Capítulo 26 – La noche de los corazones cálidos
Dusk Shine y Spike caminaban por las calles de Ponyville. Por todo el pueblo se podían ver el espíritu festivo de las fiestas. Siendo víspera de la Noche de los Corazones Cálidos, una de las celebraciones más importantes de Equestria, todos los ponies del pueblo habían adornado sus casas con varias guirnaldas, campanas y banderas. Todo armonizando perfectamente con la nieve invernal que había caído y que generaba una hermosa postal en todo el pueblo.
Ese año, Dusk y Spike habían prometido pasar las fiestas junto a Pinkie Pie y su familia. Algo que la pony rosa había planeado desde hacía meses atrás, pidiéndole no solo a Dusk, sino a todas sus amigas, que pasaran todos juntos las festividades. Sin embargo, por alguna razón, todas las amigas de Dusk cancelaron a última hora, decidiendo pasar las fiestas con sus respectivas familias. Con Rarity, Fluttershy y Rainbow Dash fuera del pueblo, la única que no necesitaba viajar fuera era Applejack, ya que su familia vivía en Ponyville. Pero pese a que Pinkie Pie invitó a toda la familia Apple a la granja de rocas su familia, Applejack decidió quedarse en Ponyville.
'Hace un año pasamos las fiestas junto a la familia de Pinkie y… bueno… son bastante especiales a la hora de celebrar la víspera de corazones cálidos.' Recordó Dusk que le había dicho Applejack cuando se excusó por no ir. Teniendo una sonrisa nerviosa al recordar la vez que los Apple y los Pie celebraron las festividades juntos. 'Además… hay otra razón por la que no puedo ir.' Había agregado Applejack, casi en un susurro, justo antes de despedirse de Dusk.
"¿Hay una razón para cancelar el viaje a última hora?" Pensó Dusk curioso, mientras caminaba y recordaba lo sucedido esa mañana. "Además, ¿Por qué Applejack habrá puesto esa sonrisa nerviosa? La familia de Pinkie no puede ser tan extraña, ¿O sí?" Pensó Dusk. Imaginándose a las hermanas de Pinkie Pie. Todas tan alegres y alocadas como su estrafalaria novia.
Finalmente, Dusk y Spike llegaron a Sugarcube Corner. Allí, a Dusk le costó mucho abrir la puerta por alguna razón. Entonces, al entrar, Dusk vio que lo que bloqueaba la puerta eran cientos de pequeñas piedras de colores. De hecho, no solo estaban en la puerta, ¡Todo el salón principal de la pastelería estaba lleno de miles de piedras de distintos colores!
"¿Qué es todo esto?" Preguntó Dusk, mirando confundido todas aquellas piedras de colores.
"¿¡Dusk!?" Dijo repentinamente Pinkie Pie. Levantando su cabeza desde un montón de piedras de colores, que estaban sobre ella. Al verla con cuidado, Dusk vio que Pinkie tenía unas grandes ojeras bajo sus ojos, como si no hubiera dormido en toda la noche.
"Pinkie, ¿Estás bien?" Preguntó Dusk preocupado.
"¡Sí! Es solo… Uaahh… Que me desvelé haciendo collares de dulce roca." Respondió Pinkie, con un gran bostezo.
"¿Dulce roca?" Preguntó Spike, tomando una de las pequeñas piedras de colores, oliéndola, y luego metiéndosela en la boca. "¡Mmm! ¡Son dulces!" Dijo Spike sorprendido. Disfrutando del crujiente sabor dulce de esas piedras.
"Es una receta que Maud inventó, con un tipo especial de roca." Dijo Pinkie Pie. Uniendo varias rocas de distintos colores con un hilo, para hacer un collar, pasándoselo a Dusk. "Maud y yo tenemos la tradición de darnos un collar de dulce roca cada vez que nos vemos. Pero este año, quería que fuera perfecto, ya que este año, ¡Será el mejor de todos!" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. Mirando emocionada a Dusk.
"¿Tu hermana inventó esto?" Preguntó Dusk asombrado. Mirando el collar de dulce roca con cuidado, mientras veía de reojo a Spike. Quien había comenzado a devorar con gusto todas las dulces rocas que veía a su lado. "Nunca había escuchado de dulces de roca. Es impresionante."
"Sí, ¡Maud es la mejor!" Dijo Pinkie Pie muy emocionada. "Yo quiero mucho a todas mis hermanas, ¡Pero Maud es súper-dúper-ultra especial!" Agregó Pinkie Pie, con brillo en sus ojos al recordar a su querida hermana mayor. "Ella es divertida y parlanchina como yo, ¡Se llevaría genial con todas mis amigas! Le gusta la moda, como a Rarity; lee muchos libros, como tú; ama a las mascotas, como Fluttershy, es una gran cocinera, como Applejack; y le encanta bromear, como a Rainbow Dash"
"Vaya… suena como la yegua perfecta." Dijo Dusk con una sonrisa nerviosa. Pensando que su novia debía de estar exagerando.
"Es por eso que he pasado toda la noche preparando dulce roca. De verdad, ¡De verdad! Quiero que este viaje salga perfecto." Dijo Pinkie Pie. Pasándose un casco por sus cansados ojos, que parecía que se cerrarían en cualquier segundo. "Además, he estado tan emocionada por saber que conocerás a mi familia, que no he podido dormir en toda la noche."
"Huh… Pinkie… Sabes que ya es de día, ¿Verdad?" Preguntó Dusk, alzando una ceja. "¿Siquiera preparaste tu maleta? El tren parte en menos de una hora."
Pinkie Pie puso una mirada confundida y se quedó en silencio unos segundos, como si le costara entender lo que Dusk le había dicho. Hasta que repentinamente ella dio un gran salto y un grito de espanto.
"¿¡YA ES DE DÍA!?" Gritó Pinkie Pie asustada, corriendo a su habitación para armar su maleta. Dejando solo una estela de polvo, y a su novio preocupado.
"¿Estará bien?" Murmuró Dusk con preocupación, viendo hacia el reloj. Tan cuadrado y organizado como siempre, que lo ponía nervioso el hecho de llegar tarde a tomar el tren. "No durmió en toda la noche... Quizás deba ayudarla a empacar."
"Naaah, es Pinkie Pie. Volverá en solo unos segundos con todos listo." Respondió Spike. Quien seguía disfrutando de los dulces de roca. "¡Mmmm! No son como las gemas, pero definitivamente desde ahora son mi segundo platillo favorito." Agregó Spike, saboreando un collar de dulce roca rojas.
Mientras Dusk y Spike conversaban en el salón principal, Pinkie Pie se apresuraba a armar rápidamente su maleta. Empacando solo lo imprescindible para un viaje.
"Globos, serpentinas, cupcakes, cañón de fiestas… ¡Listo!" Dijo Pinkie Pie, terminando de armar su maleta en tiempo récord. Entonces ella se sentó un segundo sobre su maleta para descansar. Al sentarse, la cabeza de Pinkie Pie comenzó a caer lentamente, mientras sus ojos se cerraban. Comenzando a caer dormida.
"¡No!" Gritó repentinamente Pinkie Pie. Golpeándose a sí misma en el rostro para despertar. Entonces ella sacudió su cabeza y puso una mirada muy seria. "Hoy y mañana todo debe salir perfecto."
"Por suerte, las demás chicas estarán lejos, así que podré estar a solas con Dusk, ¡Ahora es mi momento de dar todo de mí como su novia!" Pensó Pinkie Pie. Recordando que su plan ya estaba en acción, y que el tablero estaba listo, ahora solo dependía de ella lograr su meta. "Y lo más importante, logré convencer a Dusk que en vez de un regalo, me dé una pinkie-promesa que yo elija. Y yo… sé muy bien lo que quiero que prometa." Pensó Pinkie Pie, poniendo una mirada más seria.
Dusk, Pinkie y Spike llegaron a abordar el tren justo a tiempo. Una vez dentro, avanzaron al primer vagón, donde colocaron sus maletas y luego se sentaron. Apenas Pinkie Pie acomodó sus flancos en el cojín del asiento, ella cayó inmediatamente dormida. Aquello fue un claro indicio para Dusk que su novia efectivamente seguía muy cansada, luego de no dormir en toda la noche.
Lamentablemente, Pinkie Pie apenas alcanzó a dormir unos pocos segundos. Ya que el silbato del tren sonó, anunciando su partida, y la pony rosa dio un salto ante aquel agudo sonido.
"¡Ups! Casi me quedo dormida antes de la sorpresa, jeje." Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. Aún con unas tremendas ojeras bajo sus ojos.
En ese instante Pinkie Pie levantó en alto su cabeza y comenzó a mirar a su alrededor. Mirando uno por uno a todos los ponies que allí había. Un vagón que, al igual que el resto del tren, estaba con casi todos sus asientos ocupados, dado que muchos ponies viajaban por las festividades.
"Hmm… No la veo…" Susurró Pinkie Pie nerviosa. Luego de comprobar por tercera vez que 'a quién buscaba' no se encontraba en ese vagón. "Creo que iré a buscar a los otros vagones."
"¿Qué es lo que irás a buscar?" Preguntó Dusk confundido.
"¡Es una sorpresa! Uaahh…" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. No pudiendo evitar dar un gran bostezo.
"Creo que deberías descansar. Debes dormir, aunque sea un par de horas." Dijo Dusk preocupado.
"Tonterías, estaré bien. ¡Soy la pony con más energía de toda Equestria!" Dijo Pinkie Pie. Dando un gran salto y una voltereta por el pasillo, para demostrar que aún le quedaba energía de sobra. Entonces ella se acercó a Dusk y le dio un pequeño beso. "Espérame aquí, ¡Volveré pronto con la sorpresa más grande que puedas imaginar!" Agregó Pinkie Pie, caminando hacia el siguiente vagón y guiñándole un ojo a Dusk.
Una vez Pinkie Pie salió del vagón, Dusk se dejó caer en su asiento y suspiró. Pensando en lo difícil que era hacer que Pinkie dejara de buscar sonrisas, incluso aunque se sacrificara a sí misma.
"Me pregunto si toda la familia Pie será así…" Dijo Dusk pensando en voz alta. Recordando que Pinkie le había dicho que había crecido en una granja de rocas. Por lo que Dusk se imaginó una loca granja llena de toboganes y fuegos artificiales. Con decenas de ponies idénticos a Pinkie Pie. Toda su familia sonriendo y bromeando mientras trabajaban en la granja de rocas más divertida del planeta.
"Ya lo imagino…" Dijo Spike. Imaginándose la misma visión que Dusk, solo que en vez de una decena de Pinkies, eran cientos de Pinkies, y luego miles. Todas saltando y gritando '¡Diversión!' mientras se abalanzaban hacia Spike. Entonces al bebé dragón le dio un escalofrío al imaginarse tal cosa. "Creo que UNA solo Pinkie Pie basta y sobra."
Luego de reírse del comentario de su hermanito, Dusk puso una mirada pensativa y comenzó a imaginarse más seriamente cómo debía ser la familia de Pinkie Pie.
"La verdad es que no se mucho de su familia… Pero de quien siempre habla mucho, es de su hermana Maud." Pensó Dusk, recordando lo emocionada que estuvo Pinkie Pie esa mañana, y todas las virtudes que mencionó que tenía su hermana mayor. "Divertida, bromista, intelectual, le gusta la moda y cocinar, buena con los animales… No puede ser tan perfecta." Pensó Dusk, imaginándose a una yegua que tuviera lo mejor de sus queridas amigas.
En la mente de Dusk, la imagen de sus cinco amigas giró y se mezclaron en un torbellino, hasta que finalmente apareció la mezcla de todas, una yegua que Dusk podía considerar casi perfecta y que tenía un poco de todas sus amigas… una yegua que conoció una vez, llamada Golden Feather.
Hacía mucho tiempo que Dusk no recordaba a la amigable pegaso de pelaje blanco y melena rubia que había compartido con él una tarde, cuando Cadance visitó Ponyville. Una bella yegua que Dusk se había percatado que tenía mucho en común con sus amigas, y de la cual él quizás hubiera caído enamorado, si su corazón no hubiera estado ocupado ya por otras yeguas. Una yegua que Dusk nunca pensó en lo mucho que se parecía a su maestra. Pues sin que Dusk lo supiera, Golden Feather no había sido otra que la mismísima Celestia disfrazada.
Con la imagen de la pegaso blanca en su mente, Dusk se quedó recordando su imagen largo rato. Sin embargo, aunque para él, esa yegua se acercaba más a lo que él podía considerar como una yegua casi perfecta, su corazón seguía sin poder mirarla con los mismos ojos que con los que miraba a sus otras amigas.
"¡Más te vale dejar de mirarla!" Dijo la imagen de Rainbow Dash en la imaginación de Dusk. Apareciendo súbitamente desde detrás de la imagen de Golden Feather.
Entonces, en la mente de Dusk, tras la imagen de Rainbow Dash, aparecieron también Fluttershy, Pinkie Pie, Luna, Applejack y Rarity. Y entre las seis yeguas, se apresuraron a empujar a Golden Feather del espacio imaginario de Dusk, hasta sacarla de su mente.
"En tu corazón ya estamos nosotras, ¡Ni se te ocurra volverte a enamorar!" Gritaron las seis yeguas molestas, en la imaginación de Dusk. Algo que hizo que el potro lavanda cerrara sus ojos y sonriera.
"¡Heh! Eso ya lo sé…" Sonrió Dusk, mientras la nube de su imaginación desaparecía. Repentinamente Dusk abrió con sorpresa sus ojos al percatarse de algo. "¿También imaginé a Luna?" Pensó Dusk. Dándose cuenta que al imaginarse a las yeguas que estaban en su corazón, no solo se había imaginado a sus cinco amigas de Ponyville, sino también a la torpe, pero tierna, princesa de la noche. "Yo… ¡Yo no debería imaginar a la princesa Luna! ¡No debo complicar más las cosas!" Pensó Dusk, sonrojándose y sacudiendo fuertemente su cabeza para despejar su mente.
Finalmente, Dusk se distrajo de sus pensamientos cuando la puerta del vagón el conductor se abrió. Desde allí, apareció una yegua de pelaje gris y melena lisa color violeta. Vestía un vestido de cuerpo completo color gris azulado, con un cinturón negro. Pero lo que más llamó la atención de Dusk, fue la mirada fría y sin emociones que mostraba. Misma mirada que se mantenía viendo a Dusk intensamente, y que había hecho que el unicornio lavanda la mirara inquieto.
Aquella yegua se quedó de pie en el pasillo, frente al asiento de Dusk. Mirándolo fijamente con una mirada sin emociones, por varios segundos. En tanto que Dusk, no pudo evitar desviar la mirada al sentirse incómodo por lo mucho que se le quedó viendo aquella yegua, sin decir una sola palabra.
"¿T-Te puedo ayudar en algo?" Dijo finalmente Dusk, con una sonrisa nerviosa. Viendo que quizás aquella yegua era muda, ya que seguía sin decir nada.
Por varios segundos, la yegua siguió en silencio. Solo moviéndose para pestañear muy lentamente.
"Hola." Dijo finalmente aquella yegua. Con una voz igual de impasible que su mirada.
"H-Hola…" Respondió Dusk. Dando todo de sí para responder gentilmente a aquella extraña yegua, que le habló de la nada.
Nuevamente un incómodo silencio quedó en el aire, luego que la yegua no continuara la conversación. En su lugar, ella se mantuvo mirando a Dusk. Lo que puso nervioso al unicornio, ya que no sabía si aquella yegua esperaba algo por parte de él.
Finalmente, la yegua gris se movió lentamente y se sentó al lado de Dusk, para total sorpresa de él. Entonces Dusk miró de reojo a Spike, sentado frente a él, y el bebé dragón simplemente se encogió de hombro. Pensando igual que su hermano, que aquella yegua era algo extraña, pero no podían simplemente echarla del asiento.
"Estaba en la sala de máquinas, viendo el carbón que usan en el tren." Dijo repentinamente la yegua gris, siempre manteniendo lo ecuánime de su voz y mirada. "La mayoría del carbón que usan aquí, es lignito sub-bituminoso. Sería mejor que ocuparan más antracita en la caldera."
Luego de aquel dato salido de la nada, un incómodo silencio nuevamente llenó el aire... ¿Por qué alguien iniciaría una conversación hablando de tipos de carbón? ¿Aquella yegua estaba tratando de ser amigable? ¿O ella solo estaba pensando en voz alta? Era algo de lo que Dusk no estaba seguro.
"Eh… Sí… E-Es un dato muy interesante…" Dijo finalmente Dusk nervioso. Pensando que quizás debía darle el beneficio de la duda a esa yegua, y que quizás ella simplemente era torpe para iniciar una conversación.
Luego de ver a Dusk en silencio por varios segundos, la extraña yegua sacó una pequeña piedra y la puso en el asiento frente a ella, que quedaba al lado de Spike.
"Eh… Ese asiento está ocupado." Dijo Dusk, confundido por la acción de la yegua. Recordando que Pinkie Pie aún debía volver para sentarse.
"Lo sé… Él solo está reservando el asiento." Respondió la yegua gris, mirando a Dusk. Entonces ella se giró lentamente para mirar a la piedra, y le apuntó con su casco. "Quédate quieto allí y sé obediente." Agregó la yegua, hablándole a la roca.
Spike levantó su cabeza confundido y miró con cuidado a la pequeña piedra. Pensando que quizás había visto mal y aquello no era una piedra, sino algún animal pequeño. Pero no era así, aquello definitivamente era una roca. Aquello hizo que a Dusk le diera un pequeño escalofrío, dándose cuenta que estaba sentado junto a una loca que le hablaba a las rocas.
"El próximo año terminaré mi 'rocktorado' en geología." Dijo repentinamente la yegua. Nuevamente sacando un nuevo tema de conversación de la nada.
"¡Oh…! Uhm… Yo… Yo soy bibliotecario en Ponyville." Dijo Dusk con una sonrisa nerviosa. Sabiendo que si aquella yegua realmente estaba loca, no debía hacerla enojar.
"Sí… lo sé. Vives en la biblioteca de Ponyville desde hace poco más de un año." Respondió la yegua gris. Siempre mirando fijamente a Dusk. "Lo sé todo sobre ti."
"No solo está loca… ¡Es una acosadora!" Gritó asustado Dusk en su mente. Imaginándose que aquella yegua loca lo secuestraría y le haría extrañas cosas en el sótano de su casa.
Dusk se movió sutilmente en su asiento para alejarse un poco de aquella extraña yegua. Quedando lo más pegado posible a la ventana, mientras se mantenía mirando a aquella yegua con una muy nerviosa sonrisa. Temiendo hacerla enojar y que sacara un arma o algo por el estilo, para amenazarlo.
Como si la yegua hubiera leído la mete de Dusk, ella se agachó lentamente y abrió la maleta que había traído consigo, buscando algo. Algo que puso inmediatamente en alerta a Dusk, haciéndolo sudar mientras pensaba en qué arma sacaría aquella acosadora para amenazarlo.
"¿Quieres?" Preguntó finalmente la yegua. Sacando de su bolso una pequeña bolsa, que abrió y acercó a Dusk.
Dusk se acercó con cuidado a la bolsa, metió lentamente su casco, y se sorprendió al ver que solo era una bolsa con rocas. Entonces Dusk levantó su mirada confundida, al tiempo que la yegua sacó también una de las rocas y se la metió en la boca.
"Son rocas snack." Dijo la yegua gris. Mordiendo ruidosamente las crujientes rocas.
"Oh… Ya veo. Son como las dulces de roca de Pinkie Pie." Pensó Dusk. Aliviado que la yegua loca no hubiera sacado un arma.
"¡Yo quiero!" Dijo Spike emocionado. Saltando para sacar unas rocas de la bolsa.
Tanto Dusk como Spike se metieron una roca en la boca y las mordieron. En cuanto Dusk lo hizo, sus dientes casi se rompen, al tiempo que por poco casi escupe la roca. Aquellas rocas no eran para nada como las dulce rocas de Pinkie Pie. De hecho, Dusk no estaba seguro siquiera si era comestible, ya que la roca sabía casi igual que una roca real.
Pese a lo duro de la roca, los fuertes dientes de Spike terminaron de moler la roca snack y se la tragó sin problemas. Diferente fue el caso de Dusk, al que le fue imposible romper esa roca con sus dientes, y simplemente puso una sonrisa boba mientras la yegua loca lo miraba atentamente, comiendo tranquilamente sus rocas snacks.
"¿¡Qué es eso!?" Dijo rápidamente Dusk. Apuntando hacia el otro extremo del tren.
La extraña yegua gris se volteó lentamente hacia donde había apuntado Dusk. Lo que le dio suficiente tiempo al potro lavanda para escupir la dura roca y lanzarla hacia atrás del vagón, sin que la yegua gris lo viera.
"¡Auch!" Gritó un potro desde detrás del vagón, a quién le cayó la roca snack de Dusk.
Por su parte, en cuanto la yegua gris volvió a voltearse para seguir mirando a Dusk, este se mantuvo sonriendo, sobando su estómago como si estuviera satisfecho.
"¡Mmm! Estaba deliciosa, jeje." Sonrió nerviosamente Dusk, fingiendo haberse comido la roca snack. No queriendo hacer enojar a aquella yegua loca.
Por varios segundos, la yegua gris simplemente se quedó mirando a Dusk en silencio. Mientras él, simplemente se mantuvo sonriendo nerviosamente.
"¿Quieres más?" Preguntó la yegua gris. Volviendo a ofrecerle rocas snacks a Dusk. Algo que dejó helado al pobre potro lavanda.
"Yo… Me encantaría, jeje. P-Pero…" Dijo Dusk nervioso. Pensando en varias excusas para rechazar el ofrecimiento sin ofender a esa yegua. Entonces Dusk miró de reojo a la pequeña piedra sentada en el asiento de Pinkie, y se le ocurrió finalmente una idea. Dusk se acercó a la pequeña piedra y le habló, tal como había hecho esa loca yegua gris. "A ti no te gustaría que me comiera otra roca snack, ¿Verdad? Es decir, tú eres una piedra, y eso… sería como canibalismo, jejeje… jeje…" Se rio nerviosamente Dusk. Sintiéndose tonto al hablarle a una roca, pero pensando que así al menos no haría enojar a la yegua loca.
Mientras Dusk reía forzadamente, esperando que la yegua gris encontrara gracioso su chiste, la yegua simplemente se quedó mirando a Dusk, sin sonreír ni mostrar expresión alguna en su rostro. Algo que puso aún más nervioso a Dusk.
"C-Creo que mejor comeré una fruta." Dijo Dusk con una torpe sonrisa, rascándose su cabeza. Dándose cuenta que su broma para evadir comer las rocas snack, no pareció caerle en gracia a la yegua gris.
Dusk abrió su alforja de viaje y sacó una jugosa manzana de Sweet Apple Acres. Todo mientras la yegua gris se mantenía mirándolo en todo momento. Algo de lo que Dusk intentaba no darse cuenta, para no estar tan nervioso.
"Prefieres las frutas…" Dijo repentinamente la yegua gris, justo cuando Dusk había abierto su boca para comer la manzana. "¿Sabías que las frutas son los ovarios desarrollados y maduros de las plantas?"
Un incómodo silencio quedó en el aire, en que Dusk se quedó con su boca abierta congelado, sin alcanzar a morder la manzana. Entonces Dusk miró la manzana, y en lo único que pudo pensar fue en la palabra 'ovario maduro'. Así, Dusk bajó lentamente la manzana, mirándola con extrañeza, y volvió a guardarla en su alforja. Perdiendo por completo su apetito ante aquel extraño e innecesario dato.
Tras aquel incómodo momento, Dusk decidió no prestarle más atención a aquella yegua gris. Por lo que se pegó lo más posible cerca de la ventana y se quedó mirando el paisaje mientras el tren seguía su camino. Sin embargo, cada cierto tiempo, Dusk miraba de reojo el reflejo de la ventana. Notando que a pesar de quedarse en silencio, y que él claramente estaba tratando de evitarla, la yegua gris se mantenía sentada a su lado, mirándolo fijamente.
"¿Quieres que te lea un poema? En mis ratos libres escribo mis propios poemas." Dijo repentinamente la yegua gris. Luego de un largo silencio, en que Dusk casi se había sentido victorioso por no tener que hablar más con aquella yegua.
"Eh… Yo… Supongo que sí…" Dijo Dusk con una sonrisa nerviosa. Mentalmente gritándose a sí mismo que ese era el viaje más incómodo que había tenido en su vida.
La yegua gris se aclaró la garganta, miró a Dusk y comenzó a recitar su poema.
"Roca. Eres una roca. Gris. Eres gris. Como roca. Lo cual eres. Roca." Recitó monótonamente la yegua gris.
Al terminar, Dusk puso una mirada confundida y abrió su boca para hablar. No estaba seguro si aquello podía llamarse poesía. Dusk sabía que los gustos en poesía eran muy subjetivos, pero lo que sí estaba claro, es que si eso era un poema, era el poema más aburrido que había escuchado jamás. Pero por supuesto, aquello era algo que un caballero como Dusk no podía decir, por lo que a pesar de abrir su boca, Dusk no fue capaz de hablar, y solo puso una mirada confundida.
"Veo que quedaste sin habla." Dijo la yegua gris, malentendiendo la confundida mirada de Dusk por asombro. "He escrito miles. El siguientes es sobre rocas… Todos son sobre rocas." Agregó la yegua gris, mirando intensamente a Dusk. Mientras que el potro lavanda, simplemente puso una sonrisa muy nerviosa y se hundió en su asiento. Queriendo poder escapar de allí.
Por la siguiente hora, Dusk se mantuvo escuchando de manera obligada decenas de poemas, y, tal como dijera la yegua gris, todos sobre rocas. Todos los poemas hablando sobre el color, dureza o tipo de roca, todos igual de monótonos, todos igual de aburridos. Por más que Dusk quería dejar de escuchar aquellos poemas, se le hizo imposible decirle a aquella yegua que ya no quería oír su poesía. Dusk no era capaz de lastimarla, y con Spike dormido, y él atrapado entre la ventana y la yegua gris, a Dusk no le quedó más alternativa que escuchar. Así, Dusk se mantuvo con una mirada apagada, escuchando cada lenta frase de aquella yegua, sintiendo que su cerebro se apagaba lentamente al escuchar frases tan aburridas y sin emoción.
Finalmente, el cerebro de Dusk pareció volver a despertar cuando se escuchó el silbato del tren, anunciando que estaban llegando a la siguiente estación, que era la parada de Dusk, Spike y Pinkie Pie.
"Espera… ¿¡Dónde está Pinkie Pie!?" Pensó Dusk aún algo aturdido. Tan mareado había estado escuchado durante todo el camino la monótona poesía de la yegua gris, que había perdido la noción del tiempo y olvidó por completo que su novia había desaparecido desde que el tren comenzó su camino.
"L-Lo siento, debo irme. Esta es mi parada." Dijo Dusk rápidamente. Alegrándose de por fin bajar de ese tren y alejarse de esa extraña yegua. "Vamos Spike." Agregó Dusk, levantándose de su asiento y tomando rápidamente a Spike que aún dormía, para bajar rápidamente del tren
Mientras Dusk tomaba a Spike y su alforja de viaje, la yegua gris simplemente se le quedó viendo atentamente. Tal como había sucedido a lo largo de todo el viaje.
"¡Por fin! ¡Soy libre!" Dijo Dusk con una gran sonrisa. Una vez logró salir del tren y pisar el suelo de la estación. "Si escuchaba un poema más de rocas, mi cerebro se iba a convertir en una roca." Dijo Dusk, dando un gran suspiro.
Luego de suspirar, Dusk dio un vistazo a su alrededor y su sonrisa comenzó a borrarse lentamente. Como si el destino quisiera burlarse de él, Dusk se dio cuenta que irónicamente toda aquella estación estaba completamente hecha de rocas. Desde el piso hasta los mismos letreros que allí habían.
Además de que todo allí estaba hecho de rocas, Dusk se percató que aquella estación de trenes era bastante rústica. Parecía que no era una estación demasiado popular, ya que aparte de Dusk y Spike, ningún otro pony estaba bajando de la estación.
"¿Dónde está Pinkie Pie?" Dijo Dusk nervioso, pensando en voz alta. Viendo que el tren estaba próximo a partir y Pinkie Pie no había bajado.
"Disculpa." Dijo repentinamente una voz monótona detrás de Dusk. Una voz que hizo que a Dusk le diera un escalofrío.
Al darse vuelta casi de un salto por el susto, Dusk vio que la yegua gris que lo había acosado durante todo el viaje, ahora estaba detrás de él. Tal parecía que ella también iba a bajar de allí.
"Tú… ¿¡De verdad eres una acosadora!?" Preguntó Dusk asustado, dando varios pasos hacia atrás. Ya olvidándose por completo de su caballerosidad, siendo mayor su miedo que su cortesía, al ver que esa yegua loca lo había seguido hasta allí.
El silbato del tren sonó nuevamente, y lentamente comenzó andar, continuando con su ruta.
"No… ¡Esperen!" Gritó Dusk asustado. Viendo que a su lado faltaba alguien muy importante. "¡Pinkie Pie! ¡Pinkie Pie!" Gritó Dusk, comenzando a correr al lado del tren mientras este avanzaba.
Repentinamente Dusk detuvo su carrera cuando desde el último vagón, se asomó un pony con vestimenta de cartero desde una ventana. Aquel pony levantó con mucho esfuerzo una enorme bolsa de correo, y la lanzó desde su ventana, cayendo justo al borde de la estación, en la zona destinada al correo. Dusk tuvo que frenar en seco para no chocar con la bolsa de correos, y al levantar la vista, vio que el tren ya había acelerado lo suficiente para dejar por completo la estación.
"No puede ser…" Dijo Dusk asustado, mirando hacia atrás y viendo que en la estación solo estaban él, Spike, y más preocupantemente… ¡La yegua loca! "¿¡Qué hago ahora!?" Murmuró Dusk, casi entrando en pánico.
Repentinamente Dusk se distrajo y miró hacia abajo cuando escuchó un ronquido, proveniente de la bolsa de correos. Entonces Dusk abrió lentamente la enorme bolsa y vio que dentro de ella, además de un enorme lote de cartas, estaba su novia, Pinkie Pie. Durmiendo plácidamente sobre las cartas.
"¿Pinkie Pie?" Dijo Dusk, con una mezcla de asombro y sorpresa.
"¿Hmm? Uaahh… Que buena siesta. Justo lo que necesitaba." Dijo Pinkie Pie despertando. Estirando sus patas luego de haber dormido tan bien.
"Tú… ¿¡Qué haces dormida en la bolsa de correos!?" Preguntó Dusk muy confundido.
"¿Yo qué…? ¡Oh! ¡Es cierto!" Respondió Pinkie Pie, también algo confundida. Mirando hacia abajo con sorpresa, a las cartas que le habían servido de colchón. "Estaba buscando a Maud en el tren, hasta que llegué al último vagón. Allí busqué en la bolsa de correos, y… bueno, creo que estaba tan cansada, que me quedé dormida, jeje." Rio Pinkie Pie, un poco avergonzada.
"¿Maud? ¿Estabas buscando a tu hermana?" Preguntó Dusk sorprendido.
"Sí, ella-" Alcanzó a decir Pinkie Pie, hasta que su vista se desvió al ver quién estaba detrás de Dusk. Entonces Pinkie dio un gran saltó con una enorme sonrisa. "¡Allí estás!" Gritó Pinkie Pie, corriendo al lado de Dusk velozmente para ir detrás de él.
Al darse vuelta, Dusk abrió sus ojos en shock al ver que Pinkie Pie estaba abrazando a la extraña y loca yegua gris acosadora.
"¡Pinkie Pie! ¡Ten cuidado!" Gritó Dusk asustado. Corriendo hacia donde estaba Pinkie Pie. "Esa… Esa yegua…" Dijo Dusk, mirando con preocupación a la yegua gris. Sin saber cómo advertirle a Pinkie Pie que aquella yegua estaba loca, sin ofender a la yegua gris frente a ella.
"¡Ella es mi hermana Maud!" Dijo Pinkie Pie con una enorme sonrisa. Sin dejar de abrazar a la yegua gris. "Quería darte la sorpresa de que ella viajaría con nosotros."
"Sí, es tu hermana. Es por eso que…" Respondió Dusk automáticamente. Hasta que comprendió lo que acababa de decir. Abriendo sus ojos con sorpresa. "Es... ¿Es tu hermana?"
"Síp." Respondió Pinkie sonriendo. Seguido de un largo silencio, en que Dusk se quedó congelado, mirando fijamente a la sonriente Pinkie Pie, y luego a la yegua gris, que mantenía su mirada sin emoción alguna.
"¿Tu hermana?" Repitió Dusk, como si aquellas palabras no pudieran entrar en la mete de Dusk.
"Sípi." Volvió a repetir Pinkie Pie. Seguido de otro largo silencio. Uno en el que Dusk intentaba hacer que su mente entendiera lo que Pinkie Pie le decía, pero al ver que aquellas dos yeguas eran tan distintas como el día y la noche, se le hacía imposible que su mente lo entendiera.
"Pinkie… Ella… no puede ser Maud." Dijo Dusk con una mirada aturdida. Luchando con el sentido común en su mente, que seguía negándose a creer lo que Pinkie Pie le decía.
"Claro que lo es." Confirmó por tercera vez Pinkie Pie, sonriendo.
"Tu hermana… ¿Maud?" Volvió a preguntar Dusk, luchando contra su incredulidad. "¿¡Tu perfecta hermana Maud!?"
"Sip." Repitió Pinkie Pie, siempre sonriendo.
Por quinta vez, Dusk iba a preguntar lo mismo, pero esta vez Spike se apresuró a poner una garra en la boca de su hermano para callarlo. Dándose cuenta que aquella ronda de preguntas parecía que no terminaría jamás.
"Dusk. Ella ES la hermana de Pinkie." Repitió esta vez Spike. Para que Dusk finalmente asimilara la verdad.
Manteniendo una cara de confusión absoluta. Dusk miró una última vez a la yegua gris, tragó saliva, y luego miró confundido a Pinkie Pie. Una era una yegua gris, de mirada fría y sin emoción, y probablemente la yegua más aburrida que había conocido en su vida. La otra era una yegua rosa, de mirada vibrante y una gran sonrisa, que siempre reía y charlaba a más no poder.
"¡Es imposible que sea tu hermana! ¡Son completamente opuestas!" Gritó Dusk casi histérico.
"¿De qué hablas? ¡Somos como dos gotas de agua!" Dijo Pinkie Pie sonriendo, acercando su rostro al de su hermana. Quien por su parte, se mantuvo mirando a Dusk con una mirada sin emoción.
En la mente de Dusk, la imagen de la yegua perfecta que Pinkie Pie había descrito, se destrozó como un vidrio, viendo que la idea de perfección de Pinkie Pie era aquella loca y aburrida yegua gris. Fue entonces que Dusk, en su nerviosismo y confusión, recordó todas las virtudes que Pinkie Pie había dicho sobre su hermana Maud antes del viaje.
"Tú… Dijiste que tu hermana era tan divertida y parlanchina como tú." Dijo Dusk nervioso, pensando en voz alta. Recordando todos esos largos e incómodos silencios que hubieron en sus charlas. Olvidando por un segundo que Maud seguía ahí, mirándolo.
"¡Claro que lo es!" Respondió Pinkie sonriendo, mirando a su hermana. "¿No charlaron en el tren? Se suponía que habíamos comprado asientos juntos." Preguntó Pinkie Pie confundida.
"Si charlé con él… De hecho, estuve todo el viaje intentando charlar con él." Respondió lentamente Maud, mirando a Dusk. "Pero parece que él no tenía muchas ganas de charlar conmigo."
En ese instante Dusk abrió su boca para decir que aquello no era verdad. Sin embargo, solo entonces se dio cuenta que en realidad, aunque Maud hablaba lento y con grandes silencios; siempre fue ella la que buscó entablar una conversación con él.
"T-Tú dijiste que a ella le gustaba la moda…" Dijo Dusk nervioso. Insistiendo en lo que había dicho Pinkie Pie en Ponyville. Para que su novia se diera cuenta que fue ella la que dio una descripción equivocada.
"Pues sí, ella misma fabrica sus vestidos." Respondió Pinkie Pie. Apuntando con su casco al vestido de Maud.
Nuevamente Dusk abrió su boca para replicar. Ya que en su opinión, y probablemente en el de cualquier especialista de moda, como Rarity, el vestido de Maud era demasiado simple y monótono para considerarse como 'un gusto en moda'.
"Dijiste que le gustaban las mascotas, como a Fluttershy." Dijo Dusk nervioso. No queriendo dar su brazo a torcer.
"Sí, ella siempre lo lleva consigo." Respondió Pinkie Pie, mirando a su hermana. Entonces Maud sacó de su bolsillo la misma piedra pequeña que había puesto en el asiento de Pinkie Pie en el tren.
"Su nombre completo es 'Peñasco Boulder'." Agregó Maud, mostrando la pequeña piedra mascota en su casco.
"¿¡Esa piedra es su mascota!? ¿¡Puede una piedra ser su mascota!?" Pensó Dusk incrédulo.
"¡D-Dijiste que a tu hermana le gustaba leer!" Dijo Dusk, desesperándose un poco. Pensando que una yegua que leyera mucho, tendría muchos temas de conversación. Contrario a lo que Maud realmente era.
"Adoro leer sobre rocas… Siempre leo sobre rocas…" Respondió monótonamente Maud. Una respuesta que dejó aturdido a Dusk, ya que en efecto cumplía con la premisa de ser alguien que leía mucho, ¿¡Pero quién en su sano juicio leería solo de rocas!?
"Dijiste que era una gran cocinera…" Dijo Dusk, con una voz más débil. Al darse cuenta que cada cosa que decía, se le devolvía en su contra. Recordando las horribles rocas snack de Maud.
"¡Y lo es! Recuerda que te dije que ella inventó las dulce rocas." Sonrió Pinkie Pie. Aprovechando la oportunidad para ponerle varios collares de dulce roca en el cuello a su hermana.
"En lo personal, prefiero mis rocas snacks. Ya que no soy tan fanática del dulce como Pinkie Pie." Agregó Maud. Sacando su pequeña bolsa de snack y comiendo otro de sus 'extra crujientes' snacks de viaje.
"¡Dijiste que a tu hermana le gustaba bromear! ¡Y ella jamás bromeó ni sonrió en todo el viaje!" Gritó Dusk desesperado. Usando su última carta para que Pinkie se diera cuenta que no fue su error que él no pudiera reconocer a Maud.
"Hmm… Eso sí es raro. A ella siempre le han gustado mis bromas." Dijo Pinkie Pie, mirando confundida a su hermana.
"Dusk dijo una broma sobre no comer mis snack de roca, porque 'Boulder' podía asustarse por hacer canibalismo." Dijo Maud, siempre manteniendo su expresión indiferente. "Eso me pareció chistoso."
"¡Jajaja! ¿Lo ves? ¡A ella sí le pareció graciosa!" Dijo Pinkie Pie riendo, mirando a Dusk y apuntando con su casco a la cara de Maud.
Dusk entrecerró sus ojos para ver mejor el rostro de Maud. Pero por más que lo intentó, él se mantuvo sin ver cambio alguno en la fría expresión de Maud.
"Luego de su broma, yo le dije mi broma de la fruta." Agregó Maud, mirando a Pinkie y luego a Dusk. "Pero él no se rio, y comenzó a ignorarme."
"¿¡Eh!?" Dijo Dusk sorprendido. Recordando que efectivamente eso sucedió, pero fue por un malentendido. "Yo… ¡Yo no sabía que eso era una broma!"
"No fue solo con la broma. Él trato de ignorarme durante todo el viaje, aunque yo intentaba charlar con él." Dijo Maud, mirando a Pinkie Pie.
"Eso… Eso no es…" Dijo Dusk nervioso. Dándose cuenta que sin percatarse, había sido un completo maleducado con Maud.
"También me mintió, cuando fingió comer mis rocas snack. Vi por el reflejo de la ventana, que lo escupió y lo arrojó lejos." Agregó Maud, hablándole a Pinkie pero mirando en todo momento a Dusk. "Yo solo quería ser amable, y él me ignoró y me mintió."
"¡E-Es solo un malentendido!" Gritó Dusk asustado. "Yo no sabía que tú eras la hermana de Pinkie Pie. Pensé que eras una pony loca o algo por el estilo."
Tras las palabras de Dusk, ambas hermanas Pie se quedaron mirando en silencio a Dusk. Con Maud manteniendo siempre su mirada indiferente, y con Pinkie Pie mirándolo con una mirada molesta. Fue entonces que Dusk abrió grande sus ojos y puso un casco en su boca al recordar el pasado del tío de Pinkie Pie, y que a ella no le gustaba la palabra 'loco'.
"Yo te reconocí de inmediato, porque Pinkie Pie siempre me habla de ti en sus cartas." Dijo Maud mirando a Dusk, rompiendo el incómodo silencio. Entonces ella se giró para ver a Pinkie Pie de frente. "Él no es el potro amable, caballeroso y sincero que me describiste… Lo siento, pero no puedo aprobar a tu novio."
Pinkie Pie abrió con horror su boca. Poniendo una mirada de asombro y miedo, sin poder decir palabra alguna. En tanto que Dusk, se quedó en shock al ver que la hermana mayor de Pinkie Pie le decía de frente que no aprobaba su noviazgo con Pinkie. Mientras que Spike se mantenía comiendo dulce rocas que había traído de Ponyville, comiendo como si fueran palomitas de maíz, mientras veía aquel drama como si fuera una telenovela.
"Me adelantaré hasta la granja." Dijo finalmente Maud, luego de un gran e incómodo silencio. Comenzando a caminar, mientras dejaba a Pinkie Pie congelada con una cara de espanto.
Luego que Maud dejara la estación, Dusk se acercó lentamente a Pinkie Pie, viendo que su novia seguía sin reaccionar.
"Pinkie… Yo… Lo siento." Dijo Dusk con una mirada triste.
"Yo… Nunca había visto a Maud tan molesta." Dijo Pinkie Pie asustada. Finalmente saliendo de su aturdimiento.
"¿¡Cómo puedes saberlo, si ella ni siquiera cambia de expresión su rostro!?" Gritó Dusk en su mente. Molestándose con Maud, al convertir su viaje en algo desagradable. "No… Maud no tiene la culpa. Fui yo el que no actuó bien con ella…" Pensó Dusk, pasando rápidamente del enojo a la culpa.
Tras salir de la estación, Maud se adelantó. Aunque para Dusk y compañía hubiera sido muy fácil alcanzarla, ya que en realidad Maud caminaba bastante lento, incluso cuando se suponía que estaba apresurada. Sin embargo, Dusk no pudo alcanzar a Maud, ya que a su lado, Pinkie Pie caminaba aún más lento que su hermana mayor.
"Lo arruiné todo…" Dijo Pinkie Pie, caminando muy lentamente. Con una mirada cabizbaja. "Quería que todo saliera perfecto, pero en vez de eso, me quedé dormida y arruiné tu primer encuentro con Maud."
Tras ver a su novia, más que en su triste mirada, Dusk se concentró en la melena de Pinkie, la cual había perdido su esponjosidad característica, y se encontraba completamente lisa.
"Esto es grave, ¡De verdad que esto la deprimió mucho!" Pensó Dusk asustado. Reconociendo ya muy bien los estados de ánimo de su novia, y sabiendo que cuando la melena de Pinkie perdía su estilo, era que Pinkie Pie estaba muy triste.
"No fue tu culpa Pinkie, fui yo quien lo arruinó." Dijo Dusk preocupado. Recordando todo lo sucedido en el tren y lo descortés que fue con Maud. Viendo que había sido él quien arruinó todos los felices planes de su novia, y que sin querer, había llamado loca a la pony que Pinkie Pie más admiraba en el mundo. Decenas de ideas que hicieron que la mirada de Dusk se perdiera en sus propios tristes pensamientos.
"Eh… Dusk, ¿Qué pasa con tu melena?" Preguntó Spike. Mirando con curiosidad a su hermano.
"¿Eh?" Dijo Dusk con una triste mirada, volteándose a ver a Spike. Un movimiento que hizo que notara que sus ojos ahora estaban cubiertos por su lacia melena.
"Esto…" Dijo Dusk sorprendido. Dándose cuenta que se había perdido tanto en la culpa y la depresión, que empática e inconscientemente su melena había tenido el mismo efecto que tenía la melena de Pinkie Pie cuando entristecía. Entonces Dusk miró a Pinkie Pie, quien seguía caminando mirando hacia el suelo, con su triste mirada. "¡No! ¡De nada sirve que estemos deprimidos!" Dijo Dusk, sacudiendo su cabeza para que su melena volviera a la normalidad, y no solo eso, sino que también, literalmente, alejar toda la culpa y depresión de su cabeza.
Tras volver a la normalidad, Dusk se paró frente a Pinkie Pie y la miró a los ojos con firmeza.
"Pinkie, aún no es tarde. ¡Todavía podemos tener la mejor víspera de los Corazones Cálidos que hayamos tenido!" Dijo Dusk con una gran sonrisa. Mirando fijamente a su novia.
Por un par de segundos, Pinkie Pie pareció no reaccionar al ver los ojos de Dusk. Pero a los pocos segundos, al ver los ojos de su enamorado mirándola con tata pasión y determinación, hizo que la melena de Pinkie Pie estallara con un pequeño ¡Puff! Y Pinkie Pie volviera a tener brillo en la mirada.
"¡Tienes razón! ¡No podemos darnos por vencido!" Dijo Pinkie Pie, llena de determinación.
"¡Bien! Ahora, lo primero, es arreglar las cosas con Maud." Dijo Dusk, mirando hacia el frente, y viendo que, tras caminar deprimidos un buen rato, Maud se había adelantado bastante. Entonces Dusk se dispuso a apresurarse para alcanzarla, pero antes siquiera de dar un paso, él se detuvo y miró inseguro a Pinkie Pie. "Quizás debería pensar en un plan antes de volver a acercarme a Maud. No quisiera arruinarlo nuevamente… Hmm… ¿Qué crees que deba hacer para que Maud cambie su opinión de mí?" Preguntó Dusk a su novia.
"No creo que debas hacer nada. Maud es muy tierna y comprensiva. Ella te perdonará cuando te conozca mejor." Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa.
Ante las palabras de Pinkie Pie, Dusk entrecerró un ojo y puso una mirada insegura.
"Sé que debo creer en las palabras de Pinkie. Pero dudo que su hermana sea tierna y comprensiva." Pensó Dusk, recordando la fría mirada que Maud Pie tuvo en todo momento en el tren. "Dudo incluso que pueda expresar emoción alguna..."
En ese momento la vista de Dusk se distrajo al ver que Pinkie Pie los había guiado hasta una cerca, desde la cual se extendía un gran campo estéril, lleno de varias rocas de distintos tamaños. Con una pequeña casa de madera en su centro, que quedaba al lado de un pequeño molino y un gran silo de metal. Aquella era la granja de rocas de la familia Pie.
"Quería que tú te llevaras bien con Maud desde el inicio, porque ella es muy importante para mí." Dijo Pinkie Pie, con una mirada apenada, apenas entraron en la granja familiar. "Pero también, porque quería que Maud tuviera a alguien más con quién charlar en estas fiestas."
"¿A qué te refieres?" Preguntó Dusk confundido. "¿No estarán allí también tus padres y tus otras hermanas?"
"Sí, estará toda la familia reunida, pero… la relación de mis papás con Maud, es algo tensa." Dijo Pinkie Pie triste. "A mamá y papá nunca les gustó la idea que Maud huyera tan joven de la granja."
"¿¡Ella huyó!?" Preguntó Dusk asombrado.
"Sí, es por eso que ella solo nos visita para las festividades. Ella se independizó desde muy joven." Respondió Pinkie Pie cabizbaja. "Y no solo a mamá y papá no les gustó que ella se fuera. Marble y Limestone tampoco la perdonaron por abandonarlas sin aviso." Agregó Pinkie Pie desviando la mirada preocupada. "Yo también estuve mucho tiempo molesta con Maud, pero entendí que somos hermanas y nada cambiará eso. Por eso es que siempre nos escribimos cartas. Pero mis papás y mis hermanas… ellos apenas si cruzan palabra alguna con Maud en las fiestas, y el resto del año, nunca se ven."
Al escuchar esa historia, Dusk abrió con sorpresa sus ojos, ya que nunca se imaginó que Maud fuera tan problemática, ni que la relación de ella con su familia estuviera tan fracturada. Ahora Dusk entendía mejor por qué para Pinkie era tan importante que él se llevara bien con Maud.
"Vaya… Maud es solo un poco más grande que tú. Significa que dejó la granja antes de ser una yegua adulta." Dijo Dusk, sorprendido por la independencia de Maud. "Pero entonces, si ella huyó de la granja tan joven, ¿Cómo pagó sus estudios de 'rocktorado en geología'?"
"Fue gracias a la herencia del Tío Fuzzy." Dijo Pinkie con una pequeña sonrisa triste. Haciendo que Dusk recordara la historia que le contó sobre su tío enfermo, que había muerto años atrás. "La herencia que nos dejó mi tío, sirvió para que Maud se independizara. También sirvió para que yo pudiera mudarme a Ponyville años más tarde. Todos los meses nos llega dinero de su herencia."
"Ya veo." Respondió Dusk con una pequeña sonrisa triste. Sabiendo que tocar el tema del tío de Pinkie Pie y su enfermedad, era un tema delicado. Así que lo mejor sería cambiar de tema.
Afortunadamente para Dusk, no hizo falta que cambiara de tema. Ya que súbitamente los oídos de Dusk, Pinkie y Spike se pararon en alto cuando escucharon un grito. Entonces Dusk notó que el gritó provino de la casa central, a la cuál ya había ingresado Maud. Sin perder tiempo, los tres corrieron para averiguar qué había sucedido.
Al abrir la puerta, Dusk se sorprendió de ver que toda la familia de Pinkie Pie estaba allí, o al menos, así creyó adivinar, ya que aparte de Maud, habían otras dos jóvenes yeguas de la edad de Pinkie Pie, además de un potro y una yegua ya mayores. Esas debían ser las otras dos hermanas de Pinkie Pie y sus padres. Y en tan solo un instante, toda la idea preconcebida que Dusk tuvo de la familia de Pinkie Pie, se derrumbó.
Lejos de la imagen de ponies felices, de melenas alocadas y pelajes coloridos, que Dusk pensó que sería la familia de Pinkie; todos esos ponies eran más parecidos a Maud que a Pinkie Pie. De hecho, incluso Maud se veía más colorida que sus otras hermanas gracias a su vestido.
Una de las hermanas era de pelaje gris blanquecino y melena gris oscuro. Lo único de color en ella era su cutie mark, que eran tres canicas de piedra de color lila grisáceo; y sus ojos, de color morado, que tenían una tímida mirada. Algo que a Dusk le hizo recordar mucho a Fluttershy... Ella era Marble Pie.
La otra yegua a su lado, tenía el pelaje más oscuro, de color violeta grisáceo. Su melena era de color gris claro, y su cutie mark eran dos rocas de color gris claro y un limón color verde. Del mismo color de sus ojos, que mantenían una mirada enojada de pocos amigos... Ella era Limestone Pie.
Finalmente estaba la pareja mayor, que Dusk ya sabía por Pinkie Pie que se llamaban Cloudy Quartz e Igneous Rock, la madre y padre de Pinkie Pie. Una yegua de pelaje gris claro y melena gris oscura, de ojos celestes, y vestía unos pequeños lentes y un anticuado pañuelo cuadrillé en su cuello. Y el otro era un potro de pelaje marrón y melena gris; quien además tenía unas largas patillas y un gran sombrero negro. Fue este último quien tenía la mirada indignada y, al parecer, había sido quien había gritado.
"Llegas luego de un año sin vernos, ¿¡Y lo primero que nos dices es que tienes novio!?" Gritó el padre de Pinkie, colérico, mirando a Maud.
"Sí." Respondió Maud monótonamente. Como siempre, sin inmutarse.
"¡No me hables en ese tono!" Gritó Igneous furioso. "¿¡Por qué siempre eres tan rebelde…!? ¿Quién es ese potro? ¿De dónde lo conoces? ¿¡Está siquiera bautizado bajo la gran roca!?" Gritó Igneous escandalizado.
Tras una larga pausa, en la que Maud pareció meditar, finalmente habló.
"Su nombre es Mudbriar… Lo conocí en la escuela… Y no está bautizado bajo la gran roca." Respondió Maud. Dando una escueta pero exacta respuesta a lo que le preguntaron.
"No puedes enamorarte así como así." Dijo la madre de Pinkie. Mirando severamente a su hija mayor. "Debes seguir las tradiciones, tal como tu padre y yo. Debes consultar a la roca del emparejamiento. Es ella quien decide con quién debemos pasar el resto de nuestras vidas, ¡No nuestros simples deseos mundanos!"
"¿Qué cosa es la roca del emparejamiento?" Susurró Dusk curioso, al lado de Pinkie. Quien junto a Spike y Pinkie, parecía que no habían sido notados aún, pese a entrar en la casa. Todo debido a la gran discusión que tenían los padres de Pinkie con Maud.
"¡Oh! Yo… lo había olvidado." Susurró Pinkie Pie, con una mirada asustada. "Así se hacen las cosas en este pueblo. Debes ir con la roca del emparejamiento, que es una ceremonia en la que se reúnen todos los solteros del pueblo, y las familias acuerdan qué hijo se casa con quién de otra familia."
"¿¡Siguen existiendo los matrimonios arreglados!?" Preguntó Dusk muy sorprendido. Ya que aquello era una costumbre muy, muy antigua.
En ese momento Dusk miró a su alrededor y vio que la casa no tenía ningún lujo ni adorno excesivo. Era una cabaña simple, de colores monótonos y sin nada ostentoso. Solo algunas herramientas viejas y unos pocos cristales en las paredes, que Dusk adivinó, debían de iluminar la casa en la noche.
"Esta casa sería el horror de Rarity…" Pensó Dusk sorprendido. "Todo lo que hay aquí debería de estar en un museo." Pensó Dusk, notando que entrar a esa casa, era como volver en el tiempo por lo vieja que era.
"Vaya que hacen un escándalo por lo del novio de tu hermana." Dijo Spike mirando a Pinkie Pie y apuntando a sus padres, quienes seguían discutiendo con Maud. "Imagina lo que dirán cuando se enteren que tú y Dusk son nov-¡HMPF!" Agregó Spike, hasta que Pinkie Pie y Dusk se apresuraron a taparle la boca antes que dijera la palabra 'novios'.
Spike tenía razón. Si los padres de Pinkie se enteraban que ella también tenía un novio que no era de sus 'tradiciones', causaría todo un desastre. Dusk ya había arruinado su primer encuentro con Maud, y ahora, debía de hacer todo lo posible para que al menos, su encuentro con sus seguros no se arruinara tampoco.
"Espera… ¡Maud sabe que Pinkie Pie y yo somos novios!" Pensó Dusk entrando en pánico. "Si ella les dice antes que yo, todo el plan de Pinkie Pie para tener una gran celebración juntos, se arruinará." Pensó Dusk aterrado, mirando a Maud. "¿Debería hablar antes que ella lo haga?"
Dusk se mantuvo mirando expectante a Maud, mientras sus padres seguían gritándole. Sin embargo, Maud se mantuvo estoica y en silencio, recibiendo la reprimenda de sus padres. Al ver a Maud tan tranquila, hizo que Dusk respirara un poco más aliviado, al ver que Maud no se amedrentaba ante la presión de sus padres.
"Quizás deberíamos volver más tarde." Susurró Dusk a Pinkie y Spike. Aprovechándose del hecho que no habían sido notados aún, para salir de aquella incómoda discusión sin ser vistos.
Entonces Dusk usó su magia para abrir lenta y silenciosamente la puerta tras él. Sin embargo, él ni siquiera alcanzó a dar un paso hacia atrás, ya que en cuanto usó su magia, toda la familia de Pinkie Pie se calló y se voltearon a verlo con enormes y aterradores ojos.
"¿¡Cómo osas mancillar la casa de mi familia con tu sucia magia!?" Dijo el padre de Pinkie. Mirando a Dusk muy ofendido.
"¡L-Lo siento! ¡Se me olvidó decirle!" Dijo Pinkie Pie rápidamente. Apresurándose para ponerse entre su padre y Dusk, antes que también comenzaran a discutir con él. Entonces Pinkie Pie se volteó y miró a Dusk. "Lo siento Dusk, aquí no se puede usar magia."
"¿Qué? ¿Por qué?" Preguntó Dusk muy confundido.
"Mis padres, al igual que todos en el pueblo, respetan las viejas usanzas de los ponies de tierra de la era antigua." Dijo Maud, acercándose también a Dusk. "Aquí todo se trabaja y se gana con el sudor de los cascos, no con magia."
En ese instante Dusk abrió con sorpresa sus ojos por dos razones. La primera, era la sorpresa de saber que aún habían ponies tan anticuados que vivían con tradiciones usadas desde antes que las tres tribus se unieran. Pero aquella sorpresa pasó a segundo plano, cuando vio que solo hizo falta que él usara su magia para que Maud y sus padres olvidaran por completo su acalorada discusión.
"No es primera vez que mis padres no están de acuerdo con mis decisiones…" Dijo Maud, adivinando por su mirada lo que Dusk estaba pensando. "Esto siempre pasa cuando nos vemos… Es como una tradición de las fiestas."
"¡Hmpf!" Resopló indignada la madre de Pinkie, desviando molesta la mirada.
"Nuestra conversación aún no ha terminado." Dijo el padre de Pinkie. Dando una mirada de reprimenda a Maud, pero decidiendo que deberían de continuar su discusión en otro momento.
Finalmente, Pinkie Pie aprovechó la calma para presentar a su familia. Tal como adivinara Dusk antes, los padres de Pinkie eran muy anticuados, tanto que incluso hablaban con varios modismos antiguos. Mientras que con las hermanas de Pinkie Pie, Dusk no pudo siquiera escuchar sus voces, ya que Limestone se limitó a gruñir cuando Pinkie Pie la presentó, mientras que Marble era tan tímida, que ni siquiera pudo abrir su boca, y solo hizo un pequeño ruidito de saludo mientras se escondía tras su melena.
Tras la presentación de la familia de Pinkie Pie, ella presentó a Dusk y Spike. Quienes usaron todos sus modales aprendidos en Canterlot para dar una pequeña reverencia y saludar de la manera más cortés posible. Todo para intentar arreglar la pésima primera impresión que Dusk había dejado al entrar. Pese a la caballerosidad mostrada por Dusk, por alguna razón la familia de Pinkie se miraron entre ellos confundidos, luego que Dusk se presentara.
"¿Qué pasa?" Preguntó Pinkie Pie confundida, viendo las caras incómodas de sus padres.
"Bueno, Pinkamena… Cuando dijiste que invitarías a un amigo, pensamos que ese amigo sería… una yegua." Dijo la madre de Pinkie, mirando incómoda a Dusk. "No es apropiado que una jovencita inocente invite a un potro a la casa de sus padres."
"¡Oh! Pero Dusk es… es… un muy, MUY, querido amigo." Respondió Pinkie Pie apenada, mirando de reojo a Dusk con una triste sonrisa.
"Lo entiendo…" Pensó Dusk al ver la mirada de Pinkie Pie. "Ellos no deben saber lo nuestro aún." Pensó Dusk, adivinando lo que quería pedirle su novia. Dándose cuenta que ahora, además de generar una pésima primera impresión, le estaría mintiendo a la familia de su novia durante todas las fiestas.
Luego del alboroto inicial y de las presentaciones, la familia Pie se dispuso a comenzar con las tradiciones para la víspera de los Corazones Cálidos. Algo que levantó mucho el ánimo de Spike, ya que esta era una de sus fechas favoritas, donde adoraba comer deliciosos bollos de canela al lado de la chimenea, y esperar impaciente por abrir su regalo a la noche.
Lamentablemente para Spike, su sonrisa se desvaneció al momento de la comida. Ya que en vez de servirse los acostumbrados bollos de canela que la mamá de Dusk siempre les preparaba, el menú de la familia Pie consistía en sopa de roca.
"Esto… ¿Esto es lo que comen para las festividades?" Preguntó Dusk, sentado ya en la mesa. Intentando ocultar su decepción al ver la aguada sopa con una enorme roca en el medio de su plato.
"Pues sí, es la tradición." Dijo Pinkie Pie sonriendo. Sorbiendo velozmente su sopa de roca, y triturando con dificultad la roca que esta tenía. "Aunque la verdad, aquí se come sopa de roca casi todo el año." Agregó Pinkie sonriendo, con una mirada pensativa.
Para Pinkie Pie y su familia, tomar sopa de roca era tradicional, ya que no sabían que en otras partes del reino, normalmente se cocinaban dulces en estas fiestas. Por lo que todos ellos crecieron ignorantes de lo que la mayoría de los ponies llamaban 'comida tradicional' en esas fechas.
Luego de probar la sopa de roca y comprobar que más que sopa, sabía a agua sin sabor, Dusk miró a Spike, queriendo pedirle perdón por tener una comida tradicional tan desabrida. Sin embargo, para su sorpresa, Spike había terminado su sopa y masticaba feliz la roca que había quedado en su plato.
"¡Más por favor!" Dijo Spike sonriendo, estirando su plato hacia el centro de la mesa. "Esta roca no es como las gemas, pero sabe bastante bien."
"Jeje, supongo que tienes razón. Esa roca es un corindón comestible, rica en cromo. Por eso su sabor debe ser parecido." Dijo Limestone, sonriendo divertida al ver a Spike. Algo que sorprendió mucho a Dusk, quien la había visto con su ceño fruncido desde que la vio. "Te traeré un poco más." Agregó Limestone, tomando el plato de Spike para buscarle más sopa.
Al ver que Spike podía comer rocas con facilidad y reconocía las sutiles diferencias de sabores, hizo que la familia Pie se interesara mucho en el pequeño bebé dragón. Así, las hermanas y padres de Pinkie comenzaron a charlar animadamente con Spike, interesándose mucho con todo lo que el dragón sabía sobre gemas.
Ver a Spike compartiendo alegremente con la familia de su novia, hizo que Dusk se sintiera muy feliz por él. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta que la familia de Pinkie solo se concentró en Spike, dejándolo totalmente fuera de la conversación. Incluso en las pocas veces que Dusk intentó sumarse a la conversación, usando sus conocimientos básicos de rocas, la familia Pie simplemente miró su plato de comida, que Dusk no había podido terminar, y volvían a ignorarlo.
Finalmente, Dusk se armó de valor y terminó por comerse por completo su comida. Bebiendo aquella insípida sopa, y tragándose a duras penas la roca de la sopa. La que casi le rompe sus dientes al intentar morderla. Lamentablemente, aquello no sirvió de nada, ya que apenas Dusk terminó de comer, vio que todos en la mesa, a excepción de él, Pinkie y Maud, salieron de la casa animadamente, para mostrarle a su invitado estrella, Spike, su siguiente tradición.
Luego que Dusk, Pinkie y Maud salieran de la casa, vieron que el resto de la familia y Spike se habían reunido frente a una enorme roca que quedaba frente a la casa. Allí, Marble Pie finalmente había sacado la voz, y le mostraba animadamente a Spike un pequeño trozo de roca, que era el material de la siguiente tradición.
En la Noche de los Corazones Cálidos, era tradición dejar muñecos al lado de la chimenea, para así saber a quién le tocaba cada regalo al día siguiente. Aquellos muñecos normalmente eran de algodón y tela. Sin embargo, la familia Pie tenía la tradición de tallar figuras en piedra. Una tradición que a Dusk nuevamente le sorprendió mucho.
En silencio, Dusk, Spike, y la familia Pie, comenzaron a tallar sus figuras en piedra. Una tarea que resultó rutinaria para toda la familia Pie, quienes habían estado acostumbrados desde pequeños a tallar sus muñecos. Creando así bonitas figuras de ponies en piedra, que se asemejaban bastante a ellos. Incluso Pinkie Pie, quien era menos prolija que sus hermanas, logró tallar una piedra digna de un escultor. En tanto que Dusk Shine, había desperdiciado casi todo su tiempo en empezar con los ojos de su figura, haciéndole hoyos. Teniendo como resultado, solo una fea roca amorfa con varios intentos de hoyos en ella.
"Vaya… ¡Quedó muy bien para ser tu primer intento!" Dijo la voz de Marble Pie, con un tono alegre.
Al escuchar aquello, Dusk se volteó sonriendo, agradecido por el halago. Sin embargo, su sonrisa desapareció al instante al ver que no era a él a quién halagaban, sino que a su hermanito Spike.
El pequeño dragón había sido igual de torpe que Dusk para esculpir su figura de roca con las herramientas que le habían dado. Sin embargo, Spike usó sus propios dientes para darle forma a su piedra. De tal forma que consiguió crear una pequeña figura bípeda de piedra, que tal como dijera Marble Pie, era algo muy destacable para alguien que nunca había tallado una piedra antes.
Mientras Spike sonreía orgulloso luego de recibir halagos, Marble Pie miró de reojo el intento de muñeco de Dusk, y no pudo evitar reírse. Ocultando rápidamente su cara tras su melena, para que Dusk no la viera reírse. Algo que no logró a tiempo, ya que Dusk vio claramente como ella y Limestone se burlaron de su figura.
"Si tan solo pudiera usar magia, podría hacer algo mejor…" Pensó Dusk rojo de vergüenza. Viendo de reojo a los padres de Pinkie, que también se le habían acercado sonrientes a Spike, para felicitarlo. Comenzando a frustrarse al ver que la familia de su novia se llevaba mejor con su hermanito que con él.
"Definitivamente es una figura digna de estar junto a la 'Roca Holder." Dijo el padre de Pinkie Pie, mirando satisfecho la figurita de Spike.
"¿Qué es la Roca Holder?" Preguntó Spike.
"Esta, mi estimado dragón, es la Roca Holder." Respondió Igneous. Tocando con su casco la enorme roca ovalada frente a la que habían tallado sus figuritas de piedra. "Nuestro tátara-tátara-tátara-tátara abuelo, Holder Cobblestone, encontró esta roca en el nido de un dragón, más viejo que el tiempo mismo. Construyó la granja de la familia alrededor, y ha permanecido aquí, trayendo suerte a nuestra familia, desde tiempos inmemoriales."
"Quién sabe, quizás tú también nos traigas suerte, pequeñín." Dijo Limestone sonriendo. Dejando nuevamente de lado su ceño fruncido, para darle cariñosamente unos coscorrones en la cabeza a Spike.
Luego de recibir el afecto de Limestone, Spike sonrió y miró emocionado la enorme Roca Holder.
"Wow… Viene del nido de un dragón…" Susurró Spike asombrado.
Por alguna razón, imaginarse el nido de un dragón hizo que Spike se preguntara algo que se había preguntado desde pequeño, pero que ya casi nunca se preguntaba.
"Mi huevo… ¿Cómo es que llegó hasta Canterlot…? ¿Cómo era mi familia real?" Pensó Spike, poniendo una mirada triste. "Dusk es mi familia y siempre lo será, pero… a veces olvido que en realidad soy un dragón." Pensó Spike, dejando la tristeza de lado, pero aún manteniendo una mirada reflexiva.
Luego que Spike mencionara 'nido de dragón' y pusiera una mirada triste, la familia de Pinkie miró preocupada a Spike. Entonces ellos se voltearon y miraron a Dusk con miradas enojadas.
"¿¡Qué pasa con esas caras…!? ¡Yo no me robé a Spike de un nido de dragón!" Pensó Dusk histérico. Entendiendo por las miradas, perfectamente lo que los padres y hermanas de Pinkie Pie debían de estar pensando.
En ese instante Maud se acercó también a la Roca Holder para dejar su perfecta figurita de piedra allí. En cuanto Limestone y Marble vieron a su hermana mayor acercarse, ambas desviaron indignadas las miradas y se apartaron de Maud. Algo a lo que Maud pareció no prestarle importancia.
"Pinkie dijo que sus hermanas no habían perdonado a Maud por abandonar la granja, pero… ¿Cuánto tiempo más pueden estar resentidas con ella?" Pensó Dusk preocupado. Empatizando con Maud al ver que ella, al igual que él, parecía no ser completamente bienvenida en esa granja. Dándose cuenta también, que la familia Pie parecía dura como una roca al tomar decisiones, y que si él no lograba simpatizar con la familia de Pinkie, quizás sufriría el mismo destino que sufría Maud, al ser tratada con indiferencia.
Finalmente llegó la siguiente tradición: abrir los regalos. Algo que nuevamente iba en contra de la tradición de la mayoría de los ponies de Equestria, quienes abrían sus regalos al día siguiente. Sin embargo, esta vez ni a Dusk ni a Spike les pareció completamente raro, ya que ellos con su familia, también tenían esa tradición de abrir antes los regalos. Todo porque desde bebé, Spike nunca pudo aguantarse a esperar toda una noche para abrir sus regalos.
"Iré por el regalo de Spike." Dijo Dusk, susurrándole a Pinkie Pie, para que su hermanito no escuchara. Aunque el agudo oído del dragón si alcanzó a escuchar a su hermano mencionar la palabra 'regalo', e inmediatamente se emocionó.
"¡Yo también traje regalos!" Dijo Spike emocionado. Dándose la vuelta para ir a buscar los regalos que trajeron en sus maletas.
"Oh, eso no es necesario." Dijo Pinkie Pie sonriendo y deteniendo a ambos. "¡Primero tenemos que encontrar los regalos que ocultamos!"
"¿Qué?" Preguntaron Dusk y Spike confundidos.
Fue entonces que Pinkie Pie les explicó otra tradición de la familia Pie, la cuál era ocultar y buscar los regalos. Aquello llenó de impaciencia al pequeño Spike, quien solo estaba deseoso por abrir pronto su regalo y saber si Dusk le había comprado el comics de las Power Ponies que tanto deseaba. Sin embargo, Dusk finalmente logró convencer a su hermanito que sería más emocionante buscar y encontrar sus regalos por sorpresa, tal como lo hacía la familia Pie.
"Pueden estar escondidos en cualquier parte dentro de la granja, ¡Así que pueden buscar en donde sea!" Dijo Pinkie Pie con una gran sonrisa. Feliz que su novio quisiera unirse a la tradición de su familia.
Así fue como Dusk, Spike y la familia Pie comenzaron a buscar sus regalos por toda la granja de rocas. Desde el campo de arado, donde se arrastraban las rocas para que se enriquecieran de minerales; hasta la cantera que quedaba al lado de la Roca Holder, que era de donde se extraían la mayoría de las rocas de la granja.
Afortunadamente para Dusk y Pinkie Pie, era tradición de los Pie que toda la familia buscara los regalos juntos. Así que Pinkie Pie aprovechó la oportunidad para intentar que su familia viera todas las virtudes de Dusk, en especial Maud, que aún debía de tener una mala primera impresión de su novio.
"¿Saben por qué Dusk es el potro más genial de Equestria?" Dijo Pinkie Pie mientras todos caminaban por la granja. "¿¡Lo saben!? ¿¡Lo saben!?" Gritó Pinkie Pie emocionada. Acercándose a sus hermanas y gritándoles frente a la cara.
"¿Quién es Dusk Shine?" Preguntó Marble Pie confundida. Mientras Pinkie Pie tenía su rostro pegado al de ella.
"¡Pues ÉL, bobita!" Respondió Pinkie Pie emocionada. Apuntando a Dusk.
"Ni siquiera se acuerdan de mi nombre…" Pensó Dusk, rojo de vergüenza.
"No lo sabemos Pinkie… ¿Por qué Dusk Shine es tan especial?" Preguntó Maud. Como siempre, hablando con su mismo tono de voz sin emoción.
"¡Pues te lo diré!" Respondió Pinkie Pie emocionada. "Dusk Shine es super lindo, es amable, le gusta leer, es divertido, salvó Equestria como una docena de veces, es bueno en la magia, le gustan los pasteles, siempre piensa en sus amigas, es amigo de una cebra, huele bien, puede decir diez trabalenguas en un minuto, es muy inocente, hace caras graciosas cuando se avergüenza…"
Los minutos pasaban y pasaban y Pinkie Pie no paraba de hablar. Nombrando hasta la más insignificante de las cosas que a ella le gustaba de Dusk. Aquello hizo que Dusk se sonrojara al principio. Sin embargo, con el paso del tiempo, la vergüenza de Dusk comenzó a dar paso a la preocupación al ver que su novia no paraba de hablar. Y luego de casi una hora desde que habían comenzado a buscar los regalos, Dusk vio las caras de la familia de Pinkie, quienes comenzaron a poner caras molestas luego que Pinkie Pie no parara de hablar de Dusk. Sin que Pinkie Pie se diera cuenta, en vez de enaltecer a Dusk con su monólogo de virtudes, lo único que hizo, fue que su familia comenzara a odiar más a Dusk, al escuchar su nombre una y otra vez cada vez que Pinkie recordaba otra virtud de Dusk.
"…tiene buena higiene dental, cuando tose se tapa la boca, le gusta ver las estrellas…" Continuó Pinkie Pie con su discurso, hasta que finalmente Limestone explotó.
"¡Ya deja de hablar de ese tal Dusk Shine!" Gritó Limestone. Mirando molesta a su hermana rosa, y gruñéndole a Dusk. Quien por su parte, se golpeó su cara con su casco de la vergüenza.
"¡Ups! Parece que mi plan no funcionó." Susurró Pinkie Pie a Dusk. Sin entender por qué su hermana le había gritado.
"¡Encontré uno!" Gritó repentinamente Spike emocionado.
Todos se voltearon para ver a Spike, quien al parecer había tropezado con una pequeña roca sobresaliente del piso. Entonces Spike cavó velozmente y todos pudieron ver que lo que estaba enterrado no era una roca, sino un pequeño paquete de regalo con un moño rosa. Entonces Spike se emocionó por encontrar su primer regalo y rompió rápidamente el envoltorio. Ahí vio que dentro de una caja había una roca con dos ojos saltones pegados a ella, los cuales se movían al agitar la roca.
"¿Este es mi regalo?" Preguntó Spike, decepcionado y confundido.
"¡Oh! ¡Ese debe ser mío!" Dijo Pinkie Pie emocionada. Tomando la roca con ojos saltones y sonriéndole emocionada a Maud. "¡Lo recordaste! Recordaste que hace diez años quería esta roca con ojos saltones." Agregó Pinkie, abrazando emocionada a Maud.
"Sí." Respondió Maud mientras era abrazada. Sin expresar nada, como siempre.
"Vaya… Es tierno que recordaras un regalo que Pinkie Pie quería cuando era una potranca." Dijo Dusk sonriendo.
"En realidad, lo había olvidado." Dijo Maud sin emoción. "Escondí ese regalo hace diez años."
"¿Qué?" Preguntó Dusk confundido. Mirando hacia alrededor y viendo que nadie tenía un regalo luego de haber buscado por más de una hora. Solamente entonces fue que Dusk lo comprendió. "Me estás diciendo que esconden sus regalos… ¿¡Y a veces nunca los encuentran!?" Gritó Dusk impactado.
"Sí… Así es más divertido." Respondió Maud, sin siquiera sonreír.
"Por cierto, hijas mías, ya va a anochecer. Creo que es hora de volver a la casa." Dijo el papá de Pinkie. "Fue una búsqueda de regalos muy placentera."
Tras las palabras del patriarca de familia, su esposa y sus hijas lo acompañaron para comenzar su camino de vuelta a casa. En tanto que Dusk y Spike se quedaron paralizados. Ambos sin poder creer que esa fuera la forma de 'darse regalos' en la familia Pie.
Tras volver a la casa, Dusk y Spike se sorprendieron al ver que los padres de Pinkie Pie estaban sacando las maletas de Dusk y Spike de la casa.
"¿Q-Qué es lo que pasa?" Preguntó Dusk preocupado.
"Lo siento… Mis padres dicen que es mejor que duerman en el granero, que hay más espacio." Dijo Pinkie Pie apenada, acercándose a Dusk.
"Y-Ya veo…" Dijo Dusk suspirando resignado, luego mirando a Pinkie Pie y sonriendo. "¡Todo sea por mejorar mi imagen frente a tus padres!" Agregó Dusk con una gran sonrisa. Decidiendo ser positivo, para que Pinkie Pie no se deprimiera.
Pinkie Pie se quedó mirando atentamente a Dusk, con sus mejillas se sonrojadas. Dándose cuenta de lo afortunada que era ella al tener un novio que seguía sonriéndole a pesar de haber pasado un mal día. Entonces Pinkie Pie miró hacia todos lados, para comprobar que nadie la veía, y entonces le dio un rápido pero intenso beso a Dusk.
"Gracias." Dijo Pinkie Pie sonrojada, con una gran sonrisa. "¡Prometo que te lo compensaré!"
Mientras Pinkie lo miraba sonrojada, Dusk no pudo evitar sonreír como un tonto. Siempre feliz por esas muestras repentinas de cariño de Pinkie. Agradecido de tener una novia tan afectuosa como ella.
"¡Ahem!" Tosió Spike para que Dusk y Pinkie salieran de sus ensoñaciones, ya que los padres de PInkie estaban volviendo. Entonces Dusk y Pinkie Pie se separaron rápidamente y miraron en direcciones opuestas, para no levantar sospechas de su relación.
Siendo ya de noche, todos cenaron juntos en la tradicional cena de la Noche de los Corazones Cálidos. Y por supuesto, el menú de la cena fue: sopa de roca.
Tras cenar, las hermanas de Pinkie Pie fueron en silencio a su habitación, una pieza con dos camarotes, en la que dormían las cuatro hermanas Pie. Por su parte, Pinkie llamó a Spike, para que fuera con ella para darle algunas dulce rocas que había traído consigo, para que el bebé dragón tuviera algunos refrigerios extras. Por último, Dusk se quedó un rato extra en la mesa, ya que él no podía comer tan rápido la sopa de roca, tanto por su insípido sabor, como por morder la dura roca comestible. Sin embargo, él se esforzó para terminar su roca, aunque sus dientes dolieran. Todo para que sus suegros pudieran ver que él también era capaz de ser parte de esa familia.
Luego de terminar finalmente su cena, Dusk se levantó, agradeció la cena a los padres de Pinkie, y se dispuso a salir de la casa para ir al granero a dormir. Mientras caminaba, Dusk se dio cuenta que los papás de Pinkie Pie lo siguieron. Siempre en silencio y mirándolo fijamente.
"Eh… Ya sé dónde queda el granero. No es necesario que me acompañen." Dijo Dusk con una sonrisa nerviosa. Viendo que los padres de Pinkie lo seguían de muy cerca.
"Eres nuestro huésped. Así que nos aseguraremos que llegues bien a tu cama." Dijo Igneous con una mirada seria.
"Además, nunca se es demasiado precavida cuando eres madre de cuatro yeguas." Agregó Cloudy Quartz, mirando con recelo a Dusk.
"¡Oh! Así que se trataba de eso…" Pensó Dusk con una sonrisa nerviosa. "Creen que me escaparé a la habitación de sus hijas…" Pensó Dusk, dándose cuenta que en realidad no estaban vigilando que nada le sucediera a él, sino que ÉL no fuera un peligro para la 'pureza' de sus hijas.
Finalmente los tres llegaron al silo usado como granero. Una estructura alta pero no muy ancha, en la cual había un pajar en un lado, en donde estaba la cama; y el otro lado guardaba varias rocas y cachivaches antiguos.
Los padres de Pinkie Pie le indicaron a Dusk su cama. Allí, ellos no siguieron acompañando a Dusk dentro del granero, pero se lo quedaron viendo fijamente desde la puerta, esperando a que se acostara en su cama.
Resignado a que los padres de Pinkie pensaran que él era una especie de pervertido, Dusk suspiró y caminó lentamente hasta el pajar, donde estaba su cama. Al sentarse sobre la cama, Dusk apoyó cansado su cabeza sobre su casco, dando un gran suspiro. Entonces abrió con sorpresa sus ojos al creer escuchar un pequeño murmullo a su lado. Dusk miró a su lado y vio que la sábana que estaba sobre su cama estaba algo abultada, así que la levantó lentamente. Para su sorpresa, vio dos grandes ojos celestes, mirándolo atentamente… ¡Era Pinkie Pie!
"¿Sucede algo malo?" Preguntó el padre de Pinkie. Notando que Dusk había puesto una mirada de sorpresa. Entonces él y su esposa caminaron hacia la cama de Dusk.
"¡N-NO! ¡No pasa nada!" Gritó Dusk asustado. Abriendo rápidamente las sábanas para acostarse y que no vieran que Pinkie Pie estaba allí.
"Si ven a Pinkie Pie aquí… ¡ME MATAN!" Gritó Dusk aterrorizado en su mente.
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Escuchando los pasos de sus padres, Pinkie Pie se abrazó fuerte al cuerpo de Dusk bajo la sábana, para que la cama no se viera tan abultada.
"Diles que Spike está dormido." Susurró Pinkie Pie. También asustada al escuchar acercarse a sus padres.
"T-Todo esta bien. E-Es solo que Spike ya estaba durmiendo aquí, y… y me sorprendió, jeje…" Dijo Dusk, sosteniendo fuerte las sabanas sobre su cuerpo, para que nadie se las quitara. Sudando a más no poder, tanto por el calor del cuerpo de Pinkie, como por los nervios que sentía en ese momento.
Al acercarse, los padres de Pinkie vieron que Dusk estaba completamente acostado, con un pequeño bulto a su lado. Por un segundo pensaron en destapar a Dusk para salir de dudas frente a su repentina actitud sospechosa. Sin embargo, a ambos les dio pena despertar al pequeño dragoncito que les había caído tan bien. Entonces ambos se dieron la vuelta y comenzaron a salir del granero.
Al llegar a la puerta del granero, Igneous apagó una antigua lámpara que iluminaba el granero, dejando todo casi a oscuras. La única luz que se veía era la luz de la noche estrellada que se dejaba ver por la puerta del granero.
"Buenas noches." Dijeron los padres de Pinkie Pie al unísono. Saliendo del granero y cerrando la puerta tras ellos. Dejando el granero en completa oscuridad. Una oscuridad tan densa que Dusk no podía ver ni siquiera su propia nariz.
"Uff… ¡Eso estuvo cerca!" Pensó Dusk aliviado, pero aún temeroso de hablar, ya que los padres de Pinkie aún podían escucharlo. "Ahora tengo que pensar en una forma de sacar a Pinkie Pie sin que sus padres-" Pensó Dusk, hasta que escuchó varios candados cerrándose tras la puerta del granero. "¿¡Le pusieron candado al granero!? ¿¡Qué tan desconfiados pueden ser!?" Gritó Dusk asustado e indignado en su mente.
Tras escuchar los candados cerrarse, Dusk se quedó congelado mientras escuchaba los pasos de los padres de Pinkie Pie alejarse. Temeroso de hacer cualquier movimiento o ruido que pudiera delatarlo.
"Pinkie… Creo que ya se fueron." Susurró Dusk en la oscuridad. Finalmente respirando y atreviéndose a hablar.
Un largo silencio siguió a las palabras de Dusk. Uno en que Pinkie Pie ni siquiera se movió. Ella simplemente se quedó abrazada a Dusk. Escuchando el rápido y agitado latir del corazón de su novio, mientras en su mente comenzaba a tomar ciertas decisiones. Decisiones que la habían llevado a arriesgarse a desobedecer a sus padres y terminar abrazada en secreto junto a su novio.
"¿Pinkie?" Dijo Dusk preocupado. Confundido al no escuchar respuesta de Pinkie Pie. Y no estando seguro si su novia estaba bien, ya que no podía ver nada.
Repentinamente Pinkie Pie se acomodó mejor, subiendo un poco más su cuerpo para acercarse más al rostro de Dusk. Quedando recostada completamente sobre el cuerpo de su novio.
Dusk nuevamente fue tomado por sorpresa al sentir los dulces labios de su novia en la oscuridad.
"Felices fiestas." Dijo la dulce y tierna voz de Pinkie Pie en la oscuridad.
# Fin del capítulo 26
