T2 - Capítulo 16 – El ingrediente secreto

Applejack se encontraba en medio de uno de los campos de la granja familiar. No importaba cómo había legado allí, ni qué estaba haciendo, pues aquello era un sueño. Como tal, lo único que Applejack recordaba, era simplemente haber aparecido en medio de su granja.

Aquel sueño era uno muy peculiar. Pues en él, Applejack estaba reviviendo parte de sus recuerdos del día anterior. Ese día, Applejack había estado en ese mismo lugar de la granja cuando Rainbow Dash se acercó a hablar con ella. La única diferencia entre lo vivido el día anterior y lo que estaba viviendo Applejack en ese sueño, era que por alguna razón, en aquel sueño, ahora ella llevaba en su cuello el collar con su Elemento de la Armonía: La joya de la Honestidad.

Fue así que, tal como sucedió el día anterior, Rainbow Dash bajó de los cielos y aterrizando frente a la yegua campirana. Entonces la pegaso miró a su amiga con una mirada nerviosa y culpable.

"Applejack, yo… quería hablar contigo a solas. Sé que quizás no sea la mejor forma de decírtelo, pero necesito hacerlo. Si no lo hago, la culpa no me dejará tranquila." Dijo Rainbow Dash muy nerviosa. Mientras Applejack, en el fondo, sabía lo que su amiga diría, ya que era exactamente lo mimso que le había dicho su amiga el día anterior. "Ayer yo… ¡Besé a Dusk!"

Pese a que todo eso era un deja-vu para Applejack, el sueño mantenía confundida la mente de la yegua campirana. Y tal como si ella estuviera viviendo esa situación por primera vez, Applejack actuó de la misma manera que lo hizo antes. Quedando perpleja, sin saber cómo reaccionar.

"Sé que no debí hacerlo. Pero Dusk fue tan lindo conmigo, y yo… No podía dejar de pensar en esa tonta regla que pusimos para el noviazgo con Dusk…" Continuó hablando Rainbow Dash, mirando a su amiga con una mirada llena de culpa.

"N-No te preocupes… Está bien, supongo…" Respondió Applejack saliendo finalmente de su perplejidad. Desviando la mirada nerviosa. "E-Es lo que habíamos acordado, ¿No? Sobre… La tercera regla… Para ver si nuestra amistad… puede superar estos problemas." Agregó Applejack, haciendo un gran esfuerzo por intentar verse tranquila. Forzando una pequeña sonrisa para su amiga.

A diferencia del recuerdo real, esta vez en el sueño, luego que Applejack respondiera a Rainbow Dash, la joya que representaba su elemento de la armonía, se trizó.

'¿¡Cómo te atreves a besar a mi novio!? ¡Se supone que eres mi amiga! No importa lo que hayamos prometido, ¡Dusk es mi novio!' Se escuchó gritar en el cielo la voz de Applejack.

En ese instante todo alrededor de Applejack se desvaneció, y ella apareció en otro lugar. Esta vez ella estaba frente al granero, reviviendo otro de los recuerdos vividos el día anterior. Un recuerdo que sucedió solo un par de horas después de lo sucedido con Rainbow Dash. En ese recuerdo, Dusk acaba de llegar para charlar con ella.

"Sé que debí decírtelo en cuanto pasó, pero… no estaba seguro de cómo reaccionar." Dijo Dusk tímidamente, luego de contarle a su novia que se había besado con Rainbow Dash. "Por favor, perdóname."

"¿D-De qué estás hablando? Fue solo un pequeño beso, N-No es como que dejaré de ser amiga de Rainbow Dash, o que dejaré de ser tu novia por eso, jeje…" Respondió Applejack con una nerviosa sonrisa. Nuevamente forzándose a sonreír para intentar ocultar sus verdaderos sentimientos. "Todos somos amigos, estas cosas… pueden pasar."

'¿¡Cómo puedes engañarme!? ¡Debiste detenerla! No importa si sientes algo por ella o por las demás, ¡Ahora estás conmigo! ¡Eres solo mío!' Se escuchó nuevamente la voz de Applejack desde el cielo, gritando furiosa. Todo mientras la Applejack del sueño seguía forzándose a sonreír.

'¡CRACK!' Nuevamente la joya que Applejack cargaba en su cuello se trizó. Esta vez rompiéndose por completo el elemento de la armonía. Al instante, todo alrededor de Applejack se desvaneció, incluyendo el piso. Haciendo que la yegua cayera en un abismo, hasta caer en lo que parecía un nivel inferior.

Luego de caer contra el piso, Applejack se levantó rápidamente y comenzó a correr en lo que parecía ser un pasillo interminable. No estaba segura por qué corría, solo sabía que debía hacerlo. ¿Huyendo de algo quizás? No lo sabía. Lo único que Applejack sabía era que necesitaba alejarse de allí.

Llegó un momento en que Applejack casi no daba más por lo exhausta que estaba, lo que hizo que se volteara por un segundo para ver hacia atrás. Entonces, vio que nada la perseguía. Sin embargo, ni siquiera alcanzó a respirar aliviada, ya que justo en ese instante chocó contra algo, que la hizo caer fuerte de espaldas.

Al levantar la vista, Applejack vio que había chocado contra un gran muro blanco, con un gran número treinta en él. Entonces el tapiz de aquel muro se rasgó y otro tapiz detrás de este apareció. Uno igual de blanco que el anterior, solo que este tenía un gran número veintinueve en él.

Mientras los tapices se rasgaban, Applejack entendió que no había chocado contra un muro, sino que chocó contra un enorme calendario gigante. El cual rasgaba una por una los días que pasaban, siendo una enorme cuenta regresiva que se fue acelerando más y más.

"¡No, por favor! ¡Necesito más tiempo! ¡No quiero que esto termine!" Gritó Applejack asustada. Rogándole al calendario gigante que se detuviera. "No… ¡No te dejaré!" Gritó Applejack frustrada. Poniendo sus patas delanteras sobre el calendario, para que las hojas dejaran de rasgarse.

Al impedir que el calendario dejara de avanzar, este desapareció. Entonces Applejack vio a su alrededor, y vio que ahora estaba rodeada por sus cuatro amigas. Todas apuntándole con sus cascos, mirándola con enojo.

"¿No quieres que llegue ese día? ¡Eres una tramposa!" Dijo Pinkie Pie furiosa, mientras Applejack caía sentada con su cabeza agachada.

"Sabes que te queda poco tiempo con él, ¿¡Y ahora quieres parar el tiempo!?" Dijo Fluttershy con una mirada de dolor, mientras Applejack comenzaba a llorar.

"Jamás debimos confiar en ti. ¿Cómo puedes decir que eres nuestra amiga?" Dijo Rainbow Dash con una mirada de asco, mientras Applejack se tapaba los oídos para no escuchar más a sus amigas.

"Solo piensas en lo que tú quieres. Eres una egoísta." Dijo Rarity enojada, apuntando su casco culpable hacia Applejack.

"Sí, lo admito… soy egoísta… ¿¡Y qué tiene eso de malo!?" Gritó Applejack poniéndose de pie. Aún llorando, pero mirando a sus amigas con una mezcla de enojo y dolor en su mirada. "Yo no soy el elemento de la generosidad, ¡Puedo ser egoísta si quiero! Tampoco soy el elemento de la risa, ¡Puedo sentirme enojada y triste con los demás! Tampoco soy pura bondad como Fluttershy, ¡Puedo hacer cosas malas! Y tampoco represento la lealtad, puedo… ¡Puedo traicionar a mis amigas!" Agregó Applejack, enfrentándose a sus amigas, pero llorando más aún al admitir todos esos malos sentimientos que sentía por dentro. "Yo represento el elemento de la honestidad… ¿¡Por qué no puedo decir la verdad y decir que quiero que Dusk se quede solo conmigo!?" Gritó Applejack llena de dolor.

"Es suficiente." Dijo repentinamente una voz que resonó en todo el lugar. Entonces las amigas y paredes que rodeaban a Applejack desaparecieron, como si fueran humo. Quedando solamente Applejack, parada en medio de la nada.

Desde el cielo, apareció un gran brillo, y desde él bajó lentamente la Princesa Luna, aterrizando en frente de Applejack. Quien por su parte, secó sus lágrimas y miró sorprendida a la princesa de la noche.

"¿Princesa Luna? Esto… ¿Esto es un sueño?" Dijo Applejack confundida. Siendo capaz de reaccionar finalmente a la realidad de que eso era solo un sueño, luego que la princesa de la noche influyera en él y despertara su mente consciente.

"Es curioso que ahora seas tú quien tiene una pesadilla. Ayer fue tu amiga Rainbow Dash quien no podía dormir bien, por sentirse culpable por besar a tu novio." Dijo Luna, acercándose a Applejack y mirándola con preocupación. "La pesadilla de tu amiga fue fácil de solucionar. Ella tenía un conflicto con su elemento de la armonía, al creer que te había traicionado. Así que su consciencia quedó tranquila cuando admitió lo que hizo. Pero en tu caso es distinto, no tienes un conflicto con el elemento de la armonía que representas. Tú elemento está influyendo en que admitas la verdad, una verdad que tú intentas ocultar para no lastimar a tus amigas."

"Yo… Tampoco quiero traicionar a mis amigas." Dijo Applejack cerrando fuerte sus ojos con dolor. "Pero el tiempo que tengo con Dusk casi se acaba, y yo… ¡Yo no quiero que se termine! Jamás debí aceptar el trato que hicimos…"

"¿Un trato? ¿Le queda poco tiempo para estar con Dusk Shine? ¿De qué se trata todo esto? ¿Qué es lo que pactaron las amigas de Dusk?" Pensó Luna confundida, entrecerrando sus ojos con duda.

Momentos antes, al entrar al mundo de los sueños, Luna inmediatamente se dirigió a la puerta de los sueños de Applejack, al sentir la tormentosa y fuerte pesadilla que estaba sintiendo aquella yegua. Así, Luna había sido testigo de la pesadilla de Applejack casi desde el principio. Sin embargo, no actuó de inmediato, al ver que la pesadilla de Applejack estaba relacionada con la de Rainbow Dash la noche anterior, y que ambas tenían un fuerte conflicto con 'un trato' que habían hecho. Aquello llamó la atención de Luna, que decidió esperar, para así entender mejor de qué se trataba todo eso.

"¿Por qué Applejack solo puede estar un mes con Dusk Shine?" Pensó Luna, abriendo su boca para preguntarle eso directamente a Applejack. Sin embargo, antes de hacerlo, ella se contuvo. "¿Qué estoy haciendo? Juré que nunca más volvería a anteponer mis intereses propios antes que mis deberes como guardiana de la noche. No importa cuanto quiera saber sobre Dusk Shine, mi deber antes que todo es ayudar a esta yegua."

"Debes hacer lo que es correcto." Dijo finalmente Luna, mirando afectuosamente a Applejack.

Al ver la mirada de la princesa, Applejack abrió grande sus ojos, luego ella desvió la mirada y finalmente volvió a levantar su cabeza. Mirando a la princesa con una mirada muy seria y determinada.

"Me quedaré con Dusk." Dijo finalmente Applejack. Decidida a ser egoísta, aunque fuera por una vez en su vida. "No importa si rompo el trato, no importa si traiciono a mis amigas. ¡Lo único que importa es el verdadero amor! ¿Verdad?"

"Sabes que eso no es cierto." Dijo Luna con una triste sonrisa. Justo cuando el cielo sobre ellas comenzaba a hacerse más brillante, señal de que aquel sueño estaba por terminar.

"¿¡Tú qué sabes!? ¡Tú no sabes lo que es correcto! Yo… ¡Yo estoy segura de que lo que digo es lo correcto!" Gritó Applejack, mirando enojada a Luna, mientras todo a su alrededor se hacía cada vez más brillante.

"Es fácil saber que eso no es lo correcto." Dijo Luna acariciando la mejilla de Applejack. Con todo a su alrededor tan brillante, que ya apenas se podían ver sus caras. "Si así fuera, yo no estaría aquí, y tú no tendrías esta pesadilla."

En ese instante el sueño se acabó y Applejack abrió sus ojos en el mundo real.

Los primeros rayos del sol se asomaban desde los lejanos cerros y comenzaban a iluminar la habitación de la yegua naranja. Entonces Applejack levantó uno de sus cascos mientras lentamente comenzó a recordar todo lo vivido en su pesadilla. Luego Applejack giró su cabeza y miró hacia un calendario que estaba pegado en una pared, en donde había una importante fecha marcada para cinco días más adelante. La fecha en que se marcaba un mes desde que ella empezó a ser la novia de Dusk.

"¡Maldita sea!" Dijo Applejack furiosa consigo misma. Bajando fuertemente su casco y golpeando la mesita al lado de su cama. Sabiendo que lo que la princesa había dicho era cierto, pero aún así, negándose a aceptarlo.


Era una bella mañana en Ponyville y Dusk Shine caminaba tranquilo por el mercado de frutas y verduras del pueblo. El día anterior, él había quedado de encontrarse a primer hora con su novia allí, para ayudarla en con su puesto de venta de manzanas.

Para Dusk era muy importante estar con Applejack ese día. No solo porque ella lo había perdonado luego que el día anterior él admitiera que Rainbow Dash lo había besado. Sino que también era importante porque faltaba muy poco para que pasara un mes desde que ambos estuvieran formalmente casados, por lo que la alcaldesa debería de cumplir con su palabra y firmarles el divorcio muy pronto. Por eso mismo, Dusk no sabía qué pasaría luego que él y Applejack estuvieran formalmente divorciados, ¿Acaso ella lo abandonaría? ¿O quizás ella querría seguir con él como novios? ¿¡Pero qué pasaría con sus demás amigas!? Con todas esas preguntas, lo único que Dusk sabía, era que debía de aprovechar el tiempo como novio de Applejack, antes que todo se complicara.

Mientras caminaba por el mercado, Dusk se distrajo al ver que parecía haber un nuevo puesto de frutas, el cuál estaba abarrotado de ponies. Y entre toda esa multitud, a Dusk le llamó la atención ver que estaba la pequeña Apple Bloom.

"¿Apple Bloom? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar ayudando a Applejack en su puesto?" Preguntó Dusk, acercándose a la pequeña potranca.

"Sí, justamente iba para allá, ¡Pero mira esas peras! Nunca había visto peras como estas en Ponyville." Dijo Apple Bloom, mostrándole a Dusk una gran y apetitosa pera que tomó del mostrador de aquel puesto.

Curioso, Dusk vio bien el nuevo puesto de frutas que había llamado la atención de todos alrededor. Era un puesto que se especializaba en la venta de peras, y tal como el puesto de la familia Apple, no solo vendían la fruta, sino que también vendían una gran variedad de productos derivados de esta, como postres, jaleas y conservas de peras.

"¿Quieren una muestra gratis?" Preguntó el vendedor de aquel puesto. Un potro de tierra bastante anciano, de pelaje color ámbar, melena casi totalmente blanca excepto por un mechón café, una bandana verde en su cuello, y por supuesto, una cutie mark de una gran pera, símbolo su familia y su pasión. "Es un obsequio." Agregó el anciano con una tierna sonrisa. Ofreciéndole una gran jarra de jalea de pera a Apple Bloom.

"¿¡De verdad!?" Dijo Apple Bloom muy sorprendida. Abriendo inmediatamente la jarra y probando la jalea. "¡Está deliciosa!" Dijo Apple Bloom con grandes y brillantes ojos de asombro.

"¿No es una jarra muy grande para ser solo una muestra gratis?" Preguntó Dusk Shine alzando una ceja. Viendo lo grande que era la jarra de jalea que le habían regalado a Apple Bloom.

"Si, jeje. Supongo que es verdad, pero está bien." Dijo el anciano un poco nervioso. Luego mirando a Apple Bloom, y enterneciéndose al ver a la pequeña potranca comiendo feliz. Como si la pequeña Apple Bloom le recordara a alguien muy querido.

"¡Es grandioso tener a Grand Pear de vuelta en Ponyville!" Dijo un potro feliz, mientras compraba una docena de manzanas. "Siempre ha sido muy amable con todos."

"Sí, es una pena cuando se fueron a Vanhoover." Agregó la esposa de aquel potro, guardando las manzanas en una bolsa. "Junto con la familia Apple, eran las dos granjas más famosas de todo Ponyville."

"Gracias… Es bueno volver a casa." Dijo el anciano dueño del puesto, llamado Grand Pear. Sonriendo con una sonrisa que a Dusk le pareció triste por alguna razón.

Tras eso, Grand Pear siguió atendiendo al resto de ponies que deseaban comprar jalea antes que se acabara. Mientras que Dusk y Apple Bloom se despidieron del amable anciano y siguieron su camino para reunirse con Applejack.

"Dusk, tienes que probarla." Dijo Apple Bloom una vez salieron del tumulto. Saltando con su casco, lleno de jalea, y poniéndolo a la fuerza en la boca de Dusk.

"¿¡Hm!? Hmm… En realidad está muy buena." Dijo Dusk sorprendido, al saborear su boca. No solo porque la potranca repentinamente llenara su boca de jalea, sino por el dulce sabor que quedó en su boca. "Sé que no es de manzana, pero estoy seguro que a Applejack le encantará."

"¡Oh! Eso me recuerda. Toma, deberías darle de probar la jalea a Applejack cuando lleguemos." Dijo Apple Bloom, con una cara pensativa. Pasándole la jarra de jalea a Dusk. "Mi hermana amaneció muy gruñona esta mañana. Quizás tú logres hacerla cambiar de humor si le das este dulce regalo."

"¿Applejack amaneció de mal humor?" Preguntó Dusk incrédulo. Pensando que la potranca podía estar exagerando. Ya que a Dusk se le hacía difícil imaginar a su novia de mal humor sin motivo alguno.

"¿Por qué estará enojada?" Pensó Dusk mientras caminaba. Entonces recordó la charla que él y Applejack habían tenido el día anterior. Cuando le confesó que se besó con Rainbow Dash. "No creo que sea por eso. Ella dijo que no era importante, que no dejaría de ser mi novia por eso. Pero… ¿¡Qué tal si ella cambió de opinión!?" Pensó Dusk aterrado.

Pese a que él no había iniciado aquel beso con Rainbow Dash, Dusk se había sentido muy culpable luego de aquello. Sin embargo, él no le había dicho a su novia aquel incidente inmediatamente. Eso lo llevó a pasar toda una noche sin poder dormir, hasta que finalmente tuvo que ir con su novia y admitir la culpa. Así fue como de todos los escenarios posibles que Dusk pensó en su mente, en que Applejack se enojaría, lo golpearía, incluso lloraría; fue que pasó el escenario que Dusk menos esperó. Applejack simplemente no reaccionó. Ella se limitó a poner una cara nerviosa y decir que esas cosas pasaban. Aquello llenó a Dusk de un alivio momentáneo, pero al mismo tiempo, lo llenó de dudas conforme pasaba el tiempo.

Al llegar al puesto de manzanas de Applejack, afloraron todas las dudas y nervios que Dusk tenía en ese momento. Al ver que por alguna razón, Applejack efectivamente estaba con su ceño fruncido. Con una mirada mezcla de nervios y enojo.

"¿¡Dónde estabas Apple Bloom!? ¡Debiste llegar aquí hace bastante rato!" Dijo Applejack de mal humor. Ordenando unas manzanas sobre el mostrador. "Y tú… ¡Dijiste que me ayudarías a primera hora! ¿¡Eso es lo que vale una promesa para ti!?" Agregó Applejack molesta, mirando enojada a Dusk.

"Yo… Lo siento." Dijo Dusk tímidamente. Sabiendo que estaba caminando sobre un piso de vidrio, y que cualquier mala respuesta podría hacerlo caer. "Nos detuvimos unos minutos por el nuevo puesto de peras." Agregó Dusk con una tímida sonrisa. Mostrándole a su novia la jarra de jalea de peras que le traía de regalo.

"¿Peras?" Dijo Applejack confundida. Entonces ella miró bien la jarra de jalea que Dusk sostenía, y la yegua campirana puso una mirada de sorpresa, y luego una de profundo enojo. "¿¡Grand Pear volvió al pueblo!? Y… ¿¡Y quiere comprar a mi novio con una sucia jarra de jalea!?" Agregó Applejack furiosa.

"Tú… ¿Conoces a Grand Pear?" Preguntó Dusk tímidamente. Viendo que de alguna forma había hecho que el mal humor de Applejack aumentara aún más, y se transformara en furia.

"¡No! No lo conozco. Y no quiero conocerlo." Respondió Applejack, desviando la mirada enojada. Luego ella volvió a mirar a Dusk seriamente. "No vuelvas a acercarte a los Pear. No quiero que pruebes ni compres ninguno de sus productos."

"Yo… Yo no lo compre. Fue un regalo." Dijo Dusk. Confundido con el mal humor de Applejack. Pues ya no estaba seguro de si estaba enojada con él, con Grand Pear, con Apple Bloom, o simplemente estaba enojada con todo el mundo.

"¡No quiero que te acerques a los Pear! ¡Ya te lo dije!" Gritó Applejack furiosa. Luego bajando su cabeza frustrada, recordando en su enojo, que no solo estaba enojada con Grand Pear, sino que también con la forma de ser de Dusk. "Siempre eres así, ¿No es verdad? Ese es tu problema. Nunca sabes qué elegir. Tienes algo bueno ante ti, pero no te atreves a dar el paso."

Ante las palabras de Applejack, Dusk se sorprendió, y luego desvió la mirada con tristeza y vergüenza. Aquellas palabras lo confirmaban, Applejack estaba enojada con él. No solo por lo del beso, parecía que toda la situación del novio temporal y no saber a cuál de sus amigas tener como novia, finalmente había explotado. Haciendo que Applejack le enrostrara su gran problema: Ella era su novia, pero él seguía indeciso en su corazón.

Viendo que Dusk desvió la mirada triste, Applejack sintió apretado su corazón, dándose cuenta que en su enojo estaba hiriendo a Dusk. Pero parecía que su enojo podía más que su razón en ese momento.

Applejack había despertado de mal humor luego de la pesadilla que tuvo, y de su conversación con la princesa Luna. Luego ella se enteró que el pony a quién más odiaba en la vida, Grand Pear, estaba de vuelta en Ponyville. Eso hizo que a ella le hirviera aún más la sangre. Una ira que tomó control de su cuerpo.

"¡Hermana! ¿Por qué estás tan enojada con Grand Pear? Él es muy amable." Dijo Apple Bloom asustada. Viendo que su hermana estaba demasiado enojada, tanto que se estaba desquitando con Dusk.

"¿¡Amable!? ¿¡Dices que ese pony es amable!?" Dijo Applejack impactada. Que su hermana pequeña estuviera defendiendo a Grand Pear, a pesar de lo que él le había hecho a su familia, fue algo que hizo que Applejack sobrepasara los límites de su ira. "¡No hables de cosas que no sabes, tonta!" Agregó Applejack mirando de frente a Apple Bloom. Con una mirada llena de dolor, tanto que unas pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos.

Al ver la furiosa mirada de su hermana, además de que le dijera 'tonta', Apple Bloom puso una mirada asustada y salió corriendo de allí, con lágrimas en sus ojos. En tanto que al ver que su hermana huía de ella, Applejack sintió una punzada de culpa en su corazón, que terminó haciendo que su enojo aumentara aún más.

"¡Todo es culpa de ese Pear! ¡No debió venir hasta aquí!" Dijo Applejack furiosa.

Entonces Applejack fue hasta el puesto de peras de Grand Pear, y gritó para que su voz se escuchara entre toda la multitud que se abarrotaba por intentar comprar jalea de peras.

"¡GRAND PEAR! ¡VETE DE PONYVILLE! ¡NO ERES BIENVENIDO AQUÍ!" Gritó Applejack furiosa. Un grito que sorprendió a todos en el mercado.

Por su parte, al escuchar ese grito enfurecido, el viejo Pear simplemente bajó su cabeza con tristeza y cerró sus ojos con dolor. Al ver que ni siquiera respondió a su provocación, Applejack desvió la mirada molesta y se enojó con el último pony que faltaba: con ella misma. Furiosa al ver que había terminado desquitando su ira con Dusk, con Apple Bloom, e incluso con ese anciano Pear; fue que Applejack cerró molesta sus ojos y se fue corriendo del mercado. Sabiendo que esa yegua furiosa que estaba allí gritándoles a todos, no era ella misma.

Mientras veía a su novia correr, Dusk Shine simplemente se quedó pasmado, al igual que todos en el mercado. Ninguno de los ponies presentes había visto jamás a Applejack tan enojada. Y aunque todos pensaban que esa ira era contra Grand Pear por alguna razón, Dusk estaba seguro que el gran culpable de todo eso, era él.

Luego de irse iracunda del mercado, Applejack fue de vuelta hasta Sweet Apple Acres. Durante el largo camino de vuelta a su casa, la yegua campirana tuvo el tiempo suficiente para enfriar un poco su cabeza y reflexionar sobre su actuar.

Durante toda esa mañana, Applejack tuvo un fuerte conflicto interno entre lo que de verdad deseaba y lo que sabía que era correcto. Eso hizo que se sintiera frustrada consigo misma. Eso hizo que su cuota de enojo se llenara casi al límite. Y por supuesto, que Grand Pear hubiera vuelto al pueblo, fue más de lo que su paciencia pudo soportar. Sin embargo, luego que terminara su minuto de ira, ya alejada de todos, Applejack se sintió horrible consigo misma, por desquitar su enojo y frustración con todos.

"Grand Pear… ¿Cómo se atreve a aparecer aquí? El… ¡Él se merecía que le gritara! ¡Es lo mínimo que puedo hacer luego de lo que hizo!" Dijo Applejack pensando en voz alta, luego de calmarse un poco. Recordando que hacía años se había jurado a sí misma jamás perdonar a Grand Pear y enfrentarlo si alguna vez lo veía. "Aún así… No debí gritarle a Apple Bloom y a Dusk…"

Finalmente Applejack llegó a su casa. Al entrar, vio que Apple Bloom estaba llorando, abrazando a su abuela, mientras Big Mac estaba a su lado intentando calmarla. Aquello hizo que Applejack finalmente olvidara lo último de enojo que quedaba dentro de ella, y terminara de sentirse culpable por la forma en cómo había actuado.

"Apple Bloom, yo… siento haberte gritado." Dijo Applejack tímidamente, con una mirada apenada. Acercándose a donde estaba su hermana.

Sin decir nada, Apple Bloom evitó que Applejack la tocara, y salió corriendo, llorando hacia su habitación. Lo que terminó por romperle el corazón a Applejack.

"¡Cielos! Nunca había visto a Apple Bloom tan dolida contigo. ¿Qué fue lo que pasó?" Preguntó la abuela Smith, mirando a su nieta mayor con una mirada muy preocupada.

"Yo… le grité a Apple Bloom en el mercado." Dijo Applejack con una mirada muy arrepentida. "Ella estaba defendiendo a ese anciano Grand Pear, y yo… perdí la razón un segundo."

"¿¡Grand Pear volvió a Ponyville!?" Preguntó la abuela Smith en shock.

"¿Quién es Grand Pear?" Preguntó Big Mac confundido.

Ante aquella pregunta, la abuela Smith se asustó y miró de un lado a Applejack y Big Mac. El gran potro rojo la miraba confundido, mientras que Applejack simplemente miraba hacia el suelo dolida, atrapada en sus propios pensamientos de culpa.

"E-Es un viejo vecino de la granja, un potro testarudo del que no vale la pena hablar, jeje." Respondió la abuela Smith muy nerviosa.

"No solo le grité a Apple Bloom. También le grité a Dusk… ¡Soy una tonta!" Dijo Applejack pensando en voz alta. Golpeándose el rostro con su casco, frustrada por haberse enojado con Dusk cuando quedaban tan pocos días para que llegara la fecha límite de su relación. "Debí estar aprovechando estos últimos días, pero ahora… ¡El único recuerdo que Dusk tendrá de nosotros, será cuando le grité sin razón!" Agregó Applejack asustada y dolida, sintiendo que el mundo se desmoronaba bajo sus cascos.

"¿Piensas terminar con Dusk?" Preguntó Big Mac sorprendido, y un poco feliz, al escuchar a su hermana. "Quizás sea lo mejor." Agregó Big Mac con una mirada seria, saliendo del salón para volver a sus labores.

Contrario al potro rojo, la abuela Smith vio lo dolida y arrepentida que estaba su querida nieta, y se acercó para calmarla y brindarle apoyo.

"Tranquila querida, las parejas siempre discuten, pero siempre se perdonan, porque el amor es más fuerte." Dijo la abuela Smith, acariciando el rostro de Applejack. "Tus padres también discutían a veces, pero siempre se reconciliaban… Jeje. Recuerdo que tu mamá siempre le cocinaba una tarta de manzana a tu padre cuando quería pedirle perdón por algo."

"Las tartas de manzana de mamá… ¡Es cierto! Mamá hacía las mejores tartas de manzana." Dijo Applejack secándose una lágrima y sonriendo ante el recuerdo de sus padres. "Quizás podría intentar hacer esa misma tarta para que Apple Bloom y Dusk me perdonen por gritarles."

"Oh, querida, me temo que eso no podrá ser." Dijo la abuela Smith con una triste sonrisa. "Solo tu madre sabía la receta de sus famosas tartas de manzana. Yo nunca pude cocinar una tan deliciosa como las que hacía ella."

"Hmm… Quizás…" Dijo Applejack, mirando al suelo con una mirada pensativa. Entonces ella se dio cuenta que su abuela la miraba atentamente, y sonrió nerviosamente. "N-No importa. Creo que lo veré más tarde. Por ahora, iré a descansar un rato a mi cuarto." Agregó rápidamente Applejack, despidiéndose de su abuela y subiendo al segundo piso de la casa.

Una vez Applejack subió las escaleras, fingió ir a su habitación para que la abuela no sospechara. Sin embargo, en vez de eso, ella fue hasta el final del pasillo y saltó hasta jalar una pequeña cuerda que abría una puertecita en el techo. Desde esta bajó una pequeña escalera para subir al ático de la casa.

Confirmando que no hubiera moros en la costa, Applejack subió silenciosamente hasta el ático. Una vez allí, buscó detrás de varias polvorientas cajas.

"Hace mucho tiempo que no lo veo. Creo que estaba por aquí." Dijo Applejack, mientras buscaba en la caja de más al fondo del ático. Una caja llena de fotos y dibujos infantiles. "¡Aquí esta!" Dijo finalmente Applejack feliz. Tomando de la caja un pequeño libro amarillo.

"¡Ajá! Sabía que había algo raro." Dijo repentinamente la abuela Smith detrás de Applejack. Haciendo que Applejack casi soltara el libro por la sorpresa.

"¡A-Abuela! ¿Q-Qué haces aquí?" Preguntó Applejack nerviosa. Dándose la vuelta y ocultando el pequeño libro amarillo tras de sí.

Sin decir nada, la abuela simplemente estiró uno de sus cascos frente a Applejack, esperando a que le entregara lo que escondía. Entonces Applejack desvió la mirada apenada, y le entregó el libro a su abuela. La abuela Smith tomó el libro y leyó su portada, donde simplemente decía: 'Diario'.

"Así que leíste el diario de Buttercup." Dijo la abuela Smith, mirando con una triste sonrisa el diario que sostenía. "Aunque supongo que ahora, ya sabes que su verdadero nombre era Pear Butter… Sabía que había algo raro cuando te molestaste tanto con Apple Bloom por acercarse a Grand Pear."

Tras eso, Applejack y su abuela se quedaron varios segundos en silencio. Sin estar seguras de cómo continuar esa conversación tan delicada.

"¿Desde cuándo sabes que tu madre era una Pear?" Preguntó la abuela Smith. Mirando preocupada a su nieta.

"Desde hace varios años… Quería saber más sobre mamá. Así que un día subí aquí y encontré su diario." Respondió Applejack con una triste mirada. "¿Por qué nos lo ocultaste?"

"Huff… Si leíste el diario, supongo que sabes porque tu madre abandonó su nombre y su familia." Respondió la abuela Smith suspirando con tristeza. "Nuestra familia y la familia Pear eran vecinos, y nunca se llevaron bien. Grand Pear y yo mantuvimos viva esa rencilla familiar por años, y tratamos que nuestros hijos también la tuvieran. Por eso mismo, para todos fue una sorpresa cuando nos enteramos que Bright Mac y Pear Butter estaban enamorados."

"Por más que Grand Pear y yo los intentamos separar, ellos siempre se veían a escondidas. Y tanto era su temor con nosotros, que terminaron casándose en secreto. Fue allí que Grand Pear y yo los descubrimos… En un principio, me negué a que mi hijo desposara a una Pear, pero la dulce Pear Butter me dijo lo mucho que amaba a mi hijo, y finalmente acepté que ambos de verdad se amaban. Sin embargo, Grand Pear no pudo aceptar que su hija eligiera casarse con un Apple, y la hizo elegir entre Bright Mac y su familia. Finalmente Pear Butter eligió a Bright Mac, y Grand Pear, junto a toda su familia, abandonaron Ponyville y nunca más vieron a Pear Butter."

"Pear Butter comenzó a usar el apodo que Bright Mac le decía de cariño: 'Buttercup', y ella nunca más mencionó a su familia, ni tampoco les habló a ustedes de su pasado." Dijo la abuela, mirando apenada a su nieta. "Luego de la muerte de tus padres, pensé que debía honrar la decisión que eligió Pear Butter, y no mencionarles ni a ti ni a tus hermanos la verdadera familia de tu madre."

"Supongo… que es la misma razón por la que decidí nunca contarle a Big Mac ni a Apple Bloom lo que había averiguado sobre mamá." Dijo Applejack con una mirada triste y molesta. "Cuando leí el diario de mamá, no podía creer que su padre la hubiera abandonado cuando más la necesitaba. Así que conversé con los amigos de mis padres: Burnt Oak, la Señora Cake y la Alcaldesa. Todos ellos me confirmaron que Grand Pear abandonó a mamá… Entonces, juré que nunca perdonaría a Grand Pear por lo que hizo. Para mí, no hay nada de Pear corriendo por mis venas. ¡Yo y mis hermanos somos cien por ciento Apple!" Agregó Applejack, con una mirada firme, mirando a su abuela.

La abuela Smith sonrió al ver lo orgullosa que estaba su nieta de llevar el nombre familiar. Sin embargo, luego la abuela desvió la mirada con tristeza.

"Han pasado mucho años, Applejack. Y si hay algo que me han enseñado los años, es que ni siquiera el odio dura para siempre." Dijo la abuela Smith con una triste mirada. "Quizás Grand Pear intentó acercarse a Apple Bloom, porque está arrepentido por lo que hizo."

"¡No! ¡No quieras hacerlo ver como si él fuera la víctima." Dijo Applejack enojada. "Mamá jamás perdonó a su papá por lo que le hizo, por eso nunca mencionó su nombre. ¡Y yo tampoco lo haré!" Agregó Applejack muy molesta, golpeando fuerte el piso con su casco.

Tan fuerte golpeó Aplejack el suelo de ático, que un par de cajas que estaban arrumbadas cayeron, botando varios periódicos viejos sobre el suelo.

"Lo siento…" Dijo Applejack apenada, agachándose inmediatamente para recoger el desorden que había caído al suelo. Sin embargo, ella se detuvo al ver que no solo habían periódicos viejos esparcidos por el suelo. "Estas… ¡Estas son recetas de cocina de mamá!" Dijo Applejack sorprendida. Recogiendo varias hojas que estaban escritas con la letra de su mamá. Todas habían estado escondidas en una caja que Applejack nunca había revisado, porque pensó que solo tenía periódicos viejos.

Emocionadas con el gran hallazgo, Applejack y la abuela Smith bajaron rápidamente a la cocina con la receta titulada 'Tarta familiar de Buttercup'. En esta hoja, adornada con muchos corazones, se detallaban los ingredientes y cómo debían mezclarse para obtener la anhelada mejor tarta de manzana que ambas yeguas habían probado en sus vidas.

Rápidamente Applejack y la abuela Smith mezclaron los ingredientes siguiendo al detalle las instrucciones de la receta. Así, en poco menos de una hora, ambas lograron tener lista la primera tarta de manzana. Inmediatamente ambas la probaron, y sonrieron al darse cuenta que en efecto aquella tarta era más sabrosa que las que ellas cocinaban normalmente. Sin embargo, conforme pasaban los segundos y ambas seguían degustando la tarta, sus mirada cambiaron lentamente, mostrándose confundidas.

"Es una tarta muy buena… pero no es igual a la de tu mamá." Dijo finalmente la abuela Smith, con una mirada de decepción.

"No lo entiendo. Seguimos las instrucciones al pie de la letra." Dijo Applejack tomando nuevamente la receta y rascándose la cabeza confundida.

"Hmm… Quizás podrías preguntarle a la Señora Cake qué le faltó. Recuerdo que ambas eran muy amigas y siempre cocinaban juntas." Dijo la abuela Smith con una mirada pensativa.

Sin perder tiempo, Applejack se despidió de la abuela y corrió de vuelta al pueblo. Queriendo lograr lo antes posible recrear la tarta perfecta que hacía su madre, para así pedirles perdón de una forma dulce a su hermana y a Dusk Shine.

Una vez en Sugarcube Corner, Applejack se encontró con la Señora Cake y Pinkie Pie. Allí, Applejack les explicó rápidamente cómo había encontrado la receta de tarta de manzana de su madre, y cómo quería recrearla para pedirle perdón a Dusk y Apple Bloom.

"Oh… Así que por eso te pusiste como loca y gritaste en medio del mercado." Dijo Pinkie Pie con una mirada pensativa, mientras que Applejack se sorprendió al escuchar eso. "Todos en el pueblo lo saben, fue una gran noticia." Agregó Pinkie Pie al ver la confundida mirada de su amiga. Quien entonces se sonrojó y desvió su mirada. Avergonzada de que todos en el pueblo comentaran su gran exabrupto.

"Ohhh… Mi querida Pear Butter… Ella de verdad hacía las mejores tartas. Si no hubiera sido por ella, yo no hubiera obtenido mi cutie matk." Dijo la Señora Cake luego que Applejack le explicara lo sucedido. Llorando de emoción. "Lo lamento. Últimamente estoy muy emocional." Agregó la señora Cake mientras se secaba una lágrima. Algo que Applejack entendió perfectamente, ya que la Señora Cake estaba ya casi en la fecha para dar a luz.

"Aquí… están…" Dijo repentinamente Pinkie Pie. Quien había salido un momento de la cocina y había vuelto con un enorme libro, que guardaba todas las recetas que usaban los Cake en su pastelería.

"Gracias querida." Dijo la Señora Cake, abriendo su libro y buscando hoja por hoja hasta que finalmente encontró lo que buscaba. "¡Aquí está! Sabía que Pear Butter me había dejado una copia de su receta de tarta de manzana. Siempre me dejaba copias de todas su recetas."

Luego de sacar la receta, Applejack y la Señora Cake compararon esa receta con la que había encontrado Applejack. Y la verdad era que ambas eran idénticas, tanto en los ingredientes como en las cantidades, incluso ambas estaban adornadas con los mismos corazones dibujados.

"Hmm… Quizás la tarta no salió igual que la que hacía Pear Butter, porque no usaste exactamente los mismos ingredientes que ella usaba…" Dijo la Señora Cake con una mirada pensativa. "Pear Butter siempre usaba los mejores ingredientes." Agregó la yegua pastelera, anotando en una hoja el tipo de harina, mantequilla, canela y manzanas específicas que recordaba haber visto usar a Pear Butter en sus recetas.

"Bueno, al menos traje conmigo las mejores manzanas de la granja." Dijo Applejack leyendo la lista de ingredientes que anotó la Señora Cake. "Supongo que ahora tendré que pasar toda la tarde buscando los otros tres ingredientes."

"¡Yo te ayudo!" Dijo repentinamente Pinkie Pie con una gran sonrisa. Quitándole a Applejack la lista de ingredientes. "¡Será divertido! Y será aún mejor porque ayudaremos a hacer una deliciosa tarta para Dusk." Agregó Pinkie Pie sonrojándose un poco, con una gran sonrisa.

Entonces, antes que Applejack pudiera decir algo, Pinkie Pie salió rápidamente corriendo de la pastelería, dejando solas a Applejack y la señora Cake.

"¡No! ¿¡Qué está haciendo Pinkie Pie!? Esta tarta es para que YO le pida disculpas a Dusk. ¡No quiero que Pinkie Pie o nadie más ponga sus cascos en mi tarta!" Pensó Applejack asustada. Recordando nuevamente la pesadilla que había tenido la noche anterior, y molestándose nuevamente. "¿¡Por qué Pinkie y las demás siempre quieren interferir en mi relación con Dusk!? ¡Son unas entrometidas! ¡Dusk es mi novio!"

En ese instante Applejack se apresuró y dio un paso para ir tras de Pinkie Pie para impedir que ella y sus amigas se entrometieran en su disculpa con Dusk. Sin embargo, ella se detuvo en el acto cuando la Señora Cake gimió de dolor y se agachó.

"¡Señora Cake! ¿Se encuentra bien?" Preguntó Applejack asustada.

"Sí, estoy bien… Solo fue una pequeña contracción. A este bebé le gusta dar muchas patadas, jeje." Dijo la Señora Cake sonriendo, luego de haber pasado ese segundo de dolor. Entonces ella miró a los ojos a Applejack y se puso a llorar. "Aún recuerdo cuando naciste… ¡Waahhh! Pear Butter estaba tan feliz de tener una potranca… ¡Sniff!" Lloró la Señora Cake al recordar el pasado. Demostrando lo emocional que estaba en ese punto de su embarazo.

Impedida de poder ir tras Pinkie Pie, Applejack finalmente tuvo que quedarse con la Señora Cake para apoyarla. Entretanto, la señora Cake aprovechó de contarle varias historias del pasado de su madre, las cuales Applejack escuchó fascinada, ya que a ella siempre le encantaba escuchar lo dulce y amable que era su madre, o lo valiente que era su padre. Siempre feliz de saber que había tenido unos padres tan buenos, pero también siempre triste de saber que ellos ya no estaban con ella.

Luego de varios minutos, finalmente Pinkie Pie volvió a entrar a la pastelería. Cargada con todos los ingredientes que habían estado anotados en la lista. Entonces, sabiendo que Applejack estaba en buenos cascos, la Señora Cake se fue de la cocina para dejarlas a solas. Pensando que sería lindo que Pinkie Pie y Applejack cocinaran juntas sin que ella interfiriera.

"Pinkie Pie, ¡Eso fue rápido!" Dijo Applejack asombrada, ya que pensó que su amiga se demoraría mucho más. "¿Cómo lo hiciste para conseguir tan rápido harina del 'Molino Troyus' y mantequilla de la 'Granja Sun Dairy'? ¡Quedan de lados opuestos del pueblo!"

"¡Espera! ¿Por qué estoy sorprendida? ¡Debo decirle que se vaya!" Pensó Applejack abriendo grande sus ojos. "¡No importa cuánto Pinkie Pie quiera ayudar, no puedo dejar que siga interfiriendo en mi relación con Dusk! Si no lo hago, ¡Ella me quitará el crédito de la tarta!"

En ese momento Pinkie Pie dejó todos los ingredientes sobre una mesa y suspiró cansada por haber cargado todo eso junto. Justo entonces Applejack puso una mirada firme y se acercó a Pinkie Pie para pedirle que se fuera y dejara de interferir en su relación con Dusk.

"Lo pude hacer rápido porque le dije a las demás, y cada una fue a buscar un ingrediente." Dijo Pinkie Pie con una gran y tierna sonrisa. "Rainbow Dash fue por la harina, Fluttershy por la mantequilla, Rarity por la canela, y yo por el ingrediente especial." Agregó Pinkie Pie, guiñándole un ojo a Applejack.

"¿Eh? ¿Ingredientes especial?" Preguntó Applejack confundida. En ese instante la puerta por donde había entrado Pinkie Pie se volvió a abrir, y por esta atravesó el novio de Applejack. "¿¡Dusk!? ¿Q-Qué haces aquí?"

Divertida con la confusión de su amiga, Pinkie Pie puso un casco sobre la cabeza de Applejack e hizo que se agachara para que ambas pudieran hablar sin que Dusk las escuchara.

"Había otro ingrediente que le faltó mencionar a la Señora Cake." Susurró Pinkie Pie mientras le mostraba a Applejack los corazones que estaban dibujados en ambas recetas. "Cuando yo dibujo corazones en mis recetas, significa que tienes que cocinarlo con amor. ¡Ese es el ingrediente especial!" Agregó Pinie Pie sonriendo. "Para que la tarta salga perfecta, debes cocinarla con el pony que amas."

"¿P-Por eso trajiste a Dusk?" Preguntó Applejack sorprendida. Aún confusa por el hecho que Pinkie Pie y sus amigas la estuvieran ayudando de esa forma… O quizás, ¿Era otro de sus engaños?

"Todas estaban un poco celosas de que cocinaras a solas una tarta con Dusk, pero es tu novio, y más importante aún, ¡Todas queremos que se reconcilien!" Dijo Pinkie Pie con una tierna sonrisa. Luego poniendo una sonrisa más triste. "La verdad es que me encantaría usar la tercera regla y aprovechar para acercarme más a Dusk. Pero lo más importante ahora es que tú estés feliz, jeje. Quizás guarde mi momento para usar la tercera regla contra Fluttershy. Créeme, esa yegua es muy peligrosa cuando se lo propone." Agregó Pinkie Pie riéndose. Entonces Pinkie Pie se despidió de Applejack y Dusk, y salió rápidamente de la cocina, dejando a la pareja de enamorados a solas.

Por su parte, al escuchar las honestas palabras de Pinkie Pie, Applejack abrió grande sus ojos y se sintió horrible consigo misma por pensar mal de sus amigas. Aún era cierto que todas ellas estaban enamoradas de Dusk y buscaban el momento para intentar acercarse más a él. Pero también era cierto que ellas seguían preocupadas por Applejack y la ayudaban cuando sabían que su relación con Dusk estaba teniendo un problema.

"Yo… Estaba decidida a ser egoísta y a traicionarlas… Pero ellas nunca olvidaron nuestro trato, y más importante aún, ellas nunca olvidaron nuestra amistad…" Pensó Applejack dolida. Sitiándose culpable por creer que sus amigas solo pensaban en quitarle a Dusk. "Ese es el reto de nuestro trato. Debemos creer en el amor, sin olvidarnos de nuestra amistad. ¡Jamás debemos olvidarlo!"

Viendo que Applejack se había quedado en silencio, con una mirada triste y culpable, Dusk se acercó tímidamente hasta donde estaba su novia. Él no la había visto desde la mañana, en que ella le gritó. Y sin que Applejack lo supiera, Dusk había pasado toda la mañana culpándose a sí mismo, creyendo que Applejack estaba enojada solo con él, por el beso de Rainbow Dash.

"Applejack, yo… sé que estás enojada conmigo, ¡Y tienes derecho a estarlo! Pero… Quisiera que por favor me perdones." Dijo Dusk, mirando triste y preocupado a Applejack. No queriendo que ella quisiera terminar su relación en ese preciso momento.

"No eres el único que quiere pedir disculpas…" Dijo Applejack con una mirada triste, casi hablando en un susurro. Entonces ella levantó su vista y miró tiernamente a Dusk. "Dusk, ¿Quieres hacer esta tarta conmigo?" Preguntó Applejack con una pequeña sonrisa.

Tras eso, ambos ponies comenzaron a cocinar juntos. Applejack comenzó a mezclar cuidadosamente los ingredientes para el relleno de la tarta, mientras Dusk siguió fielmente cada instrucción que su novia le pedía, para no echar a perder su valiosa tarta.

Así, tal como sucediera con la abuela, Applejack siguió al pie de la letra las instrucciones que había escrito su madre, solo que con dos cosas distintas. La primera era que ahora la tarta tendría exactamente los mismos ingredientes que su madre había usado hacía años. Y la otra gran diferencia, es que de cuando en cuando, ambos ponies se detenía y reían por alguna divertida razón. Ya fuese porque Dusk estornudó sobre la canela, o que él en venganza le tiró un poco de harina a Applejack por burlarse.

Mientras ambos cocinaban, ambos rieron y se jugaron bromas. Disfrutando de poder cocinar junto a su querida pareja. Con 'ese' nuevo ingrediente, Applejack estaba segura que ahora sí tendría una réplica perfecta de la deliciosa tarta de manzana de su madre.

"Me pregunto si mamá se sentía tan feliz como yo cuando cocinaba junto a papá." Pensó Applejack dichosa. Poniendo un poco de jalea en la nariz de Dusk y riéndose de su tierno novio.

Finalmente ambos terminaron de armar la tarta de manzana, y la pusieron en el horno, esperando a que se terminara de cocinar. Fue en ese momento que el alegre y divertido ambiente que había reinado en esa última hora, sufrió un pequeño quiebre. Al estar ambos simplemente esperando en silencio, ambos ponies se perdieron un poco en sus pensamientos. Sabiendo que a pesar de que ahora ambos estaban felices, aún necesitaban conversar sobre lo ocurrido aquella mañana.

"Dusk… Yo… lo siento." Dijo en un momento Applejack, con una mirada más seria. "Lamento haberte gritado en el mercado."

"Eso… Eso no importa. Entiendo por qué lo hiciste." Respondió Dusk, con una mirada apenada. "No debí creer que no te molestarías con el beso de Rainbow Dash. Fue mi culpa… Yo-" En ese momento Dusk fue interrumpido por el casco de Applejack.

"Dusk, no es el momento." Dijo Applejack con una triste sonrisa. "Esta tarta tiene que ser hecha con amor hasta el final. Sé que lo sientes, y… y con eso basta por ahora." Agregó Applejack con una tierna y más brillante sonrisa. Dándose cuenta que Dusk pensaba que toda su ira había sido por su culpa, sin saber que en gran parte se debía a Gran Pear, y también a lo frustrada que se sentía consigo misma.

En ese momento Dusk abrió con sorpresa sus ojos y luego simplemente los cerró con preocupación.

"Lo entiendo… Me perdonas, pero aún debemos hablarlo más tarde…" Pensó Dusk, sintiéndose agitado, pero al mismo tiempo seguro de lo que había estado pensando durante ese día. "Hay algo muy importante que tienes que saber… Algo que tengo que hacer para poner fin a este loco juego."

"Así que esta es la mejor tarta de manzanas que has probado, ¿Eh?" Preguntó Dusk con una pequeña sonrisa. Sabiendo que su novia quería dar por terminada la conversación anterior. "Es curioso que tu mamá fuese una experta en tartas de manzana, siendo una Pear."

"¿¡C-Cómo sabes que mi mamá fue una Pear!?" Preguntó Applejack muy sorprendida.

"¿Recuerdas la vez que estuve en tus recuerdos junto a la Princesa Luna?" Dijo Dusk con una cariñosa sonrisa. "Siempre me llamó la atención que tu abuela nombrara a tu mamá como 'Pear' en ese recuerdo. Pero hace unas semanas, en la reunión familiar, ella la llamó 'Buttercup'."

"¿La abuela la llamó por su verdadero nombre?" Dijo Applejack confundida. Intentando recordar aquella vez, aquel recuerdo que la acompañó en su trauma por tantos años, cuando perdió a sus padres.

Lentamente aquel recuerdo se fue haciendo más claro, y fue solo entonces que Applejack comenzó a entender parte de su propio pasado.

"Es verdad… la abuela estaba tan asustada, que la llamó por su verdadero nombre cuando llegó papá." Dijo Applejack sorprendida. "Yo estaba tan asustada que no le tomé importancia, pero supongo que de alguna forma mi mente lo intentaba recordar… Por eso me interesó tanto averiguar más sobre mi madre. ¡Quería saber quién era de verdad! Pero al fin descubrí que sin importar si su nombre era Pear Butter o Buttercup, lo único que importaba era que para mí, era simplemente 'mamá', mi querida y amada mamá." Agregó Applejack sonriendo.

"Y ya que su verdadero nombre era Pear Butter… ¿Supongo que tiene una relación con Grand Pear?" Preguntó Dusk lentamente. Diciendo finalmente la teoría que había estado formulando durante el día, para tratar de explicar el gran exabrupto que había tenido su novia en el mercado.

"¡Mi madre no tiene ninguna relación con ese Grand Pear!" Dijo Applejack enojada. Cambiando rápidamente su sonrisa por una mirada molesta.

En ese instante Dusk se asustó un poco al ver el drástico cambio de humor de su novia. Algo que Applejack notó de inmediato. Entonces ella cerró fuerte sus ojos, respiró hondo y se calmó. Dándose cuenta que no podía dejar que su rencor nuevamente tomara control de ella.

"Grand Pear es mi abuelo, aunque ni siquiera sé si él mismo lo sabe." Dijo Applejack lentamente, con una triste mirada. "Él abandonó a mi mamá porque eligió casarse con mi papá… Durante todos esos años, él nunca la buscó, ni cuando nos tuvo a mí y a mis hermanos, ni siquiera cuando… cuando murió. Yo no puedo perdonar a ese pony… Y estoy segura que mi mamá tampoco lo perdonaría si aún estuviera aquí." Agregó Applejack, con sus ojos brillantes, al borde de las lágrimas al pensar en todo lo que tuvo que sufrir su madre al ser abandonada por su propia familia.

"Ya veo… Ahora entiendo por qué reaccionaste así en la mañana." Dijo Dusk bajando su mirada. Luego recordando las discusiones que él mismo había tenido con su hermano mayor en el pasado. "No creo que el odio y el resentimiento puedan durar eternamente… Entiendo que sientas rencor, pero quizás tu madre no sintiera ese odio hacia él como tú crees."

Antes que Applejack pudiera responder, la campana del horno sonó, anunciando que la tarta ya estaba lista.

Olvidándose de todo, Applejack sacó rápidamente la tarta y la olió, reconociendo en el acto que aquella tarta debía ser una de las más deliciosas que había cocinado jamás. Entonces ella cortó un pedazo de tarta y se dispuso a probarla. Sin embargo, se detuvo en el último segundo y finalmente se la ofreció a Dusk.

"Toma. Es para ti. Mi forma de disculparme por gritarte en la mañana." Dijo Applejack con una avergonzada y tierna sonrisa.

Dusk tomó el trozo de tarta que su novia le ofreció y la probó. Fue entonces que Dusk abrió con sorpresa sus ojos, saboreando con placer la que definitivamente era la mejor tarta de manzana que había probado jamás.

"¡Hmmm! ¡Esta tarta está deliciosa!" Dijo Dusk con una gran sonrisa mientras tragaba lo que tenía en la boca. "Esta tarta es-"

"Esta no es." Dijo súbitamente Applejack, interrumpiendo a Dusk. Luego de haber probado también la tarta. "Esta no es igual a la tarta que hacía mi mamá."

"¿De qué estás hablando? ¿¡Cómo puede haber una tarta de manzana mejor que esta!?" Dijo Dusk muy sorprendido, luego de la revelación de Applejack.

"¡Tiene que haber algo más! ¡Debo haber olvidado algo!" Dijo Applejack preocupada y molesta. Buscando en el desorden que había en la cocina, dónde estaba la receta de su mamá.

Mientras Applejack buscaba la receta, en su mente repasó todos los ingredientes de la tarta. La harina, la mantequilla, la canela, las manzanas, ¡Incluso lo había cocinado con todo su amor! ¡Junto al potro que amaba! ¿Por qué la receta seguía sin funcionar?

'¿Crees que eso es verdadero amor? ¿Estar jugando a ser novios? ¿Qué crees que dirían nuestros padres de tu relación?' Esas habían sido las palabras que Big Mac le había dicho a Applejack cuando buscaban al Gran Retoño. Palabras que comenzaron a repetirse una y otra vez en la mente de Applejack.

"La receta no funcionó porque… ¿No estamos lo suficientemente enamorados?" Pensó Applejack aterrada. Comenzando a hiperventilarse sin darse cuenta. "¡No! ¡Yo amo a Dusk! ¡Y él me ama! ¡Debe haber otra razón!"

"¿Esta es la receta que estás buscando?" Preguntó Dusk confundido, encontrando la receta que estaba botada en el suelo.

"¡Esa es!" Dijo Applejack respirando con alivio. Saliendo de sus pensamientos negativos y saltando para agarrar la receta. Queriendo con todo su corazón encontrar una razón para que su tarta hecha con amor, fuera distinta a la tarta hecha con amor de su madre.

"No estaba seguro si esa era la receta que buscabas, porque no dice tarta de manzana, jeje." Dijo Dusk con una pequeña risita.

"¿Eh? ¿De qué estás hablando? Por supuesto que-" Dijo Applejack apuntando a la receta y leyéndola. Callándose repentinamente al darse cuenta de un gran detalle. Lo que decía Dusk era totalmente cierto, la receta de tarta de su madre se llamaba 'Tarta familiar de Buttercup', no se llamaba 'Tarta de manzana de Buttercup'. "Pero… Es una receta de tarta de manzana. Está en los ingredientes. Es obvio que…" Agregó Applejack, nuevamente callándose mientras ponía una pensativa mirada. Luego de varios segundos, finalmente Applejack abrió grande sus ojos y desvió la mirada molesta. "No puede ser. ¡Debe ser algo más! ¡Es imposible!"

"¿Qué cosa? ¿Qué descubriste?" Preguntó Dusk confundido. Mirando atentamente a su novia, ya que reconoció esa mirada en ella, sabiendo que había descubierto algo importante.

Por varios segundos Applejack evitó mirar a Dusk. Ella simplemente se quedó mirando molesta hacia el suelo, como si estuviera luchando por decidir algo. Entonces ella finalmente levantó la vista y miró seriamente a Dusk.

"No estoy segura. Y no quiero estar segura, pero… Creo que sé cuál es el ingrediente faltante." Dijo Applejack, con una mirada preocupada.


Unas horas después, en Sweet Apple Acres, toda la familia Apple disfrutaba de la tarta de manzana más deliciosa que jamás habían probado. Una tarta que la abuela Smith y Big Mac creyeron que nunca más probarían, luego de la cruel tragedia familiar que vivieron.

"¡Esta es! ¡Definitivamente esta es la tarta de manzana de Buttercup!" Dijo la abuela Smith, llorando de emoción al recordar a su nuera.

"Mamá…" Susurró Big Mac emocionado. Luego de probar la tarta que su hermana les había traído y reconociendo que era idéntica a la deliciosa tarta que hacía su madre.

"Ten, Apple Bloom. Esta es solo para ti." Dijo Applejack con una pequeña sonrisa. Ofreciéndole a su hermanita una pequeña tarta en forma de corazón. "Es mi manera de pedirte perdón por haberte gritado esta mañana."

Apple Bloom había bajado al primer piso luego de escuchar el alboroto que hacía la abuela luego de probar las tartas que Applejack y Dusk Shine habían traído. Al ver que su hermana mayor estaba allí, ella pensó inmediatamente en volver a su habitación, ya que aún estaba molesta con ella. Sin embargo, el olor de aquellas deliciosas tartas hicieron imposible a la pequeña potranca irse sin probar un pequeño pedazo.

"¿Crees que te voy a perdonar solo porque me das una tarta de manzana?" Preguntó Apple Bloom, mirando molesta a su hermana.

"No es una tarta de manzana, es una tarta familiar." Respondió Applejack con una pequeña sonrisa. Mirando amorosamente a su hermana. "Porque está hecha con todo el amor que sentimos como familia. Con todo el amor que siento por ti, hermanita."

Aunque Apple Bloom quería negar el ofrecimiento de su hermana, el dulce olor de aquella tarta le hizo imposible hacerlo. En cuanto la potranca probó la tarta, su mente la llevó a un lejano recuerdo, al recuerdo más borroso y antiguo que tenía su joven mente. Apenas nacida, los ojos de Apple Bloom no podían distinguir figuras, pero lo primero que grabó su mente al nacer, fue el cálido abrazo de su fatigada madre, y el dulce aroma de un pequeño beso. Mismo aroma que ahora Apple Bloom recordaba y le hacía derramar una lágrima.

"¿Estas eran las tartas de mamá?" Dijo Apple Bloom secándose una lágrima. Sintiendo el vínculo con la madre que, por desgracia, nunca llegó a conocer.

Ambas hermanas Apple se abrazaron fuertemente. Sabiendo que ambas estaban sintiendo el mismo vínculo con su querida madre en ese preciso momento.

Luego que todos hubieran comido varios pedazos de tarta, la abuela finalmente le preguntó a su nieta mayor cómo había logrado igualar la receta de tarta de su madre. Entonces Applejack les contó la historia de cómo a pesar de todos sus intentos, no logró igualar la tarta porque le había faltado un ingrediente secreto. Y en vez de explicarlo con palabras, Applejack decidió mostrarle a su familia cuál había sido finalmente el ingrediente secreto faltante en las tartas de su madre.

La familia Apple y Dusk Shine caminaron hasta el límite de uno de los campos más alejados de Sweet Apple Acres. Aprovechando los últimos rayos de luz del día.

"Vaya… No venía a esta parte del campos desde…" Dijo la abuela Smith en el camino. Quien entonces se calló y miró nerviosa a Applejack. Quien a su vez, simplemente sonrió y asintió.

"Es el árbol que plantaron nuestros padres. Sus frutas eran el ingrediente secreto." Dijo Applejack sonriendo, viendo no muy lejos de allí el árbol al que se dirigían. Mirando a sus hermanos para contarles la historia que había leído hacía años en el diario de su madre. "Las familias de nuestros padres se odiaban, así que se casaron en secreto. Y para celebrar su unión, ambos plantaron una semilla de los árboles de sus familias. Por años cuidé de ese árbol en secreto, y aunque me parece un hermoso árbol, debo admitir que hay una parte de él que odié por años."

Mientras más se acercaban, más definida podían ver la silueta del árbol al que Applejack se refería. Aquel árbol era en realidad dos árboles entrelazados, cuyos troncos se cruzaban entre sí en espiral, dejando un espacio entre sus copas. Un árbol lleno de fruta, en su mayoría manzanas, vistas desde el ángulo desde dónde venían caminando. Sin embargo, a medida que se acercaban, Apple Bloom y Big Mac se percataron que había otro tipo de frutas al otro lado de la copa de aquel particular árbol.

"Espera, ¿¡Tú odiabas uno de nuestro manzanos!?" Preguntó Apple Bloom en shock. Ya que recordaba que su hermana amaba tanto a cada manzano del campo, que incluso les leía cuentos cuando eran solo retoños.

"¿Y a qué te refieres con que las familias de nuestros padres se odiaban?" Preguntó Big Mac confundido.

"Eso es porque nuestra madre era-" Respondió Applejack. Callándose y deteniéndose al ver que, al acercarse al árbol que habían plantado sus padres, había alguien más allí.

Luego de detenerse en seco, todos entrecerraron sus ojos para ver desde lejos quién era el pony que estaba allí. Entonces todos se sorprendieron al ver que quien estaba allí era el viejo Grand Pear, sosteniendo un casco sobre el tronco de aquel árbol y mirándolo con mucho asombro.

"Nunca imaginé que aquella noche, en este lugar, ustedes plantaron las semillas de este árbol… Es… Es hermoso." Dijo Grand Pear como si estuviera hablándole a su hija. Viendo la belleza de aquel gran, único y hermoso árbol, símbolo del amor que su hija tuvo por su esposo. "Ojala pudiera volver a ese día y decirte cuanto lo lamento… Decirte que eras mi mayor orgullo, y por eso mismo me dolía tanto que no siguieras la ruta que pensé que era para ti. Pero tú… encontraste tu propia ruta, y formaste una hermosa familia… Si tan solo… Si yo… Yo… ¿¡Cómo pude ser tan ciego!?" Gritó Grand Pear, cayendo sentado frente al árbol y comenzando a llorar amargamente, por el mayor error que cometió en su vida. Un error que siempre supo que cometió, pero que su gran orgullo le impidió reconocer, hasta que finalmente la edad lo volvió lo suficientemente flexible y sabio como para admitir la culpa acumulada por años.

No lejos de donde estaba llorando el anciano potro, Dusk Shine y la familia Apple seguían congelados. Viendo con asombro y perplejidad como aquel anciano lloraba como un potrillo, lleno de culpa y dolor.

Luego de unos segundos, finalmente Applejack dio unos pasos y se acercó lentamente hasta donde estaba Grand Pear. En tanto que el anciano, al ver que alguien se acercaba, intentó ponerse de pie y ocultarse. Pero luego de finalmente ventilar su dolor y culpa acumulada por tantos años, hicieron que a él le fuera imposible calmarse y dejar de llorar. Fue entonces que entre lágrimas, pudo ver borrosamente que quien estaba frente a él era Applejack, la hija mayor de su hija. A quién él había reconocido en cuanto llegó a Ponyville, y que también sabía perfectamente que ella lo odiaba, por cómo le había gritado en el mercado.

"Tienes razón… No tengo perdón… Lo siento tanto…" Dijo Grand Pear mirando entre lágrimas a Applejack. Sabiendo que ella tenía todo el derecho para gritarle y golpearlo si así lo deseaba. Sin embargo, para su absoluta sorpresa, en vez de agredirlo, lo único que hizo Applejack fue darle un abrazo, uno que dejó al pobre anciano sin habla.

"Por muchos años te odie, pensando que mi mamá te odió con todo su corazón luego que la abandonaste." Dijo Applejack tranquilamente, mientras abrazaba al anciano Pear. "Pero la verdad es que ella nunca te odio. En el fondo, ella siguió amando hasta el final a su familia… Y a su papá." Agregó Applejack con un gran suspiro. Dejando finalmente ir el rencor que había guardado por tantos años. Separándose de Grand Pear y dándole una pequeña sonrisa.

Al escuchar las palabras de Applejack, y viéndola sonreír, mostrándole que no lo odiaba; hizo que Grand Pear bajara su cabeza y comenzara a llorar nuevamente. Sintiendo que no se merecía aquel trato luego de lo que había hecho.

"Te agradezco que intentes hacerme sentir mejor, pero lo que hice fue imperdonable. No culparía a Pear Butter por odiarme luego de abandonarla…" Dijo Grand Pear, mirando con tristeza hacia el suelo.

"Eso no es verdad. Y esta es la prueba." Dijo Applejack con una tierna sonrisa. Ofreciéndole un pedazo de tarta de las que había cocinado.

En ese momento Grand Pear miró confundido a su nieta. Pero al ver que ella no decía nada más y simplemente le ofrecía aquella tarta, hizo que Grand Pear tomara aquel trozo y lo comiera. Al hacerlo, los ojos de Grand Pear se abrieron con asombro al recordar aquel sabor.

"Esta se parece a la tarta de pera que cocinaba Pear Butter, pero… es aún más dulce." Dijo Grand Pear asombrado.

"Eso es porque no es una tarta de pera, y tampoco es una tarta de manzana. Esta tarta combina ambas frutas, lo mejor de ambos." Dijo Applejack sonriendo. Finalmente revelando cuál era el ingrediente secreto que tanto le había costado descubrir. "La receta de tarta de mamá tenía los ingredientes de una tarta de manzana normal. Pero luego, mi amiga Pinkie Pie me dijo que el ingrediente que faltaba era el amor, y tenía razón. No era el amor que mamá sentía solo por papá o sus hijos, lo que faltaba era el amor que ella sentía por toda su familia, incluyendo a los Pear. Por eso el ingrediente que faltaba eran peras, no solo manzanas. Ella nunca olvidó a su familia, ni dejó nuca de amarla."

Tras las palabras de Applejack, Grand Pear volvió a mirar la tarta de Applejack, y se puso nuevamente a llorar, con una pequeña sonrisa.

"Mi Pear Butter… Mi dulce, dulce Pear Butter…" Dijo Grand Pear, intentando en vano dejar de llorar. Luego de enterarse que su hija nunca había dejado de amar a su familia.

En ese momento, el resto de la familia Apple también se acercó hasta donde estaban Applejack y Grand Pear. Liderados por Apple Bloom, quien se acercó aún más, tímidamente, hasta donde estaba su hermana mayor. Entonces Applejack sonrió e hizo que la potrilla se acercara más.

"Apple Bloom. Él es tu abuelo, Grand Pear." Dijo Applejack con una tierna sonrisa.

En ese momento Grand Pear miró a Apple Bloom, quien lo miraba con enormes ojos de asombro, y él sonrió. Hasta esa mañana, él pensaba que su hija había tenido solo dos hijos, Big Mac y Applejack, pues tras la muerte de Pear Butter, él se negó a saber más sobre la familia de su hija por el dolor que le producía recordarla. Sin embargo, esa mañana, tal como sucedía ahora, Grand Pear reconoció inmediatamente que Apple Bloom era su nieta, al ser la viva imagen que él recordaba de su pequeña Pear Butter cuando era potrilla.

"Tienes los ojos grandes y llenos de esperanza, iguales a los de tu madre." Dijo Grand Pear con una pequeña lágrima. Mientras que Apple Bloom salió de su asombro y saltó a abrazar a su nuevo abuelo. También llorando de emoción.


Luego de una larga charla y de muchos abrazos, en donde Big Mac también se emocionó al escuchar la historia de sus padres, y en donde la abuela Smith y Grand Pear finalmente hicieron las paces luego que sus familias se hubieran peleado por tantos años; fue que todos decidieron volver a la casa familiar, junto con Grand Pear, para seguir conversando. Sin embargo, Applejack decidió acompañar a Dusk hasta su casa, así que en vez de ir con el resto de la familia Apple, la pareja comenzó a caminar hacia la dirección opuesta.

"Dusk… ¿Te importaría si nos quedamos otro rato más aquí?" Preguntó Applejack luego que su familia se fuera. Antes de irse del árbol de sus padres.

"Te iba a decir lo mismo." Respondió Dusk sonriendo. Acercándose nuevamente a aquel gran árbol junto a Applejack. "En verdad es un hermoso árbol." Agregó Dusk, enfocando su vista en las copas de aquel particular árbol entrecruzado.

"Sí que lo es. Cuando encontré el diario de mi madre, fui con la Alcaldesa y ella me dijo que mis padres se casaron en secreto aquí." Dijo Applejack, acariciando el árbol. "Fue una sorpresa encontrar este árbol. A pesar que nadie lo cuidó por años, creció fuerte, como el amor de mis papás. Desde ese día, siempre vengo aquí a regarlo y a cuidarlo para que crezca aún más fuerte."

En ese momento Applejack se sentó debajo del árbol y le señaló a Dusk que la acompañara. Entonces el potro se sentó junto a su novia, ambos muy cerca uno del otro.

"Applejack, yo… Sé que no quieres escucharlo, pero de verdad necesito que lo hagas." Dijo Dusk tímidamente, mirando preocupado a Applejack. "Te pido perdón por haber besado a otra yegua. Sé que ayer dijiste que no importaba, pero… de verdad sí importa. Sé que en verdad te molestó, y de verdad siento no haberme dado cuenta."

"Lo sé… Es verdad. Ayer dije que no me molestaba, pero… en verdad sí lo hizo." Respondió Applejack suspirando. Decidiendo finalmente decirle a su novio cómo se sentía realmente. "Sin embargo, lo que en verdad me molesta no es que tú y Rainbow Dash se hayan besado. Después de todo, yo acepté eso. Eso… es parte de nuestro trato."

"¿Parte de su trato? ¿A qué se refiere?" Pensó Dusk, un poco confundido al escuchar aquello.

"Lo que me molesta, es recordar que en realidad tú no eres solo mío. Recordar que no soy la única que te ama, y que no soy la única a la que amas..." Siguió hablando Applejack, mirando a Dusk con una triste sonrisa. "Llevo todo este día sintiéndome insegura de mí misma. Pensando en que mis amigas querían apartarme de ti, cuando lo único que han querido es ayudarme. Quiero gritar y decirte que te quedes conmigo para siempre, que me ames solo a mí, y que podemos seguir siendo novios por siempre." Agregó Applejack con sus ojos brillantes, sonriendo a pesar que estaba a punto de llorar.

"Applejack. Todo esto de intentar ser el novio de cada una de ustedes, desde el principio pensé que era una locura." Dijo Dusk con una mirada de angustia y luego mirando seriamente a Applejack. Tomando los cascos de la yegua entre sus cascos. "Yo también lo he estado pensando mucho, y quiero que tú-" En ese instante Dusk fue callado por el casco de Applejack. Quien lo puso en su boca para que Dusk no dijera algo de lo que pudiera arrepentirse.

"Mira este árbol." Dijo Applejack, indicándole a Dusk que ambos miraran hacia arriba, al árbol de sus padres. "Este enorme árbol creció de dos pequeñas semillas. Pero fue plantado con tanto amor, que creció fuerte y se convirtió en este bello árbol." Entonces Applejack acarició la cara de Dusk y lo miró con una tierna sonrisa. "Algún día quiero que nosotros plantemos nuestro propio árbol, y quiero que crezca tan grande y fuerte como este. Para eso, tendremos que pasar por muchas pruebas para ver si nuestro amor es digno de florecer y crecer con el tiempo."

En ese momento Applejack cerró sus ojos y miró fijamente a Dusk. Finalmente ella había tomado una decisión.

"Muchas cosas pueden pasar en el futuro, y no quiero que tomes una decisión en este momento. Lo único que importa, es que es que justo aquí y justo ahora, yo te amo y tú me amas. Eso es todo lo que importa." Dijo Applejack. Apoyando su cabeza sobre el cálido hombro de Dusk. "No quiero pensar en lo que pasará en unos días. Por favor, solo vivamos el momento… Vivamos nuestro amor."

Entendiendo muy bien cómo se sentía su novia, en la encrucijada de lo que quería versus lo que era correcto con sus amigas, es que Dusk no dijo nada más. Él respetaría la elección de Applejack, y tal como ella le dijera, solo vivirían el momento, sin pensar en lo que les depararía el mañana. Sin pensar en cuánto tiempo les quedaba juntos, ni en qué elegirían hacer luego que ese tiempo terminara.

Dejándose llevar por lo que sentía, Dusk levantó suavemente el rostro de Applejack y la besó tiernamente bajo la luz de la luna, en el árbol de sus padres, un símbolo de amor fiel y duradero.

En ese instante, Big Mac apareció acercándose desde lejos. Él había vuelto hacia el árbol de sus padres para mirarlo una última vez, ya que de verdad le asombró que nunca hubiera visto aquel árbol, y más aún, que nunca hubiera conocido la verdadera historia de cómo sus padres se casaron.

Al ver nuevamente el árbol de sus padres, Big Mac se congeló al ver que dos ponies se estaban besando allí. En ese instante, el gran potro rojo tuvo que pestañear varias veces para intentar aclarar su vista. Pues por un segundo, creyó estar viendo a sus padres besándose en aquel lugar. Sin embargo, luego de ver mejor, fue que Big Mac descubrió que los que realmente se estaban besando eran su hermana y Dusk Shine.

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Al ver a Applejack siendo besada tan apasionadamente por Dusk, Big Mac se quedó perplejo. Si él hubiera visto aquello mismo un día antes, él no hubiera dudado en ir a separarlos inmediatamente. Sin embargo, esta vez Big Mac sintió una sensación distinta. Él no pudo evitar recordar lo contento que se sintió en la mañana cuando vio que Applejack y Dusk habían discutido, sintiéndose feliz, a pesar que su hermana estuviera dolida y triste en ese momento. En cambio ahora, su hermana estaba feliz, más feliz de lo que él jamás la había visto, mientras besaba al potro a quien amaba... ¿Cómo había sido posible que él se sintiera feliz con la infelicidad de su hermana? ¿De verdad estaba siendo un buen hermano? Además, luego de haber confundido por un segundo a Applejack y Dusk, con sus padres, hizo que Big Mac bajara su mirada y se empezara a cuestionar aún más las cosas.

'Sé que Dusk y yo no somos como mis padres. Ellos se enamoraron desde el día que se conocieron, y no dejaron de amarse hasta el día que murieron.' Fueron las palabras que Applejack le había dicho a Big Mac, la noche que él le incriminó que ella y Dusk no estaban verdaderamente enamorados.

"Ellos… De verdad lucen enamorados…" Pensó Big Mac, viendo como Applejack y Dusk se besaban con inocente pasión, expresando su amor bajo el árbol de sus padres. "La forma en que se miran uno al otro… Es como volver a ver a mamá y papá…" Pensó Big Mac con una triste sonrisa.

'Cuida a tu hermana. Tú eres su hermano mayor, y si yo no estoy, será tu deber cuidarla.' Fue una de las frases que Big Mac más recordaba que le había dicho su padre. Una frase que él se había tomado muy en serio luego que su padre muriera. Y que ahora, él recordaba muy claramente.

"Más vale que la cuides… Ahora tú serás quien protegerá a mi hermanita." Susurró Big Mac con una triste sonrisa. Dándose la vuelta y alejándose de allí. Finalmente aceptando que su hermana había encontrado verdaderamente a un potro digno a quien darle su corazón.


Era de noche en Canterlot, y en el castillo real, un guardia caminaba en solitario por los grandes pasillos del piso superior. En la soledad de la guardia nocturna, el eco de los pasos del guardia era lo único que se escuchaba a esa hora de la noche.

"¡Hey, tú! ¿Qué haces aquí?" Preguntó repentinamente otro guardia del palacio. Uno que sostenía una lanza y estaba de centinela, resguardando de punto fijo aquel pasillo. "Tú no tienes guardia esta noche." Agregó el centinela, al ver acercarse a uno de sus compañeros de patrulla.

"Lo siento sargento." Respondió el primer guardia, parándose frente al centinela y dándole un saludo militar. "Es solo que… ¿¡Qué es eso!?" Preguntó repentinamente el guardia asustado. Apuntando hacia atrás del sargento.

Inmediatamente el guardia centinela se volteó para ver qué era lo que había asustado tanto a su compañero. Sin embargo, al voltearse, se quedó muy confundido al no ver nada.

En ese instante, la vista del centinela se volvió borrosa. Luego este se mareó más y más, hasta que finalmente cayó desmayado al suelo.

Después que el centinela cayera al suelo inconsciente, el primer guardia simplemente se quedó quieto. Viendo hacia el sargento con una mirada inexpresiva en sus ojos. Hasta que finalmente sus verdaderas intenciones salieron a la luz, y el guardia no pudo ocultar una siniestra y diavólica sonrisa al ver que aquel guardia había caído inconsciente tan fácilmente.

Habiéndose quitado de encima el único obstáculo que lo interrumpía, el guardia siguió caminando sigilosamente por el largo pasillo, hasta finalmente llegar a su destino: la habitación de la Princesa del Sol. Una vez allí, el guardia abrió muy lenta y silenciosamente la puerta, queriendo evitar hacer cualquier ruido. Luego de abrir la puerta suavemente, el guardia se asomó dentro de la habitación.

Dentro de la habitación de Celestia, la chimenea aún estaba encendida. Frente a esta chimenea, había un gran sofá que daba la espalda a la puerta y miraba de frente a la chimenea, y sentado en aquel sofá, debía estar la princesa, aún despierta, escribiendo algunos pergaminos.

Dado que el sofá daba la espalda a la puerta, el guardia que entró a la habitación no pudo ver bien la figura de Celestia, simplemente su silueta. Pero lo que sí pudo ver claramente fue la corona que aquel pony tenía sobre su cabeza. La inconfundible corona dorada de la princesa del Sol, que resaltaba aún más con los reflejos del fuego de la chimenea, haciendo que fuera el objeto más brillante en aquella habitación.

Habiendo comprobado que allí estaba su objetivo, y sabiendo que debía actuar rápido, el guardia avanzó velozmente y se lanzó sobre su víctima antes que esta pudiera reaccionar.

Mientras tanto, en una pequeña sala secreta, descansaban plácidamente Celestia y Luna, disfrutando del vapor que las rodeaba y limpiaba sus pelajes. Ambas habían decidido tomar un relajante baño de vapor en ese pequeño sauna que habían mandado a construir, luego que decidieran que debían dejar al menos un par de días al mes para relajarse de sus tediosas labores de princesas.

Justo esa noche, ambas princesas habían acordado dejar que las gemelas mayordomo se encargaran del papeleo pendiente que tenían, para así descansar y tener un tiempo juntas entre que Celestia terminaba sus labores del día, y antes que Luna fuera a cumplir sus deberes de guardiana de los sueños.

En ese instante, una sirena empezó a sonar no lejos de donde ambas princesas estaban. Un estruendoso sonido que rompió el silencio de la noche y que fue haciendo más y más fuerte conforme pasaban los segundos.

"¿Qué es ese ruido?" Preguntó Luna confundida, molesta porque aquella sirena interrumpió su momento de relajo.

"Esa… ¿Es la alarma de los guardias? ¿La alarma de intrusos?" Dijo Celestia igual de confundida e insegura. Ya que hacía muchos, muchos años que no escuchaba aquella alarma en su tranquilo castillo.

"¿¡Un intruso en el castillo!? ¿Qué es lo que buscaría? Nosotras estamos aquí, y Cadance esta fuera hasta mañana." Preguntó Luna, arrojando rápidamente la toalla que tenía en su melena. Lista para volver inmediatamente al castillo por aquella emergencia.

Sabiendo que su hermana tenía razón, Celestia pensó rápidamente cuál sería el motivo para entrar en el castillo si ellas no estaban allí. Después de todo, si alguien quería atacar el reino, las que debían ser el blanco de un ataque serían las tres princesas. Fue entonces que Celestia abrió asustada los ojos al entender que quien hubiera invadido el castillo, no podía saber que ella y Luna no estaban en sus habitaciones, ya que ese momento de relajo no estaba programado, era su secreto.

"¡Sweet Creme y Sweet Caramel!" Dijo Celestia asustada. Recordando que las gemelas debían estar en sus cuartos, reemplazándolas con sus deberes reales.

Sin perder tiempo, Celestia usó su magia y se teletransportó hacia su habitación. Una vez allí, confirmó con espanto que sus suposiciones habían acertado.

En la habitación de Celestia, su sofá estaba dado vuelta, la chimenea estaba apagada, y había varios papeles y documentos tirados en el suelo. Al lado de aquel desorden, estaba tirada inconsciente Sweet Creme, con la corona de Celestia a su lado. Entonces los ojos de Celestia se fiaron en la otra figura que allí había.

Parado en el balcón de su habitación, había un guardia del castillo. Sin embargo, Celestia inmediatamente adivinó que aquel no era uno de sus guardias, ya que aquel pony la miraba con una enorme y torcida sonrisa.

"El reino de los ponies caerá, y yo reinaré sobre tu tumba, jeje." Se rio el guardia con una escalofriante sonrisa. Justo en ese instante, los ojos del guardia cambiaron, volviéndose de un verde intenso, con un brillo antinatural.

Al ver esos ojos, por un segundo Celestia vaciló, recordando aquella mirada y horrorizándose ante aquel recuerdo. Mientras que el falso guardia, al ver esa ventana de oportunidad, usó la magia verde de su cuerno para lanzar un fuerte rayo sobre el techo que estaba sobre Sweet Creme. Entonces el techo se trizó y comenzó a caer.

Inmediatamente Celestia salió de su horror y usó su magia sobre los escombros, deteniéndolos justo antes que cayeran sobre Sweet Creme. Tras eso, Celestia volvió a voltearse, pero ya era tarde. La criatura que había tomado la forma de un guardia del palacio había escapado saltando por el balcón, y lo único que quedó de aquel invasor, fue una malvada y cruel risa en el aire.

Con todo el ruido que hubo en aquella habitación, los guardias no tardaron en llegar hasta allí. En donde se alarmaron al ver que la habitación de la Princesa Celestia había sido atacada.

"¡Teniente! Llame a toda la guardia." Dijo Celestia, mirando muy seriamente al teniente de los guardias. "Debemos resguardar el castillo y buscar al intruso. No importa cuánto nos demore, ¡Tenemos que encontrarla!"

"¡Sí princesa!" Respondió inmediatamente el teniente, poniéndose en una posición firme. Sin embargo, luego puso una mirada de duda. "Pero… ¿Qué pasará con la seguridad para el gran evento mañana?"

Por un segundo Celestia pareció olvidar aquel importante detalle. Entonces ella desvió la mirada asustada. Ese era el peor momento para que su reino estuviera siendo amenazado, después de todo, en solo unas pocas horas, allí mismo tendría lugar el evento más grande de los últimos años… La boda de la Princesa Cadance y Shining Armor.

"Es peor de lo que pensaba." Murmuró Celestia aterrada. Adivinando que las próximas horas serían críticas para su reino.

# Fin del capítulo 16