Capítulo 21 – El amargo final
Todo era una confusión en el centro de Canterlot. Luego de ver que desde el castillo salieran volando por los aires cientos de, lo que parecían ser, ponies insectos, siendo empujados por una poderosa magia; hizo que todos los ponies que estaban en la ciudad se quedaron anonadados. Sin entender si aquello era alguna especie de espectáculo de la boda de la Princesa Cadenza u otro extraño fenómeno. Sin embargo, luego del impacto inicial, la gran mayoría de los ponies solo se encogió de hombros y siguió con sus rutinas diarias. Con la seguridad de que aquello no podía ser nada peligroso, después de todo, todos creían estar protegidos gracias a la seguridad que les brindaban las princesas alicornio. Sin siquiera imaginarse de lo cerca que todo el reino había estado de caer.
Cuando los ponies retomaron sus rutinas, fue que Dusk llegó al centro de la ciudad. Él había visto desde lejos cómo una bola de fuego verde se había resistido al empuje mágico de la magia de Shining Armor y Cadance, y había caído en la ciudad, cerca de ese lugar.
Una vez allí, Dusk comenzó a buscar indicios de la Reina Cambiante o cualquier cosa que pudiera confirmar su teoría. Así, fue como Dusk abrió con sorpresa sus ojos al ver en un callejón lo que parecía ser un cráter, rodeado de cenizas, como si una gran bola de fuego hubiera golpeado allí. Entonces Dusk levantó su vista rápidamente y vio que en aquel callejón cerrado no había nada. Por lo que se volteó y volvió a mirar hacia las calles, donde decenas de ponies comunes y corrientes caminaban de un lado a otro, sin siquiera mirar hacia ese callejón.
"Ella está aquí, ese cráter lo confirma. Pero si no está en el callejón, significa que llegué tarde y huyó." Pensó Dusk, mirando preocupado hacia todos lados. Luego él cerró sus ojos y respiró hondo, para pensar con calma. "No, la magia de Cadance debió dejarla débil y herida, debe seguir cerca. Y ya que ninguno de estos ponies ha salido corriendo, significa que se disfrazó para no levantar sospechas."
Llegando a aquella certera conclusión, Dusk miró hacia la calle repleta de ponies y caminó hacia allí lentamente, con una traviesa sonrisa. Pensando que era hora de hacer enojar a su presa, para que se revelara a sí misma. Entonces Dusk comenzó a hablar fuerte, para que todos a su alrededor lo escucharan. Algo que sorprendió a los ponies que estaban allí cerca, quienes se le quedaron mirando con sorpresa.
"Todo en el castillo fue un desastre, ¿No es así, Chrysalis?" Gritó Dusk, con una sonrisa arrogante. "Por cierto, no te importa que solo te llame Chrysalis, ¿Verdad? Después de todo, supongo que sin esto, ya ni siquiera eres una reina." Agregó Dusk, levitando la corona que había estado llevando Chrysalis, ahora maltrecha y aplastada.
Luego de mostrar la corona, Dusk miró atentamente los ojos de todos los ponies que lo veían, esperando encontrar alguna pizca de odio o resentimiento. Sin embargo, todos los ponies a su alrededor siguieron viéndolo con miradas confundidas. Ante eso, Dusk supo que debía ser más duro con Chrysalis. Él bien sabía lo orgullosa y engreída que era aquella Reina Cambiante, y Dusk usaría eso a su favor, golpeándola donde más le dolía.
"No te culpo por esconderte, es decir, yo también me escondería en tu lugar." Dijo Dusk, con una pequeña risa burlesca, mientras se paseaba frente a todos los ponies que lo miraban. "¿Cuánto tiempo pasaste planeando tu pequeña invasión? ¿Años? ¿Décadas? ¿¡Siglos!? ¿Todo para que finalmente fracasara ante dos ponies enamorados? ¡Jajaja!" Se rio Dusk, burlándose de Chrysalis. "De verdad que eres patética. ¿Y te hacías llamar Reina? Supongo que podemos llamarte… ¡La Reina de los fracasados! ¡Jajaja!"
"¡AGHHH!" Gritó repentinamente un pony anciano furioso, abalanzándose contra Dusk desde su espalda.
Como si todo hubiera sido en cámara lenta, mientras estaba en el aire, el anciano se rodeó de fuego verde, revelando su verdadera identidad como Chrysalis, cargando su cuerno con una gran llamarada verde. Entonces Chrysalis cayó sobre Dusk, y al hacerlo, inmediatamente un círculo de llamas verdes rodeó a ambos, y en solo un instante, ambos desaparecieron. Dejando en el suelo solo un círculo negro de tierra quemada. Todo ante la atónita mirada de todos los ponies a su alrededor.
Quienes también alcanzaron a ver a Dusk desaparecer, fueron sus cinco amigas de Ponyville. Quienes llegaron a aquella calle luego de seguir a Dusk, y vieron cómo Chrysalis saltó sobre Dusk y ambos desaparecieron.
"¿¡Dónde se fue Dusk!? Preguntó Applejack, asustada y confundida.
"S-Se teletransportaron a otro lugar." Respondió Rarity asustada. Reconociendo que aquellas llamas verdes no habían sido provocadas por la magia de Dusk, sino que por la Reina Cambiante.
Mientras las cinco yeguas se miraban entre sí asustadas, sin saber qué hacer. Unos pasos detrás de ellas, apareció quien las había seguido desde el castillo al verlas huir: Sunset Shimmer. La unicornio amarilla solo alcanzó a ver unas llamas verdes que desaparecieron apenas ella llegó allí, pero por lo que escuchó de las amigas de Dusk, rápidamente entendió que Chrysalis de alguna forma había resistido la magia de Cadance, Dusk lo había averiguado, y ambos se habían enfrentado.
"Chrysalis no pudo haberse llevado a Dusk a cualquier lugar." Pensó Sunset. Dándose cuenta rápidamente que Chrysalis debía estar débil, y que debió llevarse a Dusk a un lugar cercano y seguro, que ella conociera bien. Fue entonces que Sunset abrió grande sus ojos al descubrir dónde debió llevarse Chrysalis a Dusk. "Pero, incluso si ella se llevó a Dusk 'allí', ¿Cómo se supone que podré llegar hasta allí para ayudarlo?" Pensó Sunset comenzando a asustarse. Sabiendo a dónde ir, pero también sabiendo que le era imposible ir hasta ese lugar.
"Sunset Shimmer." Dijo repentinamente una voz que sacó a Sunset de sus pensamientos. Entonces ella levantó su vista y vio que quién le había hablado era Fluttershy. Quien, junto a sus demás amigas, se dieron cuenta que Sunset las había seguido. "Tú… ¿Tú sabes dónde puede estar Dusk?" Preguntó Fluttershy asustada.
Al ver la preocupada mirada de Fluttershy, Sunset levantó sorprendida su mirada y vio que todas las amigas de Dusk la miraban asustadas. Todas dejando de lado su resentimiento hacia ella, todo con tal de poder unirse para poder ayudar a Dusk.
"Yo… lo siento, no sé dónde pueda estar." Respondió Sunset desviando la mirada. Sintiéndose molesta al ver que esas yeguas que eran sus rivales, le pedían ayuda.
"Solo porque les pedí ayuda para pelear contra los cambiantes, no significa que seamos amigas." Pensó Sunset molesta, con una mirada preocupada. Sintiendo que en su interior, volvía a hacerse presente la antigua Sunset. La yegua que solo se preocupaba por ella misma y por sus propios deseos.
En ese instante, mientras desviaba su mirada, Sunset fijó su vista en el círculo de cenizas que dejó la magia de Chrysalis al desaparecer. Entonces sus ojos se abrieron con sorpresa al descubrir finalmente cómo poder ir hasta donde estaba Dusk.
En ese instante, Sunset se volteó y se dispuso a correr de vuelta al castillo, sin embargo, algo la detuvo. Una pelea interna que tuvo en ese preciso momento ella misma, su antigua personalidad contra la nueva personalidad que en ella misma estaba siendo forjada.
"¡Vete ahora! Si vas tú sola a ayudar a Dusk, ¡Toda la gloria será tuya!" Gritó en su mente la antigua Sunset. "Volverás a ganar el corazón de Dusk, ¡Esta es tu oportunidad!"
"Ellas son las amigas de Dusk, y están tan preocupadas y asustadas por él como tú." Dijo la contraparte de Sunset, la que había sido la alumna de Cadance durante el último mes. "Ellas también quieren ayudar, y más importante, ¡Dusk necesita a sus verdaderas amigas, no a ti! ¡Debes dejar tus deseos de lado!"
"¡Ustedes!" Gritó repentinamente Sunset, antes de correr de vuelta al castillo. Volteándose para mirar a las amigas de Dusk. Mirándolas con una mirada seria y una pequeña lágrima en uno de sus ojos, producto de la decisión que había tomado. "¡Síganme! No las esperaré." Ordenó Sunset. Molesta consigo misma por la decisión que había tomado. Sabiendo en el fondo que era lo correcto.
Apenas Sunset empezó a correr, las cinco yeguas pusieron miradas serias y la siguieron sin dudar. Como si por un segundo ellas hubieran entendido a la perfección el corazón de Sunset. Sabiendo que ante todo, lo más importante en ese momento, era ayudar al potro que amaban.
Mientras eso sucedía en la superficie de Canterlot, en el subsuelo, en las antiguas minas de Canterlot, Dusk caminaba en estado de alerta, apuntando su cuerno iluminado en la oscura cueva. Tan solo unos instantes antes, él había sido atacado por sorpresa por Chrysalis, quien los teletransportó a ambos a las minas de Canterlot. Una vez ambos cayeron en las minas, Dusk se movió rápidamente y empujó fuerte a Chrysalis, quien salió eyectada y se perdió en la oscuridad. Dándose cuenta que había cometido un terrible error, Dusk velozmente iluminó su cuerno hacia donde había empujado a Chrysalis, pero ya era tarde. La oscuridad de la cueva le brindó a la Reina Cambiante el escondite perfecto. De esa forma, fue Dusk quien ahora quedaba acorralado, sabiendo que la astuta y mortal Chrysalis podía atacarlo por la espalda si no tenía cuidado.
Rápidamente Dusk se puso en posición defensiva, iluminó su cuerno amenazadoramente y esperó el ataque de Chrysalis, sin embargo, por más que esperó, la Reina Cambiante no lo atacó. Fue entonces que Dusk escuchó la risa de Chrysalis no muy lejos de dónde él estaba. Así, sabiendo que podía estar yendo hacia una trampa, pero también sabiendo que no tenía otra opción, Dusk avanzó lentamente por la cueva. Siempre en guardia, volteándose para iluminar a su alrededor ante cualquier ruido que escuchaba.
"Te diste cuenta, ¿Verdad?" Resonó la voz de Chrysalis en la cueva. Haciendo que Dusk nuevamente se pusiera en guardia y mirara a su alrededor. Sin poder distinguir de dónde venía la voz de Chrysalis. "Nadie te buscará aquí, nadie sabe que estás aquí. Muy pronto clavaré mis colmillos en tu cuello, y este lugar se convertirá en tu tumba." Agregó Chrysalis con una cruel voz de satisfacción.
"¿Quieres asustarme? ¿Comerte mis sentimientos?" Respondió Dusk, intentando mostrarse calmado. "Estás débil, ¿Verdad? Necesitas recuperar fuerzas, por eso me trajiste hasta aquí."
Ante la pregunta de Dusk, Chrysalis no respondió. En cambio, ella simplemente se rio siniestramente. Causando que a Dusk le diera un escalofrío en su espalda.
"¿Por qué haces esto? ¿Por qué atacar Equestria? ¿Por qué alimentarse del amor de los ponies?" Dijo Dusk, decidiendo apelar a la razón. Pensando que quizás podía haber otra salida. "Podemos ayudar a tu pueblo, buscar otra forma de alimentarse, de coexistir. Juntos podemos ser más fuertes. Los cambiantes y los ponies pueden ser amigos." Agregó Dusk, con una pequeña chispa de esperanza. Recordando cómo incluso habían logrado llegar al corazón de Nightmare Moon, apelando a la amistad.
Ante el discurso de Dusk, Chrysalis simplemente se rio. Ya no con una risa cruel ni intimidante, sino como si genuinamente lo que dijo Dusk le hubiera divertido mucho.
"¡Jajajaja! ¿Crees que hago esto por mi pueblo? Por esos sucios insectos que solo viven para servirme, ¡Jajaja! No… Por mí, que se pudran todos esos débiles insectos. Solo sirven para ayudarme a lograr mis fines." Rio Chrysalis desde la oscuridad. "Yo robo el amor de los ponies y lo convierto en miedo, ¡Porque lo disfruto! Disfruto engañar y mentir. Que todos me entreguen su confianza y apuñalarlos por la espalda. Ver su sufrimiento y dolor, ¡Es para lo que nací! ¡Es mi naturaleza! ¡Jajaja!" Se rio Chrysalis con una cruel y aterradora carcajada.
Con la risa de Chrysalis, Dusk bajó levemente la mirada, con decepción y miedo. Aquella criatura con la que hablaba, no tenía salvación. Todo lo que Chrysalis había hecho, no había sido para ayudar a su pueblo, no había sido para alimentarse, ni por venganza. Todo lo ocurrido en la boda, las heridas, el miedo, el intento de asesinato de Shining, todo había sido solo porque esa criatura disfrutaba engañar y lastimar. Un corazón nacido de la oscuridad, que jamás vería la luz.
Ante ese breve momento de duda, repentinamente Chrysalis saltó de la oscuridad y nuevamente se abalanzó sobre Dusk. Quien por su parte, cayó de espalda y nuevamente empujó a Chrysalis, solo que esta vez, la Reina Cambiante no salió volando, sino que solo alcanzó a ser empujada unos pocos pasos frente a Dusk.
Viendo que Chrysalis finalmente había aparecido, Dusk rápidamente se puso de pie y se preparó para lanzar un ataque mágico. Sin embargo, para su sorpresa, él no pudo lanzar ningún hechizo. De hecho, la luz que usaba en su cuerno para iluminar a su alrededor, comenzó a apagarse rápidamente. Fue entonces que Dusk tocó su pecho y se dio cuenta que ahora llevaba una especie de collar de piedras en su cuello. Uno que Chrysalis le había puesto cuando se abalanzó contra él.
"Es el collar que usé con Celestia. Está agrietado, pero aún sirve... Es lo que estuve buscando todo este tiempo." Dijo Chrysalis con una cruel sonrisa. Acercándose a Dusk mientras este trataba de entender por qué no podía usar magia. Y entonces, estando frente a Dusk, Chrysalis le dio un fuerte golpe en su rostro. Causando que Dusk cayera fuertemente al piso.
Con Dusk aturdido en el suelo, Chrysalis se lanzó nuevamente sobre Dusk, golpeándolo con sus fuertes cascos mientras Dusk intentaba protegerse. Los duros cascos de Chrysalis, revestidos con una dura quitina similar a la armadura de un insecto, hicieron que los golpes recibidos por Dusk fueran muy duros. Mientras que Chrysalis, viendo que sus duros golpes funcionaban, comenzó a golpear aún más fuerte. Riéndose al saborear el miedo que emanaba de Dusk. Disfrutando de moler a golpes a ese pony que se había atrevido a burlarse de ella y a destruir su preciada corona. Deseando con todo su ser moler hasta el último hueso de aquel potro.
"N-No está usando su magia…" Luchó por pensar Dusk mientras era golpeado. Dándose cuenta de ese gran detalle. "Está más débil de lo que pensé."
Con esa pequeña luz de esperanza, dándose cuenta que estaban en igualdad de condiciones y que todo se resolvería mediante una simple pelea física. Dusk puso toda su fuerza en sus cascos traseros. Y tal como hubiera visto cientos de veces hacer a su novia, se imaginó pateando un árbol de manzanas. Logrando así que Chrysalis saliera de encima de él, cayendo golpeada a su lado.
"No creas que por no usar magia, no podré pelear." Dijo Dusk, levantándose y secando su labio ensangrentado. Mirando a Chrysalis con una mirada llena de determinación. "He practicado mis patadas de la mejor, golpeando cientos de manzanos. Haré que tu armadura se rompa." Agregó Dusk, con una sonrisa llena de confianza.
Levantándose con dolor, luego del fuerte golpe que Dusk le dio en su abdomen, Chrysalis se quedó mirando con odio a Dusk. Y en ese instante, al ver la sonrisa llena de confianza de Dusk, un ligero temblor recorrió la espalda de la cambiante. Aquel pony frente a ella no sentía miedo en absoluto, incluso aunque no podía usar magia, incluso aunque estaba solo, incluso aunque lo había golpeado con todas sus fuerzas. En ese instante, Chrysalis, por segunda vez en su vida, justo en el mismo día, volvió a sentir temor.
Antes de poder reaccionar, Dusk se lanzó contra Chrysalis, golpeándola fuertemente. Entonces Chrysalis se obligó a sobreponer su odio antes que su miedo y le devolvió los golpes a Dusk. Ambos golpeándose con todo lo que tenían. Una pelea a casco limpio que para nada hacía imaginar que ambos eran expertos usuarios de magia.
Chrysalis continuó dando golpes al azar a Dusk. Sintiéndose frustrada al ver que a pesar de todos esos golpes, Dusk se mantenía en pie. Por otro lado, sin demostrárselo a Chrysalis, el cuerpo de Dusk apenas si podía continuar resistiendo los fuertes golpes de Chrysalis. Sin embargo, a diferencia de Chrysalis, Dusk no lanzó golpes al azar. Él se enfocó en golpear repetidamente el abdomen de Chrysalis. Justo donde él la había golpeado con todas sus fuerzas con su patada. Así, Chrysalis lentamente comenzó a agacharse debido al dolor en esa zona, y Dusk comenzó a tomar la delantera de la pelea.
Viendo que los golpes de Chrysalis se hicieron más débiles, Dusk aprovechó la oportunidad y fue su turno esta vez para abalanzarse sobre Chrysalis, cayendo encima de ella. Entonces, tal como hiciera antes la Reina Cambiante con él, Dusk comenzó a llenar de golpes el rostro de Chrysalis. Queriendo noquearla lo antes posible. Fue en ese momento, tras una seguidilla de golpes en el rostro, que Chrysalis finalmente dejó caer sus cascos cansada, quedando a absoluta merced de Dusk.
Viendo su oportunidad, Dusk levantó en alto ambos cascos delanteros para darle un último y certero golpe a Chrysalis. Sin embargo, en ese preciso momento, Chrysalis usó lo último que tenía de magia cambiante, para transformarse. Apareciendo debajo de Dusk una copia perfecta de su novia Applejack, con su rostro golpeado.
"Dusk… Por favor…" Lloró 'Applejack', mirando a Dusk.
Ante la transformación de Chrysalis, Dusk se detuvo en el acto. Él bien sabía que ella no era su verdadera novia, y que aquello era solo para distraerlo y que le podía costar la vida. Sin embargo, ver a su novia así de golpeada, con él sobre ella estando a punto de golpearla, fue una imagen tan impactante, que hizo que Dusk dudara por un segundo.
Fue ese segundo de duda lo único que necesitó Chrysalis. Pues ella lo aprovechó, empujando a Dusk fuerte con sus cascos y lanzándose sobre Dusk con su carta ganadora. El arma que había guardado como último recurso, su daga dorada, para atacar a Dusk cuando estuviera más desprevenido.
Luego que Dusk fuera empujado, él vio cómo 'Applejack' saltó sobre él, transformándose nuevamente en Chrysalis. Saltando con una daga dorada que apuntó directo a su corazón. Una daga que Dusk apenas pudo detener, parando los cascos de Chrysalis, que se mantuvieron sobre él, apuntando directamente el filo de la daga justo sobre el pecho de Dusk.
Por varios segundos, ambos se quedaron quietos, solo con sus cascos temblando, debido a que ambos estaban poniendo todas sus fuerzas en sus cascos. Con Chrysalis sobre Dusk, empuñando la daga dorada, cuya punta estaba directamente sobre el pecho de Dusk. Y con Dusk de espaldas, sosteniendo con sus cascos los cascos de Chrysalis. Sabiendo que si dejaba de sostenerlos, la daga le perforaría directo el corazón.
"Es irónico, ¿Verdad? Dos hermanos atravesados por la misma daga, ¡Jajaja!" Se rio cruelmente Chrysalis. Poniendo todo el peso de su cuerpo para empujar la daga sobre Dusk.
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Teniendo aquella daga justo en línea sobre su corazón, como si su propio corazón supiera que estaba ad portas de ser apuñalado. Este comenzó a latir velozmente, con un extraño latido irregular. En tanto que Dusk, al escuchar el comentario de Chrysalis, recordó súbitamente todo el dolor que sintió al ver a su hermano moribundo. Y todo ese dolor se convirtió velozmente en odio.
"¡AGHH!" Gritó Dusk con dolor en su pecho. Causando que una chispa saltara de su cuerno, y que el collar que usaba, se volviera a agrietar, rompiéndose y cayendo al suelo.
Ante aquella fuerza, Chrysalis salió empujada y soltó su daga. Entonces ella se quedó mirando impactada a Dusk, viendo que de alguna forma había logrado romper el collar anti magia.
"Ni siquiera Celestia pudo romper el collar… ¡Espera! El collar ya estaba agrietado luego que Celestia se liberara de él. No es gran cosa… Pero aún así…" Pensó Chrysalis confundida. Sin entender cómo un simple unicornio logró tal hazaña.
Por su parte, luego de ese pequeño estallido mágico, Dusk quedó muy mareado y completamente indefenso. Lentamente se puso de pie e intentó usar magia. Pero su mareo era tan grande que todo a su alrededor se movía. Además, aunque ya no usaba el collar, parecía que toda su magia se había agotado al liberarse. Sufriendo mareo por agotamiento mágico. Aquello hizo que Chrysalis sonriera, sabiendo que era su oportunidad para acabar con ese molesto potro.
"¡DUSK!" Gritaron de repente varias voces. Corriendo hacia donde estaba Dusk.
Por un segundo, Chrysalis se espantó, al pensar que de alguna forma la habían encontrado las princesas alicornio. Sin embargo, ella finalmente sonrió al ver que quienes habían llegado, no eran más que las torpes amigas de Ponyville de Dusk Shine.
Unos momentos antes, luego de llegar de vuelta al castillo, guiadas por Sunset Shimmer, la unicornio amarilla las guio hasta la enfermería del castillo. Allí, les dijo que había visto a Dusk aparecer desde allí luego de escapar de las minas debajo de Canterlot. Sabiendo eso, Sunset pudo usar el círculo arcano para teletransportarlas a todas hasta el otro círculo, que aún seguía oculto en las minas de Canterlot. Una vez allí, todas se apresuraron para buscar a Dusk. Viendo desde lejos su pelea con Chrysalis y apresurándose para llegar con él.
"Jeje… Pensé que sería un peligro, pero lo que llegó fue el banquete principal." Se rio Chrysalis, pasando su lengua por su labio. Disfrutando al pensar que con Dusk débil, sería fácil engañar a esas yeguas y robarles su amor. Y así finalmente recuperar parte de su poder.
"Ellas son todo lo que necesito para derrotarte." Dijo Dusk, aún mareado. Tanto que debió ser sostenido por Pinkie Pie y Fluttershy. Pero aún así, con una mirada llena de convicción, sabiendo que con sus amigas allí, era imposible perder ante el mal.
Pese a estar con agotamiento mágico, Dusk cerró sus ojos y concentró su mente, tal como si estuviera invocando su magia. La única diferencia, fue que él no recitó ningún hechizo en su mente, más bien se concentró en recordar cómo se sintió las veces que usó magia junto a sus amigas. Como la vez que salvaron a la Princesa Luna de Nightmare Moon, la vez que se salvaron del ataque de la Ursa en Ponyville, o la vez que ganaron sus cutie marks. En todas esas veces, Dusk había obtenido una magia proveniente de otra fuente mágica, y ahora, al tener a todas sus amigas allí con él, listas para sacrificarse por defenderse mutuamente, es que Dusk nuevamente sintió esa conexión y esa mágia.
"Es la magia de la amistad…" Dijo Dusk, logrando rememorar todas esas vivencias y sentimientos hacia sus amigas. Al tiempo que sentía un calor interno, que hacía que su magia interna creciera y creciera.
Los ojos de Dusk comenzaron a brillar al sentir que la magia volvía a él, rodeado de las ponies a quien más amaba. Lentamente Dusk se dio cuenta que estaba usando el mismo hechizo que Cadance y Shining habían usado en el castillo. Una magia nueva que crecía y crecía en base a los sentimientos mutuos que sentían los ponies que la invocaban. Dusk solamente había necesitado de una chispa para encenderla, y aquella chispa, siempre habían sido sus amigas. La amistad era la chispa, y el amor la hacía crecer.
"Es como la magia de Cadance y Shining." Pensó Dusk mientras su magia crecía, rodeándolo a él y a sus amigas de una cálida y brillante aura blanca. "La magia de la amistad… Es amor."
"No… ¡No esa magia oscura de nuevo!" Gritó Chrysalis espantada. Viendo que Dusk de alguna manera había logrado invocar una magia muy parecida a la que Cadance había invocado para expulsar a su ejército.
"No es una magia oscura, quizás ni siquiera sea magia… Creo que solo es compartir el amor y felicidad que sientes en tu interior." Dijo Dusk con sus ojos brillantes, al tiempo que el aura que lo rodeaba a él y a sus amigas se comprimía lentamente, volviéndose más pequeño pero más brillante. "Es tal como dijo Shining, los cambiantes no entienden los verdaderos sentimientos ni el verdadero amor. Por eso tu cuerpo rechaza el amor, porque en tu corazón te niegas a aceptarlo realmente, y jamás lo harás."
Comprendiendo lo que debía hacer en ese momento, con sus sentimientos de amor revelándose en forma física como magia, Dusk recordó cómo Cadance usaba su magia para compartir su amor y hacer que las parejas peleadas volvieran a unirse. Entonces Dusk usó aquel hechizo y compartió el amor que él y sus amigas sentían entre ellos, compartiéndolo con Chrysalis. Liberando finalmente aquella magia, causando que una onda idéntica a la hecha por Shining y Cadance, se liberara de los cuerpos de los seis ponies, y se expandiera por toda la cueva.
Aquella onda expansiva, fue menos potente que la creada por Cadance y Shining, pero de igual forma, lo suficientemente poderosa como para hacer volar a la Reina Cambiante. Quien con un grito de rabia y espanto, salió volando lejos, hasta una gran fosa que quedaba al borde de la antigua mina. Al caer en su borde, Chrysalis intentó afirmarse del borde para evitar caer en aquel oscuro abismo. Sin embargo, sus mismos cascos estaban tan exhaustos luego de usarlos para la violencia, al golpear a Dusk, que no tuvieron la fuerza suficiente para salvarse. Así, con un desgarrador grito, la Reina Cambiante cayó impotente en el oscuro y profundo abismo. Finalmente, siendo derrotada por completo.
Luego de usar aquel hechizo, Dusk y sus amigas lentamente dejaron de brillar, y al ver que finalmente aquella oscura criatura había caído en la oscuridad, todos se abrazaron. Llenos de la felicidad y alegría que brindaba aquella magia luego de ser usada, tal cómo se habían sentido cuando Cadance y Shining la usaron en la boda.
Los seis ponies se mantuvieron abrazados y riendo por bastante rato, todo mientras el efecto 'feliz' de aquella magia pasaba.
"No nos vuelvas a decir que no te sigamos, tonto." Dijo Rainbow Dash con una juguetona sonrisa. Golpeando suavemente el hombro de Dusk.
"Lo siento, jeje…" Rio Dusk, sobándose su hombro. Sintiendo que en ese momento se sentía feliz no por la magia utilizada, sino por tener a sus queridas amigas junto a él.
En ese momento las amigas de Dusk dejaron lentamente de abrazarlo, al menos cuatro de ellas. Ya que una de ellas, se quedó abrazandolo, con su cabeza apoyada bajo la cabeza de Dusk. Al mirar hacia abajo, Dusk se sorprendió al ver que esa yegua, estaba llorando. Esa yegua, era su novia.
"Dusk… perdóname." Lloró Applejack, abrazando a Dusk. "Yo nunca te engañaría ni te lastimaría."
Por un segundo Dusk no entendió a lo que se refería Applejack. Pero luego de unos segundos, Dusk lo entendió. Lo más seguro era que Applejack había alcanzado a ver cómo Chrysalis se disfrazó de ella para engañarlo, y así atacarlo.
"Tranquila, sé que la verdadera tú jamás me lastimaría." Dijo tiernamente Dusk, acariciando la cabeza de su novia mientras esta se desahogaba.
Mientras Dusk consolaba a su novia, desde lejos, Sunset Shimmer miraba a los seis ponie. Ella había llevado a las amigas de Dusk hasta él, y aunque a ella le hubiera encantado ir con Dusk al llegar, sabía que debía mantenerse oculta, por el propio bien de Dusk. Además, había entendido y comprobado que lo que necesitaba Dusk en ese momento no era de ella, sino de sus amigas de Ponyville.
Con una triste mirada, Sunset Shimmer puso nuevamente su capucha sobre su cabeza, y se retiró de allí. Dándole espacio a Dusk para que estuviera con sus VERDADERAS amigas.
Tras abandonar las minas de Canterlot y volver al castillo, Dusk y sus amigas se reunieron con Cadance nuevamente. Allí, para sorpresa de Dusk y sus amigas, se enteraron que Cadance había insistido para que siguieran con la realización de la boda para ese día.
"Este es nuestro día especial, y no dejaremos que una invasión ni nada nos lo quite." Dijo Cadance con una gran sonrisa, con Shining Armor a su lado. Entonces ella puso una mirada más seria, mirando a Dusk. "Tía Celestia puso mucho esfuerzo en abrir Equestria al mundo con este evento, y creo que lo correcto es mostrar que somos una nación feliz y unida." Agregó Cadance con una pequeña sonrisa.
"Pero… ¿Crees que los invitados lo aceptarán?" Preguntó Dusk preocupado.
"Velo por ti mismo." Dijo Cadance, señalando con su vista al resto del salón.
Al ver a los demás invitados, Dusk vio que la gran mayoría aún seguía afectada por la magia de amor de Shining y Cadance. Por lo que todos sonreían y se sentían tranquilos, como si nada hubiera pasado.
"Nuestro amor los ha revitalizado a todos. Es como si todos hubieran salido de un maravilloso día de spa." Agregó Cadance sonriendo, mirando amorosamente a su novio. Quien también le devolvió la mirada y sonrió.
Al ver a su hermano sonriendo así de sano y alegre, luego de haber estado al borde de la muerte, hizo que Dusk sonriera y abriera su boca para preguntarle algo. Sin embargo, al último segundo él se calló y desvió la mirada. Decidiendo que ese día Shining debía querer de disfrutar con su novia o sus padres, más que tener una charla con su molesto hermano menor.
Lo que siguió después, pasó muy rápido. En solo unas pocas horas, los ponies del castillo limpiaron el salón y arreglaron todos los preparativos. Causando que el salón quedara nuevamente adornado. No tanto como lo había estado anteriormente, pero de todas formas, quedando con un resultado bastante aceptable. Además, la misma Cadance confesó que desde el principio había querido una boda más simple, y que adoraba el nuevo salón con techo al aire libre, regalo de los cambiantes que salieron volando y destruyeron el techo de vidrio. Por lo mismo, Cadance para nada se complicó con el hecho que su vestido de novia hubiera quedado destrozado. Con las espectaculares habilidades costureras de Rarity, la unicornio blanca logró arreglar en tiempo record un vestido de muestra que tenía, para que fuera el nuevo vestido de bodas de Cadance. Un vestido que maravilló a la alicornio rosa.
Con todos los preparativos listos, justo a la hora del atardecer, Shining Armor finalmente estuvo en el altar, esperando a su verdadera novia. Con Celestia oficiando la boda, estando de pie sin problemas, gracias a que la magia de Cadance y Shining también había sanado su herida. Con las amigas de Dusk Shine sirviendo como damas de honor, ya que las damas de honor originales habían sido capturadas en capullos, y habían quedado o muy asustadas o muy confundidas como para querer asistir a la boda.
Por haber estado encerrados en capullos, los ponies que habían sido capturados y reemplazados, Habían quedado aislados del hechizo de amor de Cadance y Shining. Por lo mismo, la mayoría había optado por quedarse en la enfermería y no asistir a la boda. Con pocas excepciones, como Sweet Creme, quien fue recibida por su hermana, llorando a mares al reconocer a su verdadera hermana.
Lamentablemente para Celestia, varios de los dignatarios extranjeros también decidieron irse luego que el efecto de la magia de Cadance se desvaneciera. Aterrados por lo que habían tenido que presenciar en aquel lugar. Así, los representantes de Caninia y Ornithia abandonaron prontamente el castillo. Mientras que los representantes gatunos de Abyssinia habían desaparecido incluso antes de la boda, por alguna razón.
Quienes curiosamente si aceptaron quedarse y entablar relaciones comerciales con los ponies, fueron el pueblo de los yaks y el de los grifos. Los viejos grifos siempre respetaban la fuerza, y si Chrysalis hubiera ganado aquella invasión, seguramente los grifos hubieran sido los primeros en pedirle ser sus aliados. Sin embargo, al ver el poder de la magia de Cadance, los convenció de la fuerza de los ponies y que valía la pena aliarse con ellos. Algo distinto a lo que pasó por las mentes de los yaks, quienes decidieron quedarse a la boda porque nunca se percataron que algo malo estaba ocurriendo. Ya que al parecer, en las bodas de los yaks, siempre había alguna clase de pelea, destrozos y desorden. Por lo que los yaks pensaron que el ataque cambiante solo fue parte de la boda, y disfrutaron de golpear a esos cambiantes en, la que creyeron, era una fiesta.
Así, finalmente el momento llegó. Fluttershy guio a su coro de aves para que empezaran a cantar, las puertas del salón se abrieron, y la verdadera Cadance apareció. Caminando lentamente hacia el altar, mientras su novio la esperaba con ojos embelesados. Sabiendo que desde ese día y para siempre, ambos serían marido y yegua.
"¡Oigan! ¿Qué hacen sentados allí?" Preguntó repentinamente Shining en un susurró, mientras Cadance caminaba hacia el altar. Mirando a Dusk y Spike, sentados en primera fila. "Ustedes son mis padrinos, ¡Vengan aquí!"
"¿T-Tus padrinos?" Preguntó Dusk sorprendido. "Pensé que no querías que fuera tu padrino." Agregó Dusk, recordando que su hermano no se lo había pedido antes.
"Bueno… Estar al borde de la muerte hace darte cuenta de lo que verdaderamente importa." Agregó Shining con una pequeña sonrisa. "Mi familia es lo primero, y es algo que nunca más ocultaré."
Sin entender mucho a qué se refería Shining con aquello, Dusk puso una mirada confundida. Entonces, viendo que Cadance casi llegaba al altar y que Shining no tenía ningún padrino a su lado, hizo que Dusk y Spike se apresuraran a levantarse y a pararse al lado de su hermano mayor, como sus padrinos.
"¿Eh? ¿Esa es la hebilla de nuestro tío?" Preguntó Dusk curioso, al ver el traje de Shining y ver que llevaba en su pecho una vieja insignia familiar, que era el emblema de su familia. La misma estrella rosa de seis puntas que Shining y Dusk llevaban en sus cutie marks.
"Sí, como te dije, no pienso ocultar más de dónde vengo ni quién es mi familia." Respondió Shining con una firme mirada. Mirando de reojo a las primeras filas de asientos, donde, además de su familia, estaban sentados varios nobles de Canterlot.
Una vez Cadance llegó al altar, ella y Shining se pararon mirándose uno al otro frente a Celestia. Entonces, la Princesa del Sol comenzó a oficiar la boda.
"Honorables damas y caballos. Hoy nos hemos reunido aquí para celebrar la unión de la Princesa Mi Amore Cadenza." Dijo Celestia, comenzando con la ceremonia.
"Princesa Cadance está bien." Agregó Cadance, con una pequeña sonrisa. Mostrando su humildad al no querer ser llamada por su nombre completo de realeza, incluso aunque fuera su boda. Algo que Celestia aceptó, sonriendo.
"La unión de nuestra querida Princesa Cadance, con su noble y valiente esposo, Shining Armor, de la familia Shine." Continuó Celestia con su discurso.
"En realidad, es Shining Armor, de la familia Sparkle." Agregó Shining, con una pequeña sonrisa.
Al escuchar aquello, Celestia abrió sus ojos con sorpresa, entonces ella miró hacia los primeros asientos, reservados para los nobles de Canterlot, quienes pusieron miradas de espanto al escuchar lo que Shining Armor había dicho. Entonces Celestia fugazmente miró de reojo a Dusk, luego cerró sus ojos, suspiró con una sonrisa, y miró a Shining nuevamente, asintiendo y sonriendo.
Por su parte, Dusk puso una mirada confundida, sin entender por qué su hermano mayor había cambiado el nombre de su familia. Entonces él miró a sus padres, pensando que quizás ellos podían molestarse por aquello. Pero para sorpresa de Dusk, la única reacción de sus padres fue ver que su madre por alguna razón se puso algo nerviosa, mirando de reojo hacia donde estaban los altos nobles de Canterlot.
Tras aquellas interrupciones, la boda continuó con normalidad, con la emotiva lectura de votos, la entrega de los anillos de boda, y el beso entre ambos enamorados. Tras eso, Celestia le dio una señal a Rainbow Dash, y la pegaso celeste salió volando por el mismo techo vacío. Volando a toda velocidad hasta lograr romper la barrera del sonido y hacer aparecer una vibrante y colorida rainplosión sónica, que fue seguida por un arcoíris que se formó sobre el castillo, logrado por la particular estela de la cola de Rainbow Dash.
"Y yo que pensé que las bodas eran aburridas." Dijo Rainbow Dash mientras volaba, recordando todo lo sucedido ese día. "Una invasión, una malvada villana, un final feliz, y una rainplosión sónica… ¡La mejor...! ¡Boda…! ¡En la historia!" Agregó Rainbow Dash con un grito. Pensando que quizás tener una boda para sí misma, no sería tan mala idea.
La ceremonia terminó con la rainplosión sónica de Rainbow Dash. Y entonces se dio paso a lo que muchos, en especial Pinkie Pie, realmente esperaban… ¡La recepción y fiesta de la boda!
Luego del baile inaugural de los novios, Pinkie Pie fue la encargada de animar aquella recepción. Trayendo consigo a la mejor DJ de Ponyville, una música en ascenso apodada 'DJ Pon-3', que dio el paso a canciones que animaron de inmediato el ambiente.
Al comenzar la fiesta, y mientras los novios saludaban a cada uno de los invitados, Dusk Shine aprovechó para reunirse un momento con sus padres. Ambos habían visto cómo su hijo mayor casi había sido asesinado frente a sus ojos, y si no hubiera sido por la magia de amor de Cadance, probablemente hubieran quedado traumados y temerosos. Por la misma razón, Dusk no quiso acercarse antes a sus padres, sabiendo que en lo único que debían de estar pensando ellos, era en que Shining se había salvado de la muerte y que ahora se casaba con la yegua que le había salvado la vida.
"Mamá… Papá…" Dijo Dusk tímidamente. Sabiendo que sus padres debían de tener ojos solo para Shining Armor en ese momento. "Espero no-" Repentinamente Dusk dejó de hablar al ver que ambos padres se lanzaron a abrazarlo.
"¿¡Estás bien!? ¿¡Tienes alguna herida!? ¿¡Qué locura hiciste ahora!?" Preguntó la madre de Dusk, Twilight Velvet. Hablando velozmente mientras lloraba al abrazar a su hijo.
"¿D-De qué están hablando?" Preguntó Dusk nervioso. Muy sorprendido al ver que sus padres lo abrazaban tan sorpresivamente.
"Spike nos contó que fuiste por tu cuenta a enfrentar a esa criatura, a las antiguas minas de Canterlot." Respondió el padre de Dusk, Night Light. Dejando de abrazar a su hijo y mirándolo con una amorosa pero seria mirada. "Además, llevas más de un año sin irnos a visitar, ¿Cómo quieres que te recibamos?" Agregó Night Light, volviendo a abrazar a su hijo.
"Pero… Spike siempre les envía cartas." Dijo Dusk avergonzado. "Además… Pensé que estarían más preocupados por Shining que por mí en este momento."
"¿Qué tonterías dices? Ambos son nuestros hijos, no hay un hijo que amemos más o que nos preocupes más, ¡En ningún momento de día!" Dijo Twilight Velvet, reprendiendo a su hijo amorosamente. "Shining nos ha mantenido al tanto de todo lo que te ha ocurrido en Ponyville… Sé que no te gusta que te abracemos en público, pero el pensar que has tenido que pasar por todos esos peligros solo…" Agregó la madre de Dusk, volviendo a abrazar fuerte a su hijo.
Sintiendo el calor del abrazo de sus padres, Dusk decidió callarse un segundo y simplemente sonreír y disfrutar del cálido amor de sus padres. Por poco casi olvida lo bien que se sentía el abrazo de mamá y papá. Además, Dusk tuvo un mayor sentimiento de calidez al descubrir lo tonto que había sido al pensar que sus padres podían anteponer a uno de sus hijos en el amor.
"Así no funciona el amor." Pensó Dusk. Con una lección que se grabaría en su mente y recordaría mucho en el futuro.
"Sé que dijiste que temían que hubiera pasado por todos esos peligros solo. Pero la verdad es que, nunca estuve solo." Dijo Dusk luego de disfrutar el abrazo. Mirando a sus padres con una sonrisa. "Siempre estuve acompañado. Y eso me recuerda, que hay alguien que quisiera presentarles." Agregó Dusk, volteándose y mirando hacia la fiesta. Pensando que era un buen momento para presentar a su novia.
Al mirar a lo lejos, Dusk vio que Applejack estaba conversando con el chef del castillo, al parecer, compartiendo algunas recetas dado el éxito que tuvieron los bocadillos de manzana que había cocinado Applejack para la boda. Al ver a Applejack sonreír, Dusk también sonrió y se dispuso a ir a buscarla. Sin embargo, su mirada se desvió al ver que Rarity pasó por allí cerca, mirando embelesada los bellos vestido de algunas elegantes yeguas invitadas a la boda, tomando nota mental para futuras ideas de diseño. Y mientras veía a Rarity, la mirada de Dusk se desvió a Pinkie Pie, quien parecía ser la única que parecía congeniar con los extraños yaks, riéndose junto a ellos. Cerca de Pinkie, también estaba Rainbow Dash, quien tenía una sonrisa orgullosa mientras era elogiada por dos viejos pegasos que al parecer habían sido miembros notables de los Wonderbolts en su juventud. Y finalmente, Fluttershy, quien estaba bailando junto a Spike, dándole una rápida lección al bebé dragón, dado que quería invitar a Rarity a bailar.
Al ver a todas sus amigas, Dusk puso una gran sonrisa. Dándose cuenta que quería que sus padres conocieran a su novia, pero también quería que conocieran a sus demás amigas, pues todas ellas habían estado siempre con él, todas ellas habían logrado cambiar su corazón, y también, no era menos cierto, que todas ellas tenían un importante lugar en su corazón.
"¿Le molestará a Applejack si le presento a mis padres a todas juntas?" Pensó Dusk, con una mirada pensativa. "Es cierto que Applejack es mi novia, y quiero que mis padres lo sepan. Pero también es cierto, que en mi corazón…" En ese momento Dusk se distrajo cuando, al mirar hacia el cielo mientras pensaba, vio a la enorme luna que brillaba especialmente bella aquella noche. Entonces los ojos de Dusk bajaron y miraron a lo lejos a la Princesa Luna.
Al verla, Dusk sintió como su corazón se emocionaba al verla, tal como sucedía con sus cinco amigas. Entonces Dusk se sonrojó levemente al pensar que quizás su corazón estaba más dividido de lo que pensaba. Sin embargo, esos pensamientos tuvieron un abrupto final al ver con quién estaba charlando la Princesa de la Noche.
"Es… la Señorita Glimmer…" Susurró Dusk, viendo que Luna conversaba con la alumna de Cadance. Quien al parecer era tan tímida, que incluso en la boda, había mantenido su capucha ocultándole el rostro.
Al enfocar sus ojos en la yegua amarilla encapuchada, Dusk nuevamente sintió una fugaz jaqueca, mientras continuaba viendo a aquella yegua.
"¿Qué es este sentimiento?" Pensó Dusk confundido. "No puedo recordar bien su rostro, pero… Por alguna razón, siento que es muy importante conocer más a esa yegua."
Justo cuando Dusk se disponía a ir hasta donde estaba la misteriosa yegua encapuchada, Dusk se detuvo cuando los recién casados llegaron hasta allí. Cadance y Shining Armor ya habían saludado a todos los demás invitados, agradeciéndoles por asistir a su boda, y ahora, se acercaban hasta su familia.
"¡Dusk! ¡Ahora somos familia!" Dijo Cadance, dándole un fuerte y cálido abrazo a Dusk. "Tengo suerte de estar casada con Shining, pero tengo aún más suerte de ser la cuñada del potrillo más lindo de Equestria."
"¡Oye! Sabes que esos comentarios hacen que me ponga celoso." Dijo Shining Armor, poniendo una mirada molesta. Una que Dusk no pudo identificar si era verdadera o solo de broma.
"Lo siento cariño. Tendrás que aceptar que en mi corazón siempre habrá un lugar para mi pequeño Dusk." Rio Cadance, divirtiéndose con los celos de su nuevo marido.
Ante el nuevo comentario de Cadance, Dusk puso una sonrisa nerviosa, mientras que Shining puso una mirada muy seria, mirando enfadado a Dusk.
"No era broma… ¡De verdad está enfadado conmigo!" Pensó Dusk asustado. Hasta que repentinamente Shining bajó su mirada y comenzó a reírse al ver la mirada nerviosa de Dusk. Algo que sorprendió mucho al joven unicornio lavanda. Entonces Cadance dejó de abrazar a Dusk, le dio un pequeño beso en su mejilla e hizo aparecer con magia algo junto a ella.
"Siempre tendrás un lugar en mi corazón." Dijo Cadance, mostrándole a Dusk el pequeño relicario que ella cargaba con su foto de potrillo. Algo que hizo que Dusk se sonrojara, ya que no tenía idea que Cadance tenía aquello.
Tras eso, Cadance se acercó a sus nuevos suegros, les dio un fuerte abrazo y se puso a conversar con ellos. Dejando a Shining Armor y Dusk Shine uno al lado del otro, ambos en completo silencio. Ambos habían querido poder conversar uno con el otro durante todo el día, y ahora finalmente, ambos hermanos podían hablar. Sin embargo, ahora que tenían la oportunidad, parecía que ninguno de los dos quería ser el primero en hablar.
"Cadance siempre carga ese relicario… Supongo que tendré que acostumbrarme a verlo todos los días." Dijo finalmente Shining. Hablándole a Dusk pero manteniendo su mirada fija en Cadance y sus padres.
"Yo… lo siento. Ni siquiera sabía que ella tenía algo así." Respondió Dusk avergonzado. También hablándole a su hermano, pero manteniendo su mirada fija en Cadance. Luego Dusk bajó su mirada con pena. "Lamento eso. Yo… no quiero que estés celoso de mí por algo así. Cadance es tu esposa, y yo nunca la vería de otra forma."
"Pues hace un par de años no pensabas lo mismo, ¿O sí?" Dijo Shining mirando de reojo a Dusk, con una pequeña sonrisa. "Recuerdo haberte escuchado un par de veces hablando con Spike, diciendo que algún día serías el novio de Cadance. Incluso recuerdo que intentaste dejarte la melena larga porque pensabas que a Cadance le gustaban los potros de melena larga." Agregó Shining, no pudiendo evitar sonreír al recordar el pasado de su hermano. Algo que hizo que Dusk abriera grande sus ojos y desviara su mirada avergonzado.
"Eh… Bueno… Yo…" Tartamudeó Dusk. Recordando que en verdad hubo un tiempo en que él pensaba que estaba enamorado de Cadance. Algo que solo había pasado hacía un año atrás, pero que parecía como si hubiera sido hacía mucho.
"Tranquilo, solo estoy jugando contigo." Dijo Shining. Divertido al ver que Dusk se ponía así de nervioso, pero luego poniendo una mirada más seria. "Es cierto que siempre fui celoso. Siempre me molestó que Cadance dijera lo lindo que eras de potrillo y que ella siempre hablara de ti cuando tenía la oportunidad. Sin embargo, eso quedó en el pasado. Y no porque ahora sea el esposo de Cadance, sino porque parece que tú ya estás enamorado de alguien más." Agregó Shining, con una pequeña sonrisa.
Al escuchar aquello, Dusk se sorprendió al descubrir que su hermano mayor sabía más cosas de él de lo que pensaba. Pues Dusk siempre pensó que a Shining poco le importaba su vida en Ponyville. Entonces Dusk volvió a mirar hacia la fiesta y miró a Applejack junto a sus amigas.
"Shining tiene razón. Al salir de Canterlot, tenía mi melena larga porque quería gustarle a Cadance… ¡Quería parecerme a Shining." Pensó Dusk, con una mirada pensativa al recordar su pasado. "Luego la Princesa Celestia cortó mi melena y me envió a Ponyville. Y aunque durante todo ese tiempo pude volver a dejar mi melena larga, no lo hice… Hasta hoy me doy cuenta que nunca volví a pensar en dejar mi melena larga porque dejé de pensar en querer impresionar a Cadance… Probablemente seguí cortando mi melena, porque era más importante para mí, que mis amigas siguieran viéndome tal como cuando me conocieron."
"Sí… Creo que me costó. Pero por fin descubrí lo que de verdad significa estar enamorado." Dijo Dusk, con una pequeña sonrisa.
En ese instante, un pequeño alboroto distrajo a Dusk y Shining de su conversación. No muy lejos de ellos, dos guardias del castillo llevaban arrastrando a un mesero, que llevaba una cámara fotográfica. Sin embargo, al ver con más atención, Dusk vio que aquel mesero en realidad no era mesero, sino una reportera disfrazada, una que Shining bien conocía, llamada Nosey News. Quien se había disfrazado de mesera para colarse en la fiesta y sacar fotografías sin permiso.
Mientras los guardias escoltaban fuera del salón a una muy frustrada Nosey News, Dusk bajó su mirada pensativamente, y luego miró a Shining con una mirada preocupada.
"Shining… Spike me contó el incidente que tuvo con esa periodista, cuando el cambiante que me imitaba llegó al castillo." Dijo Dusk, hablando lentamente. "La periodista dijo que nadie en Canterlot sabía lo que mis amigas y yo hicimos para salvar Equestria. Incluso, mi nombre seguía siendo totalmente desconocido para la mayoría…" En ese momento Dusk guardó silencio un segundo y luego miró preocupado a su hermano mayor. "¿Tú tienes algo que ver con eso?"
Ante la pregunta de Dusk, Shining cerró un segundo los ojos y luego miró a Dusk con una triste mirada.
"Así es." Dijo Shining Armor con una mirada seria. "Yo me encargué de ocultar tu nombre para que no saliera en los periódicos. Y también que las hazañas que hicieron tú y tus amigas, se mantuvieran como un simple rumor aquí en la capital."
En ese momento, un largo e incómodo silencio quedó entre ambos hermanos.
"Así que es cierto… De verdad debes odiarme mucho para hacer algo así." Dijo Dusk con una triste mirada.
"¿¡Qué!? ¡No! Dusk, yo no te odio. Lo que hice fue para protegerte." Respondió Shining asustado. Por primera vez mostrándose nervioso al oír que Dusk creía que lo odiaba. Entonces Shining suspiró y puso una triste mirada al recordar su pasado. "Yo sé lo que significa que tu nombre aparezca en los periódicos. Ser acosado por reporteros y fotógrafos a tal punto que ni siquiera puedes estar con la yegua que amas, sin que alguien te espíe. Yo… No quería que pasaras por lo mismo que yo. Quería que tuvieras una vida tranquila en Ponyville, y que, si llegabas a enamorarte algún día, pudieras estar tranquilo con la yegua que amaras."
Al escuchar aquello, Dusk se sorprendió. Luego puso una mirada confundida e insegura. Como si no pudiera estar seguro que lo que había dicho Shining Armor fuera verdad.
"¿P-Por qué me ayudarías con algo así? Tú nunca te preocupaste por mí antes." Preguntó Dusk confundido. Un comentario que pareció herir un poco a Shining. Quién cerró sus ojos con fuerza.
"Dusk… yo fui un tonto de joven. Fui un pésimo hermano mayor, que no fue capaz de estar a tu lado cuando lo necesitabas." Dijo Shining con una mirada dolida. "Cuando eras un potrillo y obtuviste tu cutie mark, mi mundo dio un vuelco total. Pensar que mi cutie mark era igual que la tuya, solo que con un escudo, era como si el destino dijera que mi única finalidad era proteger esa estrella, la estrella que tú portabas. Pensar que mi destino estaba ligado a mi hermano menor, fue algo que hirió mucho mi orgullo en aquel tiempo."
"¿Shining estaba tan confundido con el significado de su cutie mark como yo lo estaba?" Pensó Dusk en ese momento. Recordando que él también había odiado en parte su cutie mark al pensar que solo era una copia de la de su hermano.
"Luego, en la Academia, todos decían que eras un tramposo, por cómo pasaste la prueba para entrar a la Escuela de Magia. Eso hizo que pensara que lo mejor en ese momento era alejarme de ti." En ese momento Shining miró a Dusk. Con sus ojos brillosos al borde de las lágrimas. Como si finalmente pudiera desahogarse y pedir perdón por algo de lo que había estado arrepentido por años. Algo que su propio orgullo le impidió hacer antes. "Quería a toda costa demostrar que era digno de ser un guardia de palacio, y para lograrlo, me alejé de ti… No fui el hermano que te merecías. Yo… Sé que es tarde y que tienes todo el derecho de odiarme, pero quiero que sepas que yo nunca te odie. Siempre traté de cuidarte a mi manera, y siempre quise pedirte perdón y acercarme más a ti, pero pensé que nuestro lazo de hermanos ya estaba roto, y que tú ya no me veías como un hermano."
En ese momento, fue el turno de Dusk de emocionarse al escuchar finalmente los verdaderos sentimientos de su hermano mayor. Por lo que Dusk miró a Shining, con una tímida pero tierna sonrisa.
"Yo no te odio, Shining. Siempre pensé que tú me odiabas. Pero ahora sé la verdad, ¡Y me alegra mucho saber que tú si te preocupabas por mí!" Dijo Dusk con una pequeña sonrisa. "Siempre me dolió que no te acercaras a mí para charlar o darme apoyo. Pero en el fondo, siempre te admiré. No solo dejé mi melena larga porque quería parecerme a ti. A veces me ponía tu armadura para imaginar que era un guardia como tú. Incluso aprendí los hechizos de escudo gracias a que te observaba en secreto cuando los practicabas en casa."
"Jeje… En realidad, siempre supe que observabas cómo practicaba mis hechizos de escudo en la casa." Dijo Shining. Con una pequeña sonrisa al escuchar las amables y cariñosas palabras de Dusk. "¿Por qué crees que practicaba esos hechizos en casa? Siempre pensé que con lo listo que eres, podrías aprender esos fuertes hechizos de escudo para algún día proteger a alguien importante para ti. Tal como hiciste hoy, cuando protegiste a Cadance mientras ella salvaba mi vida."
Con las palabras de aliento de Shining, fue el turno de Dusk de sonreír. Sin embargo, él rápidamente bajó su mirada y puso una mirada triste. Al recordar lo que había pensado en aquel momento, cuando invocó el escudo en el altar para protegerse de los cambiantes.
"Es cierto que aprendí viendo tus escudos, pero no fueron suficiente…" Dijo Dusk con una triste sonrisa. "Si hubiera practicado más mis escudos para enfrentar mis problemas, en vez de practicar mi teletransportación para evadirlos, quizás hubiera ayudado de mejor forma a Cadance."
"Yo nunca pensé que tu mejor hechizo fuera la teletransportación para que evadir tus problemas." Interrumpió Shining, mirando a Dusk con una pequeña sonrisa. "Siempre pensé que ese era tu mejor hechizo porque con él podías llegar antes que todos a ayudar. ¡Tal cómo hiciste hoy! Tú fuiste el primero en llegar a ayudarnos a mí y a Cadance. Si no hubieras llegado a tiempo, los cambiantes hubieran atacado a Cadance y no estaríamos teniendo esta conversación… Dusk, tú y tu teletransportación no huyeron del problema, ¡Lo enfrentaron y me salvaron la vida!"
Con ese nuevo punto de vista dado por Shining, Dusk abrió con sorpresa sus ojos, comprendiendo lo que Shining decía. Finalmente rompiendo esa creencia que Dusk siempre tuvo de sí mismo, que era un cobarde que no afrontaba los problemas.
Sintiendo su corazón renovado, al sentir que finalmente había hecho las paces con su hermano, Dusk miró a Shining, y de él se adueñó el sentimiento de darle un abrazo. Sin embargo, su terquedad masculina hizo que Dusk dudara de demostrar tal afecto. Y en ese instante que Dusk miró a Shining, su mirada se quedó en el pecho de su hermano, donde Shining aún llevaba el viejo emblema familiar de su tío. La misma estrella que ambos llevaban en sus cutie marks y que le recordó a Dusk que aún tenía una importante duda que conversar con su hermano.
"Shining… ¿Por qué dijiste otro nombre familiar en la boda?" Preguntó Dusk confundido. A lo que Shining reaccionó mirando a Dusk con una mirada pensativa.
"Como capitán de la guardia real, tengo acceso a muchos documentos y registros antiguos." Respondió Shining. "Hace unos años, encontré unos viejos archivos que indicaban que el verdadero nombre de nuestra familia era 'Sparkle', no 'Shine'. Cuando pedí explicaciones a mis superiores, me dijeron que no mencionara ese nombre, que lo mejor era olvidarlo, porque podría traerme problemas." En ese instante Shining hizo una pequeña pausa, y frunció el ceño al recordar todo el maltrato que él y Dusk tuvieron que sufrir en su juventud por culpa del clasismo en Canterlot. "No sé por qué, pero al parecer, a los antiguos nobles no les gusta nuestra familia. Por eso nuestros ancestros cambiaron su nombre hace más de mil años… ¡Tú viste sus caras cuando en la boda dije el verdadero nombre de nuestra familia! Por alguna razón odian a nuestra familia, y creo que eso también tiene que ver con esto." Agregó Shining, señalando el emblema de su tío. La misma estrella rosa de seis puntas que él y Dusk tenían en sus cutie marks.
Tras las palabras de Shining, Dusk bajó su cabeza y también puso una mirada pensativa. Lo que decía Shining parecía una locura, pero la verdad era que aquello podía explicar muchas cosas. No solo el desprecio excesivo que tanto él y Shining sufrieron por parte de los nobles de Canterlot, sino también confirmaba lo que Dusk ya venía sospechando desde hacía algún tiempo, respecto a su estrella familiar.
"Nuestra emblema familiar tiene la misma forma que la estrella grabada en el Árbol de la Armonía… ¿¡Qué es lo que realmente significa mi cutie mark!?" Pensó Dusk confundido.
"No sé por qué los nobles odian a nuestra familia, pero luego de casi morir, descubrí que ya no me importa lo que ellos piensen de mí. Nunca más intentaré ocultar a mi familia." Continuó hablando Shining, poniendo cariñosamente un casco sobre el hombro de Dusk. "Te dije que de joven odiaba mi cutie mark por simbolizar que debía protegerte. Pero ahora entiendo que no es protegerte solo a ti, sino lo que tú simbolizas… Dusk, tú y tus amigas han salvado el reino de terribles amenazas. ¡Tú eres la espada que protege el reino! Y yo, seré el escudo que protegerá esa espada." Agregó Shining, mirando afectuosamente a su hermano.
En ese momento Shining tomó la decisión de finalmente actuar cómo realmente se sentía, sin importar lo que los demás pudieran pensar de él. Dándole un cálido abrazo a su hermano menor, uno que sabía que debió haber dado hacía muchos años antes. En tanto que Dusk, se sorprendió ante tal gesto. Entonces, valorando el gesto de su hermano, sabiendo lo difícil que debía ser para su hermano expresar sus sentimientos, Dusk sonrió y le devolvió el abrazó con una gran sonrisa.
"Awww…" Dijeron repentinamente unas voces al lado de Dusk y Shining. Entonces ambos hermanos miraron a su lado y vieron que Cadance y sus papás los estaban viendo. Los tres con emocionadas miradas. Aquello llenó de vergüenza a ambos hermanos, que rápidamente se separaron y desviaron sus miradas avergonzados.
"Ambos son tan torpes para expresar lo que sienten." Dijo Cadance, acercándose y abrazando a ambos hermanos. "Y ambos se ven muy lindos cuando se sienten avergonzados, jeje." Rio Cadance. Queriendo mostrarle a Shining y Dusk que ambos eran más parecidos entre sí de lo que ellos mismos creían.
Al oír aquello, Dusk y Shining se miraron de reojo, se sonrojaron y bajaron sus miradas avergonzados. Ambos sintiéndose cohibidos luego que su familia los viera abrazándose. Mientras sus padres sonreían amorosamente, al ver que, luego de años de sostener una tensa relación, sus dos hijos volvían a reír y abrazarse, como cuando eran potrillos.
"Umm… D-Dusk…" Dijo repentinamente una voz cerca de Dusk. Al voltearse, Dusk vio que era Fluttershy. Quien lo miraba tímidamente, con sus mejillas sonrojadas. "Spike fue a bailar con Rarity. Y yo… Pensé que quizás… si no estás ocupado… q-quisieras bailar conmigo… ¡P-Pero si no quieres, está bien!" Agregó Fluttershy nerviosa. Quien había tenido que usar todo su valor para acercarse a Dusk y ser la primera de sus amigas en pedirle que bailara con ella.
"Claro, me encantaría bailar contigo." Respondió Dusk, conmovido con la tímida mirada de su querida amiga. Con su corazón renovado de alegría luego de finalmente haber hecho las paces con su hermano mayor.
Tras despedirse de su familia, Dusk guio a Fluttershy a la pista de baile, y ambos comenzaron a bailar. Aquel baile no pasó inadvertido para Rarity, quien justamente también estaba en la pista de baile, bailando con el pequeño Spike, quien miraba embobado a la bella unicornio blanca. El baile de Fluttershy y Dusk tampoco pasó inadvertido para sus otras amigas, quienes dejaron de lado lo que estaban haciendo o con quién estaban charlando, y también se acercaron a la pista de baile. Listas para también aprovechar la ocasión y bailar con Dusk luego que terminara de bailar con Fluttershy.
Mientras Dusk bailaba y los ojos de todas sus amigas de Ponyville estaban fijos en él, los ojos de otra yegua también se fijaron desde lejos en el unicornio lavanda. Allí, Sunset Shimmer miró con una mirada molesta a Dusk y sus amigas.
"Allí está Dusk, el único pony que puedo decir que fue mi amigo… el único pony por el que he llegado a sentir amor… Allí está él, ¡Sin saber todo lo que he hecho por él!" Pensó Sunset, comenzando a molestarse al sentirse completamente frustrada. "¡Lo he dado todo por él! ¡Lo amo con todo mi corazón y por eso mismo lo he sacrificado todo! ¿¡Para qué!? ¿¡Para que solo tenga ojos para sus otras amigas!? ¿¡Para que ni siquiera pueda ver mi rostro!?" Pensó Sunset apretando fuerte sus dientes. Sintiendo que quería gritar de rabia, enojo, tristeza y frustración. Impotente al ver cómo parecía que el destino no quería que ella y Dusk pudieran estar juntos.
No lejos de Sunset, Cadance miró de reojo a su alumna y sintió cómo la unicornio amarilla se llenó de todas esas emociones negativas al ver bailar a Dusk. Sabiendo que por el carácter de Sunset, ella podía explotar en cualquier momento, Cadance rápidamente se acercó a su alumna, para intentar calmarla. Sin embargo, justo cuando estaba al lado de Sunset, Cadance se detuvo al ver lo que hizo Sunset.
Tal como le enseñara Cadance, al sentirse llena de furia, Sunset cerró sus ojos. Entonces ella inhaló fuerte, levantando un casco hasta su pecho, y luego exhaló fuertemente. Como si con esa gran respiración, Sunset expulsara todos esos malos pensamientos, para así calmarse. Un truco de relajación que Cadance le había enseñado.
Viendo que su alumna había logrado calmar su fuerte temperamento por sí misma, Cadance tocó el hombro de Sunset y le sonrió cariñosamente. Orgullosa de que su alumna mostrara tal progreso.
"Haces lo correcto, Sunset." Dijo tiernamente Cadance. Sabiendo lo difícil que era para Sunset ver que el potro que amaba ni siquiera podía reconocerla. "Tienes que ser paciente. Te prometo que algún día él podrá volver a ver tu rostro. Y ambos podrán volver a ser tan unidos como lo eran cuando eran potrillos."
"Huff… Eso espero…" Suspiró Sunset con una triste mirada. Teniendo casi nula esperanza que lo que decía Cadance fuera verdad. Ya que para lograrlo, se necesitaría de un milagro.
"Cree en mí. ¡Estoy segura que juntas encontraremos la forma!" Dijo Cadance con mucho ánimo. Sintiendo la desesperanza de Sunset. "Llegó el momento que comencemos a buscar una solución a la maldición de Discord, y para eso, quiero que nos acompañes a nuestra luna de miel." Agregó Cadance, mirando a Sunset con una tierna sonrisa.
"¿Quieres que yo los acompañe?" Preguntó Sunset alzando una ceja. Incrédula y confundida.
"Los deberes de una princesa nunca terminan." Respondió Cadance con una sonrisa llena de orgullo. "No solamente viajaremos para mi luna de miel. Tenemos asuntos que resolver, en el Norte de Equestria."
Mientras Sunset Shimmer se enteraba que esa misma noche partiría junto a Cadance lejos de Canterlot, en la pista de baile, Dusk continuaba bailando junto a sus amigas. Luego de terminar de bailar con Fluttershy, Pinkie Pie se apresuró para pedirle a Dusk su turno para bailar, algo a lo que Fluttershy reaccionó sonriendo tiernamente, ya que sabía que todas sus amigas querían también bailar con Dusk. Tras Pinkie Pie, siguió Rarity, dejando a Spike por un momento, quien entonces fue acompañado por Applejack para bailar. El cuarto baile fue el turno de Rainbow Dash, quien se sonrojó y desvió su mirada nerviosa, sin querer admitir que también se moría de ganas de bailar con Dusk. Así que finalmente fue Dusk quien tuvo que acercarse a su testaruda amiga pegaso para 'obligarla' a bailar con él.
Finalmente fue el turno de Applejack, pero a diferencia de sus demás amigas, Applejack no se acercó a Dusk luego de ver que estuviera solo. En su lugar, Applejack se mantuvo bailando con Spike, siempre sonriendo, disfrutando de la música, pero sin mirar a Dusk ni por un segundo. Algo que le causó curiosidad al potro lavanda.
En ese instante la música se interrumpió cuando los novios comenzaron a retirarse a su carruaje. Sin embargo, había un último evento esa noche, uno que muchas yeguas, en especial Rarity, habían esperado: el lanzamiento del ramo de la novia. Así fue como todas las yeguas presentes se reunieron en el centro del salón, y esperaron ansiosas a que Cadance arrojara su ramo de flores, para ver si la suerte las acompañaba y lograban ese trofeo.
Cadance arrojó alto su ramo, y en cuanto cayó, todas las yeguas saltaron, cayeron y se amontonaron para intentar agarrar el ramo. Un alboroto que duró unos pocos segundos, hasta que las yeguas se levantaron y miraron confundidas hacia todos lados, sin encontrar el ramo de flores por ninguna parte.
"Creo… que yo lo gané." Dijo repentinamente Luna, con una pequeña sonrisa traviesa. Quien no había estado junto a las demás yeguas en el centro del salón, sino que había estado parada cerca, pero sin lanzarse a luchar por aquel ramo, pues su dignidad como princesa se lo impedía.
"¿Ella desapareció e hizo aparecer el ramo cuando todas lo perdieron de vista en la pelea?" Pensó Dusk sorprendido. Quién, siendo hábil en la magia, alcanzó a notar un leve destello mágico justo antes que alguna de las yeguas del centro del salón tocaran el ramo de flores.
Mientras Dusk veía a Luna, la Princesa de la Noche notó que Dusk la miraba. Entonces ella bajó su mirada para ver el ramo de flores, se sonrojó, y miró nuevamente de reojo a Dusk, con una pequeña sonrisa.
"¡Oh, Luna! ¿Tú agarraste el ramo? ¡Felicidades!" Dijo Celestia sorprendida. Quien no había estado atenta a lo ocurrido, debido a que toda su atención había estado en la doceava tarta de fresa que comía esa noche. "¡Ahora habrá que buscarte un novio! ¡Jajaja!" Se rio Celestia. Sin siquiera imaginarse que su hermanita había hecho trampa para quedarse con ese ramo de flores.
Mientras los demás ponies comenzaban a aplaudir en el salón, aún un poco confundidos, sin entender cómo el ramo de flores había llegado hasta la Princesa Luna, hubo unos pocos ponies que sospecharon que Luna pudo hacer trampa, ¡Pero pensar aquello era ridículo! Después de todo, la Princesa de la Noche era digan y elegante, jamás se rebajaría a hacer tal cosa. En tanto que algunos pocos sirvientes del palacio también adivinaron lo que en verdad pasó, pero ellos pensaron todo lo contrario, pues sabían que por su enamorado, la digna Princesa de la Noche a veces se comportaba como una potrilla. Lo que de verdad sorprendía a los sirvientes del palacio, era que justo en ese momento Celestia hubiera estado distraída y siguiera sin darse cuenta de lo que pasaba por el corazón de su hermana menor.
Finalmente los novios se retiraron en su bello carruaje, rumbo al Norte del Reino, lo que fue señal para que la mayoría de los invitados también comenzaran a retirarse, y que DJ Pon-3 comenzara a poner los últimos temas de la noche.
"Dusk…" Dijo repentinamente una dulce voz al lado de Dusk. Era Applejack, quien finalmente se acercó hasta su novio esa noche. Sonriéndole con una tierna sonrisa. "¿Bailamos?"
"Por supuesto." Sonrió Dusk, acercándose a su novia y comenzando a bailar junto a ella. Justo cuando la DJ comenzaba a poner unas canciones más lentas, para que las parejas bailaran más cerca una de la otra.
"Estuve esperando este baile toda la noche." Dijo Applejack tiernamente. Acercándose más a Dusk y apoyando cariñosamente su cabeza en el cuello de Dusk.
"Me alegro escuchar eso. Por un segundo pensé que me estabas evitando, jeje." Se rio Dusk un poco avergonzado. Recordando que ella no se le había acercado en ningún momento desde que había comenzado la fiesta.
"Lo siento. Yo… No me sentía bien conmigo misma." Respondió lentamente Applejack. Apretando sus ojos como si le doliera recordar algo.
Pese a que Dusk no pudo ver el rostro de su novia, sí pudo sentir lo tensa que se puso en ese momento. Aquello lo hizo meditar para pensar a qué se podía deber aquello.
"¿Es porque Chrysalis se transformó en ti en la vieja mina? ¿Sigues pensando en ello?" Preguntó Dusk confundido. "Applejack, ya te lo dije, no fue tu culpa. Chrysalis se aprovechó de lo que siento por ti para distraerme."
"Lo sé… Y por eso me duele…" Dijo Applejack, con tristeza en su voz. "No solo fue en la cueva. Ellos también se disfrazaron de mí para capturarte en primer lugar… Ellos… Ellos usaron la confianza que tú tienes en mí para lastimarte." Agregó Applejack, con una pequeña lágrima en sus ojos.
"Applejack, no puedes culparte por eso. Un cambiante también se hizo pasar por mí, pero lo importante no fue que nos engañaron con sus disfraces, lo importante es que supimos reconocer que esos impostores no eran quienes amamos en realidad." Dijo Dusk, con una pequeña sonrisa para animar a su novia.
En ese instante Applejack dejó de bailar, y solo se quedó abrazada a Dusk. Sin levantar su cabeza para mirar a Dusk, siempre mirando hacia abajo, con su cabeza apoyada sobre el cuello de Dusk.
"Quienes amamos en realidad…" Dijo Applejack, repitiendo lo último dicho por Dusk. "Amor… Ni en un millón de años hubiera adivinado que en solo un año caería locamente enamorada de alguien… El potro que ahora es mi novio."
"Jeje… Lo mismo digo." Dijo Dusk. Pensando en todos los cambios que había tenido su vida desde que había ido a Ponyville. En ese instante Dusk se dio cuenta que se distrajo con una boba sonrisa al recordar los bellos momentos vividos con sus amigas ese año, y entonces volvió a concentrase en su novia. "Hace un año, jamás imaginé que le diría a una yegua que la amo. Pero ahora-"
"Lo sé…" Interrumpió Applejack. Como si no quisiera que Dusk continuara con lo que estaba a punto de decir. "No tienes que decir nada más, Dusk… Sé muy bien lo que sientes por mí, y yo también lo siento por ti… Hoy y para siempre." Agregó Applejack, apoyando más fuerte su cabeza contra el cuello de Dusk. Como si quisiera que ambos estuvieran pegados así para siempre.
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En ese instante la canción terminó y la DJ anunció la última canción de la noche. En tanto que Dusk y Applejack permanecieron juntos, abrazados en un romántico e íntimo silencio.
"Dusk… El siguiente será nuestro último baile." Dijo Applejack, siempre abrazada a Dusk. Sin dejar que el potro viera su rostro.
"Lo sé… Desearía que esto durara para siempre." Respondió Dusk con una pequeña sonrisa.
"No… Yo… Me refiero a que este será nuestro último baile… como novios." Dijo muy lentamente Applejack. Como si le doliera decir aquellas palabras.
Ante las palabras de Applejack, Dusk puso una mirada confundida. Entonces un extraño frio recorrió su espalda al darse cuenta de lo que en realidad estaba pasando. Aquello no solo era un baile, aquello era una despedida... Applejack estaba terminando su compromiso.
Por varios segundos, ninguno de los dos dijo nada más. Ambos simplemente siguieron bailando en silencio, abrazados, sin verse sus rostros. Con una Applejack que luchaba para ser fuerte, y con un Dusk Shine que luchaba por ordenar su ideas, sin querer creer lo que estaba sucediendo, algo que había sabido que sucedería, pero que aún así, no estaba listo para enfrentar.
"Sé que aún quedan tres días para que la Alcaldesa nos divorcie formalmente." Dijo Applejack rompiendo el silencio. Con una voz levemente entrecortada. "Hoy me siento horrible conmigo misma, porque otros se aprovecharon de mi amor y confianza para engañarte… Por eso… Yo… Si no lo hago ahora… No sé si podré hacerlo otro día… Esta frustración que siento conmigo misma, tiene que darme el valor para hacer lo que no podría hacer en otro momento…"
Tras las palabras de Applejack, Dusk simplemente se quedó en silencio, aún aturdido por lo que estaba sucediendo. Sabía que Applejack lo amaba, ¡Ella se lo había dicho! Ella no hacía esto por odio hacia él, y por más que lo repitiera, tampoco lo hacía por lo sucedido con los cambiantes. Había algo más de fondo, y Dusk bien lo sabía… Tras el velo rosa de su amor, que floreció aquel mes, aún habían cuatro yeguas que ambos también amaban y no querían lastimar.
"¿E-Estás segura…?" Respondió Dusk aturdido. Dándose cuenta del valor y determinación que tuvo que tener Applejack para decirle aquellas palabras. Teniendo una batalla en su corazón por lo que sentía en ese momento como amor, versus el juramento que habían hecho con sus demás amigas.
Tras la pregunta de Dusk, fue el turno de Applejack de quedarse en silencio. Ella simplemente no podía mentir, y pese a que abrió su boca, las palabras se rehusaron a salir de sus labios. Pues en el fondo, la dulce yegua campirana quería decir que no, que todo debía seguir tal cual, que ambos debían ser novios para siempre, y que no quería que Dusk la dejara de amar. Con su cuerpo negándose a mentir, la honesta Applejack simplemente apretó fuerte su cabeza sobre el cuello de Dusk, en el momento que la música del salón tocaba los últimos acordes de la noche.
En cuanto la música terminó, Applejack dejó de abrazar a Dusk y se alejó corriendo por el salón. Dejando a Dusk con su corazón oprimido, viendo cómo su primera novia lo abandonaba. Luego de perder de vista a Applejack, Dusk bajó su vista, levantó su casco, y tocó la parte de su camisa en donde Applejack había apoyado su rostro. Donde ahora su camisa estaba mojada por las lágrimas de la yegua naranja…
Tras terminar la fiesta, Spike y los seis ponies de Ponyville alistaron sus cosas rápidamente para alcanzar el último tren que salía hacia su hogar. Con Applejack adelantándose hasta la estación 'por alguna razón', y con Dusk Shine caminando como si fuera un zombi, 'por alguna razón'.
Finalmente los siete abordaron el vagón que les correspondía y se alistaron para sentarse. El primero fue Dusk Shine, quien caminó torpemente y se sentó en los últimos asientos del vagón, mirando hacia la ventana con una mirada vacía. La segunda fue Applejack, quien también caminó lentamente y se sentó en los primeros asientos, también mirando hacia la ventana, escogiendo el asiento más lejano que había del de Dusk Shine. Todo mientras Applejack luchaba por mantenerse fuerte, pese a que en sus ojos se notaba que había llorado, y parecía que en cualquier momento podría volver a hacerlo.
En ese instante, sus amigas miraron a ambos ponies, de un lado a otro, y entonces abrieron con sorpresa sus ojos al entender lo que había sucedido.
Fluttershy, Rarity, Rainbow Dash y Pinkie Pie habían imaginado muchas veces qué sucedería luego que Applejack y Dusk Shine rompieran su noviazgo. Todas se habían imaginado corriendo inmediatamente a los cascos de Dusk, tal como cuando ninguna de ellas era aún su novia. Luchando entre ellas secretamente entre risas y miradas molestas para ver quién conseguía acercarse más a Dusk. Sin embargo, ahora que había sucedido, y veían con sus propios ojos como dos de los ponies que más amaban, tenían sus corazones rotos, fue que ninguna de las cuatro yeguas pudo sonreír ni sentirse aliviada de que Dusk estuviera nuevamente solo.
Olvidándose por completo de la competencia, de los tratos y de todo lo relacionado con el amor, el espíritu de amistad de las cuatro yeguas se apoderó de ellas, y las cuatro se dividieron para simplemente sentarse junto a sus amigos, abrazarlos, y darles un silencioso apoyo mientras vivían ese duro momento.
"¿De verdad este será el camino correcto…?" Pensaron las cuatro yeguas al mismo tiempo. Comenzando a llorar en silencio al ver las lágrimas de Dusk y Applejack.
# Fin del capítulo 21
