Favor, leer las notas finales si tienen alguna duda, gracias.
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Cuentos del pasado y futuro de un cierto Gran Vampiro y Señor Oscuro y de un Gallifreyan y Señor del Tiempo
Parte 1
Moka Akashiya, se encuentra esperando apartada a un lado del camino de tierra, que conduce a la escuela donde conviven los monstruos para estudiar y aprender a vivir en el mundo humano. Esperando a que su 'novio' o algo más, Aono Tsukune termine el entrenamiento que sostiene con su padre, Shuzen Issa.
La joven vampiresa solo suspira, como se recarga contra una lápida, que es bastante común en esta zona perteneciente al mundo sobrenatural. Por sus pensamientos recorren los hechos que sucedieron tras la batalla contra Alucard hace casi un año. Y como el mundo ha cambiado desde entonces. No sabe si para mejor o peor. Pero espera que el sueño de su madre Akasha pueda concretarse, ya que fue algo por lo que pelearon sin saberlo ella, Tsukune y todos sus amigos.
Mirando para todos lados, tratando de denotar si se olvidaba de algo. Recuerda haces unas noches, mientras caminaba por este mismo camino, haber visto una extraña caja azul que no parecía ser de este país, por cómo estaba escrita en otro idioma. Nunca le dio mucha importancia, ya que por alguna razón, cuando intentaba mirarla fijamente, su vista siempre se desviaba de esta y continuaba su camino. Aunque nunca más lo volvió a ver, después de eso.
Es cuando escucha pasos por el camino, y pasa a observar las dos figuras que recorren el sendero que con conocidas para ella. Se tratan de Tsukune y su padre, Issa. La chica solo sonríe, ya que no tiene que reprimirse como hacía antes, como su rostro expresa su felicidad al ver a los dos hombres de su vida, esta vez más relajados el uno con el otro, que lo fue hace un par de meses, con un Tsukune tenso y nervioso ante la figura un tanto hostil de Issa. Ya no parece ser el caso ahora.
-¡Padre! ¡Tsukune! ¿Ya terminaron su entrenamiento? –La chica comenta como camina alegra para recibir a ambos hombres
-Sí, Moka-san. Parece que estoy mejorando un poco según su evaluación –Tsukune comenta un tanto sudado, vistiendo su uniforme de la escuela lo mismo que Moka, pero sin su chaqueta verde
-Uhm. Aun te falta mucho, muchacho. Pero puede que aunque tu sangre de Shinso, te hace ligeramente superior a mí, no cuentas con las habilidades para saber usarlas. Pero has mejorado bien en este tiempo, por lo que quizás me causes más problemas la próxima vez –Issa comenta con su característico orgullo
El vampiro de cabello oscuro que le llega hasta los hombros y barba, se dirige a su hija con una sonrisa más cálida:
-Moka, ya que estoy aquí. He mandado a traer de la recién recuperada mansión Shuzen, algunos objetos importantes.
-¿Objetos importantes? –Moka pregunto
-Si. Fue años después de restaurar la mansión tras el ataque de Alucard y la toma de posesión de Gyokuro. Son objetos que escondí para que ni ella ni nadie los encontrase, son objetos que pertenecieron a tu madre Akasha.
Moka abrió los ojos de la sorpresa. Por el rabillo del ojo, pudo denotar a Tsukune tensarse. Sabia de los sentimientos persistentes de este por quien fuese la imagen espectral de su madre, la 'Moka exterior'. Aun así, decide ignorar eso, ya que quiere centrarse en los hallazgos nuevos acerca de su madre, de quien siente, tuvo tan poco tiempo con ella.
-Ya que espero que tengas algo de tu madre, ya que puedo ver tu tristeza en tu mirada, cada vez que sale el tema de ella como Akasha o el 'clon' de la 'Moka exterior'. Siento que necesitas tener esto, ya que no lo necesito, y tú deberías tener algo de ella. Eres su hija, después de todo.
Moka solo asiente, como intenta restregar sus ojos húmedos. No quiere comenzar a llorar, no ahora pese a que se ha vuelto más abierta con respecto a sus emociones y sentimientos. Aunque confía en los dos hombres de su vida, no quiere que la vean como alguien que necesita de la comodidad, debido al recuerdo de su madre. Ella tiene su orgullo como vampiresa de la familia Shuzen.
Tras eso, los tres se dirigen de regreso a las instalaciones de la escuela. Moka recibe la mayoría de paquetes en recepción, como Tsukune decide ayudarla a pasar esas pesadas cajas, aunque Moka intenta hacer parecer que no necesita su ayuda por su gran fuerza, lo cierto, es que ella quiere tener más momentos a solas con Tsukune, donde no tenga que acaparar su atención con las otras chicas. Tiene que agradecer que ellas deben estar ocupadas en otra parte, ya que este es un momento que quiere estar a solas para revisar las cosas de su madre junto a Tsukune.
Claro, que ninguno de los dos sabría que estaban siendo vigilados en ese instante.
Tras despedirse de su padre por ese día, Moka y Tsukune logran llevar las cajas que son un total de media docena al cuarto de esta última. Aunque el chico pide permiso antes para entrar debido a los nervios, por ser la primera vez en entrar a la habitación de Moka. Cosa que Moka, muy alegre y en actitud algo 'coqueta' lo deja pasar, aumentando en mayor nerviosismo del chico.
Mientras apiñan las cajas en una esquina dentro del pequeño pero ordenada y cómoda habitación, Moka empieza a hurgar en estas las antiguas pertenencias de su madre, dándole permiso a Tsukune si quiere revisar el resto de las cajas. Aunque el chico dubitativo, prefiere solo sentarse en el suelo, como piensa que eso es algo personal para la chica.
Es en eso que ambos entablan una cómoda conversación para no caer en un silencio que haría incómodo su mutua estancia allí.
-Dime, Tsukune, ¿has podido contactar a tu familia? seguro que con todo el caos que siguió tras la batalla final contra Alucard, y los acontecimientos del mundo humano al descubrir nuestra existencia… no debió de ser algo fácil. Más si hablamos de que tú ya no eres…
-Humano. Lo sé, Moka-san –Tsukune responde como suspira y continúa, -no he tenido la oportunidad, más allá de enviarles algunos mensajes a mis padres y mi prima de que me encuentro bien. Aunque aún no les he comentado acerca de mi cambio. Sé que debo hacerlo pronto, y lo hare antes de mi graduación de tercer año. Merecen la verdad cuando ellos vengan aquí a la ceremonia de graduación.
-¿Te arrepientes Tsukune? ¿De haber cambiado y renunciado a tu humanidad? –Pregunto Moka curiosa por esto ya que nunca lo ha hecho y solo ha disfrutado de saber que tendrá a Tsukune por más tiempo
-No. No lo hago – responde Tsukune con firmeza, pasando a verla con una mirada intensa, -lo haría todo de nuevo si es por ayudar a salvarte, Moka-san. Sabes lo mucho que me importas.
Moka solo pudo más que sonrojarse como voltea su mirada avergonzada, a lo que Tsukune hace lo mismo al darse cuenta de eso, como se rasca la mejilla nerviosamente. A pesar de estos meses, estos dos chicos habían ganado mucha más confianza que antes, lo incómodo de su juventud aun suscita hechos bochornosos que intentan paliar sus sentimientos intensos el uno por el otro.
Aun no queriendo dar ese importante paso, en el que ambos pueden cambiar su relación en un instante. Moka se dedica a seguir revisando las antiguas cosas de su madre, lo mismo que Tsukune. Es en eso, que Moka da con un descubrimiento importante. Una especie de pequeño libro oscuro, que al abrirlo da a entender que es un diario. El diario de vida de quién fuese Akasha Bloodriver. La madre de Moka.
Moka abrió los ojos y casi jadea, al recordar en esos pequeños tiernos años de infancia, que ha logrado recuperar con el paso del tiempo tras ser liberada de los efectos del sello del rosario en su totalidad, como a veces observaba a su madre escribir algo en ese pequeño cuaderno oscuro, que su madre una vez había afirmado que es su diario lleno de cosas secretas. Y aunque ella en su inocente infancia, quería pedir el leer, Akasha solo sonrió negando con la cabeza, comentando que algún día lo hará pero que no será por un tiempo.
Siendo niña ella no entendió, pero no le daría importancia ni recordaría eso, hasta mucho tiempo después y ahora mismo. Moka solo puedo más que poner una sonrisa triste, recordando esos momentos que creía desaparecidos de su mente. Sabe que siempre tuvo una parte de su madre en forma de la 'Moka exterior' todo el tiempo, y no debe sentirse triste por su partida. Sabe que la extraña y siempre amara con todo su corazón. Lo mismo que Tsukune y que deben hablar de ello.
Pero no ahora, es así como piensa la vampiresa y abre el diario esperando leer algo importante de la vida de su madre.
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Veo a mi amada hija, Moka. Jugando con sus hermanas mayores, a quien es la más fuerte mediante una lucha amistosa. Por supuesto, ella entiende los límites de su fuerza, y sus hermanas aunque duras, no insisten en lastimarla de más, e incluso le aconsejan en que puede mejorar. Tengo una relación cordial con las dos mayores hijas de mi 'esposo'. Kahlua y Akua. Aunque sé que Akua está aquí por una misión en particular, y Kahlua es bastante leal a su madre. Aunque con Kokoa es diferente, creo que debido a la ausencia de su madre Gyokuro en su vida, ha sido más apegada a mí y sus hermanas que de costumbre, no es que pueda culparla. Y trato de que ella no se sienta sola, menos dentro de su familia.
Incluso he visto que parte de ese aprendizaje, Moka lo usa para 'enseñar' a Kokoa como luchar. Aunque más bien, seria aprender a escapar de los ataques furtivos de Kokoa y que Moka le termine dando una paliza. Pero sé que igual, Moka termina curándola y confortándola, como las hermanas que son.
Sé que este tipo de relación seria bastante desconcertante en el mundo humano. Ya que como Youkais, y en especial, vampiros que somos. La violencia no está lejos de nuestra forma de vida. Aunque sé que no debo juzgar a los humanos, ya que ellos tambien tienen sus formas violentas. Pero han logrado idear una sociedad donde esas cosas pueden ser expulsadas y vivir en una apariencia 'pacifica'. Es lo que quisiera para mi raza y mi especie… específicamente para mi hija.
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Moka solo sonríe con nostalgia al recordar esos tiempos. Es cuando continua leyendo extractos de la vida que vivió con su madre cuando aún era una niña, y recordaba. Algunos tambien detallaban la relación amorosa que existe entre sus padres, y como se denotaban lo profundamente que Issa amaba a su madre. Tambien la tensión existente entre Akasha y Gyokuro. Algo que Moka recordaba y que todos en la mansión donde vivían lo sentían, cada vez que su querida 'madrastra' se pasaba por allí.
Nunca le agrado esa mujer, y sabía que el sentimiento fue mutuo. Por ende, no tuvo reparos en provocar su muerte. Aunque sabía que Kokoa y Kahlua no la culpaban por la muerte de su madre. Kokoa nunca tuvo una relación significativa con Gyokuro. Hasta se atreve a decir que su propia madre Akasha fue más madre para su hermana menor que la suya propia. Y Kahlua siempre intento ser la hija fiel, para que al final casi muriera por seguir sus órdenes, para verse finalmente libre de la influencia de ella tras su muerte. Algo que Moka agradece y que las hermanas finalmente puedan llevarse bien, sin que sus parientes intenten antagonizarlas por causas más allá de ellas.
Mientras reflexionaba sobre eso, escucha una especie de sonido extraño como una especie de pitido vibrador, que la hace voltear hacia la dirección de Tsukune, quien había abierto una de las cajas y sostenía una especie de aparato extraño en su mano derecha.
Parecía una especie de cilindro metálico pequeño, cuya punta brillaba en una luz azul parpadeante. Cabía en la mano de Tsukune, y parecía derruido por extrañas marcas de quemaduras o corrosivo. El chico solo lo agito confundido sin entender que sostiene, como Moka le observaba con el ceño fruncido, en especial el objeto metálico que hacia ruidos que eran un poco molestos para sus oídos.
Algo le parecía familiar al observar ese objeto. Como si pensara haberlo visto antes, pero no recuerda en dónde. Quizás algunos de los recuerdos nublados de su infancia estén despertando, al presenciar objetos familiares que presencio en su infancia.
-Moka-san, ¿Qué crees que sea esto? –pregunto Tsukune curioso por el objeto como lo movía de un lado a otro
-No lo sé. Pero me parece familiar, como si lo hubiese visto en otra parte –Moka comenta como se encoge de hombros y decide seguir buscando en la caja donde yacen las antiguas pertenencias de su madre, dejando a Tsukune 'jugando' con el objeto
Es cuando decide continuar leyendo el diario de su madre, pasajes tras pasajes, recordando hechos de su infancia que ya conocía, y otros que tras leerlos narrados y descritos por el propio puño y letras de su madre, vuelven a brotar en su mente, como si aquella neblina se fuese disipando poco a poco, lo que agradece.
Pero es cuando va pasando páginas tras páginas, de sucesos 'pacíficos' y felices en compañía de su madre, hermanas y padre. A unos hechos que ella no entendía bien. Si bien la historia de su madre siendo una niña y su conexión con Alucard aún es algo que tiene que entender con mayor profundidad, más allá de lo que aprendió en la batalla final y tiempo después. Aun si parte de la sangre de ese ser yace dentro de ella, cuando su madre la revivió insuflándole de su propia sangre para salvarla. Sangre que la conectaba a Alucard, y que le pasó a Tsukune.
Aprender sobre cómo fueron las vivencias de su madre con este ser, daban una cara distinta a lo que pensaban acerca del legendario 'Drácula'. Leer cómo fueron sus tiempos de niña relatados en el diario la sorprendió. Aunque una pequeña sonrisa no pudo evitar mostrarse en su rostro, como leía sobre aquella mujer tan increíble. Pero es cuando las cosas se pusieron un tanto extrañas, cuando menciones sobre una especie de individuo comenzaron a hacerse más notorias a medida que pasaba las páginas.
Un hombre extraño, venido de una especie de caja azul, que cambiaba de rostro y que parecía provenir de las estrellas. A Moka se le vienen recuerdos de este tipo de historias a su mente, cada vez que recordaba cuando su madre le contaba cuentos antes de dormir. Lo había olvidado tras todos los sucesos trágicos acaecidos tras su despedida de su hogar.
Comenzó a interesarse en las historias de este extraño individuo. Parecía que cada encuentro era inconsistente, y aparecía en una época distinta a la edad de su madre. Comenzó leyendo desde una línea cronológica que no es directa y que cada vez más, parecía enredarse.
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Era el reino de Valaquia en la Europa del siglo XV.
Cuando el entonces rey de Valaquia, Vlad Draculea tenía el sueño de construir una utopía, donde los humanos y los monstruos vivieran en paz. Sin embargo, no todo era sencillo.
Si bien el acoso de los seres humanos de las naciones vecinas podía ser eclipsado por la fuerza de los números de los monstruos de Valaquia. No todos los monstruos tenían el mismo pensamiento 'pacifista' que Vlad. Solo sacaban provecho de esa situación, para rebajarse a asaltar aldeas y pequeños poblados cercanos en las naciones vecinas, donde estos daban rienda suelta a su verdadera naturaleza violenta y más brutal. Aquella que no admitía el ser pacificada, y mostraba su lado depredador para con sus indefensas presas.
Muchos monstruos tenían por costumbre, tradición o simple dieta el devorar humanos. No podían acostumbrarse a otro tipo de alimentación, que solo podría producirles la muerte por inacción o dolor del hambre. Vlad pese a ser un vampiro, lograba controlar sus más duros impulsos vampíricos de beber sangre, con magia para intentar crear un alimento dietético mágico. Pero solo era una solución temporal, pues la magia misma no puede nutrir lo suficiente que el alimento real, y los humanos que habitaban en 'coexistencia' en su nación, vivían en constante peligro debido a la pérdida poco a poco, de capacidad de raciocinio debido a la gula por el hambre.
Los sueños de coexistir las especies y razas, solo duraron el tiempo en que Vlad Tepes duro su corto reinado según la historia humana. Durante ese tiempo, pese al' pacifismo' interno dentro de la nación, las guerras con las naciones vecinas, en especial, de las fuerzas otomanas fueron una constante, ya que Vlad odiaba a los otomanos en Hungría por creerlos responsables de la muerte de su familia.
Además, del poco a poco deterioro de la salud emocional de Vlad, que se hacía cada vez más violento. Usando su método favorito que es el 'empalamiento' para castigar a sus enemigos, tanto internos como externos. De los monstruos que atacaban a los humanos residentes de su nación, a los humanos que temerosos tratan de huir del reino, a otros más, difundiendo noticias sesgadas por su miedo hacia la figura del rey de Valaquia, cuyo apodo del 'empalador' quedarían grabados para siempre en su nombre en la historia.
Este deterioro de las relaciones humanas-monstruo, iban poco a poco mermando la seguridad que la nación había demostrado antes en la coexistencia 'pacifica' de las especies. Con monstruos de naturaleza superior atacando a las demás razas de monstruos inferiores, para probar su fuerza y saciar sus instintos violentos, además de atacar a los humanos, séase por comida, robo, tortura, violación y demás actos escabrosos, propios de la naturaleza más violenta y salvaje de nuestra especie.
Los enemigos externos, entre ellos de las naciones vecinas, en especial de las fuerzas otomanas comenzaron a hacer avances rápidos dentro del reino. Adentrándose poco a poco, diezmando a las fuerzas enemigas que encontraban, no importa si fuese humano o monstruo, ya que para ellos todos éramos enemigos y una nación pagana e infiel, que debe ser destruida. Vlad repelería este intento de invasión, derrotando a sus enemigos y empalándolos a todos, convirtiendo una llanura en un bosque lleno de empalamientos. Miles de estos fueron empalados vivos, y cubrían toda una enorme llanura de cientos de kilómetros desde donde podría mirarse.
Recuerdo que aun siendo una niña y un vampiro, al observar eso, me produjo repulsión y ganas de vomitar. No importaba mi naturaleza sobrenatural, cuando veía la violencia exacerbada que muchos, tanto humanos como monstruos mostraban. Quizás se deba a que perdí a mis padres a una edad temprana, a causa de los conflictos internos entre nuestra misma especie. Supongo que es lo que me motivo, además de observar los errores de Vlad, a querer buscar mi propio camino a la paz.
Los rumores y noticias sobre aquel hecho aberrante, se escabulleron por los sobrevivientes, personas que huían de nuestro reino y demás a las demás naciones y reinos. La muestra de brutalidad de Vlad, junto a las historias de monstruos sedientos de sangre viviendo en una reino vasto a plena luz, capturo todos los temores de los corazones de los seres humanos. Es cuando, la Europa occidental, en su mayoría de naturaleza devota y cristiana declaró nuestra nación como impía y llena de seres aberrantes nacidos del mismo infierno. Desde la sede del vaticano en Italia, se declaró una sangrienta cruzada, esta vez no contra los sarracenos y moros del medio oriente, sino contra los monstruos reales. Razones no les faltaban para llamarnos así.
Antes de que el enorme ejército europeo conformado de caballeros de distintas índoles y clases, arribara para darle la estocada final a nuestro ya decaído y decadente reino. Emergió una figura desconocida. Una que nos esperábamos. Un hombre extraño que emergió de una caja azul, aparecida de ningún lugar, pero que se materializo un día en nuestro reino, cerca del 'bosque de empalados' según se llamó a la vista de los otomanos y demás enemigos tanto internos como externos de nuestro reino, séase humano o monstruo.
Se dice que esa figura parecía disgustada con la vista, y aún más, cuando una de sus compañeras, una mujer humana, fue tomada prisionera por guardias de distintas razas monstruosas. Esto no agrado al extraño, que arribo al castillo del palacio del rey Vlad, donde exigió una audiencia. Este hombre no dio nombre alguno, solo se hacía referencia a sí mismo como el Doctor.
Era un hombre extraño, según logre vislumbrarlo en la entrada al palacio, no parecía ser un humano, según mis instintos me decían, pero tampoco era uno de nosotros. Era un hombre bajito que aparentaba tener unos cuarenta años, pero algo me decía que debía de tener más. Con una cara animada, el Doctor tenía cejas abultadas y expresivas, ojos azules, y cabello castaño corto.
Un sombrero, una chaqueta beige, una corbata roja, zapatos marrones, pantalones tweed con cuadros y una camisa con signos de interrogación. Oh y una sombrilla. Quizás eso fue lo más extraño, ya que solo los de clase noble había visto que portaban, y la mayoría de nobleza de esta reino son monstruos. Pero él no se asemejaba a uno.
Los demás compañeros vampiros que vivían en una mansión, disfrutando de los privilegios de su raza cercana a Vlad, parecían temerosos de este individuo como si lo conocieran o tuviesen una sensación desagradablemente familiar hacia él o su verdadera naturaleza. Lo que es extraño, es que yo no me sentía así, solo curiosidad por este individuo.
Cuando las puerta se cerraron en el despacho del rey, quedando solo el extraño hombre y el soberano de este reino. Nada pareció acontecer por casi una hora, en lo que parecía ser una charla, hasta que voces fuertes y sonidos de cosas rompiéndose podían escucharse venir desde la oficina. Los guardias dudaron, teniendo órdenes de no dejar pasar a nadie.
Hasta que se escuchó un sonido profundo como una implosión. Cuando la mayoría de nosotros se reunió a puertas del despacho del soberano, veíamos como las puertas habían salido volando con fuerza, como la figura de nuestro rey Vlad, casi que chamuscado por alguna razón, caía violentamente al suelo, como los guardias acudían a ayudar a su rey.
Es cuando una figura energía del despacho del rey, envuelto en una luz intensa dorada que parecía iluminar la sala. Una luz que parecía quemar más que el Sol mismo. Se trataba de este Doctor, cuyos ojos parecían brillar con una intensa luz dorada, como observaba al rey con una mirada sin expresión, aunque su boca denotaba un desdén intenso. Los guardias parecían querer dejar sus armas como la figura causaba que muchos de nuestra raza vampírica y demás criaturas, retrocedieran con miedo. Pero yo no lo hice por alguna razón.
La voz del Doctor parecía rugir pese a su tono frio y calmado, pero que podría quemar las estrellas si se le provocaba y nadie quería hacerlo mientras hablaba, palabras que sigo recordando a día de hoy:
-Escúchame muy bien, demonio. Así como tú has osado construir este reino de 'coexistencia pacífica', has fracasado desde su base debido a que no pudiste controlar la oscuridad tuya y de los suyos que yacen en su interior, desde sus propios orígenes desde los Tiempos Oscuros e Irracionales del Universo mismo.
-Este reino de falsa idolatría caerá por su propio peso, por no poder controlar su propia naturaleza oscura y violenta. No debí de darme falsas esperanzas para con tu especie y tu raza. Ya que por algo, los míos los combatieron hasta la aniquilación en todos los mundos, pero han quedado ecos por todo el cosmos, que han renacido en ustedes. No me extraña que los demás reinos humanos quieran acabarlos, ya que la palabra 'bondad' no es algo que nazca dentro del núcleo de su verdadero ser. Me devolverás con mi compañera, y nos dejaras marchar, o yo mismo terminare lo que mi gente no hizo con ustedes y será llevarlos a la extinción.
Las duras palabras de este individuo, marcaban que él es alguien peligroso con quien no meterse, y que parecía ser alguien fuera de este mundo. Eso solo envió ecos de escalofríos y miedo por las columnas de todos los monstruos presentes, quienes huyen despavoridos. Solo los guardias se quedan, quien a la orden de su rey, deciden cumplir sus órdenes de ir a las celdas del calabozo para devolverle su compañera a este extraño hombre.
Mientras sucedía esto, y el aura dorada iba poco a poco menguando, yo iba acercándome hasta el extraño ser, atraída por una curiosidad que no sabía de donde había nacido. El hombre alienígeno solo me miraba con leve curiosidad, aunque una especie de chispa familiar pude ver en sus ojos, que parecían más viejos de los que dejaba entrever.
El solo pareció sonreír levemente, como si alguien familiar se acabara de presentar, pese a no conocerlo. El Doctor solo pareció quitarse el sombrero en un ademan de saludo, como me sonreía cálidamente. Como su brillo dorado iba desapareciendo. Yo intente presentarme tímidamente, aunque el ya parecía saberlo. Dijo algo sobre las líneas de tiempo no se han sincronizado, por lo que este no es nuestro primer encuentro, ni seria el ultimo.
Justo en ese momento llegaron los guardias con la compañera humana del señor de otro mundo, una chica adolescente que se hacía llamar Ace, o algo así. La chica parecía alegre de ser liberada y llamar al extraño hombre 'Profesor' por alguna razón. El rey simplemente ordeno que ambos se marcharan y no regresaran, a lo que el Doctor solo le miro fríamente, diciendo que se verían de nuevo pero en otras circunstancias. Ambos solo caminaron hasta la salida, para salir al campo y regresar a su cabina azul, que los llevaría lejos de aquí.
Cuando intente seguirlos, la mano del rey Vlad me detuvo, posándose en mi hombro. Me convido a que seguirlo es peligroso para mí misma, dada la raza de la cual proviene ese ser. El solo aludió a que posiblemente lo volvería a ver, si el tiempo mismo no sigue una línea recta. Solo pude más que verlos a ambos marcharse desde el palco del castillo, como el hombre de sombrero y sombrilla se volteo hacia mi dirección y quitándose su sombrero de nuevo, hizo un saludo de despedida hacia mí.
Yo, algo sorprendida, solo atinó a hacer lo mismo, haciendo una despedida con una mano, como ambos se volteaban y continuaban su camino, marchándose del lugar. Quería preguntarle muchas cosas, pero algo me decía que nos volveríamos a encontrar de nuevo. Esperaba ese momento con todo mi corazón.
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Semanas después tras ese suceso, los ejércitos humanos atacaron y destruyeron el reino de Valaquia. No tuvieron piedad con los monstruos que encontraron, hayan sido estos los culpables de atacar a los humanos antes o no. Los humanos que hasta el momento vivían en nuestro reino se sublevaron, y apoyando a los invasores, les ayudaron a penetrar en todo el reino ayudados por su conocimiento y experiencia.
Incluso el conocer como irrumpir en el castillo del soberano. La mayoría de monstruos invitados, en especial de nuestra raza, los vampiros fueron masacrados. Pese a ser pocos, éramos más fuertes que un humano común, pero las armas benditas de los humanos, compensaban esto junto a su mayor número y armamento equipado para tal fin. Pronto no quedo ser vivo, ni humano o monstruo vivo en el castillo.
Solo dos sobrevivieron. El rey Vlad y yo. Ambos decidimos marcharnos de aquel devastado reino después. Había perdido a mi familia, y el la suya. Quizás por eso es que nos unimos como si fuéramos una. El como una especie de figura paterna, y yo como su hija, podíamos despistar sospechas mientras viajamos por toda Europa del este, en búsqueda de empezar una nueva vida.
Aunque sé que Vlad resentía lo que sucedió, y como su sueño de una coexistencia pacífica con los humanos de destruyo, por causa del comportamiento de ambas especies. Una especie de resentimiento vengativo comenzó a crecer hacia los humanos, de parte de Vlad. Quizás empezó pequeño, pero era algo que poco a poco iría creciendo sin que me diera cuenta a tiempo.
En uno de nuestros viajes en que nos dirigíamos al este, atravesando las estepas rusas. Un viaje duro para cualquier humano o monstruo menor, pero no para nosotros. Sé que Vlad se alimentaba de los pocos humanos que vivían alrededor en granjas o pequeños poblados, y me traía la sangre que recolectaba para que yo me alimentara tambien. Aunque lucia compungida, no podía quejarme, ya que no podía ni quería morirme de hambre en ese tiempo. Los mendigos no pueden elegir, así pensaba.
Fue cuando caminábamos en un camino de tierra, que escuchamos ese ruido extraño, como algo grave parecido a un péndulo moviéndose y el chirrido de una puerta vieja, pero más distinto, más profundo. Es cuando vimos materializarse la familiar caja azul a un costado del camino. No podía creerlo, ¿era acaso posible que aquel enigmático hombre llamado el Doctor hubiese regresado? ¿Cómo pudo habernos localizado?
No note la tensión de Vlad que recorría todo su cuerpo. Pero intente acercarme sola a la extraña caja azul rodeándola para verla mejor. Algo me decía que no parecía algo construida en este mundo, como esta parecía emitir sendas vibraciones o señales imperceptibles para la mayoría de seres vivos, que me mantenían un poco más alejada de su presencia, quizás guiada por un sentido de auto conservación.
Es cuando la puerta se abrió y salieron dos individuos extraños y desconocidos para mí. Uno era un hombre extraño con cabello rubio rizado y un enorme abrigo con colores del arco iris. Junto a una mujer de cabello rojo rizado y vestía mayormente de blanco. Sus atuendos los hacían parecer fuera de lugar en esta llanura fría, y parecían pensar lo mismo como ambos exhalaban aire frio y la mujer se quejaba con el hombre por el clima.
Es cuando el hombre se voltea, que logra captarme por primera vez, junto a la sorpresa de la mujer. El parece ponerla detrás de él, en un gesto de protección ante un ser que identifico como no humano. Aun así, una pequeña sonrisa se asomaba en aquel rostro adusto dirigida hacia mí. Aunque su mirada se endureció aún más, al poner sus ojos en el antiguo rey Vlad Tepes más alejado.
Aunque se mostró bastante protector con su compañera humana, me di cuenta de que a pesar de su apariencia, él no era humano. Y su presencia me era familiar. Es cuando el volteo a verme y me sonrió, que pude descubrirlo. ¡Él es el Doctor! A pesar de tener un rostro diferente. Sé que era él.
El me saluda identificándose como tal, y a su compañera llamada Mel. Ambos parecían amigables, aunque el hombre parecía comportarse y moverse de una manera arrogante, pero que Mel solo ponía los ojos en blanco y le seguía el paso. Ambos me invitaron-aunque solo el Doctor lo hizo refiriéndose a mí y manteniendo la mirada fija en Vlad-a acompañarlos al pueblo más cercano.
Vlad solo asintió ante mí, y dijo que estaría cerca. El Doctor se acercó a Vlad con gesto adusto, y encarándose con él, no alcance a escuchar lo que dijo, pero parecía un advertencia, al ver como Vlad parecía temblar, aunque no estoy segura si de rabia o miedo. Luego, los tres nos dirigimos al pueblo, donde nuestras ropas llamaron la atención, aunque mayormente para el dúo extraño.
Al entrar en una posada, pidieron comida para los tres, y aunque el alimento humano no me nutre como su sangre, me alimenta lo suficiente para un tiempo. Los tres nos hicimos algo alejados de la vista y atención del resto de los demás, para poder charlar tranquilamente sin ser escuchados.
El Doctor aunque con un porte altivo aun sentado, no dudo en limar las asperezas, quizás al encontrarse aconsejado por su compañera humana. Me hablo de unas pocas cosas suyas, pero que no podía hablar demasiado, debido a que aún no es 'tiempo' de saberlo debido a que no es nuestro primer encuentro. Algo que me confunde mucho, pero asentí para conocer que me podía decir que si pudiera.
Me comentó que no es humano, sino de una poderosa raza de otro mundo, muy lejos de este, que llamó: Gallifrey. Que pertenecía a una poderosa sociedad alta de su raza, que gobernaba por encima de todo su mundo y del tiempo y espacio mismo. Los Señores del Tiempo. Sentí un escalofrió al enterarme de eso, por alguna razón desconocida, pero si el Doctor se dio cuenta no dijo nada.
Más allá de algunas cosas que no resultaban importantes, como que su mundo se encuentra apartado cuánticamente del resto del universo, y más cosas 'maravillosas' acerca de su raza. Como que pueden cambiar de rostro, pero con algunos cambios, aunque no me explico completamente como funcionaba eso. Ahí confirme que tanto el como el otro Doctor de sombrero eran la misma persona. También había un malestar en su voz, que denostaba que no sostuvo un encuentro agradable con su gente hace poco. Su compañera Mel, me explicó que hace poco ambos lograron salir airosos de una especie de juzgado dirigido contra el mismo Doctor, por parte de su gente.
Acusándolo de muchas cosas, sobre todo de 'interferir en sociedades y especies menores haciéndoles cambiar el curso de su historia'. O algo así. Aún trato de asimilar que existan semejantes seres capaces de controlar el tiempo y espacio mismo. Algo que está a millones de años de las especies viviendo en este planeta, sean humanos o monstruos. El Doctor murmuró algo entre dientes como un tal 'Valeyard' o algo así. Aunque en ese momento no le entendí.
Comimos tranquilamente después y ya fue cuestión de irse. Yo me encontraba algo triste porque sabía eso. El Doctor me había instruido a no comentarle nada acerca de anteriores o próximos encuentros entre nosotros. Ya que debido a que nuestros encuentros iban desincronizados en las líneas de tiempos personales de cada uno, enterarse de un suceso que podría acontecer a futuro para el Doctor, no era algo bueno. Y que podría causarle muchos dolores de cabeza. Yo a duras penas entendía todo esto, pero acepte, deseando volver a encontrarnos.
El Doctor se despidió de mi acariciando suavemente mi cabeza, diciendo algo como que soy 'la mejor de mi raza', y que está orgulloso de ver en lo que me convertiré, algo distinto a lo que mi raza ha sido hasta el momento. Caminamos los tres de regreso por el mismo camino, hasta llegar a la máquina que el Señor del Tiempo me dijo que se llamaba TARDIS.
El junto a Mel se despidieron amablemente y entraron a la nave. Que después de chillar en un sonido similar a claxon, esta fue desvaneciéndose hasta desaparecer del lugar.
Me encontraría con Vlad después, y reuniríamos nuestro camino por el este. Ninguno hablo de las cosas que converso o vivió cada uno con el viajero del tiempo y espacio. Cada uno guardando sus propias experiencias que ayudaría a crear las visiones de cada uno de su propia vida.
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En nuestra residencia temporal en China, Vlad había conseguido una casa enorme para ambos, a las afueras de la capital, gracias al oro y demás objetos preciosos que había tomado de su reino antes de caer. Sabía que Vlad salía todas las noches con algunos individuos sospechosos, a hacer cualquier clase de negocios clandestinos. Que dos extranjeros vivieran en esos tiempos no era tan extraño, ya que China sostenía una ruta donde comerciaba la seda y demás objetos importantes como especias a occidente.
Han pasado dos años desde entonces de lo ocurrido en Valaquia. Y no puedo evitar soñar cada noche con la muerte de mis familiares y conocidos. A pesar de lo que se dice acerca de los vampiros, algunos si dormimos por las noches, y nos despertamos por las mañanas, ya que el Sol no nos afecta, aunque existen muchos mitos y leyendas que cuentan que si lo hacen. Muchos humanos les gustan inventarse historias acerca de nosotros, y muchas otras especies de criaturas sobrenaturales inferiores tambien.
Es en esos tiempos mientras dormía, que escuche un sonido familiar que me hizo despertar de sobresalto, lo reconocía. El sonido del arribo de la máquina que surcaba el mar infinito del tiempo mismo. ¡La TARDIS!
Salí rápidamente tras ponerme un camisón, no teníamos empleados ni sirvientes, por lo que me encontraba sola mientras Vlad estaba fuera, solo nuestra reputación violenta debido a algunas acciones de Vlad que despertaron el miedo entre la población, mantenía nuestra casa alejada de merodeadores y otras personas indeseables. Cuando salí a nuestro jardín trasero, fue cuando encontré la cabina azul.
Me acerque embelesada de nuevo, esperando que la sensación anterior no estuviera y me permitiera tocarla, pero nuevamente, no fue así para mi tristeza. Fue cuando la puerta se abrió para dejar paso a dos figuras, como es usualmente que he visto. Un hombre mayor de pelo revuelto y canoso, vistiendo una especie de traje de gala o esmoquin, junto a una joven mujer de cabello cortó castaño, de apariencia amable y vestía con extrañas ropas que al igual que las otras mujeres, no parecían de esta época.
El hombre se identificó como el Doctor, como ya sospeche. Y la mujer como Jo Grant. El hombre solo me miro sorprendido por volver a verme. Pareciera que nuestros encuentros fortuitos eran algo que aún continúa sorprendiéndolo por alguna razón. Aun así, el me saludo y yo les invite a pasar a la casa, agradeciendo que me encontraba sola.
Al entrar, les invite a la sala de estar, donde después de prepararles te, bebí con ellos como el Doctor me miraba y me preguntaba sobre información en que línea de tiempo me encontraba con él. Yo le comente acerca de su especie, su planeta natal y demás, pero que su otro yo había dejado sin determinar que más información podía difundirme, debido a lo complicadas de las líneas de tiempo.
El hombre anciano asintió, parecía de mayor edad que los anteriores hombres que sé que eran el, pero algo me decía que debía incluso de ser más joven que ellos, un sentimiento familiar que no sabía de donde venía. El hombre me contó historias sobre mundos infinitos, universos que podrían extenderse hasta la eternidad como retraerse hasta su inexorable fin. De nebulosas que flotaban en el estéril y frio espacio por muchos sistemas estelares. Sobre agujeros negros que consumían todo y súper novas que empequeñecían cualquier luz solar antes vista aquí en la tierra como le llamo a nuestro mundo. Eran tan fascinantes como terribles, que incluso hasta yo sentía acongojarme ante la inmensidad de nuestra creación.
Eran hechos descritos de una manera fría y casi científica, pero Jo Grant le insto a hacerlo más 'cálido' para mi dada mi edad, a lo que el hombre de apariencia mayor solo le sonrió cálidamente como un padre a la chica, y paso a describirme de una manera más poética. Hablo acerca de estrellas carmesís y nebulosas decadentes como océanos de llamas casi infinitos. Sobre Imperios hechos de cristal y civilizaciones creadas solo por el pensamiento puro. Tantas imposibilidades que hacían estrujar el corazón y expandir la mente de una joven chica vampiresa de un mundo aún atrasado, que creía que su especie era lo más fantástico y terrible del mundo. Oh, cuan equivocada estaba.
Fue cuando la noche da paso al día, los primeros rayos del Sol se asomaban en el horizonte. Tras pasar toda la noche, hablando de sus aventuras, supe era hora de marcharse. Aunque esta vez no me encontraba triste, ya que sabía que iba a encontrarlo otra vez en algún punto.
Mi sorpresa fue cuando él me invito a observar la TARDIS por dentro. Algo que no me esperaba, pero que siempre tuve la curiosidad de hacerlo. A pesar del sentimiento de aquella resonancia que me producía escalofríos como si quisiera repelerme, el Doctor solo me tranquilizo y dijo que ya había ajustado las cosas, para que solo yo, pudiera entrar, ya que no la consideraba un peligro comparados con otros de mi raza.
Yo sentí deleite al saber de esto, y cogiendo fuerzas, siendo guiada de la mano gentilmente por el anciano Señor del Tiempo, me hizo adentrar dentro de la misteriosa nave. Y mi sorpresa fue mayúscula, al sentirme entrar en un mundo nuevo. ¡Era más grande por dentro!
La máquina parecía zumbar más fuerte, pero el Doctor me dijo que no es una máquina, sino un ser vivo. ¿Cómo era eso posible? No podía describir la sensación al estar dentro de aquella nave o ser. Solo podía describirla como entrar en otra realidad. Cuando le pregunto qué tan grande era, el solo me respondió que tan grande como el universo podría llegar a ser, lo que me dejo estupefacta.
Revoletee alrededor de la sala de control, investigue algunas habitaciones, y nunca pude más que admirar que tan grande podría ser. Tras un par de horas, el Doctor me convido a salir, ya que su nave había tolerado mucho mi presencia debido a mi naturaleza, pero que no me vio como una amenaza debido a mi personalidad. Quería preguntarle al Señor del Tiempo del porqué de esto, pero él me respondió que me enteraría con el tiempo.
Salí siendo guiada de la mano por Jo Grant, una chica ingenua pero aun así muy amable, quizás la compañera humana más amable que haya conocido. El Doctor parecía tener prisa, ya que menciono que debían regresar a Inglaterra al 'presente' ya que un tal Brigadier los estaba esperando en su base. Fue así, como me despide de ambos, como la nave comenzó a desmaterializarse, desapareciendo con aquel característico sonido profundo, rumbo al infinito.
Solo pude más que regresar a casa, con la luz del Sol ya iluminando, y deseando volver a ver a ese enigmático sujeto. Que me hizo soñar con las estrellas y todo en la existencia.
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Pasarían años, muchos. Durante ese tiempo, pareciera que Vlad iba cayendo más bajo en un remolino de oscuridad, de la que yo no podía sacarlo, no sin salir afectada tambien. Durante ese tiempo, sé que fundo un nuevo clan en el bajo mundo chino, extendiéndose como tentáculos por todo el este.
Se hizo llamar a sí mismo el 'Rey enmascarado'. Como con su nueva 'familia' creada, que llamo Miao. Nada de esto me gusta. Y parece que ambos nos estamos distanciando más que nunca. Durante ese tiempo, me fui preparando, aprendiendo a luchar por mi cuenta, tomando el camino de la espada y refinando mis habilidades en el poder puro de mi energía demoniaca, dada mi naturaleza vampírica. Pero aun necesitaba más.
Por lo que sin el permiso de Vlad, siendo ya una adulta prácticamente, comencé una travesía por toda China, buscando refinar mi poder. Le deje una nota de despedida, con un sentimiento dentro de mi pecho, que no volveríamos a vernos en las mismas circunstancias que antes, ya que podríamos estar en bandos opuestos. Él nunca pudo dejar ir atrás toda su amargura, por más que en momentos donde ambos congeniábamos, pareciera dejarlo atrás con una sonrisa que trataba de sacarle. Esos días se sentían lejanos ahora.
Fue durante esa travesía que me encontré con otro monstruo, un Yasha venido de la India. Un ser muy poderoso que se hacía llamar a si mismo Touhou Fuhai. Comenzamos como un equipo de entrenamiento, viajando juntos cada uno por sus propias razones, como íbamos conociéndonos de a poco, y entablando una amistad.
Fue durante esos tiempos, que otro ser de nos uniría, uno venido de la tierra más al este, de la que llamarían Japón. Un ser que era considerado uno de los 'dioses' por la gente nativa de ahí. Un Kishin o 'dios demonio'. Se hacía llamar Tenmei Mikogami.
Los tres comenzamos aventuras juntos. En el trayecto, me detenía para rescatar algunos humanos de las garras de monstruos que querían atacarlos por distintos motivos. Tras el fracaso del Reino de Valaquia, el sueño de coexistencia pacífica solo se hizo más fuerte en mi interior, queriendo no cometer los mismos errores que cometieron ambas especies. Tambien salve a algunos monstruos jóvenes como niños, de ser linchados o asesinados por turbas humanas. No hacia distinción alguna en ofrecer mi ayuda, algo que fue poco a poco calando en mis dos compañeros, quienes al principio se mantenían escépticos por mi comportamiento, pero poco a poco comenzaron a tomar la iniciativa, ayudando en el proceso.
Continuamos con esa misma iniciativa por años, surcando el este y el oeste, atravesando toda Europa, Asia y el Medio Oriente. Fue durante un viaje por Europa del este, cerca de la frontera con lo que fue el antiguo país del que procedía Valaquia, que volví a escuchar ese sonido. Tras casi más de una década de haberlo escuchado, el sonido sin igual de la TARDIS viajando hasta nuestra posición. Mis otros compañeros tenían una idea vaga de que podía tratarse, ya que les había hablado acerca del extraño ser, aunque sin revelarles mucho como que no es alguien de este mundo. Prefiero guardarme eso para mí, por respeto al Señor del Tiempo y por mi propio bien.
Cuando la cabina azul se materializo. Yo guarde mi espada, estaba vestida como una especie de guerrera o caballero de esas tierras, con una especie de armadura rodeándome, aunque conservaba una falda debido a mi propio gusto femenino. Cuando la puerta de la caja azul se abrió, salieron dos figuras usuales, a la cual una reconocí incluso si había cambiado su rostro.
Tenía cabello rizado castaño con quien cargaba un sombrero. Dientes brillantes y ojos azules, además de vestirse de forma estrafalaria con una enorme bufanda que le rodeaba el cuello hasta el suelo. Me sonrió cuando me vio y me ofreció dulces de goma-Jelly Babies -que acepte, incluso a mis compañeros, quiénes aceptaron extrañados por esto. Viajaba con otra chica y compañera humana como es usual en él, una chica inteligente y valiente de nombre Sarah Jane Smith.
Todos nosotros decidimos hacer una fogata en medio del bosque de la noche, como los rayos de luz iban desapareciendo. No había problema con nuestro grupo, ya que debíamos de ser los más 'peligrosos' de la zona ante cualquier posible amenaza. Es ahí cuando el Doctor tras preguntarme información de lo que sabía de anteriores encuentros con sus otros yo, pero sin darle mayores detalles acerca de sus características. Le confesé todo, a lo que este iba asintiendo seriamente, asimilando todo.
Es cuando el Doctor se toma un momento y respira, como comienza a contar una historia que data desde hace eones. En el inicio o 'principio de todo'. Eran los 'Tiempos Oscuros'. Antes de la existencia misma del tiempo como la conocemos. Durante las primeras estrellas que comenzaban a iluminar y llenar de vida al universo eterno. Un lugar dotado mayormente de oscuridad, caos y criaturas monstruosas tan enormes de niveles apocalípticos.
Fue antes de la historia misma que precedía a las razas superiores, como los mismos Señores del Tiempo. Antes de que los Señores del Tiempo crearan la Red del Tiempo, el universo no obedecía a ninguna ley física y la magia era una fuerza poderosa.
El anclaje del hilo y las Guerras del Tiempo erradicaron a las monstruosas criaturas de la era y crearon la Red del Tiempo. En esos tiempos, es cuando se libró una enorme guerra, entre los Señores del Tiempo y los Grandes Vampiros. A esta guerra se llamó la 'Guerra Eterna'. Esta guerra no fue archivada en los registros de la llamada 'Matrix' de su planeta natal Gallifrey, debido a que fue antes de la creación del anclaje del hilo de la Red del Tiempo. Por lo que existen diferentes versiones de cómo empezó y termino.
Supuestamente, la guerra comenzó cuando uno de los tres fundadores de su poderosa sociedad, Rassilon, abrió por primera vez un agujero negro en un intento de extraer energía de otros planos de existencia. El agujero negro llegó a un plano habitado, monstruos con grandes alas de cuero y cabezas de murciélago invadieron la abertura. Estos seres precedían de un anterior, un ser indescriptible que venía de otro lugar ajenos a su universo. Los Yssgaroth.
Las Grandes Casas de Gallifrey, que es donde procedía la mayoría del poder de la reciente sociedad de los Señores del Tiempo se enfrentaron a este ser inmundo, y los que le precedían. Se dice que los 'Grandes Antiguos' estuvieron presentes en el universo en esa época, y combatieron tambien contra los Señores del Tiempo. Aunque es indefinible si fue antes, durante o después de la guerra contra aquel ser que pareciera ser de su misma estirpe, Yssgaroth.
Yo apenas podía creer toda esta información. Mis 'antepasados' resultaron ser criaturas cósmicas que querían devorar no solo la vida de mundos enteros, drenándolos de su fuerza vital, sino incluso del universo entero aun en su etapa primigenia. No pude evitar más que tragar saliva, como observe que mis dos compañeros, Tenmei y Fuhai parecían sentir escalofríos ante la escala cósmica de la existencia y conflicto que estas entidades sostenían por todo el infinito. Me abrió los ojos a muchas cosas.
Recordé que Vlad, su apellido familiar era de 'Drácula' Su apellido provenía del epíteto de su padre, dracul, que significa 'el dragón'. 'Tepes' significa el 'empalador' que se ganó tras los empalamientos a sus enemigos y su propia gente. Drácula sabía de estos seres llamados 'Grandes Vampiros' como los Antepasados. Creo que la mayoría de mi raza conocía de esto, a través de historias de cuentos orales salidos de nuestra imaginación, debido a que estaba impregnado en nuestros genes-como amablemente me explico el Doctor-.
Eran nuestros 'dioses' o 'creadores'. Justo como las demás criaturas monstruosas que poblaron los 'Tiempos Oscuros' eran los antepasados de los monstruos actuales de la Tierra. Era algo horrible de conocer. Pero el Doctor me tranquilizo, aludiendo que somos más una evolución nacida de la adaptación de nuestros genes en un universo más racional y ordenado. No sé si eso es un consuelo.
Según cuenta el Doctor mientras las llamas bañaban su rostro parcialmente sombreado, debido al sombrero que llevaba, junto al tono serio y críptico con lo que hablaba, lejos de la jovialidad anterior. La guerra termino con la victoria de los nativos de Gallifrey. Ya no existen, o al menos no dentro de los confines de la Política Espiral, tras haber sido derrotados (o simplemente repelidos) por las Casas durante su primera gran guerra al comienzo de la historia documentada. Por su propia naturaleza, los Yssgaroth representan algo primordial, algo bestial, una atrocidad que la Red del Tiempo ya no puede tolerar. De hecho, los Yssgaroth eran una fuerza de destrucción tan flagrante que es cuestionable si realmente eran una especie.
El mundo de los Yssgaroth no era una 'dimensión alternativa' o una 'línea de tiempo paralela', sino un estado alter-materia tan ajeno que sus estructuras y protocolos eran completamente hostiles a los de la Política Espiral. La verdad es que, aunque la doctrina de las Grandes Casas nunca lo reconoció, la atrocidad de los Yssgaroth nunca fue borrada por completo del anclaje del hilo. Los Yssgaroth entraron en la historia cuando la historia empezó a existir, por lo que no había ninguna posibilidad real de eliminar por completo la mancha sin destrozar la historia y empezar de nuevo desde cero. Pero más allá de la simple biomasa, el temor tácito es que algo de los Yssgaroth permanezca dentro de la estructura de la historia misma.
Luego de que los Señores del Tiempo, decidieran hacer un borrón y cuenta nueva, deshaciendo la magia y otras forma caóticas del resto del universo y en las demás dimensiones y realidades paralelas donde llega el anclaje del hilo. Se alude a ellos como 'remodelando sus formas' para que ellos, o sus 'descendientes' se adapten mejor a la 'plantilla' diseñada de los Señores del Tiempo para el universo. Viéndose en las formas casi humanoides con formas de murciélagos demoniacas de sus antepasados en la Tierra, antes de seguir evolucionando hasta las formas 'humanoides' actuales.
Esto nos dejó sin hablar a mis y mis compañeros. Sentía que la mujer Sarah Jane parecía un poco cohibida, no solo por la historia, sino por estar en presencia de los descendientes de esas criaturas monstruosas cósmicas, que además derivaban de las propias leyendas y mitos de su mundo desde hace milenios. Aun así, el Doctor solo le tomo su mano a la joven y le habló suavemente, para asegurar su confianza y protección en él, y que sus acompañantes esa noche no le harían nada, ya que conocía personalmente a mí, Akasha. Y que no haría nada para poner en peligro a los seres humanos.
Mi corazón se calentó después de oír eso. Sentía que mi aprecio y afecto por el Doctor crecían cada momento, en cualquiera de sus rostros en que lo encontrara. A pesar de ser de naturalezas opuestas, casi diría que enemigas desde su concepción cósmica. Podíamos entendernos y tratarnos como seres racionales y emocionales con respeto, tolerándonos los unos a los otros pese a nuestros puntos de vista y naturalezas totalmente distintas.
Ese punto de vista fue aprobado por el propio Doctor con una sonrisa, y más dulces de goma de regalo, para mi felicidad y deleite junto al de mis compañeros. Cuando los rayos de luz del Sol, comenzaban a emerger en el horizonte, el Doctor y su compañera humana, sabían que era momento de irse.
Al momento de despedirse, el Doctor me tendió la mano, pero yo le abrace muy para su sorpresa, pero no quejó, más allá de casi enredarme con su larga bufanda para la risa de Sarah Jane. Fue tras esa despedida, cuando la TARDIS desaparecía muy para desconcierto aun de mis compañeros, que yo prometí seguir aquel sueño que me había impuesto, y que el Doctor aprobaba. El de la coexistencia pacífica entre especies.
No seriamos como nuestros 'creadores' o antepasados. Seriamos más. Es el sueño en el que yo creo.
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Años después, muchos años después. En el periodo 'renacentista', donde las inquisiciones fueron más pronunciadas, retirando ese mito de que en la 'edad media' todo era 'peor', incluso las acusaciones de herejía provienen más de este periodo de tiempo según recuerdo, que de otros. Por lo que la era mayormente 'iluminado' como dicen que fueron los humanos, no fue.
Mis compañeros y yo, teníamos que escondernos muy bien en ese tiempo. Ocultar cualquier característica que no nos haga parecer 'humanos'. Ya hemos tenido muchos tropiezos con las fuerzas de la Inquisición que cazan herejes, tanto de los católicos, protestantes e incluso musulmanes.
Recuerdo, cuando se trató de un caso de quema de bruja que ocurrió en ese tiempo en Alemania. Algo extraño, ya que las brujas que he conocido en mis viajes, parecen más señoras de los bosques que preparan brebajes con plantas medicinales y otras cosas. Tambien estan las 'adivinas'. Y las que tienen menor reputación, que pertenecen a cultos demoniacos. Pero ningún recuerdo que use 'magia real'. Y muy pocas usan su Youki o energía demoniaca, eso debido a ser mayormente una raza mestiza entre humanos y monstruos, cuyos casos se han dado, pero mayormente por otros asuntos turbios que tienen que ver con sectas oscuras.
Incluso mis compañeros Tenmei y Fuhai, no usan 'magia' sino su propio Youki para crear barreras o aumentar su Youki. Tengo que recordar que en la creación racional de las leyes que impusieron los Señores del Tiempo, la magia como tal no existe más, y debemos sobrevivir como fuese, en ese mundo racional que rechaza los remansos de nuestra existencia.
Es cuando sucede un juicio de quema en la hoguera de una supuesta bruja, en una ciudad pequeña de Alemania, cuando lo volví a ver. O más bien, sería la 'primera vez' que nos conocemos. Era un hombre mayor de pelo canoso, vestido como si fuese una especie de caballero o noble aristocrático inglés. Junto a él, se encontraba una chica, de cabello corto oscuro y ojos del mismo color, muy amable y linda, vistiendo ropas similares a las que vestían las otras acompañantes del Señor del Tiempo, quizás de su misma época. Pero fue cuando descubrí que para mi sorpresa no era una compañera humana. Sino su verdadera nieta. Llamada Susan Foreman.
Tarde de salir de mi sorpresa, para un poco de molestia de esta nueva o primera variante del Doctor. Con su temperamento desconfiado e irascible, comprendí que esta es la primera vez que nos encontramos, para el en su caso. Por lo que debía de ser un momento especial. Decidí invitarlos a comer a una taberna y hablar, había mucho que ponernos al día.
Lo primero que hice, una vez que nos sentamos en una zona segura sin ojos curiosos, fue relatarle toda la historia de cómo nos llegamos a conocer. O al menos, una parte de la verdad que no afecte hechos futuros, según me había explicado otras veces el Doctor en sus anteriores apariciones. Confesarle que yo era un vampiro, y mis compañeros eran monstruos de distintas razas; esto hizo que el hombre mayor nos mirara con una expresión fría y mayor desconfiada que antes. Su nieta nos miraba del mismo modo, no pudiendo eludir su escalofrió por más sutil que fuese. Ella no era un Señor o Dama del Tiempo como su abuelo, pues como me entere más tarde, aún no había terminado sus estudios en la Academia donde se instruyen a los jóvenes de Gallifrey. Pero conocía bien sus historias de sus antiguos conflictos, por ende, fue la más afectada por su corta edad.
Trate de hacerles comprender que no era una amenaza, ni mis compañeros. Les narre a los dos nativos de Gallifrey, lo que había aprendido de mis encuentros anteriores con el Doctor. No narre hechos importantes como cuáles eran las apariencias del Doctor, o el nombre de sus acompañantes o que sucedería a futuro con la línea temporal de él. Ya que es algo que el Señor del Tiempo me había advertido, y que para evitar cambios en el continuo que induzca la aparición de pequeñas paradojas, que obliguen a los altos mandos de Gallifrey a actuar y enviar agentes hasta aquí. Lo que sería algo nefasto para la raza de vampiros de Akasha y demás monstruos.
Por suerte, la joven de Gallifrey, pareció creer en mí, cuando su abuelo aún luce desconfiado y con expresión cautelosa. No debería dolerme, ya que según lo que Susan me explico, esta es la primera de la 'regeneraciones' del abuelo. Algo a lo que el Doctor la silencio con una mirada, pues no quiere que varios secretos de su planeta natal se sepan, menos por quienes fueron considerados sus enemigos opuestos hace tiempo. Yo lo entendí, pese al pequeño dolor que sentí. Pero si algo me ha hecho entender todos estos años, es que te encontraras con personas de todo tipo de pensamiento y opinión. Algunas más abiertas que otras. Y eso no determina la 'bondad' o 'maldad' de alguien.
Por lo que di a entender toda la información que había recabado acerca de las charlas futuras con el Doctor. Tejiendo así una lista de las cosas que el Doctor entendería que yo ya sabría, para así ir contando la información recabada a mi yo más joven, para que esta creciera y como ahora se la relatara al primer Doctor. Era bastante raro todo esto, pero conociendo un poco sobre las leyes del tiempo y espacio que dominan los Señores del Tiempo, puedo suponer que así es como el Doctor prefería tratar las cosas.
Luego de eso, le conté de mi vida junto, desde que nací en Valaquia, y como fue todo el proceso que llevo a su caída. Como el antiguo rey Vlad Tepes y yo, escapamos por todo el este, hasta llegar a tierras orientales. Como tiempo después, emprendí mi propio camino alrededor del mundo, pasando por casi toda Europa, Asia y Medio Oriente, en mi búsqueda de alcanzar el sueño de la paz entre especies, con los humanos y monstruos. Algo que nació del sueño de como dos razas tan diferentes como Grandes Vampiros y Señores del Tiempo pueden sentarse en una misma mesa, y charlar sin conflicto.
Susan parecía muy conmovida por ese ideal, aunque el Doctor parecía más cauteloso, un brillo de interés y fascinación se podría ver en su mirada, anudado a su pequeña sonrisa. Fue entonces cuando mis compañeros, me llamaron que ya debe ser hora de la quema de la hoguera, y yo ya había decidido salvar a esta pobre mujer inocente, que según me había enterado solo vendía posiciones y brebajes. Y que solo era una cuarta parte de bruja, por lo que cualquier atisbo de Youki era mínimo. Los vampiros tenemos un control total de nuestra energía demoniaca, por lo que tener una enorme percepción de energías en estas cosas de otros seres vivos, es algo ya normal.
Rescatar a la mujer no costo demasiado. Sobre todo, cuando usando mi fuerza logre desatarla antes de que las llamas llegaran a ella, y tomándola con un truco de luz gracias a mi compañero Fuhai, pude elevarme y huir con ella fuera del poblado. Tras eso, y dejar libre a la chica. Me reuní de nuevo con mis compañeros y con el Doctor y su nieta. Parecía menos cauteloso y más abierto que antes, quizas sintiéndose cómodo por primera vez en mi presencia. Algo me decía que esto iría evolucionando hasta las siguientes variantes con distintas caras del Doctor.
Susan me agradeció por esto y mostrar un lado distinto de aquellos seres que llamaban 'monstruos', y que la idea de una coexistencia pacífica entre las demás especies no sería extraña un día. Sus palabras me calentaron por dentro, y la agradecí de todo corazón. No sabría qué sucedería con Susan Foreman en el futuro. Quizás como las demás compañeras humanas en la TARDIS, se acabaría por marchar para seguir con su vida. Ella es parte de la familia del Doctor, por lo que quizas debió de regresar a su mundo natal. Sé que yo nunca podré ir allí, debido a la historia de conflictos y todo entre nuestras especies, ni subirme a la TARDIS por un largo tiempo sin esta sentirse estresada por mi presencia, debido a mi naturaleza. Pero tengo la ilusión de hacer bien las cosas aquí en la Tierra con los humanos. Eso será suficiente.
Susan comentó que antes de su viaje aquí, habían estado viajando a otros mundos para conocer fuera de los estudiados en su mundo natal. Según su abuelo, querían vivir la experiencia verdadera de conocer por sí mismo, acerca de las vidas y culturas de todos los mundos en la infinita creación, como el mundo de diversas culturas de Akhaten, que visitaron antes de decidir venir a la Tierra aquí en este periodo de tiempo extraño que la TARDIS los había traído, por alguna razón.
Creo que la teoría de que la nave consciente y con vida que es la TARDIS los esté atrayendo hacia mí, por alguna razón, calienta un poco mi corazón, incluso si sé que nunca podría viajar o poner un pie en ella, por mucho tiempo. Después de eso, Susan comenta que le gustaría viajar un poco más adelante en el futuro y conocer a la banda humana de los Beatles, aunque nunca supe a que se referían con 'banda', pero el buen abuelo decidió ceder ante los deseos de su nieta de viajar hasta los 'años 60' para conocerlos. Supe que se trataba de un futuro de este mundo, que no podría saber sino vivirlo por el camino lento, ya que la vida de los vampiros es longeva aunque no inmortal. Por lo que estaba bien con eso.
Tras eso, ambos el Doctor y Susan Foreman se despidieron, como subieron a la TARDIS, oculta tras la esquina de un callejón. Vi la nave desmaterializarse y desaparecer como yo tambien me despedía de ellos. Siendo consciente que no los vería en un tiempo, quizás a esta variante de otra cara del Doctor, y no estoy segura si a su nieta tambien. Solo pude más que seguir el camino trazado al lado de mis compañeros, en búsqueda de ese sueño ideal, algo que ya compartía con mi amigo viajero del tiempo y del espacio.
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Fin del capítulo.
Notas de autor:
Bueno, aquí con ustedes con un nuevo crossover. Esta vez entre dos de mis obras favoritas. La popular y longeva serie británica de Doctor Who. Con uno de los animes/mangas japoneses favoritos míos, Rosario to Vampire.
Hace tiempo que deseaba escribir un cruce entre ambas, sobre todo en materia de cómo se podría imaginar una entre una serie de televisión 'real' con una de animación, en especial, de anime, mi genero de animación favorito. Y así nació esto. Espero que haya quedado excelente o mínimo aceptable. El intento lo hice además como un ejercicio mental de escritura. Sobre todo en cómo podrían encajar ambos universos o mundos en uno solo. Y no pude más que rememorar mucho del extenso lore y tradición de Doctor Who. Y de ahí recordé sobre que la existencia de monstruos como los vampiros y demás, se remontan a los 'Tiempos Oscuros'. Antes de que Gallifrey se deshiciera de todo eso, y se convirtiera en la luz del faro para un universo menos caótico.
Hay mucho del canon de Rosario to Vampire que no ha sido explorado, y yo tuve la idea de explorar eso aquí. Como el más interesante de todos, es el pasado de Alucard, Akasha y los otros dos Señores Oscuros. Por lo que escribir de eso, explorándolo como una historia que se cuenta en un diario-y no hacerlo tan extenso, ya que eso conllevaría más capítulos y contenido-, que lee su hija Moka, como una especie de vínculo entre madre-hija. Junto a las historias que cuenta Akasha donde conoce a cada una de las versiones clásicas del Doctor. Y como sus encuentros, ayudan a reforzar su sueño de un mundo pacifico para ambas especies.
Imaginar todo eso y unirlo al lore canónico de Rosario to Vampire no fue tan difícil después de eso, pero requirió mucha improvisación. Espero que haya quedado bien. En sí, tenía pensado escribir solo un One Shot de esta historia, pero como vi que esta seguía extendiéndose a medida que fui añadiendo más material de escritura debido a mi imaginación hiperactiva, pensé que tenía que escribir un Two Shot, pero eso quedó tambien descartado. Por lo que, quedara como una historia corta de capítulos de índole individual. Quizás con una potencial 'secuela' a futuro, si es que las ideas e inspiración continúan, y si esta historia tienen la suficiente aceptación, sobre todo en materia de comentarios que es lo que motiva a muchos aquí. No en mi caso, pero siempre está bien saber lo que piensan los lectores. Asi que por favor, comenten.
Espero terminar pronto esta pequeña historia, y continuar para terminar las otras historias que 'abandone' hace tiempo como las de Gundam, To Aru Majutsu no index, etc. Y escribir más historias de esos universos de anime que amo.
Un saludo a todos los demás Whovian, de parte de otro fan del Whoniverse. Hace tiempo que no regreso a este universo a escribir. Espero hacerlo más seguido a futuro, así sean con pequeños One Shot.
Aunque solo sean de las temporadas clásicas, las primeras diez temporadas del Nuevo Who, y demás materiales del UE (Universo Expandido). No tomo a consideración como NADA canónico, después de la temporada diez, con las despedidas de Capaldi y Moffat. Las razones, ya deberían ser conocidas. NO es canon nada desde la temporada 11 en adelante. Punto.
Y un saludo para los fanáticos de Rosario to Vampire. Que ojala sea una serie que no sea olvidada ni pasada desapercibida. Y que sigan escribiendo historias épicas acerca de esa obra.
Es todo. Espero regresar al ritmo de publicar para otros Fandom de los cuales soy fan. Así sean pequeñas historias cortas de momento.
Me despido, Saludos.
