Capítulo 55 – La declaración
Afortunadamente para Dusk, luego que lo secuestraran, él se dio cuenta que no lo habían cargado demasiado lejos, por lo que supuso que aquel pasillo escondido estaba muy cerca del pasillo en donde lo había secuestrado, algo que se confirmó al ver que usando su teletransportación llegó al mismo lugar del castillo al que había estado antes de desaparecer.
Una vez volvió a los pasillos comunes del castillo, Dusk miró hacia todos lados, viendo que parecía que ningún pony se había percatado de su desaparición ni le había puesto atención al hecho que acababa de aparecerse allí con magia. Y mientras miraba a su alrededor, Dusk vio hacia el salón que había dejado atrás, en donde la Princesa Celestia seguía su monótona rutina de saludar a los invitados que aún esperaban en la fila solo para saludarla.
"Me pregunto qué diría la princesa si le dijera lo que las gemelas mayordomo acaban de hacer…" Pensó Dusk sonriendo con una pequeña mueca, pensando que a pesar que lo que habían hecho las mayordomos era una locura, en realidad no era por maldad y solo lo hacían porque de alguna forma querían proteger a las princesas. "Sigo sin entender por qué querían que dejara de hablarle a las princesas, ¿Pensarán que soy mala influencia?"
Mientras Dusk pensaba en ello, un reloj en la pared marcó la hora, y al ver lo tarde que era, Dusk recordó que había prometido que buscaría a sus amigas para disfrutar de la Gran Gala antes que terminase. Así que Dusk se dio media vuelta y comenzó a caminar por los pasillos del castillo para buscar a sus amigas.
Durante su 'secuestro', Dusk se había dado cuenta de lo diferente que sus amigas le hacían sentir en comparación a otras yeguas. Sin embargo, mientras caminaba y repasaba lo sucedido, Dusk se dio cuenta que al recordar ese sentimiento de emoción que sentía cuando una de sus amigas lo besaba, otra yegua había estado en su mente también, una yegua que no era parte de sus cinco amigas y a quién no había visto en toda la noche, de hecho, él no la había visto desde hacía varias noches. Entonces Dusk comenzó a caminar lentamente, hasta que finalmente se detuvo con una pensativa mirada.
"Hay… Hay alguien más a quién quiero ver esta noche…" Pensó Dusk, levantando su cabeza y cambiando de dirección, caminando ahora en dirección hacia las escaleras que llevaban a las torres superiores.
Mientras Dusk caminaba, no podía dejar de pensar en Luna y en lo sola que quizás ella se sentía, tanto así, que Dusk pensó que quizás esa era la razón por la que ella le había dicho a su hermana Celestia que no estaba segura de si presentarse en la Gran Gala o no.
"Esta es la primera Gala desde que ella volvió de su exilio. Quizás ella tenga miedo, o esté insegura por algo…" Pensó Dusk mientras subía las escaleras de la torre, en donde suponía que debía estar la habitación de la princesa Luna. "O quizás esas son solo excusas que yo pongo, y la verdad es… que solo quiero verla." Pensó Dusk sonrojándose, nuevamente recordando el beso de despedida que la princesa de la noche le había dado tras ese triste adiós en que se habían visto por última vez.
Muy cerca de Dusk Shine, precisamente en la habitación a la que él se dirigía, se encontraba Luna. La habitación de la princesa de la noche era un desastre, con decenas de vestidos de gala tirados por el suelo mientras ella se encontraba en medio de su habitación, parada en solo uno de sus cascos mientras flexionaba el resto de su cuerpo, con sus ojos cerrados y respirando lentamente.
"Quién diría que los ponies de esta época inventarían algo tan útil." Susurró Luna pensando en voz alta mientras practicaba esa técnica de relajación que le habían enseñado, llamada 'yoga'. "Creo que sirve… Ya estoy más relajada…"
La serena figura de Luna contrastaba enormemente a cómo ella había estado tan solo minutos antes de ponerse a practicar esas posiciones de relajación. Un par de horas antes, cuando su hermana Celestia le había preguntado si se presentaría en la Gran Gala, ella había dudado, pero finalmente le había respondido que no, que debía mantenerse firme y no cedería, pues ver a Dusk Shine significaba que podría nuevamente olvidar sus deberes reales. Sin embargo, luego que Celestia se fuera, Luna le ordenó a su mayordomo Sweet Caramel que se quedara junto a ella para ayudarla a elegir un vestido adecuado para la Gran Gala. Y así ambas habían pasado horas mientras Luna se probaba cada vestido y luego lo rechazaba, pensando que no sería lo suficientemente bonito para aparecerse con él frente a Dusk.
Luego de terminar de probarse cada vestido y sentirse frustrada al no encontrar un vestido perfecto, Luna gritó enojada y se dejó caer en su cama como una potrilla malhumorada. Entonces Luna miró de reojo a su fiel mayordomo personal, y vio que ella solo se mantenía mirando hacia el suelo, con una mirada molesta.
"Lo siento Sweet Caramel, te tengo aquí conmigo pasando un mal rato mientras deberías estar disfrutando de la fiesta." Dijo Luna con una triste sonrisa.
"N-No, no es una molestia en absoluto, mi princesa." Respondió rápidamente Sweet Caramel avergonzada, quien efectivamente se sentía molesta, pero no porque la princesa la tuviera ahí para ayudarla a elegir un vestido, sino molesta con ese potro llamado Dusk Shine, quien provocaba que su siempre elegante princesa perdiera la compostura tan solo al pensar que lo vería esa noche.
"Huh… Puedes retirarte, después de todo… creo que finalmente no bajaré a la fiesta." Dijo Luna suspirando, decidiendo ya de forma definitiva que no se distraería ni bajaría para ver a Dusk.
Luego que eso pasara, la mayordomo se había retirado y Luna había pasado los siguientes minutos intentando distintas poses de yoga mientras intentaba relajarse, algo que no había logrado conseguir por casi una hora, pues no podía dejar de pensar en que en el fondo de su corazón, ella sí quería reunirse con Dusk, aunque fuera solo un rato. Pero finalmente, luego de mucha fuerza de voluntad, Luna por fin estaba completamente relajada y ya no pensaba en absoluto en la Gran Gala ni en Dusk Shine.
'¡TOC-TOC!' Tocaron la puerta de la habitación de Luna.
"Huff… ¿Eres tú, Sweet Caramel?" Preguntó Luna exhalando aire mientras adquiría otra pose y lograba la absoluta serenidad.
"Soy Dusk Shine." Respondió la voz del potro desde el otro lado de la puerta.
Apenas Luna escuchó la voz de Dusk, ella perdió por completo la concentración, perdiendo el equilibrio y cayendo fuertemente al suelo, haciendo mucho ruido al caer.
"¿Sucedió algo malo?" Preguntó Dusk confundido, luego de escuchar ese fuerte ruido.
"¡N-N-NADA! ¡NO PASA NADA! ¡TODO ESTÁ BIEN!" Gritó Luna roja de vergüenza, tan nerviosa que terminó gritando para responder.
Luego de la sorpresa, Luna miró asustada hacia todas partes, e inmediatamente corrió hacia la puerta para impedir que Dusk la abriera y viera el desastre que era su habitación. Entonces ella respiró agitadamente luego de correr, y afirmó lentamente su cabeza sobre la puerta mientras intentaba calmarse.
"¿Q-Qué haces aquí?" Preguntó Luna luego de calmarse un poco, sin abrir la puerta, solo manteniéndola cerrada y hablando desde su lado de la puerta.
Ante la pregunta de Luna, Dusk se quedó en silencio unos segundos, sin estar seguro de qué responder.
"Yo… quería verte… y volver a hablar contigo." Dijo Dusk suspirando, decidiendo decir sinceramente lo que sentía.
Al otro lado de la puerta, Luna se sorprendió de escuchar aquello, entonces ella levantó su cabeza de la puerta y puso un casco en la perilla para abrirla. Sin embargo en el último segundo ella se detuvo y miró hacia atrás, en donde en el otro lado de su habitación, podía ver su propio reflejo en el espejo. Entonces Luna bajo tristemente su cabeza y sacó lentamente su casco de la perilla de la puerta.
"No… No sería bueno que me vieras. Yo aún no recupero todos mis poderes y… y no soy la misma yegua que viste en tus sueños." Dijo Luna con tristeza.
"¿No eres la misma…?" Repitió Dusk confundido. Entonces él entendió que la princesa Luna se debía de estar refiriendo a su aspecto como 'Lady Night', la hermosa 'Lady Night'. "Yo… yo sé que esa no era tu verdadera apariencia, pero eso no me importa. Yo solo… quiero hablar contigo."
"No… No puedes. No debo." Respondió Luna tristemente, cerrando fuerte sus ojos al recordar su determinación de anteponer sus deberes a lo que ella de verdad quería. "Nada me haría más feliz que poder estar contigo y charlar juntos… Y es por eso mismo que no puedo verte. Yo… yo no puedo disfrutar de mi vida, ese es mi castigo." Agregó Luna, diciendo aquello último en un susurro, pues sabía que ella no podía ser feliz después de todo el daño que había causado.
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"Pero…" Dijo Dusk rápidamente.
"¡Por favor! Vete." Interrumpió Luna rápidamente, sintiéndose muy débil emocionalmente, dándose cuenta que si ella hablaba más tiempo con Dusk, ella cedería e intentaría estar con él.
"¡Alto ahí!" Gritó repentinamente una tercera voz.
En cuanto Dusk se dio vuelta, se dio cuenta que por el pasillo se acercaban dos ponies, las mismas mayordomos que minutos antes lo habían secuestrado. Cuando Sweet Caramel vio que Dusk se encontraba frente a la puerta de su amada princesa, ella se llenó de ira y corrió velozmente para interponerse entre él y la puerta de su princesa.
"Ya escuchaste a la princesa. Es mejor que te vayas." Dijo Sweet Caramel mirando fieramente a Dusk.
"Yo… Yo necesito ver a la princesa." Dijo Dusk poniendo una mirada seria también. Entonces tanto él como la mayordomo de melena roja se quedaron viendo fijamente en silencio por varios segundos.
"Quizás no sea malo que hables con la princesa, después de todo… no podemos rechazar la orden de una princesa si eso es lo que ella desea." Dijo lentamente la otra mayordomo, Sweet Creme, quien se había quedado atrás de su hermana luego que esta corrió, y ahora se acercaba lentamente a donde Dusk y su hermana estaban. "Pero debemos asegurarnos que eso es lo que de verdad desea la princesa." Agregó Sweet Creme, mirando seriamente a Dusk, y dándole una fugaz mirada a su hermana, quien siendo su gemela, entendió rápidamente lo que debía hacer.
"Huff… escucha Dusk, hubo ciertos… acontecimientos, que nos hicieron cambiar de opinión, respecto a evitar que hables con las princesas." Susurró Sweet Caramel para que su voz no se escuchara a través de la puerta, entrecerrando levemente los ojos al recordar a la pony con la que habían hablando en los pasillos secretos del castillo luego que Dusk desapareciera. "Convenceré a la princesa para que salga y hable contigo. Pero por ahora, es necesario que te vayas."
Luego que la mayordomo de melena roja hablara, Dusk se quedó mirándola fijamente, buscando alguna señal de engaño en su cara, sin embargo, por más que la observó, parecía que lo que decía era verdad.
"Ven conmigo. Mientras mi hermana habla con la princesa, nosotros bajaremos para esperarla en los salones del castillo." Dijo Sweet Creme amablemente, invitándolo a bajar de la torre junto a ella. Sin embargo, antes que Dusk siguiera a la mayordomo de melena azul, Dusk dio un paso más cerca de la puerta, y habló con voz fuerte para que la princesa Luna pudiera escucharlo.
"Sin importar como te veas, tú sigues siendo Luna." Dijo Dusk con una pequeña sonrisa, olvidando sin querer, agregar el honorífico 'princesa', y simplemente llamando a la alicornio azul por su nombre. "Solo… quisiera que me prometieras que volveremos a vernos." Agregó Dusk, sintiendo que no podía irse de allí sin dejar en claro lo que en verdad deseaba: que la princesa Luna olvidase su promesa de no volver a verlo nunca más.
Luego de un largo silencio, en que Dusk y las mayordomos se quedaron inmóviles, finalmente una débil voz se escuchó.
"Está bien… Lo prometo." Respondió lentamente Luna desde detrás de la puerta.
Satisfecho con aquella respuesta, y con que más tarde en la fiesta podría volver a conversar con la princesa Luna, Dusk sonrió aliviado, y acompañó a Sweet Creme mientras bajaban las escaleras para volver a los salones principales del castillo.
"¡Sweet Caramel! ¡Te necesito!" Gritó Luna después de un rato, luego de comprobar que Dusk ya se había ido.
Sabiendo lo que venía por delante, Sweet Caramel se dio la vuelta y entró a la habitación de su querida princesa, sabiendo que nuevamente tendría que ver cómo la princesa se probaba todos los vestidos de gala antes de elegir uno para bajar a la fiesta.
Por su parte, Dusk Shine y Sweet Creme bajaron tranquilamente las escaleras hasta volver a los salones en donde se realizaba la fiesta. Una vez allí, Dusk se percató que por alguna razón Sweet Creme levantó en alto su cabeza, como si buscara a alguien en especial. Y antes que Dusk pudiera preguntarle algo, ella jaló del casco de Dusk para que la siguiera.
"¿Me llevas a algún lado específico?" Preguntó Dusk algo confundido, viendo que avanzaban por los pasillos llenos de invitados, sin rumbo aparente.
"Solo busco el mejor lado para que tú y la princesa puedan hablar tranquilamente." Respondió Sweet Creme sin voltearse a ver a Dusk, solo jalando de él para que lo siguiera a toda costa. Entonces la mayordomo repentinamente se detuvo al llegar a un pasillo que quedaba al lado de uno de los jardines del castillo. "Este es un buen lugar." Agregó Sweet Creme seriamente, entonces, ante la sorpresa de Dusk, ella usó su magia y desapareció de allí.
Tras la repentina desaparición de Sweet Creme, Dusk se quedó confundido, pensando en por qué ella lo había dejado en ese lugar, pues si esperaba a reunirse con la princesa Luna, sabía que había muchos lugares mejores que ese. Entonces Dusk miró a su alrededor y vio que aquel pasillo era ordinario, igual a los demás, con varios invitados caminando por los alrededores. Lo único distinto parecía ser un pequeño grupo de ponies, que por sus vestimentas, parecían mucho más adinerados que los demás ponies que circulaban por allí. Estos ponies parecían estar discutiendo agitadamente frente a un pequeño puesto de manzanas, un pequeña estructura de madera que a Dusk se le hizo muy familiar.
"¡Psst!" Silbó alguien repentinamente. Entonces Dusk alzó atento sus orejas para ver quién le silbaba. "¡Psst!"
Buscando con la vista el origen del silbido, Dusk se detuvo al ver una estatua que quedaba justo en el jardín de al lado de aquel pasillo, una estatua en que, tras esta, se alcanzaba a ver la punta de un sombrero vaquero que Dusk conocía muy bien. Entonces Dusk salió del pasillo y fue hasta donde estaba la estatua.
"Applejack, ¿Qué haces escondida aquí?" Preguntó Dusk con una pequeña sonrisa confundida al comprobar que allí estaba su amiga sentada, escondida detrás de esa estatua.
"¡Eras tú, lo sabía! ¿¡Cómo llegaste aquí!?" Preguntó Applejack, quien había visto la silueta de Dusk y lo había llamado, pero sin estar completamente segura de si era él. Entonces ella apretó sus labios y miró de reojo hacia donde aquellos elegantes potros de negocio discutían frente a su pequeño puesto de manzanas. "Me escondí de ellos."
"¿Quiénes son ellos?" Preguntó Dusk confundido, pensando que quizás esos ponies elegantes se habían burlado de alguna forma de su amiga campirana. "Espera un segundo… ¿¡Ese es Fancy Pants!?" Agregó Dusk sorprendido al reconocer a uno de los potros que allí discutían.
"¿Lo conoces?" Preguntó Applejack curiosa.
"Todos en Canterlot lo conocen. Es uno de los empresarios más ricos de Equestria." Respondió Dusk, sentándose junto a su amiga. "¿Acaso él te ofendió de alguna forma?"
"No, de hecho es todo lo contrario." Dijo Applejack con una nerviosa sonrisa. "Resulta que él y esos otros ponies se interesaron mucho por los dulces de manzana que traje para vender. Y ahora ellos… quieren ser mis socios para hacer un negocio."
"Eso… ¡Eso es increíble!" Respondió Dusk emocionado, pensando que lo que le decía su amiga era asombroso. "Pero entonces, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar negociando con ellos?"
Al ver que Dusk la apoyaba, Applejack bajó su cabeza y se quedó pensativa un instante.
"No estoy segura. Es decir, creo que sería grandioso volver famosas las manzanas de la granja de mi familia, pero quizás sea un salto demasiado grande. Preferiría algo más pequeño…" Respondió Applejack con una pequeña sonrisa nerviosa. "Además, cada vez que hablaban de negocios, hablaban con palabras que no entendía y… me daba un poco de miedo que pensaran que yo era solo una tonta yegua de campo."
"Tú no eres una tonta yegua de campo. Te aseguro que tú sabes más sobre cuidar una granja que todos ellos juntos, jeje." Dijo Dusk con una gran sonrisa. "No hay nadie que sepa de todo en este mundo. Incluso yo, con todo lo que sé de magia, son ignorante también en cómo administrar un negocio. Pero te he visto vender manzanas en el pueblo, y te aseguro que sabes más de lo que crees. Quizás no sepas algunas palabras técnicas, pero la experiencia está." Agregó Dusk tocando el pecho de su amiga para infundirle confianza.
Luego que Dusk la tocara, Applejack tocó el lugar donde Dusk la tocó, y bajó su cabeza mientras se sonrojaba levemente.
"Esa… Esa no es toda la verdad." Dijo lentamente Applejack, sin levantar su cabeza. "Es cierto que me arranqué de esos potros porque no estaba segura si debía negociar con ellos, pero también lo hice porque hay algo muy importante que tengo que hacer… De hecho, hay dos cosas importantes que tengo que hacer antes de poder pensar en hacer negocios..."
"¿Y qué cosas necesitas hacer? ¿Te puedo ayudar en algo?" Preguntó Dusk con curiosidad "¿Vas a hacerlas ahora que lograste esconderte de aquellos ponies?"
Entonces Dusk esperó a que su amiga le respondiera, sin embargo, por más que esperó, Applejack simplemente se mantuvo inmóvil y en silencio, manteniendo su cabeza agachada.
"Sé que debo hacer esas dos cosas, pero… no estoy segura de qué debo hacer primero." Respondió finalmente Applejack mientras sus orejas se sonrojaban levemente. Entonces ella levantó súbitamente la cabeza, con una mirada de determinación. "Está bien, ya sé qué haré primero."
Tras decir eso, Applejack se puso de pie, y avanzó un par de pasos, y al ver que su amiga se puso de pie, Dusk también hizo lo mismo. Entonces Applejack se dio la vuelta y se quedó mirando fijamente a Dusk, con una mirada algo nerviosa, pero llena de determinación. Luego ella levantó lentamente un casco y tocó suavemente la mejilla de Dusk, lo que hizo que Dusk se sonrojara. Entonces Applejack miró tiernamente a Dusk y lentamente acercó su boca para besarlo.
En cuanto Dusk sintió los dulces labios de Applejack tocando los suyos, Dusk se puso completamente rojo de la sorpresa, sin embargo no se movió en absoluto para alejarse, en cambio, Dusk lentamente cerró sus ojos y devolvió el beso de su amada amiga.
"Tenía razón… Este beso no se parece en nada a los besos que me dieron las mayordomos." Pensó Dusk repentinamente, sintiendo como su corazón saltaba de la emoción y una enorme felicidad recorría su cuerpo mientras sus sentimientos alocaban todo su cuerpo, y su mente gritaba por que aquella dulce sensación de aquel bello momento durara por la eternidad.
Cuanto tiempo pasó, ni Applejack ni Dusk Shine estaban seguros, pues en sus mentes desapareció el concepto de tiempo por ese pequeño instante. Hasta que finalmente Applejack soltó lentamente los labios de Dusk y dejó de tocar su mejilla.
"Al fin pude darte… el beso que siempre quise." Susurró tímidamente Applejack, completamente sonrojada, agachando su cabeza y mirando tímidamente hacia arriba a Dusk.
"¿P-P-Por qué… me besaste…?" Preguntó Dusk igual de sonrojado, completamente aturdido luego que su cerebro empezara a reaccionar nuevamente.
"Esa era una de las cosas que tenía que hacer." Respondió Applejack, mientras respiraba lentamente para recuperar el aliento y darse fuerzas para lo que venía. "Porque la otra cosa que tenía que hacer es… Decirte que te amo."
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Al escuchar la declaración de su amiga, Dusk abrió lentamente su boca, mientras, como sucedía siempre que alguien decía algo bueno para él, su mente, encerrada bajo una gruesa capa de baja autoestima, intentaba negar lo que acababa de escuchar. Pero su corazón, que hacía algún tiempo había aprendido que era hora de aceptar que él podía ser amado, luchaba contra su mente cerrada para mostrarle la realidad.
"Tú…" Dijo Dusk lentamente, luchando consigo mismo y creyendo que quizás escuchó mal.
"Te amo." Interrumpió rápidamente Applejack, sin dejar de mirarlo fijamente, sabiendo que en esa declaración no podía haber ambigüedad, este era SU momento, y ni siquiera la cabeza obstinada de Dusk se lo quitaría. "Yo… Yo sé que por mucho tiempo dudé de lo que sentía. Yo temía sentir aquel sentimiento y que eso de alguna forma dañara a los demás. Pero ahora me doy cuenta que mi indecisión fue un error, y lo quiero corregir. Yo te amo Dusk Shine. Sin que me diera cuenta, me flechaste desde que caíste tontamente de ese árbol el día que nos conocimos, y… y lentamente fuiste haciendo que sintiera más y más cosas por ti, hasta que finalmente fue inútil negarlo, y tuve que aceptar… que te amo." Dijo Applejack al borde de las lágrimas, mientras en su mente pasaron todos los momentos junto a Dusk que la llevaron hasta ese preciso instante.
"Hemos pasado por muchas cosas Dusk, y… y no sé si esto que digo cambiará para bien o para mal nuestra relación, pero es algo que mi pecho ya no podía soportar ocultarlo. Yo te amo Dusk, y no importa cuántas veces lo repita, o cuantas veces dudes que estás escuchando mal, pero esta es mi honesta verdad. Esta soy yo, ante ti esta la yegua más honesta que podrás encontrar, la yegua que te ama con todo su ser." Agregó Applejack, aún sonrojada, pero quitando toda pizca de duda de su corazón y mirando con una mirada segura al potro que amaba.
En todo ese discurso, Dusk se había quedado completamente inmóvil, con su mirada perdida, pero pese a que se encontraba en ese estado, en su mente él acogió cada palabra que Applejack le dijo. Tal como ella dijera, no había duda, su mente y su baja autoestima no podían negarlo más, menos con esa mirada llena de seguridad que Applejack tenía. Ella lo amaba de verdad, y acaba de declarárselo.
"¡Aquí estás! ¿¡Por qué Sweet Creme te trajo hasta acá!?" Dijo repentinamente una tercera voz, que en cuanto Dusk se giró para ver, vio que era Sweet Caramel, quien rápidamente se acercó a Dusk y lo agarró de un casco. "Debemos irnos, la princesa nos espera." Agregó la mayordomo de melena roja, prendiendo su cuerno con magia apenas tocó a Dusk Shine.
"¡No! ¡Espera!" Dijo Dusk asustado, reconociendo el hechizo que Sweet Caramel activó, sin embargo, ya era tarde. La magia de Sweet Caramel se activó, y con un gran flash ambos desaparecieron de donde estaban, apareciendo en otro lugar del castillo.
En cuanto Dusk se dio cuenta que lo habían teletransportado lejos de Applejack, miró confundido hacia todos lados, y luego miró enojado a la mayordomo.
"¿¡Qué hiciste!?" Preguntó Dusk frustrado, preguntándole solo al aire, ya que en cuanto él se giró para ver a la culpable de su desaparición, vio que ella había nuevamente activado su teletransportación y se había evaporado de allí, dejándolo completamente solo en ese lugar.
Ante aquella soledad, lo primero que hizo Dusk fue mirar bien a su alrededor, para descubrir en qué parte específica del castillo estaba. Lo primero que a Dusk se le pasó por la mente, fue que la mayordomo lo había teletransportado lejos del castillo, ya que alrededor no había ningún invitado, y lo que era más, no había ningún salón, ni pasillo, ni techo, lo único que habían eran varios árboles y arbustos hermosamente floreados. Fue entonces que Dusk finalmente reconoció donde estaba y que a pesar que no lo pareciera, él sí seguía dentro del castillo.
"Estos son… los jardines reales." Susurró Dusk mirando a su alrededor. Entonces Dusk repasó todo lo que había sucedido en los últimos minutos y se sonrojó, con una mezcla de emoción, frustración y confusión. "¡Por Celestia! ¿Esto de verdad está ocurriendo?" Agregó Dusk sosteniendo su cara con su casco, aún asombrado de la declaración de Applejack y molesto al ver que su amiga había quedado sola, sin una respuesta suya.
Repentinamente Dusk se distrajo al escuchar ruido cerca de él, como si decenas de animales estuvieran ronroneando y cantando al mismo tiempo, una muy extraña sinfonía que Dusk no pudo evitar escuchar y sentir curiosidad, así que él lentamente se acercó al lugar de donde provenía todo ese alboroto. Finalmente Dusk llegó detrás de un arbusto y con su casco movió algunas ramas para ver qué era lo que allí sucedía, sorprendiéndose de lo que vio.
Ante él, estaba una de las imágenes más tiernas que había visto en toda su vida. Recostada en el césped, frente a un pequeño estanque bañado por la luz de la luna, se encontraba su bella amiga Fluttershy, riendo mientras decenas de pequeños y lindos animalitos la abrazaban y buscaban insistentemente sus cascos para que ella les hiciera cariño y los mimara.
"¡Jeje! Sé que no quieren que me vaya, pero de verdad debo irme." Dijo Fluttershy mirando con ternura a sus pequeños nuevos amiguitos, quienes cada vez que ella decía que los abandonaría, se ponían a llorar y la abrazaban más fuerte. "Por favor, les prometo que volveré." Agregó la pegaso, intentando en vano ponerse firme, pero cada vez que los animalitos lloraban, ella cedía, y volvía a jugar y reír con ellos.
"Parece que hiciste muchos nuevos amigos." Dijo Dusk con una tierna sonrisa, mientras miraba a su amiga.
Al escuchar que alguien estaba ahí, Fluttershy de inmediato miró sorprendida para ver quién había llegado, y al ver que quien estaba ahí era precisamente su querido Dusk Shine, ella se sonrojó profundamente y con sus cascos intentó tapar su cara para evitar mostrar lo avergonzada que estaba por ser sorprendida en esas circunstancias.
"¡No puede ser! ¿¡Cómo es que Dusk llegó hasta aquí!?" Pensó Fluttershy roja de vergüenza al estar tirada de espaldas sobre el césped, entonces ella se levantó rápidamente y con su casco alisó los pliegues de su vestido para comprobar que seguía viéndose elegante.
Una vez Fluttershy comprobó que su vestido estaba en orden, y que no tenía hojas ni césped atorados en su larga melena, Fluttershy sonrió y se dispuso a hablar con Dusk. Sin embargo, a penas Fluttershy abrió su boca, los pequeños animalitos, que habían sentido que habían perdido la atención de la tierna yegua, se pusieron a gemir, y con sus pequeñas patitas tiraron suavemente del vestido de Fluttershy para que ella volviera a sentarse junto a ellos.
"No… Por favor, deben entenderlo… De verdad tengo que irme." Rogó Fluttershy muy preocupada, bajando su cabeza para hablar con los animalitos y que finalmente entendieran que ella debía irse.
"¿Qué sucede? ¿Tienes algún problema?" Preguntó Dusk un poco preocupado, al ver cómo Fluttershy le rogaba a los animalitos que la dejasen ir.
"Sí… algo así." Respondió Fluttershy con una triste sonrisa, mirando de vuelta a Dusk. "Me costó mucho, pero finalmente logré que todos los lindos animalitos del jardín me aceptaran, pero parece que se hicieron adictos a mis caricias, jeje." Sonrió Fluttershy para no preocupar a Dusk.
"¡Oh! Pero… Pensé que eso te gustaría." Dijo Dusk sonriendo, recordando lo feliz y linda que había visto a su amiga al verla jugar rodeada de esos pequeños animalitos. "He escuchado que los animales del jardín son muy tímidos con los extraños, incluso cuando vivía aquí, ellos siempre se escondían cuando paseaba por aquí. Pero no me extraña que ellos te hayan tomado cariño tan rápido… Después de todo eres tú, la pony con el corazón más bondadoso de Equestria. ¿Y quién no querría ser acariciado por ti? ¡Jaja!" Agregó Dusk sonriendo, imaginándose que ningún animalito se resistiría a las caricias de su amiga, y solo entonces, mientras se imaginaba a decenas de distintos animales siendo acariciados por Fluttershy, es que Dusk se imaginó a él mismo siendo acariciado, por lo que se sonrojó luego de imaginarse aquello.
Al escuchar el cumplido de Dusk, Fluttershy se sonrojó, bajó su cabeza, y miró hacia arriba, para ver tiernamente a Dusk, mientras recordaba que ella tenía algo muy importante que hacer, y que ahora que Dusk estaba allí, todo se había facilitado. Sin embargo, quedaba una gran pregunta por responder… ¿Ella tendría el valor de hacer lo que quería hacer?
Mientras Fluttershy comenzaba a dudar de si tendría el valor suficiente, los animalitos nuevamente insistieron y tiraron del vestido de Fluttershy para que no los abandonara.
"¿Por qué no usas 'Tu Mirada'?" Preguntó Dusk un poco nervioso, al ver que los animalitos no parecían querer dejar sola a su amiga.
"No podría. Me costó mucho ganarme su confianza, y yo… no quiero asustarlos, y no quiero ser mala con ellos, porque ellos solo me están demostrando lo mucho que me quieren." Dijo Fluttershy, sonriendo tiernamente a sus pequeños amiguitos.
"Heh, tienes razón." Dijo Dusk, mirando con mucho asombro a su preciada amiga. "Cada vez que te veo con los animales, me sorprende ver cómo, sin entender lo que dicen, logras entender lo que sienten."
"Bueno, ese es mi talento especial, jeje. Pero no es solo que yo logre entender a los animalitos, ellos también entienden mis sentimientos, y así podemos entendernos mutuamente." Respondió Fluttershy sonriendo, hasta que se dio cuenta que lo que acababa de decir era precisamente lo que necesitaba en ese preciso momento: hacerle entender a los animalitos lo importante que era ese momento para ella. Entonces Fluttershy volvió a agacharse y miró tiernamente a sus nuevos amiguitos. "Por favor, quiero que sientan lo que siento… El pony que acaba de llegar es muy importante para mí, sé que lo pueden sentir. Es… Es por eso que les pido su ayuda, por favor, déjenme decirle a él lo que tengo que decir, si no lo hago ahora… creo que nunca tendré el valor para hacerlo." Susurró Fluttershy a los animalitos, cerrando sus ojos y tocando su corazón, mientras deseaba con todo su ser que sus sentimientos y deseos alcanzaran los corazones de las pequeñas criaturas.
Al ver la mirada suplicante de la pegaso, con sus ojos llenos del fuerte sentimiento del amor, los pequeños animalitos finalmente entendieron lo importante que era esa noche para esa yegua. Entonces todos dieron unos pasos hacia atrás para darle espacio a Fluttershy, luego miraron a Dusk, y todos sonrieron, yendo hacia los árboles y arbustos cercanos, para así dejar solos a ambos ponies, y al mismo tiempo tener un asiento en primera fila para lo que sentían que estaba a punto de pasar.
Dusk no había alcanzado a escuchar lo que Fluttershy les había dicho a los animalitos, pero se sorprendió al ver que con unas pocas palabras, finalmente ella había hecho que todos la dejaran en paz, aunque al poco tiempo algunos de aquellos animalitos volvieron, pero haciendo cosas que sorprendieron aún más a Dusk. Algunos monos y ardillas comenzaron a balancearse entre las ramas de los árboles altos, dejando caer algunos pétalos de flor sobre él y Fluttershy. Al mismo tiempo, los pájaros parecieron coordinarse mágicamente para cantar al mismo tiempo, un trinar suave muy agradable al oído, mientras decenas de luciérnagas comenzaron a volar y danzar en círculos alrededor de ambos ponies.
"¿Tú les dijiste que hicieran todo esto?" Preguntó Dusk sorprendido, viendo la hermosa postal que los animalitos estaban creando a su alrededor, luego viendo a su querida amiga, y dándose cuenta que aquella imagen era la más bella que había visto en toda la noche.
"No… Yo no les dije que hicieran esto. Ellos solo… entendieron por fin mis sentimientos." Dijo Fluttershy tímidamente, mirando a Dusk de reojo y sonrojándose. Entonces ella cerró sus ojos y respiró hondo, reuniendo el poco valor que tenía para finalmente decir lo que quería al potro que amaba. "Yo… …. … …" Dijo Fluttershy abriendo sus ojos y moviendo su boca para hablar, sin embargo, por más que movió sus labios, ningún sonido salió de su garganta.
"¿Eh? ¿Dijiste algo?" Preguntó Dusk confundido, acercándose un poco a su amiga, ya que no estaba seguro si su amiga le había dicho algo o no.
Al ver que a pesar de sentir determinación, ella no era capaz de expresar lo que sentía, Fluttershy empezó a respirar agitadamente mientras comenzaba a asustarse, sintiendo que estaba perdiendo su gran oportunidad.
"Dusk… ¡Dusk! Yo… Yo… … …" Dijo Fluttershy asustada, nuevamente intentando decir aquellas dos palabras que resumían todo lo que sentía, sin embargo sus nervios eran tal que por más que lo intentaba esas palabras no salían de su boca. Entonces Fluttershy cerró su boca y sus ojos brillaron cuando unas pequeñas lágrimas de frustración aparecieron en ellos.
"¡Corre! ¡Huye! ¡No puedes hacer esto!" Dijo una voz en la mente de la pegaso, la voz de su sentido común. Sin embargo, otra voz también habló en su mente: la opuesta al sentido común, pues el amor no era parte del sentido común, y esta voz se sobrepuso a la primera. "No, este es nuestro momento, ¡Y no huiré de él!"
"¿Fluttershy?" Preguntó Dusk preocupado al ver a su amiga tan angustiada.
"No es justo." Dijo finalmente Fluttershy, respirando lentamente y tomando todo su valor para mirar a Dusk a los ojos mientras hablaba, decidiendo que si no podía decir esas dos palabras que quería, entonces explicaría lo que sentía. "Para otros es tan fácil decir lo que sienten, pero no para mí. Y ahora me duele que mis palabras no puedan expresar lo que siento… Yo… Yo quiero que mis sentimientos alcancen tu corazón, que puedas sentir una pizca de esta emoción que siento cada vez que me hablas, que me miras, que me tocas."
"Yo… siento que incluso, aunque no pueda decirlas, esas dos palabras que no bastan para expresar todos lo que siento por ti, ese calor en mi pecho que me sofoca, me embriaga y me hace inmensamente feliz, ese extraño sentimiento que conocí… cuando te conocí..."
"Por tanto tiempo lo sentí, pero no estaba segura de qué era ese sentimiento, porque nunca lo había sentido antes, porque nadie me ve como tú lo haces, nadie se ha preocupado por mí como tú lo haces, nadie me ha hecho sentir como TÚ me haces sentir… Ese sentimiento de querer darlo todo por alguien, ese sentimiento que quema en mi pecho y que ya no puedo soportar guardarlo solo para mí… Ese sentimiento… ¡Ese es mi amor! Porque yo… Porque yo… ¡TE AMO!" Gritó Fluttershy, finalmente pudiendo decir las dos palabras que no había podido pronunciar, sintiéndose liberada al decirlas, lo que hizo que por fin Fluttershy perdiera toda pizca de temor, y viera llena de determinación a Dusk, sintiendo que a pesar que ella temía a muchas cosas, a lo que ya no le temía, era a sus sentimientos por Dusk.
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Luego que Fluttershy hablara y gritara a los cuatro vientos su declaración de amor, Dusk se quedó congelado, más sorprendido de lo que jamás había estado en su vidas, no solo por lo que acababa de escuchar, sino por la actitud de Fluttershy. Dusk nunca la había visto tan segura de sí misma, y entendió enseguida el gran valor que tuvo que tener su tímida amiga para declararse de esa forma.
"Es… ¿Esto es real?" Susurró Dusk sorprendido, mientras su baja autoestima lo intentaba forzar a creer que era imposible que dos de sus bellas amigas se le hubieran declarado. Sin embargo, allí estaba Fluttershy, mirándolo fijamente, con su rostro sonrojado, pero con una mirada llena de determinación y amor.
"¿¡Por qué estás aquí!? ¡Aquí no fue donde te dejé!" Dijo repentinamente alguien, acercándose por entre los arbustos hasta llegar a Dusk.
Sintiendo un deja-vu, Dusk se volteó para ver quién se acercaba, y vio que nuevamente se le acercaba una mayordomo, solo que esta vez no era la hermana mayor Sweet Caramel, sino la hermana menor Sweet Creme. Quien llegó hasta Dusk y velozmente activó su magia de teletransportación antes que Dusk pudiera reaccionar.
"¿¡Qué!?" Gritó Dusk sorprendido, viendo que había aparecido repentinamente en uno de los salones interiores del castillo. "¿¡Por qué me trajiste aquí!?" Gritó Dusk frustrado, girándose para ver a la mayordomo, quien, al igual que su hermana, no esperó para responderle a Dusk y simplemente activó nuevamente su magia para desaparecer de allí.
Viendo que había sufrido dos veces de una misma terrible situación, abandonando a dos de sus amigas cuando ellas se le habían declarado románticamente, Dusk bajó su mirada confundido, lleno de frustración, respirando agitadamente mientras un remolino de emociones golpeaba su pecho.
"Debo volver con Fluttershy." Susurró Dusk, pensando en que su tímida amiga se merecía que él respondiera a sus sentimientos luego de todo el coraje que había tenido al declarársele. Pero, pese a que Dusk sabía que debía darle una respuesta, su mente aún no se hacía la más importante pregunta: ¿Qué respuesta debía dar?
Mientras Dusk se concentraba para usar nuevamente la teletransportación para volver a los jardines reales, un pony repentinamente tocó su espalda, haciendo que Dusk se distrajera.
"Discúlpeme." Dijo el potro que había tocado el lomo de Dusk, con una voz muy elegante. "Estoy buscando a-" Agregó el potro, quien se calló inmediatamente en cuanto Dusk se volteó y él lo reconoció.
"¿Príncipe Blueblood?" Dijo Dusk, asombrado de ver quién le hablaba, y más al escucharlo hablar tan respetuosamente con él, cosa que nunca había sucedido en las pocas veces que se habían visto en el castillo cuando Dusk estudiaba allí.
"¡Oh! Eres tú." Dijo Blueblood de mala gana, dejando de lado toda la formalidad que había usado previamente. "Perdona, pensé que hablaba con algún pony de noble cuna, mi error. Es increíble cómo ha decaído la calidad de invitados a la Gran Gala este año." Agregó Blueblood con una sonrisa pretensiosa, aprovechando para burlarse de Dusk.
"Sí, sí… ¿Acaso querías preguntarme algo… su alteza?" Preguntó Dusk, agregando de mala gana el honorífico al final, ya que al estar rodeado de ponies de la nobleza, Blueblood podría hacer un escándalo si no lo trataba apropiadamente con su título.
"No es nada que te incumba a ti. Solamente estoy buscando al amor de mi vida." Respondió Blueblood, sonriendo al recordar a la yegua que había robado su corazón.
"¿Estás enamorado?" Preguntó Dusk alzando una ceja sorprendido, pues era sabido que Blueblood era un casanova, por lo que nunca se había comprometido, e incluso más, Dusk nunca lo había oído hablar de estar enamorado antes, jamás.
"No lo entenderías." Respondió rápidamente Blueblood molesto, adivinando lo que Dusk debía de estar pensando. "Nunca antes me enamoré, porque nunca antes llegó la yegua perfecta, pero finalmente la encontré. Caí flechado por una noble yegua de enorme belleza, gran elegancia y gracia como ninguna otra. Muy distinta a los comunes ponies de pueblo con los que vives hoy en día, según me han contado"
Finalmente Bluebood decidió que era indigno seguir desperdiciando su tiempo en un pony que solo estaba en esa fiesta por petición de la princesa, a diferencia de todas las otras celebridades y grandes ponies que allí había. Entonces Blueblood siguió su camino mientras alzaba su voz y llamaba: '¿Dónde estás, mi bella musa?'.
Una vez Blueblood se fue, Dusk bajó la cabeza y sonrió un poco, ya que al vivir tanto tiempo entre los amigables ponies de Ponyville, por poco olvida lo desagradables que eran con él los ponies de la nobleza, y le causó risa pensar que, a pesar de todo lo que le dijo Blueblood, el príncipe era uno de los más amables, si lo comparaba con los demás nobles, quienes incluso llegaban a mirar con asco a Dusk por no pertenecer a una gran familia.
Mientras la mente de Dusk se distraía con su pasado, repentinamente su mente olvidó todo aquello cuando su nariz captó un dulce aroma muy particular.
"Yo… reconozco este perfume." Susurró Dusk al reconocer una sutil pero embriagadora fragancia que había en el aire cerca de él.
Para concentrarse mejor en sus demás sentidos, Dusk cerró un poco sus ojos y avanzó por el pasillo hacia donde sentía que el suave aroma se hacía más fuerte. Hasta que finalmente Dusk llegó hasta una mesa que servía bocadillo y agachó su cabeza para ver debajo del mantel.
"¿¡Rarity!?" Dijo Dusk sorprendido, al ver que su amiga estaba sentada allí, escondida bajo el mantel.
"¡Shh!" Chistó Rarity con su casco en la boca para que Dusk se callara, y rápidamente le hizo señas para que se acercara a ella.
Pensando que era extraño, pero sin desconfiar en absoluto de su amiga, Dusk levantó el mantel y rápidamente se escondió junto a Rarity, sentándose a su lado.
"¿¡Por qué estás escondida!?" Preguntó Dusk muy sorprendido, susurrando para que nadie los descubriera allí. "¡Tú eras de las más entusiasmadas por venir a la Gran Gala! Pensé que estarías mostrando tu hermoso vestido y hablando con los ponies de alta alcurnia que vienen aquí."
"Sí, bueno, mis planes tuvieron que cambiar un poco luego que me topé con cierto príncipe." Dijo Rarity un poco avergonzada. "Creo que sin darme cuenta… hice que se enamorara de mí."
"¿¡Tú eras la 'musa' que Blueblood estaba buscando!?" Preguntó Dusk aún más asombrado. "¿Cómo es que hiciste que el casanova más grande del reino se enamorara de ti?"
"¡No lo sé! Parece que estaba acostumbrado a estar con yeguas que solo hacían lo que él quería, pero me di cuenta que por alguna razón, él se empezó a forzar para intentar ser amable conmigo, y parece que eso le llamó la atención." Respondió Rarity con una tímida sonrisa.
"Huff… bueno, quién no se enamoraría de ti." Dijo repentinamente Dusk pensando en voz alta, luego de ver a su amiga sonriendo tiernamente, tan elegante y radiante como siempre. Entonces Dusk se dio cuenta que había dicho aquello en voz alta, y rápidamente se sonrojó. "B-Bueno, es decir, t-tú eres hermosa…. S-Seguro que cualquier potro sería afortunado de tenerte como novia, jeje." Agregó Dusk muy nervioso, intentando disfrazar lo que acababa de decir.
Al ver a Dusk sonrojarse luego de aquel cumplido, hizo que Rarity sonriera aún más y se sonrojara al pensar que ella amaba ver la cara nerviosa de Dusk.
"Y… ¿Qué opinas del príncipe Blueblood?" Preguntó Rarity, dejando de ver a Dusk y mirando hacia el frente, fingiendo no darle importancia a aquella pregunta. "¿Crees que él y yo haríamos una bonita pareja?"
"¿¡Eh!? B-Bueno…" Dijo Dusk sorprendido ante aquella pregunta, luego guardó un incómodo silencio mientras pensaba en qué responder, hasta que finalmente decidió ser completamente sincero. "El príncipe es un potro malcriado que solo le importa el estatus social. Sin embargo, creo que en el fondo es un buen pony, y estoy seguro que si estuviera con una yegua tan maravillosa como tú, incluso cambiarías ese lado malo de él. Porque ese es uno de tus dones, ver la belleza interna de todas las cosas, y hacer brillar lo que otros pensarían que es desagradable… Además, él es un príncipe, y estoy seguro que él podría darte una gran vida llena de lujo y glamour, y no existe yegua que ame más esas cosas y que siga manteniendo intacta su alma generosa, que tú. Así que quizás… sí harían buena pareja." Agregó Dusk, forzándose a decir aquello último de aceptar ver a Rarity como novia de otro potro, sintiendo un extraño dolor en su pecho al decir aquello, lo que hizo que Dusk tuviera que ver hacia el mismo lado que Rarity, pues no podía soportar ver a su amiga e imaginársela en los cascos de otro potro.
Luego de escuchar a Dusk, Rarity sonrió nuevamente, manteniendo su vista fija en el mantel al igual que Dusk, sin atreverse a ver al potro sentado a su lado. Entonces ella suspiró y se sonrojó antes de hablar.
"Quizás haríamos buena pareja. Él es el príncipe con el que siempre soñé desde potrilla." Dijo Rarity sonriendo al recordar su pasado. "El único problema es que… yo ya estoy enamorada."
Al escuchar aquello, Dusk sintió que su pecho se apretaba más fuerte aún, y aunque intentó preguntar algo, el temor de la respuesta al imaginarse a Rarity con otro potro, hizo que Dusk no fuera capaz de hablar.
"Sinceramente, sigo sin entenderlo. A diferencia de Blueblood, el potro a quien amo no es el típico semental musculoso y apuesto con el que sueñan las potrillas, más bien, diría que es lindo y tierno. Además, no es un príncipe perfecto, de hecho, está muy lejos de la perfección, jeje." Dijo Rarity, sonrojándose y riéndose nerviosamente mientras abría su corazón. "Él siempre está cometiendo errores y pone esa boba cara de perdido cuando se pone nervioso. Pero… son esos mismos errores lo que más amo de él. Amo cuando pone esa boba y linda cara cuando está confundido, amo cuando se pone nervioso y se sonroja hasta sus orejas, amo cuando comete errores y lucha por arreglarlos, amo su melena mal cortada y sus hermosos ojos morados, tan intensos y llenos de sinceridad que hacen a mi corazón temblar cada vez que me mira a los ojos."
Mientras Rarity hablaba, Dusk comenzó a darse cuenta de quién podía estar hablando su amiga, pero entonces su mente lógica luchaba por negarlo.
"¡No eres tú! ¡Es imposible! Una hermosa yegua como Rarity jamás se fijaría en alguien como tú!" Gritó la baja autoestima de Dusk en su mente. Sin embargo, el corazón de Dusk, que latía a mil por segundos, luchaba contra aquel baja autoestima, e hizo que Dusk finalmente dejara de ver el mantel y se girara para ver a su amiga.
Al girarse, Dusk se asombró al ver que Rarity también se había girado, y ahora lo veía con una intensa mirada, con sus ojos azules temerosos al sincerarse finalmente frente al pony que amaba.
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"Eres tú, Dusk. Contigo, finalmente descubrí lo que era el verdadero amor. Yo… luché tanto tiempo por encontrar el amor, tanto que incluso cometí graves errores que dejaron marca en mi corazón… Y cuando eso pasó, pensé que nunca podría volver a amar, hasta que apareciste tú." Dijo Rarity, viéndose más indefensa que nunca al recordar su pasado, temblando un poco mientras ella sostenía sus propios cascos sobre su pecho. "Dusk, tú tienes mi corazón y lo tendrás para siempre. Estoy perdidamente enamorada de ti, y nada en el mundo jamás podrá cambiar esta nueva y bella marca que has dejado en mi corazón."
Apenas Rarity termino de hablar, ella no pudo evitarlo y tuvo que secar las lágrimas que había estado conteniendo, y con lo bien que Dusk conocía a su amiga, él entendió a la perfección lo emocionada y vulnerable que ella se sentía en ese momento. A diferencia de Fluttershy, quien era extremadamente tímida por fuera y que guardaba un gran valor en su interior, Rarity era el opuesto exacto, pues ella mostraba al exterior una coraza de confianza para ocultar la herida en su corazón que cierto potro malvado le había causado, generándole una enorme inseguridad interior. Sin embargo, aquí estaba ella frente a él, arriesgándose y mostrándose completamente vulnerable, pues sabía que el potro que estaba ante ella tenía su absoluta confianza, y lo que era más importante, su completo amor.
"Rarity…" Dijo Dusk enternecido por la bella declaración de su amiga. Sin embargo, Dusk no alcanzó a decir nada, ya que repentinamente un casco cruzó el mantel que los ocultaba y agarró fuertemente a Dusk, y por tercera vez en esa noche, Dusk desapareció por arte de magia, apareciendo al instante en otro salón.
La confusión de Dusk fue enorme al ver que, a pesar de estar oculto bajo un mantel, una de los mayordomos, esta vez nuevamente Sweet Caramel, lo había tocado y activado nuevamente la teletransportación sin siquiera preguntarle.
"¿¡Por qué están haciendo esto!?" Dijo rápidamente Dusk furioso, alcanzando a agarrar el vestido de Sweet Caramel antes que esta huyera.
"No sé de qué estás hablando." Dijo la mayordomo de melena roja, desviando la mirada para no ver a Dusk. "Yo te dejé en otro lugar, tú eres quien se movió de donde te deje." Agregó la mayordomo molesta, quitándose el casco que Dusk le había puesto encima, y usando nuevamente su teletransportación para irse de allí.
Luego que Sweet Caramel desapareciera, Dusk bajó frustrado su cabeza y luego miró alrededor. Nuevamente estaba en otro sector del castillo, específicamente en uno de los pequeños patios internos, bastante alejado del pasillo en donde hace momentos atrás había estado hablando con Rarity.
"No más distracciones, debo solucionar esto." Dijo Dusk rápidamente, cerrando sus ojos y enfocando su magia para volver con Rarity.
"¡Cuidado!" Dijo repentinamente una voz desde lejos.
En cuanto Dusk se giró para ver de dónde venía la voz, ya era demasiado tarde. La dueña de la voz chocó contra él y lo tiró contra el suelo, cayendo ambos en medio de un arbusto.
Luego del aturdimiento inicial, Dusk abrió sus ojos y se sorprendió al ver que quién había chocado contra él era su amiga Rainbow Dash, quien ahora se mantenía en cuatro patas sobre él para evitar que Dusk se levantara, todo mientras ella miraba con preocupación hacía atrás, de donde había venido volando.
"¿¡Qué estás-!?"Preguntó Dusk confundido, hasta que Rainbow Dash le puso rápidamente un casco en su boca para que se callara. Entonces la pegaso se dio vuelta y asomo un poco su cabeza para ver a través del arbusto.
Al no obtener ninguna respuesta, Dusk se levantó lentamente, quedando en posición sentado al igual que su amiga, y asomó lentamente su cabeza por el arbusto, haciendo lo mismo que hacía la pegaso. Mientras miraba, Dusk se sorprendió de ver que no muy lejos de allí habían dos pegasos, cuyos nombres no conocía, pero eso era lo de menos, pues ambos vestían el indistinguible uniforme de los famosos Wonderbolts, quienes parecían estar buscando algo, pero al no encontrarlo, resoplaron molestos y se retiraron del patio, volviendo a los pasillos interiores del castillo.
"Huff… Al fin logré perderlos." Dijo Rainbow Dash suspirando, y sonriendo orgullosa por haber logrado su cometido.
"¿¡Estabas huyendo de los Wonderbolts!?" Preguntó Dusk asombrado, sin dar crédito a lo que su amiga decía. Entonces él se acercó al rostro de su amiga y puso un casco en su frente. "¿Te sientes bien? ¿No tienes fiebre?"
"¡N-No te burles!" Dijo Rainbow Dash sonrojada, quitando rápidamente el casco de Dusk de su frente y desviando la mirada.
"Lo siento, es solo que… ¿Por qué estabas huyendo de los Wonderbolts? ¿Acaso no eran tus grandes ídolos?" Preguntó Dusk confundido.
"Sí, lo siguen siendo. Es solo que querían que los ayudara con una acrobacia y yo… necesitaba hacer otra cosa." Dijo Rainbow Dash rascándose la cabeza y mirando a Dusk de reojo, sonrojándose.
"¿¡Te invitaron a volar con ellos!?" Preguntó Dusk asombrado. "¿Qué tienes que hacer tan importante que rechazaste volar con tus héroes?"
"Sí, bueno… hay cosas más importantes, y… bueno… tú sabes…" Respondió Rainbow Dash muy avergonzada, comenzando a tartamudear. "Debía encontrarme con este pony porque… ya sabes, a veces hay cosas que… y luego yo… necesitaba decir… tú sabes…" Agregó Rainbow Dash, más nerviosa de lo que nunca había estado.
"Perdona, no te entiendo." Dijo Dusk con una nerviosa sonrisa, notando que el discurso de Rainbow Dash no iba a ningún lado y estaba lleno de vacíos.
Ante la respuesta de Dusk, Rainbow Dash se sonrojó aún más y puso una mirada enojada, cubriendo su rostro con su casco.
"¡Agh! Por qué tiene que ser tan difícil…" Gruñó Rainbow Dash, sacándose el casco de su cara y mirando nuevamente a Dusk. "Tú… tú eres torpe, y un cerebrito, pero… pero eso está bien, porque eres genial, y a mí… a mí no me desagradan los ponies como tú." Dijo la pegaso, mirando seriamente a Dusk.
"Eh… sí, tú tampoco me desagradas. Pensé que por eso éramos amigos, porque nos agradábamos aunque tuviéramos gustos distintos." Dijo Dusk levantando una ceja confundido, encontrando extraño que Rainbow Dash dudara de su amistad en un momento como ese.
"E-Eso ya lo sé, pero… ¡Pero yo no quiero ser tu amiga!" Dijo Rainbow Dash, finalmente diciendo lo que quería decir, y sonriendo victoriosa al lograrlo.
Al escuchar las palabras de la pegaso, Dusk sintió como si un vacío se hubiera generado en su estómago, sintiendo una enorme depresión que se vio reflejada en su rostro. Y solo cuando Rainbow Dash vio el triste rostro de Dusk, ella se dio cuenta que él había malentendido lo que ella quería pedirle.
"¡N-No! ¡No! ¡No es que no me gustes! ¡Yo quiero ser tu amiga!" Dijo rápidamente Rainbow Dash, asustada y poniéndose aún más nerviosa, lo que la llevó a dar un discurso lleno de vacíos. "Quiero seguir siendo tu amiga, pero… ya sabes, pasó esto… y yo me siento así… y nosotros… ¡Agh! ¡No puedo hacerlo!" Gritó Rainbow Dash frustrada, golpeando el suelo enojada con su casco.
"Si no quieres que sea tu amigo, creo que es mejor que me vaya." Dijo Dusk triste, ya que no comprendía lo que su amiga quería decirle, y seguía sin estar seguro si ella quería ser siendo su amiga o no.
"¡Alto ahí! ¡Sé lo que estás pensando!" Ordenó rápidamente Rainbow Dash, antes que incluso Dusk moviera un casco para levantarse de donde estaba. Entonces ella lo miró fijamente, olvidando por un segundo su vergüenza y posponiendo su declaración. "¡Mírame a los ojos! ¿Quién es la pony más leal que conoces? ¿Crees que yo abandonaría a un amigo?" Preguntó Rainbow Dash seriamente.
Ante las palabras de Rainbow Dash, Dusk abrió grande sus ojos, y entendió su error.
"Heh… Tienes razón, tú nunca me abandonarías." Dijo Dusk sonriendo, recordando con quién estaba hablando. "Eres Rainbow Dash, tú nunca abandonas a nadie, en especial a tus amigos. Lamento haberme confundido, es solo… que a veces me cuesta entender cómo una yegua tan valiente, segura de sí misma, leal y confiable, puede ser amiga de alguien como yo, jeje." Agregó Dusk, aprovechando de halagar un poco a su increíble amiga.
"Y genial, no olvides lo genial que soy." Agregó Rainbow Dash con su pecho hinchado de orgullo, sonrojada un poco ante los halagos de Dusk.
"Sí, descuida, nunca olvidaré lo genial que eres." Dijo Dusk girando sus ojos ante la característica 'gran humildad' de su amiga. "Pero entonces, si no quieres dejar de ser mi amiga, ¿Por qué dijiste eso?" Preguntó Dusk, recordando que todo había sido provocado por lo que la misma pegaso había dicho.
"Eh… yo… estaba confundida… e-eso es todo, jeje." Dijo Rainbow Dash nerviosa, desviando la mirada mientras ponía una boba sonrisa.
Mientras su amiga reía nerviosamente, Dusk abrió grande sus ojos al recordar que debía hacer algo muy importante: volver y hablar con sus demás amigas.
"Bien, si me disculpa, creo que debo irme. Hay algo importante que debo hacer." Dijo Dusk cambiando drásticamente su mirada, poniéndose serio, y girándose para ponerse de pie.
Al ver que Dusk se iba y que ella iba a perder su gran oportunidad, Rainbow Dash empezó a maldecirse a sí misma en su cabeza por ser tan torpe y ponerse tan nerviosa al expresar sus sentimientos. Ella nunca había hecho nada remotamente parecido, a ella no le gustaba mucho expresar sus propios sentimientos, y mucho menos le gustaba el romanticismo, por lo que ella no podía evitar ponerse excesivamente nerviosa y quedarse sin palabras al no saber cómo actuar en dicha situación. Sin embargo, cuando ella vio que Dusk se iba a poner de pie, su cuerpo actuó por instinto y se lanzó a abrazar a Dusk por la espalda, apoyando su cabeza en el lomo de él, para evitar que se pusiera de pie y se fuera.
"Por favor no te vayas… Yo también tengo algo importante que hacer." Susurró Rainbow Dash con una suave voz, roja de vergüenza mientras apoyaba su cabeza en el lomo de Dusk, sin embargo, al no tener que verlo a los ojos, eso hizo que finalmente pudiera hablar sin ponerse tan nerviosa.
"¿R-Rainbow Dash?" Preguntó Dusk sorprendido y sonrojado, mirando hacia atrás y solo alcanzando a ver la colorida melena arcoíris de su amiga, sintiéndose nervioso, ya que de todas sus amigas, Dusk nunca pensó que alguna vez sentiría que Rainbow Dash lo abrazaría de esa forma.
"Soy patética, ¿Verdad? Hace solo unos momentos atrás decías lo valiente que soy, pero la verdad es que… en este momento tengo tanto miedo que ni siquiera te puedo mirar a la cara." Dijo Rainbow Dash lentamente. "Dusk… Yo te amo."
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Al escuchar aquello, Dusk nuevamente se puso pálido al escuchar esa declaración, pero pese a su sorpresa, su corazón se recuperó rápidamente y comenzó a latir desenfrenadamente al escuchar esas tres hermosas palabras.
"¿No lo recuerdas? Ella ya te había dicho esto una vez… ¡Es una broma!" Gritó una voz en la mente de Dusk, que le hizo recordar aquella vez en la carrera de otoño en que Rainbow Dash lo engañó para distraerlo. Sin embargo, mientras pensaba en eso, Dusk miró hacia abajo suyo, y pudo ver como los cascos de Rainbow Dash temblaban de miedo, luego sintió el calor del rostro de Rainbow Dash sobre su lomo y su respiración nerviosa entrecortada, genuina muestra de emoción verdadera. "Y si… ¿Aquella vez no fue una broma?" Pensó Dusk mientras su corazón luchaba por aceptar y sentirse digno de tales sentimientos de amor.
"Yo… siempre quise mostrarme como una yegua fría, a la que no le interesa esa cosa llamada amor. Pero… por más que lo intenté, mi corazón ya no puede negarlo." Dijo Rainbow Dash, respirando agitadamente mientras finalmente le decía a aquel potro lo que en verdad sentía por él. "Dusk… Pienso en ti antes de irme a dormir, y cuando despierto en la mañana, tú eres en lo primero que pienso. Y cada vez que me siento sola, solo recordar tu sonrisa me hace sentir mejor, y yo… te dije que no quería ser tu amiga porque… ¡Porque quiero ser más que eso!" Agregó Rainbow Dash, dando un grito al final, sacando su cabeza de la espalda de Dusk, haciendo que Dusk cayera de espaldas sobre el césped, y entonces Rainbow Dash puso su cabeza sobre la de él, muy cerca, mirándolo fijamente.
Cuando Dusk cayó al suelo y vio hacia arriba, finalmente pudo ver el rostro de su amiga, quien lo miraba intensamente con sus hermosos ojos carmesí, con sus mejillas sonrojadas, una mirada tímida, tan cerca que podía sentir el tibio aliento de su agitada respiración.
"Dusk, ¡Te amo!" Dijo Rainbow Dash mirando fijamente a su enamorado. "¡Te amo, te amo, te amo! Ya no quiero ocultarlo más, no me importa que me digan cursi, si con ello… consigo que me veas como una yegua y puedas sentir aunque sea un poco de todo el amor que yo siento por ti." Dijo Rainbow Dash emocionada, al borde de las lágrimas, sintiendo su corazón liberado finalmente.
Con Dusk asombrado, sintiendo nuevamente un remolino de emociones en su corazón, Rainbow Dash se quedó mirándolo fijamente, temerosa de la respuesta que ahora vendría, pues ella había apostado todo, y ahora su frágil corazón temía la respuesta que vendría. Entonces Dusk, con su corazón latiendo a su máxima capacidad, actuó según lo que le dictaba su mismo corazón, y lentamente levantó un casco para tocar la suave mejilla de la pegaso y sentir su calidez.
En ese instante, Rainbow Dash se distrajo y alzó su vista al escuchar que alguien atravesaba el arbusto tras el que se escondían. Entonces Dusk alzó su vista también, y lo único que vio fue un enorme flash, y al pestañear por segunda vez, vio que él se encontraba nuevamente dentro de uno de los salones del castillo.
Sabiendo lo que había sucedido, Dusk se levantó de un salto y buscó al culpable, a quién nuevamente lo había teletransportado. Ahí fue que Dusk vio que esta vez había sido la mayordomo de melena azul, Sweet Creme, quien había interrumpido su momento con su amiga.
En cuanto Dusk vio a Sweet Creme, vio que ella tenía una mirada apenada, pero aquello no le preocupó, ya que se dio cuenta que su cuerno se estaba iluminando para irse nuevamente. Ante eso, Dusk inmediatamente pensó en agarrarla para interrumpir su hechizo, sin embargo, se dio cuenta que no debía cometer el mismo error otra vez, y debía priorizar volver con su amiga. Así que en cuanto Sweet Creme desapareció, Dusk hizo lo mismo, y activó su magia para teletransportarse de vuelta con Rainbow Dash… Y en ese preciso instante, Dusk sintió una extraña presión sobre él.
"Alguien… ¿Alguien bloqueó mi magia?" Susurró Dusk sorprendido, al darse cuenta que aquella breve pero intensa presión, había provocado que su hechizo de teletransportación se anulara, dejando a Dusk anonadado. "¿Quién pudo hacer algo así?"
Dusk se giró para ver a su alrededor, y descubrió que no había nadie lo suficientemente cerca para haber hecho algo así. De hecho, ahora que veía bien el salón en donde estaba, le llamó la atención que ese salón estuviera vacío, más aún siendo que aquel era el salón de baile del castillo, que por ser la Gran Gala del Galope, debería estar lleno de invitados.
Mientras Dusk se preguntaba en dónde estaba todo el mundo, desde el fondo del salón apareció una conocida figura, una yegua rosa que se acercó caminando lentamente hasta donde estaba él.
"¿Pinkie Pie?" Preguntó Dusk confundido, luego de ver que su amiga era la única en aquel salón. "¿Por qué estás sola aquí?"
"No estoy sola." Respondió Pinkie Pie, sonriendo tiernamente mientras se sonrojaba y tomaba el casco de Dusk para invitarlo a bailar. "Estoy contigo. ¿Bailamos?"
Sin esperar respuesta, Pinkie Pie comenzó a bailar un vals elegante junto a Dusk, quien solo por inercia, se dejó llevar, sorprendido por lo que Pinkie estaba haciendo. Dusk había visto bailar a Pinkie Pie muchas veces, sin embargo nunca creyó que ella sabría bailar un lento baile de salón, algo que él sabía hacer muy bien gracias a sus clases de etiqueta cuando vivía en el castillo. Fue así como ambos bailaron elegantemente en círculos, al son de la suave música clásica.
"¿Música?" Pensó Dusk sorprendido, quien algo tarde notó que había música en el salón. Entonces vio hacia el escenario central, en donde comprobó que la orquesta estaba tocando música. "Qué extraño… Juraría que no había nadie en el salón hasta hace un momento…" Pensó Dusk confundido.
Mientras Dusk seguía la corriente, bailando con su amiga, él la miró atentamente, sin saber porque ella actuaba tan extraño, pues, además del salón vacío, y la orquesta aparecida repentinamente, Dusk se sintió más confundido al ver a Pinkie, quien se mantenía bailando tranquilamente, con sus ojos cerrados y una pequeña sonrisa, viéndose más elegante y tranquila de lo que Dusk la había visto nunca.
Finalmente la orquesta terminó su elegante canción, y con ello, Pinkie dejó de bailar, se separó un poco de Dusk, e hizo una pequeña reverencia, tal como se hacía tradicionalmente en esos elegantes bailes de salón.
"¿Qué dices? ¿Te gustó bailar conmigo?" Preguntó Pinkie Pie, con una pequeña y muy tranquila sonrisa, mostrando su elegancia y refinamiento.
"Eh… Me gustó el baile, pero… no bailé contigo. Al menos con la verdadera tú." Dijo Dusk alzando una ceja y sonriendo levemente. "La Pinkie Pie que conozco es alegre y divertida. A ella no le importaría bailar alocadamente mientras pudiera divertirse. Ella sería el alma de la fiesta, no buscaría acomodarse a los aburridos gustos de los demás. A ella no le gustaría bailar en un salón sola, ella buscaría a más ponies y llenaría el salón, y se aseguraría que todos se divirtieran y rieran juntos… Esa es la Pinkie Pie que conozco, y con la que me gustaría bailar."
Al escuchar las palabras de Dusk, Pinkie Pie comenzó a dejar su fachada y a sonreír con su gran y característica sonrisa, sonrojándose al escuchar precisamente lo que ella esperaba escuchar, pues solo quería comprobar que aquel lindo potro era efectivamente quién mejor la conocía.
En ese instante, Pinkie Pie miró hacia la orquesta y dio un gran silbido. Entonces los ponies de la orquesta asintieron y cambiaron radicalmente el estilo de música que tocaban, comenzando a tocar una melodía mucho más alegre y rítmica, muy diferente a la elegante y lenta música de salón que habían estado tocando segundos atrás. Y al son de aquella música festiva, decenas de ponies, que habían estado ocultos detrás de las mesas, esperando aquella señal, salieron de su escondite y llenaron rápidamente el salón de baile, ante la atónita mirada de Dusk.
"¡Uno, Dos, Tres, Vamos!" Gritó Pinkie Pie tan alegre como siempre, dándole la señal a todos los demás ponies para comenzar el verdadero espectáculo.
Con la seguridad absoluta de que ellos estaban siguiendo los consejos de 'la consejera de la Princes Celestia', todos los elegantes ponies del salón comenzaron a bailar entre ellos, siguiendo las instrucciones que la pony rosa les había indicado. Bailando cada uno con su respectiva pareja, pero mientras la música avanzaba, comenzaron a juntarse con otras parejas y a realizar un baile sumamente coordinado.
"~ ¿Qué es lo que siento? Quisiera yo saber ~ ¿Qué es esta emoción? Que no puedo contener ~" Comenzó a cantar Pinkie Pie alegremente, bailando feliz en medio del salón, siguiendo la alegre melodía de la música. "~ Su mirada me hace sonreír, sus labios me hacen soñar ~ Sus besos me hacen sentir, y mi alma no deja de temblar ~"
"~¡Oh, oh! ¡Uh, oh! ~ ¿Qué es lo que será? ~ ¡Oh, oh! ¡Uh, oh! ~ ¿Qué es lo que será? ~" Cantaron a coro todos en el salón, poco a poco animándose ante el divertido show que estaban montando.
"~ Con un pequeño gesto nos conocimos ~ Con una mirada nos gustamos ~ Con un abrazo nos quisimos ~ Con un beso nos enamoramos. ~" Cantó Pinkie Pie sonrojándose, tomando de los cascos a Dusk para que lo acompañara en el baile.
Mientras Pinkie bailaba con Dusk, todos en el salón les abrían paso y seguían cantando el coro de la canción, sonriendo y bailando cada vez más alegres, ya no solo bailando por creer que así complacerían a 'la consejera de la princesa', sino porque verdaderamente lo disfrutaban. Así fue como Pinkie guio a Dusk hasta el escenario, y para sorpresa de Dusk, los ponies que estaban al lado de ellos los levantaron entre sus cascos y los dejaron encima del escenario, junto a la orquesta.
La orquesta comenzó a tocar más animadamente mientras los demás ponies del salón, siguiendo la coreografía que habían ensayado, comenzaron a hacer figuras en el salón mientras bailaban y lanzaban serpentinas y confeti, haciendo un gran espectáculo que Dusk nunca pensó que vería en el castillo, mucho menos de parte de esos aburridos ponies elegantes, lo que hizo que Dusk se asombrara aún más de la enorme influencia positiva que tenía su amiga en los demás.
Mientras Dusk veía con ojos maravillados a su alegre amiga, Pinkie Pie se sonrojó y siguió con la segunda estrofa de su canción.
"~ ¿Qué es lo que siento? Quisiera yo saber ~ ¿Qué es esta emoción? Que no puedo contener ~" Continuó cantando Pinkie, cada vez más emocionada. "~ Al fin tengo su amistad, pero ahora busco más ~ Esta es la verdad, y no lo negaré jamás ~"
"~ Un sentimiento que llega a las estrellas ~ Una emoción que supera lo anterior ~ Quisiera por hoy ser tu doncella ~ Y que tú al oírlo, no sientas temor ~" Cantó Pinkie Pie, parándose frente a Dusk y dejando de bailar. "~ ¿Qué es lo que siento? Lo diré con valor ~ ¿Qué es esta emoción? Esto se llama AMOR ~" Cantó Pinkie Pie sonrojada, dando por terminada la segunda estrofa, que era el aviso para todos de que la canción terminaba, sin que supieran que había una tercera estrofa final escondida.
Con el grito de amor de Pinkie Pie, la pony rosa jaló del telón del escenario, haciendo que solo ella y Dusk quedaran tras el telón. Y mientras la orquesta terminaba su melodía, y todos los ponies al otro lado del salón reían y se felicitaban mutuamente por haber logrado tan bello espectáculo, Pinkie Pie y Dusk se quedaron estáticos, viéndose en silencio mutuamente, completamente sonrojados.
Luego de unos segundos, Pinkie Pie abrió su boca para cantar la última estrofa, pero en el último segundo se dio cuenta de algo importante, y decidió hacer un repentino cambio de planes.
"Dusk, no quiero que pienses que esto es solo una canción más, o que creas… que esto es solo otra de mis locuras." Dijo Pinkie Pie tímidamente, mirando a Dusk tiernamente. "Todo lo que canté es real, cada palabra. Y yo hice esto, porque así soy yo. Esta es la mejor forma de expresar lo que siento, porque lo que siento por ti es tan grande que quiero compartir esa felicidad con todos y que todos sepan lo dichosa que me hace estar a tu lado."
"Lo sabía hace mucho, y hace mucho quería decírtelo, pero no lo decía porque… tenía miedo de lo que podría suceder al decirlo… ¡Pero ya no más! Tal como dijimos ayer, ¡Quiero vivir mi vida al máximo! Y para eso, quiero que a mi lado esté el potro a quién amo. El potro que me conoce mejor que nadie, que ha reído conmigo, que ha sufrido conmigo, que ha llorado conmigo, ¡Ese eres tú! Nadie más que tú hace que mi corazón se aloque cada vez que te ve, nadie más que tú me hace sentir tan segura y tan feliz. Eso es amor, y yo… yo quiero compartirlo contigo y… y estar siempre a tu lado amándote." Terminó de hablar Pinkie Pie, respirando agitadamente mientras sentía una mezcla de temor y alegría luego de finalmente declarar su amor.
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Ante la declaración de Pinkie Pie, Dusk nuevamente se quedó anonadado. Ni en su sueño más loco él se hubiera imaginado a una de sus amigas declarándose de una forma tan romántica como lo habían hecho esa noche sus amigas, haciendo enormes esfuerzos y teniendo un enorme valor para hacer lo que hicieron. Y si en la mente de Dusk era difícil imaginar a una de sus amigas haciéndolo, al ver la realidad y que finalmente sus cinco mejores amigas se habían declarado la misma noche, hizo que su cerebro quedara en corto circuito por un instante al repasar todo lo ocurrido hasta ese instante.
Mientras Dusk pensaba en todo lo sucedido, con su corazón latiendo como loco al tener aún frente a él a Pinkie Pie, quien lo miraba tierna y temerosamente esperando su respuesta, fue que Dusk recordó que esta vez debía evitar a toda costa desaparecer antes de poder hablar. Así que Dusk rápidamente se giró y miró a su alrededor, con la magia de su cuerno en guardia, pensando que evitaría ser transportado nuevamente a toda costa. Sin embargo, esta vez ninguna de las dos mayordomos apareció cerca, solo estaban él, Pinkie Pie, y una docena de cabezas de ponies que sorpresivamente se asomaron desde detrás del telón.
Al ver que sorpresivamente él y Pinkie tenía espectadores, Dusk se quedó mirando confundido hacia los lados del telón, desde donde los ponies del salón, que habían ayudado en la declaración de amor de Pinkie Pie, finalmente se habían asomado luego de ver que Pinkie y Dusk seguían detrás, queriendo saber si la declaración había logrado enamorar a aquel potro.
Cuando Dusk había visto el telón, vio que solo una docena de ponies se habían asomado para espiar, pero con cada segundo que pasaba, la cantidad aumentaba exponencialmente, pareciendo que todos querían saber qué ocurrió con la declaración.
"¡Cuidado!" Gritó repentinamente Dusk, notando que por la cantidad de ponies que se había agarrado al telón para moverlo y espiar, hicieron que este temblara.
Entonces el enorme telón del escenario cayó encima de todos los ponies que estaban sobre el escenario: Pinkie, Dusk, la orquesta, y todos los que espiaban a la pareja, causando un enorme desastre en el salón, de gritos de miedo y sorpresa al ver que todos habían quedad atrapados bajo el gran telón.
Unos minutos antes, con todo el ruido causado por la canción a coro y la coreografía organizada por Pinkie Pie en el salón de baile, hizo que el salón de baile llamara la atención y curiosidad de todos en el castillo por lo ruidoso que estaba. Así que la gran mayoría de los invitados, sirvientes y guardias del castillo, se habían acercado hasta el gran salón de baile para observar qué sucedía. Y todo el mundo quedó sorprendido y asustado al ver el alboroto causado en el escenario por la caída del gran telón.
"¿¡Ese es Dusk!?" Dijo Applejack sorprendida, quien había llegado al salón por curiosidad, y ahora veía a Dusk, quien había sido el primero en salir desde debajo del gran telón caído.
"¡Allí está la señorita Applejack!" Dijo Fancy Pants entusiasmado, corriendo para asegurar su prometedor negocio con los dulces de manzana.
"¡No lo harás! ¡Ella hará negocios conmigo!" Gritó otro de los potros adinerados, que, junto a otros ponies, corrieron para intentar alcanzar a Applejack y ser los primeros en cerrar el negocio.
Al ver a los ponies de negocio corriendo desesperadamente hacia ella, Applejack se asustó y corrió hacia donde había visto que estaba Dusk, causando aún más ruido y desorden en el gran salón de baile.
"¡Ya les dije que estoy ocupada! ¡Necesito encontrar a Dusk!" Gritó repentinamente Rainbow Dash, entrando volando a toda velocidad al salón de baile.
"¡No hay tiempo! ¡Prometimos que terminaríamos el show con tu Rain-plosión Sónica!" Gritó Spitfire furiosa, volando igual de veloz que Rainbow Dash mientras entraba al salón volando junto a Soarin.
Con los tres pegasos volando a toda velocidad por el salón, sus veloces vuelos trajeron consigo una gran ráfaga de viento que hizo que los sombreros de los demás ponies en el salón salieran volando por los aires, al igual que los bocadillos de las mesas, causando aún más desorden sobre el ya caótico salón de baile.
"¿¡Qué es todo este escándalo!?" Dijo Rarity sorprendida al llegar al salón de baile.
"¡Ahí estás! ¡Mi querida Rarity! ¡Mi verdadero amor!" Gritó el príncipe Bleublood desde el otro extremo del salón, viendo que finalmente encontraba a la yegua que tanto anhelaba. "¡Guardias! ¡Ábranme paso hasta mi musa!" Ordenó Blueblood a unos pocos guardias que había allí, dado que por el tumulto de ponies, sería difícil avanzar.
Mientras los guardias de mala gana comenzaban a avanzar con Blueblood, otro rumor creciente empezó a crecer en el salón de baile, el de decenas de jóvenes yeguas de la nobleza que soñaban con ser la enamorada del príncipe Blueblood, y que acababan de escuchar que él había gritado que ya estaba enamorado.
"¿¡Quién es esa yegua!? ¡Yo soy más bonita! ¡Míreme a mí, príncipe Blueblood!" Empezaron a gritar varias yeguas, causando más ruido y desorden al intentar acercarse hasta Blueblood para exigir una explicación, mientras los guardias intentaban avanzar en el tumulto.
Por su parte, Rarity empezó a huir nuevamente al ver que Blueblood la había encontrado, sin embargo, otras pocas yeguas que habían alcanzado a ver que ELLA era la yegua a la que Blueblood buscaba, comenzaron a arrinconarla y presionarla, exigiendo saber cómo es que esa yegua se había atrevido a enamorar al potro más cotizado de toda Equestria.
Repentinamente, cuando el caos reinante en el salón de baile parecía que no podía aumentar, todo el salón comenzó a temblar lentamente, aumentando cada vez más, hasta que súbitamente la puerta que llevaba hasta los jardines reales se abrió, y entró una asustada pegaso amarillo.
"¡Por favor! ¡Ya no me sigan! ¡Debo irme!" Gritó hacia atrás Fluttershy llorando de pena, justo cuando el temblor llegó a su máxima expresión, y al salón entró una manada de distintos animales en estampida, todos buscando atrapar a la dulce Fluttershy.
En cuanto los animales entraron al salón, todos se maravillaron con toda la comida que había en el suelo, de todos los bocadillos que habían caído de las mesas producto del caos. Entonces los animales corrieron por todos lados, intentando comer aquellos deliciosos manjares a los que no estaban acostumbrados.
Con la entrada de los animales al salón, los elegantes ponies no lo soportaron más y todos comenzaron a correr espantados, creyendo que aquello era el fin del mundo, pues ninguno jamás se habría imaginado ni en sus peores pesadillas que en medio del castillo de Canterlot, en la fiesta más elegante del año, en la presencia de la mismísima princesa Celestia, tal caos pudiera ocurrir.
Con los gritos de desesperación de decenas de ponies, una de las últimas ponies en entrar al salón fue Celestia, quien no pudo soportar más la curiosidad al escuchar todo aquel bullicio. En cuanto ella vio la escena ante sus ojos, con el escenario destrozado y decenas de ponies bajo un telón, Blueblood intentando darle órdenes a los guardias, unos ponies de negocios casi a punto de golpearse mientras discutían, los Wonderbolts volando por todo el salón, intentando arreglar los destrozos provocados, y todos los animales del jardín correteando por el salón… lo único que inevitablemente hizo Celestia, fue taparse la boca para evitar reírse, pues nunca en sus más de mil años de reinado había visto una Gala tan caótica y divertida como esa. Y mientras recorría con la mirada todo el salón, Celestia no pudo evitar notar que en medio del salón estaba precisamente su querido Dusk Shine, completamente paralizado y pálido al ver el desastre que, Celestia adivinó, él había causado de alguna u otra forma.
"Dusk siempre me dijo en sus cartas que las fiestas en Ponyville eran algo alocadas… Pero nunca pensé que fueran a este nivel." Dijo Celestia hablando consigo misma, aún con dificultad para no reírse ante lo que veía. "Me pregunto qué habrá pasado…"
"Creo que todo se debe… a una declaración de amor." Dijo repentinamente Sweet Creme, la mayordomo personal de Celestia. Quien al ver a su princesa moverse hacia el salón de baile, la siguió rápidamente. "En realidad, para ser más específica… fueron cinco declaraciones de amor."
Luego que Celestia levantara una ceja, sin comprender a qué se refería la mayordomo, Sweet Creme procedió a contarle rápidamente lo sucedido, sobre cómo las cinco amigas de Dusk Shine se le habían declarado al mismo tiempo. Aunque en el relato, la mayordomo omitió la participación que ella y su hermana gemela habían tenido en todo eso.
"¡Orden!" Gritó repentinamente un guardia con voz autoritaria, un unicornio blanco, de melena azul, muy apuesto. En cuanto dicho guardia entró al salón de baile y gritó, todos en el salón, incluyendo los demás guardias, se paralizaron y se callaron ante su voz de mando. "¿¡Quién es el responsable de esto!?" Gritó Shining Armor, el joven capitán de la guardia real.
Al escuchar la pregunta, docenas de cascos se levantaron señalando a distintos culpables, sin embargo, la aguda vista del capitán de la guardia notó que las acusaciones se centraban principalmente en seis ponies: Una pegaso amarillo con mirada tímida, una yegua naranja con un elegante vestido estilo vaquero, una pegaso de melena arcoíris, una unicornio blanca con una melena púrpura muy bien peinada, una yegua rosa que recién salía desde debajo del gran telón muy mareada, y…
"Bien, hora de actuar." Murmuró Celestia, activando velozmente su magia justo cuando Shining Armor dirigía su mirada hacia Dusk Shine.
En un instante, los seis ponies a los que todos apuntaban en el salón, desaparecieron con un enorme flash, junto con la mismísima princesa del Sol. Y en ese mismo instante, en una cafetería no muy lejos del castillo, una cafetería especializada en venta de rosquillas, aparecieron los siete ponies, para absoluta sorpresa del propietario de la cafetería.
"Lo de siempre, 'Dona Joe'." Dijo Celestia tranquilamente como si nada hubiera pasado, acercándose hacia la barra de la cafetería y alejándose de los seis ponies que seguían estáticos, temiendo incluso moverse.
"E-Enseguida, princesa." Dijo rápidamente 'Dona' Joe, el potro que era dueño del local al que la princesa Celestia siempre iba de noche a buscar una rosquilla cuando se le antojaba algo dulce y no quería molestar a los cocineros reales, algo que ya era rutina para él. Lo que no era rutina para Joe era que la princesa hubiera aparecido con seis ponies más, y justo cuando se suponía que la princesa debía de estar en la Gran Gala del Galope.
"P-Princesa… ¿Usted nos teletransportó?" Preguntó finalmente Dusk con timidez, luego de salir de su estupor.
"Así es. Creo que era lo mejor. No quería que algún periodista malintencionado los fotografiara y los acusara de arruinar la Gran Gala." Dijo Celestia sin voltearse a ver a Dusk, solo sentándose en la barra y concentrándose en el delicioso plato de donas que Joe ponía frente a ella.
"A-Arruinamos la Gala…" Dijo Dusk lentamente, recordando el caos del salón de baile y sintiéndose enormemente avergonzado ante su maestra.
"Claro que no la arruinaron. De hecho, diría que es la Gala más divertida en la que he estado." Dijo Celestia probando su primera dona y volteándose para sonreírle a Dusk. "Pero ya sabes cómo son los periódicos sensacionalistas, siempre exageran las cosas."
Pese a la sonrisa de la princesa, Dusk solo bajó su mirada tristemente, pues sabía que no todos tenían el particular sentido del humor de su maestra, y que seguramente muchos ponies lo odiarían aún más por haber arruinado su elegante fiesta. ¡Y lo más importante! Su propio hermano mayor había llegado y había visto el desastre que había causado él y sus amigas, aunque Dusk no estaba seguro si él alcanzó a verlo o no antes que la princesa usara su magia.
"No te preocupes por lo que puedan opinar los demás por lo sucedido." Volvió a hablar Celestia mientras comía una segunda rosquilla, pero esta vez poniendo una mirada más seria mientras le apuntaba con la mirada a Dusk para que mirara hacia atrás. "Creo que tienes algo mucho más importante de lo que preocuparte en este momento." Agregó Celestia, pues, sin que Dusk lo supiera, ESA era la verdadera razón por la que ella también se había teletransportado junto a Dusk, ya que no quería perderse ese momento, que, saliese como saliese, ella sabía que sería memorable.
Con la señal de Celestia, Dusk miró hacia atrás, en donde estaban sus cinco amigas, quienes se miraban entre ellas confusas, con miradas avergonzadas por el caos que habían causado. Sin embargo, cuando notaron que Dusk las veía, las cinco se lo quedaron mirando fijamente y se sonrojaron.
Esta era la primera vez que se veían de frente desde que cada una se había confesado a Dusk, y aunque nadie hablara, las cinco yeguas tenían una misma pregunta en sus mentes: 'Ya le declaré mis sentimientos a Dusk, ahora… ¿Qué es lo que pasará?' Y Aquello era algo que Dusk tenía muy claro, él debía dar una respuesta a sus sentimientos.
"Pero… ¿¡Qué es lo que debo responder!?" Pensó Dusk poniéndose pálido de miedo y confusión, pues, por más que lo pensara, no había una respuesta correcta. "Si respondo que no estoy seguro de lo que siento, sería una mentira y las heriría… Pues la verdad es que sí siento algo cada vez que las veo, pero… si digo que siento algo por todas, ¡Estaría siendo el potro más desvergonzado del mundo! Y sí solo eligiera a una, no podría ver nunca más a las demás a la cara al traicionar sus sentimientos… Y si dijera que no quiero estar con ninguna, sería la salida del cobarde y sería como burlarme de ellas luego del valor que tuvieron para declararse. No… ¡No hay respuesta correcta!" Pensó Dusk respirando agitadamente, analizando cada respuesta posible y dándose cuenta que no había respuesta lógica en que todos terminaran felices.
Mientras Dusk pensaba y comenzaba a entrar en pánico, buscando un camino a la respuesta correcta, en que no hiriera los sentimientos de nadie, él miró a los ojos a sus amigas, y entonces, a pesar de ver que ellas estaban igual de temerosas que él ante lo que pudiera pasar, Dusk también sintió el enorme amor que ellas sentían por él.
"Todo nos llevó a este momento, yo… yo las amo." Pensó Dusk tranquilizándose lentamente al mirar a sus amigas.
Cada vez que sus ojos se encontraban con los de sus amigas, Dusk recordaba todos los momentos que vivió con cada una de ellas, los momentos felices, los momentos tensos, los momentos incómodos, los momentos tristes… Cada vivencia grabada en el corazón de Dusk, cada momento lo había llevado a acercarse más a cada una, forjando un lazo tan poderoso que iba más allá de la simple amistad. Ahora cada uno de ellos se conocía como ningún otro pony los conocía, y lo que era más importante, se complementaban mutuamente y ahora, Dusk se daba cuenta que cada una de ellas formaba una parte tan importante de su vida que él no podía vivir sin ninguna de ellas… Dusk ya no podía vivir sin ver la bella figura de Rainbow Dash, ni podía vivir sin sentir los cálidos abrazos de Pinkie Pie, ni podía vivir sentir el dulce aroma de Applejack, ni podía vivir sin ver los bellos ojos de Fluttershy, ni podía vivir sin escuchar la melodiosa voz de Rarity… Pero, sin importar lo maravillosas que las cinco fueran, Dusk sabía que había que tomar una decisión.
"No sé si es lo correcto, no sé si voy a herir a alguien con lo que diré, pero… por primera vez, seré sincero con lo que siento." Pensó Dusk, cerrando fuerte sus ojos.
"Yo…" Dijo Dusk finalmente, sonrojándose y poniéndose más nervioso de lo que jamás había estado. Entonces Dusk se quedó sin aliento, y se dio cuenta nuevamente del gran valor que tuvieron que tener sus amigas al poder declarar su amor, pero ahora, era su turno. "¡Yo…!"
'¡Clink! ¡Clink!' Sonaron las campanitas de la puerta de entrada al abrirse la puerta de la cafetería.
"¡Dusk! ¡Al fin te encuentro!" Gritó emocionada la voz de una yegua desde la puerta.
Tan inmersos estaban todos en lo que Dusk estaba a punto de decir, que a todos les costó girarse para ver quién había interrumpido ese momento tan importante. Y el último en girarse fue precisamente Dusk Shine, quien al ver quien había abierto la puerta, abrió grande sus ojos y su rostro se puso pálido mientras un fantasma de su pasado cruzaba por su mente.
Sin esperar respuesta, la yegua que abrió la puerta se lanzó velozmente, como un rayo rojo y amarillo, cruzó la cafetería y se abalanzó sobre Dusk para abrazarlo, quien por su parte, estaba tan sorprendido e incrédulo de lo que veía, que perdió fuerza en sus cascos y cayó al piso con la yegua sobre él cuando está lo abrazo.
"Por fin regresé a Equestria... No sabes cuánto esperaba este momento." Dijo la nueva yegua con una gran sonrisa, mientras Dusk seguía con su rostro pálido y asustado.
"¿¡Q-Quien eres tú?" Preguntó Rainbow Dash, siendo la primera en reaccionar luego que, al igual que sus demás amigas, se quedara paralizada y confundida al ver a esa desconocida yegua saltando sobre Dusk Shine.
Solo al escuchar la pregunta, fue que la desconocida yegua apartó su vista de Dusk, viendo con una breve pero fría mirada a Rainbow Dash y a las demás yeguas. Luego ella se levantó lentamente y sonrió amablemente.
"Lamento no haberme presentado." Respondió la yegua, una unicornio de pelaje amarillo, melena roja y dorada, y una cutie mark de un sol rojo y amarillo. "Mi nombre es… Sunset Shimmer." Dijo la yegua sonriendo.
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Al escuchar el nombre de la desconocida yegua, las amigas de Dusk se mantuvieron con sus miradas confusas, pues ese nombre no explicaba nada, y ellas creyeron que al menos esa yegua les explicaría por qué ella se había lanzado a abrazar a Dusk con tanta confianza, sin embargo, después de decir su nombre, Sunset Shimmer no dijo nada más, solo se mantuvo sonriendo.
"¿Y por qué tú-?" Preguntó nuevamente Rainbow Dash luego de un largo silencio, siendo interrumpida por la unicornio amarillo antes de terminar su pregunta.
"Y yo…" Dijo Sunset Shimmer, habiendo guardado silencio para interrumpir a propósito a Rainbow Dash cuando hablara. Entonces ella cambió radicalmente su sonrisa, borrando su sonrisa amable y sonriendo arrogantemente. "…soy la prometida de Dusk Shine." Agregó Sunset Shimmer, mirando desafiante a aquellas cinco yeguas frente a ella.
Un largo y tenso silencio quedó en el aire tras escuchar esas palabras, con la unicornio amarillo sonriendo maliciosamente mientras Dusk se mantenía debajo de ella, aún pálido al ver a esa yegua, misma palidez que ahora tenían las cinco amigas de Dusk luego de escuchar la declaración de la desconocida yegua.
"Vaya… Eso no lo esperaba…" Susurró Celestia, igual de sorprendida que todos, quien había pensado que vería algo memorable, pero nunca se imaginó ver aquello.
A lo lejos, las campanas del castillo sonaban para dar término a la Gran Gala del Galope, y tal como si fuera un cuento de hadas, pareciera que esas campanas también anunciaban el término de la fantasía de Dusk Shine, cuya mente en estado de shock se daba cuenta que a partir de ese momento, ya nada sería igual.
# Fin del capítulo 55
~ FINAL DE TEMPORADA ~
**Nota del autor**
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Y bueno, finalmente llegamos al final de temporada xD
Finalmente apareció una misteriosa yegua a la que muchos esperaban. Aunque ya había dado una gran pista sobre que ella aparecería, incluso la nombré:
Capítulo 45:
[ "¡Y yo seré 'Sir Ethmun Mess', el paladín rebelde!" Dijo Dusk igual de emocionado que su hermano mientras mostraba la carta de su personaje, el cual también era un dibujo infantil que se parecía a él, pero vistiendo una armadura dorada y una cicatriz en su cara. ]
*IMAGEN : bit .ly/ 3ocgrso
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Y eso sería el fin de temporada. Nos vemos en un año más hasta la próxima temporada…
Jajaja, nah! Sé que me odiarían si tomara un descanso de un año como en las series de TV, jaja.
Pero de todas formas habrá una pausa de uno o dos meses. Este no será para descansar en realidad, es necesario porque necesito tiempo para armar bien la segunda temporada y los capítulos que incluirá. La estructura de la historia yo ya lo sé, es decir ya sé cuál será uno de los problemas principales en mi historia y sé cómo terminará, pero entremedio hay espacio para muchas historias (tal como sucedió en esta temporada), y para ir armando bien la historia e hilando bien el argumento, necesito un tiempo para organizarme.
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Además, ¡necesito ver la serie completa! jaja (aunque no lo crean, aún no he visto las últimas temporadas del show, y quiero verlas bien antes de decidir qué incluir y qué no en esta segunda temporada). Por eso mismo, quiero plantearles otra encuesta, o más bien una consulta:
¿Qué episodios del show les gustaría que aparecieran en esta historia?
Como siempre he dicho, la historia de Dusk solo se centrará en los primeros episodios del show, pero como es MI historia, eso no quiere decir que algunos eventos del futuro no puedan ocurrir antes de tiempo xD Así que me gustaría saber sus episodios favoritos en los que les gustaría que apareciera Dusk alguna vez, ¡De cualquier temporada! (Eso sí, ojalá no nombren los primer y último episodios de cada temporada, ya que esos episodios por lo general son eventos importantes, y yo quiero ideas sobre episodios comunes y corrientes, en que alguna de las chicas sea protagonista)
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Otro anuncio importante es… ¡Yo igual seguiré escribiendo!
Durante esta pausa, de igual forma escribiré unas pequeñas mini-historias llamadas 'Interludio'. Uno cuantos párrafos que no se centrarán en Dusk ni en las mane 5 sino en otros personajes del show, que contarán las consecuencias de la gala y que servirán como conexión entre esta y la siguiente temporada.
Como serán historias cortas, solo un par de párrafos por personaje, solo las publicaré en mi página de Deviantart. Y cuando terminé todas las mini-historias, finalmente yo publicaré todo junto como un solo capítulo en 'Fanfiction' y Fimfiction'.
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Eso sería todo por ahora :D
Próximo capítulo: ¿¡Quién es Sunset Shimmer!? ¿¡Cuál es su relación con Dusk Shine!? ¿¡Veremos el pasado de Dusk!? ¿¡Cómo responderá Dusk a las declaraciones de sus amigas!? Y… Un gran mal desata el caos en Equestria… ¿¡Todo en un mismo capítulo!? Jajaja Todas estas respuestas en la siguiente temporada ;D
