Capítulo 51 – Miedo

Era temprano por la mañana y un pequeño bebé dragón se encontraba de pie frente al espejo, haciendo varias contorsiones y poses exageradas mientras se enorgullecía de sus casi inexistentes músculos, que en su imaginación, impresionarían a cierta unicornio blanca.

"Así que… ¿Qué te parece Rarity? ¿Se nota que he estado ejercitándome?" Dijo Spike mientras flexionaba sus brazos frente al espejo y estiraba sus labios como pato para verse más genial. "Estos músculos son para ti, bebé."

Repentinamente Spike movió su garra hacia su espalda, y al lado de él, frente al espejo, apareció un peluche que se asemejaba mucho a su amada Rarity. Un nuevo peluche que había mandado a hacer en secreto, el cual le había costado días de sacrificio de no comer gemas para ahorrarlas y así pagar por aquella pequeña imitación en miniatura de su querida musa.

"¡Oh, Spike! ¡Te ves tan fuerte y masculino!" Dijo Spike imitando una voz aguda, moviendo casi imperceptiblemente la boca para hacer ventriloquismo, todo para hacer parecer que la muñeca de Rarity era quién le hablaba. "¡Definitivamente estoy enamorada de ti!"

"Lo sé, cariño. Lo sé." Dijo Spike con una cara de orgullo, luego mirando hacia el peluche de Rarity y acercando su boca hacia este mientras su imaginación volaba y lo hacía imaginarse a él mismo estar a punto de besar a la bella Rarity.

Justo cuando Spike estaba a punto de besar a su peluche, sintió algo moverse detrás de él, por lo que rápidamente escondió la muñeca tras él y se dio la vuelta velozmente. Al darse la vuelta, Spike vio que aquel movimiento había sido de Dusk Shine, quien se acababa de despertar y se disponía a ir al baño.

"¡D-Dusk! P-Pensé que dormirías un poco más. Yo… ¡Yo no estaba haciendo nada vergonzoso!" Dijo rápidamente Spike, quien había aprovechado el hecho de haberse levantado temprano para hacer ese pequeño show con su peluche, pero no quería que su hermano mayor se burlara de él.

Ante las palabras de Spike, Dusk lo miró de reojo y vio que su pequeño hermano estaba avergonzado por algo, y muy seguramente tenía que ver con la muñeca que escondía tras su espalda, pues dado que Spike estaba frente a un espejo, Dusk de igual forma pudo ver perfectamente lo que su hermano escondía tras él. Cualquier otro día, Dusk hubiera interrogado a su hermanito para saber qué es lo que había estado haciendo exactamente, para luego burlarse de él, pero esa precisa mañana, Dusk no se encontraba de su mejor ánimo.

"Haz lo que quieras, mi cabeza está en otro lugar en este momento…" Dijo Dusk suspirando cansado y continuando su camino hacia el baño.

"Hmm… ¿Qué te pasa? ¿Te ves desanimado?" Preguntó Spike luego de dudar un poco, ya que se alegraba de que su hermano no hubiera alcanzado a ver su pequeño show, pero aún así le preocupó el estado de ánimo de Dusk.

"No lo sé. Creo que no dormí muy bien… Creo que tuve una pesadilla o algo así." Dijo Dusk intentando recordar lo último que vio antes de despertar.

"Oh, entonces no hay problema. Ya estás despierto, así que una pesadilla no es un problema." Dijo Spike un poco nervioso, caminando lentamente hacia atrás para esconder la muñeca de Rarity en un cajón para que Dusk no la viera.

"Ya lo sé, pero… es extraño… No sé si fue una pesadilla o algo que imaginé apenas desperté. Solo recuerdo una imagen, pero… el sentimiento que me dejó es muy confuso." Dijo Dusk mientras recordaba incómodo la única imagen que podía recordar de aquella pesadilla. "Además… si tuve una pesadilla… ¿Por qué no apareció ELLA?"

"¿Hm? ¿'Ella' quién?" Preguntó Spike.

"N-Nadie…" Respondió Dusk levemente sonrojado, ya que no quería decirle a Spike a quién esperaba en el mundo de los sueños.

Dusk aún recordaba la última vez que vio a 'Lady Night' y como aquella última vez había creído descubrir su verdadera identidad. Pero más importante que aquello, eran las palabras que ella le había dicho a Dusk aquella vez, sobre que no podría volver a verlo. Algo que parecía que se cumpliría, ya que Dusk acababa de tener una pesadilla, pero ELLA no había aparecido para ayudarlo, lo que entristeció mucho a Dusk Shine.

Una vez Dusk fue al baño y desayunó junto a Spike, el unicornio se preparó para comenzar un nuevo día. Y tal como le dijera su pequeño hermano, debía de dejar de pensar en una tonta pesadilla, después de todo, él ahora estaba despierto, y no había de qué preocuparse, ni de la pesadilla, ni del extraño sentimiento que sintió.

"Creo que iré a caminar por el pueblo para despejar la mente un poco." Dijo Dusk despidiéndose de Spike y abriendo la puerta de la biblioteca para salir.

Apenas Dusk abrió la puerta, un cañonazo de serpentinas y confeti lo golpeó en la cara.

"¡Al fin! ¡Por fin abres la puerta!" Dijo Pinkie Pie con una cara exhausta.

Luego de la sorpresa inicial, y de sacudirse su melena para sacarse el confeti que llevaba encima, Dusk miró confundido a Pinkie Pie.

"¿Estabas esperando a que abriera la puerta? ¿Por qué no simplemente tocaste o entraste sin avisar como siempre lo haces?" Preguntó Dusk confundido.

"No podía tocar la puerta para entrar, ya que hoy estoy celebrando 'El Día Opuesto'." Dijo Pinkie Pie con una sonrisa.

Dusk Shine se quedó viendo a su amiga por unos segundos, sabiendo que preguntar solo lo dejaría con más preguntas, pero de igual forma se arriesgó.

"¿El Día Opuesto?" Repitió Dusk muy confundido.

"¡Sí! ¡Es una nueva fiesta que inventé! Aquí tengo las no-invitaciones." Dijo Pinkie mostrando que en casco sostenía varias tarjetas. "Así que no-quiero que no-vayas a mi fiesta." Agregó Pinkie con una gran sonrisa.

"Entonces… si es el día de lo opuesto… Eso significa que sí quieres que vaya a la fiesta, ¿Verdad?" Dijo Dusk levantando una ceja y sonriendo ante las locuras que se le ocurrían a su amiga.

"Nope." Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa mientras asentía con la cabeza para indicarle que sí estaba en lo correcto, y luego le extendía una de las tarjetas de invitación que sostenía.

"Bien… definitivamente será una fiesta confusa…" Dijo Dusk rascándose la cabeza y tomando la invitación a la 'no-fiesta' que Pinkie Pie le ofrecía.

Al ver la invitación, los ojos de Dusk casi saltan de la emoción al ver que la invitación era básicamente una foto de Pinkie Pie, con una sexy y sugerente mirada, recostada sobre su cama con una sexy pose.

"¡P-P-Pinkie! ¿¡P-Por qué me das una invitación así!?" Dijo Dusk completamente sonrojado al ver la foto de Pinkie Pie, intentando no ver la foto, pero sus instintos básicos hicieron que le fuera difícil apartar su vista de la sexy foto.

"Bueno, quería un tipo de invitación diferente…" Dijo Pinkie Pie sonrojándose un poco y mirando a Dusk con una coqueta mirada.

"D-Definitivamente es diferente, y… estimula la imaginación." Dijo Dusk nervioso, quien comenzó a fantasear imaginándose a Pinkie Pie en esa pose recostado sobre su cama y llamándolo para que él se acostara junto a ella, lo que lo hizo sonrojarse aún más. "¡Espera! También invitarás a las chicas, ¿Verdad? Y… ¿Todas las invitaciones son así?" Agregó Dusk preocupado, al imaginarse decenas de fotos de Pinkie Pie en esa sexy pose.

"Bueno, la tuya es especial. Las de las demás chicas son un poco distintas." Respondió Pinkie Pie con una sonrisa mientras le mostraba a Dusk como eran las otras cuatro invitaciones para sus demás amigas.

Al ver las demás invitaciones, los ojos de Dusk nuevamente casi se salen de sus cuencas, pero esta vez no por la emoción, sino por el horror al ver que las invitaciones de sus amigas eran casi exactamente igual a la suya, solo que quien estaba en una pose sexy sobre una cama… ¡Era él mismo!

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"¡Qué…! ¡Cómo…! ¡P-Por qué…!" Tartamudeo Dusk horrorizado al ver esa foto de él en esa pose sensual. "¿¡DE DÓNDE SALIÓ ESA FOTO!?"

"Obviamente no eres tú, al menos no completamente." Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. "Le pedí al club de fans de 'Amor Prohibido' que consiguieran a alguien que hiciera cosplay de 'Dusk-Sempai' y luego pegué una foto de tu cara sobre el cuerpo."

"¿Club de fans del comic de Lyra? ¿Y qué tiene eso que ver conmigo?" Preguntó Dusk confundido, sin poder apartar su vista de la invitación de sus amigas, en donde Pinkie había hecho un excelente trabajo de edición de la foto para que pareciera casi de verdad que era Dusk Shine.

"Definitivamente voy a tener que comenzar a leer esos comics de Lyra… Parece que todos supieran algo que yo no sé…" Pensó Dusk confundido, pensando que a pesar que no le gustaba leer comics, tendría que hacer el esfuerzo de leer ese.

"¿Por qué tenía que ser precisamente yo quien estuviera en las invitaciones?" Preguntó finalmente Dusk, luego de lograr calmarse un poco, pese a que sus mejillas seguían rojas.

"Porque tenía que asegurarme de que todas fueran a esta no-fiesta." Dijo Pinkie Pie sonriendo.

"¿Y cómo es que una foto mía en… una pose así las convencerá de ir?" Preguntó Dusk volviendo a sonrojarse.

"¿Quién sabe?" Respondió Pinkie Pie mirando a Dusk coquetamente y acercando un poco su cara a la de Dusk. "¿Por qué crees que a nosotras nos gustaría verte en una pose así?"

Al ver a su amiga tan de cerca, Dusk instintivamente retrocedió un poco mientras se sonrojaba más, y miró nuevamente la invitación que tenía en su casco.

"Espera… ¿La fiesta es esta misma tarde?" Preguntó Dusk confundido, ya que al ver la invitación con la foto de Pinkie Pie, la sorpresa no le había dejado leer el mensaje tras esta, pero ahora que le ponía atención, pudo leer lo que decía.

"Nope." Volvió a decir Pinkie Pie mientras asentía afirmativamente, recordando que estaba celebrando El Día Opuesto. "Justo hoy los señores Cake salieron por dos días a Canterlot, así que quería aprovechar para hacer una fiesta en Sugarcube Corner."

"Es un poco repentino… ¡Pero definitivamente iré! Después de todo, tus fiestas son las mejores." Dijo Dusk con una gran sonrisa.

"Hehe… ¡Me da mucha tristeza escuchar eso!" Dijo Pinkie con una gran sonrisa, mientras comenzaba a saltar hacia atrás, caminando al revés a como ella siempre lo hacía. "Y recuerda, no quiero que vayas porque tú no eres importante para mí." Agregó Pinkie sonrojándose un poco.

Mientras su amiga se alejaba, Dusk solo se rio nerviosamente, pensando en que si la fiesta se trataba del día de lo opuesto, ni siquiera se podía imaginar las locuras que había planeado su festiva amiga para esa extraña ocasión.


Puntuales como siempre, Dusk y Spike llegaron a Sugracube Corner para la fiesta de Pinkie Pie, aunque como su amiga les había dicho que celebraban El Día Opuesto, Dusk no estaba seguro si llegar puntual como él siempre lo hacía, había sido lo correcto.

Una vez entraron en la pastelería, a Dusk y Spike les sorprendió ver que todo parecía esta dado vuelta en el salón principal. Con una alfombra y una mesa pegada de alguna forma al techo, y el piso lleno de globos con sus hilos hacia arriba, lo que finalmente daba la ilusión de estar caminando sobre el techo. Y para sorpresa de Dusk, parecía que él y Spike eran los últimos en llegar, ya que sus cinco amigas ya se encontraban allí.

"¡Oh! Es una lástima que ya se tengan que ir, ¡Adiós!" Dijo Pinkie Pie con una enorme sonrisa al ver que Dusk y Spike finalmente habían llegado a la fiesta.

A Dusk y Spike les tomó un segundo entender que aquella despedida de Pinkie Pie, era su forma de darles la bienvenida a esa fiesta de lo opuesto.

"Sí… eh… adiós…" Saludó Dusk con una sonrisa nerviosa, pensando en que tendría que seguirle el juego a su amiga y despedirse en lugar de saludar.

"¿Tendremos que estar así durante toda la fiesta?" Preguntó Spike confundido, pensando en que era algo molesto tener que estar haciendo todo al revés.

"¡Sí! ¡Será divertido!" Dijo Pinkie sonriendo, pero rápidamente abrió grande sus ojos al darse cuenta de su error. "¡Ups! Es decir… ¡No! ¡Será muy aburrido!" Corrigió Pinkie Pie, para seguir con su juego.

Con un rápido vistazo, Dusk se percató que Pinkie Pie parecía ser la única realmente alegre en esa fiesta, ya que a diferencia de otras fiestas, sus demás amigas parecían estar con miradas confundidas e incómodas. Con Rarity y Fluttershy comiendo algunos bocadillos en silencio en un rincón, y Applejack y Rainbow Dash conversando cerca de una gran cubeta con agua en otro rincón.

Al ver donde estaba Rarity, el pequeño dragón inmediatamente corrió para estar junto a su amada. Y al ver a su hermano correr, Dusk aprovechó para acercarse a sus otras dos amigas en el otro lado.

"Hola chicas, ¿Qué tal va la fiesta?" Preguntó Dusk sonriendo, notando que Applejack y Rainbow Dash miraban confundidas la gran cubeta con agua que tenían frente a ellas.

"Hola Dusk, ¡Ya era hora que aparecieras!" Dijo Rainbow Dash sonriendo.

"Llegué puntual como siempre." Dijo Dusk levantando una ceja. "Lo que me sorprende es que tú llegaras antes que yo. Siempre eres la última en llegar a todas partes."

"Sí… bueno… E-Es solo que estaba emocionada por la fiesta, jeje." Respondió Rainbow Dash sonrojándose y desviando la mirada, mismo gesto que también hizo Applejack, ya que la verdad era que las cuatro yeguas habían llegado muy temprano a la fiesta porque todas habían tenido la pequeña esperanza de que en la fiesta de Pinkie Pie podrían ver a Dusk Shine en la misma pose sexy que había aparecido él en las invitaciones que les habían entregado.

"Por cierto, ¿Por qué todas se ven tan confundidas?" Preguntó Dusk. "No están celebrando como normalmente lo hacen en las fiestas de Pinkie."

"Sí… es complicado." Respondió Rainbow Dash rascándose la cabeza. "Cuando llegamos, las cuatro pensábamos celebrar como siempre lo hacemos, pero Pinkie Pie insistió en que teníamos que caminar al revés, o hablar de forma distinta. Así que no sabemos muy bien qué hacer."

"Por eso vinimos aquí con Rainbow Dash. Pensamos que en esta cubeta con agua habría manzanas para coger con la boca, ya sabes, como ese típico juego de feria." Agregó Applejack con una mirada confundida. "Pero cuando llegamos, vimos que no había ninguna manzana ni nada flotando."

"¡Oh! Eso es porque no han buscado bien." Dijo repentinamente Pinkie Pie, apareciendo desde atrás con una sonrisa.

"¿Entonces sí hay algo para buscar?" Preguntó Rainbow Dash emocionada.

"Claro, si no, no sería un juego, bobita." Respondió Pinkie Pie sonriendo.

Al ver que aquella cubeta con agua efectivamente era un juego, el espíritu competitivo entre Applejack y Rainbow Dash se encendió, ambas se miraron seriamente, y rápidamente ambas sumergieron sus hocicos en el agua para buscar lo que hubiera que encontrar allí.

"¡Creo que encontré algo!" Murmuró Rainbow Dash emocionada, con la mitad de su boca aún sumergida en el agua. "Creo que- ¡AGH!" Gritó repentinamente Rainbow Dash al sentir que algo se pegaba a su rostro.

Al sacar la cabeza del agua, todos vieron con asombro como el pequeño cocodrilo de Pinkie Pie, Gummy, tenía su hocico completamente abierto y parecía estar comiéndose a Rainbow Dash. Aunque claro, el cocodrilo bebé era tan pequeño que apenas si le cubría parte de la nariz y frente de Rainbow Dash.

"¿Qué es eso? ¿Por qué estaba Gummy nadando en la cubeta?" Preguntó Applejack muy confundida.

"Él quería ayudarme en el juego." Dijo Pinkie riéndose. "Después de todo, estamos celebrando El Día Opuesto, así que en vez de atrapar sorpresas con la boca, ¡Aquí la sorpresa te atrapa a ti con la boca!" Agregó Pinkie Pie emocionada.

"¡Pttu…! ¿Entonces todos los juegos también serán al revés?" Preguntó Rainbow Dash, escupiendo un poco luego de sacarse al pequeño Gummy de la cara, quien se había adherido fuertemente a su presa pese a no tener dientes.

"¡Por supuesto!" Dijo Pinkie Pie sonriendo y sacando un tablero con el dibujo de un pony que tenía un alfiler del cual le colgaba una cola de juguete. "¿Quieren jugar a ponerle la cola al pony?"

Al ver el alfiler con la cola de juguete, Applejack y Rainbow Dash inmediatamente se imaginaron cómo podían jugar a ese juego de forma opuesta y se imaginaron lo peor, así que ambas pusieron caras de miedo.

"C-Creo que ya basta de juego por ahora, jeje…" Se rio Applejack nerviosamente mientras se imaginaba a Pinkie clavándole un alfiler en su cola.

"¡Agh! Pinkie, definitivamente esta es tu fiesta más extraña." Dijo Rainbow Dash tapándose su cara, no pudiendo evitar ser sincera y decir lo que pensaba en ese instante.

"Sí… es solo que no es divertido hacer las mismas fiestas siempre, jeje." Dijo Pinkie Pie con una pequeña sonrisa.

Aquella sonrisa era normal en Pinkie Pie, pero también era levemente distinta a las que ella había estado teniendo hasta antes de escuchar aquel comentario desaprobatorio de Rainbow Dash, y aquello fue algo que no pasó inadvertido para Dusk.

"Vayamos con Fluttershy y Rarity, tal parece que pusieron algo de música." Dijo Dusk cambiando rápidamente de tema y empujando a las demás para que todos se reunieran.

Solo instantes antes, Spike había estado escuchando como Rarity y Fluttershy hablaban sobre lo confundidas que estaban sobre aquella fiesta de Pinkie Pie, ya que parecía que no podían hacer nada sin que ella les dijera que lo hicieran al revés. Y mientras las yeguas conversaban, Spike había comenzado a beber del ponche de la fiesta, aprovechando que Dusk no lo veía, ya que le tenía prohibido tomar ponche si Dusk no lo probaba antes, todo eso después del incidente en la Celebración del Sol de Verano, cuando Spike se había emborrachado. Y fue luego de beber un par de copas y notar lo desanimadas que estaban todas, que Spike tuvo la grandiosa idea de poner música en el tocadiscos para que el ambiente se alegrara más.

"¡Oh, Spike! Esa fue una gran idea." Dijo Rarity, notando que la música efectivamente haría más festivo el ambiente y así quizás finalmente podrían comenzar a celebrar como siempre lo hacían.

Al escuchar el cumplido de Rarity, Spike se sonrojó levemente y luego mordió su labio ligeramente cuando se le ocurrió una grandiosa idea.

"¿Q-Quisieras bailar conmigo?" Preguntó Spike tímidamente, con sus mejillas sonrojadas de vergüenza.

"¡Por supuesto!" Dijo Rarity amorosamente, acercándose a su querido Spikey-wikey para bailar animadamente juntos.

"¡Eso es! ¡Bailemos!" Dijo Pinkie Pie muy animada, viendo que sus amigos comenzaban a bailar y a animarse.

"Bailar al revés sería demasiado complicado. Creo que está bien bailar así como estamos." Murmuró Dusk cerca de PInkie Pie mientras se acercaba a bailar junto a ella, anticipándose a lo que su amiga podría ocurrírsele y queriendo evitar que lo hiciera.

"Sí… creo que tienes razón…" Dijo Pinkie Pie suspirando levemente decepcionada, hasta que abrió grande los ojos al ocurrírsele otra gran idea. "Espera, ya sé cómo seguir bailando normal y seguir celebrando El Día Opuesto."

Entonces Pinkie Pie se acercó al tocadiscos, colocó la aguja en dirección contrario a donde giraba el disco, y volvió a poner la música. En ese instante el baile de todos se detuvo al escuchar la nueva música, la cual provenía del mismo disco, pero ahora que sonaba al revés, parecía estar sonando alguna extraña música en un extraño idioma, que más parecía una tenebrosa maldición que una armoniosa música.

"E-Es un poco distinto, pero podríamos bailarla de igual forma." Dijo Pinkie Pie con una nerviosa sonrisa, mirando expectante a todos.

Ante la propuesta de Pinkie, todos entrecerraron los ojos y se miraron entre sí mientras sonaba la extraña música. La idea de Pinkie Pie era horrible, esa música era imposible de bailar, ya que era más ruido que música. Todos comenzaban a pensar en lo molesto que estaba resultando todo aquello del Día Opuesto, pero por supuesto, nadie quería decírselo a Pinkie Pie para no herir sus sentimientos. Algo que en realidad no hacía falta, ya que Pinkie Pie se dio cuenta que sus ideas no estaban funcionando, y su sonrisa cada vez era más triste, pese a que ella intentaba no demostrarlo.

"¡Qué tonta! Quería hacer una fiesta distinta, pero estoy haciendo que todas se sientan incómodas…" Pensó Pinkie Pie bajando tristemente su cabeza.

Justo en ese instante la música se detuvo y Pinkie Pie levantó la cabeza para ver que Dusk había sido quien había detenido el tocadiscos.

"Ya que es el día opuesto, no bailemos con música. ¡Hagamos nuestra propia música!" Dijo Dusk con una gran sonrisa, tomando a Pinkie Pie de un casco y comenzando a bailar con ella mientras él tarareaba una melodía.

Al verse bailando tan repentinamente, Pinkie no pudo evitar tener una cara sorprendida, pero al notar que Dusk hacía eso para intentar ayudarla, Pinkie Pie sintió una gran alegría al ver que su querido Dusk había notado su depresión y había saltado velozmente para ayudarla. Entonces Pinkie Pie se rio con un gozo en el corazón, y también comenzó a tararear para apoyar la melodía de Dusk.

Así, Pinkie y Dusk siguieron bailando mientras los demás también comenzaron a agregar distintos tarareos a distintos tiempos, cada uno distinto, logrando así un ritmo bastante pegajoso que hizo que todos se divirtieran al ver la música que formaban solo tarareando. Luego fue el turno de Spike y Rarity en el centro para bailar, y luego cada yegua tuvo su turno para bailar con Dusk, lo que dejó muchas risas en todo momento, a excepción de Spike cuando vio bailar a Rarity con Dusk, en donde el dragón solo desvió la vista molesto y bebió rápidamente del ponche, como si con eso pudiera olvidar lo que veía.

Luego de aquel baile, el ambiente en la fiesta se hizo más alegre, y cada vez que se les ocurría hacer algo en la fiesta, lo hacían de una manera distinta para respetar la fiesta del Día Opuesto, pero esta vez todos aportaban para que resultara de una manera divertida.

"Gracias..." Susurró en un momento Pinkie Pie al oído de Dusk mientras las demás se reían al jugar limbo, solo que en vez de pasar por debajo, jugaban a quien saltaba más alto.

A escuchar aquel susurro, Dusk se giró y vio a Pinkie Pie, quien le sonreía cálidamente con una mirada de agradecimiento.

"¿Por qué? No sé a qué te refieres… Todo esto fue tu idea, ¡Mira cómo se divierten todos!" Respondió Dusk sonriendo, fingiendo ignorancia.

Al escuchar aquello, Pinkie vio que Dusk no solo la había ayudado cuando lo había necesitado, sino que también la ayudaba a que no se sintiera mal consigo misma. Aquello hizo que Pinkie bajara su cabeza y se sonrojara.

"Definitivamente tú eres el indicado…" Susurró Pinkie para sí misma, sonriendo ante lo que sentía en su corazón.

"Querida Rarityyyy… ¡Hic! Yo… yo te quiero muuuucho… ¡Hic!" Dijo repentinamente Spike, acercándose a Rarity con un paso tambaleante y una mirada algo perdida, mientras sostenía en su garra un vaso con ponche.

"¿Te sucede algo querido Spike?" Preguntó Rarity preocupada al ver al bebé dragón en ese estado, hasta que vio el vaso de ponche que sostenía y se asustó. "¡Spike! ¿¡No me digas que bebiste de más!?"

"So-So-Solo un poquito… ¡Hic!" Respondió Spike con una tonta sonrisa, abrazando fuertemente una pata de Rarity. "Yo te quiero muchoooo… ¡Hic!"

"¡Pinkie! ¿¡Por qué le pusiste alcohol al ponche!?" Preguntó Rarity molesta mientras miraba preocupada a Spike, quien parecía que se caería en cualquier momento.

"¿Probaste el ponche?" Preguntó Pinkie Pie confundida.

"¡Por supuesto que no! Iba a hacerlo cuando llegué, pero me pareció ver que Gummy nadaba en él, así que no quise beberlo." Respondió Rarity preocupada, cargando a Spike tiernamente como un bebé y yendo junto a él hasta el sofá.

Al ver a su pequeño hermanito tan borracho, Dusk se acercó hasta el ponche, lo olió con cuidado, luego se sirvió un vaso y lo bebió.

"Este ponche no tiene alcohol." Susurró Dusk confundido.

"Ya lo sé, por eso le pregunté a Rarity si lo había bebido." Dijo Pinkie Pie encogiéndose de hombros.

"Pero entonces… ¿Por qué Spike está borracho?" Preguntó Dusk aún más confundido.

"Quizás él aún recuerda cuando bebió el ponche aquella noche de verano en que se emborrachó… A eso se le llama efecto placebo." Dijo Pinkie Pie con una mirada pensativa.

Al ver que Pinkie Pie sabía aquellos términos médicos tan específicos, Dusk la miró sorprendido, ya que incluso él apenas había oído hablar de aquello. Fue entonces que Dusk también recordó la vez en que Pinkie Pie hizo de psicóloga con él cuando estaban estudiando su pinkie-sentido, en donde a Dusk ya le había sorprendido que su peculiar amiga pudiera hacer análisis mentales tan acertados.

"Pinkie, eres una caja llena de sorpresas." Dijo Dusk con una gran sonrisa.

Al escuchar aquel halago, Pinkie Pie se sintió aún más feliz de lo que ya se sentía, y comenzó a reírse.

"Oye, si es el Día Opuesto, entonces no tienes que reírte cuando estés feliz." Dijo Applejack repentinamente, quien se había acercado dando saltos hacia atrás hasta donde estaban Dusk y Pinkie Pie.

"¡Oh! Es cierto." Dijo Pinkie Pie sorprendida. Entonces ella intentó poner una mirada seria, pero al ver de reojo a Dusk, ella no pudo soportarlo y volvió a sonreír de felicidad. "Lo siento, no puedo, jeje." Agregó Pinkie Pie volviendo a sonreír. Entonces fue el turno de Pinkie Pie para dar saltos hacia atrás para acercarse a conversar con Fluttershy mientras no dejaba de sonreir por el cumplido de Dusk.

"Jeje, sabía que no podría hacerlo… Me es difícil imaginar a Pinkie Pie triste." Dijo Applejack con una sonrisa mientras veía saltar a Pinkie Pie.

Ante las palabras de Applejack, Dusk recordó que él sí había visto llorar a Pinkie Pie, cuando ella estaba encerrada en su cuarto secreto, pero aquello era algo que ambos guardaban en secreto, pues Pinkie era el símbolo de felicidad del pueblo, y esa imagen debía perdurar.

"Q-Quizás el opuesto a feliz no sea triste… Quizás el opuesto sea estar enojado." Dijo Dusk levemente nervioso, queriendo cambiar de tema para alejar de su mente la dolorosa imagen de ver a su sonriente amiga llorando. "Aunque creo que tampoco he visto a Pinkie Pie enojada… No me imagino a Pinkie gritándole a alguien enojada."

"Hmm… creo que tienes razón. La he visto molesta, pero nunca la he visto tan enojada como para gritarle a alguien más." Dijo Applejack pensativamente, hasta que abrió grande sus ojos al recordar algo. "Aunque… recuerdo esa vez cuando Trixie estaba en el pueblo. Aquella vez, luego de su primer show, nosotras fuimos a verla porque sabíamos que ella estaba planeando algo contra ti. Entonces ella nos dijo que era extraño que todo el pueblo estuviera en tu contra menos nosotras, y dijo que eso podía ser porque estábamos locas o porque estábamos bajo un hechizo…"

"¿En serio Trixie dijo eso?" Dijo Dusk sorprendido, pero entonces recordó todo lo que aquella yegua había hecho para hacer que el pueblo lo viera con malos ojos, y entonces se dio cuenta que en realidad lo que le contaba Applejack no estaba alejado de la realidad.

"Sí. Cuando Trixie dijo que podíamos estar locas, recuerdo que Pinkie grito muy enojada 'No nos digas locas'… lo recuerdo bien porque nunca había visto gritar así a Pinkie Pie." Dijo Applejack recordando.

"Quizás a ella no le gusta que le digan loca." Dijo Dusk pensativamente.

"O quizás se enojó porque Trixie estaba ofendiendo lo que sentía sobre el potro a quien am-" Dijo Applejack, callándose rápidamente, ya que estuvo a punto de decir que Pinkie amaba a Dusk. "¡R-Rainbow Dash! ¿¡Me llamaste!?" Dijo rápidamente Applejack sonrojada, alejándose rápidamente de Dusk ya que sabía que si seguía hablando podía estar arriesgando el secreto de amor de su amiga y de las demás, pues la verdad era que aquella vez, Trixie había deducido que ellas no estaban ni locas ni hechizadas, sino enamoradas.

Luego de asegurarse que Spike dormía apaciblemente en el sofá, Rarity se dio la vuelta para volver a la fiesta. Fue entonces que vio que Dusk estaba comiendo algunos bocadillos, y por primera vez en la fiesta, sin compañía, así que esta era una gran oportunidad para acercársele y conversar más en privado, después de todo, su ojo agudo había notado que sus demás amigas parecían estar prestándole mayor atención a sus otras amigas que a ella. Desde que había vuelto de Appleloosa, Rarity había notado que Rainbow Dash no le quitaba la vista de encima a Applejack, como si temiera dejarla a solas mucho tiempo con Dusk nuevamente. Y algo similar sucedía con Pinkie Pie, quien luego de la pijamada en casa de Fluttershy, siempre miraba de reojo a Fluttershy para asegurarse que no estuviera demasiado tiempo a solas con Dusk.

"Con ellas ocupadas vigilándose mutuamente, ¡Eso deja el campo abierto para mí!" Pensó Rarity sonriendo con orgullo mientras se acercaba a Dusk. "Hora de coquetearle un poco a mi 'darling'."

Una vez llegó junto a Dusk, Rarity abrió su boca para hablar, pero en ese mismo instante, vio que sus otras cuatro amigas también se habían acercado a Dusk, y sin que Dusk lo notara, todas miraron de reojo a Rarity. Con solo una mirada, Rarity entendió a la perfección lo que pensaban sus amigas: 'No tomarás ventaja, no nos hemos olvidado de ti.' Lo que hizo que su oportunidad de coquetear con Dusk se esfumara.

Mientras Dusk comía, vio a sus cinco amigas, que sin que él lo notara, lo habían rodeado. Todas sonreían amablemente, pero parecía que ninguna quería hablar, como si esperaran que Dusk fuera el primero en decir algo. Y en ese silencio sonriente, en que ninguna se atrevía a dar el paso para acercarse a Dusk, sabiendo que si lo hacían las demás también actuarían, fue que todas comprendieron que habían llegado a la siguiente fase en su guerra por el amor de Dusk: Una Guerra Fría, en donde ninguna podía acercarse más a Dusk sin que las demás esperaran pasivamente, sin que las demás tomaran represalias.

"¿Por qué nadie dice nada?" Dijo finalmente Dusk, con una sonrisa confundida, pensando que quizás sus amigas estaban jugando a algo sin que él lo supiera.

"Hmm… Sabes Dusk, he estado pensando…" Dijo Pinkie Pie sonriendo y luego repentinamente frunciendo el ceño y mirando con cara enojada a Dusk. "Te odio."

"¿Q-Qué?" Dijo Dusk muy sorprendido, al igual que las demás yeguas, ya que ninguna se esperaba que Pinkie dijera algo tan hiriente tan repentinamente.

"Así es, te odio, te odio con todas la fuerza de mi alma." Volvió a decir Pinkie Pie, esta vez no pudiendo soportar su fachada y sonriendo nuevamente, levemente sonrojada.

Fue solo cuando Pinkie Pie sonrió, que todos recordaron la fiesta en la que estaban, en donde nada era lo que parecía y todo era al revés. Y si Pinkie decía odiar a Dusk, lo que realmente significaba era…

"Pues yo te odio más, ¡Mucho, mucho más!" Dijo rápidamente Rarity, la primera en entender la audaz jugada de su rosada rival. Sonrojándose de igual forma al decir aquello mientras daba un paso para acercarse a Dusk.

"Yo también te odio, te odio desde que te conocí y te odio cada día más y más." Dijo Fluttershy, completamente roja mientras miraba a Dusk.

"E-Eso no es nada. Yo te odio más que ninguna. Te odio hoy, te odiaré mañana y… ¡Y te odiaré siempre!" Dijo Rainbow Dash sonrojada.

"Yo… Yo también odio tu forma de ser. Te odio tanto que no sé qué hacer." Dijo Applejack mirando a Dusk fijamente.

"Yo… eh… sí… todos nos odiamos mucho, jeje…" Dijo Dusk muy sonrojado al ver que sus amigas lo veían directamente mientras mostraban sus sentimientos de afecto. "Desde que las conocí, he aprendido a odiarlas con todo el corazón. Si ustedes me odian, sepan que yo las odio mucho más, jeje." Agregó Dusk con una sonrisa nerviosa, pensando en cómo 'odiar' podía significar 'querer' y 'amistad' en aquella loca fiesta, por lo que todos se estaban diciendo en realidad lo mucho que se querían como amigos, mostrando lo importante y valioso que era su lazo de amistad.

"Pero… el opuesto exacto de 'odiar' es… 'amar'." Pensó Dusk nervioso. "Si una sola de las chicas hubiera dicho eso, por un segundo hubiera creído aquello, pero dado que todas hicieron lo mismo, entendí que en realidad aquello no podía significar amor… ¿Verdad? … ¿¡Estoy en lo correcto!?" Pensó Dusk muy nervioso, sintiendo que su corazón por un segundo casi se paraliza de la emoción al pensar que aquello podía significar una declaración, pero su mente racional rápidamente había actuado.

En otro momento, Dusk hubiera dejado zanjado el asunto con esa respuesta, pero ahora su corazón no lo dejaba. Desde que había descubiertos sus sentimientos por sus amigas, una pequeña chispa de esperanza en su baja autoestima había creado un espacio para creer que existía una mínima posibilidad de que alguna de sus amigas pudiera sentir algo por él. Y ahora, con esa pequeña chispa de duda, Dusk fue forzado a preguntar para salir de dudas.

"Ehm… L-Lo que de verdad significa-" Comenzó a decir Dusk, hasta que fue interrumpido.

"¡Cómo te atreves a decirle a mi querida Rarity que la odias!" Dijo Spike repentinamente, despertando con su borrachera psicológica. Entonces Spike se tambaleó hasta donde estaban todos, miró enojado a Dusk, y luego miró a Rarity.

"Rarity, yo sí te quiero." Dijo Spike con una boba sonrisa.

"Hmm, pero Spike, hoy es El Día Opuesto." Dijo Pinkie Pie riéndose de la falsa borrachera de Spike. "Así que lo que de verdad estás diciendo es que te desagrada Rarity."

Al escuchar aquello, pareció que la borrachera ficticia de Spike desapareció y puso una cara de horror. Al ver que Spike se daba cuenta de su error, todos comenzaron a reír por lo tonto de la situación.

Finalmente, viendo que ya era de noche, todos decidieron dar por terminada la fiesta, mientras Dusk se llevaba en su lomo a Spike, quien parecía estar muy deprimido por lo que le había dicho a Rarity. Y mientras todos se iban, Pinkie se quedó escuchando por la ventana como sus amigas se iban conversando sobre lo extraña que había sido esa fiesta, pero que finalmente había resultado todo bien, pese a empezar muy aburrida.

"Solo quería hacer una fiesta distinta… si no pruebo cosas nuevas, nunca sabré si podrían resultar." Dijo Pinkie Pie hablando sola mientras comenzaba a ordenar el desorden que habían hecho en el salón, luego ella sacó una lista y tachó donde decía 'probar fiesta del día opuesto'. "No creo que vuelva a hacer una fiesta así. Aunque… gracias a Dusk, todo resultó bien al final."

En ese instante, Pinkie Pie abrió los ojos con sorpresa y luego los cerró fuertemente, mostrando preocupación.

"No está bien… Debo dejar de hablar sola." Pensó Pinkie Pie recordando algo de su pasado que la asustaba.

Luego de terminar de desinflar el último globo, Pinkie Pie miró a su alrededor, viendo que estaba completamente sola y en silencio, tan distinto a como había estado hacia solo minutos atrás, con todos sus amigos riendo juntos. Entonces un aterrador sentimiento de soledad se apoderó de ella, ya que hacía mucho tiempo que ella no estaba completamente sola, ya que siempre estaba con sus amigos, o compartiendo con algún otro pony del pueblo, y durante las noches sabía que en esa misma casa dormían los señores Cake cerca de ella. Pero esta vez ella estaba completamente sola, y a ella le preocupaba mucho esa situación.

"Ya es hora de ir a la cama… Si me duermo rápido, el mañana llegará más rápido, podré juntarme de nuevo con mis amigos, y dejaré de estar sola…" Dijo Pinkie Pie, quien nuevamente se dio cuenta que hablaba sola y apretó fuerte sus labios con frustración. Entonces ella tomó a Gummy junto a ella y lo abrazó. "No estoy hablando sola, tú estás aquí conmigo, ¿Verdad Gummy?" Agregó Pinkie con una pequeña sonrisa, mientras subía las escaleras para irse a acostar.


Tan rápido como Pinkie Pie cerró sus ojos, ella los abrió al día siguiente. Había estado tan cansada que sintió como si apenas hubiera pestañado y ya hubiera amanecido, y el hecho de no haber soñado aquella noche, dio más la ilusión de que la noche había durado tan solo un pestañeo.

Restregándose sus ojos por el cansancio, Pinkie se levantó y se quedó sentada en su cama, con una mirada perdida y su melena lacia, sin pizca de la acostumbrada melena revuelta y esponjada que ella siempre tenía. Durante varios segundos, Pinkie se quedó inmóvil, intentando en vano recordar si había soñado algo, pero su cansancio había sido tal, que la noche anterior había sido simplemente como apagar su conciencia y que esa mañana se hubiera prendido nuevamente.

"No es habitual dormir sin soñar nada… Me pregunto si así será la muerte… no como un largo sueño, sino que simplemente… dejas de pensar y tu conciencia se pierde…" Murmuró Pinkie Pie con una sombría mirada. "Aunque que importa si dormir es como estar muerto. Hay cosas peores que la muerte…" Agregó Pinkie con una mirada asustada, más preocupada aún al darse cuenta que nuevamente estaba hablando sola.

En ese instante, Pinkie se dio cuenta que había despertado demasiado deprimida, pensando en cosas demasiado oscuras, y nadie quería ver a esa Pinkie Pie, ni siquiera ella misma, porque si había que empezar un nuevo día, había que hacerlo sonriendo y agradeciéndole a la vida. Luego Pinkie Pie sacudió fuerte su cabeza para alejar todos esos sombríos pensamientos, causando al mismo tiempo que su melena se volviera a esponjar como normalmente lo estaba, y entonces Pinkie sonrió alegremente, lista para comenzar un nuevo día de la mejor forma posible.

Así fue como Pinkie comenzó con su rutina diaria, bañándose ella junto a Gummy, desayunando y charlando con su pequeño cocodrilo para no sentirse sola. Luego Pinkie realizó algunos pedidos que le habían pedido los señores Cake para mantenerla ocupada en la pastelería, pero Pinkie Pie los realizó rápidamente, arreglando algunas cosas en la cocina y entregando algunos pedidos de pasteles que un par de ponies habían dejado encargados con anticipación. Finalmente Pinkie quedó completamente desocupada, sola en la pastelería, con un silencio que la hizo sentir cada vez más intranquila, hasta que se le ocurrió la solución.

"Los señores Cake llegarán hoy en la noche… ¡Significa que puedo hacer otra fiesta con mis mejores amigas antes que vuelvan!" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa, tomando a Gummy entre sus cascos y dejándolo sobre el mostrador principal. "Te dejo a cargo de la pastelería mientras voy a invitar a mis amigas a la fiesta." Dijo Pinkie mirando seriamente a Gummy, quien solo respondió indiferente, sacando la lengua y tocándose un ojo con ella.

Luego de salir de Sugarcube Corner, Pinkie Pie sabía a quién quería más que nadie en la fiesta, así que su primera visita fue a la biblioteca Golden Oak. Una vez allí, ella tocó la puerta esta vez, a diferencia del día anterior, sin embargo, quien salió a recibirla no fue Dusk Shine, sino el pequeño Spike.

"Hola Pinkie, qué tal." Dijo Spike sonriendo.

"¡Hola Spike!" Saludó alegremente la pony rosa. "¿Dónde está Dusk? ¡Quería invitarlos a ambos a mi post-fiesta de esta tarde!"

"Dusk no está. Parece que de nuevo tuvo una extraña pesadilla, así que fue al bosque Everfree para reunirse con Zecora y que ella lo aconsejara." Dijo Spike rascándose la cabeza, hasta que se dio cuenta de la invitación que le estaba haciendo Pinkie Pie. "¡Espera! ¿Dijiste que harías una fiesta ESTA tarde?"

"¡Síp!" Dijo Pinkie muy feliz. "Pero esta vez no haremos una fiesta del día opuesto. Aún no pienso en qué cosa haré distinta para esta fiesta, ¡Pero les aseguro que será divertida!"

"Sí… eh… recordé que no podré ir, porque… ¡Porque tengo que ordenar la biblioteca!" Respondió Spike muy nervioso, intentando sonreírle a Pinkie Pie.

"Oh… ¿Pero es mucho trabajo? Quizás podrías dejarlo para mañana para que puedas ir a la fiesta." Dijo Pinkie Pie con una pequeña sonrisa.

Ante la insistencia de Pinkie, Spike entrecerró la puerta y disimuladamente estornudó hacia adentro de la biblioteca.

"¡Oh, no! ¡Mira!" Dijo Spike fingiendo sorpresa y abriendo la puerta. Al hacerlo, Pinkie se sorprendió al ver un pequeño incendio en la biblioteca. "Incluso hay fuego en la biblioteca, ¡Así de desordenada está! C-Creo que lo mejor será que empiece a ordenar, ¡Lamento no poder ir a tu fiesta!" Agregó Spike rápidamente, cerrando de golpe la puerta de la biblioteca, dejando a una muy confusa Pinkie Pie afuera.

"Qué extraño… casi pareció como si Spike hubiera causado ese incendio a propósito…" Murmuró Pinkie Pie pensativamente, pero inmediatamente sacudió su cabeza. "No, por qué Spike haría algo así, ¡A él le encantan mis fiestas!" Agregó Pinkie Pie sonriendo nuevamente, pensando en lo tonta que era por desconfiar de Spike y lamentando que el pequeño dragón no pudiera ir a su fiesta.

Luego de ir a la biblioteca, la siguiente casa que quedaba de camino era la de Rarity, así que Pinkie se encaminó hacia la Boutique Carrusel, sabiendo que al menos su amiga unicornio no estaría ocupada con su trabajo.

"Oh, lo lamento querida. No podré ir a tu fiesta de esta tarde." Dijo Rarity con una nerviosa sonrisa luego que Pinkie le hubiera hecho la pregunta justo cuando esta sacaba la basura a la calle.

"¿Por qué no? Creí escucharte decir ayer que hoy estarías libre de trabajo." Dijo Pinkie Pie desilusionada, recordando lo que su amiga había dicho el día anterior en la fiesta.

"Eh… sí, claro. No es por eso... no podré ir porque…" Respondió Rarity muy nerviosa, mirando hacia todos lados hasta que vio el tarro con basura que sostenía en sus cascos. Entonces, teniendo una gran fuerza de voluntad, Rarity metió su cabeza a la basura, ensuciando completamente su melena. "No puedo ir porque necesito lavar mi melena hoy… ¡Ugh!" Dijo rápidamente Rarity, aguantando las ganas de vomitar y corriendo de vuelta hacia su casa, cerrando fuertemente la puerta tras ella, dejando por segunda vez a Pinkie Pie sola y confundida.

Para la desgracia de Pinkie Pie, al invitar a Fluttershy, no tuvo mejor suerte.

"Lo lamento, no puedo ir a tu fiesta porque… ¡Debo cuidar a Angel!" Respondió Fluttershy luego que Pinkie llegara a su casa y la invitara a su fiesta.

"P-Pero eso no es problema, puedes llevar a Angel contigo." Dijo Pinkie Pie con una nerviosa sonrisa.

"Eh… no podría. Es que… Angel se lleva muy mal con Gummy." Dijo Fluttershy muy nerviosa, mirando de reojo a Angel, quien solo se encogió de hombros, sabiendo que aquello era mentira, pero entonces Fluttershy usó 'la mirada' para asustar a Angel, y al pequeño conejito no le quedó más opción que fingir estar enojado y salvaje al escuchar que estaría junto a Gummy.

Con una nueva decepción, Pinkie se fue de la casa de Fluttershy y se dirigió hacia donde sabía que debía estar Rainbow Dash con el equipo del clima. Y mientras Pinkie caminaba, más sospechoso le resultaba todo, pues lo que le habían dicho todas sus amigas parecían simples excusas para no ir a su fiesta, pero su corazón se negaba a sospechar de esa forma de sus queridas amigas.

"Lo siento Pinkie, hoy tengo mucho trabajo que hacer. Pero cuenta conmigo para la próxima fiesta." Dijo Rainbow Dash apenada mientras volaba sobre Pinkie cuando esta la detuvo para preguntarle.

"¿De qué hablas? Ya casi terminamos de-" Dijo Cloud Kicker, una de las compañeras pegaso de Rainbow Dash, quien no alcanzó a terminar su oración, ya que Rainbow Dash le puso rápidamente un casco en la boca para que se callara.

"Jeje, sí, como decía, muuuuy ocupada." Agregó rápidamente Rainbow Dash, poniéndose muy nerviosa. "¡Adiós!" Agregó la pegaso celeste, volando rápidamente para alejarse de Pinkie Pie.

Este era el cuarto rechazo que Pinkie Pie recibía para su fiesta, y ya de poco servía seguir invitando a sus amigas, sin embargo Pinkie decidió que aunque solo una de sus amigas pudiera ir, eso era suficiente para ella, así que ella fue hasta Sweete Apple Acres para invitar a la última de sus mejores amigas, esperando que esta sí pudiera estar con ella para acompañarla y sacarla de su soledad.

"Así que, ¿Puedes ir a mi fiesta esta tarde?" Preguntó Pinkie Pie a su honesta amiga Applejack, con una sonrisa que casi parecía una súplica.

Al escuchar a su amiga, Applejack se paralizó y cerró fuerte sus labios, entonces ella se puso a transpirar mucho, sabiendo que no podía mentir bien, por lo que finalmente ella solo apuntó a su garganta y habló sin emitir sonido, señalándole así a su amiga que ella había quedado afónica repentinamente y ya no podía hablar.

Al ver la mímica de Applejack, Pinkie Pie entrecerró sus ojos y acercó su cara a la de su amiga, quien solo la miró nerviosamente.

"¿De verdad estás afónica?" Preguntó Pinkie Pie mirando inquisitivamente a su amiga.

Al ver la intensa mirada de Pinkie, Applejack solo cerró fuerte sus ojos y asintió rápidamente, luego corrió de vuelta al granero y cerró la puerta tras ella.

Al cerrársele la última puerta en la cara, Pinkie Pie no pudo evitar bajar su cabeza tristemente y dejó de sonreír al ver que sus amigas no podían estar con ella, y quizás peor aún, NO QUERÍAN estar con ella.

"¡No! ¡No puedo desconfiar de mis amigas! ¡Ellas no me engañarían! A ellas… a ellas les gusta estar conmigo…" Dijo Pinkie Pie muy triste, no pudiendo evitar dudar de sus amigas un poco. Entonces Pinkie se dio cuenta que nuevamente estaba hablando sola, por lo que cerró fuerte sus ojos con frustración.

Finalmente, Pinkie decidió volver a la biblioteca para ver si Dusk había vuelto. No solo porque él era su última oportunidad para que alguien aceptara estar con ella, sino también porque ella comenzaba a sentirse muy triste, y sabía que en esos casos necesitaba estar cerca de Dusk para que él la ayudara a sobrellevar esa tristeza.

Cuando Pinkie estaba a punto de llegar a la biblioteca, se detuvo al ver que repentinamente la puerta de la biblioteca se abría y tras esta salía Spike, vistiendo una extraña gabardina y un sombrero, lo que en vez de hacerle pasar desapercibido, generaban el efecto totalmente contrario. Al ver al pequeño dragón en una actitud tan sospechosa, Pinkie decidió esconderse rápidamente tras una casa y comenzó a perseguir a Spike desde lejos, mientras el bebé dragón intentaba ir furtivamente por las calles del pueblo.

Tras una corta persecución, Pinkie vio que Spike fue hasta la casa de Rarity. Al ver aquello, Pinkie Pie se escabulló más cerca para poder escuchar lo que ambos hablaban, pues le parecía muy raro que ambos estuvieran conversando con miradas inquietas mirando hacia todos lados, más aún cuando le habían dicho hacia poco que ellos estarían ocupados.

"¿Dónde está Dusk?" Preguntó Rarity luego de abrir la puerta de su casa y ver al pequeño dragón con su gabardina.

"Aún no regresa de ver a Zecora. Por cierto, ¿Ya está listo el paquete?" Pregunto Spike a Rarity, como si estuvieran en una novela de espías.

"Sí, aquí está." Dijo Rarity levitando una caja junto a ella. "Ahora debemos movernos rápido. Antes que Pinkie Pie nos vea."

"Sí… Por cierto, parece que ayer hablé más de la cuenta, ¡Pero no fui yo! ¡Fue culpa del ponche!" Dijo Spike sonrojado, aprovechando la ocasión para disculparse.

Mientras Spike y Rarity se movían furtivamente fuera de la Boutique Carrusel, Pinkie Pie continuó siguiéndolos en secreto, repitiendo en su mente lo que acababa de escucharle decir a Rarity: 'Antes que Pinkie nos vea.' ¿Por qué ellos querían hacer algo a escondidas de ella? Era lo que Pinkie no podía sacarse de la cabeza mientras su corazón se apretaba un poco ante la duda que crecía en ella.

Siguiendo a Rarity y Spike por el pueblo, fue que Pinkie se sorprendió de ver que se reunían con Fluttershy, ya que se suponía que su amiga pegaso debía de estar cuidando a su conejito Angel como le había dicho.

"Pudiste reunir las demás cosas para… ya sabes." Murmuró Rarity una vez se reunió con Fluttershy detrás de una casa, quien tenía otra caja sobre su lomo.

"Sí, pero fue difícil estar escondiéndome para que Pinkie no me viera en el pueblo." Respondió Fluttershy un poco preocupada. "Tuve que mentirle y decirle que cuidaría a Angel. Me alegro de que creyera esa mentira."

"Sí, lo sé, yo también tuve que mentirle." Dijo Rarity un poco avergonzada. "Pero era necesario. Si ella se entera de nuestra pequeña reunión secreta, lo arruinaría todo."

Mientras sus dos amigas y el dragón volvían a moverse, caminando hacia un nuevo objetivo, Pinkie Pie intentó moverse para volver a perseguirlas, pero luego de escuchar lo que sus amigas habían dicho, su corazón se apretó con tanto dolor que a ella le fue imposible moverse por unos segundos.

"Ellas… ellas me mintieron para que no estuviera con ellas…" Murmuró Pinkie Pie con una mirada de dolor, pero entonces apretó fuerte sus ojos y sacudió su cabeza. "No, no, ¡No! Ellas son mis amigas, yo… yo debí escuchar mal… ¡Eso es!" Agregó Pinkie comenzando a respirar agitadamente al sentirse engañada, pero aún manteniendo una pequeña esperanza de que todo fuera un malentendido.

Cuando finalmente Pinkie pudo volver a moverse, ella levantó su vista al ver que una sombra pasaba sobre ella. Entonces Pinkie vio que Cloud Kicker volaba sobre ella, dando algunas piruetas mientras se divertía.

"¡C-Cloud Kicker! Tú… ¿Ya terminaste tu trabajo?" Gritó Pinkie Pie desde abajo para llamar a la pegaso color lila.

"Sí, hace bastante rato." Respondió Cloud Kicker sonriendo.

"Y… ¿Sabes dónde está Rainbow Dash?" Preguntó Pinkie Pie con una nerviosa sonrisa.

"No lo sé. Cuando terminamos de mover las nubes, queríamos ir todas juntas por una hamburguesa de heno, pero Rainbow Dash dijo que no podía porque una de sus amigas podía verla, y se fue a una fiesta secreta o algo así." Respondió Cloud Kicker pensativamente, pero al instante de terminar de hablar, se dio cuenta que la pony que no debía enterarse de la fiesta secreta de Rainbow Dash, ¡Era precisamente la pony con la que estaba hablando! "Eh… ¡Lo siento! ¡R-Recordé que tengo que hacer algo!" Agregó rápidamente Cloud Kicker avergonzada, volando rápidamente lejos de la pony rosa.

Mientras Cloud Kicker se alejaba, Pinkie Pie permaneció estática, con sus ojos muy abiertos y su boca seca producto de la sorpresa, ella finalmente había comprobado sus mayores temores, ¡Sus amigas estaban haciendo una fiesta sin ella! Y al pensar en eso, Pinkie comenzó a respirar rápidamente mientras sentía su pecho apretarse.

"¿¡Por qué me mintieron!? ¿¡Por qué no quieren estar conmigo!? ¿¡Fue porque no les gusto mi fiesta de ayer!?" Comenzó a decir Pinkie Pie mientras comenzaba a hiperventilarse al sentirse traicionada por las ponies que más quería, sus mejores amigas, las mismas que ya no querían ni siquiera verla y le mentían a la cara. "¿¡Por qué ellas me hacen esto!? Acaso… ¿¡Acaso no éramos amigas!? Yo… ¡BASTA! ¡DEJA DE HABLAR SOLA!" Gritó repentinamente Pinkie Pie con dolor, cerrando fuerte sus ojos al darse cuenta que nuevamente hacía algo que ella odiaba hacer.

Al callarse, Pinkie Pie intentó calmarse, pero en su mente siguió haciéndose las mismas preguntas sin obtener respuesta, y con cada pregunta, sentía como una punzada de dolor le atravesaba el corazón. En ese momento Pinkie cerró fuerte sus ojos al sentir que estos comenzaban a llenarse de lágrimas.

"Debo ir con Dusk… ¡Necesito estar con Dusk!" Pensó Pinkie Pie al darse cuenta que estaba a punto de llorar, y que ahora que ya no tenía su cuarto de la tristeza, Dusk era el único pony en el que podía confiar, quien podía ayudarla a lidiar con ese gran dolor.

Así fue como Pinkie corrió a toda velocidad hasta el bosque Everfree. Una vez allí, ella recordó cuando con Dusk habían ido en busca de la 'maldición' que había afectado las alas de Rainbow Dash, y gracias a su GPS (su gran pinkie sentido), ella pudo abrirse camino hasta llegar a una extraña cabaña que quedaba en medio de un gran árbol, justo cerca de donde ella sentía que Dusk podía estar cerca.

Pinkie se acercó lentamente a la cabaña, dado lo terrorífica que lucía por fuera, y se acercó a una ventana, en donde pudo ver que efectivamente Dusk Shine se encontraba allí, conversando con esa extraña cebra llamada Zecora. Al ver a ambos adentro, Pinkie inmediatamente sintió que el ambiente estaba tenso por alguna razón, por lo que ella solo se quedó viéndolos a escondidas y escuchando atentamente lo que sucedía.

"¡No puedo! No puedo creer que esa imagen y ese… sentimiento, quedarán por siempre dentro de mí." Dijo Dusk con una mirada asustada.

"Era muy pronto para ti, no debías verlo aún." Dijo Zecora con una tranquila voz. "Para nosotros los chamanes, es un ritual normal, pero lo realizamos solo cuando la mente está preparada para aceptarlo. En tu caso no hay vuelta atrás, ahora debes aprender a usarlo, ¡Esa es la forma de superarte y aprender a usar tu magia más allá de los límites comunes!"

"Yo… No creo que pueda. Sería más fácil… borrar ese recuerdo." Murmuró Dusk cerrando sus ojos frustrado. "Está prohibido pero… hay magia capaz de borrar recuerdos…" Agregó Dusk con temor, pensando en qué diría su maestra Celestia al escucharlo hablar sobre usar magia prohibida.

"Podrías hacerlo, pero entonces borrarías todo el avance que hemos hecho con tu magia y tu concentración hasta ahora. Debes entender que tu alma no ha rechazado lo que vio en esa visión, ni tampoco tu mente, es solo tu prejuicio lo que te impide aceptarlo completamente." Dijo Zecora seriamente. "Hasta ahora tu magia te ha enseñado a controlar el aura que te rodea, pero no te llevará más allá de donde estás. Si quieres avanzar al siguiente nivel, debes aceptar que hay cosas que no puedes controlar, y que hay cosas que debes dejar ir… ¡Debes olvidar la ilusión del control!"

Tras las palabras de Zecora, el unicornio se quedó en silencio, aún pensando en que lo que le decía su nueva maestra era una locura, pero sabiendo en parte que ella tenía razón.

"Debo… salir a respirar un momento. Necesito pensar." Murmuró Dusk confundido, dándose la vuelta y saliendo de la cabaña de Zecora.

Una vez estuvo afuera de la cabaña, Dusk cerró la puerta y apoyó su espalda contra esta mientras cerraba sus ojos, y, contra su voluntad, volvía a sentir un escalofrío al recordar la 'pesadilla' que había tenido esa mañana, la misma que había tenido también el día anterior.

"Sé que yo le pedí a Zecora que fuera mi maestra, pero nunca pensé ella incluso haría que me cuestionara todo lo que he aprendido durante toda una vida. Y principalmente, que me hiciera cuestionarme quien soy y… a dónde voy…" Dusk pensó mientras sentía una mezcla de confusión, frustración, miedo y enojo ante lo desconocido. "Zecora tiene razón en algo… No estaba listo para esto."

"¿Dusk?" Preguntó tímidamente Pinkie Pie, acercándose lentamente a Dusk.

"¿¡Pinkie Pie!? ¿Qué haces aquí?" Preguntó Dusk sorprendido al ver a su amiga allí.

"Dusk, yo… ¿Hay algo que te preocupa?" Dijo Pinkie tímidamente, aún sintiendo un gran dolor por todo el sentimiento de traición y tristeza que sentía, pero al ver a Dusk tan confundido, ella hizo un esfuerzo para anteponer primero a Dusk antes que a ella misma.

Ante la pregunta de Pinkie, Dusk abrió con sorpresa los ojos y luego desvió la mirada. Era muy obvio que algo le preocupaba, pero él no podía decírselo a sus amigas, sin importar la confianza que él sentía hacia ellas. Lo que él sentía era algo con lo que ni siquiera él podía lidiar en ese momento, y si alguna de sus amigas se enteraba de aquello, Dusk no podía ni imaginarse todo el dolor y preocupación que eso causaría en sus queridas amigas.

"No es nada, por favor, no preguntes." Respondió Dusk frustrado, cerrando fuerte sus ojos.

"Tú sabes que cuentas conmigo para-" Dijo Pinkie tímidamente hasta ser interrumpida.

"¡Dije que no es nada!" Interrumpió Dusk bruscamente, asustando un poco a PInkie Pie. "¿¡Por qué estás aquí de cualquier modo!?" Agregó Dusk molesto, sintiendo que sus pensamientos sobre lo que le había revelado Zecora le estaban provocando ganas de vomitar.

"Yo… vine aquí porque… necesitaba estar contigo." Dijo Pinkie con tristeza, sin querer mencionar que quería estar con él porque estaba a punto de llorar. "Hoy... fui a invitar a nuestras amigas a una fiesta, pero descubrí que ninguna de ellas quiere estar conmigo."

"Eso no puede ser cierto… ¿Por qué piensas en algo así?" Preguntó Dusk entrecerrando los ojos, ya que su cabeza le empezaba a doler debido a que no podía concentrarse en lo que le decía su amiga, en lo único que pensaba era en el malestar que sentía y en lo que le había revelado Zecora.

"¡Porque las escuché! ¡Ellas me mintieron! Ellas… Ellas dijeron que no querían verme y… y que yo podría arruinarlo todo si estaba con ellas…" Dijo Pinkie Pie hiperventilándose, ya no pudiendo soportarlo más y expresando todo el miedo y dolor que sentía.

"Eso no puede ser cierto…" Repitió Dusk molesto, sintiendo que en ese momento necesitaba estar solo.

"¡Ellas me engañaron! Ellas… ¡Ellas ya no quieren juntarse conmigo!" Dijo Pinkie Pie al borde de las lágrimas.

"Estás equivocada…" Dijo Dusk cerrando fuerte sus ojos mientras no podía sacarse de la mente aquella imagen de esa pesadilla ni ese incómodo sentimiento.

"¡Yo las seguí! ¡Ellas quieren hacer una fiesta sin mí porque no les gustan mis fiestas!" Dijo Pinkie liberando el peso del mayor miedo que sentía. "¡Ellas ya no quieren ser mis amigas!"

"Ellas tendrán sus motivos." Respondió Dusk nuevamente, cada vez con más dolor de cabeza, pensando en que él tenía cosas más importantes por las que preocuparse en ese momento que la de que Pinkie estuviera preocupada porque no la invitaron a una fiesta.

"¡No! ¡Yo estoy segura! ¡Ellas-!" Gritó Pinkie Pie asustada, hasta que fue interrumpida.

"¡YA BASTA!" Gritó Dusk molesto. "¡Ellas te rechazaron porque tienen algo importante que hacer! ¡Y yo tengo cosas más importantes en las qué pensar en este momento! ¡Por una vez en tu vida actúa como alguien normal y deja de actuar como una loca!"

Ante el grito de Dusk, Pinkie se quedó paralizada, con sus ojos muy abiertos y sin brillo, como si hubiera visto un fantasma. Por su parte, Dusk solo cerró los ojos, frustrado y enojado consigo mismo, y bajó su cabeza mientras su respiración comenzaba a tranquilizarse. Lo que Zecora le había revelado a Dusk le estaba causando ya muchos problemas, no solo a él, sino también a quienes lo rodeaban, y Dusk rápidamente se dio cuenta de su error.

"¿Qué estoy haciendo? Estoy desquitando mi miedo y frustración con Pinkie Pie." Pensó Dusk luego de tranquilizarse un poco, una temporal paz mental que tuvo al encontrarse completamente en silencio. Pero ese mismo silencio a su alrededor fue lo que le hizo darse cuenta de algo importante.

"¿Pinkie?" Dijo Dusk al abrir sus ojos y levantar nuevamente la vista. Sin embargo, como temía, al abrir sus ojos Dusk vio que su amiga ya no estaba allí. "Por Celestia… ¿Qué he hecho?" Murmuró Dusk asustado.

Mientras tanto, ya lejos de la cabaña de Zecora, se encontraba Pinkie Pie, corriendo a toda velocidad, con sus ojos llenos de lágrimas ante el miedo, tristeza e impotencia que sentía.

"¡Dusk! ¿¡Qué es lo que hiciste!?" Gritó Pinkie Pie mientras lloraba incontrolablemente y seguía corriendo. "Prometiste que estarías allí cuando yo necesitara donde llorar… ¿¡Pero qué hago si eres tú quien me hace llorar!?" Lloró Pinkie Pie, sintiéndose más triste y perdida que nunca.

# Fin del capítulo 51