Capítulo 9 – Sinergia
Era una tranquila mañana en Ponyville, aunque quizás decir 'mañana' fuera demasiado apresurado, ya que el sol aún no salía y el cielo seguía a oscuras. Por lo que la mayoría de los ponies aún tenían algunos minutos antes de despertar e iniciar sus jornadas diarias.
En ese grupo de ponies, que esperaba tranquilamente dormido a que llegaran los primeros rayos del sol, estaba Dusk Shine, durmiendo plácidamente.
'¡TOC-TOC!' Un golpeteo en la ventana de su habitación, hizo que Dusk saliera del mundo de los sueños y abriera con esfuerzo un ojo.
"¿Qué fue eso? ¿Un pájaro?" Pensó Dusk aún algo dormido. Decidiendo volver a dormirse, dado que aún no amanecía. "Odio los pájaros carpinteros que hacen ruido tan temprano…"
'¡TOC-TOC-TOC-TOC!' Dusk volvió a escuchar nuevamente aquel golpeteo en la ventana, solo que esta vez, fue mucho más insistente.
De mal humor, Dusk se levantó de su cama y se acercó a la ventana de la habitación, para echar a aquel molesto pájaro madrugador.
"¡WAAAH!" Gritó Dusk asustado, al ver que pegado a la ventana de su habitación no había un pájaro, sino una de sus queridas amigas, quien tenía su cara y mejillas presionadas contra el vidrio de la ventana, como si quisiera atravesar a la fuerza a la habitación. "¿Rainbow Dash?" Preguntó Dusk confundido, luego de calmarse y reconocer a su amiga pegaso.
Sin entender por qué su amiga hacía aquello, Dusk abrió la ventana. En cuanto lo hizo, Rainbow Dash entró velozmente y aterrizó frente a Dusk.
"¿¡Qué estás haciendo!? ¿Por qué aún estás acostado? ¿¡Qué no sabes qué día es hoy!?" Preguntó Rainbow Dash impaciente, tomando a Dusk por los hombros y agitándolo con fuerza. "¡Hoy es temporada de jugo!"
"¿Temporada de qué?" Preguntó Dusk, aún sin entender nada de lo que hacía su amiga.
No lejos de allí, se escuchó un fuerte ronquido, que distrajo a ambos ponies. Había sido Spike, quien seguía durmiendo profundamente en su pequeña canasta-cama.
"Vaya que tiene el sueño pesado el pequeñín." Dijo Rainbow Dash. Sorprendiéndose que el bebé dragón siguiera durmiendo a pesar de todo el alboroto que ella había armado.
"Sí. Ayer comió un gran pastel de gemas que le cocinó Pinkie Pie. Así que supongo que dormirá con su estómago lleno por otro buen rato." Dijo Dusk con una mirada pensativa. "Sigo sin saber de dónde saca Spike todas esas gemas…"
"Hmm… Quizás sea lo mejor que no vaya con nosotros. Después de todo, Spike tiende a emborracharse muy fácilmente con la sidra." Dijo Rainbow Dash con una mirada pensativa. Entonces ella agarró a Dusk del casco y abrió sus alas. "Sostente. Debemos apurarnos."
Sin darle tiempo a Dusk de preguntar nada, Rainbow Dash despegó velozmente, saliendo volando por la misma ventana por la que había entrado a la biblioteca. Solo que esta vez, llevaba un pasajero colgando de sus cascos.
"¿Q-Qué está pasando? ¿Por qué tanta prisa? Aún ni siquiera amanece." Dijo Dusk nervioso, sujetándose de los cascos de su amiga mientras esta volaba a toda velocidad. Y como si el sol hubiera estado esperando las palabras de Dusk para aparecer, justo en ese instante los primeros rayos de sol comenzaron a iluminar el cielo y sus alrededores.
"Ya te lo dije, es temporada de jugo. ¡Jugo de manzana de Sweet Apple Acres!" Respondió Rainbow Dash emocionada. "Solo lo hacen una vez al año, con las manzanas más jugosas de la granja. ¡Es el mejor jugo del mundo! ¡Definitivamente tienes que probarlo!"
"Uh… Bueno, creo que comienzo a entender por qué estás tan emocionada." Dijo Dusk con una mirada aún confundida mientras se balanceaba en el aire con cada cambio de rumbo que hacía su amiga mientras volaba. "Pero sigo sin entender por qué vamos tan temprano."
"Pinkie Pie…" Respondió Rainbow Dash entrecerrando sus ojos. "Ella siempre es la primera en llegar. Toma litros y litros de jugo, y al final, cuando llega mi turno, solo alcanzo a beber lo último que queda en los barriles. Pero ya no más, ¡Este año me le adelantaré y podré tomar todo el jugo que quiera antes que ella!"
"Oh… Ya veo…" Dijo Dusk desviando la mirada, pensando que ahora que había saciado su curiosidad, podría hablar de otra cosa con su amiga. Sin embargo, por más que lo intentó, algo más llenaba su cabeza en ese momento y le impedía pensar en cualquier cosa. Pues la verdad era que aún había un importante tema que tratar entre él y sus amigas, que aún no habían resuelto.
"Dusk, ¿Has estado evitándonos?" Preguntó repentinamente Rainbow Dash mientras seguían volando. Sin bajar su mirada para ver a Dusk, solo manteniéndola fija en su destino mientras se acercaba cada vez más a la granja Apple. "Llevas dos días sin reunirte con ninguna de nosotras."
Ante la pregunta de Rainbow Dash, Dusk se sorprendió, y luego bajó su cabeza avergonzado.
"No es que las esté evitando. Es solo… que necesitaba tiempo para ordenar mis pensamientos…" Respondió Dusk, con una voz melancólica.
"Huff… Sabes, ya lo conversamos entre todas. Lo que decidas estará bien. Creo que te entiendo un poco. Yo también me sentía así, sin saber qué sentir cuando… bueno, ya sabes, cuando yo… m-me enamoré de ti…" Dijo Rainbow Dash sonrojándose, mientras Dusk sentía que ella apretaba más sus cascos en su agarre, por lo nerviosa que estaba. "Pero finalmente, en la Gran Gala del Galope, decidí dejar de pensar tanto y solo decirte mis sentimientos. Quizás, eso es lo que te falta, dejar de pensar tanto y solo seguir tu corazón impulsivamente… Además, recuerda que esto no es el fin. Nadie está pidiendo casarse contigo, solo es un noviazgo de prueba. Y lo que es más importante, decidas lo que decidas, seguiremos siendo amigos." Agregó Rainbow Dash, mirando hacia abajo a Dusk y dándole una gran sonrisa.
Al ver la sonrisa llena de confianza de Rainbow Dash, Dusk también sonrió tímidamente. Sin embargo, en cuanto la pegaso volvió a levantar la vista, Dusk entrecerró sus ojos y puso una mirada culpable.
"Soy tan cobarde como siempre…" Pensó Dusk, molesto consigo mismo. "Tanto Rainbow Dash como las demás tuvieron el valor de confesarme abiertamente su amor, y yo… yo sigo dudando en cómo reaccionar."
"¡Oh, vamos! ¿¡Es en serio!?" Gritó repentinamente Rainbow Dash molesta, sacando a Dusk de sus pensamientos.
En ese instante fue que Dusk se percató que ya habían llegado a Sweet Apple Acres. Y la razón por la que Rainbow Dash estaba tan molesta, era que, por todo el camino que llevaba a Sweet Apple Acres, había una enorme fila de ponies acampando. Todos despertando, listos para asegurar su lugar en la fila para ser los primeros en comprar el preciado jugo de manzanas. Y quien estaba precisamente en primer lugar de la fila, era Pinkie Pie, quien justo en ese instante salía de su carpa junto a un montón de globos, que al parecer le había servido de colchón.
"¡Pinkie Pie!" Dijo Rainbow Dash molesta al ver a su feliz amiga rosa. Apresurándose para aterrizar junto a ella. "¿¡Por qué están todos acampando aquí!?" Preguntó Rainbow Dash, mirando furiosa a Pinkie Pie.
"Ayer se me ocurrió venir a acampar para asegurar un lugar en la fila. Ya sabes, siempre se arma una gran fila y no quería estar de última, como tú el año pasado." Respondió Pinkie Pie sonriendo, guiñándole un ojo a Rainbow Dash mientras a esta parecía que le iba a estallar una vena en la frente. "Parece que la voz se corrió, y algunos copiaron mi idea."
"¿Algunos? ¡Casi todo el pueblo está acampando aquí!" Gritó Rainbow Dash molesta, apuntando hacia la enorme fila, tan extensa que parecía perderse en el horizonte. Entonces Rainbow Dash abrió grande sus ojos ante una gran idea que se le ocurrió. "Bueno, eso no importa. Gracias por guardarnos los lugares." Dijo Rainbow Dash con una enorme sonrisa, formándose rápidamente detrás de Pinkie Pie, fingiendo que todo había sido planeado.
En cuanto Rainbow Dash se coló en la fila, todos los ponies detrás de ella empezar a reclamar molestos por aquel fraude.
"Tranquilos amigos. Ella es mi amiga." Dijo repentinamente Applejack, apareciendo finalmente, calmando a sus clientes. Ella se había acercado hasta un mostrador que estaba al lado de Pinkie Pie, desde el cuál empezaría a vender el jugo de aquel día.
"Así es. Soy amiga de la dueña de la granja." Dijo Rainbow Dash, burlándose de los ponies que le habían reclamado por escabullirse en la fila.
"Y como es mi amiga, sé que ella hará la fila igual que todos los demás." Agregó Applejack, alzando una ceja y mirando seriamente a su amiga, para total decepción de Rainbow Dash. Quién por su parte, abrió su boca para intentar buscar alguna excusa, pero finalmente bajó su cabeza resignada, sabiendo que jamás podría convencer a su honesta amiga Applejack para que la ayudara a escabullirse en la fila.
"No te preocupes, si quieres puedo darte algunos de las jarras de jugo que compraré." Dijo Pinkie Pie sonriendo, mostrándole un gran saco de dinero que había traído. Ahorros que la pony rosa había guardado por todo un año para usar ese día.
Al oír la propuesta de Pinkie, las orejas de Rainbow Dash se levantaron emocionadas. Sin embargo, ella miró la enorme sonrisa de Pinkie Pie, y finalmente infló sus mejillas molesta, llena de frustración, y desvió la mirada.
"Eso sería como admitir mi derrota ante ti otra vez." Dijo Rainbow Dash frustrada, dándose la vuelta y comenzando a caminar lentamente para ir al final de la fila. "Compraré mi propio jugo, ¡Y así podré disfrutarlo cuando a ti no te quede nada!"
"¡Oki doki loki!" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. "Por cierto, ¡Hola Dusk!" Agregó Pinkie, mirando por primera vez a Dusk desde que había llegado.
"Eh… sí, hola…" Respondió Dusk, un poco sorprendido que ninguna de sus amigas le hubiera puesto atención desde que había llegado. De hecho, Applejack solo lo saludó rápidamente con el casco, ya que estaba muy ocupada ordenando el mostrador tras el que comenzaría la venta de jugo. "Yo… iré a formarme junto a Rainbow Dash." Entonces Dusk trotó para alcanzar a su amiga celeste.
Luego de caminar por un largo rato hasta el final de la fila, en donde Rainbow Dash no paró de gruñir y maldecir lo astuta que había sido Pinkie Pie; Dusk y Rainbow Dash esperaron pacientemente en la fila. Mientras esta avanzaba lentamente y Rainbow Dash seguía gruñendo y reclamando que los ponies compraban demasiado jugo y que no alcanzaría para ella.
Mientras Rainbow Dash seguía gruñona, solo enfocada en esperar su turno para comprar el cotizado jugo, Dusk se mantuvo silente, perdido en sus pensamientos, con una mirada confundida.
"Con lo que pasó el día de la convención de comics, pensé que las chicas estarían tanto o más nerviosas que yo, pero… ellas actúan como si nada hubiera pasado. El único que actúa como un tonto… soy yo." Pensó Dusk, nuevamente molestándose consigo mismo. "¡Ya basta! Si hubiera sido hace un tiempo atrás, estaría convencido que a ellas no les interesaba la decisión que me pidieron hacer. Pero no es así, yo he crecido y ellas también, y sé lo que ellas realmente sienten. Ellas actúan así porque no quieren preocuparme; y lo que es más importante… ¡Confían en mí! Así es, yo… debo dejar de actuar como un tonto nervioso y volver a ser el amigo de ellas que siempre he sido."
Las horas pasaban, y lentamente la fila iba avanzando. Pero mientras la espera era más larga, las voces de los ponies impacientes que habían esperado por horas, se hacían cada vez más notorias. Y de entre todas esas bulliciosas voces, destacaban las de dos ponies. Dos potros unicornio de pelajes color crema y melenas rojo con blanco, que reclamaban a viva voz por el lento servicio, sumando cada minuto a más ponies disgustados que aún no podían beber del delicioso jugo Apple.
"Nunca había visto a esos dos unicornios en el pueblo… ¿Serán hermanos?" Pensó Dusk, alzando una ceja con curiosidad, viendo lo parecido que eran esos dos unicornios instigadores.
Dusk no quiso sumarse a los reclamos de los ponies, que cada vez se veían más frustrados mientras los minutos pasaban. Esto claro, ya que era el negocio de su amiga y Dusk debía apoyarla. Sin embargo, Dusk debía admitir que aquellos dos potros tenían un muy buen discurso y podían convencer fácilmente a todos con quienes conversaban a sumarse a sus reclamos. Incluso Rainbow Dash también se dejó llevar por los reclamos de los ponies, y también fue subiendo el volumen de su voz mientras reclamaba por el lento servicio y la falta de jugo.
Con todo el ambiente caldeándose a su alrededor, finalmente Rainbow Dash y Dusk Shine llegaron frente al mostrador de Applejack, siendo finalmente su turno.
"¡Diez jarras de jugo!" Dijo rápidamente Rainbow Dash, dejando un saco de monedas en el mostrador de Applejack.
"¡Seguro!" Respondió Applejack, sonriendo amablemente. Entonces ella sacó un jarro y apretó la llave del barril para que saliera el jugo, todo mientras Rainbow Dash abría con emoción sus ojos para ver caer el jugo. Sin embargo, del barril apenas cayeron unas pocas gotas, saliendo más aire que jugo. "Lo siento, parece que se acabó el barril… ¡Big Mac, Apple Bloom! ¡Cambio de barril!" Gritó Applejack a sus hermanos, que estaban tras bambalinas.
"Grrr… Claro, ya esperé por horas. Puedo esperar unos pocos minutos más…" Refunfuñó Rainbow Dash frustrada, frunciendo el ceño y desviando la mirada. En tanto que, al ver que la fila se demoraba, todos los ponies detrás de Rainbow Dash, que habían estado reclamando segundos antes, volvieron a subir el volumen y reclamaron con más fuerza.
"Parece que todos se ponen algo impacientes con la venta de jugo, jeje." Dijo Dusk, un poco preocupado por Applejack. Decidiendo aprovechar ese momento para charlar un poco mientras esperaban.
"Sí, todos los años es lo mismo. Aunque parece que este año todos están un poco más ansiosos de lo normal." Respondió Applejack encogiéndose de hombros, decidida a ignorar a esos ponies malhumorados.
"Quizás sería más fácil si vendieran en el pueblo. Incluso creo que llegarían más ponies y podrían ganar más dinero." Dijo Dusk con una mirada pensativa.
"Jeje, créeme, aquí nos va suficientemente bien." Respondió Applejack sonriendo, mostrándole a Dusk los enormes sacos llenos de monedas que habían ganado en tan solo unas horas. "Además, el año pasado vendimos en el centro del pueblo, y dos molestos vendedores me molestaron todo el día para que les vendiera la receta de nuestro jugo de manzanas. Así que quisiera evitar volverme a encontrar con esos dos molestos ponies." Agregó Applejack, aprovechando de limpiar el mostrador con una toalla.
"¿El jugo tiene una receta secreta?" Preguntó Dusk.
"¡Por supuesto que no! Se los dije a esos comerciantes. El único secreto son nuestras manzanas." Dijo Applejack encogiéndose de hombros. "Todos vienen a comprar aquí porque saben que nuestro jugo es el mejor, porque está hecho con amor y tegridad… quiero decir, integridad… jeje." Agregó Applejack, terminando de limpiar el mostrador con la pequeña toallita azul.
Justo en ese instante, Apple Bloom llegó junto a su hermana.
"Lo siento hermana, se acabaron los barriles de jugo por hoy." Dijo Apple Bloom con una mirada apenada.
"¿¡Es una broma, verdad!? ¡Todos los años es lo mismo!" Gritó Rainbow Dash, molesta al escuchar a la pequeña potranca.
"¡Sí! ¡Nunca hay suficiente jugo!" Gritó otro potro desde muy atrás. Causando que todos los demás ponies en la fila también comenzaran a gritar furiosos. "¡Jugo! ¡Jugo! ¡Jugo!" Comenzó a gritar el mismo potro, causando que rápidamente todos los demás ponies también lo siguieran en su grito de batalla. Y solo entonces, Dusk se percató que aquel potro que estaba agitando a todos, era uno de los dos potros que desde antes habían estado instigando a los demás para que reclamasen contra Applejack.
"Es increíble la habilidad que tiene ese potro para convencer a las masas…" Pensó Dusk un poco sorprendido.
"Escuchen amigos, sé que todos estaban deseosos por tomar jugo, pero por hoy no hay más. No hay nada que pueda hacer." Dijo Applejack un poco nerviosa, mirando a todos lados, viéndose rodeada de un montón de ponies molestos.
"¿Alguien dijo jugo?" Repentinamente gritó una voz desde el otro extremo del camino en donde todos estaban.
Lentamente apareció por el camino una enorme y extraña máquina, muy parecida al frente de una pequeña locomotora, solo que esta usaba ruedas de carreta. Además, tenía varios barriles y grandes tubos de vidrio sobre ella, unos largos tubos de escape desde el que salía humo, y un enorme asiento en frente, en donde iba sentado tranquilamente el potro que había gritado aquella pregunta, moviendo aquella estrafalaria máquina solo con la fuerza de su magia unicornio.
"¡No teman amigos! ¡Aquí ha llegado la solución a todos sus problemas!" Gritó repentinamente el potro que había estado calentando los ánimos en la fila, corriendo hacia donde estaba la extraña máquina y saltando sobre ella, quedando de pie justo al lado del otro potro que había llevado la máquina hasta allí. "Les presento a: ¡La súper veloz exprimidora de manzanas seis mil!"
Al ver finalmente a ambos potros de frente, uno al lado del otro, era muy obvio para Dusk deducir que ambos unicornios eran hermanos. ¡Ambos eran idénticos! Incluso vestían los mismos chalecos y sombreros. Lo único que los diferenciaba a uno del otro, era que uno de ellos tenía un bigote. Además, otro punto que Dusk pudo confirmar, y que le generó mucha suspicacia, fue reconocer que precisamente esos dos potros habían sido los que habían estado instigando por horas a todos los ponies en la fila.
"Ustedes… ¡Ustedes son esos dos molestos comerciantes del año pasado!" Dijo Applejack molesta, reconociendo a ambos potros.
"¿Qué cosa es la súper veloz no-se-qué?" Preguntó Rainbow Dash, acercándose para mirar aquella extraña máquina.
"Me alegro que lo pregunte, señorita." Dijo uno de los potros comerciantes, guiñándole un ojo a Rainbow Dash e ignorando a Applejack.
Entonces ambos hermanos saltaron de la máquina y comenzaron a cantar una canción muy pegajosa, a la que se fueron sumando la mayoría de los ponies que allí estaban, uniéndose al canto y baile mientras ambos hermanos explicaban quiénes eran y qué hacían allí. Y aunque la mayoría de los ponies allí presentes cantó y se encantó con aquél divertido número musical, Applejack y su familia permanecieron alejados, mirando con recelo a aquellos dos potros.
"Si me permiten, llegó el momento de aclarar todas las dudas y demostrar lo que hace nuestro particular aparatito." Dijo en medio de la canción Flim, quien ya se había presentado durante la canción. Mientras que su hermano de bigote, Flam, comenzaba a usar su magia para hacer funcionar su máquina. "Querida Applejack, sería un honor si nos permitieras unas pocas de tus deliciosas y apetitosas manzanas. Para que todos nuestros amigos puedan ver las maravillas que trae el futuro para todos nosotros." Agregó Flim, usando su astuta lengua de plata para que todos estuvieran atentos a su petición y que Applejack no pudiera negarse.
Con mucha desconfianza, Applejack aceptó. Luego Flim levitó varias manzanas, las cuales fueron absorbidas velozmente por la manguera succionadora de la máquina, luego los barriles de esta empezaron a girar, los tubos de escape lanzaron más humo, una enorme bombilla se llenó de electricidad mágica, y dos grandes tubos se empezaron a llenar velozmente de jugo.
"Wooow… incluso tiene un módulo seleccionador." Dijo Dusk con enormes ojos maravillados, acercándose a la máquina exprimidora. No pudiendo evitar quedar fascinado al ver ese triunfo de la ingeniería y la magia, fusionados para lograr hacer funcionar aquel complejo mecanismo. Así, olvidándose por un segundo que debía de estar apoyando a Applejack, quien solo se mantenía mirando en silencio con su ceño fruncido.
"¿Qué dice abuela Smith? ¿Desea probar?" Dijo Flam, acercándole a la abuela el primer jarro de jugo que entrego la máquina.
"¡Pues claro que lo probaré!" Dijo la abuela de mal humor, dándose cuenta que aquellos dos rufianes querían quitarle su lucrativo negocio de jugo de manzana. Quitándole de los cascos a Flam el jarro con jugo.
"¡Abuela, no!" Dijo Applejack, asustada.
"Tranquila, te aseguro que estos rufianes no pueden igualar la calidad de nuestro jugo." Dijo la abuela, sorbiendo de la jarra de jugo. Entonces, apara su sorpresa, ella no pudo evitar abrir grande sus ojos y pasarse la lengua por la boca por el delicioso jugo que acababa de tomar, idéntico al jugo que su familia vendía. Entonces ella se dio cuenta que todos la estaban viendo y desvió avergonzada la mirada.
"El jugo de la familia Apple no tiene ningún secreto. Solo son sus deliciosas manzanas. Cualquiera que tenga estas manzanas, puede hacer un delicioso jugo con ellas." Dijo Flam, sonriendo victorioso al ver la reacción de la abuela.
"Y con nuestra súper exprimidora, no solo les aseguramos jugo de primera calidad, ¡Sino que les aseguramos que lo tendremos en la mitad del tiempo de lo que se demoran actualmente la abuela Smith y su familia!" Gritó Flim, causando que todos los ponies alrededor gritaran de emoción, incluyendo a Rainbow Dash, al ver que ahora podrían finalmente beber del preciado jugo de manzana.
Mientras los ponies estallaban en aplausos, Applejack se daba cuenta de su grave error. El año pasado ella misma había admitido a esos dos inescrupulosos comerciantes que su jugo no tenía ningún secreto, solo las manzanas de temporada de su granja. Y ahora, de alguna forma, esos dos habían vuelto y habían encontrado una manera de igualar su jugo, e incluso podían hacerlo más rápido. Ahora todo su negocio de jugo podía derrumbarse por su culpa.
"Pues sin nuestras manzanas no podrán hacer más jugo. ¡Y no pienso venderles ni una sola manzana, solo para que nos roben nuestro negocio!" Dijo la abuela Smith molesta, tomando un saco de manzanas que estaba cerca de Flim y Flam, y resguardándolo detrás de ella.
"Vamos abuela. No sea una cascarrabias." Dijo Flim con una amable sonrisa, mirando al resto de los ponies allí presentes. "Lo único que queremos es ayudar a calmar la sed de estos sedientos ponies. Brindándoles jugo de calidad por una módica suma. Incluso estamos dispuestos a dividir las ganancias, si ustedes nos proveen de las manzanas. Digamos… setenta por ciento para nosotros, treinta por ciento para ustedes."
"¡Eso es un abuso!" Gritó la abuela molesta, respaldada por Big Mac y Apple Bloom, que finalmente se daban cuenta de los pocos escrúpulos que tenían esos dos gemelos.
"Entonces, ¿Van a dejar a todos estos ponies sin una gota de jugo solo porque quieren monopolizar el negocio?" Preguntó Flam con una sarcástica sonrisa.
"¡Por supuesto que no!" Gritó Applejack con todas sus fuerzas, decidida a dar término a esa absurda discusión. "Mañana tendremos mucho más jugo y alcanzará para todos. ¡Esa es la honesta verdad! ¡Se los juro!" Agregó Applejack, volteándose para mirar seriamente a todos los demás ponies, en especial a Rainbow Dash, quien había sido una de las más molestas por quedarse sin jugo ese día.
Al ver la firme y honesta mirada de su amiga, Rainbow Dash mordió su labio y desvió su mirada un poco avergonzada, dándose cuenta de cómo había exagerado y cómo eso había complicado a su amiga y su familia. Entonces los demás ponies también sintieron algo similar al ver a la siempre honesta Applejack poniendo su palabra en juego. Y aunque la mayoría seguía estando molestos por no haber alcanzado a tomar jugo, lentamente se fueron retirando, decididos a confiar en la palabra de la yegua campirana.
"Así que tendrán más jugo mañana. Eso es un alivio." Susurró Flim, acercándose a su máquina al ver que los demás ponies se habían calmado y ya no tenía sentido seguir agitando las cosas, al menos por el momento. "Aún así, me pregunto… ¿Alcanzará para todos?" Agregó Flim con una sonrisa engreída. Subiéndose a su pequeña locomotora junto a su hermano, y haciéndola andar, alejándose de Sweet Apple Acres.
"No pensé que las cosas se pondrían tan tensas…" Murmuró Dusk Shine, quien se había quedado de lado en aquella discusión.
"Y estoy segura que no ha terminado." Dijo Applejack, viendo con sospecha la máquina de Flim y Flam mientras se alejaba. "¡Reunión familiar!"
Apenas Applejack dio ese grito, Big Mac, Apple Bloom y la abuela rápidamente se acercaron, se abrazaron y formaron un círculo, viéndose todos cara a cara para discutir lo que tendrían que hacer. En tanto que, al ver que aquello era más un asunto familiar, Dusk decidió apartarse y retirarse, al igual que lo habían hecho los demás ponies. Sin embargo, mientras se iba, Dusk no pudo evitar darle un último vistazo a Applejack, y notar que, aunque lo intentara ocultar, parecía que su amiga estaba sumamente nerviosa y preocupada por lo que vendría.
Al día siguiente, Dusk se preparó para levantarse antes del alba, y llegó a Sweet Apple Acres justo antes que amaneciera, todo para intentar lograr comprar finalmente un poco del legendario jugo de manzana de la familia Apple. Sin embargo, para su sorpresa, incluso con lo temprano que llegó ese día, ya había una fila de ponies esperando por ser atendidos. Aunque afortunadamente, esta fila era un poco más corta que la que le había tocado hacer el día anterior.
Acercándose hasta el final de la fila, Dusk sonrió al ver que justamente allí acababan de llegar también Fluttershy y Rarity. Al ver a Dusk, ambas yeguas sonrieron amablemente. Tal como había pasado previamente con sus otras tres amigas, ninguna de ellas se puso nerviosa al estar junto a Dusk, luego de la declaración de hacía unos días. Aquello hizo que Dusk nuevamente respirara hondo y se obligara a estar igual de tranquilo a como estaban sus amigas.
"Me alegra verlas." Dijo Dusk sonriendo. Luego mirando al lado de sus amigas y después a lo lejos, hacia el principio de la fila. "Qué raro, pensé que Rainbow Dash ya estaría formada."
Al escuchar el comentario de Dusk, Fluttershy y Rarity se miraron mutuamente y no pudieron evitar reírse un poco.
"Querido, si Rainbow Dash se amaneció para venir aquí ayer, es imposible que ella aparezca hoy temprano." Dijo Rarity divertida.
"Para Rainbow Dash es… bueno… imposible levantarse temprano dos días seguidos." Dijo Fluttershy, también sonriendo divertida. "Antes de venir intenté despertarla, pero duerme como un tronco." Agregó Fluttershy, mirando a Dusk con una tímida sonrisa.
Sorprendiéndose ante aquella declaración, Dusk pensó en ir él mismo a intentar despertar a su amiga. Sin embargo, si lo que decían sus amigas era cierto, incluso a él le sería difícil despertar a la pegaso azul de su pesado sueño. Además, los ponies comenzaban a llegar y ya se formaban detrás de Dusk, por lo que perdería su puesto si se iba. Quizás si se quedaba, podría darle su lugar a Rainbow Dash, aunque luego Dusk recordó lo sucedido el día anterior y que probablemente su amiga no aceptaría aquello por considerarlo una derrota.
Luego de una media hora, finalmente Dusk y sus amigas reconocieron a lo lejos la voz de Rainbow Dash, quien finalmente había logrado despertar. Solo para descubrir que nuevamente la fila para comprar jugo ya era enorme, y nuevamente ella estaba muy lejos de lograr su ansiada meta. Así fue como Dusk y sus amigas se salvaron de escuchar todas las palabrotas de frustración que Rainbow Dash gritaba desde su puesto.
Para sorpresa de todos, tal parecía que ese día la fila avanzaba mucho más rápido que el día anterior. Así fue que no pasó mucho tiempo hasta que finalmente llegó el turno de Dusk y sus amigas.
"Parece que hoy tienen todo bajo control." Dijo Dusk una vez llegó junto a Applejack. Aliviado al ver que aquellos dos molestos comerciantes parecían no haber ido aquel día.
"Sí, ayer trabajamos horas extra para hacer más barriles. Y nos organizamos mejor para atender más rápido a los clientes." Respondió Applejack sonriente, mostrando al resto de su familia, quienes efectivamente se movían de una forma mucho más rápida y eficiente para contar el dinero, servir las jarras de jugo y cambiar los barriles. Además, mientras Applejack sonreía, Dusk no pudo evitar notar que tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos, lo que obviamente demostraba todo el esfuerzo que debió poner su amiga para que todo resultara bien ese día, y así no defraudar a sus clientes. "¡Aquí tienen! ¡Qué lo disfruten!" Agregó Applejack, sirviendo una jarra de jugo a Fluttershy, Rarity y Dusk respectivamente.
Lentamente Dusk tomó la jarra de jugo, la olfateó un poco para comprobar que aquello parecía ser un simple jugo de manzana. Sin embargo, en cuanto lo probó, entendió inmediatamente por qué tanto revuelo con aquel jugo. Definitivamente estaba en una categoría superior, era un jugo muy sabroso y dulce, el cual Dusk disfrutó a fondo gota a gota mientras lo bebía. Y sin que él se diera cuenta, atenta a cada expresión de Dusk, estaba Applejack, quien no pudo evitar poner una enorme sonrisa y sonrojarse un poco al ver cómo su querido Dusk disfrutaba del jugo de su familia y el fruto de su trabajo.
Luego de deleitarse con el delicioso jugo, Dusk estuvo tentado de querer comprar más. Pero se contuvo al recordar que debía hacer lo posible para que el jugo alcanzara para todos, en especial para su amiga Rainbow Dash. Quien seguía formada en la fila, acercándose lentamente, ansiosa por probar finalmente su ansiado jugo.
Fue en ese momento, mientras Dusk observaba a Rainbow Dash acercarse, que él se percató que frente a su amiga pegaso estaba Flam, formado al igual que todos, esperando por su turno para comprar. Y mientras seguía formado en la fila, tal como el día anterior, parecía no querer perder el tiempo y nuevamente instigaba a los ponies a su alrededor para que se molestaran con el lento servicio y la falta de jugo para todos.
Finalmente fue el turno de Flam, y como medida precautoria, Dusk decidió quedarse junto a Applejack, para evitar que nuevamente hubiera un conflicto. En tanto que Applejack, simplemente entrecerró sus ojos y arrugó con disgusto su hocico al ver al inescrupuloso comerciante allí.
"¿Qué pasa querida Applejack? ¿Acaso no quieres venderme de tu delicioso jugo? ¿Es que acaso mi dinero no vale lo mismo que el de los demás?" Dijo Flam de forma muy teatral, para que todos los ponies detrás de él lo escucharan.
"Hmm… No hay problema…" Dijo Applejack lentamente, sabiendo que aquel comerciante estaba planeando algo. "¿Cuantas jarras de jugo vas a querer?"
"No jarras, querida. Barriles." Dijo Flam con una arrogante sonrisa. Entonces se agachó y levitó sobre el mostrador de Applejack un enorme y pesado saco lleno de monedas. "Todos los barriles de jugo que te quedan."
Al escuchar que Flam estaba comprando todo el jugo que quedaba, inmediatamente todos los ponies detrás de él, incluyendo Rainbow Dash, que estaba justamente detrás de Flam, comenzaron a reclamar furiosos por quedarse nuevamente sin jugo.
"Amigos, tranquilos, no hay de qué preocuparse." Dijo Flam con una voz calmada, como siempre, haciendo estupendo uso de su habilidad para controlar a las masas. "Sería imposible para mí solo beberme todo ese jugo. Lo estoy comprando para regalárselo a los buenos ponies de Ponyville que aún no han bebido jugo." Agregó Flam, para sorpresa de Applejack y Dusk, que se habían preparado para todo, menos para eso.
Al escuchar aquello, todos los ponies que seguían en la fila gritaron llenos de dicha y comenzaron a corear el nombre de Flam, agradeciéndole por su noble gesto.
"No soporto ver a estos buenos ponies muertos de calor en esta agotadora fila. Prefiero sacrificarme para darles un poco de felicidad. Felicidad que fue quitada por el inepto y lento servicio de jugo de la familia Apple." Dijo Flam, nuevamente fingiendo desinterés y dándole una fugaz y casi imperceptible mirada de burla a Applejack. Quien por su parte, solo apretó fuerte sus labios mientras Flam pasaba tras el mostrador para acercarse a los barriles de jugo.
Justo cuando Flam pasaba por el lado de Applejack, Flam fingió tropezarse y golpeó fuertemente los barriles de jugo apilados, causando que todos cayeran y todo el valioso y delicioso jugo cayera al suelo.
"¡Nooooo….!" Gritó Rainbow Dash horrorizada, saltando hacia los barriles, intentando en vano atrapar algo del jugo que ya había sido absorbido por el suelo. Llenándose su boca solo de un amargo barro sabor manzana, lo que hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas de impotencia.
"Tú… ¡Tú me hiciste una zancadilla!" Gritó Flam, aún tirado en el suelo luego de golpear los barriles. Apuntando a Applejack y gritando a viva voz furioso, para que todos lo escucharan. "¡Esta vendedora desleal me hizo caer a propósito para no venderle jugo a esto buenos ponies! Solo porque quiere quedarse con el monopolio del jugo en Ponyville. ¡Jamás había visto a una vendedora que usara trucos tan sucios como estos solo para acabar con la competencia!"
Con el grito de Flam, todos los ponies alrededor empezaron a susurrar entre ellos, todos discutiendo si lo que decía Flam era posible. Pues, aunque confiaran en Applejack, todos de verdad habían creído ver que Applejack le había hecho una zancadilla. Y lentamente la gran técnica de sugestión de masas de Flam comenzó a carcomer la confianza que los demás ponies tenían en la familia Apple.
"¡Alto ahí! ¡Eso no puede ser verdad! ¡La honesta y confiable Applejack jamás haría algo así!" Gritó repentinamente una voz desde otro lado. Una voz que hizo que por un segundo Applejack se sintiera aliviada, pensando que aún había ponies que no ponían en duda su integridad. Sin embargo, ese alivio desapareció al instante al ver que quién había dicho aquello había sido nada menos que Flim, el hermano de Flam, que justamente se acercaba hasta allí, nuevamente montando su enorme exprimidora de manzanas. "¡Qué vergüenza! ¿Cómo pueden desconfiar de Applejack y su familia?" Agregó Flim, mirando con mirada de regaño a los demás ponies frente a él. Aquello hizo que los demás ponies se sintieran un poco avergonzados por efectivamente haber pensado mal de Applejack.
"Eh… M-Muchas gracias." Dijo Applejack un poco apenada, decidiendo hacer las paces con los gemelos, luego que Flim ayudara a que los demás no desconfiaran de ella. "Te lo agradezco, yo-"
"No hay nada que agradecer, honesta Applejack." Interrumpió Flim, siempre hablando en voz alta para que todos lo escucharan. "Y que los demás ponies no se asusten. Porque les prometo que en menos de una hora, podremos recuperar todos esos barriles de jugo perdido. ¡Y así por fin todos podrán tomar del delicioso jugo de manzana de la Familia Apple y Flim y Flam Asociados!" Gritó Flim, prendiendo con su magia la súper exprimidora de manzanas, causando que todos los ponies gritaran de emoción, viendo que pese a todo, podrían disfrutar de su delicioso jugo.
"¿¡Jugo de la Familia Apple y Flim y Flam Asociados!?" Pensó Applejack con una mezcla de confusión, miedo y enojo. Dándose cuenta que todo había sido un elaborado plan de esos dos sucios comerciantes para dejar a su familia sin abastecimiento, y ganarse a todos sus clientes en el proceso.
"¡No harán jugo con nuestras manzanas!" Gritó Applejack furiosa por haber sido engañada. Sabiendo que se estaba arriesgando a que el pueblo entero cayera en su contra luego de ser engañados por los gemelos. "No existe jugos de Flim y Flam Asociados ni nada de eso. Solo existe el jugo de la Familia Apple. El mismo jugo que ha preparado mi familia por años. Y ningún embustero, con una loca máquina rara, nos hará cambiar de opinión."
"¡Sí!" Gritó en apoyo el resto de la familia Apple, reuniéndose para hacerle frente a esos dos sucios comerciantes.
"¡No puedo creer lo que escuchan mis oídos! ¿¡Es que acaso solo piensan en ustedes!? ¿¡Qué hay de todas estas pobres almas que no han podido disfrutar de una sola gota de jugo!?" Dijo Flim, respondiéndole a Applejack, pero en todo momento mirando al resto de los ponies, hablando teatralmente y ganándose cada vez más al público. "¡Quién lo diría! Quizás la zancadilla que le hicieron a mi hermano sí fue intencional. ¡Qué vergüenza!" Agregó Flim, mientras Flam repentinamente recordaba su 'adolorida' pata' y ponía una falsa cara de dolor.
Tal como temía Applejack, todos los ponies cayeron en las melosas y falsas palabras de Flim. Comenzando todos a reclamar contra la Familia Apple, por no dejar que los hermanos hicieran jugo, por el mal servicio, por la falta de jugo, y por haber lastimado al pobre de Flam solo para que no les regalara jugo.
"Applejack… Creo que deberías ceder." Susurró Dusk al lado de Applejack, al ver que el ambiente se calentaba y los ponies estaban cada vez más molestos, todo mientras Flim y Flam sonreían triunfantes y disfrutaban del espectáculo. "Deja que hagan algo de jugo para que los demás se calmen."
"No lo entiendes. La venta de jugo es una parte importante de las ganancias del año. Si cedemos ahora, esos dos se aprovecharán y nunca podremos recuperar lo perdido." Dijo Applejack, intentando ocultar su nerviosismo, mientras veía cómo esos dos unicornios usaban su magia para activar la máquina.
Al ver Flim y Flam que, pese a tener a todos sus clientes en su contra, la familia Apple seguía manteniéndose firme en no entregar sus manzanas para que ellos pudieran hacer su propio jugo de manzanas, los gemelos decidieron presionar aún más. Así fue como siguieron usando sus perfectas tácticas de venta, jugando con la psiquis de los ponies, pero esta vez no jugaron con los clientes de la familia Apple, sino que directamente atacaron a la familia Apple. Decidiendo hacer uso de sus hábiles lenguas de plata para halagar a la familia, y así convencerlos finalmente.
"Querida Abuela Smith, una refinada y hermosa dama como usted no debería estar trabajando de forma tan dura en el campo." Dijo Flim, acercándose a la abuela y acariciando gentilmente el casco de la abuela. Decidiendo usar un poco de galanura y caballerosidad para ganarse el favor de la abuela. "Con nuestra máquina exprimidora, estos bellos cascos no tendrían que trabajar nunca más en el campo. Así, tendría más tiempo para salir y conocer a alguien especial. A un potro que la viera tan hermosa como yo sé que lo es." Agregó Flim, usando todo su encanto, guiñándole un ojo a la abuela.
"Jejeje, creo que soy demasiado vieja para ti cariño." Dijo la abuela riéndose, quitándole el casco que Flim sostenía. "La edad y el trabajo duro dan experiencia. Como la de poder reconocer cuando alguien te está dando falsos halagos." Agregó la abuela, descubriendo fácilmente las verdaderas intenciones de Flim.
"¡Eso es abuela! ¡Muéstrale que no somos unos tontos ponies campiranos y que no nos dejaremos engatusar por sus tontos engaños!" Pensó Applejack en ese instante. Orgullosa que su abuela no hubiera caído en tal trampa.
Al ver que la técnica del encanto no había funcionado con la abuela, Flim desvió la mirada decepcionado, pero inmediatamente puso una mirada pensativa y se le ocurrió otra forma de atacar a la abuela. Si los encantos y los falsos halagos no funcionaban para ganarse su favor, quizás podría hacer todo lo contrario, y de igual forma lograr su objetivo.
"No puedo creer que no quieran darnos unas pocas manzanas para hacer nuestro jugo." Dijo Flim en voz alta, hablándole a la abuela, pero mirando al resto de los ponies, como si fueran su público. "Sabe qué abuela, estoy empezando a pensar que tienen miedo a competir contra nuestra máquina." Agregó Flim, mirando de reojo a su hermano. Quien por su parte, entendió de inmediatamente lo que planeaba su hermano, sonrió pícaramente y se alejó de allí. "Para mí, la abuela Smith solo es una 'GALLINA'."
"¿Cómo fue que me llamaste?" Dijo inmediatamente la abuela, mirando furiosa a Flim.
"¡No, no, no, no!" Pensó Applejack aterrada, sabiendo lo que esa palabra provocaba en la abuela.
"¡A mí nadie me llama gallina!" Dijo la abuela, acercándose cara a cara a Flim, mirándolo amenazadoramente. Mientras tanto, Flim sonrió satisfecho, sabiendo que había logrado que la abuela mordiera el anzuelo.
"Si está tan segura que nuestra máquina no puede superar su producción de jugo, entonces denos unas manzanas para probarlo. Incluso podríamos hacer una pequeña apuesta." Dijo Flim con una falsa mirada pensativa, pues la verdad era que todo eso era parte de su plan.
"¡Pueden tomar todas las manzanas que quieran! ¡Y aún así no podrán ganarle al trabajo y cariño que nuestra familia pone en nuestro jugo!" Respondió la abuela furiosa. "¡Eso es algo que sí puedo apostar!"
"¡Estupendo! Toda su familia contra nuestra máquina exprimidora." Dijo Flim mirando a la abuela desafiantemente y hablando en voz alta para que todos lo escucharan. "Quien fabrique más barriles de jugo de primera calidad, se quedará con el derecho exclusivo de venta de jugo de manzana en Ponyville."
"¡Acepto!" Gritó furiosa la abuela, aceptando inmediatamente el desafío.
"¡Abuela, no!" Gritó Applejack aterrada.
"Nada de retractarse, tenemos una testigo." Dijo repentinamente Flam, quien se había ido y había regresado con la Alcaldesa, quien había estado formada para tomar jugo, y que había querido permanecer al margen de esa discusión. Pero Flam, sabiendo lo que planeaba su hermano, llevó a la Alcaldesa hasta el centro de la discusión para que sirviera como jueza.
"¡Alcaldesa! ¡Esto es una locura!" Dijo Applejack llena de miedo.
"L-Lo entiendo. Pero si la abuela aceptó el desafío…" Dijo la Alcaldesa, sintiéndose incómoda en esa situación.
"¡Claro que lo acepté! Es más, ¡Aquí y ahora!" Agregó la abuela, para total horror de Applejack.
Mientras Flim y Flam sonreían victoriosos, Applejack miró aterrada hacia todos lados. Entonces ella vio a Dusk, quien parecía igual de impactado que ella por ese súbito desafío.
"Dusk, tú… ¿¡Qué es lo que harías!?" Pensó Applejack, sintiendo un gran nerviosismo al entender más que nadie lo que de verdad se estaba arriesgando en ese desafío. Mirando a Dusk y sintiendo que quería correr hacia él para que lo ayudara.
Sin embargo, aquello no fue necesario. Pues al pensar en qué es lo que haría su inteligente enamorado en esa situación, a Applejack se le ocurrió una brillante idea.
"Mañana." Dijo Applejack intentando tranquilizarse y mirando seriamente a Flim y Flam. "Aceptamos el desafío, pero será mañana."
"Hagámoslo ahora mismo querida." Dijo la abuela Smith, mirando con firmeza a su nieta. "Demostrémosle a estos sucios rufianes que no somos unos cobardes y que podemos ganarles en su propio juego."
"Abuela, confía en mí. Será mejor si lo hacemos mañana." Dijo Applejack, mirando fijamente a su abuela, para que al mirarla entendiera que tenía un plan.
Antes que la abuela Smith pudiera adivinar que su nieta tenía un plan oculto, fueron las astutas mentes de Flim y Flam las que se percataron que Applejack parecía estar planeando algo. Con tantos años de experiencia en engaños, los gemelos rápidamente intuyeron que la joven yegua naranja estaba planeando algo que podría perjudicarlos.
"La abuela Smith dijo aquí y ahora, y nosotros estamos dispuestos a ello. ¿Por qué aplazarlo un día? ¿Acaso quieren hacer trampa? ¿No es acaso de fiar la palabra dada por la abuela Smith?" Dijo Flam, hablándole como siempre a todos los otros ponies presentes, para manipular al público a que pensaran lo que él quería que pensaran, y así ponerlos a su favor.
"¡Por supuesto que mi palabra es de fiar! ¡Ya dije que acepto!" Dijo la abuela Smith molesta, dándole el casco a Flim para cerrar el trato. Mientras este simplemente sonreía victorioso.
"¿¡Por qué no me escuchas abuela!?" Gritó Applejack furiosa, quién vio cómo su plan se arruinaba.
El plan que Applejack había pensado era que, justamente el día siguiente vendrían algunos de sus familiares a visitaros. Junto a sus primos y tíos, ella podría lograr convencer a la abuela que la apuesta que realizaban era una locura, pero ahora, todo ese plan se había ido por el drenaje. Sin embargo, Applejack rápidamente pensó en otra desesperada salida para poder evitar ese problema que se les avecinaba.
"¡Hagan lo que quieran, pero yo no participaré!" Dijo Applejack con una mirada furiosa. "El trato era que ustedes competirían contra toda nuestra familia. Si yo me niego a participar, entonces no pueden competir." Dijo Applejack acercándose a los gemelos y mirándolos muy molesta. Ella odiaba parecer una cobarde, pero si era para salvar a su familia, ella estaba dispuesta a sacrificarse.
"Entonces ¿Confirmas que eres una gallina como la abuela?" Dijo Flim sonriendo maliciosamente, intentando provocar a Applejack.
"Digan lo que quieran." Respondió Applejack apretando sus dientes, tragándose su orgullo. "Vamos abuela." Agregó Applejack, dándose la vuelta y empujando a su abuela para que se alejara de los gemelos.
Mientras Applejack empujaba a la abuela, y el resto de ponies presentes se decepcionaba, dándose cuenta que el esperado desafío parecía que no se llevaría a cabo; fue que Flim y Flam se miraron entre sí, dándose cuenta que su oportunidad de engañar a los Apple se estaba esfumando. Entonces ambos sonrieron maliciosamente, decidiendo llevar la provocación al siguiente nivel, todo con tal de lograr su meta.
"Así que Applejack quiere ausentarse de la competencia. Es una pena, ¿No es así hermano?" Dijo Flim, esta vez hablando en un volumen bajo para que los demás ponies no lo escucharan, excepto por Applejack, quien aún estaba al alcance de su voz.
"Así es. 'Ausente', qué palabra tan fea. Supongo que es algo de familia." Dijo Flam sonriendo maliciosamente.
"Sí, parece que se quiere ausentar al igual que sus padres." Agregó Flim, sonriendo malvadamente.
Apenas Applejack escuchó eso, se congeló. Su vista se nubló por completo, sintiendo una furia que nunca antes había sentido. Ella perdió la razón ante la furia que sintió y su cuerpo se movió solo guiado por la ira. Ella se volteó ferozmente y lanzó un fuerte golpe directo a la cara de Flim.
"¡No!" Gritó Dusk Shine. Que al ver que Applejack se lanzó a golpear a Flim, se abalanzó y se interpuso en el golpe. Causando que su amiga lo golpeara con todas sus fuerzas en la cara a él en vez de a Flim, haciendo que cayera fuertemente contra suelo.
Al ver que había golpeado a Dusk en vez de a Flim, Applejack pudo salir de ese estado de ira ciega en el que había estado, y vio con temor a Dusk tirado en el suelo ante ella.
"¡Dusk! ¿¡Qué hiciste!?" Gritó Applejack asustada, agachándose inmediatamente para ayudar a Dusk a levantarse.
"T-Tranquila… E-Estoy bien…" Dijo Dusk con un ojo cerrado por el dolor. No queriendo preocupar a su amiga, pues la verdad, ese golpe sí que le había dolido. Entonces, luego que Applejack lo ayudara a levantarse, él la miró fijamente. "No te dejes provocar. Si los golpeas, ellos te harán parecer a ti y a tu familia como unos violentos." Agregó Dusk, intentando calmar a su amiga.
Las palabras de Dusk estuvieron de más para calmar a Applejack, pues solo había sido suficiente para ella ver a Dusk tirado en el suelo para que su ira fuera opacada por su preocupación. Sin embargo, ahora que veía que Dusk estaba bien, ella miró fieramente a los gemelos comerciantes. Luego ella cerró fuerte sus ojos y se obligó a calmarse y seguir las palabras de Dusk, pese a que en el fondo quería moler a golpes a esos dos rufianes por lo que habían dicho.
"Gracias, noble caballero. Has salvado a este humilde comerciante de la paliza que esa vulgar yegua de campo quería darme." Dijo Flim teatralmente, abrazando a Dusk entre sus casco. Hablando a viva voz para que todos lo escucharan. Decidido a tomar ventaja de cualquier situación.
El abrazo de Flim solo duró un segundo, ya que inmediatamente tuvo que soltar a Dusk de sus cascos al sentir una fuerte descarga eléctrica. Entonces, luego del susto, vio que Dusk estaba con una mirada llena de furia, y su cuerno lanzando chispas.
"Si vuelves a burlarte así de mi amiga o de su familia, te juro que te arrepentirás." Dijo Dusk mirando furioso a Flim, con un fugaz brillo rojo de ira en sus ojos. Tanta era la ira de Dusk, que su cuerno no podía evitar lanzar chispas y leves rayos eléctricos al contener su magia.
Al ver la furiosa mirada de ese unicornio, por primera vez Flim se quedó sin palabras y dio un paso hacia atrás, tragando saliva, asustado ante aquella amenaza. En tanto que, sin que Dusk se diera cuenta, aquellos rayos mágicos de ira que lanzó su cuerno, llegaron hasta la máquina exprimidora de los gemelos. Entonces, la electricidad corrió por uno de los tubos de cristal, sobrecargándolo de energía y causando que este explotara. Aquello hizo que toda la furia de Dusk se esfumara, poniendo una cara de asombro y horror ante lo que había provocado sin querer.
"No es primera vez… ¿Por qué se me hace tan difícil controlar mi magia cuando me enojo?" Pensó Dusk, aterrado al ver explotar el tubo de cristal.
"¡Woooh! ¿Lo vieron amigos? ¡Nos están saboteando! ¡Quieren romper nuestra súper exprimidora para que no podamos tener un desafío!" Gritó Flam, aprovechando inmediatamente aquel accidente para seguir teniendo el apoyo de los ponies que los rodeaban.
Los demás ponies que estaban esperando el jugo, no habían entendido nada de lo que había sucedido. Lo único que todos vieron fue que por alguna razón Applejack golpeó a Dusk y que luego Dusk usó su magia para romper los tubos de vidrio de la máquina exprimidora. Con esos datos a la vista, y con la enorme persuasión de los discursos de Flim y Flam, la gran mayoría de los ponies presentes no pudo evitar creer lo que Flam les estaba planteando.
"Pero no se preocupen amigos. Incluso con esos juegos sucios que hace la familia Apple y sus amigos, les aseguro que nuestra máquina, a la mitad de su capacidad, aún podría competir y ganarle a la familia Apple produciendo jugo." Agregó Flam, continuando la presión para que el desafío se llevara a cabo.
Mientras el público volvía lentamente a gritar y a ejercer su presión, la mente de Applejack hizo caso omiso de los demás y solo miró a Dusk, quien seguía mirando con cara de bobo a la máquina, dándose cuenta de su torpe error. Sin embargo, Applejack simplemente sonrió tiernamente, dándose cuenta que él la había salvado de cometer un grave error.
"Hermana, ¿Estás bien?" Dijo Apple Bloom, quien, junto a Big Mac y la abuela Smith, se acercaron hasta Applejack, sabiendo que debía haber una razón para que ella hubiera reaccionado de esa forma.
"E-Estoy bien, no se preocupen." Dijo Applejack con una pequeña sonrisa nerviosa. Evidentemente mintiendo para intentar no preocupar a su familia.
"No sé qué te habrán dicho esos rufianes, ¡Pero debemos darles una lección!" Dijo la abuela, tocando suavemente a su nieta y mirándola con seguridad. "Applejack, mostrémosles lo fuerte que es nuestra familia."
"¡Todos estamos de acuerdo! ¡Confía en nosotros! ¡Podemos ganarles!" Agregó Apple Bloom llena de confianza.
"Y…Sip." Agregó el siempre locuaz Big Mac.
Pese a que Applejack ya estaba calmada y que veía la seguridad y confianza en los ojos de su familia, ella no podía tener esa misma mirada. Cada vez que pensaba en la posibilidad que ella y su familia podrían ganarle a esos dos unicornios y su máquina, a su mente volvía el recuerdo de su competencia contra Sunset Shimmer, y cómo ella le había demostrado que un unicornio podía ganarle cosechando manzanas.
"No podremos ganarles…" Dijo Applejack, con una mirada llena de temor.
"¡Claro que lo haremos!" Respondieron juntos los otros tres Apple, mirando llenos de determinación a Applejack.
Al ver esas miradas llenas de seguridad, Applejack cerró fuerte sus ojos, luego bajó su cabeza lentamente, respiró hondo, y finalmente decidió creer en su familia. Aunque fuera una posibilidad entre cien, ella creería en su familia.
"Está bien…" Dijo finalmente Applejack, rindiéndose y esperando que no estuviera cometiendo el error más grande de su vida.
Para sorpresa de Applejack, las débiles palabras que pronunció sonaron muy fuerte. Entonces ella miró a su lado y vio que Flim había puesto un altavoz a su lado.
"¡Ya lo oyeron amigos! ¡El desafío por el jugo de manzana se llevará a cabo!" Gritó Flim lleno de emoción, causando que todos los demás ponies presentes también gritaran felices, sabiendo que con ese desafío podrían beber muy pronto del delicioso jugo de manzana que cualquiera de los dos grupos hiciera.
"¡Oh! ¡Qué casualidad! Parece que teníamos un tubo de reserva." Dijo Flam desde otro extremo, fingiendo sorpresa y cambiando el tubo roto de la exprimidora por uno totalmente nuevo. "Ahora nuestra máquina podrá competir a toda su potencia." Agregó, mirando burlescamente a la familia Apple.
Luego de unos pocos preparativos, en un lado de los campos de manzanos de la familia Apple, se instalaron los gemelos Flim y Flam con su súper máquina exprimidora. En tanto que en otro lado, se instaló la familia Apple con toda su maquinaria rudimentaria para cosechar y fabricar el jugo de manzana. En medio de ambos equipos se encontraba la Alcaldesa, junto a un potro café que había llevado hasta allí un enorme reloj de arena. Y finalmente el resto de los ponies detrás de una valla, un público ansioso por ver esa interesante competencia. Con Dusk y las demás amigas de Applejack en primera fila, incluyendo a Rainbow Dash, quien tenía una mirada triste, llena de culpa por haber sido parte del grupo que empezó la revuelta contra su amiga.
"Bien ponies, estamos por empezar esta improvisada competencia que determinará quién tendrá los derechos exclusivos de venta de jugo de manzanas en Ponyville." Dijo la Alcaldesa mientras el potro café a su lado, llamado Dr. Hooves, hacía todo el papeleo. Pues al parecer, además de ser el científico del pueblo, era el notario, y le encantaba firmar todo tipo de documentos. "Como quedará registrado en el acta, quien haga más barriles de jugo de manzana de la más alta calidad en una hora, será el ganador. ¿Ambas partes aceptan?"
"Aceptamos." Dijo Flim, firmando con su casco el papel que Dr. Hooves había llevado ante él.
"A-Aceptamos…" Respondió Applejack, aún insegura de participar. También firmando con su casco el documento presentado por el notario.
"¡Que comience el desafío!" Gritó la Alcaldesa, volteando el reloj de arena para que empezara la cuenta regresiva. Causando que todos en el público gritaran de emoción.
Por parte de la familia Apple, el proceso comenzaba con Applejack, quien golpeaba los manzanos y hacía que las manzanas cayeran. Entonces seguía Apple Bloom, quien con un canasto atrapaba las manzanas antes que cayeran al suelo y las llevaba hasta su abuela. La abuela Smith tenía la labor de seleccionar, donde veía y olía cada manzana, desechando las malas y tirando por una canaleta las buenas. Finalmente Big Mac corría en una corredora para hacer funcionar un pequeño molino artesanal, que hacía girar una gran rueda que exprimía las manzanas y hacía que el jugo saliera por un lado.
Viendo el gran trabajo en equipo que hacían, la mayoría de los ponies del público comenzó a apoyar a la familia Apple, viendo esa rapidez y destreza para realizar aquella pesada labor. Sin embargo hubo un pequeño grupo de ponies que inmediatamente notó que no todo funcionaba tan bien como todos creían.
"¿Es idea mía o algo pasa con Applejack?" Dijo Rarity, diciendo lo que todos sus amigos pensaban.
La experiencia de haber visto tantas veces a su amiga campirana cosechando, había llevado a que Rarity y los demás se dieran cuenta que Applejack estaba siendo levemente más lenta que de costumbre.
"Es como si algo la distrajera." Agregó Fluttershy preocupada.
"¡Ya llevamos un barril!" Gritó Apple Bloom emocionada, luego de haber completado el primer barril de jugo.
"Nunca habíamos llenado un barril tan rápido." Pensó Applejack con una leve esperanza creciendo en su corazón. Sin embargo, esa esperanza se desvaneció al instante al levantar su vista y ver que frente a ella, estaba su competencia, quienes justo cuando Apple Bloom gritaba que habían completado su primer barril, también habían completado un barril, ¡Pero era el tercero que llevaban!
La súper veloz exprimidora de manzanas seis mil era una máquina impresionante. Mientras Flim y Flam descansaban tranquilamente en el asiento de su máquina, lo único que tenían que hacer era activar continuamente su magia unicornio, luego la máquina hacía el resto. Con una enorme manguera la máquina succionaba desde el aire gran parte de las manzanas de los árboles, luego las manzanas pasaban por un ciclo de selección automática, eliminando todas las manzanas malas, y finalmente los barriles de manzanas giraban a toda velocidad hasta crear el jugo, sellando automáticamente los barriles y apilándolos con precisión.
Tal como había temido Applejack, su familia estaba en desventaja contra la magia unicornio. Por cada barril que su familia esforzadamente hacía, sin mayor esfuerzo los gemelos unicornio hacían tres barriles. Aquello hizo que Applejack nuevamente recordara su duelo contra Sunset y como había sido vencida abrumadoramente. Aquello era lo que impedía que Applejack pudiera concentrarse completamente, y ahora, viendo el potencial de la súper exprimidora de Flim y Flam, Applejack se hacía cada vez más imprecisa al golpear y cosechar manzanas, llenándose de dudas y nerviosismo.
"¡No te rindas Applejack! ¡Tú puedes! ¡Eres la mejor!" Gritó con todas sus fuerzas Rainbow Dash, haciendo que Applejack saliera de sus oscuras inseguridades y viera hacia el público.
Allí estaba su gran amiga y eterna rival, quien estaba apoyándola con todas su fuerzas. A la pegaso celeste ya no le importaba quedarse con jugo o no, lo único que quería era que su amiga ganara. Al igual que sus demás amigas, quienes también comenzaron a gritar con todas sus fuerzas para darle ánimos. Entonces Applejack no pudo evitar sonreír, recuperando la confianza que por un momento había comenzado a perder.
Mientras veía a sus amigas, instintivamente Applejack buscó con sus ojos a un pony en especial, al potro que tantas veces lo había ayudado y alentado. Sin embargo, se sorprendió al ver que, a diferencia de sus demás amigas, Dusk Shine no la estaba apoyando desde el público. De hecho, Dusk Shine ni siquiera estaba allí, él se había dado la vuelta y había salido corriendo de allí.
"¿Dusk se va?" Pensó Applejack con una mirada confundida y preocupada. Sin embargo ella rápidamente borró esa mirada y volvió a poner una mirada de total concentración. "¡No es así! La antigua Applejack hubiera creído que Dusk se va porque sabe que no podemos ganar. ¡Pero él jamás haría algo así! Sé que si se va es porque algo muy importante sucedió. Yo… ¡Yo confío en Dusk con todo mi corazón!" Pensó Applejack, sonriendo con confianza. Recuperando toda la motivación que le faltaba.
El tiempo pasó rápidamente. Pronto habían pasado treinta minutos y solo quedaba la mitad del tiempo. Y aunque la competencia seguía tan intensa como al principio, ya se hacía más que evidente la notoria ventaja de uno de los equipos. Mientras que la familia Apple se veía agotada llevando cuatro barriles, los gemelos Flim y Flam se mantenían sin sudar una gota, mientras su máquina llevaba apilados doce barriles de jugo.
Justo en ese momento, finalmente Dusk Shine volvió hasta el lugar de la competencia. Sin perder tiempo, saltó la valla que dividía al público de quienes participaban en el desafío, y se dirigió hacia un lado del campo. Pero curiosamente, en vez de ir hasta donde estaba su amiga y su familia, Dusk fue directo hasta donde estaban Flim y Flam, aún sentados cómodamente en el asiento de su máquina.
"Disculpen, quisiera hacerles una pregunta." Dijo Dusk, mirando amablemente a los gemelos comerciantes, sosteniendo con su magia un lote de papeles. "¿Pueden ayudar en la competencia los miembros honorarios de la familia Apple?"
Ante la pregunta de Dusk, tanto Flim y Flam miraron con sorpresa al joven potro lavanda. Luego ellos inmediatamente se fijaron en su cuerno y entrecerraron los ojos, recordando la fuerza mágica que este parecía poseer.
"Por supuesto que… ¡No! No nos arriesgaremos a que uses tu magia para ayudar a esos simples ponies campestres. ¿Por quién nos tomas? ¡El trato está hecho! Es SOLO la familia Apple contra nuestra máquina." Respondió Flim, sonriendo malvadamente. Sabiendo que no podía darle ninguna chance de ganar a los Apple.
"Bien, eso creí." Dijo Dusk sonriendo victorioso. Dándose la vuelta mientras Flim y Flam lo miraban confundido.
Totalmente concentrada en su labor de golpear los manzanos, Applejack apenas se dio cuenta que Dusk había llegado junto a ella.
"Lo que sea que tengas que decir… Será mejor que lo digas después…" Dijo Applejack agitada, sin siquiera mirar a Dusk. Totalmente concentrada para dar la siguiente patada al manzano.
"Applejack, casémonos."
En cuanto Dusk dijo aquello, por primera vez en su vida Applejack perdió absolutamente su concentración y puntería, y golpeó al aire en vez de al manzano, causando que cayera de golpe al suelo.
"Q-Q-Qu… ¿Qué dijiste?" Dijo Applejack sonrojada, sacudiéndose su cabeza al creer haber escuchado mal. No había otra respuesta, ¡Definitivamente debió haber escuchado mal!
"No tenemos tiempo." Dijo Dusk apresurado, tomando el casco de Applejack y haciendo que este quedara marcado como firma en uno de los papeles que había traído consigo. "De prisa, ven conmigo." Agregó Dusk, tomando del casco a Applejack para que lo acompañara. Mientras la yegua naranja simplemente se fue tambaleando por la extrema confusión que sentía.
Rápidamente Dusk jaló de Applejack hasta que ambos llegaron frente a la Alcaldesa. Entonces Dusk le mostró a la autoridad el lote de papeles que había traído consigo.
"Alcaldesa, usted nos puede casar, ¿No es así?" Preguntó Dusk, mirando a la Alcaldesa con una mirada seria y determinada.
"¿¡C-Casar!? B-Bueno sí, yo tengo la autoridad para realizar casamientos, pero…" Respondió la Alcaldesa muy confundida y sorprendida. Pero nunca tan confundida ni sorprendida como seguía estando Applejack, quien parecía que apenas podía mantenerse en pie mientras su mente seguía totalmente confundida.
"Casarse… Eso fue lo que dijo… Casarse…" Repetía Applejack en su mente, abstraída totalmente de la realidad. Sin entender nada de lo que sucedía.
"Solo necesitamos de un notario, ¿Verdad?" Dijo Dusk sonriendo victorioso. "Y justamente tenemos-"
"¡Yo soy notario!" Dijo Dr. Hooves, el potro que había traído el enorme reloj. Fascinado con el lote de papeles que había traído Dusk, comenzando a leerlos rápidamente, firmándolos sin que siquiera se lo pidieran.
"E-Esto es demasiado apresurado… ¡Y estamos en medio de una competencia!" Dijo la Alcaldesa, aún muy confundida.
"¡Precisamente por eso es que debemos hacerlo rápido!" Dijo Dusk, mirando nervioso el enorme reloj de arena.
"A… ¿A qué te refieres?" Preguntó Applejack lentamente, finalmente logrando salir en parte de su aturdimiento.
"Si nos casamos, oficialmente seré parte de tu familia, ¡Y podré ayudarte en la competencia!" Dijo Dusk, mirando emocionado a su amiga. Contándole finalmente su estupendo plan. "Podemos casarnos para hacerlo oficial y luego simplemente podemos anular el matrimonio."
"Eso… Eso es abusar del sistema…" Murmuró un poco molesta la Alcaldesa. A quién no le gustaba que cosas tan serias como el matrimonio se tomaran tan a la ligera, solo por una apuesta.
"Acepto que es algo extremo, pero tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas." Dijo Dusk, sonriendo lleno de confianza. "No hay nada ilegal en lo que hacemos, ¿Verdad?"
"Hnng… Hmm… No… Supongo que no…" Respondió la Alcaldesa a regañadientes. Luego ella miró de reojo a lo lejos, en donde la abuela Smith seguía examinando las manzanas que tenía, aún luchando por no perder aquel desafío, el cual, bien sabía la Alcaldesa, podía implicar que la familia Apple tuviera que abandonar su granja por las pérdidas en las ventas. "Bien… lo aceptaré. Pero les vuelvo a insistir que no es correcto."
"Con eso basta." Sonrió Dusk. Satisfecho de haber convencido a la Alcaldesa.
"Dusk, espera." Dijo Applejack, tomando a Dusk por los hombros y mirándolo seriamente. "Está bien, lo entiendo. Acepto que en tu mente esto debe parecer una idea brillante, ¡Pero es una locura!"
"Lo sé, pero creo que lo sabes. Es la única forma que puedan competir de forma justa contra esos sucios gemelos." Dijo Dusk, también mirando seriamente a su amiga.
Con las palabras de Dusk, Applejack no pudo evitar ver hacia donde estaba la súper exprimidora, y ver la enorme cantidad de barriles de jugo que llevaban. Incluso con la ayuda de Dusk, era muy probable que ni así lograran alcanzarlos. Y antes que anteponer su orgullo y su sentido común, Applejack, como siempre, antepuso a su familia.
"Huff… E-Está bien. Acepto." Respondió finalmente Applejack. Sonrojándose y dejando caer su cabeza.
"¡Perfecto! Ahora necesitamos que vengan las chicas." Dijo Dusk, llamando con el casco a sus demás amigas. Quienes, habiendo estado atentas luego de ver que algo raro pasaba en la competencia con Dusk, Applejack y la Alcaldesa, corrieron inmediatamente hasta donde ellos estaban.
"¿Qué pasó? ¿Por qué Applejack ya no está cosechando?" Preguntó Pinkie Pie al llegar, junto al resto de sus amigas.
"Para este tipo de bodas tan… informales, no es necesario tener testigos. Solo bastan los documentos y que yo los case." Dijo la alcaldesa, luego de ver que habían llegado más ponies allí.
"En realidad no las llamé para eso." Dijo Dusk, levitando otro montón de papeles y mostrándoselos a la Alcaldesa con una enorme sonrisa. "También me casaré con ellas."
Un largo y ominoso silencio se sintió alrededor, escuchándose solo la arena del enorme reloj cayendo por el vidrio. Tanto la familia Apple como los mismos hermanos Flim y Flam habían estado intentando prestar atención a lo que ocurría con la Alcaldesa, Dusk y las yeguas. Y lo único que pudieron escuchar fue la sorprendente y ridícula frase que Dusk dijo en aquel momento. Una frase que dejó a todos aturdidos y con la boca abierta por unos pocos segundos.
"¿¡QUÉ TAN DESVERGONZADO PUEDES SER!?" Gritaron al mismo tiempo Rainbow Dash (completamente sonrojada) y la Alcaldesa, saltando y dándole ambas un golpe a Dusk en la cabeza.
*IMAGEN : bit .ly/ 3B3D6ya
"¡Ouch…! ¿Es que no lo entienden? Es la única solución, ¡Así todos seremos parte de la familia y podremos ayudar a Applejack!" Dijo Dusk, sobándose su cabeza por el golpe recibido.
Mientras Dusk trataba de explicar su 'brillante idea', y sus amigas y la Alcaldesa discutían con él por lo extremo de su plan, Flim y Flam se quedaron pensando, con miradas muy serias. Ahora que entendían lo que trataba de hacer Dusk, se daban cuenta que en realidad era un gran problema. Si la Alcaldesa accedía, no solo Dusk y sus amigas podrían entrar a la competencia, sino que también podría hacerlo cualquier otro pony del público. Entonces, rápidamente ambos gemelos sacaron un cálculo mental y se dieron cuenta que si Dusk lograba convencer a la mayoría de los ponies del público a que aceptaran ese matrimonio temporal, podrían estar en problemas.
Ambos gemelos se miraron entre sí, sabiendo que habían llegado a la misma conclusión. Entonces ambos se acercaron y empezaron a murmurar entre ellos.
"¡Señora Alcaldesa! Por favor, debemos detener esta locura. En nombre del verdadero amor. No podemos permitir que se ensucie una institución tan sagrada como el matrimonio." Dijo Flim, como siempre, endulzando sus palabras. "Hemos charlado con mi hermano, y hemos decidido que si nadie se casa, permitiremos que esos cinco ponies ayuden a la familia Apple." Agregó Flim, indicando despectivamente con su casco a Dusk y sus amigas.
"¡Pero solo con dos condiciones! Una: Que solo ellos se unan y que nadie más pida unirse." Dijo Flam, sabiendo que incluso con cinco ponies extra, a la familia Apple le sería imposible ganarles. "Y dos… Que ninguno de los unicornios que los ayude use magia." Agregó Flam, sonriendo malvadamente junto a su hermano. Sabiendo ambos que mientras ellos pudieran usar magia y su competencia no, su victoria estaba asegurada.
"¡Hecho!" Dijo Dusk inmediatamente, sonriendo victorioso. Entonces él arrojó al aire todos los papeles que había traído, mientras Dr. Hooves corría para atraparlos y ordenarlos correctamente, aunque ya no sirvieran.
"Bien. Ahora, les sugiero que vuelvan a la competencia." Dijo Flim mientras él y su hermano volvían a activar su magia en la súper máquina exprimidora. "No es como si fueran a ganar, pero al menos será divertido verlos intentarlo." Agregó Flim, sonriendo malévolamente al igual que su hermano.
"¡Vamos! ¡De prisa!" Gritó Dusk, corriendo para que sus amigas lo siguieran y volvieran a los manzanos.
"Espera… ¿Este era tu plan desde el principio?" Preguntó Applejack, corriendo al lado de Dusk.
"Por supuesto que no." Dijo Dusk mirando a su amiga mientras corría, sonrojándose y sonriendo. "No hubiera estado tan mal si nos hubiéramos casado, ¿Verdad?" Agregó Dusk. Dándose cuenta que ahora, a diferencia de esos días previos de incertidumbre, finalmente podía hablar de amor con sus amigas sin sentirse incómodo.
Ante aquella sonrisa, Applejack no pudo evitar sonrojarse y bajar su mirada avergonzada.
"Bien escuchen, Applejack y su familia deben concentrarse en sus tareas, y cada uno de nosotros los ayudará en algo." Dijo Dusk, deteniéndose frente a la familia Apple y a sus amigas. "Yo ayudaré a cosechar a Applejack. Pinkie Pie ayudará a recolectar a Apple Bloom. Rarity ayudará en la etapa de selección a la abuela. Rainbow Dash ayudará en la corredora a Big Mac. Fluttershy sellará los barriles y los cambiará. ¡De prisa! ¡No hay tiempo que perder!"
Sin cuestionar ni un segundo las órdenes de Dusk, cada una de sus amigas fue directamente a su posición. Ninguna de las cinco yeguas había puesto en duda el don que Dusk tenía para organizar. Y lentamente se sorprendieron al entender lo veloz que Dusk había sido para designar a la yegua adecuada para la labor adecuada. Los saltos de Pinkie Pie la hacían perfecta para recolectar fácilmente las manzanas que caían; el gran sentido estético de Rarity la hacía perfecta para clasificar instintivamente una manzana buena de una mala; la velocidad de Rainbow Dash era perfecta para ayudar en la corredora; y Fluttershy podía agregar una nueva etapa, haciendo que el proceso fuera continuo y no se detuviera.
En tan solo dos minutos la familia Apple se sorprendió al ver lo veloz que se había vuelto todo el proceso. Con la ayuda de los cinco amigos de Applejack, su velocidad se había triplicado, e incluso, parecía que minuto a minuto, la producción se aceleraba más y más. No solo eran más cascos en el proceso, ahora parecía que el estrés de la competencia había desaparecido y cada pony disfrutaba la labor que hacía, causando cada vez mejores resultados.
Una de aquellas que más se sorprendió de todo aquello, fue la abuela Smith, quien nunca, ni en sus mejores días, había visto aquel trabajo de hacer jugo de manzana, hacerse tan rápido. Y mientras su vista veía orgullosa a todos sus nietos, no pudo evitar detener su vista en una nieta en particular.
Cosechando con toda su energía, con una enorme sonrisa, estaba Applejack, y junto a ella, igualmente sonriente, estaba Dusk Shine. Ambos pateando en sincronía perfecta, con Dusk aplicando todo el conocimiento que había aprendido de Applejack. Ninguno de los dos hablaba, era como si ambos fueran un espejo del otro, solo se sonreían mutuamente y cosechaban manzano tras manzano, disfrutando de aquella rústica pero divertida labor. Pero más importante, disfrutando de la compañía del otro.
Con esa bella vista ante ella, la abuela Smith no pudo evitar recordar a su fortachón pero tierno hijo, cuando cosechaba manzanas junto a su querida esposa. En ese preciso momento Applejack y Dusk eran la viva imagen de Bright Mac y Pear Butter, y la abuela no pudo evitar soltar una lágrima de emoción al recordar aquello.
Quedaban menos de diez minutos, y Flim y Flam no habían puesto mayor atención a la competencia. Ellos solo los habían visto trabajar la primera ronda y rápidamente calcularon que no los alcanzarían. Sin embargo, ninguno de los dos tomó en cuenta la enorme sinergia de aquel grupo de nueve ponies, y cómo su trabajo en equipo creció y creció hasta finalmente superarlos. Fue solo cuando Flam bostezaba, que miró de reojo a sus rivales y se dio cuenta de la enorme cantidad de barriles de jugo que habían hecho en pocos minutos.
"¡Van igualados!" Gritó Dr. Hooves justo en ese momento, quien era quien iba llevando atentamente la puntuación barril a barril.
Aquel aviso hizo que el público gritara de emoción, mientras que Flim y Flam, por primera vez en la competencia, sintieron un escalofrío y vieron en sus mentes una posibilidad de que realmente podían perder. Entonces los gemelos se miraron mutuamente y asintieron, poniendo serias miradas. Al instante, Flim y Flam incrementaron al máximo la fuerza de su magia, y la súper exprimidora comenzó a moverse más rápido, absorbiendo muchas más manzanas para convertir en jugo.
Los minutos pasaron y rápidamente Flim y Flam se dieron cuenta que, a pesar que la súper exprimidora trabajaba al doble de velocidad, la velocidad para hacer el jugo seguía siendo casi la misma.
"¿¡Por qué no funciona más rápido!?" Gritó Flim, comenzando a ponerse nervioso.
"Hmm… ¡Lo tengo! ¡Es el proceso de selección!" Dijo Flam, acercándose a ver el vidrio tras el cual la máquina seleccionaba las manzanas. Descubriendo que, aunque la máquina exprimidora tuviera más manzanas, el proceso de selección seguía un mismo ritmo que no podía cambiarse.
"¡Detenlo!" Gritó Flim, saltando y apagando el módulo seleccionador de la súper exprimidora.
"¿Qué pasa? ¿Están discutiendo?" Pensó Dusk con curiosidad, viendo desde lejos cómo los gemelos parecían estar nerviosos y habían estado ajustando la máquina. "¿¡La estarán ajustando para que vaya más rápido!?" Pensó Dusk asustado.
Tal como temiera Dusk, la súper veloz exprimidora de manzanas seis mil comenzó a producir barriles de jugo a una velocidad impresionante, triplicando su producción en tan solo unos minutos. De aquello, pareció que solo Dusk se dio cuenta, pues todos los demás miembros de su equipo estaban absolutamente concentrados en sus tareas.
"¡No te distraigas!" Pensó Dusk, sacudiendo su cabeza para tranquilizarse.
"¡Dusk, de prisa! Debemos-" Gritó Applejack antes de ser interrumpida.
"¡Tiempo!" Gritó la Alcaldesa, justo cuando el último grano de arena caía del reloj. Dando así por finalizada la competencia.
Con el anuncio de la Alcaldesa, todos los ponies en el público gritaron de emoción y corrieron hasta donde estaba la Alcaldesa, ansiosos por saber quién había ganado esa intensa y disputada competencia. En tanto que los competidores también se acercaron, con los gemelos Flim y Flam sonriendo arrogantemente, mientras la familia Apple sonreía amablemente, agradeciéndoles a las amigas de Applejack por la ayuda. En tanto, Dusk y Applejack no pudieron evitar poner miradas tensas mientras Dr. Hooves terminaba de contar los barriles de jugo de ambos equipos.
"Por una diferencia de tres barriles… ¡Ganan la competencia Flim y Flam!" Gritó finalmente Dr. Hooves.
Con el anuncio del ganador, todos los ponies del público aplaudieron felices a los vencedores, mientras estos daban reverencias de agradecimiento y sonreían modestamente, aunque en el fondo, ambos gemelos sonreían malvadamente en sus mentes, sabiendo que quitándoles el negocio de jugo de manzana a la familia Apple, ellos fácilmente podrían comprar todo Sweet Apple Acres y hacerse de todo ese gran negocio. En tanto, la familia Apple, Dusk y sus amigas, quedaron desolados. ¡Habían perdido la competencia por solo tres barriles! Habían dado todo de sí, pero finalmente, de igual forma, habían perdido contra esos malvados y tramposos comerciantes.
"Perdimos…" Susurró Applejack pálida, sabiendo, al igual que los gemelos, que sin la venta de jugo de manzana, su familia no podría mantener a flote su granja y sus gastos.
"¡No es justo! ¡No es justo! ¡No es justo!" Comenzó a decir Apple Bloom, llorando de impotencia luego de haber perdido por tan poco.
Mientras Fluttershy y la abuela Smith se acercaban a la pequeña potranca para consolarla, Dusk pensó que también le hubiera gustado acercársele para calmarla. Pero la verdad era que Dusk sentía lo mismo que Apple Bloom. Después de todos los trucos sucios que los gemelos habían usado, ¿¡Era justo que Applejack y su familia perdieran su negocio contra ellos!?
"No es justo." Pensó Dusk, con una mirada seria, convencido que la justicia debía existir en algún lugar.
En ese momento, Dusk miró hacia la súper exprimidora de manzanas de los gemelos, la cual ya no producía jugo, pero de igual forma estaba encendida, aun con un poco de la carga mágica que los gemelos habían usado en ella. Al observarla, Dusk abrió grande sus ojos al ver que, aunque la máquina aún estaba encendida, la luz que estaba sobre la correa seleccionadora estaba apagada. El día anterior, él se había acercado mucho a la máquina, a admirar aquel impresionante logro de magia e ingeniería, y justamente una de las partes que más había llamado la atención de Dusk, había sido el módulo seleccionador de la máquina.
"Los tramposos nunca ganan." Susurró Dusk sonriendo, finalmente entendiendo cómo habían hecho los gemelos que su máquina funcionara más rápido.
"¿A qué te refieres?" Preguntó Applejack, quien estaba al lado de Dusk y se sorprendió al verlo sonreír. Entonces Dusk se acercó a su oreja y le susurró lo que había descubierto. Con eso, Applejack también comenzó a sonreír lentamente, dándose cuenta del error de los gemelos. Luego ella y Dusk se miraron con confianza y asintieron, ambos sabiendo lo que tenían que hacer.
"Gracias, gracias. Todo lo hicimos por ustedes. Solo para traerles el mejor jugo de manzana de Equestria." Dijo Flim con una falsa sonrisa de modestia. Agradeciéndole a todos los demás ponies que seguían felicitándolos.
"Debo sacarme el sombrero. Aunque no me guste, debo aceptar que ganaron justamente. Felicitaciones." Dijo repentinamente Applejack, abriéndose paso entre los demás ponies para llegar hasta donde estaban Flim y Flam. "Y si no les molesta, quisiera hacer un pequeño brindis, junto a todos los presentes, por su victoria. Después de todo, creo que todos quisiéramos probar el jugo ganador, ¿Verdad?" Agregó Applejack, mirando hacia los demás ponies y alzando una jarra vacía.
Ante el gesto de Applejack, los demás ponies presentes también hicieron lo mismo, alzando sus jarras vacías, deseosos no solo de compartir esa victoria con los gemelos, sino también por probar lo antes posible el delicioso jugo por el que habían estado esperando durante todo el día. Por su parte, Flim y Flam entrecerraron sus ojos y miraron con sospecha a Applejack, quien ahora desviaba la mirada.
"¿Con quién piensas que estás hablando? ¡Eres una pésima mentirosa!" Pensó Flim, adivinando inmediatamente lo que Applejack tramaba. "Te diste cuenta que los últimos barriles los hicimos sin seleccionar las manzanas, ¿No es así? ¿Crees que haremos el brindis con uno de los últimos barriles? ¡En verdad eres una simple yegua de campo!"
"¡Por supuesto! ¡Estaría encantado que todos prueben del jugo que la mismísima abuela Smith aprobó!" Dijo Flim, sonriendo amablemente, contrario a todos los malos pensamientos que circulaban en su cabeza en ese momento.
Habiendo desenmascarado las verdaderas intenciones de Applejack, Flim le pidió a su hermano que trajera uno de los barriles. Entonces Flam se abrió paso entre los ponies que lo rodeaban hasta donde estaban los barriles de jugo que había producido su súper exprimidora, y con una sonrisa de victoria, sacó uno de los primeros barriles del lote. Luego lo abrió y sirvió generosamente las jarras de todos los ponies presentes con el preciado jugo.
"¡Salud!" Gritó Flim, alzando su jarra junto a las de los demás ponies y bebiendo del glorioso jugo de la victoria. "Haah… En verdad que este es el mejor jugo de Equestria, ¿No es así?" Agregó Flim, sonriendo luego de beber y verificar que su jugo no tenía nada malo.
Sin embargo, en cuanto Flim y Flam vieron al resto de los ponies, vieron con asombro y temor que los ponies presentes tenían caras de confusión, e incluso de decepción, luego de haber bebido de sus jarras.
"Este jugo no está mal, pero…" Dijo una yegua con mirada confundida.
"Sí… no se parece en nada al jugo de la familia Apple." Agregó otra yegua, con una mirada algo disgustada. "Yo no esperé todo el día por un simple y ordinario jugo de manzana normal."
"¿D-De qué están hablando? ¡Es el mismo jugo de la familia Apple! ¡Son sus mismas manzanas! ¡Ese es su único secreto!" Dijo Flim, comenzando a asustarse.
"Ni siquiera al beberlo te diste cuenta. Eso es porque tú solo eres un comerciante que no sabe lo que hace." Dijo Applejack, sonriendo victoriosa. "Es cierto que no hay secreto en nuestra forma de hacer jugo, pero lo que hacemos sin falta es hacer el jugo solo con las mejores manzanas de nuestro campo. El proceso de selección es muy importante para tener un verdadero jugo de calidad, y eso es algo que ustedes omitieron solo para ganar la competencia."
"Es cierto, ¡Esto no es jugo Apple!"
"¡Es un fraude!"
Rápidamente todos los ponies presentes empezaron a gritar contra Flim y Flam, quienes esta vez no tuvieron palabras dulces para ganarse a una multitud que ya no confiaba en ellos.
"¡Es imposible! Me aseguré de sacar uno de los primeros barriles." Dijo Flam nervioso, girándose para ver hacia donde estaban los barriles de jugo.
Al ver hacia los barriles, Flam se sorprendió al ver que estaban apilados de una forma distinta a como lo habían estado cuando fue a buscar el barril. Entonces, frente a sus ojos, los barriles brillaron con un aura mágica y nuevamente volvieron a cambiar de lugar, como si fuera un juego de apuestas en que alguien esconde algo en un vaso y hace girar los demás vasos para ocultarlo.
Antes que Flim y Flam pudieran reaccionar, al lado de los barriles apareció Dusk, caminando con una gran sonrisa, mostrando que él había sido quien había cambiado de orden los barriles. Ahora Flim y Flam no solo habían mostrado al pueblo entero que habían hecho trampa para hacer más barriles de jugo en los últimos minutos, sino que ahora no tenían ni idea de cuáles eran los barriles con buen jugo y cuáles eran los que tenían mezcladas las manzanas que no habían pasado el filtro de calidad.
"A-Amigos míos… Creo que tuvimos un pequeño problema en el control de calidad." Dijo Flim con una nerviosa sonrisa, mirando a los ponies del pueblo. "Pero si nos dan un par de horas, estoy seguro que podemos-"
"¡No queremos esperar más!" Gritaron enojados todos los ponies del pueblo, quienes ya habían esperado demasiado por una buena jarra de jugo.
"El desafío era quien hiciera más barriles de jugo de manzana 'de la más alta calidad'." Dijo la Alcaldesa, acercándose hasta Applejack, junto a la abuela y el resto de la familia Apple. "Y sabiendo que la calidad del jugo Apple nunca ha sido puesta en duda en todos estos años, ¡Doy como ganadores del desafío a la familia Apple!"
Rápidamente todo se llenó de vítores, felicitando a la familia Apple. Aplausos y gritos que se escucharon mucho más fuertes que cuando felicitaron a los gemelos, pues la verdad era que en el fondo, todos en el pueblo querían que ganaran Applejack y su familia. En tanto, la familia Apple se abrazó emocionada, felices de ser reconocidos por el pueblo y por no perder esa parte importante de su negocio.
Por su parte, mientras todos estaban distraídos, Flim y Flam se subieron rápidamente a su súper exprimidora, la activaron con su magia, y rápidamente huyeron de allí, pensando que por perder la competencia, quizás la familia Apple les exigiría algo como premio. Algo muy alejado de la verdad, pues, mientras aquellos inescrupulosos comerciantes se alejaban, lo único que Applejack agradeció y deseó en compensación, era ver lejos de su vista a aquellos dos unicornios.
"HAAAAHHH…. ¡Esto es lo que tanto había esperado!" Gritó Rainbow Dash llena de felicidad luego de finalmente haber bebido una jarra de jugo. Tan ansiosa había estado, que se lo había bebido a toda velocidad de un solo trago. "¡Otro por favor!" Agregó, sonriendo de gozo.
"Enseguida." Respondió Applejack, mirando hacia atrás y viendo que gracias a la competencia, ahora tenían barriles de sobra para vender mucho más jugo del que habían planeado.
Luego que la locura de la competencia terminara, Applejack y su familia inmediatamente comenzaron a vender nuevamente el jugo que tenían, y por primera vez en años, no se agotó en la mañana, sino que pudieron vender toda la tarde, e incluso les quedaban muchos barriles aún.
A los primeros a quienes se les ofreció jugo fue a Dusk y sus amigas, por haber ayudado a la familia. Sin embargo, Rainbow Dash se negó y dijo que ellos solo tomarían luego que les sirvieran a todos los demás. Aquello fue una especie de castigo autoimpuesto que hizo la pegaso celeste como penitencia por haber sido en parte causante de todo ese problema con los gemelos Flim y Flam. Así que, cuando todos los demás ponies del pueblo estuvieron satisfechos y regresaron a sus hogares, fue el momento en que Rainbow Dash pudo por fin saborear su dosis de jugo, lo que la hizo llorar de felicidad.
Mientras atardecía, la abuela Smith charlaba con la Alcaldesa, mientras Big Mac y Apple Bloom comenzaron a ordenar, para llevar todo su equipo de ventas y de fabricación de jugo de vuelta al granero. Así, la familia Apple dejó a Applejack descansar junto a sus amigas, como agradecimiento por la gran ayuda que ellos les habían dado.
Con los seis amigos sentados bajo un árbol, disfrutando del mejor jugo de manzana de Equestria, todos descansaron y rieron por todo lo ocurrido ese día. Incluyendo lo agotador y divertido que fue para cada una fabricar jugo, lo chistoso que fue ver la cara de espanto de los gemelos Flim y Flam luego que descubrieran que habían perdido, y principalmente, lo que trajo más risas, fue cuando todos recordaron el ridículo plan de Dusk para casarse con todas. Aquello hizo que el potro lavanda se sonrojara a más no poder, pero también provocó que riera junto a sus amigas, notando que, a pesar que aún había un tema romántico pendiente entre todos ellos, para nada existía aquella tensión romántica que Dusk pensó y temía que pudiera existir.
"Supongo que esto pasa cuando hay una amistad tan fuerte como la nuestra." Pensó Dusk sonriendo. Pensando en todo lo que debieron pasar él y sus amigas para que finalmente todos pudieran estar así de tranquilos pese a sus fuertes sentimientos de amor mutuo.
"Eso me recuerda. Creo que aún debo pedirle una disculpa a la Alcaldesa." Dijo Dusk, levantándose. Entonces sus amigas se miraron entre sí y decidieron acompañar a su amigo.
Cuando Dusk llegó junto a la Alcaldesa, esta reía junto a la abuela. Al parecer estaban recordando algo que había pasado hacía años con los padres de Applejack.
"Eh… Disculpe, Alcaldesa." Dijo Dusk mientras la Alcaldesa se giraba y lo miraba seriamente. "Yo… quería disculparme por eso del matrimonio. Es solo que sabía que esos gemelos eran unos estafadores, y la única forma de vencerlos, era siguiendo sus propias reglas."
"Lo entiendo, no tienes por qué disculparte." Dijo la Alcaldesa, agachándose y recogiendo unos papeles, que curiosamente eran los mismos que Dusk había arrojado en plena competencia. "Además, el matrimonio es válido. Al menos uno de ellos."
"¿Eh?" Dijeron Dusk y sus cinco amigas al mismo tiempo. Todos creyendo haber oído mal.
"El matrimonio tuyo y de Applejack es totalmente válido." Dijo la Alcaldesa, mostrando las actas de matrimonio firmadas por Dusk y Applejack con sus cascos. "A diferencia de los otros documentos, ambos firmaron sus documentos y ambos dijeron 'acepto' frente a mí, que auspiciaba de ministro. Además, parece que Dr. Hooves firmó como notario. Así que todo es válido."
Ante las palabras de la Alcaldesa, un largo e incómodo silencio quedó en el aire, con la Alcaldesa mirando seriamente a Dusk mientras este, al igual que sus amigas, se había quedado en completo shock. La única que parecía divertirse era la abuela, quien parecía estar conteniendo la risa.
Entonces, luego de finalmente entender que la Alcaldesa parecía estar hablando en serio, Dusk y Applejack salieron de su shock inicial y se miraron mutuamente, ambos con caras de miedo y confusión.
"E-Escucha Applejack..." Dijo Dusk, totalmente nervioso y asustado, mirando a su amiga. "Yo… No es que no sienta algo por ti, pero…"
"¡Solo pídele la anulación!" Interrumpió rápidamente Applejack, con la misma cara de vergüenza y miedo que tenía Dusk. Entendiendo que Dusk quería disculparse antes, ¡Pero eso no era necesario! ¡Ambos sentían lo mismo! ¡Era ridículo que ambos se casaran de esa forma!
"Si algún día Dusk se casa conmigo, será porque él lo decidió, no por una tonta confusión." Pensó Applejack, roja de vergüenza.
"Alcaldesa, debe anular ese matrimonio." Dijo Dusk, aliviado que su amiga pensara lo miso que él.
"Lo haré… Pero dentro de un mes." Dijo la Alcaldesa, acercándose para mirar seriamente a Dusk. "¡Así aprenderás el valor de un matrimonio!" Agregó, mostrando que aún seguía molesta por la actitud tan simplona que Dusk tomó frente al matrimonio.
Tras decir aquello, la Alcaldesa se despidió de la abuela Smith y se retiró sin decir nada más. En tanto, Dusk y sus amigas se quedaron inmóviles, y los más perplejos de todos eran Dusk Shine y Applejack, quienes parecían haber perdido el color de sus rostros, completamente en estado de shock.
"Bueno, creo que también es tiempo que me retire. Ya va a anochecer." Dijo la abuela Smith sonriendo, acercándose a Dusk y pellizcándole suavemente las mejillas. "Bienvenido a la familia, jejeje…" Agregó la abuela, riéndose mientras se retiraba.
Mientras Dusk y Applejack seguían perplejos, sus demás amigas fueron las primeras en reaccionar. Todas ellas sentían una gran mezcla de sentimientos, como confusión, tristeza, envidia, molestia, tantos sentimientos que no sabían cómo expresarlos. Finalmente, las cuatro se miraron entre sí, y todas asintieron lentamente, con miradas que intentaban ocultar su tristeza.
"B-Bueno… S-Supongo que eso lo deja en claro…" Dijo Rainbow Dash rompiendo el incómodo silencio, rascándose la cabeza mientras sonreía torpemente. "Tal parece que Applejack será la primera novia de Dusk."
"A-Así parece… jejeje…" Dijo Pinkie Pie, forzando una sonrisa.
Al escuchar a sus amigas, tanto Applejack como Dusk pudieron salir de su estado de shock, y se voltearon a ver a sus amigas.
"Yo… Yo no planee esto." Tartamudeó Dusk, temiendo haber lastimado a sus amigas al ver sus tristes sonrisas.
"Quizás… sí lo querías y no te habías dado cuenta." Dijo Fluttershy, con una triste sonrisa, que parecía que se quebraría en cualquier momento.
"No… Yo…" Dijo Dusk nervioso.
"Dusk, por favor, no sigas." Dijo Rarity, quien parecía ser la más afectada de todas, pues era la única que no lograba sonreír falsamente. "Tú…Tú dijiste que nos amabas a todas, ¿Verdad? ¿A-Acaso estás diciendo que no amas para nada a Applejack? ¿Eran falsas tus palabras?"
Ante las palabras de Rarity, Dusk miró de reojo a Applejack, quien también hizo lo mismo con él, y cuando sus miradas se encontraron, ambos desviaron la mirada y se sonrojaron.
"Está bien Dusk. Sabíamos que esto pasaría." Dijo Pinkie Pie, tocando suavemente a Dusk para que se tranquilizara, sonriéndole tiernamente. "Recuerda que tendremos que vivir esto cinco veces, y si queremos saber si nuestra amistad es tan fuerte como para soportar un romance, esta es la primera prueba que debemos superar."
"Sí, lo mismo va para ti." Dijo Rainbow Dash, sonriéndole a Applejack para que no se sintiera culpable. "Esto es solo el comienzo. Recuerda, solo serás la primera. Porque detrás de escena, nosotras cuatro seguiremos luchando por ganar el corazón de Dusk a nuestra manera." Agregó Rainbow Dash, forzando una sonrisa.
"No habíamos decidido cuanto tiempo sería, pero creo que un mes está bien." Dijo Fluttershy, poco a poco saliendo de su tristeza. Decidida a demostrar que su amistad podía ser más fuerte que un corazón herido.
"Sí, será un mes largo, pero debemos soportarlo." Dijo Rainbow Dash volteándose y abriendo sus alas. "Ya vámonos chicas, dejemos a los tortolitos juntos, jeje." Agregó la pegaso, forzando una última gran sonrisa antes de despegar y alejarse.
Al igual que lo hizo Rainbow Dash, Pinkie Pie y Fluttershy también le dieron sus felicitaciones a la 'feliz pareja' y comenzaron a retirarse a sus respectivos hogares, decididas a no mostrar su tristeza ni decepción frente a Dusk y Applejack. Finalmente la última que se movió para retirarse fue Rarity, quien solo fue capaz de decir 'suerte' antes de retirarse, aún decepcionada por no haber sido elegida.
"Ninguna de ellas se ha dado cuenta aún… ¡Lo importante que era ser la primera elección de Dusk!" Pensó Rarity preocupada mientras se retiraba. Habiéndose percatado de un gran detalle del que ninguna de sus demás amigas se había dado cuenta aún.
Habiéndose retirado Rarity, solo quedaron Dusk Shine y Applejack en medio del campo. Ambos inmóviles y silentes, perdidos en sus propios pensamientos mientras el sol terminaba de ocultarse tras las grandes montañas.
"¡Oigan! ¿Qué hacen parados allí?" Gritó repentinamente Big Mac desde la casa de la familia. Sacando a Dusk y Applejack de su perplejidad. "Ya es tarde. Lleven esa última mesa al granero."
Luego que Big Mac volviera a entrar a la casa, Dusk y Applejack voltearon lentamente las cabezas y se miraron mutuamente. Al instante, ambos se pusieron más rojos que nunca y volvieron a desviar las miradas.
"D-Démonos prisa en guardar esta mesa, y-ya está anocheciendo." Dijo Applejack tartamudeando, apresurándose para tomar la mesa que quedaba desde un extremo. Entonces Dusk tomó rápidamente el otro extremo de la mesa y ambos caminaron lentamente hasta el granero.
El trayecto desde donde ambos estaban hasta el granero no era mucho, pero era lo suficiente para que ambos se dieran cuenta del incómodo silencio que ahora había entre los dos. Ambos querían decir algo para romper ese silencio y volver a hablar como siempre lo hacían, pero las mentes de ambos estaban totalmente bloqueadas por los nervios.
"¡Qué tonto! ¡Pude traer la mesa hasta aquí utilizando mi magia!" Pensó Dusk al llegar al granero, dándose cuenta que estaba tan nervioso que no había podido siquiera pensar en algo tan obvio.
Luego de guardar la mesa en el granero, ambos ponies siguieron en silencio, fingiendo que miraban algo más para no mirarse las caras. Sabiendo que, con lo nerviosos que estaban, ambos se pondrían rojos de vergüenza si tan solo volvían a cruzar sus miradas.
"Y-Ya es de noche… Creo que debo volver a casa y ver si Spike está bien." Dijo Dusk rascándose la cabeza nerviosamente.
"S-Sí, claro… Yo también debo ver si Apple Bloom ya se acostó…" Dijo Applejack, bajando su cabeza para evadir mirar a Dusk, caminando velozmente para ir a su casa. "Nos vemos mañana."
"¿Nos vemos mañana? ¡Suena como si estuviera desesperada para verlo!" Pensó inmediatamente Applejack, poniéndose roja de la vergüenza, arrepintiéndose de su elección de palabras.
"Claro, es una cita." Respondió Dusk, también alejándose rápidamente.
"¿Es una cita? ¿¡Qué pasa contigo!? ¡Pensará que estás invitándola a algo romántico demasiado rápido!" Pensó inmediatamente Dusk, también poniéndose rojo de vergüenza y lamentando su elección de palabras.
Tras salir de Sweet Apple Acres, Dusk siguió caminando velozmente, siempre con su cabeza agachada mientras intentaba en vano calmar el mar de pensamientos que había en su cabeza. Así fue como finalmente llegó a la biblioteca, y entró velozmente, siempre con su cabeza agachada.
"Hola Dusk." Dijo Spike, quien estaba sentado en el salón, leyendo un comic. "¿Qué tal estuvo la venta de jugo en la granja de Applejack?"
"¡Estuvomuybien-tengosueño-buenasnoches!" Dijo rápidamente Dusk, tan rápido que no hubo pausas en sus palabras. Él simplemente siguió caminando igual de rápido hasta subir a su habitación, llegó hasta su cama, y se arrojó sobre ella, cubriendo su rojo rostro con las sábanas.
Luego de varios minutos, en los que Dusk finalmente pudo calmar en parte su mente y su corazón, Dusk bajó las sábanas de su cara y se quedó mirando al techo, aún rojo por los nervios y vergüenza que sentía.
"Ahora Applejack… es mi novia…" Susurró Dusk, aún sin poder creer que eso de verdad fuera cierto. Sintiendo una mezcla de emoción, felicidad y un poco de miedo ante lo que sucedería de allí en adelante. Sonriendo con una extraña sonrisa de incredulidad ante lo que estaba viviendo.
Sin que lo supiera, exactamente en ese mismo momento, en Sweet Apple Acres, Applejack estaba acostada en la misma posición que Dusk. Mirando hacia el techo con su rostro sonrojado y una extraña sonrisa de incredulidad.
"Ahora Dusk Shine… es mi novio…" Susurró Applejack, sintiendo las mismas emociones que Dusk sentía. Y al igual que él, cada vez que ella repetía esas palabras, no podía evitar dejar de sonreír.
# Fin del capítulo 9
