Favor, leer las notas finales si tienen alguna duda, gracias.
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Cuentos del pasado y futuro de un cierto Gran Vampiro y Señor Oscuro y de un Gallifreyan y Señor del Tiempo
Parte 2
Más años y siglos pasaron, y mis viajes continuaron. Durante el trayecto, mis compañeros como Tenmei debían de regresar a su tierra natal, al este a Nipón donde era uno de los antiguos nombres que hoy se le conoce como Japón. Y Fuhai debía de regresar a espiar las cosas en el este donde se había enterado de algunos sucesos con el presunto ser que se hacía conocer como 'Alucard' ahora.
Sentí mucho temor al escuchar de ese 'nombre', título o lo que fuera que estuviese relacionado con Vlad, el único Dracul con vida que yo sé, que queda con vida. Aun sin pruebas, decidí seguir mi camino solitario antes de hacer nada. Viaje hasta el continente de África, que fue una verdadera experiencia nueva para mí. Sobre todo tan distinto por mi color de piel, y que a veces tomara sangre de algunos animales-evitando lo más posible la humana-, lo que algunos aldeanos que me veían me tomaban de demonio o criatura maligna. Aun así, conocí a varias razas de monstruos distintas, entre ellas parecidas a vampiros, que deben de ser consideradas 'primos lejanos' que pertenecían al folclore y culturas de este continente tan extenso. Como los Adze o los Obayifo, como los llamaban los nativos.
Es en uno de esos viajes por el continente que conocí a otra variante o cara nueva del Doctor. Esta vez se trataba de un hombre bajito de ojos azules, cabello largo oscuro y algo despeinado. Lucía una pajarita en su camisa blanca con botones, pantalones a cuadros y a una chaqueta oscura. Y tambien cargaba una flauta a todas partes con la que tocaba de vez en cuando. No venia solo, sino acompañado de dos compañeros humanos. Un joven escoces venido del pasado de nombre Jamie McCrimmon y una joven venida del largo futuro llamada Zoe Heriot.
El Doctor me reconoció y pareció alegrarse, supe que la construcción de nuestra extraña relación amistosa iba lenta pero segura. El grupo y yo, combatimos contra una extraña horda de monstruos demoniacos, que hacían que grupos indígenas en África les adorasen con ofrendas en sacrificios humanos y siguiendo sus 'enseñanzas' en las practicas más bárbaras del canibalismo. Sintiendo disgusto por eso, el Doctor y yo, junto a Jamie y Zoe, ideamos un plan para detenerlos para siempre y destruir el control de estos demonios sobre los aldeanos.
El plan funciono y las criaturas demoniacas sin nombre, cuyo control mental fue roto por la canción de la flauta del Doctor, y fueron destruidas por mi espada y una explosión causada por los compañeros del Doctor. Después de eso, vivimos unas pocas aventuras en África, escapando de animales y bestias salvajes, sobreviviendo a las terribles enfermedades que habían, pero que mi sistema interno y el del Doctor eran bastantes fuertes para resistir, exceptos Jaime y Zoe, que el Doctor tuvo que crearles una vacuna con elementos de la naturaleza y su propia TARDIS. Y yo que creía que el título que sostiene es solo 'ceremonial' y no sabía nada de medicina, pero me equivoque.
Tambien tuvimos que emprender la huida, cuando los primeros indicios de colonización venida de Europa comenzaron a adentrarse más lejos de las costas, armados con nuevos armamentos modernos y medicina nueva que les ayuda a combatir las enfermedades más mortales. Fue cuando el Doctor me invito a viajar en su TARDIS, muy para mi sorpresa. Decidí sopesar mis opciones, pero decidí aceptar solo un viaje. Y seria al continente de América en este mismo tiempo. Algo que el Doctor aceptó alegremente y trasladó su nave a través del espacio al continente que junto a Oceanía, me faltaba por conocer.
Me despedí de Jamie y Zoe, con quiénes cree una muy buena relación. Incluso si Jamie parecía estar embelesado con mi presencia, pese a saber de mi verdadera naturaleza, decidí cortésmente cortar sus esperanzas, pues éramos diferentes en naturaleza ya que yo viviría por mucho tiempo, mientras él se marchitaría con los años. Me gustaban los humanos y los protegía, incluso de ellos mismos. Pero no podía esperar crear una vida con ellos, más allá de vivir en paz con su especie. Más allá de algo familiar u platónico, no podría existir y estaba bien con eso.
Me despedí del Doctor, que pese a sus manierismos y excentricidades distintas que comparte con cada variante. Me dedicó una canción de despedida con su flauta, que hizo derramar lágrimas de mis ojos. Oh, como extrañaría esta variante de él. Una de mis favoritas junto al que lleva dulces. La TARDIS me aceptó, esta vez por más tiempo en un solo viaje. Pareciera que poco a poco voy rompiendo su 'protección automática' contra mí, debido a mi naturaleza monstruosa. Sé que la nave es atemporal, y conoce cada aspecto de mi visita a esta nave anteriormente, por lo que espero algún día viajar de manera completa por todo el tiempo y espacio, como otra de las acompañantes del Doctor. Espero que sea justo después de cumplir mi sueño.
Tras dejarme en algún lugar de Norteamérica, y desaparecer en el Vórtice del Tiempo. Yo continúe mi camino sola, pero realizada con una nueva esperanza.
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Muchos años después, que quizás se puedan resumir en un siglo, más o menos. Me encontraba durante un de mis viajes por Nueva Zelanda, tras partir de un recorrido en Australia. Tras mi aventura recorriendo toda América de punta a punta que duro más de medio siglo. Decidí regresar al este, al lejano oriente en Asia, a saber que había sucedido con los demás conocidos.
Es durante ese viaje durante aquella enorme región verde de Nueva Zelanda, que durante uno de sus caminos de tierra, un sonido profundo se hizo eco en aquel valle, un sonido familiar que reconocí de inmediato, tanto que corrí, aun si cargaba mi armadura pesada. Corrí hasta toparme con la TARDIS. Había pasado tanto tiempo que me sentía feliz de volver a sentirla.
Cuando la puerta se abrió, salió un joven. De cabello rubio, vestido con pantalones claros lo mismo que su camisa y chaqueta. Aunque parecía cargar una especie de Apio o vegetal pegado a un lado de su camisa. Lo supe, cuando la mirada de este se posó en mí, y sonriendo cálidamente, me llamo por mi nombre que no escuchaba desde hace tiempo, Akasha. Saliendo con tres compañeros esta vez. Un joven llamado Adric. Y dos mujeres de distintas edades jóvenes, Nyssa y Tegan Jovanka.
El Doctor más joven y cálido, me saludo con un abrazo, para mi sorpresa. Ya que no recuerdo que el fuese alguien de mucho contacto para expresar afecto, más allá de sonrisas, bromas, toques sutiles y demás. Quizás la edad aparentemente 'joven' de este individuo, le instruían mentalmente a comportarse de manera similar. No sé mucho sobre la fisionomía de los nativos del planeta Gallifrey. El Doctor ha sido reacio a comentarme sobre eso, quizás por proteger inconscientemente a su especie, y yo no le culpo. Yo haría lo mismo con mi raza, tras conocer lo que piensan de nosotros los Señores del Tiempo como sus 'enemigos jurados'. Es algo increíble que no se enteraran por obra del Doctor, lo que demuestra cuanto debo de importarle, y con eso me basta.
Los compañeros del Doctor resultaban curiosos. Adric parecía un joven curioso por todo lo que le rodeaba, deseando aprender de todo. Cuando se enteró por mí, que yo soy un vampiro, parecía asustado y reacio a acercárseme. Por boca del Doctor, me entere que Adric venia de un universo paralelo llamado E-Space, donde lucharon contra una raza antigua de vampiros, que intentaban despertar a un Gran Vampiro para consumir todo el universo. Aunque lograron detenerlos y destruirlos, no pude evitar más que sentirme mal, ya que los restos de mis antepasados podían llegar a ser tan oscuros y malvados.
Nyssa fue más abierta de mente, quizás por ser una extraterrestre, curiosa por mi presencia debido a los cuentos de mitos sobre razas similares a las mías, mientras que Tegan aunque igualmente fue abierta, tenía un temperamento más caliente e irascible.
Me uní al grupo temporalmente como viajamos por toda Nueva Zelanda, conociendo lugares increíbles y ciudades y poblados con gente muy amable. Sabía sobre la situación desfavorable de los nativos, como sucedió en Australia durante mi viaje. Pero sabía que sin un cambio profundo en la mentalidad humana en su conjunto, no se puede esperar que las sociedades cambien de la noche a la mañana. Aunque ya me había enterado de cambios recorriendo Europa sobre nuevas leyes que prohibían la esclavitud, cambios que como ondas en el agua, estaban recorriendo todo el mundo humano. Algo que me hacía sentir orgullosa, de que esta especie este creciendo y que, un día, los monstruos podrían unírseles tambien al dejar sus costumbres más violentas y oscuras.
Quizás fuese un sueño demasiado idealista, pese a haber visto tanto lo peor como lo mejor de ambos humanos y monstruos, quería seguir creyendo. El Doctor se encuentra de acuerdo conmigo y me sonríe, cada vez que le digo de esto. Con mis sueños siendo reforzados cada año debido a mis experiencias recorriendo el mundo. Tras haber recorrido el país, y sirviendo de guardaespaldas personal del grupo, volvimos tras unas semanas al mismo lugar donde habíamos dejado la TARDIS. El Doctor me invito a pasar o querer darme un aventón hasta el este, pero yo le rechace.
Quería conocer más del mundo, recorriéndolo por mi propia cuenta, para conocer cada sociedad, cada cultura tanto del hombre como del monstruo, para hacerme una idea de cómo sería mi lucha por la paz. El Doctor solo no pudo más que evitar sentirse orgulloso de mí, deseándome suerte con un abrazo. Seguidos de Nyssa y Tegan, con quienes había congeniado tambien. Hasta Adric me tendió la mano de manera más amigable esta vez, tras un comienzo no tan grato donde aún sembraba la desconfianza. Quizás me he ganado un poco de la suya.
Continúe mi viaje de regreso al este, esta vez sin mirar atrás.
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Fue durante mis viajes por la India, que me encontré nuevamente con Touhou Fuhai. Aunque nuestro encuentro debería haber sido más emotivo, lo cierto es que la situación no podía ser más mala. Me entere que el supuesto 'Alucard' era nadie menos que el antiguo rey Vlad Tepes o Dracul. Aquel a quien había seguido como una figura paterna tras la caída de nuestro reino y hogar, y que nuestras diferencias en nuestros puntos de vista acerca de la coexistencia con los humanos nos distanciaron con el tiempo, terminando por separarnos.
Nunca deje de pensar y preocuparme por él. Pero ya no podía quedarme a su lado, no sin saber cómo convencerlo de intentarlo de nuevo. Un camino más pacífico. Yo tuve que atravesar durante siglos el mundo entero, habiendo avistado cambios pequeños dentro de las sociedades humanas, desde los más malos hasta los más buenos. Creciendo poco a poco, dejando practicas oscuras como la esclavitud detrás, como sus civilizaciones iban creciendo casi que a la par, mayormente en occidente. A la vez que los monstruos iban acoplándose más y más en estas sociedades donde tendrían que aprender a vivir, en un mundo que ya no les teme y que tiene el poder para enfrentarlos.
Cuando Fuhai me comento de esto, supe que el día en que podría reencontrarme con Vlad, y no en los mejores términos llegaría. Y parece que ya se ha cumplido. No tuve más opción, que intentar primero reunirnos con mi otro compañero, Tenmei Mikogami. Habría que regresar a la enorme isla de Nipón, aun pese a su prohibición de extranjeros en sus tierras. Tenía que verlo para unir fuerzas, ya que es de los pocos que confió. Al llegar a sus tierras, me encontré con la sorpresa de que Tenmei ya me estaba esperando. Y no estaba solo.
Un hombre anciano de cabello corto canoso peinado hacia arriba, y demasiadas arrugas que lo hacían ver como un octogenario. Además que vestía una enorme chaqueta de cuero o piel marrón, un chaleco desgastado, zapatos sucios y pantalones holgados. Parecía un anciano viajero o trotamundos, por como miraba que usaba guantes con sus dedos descubiertos. Sin embargo, una especie de reconocimiento se despertó en mí, al querer sentir su 'aura' que me intuyera a que se refiere esta familiaridad. Es cuando abrí mis ojos al descubrirlo, y no pude evitar preguntar:
-¿Doctor? ¿Eres tú…?
-No soy el Doctor. No más. Puedes llamarme como te guste, porque en este momento, las líneas de tiempo estan colapsando y quemándose. Ya he abandonado ese nombre, porque no puedo salvar a nadie, pero voy a terminar cualquier conflicto que nazca de ello.
Escuchar esas palabras carentes de calidez y reforzadas con semejante determinación, me dejaron en shock. Pero decidí que eso continuaría después, como Tenmei me informó de lo sucedido con el ahora recién nombrado Alucard. Tras haber absorbido varios monstruos, a partir no solo de su sangre, sino de su energía vital. El comenzó a cambiar. Convirtiéndose en un ser elevado, perdiendo lentamente su raciocinio, dispuesto a exterminar a la humanidad en su punto aun vulnerable, antes de que crezcan. Bastante poderoso como para destruir la Tierra, y todo en él.
Eso me hizo traga salivar. ¿Vlad había ido demasiado lejos como para perder su propia conciencia para perseguir su venganza? Parecía que lo había abandonado todo sin ninguna razón. ¿Quizás fue su culpa por no haberse quedado a su lado? Es lo que la mortificaba, hasta que Tenmei volvió a hablar.
El hablo del como su poder demoniaco había crecido en ese tiempo, y que ahora puede crear barreras o sellos de índole mágico. Fuhai tambien comento que puede hacer lo mismo. Esto me sorprendió, y quería saber cómo era posible si la 'magia' misma que pensábamos existía, no lo hace, y solo eran 'cuentos' de brujas y mujeres mayores. Es cuando el que conocía como el Doctor, pero que ya no se hacía llamar así, pero cuyos enemigos le apodarían como 'Doctor Guerra'. Decidió hablar, para explicar todo.
Habló acerca de la 'Guerra del Tiempo'. De cómo el universo y muchos más cercanos, estaban en peligro de arder y llegar a un final abrupto. De cómo la especie del Doctor luchaban una guerra a un nivel existencial contra una raza que les ha podido dar alcance, como los son los Daleks. Y de cómo esta enorme guerra, que pasa desapercibida para las especies y seres menores, han causado numerosas grietas en el tejido dimensional de la realidad misma del universo, amenazando con extenderse hasta la Red del Tiempo y el anclaje del hilo, y de ahí al Vórtice del Tiempo mismo. Lo que desencadenaría la destrucción total de todas las cosas.
Esto causó que escalofríos recorrieran mi cuerpo, junto al de mis compañeros. El Doctor explicó que debido a estos daños, la magia como tal, ha comenzado poco a poco, a recuperar su lugar en el universo. Que criaturas que antes no podían ejercer o existir sin la magia misma, comenzaban a hacerlo ahora, y nadie se habría dado cuenta de eso, como si siempre hubiesen estado allí y hubieran podido hacerlo. No extrañaría que las brujas ahora si pudieran ejercer magia, cuando antes no podían, y pudieron hacerlo desde antes, y nadie se hubiera dado cuenta. O que, incluso Mikogami y Touhou pudieran hacerlo ahora, en mayor o menor medida.
Sin embargó, el Doctor Guerra-no me gusta pensar en el así-. Nos sacó de nuestros pensamientos, y advirtió algo. Que debido a la enorme guerra que se estaba suscitando 'en ese momento', se habían hecho uso de todo tipo de armas en el arsenal de ambos bandos. Y uno de esos, fue hacer uso de los Grandes Vampiros como armas biológicas, trayéndolos del pasado del tiempo donde existían y enviarlos a atacar las flotillas Daleks.
Esto por supuesto provocó efectos secundarios imprevistos. Este Doctor narró que numerosas visiones de estos seres, pudieran filtrarse de manera metafísica por el tejido de la realidad misma, a las mentes de sus descendientes en numerosos mundos. Apareciendo muchas veces como sueños o visiones 'proféticas'. Por lo que muchos de estos seres, de naturaleza vampírica, comenzaban a querer unirse con sus antepasados, tratando de invocarlos de cualquier manera para canalizar sus energías oscuras en ellos, e induciéndolos a transformarse en verdaderas pesadillas biológicas, para los seres que habitan su mundo, de carácter apocalíptico.
Que por esta razón, es que Alucard consiguió sueños y visiones sobre sus antiguos antepasados, sobre los orígenes de su raza y que debido a como el proceso de 'evolución' de pasar de monstruos sanguinarios similares a Ghoul, a adquirir más raciocinio y verse más 'humanos'. El intenta convertirse en semejante a sus antepasados, los Grandes Vampiros, capaces de tomar la vida o fuerza vital de un mundo junto a todos los seres vivos. Y para eso debía de crecer enorme, tan enorme como sus ancestros que pudieron llevar a cabo esto. Y tenía que empezar por consumir enteros a los mismos monstruos, para que al absorber su energía demoniaca y fusionarla con la suya propia. Solo así mutaría su ser desde sus raíces monstruosas, para intentar parecerse más a los Grandes Vampiros.
Esto causo escalofríos que recorrieron mi columna. Pude ver que lo mismo sucedía con Mikogami y Tenmei, quienes habían escuchado las historias de los orígenes de nuestra especies y razas en los 'Tiempos Oscuros'. El Doctor Guerra aconsejo que había que trazar un plan, para detener a Alucard de una vez y por todas. Cuando le sugerí si se podía viajar en el tiempo para detenerlo de hacerlo. El Doctor Guerra dijo que no puede, debido a que la Guerra del Tiempo está tensando las cuerdas de la Red del Tiempo y existen fisuras graves en el tejido de las dimensiones, que intentar cambiar el pasado, seria provocar algo peor que una paradoja, donde esta vez, los Señores del Tiempo no podrían ayudar.
Yo entendí, pero decidí que solo quería una conversación con Alucard en persona, antes de convertirse en un monstruo, antes de verme obligada a detenerlo. Verlo una última vez, antes de tener que enfrentarlo y quizás destruirlo. El Doctor-prefería llamarlo así que otra cosa-, entendió y accedió a mi deseo. Por primera vez, me dejo entrar a su TARDIS que parecía más desordenada debido a luchar en la Guerra del Tiempo. Note la tensión y cansancio del Doctor, y quería consolarlo y ayudarlo, pero sería después de hablar con mi antiguo protector. No deje pasar que la nave me dejo entrar y viajar con ella, quizás porque la situación de la existencia es más urgente.
Viajamos a unos años atrás en el pasado, antes de que Alucard emprendiera su búsqueda de poder. Reencontrándome con mi antiguo 'Rey' Vlad. Regresar a esa vieja casa donde vivíamos, ya vieja y destartalada, impacto mi corazón. Pero decidí adentrarme junto con ayuda de mi viejo amigo, dejando atrás el sonido profundo de esa hermosa nave. Al entrar dentro de la vieja casa, nos encontramos con una figura sentada en el salón principal. Una figura desaliñada de pelo largo, que pareciera estar bebiendo algo rojo, que identifique como sangre. Muy probable de algunas víctimas humanas desafortunadas.
Al encontrarnos con la mirada entre ambos, una miríada de emociones sacudió mi cuerpo al verlo. Sabía que no podía cambiar el destino, y la suerte ya estaba echada con la renuencia de Alucard a intentar de nuevo un camino especifico, no con su odio lleno de resentimiento contra la humanidad. Pese a que los monstruos tambien fuimos culpables de llevar a la ruina ese 'sueño' construido en pies de barro. Aun así, me enderece y caminando me senté frente al llamado Alucard, separados por una mesa. Solo el Doctor se quedó parado cerca de mí, con sus manos detrás de su espalda, quizás preparándose para una posible arremetida del vampiro 'ancestral'. Pero este se mantuvo impasible, mirándonos entre ojos.
Fue cuando comencé a hablar. Al principio, solo hable acerca de lo cambiada que se encontraba la casa. Y cuánto tiempo había pasado. Y como había cambiado el, aunque no estaba sorprendida. Alucard solo rio por lo bajo con una mueca, como terminaba de beber la sangre y tiraba el vaso de cristal, como pasa a verla con una mirada entrecerrada y una expresión socarrona.
El comienza a hablar de mi como la niña ingenua que el llevó con ella, y que después de tanto tiempo no he cambiado nada. Eso no me sorprende por su tono sarcástico, pero una puya de dolor e ira no puedo evitar sentir por eso. Yo le replicó, que a diferencia de él, viaje por el mundo, experimente de todo, tanto del mundo humano como el sobrenatural, tanto lo bueno y malo. Y he llegado a la conclusión, de que si la humanidad sigue avanzando hasta eliminar sus problemas, en un futuro cuando descubran la existencia de los monstruos en su mayoría, y no sean cuentos relatados en leyendas y mitos, tal vez haya una posibilidad de coexistencia pacífica entre ambas especies.
Y que los monstruos podrían aprender algo de la humanidad, que continúa avanzando, dejando atrás los periodos de 'oscuridad', como sus formas de vida continúan creciendo, y que es momento que los monstruos los sigan, si no quieren quedarse atrás. Alucard me mira con condescendencia, relatando que él había visto en todo ese tiempo que ellos no habían cambiado nada. Y que cualquier cambio que ella hubiese visto, se vería atenuado por la existencia de los monstruos, a los que la humanidad se uniría para destruirnos, para luego regresar a sus formas hipócritas y torcidas, de matarse entre ellos.
Pareciera que no podía convencerlo, a lo que suspire cansada, es cuando esta vez, el Doctor fue el que decidió hablar. Él había mencionado que había conocido numerosas versiones o 'variantes' acerca de la leyenda de 'Drácula'. Que el tiempo fluía y podía cambiar constantemente, más por lo que está sucediendo con la Guerra del Tiempo que esta 'ocurriendo ahora'. Y que esta variante de Drácula es de hecho la más interesante que él había conocido, cuando los otros eran mayormente monstruos sin ninguna cualidad redentora, o humanos que se transformaron en los monstruos que son, al abandonar su Fe y humanidad, esto último pareció molestar a Vlad, pero no dijo nada.
El Doctor termina por darle una especie de enseñanza a Vlad, que el tiempo puede cambiar ahora mismo, si él toma la mejor decisión. Que podría distanciarse de sus otras variantes, al decidir seguir el sueño de Akasha, que creció y experimentó todos los lados claros y oscuros que el mundo tenia para ofrecer, y aún siente ella que podrían tener una oportunidad. Sus palabras calentaron mi corazón, a pesar de toda la frialdad y amargura ocultas bajo esa capa de piel arrugada, pude notar que el antiguo Doctor aún se encuentra debajo, luchando por dejarlo salir a veces, y hacer lo correcto, más allá de las cosas de ser un 'guerrero'.
Alucard no parecía convencido, y conto que sabe quién es el, y a que especie extranjera a su mundo pertenece. Los ha visto en visiones y sueños, y sabe que su raza son los enemigos jurados y naturales de todos los vampiros en la existencia. Por ende, no cree ni tomara en cuenta a un miembro de la raza enemiga de la suya, y cumplirá sus ambiciones, incluso si tiene que demostrarle a él y a Akasha que esos 'sueños' de paz, son solo ilusiones como sucedió con lo que él creía haber logrado construir en Valaquia. Yo mencione que no fueron solo culpa de los humanos de la destrucción de nuestro hogar, sino tambien de los propios monstruos que no podían detener sus impulsos violentos y oscuros.
Alucard solo se ríe, como el delata que quizás es lo que su raza y el resto de la especie de los monstruos deberían hacer. Dejarse llevar por sus impulsos y traer de regreso a la era antigua, donde los monstruos podían caminar entre los hombres, gobernando sin miedo alguno, y la humanidad vivía atemorizada en sus casas o en cuevas, sin poder hacer nada para detenerlos. Un verdadero 'Cuento de Hadas', ya que los verdaderos cuentos son fríos, crueles y sin esperanza alguna.
Yo suspire, ya sin esperanzas. Sabía que sería una cuesta arriba intentar convencer a alguien tan lleno de amargura como Alucard. Aún tenía la pequeña esperanza, pero eso tambien fue destruido. Pero eso no hizo aminorar mi convicción. No me arrodillaría ni lloraría por lo que no fue. Yo tambien tengo mi orgullo por pertenecer a mi raza. No importa si Vlad una fue el rey o sea considerado el más 'poderoso' de mi raza. No me amilanaría y lucharía contra él, y cualquiera ser que se atreviera a hacer de muro contra mis sueños. Cuando se lo comenté a Alucard, él no se rio, sino que me miró fijamente, y dijo que esperaría ese momento. Aunque no me lo facilitaría, incluso si yo me aliara con un miembro de la raza que es enemiga de todos los vampiros, aludiendo al Doctor.
El Señor del Tiempo observo con frialdad al vampiro. Y mencionó en un tono frio, que si el insiste en seguir los pasos de sus ancestros, los Grandes Vampiros, entonces eso no le dejara más opción que ayudar en su caída. Esa 'especie' si podía llamarla así, no había traído tantas cosas positivas al universo, más allá de muerte y destrucción y él se aseguraría de que no volvieran a hacerlo. Ambos mirándose con una frialdad, que podría helar la habitación.
Fue ahí que decidí terminar y retirarnos, ya se hizo y se habló todo lo que se pudo. Voltee una última vez a Alucard, quién no me miró y parecía mirar a algún lugar perdido. No aguante y me marche, sin mirar atrás esta vez, el Doctor siguiéndome. Al regresar dentro de la TARDIS, esta marcho de nuevo a mi tiempo donde lo deje. El Doctor parecía más comprensivo esta vez, y dejando el curso trazado a viajar, el apoyo una mano en mi hombro, como yo estaba sentada frente a la consola de mando. Era curioso como la nave había aprendido a aceptarme, le había tomado tiempo bajar la guardia, pero conmigo lo hizo, y estoy agradecida por dejarme recorrer en sus maravillas.
El Doctor menciono, de que a pesar de que los Grandes Vampiros no dejaron nada bueno al universo en el pasado. Esta orgulloso de que algunos de sus descendientes como yo, estén marcando la diferencia. Eso casi provocó que mis ojos derramaran lágrimas pero se mantuvieron nítidos y húmedos, era extraño como el encuentro con el ahora nombrado 'Alucard' no provoco esa reacción, pero las palabras del Doctor si lo hicieron. Agradecía su mano amiga y su guía todo este tiempo.
Yo también decidí tomar su palabra, y mencionarle que lo mismo se aplica a él, y que estaba muy orgullosa y feliz de haberle conocido. Que siempre será el Doctor para mí. Pareció un poco incómodo, como si no quisiera creerlo. Pero que volví a enfatizar, y que al igual que él, siempre que me quisiera a su lado, ahí estaría para él. Para recalcarle el tipo de hombre que es. Un buen hombre. Eso pareciera que casi lo hace llorar, por la vista del brillo de sus ojos húmedos, pero el solo asintió débilmente, como regreso a los controles de su consola. Esperaba que las palabras hubiesen calado hondo, para que volviera a hacer el mismo hombre que salva vidas, y no las termina. El que me inspiró a lo mejor de mí misma.
Solo puedo soñar con eso.
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El continente Asiático, junto a buena parte de Euro asía, estaba en 'llamas' tanto figurativamente como literal. Ardieron durante días, como la enorme forma monstruosa de Alucard recorría el continente, desatando una furia implacable, que terminaba en una destrucción desmedida. Ejércitos humanos caían por miles, y pocos monstruos podían serle frente, que no terminasen devorados y asimilados al enorme poder demoniaco del regreso de lo más cercano a un Gran Vampiro.
Un ser de enorme tamaño y un aura demoniaca tan oscura, mayor a la de cualquier monstruo nunca antes visto, que sobrepasaba incluso a los de cualquier otro vampiro, incluso los llamados 'clase S' que eran considerados los más fuertes. No parecía haber esperanza de detenerlo, excepto por cuatros individuos. Akasha Bloodriver-por su apellido familiar-, Tenmei Mikogami, Touhou Fuhai, y el 'Doctor Guerra'.
Combatimos en un tiempo que indeterminado que podría trasladarse a varios días. Pero fue difícil, su sistema regenerativo era bastante superior. Casi a la altura de algunos dioses que he aprendido en algunas leyendas y mitos. Ni siquiera el método de eliminar a los Grandes Vampiros que se conocían por los Señores del Tiempo funcionaba debido a que se le intento empalar varias veces con enormes naves parecidas a estacas a su corazón. Pero eso solo consiguió que el Hilo de Anclaje presentara suficiente presión, que podría destruir el tiempo en este mundo junto a su existencia. El Doctor uso varias de sus armas conocidas de plasma, pero por alguna razón, no parecían funcionar en el enorme ser inmortal. Al parecer, el tiempo fluctuaba tanto debido a los daños en la Red del Tiempo, que provocaba que el Doctor estuviese el mayor tiempo dentro de la TARDIS para tratar de estabilizarlo, mientras nosotros luchábamos y planeábamos la mayor parte.
Tenmei intento crear barreras y dimensiones pequeñas, que había aprendido gracias a la guía del Doctor, para intentar someterlo, pero eso solo podía funcionar si el Youki del usuario era mayor al usar su propia firma de energía, para intentar sellarlo, pero el poder de Alucard estaba a otro nivel. El propio Doctor, no podía ayudar en ese aspecto propio de los monstruos, y que el Gallifreyan no poseía esa clase de poder o aura demoniaca. Él pensó en aventar esa cosa a un agujero negro o supernova, pero no podía utilizar las capacidades de su TARDIS a plena potencia, sin desgarrar el tejido del espacio-tiempo, debido a la gran cantidad de energía que necesitaría para apresar y trasladar a ese enorme ente, que poseía una pequeña esencia del ser que dio nacimiento a sus orígenes, Yssgaroth. Si continuaba creciendo, podría devorar este mundo y quien sabe que más allá.
Pero sabíamos que no podíamos durar mucho, se habían perdido muchas vidas en el trayecto. Mucha devastación en las tierras habían cambiado la geografía y paisaje, y esto podría afectar la psique de la humanidad durante siglos. Teníamos que terminarlo. La magia de Tenmei y Touhou habían aprendido a usar, era bastante avanzada y demostraba que cada uno había trabajado durante bastante tiempo en intentar dominarla y aprender más. El efecto secundario de la Guerra del Tiempo, que trajo la magia poco a poco de regreso, podía ser nuestra mayor arma.
El Doctor no parecía convencido, ya que la naturaleza impredecible de la magia es algo que, debido a su crianza en un entorno racional y con dominancia de la ciencia, que regio el universo desde hace eones, no podía más que desconfiar. Sin embargo, decidió darle el beneficio de la duda, cuando con ayuda de Fuhai, armaron un dispositivo que podría deshacer a Alucard, eliminar sus células y sistema regenerativo poderoso, y atomizarlo en pequeñas partículas que recorran todo el espacio-tiempo por toda le eternidad. Esperando que esto no causara mayor daño al tejido de la Red, decidimos arriesgarnos. Pero había un problema, había que acercarse bastante al ser, e introducirlo dentro de este para activarlo. Si nos arriesgábamos a lanzarlo a distancia, podríamos fallar, o la TARDIS no tiene la suficiente potencia sin causar un colapsó que destruya este mundo.
Sin dudarlo, tome la decisión. Yo lo haría. Tanto por mí, y por quién fue mi padre, como una declaración de que seguiría adelante y cumpliría mis sueños, a como dé lugar. Tenmei y Fuhai me vieron con respeto y convicción, dispuestos a seguir esos sueños tambien. El Doctor me miró con una mirada resuelta, pero cuyos ojos brillaban de tristeza. Yo no resistí más y le abrase, volcando todo mi agradecimiento y afecto en ello. El Doctor parecía resistente al comienzo, pero al final, se dejó llevar y me devolvió el abrazo con afectó. Antes de irme, el Doctor me susurró algo, y yo le agradecí, como le susurre de vuelta también.
Después de eso, la historia es bastante conocida en el mundo sobrenatural. Caía dentro del cuerpo de Alucard tras un poderoso ataque, el artilugio debía ser activado a distancia por la señal de la nave que viaja entre dimensiones. Pero no funciono como tal, sino que termino sellando los movimientos de Alucard, junto a los míos, quedando ambos en una especie de suspensión cuántica temporal, donde no podíamos movernos ni avanzar un milímetro o segundo en nuestra propia línea temporal. Quedamos efectivamente, congelados en el tiempo mismo. Así, el camino de destrucción de Alucard se detuvo. Muchos monstruos, en especial de mi propia raza vampírica, terminarían refiriéndose a este ser como 'Shinso'-Primer Ancestro-. En señal de devoción debido a las visiones acerca de nuestros ancestros, debido a las grietas en el anclaje del hilo, que les permitieron ver, sucesos pasados de los 'Tiempos Oscuros' sobre todo referidos de nuestra raza.
La leyenda del Shinso, continuarían esparciéndose por siglos. Mientras que tanto yo, Akasha Bloodriver, Tenmei Mikogami, Touhou Fuhai fuimos comenzados a llamar como los 'Tres Señores Oscuros'. Quiénes detuvieron al enorme monstruo que comenzó a ser referido como Drácula. Historia que tambien llegaría a oídos humanos, como mucho tiempo después un humano de nombre 'Bram Stoker' escribiría sobre esa leyenda, sobre su punto de vista, añadiendo medias verdades y mentiras a su historia, que se volvería las más popular acerca de nosotros, los vampiros en el mundo humano.
La humanidad pareció irse olvidando de ese incidente, quizás porque los propios Tenmei y Fuhai emplearon magia y hechizos de olvido, para evitar que los humanos tomaran represalias contra las otras razas de monstruos. Fue algo que el propio Doctor estuvo de acuerdo. Aunque el pidió que nunca lo nombraran a él, en la historia que contaran a los demás. Eso por sus propias razones de mantener su identidad oculta, y de evitar causar daños debido al conocimiento de su existencia en el mundo sobrenatural. Ayudaría a volcar el enorme monstruo que componían Alucard conmigo adentro, a las tierras de Nipón donde reside Mikogami, para mantenerlo prisionero. Esperando encontrar en el futuro, una manera de liberarme, según escuche de propia boca de él después.
El propio Doctor se retiró tristemente sin despedirse de alguna manera de mí. Esta vez regresando a continuar el conflicto contra los Daleks en la Guerra del Tiempo. Sin esperar, el volver a vernos. Aunque fuese una última vez.
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Siglos después de ese hecho. Y de vivir en lo que parecía ser como un sueño eterno. Pero más oscuro y sin nada o muy poco que soñar, más que recuerdos de toda mi vida en un estado letárgico. Es cuando comencé a escuchar un sonido proveniente del exterior. Y entonces, volví a ver la luz. El sentimiento de salir del enorme cuerpo dormido del Shinso, es similar al sentimiento de volver a nacer.
Me sentía húmeda y sucia, letárgica e intentado respirar por primera vez en mucho tiempo. Toda la vestimenta que tenía antes, se había disuelto dentro del interior del enorme ser conocido también como 'Nosferatu'. Es cuando sentí varias presencias rodeándome. La mayoría eran desconocidas, excepto dos que pude reconocer muy bien. Una de era de alto nivel de Youki y la otra no era de este mundo. Lo supe muy bien, cuando sentí esta presencia agacharse y recogerme entre sus brazos. Tenía mucha hambre, y tuve miedo de que en mi estado casi desnutrido, me abalanzara para beber de su sangre. Pero no ocurrió como pensaba, cuando sentí que una especie de tubo plástico entraba en mi boca y comenzaba a beber de ese líquido sabroso metálico, que es vida para muchos humanos. Lo supe, cuando intente abrir mis ojos, al sentirme poco a poco renovada por beber de la sangre en muchos siglos.
Lo vi con mis propios ojos, un hombre que parecía en sus treinta. Muy guapo con cabello rizado y alborotado a los lados. Vestía a la usanza de los nobles ingleses con chaleco y ropas finas, aunque no tenía idea de cómo habían cambiado en ese tiempo. Lo supe cuando me sonrió cálidamente. Era el. Mi Doctor.
El, que nunca me discriminó por quien soy, me estaba dando de beber del maravilloso liquido de vida, que recorre por los cuerpos de su amada humanidad. Ahí supe cuánto le importaba, como tras terminar de beber la sangre hasta la última gota, me quede mirándolo, como mi vista se nublaba poco a poco, rumbo a desmayarme de nuevo. Solo pude más que susurrar algo suave, antes de desmayarme de nuevo.
-Por favor, di algo lindo.
Cuando me desperté, estaba en una cama muy grande dentro de una habitación más grande. Parecía algo de nobleza o de alta alcurnia, por como mis ojos adoloridos, tras siglos de no abrirse podrían apreciar. Es cuando las puertas se abrieron y entraron criados y sirvientes, llevando bandejas de comida, junto a vidrios llenos de sangre dejándolos a un costado de mi cama, antes de salir. Sé que eran monstruos por como sentí sus energías, vampiros menores. Decidí no preguntar y saciar mi hambre y sed. Cuando después de hacerlo, las puertas volvieron a abrirse dando pasó a una figura conocida, pese a su cambio de cara. Era el Doctor.
No importándome que estuviese en camisón, salte con todas mis fuerzas y lo abrase, regocijándome de volver a verlo, tras tanto tiempo atrapada adentro. El Doctor solo pareció reír por lo bajo como me daba palmaditas en la espalda, antes de separarnos. El Doctor lucia joven y jovial, con la misma cara que tenía cuando me recibió al traerme de vuelta a este mundo. Fue cuando nos sentamos en la cama y comenzamos a hablar, poniéndonos al día según nuestras líneas temporales.
El Doctor mencionó que se encontraba en su octava vida o 'encarnación' como me gustaba llamarle. Supuestamente, la última vez que me vio, fue la primera vez que yo le conocí que fue en Valaquia. Y tras un tiempo que se separó de sus compañeros y comenzó a viajar solo, tuvo un incidente en el futuro en la ciudad de San Francisco en Estados Unidos-ciudad que no recuerdo en mi tiempo visitando en aquel país, ni que existiese aún-. Lo que conllevó a su regeneración y su forma actual.
Es ahí cuando supe, que este Doctor debe ser anterior al siguiente. Al que llaman el 'Doctor Guerra'-cuyo último apodo nunca me gusto-. Por ende, es que este no sepa nada acerca de la 'Guerra del Tiempo' ni del conflicto con los Daleks, ni el desgarro de la Red del Tiempo debido a las fisuras, que esta enorme guerra multiversal estaba provocando. Una parte de mi sintió alivio, ya que no tenía que comentarle nada acerca del futuro que le depara, según el Señor del Tiempo me había pedido antes que hiciese. Otra parte de mí, sintió culpa, ya que no había forma de prevenirlo del enorme dolor que le sucedería a futuro. Quizás, por eso, es que el 'Doctor Guerra' nunca mencionó nada de este encuentro. Para cuidar y proteger las líneas temporales de evitar un desgarro causado por una paradoja o peor. No ahora que los de Gallifrey no tienen tiempo de curar o reparar estas cosas.
Me mordí los labios y aguante las ganas de llorar debido a esto. Pero sabía que era necesario, tenía que ser fuerte por ambos. Por mi amigo y mentor, a quién apreciaba y amaba tanto. Fue cuando el Doctor, me menciona que me encuentro en Japón. En tierras que antes fueron de Mikogami, que ahora se erige un castillo de corte y estilo de occidente, debido a que pertenece a una familia noble de vampiros que hace años emigraron a esta nación desde las naciones de Europa del este, pasando por distintos lugares como India y China, hasta llegar aquí, y establecerse hace una década.
Se llaman los Shuzen. Una familia poderosa de vampiros, como varios relacionados por sangre o no, que recorren toda la nación de Japón. Como se llama así de manera general en la actualidad. Cuando le pregunte si él se sentía nervioso por estar rodeado de tantos vampiros, él me dijo que tiene plena confianza en que el Señor Oscuro Tenmei los mantenga a raya, eso anudado a su sola presencia, provoca sentimientos indeseados en los 'seres de la noche' que le marcan un amplio margen, donde suelen ignorarlo o alejarse de él. Aunque el tambien está preparado para combatirlos si tiene que hacerlo, como carga escondido en su saco de estilo inglés victoriano, diversos artilugios contra vampiros, como agua 'purificadora'. Nunca estuvo tan rodeado de monstruos como los de su raza, desde su anterior vida.
Yo no pude más que reírme ante esto, sabiendo que muchas de esas cosas podrían herirme, pero que el Doctor nunca usaría contra mí. Cuando mencione eso, el Doctor me miró fijamente y me pregunto que recordaba dentro de mi tiempo dentro de Alucard. A lo que le respondí con honestidad que no mucho, más allá de recuerdos de toda mi vida acumulados. El hombre proveniente de las estrellas suspiro, como paso a relatarme que ese tiempo dentro del Shinso, como ahora decidían llamar a esa nueva división de la raza vampírica. Había causado que mi aura demoniaca y mi sangre se entremezclaran con los de Alucard, provocando que parte de mi ser cambiara y mantuviese una conexión con el Nosferatu que sería ahora para siempre. Incluso, comenzarían a referirse a mí como 'Nosferatu' también en el mundo sobrenatural, debido a ello.
Esto me sorprendió, ya que eso me convirtió en la misma clase de Shinso que es Alucard, un tipo de vampiro más poderoso que cualquiera nunca antes visto. Cuyas debilidades tan conocidas de los vampiros, no funcionarían ahora en mí. Parecía una enorme ventaja, pero la desventaja seria que debido a que el dispositivo de contención se disolvió dentro del enorme cuerpo del casi Gran Vampiro, solo yo puedo mantener a ese ser en su estado letárgico. Al menos, no hasta que yo lo despertara al hacer uso de mi sangre y Youki para cualquier cosa, incluso pelear en batallas. Por lo que, debía de mantenerme en un estado de 'gracia' y control absolutos, donde la violencia más desmedida no diera paso a usar todo mi potencial de mi sangre vampírica, y despertar mi aura demoniaca para nada.
El Doctor no tenía una solución a corto plazo, como tampoco ninguno de los Señores Oscuros restantes. Solo esperar y tratar de vivir una vida, lo más 'pacifica' posible sin despertar nada, mientras el cuerpo del enorme Alucard había sido aprisionado bajo los muros de este enorme castillo como peso de contención, mientras se pensaba en otra solución. Aun así, una parte de mí no pudo evitar sentir alivio. De que no tendría que volver a luchar, y menos contra mi antigua figura paterna. Si mantenerme sin luchar, ayuda a mantener dormido a Alucard por un gran tiempo. Entonces aceptaría ese sacrificio. A diferencia del resto de mi raza, yo solo lucho por crear un mundo más pacífico. No por adoración a la violencia ciega como muchos otros monstruos, incluso vampiros hacen.
Tras eso, y de ponerme al tanto de lo mucho que había cambiado el mundo, sobre todo en el mundo humano. Desde enormes estallidos de guerras mundiales hasta llegar a la luna, lo que esto último me sorprendió. La humanidad iba evolucionando rápido y nosotros íbamos quedándonos atrás. ¡Teníamos que apurarnos y seguirlos!
Por suerte, el Doctor había dicho que tanto Tenmei como Fuhai habían pensado en posibles soluciones. Sobre todo, ahora que ella se encuentra de vuelta. Podrían idear los tres un plan que Mikogami había ideado sobre una manera de educar a los monstruos, en especial, a los jóvenes. Un santuario, un lugar apartado del mundo humano donde se les pudiera enseñar el método de pensar humano para intentar civilizarlos. Una especie de escuela, universidad, orfanato; todo lo que hiciese falta para poder crear ese sueño. Seria lento y se tendría que ir con cuidado, paso a paso. Pero era un comienzo.
Yo me sume a la idea, feliz de que hubiese un plan válido de cómo empezar los cimientos de nuestro sueño compartido. Es cuando hubo un toque a la puerta, y esta se abrió para dar paso a una figura masculina. Era un vampiro, lo supe por su presencia. Tenía cabello oscuro que le llegaba hasta los hombros, una apariencia pulcra como de aristócrata europeo, vestido de casi igual forma que la del Doctor, con ojos negros y barba bien afeitada. Era muy guapo. Y yo no pude más que evitar sonrojarme por la vista, antes de apartar la mirada antes de avergonzarme aún más.
El hombre se presentó a sí mismo como Issa Shuzen. Jefe de la familia Shuzen, y un aliado del Señor Oscuro Tenmei Mikogami. El hablo de manera educada de que yo era bienvenida a mantenerme dentro de su hogar, todo el tiempo que necesitara hasta recuperarme e incluso más de eso, si deseaba. Obviamente no capte las señales de coqueteo la primera vez, debido a mi estado semi despierto, pero asentí aceptando su gesto, aunque el Doctor resoplo algo molesto por haberse dado cuenta.
Tras retirarse de nuevo, no pude evitar echar una mirada al llamado Issa, quién me atrapo devolviéndome la mirada y dándome un guiño de un ojo, antes de retirarse para mi sonrojo y vergüenza. Después de eso, el Doctor mencionó tambien que Tenmei tenía un poderoso aliado y viejo conocido, que había fungido de papel de 'maestro', enseñándole varias cosas sobre magia para crear dimensiones apartes de este mundo.
Por un momento, me asuste pensando que se refería a su próxima 'encarnación', que los enemigos de él, le llamaban 'Doctor Guerra'. Pero suspire después, cuando el menciono a un tal Nurari. Es un Nurarihyon, siendo conocido como el 'Comandante Supremo de Todos los Monstruos'. Creo que Mikogami lo mencionó una o dos veces, durante nuestros viajes compartidos, pero no lo recordé hasta ahora.
El Doctor se quedaría unos días más, haciéndome compañía, mientras me recuperaba a un ritmo más rápido, y aprendía más del nuevo mundo actual. También el cómo me iba relacionando cada vez más con la familia Shuzen y sus relaciones con el mundo sobrenatural, incluso bajo superficie, en el bajo mundo criminal. Algo que al Señor del Tiempo no le gustaba, pero no quería ir contra ellos, debido a alguna condición que tiene con los otros dos Señores Oscuros. Yo podía relacionarme con eso, pero entendía bien a mi raza, por lo que mayormente le dejaba pasar, siempre deseando hacerlos ver como integrantes del sueño que yo compartía con mis demás compañeros Señores Oscuros, y el máximo 'enemigo' de nuestra especie, el Señor del Tiempo.
Fui haciéndome más cercana al jefe de la casa, Issa Shuzen. Ya que debajo de esa apariencia exterior fría y noble, se escondía alguien apasionante, que le interesaba entender acerca del mundo que le rodeaba, y que encontró en mis historias sobre mis viajes y mis sueños, algo con lo que podía compartir con interés y fascinación. Nunca juzgándome por mí deseo de asociarme pacíficamente con los humanos, mientras otros de mi raza los veía como 'seres inferiores' o simple alimento.
Fue cuando un día, el Doctor simplemente se marchó sin despedirse esta vez. Y yo sabía que a él, le costaba despedirse debido a que no quería que una historia con alguien terminara. Y que, aunque sabía que su siguiente 'encarnación' se encontraría una vez más conmigo en el pasado. Yo deseaba volverlo a ver, de nuevo. Para cuando el día en que mi sueño se cumpliese. Pudiese caminar a su lado tambien, juntos en el mundo humano, riendo como dos viejos amigos, disfrutando de su tiempo libre juntos.
Eso deseaba, mientras caminaba de la mano con Issa, en los pasillos del castillo, donde debajo se retenía a Alucard, y que pronto se convertiría en mi nuevo hogar. Con una nueva familia cálida esperándome…
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Moka había terminado de momento la lectura del diario de su madre. Y decir que estaba sorprendida era decir mucho. Ella no tiene muchos recuerdos o nociones de haber escuchado acerca de estas historias en su infancia. Sin embargo, un sentimiento familiar no puede evitar embargarla. Un sentimiento que cree sentir cuando lee acerca de la parte que menciona a la cabina azul, aquella nave que surca por todo el tiempo y espacio, que pertenece al supuesto extraterrestre que fue amigo de su madre.
Tiene recuerdos dispersos sobre haber visto una cabina azul en el patio de su casa una vez, cuando era más joven y vivía aún con su familia. O cree, que fue recientemente hace unas semanas, cuando caminaba por el camino de tierra, de vuelta a sus dormitorios, tras largas jornadas de clases y antes de entrada la noche, haber visto la misma cabina azul a un costado del camino. ¿O acaso lo imaginó?
Ella solo niega con la cabeza. La cantidad de información que describe este diario, le provocaban dolores de cabeza, cosa poco común entre su raza. Cosas que podrían cambiar la vida en este mundo, sino en los otros. Curioso, es que ella nunca se preguntó sobre ese tipo de cosas. Más centrada en sus problemas y más tarde, en los de este mundo. Quizás si lo compartía con alguien como Tsukune… hablando de él.
El chico había caminado hasta la puerta de la habitación de Moka, probando el extraño artilugio que Moka había aprendido del diario de su madre, llamado 'Destornillador Sónico'. La puerta estaba cerrada con llave, por lo que usando la punta del dispositivo metálico, apunto hacia la puerta cerrada y presiono el botón del dispositivo. Una luz azul parpadeo como un sonido agudo y penetrante se dejó oír, ahogando el sonido propio del clic de la cerradura. La puerta se abrió y luego el dispositivo comenzó a lanzar chispas.
-¡Ay! – Tsukune exclama dejando caer el dispositivo como sopla en su mano para evitar resultar quemado
-Creo que no volveré a hacer eso.
Moka solo paso a mirar el dispositivo que sabía que no es tecnología humana ni Youkai. Recordando lo que su madre explayaba acerca de este misterioso individuo, eso debía de ser un extraño obsequio que debió obtener de este. O eso quería creer. Todo esto era demasiado, quizás debería comunicarle a Tsukune acerca de esto, prestarle el diario para que lo lea, así tendría alguien con quien compartir sus cargas. Comprender un lado de su madre Akasha, que pocos había tenido la dicha de conocer.
La vampiresa se sonroja cuando comprende que hacer eso, daría a entender como si ambos fuesen una pareja de esposos, que soportan cargas juntos. Es cuando Moka quería llamar la atención de Tsukune, que sucedió lo típico que sucede cuando ella y Tsukune se volvían más cercanos, de lo que ya eran.
La puerta que había sido desbloqueada se abrió se repente y un grupo de chicas irrumpió sin más, atiborrando la pequeña habitación, y desparramando las cajas con los objetos de mudanza que pertenecían a la madre de Moka, muy para la molestia de esta última.
Se trataba del grupo de chicas que al igual que ella, aman y siguen a Tsukune a todas partes. Kurumu, Mizore, Yukari y hasta Ruby, quiénes al denotar la tardanza de Tsukune de regresar con Moka-que habían estado espiando, para orgullo de Mizore-habían esperado y como ya había anochecido, se desesperaron pensando que otras cosas "podrían estar haciendo a solas".
-¡Tsukune! ¡¿Por qué tardabas tanto?! ¡¿Qué estaban haciendo?! –Kurumu Kurono exclama como abraza al chico vampiro, estampando su rostro en sus dos generosos par de senos
-Sí, ¿Qué es lo que estaban haciendo? –comenta una siempre fría Mizore Shirayuki, mientras su aliento y aura comenzaban a descender la temperatura de la habitación debido a sus estados de ánimos oscuros como ahora
Yukari Sendo y Ruby Tojo casi no comentaban, un poco entumecidas por el frio. Pero Moka, no soportando el clima y hastiada de esta situación que se ha ido repitiendo durante bastante tiempo y que ella ha dudado en poner fin, pese a los obvios sentimientos profundos entre ella y Tsukune. Es que decide hacerles conocer a este grupo de chicas su lugar.
Como la situación hilarante se daba en ese momento, lo que no sabían, es que una presencia vigilaba la habitación, desde afuera de los edificios de dormitorios para estudiantes. Una presencia oculta entre sombras, pero que no reparaba mal o peligro alguno, excepto para los más malvados. Como una sonrisa no puede evitar cruzar sus labios, como no puede aguantar hasta aparecer ante la presencia de la persona, por la cual ha viajado hasta aquí.
Fin del capítulo.
Notas de autor:
Bueno, aquí con ustedes con un nuevo crossover. Esta vez entre dos de mis obras favoritas. La popular y longeva serie británica de Doctor Who. Con uno de los animes/mangas favoritos míos, Rosario to Vampire.
Hace tiempo que deseaba escribir un cruce entre ambas, sobre todo en materia de cómo se podría imaginar una entre una serie de televisión 'real' con una de animación, en especial, de anime, mi genero de animación favorito. Y así nació esto. Espero que haya quedado excelente o mínimo aceptable. El intento lo hice además como un ejercicio mental de escritura. Sobre todo en cómo podrían encajar ambos universos o mundos en uno solo. Y no pude más que rememorar mucho del extenso lore y tradición de Doctor Who. Y de ahí recordé sobre que la existencia de monstruos como los vampiros y demás, se remontan a los 'Tiempos Oscuros'. Antes de que Gallifrey se deshiciera de todo eso, y se convirtiera en la luz del faro para un universo menos caótico.
Hay mucho del canon de Rosario que no ha sido explorado, y yo tuve la idea de explorar eso aquí. Como el más interesante de todos, es el pasado de Alucard, Akasha y los otros dos Señores Oscuros. Por lo que escribir de eso, explorándolo como una historia que se cuenta en un diario-y no hacerlo tan extenso, ya que eso conllevaría más capítulos y contenido-, que lee su hija Moka, como una especie de vínculo entre madre-hija. Junto a las historias que cuenta Akasha donde conoce a cada una de las versiones clásicas del Doctor. Y como sus encuentros, ayudan a reforzar su sueño de un mundo pacifico para ambas especies.
Imaginar todo eso y unirlo al lore canónico de Rosario to Vampire no fue tan difícil después de eso, pero requirió mucha imaginación. Espero que haya quedado bien. En sí, tenía pensado escribir solo un One Shot de esta historia, pero como vi que esta seguía extendiéndose a medida que fui añadiendo más material de escritura debido a mi imaginación hiperactiva, pensé que tenía que escribir un Two Shot, pero eso quedó tambien descartado. Por lo que, quedara como una historia corta de capítulos de índole individual. Quizás con una potencial 'secuela' a futuro, si es que las ideas e inspiración continúan, y si estas historias tienen la suficiente aceptación, sobre todo en materia de comentarios que es lo que motiva a muchos aquí. No en mi caso, pero siempre está bien saber lo que piensan los lectores.
Espero terminar pronto esta pequeña historia, y continuar para terminar las otras historias que 'abandone' hace tiempo como las de Gundam, To Aru Majutsu no índex, etc. Y escribir más historias de esos universos de anime que tanto amo.
Un saludo a todos los demás Whovian, de parte de otro fan del Whoniverse. Hace tiempo que no regreso a este universo a escribir. Espero hacerlo más seguido a futuro, así sean con pequeños One Shot.
Aunque solo sean de las temporadas clásicas, las primeras diez temporadas del Nuevo Who, y demás materiales del UE (Universo Expandido). No tomo a consideración como NADA canónico, después de la temporada diez, tras las despedidas de Capaldi y Moffat. Las razones, ya deberían ser conocidas. NO es canon nada desde la temporada 11 en adelante. Punto.
Y un saludo para los fanáticos de Rosario to Vampire. Que ojala sea una serie que no sea olvidada ni pasada desapercibida. Y que sigan escribiendo historias épicas acerca de esta obra.
Es todo. Espero regresar al ritmo de publicar para otros Fandom de los cuales soy fan. Así sean pequeñas historias cortas de momento.
Me despido, Saludos.
