Capítulo 10: Un Estreno y una Buena Noticia.
Por fin llegó la noche del estreno de la obra de Niles. Los padres de Niles llegaron a Nueva York una semana antes y Stewart y los sobrinos de CC llegaron dos días antes, los niños estaban emocionados porque sería la primera vez que asistirían a un estreno teatral y porque estaban deseando ver a su tía y Niles y felicitarlos en persona, también estaban deseando ver a su Tío Noel y a Umbert, pasaron con ellos las vacaciones de primavera en un hotel de esquí en los Alpes aprovechando el final de la temporada de esquí, se divirtieron mucho enseñando a Umbert a esquiar y a jugar al hockey hielo, pero echaron mucho de menos a su tía y les hubiera gustado verla. Pero viendo que era por trabajo, se lo perdonaron, sobretodo porque, gracias al abuelo, su madre los dejó pasar el verano entero con ella. Los padres de Niles también estaban muy emocionados, ellos ya estaban muy orgullosos de Niles, pero sabiendo que por fin tenía el trabajo de sus sueños, estaban aún más orgullosos, su trabajo dio frutos por fin. Además todos ellos estaban radiantes de felicidad por su sorprendente compromiso.
Los chicos se alojaron con su abuelo en su piso de Park Avenue que tenía una habitación para cada uno de ellos, Stewart tenía que ir a atender unos asuntos a Berlín una semana después del estreno, después los chicos irían al apartamento de CC, ella tenía dos habitaciones extra, en una de ellas se alojaban los padres de Niles y la otra tendrían que compartirla los dos, pero no les importaba. Cuando los recogieron en el aeropuerto, Niles y CC llevaron con ellos a los padres de Niles, los cuales estaban felices de ver a los chicos, Noel no pudo ir porque tenía un examen de fin de curso que supervisar y Umbert cosas que hacer en el teatro para el próximo estreno, aún así los chicos estaban felices. Alistair se admiró de lo mucho que habían crecido, tanto que Preston renunció a colgarse del cuello de su tía, la última vez casi la tiró al suelo y su hermano le advirtió que podría dañarle la espalda, el chico lo último que quería era lastimar a su adorada Tía Claire.
Durante esos dos días, CC y Niles estaban un poco ocupados y, aunque trataron atenderlos, lo cierto es que no podían, cuando se estrenara la obra se tomarían unos días libres, mientras estaban trabajando, Stewart y Fran los llevaban a pasear, los niños hicieron bastantes buenas migas con Brighton y Grace, porque a ambos les gustaba mucho el deporte y Preston, además, era un pequeño ratón de biblioteca, Noel decía que lo había heredado de él, así que Grace y él pasaban mucho tiempo juntos hablando de los libros que les gustan y haciéndose recomendaciones el uno al otro. Así que Stewart, Fran, Alistair, Marguerite y los niños salían bastante, iban al cine, a hacer turismo, los niños habían ido poco a Nueva York y para Alistair y Marguerite era su primera visita. Una mañana, CC sacó tiempo y se llevó a su futura suegra de compras, le regaló un precioso vestido para la noche del estreno, Fran insistió en ir con ellas, CC accedió, también se apuntaron Maggie y Umbert, Marguerite decía que era demasiado y su nuera le dijo que siendo la madre del autor debía estar espectacular y ella estaba encantada de regalarle el vestido. Niles se llevó también a su padre a comprarle un esmoquin nuevo, le preguntó a los sobrinos de CC si tenían que comprar un esmoquin para esa noche, no necesitaban un esmoquin nuevo porque su abuelo los llevó de compras al recogerlos del colegio.
Esa noche, Niles y CC se estaban arreglando en su habitación y Alistair y Marguerite en la suya, Niles estaba ya listo y CC estaba terminando de maquillarse, se puso un bonito vestido de noche de corte imperio, se le estaba empezando a notar y si se pusiera algo ajustado sería bastante evidente para la prensa y sólo querían que lo supieran sus seres queridos, era de color negro, elegante y vaporoso, con un favorecedor escote y con tirantes finos. Se puso unos zapatos de tacón negros no excesivamente altos y se recogió elegantemente el pelo, se puso sus joyas favoritas, el collar y los pendientes de su abuela, se dejó el reloj y la pulsera que le regaló Niles, nunca se los quitaba. Se maquilló como notaba que a Niles le gustaba más y, para qué negarlo, como se sentía más atractiva, discreta y elegantemente y con los labios en rojo. Esa noche llevaría además un bolso pequeño negro y un chal negro de seda.
-CC. – Dijo Niles entrando al baño. – Yo ya estoy listo. – Niles llevaba su esmoquin y estaba muy elegante, se puso sus gemelos favoritos y el reloj que le regaló Stewart. - ¿Estás ya?
-Casi.
-¿Te sientes bien? ¿Tienes náuseas?
-Sí, estoy bien, por suerte ya estoy de casi 4 meses…cada vez noto menos náuseas matutinas.
-Estupendo… Por cierto, estás preciosa.
-¿En serio? ¿No me hace gorda el vestido?
-Para nada, estás maravillosa.
-Gracias. Tú también estás muy guapo. – Le dio un suave beso en los labios y escucharon un golpe en la puerta. Niles fue a la puerta de su habitación mientras CC se daba un último retoque, allí estaba Alistair ya vestido con Chester pegado a sus pies, el perrito se encariñó muchísimo con los padres de Niles y los sobrinos de CC, estaba particularmente pegajoso con Alistair, el hombre decía que era porque notaba lo mucho que le gustan los animales.
-Hola hijo.
-¿Necesitáis algo, papá?
-Yo ya estoy listo, pero tu madre pregunta si CC puede ayudarla con el maquillaje.
-Por supuesto, Alistair, ahora voy. – Dijo CC saliendo del baño en suite. – Vaya, Alistair, estás muy guapo y muy elegante. – Alistair llevaba su nuevo esmoquin y decidió estrenar el Rolex que le regaló Stewart por Navidad.
-¿Yo? ¿Tú te has visto, querida? Tú sí que estás deslumbrante.
-Muchas gracias, Alistair. – CC besó la mejilla de su futuro suegro y fue a ayudar a su suegra.
Alistair y Niles decidieron esperar a las mujeres en el salón, Alistair temiendo que Chester les dejará los trajes llenos de pelos, le dijo al perrito:
-¡Chester! ¡A tu cama! – El perrito corrió a su cunita y Alistair le dio una de sus golosinas para perros. En pocos días obedecía ciegamente al hombre.
-No sé cómo lo haces, papá, pero Chester no obedece así a nadie.
-Supongo que simplemente le gusto, como le pasa a Dora contigo.
-Será eso.
Mientras, CC estaba ayudando a Marguerite con el maquillaje, lo cierto es que no quería maquillarse demasiado estridentemente, en poco tiempo CC terminó con su maquillaje. Marguerite llevaba un elegante vestido de color burdeos, largo y de línea A, no excesivamente llamativo, pero muy bonito, de tela ligera, era de manga a la sisa, con una chaquetilla corta del mismo tejido con manga por el codo y tenía un escote discreto, Marguerite era más bien delgada, pero no le gustaba enseñar demasiado. Umbert la peinó muy bien antes de ir al teatro, le hizo un peinado precioso, tanto que le pidió que le hiciera unas fotos para enseñárselas a su peluquera a ver si se lo podía hacer para su próximo evento en Edimburgo. Se puso unos zapatos de tacón medio en negro y llevaba un bolso también en negro, bastante parecido al de CC.
-Estás preciosa Marguerite.
-¿Tú crees? ¿No me ves excesivamente maquillada, cherie?
-Para nada, además, querrás salir guapa en los periódicos y las revistas, ¿no?
-Espero no hacer el ridículo… ¡Qué vergüenza si me preguntaran algo!
-Tranquila, Niles y yo estaremos allí, si alguien te pregunta algo sólo di que eres la madre del autor y que estás muy orgullosa de él…
-Tienes razón…
-Por cierto, te has puesto los pendientes y el collar que te regaló mi padre… quedan muy bien.
-Pensé reservarlos para una ocasión especial, para vuestra boda, pero cuando estábamos haciendo las maletas pensé que ésta también seria una buena ocasión.
-Sí, sabes, había pensado que si no te los traías te prestaría un collar y unos pendientes.
-Eso sería demasiado, CC.
-Qué va, tengo muchas joyas, aunque para las ocasiones especiales como los estrenos suelo ponerme éstas. – Le enseñó su collar y sus pendientes.
-Son muy bonitas… ¿Son las mismas que llevas en la foto de la mesita del salón, no? – CC empezó a reír.
-Perdona, Marguerite, pero Niles se equivocó igual que tú, la de esa foto era mi abuela paterna.
-Vaya, sois idénticas…
-Suele ocurrir mucho esa confusión y como para colmo en la foto lleva estas joyas, que uso siempre que puedo…tengo mucho cariño a este collar y estos pendientes porque eran suyos, me los regaló al cumplir los 16 años, a ella se los regaló su madre para su puesta de largo en Londres.
-¿Era inglesa?
-Sí, pero ahora tenemos que irnos, algún día te contaré su historia con mi abuelo, es muy bonita.
-Está bien, cherie, ya tendremos tiempo para hablar, vamos allá.
Salieron y cuando las vieron Niles y Alistair las piropearon y no tardaron mucho en bajar, el verano tenía la ventaja de que no era necesario llevar abrigo. Fueron en la limusina hasta el teatro, Niles y CC querían llegar pronto para ver cómo iba todo en el backstage y se reunirían con Maxwell, Fran y el resto de la familia en el despacho de allí antes de hacer su "entrada oficial" al teatro. Después de ver al elenco y desearles suerte y presentarles a Marguerite y Alistair, que estaban deseando conocerlos, fueron al despacho, allí estaban Fran, Maxwell y sus hijos charlando con Noel, Stewart y sus nietos, los cuales fueron a saludar a su tía.
-Tía Claire pareces una princesa. – Dijo Preston, que siempre fue muy efusivo con ella.
-Gracias, cariño.
-Vosotros también estáis muy elegantes. – Dijo Stewie dirigiéndose a los padres de Niles.
-Gracias, ma petite. – Dijo Marguerite.
-Sí, estáis genial. – Dijo Fran. – Ahora tenemos que hacer la entrada.
-Sí. – Dijo Maxwell. – Chicos Sylvia y Morty os están esperando para entrar con vosotros al palco. – CC no quería que sus sobrinos aparecieran en prensa… no fuera a molestarle a su hermana y se llevara a los niños al campamento de verano, a ellos tampoco les hacia gracia, eran un poco tímidos, así que lo arreglaron con Noel, Sylvia y Morty para que llevaran a los cinco niños al palco donde luego se reunirían con ellos. Antes de despedirse de los niños y de ir a la entrada, aunque Umbert se reuniría con ellos al final de la obra, porque estaba ocupado ayudando a los actores, decidieron que era el momento perfecto para hacer su anuncio. Niles dijo:
-Un momento, antes de irnos, CC y yo tenemos algo que anunciaros.
-¿Qué, hijo? – Preguntó Alistair. - ¿Habéis decidido la fecha de la boda?
-¡Yo os ayudo a organizarla! – Dijo Fran emocionada.
-No, Nanny Fine, no es eso… queríamos esperar a que estuvierais todos…ya se lo diremos a Umbert… y también queríamos esperar a esta noche para que la noticia sea aún más especial… Estoy embarazada. – CC sujetó su vestido sobre su vientre y notaron su barriga bastante evidente. Todos se quedaron mudos, el primero en reaccionar fue Stewart.
-Gatita, ¿Es cierto?
-Claro que sí, papá, ¿Estás contento?
-Muchísimo. – Stewart la abrazó a ella y a Niles y les dio la enhorabuena. Todos reaccionaron y los felicitaron efusivamente. Marguerite empezó a llorar completamente emocionada y feliz.
-Maman no llores. – Dijo Niles, dándole un abrazo, sus padres los abrazaron a él y a CC. – Que estás muy guapa y te estropearás el maquillaje. Creo que deberíamos habéroslo dicho en la fiesta del elenco cuando no hubiera prensa.
-Yo te lo arreglaré en un momento. – Dijo Fran.
-Ya se me pasa, ¿De cuánto estás, cherie? – Dijo Marguerite.
-De casi 4 meses, lo hemos retrasado hasta ahora para superar el primer trimestre, el médico dice que todo está muy bien, por cierto, papá, saludos de Hugh. – La miraron extrañados. – Mi ginecólogo es un viejo amigo de la familia.
-Ya me quedo más tranquilo. – Dijo Stewart. – Si no llega a ser él tu ginecólogo te hubiera convencido de pedir cita con él. No me ha dicho nunca que era tu ginecólogo.
-No quería que te preocuparas por mi salud si te decía que me había visto en su consulta.
-Seguro que él no me hubiera dicho nada, es un buen profesional.
-Nunca se sabe cuando os reunís y os tomáis unas cuantas copas…
CC reparó en que sus sobrinos estaban muy callados.
-Chicos. – Dijo CC. - ¿Estáis bien? ¿No estáis contentos por tener un primito o una primita?
-Sí, Tía Claire, estamos muy contentos, estamos sorprendidos. – Dijo Stewie. Entonces abrazaron y besaron a su tía, entonces Noel dijo:
-Estoy tan contento, Chas…pero si seguimos aquí llegaremos tarde, en la fiesta del elenco nos contarás todos los detalles. Te quiero, hermanita… y a ti también cuñado…y al chiquitín. Debería haberlo notado antes, llevas semanas preciosa y resplandeciente. Vamos chicos, busquemos a Sylvia y Morty antes de que se desesperen. No te preocupes hermanita, no le diremos nada a Sylvia, esperaremos a que tú se lo cuentes, ¿De acuerdo, chicos? – Todos los chicos prometieron ser discretos.
Noel salió con sus sobrinos y los niños de Maxwell y se reunieron con Sylvia y Morty como habían planeado. Cuando se fueron, salieron para ir a la entrada principal desde una puerta trasera, por el camino, Niles le dijo a Fran, que estaba sospechosamente callada:
-¿Qué pasa, Fran? Sé que te alegras por nosotros, pero te veo un poco triste.
-No estoy triste, Niles…estoy decepcionada, creía que soy tu mejor amiga, tú eres el mío, y no me lo has dicho antes…
-Tampoco se lo hemos dicho antes a mis padres o a Stewart…
-Supongo que porque queríais decírselo en persona…
-En eso tienes razón.
-Pero yo estoy aquí…y no me lo has dicho.
-También lo está Noel y no se lo hemos dicho, Nanny Fine. – Intervino CC. – Pero te conocemos a ti y lo conocemos a él, sabemos que no podrían guardar el secreto y todo Nueva York lo sabría en cuestión de segundos.
-¡Eso no es cierto! – Dijo Fran y todos rieron. Maxwell la agarró de la cintura y la besó en la mejilla.
-Sí es cierto, cariño, sabemos que lo dirías porque eres muy espontánea y la noticia te hubiera hecho muy feliz…y eres incapaz de ocultar tu felicidad…
-Tienes razón, Max… Niles, sólo por eso, sólo por esta vez te perdono por no confiar en mí.
-Bueno. – Dijo Stewart cuando llegaron. – Yo voy adentro. Te veo en el palco, gatita. – Entró discretamente, vio a un reportero por allí que era muy amigo de su ex mujer y no le apetecía hablar con él, su hija lo entendió al verlo, pero ella sabía cómo manejarlo. Alistair y Marguerite entraron con su hijo y su nuera, muy orgullosos, Maxwell y Fran estaban también muy felices, iban entrando junto a Louis y su esposa.
Los reporteros los rodearon y en seguida preguntaron por quienes eran los padres de Niles, el cual dijo con orgullo que eran sus padres que habían venido para el estreno desde Edimburgo. Les preguntaron si estaban contentos de estar allí y Marguerite dijo que estaban felices y deseando ver la obra de su hijo en escena. Entonces una reportera un poco listilla de una revista del corazón preguntó:
-Señorita Babcock, ¿Lo que veo en su dedo es un anillo de compromiso? – CC suspiró.
-Sí, Joan, Niles me ha pedido matrimonio y le te dicho que sí. - Todos empezaron a hacer preguntas personales a Maxwell, Fran, CC, Niles y sus padres, pero CC los cortó en seco. – No vamos a contestar ninguna pregunta personal más esta noche, hoy estrenamos una nueva obra, que seguro que será el éxito de la temporada, y que está a punto de empezar, pasad y esperamos que os guste.
Entonces entraron y llegaron al palco donde estaban los chicos, Stewart, Noel y los padres de Fran esperándolos. Maxwell y Fran decidieron sentarse en el patio de butacas junto a los críticos invitados y algunos patrocinadores, los cuales preguntaron por CC y Niles, Fran y Maxwell les contestaron que habían venido los padres de Niles y el padre de CC y, como no tienen mucho tiempo para estar con ellos quisieron estar con ellos en un palco. Lo entendieron perfectamente, ya todos los asistentes sabían que Niles y CC iban a casarse y muchos creían que él se lo había pedido esa noche, así que era normal que quisieran compartir el estreno con su familia.
La obra se desarrolló brillantemente, todo el público estaba encantado, los críticos estaban entusiasmados, el público general, los patrocinadores y los invitados, se estaban divirtiendo, el guión era genial y los actores estuvieron maravillosos, hubo una gran ovación al final, CC, Niles y Maxwell subieron al escenario con el resto del equipo directivo y artístico para saludar. Todo apuntaba a que sería el gran éxito del verano en Broadway.
Cuando terminaron de recibir aplausos, Niles y CC volvieron a su palco con Umbert, que recibió felicitaciones por su trabajo. Estuvo saludando a su novio y a Stewart y también a los niños y a los padres de Niles y Fran, que fueron muy efusivos con él y con la pareja. Noel le susurró al oído a su novio que CC estaba embarazada, Umbert los felicitó y los abrazó con cariño.
Fueron a la fiesta del elenco, Maxwell volvió a alquilar una sala del Rainbow Room, como irían algunos periodistas, CC exigió una sala en la que hubiera un reservado para los niños, además ella y su padre hablaron con los periodistas y les exigieron que no salieran en prensa los niños y que no se hablara de su presencia en el estreno, ni que decir tiene que no se hablaría de ellos, ninguno quería arriesgar su trabajo cabreando a la Perra de Broadway y a su padre. Niles y CC con Maxwell y Fran estuvieron atendiendo a los invitados, brindaron con los actores y el equipo, CC con zumo, y cuando la prensa se fue, se reunieron con su familia en el reservado para una pequeña celebración privada Maxwell y Fran estuvieron haciendo "relaciones públicas" mientras Niles y CC atendían a su familia y respondían a sus preguntas. Estuvieron como una hora con ellos cuando sonó el teléfono móvil de Stewart.
-Lo siento, contesto la llamada y vuelvo enseguida. – Dijo el hombre yendo un momento al lavabo. – Volvió al cabo de 5 minutos. – Chicos, gatita, lo siento mucho… tengo que salir para Shanghái dentro de unas horas…
-¡No, papá! – CC se quejó llorosa.
-Ya quisiera quedarme gatita, creía que podría quedarme más tiempo, pero exigen adelantar las negociaciones en Shanghái en lugar de vernos en Berlín en una semana… bueno, lo único, Preston, Stewart, tendréis que quedaros con vuestra tía unos días antes de lo planeado.
-No importa, abuelo, tenemos ganas de quedarnos con ella. – Dijo Stewie.
-Vaya, me encanta que os guste tanto estar conmigo… - Dijo el hombre en broma.
-Nos gusta estar con todos vosotros. – Dijo Stewie.
-Está bien. CC, cariño, cuando os vayáis a casa, pasad por mi piso y que los niños recojan sus pijamas y sus cosas de aseo y algo de ropa para mañana, mañana podéis ir a buscar el resto de sus cosas.
-¿Y las llaves? – Preguntó Niles.
-No hay problema, el portero del edificio conoce a CC y a los niños, de todas formas tengo que pasar por allí ahora mismo a recoger mi maleta, ya la hizo mi asistente, le diré que tiene que venir mi hija y mis nietos y que les abra la puerta cuantas veces lo necesiten.
-Perfecto. – Dijo CC. – Aunque te echaré de menos, papi.
-Yo también os echaré de menos a todos. Por cierto, Alistair, Marguerite, tendremos que dejar para otra ocasión el teatro y la cena en el Plaza. – Iban a ir a ver un reestreno de Muerte de un Viajante en unos días, habían hecho bastante amistad esos días.
-Tranquilo, Stewart. – Dijo Alistair. – Quizás podríamos ir a Londres a ver algo de Shakespeare en otra ocasión.
-Eso suena mucho más apetecible, cuando volváis a casa buscaré tiempo. – Se despidió de todos y finalmente se despidió de sus nietos. – Chicos, no hace falta que os diga que os portéis bien y no deis mucho que hacer a vuestra tía.
-Sí, abuelo. – Dijeron ambos niños y lo abrazaron. – Te echaremos de menos.
-Yo también. – Los abrazó y después se despidió de su hija. – Cuídate mucho, gatita…y a los 3 pequeños. – Se abrazaron, CC lloraba. – No llores, que esta noche ha sido perfecta, en todos los sentidos. Enhorabuena por vuestro nuevo éxito y por vuestro pequeño o pequeña. Volveré en cuanto me dejen…¡o qué narices! Soy el jefe, cuando acabe en Shanghái me tomaré dos semanas de vacaciones y apagaré el teléfono. Creo que con suerte al final podremos ir al teatro y a cenar, Alistair. – Ambos hombres se rieron y el resto se unieron a ellos. Stewart se despidió de su hijo y le dijo que si querían podían ir al piso a pasar unos días, pero Noel le dijo que no era necesario, además por las mañanas daba un curso de verano de escritura creativa y su apartamento estaba más cerca de la universidad. Cuando Stewart se fue, Niles y CC salieron a relevar a Maxwell y Fran atendiendo a los invitados, estuvieron allí un buen rato, hasta que CC empezó a notar el cansancio de un día bastante agotador. Cuando volvieron al reservado, los niños estaban con los hijos de Maxwell comiendo golosinas, los chicos también tenían ganas de volver a casa. Los niños Sheffield se irían con Sylvia y Morty y los sobrinos de CC con su tía.
-Chicos. – Dijo Niles. - ¿Queréis ir ya a casa?
-Sí. – Dijo Stewart. – Esta mañana nos llevó Fran a la piscina y estamos cansados.
-Está bien.
Los chicos se despidieron de sus amigos, quedaron en ir al día siguiente a ver una película al cine por la tarde, y se fueron con su tía, Niles y los padres de éste a casa. Primero pararon en el piso de Stewart y los chicos fueron a sus habitaciones, cogieron en una mochila lo justo para esa noche y la mañana siguiente, ya irían al día siguiente a recoger lo demás.
Llegaron a casa en unos 15 minutos, Chester estaba dormido y cuando escuchó la puerta y los vio, corrió hacia ellos saltando loco de alegría, Preston lo cogió en brazos y no lo soltó hasta que llegaron a su habitación. Ellos sabían dónde estaba el baño de invitados, así que CC y Niles pudieron ir a cambiarse de ropa como Alistair y Marguerite. Niles y CC llevaban unos días sin dormir desnudos como les gustaba, teniendo invitados en casa… Niles se puso un pantalón de pijama de seda, CC se puso un pijama de verano con una camisola de tirantes finos y pantalón corto en negro, CC fue a ver a sus sobrinos, como el pijama era un poco atrevido, se puso la camisa del pijama de Niles a modo de bata abierta, por si se cruzaba con sus suegros, los niños ya se habían cambiado y lavado los dientes y estaban en su habitación jugando con Chester.
-Chicos, ¿Estáis bien?
-Sí, Tía Claire. ¿Por qué lo preguntas? – Dijo Stewart.
-Por si os sentíais decepcionados por no poder quedaros con el abuelo, allí tenéis una habitación para cada uno…
-Estamos bien y no estamos decepcionados, nos gusta mucho estar contigo y con Niles y también con Alistair y Marguerite. Además aquí está Chester.
-Me alegro. Por cierto, ¿Estáis contentos de verdad por el bebé?
-Sí. – Dijeron a la vez. Stewart añadió: - Lo vamos a querer mucho.
-Él o ella también os va a querer mucho.
-¿De verdad? – Preguntó Preston.
-Claro, porque yo también os quiero mucho.
CC les dio un beso y los niños se acostaron, cogió a Chester y lo llevó a su cunita, esa noche hacía calor y no les dejaría dormir bien con todo ese pelo…tenía que pedir cita al peluquero canino… CC fue a su habitación, se encontró a Marguerite en el salón, había ido a por agua fría a la cocina.
-Buenas noches, cherie. ¿Estás bien?
-Sí, pero estoy un poco preocupada por Preston, lo he notado un poco callado desde que anunciamos lo del bebé…
-Sí, yo también lo he notado, intenta hablar con él a solas, ¿Podría tener celos?
-No lo sé, pero nunca ha sido un niño celoso…
-Pero es que nunca ha tenido que compartirte con otro niño que no sea su hermano.
-Ya, pero esta Navidad no se ha mostrado celoso y estaban tus nietos…
-No es lo mismo, puede creer que este bebé lo alejará de ti.
-Ellos saben que los quiero mucho, que aunque tenga un niño siempre los querré.
-Puede ser, pero sólo es un niño y puede que aún le cueste entenderlo.
-Hablaré con él… gracias por el consejo, Marguerite.
-De nada. – Entonces Marguerite la abrazó y dijo acercando su mano a su vientre: - ¿Puedo? – CC asintió. – Estoy tan contenta. Aún no me lo creo…pero ya se empieza a notar bastante…
-Sí, temía que lo notaras, por eso me ponía ropa ancha estos últimos días…quería daros la sorpresa esta noche.
-Me alegra mucho no haberlo notado, ha sido una sorpresa maravillosa.
Besó la mejilla de su nuera y volvió a su habitación, CC fue a su habitación, se quitó la camisa de Niles y se acostó junto a él.
-¿Está todo bien, CC? Has tardado un poco.
-Sí, he estado hablando con tu madre en el salón.
-¿Algún problema?
-No, quería tocarme el vientre.
-Están tan contentos… sabes lo mucho que les gustan los niños.
-Lo sé, tratan a mis sobrinos como unos nietos más. Te lo digo en serio, son más cariñosos con ellos que mi madre…
-Ayer me dijo mi padre que se están escribiendo con ellos, les mandan galletas caseras y golosinas…y mis sobrinos también se escriben con ellos, son buenos chicos, se han ganado su cariño, si Marguerite y Andy tienen más ganas de venir a Nueva York para verlos a ellos que para verme a mí…
-Pero eso es comprensible… tú eres su viejo Tío Niles y ellos son sus nuevos amigos. – Niles le dio un pequeño azote juguetón a CC en la nalga derecha. - ¡Ay!
-No te quejes bruja, acabas de llamarme viejo.
-Imbécil…hay que ver… que estoy embarazada…
-La otra noche no te quejaste por eso cuando estabas a cuatro patas…
-Idiota…
-Sí, y soy todo tuyo… - La besó y dijo: - Vamos a dormir, mañana tengo que madrugar para ir a comprar la prensa y preparar el desayuno.
-Está bien…te perdonaré sólo por eso.- Volvieron a besarse y en poco tiempo estaban dormidos.
Eran como las 3 de la mañana y CC se despertó, fue al lavabo y después salió de su habitación y fue a la cocina, necesitaba agua fría. Para su sorpresa se encontró a Preston sentado en el suelo junto a uno de los grandes ventanales del salón mirando la calle con Chester dormido en su regazo.
-Preston, ¿Qué haces aquí a estas horas?
-No podía dormir. Me he distraído viendo el paisaje y Chester se vino conmigo. Pero si molesto aquí me voy a la cama.
-No molestas, pero creía que estabas cansado.
-Me levanté a beber agua, Chester me siguió y cuando me senté aquí se echó sobre mí.
-Hazme sitio. – CC se sentó a su lado y rodeó sus hombros con su brazo y besó la coronilla de su sobrino.
-¿Estarás bien, Tía Claire? ¿Te podrás levantar?
-Sí, claro, me pondré gorda, pero aún no estoy tan gorda, ¿Verdad?
-No, estás muy guapa.
-Te quiero, mi niño. Ahora cuéntame por qué estás tan pensativo.
-Tía Claire…
-Sé que estás preocupado por algo, no nos vemos tanto como querría, pero te conozco y sé que cuando estás así de callado es porque te preocupa algo.
-¿Cómo lo haces?
-¿El qué?
-Casi me has leído la mente…
-Quizás Niles tenga razón y soy una bruja. – Ambos se rieron. – Ahora dime qué es lo que te preocupa.
-Tía Claire, ¿Dejarás de querernos cuando nazca el bebé? – CC se quedó patidifusa.
-¿Qué dices? Yo no dejaré de quereros nunca, siempre seréis mis niños. ¿Quién te ha dicho esa tontería?
-Fue en el colegio, estábamos viendo las fotos de Navidad con Yao, el amigo de Stewie y con Lucas, mi compañero de habitación, les estábamos contando en la sala común de la escuela que tú y Niles nos llevasteis a muchos sitios y nos lo pasamos muy bien con vosotros, estaba por allí Donald Gunderson…
-Ya… - Era el hijo de una amiga de su hermana, un niñato bastante odioso según sus sobrinos, un año mayor que Stewie.
-Según dice, nos tratáis muy bien y nos lleváis de viaje porque no tenéis hijos propios, que a él le pasó lo mismo con su padre y su madrastra, dejaron de llevarlo con ellos de vacaciones y apenas los ve desde que tuvieron a su hermanastro…
-Cariño, hay una diferencia, ni yo soy como su madrastra, ni Niles es como su padre.
-Eso es cierto.
-Además, el pequeño o la pequeña necesitará tener a sus primos…
-¿Sí?
-Claro, porque seguro que le encantará jugar con vosotros y estoy segura de que seréis los mejores primos del mundo y además, yo quiero estar con vosotros. Sabes temía que tuvieras celos del bebé.
-¿Celos? No son celos… yo ya soy grande para tener celos de un bebé…lo que temo es que no nos quieras igual.
-Olvídate de eso, porque siempre os voy a querer. Si no quisiera estar con vosotros no le hubiera pedido al abuelo que convenciera a vuestra madre para que os dejara venir este verano conmigo.
-Eso es cierto, ¿Por qué no se lo has pedido antes?
-Cuando se lo decía al abuelo, tu madre ya había planificado todo vuestro verano, este año no le dimos tiempo a planificar nada.
-Además, mi padre este año está de vacaciones con su novia…
-Lo sé, cariño.
-Se van a casar en octubre…lo único bueno de estar en el internado es que puedo no ir a la boda.
-¿No quieres ir?
-No, ni ella me gusta ni yo le gusto a ella. No me importa no ir, estoy contento por no ir, yo la boda que no me quiero perder es la tuya. – Se abrazó a su tía y ella lo estrechó con fuerza.
-Por eso Niles y yo nos casaremos el próximo verano, para que estéis aquí con nosotros.
-¿No os casareis antes de que nazca el bebé?
-Quiero que el bebé tenga algunos meses para que esté en la ceremonia, lo o la vestiremos con un vestido de dama de honor o un traje como el de Niles.
-Eso puede ser bonito…
-Sabes, Stewie y tú podríais ser testigos… o uno de vosotros puede llevar a Chester, que hemos pensado que lleve los anillos y el otro puede llevar el carrito con el bebé.
-Eso me encantaría… Creo que me pido a Chester.
-¿A Chester?
-Sí, por si el bebé se hace caca… - CC reía.
-Eso también puede hacerlo Chester… y tendrías que llevar una bolsita en el bolsillo para recoger sus cacas… - Preston reía.
-Es verdad… bueno entonces lo echaré a suertes con Stewart.
Ambos se rieron.
-Para la boda aún queda bastante tiempo, ya lo iremos viendo. Entonces, ¿Estás más tranquilo?
-Sí. Creo que sí. – CC lo abrazó y lo besó.
-Bueno, pues es hora de volver a la cama.
-¿Y qué hago con Chester?
-Está frito…Cógelo y déjalo en el sillón. – El niño obedeció y el perro ni cuenta se dio del movimiento. – Ahora, ¿Me ayudas a mí a levantarme?
-Claro, ¿estás bien? ¿Es por el bebé?
-No, cariño, no es por eso, es que tu tía ya está muy mayor para sentarse en el suelo.
-Tú nunca estarás mayor.
-¿Cómo voy a dejar de quererte diciéndome esas cosas? – CC se levantó con su ayuda y lo abrazó. – Ni se te ocurra pensar que dejaremos de quererte Niles y yo, puedo hablar por él, os tiene mucho cariño. Te quiero, ahora a la cama.
-Sí, Tía Claire. Buenas noches, te quiero y a Niles también. – La besó en la mejilla y después le besó en la barriga. - Buenas noches, bebé, a ti también te quiero.
Preston corrió a su habitación y CC se quedó mirándolo emocionada, se puso la mano en la barriga y sonrió empezando a llorar. Estaba allí de pie congelada cuando llegó Niles y la vio llorar con la mano puesta en el vientre, asustado corrió hacia ella y la abrazó.
-CC, cariño, ¿Qué te pasa? ¿Te duele algo? ¿El bebé está bien?
-Sí, sí, todo está bien…
-¿Y por qué lloras? – Se sentaron en el sofá un momento.
CC le contó la conversación que tuvo con su sobrino pequeño, que se lo encontró allí con Chester dormido encima de él cuando iba a beber agua fría, que estaba preocupado por algo y que estaba raro desde que le dijeron a todo el mundo lo del bebé porque pensaba que ya no iba a quererlo como siempre, que le metió esa idea en la cabeza un chico del colegio cuando su hermano y él le estaban enseñando las fotos de las navidades a unos amigos suyos en la sala común del colegio, que pareció quedarse más tranquilo y cuando le contó lo que hizo al despedirse de ella, volvió a llorar.
-Ese niño es un encanto. – Dijo Niles. – No sé a quien habrá salido…a la familia de tu madre seguro que no…
-Tiene muchos rasgos de la personalidad de mi abuela, ojalá lo hubiera conocido…
-Seguro que no hubiera permitido que tu hermana los hubiera mandado al internado…
-Hubiera amenazado con desheredarla…y esos niños no hubieran pisado un internado jamás. – Miró la foto de su abuela a su lado. – Y ahora yo intentaré que no vuelvan allí.
-¿Qué has planeado?
-Cuando vuelva mi padre hablaré con él y, según lo que me diga, con Stewie…Preston aún es pequeño, pero quiero que se queden con nosotros… si no te importa, claro… vamos a tener un bebé y ellos están entrando en una edad difícil…
-Sabes que no me importa, son unos chicos estupendos, no supondrán una molestia. Les tengo mucho cariño y seguro que serán más una ayuda que una molestia. Por mí no te preocupes, yo los quiero aquí también. Pero, sabes es muy tarde y mañana tengo que madrugar para ir a comprar la prensa y preparar el desayuno… si mi madre deja que entre en la cocina… he pensado que iremos por la mañana de paseo con los niños y mis padres y los llevaremos a almorzar donde Colin, después de comer iremos al cine con los Sheffield.
-También tenemos que llevar a Chester al peluquero canino…
-Está bien, pero ahora vamos a dormir.
-Sí, por cierto, ¿Qué hacías tú también levantado a esta hora? – Preguntó CC mientras caminaban a su habitación.
-Me di cuenta de que no estabas en la cama y te estaba buscando…sabes que no puedo dormir bien sin ti.
-Yo tampoco puedo dormir sin ti… pero con unas cosas y otras no he bebido agua.
Fueron un momento a la cocina y Niles aprovechó también para beber agua, después volvieron a su habitación y poco tiempo después estaban dormidos y abrazados. Ninguno de los dos sospechaba que alguien estuvo espiando su conversación, un feliz Preston escuchó toda la conversación tras la puerta entreabierta de su habitación, saber que su tía y Niles querían que él y Stewie vivieran con ellos era un sueño hecho realidad. Cuando los vio irse a su dormitorio, volvió a su cama, miró a su hermano durmiendo en la cama de al lado y decidió no contarle aún lo que había oído… de todas formas, la Tía Claire dijo que hablaría con él y el abuelo, lo que sí decidió es que antes de terminar el verano le diría a su Tía y a Niles que quería quedarse con ellos para siempre.
