Capítulo 12 – Descubriendo nuevos sentimientos

En el comedor real del castillo de Canterlot, por primera vez en días las tres princesas se habían reunido a desayunar juntas. Con todos los preparativos que Cadance tenía que hacer previo a su gran día, poco tiempo le había dejado para compartir ese momento del día con sus dos tías. Por su parte, Luna había hecho lo posible para salir lo menos posible de su cuarto, a menos que fuera necesario. Al parecer, la llegada de Sunset Shimmer al castillo, le hacía querer a Luna evitar encontrarse con ella. Pero afortunadamente esa mañana, Cadance había ido a desayunar sin su nueva alumna.

"¿Café, princesa?" Preguntó Sweet Caramel, como siempre, atenta para servir a su querida princesa.

"Sí… Y que sea doble." Dijo Luna casi gruñendo. Evidentemente de mal humor.

Después de tantos días culpándose por exponer a Dusk Shine al peligro de alterar su mente, Luna finalmente había aceptado que debía dejar de culparse, y finalmente pedirle perdón personalmente a Dusk. Así fue como aquella noche, en el mundo de los sueños, Luna se había paseado una y otra vez por la puerta que llevaba a los sueños de Dusk. Ella sabía que se había prometido a sí misma dejar de invadir los sueños de Dusk, pero pensó que quizás fuera necesario hacer una excepción para disculparse. Sin embargo, aquel impulso por entrar a los sueños de Dusk, se diluyó al instante al ver y sentir cómo la puerta de los sueños de Dusk cambiaba a un color rojo y emanaba un suave calor de ella.

Pasar años recorriendo el mundo de los sueños, le había entregado a Luna la experiencia de reconocer cuando un sueño era afectado por una fuerte emoción. Así era como Luna reconocía cuando alguien tenía una pesadilla, pues ciertas puertas de los sueños se volvían oscuras y frías. Y por el contrario, cuando las puertas de los sueños presentaban esas características que veía en la puerta de Dusk, era todo lo contrario. Aquello significaba que ese pony debía de estar teniendo un sueño 'demasiado' satisfactorio, muy probablemente con alguna fantasía que encendía su corazón.

Aquello había hecho que Luna abandonara la idea de visitar los sueños de Dusk, y se sintiera sumamente molesta luego de terminar su vigilia y bajar a desayunar junto a su hermana.

"Ese desvergonzado… ¡Estoy segura que estaba teniendo alguna fantasía con alguna de sus amigas!" Pensó Luna molesta, mientras tomaba la tercera taza de café que le servía Sweet Caramel. Sin darse cuenta que en el fondo, lo que le molestaba, no era que Dusk tuviera fantasías, sino que esas fantasías no se trataran sobre ELLA.

"¿Qué sucede tía? No es bueno fruncir el ceño en una mañana tan bonita." Dijo Cadance, notando inmediatamente que Luna estaba de mal humor. "¡Cara feliz! ¡Cara feliz!" Sonrió Cadance amorosamente, haciendo una mueca para que su tía también sonriera, cosa que no logró.

"No me molestes. Soy una princesa. Puedo estar de mal humor si quiero." Gruñó Luna molesta.

"Bueno, yo también soy una princesa. Así que supongo que está bien preguntarte." Respondió Cadance sonriendo.

"Ugh… Era más fácil cuando éramos solo dos princesas." Respondió Luna de mal humor.

"Pues ahora somos tres, tía." Respondió Cadance, siempre sonriente.

"¿Por qué sigue llamándome tía?" Pensó Luna resoplando molesta, decidiendo rendirse ante la amorosa sonrisa de su nueva 'sobrina'. "Sé que mi hermana dijo que ella lo decía como modo de afecto. Pero estoy empezando a pensar que ella de verdad piensa que es nuestra sobrina…"

"Estabas de malhumor porque alguien hizo algo que a ti no te gustó. Y ahora te sientes incómoda con algo… ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte para alegrar tu mañana?" Dijo Cadance, mirando fijamente a su tía Luna y notando el cambio en sus emociones.

"Esa es otra cosa que me preocupa. Esa habilidad que tiene para sentir los sentimientos de los demás… Hermana, ¿Qué es lo que estás ocultando? ¿Acaso 'ella' lo sabe?" Pensó Luna, ignorando a Cadance y mirando hacia el otro extremo de la mesa. En donde se encontraba su hermana mayor, disfrutando tranquilamente de una taza de té, como siempre, sin inmutarse por nada.

En ese momento Luna y los demás presentes salieron de sus pensamientos al escuchar las puertas abrirse. Entrando al salón, apareció Raven Inkwell, la encargada de la agenda de la princesa Celestia, cargando un montón de papeles con su magia.

"Princesa, he hablado con los asesores, y hemos encontrado una solución a esta grave amenaza que afecta el reino." Dijo Raven, corriendo hasta donde estaba la princesa del Sol y mostrándole uno de los folletos que estaban listos para ser esparcidos por todo el reino. "¿Qué le parece?"

Bajando lentamente su taza de té, Celestia tomó el folleto que le entregó su asistente, para averiguar de qué 'gran' amenaza estaba hablando. Al hacerlo, Celestia vio que el folleto era una nota en donde aparecía la silueta de una yegua desconocida, con el símbolo de pregunta dentro de ella. Y debajo de ese dibujo, aparecía escrito: 'Gabby Gums, Enemiga del estado'.

"Sí… Eh… Creo que es un poco exagerado, Raven." Dijo Celestia, con una pequeña sonrisa incómoda.

Todo ese alboroto que estaba armando Raven Inkwell, se debía a que el día de ayer anterior había llegado hasta su poder una copia de un burdo periódico llamado 'El Equino Libre', en el cual, había salido publicada una fotografía de la princesa Celestia, atrapada infraganti comiendo vorazmente un enorme pastel de fresas.

"Obviamente esa foto está trucada, jamás me comería un pastel de fresas sola." Dijo Celestia tranquilamente. Obviamente mintiendo, ya que tanto las otras dos princesas como las gemelas mayordomo allí presentes, sabían perfectamente que ella siempre comía pasteles a escondidas. Por su parte, a Celestia poco le importaba que se hubiera publicado una fotografía así de ella, pero le divertía ver lo alterada que estaba Raven y los demás ponies del palacio con aquella fotografía. "Por cierto, ¿Ya averiguaron de dónde provenía ese periódico?" Preguntó Celestia, anticipando de donde podría venir aquel periódico. Ya que solo alguien muy cercano a ella pudo haber tomado aquella fotografía sin que se diera cuenta.

"Sí princesa. Aún no averiguamos quien es esa tal 'Gabby Gums'. Pero al parecer, esto proviene de un diario escolar de Ponyville." Respondió Raven. Ante lo cual, Celestia sonrió traviesamente y simplemente siguió tomando su té. Pensando en la broma de venganza que tendría que hacerle a Dusk para compensar aquella broma.

Al ver que su princesa parecía no tomarle seriedad al asunto de la fotografía, Raven tomó los folletos y desistió de dar cacería a esa infame 'Gabby Gums'. Entonces Raven pensó en irse, para que las princesas siguieran desayunando tranquilamente. Sin embargo, había otro tema del que se había enterado y que a la princesa podría importarle, pero Raven no hallaba la forma correcta de decirlo sin alterar a su alteza.

"Espera, ¿Por qué estoy dudando? Es la Princesa Celestia de la que estoy hablando. ¡Ella nunca se altera por nada!" Pensó Raven, tomando la determinación de decirle a la princesa lo que había descubierto.

"Princesa, mientras investigábamos la procedencia de aquel diario, nuestra agente en Ponyville nos informó algo respecto a su estudiante, Dusk Shine." Dijo Raven, ya más tranquila. Sosteniendo el número más reciente del polémico periódico 'El Equino Libre' de Ponyville. "Al parecer, Dusk Shine se casó."

"¡PFFFTTT!" Se escuchó sonoramente en el salón cuando las tres princesas escupieron el té y café que estaban bebiendo. Una escena que sorprendió tanto a Raven como a las mayordomos, que nunca se esperaron que sus espléndidas altezas reales se sorprendieran tanto como para reaccionar de una forma tan indigna de su clase.

Viendo que había perdido todo decoro, Celestia rápidamente se compuso y volvió a poner la misma pose y mirada serena que normalmente tenía.

"¡Ahem! Eh… ¿Cómo dices?" Preguntó Celestia tranquilamente, fingiendo que nada había pasado.

Entonces Raven le entregó a Celestia el periódico, en donde aparecía en portada una foto de Dusk y Applejack juntos, y al lado, una copia de su acta de matrimonio. En tanto que el titular de la noticia era: 'Dusk Shine y Applejack, un matrimonio viviendo en el pecado'.

"Esto… Esto no puede ser…" Dijo Celestia pasmada, leyendo el diario rápidamente.

"¡Lo sé!" Dijo Raven, entendiendo perfectamente que la princesa se molestara porque estuvieran circulando ese tipo de rumores de su estudiante. "Seguramente es una falsa noticia de esa periodista, que-"

"¿¡Cómo fue que no me invitó a la boda!?" Interrumpió Celestia, diciendo lo que verdaderamente le molestaba. Para asombro de Raven.

Cada dos o tres días, Celestia se daba un tiempo para vigilar con su telescopio mágico a Dusk, y así enterarse de todos los pormenores que ocurrían en su ajetreada pero entretenida vida amorosa. Para Celestia, era como ver su programa de televisión favorito. Pero ahora, se daba cuenta que se había perdido un valioso 'episodio' de su serie favorita, y se lamentaba profundamente no haberlo visto, y ver, aunque fuera de lejos, la divertida cara de espanto que seguramente había puesto Dusk al enterarse que estaba casado.

Mientras tanto, en otro costado de la mesa, Cadance estaba teniendo una actitud un poco distinta luego de escuchar aquella noticia. Luego de limpiarse la boca el té que había escupido, y recomponer su elegante imagen, ahora ella se tapaba la cara con su casco, como si siguiera sin creer lo que había escuchado.

"Les dije a las amigas de Dusk que se turnaran para ser su novia. ¡No para que se turnaran casándose con él!" Pensó Cadance preocupada. Pensando que quizás había subestimado lo impredecibles e intensas que podían ser las intenciones amorosas de las amigas de Dusk.

Repentinamente los pensamientos de Cadance se distrajeron al sentir que alguien estaba cayendo lentamente en un pozo de tristeza. Entonces Cadance miró hacia su lado y vio que su tía Luna era la única de las tres princesas que no se había recompuesto luego del shock de la noticia. Ella aún se mantenía con la boca abierta y una mirada de asombro, mientras el café caía de su boca aún abierta.

La noticia que Dusk ahora estaba casado, había dejado perpleja a la princesa de la noche. Ella ya se sentía mal consigo misma al saber que las amigas de Dusk se le habían declarado y que era muy posible que Dusk en algún momento quisiera salir y ser novio de una de ellas. ¡Pero casarse era algo distinto! Eso dejaba inevitablemente a Dusk fuera de su alcance, y eso hizo que una profunda tristeza llenara su corazón, al entender que había perdido para siempre al único potro por el que había sentido algo… el único potro al que quizás ella pudo haber llegado a amar.

"E-Esto no es normal de Dusk." Dijo rápidamente Cadance, tomando el periódico que tenía Celestia y mirando de reojo a Luna. No queriendo que su tía cayera nuevamente en depresión, como sentía que ya lo estaba haciendo. "¡Es imposible que el Dusk que conocemos se casara sin decirnos a nosotras, ni a su familia! ¡Definitivamente tiene que haber algo más detrás! Quizás lo hizo para ayudar a alguna amiga, o para encubrir algo." Agregó rápidamente Cadance nerviosa, siempre mirando de reojo a Luna, para ver que cómo reaccionaba.

"T-Tienes razón… ¡Sí! ¡Tienes toda la razón! El Dusk Shine que conozco no es tan irresponsable como para hacer algo así sin razón." Dijo Luna recuperando rápidamente su confianza, acercándose a Cadance y tomándola por los hombros. "¡Esa es la verdad! ¡Tiene que tener un motivo para haber hecho esta locura! ¿Verdad? ¿¡Verdad!?" Agregó Luna, agitando a Cadance, como si ella supiera la verdad.

"S-Sí, tienes razón. Pero lo mejor será que lo confirmemos." Dijo Cadance mientras era sacudida, feliz al ver que había evitado que su tía se deprimiera. "De hecho, justo hoy estaba planeando enviar a alguien para que se reuniera con las amigas de Dusk. Él podrá aclararnos si todo esto es solo un malentendido."

"¡Sí, sí! ¡Envíalo!" Dijo Luna muy emocionada. Queriendo saber cuánto antes si Dusk de verdad estaba casado o no, esperando con todas sus fuerzas que no lo estuviera. Entonces súbitamente Luna se dio cuenta que había perdido la compostura, tosió para calmarse, y se separó de Cadance. "Ahem… s-sí… creo que es lo mejor. Estos rumores pueden afectar a mi hermana si no son manejados adecuadamente." Agregó Luna sonrojada, fingiendo de muy mala manera desinterés.

Entonces Luna se dio la vuelta y se retiró rápidamente. Avergonzada que todos hubieran visto su pequeño exabrupto. En tanto que Celestia se quedó mirando hacia la puerta por la que Luna se había retirado.

"Vaya. Luna sí que se preocupó por la boda de Dusk." Dijo Celestia, entrecerrando sus ojos con una seria mirada de sospecha. "Supongo que también le molestó no haber sido invitada a la boda... ¡No sabía que a ella también le gustaban las bodas!" Agregó Celestia sonriendo, volviendo a beber tranquilamente de su té. En tanto que Cadance, las gemelas mayordomo y Raven Inkwell, se quedaron viendo a Celestia con miradas cansadas. Sin que ninguna pudiera entender cómo era que Celestia probablemente era la única pony en el castillo que seguía sin darse cuenta de lo que Luna sentía por Dusk.


"¡Esto es demasiado!" Dijo Dusk molesto, mientras caminaba por las calles de Ponyviile.

Desde hacía un par de días, todo el pueblo se había visto revolucionado con el periódico escolar de la pequeña escuela de Ponyville. Un periódico que solo leían los potrillos y potrancas de la escuela, ya que solo hablaba sobre noticias sin importancia, para que los potrillos de la escuela aprendieran sobre la imprenta y el periodismo. Sin embargo, todo eso había cambiado con la llegada de la misteriosa 'Gabby Gums'. Una nueva periodista que de alguna forma se había estado inmiscuyendo en la vida privada de los ponies del pueblo, publicando escandalosas noticias sobre todos, tales como que la alcaldesa se teñía su melena, o como que Big Mac aún dormía con una vieja muñeca de trapo. Y por supuesto, ni Dusk ni sus amigas se habían salvado de aquello, con noticias como que Pinkie Pie era una loca de las fiestas, o que Rainbow Dash iba en secreto al spa de Ponyville. Todas noticias con bastante de verdad, pero que de igual forma habían molestado a sus amigas.

Para todos en el pueblo, sería sencillo ignorar aquel periódico, pero el asunto era que la curiosidad y el morbo podían más. Y aunque aquel periódico escolar ventilara sin escrúpulos los secretos de todos. De igual forma, de la noche a la mañana, se había convertido en el periódico más leído del pueblo.

Dusk había pensado que el punto cúlmine del descaro de aquella misteriosa periodista, había sido la publicación de la foto de la princesa Celestia comiendo pastel. Una foto que Dusk había guardado en secreto por años para utilizarla a futuro en alguna broma, pero que de alguna forma había llegado a los cascos de Gabby Gums. Aún así, nada preparó a Dusk para lo que vendría como titular en el periódico de esa mañana. En él, ahora estaba él en portada junto a Applejack, en donde se narraba una falsa y escandalosa noticia que decía que Dusk y Applejack se habían amado en secreto por más de un año y que su matrimonio era falso y vivían en el pecado.

"Ese periódico está fuera de control… ¿¡No hay nadie en este pueblo al que no le gusten los chismes!?" Murmuró Dusk molesto, luego de terminar de leer el periódico y darse cuenta que también era culpa de los ponies del pueblo que aquel periódico de farándula tuviera tantos lectores. "Cheerilee protege demasiado la identidad de esa tal Gabby Gums…" Gruñó Dusk al recordar que el día anterior, él y sus amigas habían intentado convencer a Cheerilee, la profesora de la escuela, para que detuviera a los potrillos del periódico. Sin embargo, ella se había negado, diciendo que el periodismo debía ser libre y que no podía interferir. Además, al parecer ella secretamente disfrutaba mucho de los chismes, y Gabby Gums había sido lo bastante lista como para no publicar una historia de Cheerilee, y que así no se enojara ni los clausurara.

Al no poder convencer a Cheerilee de cerrar el periódico, Dusk y sus amigas se habían puesto la meta de reunirse ese día y buscar la identidad de la misteriosa Gabby Gums. Sin embargo, antes que Dusk llegara al punto de encuentro, se sorprendió al ver que en medio de la plaza del pueblo, habían muchos ponies reunidos. En específico, habían muchas 'yeguas' reunidas. Todas riendo coquetamente, mientras rodeaban a alguien.

"¿Qué está pasando allí?" Murmuró Dusk curioso. Pensando que quizás todas esas yeguas era un grupo de chismosas que habían leído sobre su 'matrimonio pecaminoso' con Applejack.

"¡Psst! ¡Hey, Dusk!" Dijo repentinamente una voz, no muy lejos de Dusk. Entonces el potro lavanda se volteó y vio que muy cerca de él, tras un árbol, alguien lo llamaba lo llamaba.

Al acercarse al árbol Dusk pudo reconocer a Caramel, quien estaba junto a Lucky Clover, Thunderlane y Bulk Biceps. Justamente los potros que lo habían ayudado a llevar el carruaje el día de la Gran Gala del Galope, y con quienes había comenzado una intermitente pero divertida amistad.

"Hola chicos, ¿Qué tal?" Saludó Dusk sonriendo. Alegre de ver al grupo de potros allí.

"Oye Dusk, tú… ¿Conoces a ese niño bonito?" Preguntó Caramel, apuntando hacia donde estaba el grupo de yeguas que Dusk había visto hacía un instante.

Al ver hacia donde apuntaba Caramel, Dusk finalmente vio de qué se trataba todo ese alboroto. Allí, rodeado de yeguas, se encontraba un joven pegaso, guardia de palacio, vistiendo su característica armadura dorada. Aquel joven potro, a diferencia de la mayoría de los otros guardias, tenía el pelaje naranjo, además, al no estar vistiendo su casco, Dusk pudo ver con claridad su brillante melena azul y una sonrisa que parecía de modelo de pasarela. Sonriéndoles galantemente a todas las yeguas que lo miraban embobadas.

"No lo conozco, pero parece ser un guardia del palacio." Dijo Dusk alzando una ceja. Entendiendo parcialmente por qué los potros habían llamado a ese guardia 'niño bonito', pero sin entender por qué lo habían dicho tan despectivamente.

"¡Hmpf! ¿Qué se cree ese tipo sonriéndole a nuestras yeguas?" Dijo Caramel, mirando molesto a aquel guardia.

"¿'Tus' yeguas?" Preguntó Dusk, alzando una ceja y sonriendo burlonamente.

"B-Bueno, no mis yeguas específicamente. ¡P-Pero está acaparando toda la atención!" Dijo Caramel sonrojado. "Si ese niño bonito no estuviera aquí, nosotros estaríamos charlando con todas esas lindas yeguas."

"Hmm, no lo sé. Yo creo que ya eres lo suficientemente popular con las yeguas." Dijo Lucky Clover con una pequeña sonrisa burlona, apuntando con su casco hacia otro lado.

Al voltearse, todos vieron que justamente pasaban dos yeguas ancianas, caminando muy lentamente debido a su edad. Y en cuanto ellas vieron a Caramel, ambas le guiñaron un ojo y le sonrieron coquetamente. Lo que hizo que a Caramel le diera un escalofrió de miedo.

Aquella reacción de las ancianas hacia Caramel había sido parte de la poca magia residual que había quedado de la llegada de Discord a Ponyville. Cuando el draconequus cumplía deseos, le había concedido a Caramel ser atractivo para las yeguas. Aunque claro, la magia perversa de Discord había hecho que fuera atractivo solo para las yeguas ancianas. Una magia residual que seguía persiguiendo a Caramel hasta esos días.

"Bueno, quizás no sean 'nuestras' yeguas. Pero definitivamente sí son 'tus' yeguas." Agregó Thunderlane, volviendo al asunto que les competía. Apuntando nuevamente al potro naranja, para que Dusk viera con más cuidado.

Al ver nuevamente hacia el guardia con más cuidado, Dusk se sorprendió de ver que entre las yeguas que lo rodeaban, estaba Pinkie Pie, riendo coquetamente. Al ver que una de sus queridas amigas estaba dentro de ese grupo, Dusk no pudo evitar sentir un malestar en el estómago. Pero él rápidamente cerró los ojos e intentó alejar ese desagradable sentimiento.

"Hace un rato tu amigo Spike estaba aquí con nosotros. Y al ver lo galán que era ese guardia con las yeguas, corrió para ir con Rarity y evitar que ambos se encontraran." Dijo Thunderlane, mirando seriamente a Dusk. "Quizás tú deberías hacer lo mismo con tus amigas… O quizás eso ya no te preocupe, ya que oí que estás de novio con Applejack."

"¿¡Estás de novio con Applejack!?" Dijeron asombrados Bulk Biceps, Lucky Clover y Caramel. Luego los tres miraron con miradas asesinas de celos a Dusk. En especial Caramel, que parecía tener una suerte horrible en el amor.

Sin poner atención a las miradas asesinas de sus amigos, Dusk solo se quedó mirando a Pinkie Pie y a aquel guardia, sin poder quitarse de la cabeza lo que Thunderlane le había dicho.

"Pinkie Pie solo está charlando con él. Eso no es nada malo…" Dijo Dusk con una nerviosa sonrisa, intentando sonar desinteresado. Sin embargo, luego volvió a mirar hacia donde estaba su amiga y un molesto sentimiento le hizo imposible creer sus propias palabras. "C-Creo que iré a hablar con ella… ¡No es que me preocupe! E-Es solo que tengo que hablar algo importante con ella…" Dijo Dusk con una nerviosa mirada, alejándose de los potros y acercándose hacia donde estaba el guardia y su pequeño harem.

Justo cuando Dusk llegaba hasta donde estaban las yeguas reunidas, se sorprendió al escuchar que todas daban un gemido de desilusión, y poco a poco todas comenzaron a retirarse, sin dejar de darle una última sonrisa coqueta a aquel guardia antes de irse. Así fue como finalmente el guardia se quedó solo con una yegua, y esa yegua, para desgracia de Dusk, justamente fue su querida amiga Pinkie Pie.

"H-Hola Pinkie. ¿Qué tal?" Dijo Dusk con una nerviosa sonrisa, sin que él mismo supiera por qué se sentía tan nervioso de ver a su amiga charlando con otro potro.

"¡Hola Dusk! Justo estaba charlando con Flash Sentry sobre si él te conocía de algún lado. Ya que él es un guardia del palacio." Dijo Pinkie Pie, tan sonriente como siempre. Desvelándole a Dusk finalmente el nombre de aquel potro naranja.

"Eh… No, no tengo el placer." Dijo Dusk, estirándole un casco a Flash para saludarlo. "Mi nombre es Dusk Shine." Agregó Dusk, sonriendo. Sin embargo, para su sorpresa, Flash ni siquiera reaccionó. De hecho, el potro naranja fingió no escucharlo y simplemente desvió la mirada.

"Oh… Debes perdonar a Flash. Al parecer es algo tímido." Dijo Pinkie Pie, guiñándole un ojo a Dusk. Algo que por supuesto Dusk no creyó, ya que hasta unos segundos atrás, él había visto perfectamente cómo ese tal 'Flash' le coqueteaba a una docena de yeguas al mismo tiempo.

"Sí… eh… Por cierto, Pinkie Pie. ¿Dónde están las demás chicas? Sé que es temprano, pero dijimos que nos reuniríamos para averiguar la verdadera identidad de esa chismosa de Gabby Gums." Dijo Dusk, fingiendo ignorar al guardia tal como él lo había hecho con él.

"Oh, lo siento. Creo que no podré ir." Dijo Pinie Pie con una mirada apenada. "Debo hacerle una fiesta de bienvenida a Flash Sentry por llegar al pueblo."

"Oh… ya veo…" Dijo Dusk triste, mirando de reojo a Flash y sintiendo que se estaba molestando con él sin razón. "Entonces, quizás yo podría ayudarte." Agregó Dusk apresuradamente. Sintiendo que por alguna razón no quería que su amiga pasara tanto tiempo a solas junto a ese potro.

"Lo siento, pero no necesitamos tu ayuda." Dijo Flash, finalmente hablándole a Dusk, mirándolo con una seria mirada. Entonces él cambió velozmente su expresión y sonrió alegremente, abrazando a Pinkie Pie tan fuerte que juntaron sus mejillas. Lo que hizo que Pinkie Pie se sonrojara levemente. "No necesito de tu ayuda, ¡Porque tengo conmigo a la pony fiestera número uno de Equestria!"

Entonces Flash se despegó del abrazo y empujó cariñosamente a Pinkie para que siguieran su camino.

"L-Lo siento Dusk. Te prometo que cuando termine de armar la fiesta, seguiremos con lo de Gabby Gums." Dijo Pinkie Pie con una nerviosa sonrisa. Luego dándose la vuelta para ir junto a Flash hacia Sugarcube Corner.

En tanto, Dusk simplemente se quedó allí inmóvil, sintiendo un extraño malestar que había sentido algunas pocas veces antes, pero que aún no alcanzaba a reconocer plenamente. Un sentimiento que se negaba a reconocer y que poco a poco se abría espacio en su corazón.

"¡YAY!" Gritaron repentinamente los potros amigos de Dusk, lanzándole confeti y tocando unas trompetas. Rompiendo por completo el momento serio de introspección que había comenzado a tener Dusk. Haciéndole a Dusk la misma celebración que le hacían a Caramel cada vez que una chica lo rechazaba.

"Creímos que tú eras el galán del pueblo, pero ahora vemos que incluso a ti te pueden rechazar, jajaja." Se rio Lucky Clover, burlándose de Dusk.

"¡Y-Yo no he sido rechazado!" Dijo Dusk molesto, rojo de vergüenza. "P-Pinkie es solo una amiga, y… y está bien si ella tiene otros amigos potros."

"Sí, claro. Díselo a la vena que tenías en la frente cuando ese niño bonito te ignoró y abrazó a Pinkie, jaja." Dijo Caramel riéndose. Disfrutando que esta vez no fuera él al que le hicieran esa 'celebración del rechazo'.

Viendo que los potros seguían burlándose de él, Dusk apretó sus labios frustrado y se retiró. Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en lo equivocado que esos potros estaban.

"Esos cuatro creen que estoy celoso, ¡Pero no es así!" Pensó Dusk molesto mientras caminaba. "Aún así, hay algo que no me gusta de ese tal Flash Sentry. Siento que es alguien sospechoso…" Pensó Dusk seriamente. Jurándose a sí mismo que lo que sentía no eran celos.

Luego de llegar de vuelta a la biblioteca, Dusk se sentó en el salón principal, tomó todos los artículos de Gabby Gums que habían salido en el periódico escolar, e comenzó a leerlos nuevamente, para buscar pistas sobre su autora. Sin embargo todo eso solo quedó en un mero intento de investigación. Por más que lo intentó, Dusk no se pudo concentrar. Él había tomado la decisión de investigar por su cuenta, dado que Pinkie Pie no había querido ayudarlo. Sin embargo, en lo único que podía pensar Dusk era en cómo en ese mismo momento su querida y cariñosa amiga estaba armando una fiesta junto a ese antipático y sospechoso Flash Sentry.

"Huff… Esto es inútil." Dijo finalmente Dusk suspirando. Soplando un periódico que tenía sobre su cara y mirando el reloj. Verificando que había pasado casi una hora sin poder concentrarse.

Sabiendo que no conseguiría nada si seguía pensando en Pinkie Pie, Dusk decidió visitar a alguna otra de sus amigas. Y la opción perfecta fue Fluttershy, ya que de entre todas sus amigas, la que por ningún motivo se acercaría tan fácilmente a otro potro sin conocerlo, sería su tímida amiga Fluttershy.

Así fue como Dusk rápidamente se levantó y se encaminó hacia la pequeña arboleda donde quedaba la cabaña de su amiga. Sin darse cuenta aún que sus movimientos iban guiados por simples e infantiles celos.

Finalmente Dusk llegó hasta la casa de la pegaso amarillo, donde tocó varias veces la puerta, sin que nadie saliera a abrirle. Luego de un rato, Dusk se resignó y comenzó su camino de vuelta al pueblo, sin embargo se detuvo al escuchar el bello canto de las aves de Fluttershy, no muy lejos de allí. Así, Dusk se abrió paso entre unos arbustos hasta que finalmente pudo encontrar a su amiga, quien estaba guiando su coro de aves silvestres. Pero su alivio duró solo un segundo, al ver que junto a ella estaba el pony al que menos quería ver ese día: Flash Sentry.

"Es un coro maravilloso, señorita Fluttershy." Dijo Flash aplaudiendo. Causando que la tímida pegaso se sonrojara y desviara la mirada.

Justo en ese instante, los pájaros escucharon el ruido de los arbustos, proveniente de Dusk al acercarse. Entonces las aves se asustaron y salieron volando lejos. Por su parte, Fluttershy y Flash se voltearon y miraron hacia donde provenía el ruido, poniéndose Flash en una posición defensiva, hasta que vio salir de los arbustos a Dusk, y puso una fugaz mirada molesta.

"Tienes suerte de que te dejaste ver. Un segundo más y me habría lanzado para atacarte." Dijo Flash Sentry seriamente, amenazando a Dusk con su caso. Entonces él se volteó y tomó gentilmente el casco de Fluttershy. "Este lugar está demasiado cerca del peligroso bosque Everfree. Pero no importa, porque para eso esta este caballero de brillante armadura, para proteger a esta bella damisela."

Tras esas palabras, Fluttershy se sonrojó profundamente y no pudo evitar reírse nerviosamente ante la galanura de Flash. En tanto, la molestia de Dusk, que creyó que desaparecería al ir hasta allí, subió más que nunca, haciendo que no pudiera dejar de mirar enojado al potro naranja.

"¡Basta de esa falsa galanura! ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con Pinkie Pie." Preguntó Dusk molesto. Mientras tanto, Flash simplemente desvió la mirada, fingiendo que Dusk no estaba allí. "¡Deja de ignorarme!" Agregó Dusk, molesto al ver que ese antipático potro ni siquiera lo miraba.

"Lo siento, no me gusta hablar con potros. Son demasiado temperamentales." Dijo Flash, agitando su casco con desdén hacia Dusk. "Prefiero charlar con yeguas. Son mucho más interesantes, y siempre es un deleite oír su dulce voz." Agregó Flash, guiñándole un ojo coquetamente a Fluttershy, haciendo que ella nuevamente sonriera y se sonrojara.

Antes que Dusk pudiera decir algo más, Flash Sentry abrió sus alas y despegó velozmente de allí. Dejando solos a Fluttershy y Dusk.

"¿Qué es lo que ese tipo estaba haciendo aquí?" Preguntó Dusk molesto. Sin darse cuenta que ya ni siquiera ocultaba el hecho que la presencia de Flash lo molestaba.

"¿Flash Sentry? Él vino a entregarme una carta de la princesa." Dijo Fluttershy, un poco sorprendida al ver que Dusk parecía estar molesto. Mostrándole a Dusk la carta que Flash le había entregado. "Al parecer, la princesa Cadance quiere que mi coro de aves cante en su boda."

"Oh… Ya veo…" Dijo Dusk, suspirando de alivio al ver que Flash no había ido hasta allí solo para coquetear con Fluttershy. "Así que por eso le estabas mostrando cómo cantaba tu coro de aves." Agregó Dusk, pensando que su amiga solo había sido amable con Flash, no era que ella realmente hubiera querido pasar tiempo junto a Flash.

"Hmm… En realidad, fui yo la que lo invite a escuchar al coro." Dijo Fluttershy sonriendo, levemente sonrojada. "Él fue muy amable, así que lo invité. Y él estaba muy feliz de poder escuchar a mis lindos pajaritos." Agregó Fluttershy, sonriendo tiernamente al recordar lo atento que había sido Flash Sentry con ella.

Al escuchar aquello, y ver que Fluttershy sonreía y se sonrojaba al recordar a Flash, Dusk no pudo evitar sentirse más molesto de lo que estaba, viendo que Fluttershy nunca había actuado así con ningún potro, ¡Ninguno excepto él!

"¿Por qué ella actúa así? Ese torpe de Flash no hizo nada más que ser amable con ella… ¿Acaso dijo que él la protegería? ¡Cómo se atreve! ¡Soy yo el que siempre protegeré a Fluttershy!" Pensó Dusk molesto, recordando que la situación en la que había atrapado a Fluttershy y Flash, había sido muy similar a como él había conocido a Fluttershy, jurando protegerla al pensar que ella estaba en peligro. Entonces Dusk abrió grande sus ojos con sorpresa al darse cuenta lo molesto que lo había puesto esa situación. "¿¡Por qué estoy pensando en eso!? Yo… ¡Yo no estoy celoso de ese potro! ¡No lo estoy!" Pensó Dusk lleno de determinación. Auto convenciéndose que él no estaba celoso.

Viendo que sus sentimientos estaban haciendo que perdiera su raciocinio normal, Dusk se despidió rápidamente de Fluttershy y se retiró. Repitiéndose mentalmente una y otra vez que él no estaba celoso de Flash, sino que solo sospechaba de él, seguro que ese potro estaba ocultando algo.

"¿Qué hace un guardia del palacio aquí? Pasando tanto rato en Ponyville… No tiene sentido... ¡Definitivamente oculta algo!" Pensó Dusk mientras se alejaba.

En tanto que mientras Dusk se alejaba, Fluttershy se quedó quieta, con una mirada muy confundida.

"¿Qué fue todo eso?" Pensó Fluttershy, viendo a Dusk alejarse con su ceño fruncido. "Acaso… ¿Puede ser que estuviera celoso?" Pensó Fluttershy, sorprendiéndose ante aquella loca pero válida teoría.

Saliendo de la arboleda que rodeaba la cabaña de Fluttershy, Dusk rápidamente llegó a un terreno abierto. Ya con la mente más calmada, Dusk comenzó a pensar en qué debería hacer ahora, si seguir investigando el misterio de Gabby Gums, o averiguar más sobre ese molesto y sospechoso guardia de palacio. Una opción que iba ganando cabida en la cabeza de Dusk a medida que su corazón armaba un remolino de emociones dentro de él.

Para sorpresa de Dusk, él fue sacado rápidamente de sus pensamientos cuando dos fuertes brisas pasaron volando muy cerca de él, despeinándolo completamente. Luego de sacudir su cabeza por el sorpresivo golpe de viento, Dusk alzó la vista y vio anonadado el origen de esa fuerte brisa.

Justo frente a Dusk habían pasado volando velozmente Rainbow Dash y Flash Sentry. Al parecer, ambos estaban teniendo alguna especie de carrera y ninguno se había percatado que habían volado demasiado cerca de Dusk cuando cayeron en picada. Ahora ambos pegasos habían vuelto velozmente a volar alto, dando varios giros en el aire, con Rainbow Dash a la cabeza, seguida muy de cerca por Flash Sentry.

Dusk rápidamente paso de la sorpresa al enojo al ver que ese molesto guardia ahora estaba con otra de sus queridas amigas. Y lo peor, es que Rainbow Dash tenía una gran sonrisa mientras volaba velozmente y competía con aquel pegaso naranja. Aquello hizo que Dusk se amargara aún más.

Finalmente Rainbow Dash notó que Dusk la estaba viendo desde el suelo, le hizo una señal a Flash Sentry, y ambos bajaron velozmente, aterrizando ambos de manera impecable justo frente a Dusk.

"Wow… Huff… Debo admitirlo. Definitivamente puede que seas la pegaso más veloz que haya conocido." Dijo Flash Sentry sonriendo, recuperando la respiración luego de volar en una carrera junto a la pegaso celeste.

"¡Je! ¿Acaso lo dudabas?" Dijo Rainbow Dash sonriendo orgullosa, sonrojándose levemente al ser halagada por el guapo pegaso naranja. "Por cierto, tú tampoco lo haces nada mal."

"¡Ahem!" Tosió Dusk molesto, luego de ver que aunque ambos pegaso aterrizaron frente a él, seguían sin prestarle atención. "¿Les importa si los interrumpo…? ¿¡Por qué estaban volando juntos!?"

"Flash vino a entregarme una carta de la princesa Cadance." Dijo Rainbow Dash sonriendo. "Y mientras charlábamos, una cosa llevó a la otra. Y al final, me desafió a una carrera."

"Te hubiéramos invitado, pero… ya sabes, supongo que te faltan un par de cosas para poder competir contra nosotros." Dijo repentinamente Flash, mirando burlonamente a Dusk mientras mostraba con orgullo sus alas. "Aunque quizás sí podrías competir con nosotros, si es que usas tus alitas de mariposa para competir." Agregó Flash riéndose. Un comentario que hizo que Dusk se pusiera rojo de vergüenza.

"¡Pfft! ¡Jajaja! ¿Cómo sabes eso?" Se rio Rainbow Dash, sorprendida que Flash supiera de la vez que Dusk usó magia para volar con alas mágicas.

"¿Bromeas? ¡Estaba en primera fila!" Dijo Flash Sentry riendo, volviendo a ignorar a Dusk y centrando su mirada solo en la pegaso celeste. "Ese día de la competencia en Cloudsdale, acompañé a la princesa Celestia como escolta. Ahí fue cuando vi a nuestra linda hada volando." Agregó Flash, señalando con la mirada a Dusk y sonriendo burlonamente. "Por cierto, esa Rainplosión sónica que hiciste, ¡Fue genial!"

"¿¡También la viste!? Sí, bueno, yo soy genial, qué esperabas." Dijo Rainbow Dash sonrojándose con falsa modestia. Tan inmersa en los halagos de Flash, que ni cuenta se había dado que Dusk estaba cada vez más rojo de ira.

"Yo no-" Dijo Dusk molesto.

"¡Otra carrera!" Dijo Flash, interrumpiendo a Dusk apenas habló. "Tres, dos, uno, ¡Ya!" Gritó rápidamente Flash, abriendo sus alas y despegando velozmente.

Tan competitiva como siempre, Rainbow Dash no esperó ni un segundo. Simplemente sonrió y despegó al igual que Flash Sentry, yendo tras él y disfrutando de competir contra otro pegaso que amara la velocidad. Por su parte, Dusk nuevamente se quedó solo en tierra, mirando con enorme coraje hacia el cielo, viendo cómo su amiga lo ignoraba y se alejaba junto a aquel molesto potro.

"No estoy celoso… No estoy celoso…" Murmuró irritado Dusk Shine. Apretando sus dientes y repitiéndose a sí mismo que lo que sentía no eran celos. Algo que se le hacía cada vez más difícil de negar.

"Ese potro trama algo… ¿¡Por qué se está reuniendo solo con mis amigas!? Acaso… ¿¡Acaso quiere robármelas!?" Pensó Dusk, sin darse cuenta que los celos se iban apoderando de sus pensamientos.

Luego de ver que Rainbow Dash y Flash se perdieron en el horizonte, Dusk bajó su cabeza y respiró hondamente. Pensando en lo irritante que había sido ver a sus amigas compartiendo con Flash Sentry. Fue entonces que Dusk abrió grande sus ojos al descubrir algo sumamente importante. No importaba lo mucho que Flash intentara acaparar la atención de sus amigas, aún había una yegua que jamás lo cambiaría por Flash. Entonces Dusk se volteó y decidió ir hasta la casa de aquella yegua: la casa de su novia.

Dusk Shine se encaminó de forma tranquila y segura hacia Sweet Apple Acres, sin poder dejar de pensar en Flash y en cómo a todas sus amigas les parecía agradar. Sin embargo, cuando iba a medio camino, toda esa tranquilidad que Dusk había sentido se esfumó al ver que a la lejanía una pequeña estela naranja que voló velozmente por el cielo y aterrizó justamente en Sweet Apple Acres.

Reconociendo inmediatamente la estela dejada por el vuelo de Flash, Dusk dejó de caminar y comenzó a correr hacia la casa de su novia. Una vez allí, justo cuando llegaba frente a la puerta de la casa de Applejack, Dusk se detuvo al escuchar que todos adentro de la casa estallaron en carcajadas.

Dusk abrió lentamente la puerta y miró hacia adentro de la casa. Allí vio que estaban reunidos la abuela Smith, Big Mac, Applejack, y Flash Sentry. Este último, siendo el centro de atención, sentado en la silla principal, mientras todos lo veían sonriendo, luego de escuchar tan divertida broma.

"Okey, okey, aquí va otra…" Dijo Flash sonriendo, comenzando a contar un nuevo chiste. "Una vez entré a un burdel con un panal y un asno, y la encargada dice-" En ese instante Flash dejó de hablar al ver que Dusk había entrado a la casa. Entonces el pegaso dejó de sonreír y puso una mirada molesta.

Al ver que Flash dejó de hablar, todos miraron hacia donde miraba, y se sorprendieron de ver que Dusk estaba allí, ya que ninguno lo había escuchado entrar. Y para sorpresa de Dusk, Big Mac también puso una mirada molesta al verlo allí.

"Bueno, ya hice lo que tenía que hacer. Creo que me voy." Dijo Flash, poniéndose de pie.

"Es una pena que te vayas." Dijo Big Mac, estirando su casco y estrechando fuertemente el casco de Flash, como muestra de afecto masculino entre potros. "Fue breve, pero fue un gusto conocerte."

"Lo mismo digo, Big M." Dijo Flash sonriendo. Apretando igual de fuerte el casco de Big Mac. Demostrando que el afecto era mutuo.

"¿¡Es en serio!? ¿¡Cuántos minutos lleva este potro aquí y ya se lleva mejor con la familia de mi novia que yo!?" Pensó Dusk irritado. Cada vez odiando más a ese molesto guardia.

"Pensé que no te gustaba hablar con otros potros." Murmuró Dusk molesto, justo cuando Flash pasaba a su lado para retirarse.

"Ya te lo dije, no me gusta hablar con potros temperamentales. En especial, con potros celosos." Dijo Flash, sonriendo burlonamente antes de irse. Lo que irritó aún más a Dusk.

Al igual que Flash, Big Mac también se retiró de la cocina. Mientras que la abuela Smith también lo hizo luego de saludar a Dusk. Dejando así solos a Dusk y Applejack.

"¿Por qué tienes esa cara? Acaso estás molesto por algo?" Preguntó Applejack con una sonrisa confundida, luego de ver a Dusk. Quien ya estaba tan molesto, que poco y nada podía ocultar sus celos y frustración.

"Ese… Ese tal Flash Sentry… No es bueno que te juntes con él." Dijo Dusk, desviando la mirada molesto.

"¿Por qué? ¿Acaso lo conoces? ¿Te hizo algo malo?" Preguntó Applejack confundida.

"Bueno… No es que me haya hecho algo malo. ¡P-Pero es sospechoso!" Dijo Dusk poniéndose nervioso, al darse cuenta su mente lógica que en realidad no tenía ningún argumento para sostener lo que acababa de decir. "Ese tipo estaba rodeado de yeguas, y luego se fue con Pinkie Pie, y… y luego escuchó el coro de aves de Fluttershy y dijo que la protegería, y… y… bueno… también compitió en una carrera con Rainbow Dash, y…" Dijo Dusk, poniéndose lentamente rojo de vergüenza al darse cuenta que estaba enojado, pero que no podía explicar racionalmente 'por qué' estaba enojado.

Al ver que Dusk se enredaba en su discurso, sin llegar a ningún lado. Applejack se quedó mirando a su novio fijamente por varios segundos, hasta que finalmente entendió lo que ocurría.

"Dusk, ¿Estás celoso?" Preguntó Applejack alzando una ceja.

"¡No! ¡No estoy celoso! ¡Él es sospechoso! ¡Y lo probaré!" Dijo Dusk, rojo de vergüenza mientras en su cabeza finalmente aceptaba la posibilidad de que sí podía estar 'un poco' celoso, pero su orgullo le impedía admitir que sentía tal infantil sentimiento.

Entonces Dusk se dio la vuelta molesto y salió de la casa de los Apple. Determinado a que no importaba lo que los demás dijeran, incluso si era su misma novia… ¡Él no estaba celoso!

Justo en ese instante, no muy lejos de allí, Dusk se distrajo al ver que iba Scootaloo en su scooter, llevando en su carrito a Apple Bloom, cargando un montón de periódicos y una cámara fotográfica. Solo entonces, Dusk recordó el problema con el que había empezado aquel día, antes de la inesperada y molesta aparición de Flash Sentry. Dusk aún debía resolver el problema de Gabby Gums.

Decidiendo que aquello era la excusa perfecta para despejar su mente, Dusk se apresuró para seguir a las potrancas sin que lo vieran. Pensando que quizás ellas tuvieran alguna pista sobre quien era la misteriosa Gabby Gums. Pero principalmente, pensando que si se enfocaba en ese problema, él podría dejar de pensar en Flash, aunque fuera solo un instante.

Luego de correr a toda velocidad, debido a lo rápida que era Scootaloo manejando su scooter, Dusk se sorprendió de ver que llegaban hasta la Boutique Carrusel. Al llegar, Dusk supo de inmediato que Scootaloo y Apple Bloom ocultaban algo, ya que no entraron por la puerta principal, sino que se reunieron con Sweetie Belle por la puerta trasera de la boutique.

Dusk comenzó a acercarse lentamente, queriendo escuchar de qué era lo que hablaban las tres potrancas. Sin embargo todo su espíritu detectivesco desapareció al pasar junto a la ventana de la boutique y observar de reojo que Rarity estaba reunida con alguien: Ni más ni menos que Flash Sentry otra vez. Aquello hizo que Dusk se irritara profundamente, olvidándose de todo el asunto de Gabby Gums, y nuevamente enfocándose en ese irritante y sospechoso potro.

Sin perder tiempo, Dusk se dio la vuelta y entró molesto por la puerta principal de la casa. Allí, Rarity y Flash lo miraron sorprendidos, por esa abrupta entrada. Ambos habían estado conversando amenamente mientras Spike, que ni siquiera con la entrada de Dusk había desviado la mirada, se mantenía mirando con unos ojos furiosos a Flash Sentry.

"Oye, ¿Podrías dejar de perseguirme? Pareces un acosador." Dijo Flash, mirando a Dusk con una mirada molesta.

"Yo no soy el que te está siguiendo, ¡Tú eres el que me está siguiendo!" Dijo Dusk molesto. "No puede ser que justamente te estés reuniendo con mis amigas sin razón! ¡Estás planeando algo! ¡Admítelo!" Agregó Dusk enojado. Ya sin importarle si Spike o Rarity veían que estaba molesto, él simplemente quería encarar a ese molesto guardia.

"Me reuní con tus amigas, porque esas fueron las órdenes de la princesa." Dijo Flash, mostrándole a Dusk unas cartas que tenía. "Son las invitaciones para su matrimonio."

"Claro… pues si solo viniste a entregar los partes de matrimonio, te falta algo muy importante… ¿¡Dónde está mi invitación!?" Dijo Dusk mirando a Flash y entrecerrando sus ojos. Sabiendo que esa no podía ser toda la verdad.

Ante la mirada enojada de Dusk, Flash no se inmutó, y simplemente se lo quedó viendo con una seria mirada.

"¡Oh, es cierto! Casi lo olvido, aún no te entrego tu invitación." Dijo Flash fingiendo sorpresa, acercándose a Dusk para entregarle su invitación. Sin embargo en el último segundo Flash simplemente le mostró su casco vacío y puso una sonrisa burlona. "Lo siento, no tengo tu invitación. Yo solo tenía en mi poder las cinco invitaciones para tus amigas. Las otras dos se las entregué a la cartera del pueblo, ella te las entregará. Una para ti, y otra para ese gruñón de la esquina." Agregó Flash, apuntando con su casco a Spike. Quien por su parte, solo gruñó más luego de ser señalado.

"Bien…" Dijo Dusk molesto, intentando no gruñir luego de aquel gesto burlesco de Flash. "Pues si ya entregaste las invitaciones, entonces es momento de irte. Supongo que un guardia de tu calibre, tiene muchas tareas pendientes en el castillo." Agregó Dusk, poniendo una falsa sonrisa mientras apuntaba hacia la puerta de la casa.

"Huff… Supongo que tienes razón." Dijo Flash suspirando. Girándose para tomar el casco de Rarity y besarlo galantemente como despedida. Algo que hizo que Rarity se sonrojara y que tanto Dusk como Spike apretaran fuerte sus dientes. Entonces Flash se acercó hasta la puerta y se dispuso a irse. "Aunque pensándolo bien, tengo un par de días libres… Quizás me quede un par de días por aquí. Después de todo, creo que en Ponyville hay muy buena compañía." Agregó Flash, mirando de reojo a Dusk y sonriendo con una mueca. Desafiando a Dusk con la mirada antes de irse.

Por su parte, Dusk miró aún más furioso a Flash mientras este cerraba la puerta tras de sí y se iba.

"¿Qué fue todo eso?" Preguntó Rarity, mirando confundida a Dusk por su tosca actitud. Entonces Dusk se volteó y abrió su boca para responder.

"¿Qué fue eso? ¡Yo te diré que fue eso! ¡Ese cínico pegaso solo vino aquí para coquetearte!" Dijo súbitamente Spike molesto, hablando justo antes que Dusk hablara. "Él te sonreía, buscaba excusas para tocarte, y solo fingía interés para acercarse a ti. Y aunque yo estuve aquí desde antes que llegara, ¡Él simplemente me ignoró y me desafió todo el rato sin que te dieras cuenta!" Agregó Spike muy molesto. Dejando a Dusk sorprendido, ya que esas habían sido casi exactamente las mismas palabras que él hubiera querido decir para responderle a Rarity.

"E-Es cierto, ese potro es muy sospechoso. Estoy seguro que trama algo." Agregó Dusk, acercándose a Spike, ambos mirando seriamente a Rarity. Quien por su parte, solo abrió sus ojos sorprendida, y miró confundida tanto a Dusk como a Spike.

"Tú… ¿Estás celoso?" Preguntó Rarity con una pequeña sonrisa de sorpresa, mirando a Dusk y Spike.

"¡Y-Yo no estoy celoso!" Gritó Spike, rojo de vergüenza. Entonces él infló sus mejillas lleno de frustración, y salió corriendo de la casa de Rarity.

Mientras Dusk miraba como su pequeño hermano se alejaba avergonzado, Rarity se acercó hasta Dusk y le susurró al oído.

"No se lo decía a Spike, te lo decía a ti." Dijo Rarity, con una pequeña sonrisa.

"¿¡Qué!? ¡Y-Yo no estoy celoso!" Gritó Dusk, poniéndose también rojo de vergüenza.

Al ver la sonrisa divertida de Rarity al ver su actitud, Dusk se frustró consigo mismo por estar tan avergonzado, y también salió molesto de la casa de Rarity. Entonces Dusk alcanzó a dar unos cuantos pasos, hasta que súbitamente se detuvo al darse cuenta de algo.

"Yo… ¿Actué igual que Spike?" Dijo Dusk, pensando en voz alta. Sorprendido por su propio actuar. Entonces él recordó cómo había actuado su pequeño hermano, y hasta para él había sido obvio que Spike había estado celoso. Pero él… había reaccionado de igual forma sin darse cuenta. "Yo… De verdad sí estoy celoso…" Susurró Dusk sorprendido, finalmente reconociendo y aceptando el molesto sentimiento que se había generado en su corazón al ver a sus amigas divertirse con otro potro que les coqueteaba.

Luego de descubrir sus propios sentimientos, Dusk alzó la vista y vio cómo su pequeño hermano se alejaba caminando furioso en dirección a la biblioteca. Entonces Dusk entrecerró sus ojos y caminó hacia otro lado, ¡A cualquier otro lado! Lo único que Dusk tenía claro, era que no podía seguir a Spike. No podía darse el lujo de seguir sus pasos y seguir igual de frustrado y celoso que su hermano. No, él no lo imitaría. Él necesitaba hacer cualquier otra cosa con tal de demostrar que él podía dejar de estar celoso.

Súbitamente la caminata de Dusk llegó a su fin tras unos pocos pasos. Ya que justo al doblar una esquina, algo muy rápido y pesado chocó contra él y lo hizo caer.

"¡Auch! Eso dolió…" Dijo Apple Bloom, que, junto a las otras dos Crusaders, habían chocado contra Dusk por ir demasiado rápido en el scooter de Scootaloo.

"¡Hnng! Deben tener más cuidado." Dijo Dusk sobándose su cabeza, poniéndose de pie.

Al ver que las tres potrancas seguían algo mareadas luego de chocar contra él, Dusk se agachó y las ayudó a ponerse de pie. Al menos, hasta que vio que tras el choque, una docena de fotos de Flash, de Dusk y de sus amigas, estaban esparcidas por el suelo. Entonces Dusk se agachó para tomar unas hojas que se habían desparramado por el suelo y leyó un texto en el que se titulaba: 'Flash Sentry, un galán conquistador vs Dusk Shine, el potro más celoso de Equestria'.

"¿¡Qué es esto!?" Dijo Dusk sorprendido y molesto al leer rápidamente aquellas hojas. Viendo que aquello era un borrador de un nuevo artículo para el periódico escolar. En donde hacían ver que Flash había logrado enamorar a todas las yeguas del pueblo, y que él se había puesto celoso y lo había desafiado a un duelo. "Esperen… ¿¡Ustedes son Gabby Gums!?" Dijo Dusk, mirando molesto a las tres potrancas. Descubriendo finalmente la verdadera identidad de aquella sucia periodista de farándula, que exageraba historias y destapaba secretos de los ponies.

"Ups…" Fue lo único que se le ocurrió decir a Sweetie Belle, mirando apenada a Dusk.

"¡Espera! ¡Todo tiene una explicación!" Dijo rápidamente Scootaloo, a quien le dolió ver que Dusk la veía con esa mirada enojada.

Tras eso, las tres potrancas le contaron a Dusk Shine cómo había comenzado todo y cómo se habían transformado en Gabby Gums. Al parecer, las tres potrancas habían entrado al periódico escolar para intentar obtener sus cutie mark de periodismo. Sin embargo, lo que no se esperaban, es que justamente hubieran cambiado a la editora en jefe y ahora el periódico estuviera en cascos de Diamond Tiara. Ella les había exigido noticias jugosas, que de verdad llamaran la atención de todos. Así fue como las Cutie Mark Crusaders comenzaron a publicar rumores bajo el pseudónimo de Gabby Gums, y con las fotografías correctas, pudieron exagerar algunos rumores para que todos se interesaran en leer el periódico. Sin embargo, los rumores fueron escalando, Diamond Tiara les exigió más, y las cosas se salieron de control. Así fue como ahora las tres potrancas querían dejar de publicar esos rumores, pero Diamond Tiara las tenía amenazadas con unas vergonzosas fotografías de ellas, por lo que no podían dejar el periódico.

"En serio que esa potranca tiene problemas… ¿¡Ya aprendió a extorsionar a tan temprana edad!?" Dijo Dusk sorprendido, rascándose la cabeza luego de escuchar toda la historia. Entonces puso una mirada pensativa, pensando en cómo poder ayudar a las potrancas.

Lo más fácil sería hablar con Cheerilee y decirle que la editora estrella de su periódico extorsionaba a sus periodistas. Pero Dusk también pensaba que había una lección importante que todos podrían aprender, y para eso, antes de acusar a Diamond Tiara, Dusk necesitaba hacer que todas aprendieran que los falsos rumores no eran buenos para nadie.

"Tengo una idea. Mañana publicarán dos ediciones." Dijo Dusk, pensando en un plan. "En una publicaran la historia falsa de Flash Sentry y mía, siendo un celoso, retándolo a un duelo. Y en la otra publicarán una historia en la que explicarán todo y pedirán perdón a todos los ponies que ofendieron."

"¿Eh…? Pero nadie querrá leer el periódico con nuestra disculpa. Todos preferirán leer el periódico con los chimes." Dijo Sweetie Belle temerosa.

"Lo sé. Por eso no solo pondremos la carta con sus disculpas en la segunda edición. También pondremos noticias reales. Una entrevista real que demuestre que los hechos y el verdadero periodismo pueden ser más interesantes que los chismes." Dijo Dusk con una pequeña sonrisa. "Les daré una entrevista exclusiva, contándoles todos los pormenores de cómo yo y mis amigas derrotamos a Nightmare Moon y a Discord."

Al escuchar aquello, las tres potrancas abrieron sus ojos emocionadas. Todos en el pueblo sabían sobre la historia de cómo Dusk Shine y sus hermanas habían derrotado a Nightmare Moon y a Discord, pero ninguno de los seis contaba muchos detalles al respecto. Solo contaban pequeñas partes de la historia completa, ya que los seis ponies protagonistas pensaban que habían cosas que debían quedar solo entre ellos. Pero si las tres potrancas lograban contar la historia completa en el periódico, definitivamente podía ser que triunfaran y que los ponies prefirieran saber eso que solo leer rumores y chismes.

"Es algo tarde, así que mañana a primera hora les daré la entrevista." Dijo Dusk, viendo hacia el horizonte y viendo que el Sol terminaba de ocultarse.

Con esa promesa entre él y las Crusaders, Dusk finalmente pudo respirar aliviado, sabiendo que había logrado resolver un problema. Sin embargo, al llegar a la biblioteca, aquel alivio desapareció al recordar que aún tenía otro gran problema que resolver.

En cuanto Dusk llegó a la biblioteca, vio que Spike estaba caminando en círculos, gruñendo y murmurando para sí mismo mientras se repetía una y otra vez que no estaba celoso y que Flash era un entrometido que quería quitarle a su hermosa Rarity.

Justo en ese instante, alguien golpeó la puerta de la biblioteca, y Dusk tuvo que voltearse y abrirla.

"¡Hola Dusk! Ten, estas cartas son para ti." Dijo Derpy, con su bolsa de cartera. Entregando, como siempre, tarde la correspondencia. Y en este caso, la correspondencia eran las invitaciones a la boda, para Dusk y Spike. "Flash Sentry me pidió que te las entregara mientras él iba a entregar las de Rainbow Dash y las demás. Dijo que no le gustaba charlar con potros." Agregó Derpy sonriendo, y luego sonrojándose un poco. "Flash es muy guapo, ¿No crees?"

"¿Incluso tú?" Murmuró Dusk molesto, tomando las invitaciones que Derpy le pasó. Molesto al ver que cada yegua en el pueblo creía que Flash era guapo.

Luego que Derpy se fuera, y a la vez viéndose obligado a recordar a Flash, Dusk se sentó molesto en el salón principal. Entonces él entrecerró sus ojos mientras su mente volvía a volverse un remolino por todos los pensamientos negativos que aparecían en contra de Flash Sentry.

"Él vino aquí a entregar las invitaciones, pero ahora dice que seguirá en el pueblo por un par de días más… ¡Eso es sospechoso! ¡Definitivamente trama algo!" Pensó Dusk molesto. "No son celos... o bueno, quizás sí lo son un poco, ¡Pero de verdad creo que él trama algo! Pero no hay forma de averiguarlo… Tal como dijo Derpy, ese tonto finge que no le gusta hablar con potros, para así hablar solo con yeguas y coquetearles… No hay forma de que pueda acercarme a él y averigüe lo que planea…"

En ese instante una loca y brillante idea se le ocurrió a Dusk, una que lo llenó de vergüenza. Entonces él golpeó su rostro inseguro, y luego alzó la vista con una mirada llena de determinación.

"Tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas…" Dijo Dusk con una mirada sombría. Encontrando la forma de poder acercarse a Flash sin que sospechara, y así descubrir lo que tramaba. "¡Al laboratorio!"


Era un nuevo día en Ponyville, y Flash Sentry se había levantado apenas salió el sol, listo para aprovechar al máximo ese tiempo libre que tenía de sus deberes de guardia. Aunque aquello era solo media verdad, ya que en realidad, él estaba en Ponyville porque se le había asignado una misión. Pero aquella misión era tan simple y agradable, que Flash bien que disfrutaba de esa misión como si fueran unas vacaciones. Después de todo, ¿Quién no disfrutaría la misión de enamorar a cinco bellas yeguas?

Flash paseaba tranquilamente por el pueblo, saludando a todas las yeguas madrugadoras que se levantaban para abrir sus negocios, y lo saludaban de vuelta coquetamente. Así siguió Flash saludando galantemente a todas las yeguas que veía en el camino, e ignorando a los pocos potros que veía, hasta que sorpresivamente se detuvo al ver una yegua que no había visto antes… ¿Una bella yegua que había escapado de su radar? Flash creyó haber conocido a la mayoría de las yeguas bonitas del pueblo el día anterior, y siendo un pueblo tan pequeño, a Flash no se le hizo difícil recordar a todas las yeguas atractivas que había saludado. Por eso su incredulidad al ver a aquella joven yegua parada en medio de la calle, casi como si lo hubiera estado esperando.

Por un momento, Flash entrecerró los ojos para ver más detenidamente a aquella linda yegua, que, al igual que él, lo miraba fijamente. Algo en la mente de Flash le decía que esa yegua, además de tener un lindo rostro y una bella figura, le era familiar de algún lado, pero no podía recordar de dónde. Sin embargo, al dejar de ver su rostro y comenzar a fijarse más en el color de su pelaje y melena, Flash lentamente comenzó a darse cuenta por qué aquella yegua le resultaba tan familiar.

Por su parte, la yegua que estaba de pie frente a Flash, tenia una mirada nerviosa mientras sonreía incómoda, esperando que Flash no sospechara de ella. Después de todo, Flash claramente tenía motivos para sospechar, dado que aquella yegua no era realmente una yegua, sino que era el mismísimo Dusk Shine disfrazado.

"Obviamente está sospechando… ¡No puedo creer que pensé que esto sería una buena idea!" Pensó 'Twilight Sparkle', el alter ego femenino de Dusk, mientras recordaba lo que había hecho la noche anterior…

Los días posteriores a que Dusk y sus amigas cambiaran de género producto de la misteriosa flor azul del bosque Everfree, llamada 'Broma venenosa', él tomó varias muestras y las llevó a su pequeño laboratorio secreto. Junto con Zecora, había descubierto que el real efecto de aquella flor no era cambiar de género a los ponies, sino que producía efectos aleatorios según lo que aquel que la tocara valorara más, de ahí su nombre 'broma venenosa'. En el caso de Dusk y sus amigas, ellos habían estado discutiendo sobre potros y yeguas, y como consecuencia, al valorar su propio género, la flor los había cambiado de género. Sin embargo, luego de experimentar un poco con el pobre Spike, Dusk había descubierto que los efectos eran variables. Como hacer que Spike eructara burbujas en vez de fuego, luego de ser afectado por la 'broma venenosa'.

Lo otro que había descubierto Dusk, había sido que una vez que la flor juega su 'broma' a alguien, es más probable que ese efecto se vuelva tendencia si ese alguien volvía a tocar de nuevo la flor. Así fue como él y Zecora catalizaron una poción que podía replicar los efectos iniciales de la flor. Sin embargo, no era recomendable usarla, dado que mientras más se usaba el efecto de la flor, los efectos secundarios tendían a ser más difíciles de borrar. Aún así, Dusk se arriesgó, y decidió usar el efecto de esa extraña flor en sí mismo, una vez más.

"Estaba estudiando los efectos de la 'broma venenosa' para mi tesis para el título de 'Mago del Reino'… Quien diría que la usaría para intentar engañar a un molesto guardia." Pensó 'Twilight' nerviosa, luego de recordar su meta: intentar desenmascarar a Flash Sentry.

"Hola… Eh… Yo… ¿Te conozco?" Dijo finalmente Flash Sentry, luego de ver de cola a cabeza a Twilight, muy detenidamente.

"N-No lo creo, jeje…" Respondió Twilight, intentando en vano no parecer nerviosa.

"Te pareces a un potro que conozco…" Dijo Flash, caminando en círculos alrededor de Twilight. Mirándola en todo momento con una mirada llena de sospecha. "Dime… ¿Conoces a Dusk Shine?"

"¿D-D-Dusk Shine? N-No… Yo no lo conozco." Respondió Twilight, traspirando muy nerviosa, mientras en su mente gritaba: '¡Lo descubrió! ¡Él lo descubrió!'

"Pues es raro que no lo conozcas, después de todo, ambos son muy parecidos…" Dijo Flash, parándose frente a Twilight y entrecerrando sus ojos. "Ambos tienen el mismo color de pelaje, el mismo color de ojos, el mismo color de melena, ¡E incluso la misma cutie mark!"

"O-Oh… sí… Te refieres a 'ESE' Dusk Shine… jeje." Respondió Twilight, sintiendo que se hundía y que su disfraz estaba siendo expuesto lentamente. "¡S-Somos hermanos! Sí, eso es… él es mi hermano gemelo. P-Por eso somos tan parecidos, jeje…"

Por varios segundos, Flash no dijo nada, él simplemente se quedó en silencio, mirando penetrantemente a Twilight mientras ella no paraba de sudar por lo nerviosa que estaba. Pensando que Flash la expondría y haría que todos en el pueblo se burlaran de 'ella' por haberse disfrazado de yegua. Entonces Flash finalmente abrió su boca para hablar, pero fue súbitamente interrumpido por un grito no muy lejos de allí.

"¿¡T-Twilight Sparkle!?" Dijo gritando sobresaltado Bulk Biceps. Que había estado caminando distraídamente y al levantar su vista se encontró súbitamente con la imagen de Twilight, la yegua de la que había caído enamorado desde que la había visto meses atrás.

Luego de su grito inicial, y de ponerse rojo a más no poder, Bulk Biceps se dio velozmente la vuelta y salió corriendo de allí. Una escena tan extraña que sirvió para que Flash y Twilight rompieran el tenso momento que habían tenido. Dejando a ambos ponies mirando confundidos a Bulk Biceps mientras se alejaba.

"Conozco a ese potro… Estaba en el estacionamiento de carrozas en la Gran Gala del Galope." Dijo Flash Sentry con una mirada pensativa. Recordando que había escuchado a Bulk Biceps y a sus amigos charlar sobre una hermosa yegua de la cual estaba enamorado. "Espera… ¿¡Tú eras esa belleza de la que ese potro tanto hablaba!?"

"¿Eh?" Dijo Twilight confundida, sin entender de qué hablaba Flash. Pero entonces rápidamente entendió que esa era su oportunidad para mejorar su cubierta. "Sí… ¡Sí! Esa soy yo, jeje… A-Al parecer hay uno o dos potros que están tras de mí, jeje…" Agregó rápidamente Twilight, sintiendo un poco de mareo al escucharse a sí misma hablar sobre que otros potros estaban enamorada de ella.

"Hmm…" Murmuró Flash, entrecerrando nuevamente los ojos, con una mirada pensativa. Hasta que finalmente se encogió de hombros y suspiró. "Huff… Supongo que estoy sospechando más de lo debido. Después de todo es imposible que… Bueno, no importa." Agregó Flash un poco confundido, rascándose la cabeza. Un gesto que hizo que finalmente Twilight suspirara aliviada, dándose cuenta que su disfraz estaba funcionando.

"¡Ahí está!" Gritó repentinamente una voz infantil. "¡Estamos listas! ¿Nos contarás como derrotaste a Nightmare Moon y Discord?"

Twilight se dio la vuelta al reconocer aquella voz, y vio cómo Sweetie Belle, Apple Bloom y Scootaloo corrieron hacia donde estaba ella. Sin embargo, al ver que quien las miraba no era Dusk Shine, sino una yegua idéntica a él, que habían visto hacía meses atrás; hizo que las tres potrancas se detuvieran en seco y se quedaran congeladas mirando a Twilight.

"¿Qué te pasó? ¿Por qué te ves así?" Preguntó Sweetie Belle confundida. Recordando con disgusto la vez que su hermana y sus amigas se habían transformado en potros.

Ante la confundida mirada de las potrancas, Twilight se congeló, y miró de reojo a Flash. Quien por su parte, nuevamente estaba mirándola con sospecha.

"U-Ustedes ya me conocen, soy Twilight Sparkle, la hermana de Dusk, ¿Recuerdan? jeje… Eh… Q-Quizás no me reconocieron porque cambié mi peinado, jaja." Dijo rápidamente Twilight, mirando con ojos penetrantes a las tres potrancas, para que le siguieran el juego. Entonces las tres potrancas se miraron entre sí, y rápidamente entendieron que Dusk estaba intentando ocultar algo, por alguna razón.

"Ooooh… sí… claro, Twilight…" Dijeron las tres potrancas al mismo tiempo, abriendo grande sus ojos y fingiendo de muy mala manera que todo había sido una confusión. Entonces tanto las potrancas como Twilight se voltearon y miraron a Flash con nerviosas sonrisas. Esperando a ver si les había creído o no.

"¿A qué se referían estas potrancas cuando te preguntaron sobre cómo derrotaste a Nightmare Moon y a Discord? Pensé que las amigas de Dusk los habían derrotado, y que Dusk Shine tenía algo que ver con eso, no tú." Dijo Flash Sentry, alzando una ceja.

En ese instante Twilight abrió sus ojos al darse cuenta que Flash, al igual que la mayoría de los ponies del reino, no sabía todos los pormenores de la derrota de Nightmare Moon y Discord. Después de todo, ni siquiera la propia Celestia hablaba de Nightmare Moon, para evitar que los ponies de Canterlot hablaran sobre el nexo de Nightmare Moon con Luna; y lo mismo ocurría con Discord, dado que solo sus amigas habían ido a la premiación en Canterlot luego que lo petrificaran nuevamente. Aquello hizo que Twilight sonriera internamente, ya que esas lagunas de información podían servir justo en ese preciso instante para ayudarle en su cubierta y que Flash definitivamente dejara de sospechar de su verdadera identidad.

"Pues claro que fui yo, ¡Y estas potrillas lo saben! Por eso es que me quieren entrevistar." Dijo Twilight, actuando de manera más relajada, para que Flash creyera en su historia. "Dusk siempre quiere llevarse el crédito, pero la verdad es que fui, junto a las amigas de Dusk, las que salvamos el reino, ¡Con el poder de la amistad!"

Tras eso, Twilight inventó una rápida historia en la que ella, Spike y 'su hermano' Dusk, habían llegado a Ponyville y habían conocido a las portadoras de los elementos de la armonía. Así fue como Twilight básicamente contó toda la verdadera historia, solo que incluyó un falso hermano gemelo. Y en cuanto contó las historias de Nightmare Moon y Discord, Twilight dejó de lado a 'su hermano' y contó como realmente 'ella' y sus amigas habían sido las que derrotaron a aquellos dos terribles seres del mal.

Mientras Twilight contaba la historia, las Cutie Mark Crusaders escribían todo detalladamente. Sabiendo que las partes en que aparecía 'Twilight' eran mentira, pero sabiendo que todo el resto era verdad. Y si Dusk quería contar la historia de esa forma, ¿Quiénes eran ellas para negárselo?

Por su parte, Flash escuchó también atentamente todo el relato de Twilight. Escuchando con mucha sospecha al principio. Pero conforme Twilight avanzaba en su relato, Flash dejó sus sospechas de lado y se sorprendió de saber varios detalles de la derrota de Nightmare Moon y Discord que desconocía, y que a su vez estaban tan bien explicados, que daban mayor credibilidad a la identidad de Twilight.

"Así fue como en secreto ayudé a derrotar a esos monstruos, pero dejé que Dusk y sus amigas se llevaran el crédito. Después de todo, a mí no me gusta la fama. Y prefiero que mi hermano se lleve la gloria. Después de todo, es el alumno de la princesa Celestia." Agregó Twiligh sonriendo, luego de terminar de contar su historia.

"Vaya… ¡Esa sí es una historia!" Dijo Scootaloo sorprendida, luego de escuchar detalles de la historia que nunca se habría imaginado.

"¡Sí! ¡Con esta historia definitivamente los ponies dejarán de leer solo chismes!" Dijo Apple Bloom emocionada. "Ya tenemos todo listo, ahora solo debemos imprimir la historia en el periódico. ¡Vamos Crusaders! ¡Al periódico!"

Entonces las tres potrancas se subieron rápidamente al scooter y fueron hasta la escuela, sabiendo que solo tenían unos pocos minutos para agregar la historia antes que se imprimiera la edición matutina del periódico.

"Es extraño… ¿Cómo es que nadie sabe que en realidad TÚ eres la heroína que salvó Equestria?" Preguntó Flash alzando una ceja, sin poder dejar de mirar con sospecha a Twilight. ¿Y dónde se supone que está Dusk Shine ahora?" Agregó Flash, mientras Twilight simplemente sonrió nerviosa, maldiciendo a Flash por seguir sospechando de su identidad.

"¡Ahem!" Tosió de repente alguien detrás de Twilight y Flash. Entonces ambos se voltearon y vieron que allí nuevamente había aparecido Bulk Biceps, solo que esta vez, con un ramo de rosas. "E-Estas… Estas flores s-son para ti… T-Twilight." Dijo Bulk Biceps muy nervioso, sudando a más no poder. Entregándole el ramo de rosas a Twilight. Quien por su parte, las recibió con una mirada perpleja, sin saber cómo reaccionar ante tan inesperada situación.

No lejos de allí, detrás de un arbusto, Twilight alcanzó a ver que también estaban los amigos de Bulk Biceps: Caramel, Lucky Clover y Thunderlane. Los tres apoyando desde lejos a su camarada para ver cómo triunfaba en su declaración de amor, o por el contrario, correr a cantarle el baile de la derrota si lo rechazaban.

Otro que alcanzó a ver a los potros ocultos tras el arbusto, fue Flash Sentry. Que al ver a esos potros y luego a Bulk Biceps, entrecerró molesto los ojos. En tan solo un segundo, todas las sospechas que había tenido de Twilight desaparecieron, y su espíritu competidor de semental se encendió. Para Flash, aquellos potros no sabían nada de galanura ni de conquistar yeguas. Y para divertirse un rato, bien podría mostrarles cómo se conquistaba realmente a una yegua.

"Quiero vomitar…" Pensó Twiligh, finalmente saliendo de su perplejidad. Sintiéndose mal al ver que tendría que herir al noble Bulk Biceps al rechazarlo.

El gran problema para Twilight, es que la escena de ella y Flash conversando en medio de la calle, y Bulk Biceps entregándole un ramo de flores, había llamado la atención de todos los ponies que pasaban por allí. Si Twilight rechazaba allí mismo a Bulk Biceps, el pobre pegaso blanco podía quedar en ridículo frente a todos. Sin embargo, no podía dejar que ese malentendido siguiera creciendo.

"Bulk Biceps, escucha, yo…" Dijo Twiligh lentamente, intentando ocultar su incomodidad. Sin saber cómo rechazar a alguien sin herirlo.

"Tranquila Twilight, yo me encargo." Dijo repentinamente Flash Sentry, poniendo un casco sobre el lomo de Twilight y parándose muy cerca, al lado de ella. Mirando con una sonrisa arrogante a Bulk Biceps y hablando en voz alta para que todos lo escucharan. "Escucha grandulón, lo mejor es que te vayas. Obviamente esta señorita es tan considerada que no encuentra las palabras apropiadas para rechazarte sin herirte. Lo puedo ver en sus ojos. Descuida, algún día encontrarás a una yegua que sea más acorde a tu estándar. Pero debes dejar de ver tan alto, debes dejar a las yeguas lindas a potros más atractivos." Agregó Flash, sonriendo amablemente luego de 'su consejo', apuntándose casualmente a sí mismo mientras hablaba sobre 'potros más atractivos'.

Al escuchar las palabras de Flash, varias yeguas que estaban alrededor viendo la escena y que habían caído flechadas por Flash el día anterior, no pudieron evitar asentir al escuchar su discurso. Sabiendo que en realidad el pobre Bulk Biceps no tenía oportunidad si competía con un potro tan atractivo como Flash Sentry. Por su parte, el sensible Bulk Biceps bajó tristemente su cabeza y se puso rojo de vergüenza, sabiendo que lo que decía Flash era cierto. Antes de ir hasta allí, Bulk sabía que Twilight era una yegua demasiado linda, que probablemente lo rechazaría, pero aún así, él había decidido arriesgarse y acercársele.

"Gracias, son unas flores muy lindas. Un bello gesto romántico, digno de todo un caballero." Dijo súbitamente Twilight Sparkle, quitándose de encima el casco que Flash tenía sobre su lomo, acercándosele a Bulk Biceps, y sonriéndole amorosamente. Para asombro de todos, en especial de Bulk y de Flash. Entonces Twiligh se volteó a mirar a Flash. "Lo siento, no me gustan los tipos engreídos." Agregó Twilight, mirando con desagrado a Flash.

Ante las palabras de Twilight, Flash se quedó helado. Nunca ninguna yegua le había dicho engreído jamás. De hecho, nunca ninguna yegua lo había rechazado antes. Entonces, Flash miró a su alrededor y vio como la mayoría de las yeguas que lo habían estado viendo, comenzaron a murmurar entre ellas, riéndose un poco de aquella situación.

"¿¡Se están riendo de mí!?" Pensó Flash asustado. Sintiendo por primera vez una herida en su orgullo. Él, uno de los potros más galanes de Canterlot… ¿Había sido rechazado?

En ese instante Flash volvió a mirar a Twilight, y ella sonrió victoriosa, sabiendo que le había dado su merecido a ese molesto potro.

"Eso te pasa por creerte demasiado galán, niño bonito." Sonrió Twilight antes de darse la vuelta para retirarse. Luego de haber humillado a Flash públicamente, todos esos sentimientos de celos que lo habían llevado a disfrazarse para investigar más sobre él, desaparecieron. Finalmente los celos de Dusk se calmaron al tener su pequeña venganza. "Ahora… tengo otro problema que solucionar…" Pensó Twilight con una sonrisa nerviosa, viendo que, mientras se alejaba, Bulk Biceps no se despegaba de ella ni le quitaba su enamorada mirada de encima.

"¡Esa es la prueba! No eres Twilight Sparkle, ¡No existe Twilight Sparkle! No eres una yegua, ¡Porque ninguna yegua me rechazaría jamás!" Gritó Flash furioso. Con su orgullo tan herido, Flash recordó todas las sospechas que había tenido desde que vio a Twilight esa mañana. Fue entonces que su orgullo lo llevó a la respuesta lógica para intentar justificar lo sucedido: Twilight me rechazó, pero ninguna yegua me rechaza jamás, por consiguiente, ¡Twilight no es una yegua! ¡Ella es Dusk Shine disfrazado! Entonces Flash se acercó a Twilight mientras esta se quedó congelada al ver que la furia de Flash lo había llevado a descubrir la verdad.

"Crees que lograste engañarme, pero no es así." Continuó hablando Flash, sonriendo victorioso mientras rodeaba a una aterrada Twilight. "Admito que es un buen disfraz. Supongo que usaste un hechizo para alterar tu altura y cambiar tu voz. ¿Usaste maquillaje para arreglar tu cara? ¿Usaste una peluca para tu melena? ¿O quizás todo es simple magia? No lo dudaría, después de todo, eres el estudiante de la princesa Celestia." Agregó Flash, deteniéndose justo cuando caminaba detrás de Twilight. "Sin embargo, hay algo que no puedes cambiar. Hay algo que ninguna magia puede cambiar, y eso… ¡Es esto!" Gritó Flash victorioso, alzando la pata trasera de Twilight y mirando su ingle.

En ese instante, fue como si el tiempo se congelara. Tanto Twilight como Flash se quedaron congelados, ya que ninguno se esperó lo que sucedió. El cerebro de Twilight se desconectó al ver que alguien se había atrevido a ver de cerca su ingle y sus partes privadas. Por su parte, el cerebro de Flash también se desconectó por un segundo, mientras su sonrisa victoriosa se había esfumado al instante al ver que lo que esperaba encontrar, no estaba allí, y en cambio, se quedó viendo algo que derrumbó inmediatamente su tesis de que Twilight no era una yegua.

"Y-Yo… Yo no…" Dijo Flash, finalmente reaccionando, más rojo de vergüenza de lo que nunca había estado en su vida.

"¿¡Cómo se atrevió!?"

"Es un pervertido…"

Flash comenzó a escuchar que los ponies a su alrededor, en especial las yeguas, empezaron rápidamente a juzgarlo, mirándolo con enojo.

"¡Como te atreves!" Bufó súbitamente Bulk Biceps, mirando con odio a Flash. Tan molesto que lanzó humo por su nariz al respirar.

"N-No… ¡Espera! Fue un malentendido." Dijo Flash Sentry nervioso. Dando inmediatamente un paso atrás al ver la mirada furiosa del enorme pegaso blanco. Una mirada tan cegada por la ira, que Flash Sentry entendió inmediatamente que no podría razonar con él, y que si no hacía algo, sería molido a golpes por esos enormes músculos. "Yo… ¡Lo siento! ¡De verdad lo siento!" Gritó Flash arrepentido, comenzado a huir. Tan asustado que incluso se le olvidó volar y corrió para huir. Mientras que Bulk Biceps salió inmediatamente a su siga, como un toro bravo persiguiendo a su presa.

Ajena a todo lo que pasaba, Twilight aún parecía estar aturdida por lo sucedido. Una extraña sensación de incomodidad, molestia, vergüenza, e incluso de alivio, al ver que su disfraz perfecto no había sido expuesto, hicieron que Twilight aún no supiera bien cómo reaccionar ante lo sucedido.

*IMAGEN : bit .ly/ 3Fg9b81

"¡Psst! Hey, Dusk. Por aquí." Susurró repentinamente una voz familiar, que sacó a Twilight de sus pensamientos. Entonces Twilight se volteó y vio que no lejos de allí, en un callejón, estaba Applejack, quien le hacía gestos para que fuera hacia allí rápidamente.

Twilight aprovechó toda la confusión presente para moverse sin que nadie la viera, e ir hasta el callejón desde donde la llamaban. Al llegar, Twilight se alegró de ver que sus cinco amigas estaban allí, sonriéndole afectuosamente.

"Más te vale volver a la normalidad. No confío mucho en el libido de Bulk Biceps." Dijo Rarity, con una pequeña risita.

"Yo creo que debería quedarse así un poco más. Sería divertido ver a Dusk en una cita con B.B." Se rio Rainbow Dash, imaginándose la situación.

"No es gracioso…" Dijo Twilight, con una mirada avergonzada. "Nunca pensé que Bulk…" En ese instante, Twilight se congeló al darse cuenta de algo sumamente importante. "Esperen un segundo, ¿¡Cómo es que ustedes saben que soy Dusk!?"

"Bueno, es bastante obvio si te pones a pensar. Es decir, eres idéntico, solo que como yegua." Dijo Pinkie Pie sonriendo. "Supongo que todos lo piensan, pero desechan la idea, porque saben que es imposible que un potro se convierta en yegua."

"Pero nosotras sabemos que no es imposible." Dijo Fluttershy, también sonriendo. Una declaración que dejó aún más confundida a Twilight.

"Cuando borraste nuestros recuerdos y luego los devolviste, también volvieron los recuerdos de cosas que no recordábamos. Como la vez que cambiamos de género." Dijo Applejack, entendiendo que 'Twilight' seguía sin entender. "No le habíamos puesto atención, pero al verte transformado en yegua, fue que lo recordamos."

"Eso… Eso es increíble." Dijo Twilight asombrada. Ya que nunca se había puesto a pensar que devolverles sus recuerdos a sus amigas, efectivamente les devolvería TODOS sus recuerdos.

"También recordamos lo que nos dijiste aquella vez, para hacernos salir del hechizo de Discord." Dijo Fluttershy, mirando sonrojada a Twiligh.

Al escuchar aquello, Twilight alzó una ceja, sin estar segura de a qué se refería Fluttershy. Fue entonces que Twilight se sonrojó al recordarlo... Cuando Dusk sacó a sus amigas del trance de Discord, él las besó y les dio a cada una un discurso sobre lo que amaba de ellas, para que sus sentimientos fueran lo suficientemente fuertes como para romper el hechizo de Discord.

"P-Pensé que no lo recordaban…" Dijo Twilight desviando la mirada, sonrojada.

"Por eso es que seguimos tan fielmente enamoradas de ti." Dijo Rarity sonriendo. "Sabemos que nuestros sentimientos son recíprocos. Así que no tienes que estar celoso por ningún potro." Agregó Rarity, riéndose al recordar lo celoso que había estado Dusk el día anterior.

"Y-Yo no estaba…" Dijo Twilight avergonzada. Hasta que se dio cuenta que estaba volviendo a mentirse a sí misma y bajó su cabeza resignada. "Está bien, lo admito… sí estaba celoso…" Dijo Twilight, con una pequeña sonrisa avergonzada.

"Bien, ahora que solucionamos eso, vamos a lo realmente importante… ¿Será un problema que el potro que amamos no tenga lo que se necesita 'allá abajo'?" Dijo Pinkie Pie, mirando a Twilight con una falsa mirada de sospecha.

"Ja-Ja, muy graciosa…" Dijo Twilight con una mirada cansada, mientras sus amigas se reían y comenzaban a charlar sobre ir al spa a un día de belleza junto a la nueva yegua del grupo…

Una hora más tarde, finalmente Twilight Sparkle había desaparecido y nuevamente volvía Dusk Shine. Apareciendo desde el baño de la biblioteca, luego de haber tomado un largo baño de tina.

Dentro de las cosas que había descubierto Dusk mientras investigaba la flor 'broma venenosa', era que tomar un baño con la poción de Zecora era mucho más efectivo que beberla, ya que al parecer, el polen de la flor actuaba sobre la piel. Así, en vez de tomar la poción que habían bebido Dusk y sus amigas antes, esperando a que los efectos se manifestaran luego de una noche de sueño; ahora Dusk pudo sacarse los efectos de la poción en cosa de minutos.

"Debo registrar todos estos datos que obtuve al usar por segunda vez la 'broma venenosa'. Tal como le dije a Zecora, si la usaba unos pocos minutos, los efectos secundario no alcanzarían a aparecer." Dijo Dusk, comenzando a escribir un informe en el salón y pensando que si no tuviera que terminar el informe, iría a hablar inmediatamente con Zecora. Pero lo más seguro sería ir el día siguiente. "Hace mucho que no veo a Zecora…" Pensó repentinamente Dusk, recordando que hace mucho que quería visitar a su segunda maestra, pero que había estado muy distraído con Discord, y luego, con su nuevo noviazgo. "Definitivamente iré a verla mañana, sin falta. No dejaré que nada me vuelva a distraer."

'TOC-TOC' Alguien golpeando la puerta de la biblioteca sacó a Dusk de sus pensamientos. Entonces Dusk fue a atender y sonrió al ver que era su novia.

"Applejack, ¿Sucede algo? Pensé que tenías que volver a la granja." Dijo Dusk alzando una ceja.

"Sí, bueno… Es que recordé que tenía que hacerte una pregunta." Dijo Applejack levemente sonrojada, desviando un poco la mirada y luego volviendo a ver a Dusk tímidamente. "Dusk… ¿Te gustaría que pasáramos esta noche juntos?"

Ante la pregunta de Applejack, Dusk abrió sus ojos con sorpresa, poniéndose rojo y preguntándose si había odio mal. Sin darse cuenta que el destino le tenía preparado varias sorpresas para esa noche y el día siguiente. Sorpresas que incluso afectarían el futuro de Equestria.


En Canterlot, Celestia estaba terminando las últimas audiencias del día. Luego de tener una extensa y aburrida audiencia sobre las tasas arancelarias de avena, Celestia casi se alegraba de terminar las audiencias. Y era un 'casi', ya que la princesa del Sol sabía que luego de las audiencias, le tocaba leer y firmar un montón de documentos y decretos reales que quedaban pendientes, y que siempre se acumulaban ese día del mes.

"Yaaawn… Buenas tardes hermana." Dijo Luna bostezando, entrando en el gran salón justo después que Celestia despidiera a los últimos ponies de la última audiencia. Luna siempre llegaba a esa hora al gran salón, luego de despertar de su siesta. Lista para comenzar sus labores apenas el sol se ocultara. "¿Vas a ir a descansar o comerás un refrigerio conmigo antes de bajar el sol?"

"Nada de eso. Recuerda que hoy debemos revisar y firmar todo el papeleo pendiente que nos queda." Respondió Celestia con una pequeña sonrisa cansada. Una sonrisa que contrastó perfectamente con la mirada aburrida que puso Luna. Pues si algo tenían en común ambas hermanas, era que ambas odiaban el papeleo de ser princesa.

Cronometradas perfectamente para aparecer justo tras la última audiencia de Celestia, aparecieron Sweet Creme y Sweet Caramel, cargando varias bandejas con pequeños bocadillos, para que sus princesas disfrutaran antes de seguir trabajando.

"Hmm… Supongo que un pequeño bocadillo no estaría mal antes de volver al trabajo." Dijo Celestia con una mirada pensativa, sin apartar su vista de un apetitoso pastel de fresa que estaba sobre la bandeja que cargaba su querida y atenta mayordomo personal.

"Lamento interrumpirte tía, pero creo que aún queda algo pendiente." Dijo repentinamente Cadance, apareciendo desde el costado del gran salón. Llamando la atención de las otras dos princesas. "Aún queda una audiencia pendiente." Agregó Cadance, mirando hacia la puerta principal del gran salón.

En ese instante las grandes puertas del salón se abrieron, y tras estas apareció Sunset Shimmer, caminando lentamente hasta donde estaba Celestia. Quien por su parte, solo alzó una ceja y miró de reojo a Cadance, sin saber qué era lo que planeaba su querida sobrina con su nueva alumna. Una mirada muy distinta fue la que puso Luna, quien al ver a Sunset acercándose, abrió grande sus ojos y desvió la mirada, recordando algo que no le gustaba recordar. Sin embargo, todas esas miradas no fueron nada comparadas a las miradas que pusieron las gemelas mayordomo, quienes miraron a la unicornio amarilla con espanto y enojo, y lentamente retrocedieron para ponerse tras el trono de las princesas, para alejarse lo más posible de Sunset.

"Gracias por aceptarme de manera tan inesperada, princesa Celestia." Dijo Sunset seriamente. Tal como ocurría en ahora, ella siempre seguía renuentemente lo que Cadance le pedía, ya que no le encontraba sentido. Pero de igual forma, ella se esforzaba para cumplir con lo que su nueva maestra le pedía. "Yo… hay algo importante de lo que quisiera hablar con usted. Un malentendido que pasó hace varios años aquí en el catillo, y que… quisiera aclarar."

Al escuchar que Sunset hablaba sobre un malentendido que ocurrió hace años y que involucraba a la princesa Celestia, tanto Sweet Creme como Sweete Caramel se asomaron un poco más desde detrás del trono. Ambas poniendo miradas temerosas, esperando que Sunset no las traicionara y hablara sobre 'eso' que tanto les dolía.

"Una vez, cuando era un potranca, Dusk Shine me invitó a jugar al palacio. En esa ocasión, ocurrió un incidente con su corona…" Dijo Sunset mirando fijamente a Celestia. En tanto que las gemelas, al escuchar que Sunset estaba hablando justamente de lo que ellas temían, apretaron fuerte sus dientes y miraron con rencor a Sunset.

"No lo hará… ¡Ella no lo haría! ¡Lo prometió!" Susurró Sweet Creme asustada.

"¿¡Acaso a ella ni siquiera le importan sus promesas!?" Murmuró Sweet Caramel, mirando furiosa a Sunset.

Las gemelas adoraban su trabajo, y adoraban estar junto a las princesas, llegando al nivel de idolatrarlas. Por años, ellas habían dado todo de sí para satisfacer a la princesa Celestia, y posteriormente a la princesa Luna. Ninguna de ellas concebía una vida sin sus amadas princesas. Sin embargo, en su vida de servicio perfecto, había una mancha oscura, un pequeño error que habían cometido siendo potrancas y que las había perseguido toda su vida. En su inicio, ellas pensaron que su error fue el robo de la corona, pero no era así, su más grande error fue haber confiado en Sunset y caer en su trampa. Por su culpa, su abuelo Kibitz había tenido que renunciar. Y ahora, años después, Sunset quería hacer lo mismo con ellas.

En ese instante Sweet Caramel se volteó a ver a su hermana, quien apenas contenía sus lágrimas, sabiendo su futuro como mayordomos reales se había acabado. Entonces Sweet Caramel volvió a mirar a Sunset, y una gran furia la cegó. Por años ella había temido el regreso de esa cruel unicornio, y ahora no solo le estaba arruinando su vida, sino también la de su amada hermana.

"Esa tarde, junto a las gemelas Sweet Creme y Sweet Caramel, fuimos hasta su habitación…" Continuó hablando Sunset Shimmer, siempre mirando fijamente a Celestia. "Entonces ellas comenzaron a jugar con su corona y-"

"¡YA BASTA!" Gritó Sweet Caramel furiosa, lanzándole un rayo de luz a Sunset. Quien al ser una experta en duelos mágicos, alcanzó instintivamente a bloquear el ataque con su propia magia. "¿¡Cuánto más tendremos que soportar tu crueldad!? Por tú culpa expulsaron a nuestro tío. ¡Por tu culpa, mi hermana y yo vivimos atormentadas por años! ¡Hicimos lo que nos pediste! ¡Nos alejamos de Dusk Shine! ¡Jamás nos volvimos a acercar a él! ¡Lo hicimos! ¡Ahora déjanos en paz!" Gritó Sweet Caramel cegada por la ira para proteger a su hermana, corriendo furiosa para embestir a Sunset Shimmer.

Al ver a la mayordomo real corriendo furiosa hacia ella, con su cuerno iluminado listo para atacar, la sorpresa de Sunset rápidamente desapareció y ella puso una sonrisa arrogante. El lado retorcido de Sunset salió a relucir, y se divirtió al ver que una rival que no estaba a su nivel, la desafiaba.

Sorprendida como todos con lo que estaba sucediendo, Celestia abrió su boca para detener aquella pelea. Sin embargo, justo cuando se disponía a hacerlo, Cadance tocó su costado. Al sentir su tacto, Celestia miró a su sobrina, quien solo la miró seriamente. Entonces Celestia asintió y simplemente se quedó en silencio observando, entendiendo que al parecer su sobrina tenía una razón para dejar seguir aquella pelea.

"¡Nunca más dejaré que me intimides a mí o a mi hermana!" Gritó Sweet Caramel furiosa, lanzado rayos mágicos mientras Sunset simplemente los desviaba con su magia, sin mayor esfuerzo. Tan enojada estaba Sweet Caramel, que se olvidó por completo que las princesas la estaban viendo atacando a alguien.

"Esto fue divertido al principio, pero ya comienza a aburrirme." Dijo Sunset, sonriendo arrogantemente. Bloqueando el último rayo que lanzó Sweet Caramel, solo que esta vez, lo bloqueó generando un efecto rebote, lo que causó que el mismo rayo golpeara a Sweet Caramel y la hiciera caer al piso. "Deberías tener más cuidado con los rivales que eliges." Agregó Sunset, poniendo un casco sobre el pecho de Sweet Caramel para que no se levantara.

Al ver que su hermana fue golpeada y que ahora Sunset la tenía contra el piso, mirándola amenazadoramente; todo el miedo de Sweet Creme se esfumó. Sweet Caramel siempre había sido la hermana más ruda, mientras Sweet Creme era la más tímida, pero al ver a su hermana siendo amenazada, Sweet Creme corrió igual de furiosa que su hermana contra Sunset, y le lanzó un rayo tanto o más fuerte que los lanzados por su hermana.

Justo antes que el rayo la golpeara, Sunset saltó para esquivar el rayo, y entrecerró los ojos al ver a la otra mayordomo atacándola.

"¿Dos contra uno? Bien. Siguen sin ser un desafío." Sonrió Sunset, poniéndose en guardia. Disfrutando de tener nuevamente un duelo de magia, ya que realmente era algo que disfrutaba. Y era un alivio para ella luego de pasar días en 'lecciones de amor' con Cadance.

Luego de ver que su hermana estuviera bien, Sweet Creme ayudó a ponerse de pie a Sweet Caramel. Entonces ambas miraron furiosas a Sunset, iluminaron sus cuernos y corrieron hacia Sunset para atacarla. Por su parte, Sunset iluminó su cuerno, lista para darles su merecido a esas dos yeguas que se atrevían a desafiarla. Sin embargo, mientras esperaba el ataque de las gemelas, Sunset vio hacia el trono, y vio que Cadance la miraba con una seria mirada. Ella no había detenido la pelea ni le había dicho nada, tampoco mostraba expresión alguna, era como si simplemente esperara por algo.

"Ellas fueron las que me atacaron… ¿¡Qué esperas de mí!?" Pensó Sunset enojada al ver la mirada de Cadance. Pese a eso, en el interior, Sunset sabía lo que Cadance esperaba de ella. Con tantas lecciones sobre empatía y amabilidad que había tenido, era obvio para Sunset lo que Cadance esperaba de ella. Sin embargo, la gran pregunta era si esas lecciones podían finalmente sobreponerse al gran orgullo que Sunset sentía.

En ese momento Sweet Creme y Sweet Caramel iluminaron sus cuernos para atacar conjuntamente a Sunset. En tanto que Sunset, puso una cara de temor. No por miedo a que las gemelas fueran más fuertes que ella, sino a la duda de si realmente estaba dispuesta a dejar su orgullo de lado. Y finalmente, con un enorme esfuerzo, esa última opción triunfó en el corazón redimido de Sunset.

Ante el ataque de las gemelas, en el último instante, Sunset simplemente cerró sus ojos, sin defenderse, esperando que la golpearan. Afortunadamente una fugaz pero resistente barrera mágica apareció justo cuando el poderoso rayo combinado de las gemelas iba a golpearla. Y tan fugaz como apareció esa barrera mágica, se esfumó, para sorpresa de Sunset. Sin embargo, lo que aquella barrera no detuvo, fue a Sweet Caramel y Sweet Creme, quienes habían ido corriendo hacia Sunset para atacarla, y tras creer que su rayo la había golpeado, se abalanzaron contra ella, botándola de espaldas contra el piso.

"¿Por qué? ¿¡Por qué nos odias tanto? ¿¡Qué te hemos hecho!?" Gritó Sweet Creme parada encima de Sunset, mirándola con odio mientras lloraba.

"Es suficiente." Dijo finalmente Celestia, poniéndose de pie.

Al escuchar la voz de la princesa, ambas gemelas la miraron, y finalmente despertaron de su momento ciego de ira. Entonces ambas pusieron temerosas miradas al darse cuenta que se habían dejado llevar por sus emociones, y habían armado un tremendo alboroto frente a las princesas. Luego las gemelas volvieron a mirar a Sunset, pusieron tensas miradas, y lentamente salieron de encima de ella. Por su parte, Sunset se levantó lentamente y miró hacia Celestia, notando que un leve aura dorado se desvanecía de su cuerno, lo que le hizo darse cuenta que había sido ella la que la protegió con su barrera mágica.

"Creo que todo esto es solo un gran malentendido." Dijo Celestia, mirando amablemente a las gemelas mayordomo y luego a Sunset Shimmer. "¿O acaso me equivoco?"

"No, tiene toda la razón. Esto es solo un gran malentendido… Uno que yo provoqué." Respondió Sunset, con una mirada preocupada. Ella odiaba tener que aceptar que estaba equivocada, pero por eso había ido hasta allí. Cadance la había convencido para contar la verdad, y así quitarle el peso de la culpa a las gemelas mayordomo. "Aquella vez que robaron su corona, ni Kibitz ni las gemelas tuvieron culpa alguna… Yo fui quien la ocultó y engañó a las gemelas para que pensaran que eran las culpables."

Al escuchar aquello, Sweet Creme y Sweet Caramel abrieron sus ojos con sorpresa. Ellas pensaron que Sunset había ido hasta allí para extorsionarlas nuevamente. Jamás pensaron que Sunset iría hasta allí y asumiría toda la culpa de lo sucedido con la corona… ¡Esa no era la Sunset Shimmer que conocían y temieron por años!

"¿Lo que dice Sunset Shimmer es cierto?" Preguntó Celestia, mirando a las gemelas.

Al ver la mirada de la princesa, ambas gemelas desviaron la mirada, sin estar seguras de cómo responder. En efecto, Sunset las había engañado para ocultar la corona, pero también era cierto que ambas eran mayordomos reales, y aunque hubieran sido solo unas potrillas, ellas no debieron dejar que Sunset entrara a la habitación de la princesa, ni jugar con algo tan valioso como la corona real.

"Lo que dice Sunset es cierto… Pero nosotras… también tenemos culpa del robo." Dijo Sweet Caramel, mirando con profundo arrepentimiento a la princesa del Sol.

"Si nosotras hubiéramos dicho la verdad, ¡Nuestro tío Kibitz seguiría trabajando en el palacio!" Dijo Sweet Creme llorando, sintiendo alivio y tristeza al revelar finalmente la culpa que la había carcomido por tantos años.

En ese instante Celestia volvió a mirar a Sunset, quien le devolvió la mirada. Entonces Celestia entendió que Sunset sabía la verdad sobre Kibitz, adivinando que seguramente lo había utilizado para su conveniencia. Por su parte, al ver la mirada de Celestia, Sunset entendió que ella había descubierto la verdad, y ahora esperaba que ella misma lo dijera.

"Su tío no renunció por su culpa. El Archimago sabía que Kibitz se retiraría, y yo… lo usé para engañarlas." Dijo Sunset desviando la mirada, sintiéndose cada vez más incómoda al ver los errores de su pasado. Comenzando a contar todo lo sucedido aquella vez, desde que ocultó la corona de las gemelas para inculparlas, hasta cuando las engañó y les hizo creer que por su culpa, habían despedido a su tío.

Al principio, Sunset se sintió obligada a admitir sus engaños a petición de Cadance, pero ahora, ella se iba desahogando por su propia cuenta, sintiéndose cada vez peor consigo misma. Así fue como sin darse cuenta, Sunset lentamente comenzó a empatizar con las gemelas, y a sentir el miedo y culpa que ellas debieron sentir todos esos años.

Por su parte, las gemelas se quedaron en shock al comprender que la culpa que habían sentido por años, había sido injustificada, y que solo había sido otro más de los engaños de Sunset Shimmer.

"Yo… Yo…" Tartamudeó finalmente Sunset, sintiendo una extraña presión en su pecho. Una sensación que no había sentido muy a menudo: culpa y arrepentimiento. "D-De verdad lo siento…" Agregó Sunset, mirando a las gemelas como nunca las había visto, con una mirada triste y arrepentida luego de experimentar ese desahogo emocional.

Luego del shock inicial, las gemelas se quedaron mirando a Sunset con profundo rencor. Sin embargo, luego de verla de esa forma, con una mirada que mostraba que había perdido toda su fuerza, arrogancia y soberbia, que tanto la caracterizaba; hizo que las gemelas se quedaran confundidas, nuevamente sin saber cómo reaccionar ante aquella inaudita y sorpresiva nueva actitud de Sunset.

"Ese Kibitz… Todo esto se pudo haber solucionado hace años si no fuera tan orgulloso." Dijo Celestia con una mirada cansada. Adivinando que el viejo mayordomo había sido tan duro y estricto de no decirle a sus sobrinas que se retiraría, para que así aprendieran la lección de no robar. "Y todo esto fue porque creyeron que habían robado esta tonta corona." Agregó Celestia, sacándose su corona y mirándola como lo que era, un simple trozo de metal.

"P-Princesa, usted… ¿No está molesta con nosotras?" Preguntó Sweet Creme temerosa. Pensando que a pesar de todo, su princesa tenía varias razones para estar enojada con ellas.

"Supongo que sí estoy un poco molesta." Dijo Celestia, mirando seriamente a las gemelas. Quienes temblaron ante aquella mirada. Sin embargo, al instante, Celestia cambió su mirada y las miró tiernamente. "Me molesta no haber visto a esas lindas potrillas jugando con mi corona." Agregó Celestia con una dulce sonrisa.

Entonces Celestia levitó su corona y la puso sobre la cabeza de Sweet Creme, dejando boquiabierta a la yegua de melena celeste. En tanto Luna, que había estado escuchando atentamente todo, se percató de lo que su hermana mayor quería hacer. Entonces Luna hizo lo mismo con su corona, y la levitó, poniéndola sobre la otra gemela. Quien puso la misma cara de shock que su hermana.

"Supongo que una o dos veces al mes podemos dejar a cargo a Sweet Creme y Sweet Caramel, para que sean princesas por un par de horas. Es decir, si tanto desean jugar con nuestras coronas" Dijo Celestia sonriendo dulcemente. Levantándose y caminando para irse del salón.

"Sí, supongo que está bien. Después de todo, las coronas se ven bien sobre sus cabezas." Agregó Luna también sonriendo, caminando detrás de su hermana. Ambas saliendo del gran salón, mientras las gemelas mayordomo aún estaban en shock, completamente impactadas por ese tierno y sorpresivo gesto de bondad de sus princesas.

"Nosotras… No merecemos servir a tan nobles ponies como ellas…" Pensaron al mismo tiempo Sweet Creme y Sweet Caramel en completo éxtasis. Viendo como sus amadas princesas les dejaron a cargo sus bellas coronas. Dándose cuenta una vez más de la magnificencia de sus altezas reales.

"¡Ahem! Sí… Creo que hay otra razón por la que mis tías decidieron dejarlas como 'princesas sustitutas' por un par de horas…" Dijo repentinamente Cadance, rompiendo la ilusión de las gemelas.

Entonces ambas gemelas se voltearon, y vieron que por la otra puerta del salón había entrado Raven Inkwell, cargando una enorme pila de documentos que debían ser leídos y timbrados. Solo entonces, las caras de Sweet Creme y Sweet Caramel quedaron nuevamente en shock, al darse cuenta que habían sido engañadas por enésima vez. Las princesas no las habían dejado como princesas sustitutas solo como un gesto de bondad, sino que también para escapar de sus tediosas labores, dado que ese día tenían muchos documentos pendientes que revisar.

Mientras las gemelas mayordomo bajaban sus cabezas con decepción, dándose cuenta que a veces sus princesas podían ser tan tramposas como cualquier otro pony; al otro extremo del salón, Cadance y Sunset Shimmer se retiraban también de allí.

"Sunset, de verdad estoy orgullosa de cómo actuaste." Dijo Cadance a su alumna, luego que salieran del salón. "Dime… ¿Cómo te sientes ahora?"

"Yo… No estoy segura." Respondió Sunset, con una mirada confundida mientras seguía caminando. "Eso de la empatía apesta. Al pensar en cómo se habían sentido las gemelas luego que las engañé, me hizo sentir angustiada, y mal conmigo misma." Agregó Sunset, deteniéndose y volteándose para mirar a Cadance. "Se sintió mal al principio, pero ahora… me siento un poco mejor conmigo misma." Agregó Sunset con una sonrisa llena de paz, sintiendo que también se había liberado de un peso, al admitir su culpa luego de tantos años.

Al ver cómo las expresiones de Sunset se habían ido suavizando conforme pasaban los días y aprendía más sobre el amor, Cadance no pudo evitar sonreír al ver la serena sonrisa de su alumna. Entonces ambas yeguas se distrajeron al ver que Shining Armor, el novio de Cadance, se acercaba hasta allí junto a un joven guardia del palacio, que Sunset alcanzó a recordar que se llamaba Flash Sentry. Sabiendo que Shining Armor debía estar allí para hablar en privado con su novia, Sunset se despidió de Cadance y se retiró de allí.

"Espero no interrumpirla, su majestad. Pero acabo de volver de mi misión de Ponyville, y quería entregarle inmediatamente mi reporte." Dijo Flash Sentry, saludando militarmente a Cadance mientras sostenía un pequeño lote de hojas, que al parecer, era su informe.

"No esperaba que volvieras tan pronto… ¿De verdad pudiste cumplir con… tu misión, en solo dos días?" Preguntó Cadance, sin dar detalles de la 'misión secreta' de Flash, ya que era algo que Shining Armor aún desconocía.

"Lo siento princesa. De eso precisamente he venido a hablar con usted. Yo, renuncio a mi misión." Dijo Flash seriamente, dejando sorprendidos a Cadance y Shining, pues no era normal que un guardia de palacio renunciara a una misión que una princesa le hubiese encargado. "Debo renunciar, porque mi alma finalmente ha encontrado su otra mitad, y juraré que desde ahora mi corazón será solo para aquella a quien amo. Un amor incondicional por el que lucharé, aunque sea a la distancia."

"¿De qué estás hablando?" Preguntó Shining Armor confundido.

"Tú… ¿¡Te enamoraste!?" Preguntó Cadance sorprendida, entendiendo a qué se refería el guardia con su grandilocuente discurso.

"Así es. Finalmente caí flechado por una yegua que robó mi corazón. Una yegua a la que conocí MUY íntimamente." Dijo Flash, levemente sonrojado al recordar su error en Ponyville, al levantar la pata de Twilight Sparkle. Una imagen que se había quedado grabada a fuego en su mente. "Twilight Sparkle, la única yegua que fue capaz de rechazarme y resistir mis encantos. Juro por el sol de Celestia que mi corazón será de ella." Agregó Flash, hablando como todo un poeta.

"¿Twilight Sparkle?" Preguntó Cadance alzando una ceja. Sorprendida que una yegua desconocida de Ponyville fuera capaz de enamorar en solo un día al guardia de palacio más galán del reino.

"Así es… Y debo decirlo, capitán. ¿Cómo fue que nunca me enteré que tenía una hermana tan impetuosa y hermosa?" Dijo Flash, entregándole el informe a Shining Armor, además de un periódico, en el cuál aparecía fotografiada una yegua.

Tanto Shining Armor como Cadance se acercaron para ver mejor el periódico, en donde se titulaba: 'Twilight Sparkle, la heroína que salvó Equestria'. Al hacerlo, ambos vieron con detalle la foto de la yegua que había robado el corazón de Flash. Una yegua de pelaje color lavanda, melena azul con una franjas rosa y morada, ojos morados, y una cutie mark que ambos reconocerían en cualquier parte. Entonces, tanto Shining como Cadance casi explotan de la risa, conteniendo al último instante su carcajada al reconocer a esa 'yegua', pues era obvio quien era. Sin embargo, ¿¡Cómo era que Dusk Shine había logrado eso!?

"Capitán, yo… no quisiera ser indiscreto. Pero con su permiso, quisiera que algún día me contara más sobre su hermana menor." Dijo Flash, mirando seriamente, embobado de amor, a Shining Armor.

"Eh… ¡Ahem! S-Sí… Creo que es algo que podría hacer…" Dijo Shining Armor, intentando parecer lo más serio posible, pese a que internamente se estaba muriendo de la risa.

Satisfecho con aquella respuesta, Flash Sentry saludó a su capitán y a la princesa, y se retiró con una brillante sonrisa. Jurándose a sí mismo que mejoraría como potro, para algún día poder conquistar a la esquiva y atrevida Twilight Sparkle.

Luego que Flash Sentry se retirara lo suficientemente lejos, Cadance y Shining se miraron mutuamente y ambos estallaron en risa.

"Definitivamente tendré que preguntarle a Dusk cómo hizo para engañar a Flash." Dijo Cadance, luego de reír. Secándose una lágrima de risa. "Dusk tiene suerte que este diario no llegó hasta mi tía. Seguramente se moriría de vergüenza si supiera que una foto suya 'en este estado' casi comienza a circular por todo Canterlot." Agregó Cadance, comenzando a caminar para ir a su habitación.

"Sí… Supongo que se moriría de vergüenza…" Susurró Shining Armor con una mirada pensativa. Mirando una vez más la fotografía en el periódico del alter ego femenino de su hermano…

Así fue como la noche cayó sobre Canterlot. Y mientras la mayoría de los ponies dormían en el castillo, una figura encapuchada evadió a los pocos guardias que había por los pasillos del castillo, y se encontró secretamente con otro pony, que esperaba pacientemente en los patios exteriores del castillo.

"Llegas tarde… Más vale que sea algo bueno lo que tienes para mí, para hacerme venir tan de noche." Dijo el pony que había estado esperando oculto fuera del castillo. Quien no era otra que Nosey News, la reportera de farándula del periódico 'El Sol de Canterlot'. La reportera que había estado a punto de exponer la primicia sobre la boda de Shining Armor y la princesa Cadance, pero que había quedado en ridículo luego que la misma princesa admitiera ante todos su compromiso, e hiciera inservible toda su investigación.

"Lo siento. No fue fácil escabullirme por el castillo sin que los guardias me vieran." Susurró la figura encapuchada. Sacándose su capucha, revelando así a Raven Inkwell, la fiel encargada de la agenda de la princesa Celestia. Quien justo ahora estaba haciendo algo a escondidas de su princesa. "Dime, ¿Es verdad que estás interesada en la familia del capitán Shining Armor? En especial, en su hermano menor."

"Sí, en el pasado quise investigar sobre ese tal Dusk Shine, ya que parece que está ligado de alguna forma con la caída de Nightmare Moon y la aparición de la princesa Luna." Respondió la reportera. Recordando que su jefe le había insistido en que no siguiera investigando esa noticia.

"Pues si es así, quizás esto te interese." Dijo Raven Inkwel. Entregándole a la reportera un pequeño periódico de Ponyville.

En cuanto Nosey News tomó el periódico, vio la fotografía y leyó el titular, ella sonrió emocionada. Sabiendo que finalmente había descubierto la pieza del rompecabezas que tanto había buscado, para publicar la tan ansiada noticia que la convertiría finalmente en una reportera estrella.

# Fin del capítulo 12