Capítulo 27 – La Fiera Durmiente
Recostada en su cama, mientras los rayos del sol de la mañana atravesaban la ventana y acariciaban cálidamente su cuerpo, se encontraba Fluttershy, totalmente inmersa en la lectura del libro que Rarity le había prestado. El libro era un cuento de aventuras sobre una princesa pony de un reino muy lejano, la cual era secuestrada misteriosamente, dejando a todo el reino sumido en la tristeza y el caos, donde solo un humilde campesino era el único lo suficientemente valiente para ir al rescate de la princesa, de la cual él estaba secretamente enamorado.
Al principio, Fluttershy había leído tímidamente el libro, sabiendo que era un cuento de aventuras y que el protagonista tendría que enfrentarse a terribles situaciones que a ella la ponían muy nerviosa cuando leía, sin embargo, tal como la misma Rarity le había dicho cuando le prestó el libro, nada muy terrible pasaba en el cuento, de hecho el protagonista rara vez había luchado en todo el cuento, él héroe solo usaba las palabras o su astucia para salir adelante, lo cual hizo que Fluttershy se interesara aún más en el libro, haciendo que pudiera leerlo sin temor a asustarse. Así fue como Fluttershy leyó el libro durante toda la tarde del día anterior, y tan atrapada estaba por el cuento, que le tomó mucho esfuerzo finalmente dejar de leer aquella noche para por fin irse a dormir, sin embargo lo primero que hizo al despertar aquel día, fue volver a tomar el libro y leer las últimas páginas que le quedaban pendientes, justo en el clímax del cuento:
"…el pobre 'Rusty Sword' se encontraba en medio de las ruinas del antiguo castillo. Luego de haber evadido infinidad de trampas, de haber engañado a los mercenarios que habían secuestrado a la princesa, y de haber pasado oculto entre manadas de extrañas criaturas, él finalmente había encontrado lo que buscaba: Allí, en medio de las enormes ruinas, se encontraba su amada princesa, tan hermosa como siempre, recostada sobre un enorme pedestal.
Rusty Sword corrió hasta donde yacía la princesa, sin embargo se detuvo de golpe al escuchar un aterrador gruñido. Él se dio la vuelta y finalmente se encontró cara a cara con aquel que en la oscuridad de la noche había secuestrado a la hermosa princesa, una enorme criatura, con escamas brillantes como la plata, enormes colmillos, y feroces ojos que..."
"¡Nooo!" Gritó Fluttershy asustada, cerrando de golpe el libro.
Aquel era el problema por el cual Fluttershy nunca podía terminar un libro de aventuras, ella se sumergía tanto en la historia que cada vez que el protagonista se enfrentaba a algún monstruo, ella no era capaz de continuar por miedo de ver al protagonista en una situación peligrosa y seguramente mortal, y aunque ella sabía que por lo general los libros de aventuras tenían finales felices, ella no era capaz de aguantar la tensión del clímax, en donde el protagonista parecía estar en una situación sin salida, y este libro parecía no ser la excepción, pues con la descripción del monstruo que acababa de leer, ella ya sabía a qué se enfrentaría el pobre de 'Rusty Sword', pues solo existía una criatura tan terrorífica con esa terrible apariencia.
"Un D-Dragón…" Susurró Fluttershy pensando en voz alta, cerrando sus ojos mientras a su mente llegaba un viejo recuerdo, en donde ella estaba en una cueva oscura donde solo se veían unos temibles ojos rojos y se escuchaba una siniestra y lúgubre risa, lo que hizo que a Fluttershy le diera un escalofrío y agitara su cabeza para olvidarse de ese terrible recuerdo. "Eso no pasará… Esto es solo un cuento, ¡Solo un cuento!"
Finalmente Fluttershy se armó de valor y abrió nuevamente el libro para continuar leyendo, ya que sabía que debía superar ese tonto miedo, pues de lo contrario jamás podría llegar al final feliz de ningún cuento. Así fue como Fluttershy volvió a acompañar a 'Rusty Sword' en su aventura, y leyó nerviosa cuando el héroe corría por los salones del antiguo castillo escapando de las feroces fauces del enorme dragón, y cuando parecía que 'Rusty Sword' no tenía salida y que Fluttershy nuevamente dejaría de leer por temor a lo que le sucediera al héroe, el valiente campesino del cuento hizo que el dragón golpeara una última columna del enorme salón, haciendo que todo el techo del gran salón cayera sobre el desprevenido dragón, solo entonces Fluttershy comprendió que el 'Rusty Sword' no había estado huyendo sin rumbo, sino que astutamente había estado haciendo que el mismo dragón fuera golpeando los pilares del techo y así que el dragón cavara su propia tumba.
Fluttershy había estado tan tensa leyendo el enfrentamiento con el dragón, que ahora ella ya no estaba recostada en su cama, sino que estaba sentada sobre esta, con la cara pegada al libro. Y así siguió leyendo, totalmente inmersa en el cuento, finalmente llegando al final de este, en donde 'Rusty Sword' llegaba hasta donde estaba la princesa, la despertaba, y ella, al ver a su salvador y reconocer en sus ojos la bondad, valentía y amor que este poseía, se acercaba hasta él y finalmente ambos se daban un profundo beso que ató sus corazones para toda la eternidad.
"¡Síííííí!" Volvió a gritar Fluttershy, esta vez gritando de felicidad, cayendo de espaldas nuevamente sobre su cama, feliz de ver al noble héroe conseguir finalmente su meta, rescatar a su amada. "¡Ese beso fue perfecto!" Agregó Fluttershy, sosteniendo el libro en su pecho y mirando hacia el techo con sus mejillas levemente sonrojadas.
Fluttershy se quedó mirando hacia el techo por un largo rato, sonriendo de oreja a oreja, feliz por el feliz destino de 'Rusty Sword'. Luego ella bajó la vista y vio el sol a través de la ventana de su habitación.
"¡Oh, no! ¡Ya es muy tarde!" Dijo Fluttershy sorprendida al darse cuenta que había pasado una buena parte de la mañana leyendo el libro y que se le había hecho tarde para cumplir sus deberes.
Entonces Fluttershy salió raudamente de su casa y caminó hacia su jardín, que en la práctica era todo el prado que rodeaba su casa. Allí ya la esperaban muchos de sus animalitos, quienes esperaban impacientes a que la bondadosa pegaso les diera de comer, pues pese a que ellos podían conseguir su propio alimento, ellos disfrutaban de la dulce voz y suaves caricias de su tierna cuidadora.
Así fue como Fluttershy empezó su laboriosa tarea de alimentar a los animales. Primero con los herbívoros, como ardillas y conejos, dándoles nueces, frutas secas y tiernas hojas, mucha comida de la cual ella misma disfrutaba a veces. Después de eso venían las aves, revoloteando entre las copas de los árboles, esperando pacientemente a que la pegaso les trajera los más jugosos gusanos del lugar.
"Viscosos pero sabrosos…" Pensó Fluttershy mientras escupía los gusanos para que sus aves pudieran comer, recordando una vez en que ella había intentado probar un gusano, un sabor que no le había disgustado tanto como pensó mientras lo tenía en la boca, pero en cuanto ella sintió moverse al gusano, no pudo evitar vomitarlo y jurarse a sí misma que jamás intentaría algo así de nuevo.
Por último, Fluttershy dejó la tarea más incómoda para el final. Ella fue hasta el riachuelo que pasaba por su casa, y atrapó varias truchas que nadaban por allí, después de todo, aunque ella fuera herbívora, tenía varios animales carnívoros entre sus filas, los cuales, a su pesar, debían de comer carne para sobrevivir, algo a lo que ella ya se había acostumbrado, de hecho incluso había acostumbrado a que el oso Harry solo se alimentara de peces y que así su hambre de carne no dañara a ninguno de sus animalitos. Sin embargo solo tener algo vivo en su hocico, la hacía sentir incómoda, así que ella realizaba aquella desagradable tarea al final, y lo más rápido posible.
Fluttershy llevó los peces a las nutrias y hurones que vivían bajo el puente que cruzaba el riachuelo, y se los entregó rápidamente, cuidando de no mostrar una cara de disgusto frente a las nutrias, después de todo, ella entendía que así funcionaba la naturaleza. En cuanto lo hizo, la pegaso se dispuso a irse, ya que no le gustaba ver comer carne a sus animalitos, sin embargo se quedó quieta al ver que esta vez una de las nutrias no comía inmediatamente la trucha, solo se la quedaba viendo mientras la sostenía. Fluttershy se dispuso a preguntarle a la nutria si había algún problema, pero no alcanzó a hacerlo al ver que la nutria tomó la trucha en su boca y dio un par de saltos hasta llegar donde estaba otra nutria, una hembra, que al ver que la nutria macho llegaba con un presente para ella, no pudo evitar sonrojarse.
"Aww… que tierno… están enamorados." Sonrió Fluttershy tiernamente al ver como se formaba una nueva pareja entre sus animalitos.
Al ver a las dos nutrias dándose tiernos besos con sus narices, Fluttershy recordó como el héroe del cuento que acababa de leer, Rusty Sword, también había encontrado el amor, besando apasionadamente a su amada princesa, quien también había caído enamorada de su salvador. En ese instante Fluttershy inconscientemente levantó uno de sus cascos y se tocó los labios al recordar el beso del cuento.
"Debe ser lindo que alguien se enamore de ti y… te bese…" Pensó Fluttershy mientras sus mejillas se sonrojaban y se daba cuenta que al imaginarse a ella misma en una situación romántica, el único rostro que se le venía a la mente era el de un conocido unicornio lavanda, aquel que siempre hacía que su corazón se acelerara cuando lo veía.
"¿¡En qué estoy pensando!?" Dijo Fluttershy pensando en voz alta, sacudiendo su cabeza mientras sus mejillas seguían sonrojadas.
En ese instante Fluttershy finalmente se alejó de las nutrias y volvió su vista al cielo mientras hacía memoria sobre qué otras tareas le quedaban pendientes para realizar aquella mañana, sin embargo se distrajo de inmediato al ver que una enorme nube de humo empezaba a aparecer en un costado del cielo. Fluttershy se quedó viendo la nube de humo, que lentamente se iba haciendo más grande y a su vez iba avanzando lenta pero constantemente desde las montañas hacia el centro del pueblo.
"¡E-Eso no es bueno!" Dijo Fluttershy nerviosa, temiendo que aquello pudiera ser producto de algún enorme incendio. "¡Debo buscar ayuda!"
En seguida Fluttershy comenzó a correr en dirección a Ponyille, pues aunque no sabía cuál era el problema ni estaba segura de cómo solucionarlo, sabía que allí en el pueblo estaban quienes sí podían resolverlo, los seres en los que ella más confiaba, sus cuatro eternas amigas y su más reciente nuevo amigo, los cinco ponies en los que más confiaba en todo el mundo y quienes definitivamente la escucharían y ayudarían si es que aquella enorme columna de humo era señal de algún peligro.
En las afueras de Ponyville, todos los ponies parecían estar muy animados, paseando por el parque, conversando entre los amigos, jugando, cantando, cada uno disfrutando a su manera de aquel bello día, y las amigas de Fluttershy no eran la excepción. En medio del parque se encontraban Pinkie Pie, Applejack y Rarity, todas mirando atentamente a Rainbow Dash, quien cabeceaba una y otra vez una pelota morada e intentaba no perder el balance mientras lo hacía.
"¿Cuánto tiempo más estarás rebotando esa pelota en tu cabeza?" Preguntó Rarity, mirando con curiosidad a su amiga, esperando no desconcentrarla con la pregunta.
"Solo necesito doscientos doce rebotes más…" Respondió Rainbow Dash sin dejar de mirar la pelota que rebotaba sobre su cabeza.
"Resulta que Dusk Shine le prestó un libro de records." Dijo Applejack mirando a Rarity, sabiendo que su amiga aún no entendía lo que hacía la pegaso. "Y Rainbow Dash decidió que sería fácil para ella romper el record ecuestre por el mayor número de rebotes en la cabeza con una pelota, así que ella ha estado con esto toda la mañana."
"A propósito, ¿Dónde está Dusk? ¡Quiero que esté aquí cuando rompa el record!" Agregó Rainbow Dash sin perder su concentración pero sonrojándose levemente.
"No lo sé, se le ha hecho tarde, se supone que íbamos a reunirnos aquí." Respondió Applejack encogiéndose de hombros.
Mientras Rainbow Dash seguía con su desafío, Fluttershy apareció corriendo a lo lejos, mirando hacia todas partes intentando encontrar a sus amigas, una tarea difícil ya que justamente aquella mañana el parque estaba repleto. Finalmente Fluttershy dio un suspiro de alivio al ver a sus amigas, aliviada de haberlas encontrado, ya que hubiera sido muy difícil para ella explicarle a alguien más sobre el peligro que había descubierto, pues ella sabía que su propia timidez siempre le jugaba en contra cuando tenía que hablar con alguien más sobre algo, pero afortunadamente sabía que sus amigas la escucharían y definitivamente le creerían sin dudar.
Fluttershy corrió hacia donde estaban sus amigas, dispuesta a advertirles sobre lo que había visto desde su casa.
"Um… Hola chicas, me alegra haberlas encontrado, yo-" Comenzó a hablar Fluttershy apresuradamente, con su normal tono de voz suave y de bajo volumen.
"Oh, hola querida, ¿Qué tal?" Saludó Rarity amablemente, interrumpiendo sin querer a su amiga. "Dime, ¿Ya leíste el libro que te presté?
"Yo, um… s-sí, lo leí, pero lo que quería decir es-" Respondió Fluttershy intentando en vano volver al asunto que le importaba, ya que nuevamente fue interrumpida.
"¡Cuidado! Abran paso." Dijo Pinkie Pie acercándose hasta donde estaban sus amigas, junto con una docena de ponies del lugar.
"¿Por qué hay tantos ponies?" Preguntó Applejack confundida.
"Yo, y-yo necesito advertirles-" Dijo Fluttershy tímidamente, sin ser escuchada y volviendo a ser interrumpida.
"¡Yo les pedí que se acercaran!" Respondió Pinkie Pie a Applejack con una gran sonrisa, totalmente emocionada. "¡Rainbow Dash está a punto de romper un record mundial! ¡Es un hecho histórico! ¡Mientras más público mejor!
"Yo estaba afuera de mi casa, hasta que vi-" Continuó hablando Fluttershy, sin que nadie la oyera.
"¿Es cierto que Rainbow Dash va a romper un record?" Dijo una de las yeguas que se había acercado junto a Pinkie Pie.
"Había una enorme nube de humo que-" Siguió hablando Fluttershy sin ser escuchada.
"Bueno, no estoy tan segura." Respondió Applejack con una sonrisa traviesa, acercándose a la yegua que había hecho la pregunta para susurrarle. "Creo que Rainbow Dash no leyó la parte que dice que el record era rebotar un balón saltando en una pata. Se lo hubiera dicho, pero es mi pequeña venganza por la broma que me jugó el otro día, jeje."
"El humo viene cerca de la montaña-" Fluttershy seguía hablando, intentando en vano captar la atención de alguien.
"¿Entonces este record no sirve de nada pero ella cree que sí? ¡Jajaja! ¡Eso es divertido!" Se rio la yegua y los demás ponies que alcanzaron a escuchar lo que dijo Applejack.
"Quizás sea un incendio-" Fluttershy siguió intentando hacerse escuchar sin resultado.
"Así es, pero aún así es un logro impresionante." Agregó Applejack volviendo a mirar a Rainbow Dash, sabiendo que a pesar de todo era impresionante la habilidad y equilibrio que tenía Rainbow Dash con el balón.
"Alguien debería ir a investigar y…" Finalmente Fluttershy se calló tímidamente al ver que de nada servía hablar, ya que nadie le prestaba atención y todas, incluyendo sus amigas, hablaban animadamente solo sobre el desafío del balón de Rainbow Dash.
Finalmente Fluttershy respiró hondo para intentar hablar más fuerte y hacerse escuchar, ya que lo que ella había visto parecía ser una emergencia y todos debían estar al tanto de aquello, sin embargo esta vez ella fue interrumpida antes de hablar.
"¡Podrían guardar silencio por favor! ¡Tanta charla me está desconcentrando!" Gritó Rainbow Dash, quien no quitaba la vista del balón que rebotaba, por lo que no podía ver que ahora ella no estaba solo con sus amigas, sino que había una docena de ponies rodeándola y mirándola, sin embargo ella podía oír los murmullos a su alrededor, lo que le hacía perder la concentración.
En cuanto Rainbow Dash gritó, el público a su alrededor se calló, al igual que lo hizo Fluttershy, quien solo puso una mirada de nerviosismo, ya que quería advertirles a todos sobre la enorme columna de humo que ella había visto, pero no quería interrumpir ni desconcentrar a su amiga en lo que parecía ser algo importante para ella. Así, Fluttershy se giró desanimada, mordiéndose el labio nerviosamente, mirando hacia otro lado sin saber qué hacer, hasta que de repente vio que a lo lejos se acercaban dos figuras que ella bien conocía, un unicornio lavanda junto a un pequeño dragón morado, lo que le levantó nuevamente el ánimo a Fluttershy, ya que parecía que Dusk definitivamente la escucharía.
La tímida pegaso amarilla corrió lejos de la multitud que habían congregado sus amigas y fue hasta donde venía Dusk Shine, quien se encontraba hablando animadamente mientras caminaba junto a su pequeño hermano dragón. En cuanto Fluttershy llegó a donde estaba Dusk, se detuvo para saludarlo y advertirle sobre lo que había visto, sin embargo se detuvo al ver que justo cuando ella llegaba, Dusk y Spike estallaban en risa, como si se hubieran contado una broma justo antes que ella llegara.
"¡Jajaja! De verdad desearía haber estado allí para ver su cara ¡Jajaja!" Dijo Dusk Shine riéndose mientras hablaba con Spike.
"¡Jaja! ¡Sí! Eso es lo único malo de estar aquí en Ponyville." Se rio también Spike ruidosamente.
"Um… Hola Dusk, Hola Spike." Dijo Fluttershy tímidamente, notando que al parecer ninguno de los dos había notado aún su presencia.
"Oh, hola Fluttershy, perdón, no te había visto, jeje." Dijo Dusk, saludando y secándose una lágrima de risa.
"¡Dusk! ¡Cuéntale, cuéntale!" Dijo Spike cubriendo su risa con su garra. "Fluttershy no se lo dirá a nadie, jeje."
"¿Quieres saber por qué nos reíamos tanto?" Preguntó Dusk con una sonrisa, mirando a Fluttershy.
"Eh, yo… bueno, es que-" Respondió Fluttershy nerviosa, ya que en cualquier otro momento a ella le hubiera interesado aquello, pero ahora había algo más importante de lo que hablar, sin embargo como ya era costumbre, ella nuevamente fue interrumpida.
"¡Le hicimos una broma a la princesa Celestia!" Dijo Spike apresuradamente, sin poder aguantarse más a decirlo.
"¿L-Le hicieron una broma a la princesa?" Preguntó Fluttershy sorprendida y un poco asustada. "¿C-Cómo? ¿Por qué? Ustedes… ¿Fueron hasta Canterlot para hacerle una broma?"
Dusk Shine y Spike se miraron mutuamente y sus sonrisas fueron creciendo lentamente hasta llenar sus caras.
"No fue necesario ir hasta Canterlot." Respondió Dusk sonriendo, mirando nuevamente a la pegaso.
"¡Todo gracias a esto!" Agregó Spike, mostrando lo que parecía ser una pequeña libreta.
"¿Qué es eso?" Preguntó Fluttershy mirando el pequeño cuaderno que sostenía Spike.
"Esa es la libreta de contactos de la princesa Celestia, la encontré de casualidad mientras veía unos viejos cuadernos míos que enviaron desde Canterlot." Dijo Dusk sonriendo. "Resulta que a veces la princesa solía hacer que yo escribiera sus cartas y las enviara a los nobles de la capital."
Fluttershy se quedó mirando confundida a Dusk, aún sin entender a dónde Dusk quería llegar.
"Hoy es el día libre de la princesa, lo sabemos porque ella siempre se toma un día libre cada cuatro meses para descansar de todas sus tareas reales." Agregó Dusk mientras comenzaba a reírse al recordar lo que había hecho. "P-Pero hoy misteriosamente estará muy ocupada, jajaja."
"¡Le enviamos cartas falsas a todos los nombres de la libreta para decirles que la princesa había agendado audiencias privadas para ellos hoy!" Dijo Spike nuevamente sin poder aguantarse de contar la genial broma que ellos habían hecho. "Así que la princesa estará totalmente sorprendida al ver que tiene a todos los nobles de Canterlot esperando audiencias con ella en su día libre, ¡Jajaja!"
"¡Jajaja! Sí, hacía mucho tiempo que no le jugaba una broma a la princesa, lo mejor es mantener las tradiciones, ¡Jajaja!" Dijo Dusk también riéndose.
Fluttershy se quedó mirando a Dusk y Spike mientras reían, sin saber cómo reaccionar, ya que hacerle una broma a la princesa le parecía algo imperdonable, además que pensaba que era algo cruel quitarle el día de descanso que ella tenía, aunque claro, Fluttershy no sabía que aquel tipo de bromas pesadas eran algo normal para Dusk y la princesa, pues la mismísima princesa le había jugado a Dusk bromas mucho más pesadas en algún momento. Finalmente Fluttershy sacudió todos aquellos pensamientos sobre la broma a la princesa, y recordó que ella tenía algo mucho más importante de lo que hablar con Dusk.
"Dusk, y-yo vine a contarte algo importante." Dijo Fluttershy poniendo una mirada seria. De inmediato Dusk vio a su amiga y supo que para que Fluttershy pusiera esa expresión, ella debía de estar a punto de contarle algo importante, por lo que dejó de reír y la miró atentamente. "Yo estaba afuera de mi casa alimentando a los animalitos de la pradera, cuando de repente-"
"¡Pezuñas saltarinas! ¿¡Qué es eso de allá!?" Gritó repentinamente Applejack desde la multitud que veía atentamente el intento de record de Rainbow Dash, gritando con tal voz que incluso Dusk, Fluttershy y Spike miraron hacia donde estaba su amiga campirana.
Al ver a Applejack, todos vieron que ella apuntaba hacia el cielo, por lo que todos subieron la vista hacia donde ella apuntaba. Allí todos se sorprendieron al ver una gran nube de humo que iba creciendo lentamente y se iba acercando por el cielo en dirección al pueblo.
"¿¡Qué es eso!?" Preguntó Dusk sin dejar de ver la enorme nube de humo que aparecía creciendo en el cielo.
"Eso es de lo que quería advertirles, yo-" Comenzó a hablar Fluttershy tímidamente, sin ser capaz de terminar, ya que Dusk rápidamente trotó hacia donde estaban sus demás amigas para ver si alguna de ellas sabía que era aquella nube de humo.
Tanto Spike como Fluttershy fueron a la siga de Dusk y se unieron a sus amigas y al resto de los ponies que estaban allí y que veían con temor aquella enorme nube de humo, todos excepto Rainbow Dash, quien seguía rebotando sin parar la pelota en su cabeza, aunque esta vez con más dificultad, ya que los gritos de preocupación a su alrededor la desconcentraban.
"Es una enorme nube de humo, ¿Pero de dónde vendrá? ¿Habrá algún incendio cerca?" Dijo Rarity con un poco de preocupación, quien como el resto de los ponies comenzó a especular sobre el origen del humo.
"Para lanzar tanto humo debe de ser un incendio enorme… ¿Alguna de ustedes vio de dónde comenzó a surgir?" Preguntó Dusk a su llegada a la multitud.
"C-Creo que viene de la montaña que-" Comenzó a hablar Fluttershy antes de ser interrumpida por enésima vez.
"¿¡Dusk llegó!?" Preguntó Rainbow Dash emocionada, quien había aguantado la concentración todo ese tiempo, pero en cuanto oyó la voz de Dusk, ella miró de reojo a su alrededor, y solo eso bastó para que ella finalmente perdiera el balance y dejara caer el balón que ella había estado cabeceando toda la mañana. "¡Noooo!" Gritó Rainbow Dash desesperada al ver caer el balón y sus aspiraciones de romper un record.
Rainbow Dash quedó mirando el balón en el suelo como si este hubiera sido un plato de cristal que se había roto, con una expresión de total desilusión, sin embargo, al levantar la cabeza, vio que todos a su alrededor veían hacia el cielo, por lo que ella hizo lo mismo y se quedó igual de sorprendida al ver la gran nube de humo que crecía en el cielo.
"¡Wow! Eso es mucho humo…" Dijo Rainbow Dash hablando consigo misma.
Entonces Rainbow Dash abrió sus alas y se lanzó al cielo volando velozmente hacia donde venía la nube de humo, después de todo ella pensaba que como capitana del equipo del clima, era su responsabilidad saber todo lo que sucedía en el cielo de Ponyville, aunque claro, también lo hacía para saciar su curiosidad. Así fue como Rainbow Dash se alejó rápidamente de la multitud, voló lo más alto que pudo avanzando en dirección de la humareda, y volvió igual de rápido a donde estaba la multitud de ponies junto a sus amigas.
"Parece que todo ese humo viene de la montaña del Este." Dijo Rainbow Dash a sus amigas una vez aterrizó junto a ellas.
"Um… eso… eso es lo que intentaba decirles…" Dijo Fluttershy algo apenada, ya que finalmente ella no se había hecho escuchar y fueron otros quienes alertaron sobre lo que ella ya sabía.
"¿De la montaña? ¿Entonces no es un incendio?" Dijo Dusk Shine confundido.
En ese instante un enorme rugido se escuchó en todo el pueblo, poniendo en alerta a todos los ponies de los alrededores al mismo tiempo que hacía temblar a los ponies que veían la nube de humo, pues todo indicaba que el enorme rugido había provenido justamente de donde venía la nube de humo.
"No puede ser… Creo que es un dragón…" Dijo Dusk nervioso, pensando en voz alta.
En cuanto Dusk dijo aquella frase, todos los ponies a su alrededor comenzaron a murmurar entre ellos mientras el miedo crecía rápidamente entre la multitud, haciendo que la multitud se dispersara debido a que muchos ponies comenzaron a correr asustados de vuelta a sus hogares, sin embargo, entre todo ese bullicio, había una pony que estaba inquietantemente quieta y silenciosa, era Fluttershy, quien al escuchar el terrible rugido y luego haber escuchado la palabra 'dragón', se paralizó completamente, poniéndose totalmente pálida del miedo mientras su mente viajaba a uno de sus recuerdos más terroríficos, recordando unos malvados ojos rojos, unos enormes colmillos y una lúgubre risa malvada.
Mientras Fluttershy quedaba paralizada por el terror absoluto, Dusk Shine comenzó a pensar en qué debería hacer ante tal peligro, pues tener un dragón cerca era un peligro inminente, ya que de ser un dragón salvaje, este podría comer cualquier criatura viva, incluyendo ponies, y aunque no fuera uno de esos dragones carnívoros, un dragón come-gemas de igual forma podría aterrorizar los pueblos cercanos y robar todas las joyas y especies de valor que allí hubiera; y finalmente, si el dragón solo venía a dormir, igualmente sería un peligro, ya que el humo provocado por sus ronquidos definitivamente oscurecería todo el cielo cercano, bloqueando el sol por completo, lo que dejaría a Ponyville en completa oscuridad.
"Spike, toma nota." Dijo Dusk Shine luego de meditar. "Creo que la única opción que hay es avisarle a la princesa para que envíe algún escuadrón de guardias para enfrentarse al dragón."
"Creo que alguien ya se te adelantó." Respondió Spike apuntando hacia el otro extremo del cielo que aún no estaba oscuro por el humo.
En cuanto Dusk vio a donde apuntaba Spike, entendió a lo que se refería. Justamente viniendo desde Canterlot venía un escuadrón de cinco pegasos de la guardia real, fácilmente reconocibles por sus brillantes armaduras doradas. El escuadrón de guardias voló sobre Ponyville, y como si justamente hubieran estado buscando a Dusk Shine, comenzaron a descender en el parque a las afueras del pueblo, y aterrizaron justamente frente a Dusk y sus amigas.
"Tú eres Dusk Shine, ¿Verdad?" Preguntó uno de los guardias, aquel que parecía ser el líder del escuadrón.
Dusk Shine entrecerró los ojos fugazmente al escuchar aquella pregunta, ya que le molestaba que los guardias no supieran, o fingieran no saber quién era él, a pesar de todo el tiempo que él había vivido en el castillo, sin embargo aquel no era el mejor momento para discutir.
"Así es, y me alegro mucho que hayan venido." Dijo Dusk dejando su molestia de lado, aliviado de que el problema que se les presentaba aparentemente se resolvería más rápido de lo que había pensado. "Seguramente la princesa ya se enteró del dragón, justamente le iba a escribir una carta para que enviara un-"
"Esta carta es para ti." Dijo el líder del escuadrón de guardias, interrumpiendo a Dusk y mostrándole un pergamino que sostenía.
Dusk miró algo incrédulo al guardia, luego tomó el pergamino y lo leyó:
"Querido Dusk.
Me acaban de informar que un enorme dragón ha sido avistado cerca de Ponyville. Al parecer dicho dragón ha decidido tomar una siesta en una cueva en la cima de una montaña que queda al lado del pueblo.
De más está decir que es imperativo hacer que el dragón se mueva y duerma en otro lado, ya que su ciclo de hibernación puede variar de días a cientos de años, por lo que el humo provocado por sus ronquidos podría acabar con el bello pueblo de Ponyville y sus alrededor.
Es por esto que he decidido que TÚ te encargues de la situación y puedas de alguna forma disuadir al dragón de dormir en la montaña. Iría yo misma, pero por alguna extraña razón estoy repleta con audiencias este día.
Se despide afectuosamente, Princesa Celestia."
Tan pronto Dusk Shine terminó de leer la carta, puso una cara de total sorpresa e incredulidad ante lo que acababa de leer, por lo que releyó la carta un par de veces más para asegurarse que había entendido correctamente lo que la princesa le solicitaba. Una vez Dusk estuvo seguro que no había errores y que había leído todo correctamente, él puso una tonta sonrisa de incredulidad y miró a los guardias.
"¿La princesa me está pidiendo que yo haga que el dragón se vaya?" Dijo Dusk sonriendo con total incredulidad. "Es una broma, ¿Verdad?"
Los guardias se miraron entre sí por un momento y luego miraron a Dusk, extendiéndole otro pergamino.
"La princesa dijo que te diéramos este pergamino si nos hacías esa pregunta." Dijo el líder de los guardias, entregándole a Dusk el otro pergamino.
"¡Lo sabía!" Pensó Dusk suspirando de alivio mientras abría el nuevo pergamino, y sonriendo por el susto que se había llevado. "¡Sabía que debía de ser una broma de la princesa!"
Dusk abrió la carta y leyó:
"No es una broma.
PD: Para la próxima vez que quieras arruinarme el día libre llenándome el día con audiencias falsas, dile a alguien más que escriba las invitaciones, ya que pedí que me mostraran las falsas invitaciones que les habían enviado a los nobles y pude reconocer fácilmente la letra de Spike, recuerda que llevo años recibiendo sus cartas.
En fin, diviértete con el dragón :) "
Cuando Dusk terminó de leer la carta, la bajó lentamente mientras un sudor frio recorría su cuerpo. No era una broma, esta era la venganza de la princesa por haberle quitado su día libre, él de verdad tendría que hacer que de alguna forma el dragón se alejara de la montaña de Ponyville.
Mientras la sonrisa de Dusk desaparecía y su rostro se volvía pálido al descubrir la terrible tarea que se le había encomendado, los guardias vieron el rostro de Dusk y no pudieron evitar reírse al verlo tan perturbado luego de que hubiera estado tan sonriente.
"Es un alivio, chico, ¡Gracias por encargarte del dragón por nosotros!" Dijo el líder de los guardias reales mientras sonreía traviesamente, ya que la misma princesa les había comentado lo que decían las cartas antes de entregárselas. "¡Suerte!"
En ese instantes todos los guardias abrieron sus alas y despegaron al mismo tiempo, volando velozmente por donde mismo habían llegado, en dirección a Canterlot, dejando a Dusk paralizado y sin habla.
Apenas los guardias se fueron, las amigas de Dusk se acercaron hacia él para saber lo que había sucedido, todas excepto Fluttershy, quien seguía paralizada donde estaba, aunque solo a unos pocos pasos al lado de Dusk. Fue entonces que Dusk lentamente salió de su estupor inicial, y con una cara de total resignación y temor, le explicó a sus amigas lo que había sucedido y lo que la princesa le había solicitado.
"Vaya… esto sí es un nuevo nivel de venganza…" Dijo Spike rascándose la cabeza luego que Dusk terminara de hablar. "Te dije que era mala idea hacerle esa broma a la princesa."
Dusk miró a Spike con coraje, recordando que su pequeño hermano había sido una parte importante en la planeación de la broma de la princesa, pero luego Dusk solo bajó la cabeza, resignado a que eso ya no era importante.
"Cómo sea, creo que partiré de inmediato. No sé cómo lo haré, pero de alguna forma tendré que hacer que ese dragón tome su siesta en otro lado." Dijo Dusk poniendo una tímida sonrisa ante su incierto futuro.
"Bueno, solo danos unos minutos para buscar algunas cosas, debemos ir preparadas para cualquier eventualidad." Dijo Rarity repentinamente, poniéndose un casco en su mentón mientras pensaba.
Dusk alzó la vista sorprendido y vio que sus cuatro amigas a su alrededor lo miraban con sonrisas que lo llenaban de confianza.
"Debí saberlo, ellas quieren acompañarme a esta peligrosa aventura." Pensó Dusk mientras una sonrisa más natural crecía en sus labios.
"Por supuesto que te acompañaremos, no me digas que pensabas que irías solo." Dijo Pinkie Pie sonriendo, como si hubiera leído la mente de Dusk.
Dusk ya sabía por experiencia que sería inútil decirle a sus amigas que se quedaran atrás, ya que todos eran amigos y ellas obviamente querrían acompañarlo a esta peligrosa aventura, y la verdad era que Dusk también quería que sus amigas lo acompañaran, después de todo ya habían demostrado que ellos eran mucho más fuertes cuando estaban todos juntos. Sin embargo, a pesar de todo, Dusk decidió que debía de poner en alerta a sus amigas ante el peligro que querían enfrentar.
"Quiero que me acompañen y vayamos todos juntos, pero debo advertirles que un dragón puede ser mucho más peligroso de lo que creen." Dijo Dusk con una mirada de preocupación, mirando a sus amigas a los ojos. "Los dragones adultos no son nada parecidos a Spike, son enormes, con filosas garras y grandes colmillos que fácilmente podrían atravesar una armadura, no quiero que lo tomen a la ligera."
Ante las palabras de Dusk, las yeguas empezaron a tomar más seriamente la situación, imaginándose a la terrible criatura que enfrentarían y no pudiendo evitar poner caras de preocupación. Dusk de inmediato notó que su comentario no solo había alertado a sus amigas, sino que también parecía haberlas desanimado y atemorizado, por lo que él de inmediato comenzó a pensar qué decirles para volver a levantarles la moral.
"¡Mientras estemos juntos nada podrá detenernos! ¡Ya hemos derrotado a la poderosa Nightmare Moon! ¡No lo olviden!" Gritó repentinamente Rainbow Dash emocionada, volando a ras de piso y lanzando golpes y patadas al aire, como si se estuviera enfrentando a alguien. "¡Ya verá ese dragón a lo que se enfrenta! Le daré el viejo uno-dos, y luego una patada giratoria, ¡Y le caeré en picada con mi súper puñetazo tan rápido que caerá rendido antes de darse cuenta!"
Ante la emoción de Rainbow Dash, las demás olvidaron por un momento sus preocupaciones y temores, y comenzaron a reír y a tener más esperanza ante la enorme tarea que se les venía por delante, confiando en que mientras tuvieran valor y estuvieran acompañados por sus amigos, podrían superar cualquier prueba juntos.
"¡Eso fue perfecto!" Pensó Dusk sonriendo, agradeciéndole internamente a Rainbow Dash por hacer rápidamente justamente lo que todas sus amigas necesitaban, darles un golpe anímico de confianza.
En tanto, levemente apartada de toda la emoción del momento, se encontraba Fluttershy, quien respiraba agitadamente luego de la crisis de pánico que había tenido al recordar aquel horrible recuerdo de su pasado. La tímida pegaso vio a sus amigas, todas sonrientes y confiadas entre ellas, en especial a Rainbow Dash, quien como siempre, era unas de la más valiente y decididas ponies que ella conocía, sin ninguna pizca de miedo, captando la atención de Dusk y sus amigas, envalentonándolas para que todas enfrentaran aquella gran prueba que tenían por delante; y allí estaba ella misma, el opuesto total a Rainbow Dash, temblando de miedo, ignorada, sin ser capaz siquiera de captar la atención de sus amigas, o la de Dusk Shine.
"¿¡Por qué!? ¿Por qué no puedo ser valiente como Rainbow Dash…?" Pensó Fluttershy casi al borde de las lágrimas.
Entonces Fluttershy dejó de mirar a Rainbow Dash y miró a Dusk, quien miraba apasionadamente a Rainbow Dash mientras sus ojos brillaban.
"Él la mira fijamente…" Pensó Fluttershy tristemente, dándose cuenta que no solo aquella vez, sino muchas otras, en que Dusk siempre miraba a Rainbow Dash a los ojos cuando hablaba con ella, a diferencia de como Dusk actuaba cuando hablaba con ella. "Él jamás me ha mirado así…"
"Muy bien, entonces nos reuniremos aquí en media hora." Dijo Dusk, finalmente organizando a sus amigas para que se prepararan rápidamente y partieran lo antes posible hacia la montaña.
"¡Claro!" Dijo Pinkie Pie entusiasmada.
"Media hora es poco tiempo, tendré que empacar lo fundamental." Dijo Rarity despreocupadamente, pensando más en lo que llevaría puesto para aquella excursión.
"Le diré a la abuela que empaque unas cuantas manzanas." Dijo Applejack, también confirmando, guiñándole un ojo a Dusk.
"¡Qué emoción! ¡Qué emoción! ¡Qué emoción!" Dijo Rainbow Dash, totalmente emocionada por saber que se enfrentaría a un enorme dragón.
En ese instante Dusk se giró hacia la única de sus amigas que faltaba por confirmar, esperando su respuesta.
"Fluttershy, ¿Estás de acuerdo?" Preguntó Dusk nuevamente al no obtener respuesta de su amiga y solo verla de espalda.
Fluttershy escuchó lo que dijo Dusk y escuchó en pánico como todas sus amigas confirmaban sin problemas que ellas irían con él, así cada una ganándose una gran y afectuosa sonrisa del potro lavanda. Todas tenían confianza en Dusk, todas querían apoyarlo incondicionalmente, ¡Todas estaban demostrando porque Dusk tenía un lugar en su corazón! Pero ella… lo único que podía hacer era temblar y recordar aquellos terribles ojos rojos y la risa siniestra de su pasado.
"No puedes ir, ¡No puedes ir! ¡NO PUEDES IR!" Se gritaba a sí misma Fluttershy, mordiéndose fuertemente sus labios, con su cuerpo totalmente tenso, y unas pequeñas lágrimas asomándose por sus aterrados ojos ante la impotencia que sentía consigo misma por sentirse una inútil y una cobarde.
"E-Esta bien…" Fue lo que finalmente respondió Fluttershy, girándose para ver a Dusk. Apenas abriendo su boca para responder, tomando todo su valor y fuerza de voluntad para lograr romper solo por un momento la barrera de miedo que estaba en su mente, deseando que por solo una vez Dusk la viera como alguien valiente y confiable, deseando que la viera como veía a Rainbow Dash.
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"Bien, ¡Andando!" Dijo Dusk sonriendo mientras él y las demás yeguas corrían hacia sus respectivas casas para preparar sus bolsas de viaje.
Los cinco ponies corrieron raudamente, dejando solo a la pegaso amarilla atrás, quien se quedó quieta donde estaba, como una estatua, pero en cuanto sus amigos se perdieron de vista, Fluttershy cayó al suelo derrumbada, cubriéndose su rostro con sus cascos mientras lloraba, sacando finalmente afuera toda su frustración y miedo que había reprimido mientras estaban sus amigos frente a ella.
Luego de un par de horas de caminata, finalmente los seis ponies llegaron a la falda de la montaña en donde el nuevo e indeseable visitante había llegado a tomar una larga siesta, y justamente en la cima de dicha montaña se podía ver perfectamente que desde su cima era de donde salía todo el humo que a esa altura ya había cubierto casi por completo el cielo de Ponyville. En cuanto llegaron a los pies de la montaña, Dusk Shine, Pinkie Pie, Rainbow Dash, Applejack, Futtershy y Rarity alzaron la vistas para ver la gran montaña que estaba frente a ellos, aunque la verdad era que esta era la montaña más baja de todas las montañas cercanas, lo cual era perfecto, ya que Dusk tenía la esperanza de que si apresuraban el paso y todo salía bien en la cima, quizás pudieran bajar la montaña antes que anocheciera.
Cada uno de los ponies llevaba sobre sus lomos una alforja, exceptuando las dos pegasos del grupo, quienes no llevaban para tener libres sus alas, en tanto que cada uno de los otros cuatro llevaba en sus alforjas lo que consideraba esencial para el viaje: Rarity llevaba una enorme cantidad de ropa y accesorios para toda ocasión, después de todo ella no sabía cuánto duraría aquel viaje y debía de estar presentable en todo momento; Pinkie Pie llevaba su arsenal portátil de fiestas, pensando en que aquella sería la primera vez que haría una fiesta con un enorme dragón adulto; Applejack llevaba solo comida, pues tan prevenida como era, había anticipado que ninguna de sus amigas se preocuparía por llevar comida; y finalmente Dusk Shine, quien llevaba varios libros sobre dragones y un mapa de la montaña, el cual justamente veía en ese momento, ideando la forma más rápida de llegar a la cima.
"Rarity ¿Por qué te pusiste esa bufanda?" Preguntó Rainbow Dash viendo que su amiga había sacado una elegante y fina bufanda y se la había puesto alrededor de su cuello.
"Bueno, iremos hasta la cima de la montaña, así que pienso que allí hará frio." Respondió Rarity con una sonrisa mientras modelaba su linda bufanda. "Traje varias, ¿Quieres que te preste una?"
"¡Pfft! No gracias, no creo que haga falta." Respondió Rainbow Dash con una sonrisa sarcástica, ya que en realidad encontraba absurdo que una bufanda en su cuello la protegiera del frio o siquiera sirviera para algo más que para adornar.
"¡Shh! Guarden silencio unos segundos, escuchen." Dijo Dusk repentinamente luego de darse cuenta de algo.
Las yeguas hicieron lo que Dusk les pidió y se quedaron en total silencio, así todas pudieron escuchar unos extraños ruidos provenientes de la montaña.
"¿Qué es ese ruido?" Preguntó Applejack confundida.
"C-Creo que son los ronquidos del dragón…" Dijo Dusk con un poco de temor en su voz. "Es increíble, es decir, es normal escuchar un rugido de un dragón a la distancia, pero si el dragón está durmiendo en la cima y desde aquí podemos escuchar fácilmente sus ronquidos, quiere decir que debe ser un dragón enorme… cientos de veces más grande que Spike."
En cuanto Dusk terminó de hablar, se dio cuenta de su equivocación y se giró para ver a las yeguas, quienes, con su comentario, de inmediato comenzaron a tener más miedo al recordar nuevamente el verdadero peligro al que se expondrían. Mientras Dusk pensaba en qué decir para volver a levantarles el ánimo, Rainbow Dash se le adelantó una vez más.
"Y… ¡Y eso qué importa!" Dijo Rainbow Dash volando frente a sus amigas con una cara de determinación, para darles valor, pese a que ella también se había asustado un poco. "Puede ser un dragón del porte de Equestria, ¡Da igual! ¡Mientras estemos juntas podremos con lo que sea!"
"¡Sí!" Respondieron todas las yeguas de inmediato, quienes recuperaron el ánimo gracias a las palabras de su amiga.
Mientras Rainbow Dash sonreía irradiando confianza, Dusk Shine la miraba sonriendo fijamente, algo que nuevamente notó Fluttershy inmediatamente, lo que hizo que la tímida pegaso bajara su cabeza tristemente con desilusión.
"Muy bien, hora de subir la montaña." Dijo Dusk luego de ver que todas sus amigas estaban listas para subir. "He visto el mapa y creo que si subimos por esta pendiente que queda en frente en vez de ir por el camino, ahorraremos mucho tiempo."
"¿Qué tal si las voladoras nos adelantamos un poco?" Dijo Rainbow Dash mirando a Dusk y luego a Fluttershy. "¿Qué dices, Fluttershy?"
Ante la pregunta de Rainbow Dash, Fluttershy se imaginó llegando ella sola frente al dragón, lo que la aterró completamente.
"C-Creo que es mejor que vayamos todos juntos." Respondió finalmente Fluttershy, ocultando que ella tenía miedo de volar sola hasta donde estaba el dragón.
"Sí, yo también creo que es la mejor opción." Agregó Applejack, comenzando a escalar por el sector empinado.
Rainbow Dash dejó de estar en posición de despegue a toda velocidad y de mala gana levantó lentamente sus alas para volar a ras de piso junto a sus amigas. Así, tras Applejack y Rainbow Dash, también comenzaron a subir la pendiente Rarity, Pinkie Pie y Dusk Shine, mientras tras él iba Fluttershy, volando lentamente igual que Rainbow Dash.
¡GROOOOOWL…!
Repentinamente un enorme rugido se escuchó, el mismo que ellos habías escuchado en Ponyville, pero esta vez muchísimo más fuerte. Todos se quedaron en silencio un momento, dejando de escalar la montaña, hasta que escucharon los ronquidos del dragón nuevamente.
"¡Vaya! Eso asusta a cualquiera, ¿Verdad?" Dijo Dusk con una sonrisa nerviosa, mientras miraba a sus amigas para comenzar a escalar nuevamente, sin embargo se sorprendió al no encontrar a una de sus amigas. "Alto, ¿Dónde está Fluttershy?"
El resto de las yeguas miraron a sus costados y ninguna vio a su tímida amiga. Fue solo cuando Dusk bajó por completo la vista que vio que Fluttershy había vuelto abajo, a la falda de la montaña.
"¡Fluttershy! ¿¡Qué haces allí abajo!? ¡Sube! ¡Fue solo un rugido!" Gritó Dusk hacia abajo, ya que ellos ya habían escalado bastante y tenía que gritar para hacerse escuchar.
Allí se quedaron esperando todos a que Fluttershy subiera o siquiera respondiera, sin embargo ella se quedó quieta y sin responder.
"Un momento… ¡Oh, no! ¿¡Cómo no me di cuenta antes!?" Pensó Dusk al recordar algo sobre Fluttershy.
"Sigan subiendo, los alcanzaremos enseguida." Dijo finalmente Dusk al resto, comenzando a bajar rápidamente la pendiente.
Una vez Dusk llegó donde estaba Fluttershy, vio que ella estaba temblando levemente, pero aún así su rostro mostraba cierta determinación, y lo más importante, ella movía sus hombros constantemente mientras veía su espalda, como si algo estuviera incomodándole.
"Fluttershy, ¿Qué sucede?" Preguntó Dusk preocupado.
"Yo… Yo lo siento…" Respondió Fluttershy con pena. "C-Cuando escuché el rugido del dragón, mis alas se contrajeron y no pude seguir volando… Yo… intento abrirlas, p-pero no me responden..."
Al escuchar la explicación de Fluttershy, Dusk suspiró con pesar, dándose cuenta que al parecer Fluttershy de verdad estaba haciendo un gran intento por acompañarlos, pero a pesar del esfuerzo que ella ponía, su propio cuerpo inconscientemente reaccionaba ante el temor. De inmediato Dusk lamentó ser un mal amigo y no darse cuenta antes del temor de su amiga.
"Fluttershy, cuando nos conocimos, tenía miedo de presentarte a Spike porque me dijiste que le tenías miedo a los dragones…" Dijo Dusk mirando con preocupación a su amiga. "Ese es el problema, ¿Verdad? Perdona por haberlo olvidado."
Fluttershy levantó la mirada y vio a Dusk a los ojos, quien la miraba con esa cara de preocupación con la que siempre él la veía, como si ella en cualquier momento fuera a quebrarse, tan diferente de la mirada de admiración con la que él hace poco había visto a Rainbow Dash, algo que le partía el corazón a Fluttershy.
"Escucha, si tienes miedo no es necesario que nos acompañes, no hay problema." Dijo Dusk intentando sonreír pero sin dejar de ver con preocupación a su amiga.
"¡N-No! ¡Yo quiero ir!" Dijo Fluttershy casi en un grito, con su suave voz, cerrando sus ojos fuertemente mientras unas pequeñas lágrimas se asomaban por ellos, nuevamente molesta consigo misma por ser un estorbo, intentando con todo su ser mostrarse valiente.
Dusk se vio sorprendido ante la determinación de su amiga, y aunque él, viendo temblar las patas de Fluttershy, sabía que su amiga debía de estar aterrada, Dusk no pudo dejar de valorar el gran esfuerzo que su amiga estaba haciendo por acompañarlos a pesar de todo.
"Está bien, vamos." Dijo Dusk con una sonrisa para levantarle el ánimo. "Si no puedes volar, escalaras junto a mí."
Al escuchar las palabras de Dusk, Fluttershy se alegró por ser comprendida por él, entonces ella miró a Dusk y luego a la pendiente por donde escalaban sus amigas, en donde de vez en cuando se desprendían algunas pequeñas piedras por el roce de los cascos, fue entonces que el alivio de Fluttershy rápidamente pasó a ser angustia nuevamente.
"Yo... no creo que sea capaz de subir esa pendiente." Dijo Fluttershy sinceramente, con una cara de angustia al darse cuenta que nuevamente estaba siendo una molestia.
Dusk miró confuso a su amiga un rato, indeciso de cómo actuar, ya que si hubiera sido cualquiera de sus otras amigas, él le habría reclamado o insistido para que subieran por la pendiente, ya que era el camino más corto a la cima, sin embargo ante él estaba Fluttershy, la pony más tímida del mundo, por lo que no podía tratarla como a las demás.
"Huff… está bien… si estás segura que no puedes, supongo que tendremos que ir por el camino largo." Dijo Dusk, suspirando e intentando ocultar un poco su frustración.
Fluttershy sonrió tiernamente al ver que Dusk estaba siendo paciente con ella y que además la acompañaría. Y así fue como ambos ponies comenzaron a caminar por el camino que subía a la cima de la montaña, por el cual les llevaría el doble de tiempo llegar hasta la primera mitad de la montaña, una caminata en la que cada uno de ellos iba inmerso en sus propios pensamientos.
"Dusk, ¿Por qué no vino Spike?" Preguntó Fluttershy mientras caminaban, pensando en que al menos podría aprovechar ese tiempo a solas que tenía con Dusk para conversar, de lo que fuese.
"Le dije que se quedara en casa, pues la verdad es que aunque él sea un dragón, no ha tenido mayor contacto con otros de su raza, se ha criado toda su vida entre ponies, así que no sé cómo reaccionaría un dragón adulto al ver a un pequeño bebé dragón junto a unos ponies, menos aún un dragón tan problemático que viene a dormir siestas a los poblados ponies." Respondió Dusk, pensando siempre en proteger a su hermano menor.
"Oh, ya veo, creo que tienes razón." Dijo Fluttershy con cierta angustia al imaginarse a un enorme dragón enseñándole sus garras al inocente y tierno Spike. "Creo que los dragones odiarían ver a un dragón siendo criado por ponies, ellos… ¡Son criaturas terribles!"
"Hablando de eso… dime, ¿Existe alguna razón por la que le temas a los dragones?" Preguntó Dusk al notar cierto temor y resentimiento en las palabras de Fluttershy.
Con la pregunta de Dusk, fue inevitable que Fluttershy volviera a aquel temible recuerdo de su pasado, donde nuevamente ella estaba sola en la oscuridad, viendo los terribles ojos rojos, los enormes colmillos, y la malvada risa de ultra tumba, lo que la hizo sudar y temblar de cola a cabeza.
"Los grandes dragones son bestias salvajes, con miradas malvadas, dientes afilados, siniestros y malvados… Por eso les temo." Respondió Fluttershy con una mirada asustada, sin dar más detalles.
"Yo no creo que todos los dragones sean así como los describes, criaturas salvajes y malvadas. Incluso algunos pocos viven en las tierras baldías de Equestria, por lo que deben seguir las leyes del reino." Dijo Dusk pensando en que quizás lo que Fluttershy tenía era un miedo superficial, solo por la apariencia intimidatoria de aquellas criaturas. "¿Entonces es solo por su apariencia que les temes? ¿Nada más?"
Ante la pregunta de Dusk, Fluttershy solo se quedó en silencio, pero su mirada cambió mostrando que su angustia y temor crecía por alguna razón. Ella no quería que Dusk pensara que ella discriminaba a los dragones solo por su apariencia, por lo que abrió su boca para contestar, pero finalmente ella fue incapaz de hacerlo y solo desvió su cabeza hacia un lado, deteniéndose y volviendo a temblar, negándose a revivir una vez más aquel horrible recuerdo.
Al ver que la pregunta había puesto en tal estado a Fluttershy, Dusk se acercó de inmediato a su amiga y puso un casco en su lomo para tranquilizarla.
"Perdona si te hice recordar al dragón y el temor que sientes." Dijo Dusk pensando en que Fluttershy temblaba nuevamente por recordar que ella estaba yendo justamente a enfrentarse a un dragón. "Dime, ¿Estás segura de querer continuar?"
Ante el tacto de Dusk, Fluttershy dejó de temblar y miró a Dusk tiernamente. Al verlo a los ojos, Fluttershy se imaginó a aquel dulce potro y a sus bondadosas amigas yendo a enfrentarse al terrible dragón que dormía en aquella montaña, y en seguida pensó que aunque ella fuera incapaz de hacer algo, no podía dejar a sus amigos solos ante tal peligro, pasase lo que pasase, ella quería estar con sus amigos.
"Sí, sigamos." Respondió Fluttershy finalmente, poniéndose en marcha junto a Dusk, pensando en algo que quería decir, pero que no se atrevía a hacer.
"Además, me siento segura cuando estoy contigo." Pensó Fluttershy mirando a Dusk tímidamente de reojo mientras caminaba a su lado.
"¡Por fin llegaron!" Dijo Rainbow Dash una vez que Dusk y Fluttershy llegaron hasta donde estaban ella y las demás, en medio del camino hacia la cima de la montaña.
Al mirar donde estaban sus amigas, Fluttershy vio que el suelo estaba lleno de rayados en forma del juego 'tres en línea', al parecer sus amigas habían jugado al menos un centenar de esos juegos para pasar el rato mientras ella llegaba con Dusk, lo que la hizo sentirse culpable por hacerlas esperar y que toda la misión estuviera demorada por su culpa.
"Al menos se divirtieron jugando." Dijo Dusk, quien también había notado los rayados en el suelo.
"Sí, ¡Fue muy divertido!" Respondió Pinkie Pie con su acostumbrada sonrisa.
"Claro, solo porque tú ganas siempre…" Respondió Rarity un poco frustrada por no haber conseguido ganarle a Pinkie Pie ni una sola vez. "Y ustedes, ¿Por qué se demoraron tanto? ¿Llegaron por el camino largo?"
"Sí, lamentamos la demora." Dijo Dusk rascándose la cabeza, apenado por la demora. "Lamentablemente se me olvidó que Fluttershy le teme a los dragones."
Las yeguas miraron con incredulidad a Dusk, luego miraron a Fluttershy, y volvieron a mirar a Dusk.
"Pfff, pero eso no es nuevo, ¡Ella le teme hasta a su propia sombra!" Dijo Pinkie Pie riéndose, risa que las demás yeguas acompañaron, pues compartían plenamente lo que Pinkie Pie había dicho. Todas ellas querían a Fluttershy, pero también era más que obvio que su amiga a veces era demasiado exagerada con sus temores.
"Quizás las chicas tengan razón y no deba preocuparme..." Pensó Dusk en ese instante, quien había pensado que el miedo de Fluttershy podía ser un grave problema, pero ahora se daba cuenta que en realidad su amiga era demasiado temerosa con muchas cosas, y quizás su miedo a los dragones no fuera la gran cosa realmente.
Mientras sus amigas reían, Fluttershy solamente puso una tímida sonrisa. Ella sabía que sus amigas no se reían con mala intención, y que quizás lo mejor sería explicar de dónde nacía su miedo a los dragones, pero finalmente ella simplemente se quedó callada, sin querer contar historias desagradables, menos en ese momento.
"Bien, gracias a CIERTA PONY estamos muy retrasados." Dijo repentinamente Rainbow Dash luego de reír, mirando de reojo a Fluttershy, ya que a pesar de que ahora reían, la verdad era que la actitud de su amiga pegaso la había molestado un poco, principalmente porque los había hecho demorarse, y no había nada que molestara más a Rainbow Dash que el hecho de que alguien la retrasara. "Creo que lo mejor es seguir adelante."
Así fue como los seis ponies finalmente se reunieron y continuaron por el camino hacia la montaña, ya que a esa altura la pendiente de la montaña era muy empinada para seguir escalándola por los costados.
El sol ya había dejado de estar sobre sus cabezas, situándose levemente inclinado a su costado izquierdo, lo que indicaba que ya era de tarde y que debían apresurarse si querían llegar a la cima de la montaña, solucionar el problema del dragón, y bajar antes que se quedaran sin luz de día.
"Tengan cuidado, el camino se corta más adelante." Dijo Rainbow Dash desde el aire, quien volaba cerca de sus amigos e iba al frente de la expedición, para ir viendo el camino que se les venía por delante.
El resto de los ponies comenzó a caminar más rápidamente hasta llegar al lugar que Rainbow Dash les acababa de indicar. Allí efectivamente el camino se cortaba por un profundo abismo, el cual afortunadamente no era muy ancho en donde cortaba el camino, solo un cuerpo y medio de distancia en la zona del vacio, y al otro lado continuaba el camino que subía hacia la montaña.
"Okay, no es la gran cosa." Dijo Dusk haciéndose para atrás unos pasos para tomar impulso, corriendo, y saltando el abismo, para caer cómodamente al otro lado del camino. "Con algo de impulso es fácil saltarlo." Agregó Dusk mirando hacia atrás a sus amigas para que lo siguieran, exceptuando por Rainbow Dash, quien ya se encontraba con él ya que había volado hasta allí.
Por seguridad, las yeguas tomaron turnos para saltar, primero Applejack, y luego Pinkie Pie, y justo cuando esta última saltaba, el gran rugido del dragón se escuchó y retumbó en toda la montaña, haciendo que Pinkie Pie cayera un poco inestable al otro lado del camino, pero aún así ella cayó sin peligro.
"¡Genial! ¡Ese rugido no podía llegar en mejor momento!" Dijo Rainbow Dash con sarcasmo, molesta, haciendo que Dusk la mirara y notara que ella estaba apuntando hacia el otro lado del camino, en donde luego del rugido, Fluttershy se encontraba con sus patas enterradas firmemente en la tierra, temblando de cola a cabeza, con una cara de terror absoluto.
"¡Creo que aquí tenemos un problema!" Gritó Rarity desde el otro lado, quien aún no había saltado y seguía estando con Fluttershy. "¡No creo que Fluttershy pueda saltar!"
Dusk se acercó al borde para devolverse hacia donde estaban Rarity y Fluttershy, pero Pinkie Pie se le adelantó y saltó antes que él lo hiciera. Una vez allí, Dusk vio como Pinkie Pie y Rarity conversaban larga y tendidamente con Fluttershy, al parecer intentándola convencer de seguir y saltar.
"¡Esto no puede ser! ¿¡Ahora le tiene miedo a saltar!? ¡Es una pegaso! ¡Puede volar!" Murmuró Rainbow Dash molesta, cada vez más impaciente y enojada.
En tanto, Pinkie Pie comenzó a saltar una y otra vez sobre el delgado abismo, de un lado a otro del camino, mostrándole a su tímida amiga lo fácil que era saltarlo, todo mientras Pinkie Pie entonaba una canción.
"¿¡Qué me pasa!? ¿¡Cómo no se me ocurrió antes!?" Pensó Dusk golpeándose la cabeza con un casco ante una revelación obvia. "Supongo que por pasar tanto tiempo viviendo entre pegasos y ponies de tierra, me olvide de lo básico de un unicornio."
Entonces Dusk hizo brillar su cuerno y en un resplandor desapareció y apareció al instante en el otro lado del camino, junto a Rarity y Fluttershy, ya que Pinkie Pie había dado su último salto para quedarse junto a Rainbow Dash.
"Fluttershy, si tienes miedo de saltar, puedo usar mi-" Comenzó a hablar Dusk, pensando en lo tonto que había sido por no pensar en la teletransportación antes, pues así podría hacer aparecer a Fluttershy junto a él al otro lado del camino en un santiamén, sin embargo él ni siquiera alcanzó a terminar su frase, ya que fue interrumpido inmediatamente.
"¡No! Ella saltará, ¡Sé que puede!" Dijo Rarity seriamente, interrumpiendo a Dusk, sabiendo lo que el unicornio lavanda diría luego que él uso su teletransportación para aparecer al lado de ellas.
Luego de mirar a Dusk seriamente, Rarity volvió a mirar a Fluttershy, igual de seria.
"Cariño, sé que tienes miedo, pero hay cosas que debes aprender a superar." Dijo Rarity con una mirada seria, pero hablando tiernamente. "Yo puedo esperarte todo lo que quieras, pero no todas siempre serán tan comprensivas como yo, y yo también sé que tú puedes con esto, solo debes demostrarlo."
Ante las palabras de Rarity, Dusk entendió porque ella no quería que él interfiriera. Rarity sabía que este era un obstáculo pequeño, uno que Fluttershy debía superar por sí sola ya que nadie sabía qué desafíos más difíciles les preparaba el camino más adelante, además Rarity había tocado otro punto fundamental, la irritación con Fluttershy por hacerlas retrasarse iba en aumento, encontrando a su máxima exponente en Rainbow Dash, quien desde el otro lado del camino dejaba ver lo irritada que estaba por tener que estar esperando; así que con este salto hecho por Fluttershy, Rarity quería demostrar que Fluttershy podía superar este reto por sí misma.
Por su parte, al escuchar a su amiga, Fluttershy levantó lentamente la vista y miró hacia el otro lado del camino, ya no mirando con temor, pero aún así seguía pareciendo indecisa sobre saltar.
"Fluttershy, si quieres podemos saltar juntos." Dijo Dusk, pensando en que la tímida pegaso quizás necesitaba un último impulso para animarse a saltar, y quizás que alguien la acompañara en su salto era ese impulso.
Dusk avanzó un poco y se puso al lado de Fluttershy, sonriéndole y estirando uno de sus cascos hacia ella para que lo tomara y aceptara su propuesta. Fluttershy miró con grandes y tiernos ojos a Dusk, y lentamente puso su casco sobre el de él.
"E-Está bien…" Respondió finalmente Fluttershy, aceptando saltar junto a Dusk.
Entonces Dusk se pegó al lado de Fluttershy e hizo que ambos avanzaran un par de pasos hacia atrás para tomar impulso, mientras Rarity esperaba cerca del borde para darles espacio. Mientras se preparaban para saltar, una parte de Fluttershy no podía dejar de estar emocionada al estar tan cerca de Dusk, sintiendo el calor y la suavidad de su pelaje, haciendo que el corazón se le acelerara aún más que solo por el simple miedo que ella tenía en ese momento ante el 'enorme' salto que haría.
"¡Ahora!" Dijo Dusk comenzando a trotar, dándole la señal a Fluttershy para que también lo hiciera y no se despegara de él.
Fluttershy comenzó a correr, con el creciente temor de ver acercándose el abismo que debía saltar, pero opacando este sentimiento de miedo con la seguridad y tranquilidad que le brindaba estar haciéndolo junto a Dusk Shine.
Finalmente ambos llegaron al borde del abismo, que era donde debían saltar. Ambos flexionaron sus patas para saltar, pero justo en ese instante Fluttershy no pudo evitar dar un fugaz vistazo hacia abajo, viendo como el profundo abismo se perdía en la oscuridad, lo que hizo que su cuerpo se paralizara y no pudiera despegar sus patas del suelo.
Ante el repentino movimiento de Fluttershy, o más bien por la falta de este, Dusk se desestabilizó mientras saltaba al mirar a un lado y sentir que su amiga se había despegado de él, dándose cuenta en el último segundo del salto que Fluttershy se había arrepentido de saltar. En ese instante Dusk también quiso hacer lo mismo, pero todo fue tan repentino que lo único que consiguió fue dar un pequeño salto hacia adelante casi sin levantar sus cascos del suelo, lo que hizo que él quedara en el aire y comenzara a caer desde el borde del camino al abismo.
"¡DUSK!" Gritó Rarity asustada al ver que Dusk iba a caer del precipicio, alcanzando a dar un paso hacia adelante para intentar alcanzarlo.
En ese fugaz momento, Dusk estiró sus cascos intentando alcanzar el casco de Rarity, pero no alcanzando a tocarlo. Y cuando él creía que caería sin remedio al abismo, justo en la última fracción de segundo, él logró afirmarse a algo, a la bufanda de Rarity.
"¡Wooh!" Gritó Dusk asustado, sosteniéndose de las patas delanteras de la bufanda de Rarity mientras con las traseras hacia fricción en la pared del abismo para evitar caer.
"¡Sostente!" Dijo Rarity mientras hacía fuerza con todo su cuerpo para mantener a Dusk sostenido, y su adolorido cuello sufría más de lo que nunca había sufrido.
Afortunadamente Rarity no tuvo que soportar sola mucho tiempo el peso de Dusk, ya que de inmediato Fluttershy sostuvo a Rarity para ayudarla a jalar a Dusk mientras Rainbow Dash voló a la espalda de Dusk para empujarlo hacia el camino nuevamente.
"¡Phew! Eso estuvo cerca." Dijo Dusk una vez volvió a estar en el camino, tirándose de espalda al suelo y respirando agitadamente.
"Demasiado cerca, si hubieras caído no sé si hubiera alcanzado a agarrarte." Dijo Rainbow Dash preocupada, mirando a Dusk agitado, a Rarity sobándose su adolorido cuello, y luego a Fluttershy, ahí fue donde Rainbow Dash cambió su mirada de preocupación a molestia.
Luego de unos minutos de descanso para recuperar el aire, Dusk se puso de pie nuevamente, listo para continuar con su camino.
"Después de ese susto, creo que me aseguraré y cruzaré teletransportándome, jeje." Sonrió Dusk nerviosamente, luego mirando a Fluttershy. "¿Está bien si lo hacemos así?"
Al ver como Dusk aún seguía sonriéndole a pesar de que por su culpa él casi había caído al abismo, Fluttershy se avergonzó consigo misma y de inmediato empezó a pensar en qué decir para disculparse por todo lo que había sucedido, sin saber qué decir ni por dónde empezar, ya que de verdad parecía que ella había sido un completo estorbo en todo ese viaje, no solo retrasando, sino que también arriesgando la vida de sus amigos.
"Yo… Yo…" Comenzó a tartamudear Fluttershy mientras ordenaba sus pensamientos para pedirles disculpas a él y a Rarity.
"¡Agh! ¡Ya basta!" Dijo Rainbow Dash sin poder aguantar más su frustración, molesta con Fluttershy al pensar que su amiga tartamudeaba porque tampoco quería aceptar la oferta de Dusk y cruzar el abismo con magia.
Entonces Rainbow Dash tomó impulso y tomó a Fluttershy por detrás de sus patas delanteras mientras volaba, y la cargó en un santiamén hacia el otro lado del camino.
"¡Listo! Problema solucionado." Dijo Rainbow Dash molesta, sin voltearse a ver a Fluttershy y comenzando a volar a ras de piso mientras comenzaba a avanzar por el camino hacia la cima de la montaña.
En cuanto Rainbow Dash comenzó a avanzar, Applejack y Pinkie Pie miraron preocupadas hacia Fluttershy y luego lentamente fueron tras Rainbow Dash, pensando en que la pegaso de melena arcoíris había sido muy brusca, pero también entendían el malestar que sentía. Por su parte Dusk Shine y Rarity también cruzaron el abismo, se juntaron con Fluttershy, y lentamente los tres comenzaron a caminar para juntarse con sus otras tres amigas.
Mientras caminaban, el ambiente ya no era ni parecido al que habían tenido los seis ponies cuando salieron de Ponyville, ahora todos estaban tensos y en un silencio incómodo por lo que acababa de suceder, y nadie lamentaba más que estuvieran así que la causante de aquello, Fluttershy, quien solo siguió caminando con su cabeza gacha y sus orejas caídas, lamentando haber creído que ella podría igualar el valor de sus amigas, y lamentando haber ido en esa excursión solo para molestar y demorarlos a todos, y lo peor era que ella ya había causado todos esos problemas y ni siquiera habían llegado con el dragón aún, y cuando llegarán allí sería peor, mucho peor, ella sería peor que un peso muerto, después de todo, ¿De qué serviría que estuviera ella allí cuando sus amigos se enfrentaran al dragón?
El corazón de Fluttershy comenzó a apretarse mientras la poca autoestima que tenía desaparecía por completo, dejándola hundida en una gran depresión.
# Fin del capítulo 27
