Si bien la obra está basada en el mundo de Kishimoto los principales personajes de este capítulo son de mi autoría.

Solo aquellos que aparecen al final son de él.

Especial día blanco.(Editado, olvidé la última parte)

Siempre

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—Haruki-sama!, por favor baje del árbol!

—Nunca! -En cambio lanzo su Geta en la cara del pobre sirviente al que le dieron la misión de ir por la futura heredera —Díganle a los viejos del clan que me niego a realizar la ceremonia de compromiso!

—Haruki-sama, por favor, la están esperando.

—Pues que lo sigan haciendo.

—Si no vamos quien se va a meter en problemas seré yo. -La voz gruesa de un joven se escucho desde la fuente que daba inicio al jardín. —Además la ceremonia oficial todavía no se hará.

Haruki quien estaba hasta lo más alto del árbol logro visualizar fácilmente la grácil figura de su guardián, lo odiaba tanto, siempre tan elegante, tan pomposo, tan correcto, como decían los viejos tan perfecto, pero no sabían que no era más que un cobarde que se ocultaba en sus faldas cuando algo malo ocurría, si al menos tuviera el valor de decir algo ella podría no odiarlo tanto.

—Seguro que ese falso sol llego con su blanca sonrisa y te mando a por mí

—Haruki-sama, por favor, no haga esto difícil, vamos juntos, esteremos bien.

Ver como se ponía de espaldas para que ella pudiera poner sus pies en el y bajar no hacia más que molestarla, ¿Es que acaso no tenía dignidad? Lo único que causaría era mostrar lo mucho que estaba dispuesto a humillarse por los mandatos de otros… porque era su deber.

Pero él tenia razón, por mucho que lo odiara el estaba haciendo su trabajo, y eso la ponía más fúrica, si no iba no la iban a reprender a ella si no a él y a todos los sirvientes que estaban ahí. De mala gana pateo su perfecto Mitsu mon Iro y bajo rápidamente del árbol, se arrepintió de haber aventado su Geta antes, al menos podría haberle dejado una marca, incluso la suerte estaba de su lado, lo odiaba, lo odiaba tanto!

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—Entonces Haruki ¿Cómo has estado? -La voz alta y demandante de su acompañante la hizo molestarse ¿Quien era él para hablar así de fuerte?

—Haruki-sama, no puedes hablarme sin honoríficos Haruo

—Seré tu futuro esposo, creo que puedo tomar ciertas libertades

Ahí estaba esta sonrisa socarrona que tanto le molestaba, y más cuando sus amigas del clan le habían dicho que era la misma que ella ponía cuando quería hacer alguna travesura.

—Falta para eso

—Nuestra ceremonia oficial de compromiso ante toda la aldea se dará en 3 meses y de ahí tres meses más para la boda.

Cierto, se había acostumbrado a sus peleas, el tiempo había pasado, y ellos seguían ahí, discutiendo por un matrimonio que nisiquiera había empezado.

Saber que faltaban 6 meses para que fuera oficial la descoloco sobre manera.

—¿Por qué?

Haruo volteo a ver a Haruki, sus reuniones consistían en reunirse a solas a tomar el té al menos una vez por mes, eso desde que se había decidido que él era el mejor partido para ella, la familia de ellos había decido que entes de formalizar se conocieran poco a poco, no querían que fueran desconocidos. Al principio eran reuniones muy formales, nada interesante que decir más que estar sentados perfectamente uno frente del otro, después ambos sacaron a relucir su carácter, increíblemente parecido si le preguntaban, ambos eran fuertes, risueños, traviesos por naturaleza, estaban listos para demoler a sus enemigos. De alguna forma se había acostumbrado a sus peleas y no le molestaban, además Haruki era sumamente atractiva, como líder no fallaría, estaba en la dirección correcta, pero como esposa… dudaba que fuera amorosa, sería dura, el mundo era duro con todos al final. Pero esta vez era la primera que no reaccionaba como siempre, peleando con el por un matrimonio concretado.

—¿A qué te refieres?

—Yo no estoy segura de que esto este bien.

—Por "esto" te refieres a nuestro compromiso. No me digas, ¿Estás enamorada de alguien?

De ser la Haruki de siempre le tiraría el té, pero no fue así

—El amor está sobrevalorado.

—Si te hace sentir mejor -Haruo volteo a verla —Tú me gustas

Volteo a verlo rápidamente; tenia unos ojos poderosos, y aun así mostraban confusión en su mirada.

—Lo sabes Haruki, eres hermosa, elegante y ese carácter fuerte tuyo siempre llama la atención, la confianza que irradias es atrayente.

Haruki sopeso sus palabras, ella no fue inmune a la personalidad de Haruo, al principio incluso ella se sintió atraída a él, era guapo, como todos los Hyūga, recordó las primeras citas donde se emocionaba por conocerlo. por saber más de ese hombre atractivo, hasta que se vio reflejada en él, eran parecidos y eso le molestó.

—No me amas.

—Tú lo dijiste, el amor está sobrevalorado.

—No serás feliz a mi lado.

Haruo empezó a parase, esta vez la reunión sería diferente, sus familias y los viejos del clan estaban esperando en el salón principal para conocer a los futuros lideres.

—No lo sabremos hasta que lo intentemos, no?

Le tendió su mano, a él siempre le pareció que sus manos eran del mismo tamaño, y ella también pensaba lo mismo mientras se levantaba.

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La reunión se había llevado sin inconvenientes, se había quedado la mayor parte de ella sentada, recibiendo muchos halagos de la fortuna que llegaría a los Hyūga con ese matrimonio, de la bonita pareja que hacían y de lo mucho que congeniaban juntos.

Tonterías.

A su boca llevo otro o-choko, de alguna forma había aguantado toda esa farsa.

Farsa… ¿De quién? Ella siempre lo supo, se casaría con alguien digno de ella, del clan, incluso antes de que sus padres se lo dijeran había visto a Haruo, él era mayor así que entre las féminas era bastante popular, su técnica era poderosa, él era poderoso y aún así estar ahí sentada mientras se acercaba el día de la boda le parecía una farsa, como si quisieran engañar a alguien, ¿Pero a quién?

Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que cuando escucho que la llamaban tiro su bebida.

—Haruki-sama, es mejor dejar de beber, su criada la espera afuera.

Y ahí estaba, el ser más odioso de su clan.

—Me iré cuando quiera.

—Entonces me quedare aquí hasta que decida descansar -empezaba a arrodillarse, se iba sentar.

—Quédate parado

—Como usted ordene -y regresó a su postura perfecta, parecía un jarrón.

—Olvídalo, solo era una broma, puedes sentarte

Y lo hizo! Si ella decía fuera, él se iba, si se le pedía que se parase de manos él lo haría, si se le pedia que fuera a despertar a toda la aldea estaba segura que él lo haría, y eso la enojaba tanto, él parecía que existía únicamente para las ordenes del clan, que acaso no sabía lo que era tener decisión propia. Era el guardián del clan y ella lo odiaba tanto… si al menos los recuerdos de cuando eran niños no la hicieran tener conciencia de él le importaría bien poco su existencia.

—Voltea, no quiero que me vean beber

Y volvió a acatar sus ordenes, ahora veía con intensidad su espalda, cada que recordaba su infancia ahí estaba él, crecieron juntos, pero siempre tan diferentes, pensar en tantas ordenes que le había dado desde que fue consciente de su odio la ponía mas enojada.

Al final el tokkuri se había acabado, debió haberlo notado cuando todo se veía borroso o cuando empezó a sentir calar en sus mejillas.

Frente a ella seguía la espalda de ese odioso.

—Ey! ¿Cuándo dejarás de cuidarme?

De no haber sido porque estaba ebria pensaría que había visto cómo se encogía.

—Estaré a su lado hasta que usted lo permita

—Hemos estado juntos desde que éramos niños, se ha vuelto molesto ver siempre la misma cara. -si Haruki lo pensaba bien, tenía tiempo que ya no lo veía sonreír.

—Entonces usare mascaras, las podré cambiar a lo que usted prefiera.

—Tú presencia me va a molestar

—Aprenderé a ocultarla totalmente

Estaba siendo grosera, lo sabía, algo nada elegante.

—Así que diga lo que diga, tu seguirás las ordenes del clan y serás mi guardián.

Le empezaba dar sueño.

—Yo… -Haruki pensaba que su espalda ahora lucia más pequeña, que su voz parecía entrecortada, ya no iba a beber, le estaba confundiendo sus sentidos —Yo deseo ver como dirige el clan, yo deseo estar ahí para usted.

—¿Siempre? A pesar de todo.

—Mientras sea usted

Había recostado su cabeza en su mano, no había dejado de verlo y ahora parecía que después de haber dicho que estaría a su lado ya no podría odiarlo, tendría que dejar de hacerlo de alguna forma, si es que existiera.

—Un mapache

—¿Disculpe?

—La mascara… que la primera sea un mapache -cerro sus ojos, le estaban pesando.

—Lo tendré en cuenta, me pregunto dónde puedo conseguir una mascara que sea de su agrado, ¿Puedo yo elegir que tipo de mapache ?

Pero no hubo respuesta, incluso después de dos minutos completo no hubo respuesta, consternado por ello decidió voltear para solo encontrarse a la futura líder del clan durmiendo dulcemente.

Era de esos momentos únicos que él atesoraba, solo él podía ver eso, podía ver como ella bajaba sus muros al dormir, se acerco hasta ella para tomarla en sus brazos no sin antes quitar los cabellos que tapaban su hermoso rostro, era hermosa, para él no había existido alguien más hermosa.

—Haru…

Ni alguien que lo hiciera sentir de la cima del mundo hasta lo más bajo con una sola palabra.

Él debía despedirse de ese amor, pero verla ahí tan vulnerable solo se lo impedía

—Eres tan cruel Haruki

Estaba por darle un casto beso en su frente, pero no era merecedor de ello, así que solo junto su frente a la de ella, era lo único que podía hacer sin desear más.

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Haruki levanto su espalda de golpe, un calor se empezó a propagar por todo su cuerpo, no necesitaba ver sus mejillas para saber que estaban coloradas, mientras recordaba puso su mano en su frente, ahí donde habían compartido calor por un momento.

"Eres tan cruel Haruki"

¿lo habría soñado?

Había sonado tan triste, inmensamente triste.

¿Por qué ella no estaba entendiendo lo que sentía en ese momento? No era el enojo que siempre le tenia, tampoco era felicidad por haber escuchado su tristeza, pero qué era?

Escucho cómo los sirvientes empezaban su día, era hora de levantarse y hacer lo mismo de siempre.

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No, no podía hacer lo mismo de siempre.

Desde ese día había evitado quedarse a solas con su guardián.

Su odio por el no había disminuido, es más ahora cuando lo veía le daban ganas de ahorcar su blanco cuello, dejar marcadas sus manos a su alrededor, pero seguido de pensarlo recordaba aquella noche y daba media vuelta para perderlo de vista, no de su presencia por que siempre estaba a distancia de ella, una distancia lo suficientemente pequeña para que ella lo note.

Hablando de presencias, este día no lo había visto ni notado. Así que cuando un escucho ruido fue a ver que pasaba.

En la mansión estaban midiendo la parte éste, se acerco a preguntar qué estaban haciendo e su casa.

—Estamos midiendo para las remodelaciones cuando llegue Haruo-sama, Haruki-sama

Ah, hoy era ese día, por eso él no estaba, le tocaba misión ese día.

—Ya veo, avanzaron mucho

Decepcionada de la rapidez decidió irse, para cuando volteo vio a su nana.

—¿Pasó algo nana?

—La modista acaba de llegar Haruki-sama.

—Vamos

Caminaron al rededor de dos minutos cuando sintió la inquietud de su nana.

—¿Hay algo más nana?

—Se ha convertido en una señorita hermosa Haruki-sama

—Gracias, pero dudo que eso sea todo

—Verla así a punto de hacer su compromiso oficial ante la aldea me pone feliz.

—Es solo una boda.

—Es un compromiso para siempre Haruki-sama

Siempre

—No veo porque todo debe avanzar tan rápido

—A nosotros nos da mucho gusto, ahora él estará a su lado incondicionalmente, siempre velando por la seguridad del clan y la de usted también.

Siempre

—Ahora con su casamiento el señorito se sentirá solo.

Haruki de detuvo, así llamaban a su guardián.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, como Haruo-sama estará aquí con usted cambiarán el trabajo que hace el señorito, ahora solo la acompañara a misiones

Ya no estaría con ella, ya no tendría que ver su perfecta postura, su perfecta voz al hablar, ni siquiera sus perfectos modales y su perfecta obediencia hacia el clan.

Su rutina de convivencia cambiaría… para siempre.

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Ey Haru! Seré tu guardián!

Una sonrisa deslumbrante apareció en su sueño. Un lejano recuerdo olvidado.

¿Oh? ¿Eso que significa? ¿Ya no podremos jugar juntos?

Significa que ahora estaremos juntos para siempre

¿Siempre?

¡Sí! Podré estar contigo para siempre!

Eso suena como mucho tiempo

¿Crees? -La mirada decepcionada y triste de su compañero arrugo su corazón.

Mm no, seguro que es poco tiempo.

Entonces haré que dure mucho tiempo, mi siempre será más grande que el siempre de todos.

Y si por alguna razón ya no estamos juntos?

No importa, de alguna forma estaré contigo aunque no me veas.

¿Es una promesa?

¡Promesa!

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¿Por qué soñaba con eso?

Había logrado evitarlo gracias a su misión, y justo ese día tenía su reunión mensual con Haruo, a solo dos meses de hacerlo oficial y sentía que todo la consumía, para colmo con el sueño se le había hecho tarde, una deshorna para ella, trataba de caminar lo más rápido que podía sin perder su elegancia, justo cuando iba a dar la vuelta al salón apareció un torso ante ella, casi se va para atrás de no ser por los brazos de él.

—Se encuentra bien Haruki-sama -Ahí estaba esa voz tranquila, mostrando el perfecto control de cada uno de sus movimientos, incluso cuando la estabilizo no hizo ningún movimiento extra, todo era perfecto, molesta con su acción volteo a ver su cara, gran error, ojos bellamente blancos ¿bellamente? ¿En que estaba pensando?

—Estoy bien, no necesito tu ayuda

Rápidamente entro al salón de reunión, ahí sentado esperando por ella estaba Haruo, su prometido, su futuro esposo.

—Oh, Haruki, un minuto tarde, nada propio de ti.

Haruo sonreía, no era tan alto a comparación de ella, unos 10 cm, incluso mientras hablaba de algo insignificante tenía una gran sonrisa, él no era perfecto, hacía movimientos de más, elegantes … pero innecesarios al final. No era él una belleza deslumbrante de clan, todo de él gritaba confianza y aun así… ¿Por qué sus ojos no le parecían bellos? ¿No todos los Hyūga tenían los mismo ojos?

No lo pensó mucho, pero después de 10 minutos de una platica rutinaria lo dijo.

—Ey Haruo, besame.

Haruo soltó los palillos que tenía en su mano, volteo a verla en busca de una señal que mostrara que era una broma, pero no había ninguna. No esperaba que su primer beso por muy dominantes que fueran fuera así.

—¿Y ahora? ¿Quieres comprobar nuestra compatibilidad antes del matrimonio?

—Es un beso.

—El cual con gusto te voy a dar - Haruo se paro, no había forma que el se negara, Haruki tenia una personalidad brillante, demasiado atractiva para ignorarla.

Haruki, vió como se acercaba a ella, sintió su mano en su cuello mientras levantaba su barbilla para acercar sus labios.

Un beso, al principio un simple roce, después fue más profundo, si Haruo se atrevía a decir que no tenia experiencia sería una brutal mentira.

Cuando Haruo se separo le dio un beso en la frente.

—Es mejor que pare, dejemos esto para otra ocasión.

Haruo había dejado el salón, sin darse cuenta que la mirada de Haruki estaba fija en la pared, que la había dejado con un gran remolino de pensamientos.

La había besado, un beso… no debió de haber hecho eso, por primera vez sentía que tenia más dudas que respuestas.

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Haru, tú eres una princesa, ¿Crees que conocerás a tu príncipe de la luna y te irás con él ?

Lo dices por la historia que nos contó mamá -Vio la mirada triste de su guardián —Yo no quiero irme de aquí! ¿Quieres que me vaya ?

No -Parecia inseguro, tan triste.

Entonces no permitas que me vaya!

Sí! -pero en cuanto lo dijo puso una cara preocupada pensando en cómo podría evitarlo

La fiesta de los tíos! -su guardián volteo a verla con duda —Ya sabes durante la ceremonia los tíos juraron que sus vidas estarían atadas desde ese momento, hagamos eso

Eso? -pero el pequeño guardián por alguna extraña razón se empezó a poner nervioso, ella estaba hablando de que sus labios se tocaran

¿No quieres?

No es que no quiera … pero estas segura que quiero hacer el juramento conmigo?

Sí! - el pequeño guardián que iba a decir algo más quedo callado por los labios de la futura heredera.

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Haruki despertó considerando profundamente los sentimientos. Que la niña de sus sueños tenía en ese entones, era una niña, pero esa niña había decidido que no quería separase de su guardián, que ellos estarían juntos.

Y ahora…

Ahora lo odiaba tanto, ¿Desde cuándo lo empezó a odiar?, antes eran inseparables, eran tan unidos.

Incluso ese sueño de un recuerdo que había olvidado le hizo sentir más nerviosismo que el beso recibido por Haruo.

Eso la hacía sentir tan confundida, por un momento añoro su niñez, añoro ser la Haruki que tenía la confianza sobre sus decisiones.

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Estaba a un día antes de la próxima reunión con Haruo, y después de eso estaría más cerca su boda, y de alguna forma eso debía ser mejor ¿No?

Suspiro.

Había hecho un esplendido trabajo en evitar a su tonto guardián, claro, que con los preparativos para la ceremonia no había sido nada difícil, incluso ella no había tenido momentos de paz. Por eso cuando empezó a escuchar las voces provenientes del patio de su padre pensó que habían llegado más cosas que hacer para la ceremonia.

Su sorpresa fue grande aunque no visible cuando vio a su padre, su nana, su guardián y a su una pequeña figura sonriendo. La había visto antes, era una pequeña ninja del clan, de lejos se notaba su personalidad tranquila, le recordaba a él, y con eso no le gusto que estuviera ahí.

—Haruki, llegaste -Fue su padre quien le dio la bienvenida, pero así como se la dio corto cualquier indicio de poder preguntar por la visita —Vamos, acompáñanos a ver el menú final para tu ceremonia.

Su padre, junto con su nana se la llevaron una vez ellos se despidieron, estaba segura que le iban a decir algo, pero mientras más se acercaban al salón más perdía la esperanza.

—¿Por qué se quedaron atrás? -Al final fue ella la que pregunto.

—Oh! Haruki-sama! ¿No es bellísimo? Podríamos tener otro boda en el clan. Obvio menos ostentosa que la de usted. Pero igual llena de bendición.

Por un momento Haruki sintió que detenía sus pasos.

—¿Se van a casar? ¿Pero cómo?

Fue su padre que iba al frente que contestó sin mirar atrás.

—Los sabios del clan han visto un potencial grande si ellos dos se unen, así que les hemos dicho nuestra intención, el deber de un Hyūga es velar por el futuro.

—Él, ellos, ¿Están de acuerdo?

—No completamente, pero los conocemos y su carácter hará que al final obedezcan las ordenes.

—¿Incluso si no quieren?

—¿Por qué no lo harían? Son Hyūgas

—Es mi guardian.

—Si te preocupa que tenga otras prioridades a parte de tu seguridad no pasara. Además con Haruo aquí será innecesario, solo en misiones se requerirá que sea tu guardián.

Pero si ella no aceptaba a Haruo, ¿entonces?

—Haruki-sama, ¿No es grandioso?

Vio la sonrisa de su nana, quería responder sinceramente que sí lo era, que era grandioso porque dejaría de estar cerca de esa existencia tan molesta.

Pero no lo era… no era grandioso.

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El día anterior con tantos pendientes que resolver no hubo oportunidad de hablar con su guardián, algo bueno ya que no soñó con ningún recuerdo de ellos. Más tranquila que los últimos días se dirigió a su reunión con Haruo.

No se encontró a nadie en su camino, estaba pensando que su día estaba mejorando con cada paso que daba, al abrir el salón de té encontró esperando por ella a su prometido, guapo, varonil, fuerte, mirándolo bien era un espécimen bastante dominante en los Hyūga, serían una pareja poderosa, serían una pareja.

—Haruki, te ves… me gustaría decir que hermosa, pero te ves cansada

Y con eso se esfumo el poco aire atractivo que tenía su prometido. Podía ver que lo que quería decir era que se veía terrible.

—Haruo, siempre tan agradable

—¿No dormiste?

—Dormí perfectamente

—Entonces no descansaste

—Parece que me emociona este evento.

—Después de nuestra última reunión ciertamente yo también me sentía emocionado.

Recordó el beso, no había pensado en su beso hasta ese momento.

Le regalo una sonrisa, esa sonrisa que regalaba cuando no sabia cuales eran las palabras adecuadas que debería decir.

—oh, cierto! Escuche que tu guardián ayer conoció a alguien interesante

Adios día tranquilo

—Parece que se ha corrido el rumor por todos lados.

—No es eso, escuche a tu guardián con tu padre cuando llegaba.

—Bueno, al parecer habrá otra boda de importancia en el clan.

—Parecia más una orden.

—Él nunca desobedece lo que se le ordena.

—Mal mal -Haruo sonrió — Cuando era más joven vi a tu guardián siendo castigado, dos veces en realidad y ambas por no seguir una simple orden. Fue bastante duro de ver.

—Haruo, ¿Cuales fueron las tres ordenes que se negó a aceptar?

—No so importantes -Haruo regreso su mirada a ella, pero su postura lo intimido, no se lo estaba preguntando se lo estaba demandando —Una cuando le pedían que te llamara ojō-sama, pero se negó totalmente no se que alego porque me fui pero viendo como te llama es claro que lo desobedeció, y la primera fue horrible solo podía escuchar como decía sin fin que no lo olvidaría, que ese recuerdo se lo llevaría a la tumba pero no lo olvidaría, era un niño y aun así su voluntad y firmeza asombro a todos los niños de nuestra edad.

—¿Cuántos años tenias?

—La primera vez no recuerdo con exactitud, pero ya estaba en la academia. Y la segunda fue cuando usted estaba por ingresar -Haruki lo veía tan amenazante que no pudo más que hablarle con respeto.

Haruki lo sabia, después de la promesa que hicieron de niños se la contaron a los ancianos del clan, de inmediato fueron separados, había bloqueado de su memoria tan horribles gritos que escucho mientras se la llevaban, al día siguiente le prohibieron ver a su guardián y fue cuando entendía lo diferente que estaban a pesar de ser del mismo clan, tenerlo cerca siendo su amigo no le causaría más que dolor, fue desde ese día que ella noto como él seguía las

ordenes al pie de la letra, y como ella busco su seguridad poniendo un muro entre ellos, pero si lo que escucho era cierto… él había desobedecido otra vez.

Una lagrima estaba por formarse en su ojo, ante la señal tapo su cara, empezaba a sentir como la la presencia de su guardián se posaba en la puerta.

—Haruo, sal, te mandare a buscar luego. -Quiso sonar lo más normal que pudiera.

—Haruki, pasó algo?

Cuando Haruo se paro para acercarse a ella alzo su voz

—Sal! -Sentia que estaba a nada de que cortara su voz —Cu-cuando sea

Lo que fuera a decir quedo interrumpido por el estruendoso sonido que hizo su puerta al correarse y mostrar a su guardián entrando por ella.

—Haruo, por favor salga, lo acompaño.

Ante esto Haruo lo siguió.

Haruki sentía que sus mejillas al final se empañaban con sus lagrimas, estaba dándose cuanta de algo que no quería, de algo que había estado evitando tanto.

—Haruki-sama…

No había sentido su presencia entrar, alterada se paro.

—Vete!

—Haruki-sama, ¿Qué pasó?

¿Qué pasó? Se estaba dando cuenta de una verdad innegable.

—He dicho que te vayas! Acata mi orden! -quito su manga de su rostro, lo vió y odio verlo con esa postura perfecta —Evita los problemas y ve con tu futura prometida!

—Haruki-sama, la prometida de la usted habla

Antes de continuar por miedo a escuchar el nombre de su prometida la bomba en el corazón de Haruki había explotado, ya no quería escuchar nada

—Vete! Obedece las órdenes que se te den, todas al pie de la letra, sin que importe tu opinión, hazlo! Solo así podré seguir odiando tanto tu persona! Solo así no te harán daño por desobedecer, solo así seremos mínimamente felices.

—Haruki- sintió una infinita tristeza en sus palabras —¿Usted quiere que me case?

—¿Qué si lo quiero? -Unos ojos llenos de fuego contra unos llenos de agua —No! Lo odio, odio siquiera pensarlo, ¿Quien es ella para alejarte de mí? ¿Quien es siquiera Haruo para que piensen que te va a remplazar? Lo odio, odio que obedezcas cada orden porque sé que no desobedecerías al clan ni si quiera por mi, y eso me duele tanto que trate de pintar un muro entre nosotros, porque no tenerlo solo haría que saliéramos lastimados como cuando éramos niños, lo odio, odio que tu simple cercanía me provoque felicidad, odio que la palabra siempre me recuerde a ti, odio que te quieran separar de mi, odio que alguien te crea menos que yo, odio que te hayan lastimado por mi, odio que todo de ti sea hermoso y tan elegante, odio que solo tú provoques esto en mi, ¡Te odio, pero odio más amarte tanto!

—Haruki-sama

Haruki ante su confesión y el llamado de su guardián lanzo una bola de fuego y salió corriendo.

Quería huir no solo de ese lugar, de la aldea como tal, había dicho algo que no estaba en sus planes… ella se había confesado y ahora estaba trepando el mismo árbol de siempre, podía afirmar que el amor volvía tonto a uno, de haber pensado bien se habría escondido en otro lugar, pero estaba tan abrumada que sentía que sus piernas ya no le iban a responder para llegar más lejos.

—Haruki

Su voz la hizo respingar, tomo un suspiro, era la heredera del clan más poderoso, debía actuar a la altura.

—¿Tú… me amas?

—Es que acaso importa… ambos nos vamos a casar. -No quería verlo

—Como decía la prometida de la que hablas

—¡No quiero escuchar su nombre!

—No existe

—Lo sabía es hermo- Volteo averlo—No existe?

—Me negué a la propuesta, sabes Haruki -Tenía sus ojos cerrados pero sonreía con ellos —¿Cómo podría casarme cuando la dueña de mi corazón eres tú?

¿Él la amaba? No solo era ella?

—¿No lo estás diciendo por tu lealtad al clan?, ¿incluso si dejo de ser la heredera me amarías?

—Haruki, yo te amo a ti incluso si nunca hubieras sido la heredera me habría enamorado igual de ti, estoy seguro que hace años te hubiera pedido ser mi esposa.

—Pero… ¿Por qué el día de la celebración me diste que era muy cruel?

Sus mejillas se tiñeron de rojo, era la primera vez que ella lo veía así, su cara siempre perfecta estaba siendo tintada por un hermoso color

—No pude evitar ponerme celoso que llamaras a Haruo incluso en ese estado

Haruki lo miraba atenta, esa persona que estaba enfrente de ella era la que quería, de niña lo supo, de adolecerte por inseguridad lo olvido, y ahora de adulta lo veía más bello que nunca.

—Jajaja, somos tan tontos -La mirada de ella estaba clavada en él, y viceversa —te estaba llamando a ti, siempre ha sido a ti Haruto

Mientras Haruto levantaba sus brazos para recibir a su amada Haruki saltaba del árbol directo al futuro que los esperaba, porque nadie dirá que sería bacín, pero lo harían, lo que sea que se les pusiera enfrente lo harían, por que estarían juntos y eso era lo relevante.

...—…

...—...

…—…

…—…

…—…

—Entonces la abuela reto a los ancianos para que su prometido fuera su guardián.

—Sí! Pero al final la única pelea que se hizo fue la del abuelo Haruo y el antiguo prometido de la abuela.

—Si el abuelo gano el consejo no tuvo forma de negarse a la solicitud.

—Solicitud? Era un orden, la abuela escribió que de haber sido necesario ella acabaría con cada uno del consejo, el abuelo para evitarlo solicito el encuentro y bueno, nuestro abuelo era increíble, había estado toda su vida observando a la abuela Haruki así que aprendió técnicas muy por encima del Hyūga promedio, asó como Neji

—Gracias

—Hinata! El punto es que podemos retar a los ancianos, hay precedentes, nos serías la primera y que mejor precedentes con éxito, si ellos no aceptan que mi sobrino lleve ambos apellidos nosotros te apoyaremos a que los retes.

—A este punto dudo que ellos nos venzan.

—Hinata, ¿Qué quieres hacer?

—Voy a convencer al consejo -Una sonrisa tranquila se mostró en su rostro, revelando la confianza en sus palabras. —No podrán negarse ante mi solicitud.

Hanabi la miro extrañada

—¿Por qué Hinata-ne se ve tan tranquila?

—Hiashi nos dio el acceso a los diarios del abuelo Haruto- Neji sonrió malicioso, y Hanabi odiaba cuando ella no entendía algo

—Habla ya!

—El abuelo Haruto escribió bastantes secretos del consejo, esto con la idea que en algún futuro alguien de su descendencia lo necesitaría en caso de proteger a los futuros lideres.

—Oy oy, no fue nuestro abuelo increíble !

Los tres ahí estaban encantados con sus abuelos, incluso sus padres habían puesto más información del consejo en esos diarios.

—Por eso, es momento que empecemos a cambiar algunas cosas Hanabi -Hianta toco suavemente la cabeza de sus hermana mientras esta sonreía —Así como la aldea vamos a cambiar nuestro consejo, será un proceso incluso más tardado, pero lo haremos juntas, verdad?

Hanabi sonrió aun más, esta vez mostrado su dientes

—¡Siempre!

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OMG!

Este especial me causo más mariposas en el estomago que el anterior, creo que mejore un poco mi escritura.

En verdad que la abuela Haruki me gusta mucho como personaje y el especial surgio porque quería contar un poco de ella y como a pesar de ser una gran figura para sus nietos tuvo su lado torpe y cegado por otros. No era perfecta, pero con ella inicio la rebeleion que vemos en Hianta y Neji.

Además que el inicio y el final del episodio fueran en el mismo lugar me inspiro en como avanzaba con ella.

Ella fue quien los hizo creer en los lazos eternos.

Espero lo hayan disfrutado tanto como yo.

Tengan bonito fin y coman rico, no duerman tarde (yo quiero cambiar eso, pero me es dificil, algún tip?)

Los leo!

29-marzo-2024 por Eirisviel.