté que sólo sentía malestar por las mañanas, por eso decidí ir al ginecólogo para que me hiciera una ecografía. Como sospechaba estoy embarazada de cerca de 2 meses. -¿Te ha hecho una ecografía? ¿La puedo ver? – Preguntó Niles entusiasmado. -Sí. – CC sacó un sobre de su bolso. – Aquí está, pero no me preguntes qué es el bebé porque no lo distingo aunque me lo han señalado varias veces. Niles abrió el sobre y miró las fotos emocionado. CC apoyó la cabeza en el hombro de Niles y enlazó su brazo con el suyo. Estuvieron así un rato en silencio, sólo mirando las imágenes en blanco y negro intentando adivinar dónde estaba su pequeño o pequeña. -Entonces, ¿Quieres que lo tengamos? – Preguntó CC sorprendiendo a Niles. -Por supuesto, ¿Qué te hace pensar lo contrario? – Dijo Niles. -No lo sé, aún estoy impactada, llevo toda la mañana dando vueltas por Broadway y no sabía qué hacer, he entrado al teatro cuando he reunido el valor para hacerlo, creía que al verte me tranquilizaría pero me he puesto más nerviosa, iba a volver a casa, de repente no quería ver a nadie, sólo quería ir a casa, meterme en la cama y llorar…supongo que las hormonas me están empezando a afectar…he llegado a pensar que dejarías de quererme porque me pondré gorda y fea. -Pues tranquila, porque te quiero y lo haré siempre, da igual tu aspecto. Además, te crecerán los pechos y eso siempre es bueno. – CC le dio un golpe juguetón en el brazo. - Ya se lo dije a tu madre, te quiero más allá de tu físico. Además será temporal, pronto recuperarás tu figura, yo entrenaré contigo. -Sí, porque ahora vas a cuidarte más que nunca, tú no vas a tener un infarto y a dejarme sola con un bebé, ¿Me explico con claridad, sirviente? -Perfectamente… y no sabes lo feliz que me haces, ya hablas como la bruja despiadada de la que me enamoré. -Botones… -Morena… - Se besaron y Niles le dijo: - No estamos muy lejos del restaurante de Colin, ¿Qué te parece si vamos allí a almorzar? Supongo que no has comido nada desde esta mañana y nuestra lentejita debe tener hambre. -¿Lentejita? -Debe ser muy pequeño aún y como no sabemos si es niño o niña, es pronto para pensar un nombre. Aunque ya que me lo has contado aquí, si es niña podríamos llamarla Alice o Lewis si es niño. -Ya veremos, pero si es niño quiero llamarlo Alistair. -¿En serio? -Sí, mi padre ya tiene un nieto que se llama como él…y dice que nunca le ha gustado mucho su nombre. Por cierto, Alice es nombre de ama de llaves de serie de televisión anticuada… -Lo sé, era broma, podríamos ponerle Camille, es el segundo nombre de mi madre. -Es muy bonito, me gusta…pero si tenía una niña, siempre he pensado que me gustaría llamarla Victoria, como mi abuela. -Podríamos ponerle los dos: Victoria Camille Brightmore-Babcock. -Me gusta como suena…pero sólo se llamará Brightmore. -¿Seguro? -Sí… si nos casamos, seguiré usando mi apellido profesionalmente, pero para lo demás prefiero el tuyo… -¿Por qué? -Porque sí, lo he pensado estos últimos meses. Y desde que conocí a tu familia quiero ser parte de ella en todos los sentidos, si se pudiera elegir, hubiera querido unos padres como los tuyos. -Sí, son estupendos… oye, ¿Qué es eso de "si nos casamos"? Hace tiempo que planeo pedírtelo… -¿Estabas esperando a ver si me dejabas embarazada? -Tenía mis planes…y lo cierto es que el bomboncito no entraba aún en ellos…pero ha sido una sorpresa muy agradable. -¿Ahora es bomboncito? -Lentejita no te ha gustado mucho, lo sé…y es que va a ser un bombón… sobretodo si se parece a ti… - La besó y le acarició el vientre. – A veces las mejores cosas son las que no planeamos. – La cogió de la mano y la levantó, comenzaron a caminar hacia el restaurante de Colin. -Sí… tienes razón, yo nunca planeé estar contigo… aunque siempre lo deseé…y ahora me alegro de haberme arriesgado a hacerlo…soy muy feliz. -Yo también. Por cierto, hablando de planes… cuando le diremos a todos que estás embarazada. -No lo sé… mi próxima revisión es dentro de dos semanas…si está todo bien podríamos decírselo o podríamos esperar a que esté de 3 meses. -Prefiero esperar a superar el primer trimestre… -Yo también, si te soy sincera. Pero no sé si podré aguantar…cuando salí de la consulta estaba asustada pensando en tu reacción…pero viendo que estás contento con el bebé es probable que cualquier día se me escape. -Puede que a mí también se me pueda escapar… Creo que el día perfecto para contarlo será el del estreno. -Sí, estarán aquí tus padres, mi padre, mis sobrinos…aunque quizás se lo diga a Noel si me guarda el secreto… -No creo que lo haga… si a mí me va a costar guardar el secreto, imagínate a él…llamará a tu padre inmediatamente… -Y a mi madre… -¿A tu madre? -Sí, seguro que Noel la llama sólo por provocarle un infarto de la impresión… imagínate, su hija no sólo está viviendo en pecado con un criado… va a tener un hijo suyo que nacerá fuera del matrimonio. -¿No quieres que nos casemos antes de que nazca? -Lo he pensado cuando empezamos a hablar del bebé…Me gustaría que el bebé tuviera por lo menos 6 meses cuando nos casemos. -¿Para qué? -Si es niña quiero ponerle un vestidito monísimo a juego con el de las damas de honor…y si es un niño quiero ponerle un trajecito para que vaya vestido como tú. -Sabes a mí también me gusta esa idea… seguro que Fran estará encantada de tenerlo o tenerla en brazos durante la ceremonia. -Sabes eso puede ser un problema, si es tan adorable como imagino todos querrán cogerlo en brazos durante la ceremonia, mi padre, tus padres, Maxwell y sus hijos, mis sobrinos, Noel, Umbert, Julius, Lucy, tus sobrinos… -Ya veremos cómo lo solucionamos…aún hay tiempo. -Sí. Pero por ahora y durante algo más de un mes aproximadamente, será nuestro pequeño secreto. Se besaron y entraron al restaurante, no habían hecho una reserva pero Colin siempre tenía mesa para ellos. Estuvieron almorzando y charlando con Colin, que se sorprendió cuando les ofreció un vino buenísimo que acababa de recibir de sus proveedores, le dijeron que CC estaba con antibióticos y Niles estaba siendo solidario. Estuvieron charlando con él, que tenía planeado cerrar en las vacaciones para ir a visitar a la familia en Glasgow. Cuando terminaron de almorzar, Niles acompañó a CC a la mansión. Después volvería al teatro y le dijo que lo esperara allí cuando acabara para acompañarla a casa. Se estaban despidiendo en la entrada principal de la casa. -No hace falta, Niles, tengo ahí el coche… -Es que quiero que vayamos juntos a casa, prepararte tu cena favorita, darte un masaje en los pies y mimarte toda la noche… -Entonces estate atento al móvil, que en una hora o dos te llamaré para que vengas a recogerme… -Y yo estaré esperando impaciente a que suene el móvil… -Eres un bobo. – Se estaban besando apasionadamente cuando escucharon a alguien carraspear y se dieron la vuelta y vieron a los hijos de Maxwell con Fran que se los llevó a pasear esa mañana y a almorzar por ahí aprovechando que estaban de vacaciones de primavera. -Buenas tardes, parejita. – Dijo Fran con una sonrisa. – Me alegro mucho por vosotros, pero necesito ir al lavabo y los chicos tienen deberes que hacer para después de las vacaciones… -Buenas tardes, Nanny Fine, pasad, Niles va al teatro y yo a la oficina… - Le dio un último beso en los labios a su novio y entró. – Nos vemos luego, Rochester. -Adiós, chicos, Fran, bruja… - Niles se fue, Fran entró rápido al baño de abajo y los niños subieron a sus habitaciones a ponerse ropa de andar por casa. Cuando CC llegó a la oficina Maxwell estaba hablando por teléfono. -Sí, ya está aquí, hablamos luego Debbie, saluda a Gregory de mi parte. – Colgó el teléfono y miró a CC. – Por fin has llegado, Debbie dijo que hablasteis un poco en su oficina esta mañana, que te ha dado los presupuestos y que le dijiste que los revisaríamos esta mañana, me llamó cuando saliste y le dije que la llamaría después del almuerzo con lo que fuera, he intentado localizarte pero tienes el teléfono apagado, probé con Niles y tampoco lo tenía encendido…y como estaba con los ensayos no quise interrumpirlo llamando al teatro. ¿Se puede saber dónde estabas, CC? – CC de pronto lo miró bastante conmocionada. -Lo siento mucho Maxwell, yo… si lo llego a saber te hubiera traído los papeles antes de ir al teatro, necesitaba hablar con Niles, luego fuimos a comer y supongo que olvidé que quedé con Debbie en llamarla antes del almuerzo. – Maxwell la miró con los ojos entrecerrados. -¿Qué te pasa, CC? Tú nunca te olvidas de asuntos de trabajo… No me digas que te distraes tanto con Niles que ya está empezando a afectar a tu trabajo. -No, Maxwell, no es eso… he tenido que atender un asunto personal y debo haberlo olvidado. – Maxwell se sentó en una silla junto al sofá donde ella estaba y le dijo: -¿Ha pasado algo grave? ¿Están bien Noel y tu padre? ¿Y tus sobrinos? -Sí, sí, ellos están bien. -¿Tú estás bien? Te veo un poco pálida… - CC no se dio cuenta, pero se quedó un poco pálida cuando él empezó a hacer preguntas. -Sí, yo estoy bien. -No lo parece… ¿Tienes problemas con Niles? ¿Has vuelto a ver a tu madre? -Con Niles va todo bien… muy bien. Y a mi madre ni la nombres porque vaya a aparecer como un espíritu maligno. -Pues, entonces dime lo que pasa, porque lo de hoy no ha sido un descuido importante, pero sé que pasa algo. Sí no como tu jefe, cuéntamelo como tu amigo. -Maxwell…yo no sé si debería contártelo, por lo menos sin consultarlo antes con Niles. -¿Niles? ¿Tenéis algún problema serio? -No es eso, pero le afecta a él también, voy a ir a hablar con él por teléfono, después vendré y te diré lo que hemos decidido. Mientras aquí tienes los presupuestos para que le eches un vistazo mientras. -Está bien. CC fue al jardín. Maxwell se sentó en su sillón tras el escritorio y estuvo leyendo los documentos que le dio CC. Ella llamó a Niles por teléfono. -Hola, ¿tan impaciente estás por que vaya a buscarte? – Dijo Niles en cuanto descolgó el teléfono. -Hola…no es eso, aún no puedo irme, Maxwell está insistiendo mucho para que le cuente lo que me pasa. Olvidé que quedé con Debbie en llamarla cuando termináramos de ver los presupuestos… y bueno, sabes que no es algo propio de mí. -Ya…y supongo que tienes que contárselo porque Maxwell ya estará pensando lo peor. -Exacto, ha llegado a creer que le ha pasado algo malo a mí padre, a Noel o mis sobrinos o que tú y yo estamos a punto de romper. -Díselo tú, mañana iré allí y hablaré con él, sé que guardará el secreto por lo menos hasta que se lo digamos nosotros a todo el mundo. Además si no se lo dices, seguro que le dirá a Fran que nos pasa algo y eso sí que será peor… -Tienes razón. Está bien, voy a hablar con él. Te quiero. -Yo también te quiero. Colgó y entró en el despacho. Maxwell estaba hablando de nuevo con Debbie, quedó en ir a su oficina a media mañana al día siguiente. Cuando ella entró colgó el teléfono. -¿Y bien? – Preguntó Maxwell. -Te lo voy a contar. Pero antes... – CC fue al intercomunicador y se aseguró de que estuviera apagado. -¿A qué viene tanto secretismo? ¿Estás bien? ¿Estás enferma y no quieres que nadie lo sepa? ¿Es Niles el que está enfermo? – Empezó a preguntar Maxwell. -Tranquilo, Maxwell, no es nada de eso. – Ella se sentó en el sofá de la oficina e invitó a Maxwell a sentarse a su lado. – Todo está bien, Niles y yo estamos sanos. Esta mañana al salir de la oficina de Debbie fui a mi ginecólogo. – Maxwell abrió la boca pero CC lo interrumpió. – Antes de que lo preguntes, no estoy enferma. Estoy embarazada. -¡¿Qué?! – Preguntó sorprendido. - ¿Cómo…? -Creía que ya sabías cómo se hacía, has tenido 3 hijos. Si quieres te lo explico. -Sí, eso ya lo sé, quiero decir, no sabía que estabais buscando tener un bebé. -Lo cierto es que ha sido una sorpresa, estoy de cerca de dos meses. Por eso tenía que hablar con Niles, esto no sólo me concierne a mí. -Lo entiendo. Pero… - Maxwell se ruborizó hasta las orejas. - ¿No usáis anticonceptivos? -Sí, tomo la píldora pero me falló y bueno…aquí está. Sólo te quiero pedir una cosa, no se lo cuentes aún a nadie… Niles y yo no queremos que lo sepa nadie hasta superar el primer trimestre. -Tranquila, por mi parte no lo sabrá nadie. -Gracias. -Supongo que debo felicitarte. Por el bebé y la boda. -Aún no vamos a casarnos. -¿No? – Maxwell a veces podía ser muy anticuado. – Pensaba que os casaríais ya que estás embarazada. -Niles me ha dicho que planeaba pedírmelo el día del estreno, supongo que lo hará pronto porque ya lo tenía pensado… pero le he dicho que quiero que lo hagamos cuando ya haya nacido el bebé y vestirlos para la ocasión, si es niño con un trajecito que se parezca al de Niles y si es niña con un vestidito parecido al de las damas de honor. – Maxwell sonrió. -Eso será adorable. -Lo sé, cuando hablamos de matrimonio me vino esa imagen a la cabeza. Además, me gusta la idea del soponcio que le puede dar a mi madre cuando se entere de que me he casado con Niles y que, además, lo hicimos después del nacimiento de nuestro primer hijo. -¿Primer hijo? ¿Ya estás pensando en tener más? -No lo sé… pero si decidimos que queremos darle un hermanito o hermanita, lo pensaremos un poco mejor y lo buscaremos. -Pero, ¿Queréis tenerlo o lo vais a tener porque ya que estás embarazada…? -Lo vamos a tener porque queremos. Esta mañana cuando salí de la oficina de Debbie fui a mi ginecólogo que no está demasiado lejos y me lo confirmó, llevo algunos días con sospechas, en febrero me falló la píldora y en marzo me había recomendado no tomarla unos meses, resulta que noté que no me vino el periodo el día habitual, lo que me suele pasar en esas ocasiones y no le di importancia, pero llevo unos días levantándome con náuseas y fui al médico para que me hiciera una ecografía, mírala. – Le enseñó la foto, Maxwell la miró sin entender lo que veía. – Resulta que cuando salí de la consulta estaba conmocionada y olvidé por completo en lo que quedé con Debbie, fui a dar vueltas y después llegué al teatro y estuve viendo el ensayo con Niles y Louis, no presté apenas atención, intenté irme de allí y Niles me interceptó y tuve que confesarle la verdad. Él también me notó rara, incluso Louis lo notó. Soy más transparente que lo creía. Estuvimos hablando y ambos queríamos tenerlo, me asustaba decírselo a Niles por si decía que no lo quería y que nos deshiciéramos del bebé. – Entonces Maxwell empezó a reírse a carcajadas. - ¿De qué te ríes? -Perdona, CC. – Dijo Maxwell calmándose. – Es que parece que no conoces a Niles… él nunca te diría algo así, sabes que le encantan los niños, lo conozco, será un gran padre, y ahora debe estar en una nube pensando en lo que hará cuando nazca vuestro bebé. -Lo sé, fui una idiota, si incluso hemos hablado de nombres… -¿En serio? -Sí, pero no quiero que lo sepa nadie hasta que nazca. -Ok, ya me has contado mucho. Por cierto, si necesitas tiempo para ir a revisión o necesitas venir más tarde porque te levantas mal, no te preocupes, sólo dile a Niles que me llame y me ocuparé de todo hasta que vengas. -Gracias. -De nada, CC. Además, muchas veces tú has empezado a trabajar sin mí porque yo he ido a hacer gestiones o porque me han llamado de la escuela de los niños, no pasará nada porque yo te devuelva el favor. -Gracias, de todas formas. -Es un placer ayudaros. – Se dieron un abrazo y Maxwell dijo: - Y hablando de trabajo, repasemos esos presupuestos, pero seguro que estará todo bien, Debbie siempre ha sido muy buena y nos hace muy buen precio. -Sí, es la mejor. Tienes razón, empecemos a mirar eso, si no te importa hoy quiero llamar temprano a Niles para que venga a recogerme. -Por supuesto, contaba con ello. Estuvieron un par de horas revisando los papeles de la publicidad, no había mucho que negociar, llevaban unos años trabajando con Debbie y siempre hacía un gran trabajo, además sabía lo que querían los productores. CC llamó a Niles una media hora antes de la hora de cenar. Él quedó en llegar lo más pronto posible. Fran llegó a la oficina y empezó a hablar con ella y a preguntarle sobre su día. -¿Qué quieres de verdad, Nanny Fine? -Nada, ¿no puedo intentar ser amable contigo? -¿Qué pasa? ¿Has vuelto a discutir con Maxwell porque aún no te ha hablado de casaros? -¡Es que no sé a qué espera! -Parece mentira que aún no entiendas cómo es Maxwell… No es tan fácil para él, tiene tres hijos y debe pensar en ellos. -Los niños no son un problema, los quiero muchísimo y sé que me quieren y estarán felices si nos casamos. -Él también lo sabe…pero supongo que no quiere que vuestro matrimonio fracase por precipitarse. -Ya…pero llevo tanto tiempo esperando… -Pues menos mal que no has tenido una historia como la mía con Niles… -También quería preguntarte por eso, ¿Cómo habéis tardado tanto en estar juntos? Era evidente que había algo más que odio entre vosotros… -Porque fuimos idiotas… y unos cabezotas. Pero por suerte Niles decidió lanzarse y me convenció para darnos una oportunidad y no me arrepiento de ello. -Ojalá Maxwell fuera tan lanzado como Niles. – Dijo Fran. -Nanny Fine, Niles llevaba esperando desde que nos conocimos… es normal que vaya un poco más rápido, no presiones a Maxwell y seguro que te lo pedirá cuando menos te lo esperes, quizás en vuestro aniversario o por tu cumpleaños… estará esperando a una ocasión especial para que sea memorable. Será su manera de tener un gesto romántico. -¿Tú crees? -¿Por qué no? Además le ahorrará pensar en un regalo. En ese momento llegó Niles a la oficina. -Hola, Fran, bruja… -Botones. -No empieces así o acabaremos haciendo algo muy malo encima del escritorio… -¡Eh! – Dijo Fran. – Que estoy aquí por si no me has visto… -Te he visto, Fran, por eso lo digo. ¿Estás lista para volver a casa? -Sí. – Dijo cogiendo su bolso y el maletín. – Sólo tengo que coger mi abrigo en el armario de la entrada. -Está bien, mañana nos vemos, Fran. – Dijo Niles. – Estaré aquí por la mañana, Max quiere que revisemos algunos puntos de los contratos de los decorados. -Ok, adiós chicos, descansad. Se despidieron de Fran y Niles la acompañó al coche, le abrió a CC la puerta del pasajero y se puso al volante. Llegaron al apartamento en unos 15 minutos, tuvieron suerte, el tráfico estaba siendo fluido a esa hora. Cuando entraron CC vio que Niles le había preparado una sorpresa, había una gran cantidad de flores por todas partes y una mesa preparada para cenar, Niles cerró la puerta tras ellos. -Niles… -Esta tarde no volví al teatro, llamé a Louis, le dije que surgió algo importante y he preparado esto. -Es precioso, gracias. -Aún hay más… -¿Más? – Niles silbó y salió Chester disparado a buscarlos desde la cocina, siempre hacía lo mismo cuando Niles silbaba al entrar, llevaba un sobre enganchado en un ridículo disfraz de cupido para perros que Niles le compró como broma para San Valentín. - ¿Por qué le has puesto este horror? ¿Qué es esto? – Dijo cuando se dio cuenta del sobre. -Ábrelo. – Dijo Niles, cuando CC se dio la vuelta para coger a Chester en brazos, Niles se arrodilló detrás de CC. Ella abrió el sobre y leyó: "Mi queridísima bruja: Estaba esperando a la noche del estreno para pedírtelo, pero no puedo aguantar más, me muero de ganas de hacerlo, hemos perdido demasiado tiempo y no puedo esperar más… ¿Quieres casarte conmigo?" Se dio la vuelta para mirarlo con los ojos llorosos y lo vio arrodillado con una cajita de una joyería abierta y dentro estaba el anillo de compromiso más bonito que había visto en toda su vida. -Antes de que digas nada, Babs, quiero decirte que esta propuesta no es porque crea que debo hacerlo o porque me sienta obligado por el bebé, el bebé es la excusa para hacerlo lo más pronto posible porque hace meses que encargué este anillo, fue justo a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Llevo planeando algo especial desde la primera vez que me besaste…es algo meditado y que me haría el miserable y viejo criado más feliz del mundo. ¿Te casarás conmigo, bruja? – Después de su discurso, CC estaba llorando de felicidad. -Por supuesto que sí. – Contestó completamente feliz. Niles se levantó y le puso el anillo en el dedo. CC dejó a Chester en el suelo y abrazó y besó a Niles apasionadamente. -Ha sido una maravillosa sorpresa… - Dijo CC. -Tú me diste una maravillosa sorpresa esta mañana, es justo que yo te dé otra esta noche. – Tocó tiernamente el vientre de CC. -Te quiero. -Yo también te quiero. Se volvieron a besar mientras Chester saltaba y ladraba a su alrededor. Niles se agachó y cogió al emocionado perrito. -Creo que el portador de las alianzas está bastante emocionado con la boda. – Dijo Niles mientras el perro le lamía la cara. -¿Quieres que Chester lleve los anillos? -Es nuestro bebé no humano, ¿Por qué no? -Eres un sentimental… - Niles dejó al perro en el suelo de nuevo, el animal empezó a intentar quitarse el disfraz de cupido. – Creo que el pobre se quiere quitar ese horror… -Si quieres, quítaselo mientras yo voy a calentar la cena. -Está bien. CC cogió al perrito en brazos y se lo llevó al sofá y le quitó el molesto disfraz para perros. -No te preocupes, Chester, cuando pueda tiraré esta porquería… -Ni se te ocurra, bruja, no se lo volveremos a poner, pero pienso guardarlo como recuerdo de esta noche, de este día en general. -Si cuando digo que eres un sentimental… -¿Y no te gusta que lo sea? -Sorprendentemente sí me gusta, por tu parte me parece muy tierno. -¿Serán las hormonas? -No lo sé, pero creo que es pronto para ponerme tan boba. -Bueno, lo que sea… - Niles cogió el disfraz de Chester, tocó la cabeza del perro y le dijo: - Tu cena está en la cocina, Chester… y la nuestra está casi a punto, mamá. – CC empezó a llorar y Niles la abrazó y le dijo: - ¿Qué te pasa? -Pues sí que debo estar muy hormonal… me he emocionado cuando me has llamado mamá… -Pero, Babs, no te pones así cuando te llamo así cuando hablamos con Chester. -Sí, pero hasta ahora no era cierto que voy a ser madre. Se abrazaron un poco más, mientras Chester los miraba. Después de unos minutos, Niles fue a apartar la cena y a servirla mientras CC se recomponía y se lavaba las manos. Llevaban un rato cenando y charlando, ella le estaba contando sus conversaciones con Maxwell y Fran. Cuando él se percató de que miraba mucho su anillo de compromiso. -Babs, ¿Qué pasa? ¿No te gusta el anillo? -Pues claro que sí, me encanta, estoy pensando que meteremos en un lío a Maxwell cuando Nanny Fine lo vea… -Sigue con lo del matrimonio… -Yo le dije que tuviera paciencia, que seguro que estaba esperando una fecha especial para ellos para que fuera algo memorable, su manera de tener un gesto romántico. -Puede ser que por ahí no se lo tome a mal. -Sí… -También le puedo decir que decidí pedirte matrimonio justo hoy porque justo hace años que te vi por primera vez. -Creo que nos conocimos en otoño… -El 10 de octubre, concretamente, pero ella no lo sabe y Max no creo que lo recuerde… -Y tú si lo recuerdas… -¿Cómo voy a olvidar el día que conocí al amor de mi vida? -Eres maravilloso. Por cierto, ¿de dónde has sacado este anillo? Nunca he visto nada igual… -Ni lo verás, lo mandé hacer especialmente para ti. -Es que parece imposible pero me recuerda al broche de mi abuela. -¿Recuerdas el reloj que te regalé para San Valentín? -Claro, no me lo quito nunca. – Dijo CC tocándolo en su muñeca. Niles le había hecho grabar "Te amo mi bruja, Niles" detrás de la esfera. -Lo encontré en la joyería donde encargué el anillo. Al volver de Edimburgo, le pedí a Brighton su Polaroid y le hice un par de fotos al broche de tu abuela, en esa joyería hacen joyas por encargo, les pedí que lo hicieran como el broche, en oro blanco con un diseño geométrico similar y con diamantes, les pedí que el central fuera un poco más grande sin ser demasiado vulgar y que fuera azulado como los de tus joyas favoritas. -Es perfecto…y único. -Como tú. CC volvió a emocionarse. -Voy a tener que aprender a controlarme o los memos intentarán colármela… -Tranquila, amor, si alguien te ve llorar seguro que huirán aterrorizados pensando en que va a llegar el apocalipsis. -Tonto… - Dijo CC riendo. Niles les sirvió el postre, la tarta de chocolate favorita de CC. Chester lo persiguió buscando que le diera un poco. -No… esto no es para ti… - Entonces fue a la cocina y le dio una golosina a Chester que corrió a su cesta para disfrutar de su golosina a solas. Niles y CC comieron un buen trozo de tarta y Niles le propuso bailar, bajó las luces, encendió algunas velas y encendió el estéreo. Estaban descalzos bailando Strangers in the Night. Cuando CC le dijo: -Esta noche ha sido perfecta… -Aún no ha acabado. – Se besaron apasionadamente. -Niles… estoy bastante cansada, ha sido un día agotador… -Está bien… por cierto, el médico te ha dicho si podemos seguir… ya sabes… -¡Eres un obseso! – CC reía. – Pero sí, podemos seguir teniendo sexo, pero me ha prohibido usar el jacuzzi… - Dijo haciendo pucheros. -Me lo imagino… -Dice que podemos seguir haciéndolo sin exagerar… -¿Sin exagerar? -Que no podemos intentar posturas descabelladas. -Vamos, que hasta el año que viene no es buena idea comprarnos un ejemplar del Kama-Sutra. Ambos rieron y Niles la cogió en brazos y la llevó al dormitorio, también lo adornó con rosas blancas, las flores favoritas de CC. -Ve desnudándote, voy a apagar las velas, no me fío de Chester. -Yo tampoco. Cuando volvió CC estaba en la cama, desnuda, con una de sus piernas fuera del edredón. Niles se desnudó en un tiempo récord y se acostó junto a ella y la abrazó, se besaron. CC apoyó su cabeza en el pecho de Niles. -Niles… -Dime. -¿Crees que seré una buena madre? No tuve el mejor ejemplo en la mía… ¿Y si resulta que soy así de horrible? -CC… - Niles la hizo mirarlo. – Serás la mejor madre del mundo, sabes lo que no debes hacer, además los niños se te dan mejor de lo que crees, tus sobrinos te adoran, incluso los míos te quieren y sólo te han visto unos pocos días. -No es lo mismo ser tía que madre…este bebé será mi responsabilidad. -Y mía, no lo olvides, yo te ayudaré. -Lo sé y seguro que serás el mejor padre del mundo. -¿Cómo estás tan segura de eso? -Porque eres un encanto y sé que puedes serlo, aún recuerdo cuando murió Sara, Maxwell se encerró durante días, entre tú y los padres de Sara atendisteis a los niños, pero ellos en lugar de buscar consuelo en sus abuelos lo buscaban en ti. -Y en esa ocasión también tuve que hacer de padre de Max…lo tuve que regañar como a un niño pequeño y obligarlo a ver que sus hijos lo necesitaban y que no podía seguir regodeándose en la pena… -¿Ves que serás el mejor? Yo en cambio… -Yo te ayudaré y seguro que tu instinto te dirá lo correcto. Se besaron y Niles la abrazó, puso la mano en su vientre. -Aún no me lo puedo creer… -¿El qué? -Que aquí esté nuestro bebé. -A mí aún me cuesta creerlo… ¿Eres feliz? -Indescriptiblemente feliz. Estoy deseando contárselo a mis padres y a mi hermano. -Se lo contaremos a tus padres en cuanto lleguen para el estreno. Y a mi padre, a Noel y Umbert. Serán todos tan felices. -Sí, va a ser un bebé afortunado, tendrá muchísimo amor, por parte de tu familia y de la mía. -Y por nuestra parte también. – Niles bajó y besó el vientre de CC. – Buenas noches, bomboncito. Papá y mamá te quieren mucho y están deseando que te hagas grande y fuerte para conocerte. – CC se emocionó de nuevo, se besaron y se durmieron abrazados.
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15 días después… Niles y CC estaban en la sala de espera del médico, los días pasaron lentos hasta que llegó por fin el día de su revisión. CC estaba preocupada porque, aunque no era muy mayor, tampoco tenía 20 años. Niles y ella estaban deseando que llegara el día del estreno para contarle a todo el mundo que iban a ser padres. Maxwell cumplió su palabra y no dijo nada, eso sí, felicitó muy efusivamente a Niles cuando estuvieron a solas. Como predijo CC, Fran se molestó cuando vio que Niles le propuso matrimonio a CC, pero su molestia duró poco cuando le dijeron que él lo hizo porque ese día hacía 18 años que se conocieron, le pareció el colmo del romanticismo. Maxwell le prometió que haría algo especial para celebrar su aniversario. También les contaron su compromiso a sus familias, todos estaban emocionadísimos, los padres y el hermano de Niles estaban eufóricos y los llamaron en cuanto recibieron su carta con una Polaroid de ambos con Chester y CC enseñando orgullosa su anillo a la cámara. Julius y Lucy también los llamaron muy contentos, escucharon de fondo a los sobrinos de Niles gritando felicitaciones. Stewart, Noel y Umbert estaban locos de felicidad, según Noel y Stewart por fin tendrían un cuñado y un yerno que no es un completo idiota. Los sobrinos de CC también estaban muy contentos, se habían encariñado mucho con Niles y su familia en Navidades. Aún no había salido en la prensa, quizás se hiciera público cuando saliera el estreno en los medios, aunque era cuestión de tiempo que notaran el anillo de compromiso de CC. Si llegaba a oídos de BB Babcock entonces es algo que les traía sin cuidado, nada podía estropear su felicidad. Niles estaba con la mano de CC entre las suyas, ella estaba bastante nerviosa y él trataba de calmarla, diciéndole que todo estaría bien y que seguro que dentro de unos meses tendrían un bebé sano y precioso en sus brazos. -¿Chastity Claire Babcock? – Llamó una enfermera. Se levantaron y la enfermera les dijo: - Por aquí. Entraron en la consulta, el médico los saludó muy afable, le indicó a CC que se desnudara y se pusiera una bata de hospital tras el biombo. Cuando salió le hizo una revisión ginecológica, la última vez fue directo a la ecografía porque ella tenía mucha prisa. -Bien, querida, está todo muy bien. – Dijo el doctor, un hombre mayor muy amable, era el ginecólogo de CC desde que llegó a Nueva York con 20 años. – Ahora vamos a ver a tu bollito. – La enfermera trajo el ecógrafo y el médico cubrió las piernas de CC con una sábana y descubrió su vientre, le puso el gel y Niles se quedó a su lado cogiéndole la mano sentado en una silla junto a ella. El médico empezó a deslizar el mando del ecógrafo y pronto localizó el útero. – Bueno, papás, ¿Queréis escuchar el corazón de vuestro bebé? -¿Ya se puede oír? – Preguntó Niles. -Por supuesto. – Dijo el doctor. -Claro que queremos, doctor. – Dijo CC. -Muy bien. – Movió un poco el mando, tocó un par de botones y empezó a oírse un rápido latido. Niles y CC estaban muy emocionados. -Ese es el corazón de nuestro bomboncito… - Dijo Niles besando la sien de CC. -Sí… ¿Está sano, doctor? – Dijo CC. -Está perfecto, no es pequeño, tendréis un bebé sano, fuerte y grande. -¿Necesitaré una cesárea? – Preguntó CC asustada. -No creo, querida, tus caderas son anchas, tendrías que tener un bebé de 6 kilos para necesitar una cesárea, se ve más largo que gordo, es probable que en eso se parezca a tu familia… - Miró a Niles. – Disculpa, pero no conozco a tu familia, en cambio a la de esta encantadora señorita sí la conozco. -¿En serio? – Dijo Niles. -Sí, fui al instituto con Stewart, ella aquí me llama doctor, pero fuera de aquí soy simplemente Hugh. – El hombre le guiñó un ojo a CC. – Sabes querida me costará mantener el secreto profesional con tu padre, pero no te preocupes que no lo felicitaré hasta que tú me lo digas, me hace mucha ilusión llevar tu embarazo, igual que asistí a tu parto, quiero asistirte a ti. No perderé la oportunidad por irme de la lengua. – CC se emocionó de nuevo. - ¡Ay las hormonas! Vamos querida… por cierto, ¿Recuerdas a mí hija Susie? – CC asintió. -Por supuesto, ¿Está bien? -Muy bien, vive en Chicago y dio a luz la semana pasada, no te dije que estaba embarazada en tu última visita porque ibas con tanta prisa… -¡Cuánto me alegro! ¿Qué ha sido? -Un chico, le ha llamado Hugh, Nicole y yo vamos a ir a verlos este fin de semana, el fin de semana pasado aún estaba en el hospital, así cuando vayamos estará ya en casa. -Salúdala y felicítala de mi parte. -Está bien, ahora vístete, la enfermera te sacará sangre y, si puedes, ve al baño y coge una muestra de orina aquí. – Le dio un vasito de plástico. – Cuando acabes os daré algunas indicaciones y cosas con las que debes tener cuidado. Pero en principio está todo muy bien, también os imprimiré unas fotos de la ecografía y os daré una copia del vídeo con los latidos. -Gracias. – Dijeron ambos. Cuando CC se vistió y cogió la muestra de orina, fue al despacho, el doctor los llamaría en una semana con los resultados del análisis, pero todo apuntaba a que todo estaba muy bien. Salieron del consultorio, volvieron a su casa, dejaron allí las ecografías y la cinta de vídeo, cogieron a Chester y se lo llevaron a pasear a Central Park, Niles llamó a Maxwell y le dijo que se tomarían el día libre. El productor le preguntó preocupado si había ido algo mal en el médico, Niles le dijo que no, que precisamente estaba todo muy bien y querían tener un día libre para celebrarlo a solas. Maxwell lo comprendió y les dijo que no se preocuparan que él y Louis se ocuparían de todo, que se merecían un descanso. Les dijo que si Fran preguntaba le diría que estaban celebrando a solas su compromiso con un día especial a solas. Lo que nadie sospechaba es que no hicieron nada especial, pasaron la mañana paseando por Central Park, fueron a almorzar y después pasaron la tarde en casa viendo viejas películas de terror de la Hammer tras pasar más de dos horas viendo la película de su ecografía una y otra vez. En algo más de mes y medio era el estreno y esa noche les contarían a todos las buenas noticias.
