T2 - Capítulo 8 – Todo es culpa de Ponycupido

En el parque de Ponyville se desarrollaba un evento que todos los fanáticos de los cómics y libros de ficción esperaban año tras año, la famosa 'PonyCon'. Un mega evento que aquel año justamente se celebraba en Ponyville, para alivio de la alcaldesa y el consejo del pueblo, pues luego del reciente ataque de Discord, el pueblo necesitaba recuperar su reputación en toda Equestria. Aunque, inesperadamente para ellos, fue precisamente por el ataque de Discord, que los fanáticos repletaron el pueblo, para conocer el que fuera por unas horas, el hogar del señor del caos.

Justamente a esa hora de la tarde, en el escenario central de la PonyCon, se realizaba una de las conferencias más esperadas por los fans: La charla de Lyra Heartstring, la creadora de la exitosa serie de comics llamada 'Amor Prohibido', cuya publicación ya había sobrepasado los límites de Ponyville, y estaba comenzando a causar furor en algunas grandes ciudades cercanas, como Canterlot y Cloudsdale.

En el centro del escenario se encontraba Lyra, sentada detrás de un podio. Mientras que frente a ella, bajo el escenario, se encontraba una multitud de ponies disfrazados. Todos esperando para poder realizarle alguna pregunta a la creadora de la nueva obra favorita del reino.

"Hola, aquí Misty Morning de Cloudsdale." Dijo una yegua del público, poniéndose de pie. Vestida con un traje de marinerito y una peluca rubia con dos largas coletas. "Quería saber si podía decirnos si 'Dusk-sempai' terminará casado con alguna de las yeguas de su harem."

"Ugh… Ya se los dije. ¡No puedo spoilear lo que sucederá en la historia! ¡Siguiente pregunta!" Dijo Lyra un poco molesta, ya que no estaba acostumbrada a las preguntas de los fans, y comenzaba a irritarle que todos quisieran saber el final de su comic.

"Sí, aquí Cherry Fizzy de Ponyville. Yo… quería saber si la poderosa maga 'Vixie' volverá a encontrarse con 'Dusk-sempai' en el futuro. Y también saber si la cartera Jerky y la Alcaldesa Desa serán parte del harem." Preguntó otro fanático de la multitud, que estaba disfrazado con un antifaz negro y orejas puntiagudas, como si fuera un murciélago.

"¡Oh! Muy buena pregunta." Murmuró la Alcaldesa de Ponyville, que justamente estaba al lado del pony anterior. Disfrazada con una capa verde y una corona con dos cuernos dorados.

Antes que Lyra pudiera siquiera contestar, la multitud comenzó a discutir, causando un gran alboroto.

"¡Jerky no puede unirse al harem!"

"¡Mejor que se unan la Princesa Moon y la Princesa Hestia!"

"¡No, no, no! No pueden unir yeguas así como así al harem. ¡Siete yeguas es el número máximo!"

"Sí, odio cuando las historias harem agregan muchas chicas y no hay desarrollo de personajes."

"Yo quiero que todas las yeguas se unan al harem."

"¡Eso no es realista!"

"¡Que en el futuro se una alguna dragona o alguna grifo al harem!"

"¿Por qué el comic es mensual? ¡Debería ser semanal!"

"Por cierto, ¿Qué pasó con esa cebra? ¿También se unirá al harem?"

Así continuó la discusión entre los fans del comic 'Amor Prohibido'. Y mientras los fieles lectores del comic discutían entre sí, Lyra simplemente sostuvo su cabeza y puso una mirada cansada mientras veía a sus fieles seguidores discutir.

"Me gustan los fans, pero hay quienes simplemente no pueden disfrutar la historia…" Pensó Lyra suspirando con una sonrisa, alzando su mirada pensativamente mientras dejaba de prestarle atención al público y comenzaba a pensar en nuevos escenarios para los personajes de su comic. "Quizás no sea mala idea. Podría hacer que Dusk se enamorara de una princesa… ¡Nah! Eso sería una locura…" Se rio Lyra al pensar en lo absurdo que sería ver a una importante y respetable princesa alicornio, enamorada del personaje de su comic.

No muy lejos de allí, acercándose al escenario principal, se encontraban caminando seis yeguas. Cinco de ellas parecían no estar disfrazadas en absoluto, a diferencia de la gran mayoría de los ponies de la convención allí presentes. Sin embargo, la sexta yegua sí parecía estar más acorde a quienes la rodeaban, ya que vestía una larga capa y una capucha, con lo cual ocultaba su rostro y gran parte de su cuerpo.

En cualquier otra multitud, quien hubiera destacado de ese grupo de seis yeguas, hubiera sido la yegua alta y rosa que usaba capa y capucha. Sin embargo, en aquella convención de comics y ciencia ficción, quienes más resaltaban eran las cinco yeguas que iban junto a la primera. Al ver a aquellas cinco yeguas, los demás ponies del público las miraron con sorpresa, e incluso varios aplaudieron, mientras las cinco yeguas se sonrojaban y avanzaban lentamente para acercarse más al escenario.

Finalmente las seis yeguas llegaron frente al escenario, y todos los ponies a su alrededor, que segundos antes habían estado discutiendo sobre el comic de Lyra, comenzaron a aplaudirles por los espectaculares cosplay que estaban frente a ellos. Al lado de Cadance, quien permanecía oculta bajo su capa azul para no llamar la atención, se encontraba Rarity, quien había recogido su melena para darle un peinado aún más elegante, además, vestía un fino collar de diamantes en su cuello; a su lado estaba Pinkie Pie, quien también se mantenía casi igual, solo que su melena ahora se dividía en dos coletas, y tenía un parche en su flanco para disfrazar su cutie mark por la de un pastel y un látigo; luego estaba Applejack, quien simplemente había cambiado su sombrero vaquero por uno más simple de jardinera; después estaba Fluttershy, quien mantenía su mismo estilo de melena, pero se había pintado las puntas de un ligero color verde; y por último estaba Rainbow Dash, quien se había peinado hacia atrás y tenía pintada dos líneas de maquillaje rojo en sus mejillas, como pintura de guerra.

"¡Esos son los mejores cosplay de 'Amor Prohibido' que he visto!" Gritó finalmente un fanático emocionado, causando que los demás ponies a su alrededor también gritaran emocionados, aplaudieran más fuerte, y comenzaran a tomarles fotografías. La mayoría sin saber que ante ellos estaban las verdaderas versiones de 'Clarity', 'Kinky Pie', 'Juicy Apple', 'Flutter-chan' y 'Rainbow Lash', o al menos, las versiones en las que se había basado Lyra para dibujar los personajes de su comic.

Mientras todos en el público aplaudían, Rainbow Dash se tapaba su cara, avergonzada por haber ido 'disfrazada' así a una convención de nerds. En tanto que Applejack, Rarity y Fluttershy también se sentían algo incómodas, aunque poco a poco esa incomodidad se fue alejando al sentir el apoyo de los demás ponies. La única que parecía disfrutar al máximo aquello, era Pinkie Pie, quien incluso hacía algunas poses sexys, que su contraparte de comic hacía regularmente.

"Ven, les dije que sería buena idea." Les susurró Cadance a las yeguas. Mientras que estas recordaban cómo la Princesa del Amor les había pedido que se disfrazaran de los personajes del comic de Lyra, para así saber la opinión de los fans en la convención. "Disculpen, ¿La sesión de preguntas del comic ya empezó?" Preguntó Cadance dulcemente, mirando a Lyra, quien estaba mirando asombrada a las chicas y sus disfraces.

"Eh… Sí, adelante." Contesto Lyra sonriendo, pensando en que había sido bueno que las chicas llegaran, y así los fans se hubieran olvidado de sus locas discusiones.

"¡Qué bien!" Dijo Cadance sonriendo, lista para hacer su pregunta mientras los demás ponies en el público seguían alabando los cosplay de las cinco yeguas. "Mi pregunta es: De todas las yeguas que están enamoradas de 'Dusk-sempai', ¿Cuál es la mejor yegua?"

Apenas Cadance terminó de hacer su pregunta, un silencio sepulcral cubrió todo alrededor. Todos los fanáticos a su alrededor se quedaron con miradas en shock, dejaron de prestarle atención a las cinco yeguas, y fijaron su mirada en Cadance. En tanto, Lyra abrió su boca en shock y puso una mirada de profundo terror.

"¡No puedes preguntarle eso a los fanáticos!" Pensó Lyra horrorizada, sabiendo lo que vendría.

Como si fuera una avalancha acercándose, el ruido se acrecentó más y más mientras los fans comenzaban a discutir entre ellos. Una discusión que poco a poco dio paso a una riña, mientras el público se empezó a separar en grupos y empezaban a aparecer distintos letreros, como: 'Team Flutter-chan', 'Team Kinky Pie', 'Team Alcaldesa Desa' que curiosamente estaba levantado solo por la alcaldesa disfrazada.

Para sorpresa de Cadance, su simple e inocente pregunta había causado un caos entre todos los fans del comic 'Amor Prohibido'. Una discusión que poco a poco dejó de ser solo una discusión verbal, comenzando a empujarse y pelear físicamente entre los enloquecidos fanáticos, quienes no podían soportar que alguien les dijera que su yegua favorita no era la mejor.

"¡Muerte al Team Clarity! ¡Es una vanidosa!"

"Vivan las chicas tsundere, ¡Viva Rainbow Lash!"

"¡Mi waifu es Juicy Apple!"

Los gritos de los fans eran cada vez mayores. Mientras que Fluttershy y las demás chicas se mantenían inmóviles, aterradas al ver el súbito cambio de actitud en aquellos fanáticos.

Por su parte, al darse cuenta de su error, Cadance miró asustada a todos los ponies, luego cerró sus ojos un segundo, e iluminó su cuerno con una gran luz. Al hacerlo, todos a su alrededor sintieron un tibio y agradable calor en su pecho, y toda esa pasión desenfrenada que habían sentido por defender a su personaje favorito, rápidamente desapareció, dejando a todos con una boba sonrisa de satisfacción.

"¿Qué pasó? ¿Por qué estábamos peleando por algo tan tonto?"

"Es verdad, no deberíamos pelear. Todos amamos lo mismo."

"¡Team harem! ¡Team harem! ¡Team harem!"

Con ese último grito, todos los fanáticos se fueron sumando, y lentamente todos se fueron retirando del escenario principal, disfrutando de ese cálido sentimiento de amor que Cadance había logrado prender en sus corazones.

"Huff… Mi error. Nunca pensé que los fans… fueran tan apasionado." Dijo suavemente Cadance, dejando de iluminar su cuerno y mirando con una cara de culpa a las amigas de Dusk. Mientras que las cinco yeguas, lentamente volvieron a calmarse al ver que esos locos fanáticos a su alrededor se retiraban.

"Eso fue peligroso. Jamás debes preguntarle a un fanático de una comedia romántica cuál es la mejor chica." Dijo Lyra rascándose la cabeza, bajando del escenario. "Bueno, al menos sirvió para quitarme a todos esos fanáticos de encima, jeje." Agregó Lyra sonriendo, comenzando a retirarse.

"¡E-Espera!" Dijo Cadance rápidamente antes que Lyra se alejara. "Si no puedo hacer esa pregunta, al menos podrías decirme, ¿Con quién se queda Dusk al final?"

"Ugh… otra vez…" Dijo Lyra golpeándose frustrada la cara con su casco. "Ya se los dije, ¡Esperen hasta el final del comic!" Tras decir eso, Lyra se retiró, dejando solas frente al escenario a Cadance y las cinco amigas de Dusk.

"Bien… Eso fue una locura." Dijo Rainbow Dash, despeinando su melena para que volviera a la normalidad y quitándose el maquillaje de las mejillas.

"No sé, yo creo que fue divertido." Dijo Pinkie Pie sonriendo, quien había recogido del suelo un letrero que decía 'Team Kinky Pie' y otro letrero que decía 'Muerte al Team Clarity', lo que hizo que Rarity la mirara molesta.

"Pensé que sería buena idea preguntarle a otros ponies, pero definitivamente no salió como esperaba." Dijo Cadance con una mirada apenada.

"Pero entonces, ahora, ¿Cómo sabrás cuál de nosotras quiere más a Dusk Shine?" Preguntó Fluttershy.

"¿Hm? ¿Cuál de ustedes lo quiere más? Eso no está en duda, todas lo quieren por igual, eso ya lo sabía." Dijo Cadance con una mirada confundida.

"¿Cómo lo sabes?" Preguntó Applejack alzando una ceja.

"Recuerden que tengo un pequeño don." Dijo Cadance sonriendo y levantando su casco hasta su cuerno, el cuál brilló tenuemente e hizo que las cinco yeguas sintieran nuevamente esa calidez en sus corazones que habían sentido hacía unos instantes. "Desde el momento que nos reunimos y hablamos de Dusk, pude saber lo mucho que todas ustedes querían a Dusk."

"Entonces ¿Para qué fue todo esto?" Preguntó Rainbow Dash un poco molesta.

"Ya se los dije, para ver quién es la indicada para Dusk. Como todas están empatadas en su corazón, necesito encontrar una forma de descubrir quién sería ideal para él. Pensé que los fans podrían ver algo que quizás yo no estaba viendo, pero evidentemente fue un error." Dijo Cadance con una mirada pensativa. Y mientras pensaba en ello, vio algo a lo lejos que le llamó la atención.

Atrás del escenario, aún seguía estando Lyra, quien al parecer estaba charlando con alguien. Al agudizar la vista, la princesa vio que con quien charlaba Lyra era un conocido bebé dragón, quien en vano llevaba una gabardina y un sombrero para intentar pasar incógnito.

Luego de reunirse con Lyra tras el escenario, tal como habían acordado previamente, Spike sacó de debajo de su gabardina dos pergaminos que él mismo había escrito. Entonces Lyra los tomó y le dio a Spike un gran sacó, el cual el dragón abrió y verificó satisfecho que estaba lleno de gemas. Al terminar su trato, Lyra se despidió de Spike y se retiró, mientras el pequeño dragón se quedó viendo hambriento todas esas gemas que había conseguido por su pequeño 'trabajo extra'.

"Así que así es como Lyra se entera de todo lo que pasa entre Dusk y nosotras." Dijo Applejack sorpresivamente, quien junto a Cadance y las demás, se habían acercado hasta allí al ver a Spike.

"¡Waah! N-No… No es lo que parece…" Gritó Spike, sorprendido al ver a sus amigas allí, quienes lo habían atrapado infraganti. Sin embargo, al verse rodeado, Spike no tuvo más opción que aceptar su culpa. "E-Está bien, lo admito. Lyra me paga para que yo le cuente algunas… anécdotas que han pasado entre ustedes y Dusk."

"¿¡Tú escribes esas escenas provocativas!?" Preguntó Cadance sorprendida.

"¡N-No! ¡Por supuesto que no! Esas las inventa Lyra." Respondió rápidamente Spike, sonrojándose. "Yo solo le digo cuando Dusk se reúne con alguna de las chicas, como la vez que tuvieron una pijamada, o cuando viajó a Appleloosa. Todo lo demás lo inventa Lyra."

Mientras las cinco amigas de Dusk miraban a Spike con miradas de regaño, Cadance se quedó con una mirada pensativa, dándose cuenta que ante ella estaba la respuesta que tanto había estado buscando. Después de todo, ¿Quién conocía mejor a Dusk que su inseparable hermano menor?

"Spike, quisiera hacerte unas preguntas respecto a Dusk." Dijo Cadance sonriendo amablemente. En tanto que las demás yeguas dejaron de increpar a Spike para que este pudiera responderle a la princesa. "Dime… ¿Has notado si Dusk ha estado actuando extraño últimamente?"

"¿Extraño? ¿Extraño cómo?" Preguntó Spike confundido.

"Enamorado." Dijo Cadance sonriendo, decidiendo preguntar sin rodeos.

"¿¡E-Enamorado!?" Repitió Spike sorprendido.

Para Spike, todo aquello relacionado con el comic de Lyra, siempre había sido pura ficción. De hecho, él estaba absolutamente seguro que Dusk nunca había hecho ninguno de esos actos lujuriosos que hacía su alter ego de los comics hacía, de otra forma él se hubiera enterado. Dusk definitivamente seguía siendo tan despistado e inocente como siempre. Sin embargo, Spike sí había notado lo mucho que su hermano había cambiado ese último año en Ponyville. Al principio, él solo lo atribuyó a que Dusk finalmente tenía amigas, pero luego de leer los comics de Lyra, y viendo lo nervioso que Dusk actuaba a veces con alguna de sus amigas, Spike cada vez ponía más en duda si su hermano solo sentía amistad por sus amigas. ¡Más aún! ¿¡Qué tanto de lo que estaba en los comics de Lyra sería solo un invento!? ¿Quizás algunas de las escenas románticas del comics fueran reales? Spike cada vez estaba más inseguro de qué tanto del comic de Lyra era ficción y que tanto era real.

"Yo… No sé si Dusk está enamorado." Respondió finalmente Spike, levemente sonrojado y confundido. "Y siendo sincero, quizás ni él mismo lo sepa."

"¡Exacto! Eso lo demuestra, ¡Spike es quién mejor conoce a Dusk!" Pensó Cadance satisfecha. Dándose cuenta que a pesar de la corta edad del bebé dragón, ya tenía una muy buena noción de lo que sucedía sentimentalmente alrededor de Dusk, y cómo Dusk podía pensar y reaccionar.

"Pero si Dusk estuviera enamorado, ¿Quién crees que sería una novia perfecta para él?" Preguntó Cadance sonriendo, para sorpresa de las otras cinco yeguas, que se asombraron de lo directa que podía ser la princesa alicornio.

"¿Eh?" Dijo Spike confundido. "¿¡Una novia!?"

"Solo es una suposición. Pero… Si en la vida real pasara lo que pasa en el comic de Lyra, y las mejores amigas de Dusk estuvieran enamoradas de él, ¿Cuál de ellas crees que sería la mejor pareja para Dusk?" Volvió a preguntar Cadance, esta vez apuntando con sus ojos a las cinco yeguas que estaban a su lado. Quienes a su vez desviaron la mirada para fingir desinterés, pero todas tenían sus orejas en alto para estar atentas a lo que pudiera responder Spike.

"Yo… No lo sé…" Dijo Spike algo nervioso, rascándose la cabeza mientras miraba a sus amigas. Entonces los ojos de Spike se fijaron en Rarity, y el pequeño dragón no pudo evitar desviar la mirada incómodo al imaginarse a Dusk y Rarity como una pareja. "Cualquiera menos Rarity…" Murmuró Spike despacio.

"Perdón, ¿Dijiste algo?" Preguntó Cadance acercándose un poco a Spike, ya que no alcanzó a oír lo que él murmuró.

"¡N-No dije nada!" Respondió rápidamente Spike avergonzado. Luego volvió a desviar la mirada, poniendo una cara confundida. "P-Probablemente Dusk vería que cada una de ellas tiene sus propios méritos. Creo que a él le gustan varias cosas de cada una. No sé si él podría elegir a una de sus amigas como novia."

"¡Pero tiene que haber algo que a Dusk le atraiga más que nada!" Insistió Cadance, decidiendo presionar un poco a Spike para encontrar la verdad. Pues la verdad, personalmente le desesperaba el caso de Dusk. Ya que incluso con toda la magia sensible al amor que poseía, no podía decidir cuál de esas cinco yeguas era la más adecuada para su querido Dusk. "¡Vamos Spike! Piensa, ¿Qué cosa Dusk valoraría más que nada para elegir a una yegua ideal como novia?" Agregó Cadance, acercándose más a Spike y mirándolo con grandes y atentos ojos.

"¡N-No lo sé!" Dijo Spike, nervioso y algo asustado al ver que parecía que todas querían saber la respuesta a aquella absurda pregunta hipotética. "Quizás si alguna de ellas hiciera un gran sacrificio de amor por él... Como lo hizo Sunset Shimmer."

"¿Eh? ¿Qué dijiste?" Preguntó Rainbow Dash con una mirada confundida. Quién no pudo evitar más fingir desinterés al escuchar lo que Spike dijo.

"¿A qué te refieres con un sacrificio de amor?" Preguntó Rarity, poniendo la misma cara confundida que Rainbow Dash y sus demás amigas tenían.

"¡N-No! ¡Me equivoqué! ¡No dije nada!" Respondió rápidamente Spike asustado, tapándose la boca al darse cuenta que había dicho algo que había prometido no contar a nadie.

"Spike." Dijo repentinamente Cadance, mirando al bebé dragón con una mirada muy seria, casi sombría. Pues al escuchar el nombre de Sunset Shimmer, la mirada de Cadance inmediatamente se había endurecido. "Dime. ¿De qué estás hablando?" Dijo Cadance, por primera vez, hablándole a Spike sin su acostumbrada sonrisa. Aquello hizo que a Spike le diera un pequeño escalofrío, dándose cuenta que Cadance no lo dejaría ir de allí sin una respuesta.

"E-Está bien, se los diré. Solo… prometan no contárselo a Dusk." Dijo finalmente Spike, suspirando con culpa y mirando nervioso a Cadance y las demás yeguas. Sabiendo que ya había metido la pata y que no podía dar marcha atrás.

Así fue como Spike le contó a las chicas todo lo sucedido con Sunset Shimmer y Dusk. Cómo él había leído el diario de Sunset y descubrió lo que ella verdaderamente sintió por Dusk todos esos años, su pasado oculto, sus planes para lograr que Dusk olvidara a sus amigas para tener a Dusk solo para ella, y cómo finalmente ella sacrificó lo más valioso que tenía, los recuerdos que Dusk tenía de ella, para que Dusk volviera a ser feliz.

Con cada palabra que Spike decía, los rostros de sus amigas se veían más y más asombrados al descubrir la verdad y por qué ahora Dusk no recordaba nada de su antigua amiga, ni debía de escuchar nombrar siquiera su nombre. En cuanto a Cadance, al principio ella también puso una mirada de asombro al descubrir la verdad, sin embargo, casi al final de la historia de Spike, ella frunció el ceño, cerró sus ojos y desvió la mirada, como si se negara a aceptar lo que escuchaba.

"¡No puede ser cierto! Es… Es solo un engaño. Ella… Ella nos está intentando engañar de nuevo." Susurró Cadance con una mezcla de enojo y miedo, tratando de reafirmar el odio que sentía hacia la yegua que había odiado por tantos años por lastimar a su querido Dusk.

"¿¡Ella se sacrificó!? Eso… Eso puede ser verdad, lo recuerdo. Recuerdo al malvado Archimago, y el día de la prueba mágica… Además, el diario que le mostré a Dusk, ¡El diario sí tenía páginas arrancadas! ¡Y en mi resentimiento con Sunset, se lo mostré a Dusk!" Pensó Cadance con una mirada de dolor, dándose cuenta poco a poco que al parecer su odio hacia Sunset no había sido justificado, y sin embargo, no podía dejarlo ir tan fácilmente. Entonces, como si su mente lógica se negara a que sus emociones la dominaran, a su mente vino otro recuerdo, de lo que le había dicho a las amigas de Dusk unas horas atrás en Sugarcube Corner.

'Todas esas yeguas que habían logrado tocar el corazón de Dusk, también habían abierto recíprocamente su corazón hacia Dusk y habían creado ese bello lazo de amor. Y lo que me impacto más aún cuando vi a esas yeguas, es que aquellas cinco preciadas amigas de Ponyville de Dusk, estaban preparadas para declarársele esa misma noche.' Eso fue lo que Cadance les había dicho a las yeguas, pero lo que no les había dicho, es que ella no solo sintió esos cinco fuertes lazos de amor atados al corazón de Dusk. Aquella noche, Cadance había sentido siete lazos atados al corazón de Dusk. El sexto lazo que Cadance había sentido, se mostraba como un amor temeroso e indeciso, pero igual de intenso que el de las cinco amigas de Dusk. Un lazo de amor que Cadance sintió que guiaba hacia una de las torres del castillo, y que podía adivinar de quién probablemente provenía ese amor hacia Dusk. Sin embargo, el séptimo lazo la había dejado completamente desconcertada. Aquel lazo de amor lo había sentido justo cuando terminaba la gala y Dusk desaparecía, una intensa y fugaz ola de celos y obsesión de parte de una séptima yegua que no pudo identificar en ese momento.

"Esa yegua… Sus sentimientos eran más intensos y violentos que los de las demás. Un amor casi llevado a la obsesión. ¡Ahora lo entiendo! ¡Eso era porque esa yegua no sabía cómo expresar su amor correctamente! Ese tipo de amor… ¡Esa yegua era Sunset Shimmer!" Pensó Cadance con una mirada cansada y dolida, al entender lo que debió experimentar Sunset. "No puedo perdonarla tan fácilmente, pero…" Pensó Cadance cerrando sus ojos, abriéndose a una pequeña posibilidad de algo que, hasta hacía unos minutos atrás, hubiera pensado que era imposible.

"Muchas gracias Spike. De verdad agradezco que nos pudieras contar la verdad, es muy importante para todas nosotras. Y descuida, ninguna le dirá nada a Dusk." Dijo Cadance, volviendo a sonreír, mirando afectuosamente al pequeño dragón. "Ahora, ¿Podrías dejarnos a solas un momento? Hay algo de lo que tengo que hablar con las amigas de Dusk."

Aprovechando que Cadance parecía haber vuelto a ser la pony sonriente de siempre, Spike aprovechó la oportunidad para salir corriendo rápidamente de allí. No queriendo que lo arrinconaran más para decir más secretos, o para que le siguieran haciendo preguntas absurdas sobre si Dusk estaba enamorado o no.

"¡Ja! Dusk enamorado de una de las chicas. Es absurdo… ¿Verdad?" Pensó Spike mientras corría. Dándose cuenta que quizás aquella loca opción no fuera tan loca después de todo.

"Lo que contó Spike respecto a… Sunset… fue algo inesperado." Dijo Cadance una vez Spike se fue, con una mirada pensativa y haciendo una pequeña pausa antes de nombrar el nombre de Sunset, como si aún le costara decirlo sin enojarse.

"Dínoslo a nosotras. Yo pensaba que era una completa bruja." Dijo Rainbow Dash, aún sorprendida.

"Es muy triste. Ella también estaba enamorada de Dusk." Dijo Fluttershy con una triste mirada.

"Sí, pero eso no quita que actuara como una loca celosa con nosotras." Dijo Applejack frunciendo el ceño.

"Princesa, ¿Tú sabías que Sunset estaba enamorada de Dusk?" Preguntó Pinkie Pie con una mirada pensativa, mirando a Cadance.

"En mi juventud no era tan buena para diferenciar entre los distintos sentimientos. Siempre supe que Sunset sentía algo por Dusk, pero… solo ahora me doy cuenta qué fue lo que me confundió en ese entonces. Mi propio resentimiento me cegó e impidió lo notara, incluso cuando volvió." Respondió Cadance con una mirada pensativa y algo triste. Luego ella cerró sus ojos para concentrarse y volvió a mirar a las yeguas. "Aunque Sunset sienta algo por Dusk, no podemos hacer nada por el momento, ya que Dusk no puede recordarla sin exponerse a que liberemos a Discord. Así que lo que queda es ver cuál de ustedes cinco será la novia de Dusk."

"¿¡Aún quieres saber cuál de nosotras sería la mejor novia de Dusk!?" Preguntó Rarity sorprendida.

En ese instante Cadance buscó bajo su capa y sacó un pequeño relicario dorado en forma de corazón, el cual llevaba una foto de Dusk cuando era un pequeño potrillo.

"Ya lo dije, me aseguraré que mi pequeño y lindo Dusk tenga a la mejor yegua del mundo como novia." Dijo Cadance sonriéndole al pequeño relicario y luego mirando más seriamente a las cinco yeguas. "Lo he pensado y… tengo una pequeña propuesta que hacerles." Agregó Cadance, decidiendo finalmente ocupar el plan B que había pensado para buscar a la pareja ideal de Dusk.


Lejos de la convención de comics, en medio del bosque Everfree, se encontraban Dusk Shine y Golden Feather, quien seguía manteniendo oculta su verdadera identidad mientras caminaba junto a su querido estudiante.

"Siempre me ha asombrado lo poderosa y oscura que se siente la magia de este bosque…" Dijo Golden Feather, sonriendo mientras caminaba alegremente.

"Pues parece que realmente no te preocupa." Respondió Dusk sonriendo y alzando una ceja. Notando que, a diferencia de todos los ponies que entraban al bosque temerosos, parecía que a Golden no le asustaba para nada lo oscuro y tétrico que era. "Por cierto, ¿Puedes sentir la magia del bosque aunque no seas una unicornio?" Preguntó Dusk confundido.

"Eh… sí, bueno… se siente como un escalofrío en la punta de las plumas de mis alas, ya sabes, cosa de pegasos, jeje…" Se rio nerviosamente Golden, dándose cuenta que debía ser más cuidadosa para que Dusk no sospechara de ella. "Por cierto, ¿Falta mucho para llegar donde tu amiga cebra?"

"No, no falta mucho. Pero es extraño. A esta altura ella ya debería habernos encontrado. Ella siempre sale a vigilar cuando alguien está cerca de su casa." Dijo Dusk con un poco de preocupación, recordando que no veía a Zecora desde hacía mucho.

"¡Quizás tenemos que hacer más ruido para que nos encuentre! ¡Roar! ¡Roar!" Golden Feather comenzó a gritar y gruñir como un oso, espantando a Dusk Shine.

"¡Shh! No hagas ruido. Hay muchas bestias salvajes merodeando este bosque." Dijo Dusk nervioso, acercándose para callar a Golden. Sin embargo esta lo evadió y siguió rugiendo, divirtiéndose con el nerviosismo de Dusk.

"Tranquilo, diviértete. Estás conmigo." Dijo Golden Feather, sonriéndole a Dusk para que se tranquilizara y se divirtiera junto a ella, pues sabía que en realidad, una pony como ella, no tenía que temerle a nada allí en el bosque.

Repentinamente, tal como temía Dusk, los matorrales comenzaron a agitarse a lo lejos, un movimiento que fue acercándose más y más rápidamente, hasta que finalmente, saltando en medio del camino, aparecieron tres lobos de madera, mirando fieramente con sus brillantes ojos verdes a sus presas. Al ver a aquellos temibles lobos, Dusk se puso tensó, iluminó su cuerno por precaución y dio lentamente un paso hacia atrás.

"Cuidado… Retrocede lentamente…" Dijo Dusk despacio, moviéndose lentamente. Hasta que repentinamente vio que una piedra salió volando y golpeó de lleno la cara de uno de los lobos.

"¡Tomen eso, lobos salvajes!" Dijo Golden Feather sonriendo desafiantemente, sosteniendo otra piedra en su casco. Todo mientras Dusk se quedaba con la boca abierta por lo imprudente que era Golden.

Luego que el lobo al que le llegó la piedra se recuperara del golpe, este gruñó con rabia, y otros dos lobos más se unieron a su grupo. Al instante, los cinco lobos comenzaron a correr para abalanzarse sobre sus presas.

"¡Qué bien! ¡Tenía ganas de una carrera!" Dijo Golden Feather golpeando juguetonamente a Dusk con su casco para que despertara de su aturdimiento, comenzando a correr de los lobos. "¡Corre Dusk! ¡Corre!"

"¡Estás completamente loca!" Gritó Dusk mortificado, comenzando a correr junto a Golden para huir de aquella feroz jauría de lobos.

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Mientras corrían, Dusk miraba cada tanto hacia atrás para ver qué tan lejos estaban de los lobos, los cuales acortaban la distancia cada vez más, algo que lo mantenía corriendo en pánico. En tanto que, totalmente opuesto al miedo de Dusk, estaba Golden Feather, quien reía llena de energía mientras corría, como si estuviera disfrutando correr por su vida.

En un punto de su huida, Dusk y Golden saltaron un tronco que tapaba el camino, sin embargo, debido a que Golden no estaba acostumbrada a dar ese tipo de salto con su nueva altura, tropezó y cayó al suelo.

"¡Golden!" Gritó Dusk asustado, deteniéndose inmediatamente.

"Tranquilo, estoy-" Respondió Golden tranquilamente. Sin embargo, inmediatamente notó que algo faltaba en su cuello. "¿¡Dónde está mi collar!?" Gritó Golden Feather, por primera vez entrando en pánico durante esa huida. Asustada al descubrir que había perdido su preciado e importante collar mágico.

Rápidamente Golden buscó con la vista a su alrededor, hasta que vio que el collar se había enganchado en una de las ramas del tronco que había saltado. En ese instante Golden estiró su casco para tomar su collar, sin embargo no alcanzó a tomarlo, dado que justo en ese instante los lobos que los perseguían saltaron el tronco y se abalanzaron sobre Golden, para horror de la pegaso blanca.

En la última décima de segundo antes que los lobos alcanzaran a caer sobre Golden, Dusk usó su magia para teletransportar a Golden sobre su lomo mientras él continuaba su huida de los lobos.

"¡Mi collar!" Gritó Golden asustada luego de darse cuenta que estaba siendo cargada por Dusk, mirando hacia atrás y viendo que los lobos casi los alcanzaban.

"¡No hay tiempo!" Gritó Dusk asustado, dando todo de sí para correr con la pegaso sobre su lomo.

"¡No! ¡Sin mi collar no puedo volver a mi verdadera forma! ¡Ese collar tiene almacenada toda mi magia!" Pensó Golden Feather aterrada, dándose cuenta de lo tonta y descuidada que había sido.

Con el peso extra, la velocidad de huida de Dusk se volvió mucho más lenta, y no había tiempo para que Golden alcanzara a bajarse de su lomo y reanudara su propia carrera. Lo lobos ya casi los alcanzaban y Dusk supo que solo podían salvarse usando su mejor hechizo. Entonces Dusk volvió a concentrar toda su magia, recordando las lecciones de Zecora, y finalmente logró concentrarse lo suficiente para teletransportarse lejos junto a Golden, justo antes que los lobos los pudieran alcanzar.

Tan solo un instante luego de desaparecer del bosque Everfree, Dusk y Golden reaparecieron justo a la salida del bosque. Además, dado que habían estado corriendo antes de teletransportarse, la inercia hizo que ambos cayeran y rodaran un poco antes de detenerse por completo.

"Eso… Eso estuvo cerca…" Dijo lentamente Golden, luego de recuperar el aliento.

"¿¡Qué crees que estabas haciendo!? ¡Te lo advertí! ¿¡No sabes lo peligroso que es el bosque Everfree!? ¡Te pudo pasar algo muy grave! ¿¡Cómo puedes ser tan irresponsable!?" Gritó Dusk furioso, parándose frente a Golden y dándole una dura mirada.

En ese instante Golden abrió sus ojos con sorpresa. Ella nunca había visto a Dusk actuar así con ella. De hecho, no recordaba la última vez que alguien la había regañado por algo, dado que por más de mil años siempre había estado en lo más alto de la jerarquía de todos quienes la rodeaban. Aquello le recordó a Golden cuando Star Swirl la regañaba en su juventud, por molestar a Luna o por desobedecerlo en algo. Tal como un padre regañaba a su hija potrilla cuando hacía algo mal.

"Yo… Lo lamento. Fui una tonta." Dijo Golden bajando apenada su cabeza y sus orejas, sintiéndose como una completa tonta por haber expuesto de esa forma a Dusk y a ella misma a tal peligro. "Creo que… me sentía demasiado segura. Me estaba divirtiendo tanto que… nunca pensé que algo malo podría pasar." Agregó Golden, tocándose su cuello vacío, recordando que ahora tenía un gravísimo problema que resolver, pues su valioso collar ahora estaba perdido.

"¿Estás pensando en tu collar? ¿¡Qué no te das cuenta!? ¡Pudiste haber salido herida! ¿Qué importa un tonto collar?" Dijo Dusk molesto y preocupado, al ver que Golden parecía estar más preocupada por haber perdido su collar que por su propio bienestar. "Las cosas materiales vienen y van, pero la vida es irremplazable. No entiendo por qué hiciste algo tan loco, pero debes valorar más tu vida. Por favor, prométeme que nunca más harás algo tan tonto y descuidado como lo que hiciste." Agregó Dusk, calmándose, tocando suavemente a Golden con su casco y mirándola afectuosamente.

Al ver la intensa y cálida mirada de Dusk, llena de preocupación por ella, Golden se quedó sorprendida por un segundo, luego desvió la mirada tímidamente y se sonrojó.

"Lo… lo prometo." Respondió Golden tímidamente.

"¿Qué fue eso?" Se preguntó Golden a sí misma, sin entender lo que acababa de sentir por aquel fugaz instante al ver la intensa mirada de Dusk.

"Bien. Ahora que lo entendiste, supongo que está bien devolverte esto." Dijo Dusk con un suspiro de alivio y una pequeña sonrisa, usando su magia para levitar algo que también había logrado teletransportar junto a ellos.

"¡Mi collar!" Gritó Golden sorprendida y aliviada, al ver que Dusk levitaba su collar. Entonces ella lo tomó rápidamente y se lo volvió a poner.

"Cuando los lobos caían sobre ti, te teletransporté junto al collar." Dijo Dusk, sonriendo con una pequeña mueca. "Por cierto, ¿Dónde compraste ese collar? No estoy seguro, pero parece tener cierta aura mágica extraña."

"Eh… E-Es una antigua reliquia familiar, jeje." Respondió Golden con una sonrisa nerviosa, agradeciendo que Dusk siguiera sin darse cuenta de su disfraz.

"Ven, ya va a atardecer. Volvamos al pueblo." Dijo Dusk sonriendo, extendiéndole un casco a Golden para que lo siguiera.

"Eh… Sí." Respondió Golden. Perdiendo por un instante su extrovertida personalidad y tocando nerviosamente el casco de Dusk, sonrojándose en el proceso.

Así fue como ambos caminaron tranquilamente de vuelta hasta el pueblo. Sin embargo, a diferencia de la ida al bosque, esta vez Golden Feather caminó mucho más tranquila. Ella se mantuvo silente casi todo el camino, perdida en sus propios pensamientos mientras mantenía una mirada confundida y pensativa.

"Ya casi llegamos." Dijo Dusk sonriendo, una vez llegaron sobre una pequeña loma, en la cual, bajo esta, se extendía el parque de Ponyville, el cual estaba aún lleno por los visitantes a la gran convención de comics. "Llegamos justo antes que atardeciera."

Cuando Dusk se disponía a seguir caminando, el casco de Golden Feather lo sostuvo por detrás suavemente.

"¿Crees que… podríamos ver juntos el atardecer antes de despedirnos?" Preguntó Golden con una tierna sonrisa. Entonces ambos ponies se sentaron sobre la pequeña loma y vieron en dirección hacia el horizonte, esperando que el sol se ocultara tras las lejanas montañas.

Mientras el sol bajaba lentamente, Golden puso una dulce sonrisa, mirando con fascinación al lejano astro mientras se ocultaba.

"El atardecer… verlo de esta forma es tan reconfortante…" Dijo Golden con una mirada nostálgica y una tierna sonrisa. "Normalmente cierro mis ojos para concentrarme. Pero ahora… me doy cuenta de lo hermoso que es."

Por unos segundos, Golden simplemente se quedó disfrutando de la vista del atardecer, pero luego se dio cuenta que Dusk la miraba con una cara confundida, y ella rápidamente se dio cuenta que nuevamente había dicho algo que podía delatarla.

"Te entiendo. Es como ver las estrellas. Sabes que están ahí, pero pocas veces te detienes para ver lo hermosas que son." Dijo Dusk sonriendo, entendiendo a lo que Golden se refería. Entonces Golden sonrió tiernamente. No por el hecho que Dusk siguiera sin darse cuenta de quién era realmente, sino por ver que su querido Dusk la comprendía perfectamente, como muy pocos ponies podían hacerlo.

"¿Siempre fue tan maduro?" Pensó Golden mientras miraba el atardecer, pensando en su querido alumno sentado a su lado. A quién siempre había visto como cuando lo conoció por primera vez, un lindo y pequeño potrillo. Pero ahora ella podía ver que su querido Dusk Shine era todo un potro adulto.

Suavemente Golden dejó caer su cabeza sobre el hombro de Dusk y siguió disfrutando de aquel bello atardecer.

"Gracias por este día Dusk. Esto era justo lo que necesitaba." Dijo Golden suavemente mientras disfrutaba de esa tranquilidad.

Para Celestia, hacer aquello hubiera sido algo imposible en su castillo, pues, como gobernante del reino, ella debía de mantener una imagen frente a sus súbditos. Pero como Golden Feather, ella podía sentir tranquilamente la calidez del pelaje de Dusk y expresar, aunque fuera un poco, todo ese cariño que ella sentía hacia Dusk, sin que nadie la juzgara ni le reprochara que no era correcto. Por su parte, Dusk se sorprendió al sentir la cabeza de Golden en su costado, pero luego de sonrojarse un poco, él simplemente sonrió, agradecido por haber conocido a una yegua tan fascinante como ella.

Finalmente el sol terminó de ocultarse tras las montañas y la noche comenzó a caer lentamente. En ese instante ambos ponies se disponían a ponerse de pie, hasta que repentinamente una enorme luz y un estruendoso ruido los tomó totalmente por sorpresa, e hizo que ambos cayeran de espaldas al suelo.

Lentamente ambos se levantaron del suelo y se dieron cuenta que aquel fuerte ruido había sido un fuego artificial. Uno de muchos que comenzaron a iluminar el cielo como conmemoración del fin de la gran 'PonyCon' de Ponyville.

Al darse cuenta de lo que los había asustado, Golden y Dusk se miraron mutuamente y comenzaron a reírse. Ambos habían sido tomados totalmente por sorpresa, con sus corazones aún algo acelerados por el susto. Y luego de haber caído, ahora ambos se encontraban mucho más cerca uno del otro, con sus costados tocándose mutuamente. Entonces ambos comenzaron a parar de reír y se quedaron mirando mutuamente, mientras el cielo se iluminaba de colores y el ruido de las explosiones los rodeaba.

Por varios segundos ninguno de los dos ponies dijo nada, ambos simplemente se quedaron mirando mutuamente, perdidos en los ojos del otro, sintiendo lentamente cómo sus mejillas se sonrojaban y sus corazones se aceleraban. Dusk no podía dejar de pensar en lo hermosa que era Golden y en todas las grandiosas cualidades que había visto en ella, que definitivamente la hacían una yegua atractiva y única. Y por su parte, Golden no podía dejar de pensar en lo mucho que quería a Dusk, en cómo él había sido tan bueno con ella ese día, en cómo la había salvado, cómo había cargado galantemente con ella en su lomo, en cómo había sido el único en atreverse a reprenderla, y en cómo su personalidad era todo lo que ella buscaba en un buen potro.

"No debo hacerlo… ¡No debo hacerlo!" Pensó Golden frenéticamente, intentando en vano razonar para detener lo que sabía que estaba a punto de hacer. "Pero… Yo amo a Dusk… Lo he amado desde siempre… Como una madre. Y sin embargo, ahora… lo veo como un potro. Y yo… yo solo soy una yegua." Pensó Golden, cerrando levemente sus ojos y acercando sus labios a los de Dusk.

"Lo siento." Dijo repentinamente Dusk, desviando su cabeza en el último segundo, completamente sonrojado. "Yo… No puedo hacerlo."

"¿Eh?" Dijo Golden, abriendo sus ojos con sorpresa, como si súbitamente hubiera despertado de un hermoso sueño.

"Yo… No tengo una novia, pero hace un tiempo me di cuenta que estaba enamorado. Aún no entiendo mis propios sentimientos completamente, pero ese sentimiento que nació con mis amigas como amistad, creció para volverse más intenso, hasta convertirse en amor." Dijo Dusk sonrojado, con una pequeña sonrisa. Luego volviendo a levantar su vista y mirando a Golden. "Tú eres una de las yeguas más hermosas y fascinantes que he conocido en mi vida, pero… no quiero confundir más a mi corazón. Cada segundo que pasaba contigo, me daba cuenta de lo amable, tierna, risueña, competitiva, inteligente y graciosa que eras. Y aunque todas esa cualidades hacían que mi corazón se acelerara, poco a poco me di cuenta que en lo único que pensaba era en cómo esas grandes cualidades tuyas se parecían a las de mis amigas. No podía dejar de pensar en lo parecida que eras a Rarity, a Applejack, a Rainbow Dash, a Fluttershy y a Pinkie Pie… ¡No podía dejar de pensar en ellas! Por eso… es que te pido perdón por no poder corresponder tus sentimientos." Agregó Dusk, mirando con una triste sonrisa a Golden.

Ante el discurso de Dusk, Golden simplemente se quedó en shock, escuchando atentamente cada palabra de Dusk, dándose cuenta de lo enamorado que él de verdad estaba y de lo impulsiva que ella había sido, nuevamente dejándose llevar por sus emociones mientras estaba en aquel disfraz. Finalmente, para absoluta sorpresa de Dusk, Golden cubrió su rostro con su casco, intentando contener la emoción que sentía en ese momento, hasta que finalmente explotó.

"Pfff…. ¡Jajajaja! Jajaja…. Cielos… No puedo creer lo tonta que fui…" Dijo Golden con una enorme carcajada. Despertando de su loco sueño de volver a ser una joven pony y recordándose a sí misma que no era Golden Feather, sino la inmortal Celestia. "De veras que has madurado… Incluso más que yo al parecer." Agregó Golden, limpiándose una lágrima debido a la enorme carcajada que había soltado, mirando a Dusk con una amorosa, pero ya nada lujuriosa, mirada. Volviendo a verlo como una madre vería a su hijo.

"El amor es tan complejo de experimentar y viene en tantas formas… Amistad, amor fraternal, amor maternal, amor romántico. Pero aún así… ¡No puedo creer que me haya dejado llevar por mis hormonas!" Pensó Golden, aún divertida al ver que su pequeño Dusk le había dado sin saber una lección de madurez por segunda vez ese día. "Sin embargo, a pesar de todo… Fue muy lindo sentirse enamorada una vez más…" Pensó Golden, sonrojándose un poco.

"Pony cupido es un idiota, que a veces dispara demasiadas flechas." Dijo Golden mirando a Dusk tiernamente. Hablando no solo del problema que Dusk tenía con haber enamorado a cinco yeguas al mismo tiempo, sino también porque casi la enamora a ella también. "El amor es algo muy complejo, y a veces es muy difícil de llevar. Pero aún así lo vale, porque es un hermoso sentimiento." Agregó Golden con una gran sonrisa

Al ver que Golden se había tomado su 'rechazo' de muy buena manera, y que incluso le estaba dando consejos sobre su situación amorosa con sus amigas, Dusk finalmente pudo suspirar aliviado y pudo volver a estar relajado junto a Golden.

"Creo que tienes razón… Definitivamente vale la pena experimentar el amor." Dijo Dusk con una tierna sonrisa, recordando la calidez en su corazón que sentía cada vez que veía a sus amigas. "Golden, ¿Has estado enamorada alguna vez? ¿Cómo sabes distinguir cuando alguien es la elegida?"

La pregunta de Dusk tomó a Golden completamente por sorpresa, quien puso una mirada de asombro. Entonces ella entrecerró ligeramente sus ojos mientras recordaba un lejano pasado suyo.

"Yo… Estuve enamorada una vez. Hace mucho, mucho tiempo…" Respondió finalmente Golden, desviando la mirada con una triste expresión.

Por primera vez en ese día, parecía que Golden estaba triste por algo que le había dicho Dusk. Y él inmediatamente se dio cuenta que debía haber algo doloroso en el pasado de Golden para que reaccionara de esa forma. Sin embargo, antes que Dusk pudiera decir algo, Golden se dio cuenta que Dusk tenía una mirada preocupada y volvió a sonreír.

"No puedo darte una respuesta a tu dilema amoroso. Debes confiar en tu corazón. Solo así sabrás qué es lo correcto." Dijo Golden, volviendo a sonreírle a Dusk. Entonces ella se puso de pie e hizo unos pocos estiramientos. "Creo que ya es hora que vuelva a mi hogar, antes que mi hermana se enoje por haber escapado de mis deberes por todo un día." Agregó Golden sonriendo, pensando que tendría que agradecerle a Luna por haberla ayudado ese día.

Luego que Dusk se levantara, Golden Feather abrió sus alas para emprender el vuelo. Sin embargo, en el último segundo antes de despegar, ella se dio la vuelta y le dio un rápido y tierno beso en la mejilla a Dusk.

"Gracias por este maravilloso día." Dijo Golden levemente sonrojada. Entonces, sin esperar a que Dusk respondiera, Golden alzó el vuelo, despidiéndose finalmente de Dusk.

Mientras Dusk veía alejarse a la pegaso blanca, él tocó su mejilla, donde había sido besado, y sonrió tiernamente. Todo ese día, él había estado inevitablemente comparando las cualidades de Golden con las de sus cinco amigas. Sin embargo, aquel fugaz beso y la forma en que se despidió, le hizo acordarse de otra yegua que estaba en su corazón, una alicornio azul que, ahora que Dusk lo analizaba bien, también tenía mucho en común con Golden Feather.

"Pinkie tenía razón… Debo dejar de meter yeguas en mi vida…" Pensó Dusk con una pequeña sonrisa. Recordando cuando Pinkie Pie le había dicho que era un desvergonzado Casanova.

Lentamente Dusk comenzó su camino de vuelta al pueblo, bajando de la pequeña loma en donde había visto el atardecer junto a Golden. Mas no alcanzó a adentrarse mucho en el pueblo, pues apenas hubo bajado la pequeña loma, vio que a lo lejos se acercaban caminando cinco yeguas hasta él. Cinco yeguas que bien conocía y que no habían podido salir de su cabeza ese día, pese a que no las había visto desde la mañana.

"¿Chicas? ¿Cómo sabían que estaría aquí?" Preguntó Dusk una vez que sus amigas llegaron hasta él.

"La Princesa Cadance dijo que podrías estar por aquí cerca." Respondió Rarity.

"Sí, parece que tiene una especie de radar del amor o algo así. Para mí son puras patrañas." Agregó Rainbow Dash, aún ingenua sobra la capacidad de Cadance para sentir el amor.

"¿Radar del amor? ¿Como el Pinkie sentido de Pinkie? Hmm… tiene sentido. Ella siempre tuvo un don para sentir los verdaderos sentimientos de los ponies a su alrededor." Dijo Dusk con una mirada pensativa. Pensando que, tal como había intentado explicar el funcionamiento del Pinkie sentido de Pinkie, quizás en el futuro podría hablar con Cadance para hacer algún experimento para tratar de entender su particular habilidad.

"Por cierto. Tuvimos una larga charla con la princesa y… bueno… descubrimos que la noche de la gala, al parecer… las cinco de nosotras te declaramos nuestro amor al mismo tiempo." Dijo Applejack, rascándose su cabeza con una mirada nerviosa, mirando a Dusk de reojo, muy sonrojada.

"Ustedes…" Murmuró Dusk sorprendido, también sonrojándose. Poniéndose cada vez más rojo al ver que sus cinco amigas también ponían caras avergonzadas y desviaban la mirada, muy apenadas. "Yo… Yo quería decírselos, pero luego apareció Discord, y yo… yo…"

"Tranquilo, lo entendemos." Dijo Pinkie Pie, con una nerviosa sonrisa.

"No es tu culpa, y… uhm… al parecer, tampoco la nuestra. Fue la princesa Cadance quien le ordenó a las mayordomos interrumpir nuestras declaraciones de amor." Dijo Fluttershy, manteniendo su mirada avergonzada.

"¿¡Cadance lo hizo!? Pero… ¿¡Por qué!?" Preguntó Dusk sorprendido y confundido. Aunque en el fondo, su cerebro racional ya podía imaginarse la posible razón de por qué su antigua niñera había hecho lo que hizo. Finalmente resolviendo el misterio que Sweet Creme le había dejado inconcluso, al decirle que una princesa le había ordenado hacer lo que hizo.

Ante la pregunta de Dusk, las cinco yeguas se miraron temerosas entre sí por un instante, y luego volvieron a mirar a Dusk.

"Antes de responderte, queríamos hacerte una pregunta…" Dijo Applejack, mirando levemente temerosa a Dusk.

"La noche de la gran Gala, cuando la princesa Celestia nos teletransportó al Café… ¿Qué es lo que nos ibas a decir?" Preguntó Rainbow Dash, intentando no parecer nerviosa.

"Ibas a… ¿Responder nuestras declaraciones de amor?" Agregó Pinkie Pie, mirando fijamente con una mirada nerviosa a Dusk.

En ese instante Dusk recordó lo sucedido en aquel momento, en donde él sabía que no había una respuesta correcta para su gran dilema, y sin embargo, él sabía que debía darle una respuesta a los sentimientos de sus amigas. Él había estado a punto de hacerlo, pero… algo lo había interrumpido… ¿Qué había sido? Por más que Dusk intentaba recordar, no lograba acordarse de qué lo había interrumpido aquella noche. Pese a esa laguna mental, Dusk dejó de intentar recordar aquello, pues más importante que su mala memoria, era el hecho que ante él estaban nuevamente sus cinco amigas, esperando por una respuesta a sus sentimientos.

Tal como en aquella ocasión, Dusk se quedó inmóvil y en silencio por varios segundos, con un lio mental en su cabeza debido a todos los pensamientos y sentimientos que sentía en ese momento. Sin embargo, a diferencia de aquella ocasión, un nuevo, y más reciente recuerdo, vino hasta él y tranquilizó un poco su corazón.

'Debes confiar en tu corazón. Solo así sabrás qué es lo correcto.' Es lo que le había dicho Golden Feather momentos antes. Un consejo que se abrió espacio en su corazón. Entonces Dusk respiró hondo, y decidió abrirse y ser completamente honesto.

"Yo… Necesito tiempo." Dijo finalmente Dusk, bajando levemente su cabeza apenado. Luego levantando su vista y mirando afectuosamente a todas sus amigas. "No necesito tiempo para responder sus sentimientos, sino para saber cómo actuar. Yo… Yo jamás me imaginé que ustedes pudieran estar enamoradas de mí, y saberlo me llenó de un gozo que jamás había sentido, pues mis sentimientos eran correspondidos. Yo… ¡Yo también las amo! En todos estos meses me di cuenta que fui enamorándome lentamente de cada una de ustedes. No solo era amistad, sino que era amor. Sin embargo, al escuchar cada una de sus bellas declaraciones, no solo me llené de felicidad, sino que también de miedo. Miedo de saber qué les diría, de pensar que solo podría estar con una de ustedes, de pensar en qué pasaría con nuestra amistad, de no saber qué era lo correcto. Lo único que sé, es que yo sería el potro más feliz del mundo estando con cualquiera de ustedes, porque para mí, todas ustedes son perfectas a su propio modo y cada una ocupa un lugar en mi corazón. Pero… es por lo mismo que no puedo decidir, porque siento que… estaría amando a una por sobre las otras, y eso es algo que no siento en este momento… Sé que soy un cobarde, que no les estoy dando una respuesta inmediata. Entiendo si quieren odiarme o no quieren verme nunca más, pero quiero hacer esto bien. Simplemente…. no quiero pisotear los sentimientos de ninguna de ustedes."

Tras terminar su respuesta, Dusk miró los rostros de sus amigas, que simplemente se quedaron viéndolo con tranquilas, pero serias expresiones.

"Cielos… La princesa tenía razón…" Dijo Rainbow Dash, golpeándose el rostro con su casco, algo frustrada por la respuesta de Dusk.

"Bueno, para ser justas, todas sabíamos que Dusk probablemente iba a responder algo así." Dijo Pinkie Pie, mirando a Rainbow Dash y encogiéndose de hombros.

"¿¡Siempre tienes que ser tan indeciso!?" Agregó Applejack desviando la mirada. Pensando que en el fondo, sabía perfectamente lo confundido que estaba Dusk en su interior, pero aún así, le molestaba pensar en que tendría que seguir sintiendo incertidumbre en su corazón.

"Entonces… ¿Haremos lo que la princesa nos sugirió?" Preguntó Fluttershy sonrojándose, mirando a sus demás amigas.

"Supongo…" Respondió Applejack, también sonrojándose, rascándose su cabeza.

"¿Q-Qué fue lo que les dijo Cadance?" Preguntó Dusk confundido. Aún sorprendido de que sus amigas no parecieran estar mayormente enojadas con él, y más sorprendido aún al descubrir que parecía que Cadance estaba profundamente interesada en su vida amorosa.

"Lo hemos conversado, y la verdad es que… entendemos que estés confundido." Dijo Rarity, mirando a Dusk con una cara algo apenada. "Sin que lo supieras, por meses, cada una de nosotras intentó acercarse más a ti y… enamorarte. Y… bueno… parece que funcionó… Además, nunca has tenido una novia, y bueno… nosotras tampoco hemos tenido un verdadero novio jamás. Así que pensamos que quizás no sea justo obligarte a decidir entre una de nosotras tan rápido. Es por eso que… bueno…" Agregó Rarity sonrojada, poniéndose nerviosa al final de su discurso.

"¡Es por eso que decidimos que serías novio de todas nosotras!" Agregó Pinkie Pie con una enorme sonrisa.

"… … ¿Eh?" Dijo Dusk en shock, seguido de un largo silencio, en que las yeguas simplemente se quedaron sonrojadas y Dusk con cara de nada, como si por un segundo su cerebro hubiera hecho cortocircuito. "¿Q-Quieren que yo sea el novio de todas ustedes al mismo tiempo?" Preguntó Dusk luego de un largo silencio, sonrojándose mientras se imaginaba a él mismo como un sultán de Arabia Equina, rodeado de su propio harem de yeguas.

"¡No seas ridículo!" Gritó Rainbow Dash roja de vergüenza, saltando y dándole un golpe a Dusk en la cabeza. Adivinando que el potro se estaba imaginando alguna cosa desvergonzada. "No tendrás tu propio harem como en el comic de Lyra, ¡Desvergonzado!" Agregó Rainbow Dash, más roja de la vergüenza de lo que jamás había estado.

"¡Ouch! Eh… N-No entiendo…" Dijo Dusk confundido, sobándose la cabeza.

"No seremos tus cinco novias al mismo tiempo." Dijo Rarity, más calmada y con una mirada más seria. "Lo que queremos es que seas novio de una de nosotras por un tiempo, luego de otra y de otra, hasta que hayas visto lo que significa ser novio de cada una de nosotras." Agregó Rarity, explicándole lo que habían planeado junto a Cadance.

"Así podremos saber si nuestro amor es verdadero y… ver si nuestra amistad puede soportar verte de novio con una de nosotras." Dijo Fluttershy, con una mirada avergonzada.

"Eso significa que tendrás que ser un novio al cien por ciento. Con todas las obligaciones y privilegios que eso implica." Dijo Pinkie Pie, con una mirada levemente más pícara. "Y así tú y nosotras sabremos si estamos hechos el uno para el otro para convertirnos en novios permanentes a futuro."

"Eso… ¡Eso es ridículo!" Dijo finalmente Dusk casi en un grito, dándose cuenta de la locura que le estaban pidiendo sus amigas. "Quieren que elija a una novia, luego que rompa con esa novia, y que elija otra novia… ¿¡Y que lo repita cinco veces!?"

"¿Tienes una idea mejor? Tú fuiste el Casanova que dijo 'Las amo a todas'. Así que acepta las consecuencias." Dijo Rainbow Dash con una voz burlona al imitar a Dusk. Aún roja de la vergüenza al saber que en efecto lo que pedían era una locura, pero era la única forma de darle más tiempo a Dusk y que todos pudieran comprobar que su amor era verdadero.

Ante las palabras de Rainbow Dash, Dusk simplemente apretó sus labios y bajó avergonzado su cabeza. Lo que decía su amiga era verdad. Él había llevado a sus amigas hasta ese punto, y ahora no podía negarse a la solución que le proponían, pues todo ese problema, era solo culpa de su indecisión.

"Por cierto, aunque no hayas querido elegir a una novia permanente, de igual forma tendrás que elegir cuál de nosotras será tu primera novia." Dijo Applejack, dándose la vuelta para retirarse.

"¿Qué? P-Pero…" Tartamudeó Dusk, comprendiendo que de igual forma sus amigas lo estaban obligando a elegir, aunque fuera de forma temporal.

"Ya lo hemos decidido." Dijo Rarity, dándose la vuelta para retirarse junto a sus demás amigas. "Si no eliges a una de nosotras dentro de esta semana, asumiremos que solo nos quieres como amigas en tu vida. Solo seremos amigos y nunca seremos más que eso contigo… ninguna de nosotras."

Al escuchar esas últimas palabras, Dusk se quedó congelado, entendiendo que aquello era un ultimátum. O seguía el plan que sus amigas eligieron y se convertía uno por uno en el novio de sus amigas; o simplemente las rechazaba, rechazaba su amor y el de ellas, y fingía que en su corazón él no las amaba.

Mientras sus cinco amigas se alejaban, Dusk se quedó inmóvil en medio de la noche, dándose cuenta que eligiera lo que eligiera, la relación entre él y sus amigas cambiaría para siempre.


Tan solo unos segundos antes, Golden Feather se había despedido de Dusk y se disponía a volar de vuelta hasta Canterlot. Sin embargo, mientras volaba sobre Ponyville, escuchó el silbato del tren, que anunciaba que estaba próximo a partir.

"Jeje… Hace mucho que no viajo en tren. Podría ser divertido." Dijo Golden sonriendo. Pensando que debía aprovechar la ocasión, ya que ese día no viajaba con escolta ni estaba obligada a viajar en su acostumbrada carroza dorada.

Rápidamente Golden aterrizó en la estación de trenes, compró un pasaje, y abordó el tren justo cuando comenzaba a moverse. Entonces Golden se abrió paso entre los vagones, los cuales estaban llenos en su mayoría, dado que, terminada la 'PonyCon', muchos visitantes volvían a sus ciudades de origen. Finalmente Golden encontró un asiento vacío en el último vagón y se sentó allí, acomodándose en el suave sillón y suspirando mientras repasaba todo lo vivido en ese agitado y divertido día.

Antes que Golden pudiera relajarse completamente, miró a su lado, a la pony que había estado sentada junto a la ventana antes que ella se sentara junto a ella. Aquella pony era una yegua más alta que el promedio, la cual vestía una elegante y larga capa azul, y cubría parcialmente su rostro con una capucha del mismo color.

En el mismo instante que Golden Feather se volteó para ver a su acompañante, Cadance también dejó de ver por la ventana y se volteó para mirar a su acompañante, una joven pegaso blanca, de melena rubia, y un extraño collar dorado colgando de su cuello.

Pese a que ambas estaban disfrazadas, los ojos de ambas se encontraron, e inmediatamente, producto de años de haber vivido juntas, pudieron reconocerse al instante. Y un largo e incómodo silencio quedó entre ellas mientras se miraban mutuamente sin siquiera pestañear, y sin saber qué decir.

"No preguntaré si tú tampoco preguntas." Dijo finalmente Cadance, sin dejar de ver a Golden.

"Hecho." Respondió inmediatamente Golden. Entonces ambas yeguas desviaron la mirada y fingieron que no se habían visto, ambas pensando que sería complicado explicar por qué cada una estaba viajando disfrazada en aquel tren.

Luego de pasar aquella incómoda situación y de acordar fingir que no había pasado nada, Cadance volvió a mirar por la ventana, perdida en sus pensamientos. Al tener a su tía sentada al lado de ella, Cadance no pudo evitar recordar la conversación de aquella mañana, y más importante, recordar lo que había descubierto sobre Sunset Shimmer ese día.

'Sunset no era una mala potranca, ella solo tuvo una muy mala influencia, que le enseño lo incorrecto sobre amor y amistad.' 'Nadie sabe más del verdadero amor que tú. Y eso es justo lo que Sunset Shimmer necesita aprender en este momento.' Habían sido las palabras que su tía Celestia le había dicho aquella mañana.

"Una yegua criada para odiar, que de igual forma logró enamorarse…" Pensó Cadance respirando profundamente, dejando ir parte de su pasado para afrontar un nuevo desafío. "Hubo una vez que me ofrecí para ser la niñera de Sunset, porque sentía que en el fondo había una luz de bondad en su interior. Una luz tan poderosa como para sobreponerse a las oscuras enseñanzas de su maestro… Una luz que si no es protegida, finalmente podría desvanecerse…" Pensó finalmente Cadance, cerrando sus ojos, habiendo finalmente tomado una decisión.

"Yo… he decido aceptar a Sunset Shimmer como mi alumna." Dijo Cadance con una mirada cansada, sin mirar a Golden, solo manteniendo su vista fija en el paisaje tras la ventana. Deseando con todas sus fuerzas que no estuviera cometiendo un grave error.

Al escuchar aquello, Golden tocó suavemente el casco de Cadance para que la mirara.

"Sabía que lo harías." Dijo Golden, sonriéndole tiernamente.

Al ver la tierna sonrisa de Golden, Cadance también sonrió, recordando que una vez su tía Celestia la había salvado de caer en la oscuridad, y ahora sería su turno de hacer lo mismo con Sunset Shimmer.

Tras esa conversación, ambas volvieron a quedarse en silencio, no queriendo que algún extraño las escuchara hablar de más y descubriera que dos princesas de la realeza estaban viajando solas y sin escolta. Sin embargo, mientras se mantenían en silencio, esta vez fue el turno de Golden Feather de perderse en sus propios pensamientos…

"Sé que Dusk no cree en el destino, aunque creo que su opinión de aquello ha ido cambiando últimamente. Sin embargo, a diferencia de él, yo no puedo evitar notar cómo el destino parece mostrarnos el ineludible camino que debemos seguir…" Pensó Golden cerrando sus ojos con preocupación. "Pasé siglos sin pensar en aquel terrible acontecimiento. Y ahora, en menos de una semana, Luna detectó que una gran tormenta apareció al norte de Equestria; luego, Dusk me preguntó sobre mi primer amor; y finalmente, el destino se ríe en mi cara al hacerme ir sentada en un tren con Cadance… Supongo que… llegó el momento."

"Cadance, tú…" Dijo Golden lentamente, con una mirada preocupada, aún insegura de si debía hablar o no. Finalmente ella cerró sus ojos un instante, suspiró, y miró seriamente a su sobrina. "Tú… ¿Qué sabes sobre el Imperio de Cristal?"

# Fin del capítulo 8