Todos los personajes son obra de Kishimoto, y todo lo demás que se deba poner, solo escribo esto por diversion sin animos de lucro.
Tercer amor
Segunda parte "Mi misión"
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Para Hinata todos sus recuerdos llegaron de golpe, podía sentir muchas cosas; tristeza, decepción, enojo, inconformidad, debilidad, incompetencia, ingenuidad, y amor, pero por ese amor es que en cuanto se despertó, volteo a ver a todos lados, rápidamente se dio cuenta que estaba en el aire con Sai.
—Hinata, seguimos buscando a Sasuke, como te desmayaste pre- Pero fue cortado por una Hinata que se paro a su lado enseguida de recobrar sus sentidos.
—Entiendo Sai, Byakugan! -Hinata estaba determinada a encontrar a Itachi.
—El lado sur no tiene más que imitaciones según Naruto. —Sai entendió que Hinata necesitaba esa información.
—Gracias - pero Hinata no lo volteo a ver, siguió con su búsqueda, de pronto mientras seguía activada su linea, invoco a tres lechuzas del mismo tamaño que su dibujo.
—No están en el sur, busquemos en las otras tres direcciones, cuando estén en el limite de mi radio visual me vinculare con ustedes para activar el byakugan desde sus ojos. Vayan!
Las tres lechuzas salieron volando rápidamente.
—No sabia que podías usar el byakugan a través de tus invocaciones, aunque claro no es que se sepa mucho de ustedes.
—Es porque en el clan solo hay una persona capaz de hacerlo, y no soy yo.
—Entonces, ¿cómo?
—Lo lograre Sai, definitivamente lo hare.
Sai solo pudo observar a una Hinata concentrada que en ningún momento dejo de mirar al frente, rápidamente le mando un mensaje a Kakashi informándole que Hinata estaba consciente y estaba de regreso a la misión, al mandarlo escucho a Hinata otra vez, y cuando volteo estaba haciendo algunos sellos con sus manos.
—Byakugan! -pero nada, Sai podía darse cuenta que las invocaciones no estaban cerca, no las veía ni de lejos, pero sí veía a una Hinata que empezaba a frustrarse —Byakugan! -De seguir así posiblemente mas adelante ya no tendría mucho chakra. —Byakugan!
—Hinata-san, no creo que - Pero fue interrumpido.
—Lo haré Sai, definitivamente los encontrare, y-yo definitivamente lo haré. -Sai la vio dar un respiro y cerrar los ojos —Byakugan!
1…2…3
Sai vio cómo a Hinata las venas que resaltaban en sus ojos, ahora desaparecían, las que estaban a su alrededor más no las de sus iris.
—Lo tengo! Dile a Kakashi que nos siga, te dire el camino.
Sai rápidamente mando otro aviso para que los siguieran a ellos, había escuchado que de los 11 novatos Hinata no estaba en los que se consideraban fuertes o habilidosos, no destacaba más que por tener el apellido Hyūga, pero eso no era verdad, definitivamente ella era más que un apellido.
Así, Hinata siguió guiando, su lechuza le permitía ver en su totalidad a Sasuke, hasta que vio que justo en frente de su grupo apareció otra presencia, era muy fuerte, de ahí solo Sasuke siguió su camino, los otros que lo acompañaban se quedaron atrás, era obvio que Itachi no quería interrupciones, pero ellos estaban en el otro extremo, direcciones completamente diferentes que iban a un punto de encuentro,de pronto a traves de su lechuza sintio la presenscia de otro hombre de mascara demasiado cerca de ella, la estaban rodeando y alejase pro ya no seria posible, su ropa le decía que era un Akatsuki pero era obvio que era fuerte, muy fuerte, ahí tuvo que dejar que su invocación regresara, no haría que fuera lastimada, no cuando ya habían encontrado hacia donde se dirigía Sasuke.
—Sai, bájame, mas adelante nos encontraremos con alguien fuerte, le avisare a Kakashi.
Sai se acerco al suelo lo suficiente para que ella bajara con el resto del equipo.
Cuando Hinata se incorporo a ellos se acerco a Yamato y Kakashi que estaban liderando el camino que dabe Sai atraves de ella.
—Yamato-sensei, Kakashi-sensei, mas adelante nos encontraremos con enemigo, su objetivo es no dejarnos pasar y … -Hinata no estaba segura de que tanto podía decir, no sabia si contar lo de Itachi era lo mejor para evitar su muerte.
—Hinata, lo importante es llegar a Sasuke o Itachi, ¿sabes algo más?
Hinata dio un gran suspiro mientras los seguía guiando.
—Sasuke-kun se dirige a encontrarse con Itachi, en su camino mientras iba con sus acompañantes fue detenido por otra presencia bastante poderosa, esta presencia llevaba una espada que tenia canales de chakra, por la información que sabemos se trata de Kisame, compañero de Itachi, pero Sasuke-kun siguió avanzando, los demás se quedaron con el Akatsuki. Y justo el camino que estaremos tomando para llegar nos hará topar con enemigo. Es claro que no quieren que interrumpamos esa reunión.
—Hinata, ¿podemos evitar al enemigo?, rodearlo si es posible. -Yamato quería saber si había otras posibilidades sin pelear para avanzar.
Con ver a Hinata poner una cara de preocupación supieron su respuesta antes de escucharla.
—He tratado de rodearlo desde hace rato, alejarme de el sin perder el rumbo que tomaba Sasuke, si nos alejamos estaremos dándoles más tiempo, y este enemigo no tarda en toparse con nosotros.
—¿Cuánto falta para que nos encontremos con él?
—Segundos, ve aquel árbol que destaca, ahí se posicionara.
—Si tenemos que pelear lo haremos, ya hemos hablado sobre las estrategias en estos casos.
En cuanto lo dijo, todos asintieron, Naruto se adelantó para quedar enfrente de todos, y como había dicho Hinata, el hombre apareció frente a ellos.
-Domo! ¡Vaya, vaya!, ¡Hola, hola y hola! -Todos se habían posicionado enfrente de su enemigo. Sai había bajado de los cielos para estar con ellos — Nunca imagine que me encontraría con Konoha hasta este lugar. Y hay 1, 2 .. Es ocho contra uno. Eso no es justo. Jajaja
—No me hagas reír, no tenemos tiempo para esto! -Kiba tenia razón.
—No hagan nada precipitado, sólo observemos, la ventaja es nuestra -Pero las palabras de Kakashi no tranquilizaban y menos cuando rápidamente esquivo un ataque sorpresa por al espalda cortesía de Naruto.
Obviamente era fuerte, esquivo todos lo ataques de Naruto y estaba bromeando con ellos, Hinata no necesitaba ver sus expresiones para saberlo, su tono de voz burlona le decía todo. Pero era una misión y nadie iba dar un paso atrás.
—Todos, formación B -En cuanto escucharon a Yamato todos atacaron la orden.
Sakura lanzo lejos a Naruto, mientras el Akatsuki veía hacia la dirección donde fue aventado, el equipo se divido en dos, uno se quedo para atacar y seguir distrayendo al individuo el otro avanzaba, pero eso no fue posible, su enemigo tenia una extraña técnica que no los dejaba avanzar incluso aunque se dividieran.
—Es obvio que no nos dejara pasar, para avanzar tenemos que derrotarlo.
Pero Hinata estaba segura que no tenían todo el tiempo para eso, cada segundo que se quedaban ahí, era un segundo donde Sasuke se acercaba a encontrarse con Itachi, y ella… ella no quería perderlo, volvió a dirigir su Byakugan a la dirección de Sasuke.
—- …—- …—- …
Mientras Itachi esperaba a Sasuke, por su mente pasaron los recuerdos de su niñez.
El como siempre le decía que la próxima vez entrenarían, sin Sasuke saber que el poco tiempo que tenia siempre se lo daba a él, cuando Sasuke se lastimaba por querer imitar sus pasos, cada vez que eso pasaba el regresaba a la casa con su pequeño hermano a su espalda.
Recordó la voz de su padre pidiéndole toda la información de sus misiones, así como su asistencia a las reuniones del clan, reuniones del clan que estaba por levantarse en armas.
Recordaba las platicas con Sasuke y que él su hermana menor lo odiaba, Sasuke se sentía bajo la sombra de él, su padre se lo decía siempre, siendo un niño se dejaría consumir por sus palabras, aunque claro, siempre le decía que no.
Cuando le informaron de la muerte de Shisui, aunque él ya lo sabia, recordaba como querían una investigación completa, a pesar de que ellos sospechaban de el, y eso era de lo poco que no aguantaba que le dijeran.
Recordaba empezar a perderse en completa oscuridad, y junto a eso recordaba dos voces, dos voces que siempre lo sacaban de esa oscuridad que se iba acercando, dos voces tiernas Sasuke y Hinata, ellos siempre fueron su soporte.
Recordó la primera vez que vio a Hinata, a diferencia de lo que ella recuerda cómo su primera reunión a decir verdad es que él la vio antes. El día que fue secuestrada el estaba con el Hokage, cuando llego la noticia se le pidió que vigilara los alrededores por unos días, al ser un suceso que no querían se expandiera él al haber estado ahí cuando se informo del intenso de secuestro se le asigno la misión. Ademas el Hokage quería alejarlo de esos lugares, solo era una patrulla en las noches, los primeros días no vio ni rastro de las hijas de Hiashi, fue hasta el 4 día que escucho a una niña llorar; cabello corto azulado y sin el sello, ella era la heredera, quien decían no era digna, era una niña no tenia edad de entrar a la academia y aun así la clasificaban como que no era digna… Pero así era el mundo ninja, desde temprana edad empezaban.
La niña estaba cerca de una fuente dentro de la mansión, estaba hecha un ovillo, y a pesar de no querer hacer ruido con su llanto, se escuchaba su respiración entrecortada, él no tenia que hacer algo al respecto, no estaba para consolarla, solo estaba para vigilar que nadie se acercara a ella. La estuvo observando por unos segundos, sin algún cambio, hasta que escucho a alguien más acercarse.
—Hinata!, Querida!, No estes aquí sola.
Una mujer anciana se acercaba a ella, no estaba sola, su cuidadora estaba muy de cerca, por su parte la niña empezó a secarse las lagrimas.
—Niña!, ya te dije que puedo caminar completamente bien, solo vine por mi nieta, vete a otra cosa -Cuando la joven que la acompañaba estaba por decir algo la voz impotente de la mujer salió —Ni me repliques, todavía puedo cerrarte todos tus puntos de chakra y dejarte aquí toda la noche.
Derrotada, así quedo la joven, únicamente le dijo que estaría en la entrada y se retiro. Hinata ya estaba levantada y se acerba a la mujer.
—A-abu-abuela Haruki, y-yo solo que-quería llorar sin que me escucharan.
—Hinata, es difícil ahora, pero más adelante entenderás muchas cosas, no te voy regañar por llorar, haces bien en no ejar que te vean, pero así como lloras en estos momentos debes entenderas el significado de la muerte, así que ve a despedirte por completo de tu tío, ya no puedes quedarte en este estado.
—N-No!, yo…-Hinata dio un respiro —Creo que Neji-nisan me odia, y-yo me odiaría. -La mujer anciana puse su mano en la cabeza de su nieta.
—Vamos Hinata, hablemos adentro -Y le puso la mano en la espalda dandole un pequeño empujón hacia la dirección que quería seguir. —A veces los cuervos se acercan de noche, se dice que vigilan, pero solo están escuchando lo que dices, acercándose para encontrar un poco de nuestra luz.
No necesito escuchar más para saber que tenia que alejarse, no había visto que activara el Byakugan, pero todo ninja sabia que la madre de Hiashi era de las ninjas más respetadas. Pero en cambio su nieta mostraba ser todo lo contrario a ella.
¿Quién imaginaria que una Hyūga fuera tan débil?
Después de eso no la volvió a ver, y el Hokage creía que ya era mucho de tenerlo sin hacer algo relacionado con su clan. Pasaron más de 3 años hasta que volvió a tener contacto con la Hyūga. Estaban en la reunión de clanes después de ser saludados por algunos otros ninjas, su madre les dijo (aunque fue más una orden) que quería ir a saludar a los Hyūgas, su padre dijo que no, pero después de ver el rostro de su esposa acepto, diciendo que de igual forma servia que podía presumir de sus dignos herederos, ambos varones. Al acercase noto a la niña, seguía siendo pequeña, su presencia era pequeña, y aun así su madre les dijo que fueran con ella con los otros niños ahí reunidos. A pesar de estar seguro que ella sabia quienes eran ellos, ella lo miraba de una forma extraña, no recordaba esa mirada antes, y eso era nuevo, ninguna persona que conocía lo miraba como esa pequeña enfrente de él, incluso Sasuke lo miraba con mucha admiración, anhelo de algo que él no era, pero ahí estaba una niña de la misma edad que su hermana mirándolo como algo que él no conocía, como nadie dentro de la aldea lo miraba, y por alguna extraña razón se sintió tranquilo, se sintió en paz.
El camino hacia los otros niños de la edad de su hermano fue silencio para la señorita que estaba a su lado, su hermano siempre buscaba su atención y el con gusto se la daba, hasta que llegaron a su sección, los otros niños se asustaron, algunos lo vieron con temor, otros con admiración e inclusos lo miraban como si fuera alguien que los menospreciara, pero su hermano empezó a hablar con ellos, reconocía al hijo de los Nara, el Inuzuka y demás, cuando noto que Sasuke le dejo de prestar atención vio que la pequeña Hyūga estaba por acercarse a las niñas, se alejo para vigilarlos de lejos, aunque en ese lugar la vigilancia estaba de más.
Perdido en sus pensamiento al final regreso su mirado a los dos niños que acompaño, Sasuke estaba hablando con los niños de su edad, cuando volteo a la bola de niñas no vio a la Hyūga, buscando una pequeña figura de cabellos azulados, no tardo en encontrarla, sentada sin hacer algún movimiento, estaba sola y mirando el jardín, por un momento pensó en una muñeca, sin vida, sus ojos no reflejaban algo, hasta que de pronto las luces del jardín brillaron y para Itachi fue incomprensible como unos ojos tan pálidos y blancos podían lograr un brillo como ese, era obvio que ella quería salir a ver el jardín, esa niña sabia comportarse como un clan como el Hyūga pedía, pero todavía era muy joven para ocultar en sus ojos la emoción de querer algo y más cuando llegaban sin avisar. Por un impulso se acerco a ella, su madre le había pedido que la llevara con ellos, no era la mejor compañía e incluso imaginaba que estar sola era mejor que estar con él, pero su emoción lo contagio y ahora el creía que no era mala idea ir al jardín.
Se acerco a ella, tranquilamente, no había prisa, y no es que quisiera tomarlas.
—Hinata-san, le gustaría ir al jardín, veo que Sasuke esta hablando detenidamente y no creo que él quiera acompañarme.-Sus ojos como la luna lo volvieron a mirar directamente, mostraban sorpresa, pero enseguida se mostraron agradecidos, eran unos ojos bastante bonitos, ya había recibido bastantes miradas de agradecimiento, ya sea por misiones o una simple ayuda, pero no recordaba haber visto unos ojos tan brillantes.
Ella acepto con una pequeña inclinación, y lo siguió, afuera se sentía una brisa refrescante, no había ruido, era un lugar tranquilo, por un momento imagino que ella le hablaría como todas las personas que estaban interesadas de alguna forma en él querían hacerlo, pero recordó que ella era una Hyūga y que además ella no mostraba tener interés en él. Lego la hora de que se fuera, un Hyūga llego por ella y con una bonita reverencia se fue.
¿Quién diría que la niña por la que casi se ocasiona una guerra contra otra aldea fuera una persona tan tímida?
La tercera vez que la vio fue en la aldea, poco después de la reunió de clanes, estaba con Sasuke caminando, su mirada capto unos cabellos negros con tonos azules, no se encontraba un color con reflejos como ese tan fácilmente, para él no le llamo la atención que estuviera con dos guardaespaldas Hyūgas, tampoco que algunos civiles los miraran con miedo, lo que llamo la atención de Itachi fue la mirada que le dio la pequeña Hyūga al vendedor del puesto, lo vio de la misma forma en que ella lo miro el día de la reunión, era exactamente la misma mirada, para Itachi fue la revelación que ella lo había visto como una persona normal, alguien normal, recibió la mirada que siempre creyó imposible de recibir en su aldea, incluso fuera de ella era alguien bastante conocido, y ahí estaba una pequeña niña que lo había visto…normal.
—Nisan!, ¿Que estás mirando?!, ya vámonos! -De no haber sido por la insistencia de su hermano, estaba seguro que se hubiera quedo viendo esa mirada otro rato más. Pero había confirmado algo, que te miraran como alguien normal era algo muy grato.
¿Quién diría que alguien tan pequeña le mostró algo tan grande?
La cuarta vez que la vio, la vio llorando, el estaba tranquilo en el árbol de wisterias, árbol que lo ayudaba a alejarse de todos, nadie podía encontrar dicho árbol… o eso sabía hasta ese momento nunca se había encontrado con alguien más en el, pero ahí estaba ella, llorando con pequeños hipidos entrecortados, estuvo tentado a irse, pero no había lugar donde esconderse más que donde estaba, pero si a ella se le ocurría voltear hacia arriba lo vería, y no era fan de verse descubierto, ni que pensara que la estaba espiando. Además dejarla sola fuera del alcance de la seguridad de Konoha, siendo ella portadora de un Doujustu no le sonaba también y cuidarla de lejos tampoco. Decidido, cuando Hinata acabo de llorar le hablo, le pidió que lo acompañara, analizando su tierno corazón supo que no se negaría, y así fue ella lo estaba acompañando sin querer hacer alguna platica, ni mirarlo demasiado es como si se hubiera convertido en menos que un adorno, y esta vez fue él el que volteo a verla, logrando voltear a donde ella miraba, y se tranquilizó.
Aun así no podía ignorar que su ahora acompañante había llegado con golpes, y el traía un ungüento, se lo ofreció para que ella pudiera usarlo aunque casi sonríe de más cuando ella brinco por su voz.
—Uchiha-sama…gra-gracias. -Le regreso su ungüento—Gracias por hoy.
—De nada Hinata-san, soy yo quien debe agradecer, es usted quien me acompaña esta noche.
—Gracias por el ungüento, por pedirme que me quedara y así estar segura, ta-también gracias por no preguntar.
Itachi sabia que los Hyūga eran buenos leyendo a las personas, pero no que a tan temprana edad fueran expertos, no es que el fuera alguien que revelara sus intenciones tan fácilmente, y antes de que reaccionara la volvió a escuchar.
—Uchicha-sama, n-no me gustaría ocupar más de su tiempo y tampoco causar problemas, a-así que mejor me retiro… ¿m-me acompañara hasta estar cerca de mi clan?
-Vamos Hinata-san, tampoco es bueno que una señorita este fuera a estas horas.
Una camita sin palabras, solo dos personas regresando a sus casas, una despedida simple, ese fue su cuarto encuentro con Hinata.
¿Cómo alguien tan pequeña le transmitía gran tranquilidad?
Después de la platica con su madre pensó en la pequeña niña que le agradeció por un ungüento que cargaba, tan pequeña y con ojos rojos por llorar, si tan solo entre clanes fueran más accesibles su madre podría estar con la hija de su mejor amiga apoyándola, pero no era de clanes, era que los nacieron en los dos clanes más poderosos de Konoha, y eso marcaba mucho el hecho de no poder relacionarse entre ellos.
A pesar de ser un día libre estuvo ocupado con su padre, después estuvo con Sasuke y ¿Por qué no? Llevo a Sasuke al árbol de wisterias, pero como había pasado antes no sirvió de nada, su pequeño hermano no podía verlo, ni el mismo en esos momentos, era un lugar que no había querido investigar, no sentía peligro estando en el y sinceramente no había razón para dejar de ir si para el era bueno. Al finalizar el día quiso ir de nuevo, y por segunda vez la princesa Hyūga estaba ahí, esta vez no se encontraba llorando, solo estaba observando, y llegando a la misma conclusión en dejarla sola lejos de su casa no era bueno, se quedo con ella, lo mismo que ayer, ambos regresaron su respectivo hogar.
¿Quién diría que la presencia de la pequeña no lo molestaba?
Quedaba un día para el cumpleaños de la princesa Hyūga y el no podía sacarse de su cabeza la platica con su madre, era muy consciente que su cumpleaños era el día siguiente y aun más al compartir su escondite, suspirando fue a la biblioteca, empezó con lo que estaba disponible para todos los ninjas, obvio no encontró mucho, más que un cuento donde mencionaban un árbol donde dos amantes se encontraban, pero no había nada más y eso le sonaba absurdo, lo úico que tenia en común era un árbol, nada especial, después siguió adentrándose y al fin al buscar casi toda la tarde encontré unos viejos pergaminos, estos relataban la propuesta del primer hokage y la doncella que se convirtió en su esposa, el construyó un árbol y ella le puso un sello, sólo alguien con un alma compatible con la de ella podría encontrar ese árbol, fue la prueba que le puso, y ese árbol solo aparecería para esas almas destinadas a encontrarse y… a amarse.
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Absurdo! Por unos segundo Itachi se quedo plasmado mirando las ultimas letras de aquel pergamino, seguro era una coincidencia, pero todo cuadraba, solo Hinata y él podían estar en ese árbol… o eso suponía. Decidido regreso el pergamino donde lo encontró, salió de la sección para anbus (Que no entendía porque ese pergamino estuviera tan resguardado) fuera de la biblioteca empezó a caminar por el mercado, y otra vez ahí estaba, las palabras de su Madre sobre la hija de su mejor amiga, y ahora la niña que según un pergamino estaba unida a él, sin darse cuenta empezó a caminar buscando algo sin saber qué, hasta que sin poder hacer más acepto que buscaría un regalo, lo haría por su madre. Al final en su mano se encontraba un dije con una confinación bastante única de colores. Genial, ahora Itachi era más consiente de ellos, todo por leer ese pergamino. Sus pasos lo llevaron a aquel árbol de wisterias, como bien había supuesto la pequeña no estaría ahí, y fue correcto, no estaba. Se sintió un pco extraño.
¿Cómo en tan solo dos días una persona había cambiado la percepción de un lugar?
Al día siguiente había recibido un aviso del hokage para que fuera a verlo, le informo de una misión fuera de la aldea, no sonaba peligrosa pero si tomaría su tiempo, si no le daba el regalo esa noche no se lo daría después, y así fue camino al árbol ahí la encontró, contra sus propios pensamientos de racionalidad decidió darle el regalo, uso a su madre como principal excusa, fue una platica, esta vez de ambos lados, ambos hablaron y ella no paraba de mirarlo, Itachi le llevaba 6 años, ella era una niña, y no pensaba en ella como una mujer, solo la veía como una persona que lo veía de la misma forma, alguien normal, aunque ahora creía que esa era la palabra que más le gustaba.
En su camino a la mansión Hyūga decidió decirle a la princesa Hyūga que estaría de misión, era mejor que ella no sé alejara mucho de los de su clan, Konoha a pesar de ser la aldea que amaba no era una aldea segura. Cuando estaba por irse la escucho llamarlo con fuerza, deseándole que se cuidare y diciendo que esperaría su regreso.
No era la primera vez que escuchaba esas palabras, su madre y su hermano se las decían siempre que iba de misión, pero con ella, con ella fue diferente, se sintió sumamente conmovido, no pudo evitar sonreír.
¿Cómo podía sentirse así de conmovido?
Pasaron dos meses para regresar a Konoha, fue a dejar su reporte como siempre y recibió la notica de Shusui, al final el mientras regresaba ya lo sabia, el mismo Shusui le había avisado, durante su camino se tranquilizó y tratto de asimilar todo lo que eso implicaba, pero no solo había perdido a su compañero de misión, había perdió esperanza, haba perdido motivación … había perdido su mejor amigo, un mundo donde no estuviera Shusui era un mundo mucho más oscuro para él, pensó en las pocas veces que se habían visto, después de la reunión de clanes se vieron contadas veces, ni siquiera el sabia sobre el lugar que había encontrado, durante todo su trayecto se lamento de no poder hacer algo más por él. Al final que el clan se levantara en armas sonaba más cerca de lo que se tenia previsto. Sin mucho, después de tener una discusión con otros miembros del clan, e incluso con su padre donde al final todo acabo en el disculpándose arrodillándose en frente de su padre por que Sasuke los había visto y le había gritado asustado.
Se estaba sintiendo cansado, cada momento se preguntaba los benéficos de un mundo ninja, pero cada vez que recordaba eso pensaba en su hermano, la sonrisa que le daba cada vez que lo veía, aun así sabia que no quiera regresar a casa tan pronto, al final encontró el árbol, otra vez ahí tan imponente, tan hermoso, sitio su presencia, siempre pequeña, pero siempre tranquilizadora, ella no era del clan, ella a pesar de ser ninja no parecía tener mal ni desear mal, tampoco deseaba tener poder, no era ambiciosa, ella era tranquila, trataba a todos con respeto, y quería al bien de las personas que conocía, no necesitaba conocerla de siempre para saberlo, sin más se dejo guiar por sus pasos, llegando hasta donde ella se encontraba.
Así se dio su séptimo encuentro, y de el saco cinco cosas;
* Hinata no era débil, no seria una decepción de heredera.
* Hinata no pudo ver el árbol de wisterias en esos dos meses que estuvo fuera.
* Escuchar un "Bienvenido" con una sonrisa de parte de Hinata había sido lo mejor de su regreso. * El té de Hinata sabia muy bien.
*Ahora ambos se sentían más cerca entre ellos.
Después de ese día ambos se encontraban en el árbol sin quedar antes, simplemente sucedía y ambos estaban a gusto con el otro. Incluso una vez Itachi llevo unos rollo de canela, en su casa nadie más que él los comía, así que quiso compartirlos con Hinata, y ella los disfruto mucho, ambos se sentían bastante cómodos. Pero eso no duraría siempre, Itachi se tenia que preparar para las ordenes del Hokage y seguir encontrándose con ella seria ponerla en peligro, con mucho pesar ese día estaba decidido a despedirse de Hinata.
El había llegado antes del atardecer, estaba esperando por ella, seria la ultima vez que la vería y después del trato que le dio lo menos que merecía era una despedida, pero grande fue su sorpresa al ver a la princesa Hyūga tan consternada, pero cuando al final escucho la razón de su estado no encontró más que ganas de consolarla.
Era obvio que la herida de perder a su abuela le abriría heridas que ella estaría sanando, y pensó en el daño que le harían todas las muertes a Sasuke, el se quedaría solo, pero llevarlo con el no era opción, confiaría en el tercer hokage y lo dejaría bajo su vigilancia, así estaría seguro. Al final ella ya estaba más tranquila, nunca tuvo a alguien llorado en sus piernas pero si ella se sentía mejor fue una buena decisión apoyarla, mientras más pensaba en eso más se preocupaba por la misión y por la pronta despedida.
—Uchiha-sama, ¿Hay algo que le moleste? -Claro, los Hyūga eran buenos viendo el verdadero rostro de las personas, y Hinata había mostrado talento en eso. Negó con la cabeza —Ya veo, es mejor que me vaya.
—La acompaño. -El estaba por pararse para acompañarla como siempre habia sido desde que se encontarron ene aquel árbo, cuando la escucho hablar
—Esta vez regresare sola, yo quiero recordarlo así Uchiha-sama, y cuando nos volvamos a encontrar seré más madura para que usted pueda contarme en lo que piensa.
No escucho más, solo la vio dar una linda reverencia e irse, en ese momento supo que el árbol tenia cierta razón, si había un alma que pudiera entenderlo esa alma era aquella que brillaba como la luna, ella se había despedido, y él había deseado no haber nacido ninja.
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Entre reuniones con el clan, entre reuniones con el hokage y con los engreídos creyentes dueños de la aldea llamados consejeros, entre sus preparativos para la matanza, y claro entre su encuentro con el ninja que se decía llamar Madara pasaron los dos meses para la fecha de su misión. Itachi dejaría su humanidad de lado, mataría a su clan, alejaría cada lazo que lo unía con Konoha, dejando solo a su hermano.
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Recordó ese día, donde mato a sus tíos, recordó como lo miraban, con miedo y con tristeza, incluso el olor a rollos de canela seguía en el aire, y la sangre no tardo en pronunciarse, mato a compañeros de misiones, misiones que fueron dadas para proteger la aldea, mato a conocidos de la niñez, si bien nunca tuvo más amigos que Shusui recordaba cada rostro del clan, es cierto que creció durante la guerra pero también creció para ser el futuro heredero del clan Uchiha, cada persona que atravesó la veía como una persona que se supone el debía de proteger, mato a mujeres con sus hijos, hijos que crecerían, irían a la academia, se dedicarían muy probablemente a la policía de Konoha, serian padres, madres y tendrían hijos, ¿Quien era él para quitarles eso?, y aun así estaba ahí vendo como sus vidas se apagaban, mato a abuelos y abuelas que estaban esperando una muerte tranquila, pesando que sus familias estarían bien, pero ahora llegaba él y les plantaba el miedo de lo que le pasaría a sus hijos y a sus nietos, mato a su padre quien le enseño a pelar, quien le enseño ls técnicas con las que empezó el mundo ninja, mato a su padre quien orgulloso decía que su hijo seria el mejor heredero que el clan había visto cuando era un niño, mato a su madre, quien cada día lo saludaba con una hermosa sonrisa, mato a la persona que lo cuidaba si de niño se enfermaba e incluso sin estar enfermo lo cuidaba, sus regaños cuando Shusui hacia algo, su sonrisa cuando le dijo que tendría un hermano, mato a su madre y cuando Sasuke lo vio como estaba planeado, lo dejo inconsciente, metió en el odio suficiente para que lo matara.
Madara se fue después de haberlo ayudado, seguro se encontrarían cuando el entrara a Akatsuki. Regreso rápidamente a su casa, busco la nota de su madre y sin leerla se fue, de camino a su huida vio el árbol.
Recordaba haber ido al árbol para intentar tranquilizar su alma, había matado una parte de Sasuke, sus acciones le costaron lo que ahora consideraba un mal calculo, su ignorancia de los sentimientos de las personas hizo que llevara a Sasuke al camino de la oscuridad, recordaba todo el dolor que sintió pero también recordó que ese día lo único que le queda de luz era aquella pequeña niña que estaba en ese árbol.
Ella lo miro preocupada, sabia que estaba lleno de sangre, y aun así se quería acercar a él, sin importar que podría causarle daño.
—U-uchiha-san!
No pudo no querer acercarse a ella, preguntarle la razón de su acción y el porque lo llamaba tan desesperada, ella estaba preocupada por él. Y él la cuestiono, como no veía al monstruo en el que se había convertido. ¿Porque ella se preocupaba?
—Yo no veo a un monstruo, veo a Uchiha-san, y lo veo llorando.
Recordó que se dejo guiar por ella, por aquella alma que olía a lavanda, por aquel lugar que ahora era el único que podía llamar hogar, ella se había convertido en lo único a lo que Itachi no había hecho daño, se dejo curar y se dejo influir por esa presencia por unos segundos y sintió unos dulces toques en su cabello, después en su cabeza, quería romperse, quería decirle a alguien lo que había hecho, quería acabar su misión en ese momento, pero hacerlo significaba poner en peligro a Sasuke.
—Curioso -ahora era ella quien lo curaba a él, muy diferente de su primer encuentro en ese árbol.
—Y-yo lo hice, lo hice después de recordar lo que había hecho por mí.
—Ya veo, por eso huele a lavanda. -Ella olía a lavanda, después de eso cada vez que veía la flor oque olía ese peculiar aroma la recordaría.
—Uchiha-san, ¿Esta herido en otro lugar?
Recordaba haberse dado cuenta que ella lo curaría siempre, sin importar cuántas veces se hiriera, ella lo curaría con su presencia tan distinta a la batalla que el tenia cada día.
Por Sasuke no se permitiría retroceder, ya había matado a muchas personas, lo mejor que podía hacer era borrarle la memoria, así ella nunca tendría que ver con el responsable de la masacre Uchiha, así… ella no lo recordaría como un asesino.
—Hinata-san, es mejor que no recuerde esto.
Recordaba haberla visto en el suelo, y vio aquel ungüento que usó en el, su único deseo egoísta seria llevarse un recuerdo, lo único que se permitió llevar con el fue la nota de su madre y aquella pomada con olor a lavanda, creía que si estaría en el infierno, necesitaría algo para mantenerse cuerdo, así siendo él la única persona que recordaría esos momentos en ese árbol… Pero fue ingenuo, después de 7 años la volvió a ver, había crecido, se convirtió en una señorita hermosa. Cuando la reconoció mientras llegaba al mar de wisterias no pudo evitar recordar su sonrisa inocente cuando recibió el dije que le regalo, él no había propuesto ese lugar, se sorprendió cuando Hiashi lo propuso, incluso cuando regreso a Konoha a ver que su hermano siguiera bien y sin daño temió encontrase con ella y que lo mirara con miedo, por un momento sintió terror de ella lo reconociera y lo llamara como lo que era, un monstruo, pero ella en aquel lugar en ese momento lo seguía mirando de la misma forma que cuando se despidieron, no lo estaba juzgando.
Recordaba cada detalle de lo que sucedió en esas dos semanas, recordó cada palabra que el dijo, recordó como la hirió tratando de alejarla, recordó como ella lo miraba igual a pesar de eso, recordaba como lo abrazo cuando la metió en el genjutsu, y a pesar del miedo que a ella podría provocarle, ella entendió el dolor por el que cada día pasaba al recordar los asesinatos que causo, y prefierio abrazar su alma herida, recordaba su olor a lavanda y aun así, después de que ella creyera en el, de que ella no lo llamara monstruo, a pesar de todo él seguía lastimándola.
Recordaba el día que ella descubrió la pomada que hace 7 años le había robado, y recordó su expresión al regañarlo, cada detalle de ella era hermoso, ya no era una niña, cualquier hombre se sentiría alagado de ver cada una de sus expresiones, recordó sentirse miserable de no poder tener una vida con ella, de no poder verla más tiempo, de no poder verla cumplir todos y cada uno de sus sueños, de no poder amarla, de no poder recibir su amor como él quisiera, de no poder verla.
A su mente llegaron sus últimos momentos, sabia que Hinata lo queria, así como él a ella, pero sabia que no era opción meterla en la misión que se había impuesto, si Hinata siendo la princesa Hyūga llamaba la atención de Tobi las cosas para ella no serian fáciles, si ellos se daban cuenta que sus ojos eran totalmente puros, más aun que los del patriarca de su clan iban a querer usarlos, y él no quería ponerla en peligro, lo mejor es que ella olvidara su existencia, como hace 7 años se tenia planeado, esta vez no tendría el árbol que anulara su genjutsu, no lamentaba lo que paso en ese tiempo, lamentaba no poder continuarlo, así se despidió de ella, deseando que encontrara su felicidad por los dos.
Pero otra vez aparecía ella en su vida, solo iba a dejar una pequeña parte de su poder a Naruto, en quien confiaba para alejar a su hermano del camino de la oscuridad, pero cuando estaba por irse cayó sobre él sorprendiéndolo con esos ojos luna, cayo desmayada, no podía llevársela, y por un segundo se sintió recio a dejarla en manos de Naruto, pero la dejo esperando que no hayan regresando sus memorias.
Se había dicho que encerraría sus sentimientos por ella, pero ahora que escuchaba a su hermano más cerca le llegaban los recuerdos de ella sonriendo, cerro sus ojos; ahora veía los de ella al despertar, cuando con su hermosa voz le hablaba, sus lindos sonrojos, verla cuando cocinaba, su piel de porcelana, aquel brillo en su cabello, aquel aroma que siempre la identificaba, y se lamento, lamento no haberle dicho que la amaba.
Dejó esa sonrisa de sus recuerdos de lado para abrir sus ojos.
—¿Qué ves con ese Sharingan tuyo?
—¿Qué veo?, Con estos ojos hay una cosa que puedo ver claramente… Itachi, veo tu muerte
Eso era lo que le pidió, que lo matara cuando consiguiera esos ojos.
—¿Mi muerte?, Entonces… Intenta hacerla realidad.
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Hinata se estaba desesperando, la persona frente a ellos no los estaba dejando avanzar, todos habían intentado atacar, incluso Kakashi y Yamato estaban atacando según las formaciones que habían dicho anteriormente, pero no estaba funcionando.
—Hinata, tranquila, necesitamos pasar para poder seguir avanzando, pero él no parece querer hacernos daño. -Kiba al igual que Shino pudieron notar que Hinata se estaba desesperando por el individuo, entendían al equipo 7 y su afán de pasar, pero que su compañera se pusiera así era muy distinto.
—Que nos lastime ciertamente es una preocupación, pero no poder llegar a tiempo es lo que me esta poniendo así.
Cuando Kiba le iba a preguntar más Sakura los regreso al campo de batalla.
—Kiba, Hinata, enfóquense!
No podían seguir así, Hinata al sentir que ya llevaban tiempo, y cada segundo que pasaba se sentía más lejos de Itachi, no quería su muerte. Pero Sakura tenia razón, si quería avanzar tenia que enfocarse, volvió a activar su Byakugan, esta vez vería que es lo que escondía su técnica que lo hacia tan rápido y la razón que estuviera en todos lados. Se acerco a Yamato que estaba mas cerca de ella.
—Yamato- sensei, ¿Podrían darme un minuto para observarlo?
Yamato no necesito verla, su voz le decía que estaba decidida a algo.
Justo cuando Naruto, Sakura y Kiba lo estaban volviendo a atacar, aprovecho
—Hinata, daré la orden quedas excluida de hacerla, te daremos el mayor tiempo que podamos sin que se dé cuenta.
Hinata asintió, se concentraría en encontrar una alternativa.
—Todos! Formación H, Naruto sigue atacando!
Kakashi se sorprendió un poco, se supone que la usaban solo cuando querían dejar a alguien afuera para que escapara, fue hecha para Naruto, pero dio la orden que el siguiera atacando, vio que Hinata no avanzó y lo supo de inmediato, todos se pusieron a atacar, lo suficiente para que el Akatsuki no mirara a Hinata, cuando creyó que era suficiente volvieron a sus posiciones, esta vez más cerca de Hinata.
—Ara Ara, no estaban atacando todos?
—Hinata, ¿Lograste ver algo? -Pero en su mirada veía miedo, y confusión, antes de que volviera a preguntar fue ella la que se adelanto.
—No evita los golpes que le damos, él, es como si el transportara partes de su cuerpo a otros lados, y después regresaran, no, no sé como llamarlo más que teletransportación.
Todos entendieron porque era tan rápido, pero sabiendo eso no podían escarpar, tampoco sabían el alcance de su poder, pero parecía ser bastante alto, Kakashi no estaba tan seguro de poder seguir avanzando sin riesgos graves. Ya habían probado separarse y que unos atacaran mientras otros avanzaran , pero no fue posible, los tenia encerrados.
—Shino, sabes que hacer.
Shino se dispuso a atacar totalmente a Tobi, ahora eran Kakashi, Hinata, Naruto y Sai quienes avanzaron, Kiba se disponía a atacarlo cuando Shino grito.
—Mis insectos ya no lo tienen!
—Aparecerá enfrente de nosotros, dividámonos y avancemos.
Hinata seguía su camino curando vio de reojo que otra vez apareció enfrente de Kakashi para frenarlo, seguiría Naruto, se adelanto más que ella, no había desactivado su línea, y se concentro en sentir la naturaleza que la rodeaba, lo atacaría, definitivamente lo atacaría, cmo penso aparecía enfrente de ella. Hinata no lo pensó más y ataco, tenia lista su mano para soltar un golpe incluso antes que el apareciera.
—Ohhh! -Tobi era demasiado fuerte, lo esquivo antes que ella llegara a él y la ataco para hacerla retroceder —Eso fue sucio!, pensé que solamente estabas huyendo pero estabas lista para golpearme! Que tramposa eres! Jaja, tus ojos dan miedo
Otra vez todos estaban en la misma posición, y Hinata sintió un dolor en su corazón, realizó sus sellos par incrementar su vista, y a 10 kilómetros vio una explosión, ahí era!, ahí estaba Itachi… y esa explosión le decía que debía apurarse, necesitaba pensar, quería correr por el, y recordó una de sus clases.
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—Vamos a trabajar en tu invocación. -Itachi con fría voz.
—He visto varios invocaciones, pero desconozco en batalla a las lechuzas. Nunca he visto una. -Hinata se sintió un poco triste, las invocaciones solían ser de tierra, en aire solían ser blanco fácil, la única que había visto era la de su padre. Un águila grande, pero ellas eran las más rápidas, así que no se sentía con confianza en la batalla con sus lechuzas.
—Yo tengo a los cuervos, son de aire y trabajan en manada. Tienes una buena invocación son extremadamente silenciosas y rápidas, nunca había visto una, pero la que invocaste no hizo ruido alguno, y era muy difícil de sentir.
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Lo tenia!, sabia que hacer a continuación, pero si le decía a Kakashi de su plan no sé lo permitiría, se arriesgaría mucho si iba sola, y más si había más personas tratando de evitar que se acercaran, ir con alguien más no era opción, fácilmente podrían notarlos, el que mejor escondía su presencia era Kakashi y Yamato, pero con las lechuzas territoriales no lo permitiría. Se decidió, lo haría sola así le costara la vida.
Se acerco a Kakashi, nadie sabia de que ella invocaba a las lechuzas más que Sai, pensó en lo buena mentirosa que se haría después de esto.
—Kakashi, tengo una idea -Kakashi asintió para que continuara —El enemigo no esperaba que lo atacara, y soy la mejor ocultando la presencia, volvamos a hacer la formación B, esta vez conmigo incluida al lanzarme con Naruto puede ser poco lo que avancemos, pero estoy segura que lograremos avanzar algo y si me coordino con Naruto podríamos darle mas tiempo a que reaccione.
Kakashi entendió el fin de su idea aunque ella no lo mencionara. Ella al caer con Naruto ocultaría su presencia atrás de el, así podría atacarlo con su taijutsu, de esa forma podrían dejar fuera una parte de su cuero y eso significaba más libertad para ellos, era arriesgado, pero los ojos de ella eran definitivamente los de un ninja decidido. Sin más preámbulos acepto.
—Acércate a Sakura y dale la instrucción, esten listas para cuando dé la orden, nosotros haremos nuestra parte.
Hinata se acerco a Sakura con una única instrucción.
—Sakura, cuando lo escuches no te sorprendas de lo que haga, y hazlo con todas tus fuerzas, no te midas como cuando lo hiciste antes.
Sakura entendió que la orden la daría Kakashi y ella reaccionaría, estaba lista.
—Confía en mi Hinata, por cierto, me gusta cuando olvidas los honoríficos en la batalla.
Hinata no se había dado cuenta de ello, pero le sonrió de vuelta y escucharon la voz de Kakashi.
—Todos, Formación B!
—Otra vez!?, jaja esta vez no me dejare engañar!
Naruto sin dudar se acerco nuevamente a Sakura, pero esta vez Hinata lo abrazo.
—Ahora Sakura!
Naruto entendió que eso era de lo que antes había hablado Hinata con Kakashi y extendió sus brazos listo para ser lanzado, Sakura dio mas vueltas de las que esperaba y lo lanzo con mucha, en verdad mucha mas fuerza de la que esperaba.
—Naruto, cuando empiece la caída te soltaré te daré impulso para una caída más rápida, no pierdas de vista a nuestro enemigo, yo estaré atrás de ti ocultando mi presencia y preparado el segundo ataque, trabajemos juntos Naruto.
—Hagámoslo Hinata-chan !
Y así fue, cuando Hinata sintió por el viento que estaban por empezar a caer, soltó a Naruto dándose ella otro impulso para saltar aun más alto, se disculparía con él mas tarde, silenciosamente hizo un clon, el clon se encargaría de la distracción, y así con el impulso invoco a Buza, su invocación no era una invocación que se sintiera, Itachi tenia razón todas las lechuzas que había invocado eran extremadamente silenciosas y su presencia era baja, no lo había notado pues siempre pensó que lo hacia en lugares que no se dieran cuenta, pero cuando recordó que Itachi le dijo que le costaba sentir a su lechuza que no era la líder, su esperanza estaba en que Buza no se hiciera notar en nada, y que ella ocultaría su presencia de igual forma, era su fuerte, lo usaría para alejarse de ahí y alcanzar a Itachi. Confiaría en eso!
Y apareció ante ella, puso en alerta sus sentidos para ver que tanto se podía sentir, pero fue nulo, su presencia no se sintió nada, y ella tampoco podía ser notada a esa distancia del suelo, con su linea activa vio lo que su clon veía, nadie se había dado cuenta de su huida.
—Niña, si a donde vamos es ese lugar donde se siente una fuerte batalla es mejor que te concentres únicamente ahí.
—Buza… gracias por venir, perdón por haberte olvidado.
—Fue el niño Uchiha quien lo hizo, ¿verdad?
—Yo… yo quiero llegar hasta donde él, vayamos lo más rápido por favor, no quiero que muera.
—Tenia que ser Uchiha, siempre llevando todo a la muerte.
—Buza, él… él es importante para mí, y yo, yo no se lo he dicho.
—Estoy segura que el siente lo mismo que tú.
Buza siguió el camino, y algo lejos vio cómo una serpiente blanca de 8 cabezas se alzaba para pelear con un Susanoo. También sintió a su clon desaparecer., pero ya estaba muy lejos para que la atraparan.
—Niña, que pasaría si no lo alcanzamos -Buza sabia que ella lograba ver lo mismo que estaba viendo, había tres chakras, uno era observador y de los que peleaban uno estaba dándose por vencido.
—No lo sé, yo no lo sé -Estaban llegando, vieron como Susanoo uso una gran espada para sellar a lo que sea que estas dentro de la serpiente, Buza tenia la edad para saberlo, pero eso no era importante, entre más se aceraban más notaban que la presencia de Itachi se estaba acabando.
—Solo déjame verlo… por favor.
Buza comprendió que el joven Uchiha le había encargado más que la protección de Hinata, ya estaba volando lo más rápido que podía, pero todo pasaba a una velocidad increíble. Cuando estaban por llegar el susanoo ya no era del tamaño que había visto, ahora era un cadáver esquelético acercándose a su contrincante.
—Buza me bajo! —Claro, era más rápida su caída libre a que Buza aterrizara sin hacer daño.
Hinata mientras caía tenia cu corazón en la garganta, veía como Sasuke se levantaba y como Itachi se acerba a él, vio mover sus labios, la despedida, Itachi se estaba despidiendo de Sasuke, y aterrizo.
Buza no tenia que decirlo, el Uchiha había gastado toda su vida.
—….—-…..
Itachi se despido de Sasuke, estaba muy cansado, estaba listo para dejar que su alma se fueran, pero la escucho, escucho a la persona que amaba.
—Itachi! -Era su voz, era imposible que llegara, Tobi estaba impidiendo su paso, aun así desactivo a susanoo, y con la poca fuerza que le quedaba a su cuerpo giro un poco su cabeza, lo suficiente para ver de reojo hacia su dirección, y la vio, ahí estaba ella, corriendo para llegar a su lado.
Quiso recibirla con los brazos abiertos, quiso decirle lo grandiosa que era por haber engañado a Tobi y haber llegado a su lado, quiso hacer tanto con ella, pero su fuerza era nula, su cabeza estaba lista para topar con la pared donde estaba tallado el abanico Uchiha, el impacto de la pared no llego, lo que si llego fue un ligero aroma a lavanda, y uno brazos que lo alcanzaban a agarrar con tanta desesperación y con tanto amor para evitar ese ultimo golpe.
Su destino ya no era reversible, lo sentía y ella lo sabia. Quería decirle tantas cosas, la vio directamente a los ojos, vio unos hermosos ojos luna llorando desconsoladamente, su espalda estaba sobre su brazo derecho, y sentir como su mano libre agarraba su mano, extrañaba poder sentir por completo su tacto, la escucho.
—No tenias que morir, no llegue a tiempo -Escuchaba su dolor, no le quedaban muchas fuerzas para decirle todo lo que quería, pero si ella lo recordaría siempre, no quería que se sintiera culpable, quería que recordara aquello que con cada encuentro trato de hacer que olvidara.
—Hinata, llegaste a tiempo, siempre llegas a tiempo -Más sangre salió de su boca y alcanzo a distinguir más lagrimas, su temblor en su cuerpo, sus mano unida a la ella no lo dejaba de agarrar.
Hinta tenia conocimientos de medico ninja, no era experta como Sakra, pero sabia que incluso para ella el estado de Itachi ya estaba más que acabad.
—Itachi, no te vayas, y-yo te amo —Itachi, con un pequeño apretón a su mano le hizo saber que la escucho.
—No me iré -Más sangre, lamentaba no haber pasado más tiempo con esos dos seres queridos que estaban ahí, su última sonrisa —estaré contigo Hinata, siempre, sabes… yo también te amo, los amo.
Tanto Hinata como Sasuke estaban viendo a un Itachi sin vida, pero con una sonrisa en su rostro, Buza desde hace rato habia llegado, viendo con enojo a esa planta tan horrible que vigilaba, dejando claro que se si asercaba a ellos moriria.
Sasuke se desmayo del cansancio, con el corazón arrugado, confundido y roto.
Para Hinata, todo fue lluvia, no alcanzó a salvarlo, solo lo vio morir en sus brazos, se abrazo a él llorando por todo, por él, por su hermano, por el tiempo que pasaron juntos y por el que pasraaon separados.
Murio, su perosna amada habia muerto.
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Este capitulo me costo horrores, por una parte queria que Hinata llegara y se llevara a Itachi, pero hacerlo significaba que mi trama cambiaría y la historia hubiera perdido su camino, a veces hay cosas que por mucho que quieras van a pasar. También podría ser un capitulo corto, pero lo que sigue ya esta siendo prerado para el siguiente, senti que si lo agregaba aquí para que fuera más largo perdería el sentimiento.
Grcias por los rewievs, los leo siempre auqnue sean poquitos.
Sin más espero subir pronto otro capitulo más, no me odien por Itachi.
Los quiero!
O4-Mar-2021 por Eirisviel
