Capítulo 28 – La Fiera Despierta

"¡Por fin llegamos!" Dijo Dusk Shine con un gran suspiro de cansancio, separando sus patas y cayendo abruptamente contra el suelo para finalmente descansar luego de haber subido por la parte más empinada del camino.

En tanto sus amigas, que estaban a solo unos pasos detrás de él, llegaron a su lado e hicieron lo mismo que él, cayendo al suelo para descansar y recuperar el aliento en aquella pequeña plataforma a la que acababan de llegar, en donde el camino dejaba de subir y se abría horizontalmente. En esa plataforma era donde finalmente terminaba el camino, el punto más alto hasta donde se podía subir caminando aquella montaña, y donde descansaba la bestia a la que debían enfrentar.

De los seis ponies que iban en aquella excursión, cinco de ellos estaban en el suelo, cansados, sucios, y recuperando lentamente el aliento. La única excepción era Rainbow Dash, quien aunque también estaba sucia debido a los últimos acontecimientos, estaba en mejores condiciones que sus amigas, ya que al volar se había ahorrado el cansancio de subir el empinado trayecto final.

Mientras seguía en suelo, Dusk Shine miró hacia un costado del cielo, en donde el sol estaba próximo a acercarse al horizonte, lo que significaba que quedaba poca luz de día.

"Definitivamente nos demoramos más de la cuenta…" Dijo Dusk mientras miraba el sol, pensando en voz alta.

"¿Sí? Bueno, al menos no es tu culpa." Dijo Rainbow Dash molesta, mirando de reojo hacia una de sus amigas, hacia su tímida compañera pegaso.

Rainbow Dash no podía dejar de mostrar su malestar por los últimos acontecimientos, pues si había una culpable de que todos se hubieran demorado tanto y de que todos estuvieran sucios, cansados y adoloridos, era Fluttershy. En opinión de Rainbow Dash, la pegaso amarilla había sido un dolor de cabeza durante todo el viaje, partiendo por negarse a escalar la falda de la montaña, haciendo que todas las demás esperaran su llegada; luego cuando por su culpa Dusk casi cae en el abismo de mitad de camino, solo porque le atemorizaba dar un pequeño salto; y finalmente lo que había irritado más a Rainbow Dash fue lo que había sucedido hace poco, antes de subir esa última parte del camino…

Previamente, mientras todos caminaban por el último tramo antes de llegar a la cima, Dusk las hizo detenerse al ver que en medio del camino habían caído un montón de rocas desde la ladera de la montaña, probablemente debido a los rugidos y ronquidos del dragón, lo que indicaba que esa zona era una potencial zona de derrumbes. Dusk les hizo una seña de silencio a sus amigas, y lenta y silenciosamente fueron caminando por aquella peligrosa parte del camino, sin embargo, sin previo aviso, mientras Fluttershy caminaba en estado de alerta escuchando los ronquidos del dragón, ella miró hacia un costado y vio una enorme sombra, la cual era su propia sombra que había sido agrandada por el efecto del sol de la tarde, sin embargo ella de inmediato pensó que era la sombra del enorme dragón que venía a devorarla y dio un enorme y agudo grito que asustó a todos e hizo que las rocas sueltas de la ladera comenzaran a caer sobre ellos.

Al momento del derrumbe, todos los demás comenzaron a correr, siendo guiados por Pinkie Pie, quien con su siempre misterioso Pinkie-sentido logró eludir las rocas a saltos e instintivamente ayudó a sus amigos a hacer lo mismo hasta llegar a una zona segura. La única que no se movió fue Fluttershy, quien paralizada del miedo, solo logró salvarse gracias a que Applejack corrió hacia ella y la empujó para desaturdirla y guiarla hacia la zona segura. Finalmente, todos habían logrado salvarse de aquel terrible derrumbe sin ningún daño, con la única consecuencia que todos quedaron sucios por el polvo levantado tras el derrumbe, algo aceptable para todos, exceptuando quizás Rarity.

Una vez había pasado el derrumbe y las revoluciones de sus corazones volvían a la normalidad, Dusk de inmediato señaló hacia el camino y comenzó a caminar apresuradamente por el empinado camino final para que sus amigas lo siguieran, no dando tiempo para ningún comentario, ya que con solo un vistazo, Dusk pudo ver como todas sus amigas fulminaron con la mirada a Fluttershy por lo que acababa de pasar, y si había algo que él no quería en ese preciso momento, era tener más discusiones, pese a que Dusk las entendía y en ese instante compartía el pensamiento de todas: 'Traer a Fluttershy fue un error.'

"Es cierto que dijimos que ella tenía miedo hasta de su propia sombra, ¡Pero nunca pensé que fuera real!" Dijo Rainbow Dash molesta al lado de Dusk mientras todos descansaban en la cima, finalmente desahogándose y diciendo lo que había estado reprimiendo desde el derrumbe.

En ese momento Rainbow Dash miró molesta hacia Fluttershy, esperando ver su reacción hacia el comentario que ella intencionalmente dijo en voz alta para sacar su frustración, sin embargo la melena de Fluttershy ocultaba su rostro y le impidió a Rainbow Dash saber si ella había alcanzado a oír lo que dijo.

Mientras tanto, Dusk seguía en el suelo, viendo el camino que estaba frente a él, enfocándose más en lo que allí había que en los ácidos comentarios de Rainbow Dash. Allí el camino se abría y el terreno formaba una plataforma en donde desde un extremo se podía apreciar hacia abajo las planicies de Ponyville y sus alrededores; mientras que al otro lado de la plataforma el terreno se elevaba abruptamente, formando la punta de la montaña, y justo ahí, entre la plataforma y la continuación de la montaña, se encontraba una enorme cueva, desde la cual salía una enorme nube de humo y por la cual se escuchaban los, por el momento, apacibles ronquidos del dragón.

"Ahí es…" Dijo Dusk, finalmente poniéndose de pie.

Al ver que Dusk se ponía de pie y que su semblante se ponía serio, las yeguas también se pusieron de pie y miraron hacia donde miraba Dusk, dándose cuenta a instante de por qué el rostro de Dusk se había puesto más serio. Ahí estaba la cueva que albergaba a la temible bestia durmiente a la que debían de alguna forma expulsar de allí.

Los seis ponies comenzaron a caminar lentamente hasta detenerse frente a la entrada de la cueva. La mitad superior de la cueva estaba oculta por una constante nube de humo que salía desde su interior, en tanto que del resto del interior la cueva poco se podía distinguir, ya que la luz no alcanzaba a penetrar al interior de esta, solo se podía ver que al fondo de la cueva había cierto brillo rojizo, que se apagaba y encendía como una fogata a medio morir. Aquel fulgor del interior era la nariz y hocico del dragón, que al roncar resoplaba pequeñas flamas de fuego que generaban el humo del lugar.

Mientras los seis ponies veían hacia el interior de la cueva, escuchando los fuertes ronquidos del dragón, ninguno movió un músculo, todos se quedaron paralizados mientras sus mentes hacían frente al peligro inminente que tenían delante de ellos.

"Al fin estamos aquí, pero ahora… ¿¡Qué debo hacer!?" Pensó Dusk Shine nerviosamente, tragando saliva ruidosamente.

Cuando Dusk y las demás salieron de Ponyville, él se dio cuenta que iban a subir la montaña sin aún tener un plan para enfrentarse al dragón, sin saber si lo correcto y más prudente sería dialogar para persuadirlo, negociar, o incluso amenazarlo. Salir sin un plan era algo que Dusk Shine normalmente no hacía, tan meticuloso como era, a él siempre le gustaba salir y saber concretamente lo que haría, incluso tener planes de contingencia si era posible, sin embargo, en virtud del tiempo, Dusk hizo la excepción al empezar aquella peligrosa excursión, pensando en que al menos tendría todo el trayecto en que subirían la montaña para pensar en un plan adecuado, pero lo que él no había calculado fueron todas las interrupciones que hubo en el camino y cómo él finalmente estuvo pensando más en los problemas con Fluttershy y el mal ánimo del grupo en vez de pensar en un curso de acción una vez llegaran al punto crucial, en donde estaban justo ahora.

"Si tan solo no hubiera estado tan preocupado por todos los problemas que ocasionó Fluttershy…" Pensó Dusk desanimado, comenzando a pensar, al igual que sus amigas, que traer a Fluttershy había sido totalmente inútil. Eso, hasta que se dio cuenta de algo que lo hizo sobresaltarse. "¡Espera! ¡Eso es! ¡Puedo matar dos pájaros de un tiro!"

"Fluttershy, Creo que tú deberías entrar y hablar con el dragón." Dijo Dusk con una tierna sonrisa, mirando a una totalmente sorprendida Fluttershy.

"¿¡QUÉ!?" Dijeron todas las yeguas, incluyendo Fluttershy, todas sorprendidas mientras la mirada de Fluttershy se iba llenando de terror.

Dusk decidió ignorar la sorpresa de las demás yeguas y centrarse solo en Fluttershy, así que él se dio la vuelta y se puso frente a ella.

"Tú entiendes más que nadie el corazón de los que te rodean, más que ninguno de nosotros, por eso creo que eres la más indicada para esto." Dijo Dusk mirando a Fluttershy, con una sonrisa para entusiasmarla.

"Dusk… yo no-" Comenzó a decir Fluttershy, agachando la cabeza mientras sus ojos mostraban profundo terror.

"Debemos entender al dragón para poder comunicarnos apropiadamente, además creo que tú puedas ver bondad en donde nosotros solo veremos algo aterrador, ¡Tal como pasó con la serpiente marina!" Dijo Dusk emocionado, interrumpiendo a Fluttershy.

"No… no puedo…" Dijo Fluttershy mientras sus patas comenzaban a temblar.

"¡Claro que puedes! ¡Solo debes tener más confianza en ti misma!" Dijo Dusk sonriéndole.

"No…" Dijo Fluttershy escondiendo su cara tras su melena.

"Así podrás demostrar que tú de verdad eres una pieza clave de este equipo, ¡Tú eres nuestra arma secreta!" Dijo Dusk animándola, diciendo indirectamente la otra razón por la que él quería que Fluttershy fuera quien lograra convencer al dragón, para que las demás vieran lo valiosa que ella era en aquella misión, reparando con esto todos los problemas que ella había causado.

"Y-Yo n-no…" Dijo Fluttershy tartamudeando.

"Yo estaré a tu lado, ven, vamos…" Dijo Dusk suavemente, tocando con su casco el casco de Fluttershy para que ella lo siguiera.

"¡YO NO PUEDO!" Gritó fuertemente Fluttershy, quitando bruscamente el casco que Dusk le había tomado, dando un grito tan fuerte que todos alrededor quedaron atónitos. Ninguno de ellos había escuchado jamás gritar a Fluttershy tan fuerte ni tan desesperadamente.

Mientras todos seguían paralizados por la sorpresa, en especial Dusk, quien había sido a quien le había gritado su tímida amiga, Fluttershy bajó aún más su cabeza, sin ser capaz de ver a sus amigas ni a Dusk a los ojos luego de haber gritado así.

"Yo… lo siento… pero no puedo ir…" Dijo Fluttershy, volviendo a hablar con su clásica voz tímida.

Después de un momento de silencio que pareció eterno, finalmente alguien habló.

"¿Y por qué no puedes ir? ¿Porque tienes miedo? ¿Acaso eres tan egoísta que crees que eres la única que tiene miedo?" Dijo Rainbow Dash, mirando molesta a Fluttershy, acercándose a ella mientras todos los demás la miraban sorprendidos. "¿Qué hay de Rarity o Pinkie Pie? ¿Ellas no tienen derecho a tener miedo?"

Fluttershy, quien se había quedado con los ojos cerrados luego de hablar, los apretó más fuerte, al igual que hizo con su boca, pero no se giró para enfrentarse a Rainbow Dash ni dijo nada en respuesta.

"Solo eres una miedosa que cuando ve que hay otros que pueden hacer tu trabajo, se esconde para que otros se arriesguen, ¿Quieres que eso piensen de ti los demás?" Dijo Rainbow Dash aún más molesta, acercándose más a su amiga.

"¡Rainbow Dash!" Dijo Rarity asustada, preocupada por las hirientes palabras que estaba diciendo la pegaso celeste.

"¡Durante todo este viaje no hiciste nada! Solo dejaste que otros hicieran las cosas por ti, y ahora que por fin puedes hacer algo ¿Te vas a negar porque tienes miedo?" Dijo Rainbow Dash mirando totalmente enojada a Fluttershy, mientras esta seguía inmóvil sin responder, solo apretando fuertemente su boca y sus ojos.

"¡Rainbow Dash, basta!" Dijo Applejack también preocupada, viendo que la situación iba en camino a salirse de control.

"Dusk retrocedió para ayudarte y casi cae al vacío por intentar ayudarte a saltar, Pinkie Pie también intentó ayudarte y nos salvó del derrumbe que tú causaste, Rarity corrió a salvar a Dusk, Applejack te salvó a ti del derrumbe, ¡Todos arreglaron los errores que tú cometiste! ¿¡Y ahora no puedes devolverles el favor!?" Gritó Rainbow Dash enojada, poniéndose de frente a Fluttershy.

"¡Rainbow Dash!" Dijo Pinkie Pie suplicante, mirando a ambas amigas pegaso.

"¡Incluso la bufanda de Rarity ha sido más útil que tú en este viaje! ¡Demuéstrame lo contrario! ¡Muéstranos que de verdad tienes valor en este equipo!" Gritó Rainbow Dash furiosa.

"¡No puedo!" Dijo Fluttershy en un grito ahogado, dándose la vuelta para correr lejos mientras lloraba a más no poder.

Mientras Fluttershy corría, Dusk la miró correr mientras se le rompía el corazón. Él había estado congelado por la indecisión mientras Rainbow Dash se enfrentaba a Fluttershy, pues si bien era cierto que Rainbow Dash había sido demasiado dura en sus palabras, también entendía que ella necesitaba desahogarse de todas las frustraciones que había tenido a lo largo del viaje, pero Dusk jamás se imaginó que ella llegaría al extremo de hacer llorar a Fluttershy, y al ver llorar así a su tímida amiga, Dusk supo que fue un error no actuar antes, pues Fluttershy podía ser muchas cosas, pero no era una cobarde, Dusk lo sabía por experiencia por lo vivido con la serpiente marina, algo que lamentablemente Rainbow Dash no había visto.

"¡Rainbow Dash, eso fue demasiado!" Dijo Dusk molesto, girándose para ponerse frente a la pegaso celeste, pero sin lograr ver su cara, ya que ella la ocultaba mirando al suelo. "¡Tú crees que Fluttershy es una cobarde, pero ella no lo es! ¡Ella es más valiente de lo que crees!"

"¡Eso ya lo sé!" Dijo Rainbow Dash levantando su cabeza y mirando a Dusk a los ojos, dejando al potro atónito por segunda vez en minutos. Rainbow Dash ya no tenía una mirada de enojo, ella tenía una mirada de pena y angustia mientras unas pequeñas lágrimas se asomaban por el borde de sus ojos. "Ella es más valiente de lo que todos creen…"

Luego de mirar a Dusk, Rainbow Dash cerró sus ojos y secó disimuladamente las pequeñas lágrimas que estaban a punto de brotar, después levantó su cabeza y miró al cielo mientras recordaba.

"Hace algunos años yo practicaba unas maniobras sobre el bosque Everfree, como allí las nubes se mueven solas y el viento no sigue un patrón, es un lugar arriesgado para practicar, pero en ese entonces no me molestaba. Había llegado hace poco a Ponyville, y la única pony que conocía era a Fluttershy, por lo que le pedí que me acompañara cerca, ella como siempre tenía temor de acercarse a ese lugar, pero lo hizo por mí… Mientras caía en picada para intentar un viejo truco, el viento cambió súbitamente y me desvió, haciendo que me estrellara en medio del bosque, así que choqué contra un árbol y me torcí un ala. Estaba tan mareada que no podía caminar, mucho menos volar, así que solo me quedé allí esperando a que el mareo se me pasara, sin embargo mientras esperaba, escuché unos fuertes rugidos que se acercaban más y más, hasta que de entre los árboles surgió una enorme mantícora. En cuanto apareció la bestia me puse a temblar de cola a cabeza, no sabía qué hacer, no podía moverme, jamás había estado tan asustada… Entonces repentinamente apareció Fluttershy y sin dudarlo ella se puso entre la mantícora y yo, le rogué que se fuera y me dejara, pero ella, temblando de miedo aún más que yo, se negó a irse y se acercó hasta la mantícora. Ella hizo algo increíble, se acercó a la mantícora y le habló dulcemente pese a los terribles rugidos de la bestia, y así siguieron por un largo tiempo hasta que ella finalmente logró calmar a la mantícora. Así fue como ella superó sus miedos y logró salvarme."

"Ni siquiera ella se da cuenta, pero por sus amigas ella puede ser tanto o más valiente que cualquiera…" Agregó Rainbow Dash, dejando de mirar al cielo y volviendo a mirar a sus amigos. "Sé que ustedes quieren protegerla siempre, pero yo quiero que ustedes vean a la verdadera Fluttershy, quiero que la vean como yo la veo, como una yegua fuerte que es capaz de todo por sus amigos, no quiero que la vean como todos los demás la ven, la tímida e indefensa Fluttershy… Por eso es que me enoja que ella actúe así, sé que ella tiene miedo y que quizás me excedí en mis palabras, pero también sé que ella es capaz de más… mucho más."

Ante las palabras de Rainbow Dash, otro gran silencio reinó entre los ponies. Dusk se dio cuenta que Rainbow Dash pensaba exactamente igual que él, ella había visto de lo que era capaz Fluttershy, pero como amiga, le molestaba que Fluttershy se mostrara tan débil frente a todos. Rainbow Dash no había estado molesta con Fluttershy porque de verdad creyera que era inútil, ella estaba frustrada porque sabía que Fluttershy era capaz de más y no lo hacía.

Dusk Shine dio un fuerte suspiro luego de todo el torbellino de emociones que habían pasado en esos pocos minutos en los que habían estado en la cima de la montaña. Aún había una tarea que hacer, además habían muchas cosas de las que tendrían que charlar todos juntos, pero lo primero era volver a reunirlos a todos.

"Esperen aquí, iré por Fluttershy." Dijo Dusk a sus amigas mientras caminaba en dirección hacia donde había corrido Fluttershy.

Afortunadamente la plataforma en la que estaban no era muy grande, y el camino por el que habían subido era el único que había, además de la cueva, por lo que Fluttershy no había tenido a donde más correr y se había quedado escondida tras unas rocas. En cuanto Dusk vio a Fluttershy, caminó lentamente hasta llegar a su lado, allí ella estaba sentada, con la cabeza gacha, mirando tristemente hacia el suelo.

"Fluttershy, ¿Estás bien? ¿Está bien si me acerco?" Preguntó Dusk deteniéndose a unos pasos de ella, ya que no sabía si su amiga seguía frágil por lo ocurrido.

"Sí, estoy bien..." Respondió Fluttershy mirándolo tiernamente mientras se secaba las lágrimas.

"Yo… lamento lo que te dijo Rainbow Dash…" Dijo Dusk tímidamente, acercándose lentamente mientras buscaba las palabras adecuadas para consolar a su amiga. "Ella tenía otras intenciones, pero supongo que lo que te dijo fue algo cruel, es normal que te doliera..."

"Yo no lloré porque lo que dijo Rainbow Dash fuera cruel…" Respondió Fluttershy con una mirada de tristeza. "Lloré porque todo lo que dijo era verdad, yo lo sabía, pero aún así… yo no pude evitar actuar de otra forma, yo… desearía que los dragones no me afectaran tanto pero… aunque lo intente, no puedo…"

Dusk se quedó mirando un momento a su amiga mientras analizaba palabra por palabra lo que había dicho Fluttershy. Ella parecía que le temía a todo, pero con lo demostrado en el camino a la montaña y con lo dicho ahora, parecía que había algo más respecto a los dragones, algo que él aún no alcanzaba a ver del todo.

"Fluttershy… ¿Hay una verdadera razón por la que le temas a los dragones?" Preguntó Dusk mirando tierna pero preocupadamente a Fluttershy. "Sé que mientras subíamos la falda de la montaña me dijiste que les temías por sus dientes y garras, pero no puedo dejar de pensar… ¿Es solo por eso? ¿Por su temible apariencia?"

Fluttershy miró a Dusk a los ojos, aquellos ojos que siempre la miraban con tanta compasión. Una imagen de unos terribles ojos rojo-dorado aparecieron en la mente de la pegaso, exigiéndole que alejara su vista de la de Dusk y que se volviera a hundir en el miedo de su pasado, pero esta vez Fluttershy cerró sus ojos y respiró varias veces para tranquilizarse antes que su pánico tomara control de ella.

"Sí… Hay una razón…" Respondió finalmente Fluttershy mientras se obligaba a soportar el revivir uno de sus recuerdos más terroríficos.


'Flashback de Fluttershy.'

La joven Fluttershy llevaba parada inmóvil varios minutos frente al camino que se adentraba en el peligroso bosque Everfree. Aquel era un lugar que ella siempre había evitado y al que solo iba a menos que fuera muy necesario, y para su mala suerte, esta era una de esas ocasiones.

"Debo hacerlo… Por Harry." Dijo Fluttershy hablándose a sí misma mientras suspiraba y se daba coraje para finalmente avanzar y adentrarse en el terrorífico bosque.

En ese entonces Harry era un pequeño osezno que la joven Fluttershy había encontrado hace un par de semanas. Tal parecía que el pequeño oso había sido abandonado por sus padres en las cercanías del bosque Everfree, probablemente porque el instinto de sus padres les dijo que aquel oso era débil o que quizás estaba enfermo, lamentablemente así era la naturaleza, sin embargo el bondadoso corazón de Fluttershy fue incapaz de dejarlo abandonado a su suerte cuando lo encontró, así que a pesar de saber que un oso era una criatura feroz, Fluttershy lo tomó bajo su cuidado.

Así fue como Fluttershy cuido del pequeño oso hasta que este recuperó gran parte de su salud, ella lo bañó, lo alimentó y mimó, haciéndolo uno más del rebaño de pequeños animalitos del bosque de los que ella cuidaba, dándole incluso un nombre, cosa que ella hacia solo con aquellos animalitos con los cuales se encariñaba más. Sin embargo no todo fue felicidad para la joven pegaso, ya que llegó un momento en que el pequeño Harry cayó enfermo, y nada de lo que hizo Fluttershy por ayudarlo a sanar parecía funcionar. En el pueblo no había nadie que supiera sobre cuidado de osos, y por más y más que buscó en la biblioteca, tampoco pudo encontrar ningún libro que la ayudara. Finalmente, cuando ella ya no sabía qué hacer, una amiga que sabía de botánica le dijo que en medio del bosque Everfree crecían unas raras hierbas medicinales que a veces los animales comían cuando estaban enfermos y que quizás eso sirviera para que Harry pudiera recuperar su salud. No teniendo otra alternativa, Fluttershy se dirigió hacia el bosque para salvar a su querido osito.

En el bosque, Fluttershy caminó lo más rápido y silencioso que pudo, siempre siguiendo el camino, ya que era sabido que salirse del camino y adentrarse en el bosque podía ser mortal. Afortunadamente en aquella época era casi invierno, así que algunos pocos árboles habían dejado caer sus hojas, lo que hacía que en varios tramos el sol alcanzara a atravesar el denso follaje e iluminaba de forma clara el bosque, haciendo que al menos fuera menos intimidante de día.

La joven pegaso jamás se había internado tanto en el bosque Everfree, tanto que ella ya había dejado atrás el camino principal que llevaba al antiguo castillo y ahora seguía internándose en el bosque por uno de los tantos caminos secundarios, siguiendo al pie de la letra las instrucciones que le habían dado. Así siguió Fluttershy hasta que vio una enorme cueva que quedaba bajo una gran loma compuesta de puras rocas. Gracias a su amiga, Fluttershy sabía que ese lugar significaba dos cosas: que ya estaba cerca de llegar a donde estaban aquellas hierbas especiales, pues solo debía rodear aquella loma y debería poder encontrarlas; pero esa loma también significaba que ella había llegado a la parte más peligrosa de su viaje, pues en aquel lugar vivía una tribu de peligrosos 'perros diamante', criaturas ambiciosas y muy territoriales, a quienes de seguro no les agradaría tener a una pony cerca de sus tierras. Afortunadamente los perros diamante solían pasar la mayor parte de su tiempo en los túneles y minas subterráneas que construían, algo con lo que Fluttershy contaba, ya que de lo contrario sería muy arriesgado pasar por allí.

En cuanto vio la loma, Fluttershy se la quedó viendo en la distancia, esperando en silencio para ver si algún perro diamante aparecía por allí, sin embargo por más que esperó, ninguno apareció a la vista, lo que le dio la confianza a la pegaso para acercarse, rodear la loma y seguir rápidamente su camino.

Así fue como Fluttershy finalmente llegó hasta donde quería llegar, un enorme árbol con hojas de color rojo carmesí, en cuyas raíces crecían algunas hierbas del mismo color. Aquellas eran las hierbas que ella necesitaba, las llamadas 'hojas del rey', la planta medicinal que su amiga botánica Tree Hugger, quien también pertenecía a la 'Sociedad de Equestria para la Preservación de Criaturas Raras', le había dicho que quizás podrían salvar al pequeño Harry.

Fluttershy tomó varias de las hierbas medicinales que necesitaba, llenando ambas carteras de la alforja que llevaba, ya que no estaba segura de cuánta medicina necesitaría el pobre de Harry. Finalmente, satisfecha con la cantidad que llevaba, Fluttershy comenzó su camino de vuelta, dirigiéndose hacia la peligrosa loma habitada por los perros diamantes, para rodearla y volver al camino principal.

Mientras Fluttershy caminaba por el borde de la loma, rodeándola para no internarse más de lo necesario entre los frondosos árboles del bosque, ella se preguntaba si de verdad sería buena señal que no hubiera siquiera escuchado algún ladrido de los supuestos perros que vivían allí, ¡Quizás el lugar estaba tan silencioso porque la habían descubierto y ahora le tendían una emboscada! Aquello hizo que la pegaso levantara más la vista y mirara hacia todos lados asustada, pensando que en cualquier momento podrían saltar sobre ella aquellos peligrosos perros diamante. Fue entonces que, mientras Fluttershy miraba hacia arriba, el terreno bajo sus cascos repentinamente cedió y cayó por un gran y largo agujero, golpeando el suelo fuertemente después de la larga caída.

Tras el fuerte golpe, Fluttershy se levantó lentamente, tomándose su adolorida cabeza, y mientras lo hacía, comenzó a repasar rápidamente lo que acababa de suceder, lo que hizo que ella se despabilara rápidamente y mirara hacia todos lados al darse cuenta que aparentemente había caído en una trampa, sin embargo por más que esperó, nadie vino a atacarla.

Mientras esperaba expectante a sus posibles atacantes, Fluttershy miró donde estaba. Ella había caído en lo que parecía ser un enorme túnel, y solo podía ver una muy pequeña parte de lo que estaba a pocos pasos delante de ella, solo gracias a que la luz del sol alcanzaba a pasar débilmente por el agujero por el que había caído, sin embargo todo el resto del túnel adelante se mantenía en una oscuridad total.

Luego de unos pocos segundos en completo estado de alerta, lo que para ella pareció una eternidad, finalmente Fluttershy se relajó un poco al ver que tras varios minutos nadie la atacaba y que al parecer ella había caído en aquel agujero solo por accidente. Entonces la pegaso miró hacia el techo.

"Creo que puedo salir volando por allí mismo…" Pensó Fluttershy, finalmente poniéndose de pie, lista para salir lo antes posible de aquel oscuro túnel.

Solo al abrir sus alas, Fluttershy se dio cuenta que le faltaba algo importante, ¡Ella había perdido su alforja! Y eso de inmediato la aterró, más aún que el hecho de haber caído en un oscuro túnel, ya que significaba que había perdido la medicina para el osito Harry, y sin la alforja no tendría cómo llevar más hierbas a su casa. Enseguida Fluttershy empezó a buscar con la vista a su alrededor, intentando encontrar su alforja perdida, hasta que finalmente ella vio que justo en el punto en donde la luz dejaba de iluminar el túnel y este se perdía en la oscuridad, se encontraba su alforja en el suelo, en donde una de las carteras se había abierto, dejando ver su valioso contenido.

"Hmm… hierba medicinal… ¿Es que acaso estás enfermo…?" Dijo repentinamente una gruesa y profunda voz en la oscuridad, haciendo que Fluttershy se paralizara del miedo justo cuando se disponía a acercarse para recuperar su alforja.

Al escuchar aquella profunda voz, Fluttershy se congeló completamente, sin siquiera pestañear ni respirar, mientras un sudor frio recorría su espalda y sus temblorosos ojos miraban hacia adelante, a lo profundo del túnel, en donde la oscuridad le impedía poder ver al dueño de aquella misteriosa voz.

"¿Qué pasa? ¿No vas a recoger lo que dejaste caer?" Habló de nuevo la profunda voz, poniendo un tono de amabilidad que parecía fuera de lugar para aquella gruesa voz.

En ese instante Fluttershy no aguantó más y volvió a respirar, agitadamente e intentando al mismo tiempo hacerlo lo más silenciosamente posible, debido al miedo de lo desconocido a lo que se estaba enfrentando.

"¿Q-Q-Qui… q-quién eres…?" Preguntó Fluttershy finalmente, haciendo lo posible por calmar sus nervios, pues aunque su instinto le gritaba que corriera y huyera asustada, ella necesitaba recuperar la medicina que estaba frente a ella.

Ante la pregunta, la criatura soltó unos bufidos mientras soltaba una risa ahogada, como la risa de un anciano al cual le costaba respirar.

"Hugh… Hah... Hagh… Hah… Jamás podrías pronunciar mi nombre correctamente…" Respondió la criatura en la oscuridad con un leve tono de burla.

Mientras la criatura en la oscuridad hablaba, Fluttershy fijó su vista en lo profundo del túnel, intentando ver más allá de donde la luz se lo permitía para poder ver a la criatura con la que conversaba. Finalmente, los ojos de Fluttershy se acostumbraron más a la oscuridad, con lo que pudo ver algo más en las oscuras sombras del túnel, lo que parecían ser unos enormes ojos rojos y dorado que miraban fijamente en su dirección, lo que hizo temblar completamente a la pegaso.

"¿E-Eres… un monstruo?" Preguntó Fluttershy aún sumida en el miedo, ya que seguía sin saber con qué estaba hablando.

"¿Monstruo? ¿Es que no me estás viendo?" Respondió la voz, algo confundida.

"Es… Está muy oscuro…" Respondió Fluttershy tímidamente, aún sin saber si era lo correcto estar hablando con una criatura desconocida en la oscuridad.

Entonces repentinamente la misteriosa criatura comenzó a toser, como si tuviera algo atorado en la garganta, sin embargo por más que lo intentaba, parecía que la criatura no lograba escupir lo que quería. Luego la criatura dejó de forzar su garganta por unos segundos, hasta que finalmente volvió a toser aún más fuerte, esforzando su garganta al máximo, hasta que para total sorpresa de Fluttershy, una luz provocada por un débil fuego salido de aparentemente de la nada iluminó fugazmente el lugar debajo de donde se escuchaba la voz de aquella criatura, desapareciendo tan rápidamente como había aparecido, al tiempo que la criatura comenzó a toser nuevamente mientras una pequeña humareda salía desde donde había aparecido el fuego. Aquella llamarada había sido pequeña y fugaz, sin embargo fue suficiente para que Fluttershy alcanzara a ver parte de la criatura con la que estaba conversando. Ella alcanzó a ver con más claridad los ojos dorados con borde carmesí de la criatura; también alcanzó a ver un enorme hocico, del cual solo ahora entendía Fluttershy que había sido allí donde había aparecido aquella fugaz llamarada; finalmente, ella alcanzó a ver hacia arriba de los ojos, lo que parecía ser piel brillante y escamosa que se perdía en unos enormes cuernos. Aquello era una cabeza, una enorme cabeza que ocupaba todo el alto y ancho de aquel gran túnel.

"Lo siento… mi fuego ya no es lo que era antes…" Dijo la criatura en la oscuridad, con una voz algo apenada, la cual cambió rápidamente por un tono más solemne al volver a hablar. "YO, Soy un 'draco'…"

Fluttershy no sabía lo que era un 'draco', pero definitivamente sabía lo que había visto, seguramente un 'draco' era la forma con la que aquellas criaturas se describían a sí mismas, ¡Aquello era un dragón! Y no cualquier dragón, pues aunque Fluttershy nunca había visto uno en persona, sabía perfectamente cómo debían lucir, pero jamás había escuchado que los dragones fueran así de enormes.

Lo siguiente que siguió fue un largo silencio, en que el dragón no habló, esperando a que Fluttershy lo hiciera, y Fluttershy no hablaba debido al miedo e indecisión de saber qué hacer, ya que sabía que los dragones podían ser criaturas muy peligrosas.

"¿Y bien? ¿Recogerás las hierbas que dejaste caer o no?" Preguntó finalmente el dragón, con un leve tono de impaciencia en su voz.

"Y-Yo… N-No la necesito, re-recordé que tengo más en casa..." Respondió Fluttershy nerviosamente, ya que sabía que necesitaba aquella medicina, pero acercarse allí, tan cerca de aquel enorme y aterrador dragón, era algo que su temor le impedía hacer.

"Hah… Hugh… Hah... Hagh…" Volvió a reír el dragón, con su risa ahogada. "Así que le tienes miedo a un viejo y ciego draco… Hugh… Hah…"

Fluttershy se sorprendió ante el último comentario del dragón. Definitivamente la voz y la forma de toser del dragón eran claros indicios que el dragón era muy muy anciano, además de su enorme tamaño, ya que ella sabía que los dragones podían llegar a vivir miles de años, y para ser así de enorme, aquel dragón seguramente era muy viejo. Pero lo segundo llamó fuertemente la atención de la tímida pegaso.

"Es… ¿Estás ciego?" Preguntó Fluttershy tímidamente, con una pequeña nota de preocupación y curiosidad en su voz. "Pero entonces… ¿Cómo sabes que frente a ti hay unas hierbas?"

"Puedo olerlas…" Respondió el dragón mientras soltaba un poco de humo por sus fosas nasales. "Mi olfato no es lo que era antes, pero aquellas hierbas están lo suficientemente cerca como para olerlas."

Tras las palabras del dragón, un incómodo silencio quedó en el aire, en donde Fluttershy seguía temblando al sentirse diminuta frente a tal enorme y monstruosa criatura, sin saber qué decir ni hacer, solo queriendo huir rápidamente de allí, pero su cuerpo se negaba a reaccionar.

"Cre… Creo que ya debería irme-" Dijo Fluttershy temblorosamente, dando un paso hacia atrás.

"¿Por qué tanta prisa? ¿Ni siquiera vas a recoger la hierba que dejaste caer cerca mío?" Dijo el dragón amablemente. "¿Es que acaso te doy miedo?"

Fluttershy solo se quedó en silencio, tragando saliva fuertemente, sin ser capaz de admitir que en realidad ella sí tenía miedo de acercarse.

"Supongo que es normal que te asustes por mi tamaño… y mi apariencia." Dijo el dragón suspirando pesadamente. "Es normal que las demás criaturas nos teman a los de mi raza."

Ante las palabras del dragón, Fluttershy inmediatamente recordó al pequeño osito Harry. El pobre osito era muy tierno, pero sus garras y colmillos asustaban a todas las otras criaturitas del bosque, incluso algunos ponies del pueblo que se habían enterado que ella cuidaba a un bebé oso salvaje le advertían que se alejara de una criatura tan feroz y peligrosa, sin embargo Fluttershy había decidido ver más allá de las garras y los colmillos, y así ella había descubierto el tierno y bondadoso corazón que Harry tenía en realidad. Por eso, las palabras que decía el dragón cayeron justo en su corazón, haciéndole pensar sobre si ella estaba actuando bien o no.

"¿Acaso estoy actuando como todos aquellos que le temen a Harry solo por ser un oso? ¿Estoy juzgando a este anciano dragón solo por su apariencia?" Fueron las preguntas que comenzaron a pasar por la mente de la tímida y joven pegaso, preguntas que hicieron que su bondadoso corazón ganara terreno frente al enorme miedo que ella sentía en aquel momento.

"Yo… Yo no tengo miedo…" Respondió finalmente Fluttershy, tragando saliva fuertemente y armándose de valor para dar un paso hacia adelante. "Nadie debe ser juzgado por su apariencia… lo que importa es lo que hay en su corazón…" Agregó Fluttershy tímidamente.

"Oh… qué bien…" Respondió el dragón, a quien por un leve segundo le brillaron sus ciegos ojos. "Quizás podamos ser amigos…"

"¿Amigos?" Dijo Fluttershy algo sorprendida, mientras, sin darse cuenta, se fue emocionando levemente al pensar que quizás ella podría volverse amiga de un gran dragón como ese, después de todo quizás ese dragón era igual que Harry, una criatura de bondadoso corazón.

"Sí, claro. Los últimos amigos que tuve ya no me visitan, y siempre es bueno tener amigos que te ayuden." Dijo el dragón amablemente.

"¿Tú tienes amigos?" Preguntó Fluttershy, quien comenzó lentamente a acercarse un poco más hacia el dragón, ya teniendo un poco más confianza al ver que ambos estaban hablando sobre amistad.

"Así es… Ellos vivían aquí y venían a visitarme de vez en cuando, fueron mi única compañía desde que desperté, ya que no puedo salir de aquí." Dijo el anciano dragón, con una voz cada vez más tranquila y amable.

"¿No puedes salir?" Preguntó Fluttershy con un poco de preocupación por su nuevo amigo.

"Así es, hace años decidí dormir aquí, pero cuando desperté las rocas me habían aprisionado…" Respondió el dragón, como si lo que había pasado fuera algo normal.

Al escuchar aquellas palabras, sobre que aquella terrible bestia en realidad se encontraba atrapada, desvalida, el corazón de Fluttershy finalmente acogió por completo a aquel enorme dragón, ya que se dio cuenta que a pesar de lo imponente que fuera aquel dragón, este podía tener dificultades como cualquier otra criatura viva, tal como le había pasado al indefenso Harry.

"¿Hace cuánto estás atrapado aquí?" Preguntó Fluttershy, ya hablando con total normalidad.

"Cientos de años… Quizás mil. Aunque solo me desperté hace unos pocos años." Respondió el dragón tranquilamente.

Fluttershy volvió a sorprenderse ante las palabras del dragón. Ella había escuchado que los dragones eran capaces de hibernar por años, ¿¡Pero cientos de años!? ¿Cuánto podía vivir un dragón? ¿¡Cuánto podía dormir un dragón!? Tal parecía que de verdad aquel gigantesco dragón era único.

"¿Cómo has sobrevivido?" Preguntó Fluttershy mientras su instinto bondadoso la hacía lentamente preocuparse por la salud de aquel dragón.

"Mientras hibernamos no necesitamos alimentos, siempre que nuestro fuego interno sea lo suficientemente fuerte." Respondió el dragón con una voz serena. "Al despertar mi cuerpo exigía comida, y para mi fortuna unos perros habían hecho túneles cerca de aquí, ellos recolectaron gemas para mí, y así pude sobrevivir todos estos años."

Al escuchar hablar de 'perros', Fluttershy de inmediato supo que el dragón debía de referirse a los perros diamantes que vivían allí, y si ellos visitaban al dragón, significaba que era peligroso seguir allí por mucho tiempo, ya que a los perros diamantes no les agradaban los ponies.

"Los… ¿Los perros diamante que viven aquí vendrán pronto?" Preguntó Fluttershy dando un pequeño paso hacia atrás, nuevamente poniéndose nerviosa.

El dragón permaneció unos segundo en silencio hasta que finalmente habló.

"No, hace mucho que ningún perro ronda estos túneles…" Respondió el dragón con una voz monótona que luego volvió a tener sentimiento. "Ellos eran los amigos de los que te hablaba… Es una lástima, supongo que extraño un poco conversar con ellos, eran muy habladores… Ellos me informaron de todos los cambios que le ocurrieron al mundo en todos estos años que permanecí dormido… Tal parece que ahora todo ha cambiado… Y en ausencia de los pastores, el rebaño domina la tierra…"

Aquellas últimas palabras, el dragón las dijo con un claro tono de resentimiento, sin embargo Fluttershy no llegó a notarlo, ya que ella se centró en sentir compasión por aquella solitaria y desvalida criatura, pues escuchar al dragón diciendo que extrañaba hablar con sus amigos le dio mucha lástima.

"Él debe llevar mucho tiempo solo… Él se hizo amigo de los perros diamante, pero ellos finalmente lo abandonaron…" Pensó la bondadosa Fluttershy, sintiendo cada vez más empatía con el dragón, sin embargo había algo que no terminaba de encajar.

"Si los perros diamante que vivían aquí te traían gemas para alimentarte, ¿Por qué no intentaron liberarte? Ellos son muy buenos cavando…" Preguntó Fluttershy, intentando resolver el puzle de por qué se encontraba aquel dragón tan solo.

"Ellos me temían…" Respondió el dragón volviendo a hablar con un tono sin emoción. "Ese miedo los inspiraba a traerme alimento, a hablarme y respetarme, pero ese miedo también les impedía querer liberarme de aquí."

Ante las palabras del dragón, Fluttershy no pudo evitar pensar nuevamente en el pequeño oso Harry, quien al igual que el dragón, era temido solo por su apariencia. La joven pegaso se quedó pensativa por unos segundos hasta que tomó una decisión.

"Yo… podría intentar ayudarte a salir…" Dijo Fluttershy, dejando de lado su miedo natural, después de todo, si había algo que ella pudiera hacer para ayudar a alguien necesitado, ella lo haría.

"Tú… ¿Harías eso por mí?" Dijo el dragón con cierta sorpresa, aunque sus agudos ojos nuevamente parecieron brillar por un momento.

"Sí, aunque no sé cómo podré ayudarte." Respondió Fluttershy con una pequeña y tierna sonrisa.

"Ven… Acércate." Dijo el dragón con un leve tono de ansiedad.

La pegaso comenzó a caminar lentamente hacia donde estaba el dragón, pasando al lado de donde había caído la alforja con la hierba medicinal y adentrándose en la parte oscura del túnel, donde Fluttershy pudo ver un poco más claramente la enorme silueta de la cabeza del dragón. Mientras caminaba, su sexto sentido le indicaba a Fluttershy que quizás no era buena idea acercarse a tal enorme y feroz criatura en la oscuridad, pero el pensar en que ella podría estar abandonando a alguien que necesitaba de su ayuda, la hizo seguir avanzando.

Al acercarse a solo pasos del enorme hocico del dragón, Fluttershy escuchó unos pequeños crujido, proveniente de donde ella estaba pisando. La joven pegaso miró hacia abajo pero con la luz limitada de la cueva solo alcanzó a ver lo que parecían ser algunas ramas que había allí, por lo que dio otro paso para seguir avanzando, sin embargo esta vez ella se detuvo al sentir que sus patas se enredaban en algo. Ella se agachó para tomar lo que se había atorado en sus patas.

"¿Qué es esto?" Se preguntó inocentemente Fluttershy, pensando en voz alta, tomando lo que parecía ser un pedazo de tela rasgado.

Fluttershy se quedó mirando la tela que había recogido, levantándola sobre su cabeza para que la leve luz del lugar pudiera iluminarla mejor. Fue así que pudo ver que la tela era de color verde oscuro, pero por alguna razón tenía grandes manchas rojas en toda ella…

Como un relámpago Fluttershy se dio cuenta de lo que eran esas manchas rojas y soltó rápidamente la tela, dando un paso hacia atrás mientras un escalofrío recorría su espalda.

"Es… es ropa… y está toda…" Dijo Fluttershy espantada, hablando consigo misma sin darse cuenta, paralizada por lo que acababa de ver y sostener entre sus cascos. Entonces otra revelación vino a ella, una más terrible, una que casi la hace vomitar al tiempo que su cuerpo temblaba de cola a cabeza.

"N-No son r-ramas…" Susurró Fluttershy pensando en voz alta, cubriéndose la boca con cara de total espanto al darse cuenta lo que había pisado y roto.

"No. Son huesos." Dijo el dragón con una voz seca y profunda, quien abrió más sus ojos y miró penetrantemente hacia donde estaba Fluttershy.

Como un rayo fulminante, aquella mirada hizo que Fluttershy perdiera toda voluntad de acción, ella jamás había visto una mirada tan penetrante, tan profunda, una mirada tan fuerte que hacía que ella quisiera jamás haber nacido ni vivido, una mirada que hacía que todo lo que la rodeaba desapareciera, en ese instante solo existían Fluttershy y el dueño de esa mirada absoluta, la mirada de quien acabaría con su vida…

El enorme hocico del dragón se movió y avanzó lentamente hacia donde estaba Fluttershy, abriéndose lentamente y así dejando ver los gigantes colmillos que contenía. El dragón hacía todo lentamente, ya que sabía que con su mirada, su presa había perdido toda voluntad de vivir y jamás se movería hasta ser devorada.

Mientras el hocico del dragón se acercaba, lo único que pudo hacer la pequeña Fluttershy fue soltar unas lágrimas mientras decía sus últimas palabras, lo único que no llegaba a comprender.

"Ellos… eran tus amigos…" Dijo Fluttershy con una voz débil y sin emoción mientras sus ojos parecían haber perdido todo signo de vida, resignada totalmente a su cruel destino.

El dragón rio suave y siniestramente, deteniendo el avance de su hocico hacia su presa.

"Los perros me alimentaban y cuidaban, pero hay veces que uno necesita comer algo vivo…" Dijo el dragón suavemente antes de volver a reír acercando su hocico hacia Fluttershy. "Solo por diversión…"

Escuchar que el dragón se había comido a quienes lo cuidaba, le afectó de gran manera, como si ella hubiera recibido un gran golpe en su corazón, dándose cuenta de la crueldad de aquel monstruo, pero la última frase que dijo el dragón, demostrando que solo había matado por diversión, ¿¡Solo por diversión!? Aquello fue devastador para la bondadosa pegaso. Ella había salido del bello y pacífico mundo en el que vivía y ahora conocía lo que era la maldad pura, y la había visto a los ojos. Ya no quedaba nada para ella, después de conocer aquel mundo ya no podía vivir…

Los ojos de Fluttershy se apagaron por completo, al igual que su voluntad de vivir. El hocico del dragón se abrió todo lo que pudo en lo que se lo permitía el espacio de la cueva y comenzó a cerrarse para comer a su presa.

En el último suspiro de vida que le quedaba a la joven pegaso, su vida entera pasó ante sus ojos, pero como estos ya habían perdido la voluntad de vivir, nada de lo que vio la afectó. Eso hasta que su vida llegó a cuando estaba cuidando a su pequeña mascota, el osezno Harry, quien aún esperaba enfermo por unas medicinas que jamás llegarían… que jamás llegarían… que jamás…

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"¡NO!" Gritó Fluttershy en el último segundo de vida que le quedaba, gritando con todas sus fuerza para salir de la embrujante mirada del dragón, dando un salto hacia atrás mientras se cerraban las mandíbulas de la bestia justo frente a ella, recuperando su voluntad para vivir, pues no podía perder su voluntad de vivir, ¡No aún! Porque no solo su vida dependía de ella, sino que la de alguien más, alguien que necesitaba que ella volviera con su medicina.

"Hah… Hugh… Hah... Hagh…" Comenzó a reír el dragón luego de darse cuenta de lo que acababa de suceder. "Jamás ninguna presa se había escapado de mí… Supongo que mi mirada ya no es lo que era antes, Hah… Hugh… Hah..."

Aquel dragón comenzó a reír sinceramente, y a Fluttershy aquella risa le pareció lo más escalofriante que jamás había escuchado. Aquel dragón había perdido su presa y no estaba enojado para nada, para él todo era un juego, ¡La vida y la muerte eran solo un juego para él! Fluttershy apenas se podía mantener en pie, por cada segundo que pasaba en esa cueva, sus nociones de maldad iban cambiando y ampliándose a nuevos niveles, ya su mundo jamás volvería a ser el mismo.

Repentinamente el dragón dejó de reír y comenzó a olfatear, una y otra vez.

"¿Qué es esto? Este olor… no es de un perro… ¿Qué eres?" Dijo el anciano y ciego dragón mientras continuaba olfateando, finalmente pudiendo oler a Fluttershy ahora que ella estaba cerca. "Este… Este olor… ¡Este olor es de-!"

RRROOOAAAAAARR!

Gruño fuertemente el dragón, haciendo no solo que la pequeña pegaso temblara más de lo que ya lo hacía, sino también que toda la cueva temblara, haciendo que varias rocas cayeran del techo.

"¡Eres un sucio pony!" Gritó el dragón, quien al estar ciego, todo ese rato había pensado que había estado hablando con otro tonto perro diamante. "¡Maldigo a tu reina y a tu raza! ¡Ustedes que robaron la llama eterna y la condenaron a moverse a su antojo por el cielo! ¡Ustedes que osaron acabar con los más grandes de mi raza! ¡Ustedes que convirtieron lo que quedaba de mi raza en unos débiles lagartos que no son capaces de hacer valer sus derechos ancestrales! ¡Ustedes son el rebaño! ¡Ustedes son escoria!"

Mientras más gritaba el dragón, más furioso se ponía y más temblaba la cueva. En ese instante el dragón inhaló profundamente e intentó lanzar una llamarada, pero lo único que consiguió fue toser fuertemente y lanzar humo, pues la verdad era que el fuego interno del dragón ya se había acabado casi por completo, al igual que sus días en aquel mundo.

Al ver que su llamarada no funcionaba, el dragón comenzó a mover furiosamente su hocico de un lado para otro, intentando en vano liberarse mientras lo único que conseguía era que la cueva comenzara a derrumbarse.

Fluttershy en tanto, seguía paralizada del miedo, viendo cómo la bestia se movía salvajemente intentando acercarse a ella para devorarla. Entonces una enorme piedra cayó del techo justo al lado de Fluttershy, causando un gran estruendo y haciendo finalmente que la tímida pegaso reaccionara al ver que la cueva comenzaba a derrumbarse a su alrededor.

La pegaso tomó rápidamente la alforja que estaba a su lado, se giró y voló hacia la luz, hacia el agujero por donde había caído. Mientras huía, lo único que podía sentir la pegaso era terror absoluto, haciéndola derramar lágrimas de pavor mientras en lo único que pensaba era en salir rápido de esa cueva.

"¡Acabaré contigo! ¡Contigo y con toda tu raza!" Gritó el dragón desde abajo mientras Fluttershy volaba, golpeando la cueva con su enorme hocico mientras sin darse cuenta hacía que la cueva comenzara a derrumbarse sobre él. "¡Saldré de aquí y los devoraré a todos! ¡Lo juro por el padre de dragones! ¡Resurgiremos del Brezal Marchito y recuperaremos el trono de este reino! ¡Somos los eternos! ¡Los implacables! ¡Los hijos del Sol y el fuego! ¡Nuestra palabra es ley!"

Aquellas palabras, dichas con tanta fuerza y odio, quedarían grabadas a fuego en la aterrorizada memoria de la pegaso, el juramento de una bestia que prometía acabar con ella y con todos los que conocía, el juramento de un monstruo...

'Fin del Flashback.'


"Después de salir a la superficie, me pareció oír que todo atrás mío se derrumbaba, la cueva, la enorme loma que quedaba arriba de esta… incluso me pareció oír un último y lastimoso rugido final, pero no me importó, yo jamás me di la vuelta, solo volé, volé lejos, más rápido de lo que jamás había volado…" Dijo Fluttershy con tristeza luego de terminar de contarle a Dusk la historia de su pasado. "Cuando llegué a mi casa no tenía fuerzas para nada… Tree Hugger tuvo que darle a Harry la medicina que traje, yo solo me encerré por días en mi pieza, debajo de mi cama… Finalmente Harry se recuperó y pensé que yo podría dejar el recuerdo de ese terrible encuentro atrás, pero no fue así, yo… pasé meses sin poder dormir bien, despertaba en medio de la noche llorando aterrada al recordar lo que vi en esa cueva, incluso, hasta el día de hoy, cada vez que escucho a alguien decir 'dragón', siento como mi sangre se congela, y… no puedo dejar de escuchar aquella macabra risa…"

Finalmente Fluttershy calló, dejando de ver a Dusk, volviendo a mirar al suelo y temblando nuevamente.

"Por favor… No me hagas volver allí…" Agregó Fluttershy con una débil voz suplicante, sin ser capaz de levantar su vista para mirar a Dusk. "Yo… yo quiero ayudar, pero… e-estoy demasiado asustada…"

Dusk miró con preocupación a su tímida amiga, ahora él podía entender mejor a Fluttershy y su reacción ante su petición de que fuera ella quien convenciera al dragón de irse. Lo que Fluttershy le contó fue horroroso, haber caído en la cueva de un dragón, ser engañada por él, conocer desde pequeña lo crueles y sanguinarias que pueden ser ciertas bestias, casi ser devorada, ¡Haber visto cadáveres! Ni siquiera Dusk podía imaginarse lo terrorífico que debió haber sido ver aquello, ya que ni él ni la mayoría de los ponies habían visto jamás tan sanguinario crimen, ya que las tierras de Equestria eran conocidas por ser pacíficas casi en su totalidad, con crímenes de baja índole, pero jamás al punto de que sucedieran crímenes como el asesinato, menos aún por diversión… Y pensar que una joven, tímida y temerosa Fluttershy vivió todo aquello, hizo que Dusk se diera cuenta que lo que su amiga pegaso tenía no era miedo, lo que ella más bien tenía era un grave y profundo trauma, algo que iba más allá de sus capacidades para resolver.

"Ahora entiendo porque a veces ella quería volar o moverse, pero su propio cuerpo no se lo permitía… Es más que increíble que ella se haya forzado a sí misma a venir hasta aquí a pesar de ese trauma que trae consigo…" Pensó Dusk con una mirada de compasión.

"Tú… eres más fuerte de lo que crees…" Dijo Dusk tiernamente, acariciando la melena de la temblorosa Fluttershy. "Tranquila, yo me encargaré de todo, tú aguarda aquí por mí."

Solo la caricia de Dusk Shine fue necesaria para que Fluttershy dejara de temblar. Entonces ella levantó su cabeza para ver al rostro al potro que la calmaba, pero él ya se había dado la vuelta y se dirigía nuevamente con sus amigas a enfrentar a aquella gran bestia que se escondía en la cueva.

Lo único que pudo hacer Fluttershy fue cerrar sus ojos y rogar al cielo para que su querido Dusk volviera y así poder sentir su suave caricia nuevamente.

"¡Por fin vuelves! ¿Y bien? ¿Qué pasó?" Dijo Rainbow Dash algo molesta luego de haber esperado tanto tiempo a que Dusk volviera de hablar con Fluttershy.

Fue entonces que Dusk les contó rápidamente a sus amigas lo que conversó con Fluttershy, la historia de la pegaso y como su amiga parecía tener un trauma de juventud respecto a los dragones. Al terminar de hablar, todas sus amigas pusieron cara de preocupación y dolor al saber por lo que había pasado su amiga y cómo ella había cargado con ese terrible secreto por tantos años sin siquiera contárselo a ellas. Y de todas las yeguas, la que parecía más dolida era Rainbow Dash, quien tenía una mirada de miedo mezclada con enojo, la cual ocultaba de mala manera el hecho que parecía que ella iba a llorar en cualquier momento.

Rainbow Dash se sentía furiosa consigo misma, ella le había gritado a Fluttershy por no atreverse a ir con el dragón, sin siquiera saber por lo que ella había sufrido en el pasado, y lo que más le dolía era el hecho de jamás haberse enterado de aquello, incluso aunque ella era la amiga más antigua de Fluttershy. Eso le hizo cuestionarse si de verdad ella era una buena amiga, lo que a Rainbow Dash le dolió en el alma.

"¿Deberíamos ir a hablar con ella?" Preguntó Rarity, mirando hacia las rocas tras las cuales estaba escondida Fluttershy.

"No, creo que lo mejor por ahora es dejarla que se tranquilice sola, al menos por ahora." Respondió Dusk, mirando hacia el cielo y viendo como el sol comenzaba a ocultarse lentamente tras el horizonte. "Además aún tenemos una tarea que hacer, y no nos queda mucho tiempo de luz, debemos actuar ya."

"¿Y qué es lo que haremos?" Preguntó Applejack.

"Creo que entraré solo e intentaré hablar con el dragón." Dijo Dusk, diciendo lo que ya había estado meditando desde hacía unos instantes. "No quiero que entremos todos juntos y que el dragón se sienta de alguna forma amenazado, creo que lo mejor es entrar de a uno."

"¿Estás seguro?" Preguntó Rarity.

"No." Respondió sinceramente Dusk, sin dejar de estar nervioso. Dándose la vuelta y comenzando a caminar hacia la oscura cueva en donde se escondía el dragón. "Pero justo ahora no se me ocurre ninguna otra alternativa."

Fue así que el joven unicornio lavanda comenzó a adentrarse en la cueva, apretando fuertemente sus dientes mientras se obligaba a sí mismo a entrar a un peligroso e incierto lugar, todo mientras sus cuatro amigas miraban desde atrás, igual de temerosas, a que nada malo le pasara a su querido Dusk Shine.

En la cueva, Dusk avanzó lentamente a ciegas, pues además que de por sí la cueva era oscura, el humo saliendo desde el fondo de esta impedía ver casi por completo el camino frente a uno. Así avanzó Dusk, escuchando cada vez más cerca los fuertes ronquidos de la bestia durmiente, poniéndose lentamente en guardia, ya que sentía que la fuente de los ronquidos estaba solo a unos pocos pasos delante de él.

Repentinamente Dusk tropezó con algo y cayó de frente contra el suelo, haciendo que el unicornio diera un pequeño grito de dolor al golpearse.

"¡Ouch!" Gritó Dusk al golpearse, sin embargo de inmediato se llevó los cascos a la boca, pues se dio cuenta que el ruido podía despertar al dragón.

"¡Dusk! ¿¡Estás bien!?" Gritó desde la entrada Rainbow Dash, preocupada al igual que sus amigas al escuchar el grito de Dusk.

"¡Shhh! ¡Sí! ¡Estoy bien!" Gritó Dusk en un susurró, totalmente nervioso, indicándole de inmediato a sus amigas que no hicieran ruido.

De inmediato Dusk se dio cuenta de lo absurdo que estaba actuando, después de todo, de todas formas él debía despertar al dragón, así que daba igual si el dragón había despertado o no. Entonces Dusk se dio la vuelta y volvió a mirar hacia el fondo de la cueva, fue allí que gracias a que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y que justamente el dragón parecía haber dejado de lanzar humo por un momento, que finalmente Dusk pudo ver al dragón, una enorme bestia con escamas rojas, un enorme hocico con colmillos, afiladas garra y una enorme cola, que se extendía por gran parte de la cueva. Solo entonces Dusk se dio cuenta que con lo que había tropezado no había sido una roca, sino parte de la cola del dragón, lo cual asustó más a Dusk, ya que sabía que los dragones eran grandes, pero verlo con sus propios ojos era muy distinto. Otra cosa que Dusk alcanzó a ver fue que el dragón dormía bajo una enorme pila de monedas de oro, joyas y gemas, usándolas prácticamente como colchón, acostado sobre este tan firmemente que parecía que ni una moneda podría ser sacada de ese tesoro sin que el dragón se diera cuenta.

La enorme bestia, que medía varias decenas de veces el porte de Dusk, dormía apacible y ruidosamente sin aún percatarse de la presencia del unicornio lavanda. Al darse cuenta de esto, Dusk cerró sus ojos, repasó mentalmente su plan a seguir, respiró hondo un par de veces y se dispuso finalmente a actuar.

"¡Ahem!" Tosió Dusk, aclarándose la garganta fuertemente para despertar al dragón, sin embargo, al ver que el dragón ni se inmutaba, Dusk se aclaró la garganta más y más fuerte. "¡AHEM! ¡AHEM!"

Finalmente ambos ojos del dragón se abrieron repentinamente, dejando ver su frio color dorado, al tiempo que hacían que Dusk diera un salto hacia atrás por lo repentino que había sido todo.

El dragón se quedó viendo fijamente a Dusk, sin mover ni un músculo, lo que era aún más aterrador para el unicornio, ya que no sabía qué estaba pensando aquella bestia sobre él justo en ese momento.

"Tranquilizate… respira y no te pongas nervioso." Pensó Dusk respirando lentamente antes de hablar, sin poder evitar recordar lo que le acababa de contar Fluttershy sobre su encuentro con un dragón.

"B-Buenas tardes, señor dragón." Dijo temblorosamente Dusk al principio, pero calmándose de inmediato, ya que no quería ni debía mostrar miedo frente a una criatura a la que estaba a punto de expulsar de allí. "Mi nombre es Dusk Shine, vengo en representación del reino de Equestria y sus naciones aliadas. E-Es mi deber informarle que su reciente llegada a esta parte del reino está afectando de forma negativa a los residentes de los poblados cercanos de la montaña, como lo son el pueblo de Ponyville y la gran ciudad capital de Canterlot."

Dusk se detuvo un momento para ver la reacción del dragón, quien finalmente entrecerró un poco sus ojos, como si estuviera pensando en algo, lo que Dusk tomó como una buena señal, ya que el dragón se debería de estarse dando cuenta de la gravedad de la situación en la que estaba, así que Dusk decidió seguir con su discurso.

En ese instante Dusk hizo aparecer con su magia unos lentes, un pergamino y una pluma. Dusk iluminó con su magia un poco el lugar mientras se ponía sus lentes de lectura y comenzaba a escribir en el pergamino usando la pluma levitada.

"Señor dragón, le informo que actualmente se encuentra rompiendo las leyes n° 37, 98 y 122 del código civil de Equestria." Dijo Dusk seriamente mientras se arreglaba sus lentes, emocionándose al hacer el papel de abogado y recordar parte de los libros sobre leyes que él había memorizado hacía muchos años atrás. "Además de romper los códigos de ética y conducta, artículos 3 al 8; sin mencionar la ley de contaminación en exteriores y-¡Coff! ¡Coff!"

Dusk tuvo que detener su discurso ya que el dragón había expulsado una pequeña pero densa columna de humo desde su hocico, justo en frente de Dusk, haciendo que el unicornio no pudiera continuar hablando.

Luego que la nube de humo se disipó, Dusk entreabrió los ojos y se dispuso a continuar hablando, sin embargo se detuvo al darse cuenta que el dragón había cerrado sus ojos y parecía haberse quedado dormido nuevamente.

"Él… ¡Él me está ignorando!" Pensó Dusk sorprendido y molesto, a quien no le agradaba cuando alguien lo interrumpía o lo ignoraba cuando recitaba algo de memoria de algún libro.

Dusk rápidamente se olvidó que ante él tenía a una bestia potencialmente mortal, y golpeó un par de veces el hocico del dragón, como si fuera una puerta, hasta hacer que el dragón abriera nuevamente los ojos.

"¡Hey! ¡No me ignores!" Dijo Dusk molesto, como si estuviera hablando con un potrillo que lo ignoraba. "Debes comprender que estas quebrantando la paz de-¡Coff! ¡Coff!"

El dragón nuevamente le escupió humo a Dusk para interrumpir su discurso, sin embargo esta vez el dragón no fingió quedarse dormido, esta vez el dragón siguió viendo a Dusk y sonrió burlonamente luego de interrumpirlo.

"Con que esas tenemos, ¿Eh?" Dijo Dusk enojado, luego que pudiera volver a hablar, decidiendo que si la negociación fallaba, lo siguiente sería la amenaza. "Escúchame bien, dragón, si no te vas ahora mismo, ¡Todo el poder de Equestria caerá sobre ti! Y no me refiero solo a los más fuertes ponies de tierra, a los más veloces pegasos, y a los más poderosos unicornios del reino, ¡Sino que vendrán por ti las mismísimas princesas alicornio a sacar tu escamoso trasero de esta montaña si es que no me escuchas!"

Todo lo que dijo Dusk era un simple bluff, ya que la verdad era que Dusk no podía asegurar todo aquello, sin embargo esperaba con eso poder espantar al dragón de aquel lugar.

Al principio del discurso de Dusk, el dragón parecía inmutable, pero Dusk podía jurar que vio que el dragón entrecerró fugazmente los ojos cuando él mencionó a las princesas, Dusk sabía que no se debía jugar con el poder de las princesas reales, y tal parecía que el dragón también lo sabía. Sin embargo, cuando Dusk pensó que su falsa amenaza había funcionado, el dragón inhaló fuertemente y sopló con toda sus fuerzas sobre Dusk, haciendo que el unicornio rodara velozmente hasta salir proyectado fuera de la cueva hasta donde estaban las demás yeguas.

"¡Dusk! ¿¡Qué pasó!?" Preguntó Applejack preocupada, al igual que sus amigas, al ver que Dusk había salido rodando fuertemente desde el interior de la cueva.

"Él… se deshizo de mí como si fuera una mosca…" Respondió Dusk sosteniendo su cabeza, aún algo aturdido por todas las vueltas que había dado.

"¡Ese dragón es solo una bestia salvaje que no entenderá razones!" Dijo Rarity, molesta con el dragón por haber maltratado de tal forma a su querido Dusk.

"No creo que sea una bestia salvaje… Es cierto que él no me escuchó, pero no creo que no seamos capaces de razonar con él ni de llegar a un acuerdo." Dijo Dusk, meditando un momento, tratando de pensar con lógica a pesar que aún estaba algo molesto por la actitud del dragón y por ser empujado fuera de la cueva. "Él es enorme, y tuvo la oportunidad de devorarme fácilmente, además pudo haberme lanzado una llamarada, y en cambio solo me empujó con su soplido… Puede que me equivoque, pero la impresión que me da es que este dragón no es para nada tan peligroso como al que se enfrentó Fluttershy."

"Deberíamos echarlo por la fuerza." Dijo repentinamente Rainbow Dash, que por alguna razón parecía nerviosa y molesta. "Si esas bestias son tan peligrosas como te dijo Fluttershy, creo que lo mejor sería atacar antes que nos ataque."

"¡No! ¡Precisamente por eso es que debemos evitar usar la fuerza!" Respondió Dusk. "Si ese dragón de verdad puede llegar a ser tan peligroso, lo peor que podríamos hacer es provocarlo, debemos seguir con la diplomacia."

"¿Y qué propones?" Preguntó Rainbow Dash, aún nerviosa. "No creo que puedas conversar con él, además debe de estar muy malhumorado luego que lo despertaras."

Dusk Shine no respondió, solo se quedó en silencio pensando en otras alternativas de diálogo.

"¡Yo tengo una idea! Si está de mal humor, lo mejor es levantarle el ánimo antes de poder conversar con él." Dijo súbitamente Applejack.

"¿A qué te refieres con levantarle el ánimo?" Preguntó Dusk confundido.

"¡Ya sé! ¡Hagamos una fies-!" Dijo Pinkie Pie alegre, antes de ser callada por Applejack, quien puso un casco en su boca para silenciarla.

"No me refiero a una fiesta, eso sería absurdo." Dijo Applejack mirando de reojo a Pinkie Pie.

"Las fiestas no son absurdas." Dijo Pinkie Pie, poniendo cara de puchero luego de ser interrumpida.

"Me refiero a que si acaba de despertar, lo más probable es que ese dragón esté hambriento." Continuó Applejack, ignorando a Pinkie Pie y volviendo su atención hacia los demás.

"¿Y qué propones? ¿Darle un banquete de seis ponies a la cacerola?" Dijo Rarity con sarcasmo.

"¡Le daré algo mejor!" Respondió Applejack, girando su cabeza para meter su hocico en la alforja que cargaba, hasta que con su boca sacó una de las tantas manzanas que había llevado consigo. "Le daré de probar a ese dragón las mejores manzanas de Sweet Apple Acres, ¡Tendrá un festín de mis manzanas! Y así estará tan satisfecho y agradecido que luego podremos dialogar más tranquilamente."

Dusk se quedó mirando a Applejack con la boca abierta, como si estuviera a punto de decir algo, sin embargo no fue capaz de decir nada. Él sabía que ese plan era una locura, pero no se le ocurría una forma amable de decirle a su amiga que aquello probablemente no serviría, ni tampoco se le ocurría un mejor plan que reemplazara al plan de su amiga.

"¿De verdad crees que eso podría funcionar?" Preguntó Dusk finalmente, con una mirada de inseguridad.

"Por supuesto, ¡Nadie jamás ha rechazado las deliciosas manzanas de Sweet Apple Acres!" Dijo Applejack llena de confianza, caminando con seguridad hacia el interior de la cueva.

Por seguridad, ninguno de los otros ponies acompañó a Applejack, ya que no querían intimidar al dragón, así que solo se acercaron hasta la entrada de la cueva y miraron expectantes como su amiga campirana se perdía en la oscuridad del interior de la cueva, levantando sus orejas para agudizar sus oídos y escuchar lo que ocurría al interior de la cueva.

"Si consigo que ese dragón coma de las manzanas de la granja, ¡Será una gran publicidad!" Fue lo último que los cuatro ponies alcanzaron a escuchar antes de perder de vista a Applejack, quien había estado pensando en voz alta y debido al eco de la cueva, fue un comentario que todos alcanzaron a escuchar.

Luego que Applejack se perdiera en la oscuridad, Dusk Shine, Pinkie Pie, Rarity y Rainbow Dash permanecieron como estatuas con sus orejas en alerta, esperando escuchar si el plan de su amiga funcionaba.

"¡Wow! Eres más grande de lo que esperaba… ¡Ahem! Hola señor dragón, mi nombre es Applejack." Dijo finalmente la voz de Applejack desde el interior de la cueva. "¡He venido aquí a ofrecerle algunas deliciosas manzanas de mi huerto! Sé que debe de estar hambriento luego de tan larga siesta."

No hubo ninguna respuesta a las palabras de Applejack, solo un fuerte gruñido.

"Pues entonces ¿Qué le parece una tarta de manzana?" Se escuchó nuevamente la voz de Applejack. "También traje buñuelos de manzana, manzana confitada, manzana-"

Un repentino y fuerte ruido se escuchó desde el interior de la cueva, como un torbellino que retumbó en toda la cueva. En ese mismo instante un fuerte viento sopló desde el interior de la cueva, acompañado por Applejack y una docena de manzanas, que salieron volando por el fuerte soplido del dragón, tal como había salido Dusk expulsado hacia unos instantes atrás.

"¡Applejack! ¿Estás bien?" Preguntaron las amigas de Applejack, acercándose a su amiga, quien había salido volando justo hasta donde estaban los demás, con la cabeza cubierta por tarta de manzana.

"Ese… ¡Ese sucio maleducado!" Dijo Applejack molesta, levantándose enojada y quitándose la tarta de manzana de la cara. Entonces la yegua naranja puso una mirada seria y comenzó a caminar de vuelta al interior de la cueva. "¡Ya verá ese truhan! ¡Nadie rechaza las manzanas de mi familia!"

"¡Applejack, espera!" Dijo Dusk rápidamente, poniendo sus cascos frente a Applejack para detenerla, pero solo lograba ralentizarla, ya que la yegua tenía una gran fuerza física.

"¡Espera! ¿No te das cuenta? ¡Es mejor así!" Agregó Dusk con una sonrisa nerviosa, pensando rápidamente en una excusa para convencer a su testaruda amiga, ya que sabía por experiencia que de otra forma no lograría convencer a Applejack para que no volviera a entrar. "Si él hubiera probado tus manzanas, probablemente hubiera abandonado esta cueva y hubiera transformado Sweet Apple Acres en su nuevo nido, ¿Acaso quieres eso?"

El comentario de Dusk finalmente hizo recapacitar a Applejack, quien se detuvo, miró molesta hacia el interior de la cueva, y luego se giró para volver a salir.

"¡Hmpf! Supongo que tienes razón… Lo dejaré pasar por esta vez." Dijo Applejack soltando un pequeño bufido.

"Bien… Supongo que el plan de Applejack también falló." Dijo Dusk suspirando aliviado luego de haber convencido a su amiga que no hiciera una locura, caminando hacia donde estaban el resto de sus amigas. "Ahora… ¿Alguien tiene otro plan?"

"¡Yo!" Dijo sorpresivamente Pinkie Pie. "¡Es hora del plan C!"

Cuando todos se giraron para ver a Pinkie Pie, se sorprendieron al ver que inesperadamente su rosada amiga se había disfrazado con un ridículo traje. Vistiendo unas aletas para nadar en sus cuatro cascos, vistiendo en su cuerpo una caja que simulaba ser un regalo de cumpleaños, con globos atados a su cola y melena, completando el ridículo traje con unos extravagantes y gigantescos lentes de sol.

"Ay, cariño, te ves ridícula." Dijo Rarity con una pizca de disgusto al ver a su amiga insultando a la moda de esa forma.

"¿Y cuál es el plan C?" Preguntó Dusk un poco curioso, sin poder evitar sonreír un poco, ya que aún no dejaba de sorprenderse por lo alocada e imprevisible que era su amiga.

"El plan C es por: ¡Ce parte de mi fiesta!" Dijo Pinkie Pie sonriendo. "¡Hacer reír es la mejor manera para poner a alguien de tu lado! Lo invitaré a unirse a una fiesta y así algunas ponies verán que las fiestas no son para nada absurdas." Terminó de decir Pinkie Pie, mirando de reojo a Applejack.

"Pinkie Pie, sabes que no me refería a eso cuando dije aquello de las fiestas." Dijo Applejack con una sonrisa apenada. "A lo que me refería era- ¡Oye! ¡Espera!"

Applejack no alcanzó a terminar de disculparse ya que Pinkie Pie la había ignorado y había comenzado a caminar hacia el interior de la cueva.

"¡Hay que detenerla!" Dijo Applejack intentando avanzar hacia donde iba Pinkie Pie, sin embargo Dusk puso un casco para detenerla.

"Tranquila… Si algo he aprendido de Pinkie Pie es que nunca sabes lo que puede hacer. Quizás sería bueno darle una oportunidad." Dijo Dusk Shine, dejando un poco su preocupación de lado para confiar en los instintos de su excéntrica amiga rosada.

Applejack se detuvo, y tras las palabras de Dusk se tranquilizó un poco, pensando en que quizás el potro tenía razón, sin embargo la que no podía estar tranquila era Rainbow Dash, quien cada vez se iba poniendo más nerviosa, primero al entrar Dusk, luego cuando entró Applejack, y ahora que entraba Pinkie Pie.

Mientras las pony rosa caminaba torpemente hasta perderse en la oscuridad, los otros cuatro ponies volvieron a la misma posición anterior, extendiendo sus orejas hacia la cueva y quedándose completamente quietos y en silencio mientras esperaban escuchar lo que sucedía al interior de la cueva.

"¡Hola-Hola Señor dragón!" Se escuchó en la oscuridad la fuerte voz de Pinkie Pie.

Nuevamente no hubo respuesta, solo un fuerte gruñido.

"¡Qué le parece si hacemos una fiesta!" Se escuchó nuevamente la voz de Pinkie Pie, gritando aún más fuerte y chillonamente.

Nuevamente se escuchó el fuerte resoplido del dragón, seguido por Pinkie Pie, quien salió rodando fuertemente por el viento hasta donde estaban sus amigos, con todo su disfraz destrozado.

"Bueno… Parece que no le gustan las fiestas. ¡Pero eso no significa que las fiestas sean absurdas!" Dijo Pinkie Pie desde el suelo, mirando fijamente a Applejack.

"Lo sé, lo sé, lo siento." Dijo Applejack, no pudiendo evitar sonreír al ver que su amiga seguía ofendida por su pequeño comentario.

"Bien, ¿Algún otro plan?" Preguntó Dusk, quien seguía sin ninguna otra idea de cómo intentar dialogar con aquel malhumorado dragón.

"¡Yo iré!" Dijo inmediatamente Rainbow Dash, con una mirada seria.

"¿Y cuál es tu plan?" Preguntó Dusk.

"Eh… yo… n-no lo sé." Respondió Rainbow Dash nerviosa. "Pero no quiero que nadie más entre…"

Rainbow Dash se estaba poniendo cada vez más nerviosa, principalmente por dos razones. La primera era que aunque sus amigos no lo sintieran, ella sí podía sentirlo, ¡El dragón se estaba enojando! O al menos eso era lo que ella creía, ya que sus sensibles alas podían sentir la variación en el viento, y cuando el dragón empujó a Applejack, lo hizo levemente más fuerte que con Dusk, y fue un poco más fuerte cuando empujó a Pinkie Pie, y que el dragón comenzara a soplar más fuerte podía significar que el dragón se estaba molestando; sin embargo aquello no era algo que Rainbow Dash pudiera dar por hecho, solo era su suposición y su instinto que le decía eso, por lo mismo no quiso compartir aquello con sus amigos para no ponerlos nerviosos innecesariamente y sin fundamentos. No obstante, aquello fue suficiente para que Rainbow Dash tomara la decisión de no querer que ninguna más de sus amigas se arriesgara, además también estaba la segunda razón por la que Rainbow Dash estaba nerviosa… Ella seguía pensando en Fluttershy, en su terrible encuentro con el dragón, y como ella no se había enterado jamás de eso hasta ese día, lo que seguía haciéndola sentirse culpable.

"Si no tienes un plan, entonces creo que entraré yo." Dijo Rarity, pasando elegantemente entre Dusk y Rainbow Dash, enfilándose hacia el interior de la cueva.

"¿Y cuál es tu plan?" Preguntó Dusk al ver que Rarity comenzaba a caminar hacia la cueva.

"¡Fufufu!" Rio Rarity coquetamente, girándose para mirar a Dusk y guiñarle un ojo amorosamente. "Intentaré un poco de encanto femenino."

Entonces Rarity siguió caminando hasta perderse en la oscuridad de la cueva, mientras nuevamente los otros cuatro ponies se ponían en posición para escuchar lo que sucedía.

"Lamento mucho interrumpirlo, Sir dragón." Se escuchó la melodiosa voz de Rarity desde el interior de la cueva. "Estaba a punto de irme, pero me di cuenta que no podía irme a casa sin decirle lo maravillosas y hermosas que son sus escamas."

"¿¡Va a intentar halagarlo!?" Pensó Dusk asustado, resignándose y poniéndose en posición para recibir a Rarity cuando el dragón la sacara volando de allí.

Nuevamente el dragón no respondió, pero para sorpresa de los cuatro ponies que estaban en la entrada, esta vez no hubo un gruñido.

"Es decir, ¡Mire que majestuosas y brillantes están esas escamas! Seguramente usted cuida muy bien de ellas, ¡Dignas de un dragón de su magnificencia!" Se escuchó nuevamente la voz de Rarity, quien continuó hablando dulcemente. "No puedo evitar pensar en la tragedia que es que tan bella armadura se desgaste y oculte en una cueva tan fea y oscura como esta."

Esta vez el dragón si hizo un ruido, el que más que un gruñido, pareció ser una especie de ronroneo.

"¿¡Está funcionando!?" Pensó Dusk sorprendido, viendo que el dragón finalmente estaba escuchando a alguien y que parecía estar de buen humor. No pudiendo evitar pensar en su hermano. "Quizás Rarity tenga el poder de encantar dragones, jeje."

"Personalmente creo que usted debería lucir y presumir sus bellas escamas en el exterior, ¡Por todo el mundo! Para que todos puedan admirarlas." Continuó hablando amorosamente la voz de Rarity. "Obviamente será un placer para mí cuidar de sus joyas mientras usted no está aquí."

¡GRROOOWWRRR!

Sonó un fuerte rugido que hizo temblar toda la cueva.

Rarity estuvo perfecta con su plan, ella casi lo logra, pero lamentablemente no sabía de algo muy importante, ¡Jamás toques ni te metas con el tesoro de un dragón!

"¡Aaaahhh…!" Gritó Rarity desde el interior de la cueva.

"¡NO!" Gritó Rainbow Dash al instante, quien había estado tan nerviosa y tensa que fue la primera en reaccionar.

Apenas escuchó el grito de Rarity, Rainbow Dash se lanzó volando al interior de la cueva para salvar a su amiga.

"¡No dejaré que se repita lo que le pasó a Fluttershy! ¡Yo era su amiga! ¡Por qué no estuve allí para ella! ¡NO DEJARÉ QUE SE REPITA!" Pensó frenética Rainbow Dash mientras volaba.

A la velocidad con que voló Rainbow Dash, no le tomó mucho llegar hasta donde estaba el dragón, quien miraba ferozmente a Rarity, quien se mantenía temblando ante la furiosa mirada del dragón.

Sin detenerse en absoluto, y aprovechando el impulso que había tomado, Rainbow Dash estiró una de sus patas traseras y golpeó lo más fuerte que pudo el hocico del enorme dragón.

"¡Toma eso!" Gritó Rainbow Dash luego de dar la patada más fuerte de su vida, aterrizando justo al lado de Rarity, con una mirada fiera enfrentando a su enemigo. "¡Aléjate de mi ami-! A… amiga…"

El valor de Rainbow Dash rápidamente se esfumó al ver que la gran patada que le había dado al dragón al parecer no había causado ningún efecto, ya que el dragón ni siquiera había movido su hocico luego del golpe, él seguía con la misma fiera mirada, solo que esta vez no solo miraba a Rarity, sino también a la pegaso.

"¡Corre!" Gritaron al mismo tiempo Rarity y Rainbow Dash, girándose y comenzando a correr a máxima velocidad hacia la salida, pues pese a que Rainbow Dash podía volar, no podía abandonar a Rarity a su suerte, así que corrió junto a ella.

¡GRROOOWWRRR!

Volvió a escucharse un feroz rugido mientras la cueva temblaba.

Rarity y Rainbow Dash siguieron corrieron a tal velocidad en la oscuridad, yendo cegadas hacia la luz que era la salida, que nada pudieron hacer cuando se encontraron de frente con Dusk, Pinkie Pie y Applejack, quienes corrían en sentido opuesto para encontrarlas. Los cinco ponies chocaron fuertemente, quedando todos adoloridos tendidos en el suelo.

Nuevamente otro pequeño temblor hizo retumbar la cueva, luego un pequeño silencio, seguido de otro pequeño temblor.

Rainbow Dash y Rarity saltaron inmediato para ponerse de pie, entendiendo lo que aquello significaba.

"¡De prisa! ¡Párense! ¡Corran!" Gritaron Rainbow Dash y Rarity mientras ayudaban a los otros tres ponies a ponerse de pie.

Fue entonces que Dusk sintió que los temblores eran más fuerte, y se dio cuenta de lo que pasaba. Aquello no eran temblores, ¡Eran pisadas! ¡El dragón se había levantado furioso e iba tras ellos!

Los cinco ponies comenzaron a correr velozmente, guiados ciegamente por la única luz que se veía, la luz de la salida, la luz de la salvación… Así corrieron hasta que finalmente lograron salir de la oscura cueva, llegando justo ante el último rayo de sol, el cual finalmente se ocultó tras las montañas.

"¡De prisa! ¡Busquemos a Fluttershy y salgamos de-!" Dijo Dusk hasta ser interrumpido.

¡GRROOOWWRRR!

Al enorme dragón no le había tomado más de diez pasos cubrir lo que los ponies habían corrido velozmente. La enorme bestia había salido finalmente de su escondite, pero esta era la peor situación posible… La bestia estaba furiosa.

Dusk rápidamente se giró y empujó a sus amigas para que lo siguieran hacia el camino por el que habían llegado a la montaña, sin embargo Dusk y las yeguas no alcanzaron a dar cinco pasos hasta que fueron detenidos por la enorme cola del dragón, que de un solo golpe cayó frente a los ponies, bloqueándoles su única salida.

Sin salidas, sin armas, sin opciones, lo único que instintivamente hicieron las yeguas fue abrazarse a Dusk mientras temblaban sin saber cómo saldrían de esta, sin saber que al potro al que abrazaban temblaba tanto o más que ellas, pues aunque era habilidoso en la magia, no se le ocurría cómo salir de aquella situación con todas sus amigas a salvo, además los dragones eran las criaturas más resistentes a la magia que existían, ni siquiera Dusk sabía si alguno de sus hechizo tendría algún efecto en tal enorme criatura o solo empeoraría más la situación. Lo único en que podía pensar Dusk era en que quería vivir y en que quería salvar a sus amigas, pero no se le ocurría ninguna manera de hacerlo, menos ante la fiera mirada de aquel enorme dragón, que acercaba su enorme cabeza más y más mientras parecía querer matarlos con la mirada. Fue así que lo único que hizo Dusk fue también abrazar fuertemente a sus amigas mientras temblaba de miedo.

Toda aquella escena fue presenciada por una silenciosa espectadora, la tímida Fluttershy, quien al escuchar a sus amigos gritar, no pudo evitar asomarse desde su escondite y mirar horrorizada lo que sucedía.

El sudor corría como hielo por el pelaje de Fluttershy. Solo ver al gran dragón que había salido de aquella cueva la hizo paralizarse y temblar de cola a cabeza, pese a que este no se veía tan grande ni terrorífico como al que recordaba de joven, pero de igual manera esta era una criatura enorme y temible, con los mismos terribles rasgos, como piel de duras escamas, feroces colmillos, afiladas garras y terroríficos ojos.

Fluttershy solo se quedó mirando, paralizada, sin ninguna fuerza física ni de voluntad, como el dragón arrinconaba a sus amigos y acercaba su hocico hacia ellos.

El dragón acercó su rostro al de aquellas pequeñas e insignificantes criaturas que habían osado a perturbar su sueño, a aquellos cinco pequeños ponies que ahora se encontraban temblando completamente de miedo ante su imponente presencia. El dragón no pudo evitar sonreír y reírse levemente al ver tan aterrados a tan débiles criaturas.

En cuanto el dragón se rio, fue como si algo se rompiera en Fluttershy, fue como si todo a su alrededor se hubiera esfumado y ella nuevamente se hubiera encontrado en aquella caverna, viendo a aquella sanguinaria criatura mientras se reía de la vida y la muerte como si fuera un juego. Entonces las imágenes de los huesos y calaveras que había visto, pasaron por sus ojos y se fueron intercalando con los recuerdos de sus amigos sonriéndole y la vista de sus amigos temblando con terror absoluto, sabiendo que el destino de sus amigos era el mismo que el de aquellos huesos…

"No…" Gritó en un susurro Fluttershy, haciendo uso de toda su fuerza de voluntad para lograr imponerse a su trauma, sabiendo que si no lo hacía se arrepentiría para siempre. Luchando consigo misma para sobrepasar sus límites, sus miedos, e intentar salvar lo más importante que tenía, a sus amigos.

"¡NOOO!" Gritó finalmente Fluttershy con todo su aliento, rompiendo finalmente las cadenas que la ataban a su más grande trauma. Saliendo finalmente de sus escondite para enfrentarse a aquella terrible bestia.

Fluttershy voló rápidamente, sin pensar en nada, solo actuando con puro instinto, el instinto que gritaba que salvara a sus amigas. En tanto, el dragón dejó de reír al escuchar el grito de la pegaso y al ver de reojo que otro insignificante pony aparecía, una pegaso amarilla, volando directo hacia él. El dragón giró su cabeza y se le quedó mirando mientras se acercaba, con la misma mirada tenebrosa con la que había asustado a los otros cinco ponies.

Al llegar frente al dragón, Fluttershy se detuvo, manteniéndose volando frente a él, con su rostro oculto bajo su larga melena, con sus cascos temblando mientras seguía inmóvil en el aire.

"¡Heh! Ni siquiera es capaz de mirarme a los ojos…" Pensó el dragón riéndose al ver a la débil pegaso temblando frente a él, pensando que de todos aquellos ponies que lo había enfrentado ahí, aquella parecía ser la más patética.

En tanto, en lo único que podía pensar Fluttershy era en que debía salvar a sus amigas, fuera como fuera, sin embargo ella no podía sacarse la imagen en su mente de la terrible mirada de aquella bestia sanguinaria a la que había conocido, por eso era que ella no podía dejar de temblar. Y aunque este no fuera el mismo dragón que había conocido hace años, para ella era la misma situación, y en lo único en que podía pensar era en que si ella no actuaba ahí y ahora, la gran bestia de sus pesadillas devoraría a sus amigos.

"Tú…" Dijo finalmente Fluttershy, sin aún levantar su cabeza, con una voz tan débil que el dragón incluso se acercó un poco para escucharla mejor. "Tú… ¡ALEJATE DE MIS AMIGAS!" Repentinamente Fluttershy levantó su cabeza y gritó con todas sus fuerzas, encarando al enorme dragón.

Aquel grito de la pequeña pegaso fue tal que incluso el dragón abrió sus ojos ante la sorpresa, incluso retrocediendo levemente su cabeza. Aquello había sido sorpresivo, sin embargo había otra cosa que sorprendió e incluso impactó más al enorme dragón, aquello fue la fiera mirada con la que Fluttershy lo miraba, era como si esa pequeña pony tuviera la mirada más firme, decidida e intensa que jamás hubiera visto, una mirada feroz que calzaba más con la de un fiero dragón que con la de una débil pony.

Fluttershy no se había dado cuenta, pero en ese preciso momento ella tenía la misma fiera mirada que alguna vez el anciano y terrible dragón había usado en ella, la mirada más fiera y amenazante que jamás había visto, una mirada fatal que estaba guardada en su subconsciente y que ahora, que estaba determinada a salvar a sus amigas y que no podía quitarse de su cabeza aquella terrible mirada, fue capaz de usar inconscientemente al superar su trauma.

El dragón no dijo nada, sin darse cuenta se quedó absorto viendo la mirada de Fluttershy, una mirada amenazante que no veía hacia cientos de años, desde que él era un bebé dragón y los viejos y ancianos dragones surcaban amenazantes los cielos del mundo.

"¡Escúchame!" Dijo Fluttershy sin pestañear, manteniendo fija la fiera mirada sobre el dragón, más llena de determinación de lo que jamás había estado en su vida. "Dejaras ahora mismo a mis amigas en paz, o juro que te haré pagar, ¡No sé cómo pero lo haré! Lo juro por el padre de dragones, que incluso te buscaré en el Brezal Marchito. Porque no me importa si eres eterno, implacable, o hijo del Sol y el fuego, te juro que si tocas a mis amigas, lo pagaras ¡Y mi palabra también es ley!"

Mientras Fluttershy hablaba, en su mente la imagen del actual dragón con la del antiguo dragón que la amenazó en su niñez se superponían a ratos, Fluttesrhy sentía tanta adrenalina que ya ni siquiera estaba segura si estaba recordando su pasado o lo estaba reviviendo. Fue así que ella sin darse cuenta casi repitió palabra por palabra el juramento que gritó el anciano dragón mientras ella huía y que habían sido grabadas a fuego en su mente.

Aquello también fue un nuevo impacto para el ya sorprendido dragón. Podía ser que la fiera mirada de la pony lo tomara por sorpresa, una mirada tan amenazante que ningún pony debía de poder tener, pero el dragón pensó que podía existir una minúscula posibilidad que alguno pudiera tenerla, sin embargo el discurso amenazante que le dio la pegaso fue más de lo que podía tolerar el dragón como algo normal. ¿Por qué esa pony nombraba al padre de dragones? ¿Y también sabía el nombre de la cuna ancestral de los dragones? ¿Y cómo es que conocía los viejos juramentos dictados por los ancianos dragones? Un dragón jamás decía aquellos juramentos a menos que fuera a cumplirlos, lo que decía aquella pony era verdad, ¡La palabra de un dragón era ley! Entonces… ¿La amenaza que le estaba haciendo era verdad? ¿Cómo podría esa débil pony amenazarlo de esa forma? ¡Era totalmente absurdo! Pero esa mirada… No cabía duda, literalmente no había duda alguna en la mirada de aquella pony, solo fiereza y determinación.

El dragón se quedó mirando fijamente a la pony que volaba frente a él, mirándose ambos fijamente a los ojos, como si tuvieran un duelo de miradas, y por primera vez en décadas, el dragón se sintió amenazado. El dragón seguía pensando que era una ridiculez retroceder frente a un débil e insignificante pony, sin embargo sus instintos de dragón le decían que aquella mirada era algo con lo que no se debía jugar, como borrosamente recordaba de dragones ancestrales como su padre o su abuelo, hace milenios, antes que el poder de su raza fuera precisamente mermado por una simple pony.

En ese instante, el dragón finalmente bajó su cabeza, desviando su mirada de la de Fluttershy. Entonces el dragón metió su cola en la cueva, y con esta hábilmente tomó todo su tesoro y lo trajo hasta fuera, en donde por supuesto, no dejó caer ni una sola moneda de oro. El dragón abrazó su tesoro entre sus garras y miró por última vez a Fluttershy, quien seguía volando donde mismo, con sus ojos fijos en él; entonces el dragón abrió sus enormes alas y finalmente despegó y voló para alejarse de aquella montaña.

Todo aquello sucedió solo en segundos, pero para todos los presentes, aquello pareció una eternidad, incluyendo a los cinco ponies que solo habían permanecidos temblorosos y mudos al ver cómo la más inocente, miedosa y tímida de sus amigas se enfrentaba y amenazaba a un enorme dragón.

Cuando el dragón se hubo alejado hasta perderse de vista, Fluttershy finalmente bajó lentamente de donde estaba y aterrizó en el suelo, respirando agitadamente mientras sus cascos no paraban de temblar, tanto porque aún sentía el miedo como porque se daba cuenta de lo que acababa de hacer.

"Yo… Yo… Lo hice." Dijo temblorosamente Fluttershy, levantando uno de sus cascos para ver como seguía temblando. "Yo lo hice… lo hice, ¡Lo hice! ¡Enfrenté a un dragón!"

"¡Lo hice! ¡Lo hice! ¡Lo hice! ¡Fui valiente!" Agregó en gritos eufóricos Fluttershy, comenzando a saltar en dos patas en círculo, soltando todo el exceso de adrenalina que aún corría por su cuerpo.

"¿Lo hiciste? ¡Eso fue increíble! ¡Más que increíble!" Dijo finalmente Dusk, despertando del aturdimiento en el que lo había dejado la situación y acercándose a Fluttershy, quien había aterrizado justamente en frente de él y las demás.

Al escuchar la voz de Dusk, Fluttershy se volvió a dar cuenta que Dusk estaba allí, ya que con la euforia del momento por poco casi lo olvida. Con toda la excitación que sentía la pegaso en ese instante, y en un arrebato de alegría por su gran logro, ella tomó a Dusk por sus hombros y se puso a girar en el aire con él mientras ella volaba en círculos.

"¡Lo hice! ¿¡Me viste, Dusk!? ¿¡Viste lo que hice!? ¡Enfrenté a un dragón! ¡Fui valiente!" Gritó Fluttershy sonriendo de oreja a oreja mientras hacía girar a Dusk en el aire junto a ella.

"Claro que sí, ¡Estuviste magnífica! ¡La yegua más valiente que conozco! ¡Sabía que podías hacerlo!" Respondió Dusk cariñosamente mientras giraba, feliz de ver a Fluttershy tan feliz.

Fue en ese instante que Fluttershy notó algo más, ¡Dusk la estaba mirando fijamente! Y no como él siempre la veía, en donde incluso a veces él desviaba la mirada, sino que él la estaba viendo con admiración, ¡Tal como él miraba a Rainbow Dash cuando hablaba con ella!

"¡Al fin me miras! ¡Me miras a los ojos como cuando miras a Rainbow Dash!" Dijo Fluttershy extasiada, sonriendo felizmente.

"Eh, sí, supongo que es porque esta vez TÚ fuiste la más valiente de todas…" Respondió Dusk, sin entender mucho a qué se refería Fluttershy con lo que acababa de decir.

El escuchar que Dusk le decía de frente que ella era muy valiente, fue más alegría de la que podía soportar en ese momento, ella no había estado tan llena de alegría desde que había conseguido su cutie mark.

"Yo no soy una princesa en apuros, ¡Yo soy 'Rusty Sword'!" Pensó Fluttershy al recordar el libro que había leído sobre el héroe, el dragón y la princesa. Sin dejar de girar en el aire mientras sonreía y sostenía a Dusk, quien la miraba amorosamente. "¡Por fin soy una heroína!"

Entonces, llena de euforia y adrenalina, Fluttershy empujó levemente a Dusk, solo para darse más impulso y atraerlo fuertemente hacia ella, atrayendo los labios lavanda del potro hacia sus suaves labios amarillos, en donde ella finalmente besó intensa y pasionalmente al potro de sus sueños, al sorprendido Dusk Shine. Aquel fue un beso breve pero muy intenso, en el que la adrenalina que aún sentía Fluttershy la hizo sentirse la reina del mundo, una adrenalina que le dio el valor para conseguir dos importantes cosas que ella siempre había querido buscar, demostrar que ella era valiente, y conseguir un beso de su amado. Sin embargo todo lo que sube tiene que bajar, y la adrenalina no es la excepción.

Luego del beso, Fluttershy separó sus labios y se quedó viendo sonrojada con una sonrisa al sorprendido Dusk, quien estaba aún más sonrojado. Entonces la sonrisa de Fluttershy comenzó a disminuir lentamente mientras su mente se iba calmando y poco a poco la situación a su alrededor se iba aclarando y se daba cuenta de todo lo que estaba haciendo, lo que provocó que Fluttershy pasara lentamente hacia una expresión de sorpresa al percatarse que había estado gritando y volando junto a Dusk, en donde finalmente Fluttershy se sonrojó a más no poder al darse cuenta de lo atrevida que había sido al darle un beso por su cuenta a Dusk.

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Al volver todas sus emociones al punto de partida, sumado a lo agotado que su cuerpo se sentía luego de aquella descarga de adrenalina, hizo que Fluttershy se desmayara, botando humo de sus orejas de lo roja de vergüenza que estaba.

"¡Te tengo!" Dijo Dusk rápidamente, usando su magia para evitar que él y Fluttershy cayeran al piso luego que la pegaso se desmayara mientras volaba.


Luego de una agitada tarde, en la que sus emociones habían subido y bajado como en una montaña rusa, los seis ponies comenzaron a bajar la montaña, retomando el mismo camino por el que habían llegado, todos totalmente exhaustos tanto física como emocionalmente. Y aunque los seis ponies bajaban por el camino, solo cinco de ellos lo hacían conscientemente, ya que aquella que los había salvado, la más tímida e introvertida del grupo, seguía desmaya mientras era cargada en el lomo de Dusk Shine.

La noche finalmente había caído, y por lo mismo los cinco ponies conscientes bajaban todos juntos caminando a un paso prudente, ya que solo dependían de Rarity y Dusk, quienes iluminaban con sus cuernos el empinado camino de bajada. En tanto, mientras todos caminaban, y luego de un largo silencio en el que todos necesitaban reordenar sus pensamientos y emociones, este se rompió finalmente.

"Sigo sin poder creer que Fluttershy se haya enfrentado a ese dragón." Comentó Applejack sin poder dejar de pensar en lo que acababan de vivir y ver. "De verdad podría haberlo esperado de todos, ¡De todos menos de ella! Si no lo hubiera visto con mis propios ojos no lo creería."

"Y probablemente nadie en el pueblo te crea si se los dices." Agregó Dusk con una sonrisa. "Creo que solo nosotros sabremos lo increíble y valiente que en verdad puede ser nuestra amiga."

"Supongo que tienes razón." Dijo Applejack pensativamente, luego mirando de reojo con intriga a Dusk, ya que había algo que aún nadie se había atrevido a preguntar y que ella sabía que estaba carcomiendo a todas por dentro, tanto o más que el ver a Fluttershy enfrentándose a un dragón. "Y por cierto… ¿Qué fue ese beso?"

En cuanto Applejack hizo aquella pregunta, las orejas de las otras tres yeguas despiertas se levantaron en alerta.

"A… ¿A qué te refieres?" Respondió Dusk sonrojándose, poniéndose nervioso.

"Me refiero a que Fluttershy te besó, eso… ¿Eso significó algo?" Preguntó Applejack aún mirando de reojo a Dusk, fingiendo no darle importancia a lo que preguntaba.

Dusk se quedó mirando fijamente a Applejack, totalmente sonrojado, luego miró hacia su lomo, en donde seguía durmiendo pacíficamente Fluttershy, entonces instintivamente apretó fugazmente sus labios ante el recuerdo de aquel intenso beso, y luego volvió a mirar a Applejack con una sonrisa nerviosa.

"C-Creo que fue la emoción del momento… Es decir, ella estaba muy exaltada, jamás la había visto así… C-Creo que ella solo se dejó llevar por el momento, jeje…" Respondió finalmente Dusk, sonriendo tontamente mientras no paraba de estar sonrojado ante el recuerdo del beso, como siempre intentando justificar las acciones de las yeguas mientras su baja autoestima le gritaba que era imposible que Fluttershy pudiera sentir algo por él.

Ante la respuesta del potro, Applejack solo movió su labio insatisfecha y volvió su mirada hacia el camino, sin estar segura si la respuesta de Dusk Shine era buena o mala, ya que pensaba que era bueno que él siguiera sin percatarse de los sentimientos de Fluttershy, pero eso también significaba que si incluso con un beso así de directo él seguía sin comprender los sentimientos de una yegua, entonces ¿Qué tan directas tendrían que ser ella y las demás para hacerle entender sus sentimientos por él? ¿Qué tan despistado podía ser Dusk? ¿Él solo era ingenuo o había algo más? Todo aquello le dejó un mal sabor de boca.

Por su parte, Pinkie Pie seguía caminando normalmente, como si nada la alterara, aunque con una sonrisa más plana, ya que aunque no lo pareciera, su mente estaba ya pensando y planeando qué hacer para volver a tomar la ventaja en la carrera por el corazón de Dusk, ya que era obvio quién había tomado el liderazgo absoluto luego de aquel día. En tanto, Rarity, quien iba al frente, iluminando el camino con su cuerno, solo iba murmurando molesta, hablando consigo misma.

"Esto no puede estar pasando…" Murmuró Rarity molesta. "Primero Applejack, luego Pinkie Pie y ahora Fluttershy… ¡Me estoy quedando atrás!"

Ante la pregunta de Applejack, no solo las yeguas se quedaron pensando acerca de Dusk y Fluttershy, sino también el mismo Dusk Shine, quien no podía sacarse de la cabeza el apasionado beso que Fluttershy le había dado, ni lo que había sucedido, sin embargo había algo en particular que se había dicho y que Dusk, ahora que lo meditaba, seguía sin entender del todo. Era lo que le había dicho Fluttershy mientras volaba felizmente junto a él, sobre que él finalmente la había mirado igual que como él miraba a Rainbow Dash, ¿Acaso él miraba de forma distinta a Rainbow Dash que a Fluttershy?

En ese instante Dusk giró su cabeza un poco para ver a Rainbow Dash directamente a los ojos, quien justamente volaba cerca de él. Rainbow Dash sintió la mirada fija e intensa de Dusk sobre ella, y ella al instante se sonrojó un poco.

"¡Q-Qué es lo que miras tanto!" Preguntó Rainbow Dash nerviosa.

"No tengo problemas en mirar a Rainbow Dash a los ojos, de hecho, ahora que lo pienso, quizás si haya algo de verdad en lo que dijo Fluttershy…" Pensó Dusk volviendo a mirar hacia el frente sin responderle a Rainbow Dash, manteniendo una mirada pensativa. "Es cómodo hablar con Rainbow Dash porque a ella no le interesan las cosas femeninas, es casi como hablar con Spike. Quizás por eso es que la puedo ver a los ojos más fácilmente que a las demás."

Entonces Dusk se imaginó el rostro y los tiernos ojos de Fluttershy frente a él, mirándolo, e instintivamente Dusk giró su cabeza y se sonrojó levemente, sin entender por qué reaccionaba así. Con Dusk sin entender su propia reacción y con Fluttershy muy tímida para preguntar directamente, ninguno de los dos sabría jamás que a veces Dusk no era capaz de ver a Fluttershy directamente a los ojos no porque a él le disgustara su tímida actitud, como pensaba la pegaso, sino porque a veces aquel potro no podía evitar sonrojarse ante su tierna mirada.

En tanto, luego que Dusk se le quedara mirando fijamente y luego volviera a mirar hacia el frente como si nada, Rainbow Dash miró molesta a Dusk por unos segundos por hacerla sonrojarse sin ninguna provocación, sin embargo dejó rápidamente esos pensamientos y volvió a ponerle atención a lo que de verdad debía en ese momento. Aunque justo en ese instante ella volaba cerca de Dusk, esta vez no era para poder estar cerca de su enamorado, sino para estar atenta a cuando despertara Fluttershy, pues luego de todo lo sucedido, ella aún no había tenido tiempo para hablar con su tímida amiga, no solo para disculparse por haberle hablado tan rudo y tratarla de cobarde, sino también para agradecerle por haberla salvado, y principalmente, para pedirle disculpas por haber sido una mala amiga por no haberse dado cuenta antes de su gran trauma, aunque Rainbow Dash ya podía ver como de igual forma su amiga la perdonaría, diciendo que no era nada importante, después de todo era Fluttershy, la pony que jamás estaría enojada o sentida con sus amigas, era su forma de ser, sin embargo Rainbow Dash sentía que aún así debía hacerle saber a Fluttershy sus sentimientos y la culpa que sentía.

Repentinamente, mientras Rainbow Dash seguía en sus pensamientos, la pegaso celeste vio como Fluttershy se movió lentamente, al parecer, ella estaba despertando.

Fluttershy despertó lentamente, sintiendo que su cuerpo se agitaba por alguna razón. Ella abrió sus ojos lentamente y vio que se estaba moviendo, pese a que no estaba caminando, entonces movió ligeramente su cabeza hacia un lado y vio que frente a ella estaba Dusk de espaldas, ¡Aún más! ¡Ella estaba siendo cargada en el lomo de Dusk! Fluttershy de inmediato se sonrojó y volvió su cabeza hacia el frente antes que Dusk se diera cuenta que ella lo estaba mirando. Luego de un par de segundos, Fluttershy sonrió tiernamente mirando al suelo, pensando en lo afortunada que era de estar siendo cargada por Dusk mientras sus demás amigas tenían que caminar, sin embargo un ruido de aleteo la sacó de sus pensamientos, entonces ella levantó su mirada y vio que Rainbow Dash volaba al lado de ella, y justamente miraba en su dirección. De inmediato Fluttershy cerró sus ojos y bajó su cabeza rápidamente para quedar justo como había estado antes de despertar.

"¡Qué tramposa! ¿Así que vas a fingir que estás dormida solo para disfrutar un rato más el ser cargada por Dusk?" Pensó Rainbow Dash con una mirada regañona, la cual luego dejó caer para poner una tierna sonrisa. "Bueno, supongo que me quedaré callada solo por esta vez, después de todo, te lo ganaste."

En la lejanía, finalmente los ponies pudieron ver unas luces, las de su querido pueblo que finalmente se dejaba ver desde esa parte de la montaña, aquel pueblo que ni siquiera supo lo cerca que estuvo de quedar para siempre cubierto bajo el humo y las cenizas si no hubiera sido por aquellos seis ponies que nuevamente arriesgaron sus vidas para salvar el lugar que amaban, en especial, el esfuerzo de una tímida pegaso, quien había superado más obstáculos que nadie y quien ahora volvía feliz y triunfante luego de haber conseguido su recompensa.


"¡Por fin llegamos!" Dijo uno de los guardias, un pegaso veterano de pelaje blanco, aterrizando frente al balcón del castillo de Canterlot junto a sus cuatro compañeros. "Fue un día demasiado largo…"

"¿Y de qué te quejas?" Respondió otro de los guardias, el cual tenía un pelaje gris. Este era otro de los más veteranos pegasos del cuerpo de elite de la guardia real. "Lo único que tuvimos que hacer fue quedarnos acostados en una nube, espiando desde lejos."

"Sí, pero fue molesto tener que estar todo el rato tenso, sin saber si tendríamos que entrar en acción o no." Respondió el tercer guardia del grupo, otro pegaso de pelaje blanco, quien comenzó a sacarse la armadura. "Cada vez que rugía ese dragón, pensaba que tendríamos que salir a escena y atacar."

"Yo no sé ustedes, pero al menos yo lo disfruté." Dijo el cuarto pegaso, uno de pelaje naranja, quien se sacó su casco y dejó ver su azul melena. "En especial por poder ver a esas cinco yeguas, ¡Cielos! De verdad no sé cuál de ellas era la más bonita, de verdad que siento envidia por ese tal Dusk Shine. Definitivamente si yo fuera él, no solo hubiera besado a esa linda pegaso amarillo, ¡Sino que las hubiera besado a todas!"

"¡Más respeto, novato!" Dijo fuertemente el capitán del escuadrón, otro pegaso de pelaje blanco, haciendo que los otros cuatro pegaso se pusieran rectos y en fila. "Ya pueden retirarse, yo le daré el informe a la princesa.

En ese instante los otros cuatro pegasos saludaron, se dieron la vuelta, y comenzaron a retirarse. Mientras lo hacían, el capitán pudo escuchar a lo lejos como el más novato del escuadrón seguía hablando sobre lo lindas que eran las amigas del alumno de la princesa Celestia.

"Huff… Ese Flash… tiene un gran futuro por delante, pero solo si aprende a comportarse." Suspiró el capitán mientras se dirigía hacia el salón principal del castillo, que era donde lo aguardaba pacientemente la princesa Celestia.

"Capitán, ¿Todo en orden? ¿Está mi querido alumno y sus amigas a salvo?" Preguntó la princesa Celestia una vez el capitán llegó donde estaba, sentada en su trono junto a un montón de pergaminos que debía revisar para algunos decretos.

"Sí majestad." Respondió de inmediato el capitán. "Aunque estuvimos casi a punto de atacar al dragón cuando este despertó y salió de la cueva, finalmente una de las amigas de Dusk Shine resolvió todo sin que tuviéramos la necesidad de actuar o mostrarnos ante Dusk Shine o sus amigas."

Entonces el capitán dio un completo informe a la princesa sobre todo lo sucedido, desde el momento en que le hicieron creer a Dusk Shine que volvían a Canterlot, hasta cómo lo siguieron oculto desde las nubes y observaron todo lo que sucedía mientras vigilaban que nada se saliera de control.

"Ya veo… así que él jamás supo de su presencia ni de que era vigilado. Me alegro." Dijo la princesa con una sonrisa. "De lo contrario la broma no hubiera funcionado…" Agregó en un susurro para ella misma, con una sonrisa más pícara.

"Eso es todo capitán, muchas gracias por su valioso servicio." Terminó de decir la princesa Celestia, al tiempo que el capitán la saludaba, se daba media vuelta y se retiraba.

Cuando el capitán se hubo retirado, dos empleadas del castillo entraron al gran salón, ambas de pelaje color crema, una con melena roja y otra con melena azul, ambas vistiendo atuendos de mucama. Ambas ponies comenzaron a preparar la mesa central, trayendo varias bandejas con dulces, pasteles y cajas con distintos tipos de té.

Las dos ponies eran de la total confianza de la princesa, así que ella finalmente se relajó totalmente y dejó de lado todo el trabajo que tenía pendiente para ir hasta la mesa para poder saborear sus ricos pasteles nocturnos antes de ir a dormir.

"Me alegro que la broma haya salido bien, pero me molesta un poco que Dusk de verdad creyera que soy tan cruel como para enviarlo a enfrentar a un dragón sin que un grupo de guardias le resguarde la espalda." Dijo la princesa, pensando en voz alta mientras saboreaba uno de sus pasteles favoritos.

Repentinamente unos ruidosos pasos metálicos se escucharon acercándose hasta el gran salón, al tiempo que la puerta principal del salón se abrió.

"¿Dónde está mi lanza?" Dijo la princesa Luna, abriendo la puerta del salón, llevando una armadura que evidentemente era muy grande para ella.

Celestia casi escupe el pastel que estaba comiendo al ver tan ridícula a su pequeña hermanita.

"Luna, ¿Qué haces?" Preguntó finalmente Celestia, aguantándose la risa.

"Uno de los guardias me dijo que mientras dormía, un gran dragón llegó cerca de Ponyville, y que le ordenaste a Dusk que lo expulsara." Respondió Luna totalmente alterada. "Hermana, ¡Un dragón es demasiado peligroso! ¡Incluso para Dusk Shine! ¡Así que no importa lo que me digas, yo iré a salvarlo!"

"Luna, querida, tranquilízate. Los dragones no son para nada tan peligrosos a como lo eran hace mil años." Dijo Celestia acercándose hasta su hermana para tranquilizarla. "Además ya todo acabó, Dusk y sus amigas lograron hacer que el dragón abandonara estas tierras."

"¿¡Eh!? ¡Oh…! Eso… Huff… Eso… eso está bien." Respondió Luna, respirando hondo mientras se tranquilizaba lentamente luego de haber estado tan asustada. "Yo de verdad no podía imaginar a mi querido Dusk sufriendo…"

En el acto, Luna se dio cuenta de lo que acababa de decir, se sonrojó visiblemente y se retractó de inmediato de lo que dijo.

"¡Queridos ponies! ¡D-De mis queridos ponies! ¡Y-Yo no podía soportar la idea de ver sufriendo a mis queridos ponies!" Dijo nerviosamente Luna, repitiendo muchas veces ponies para hacerle creer a su hermana que lo que acababa de decir de Dusk había sido solo un error.

En ese instante, notando que su cara estaba roja de vergüenza, Luna se dio rápidamente la vuelta y comenzó a volver ruidosamente con su armadura hacia su habitación.

Mientras Luna se retiraba, su hermana notó que su melena parecía flotar levemente en el aire.

"¡Oh! Parece que sus poderes están regresando poco a poco. De ser así, finalmente Luna podrá tomar su verdadera forma y podrá volver a cuidar de los sueños de nuestros queridos ponies." Pensó Celestia, mientras sonreía. "Nuestros queridos ponies…"

"¿Es idea mía o ella repitió mucho la palabra 'queridos ponies'?" Dijo Celestia repentinamente mirando a las dos mucamas, dándose cuenta solo entonces de lo nerviosa que había estado su hermana. Sin embargo decidió no darle importancia y volvió su atención nuevamente hacia sus pasteles y bizcochos.

En tanto, las dos mucamas se miraron entre sí con una cara que decía que la pregunta de la princesa tenía respuesta obvia, sin embargo ninguna de las dos respondió. Ambas ponies se habían dado cuenta de aquello hace mucho, no del hecho que la princesa Luna al parecer se ponía muy nerviosa cada vez que la princesa Celestia mencionaba a Dusk Shine, de hecho tal parecía que todos los que trabajaban en el castillo sabían de aquello, sin embargo, lo que si había asombrado a las mucamas era que ellas habían descubierto que su divina majestad, la magnánima princesa Celestia, quien parecía saberlo todo de todos en el reino solo con mirar a los ponies a los ojos, era totalmente despistada en cuanto a su hermana y sus sentimientos. Tal parecía que justamente la princesa Luna era la única pony a la que la princesa Celestia no podía adivinar lo que pasaba por su mente ni darse cuenta de lo que todo el resto del mundo sabía, que la princesa Luna al parecer sentía algo por Dusk Shine. Aquello dejó a las mucamas solo con una pregunta: ¿Cómo reaccionaría la princesa Celestia cuando se diera cuenta de lo que su hermana aparentemente sentía por su aquerido alumno estrella?

# Fin del capítulo 28


**Palabras del Autor**

Este capítulo me tomó muuuuucho más de lo usual, pero de verdad estuve con unos meses muy ocupados, todo caotico por aquí, pero espero ya poder retomar el ritmo de publicación, ojala xD

Además, aquí les dejo 3 mini-comic que hice durante este tiempo, como no se pueden publicar imágenes, pueden verlo en mi deviantart o seguir estos links quitando el espacio =D

-Especial San Valentín: bit .ly/2rJwsKZ

-Especial San Patricio: bit .ly/2InfQQc

-Especial Bromas de Abril: bit .ly/2KpZTt5

Eso sería, nuevamente agradecer a todos quienes siguen mi historia y gracias totales! ;)