Capitulo numero 15, y empezamos con el arco de Drum. También me disculpo con antelación, el motivo. El probable que os parezca corto el arco, recuerden que la historia esta más centrada en Morgana. Pero que más adelanta y cuando tenga valor. Los capítulos mostraran más cosas. Aviso con antelación que después de Drum vuelva a tomarme mi tiempo, un descanso merecido para tener las pilas puestas y trabajar en colaboración con mis compinches, Neo Magician 96 y SpiritWarriot. Vayamos a los comentarios.
Klaus - Es posible que te hubiera parecido corto, como dije antes, me centro más en Morgana ya que deseo que aparezcan en la historias de mis compinches. Y me hace ilusión que aparezcan. Oh, también veras una habilidad de Morgana en esta capitulo, disfrútalo.
Neo Magician 96 - Tuve un poco de ayuda para transmitir los sentimientos, espero que te hiciera sentirlo al leerlo.
The Super Star Infinite - Me estoy reservando para Alabasta y el Arco que es exclusivo de ella, además de que en Drum se sabrá un poco más.
Comentarios revisados... listos, capitulo preparado... listo, ansiosa... listo. Adelante historia.
– Diálogo –
"– Pensamientos –"
Relato
Datos importantes
Capítulo 15
Sentir de nuevo el calor del sol y el viento, era una alegría inmensa. Aquella luz blanca era un ataque de los gigantes para ayudarlos a escapar del pez gigante. Luffy grita al salir.
– ¡Salimos volando! –
Todos están contentos por escapar, no solo de Little Garden sino también del pez gigante. Going Merry vuela sobre el agua revuelta aún por el ataque. La voz de Luffy se oye aun.
– ¡No hay vuelta atrás! ¡Vamos, hacia adelante! ¡Qué enorme! ¡Pero qué enorme! –
– ¡Vinieron al mar a despedirnos! ¡Está es la fuerza de los guerreros de Elbaf! ¡Genial! –
Amerizó sin problemas en el mar, la voz de los gigantes se podía oír aún al igual como sus armas se rompieron..
– ¡Amigos, sigan adelante! –
Por fin proseguían su camino hacia Alabasta, las emociones fuertes por fin acabaron, o al menos eso piensan. Morgana se soltó de Sanji y le dijo un poco asustada.
– Gracias Sanji-San. Lo siento, el miedo pudo conmigo. –
– No pasa nada Morgana-Chan, estoy aquí para ayudarte. Qué agradable fue abrazarte. –
Morgana se avergonzó y dijo para defenderse.
– No tengo fuerzas para usar mis poderes… Ahora mismo soy la más débil del barco. –
– Vamos, vamos. No tienes qué preocuparte por nada. Ahora estás a salvo. –
– Si, oye Sanji-San. ¿Puedes darme un vaso de leche? –
– Claro, vamos a la cocina, de paso prepararé algo. Supongo qué es para esa hierba amarga. –
– Si, eso me ayudara a sacar la cera. Maldito Snepres… Como lo pille se va enterar. –
– ¿Snepres? –
– No es nada. Ahora mismo quiero mentalizarme para tomarla. –
Al entrar en la cocina, mientras Sanji prepara todo, charlan de cosas triviales. Sobre todo de cómo era ver por primera vez Grand Line. Morgana explicó como sentía esa situación.
– Ver Grand Line desde tan alto en Reverse Mountain… Era tan… Oh, no hay palabras para explicar lo qué sentí, pero una cosa sí puedo decir. –
– ¿Y qué es? Me has dejado con la intriga. –
– Algo me llama, y se qué al encontrarlo estaré un paso más de ser una Guardiana. –
Sanji oyó todo con una sonrisa, le sirvió la leche y dijo a punto de salir.
– Aquí tienes, esto te ayudará a sacar el sabor de esa planta. Y también unos pastelitos para endulzar tu paladar. –
– Gracias Sanji-San. –
Cuando Sanji se fue, sacó una hoja de su riñonera y la miró dudando. Se la llevó a la boca y la empezó a masticar, nada más morderlo se golpeó la cabeza contra la mesa. Pensó aterrada.
"– Están… tan amargas… Me voy a morir. –"
Por la puerta entra Zoro y la encuentra allí.
– Oye, ¿estás bien? –
Solo levanto una mano para alcanzar la taza y dijo después de beberlo.
– Solo es el sabor de la planta… Qué amarga. –
– ¿No será para tanto? –
Morgana levantó la cabeza de golpe y dijo enfadada.
– ¿¡Quieres probarlo!? –
– No, me fío de tu palabra. Gracias por la venda. –
– De nada. Ahora quiero descansar, ahora mismo… Si soy una pasajera… –
– Jajaja, bueno. Nami te dijo qué debías ser así y ahora lo serás. –
Zoro volvió a salir después de comer algo. Morgana empezó a pensar un poco en la situación.
"– Jamás pensé qué Snepres sería un Guardián, y menos qué Proditor matara a todos los habitantes de Blue. ¿Qué está pasando? También parece que Proditor me busca… ¿Querrá arrancarme el corazón? ¿Salomé-San y Jacob-San estarán bien? Gaia-San… Muerta. Fue ella quien me hizo las marcas. –"
Se miró los brazos, no podía ocultarlos ya. Recordó cómo se los hizo.
(Flashack - Principio)
Una niña de 11 años entra en una tienda, todo el local está iluminado por el sol, las personas están escogiendo diseños en libros cuadros o dibujando lo qué quieren. Al llegar ve a Gaia, está la mira y dice.
– Hola Morgana, el Maestro Borondo-Sama me dijo qué quieres hacerte las marcas. ¿Sabes lo qué quieres? –
– No, pero si te digo lo qué quiero ser… ¿Puedes mostrarlo en mi? –
– Pues claro, pero debes saber qué estas marcas se borrarán cuando llegues a Camino y solo quedará una, esa representa lo qué eres o serás en el futuro. ¿Qué quieres ser? –
– ¡Una Guardiana! –
– ¡Vaya! Eso es un gran salto. Muchos pensamos qué serás Maestra. –
– No, no quiero ser Maestra. Ser Guardiana me volverá la esperanza para todos… Porque últimamente muchos tienen la mentalidad del pasado. –
– Es cierto, parece qué desde qué Proditor volvió de una incursión no autorizada está actuando un poco extraño. –
– Si. –
– Pues vale Guardiana, vamos hacerte unas estupendas. Acompáñame. –
Ambas entraron a una especie de cocina. Allí hace sentar a Morgana en un taburete delante de un caldero. Gaia le da la espalda cogiendo cosas.
– Ok, tus marcas deben durar mucho tiempo. La mayoría las pierden a los 16, al ir a Camino. Primero usaremos pigmentos naturales. –
Mezcló en varios cuencos, muchos ingredientes. Solo faltaba una cosas, quemo un trozo de madera de color rojo, azul y verde. Lo quemó delante de ella. Morgana preguntó.
– ¿Qué es esa madera? Nunca vi algo así. –
– Está madera es valiosa, es de un árbol legendario. Normalmente no lo uso, pero por ser tu, si lo haré. –
– ¿De verdad? –
– Si, siento qué eres la adecuada para tenerlo. Se dice qué quienes tienen pintura con está madera, lograrán lo qué quieren. ¿Lista? –
– Lista. –
Morgana acaba durmiendo, cuando terminó. Morgana dijo mirando sus marcas delante del espejo.
– ¿También en la espalda? Son preciosas. –
– El diseño lo escogió Borondon-Sama. ¿Te gusta? –
– Si, tranquila Gaia-San. Cumpliré mi sueño. –
– Eso espero, eso espero. –
(Fin del Flashback)
Una lágrima cayó por su rostro. Tenía muchas promesas qué cumplir. Poco después entraron por la puerta Luffy, Usopp y Karoo, fueron a por una bandeja de galletas al otro lado de la mesa. Las comían o más bien engullía las galletas entre los tres. Al verlo dijo comiendo lo suyo.
– ¿Nunca bajaís la marcha? Parece qué teneis energía de sobra. Y qué lo diga yo… –
– No, siempre qué haya comida... –
– ¡Luffy no te lo comas todo! –
"– Definitivamente tienen de sobra. Pero sería arriesgado usarlo. Tampoco quiero usarlo. –"
Se llevó una mano al pecho, por la puerta entra Sanji diciendo a Luffy.
– ¡Luffy! ¡No comas lo qué no es tuyo! ¿Estas mejor Morgana-Chan? –
– Si, escupí bastante cera antes, el amargor de la planta sirvió para eso. Saldré ahora a limpiar mi chaqueta. –
– Ya no tienes qué ocultar tus brazos. Son muy elaboradas. Pero te quedan bien. –
Se miró los brazos y dijo sonriendo.
– Me las hizo una persona muy importante, el diseño lo eligió mi Maestro. –
– ¡Qué buen recuerdo! –
– ¡Chicos, vengan, hay problemas! –
La voz de Vivi alertó a todos, al salir vieron a Nami en el suelo respirando con dificultad. Luffy dijo aún con la boca llena..
– ¿Qué? ¿Qué ocurre, Vivi? –
– ¡Nami-San tiene mucha fiebre! –
– ¿¡Nami-San!? –
Morgana corrió hacia ellas y le tocó la fiebre.
– Tiene mucha fiebre. Hay qué llevarla a la cama de inmediato. –
Sanji llevó a Nami a su habitación, Zoro se quedó en cubierta vigilando el rumbo, Morgna está mirando en su mochila mientras Vivi se encarga de Nami, a pesar de los llantos de Sanji.
– ¿Nami-San va a morir? ¡Dime Vivi-Chan! –
"– Maldita sea, ¿dónde está el libro? Siempre lo estoy leyendo… Ah, aquí está. –"
– Tal vez sea culpa del clima. Uno de los obstáculos qué encuentran los marineros al entrar en Grand Line… …son las enfermedades ocasionadas por el extraño clima. Hay innumerables historias de piratas fuertes e importantes… …que murieron de repente debido a ellas. La falta de atención hace qué cualquier enfermedad sea letal. –
Sanji empezó a llorar, Vivi lo intentó detener.
– ¿Hay alguien en este barco con conocimientos de medicina? –
Luffy y Usopp señalaron a Nami, Morgana decidió arriesgarse, pero antes Luffy comentó..
– ¡Pero comer carne cura enfermedades, ¿verdad, Sanji?! –
– Puedo hacer algo de comida básica para gente enferma, pero está situación entra dentro del territorio de los cuidados, así qué no creo qué mejore con eso. Además, normalmente soy cien veces más cuidadoso… …cuando hago la comida de Nami-San, Morgana-Chan y Vivi-Chan qué con la de ustedes. Les doy carne y verduras frescas para mantener una dieta equilibrada. Y todo lo qué se vaya a pudrir… …es lo qué les doy a ustedes. –
– ¡Oye! –
– ¡Aún así está deliciosa! –
"– Al menos como sano. –"
– Como sea, mientras yo sea cocinero de este barco, no habrá problemas para mantener una dieta equilibrada. Pero hay muchos tipos de comidas para personas enfermas. ¿Qué síntomas tiene? ¿Qué necesita? No puedo hacer tal diagnósticos –
– Qué se lo coma todo. –
– Cuando estás enfermo, no tienes fuerza para hacer eso. –
Vivi comprobó el termómetro qué se colocó a Nami.
– ¿¡C-cuarenta grados!? ¡Ha vuelto a subir la fiebre! –
– En Alabasta hay médicos, ¿verdad? ¿Cuánto tardaremos en llegar, Viv? –
– No lo sé, pero dudo qué sea menos de una semana… –
– ¿Tan malo es estar enfermo? –
Usopp y Sanji dijeron lo mismo inclinando la cabeza.
– No lo sé, nunca lo he estado. –
– ¿¡Qué demonios son ustedes!? ¡Claro qué es grave! ¡No es normal tener cuarenta de fiebre! Puede qué sea una enfermedad qué ponga en riesgo su vida… –
"– Oh o. – "
Los chicos se asustaron por las palabras de Vivi. Y empezaron a alterarse y dar vueltas por la habitación. Morgana le habló a Vivi.
– ¡Vivi-San! Iré a la cocina y prepararé una infusión para Nami-San, tengo unas plantas qué le permitirán bajar un poco la fiebre. –
– ¿¡Eres médico!? –
– No… Pero conozco las plantas adecuadas para la fiebre. No puedo diagnosticar qué es pero… Es lo único qué puedo hacer. ¿Puedo usar la cocina, Sanji-San? –
– Si… –
Morgana salió con su mochila para no oír el escándalo. Respiro un poco y fue corriendo a la cocina, Zoro está sentado en la barandilla vigilando y con una pesa en la mano. Le pregunto.
– ¿Cómo está Nami? –
– Tiene mucha fiebre… Intentaré hacer una infusión para bajarla. Pero… –
– ¿Pero? –
– No soy doctora, pero haré lo qué pueda. –
– Vete, yo vigilo. –
Fue corriendo a la cocina, sacó su libro y empezó a ojearlo, encontró lo qué buscaba y pensó preparando todo. Desde las plantas necesarias hasta la olla que usaba para calentar el agua.
"– Este libro solo contiene plantas medicinales… Por suerte sé qué sirve para ella. Normalmente solo hago ungüentos para mi y algún medicamento. Pero se como modificarlo para qué funcione en ella. Solo tengo qué no añadir… –"
Al mirar las plantas qué tenia, volvio a meter una caja de color gris.
"– Si me equivoco y lo pongo no funcionará en ella. Por favor Nami-San, recuperate. ¿Snepres tiene razón? –"
Morgana recordó lo qué dijo Snepres a Zoro.
"– ¿Qué se siente al tener qué viajar con una Bruja? –"
Borro eso de su cabeza, no debía desviarse en lo más mínimo. Preparó la infusión, pero sabía que quemaba mucho, lo metió en un termo para conservar el calor y guardó todo, incluido el libro. Dejó la mochila en una esquina, pudo oír la voz de Zoro.
– ¡Oigan, salgan, chicos! ¡Hay qué trabajar! –
Salió por la puerta para encontrar a Nami de pie. Morgana fue a ella sin importar lo qué dijeran los demás.
– ¡Nami-San, vuelva a la cama! ¡Tienes una fiebre horrible! –
– Estoy bien, no te preocupes por mí ahora. –
La voz de Sanji las alerto.
– ¿Qué sucede, Nami-San? Las olas están tranquilas y hace buen tiempo… –
– El viento… –
– ¿El viento? –
– Un viento inmenso se dirige justo hacia aquí. Eso creo. ¿Qué haces? –
Luffy fue a Nami y puso su mano en su frente, y dijo dolorido.
– ¡Quema! ¡Estás ardiendo! ¡Quédate dentro del barco y vayamos al médico! –
– ¡Metete en tus asuntos! ¡Está es mi temperatura normal! ¡Deja de hacerte el tonto y tira de las cuerdas! –
– Nami-San, sé qué es por Vivi-Chan, pero si te esfuerzas demasiado… –
– ¡Les digo qué estoy bien! –
– ¡Apenas te puedes mantener en pie! ¡Vuelve a la cama ahora mismo! –
– Lo dice… quien tiene secretos… –
Morgana se quedó callada, no tenía derecho a replicar. Usopp dijo.
– Oe, no lo pagues con ella. Oye, Nami, de verdad deberías… –
– ¡Muevan el barco de una buena vez! –
Todos se movieron menos Nami y Morgana, está última no sabía qué pensar ya. Pero oyó a Nami decir.
– Cielo… ¿Qué rayos será? No parece qué sea una tormenta. –
– … –
El barco viró hasta el rumbo qué ordenó Nami. Poco después Vivi aparece por la puerta y dijo nada más salir y ponerse entre Nami y Morgana..
– ¡Tengo un favor qué pedirles! Se qué no debería pedirles esto porque solo soy una pasajera de su barco, pero mi país se encuentra en una situación muy grave... …y quiero volver cuanto antes. ¡No puedo perder ni un segundo! ¡Por eso, quiero qué este barco se dirija hacia Alabasta a máxima velocidad! –
Morgana pensó asustada, lo qué pedía Vivi era lógico pero no era momento para eso.
"– Se qué quieres llegar a casa, pero ahora… Si hubiera sido yo egoísta, ya habría llegado a Camino… No, no pienses en eso, olvídalo, no sé qué decir ahora. Y menos con el enfadó de Nami hacia mi. Aunque es posible qué hablara la fiebre y no ella. –"
Nami sonrió ante las palabras de Vivi.
– Por supuesto. Te lo prometimos, ¿no? –
– ¡Por eso, busquemos una isla donde haya un médico! ¡Curemos enseguida a Nami-San y dirijamonos a Alabasta! Esa es la máxima velocidad de este barco, ¿verdad? –
Esas últimas aliviaron la tensión qué se estaba produciendo en cubierta.
– ¡Así es! ¡No podemos ir más rápido qué eso! –
– ¿Estás segura? Como eres princesa, debes estar preocupada por ese millón de ciudadanos. –
– ¡Así es! ¡Por eso, debemos curar la enfermedad de Nami-San cuanto antes! –
– ¡Bien dicho Vivi-Chan! ¡Me he vuelto a enamorar de ti! –
– Tiene agallas. –
– Ayudaré en lo qué pueda, Vivi-San. –
– Gracias. –
– No te esfuerces, Nami-San. –
– Lo siento, Vivi. Creo qué tengo algo grave. –
Nami se derrumbó en los brazos de Vivi, Morgana la ayudó y dijo.
– Llevemosla a la cama de nuevo. –
– Si. –
Luffy llamó la atención de todos.
– ¿¡Qué es eso!? –
Justo donde se encontraron antes de virar, se halla un ciclón monstruoso.
– ¡Es un ciclón! –
– ¡Es enorme! –
– ¡E-esperen! ¡Esa dirección…! –
– ¡Es la dirección a la qué iba nuestro barco! –
– ¡Nos habría dado de lleno si hubiéramos seguido en línea recta! –
– Fue… Decisión de Nami-San… ¿Como…? –
Una tormenta se empezó también a formar, el mar se agita mientras rayos caen el el agua salada.
– ¡Eso estuvo cerca! ¡Nos salvamos por muy poco! –
– Nunca había visto una navegante asi. –
– ¡Bien! ¡Démonos prisa! ¡Busquemos un médico! –
– ¡Si! –
– Vivi-San, llevemosla a la cama. Ahora. –
– Si. –
– Hay un termo en la cocina, qué alguien la lleve a la habitación. –
Lograron tumbarla en la cama, allí llegó Sanji con el termo y se lo dio a Morgana.
– Morgana-Chan. –
– Bien, estará aún caliente. Incluso frío, funcionará. –
– ¿Qué es? –
– Fresno… Un árbol muy especial… Sus hojas en una infusión pueden ayudar en muchas cosas, la fiebre entre ellas. Tengo mucha de ella, y Nami-San la necesita. Vivi-San, qué lo beba y luego déjala dormir. –
– ¿No te quedas? –
– No, no soy navegante, pero sí sé seguir el rumbo. –
Se fue a cubierta, la tormenta y el ciclón ya pasaron, qué quedó en la proa durante todo el día necesitaba reflexionar.
"– ¿Debería hablarles de lo qué soy? No, ahora mismo no tengo derecho a nada. No soy nada, solo un fantasma. Ayudarles a buscar un médico, también en Alabasta y allí buscar un barco qué me lleve cerca. No tengo derecho a ser su Nakama, no tengo derecho a nada. –"
Durante el resto del día, permaneció vigilante en cubierta, ni siquiera comió ni bebió nada. Durante ese tiempo, se refugió del sol sentándose en la sombra qué proporciona el mástil. Usopp llegó para hablar.
– Oye, no has comido nada. Vamos, no queremos qué otra persona caiga enferma. –
– No tengo hambre realmente, estoy bien. Atiendan primero a Nami-San. –
– ¿Estas así por lo qué te dijo antes? –
– ¿Eh? –
– No finjas qué no me has oído. Nami te dijo esas palabras. Tenías tus motivos para ocultarlas. Ella sufrió algo parecido. –
– ¿A qué te refieres? –
– Veras… –
Usopp le contó el pasado de Nami a Morgana, ante está historia entendía porque quería cuidarla. Se puso en pie y dijo.
– Iré a comer después de hablar con ella. Voy enseguida. –
Llegó a Nami, siendo cuidada por Vivi. Al llegar preguntó.
– ¿Cómo está? –
– Le bajó un poco la fiebre. Pero aún es muy alta. –
– En cuanto la termine haré más. ¿Está despierta? –
– Si… Perdona Morgana… Fui muy dura contigo antes… –
– No merezco tu perdón, Usopp-San me contó tu pasado. Yo quiero contarte un poco… …el motivo de estar marcas. –
– ¿Eh? –
– ¿Morgana-San? –
– Las marcas, se nos hacen cuando somos pequeños, entre los 10 y 12 años. Las llevamos hasta los 16 años. Debemos llegar a una isla de Grand Line, tengo una Eternal Pose para llegar allí, pero aún no es el momento. Las marcas son como un signo de madurez, las ocultaba porque no es propio fuera de mi hogar. Solo es eso. –
– Ya veo, me alegra qué no sea nada malo. –
Ya podía estar más tranquila, pero también sabía qué no podía contar mucho más. Durante el resto del día hubo tranquilidad. Pero el clima era cada vez más frío. Obligando a todos a protegerse de este. Aquella noche, quien hace guardia es Morgana, sus poderes volvieron y se presentó voluntaria. Está vez no solo lleva su chaqueta limpia, también una bufanda, guantes y una manta. El frío era soportable, se mantuvo en la cofa. Las estrellas y la luna son su única compañía en ese momento. O eso pensaba, sus oídos volvieron a escuchar aquella voz. Aquella voz qué pensó qué no volvería a oír. Intentó buscar su origen pero no encontró nada. Hablo esperando una respuesta.
– ¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿"Falso… Miedo"? –
No hubo respuesta, salvo aquella voz qué poco a poco podía entender algo.
– ¿Una canción? ¿Qué eres realmente? ¿Eres algo de energía? Solo yo puedo oírte… Y a quienes les paso mi poder. –
Durante el resto de la noche se quedó en la cofa, al final el sueño la acogió, sin pesadillas. Hasta qué despertó a causa de la voz de Zoro, presente en la cofa.
– Despierta, tienes qué despertar. Menos mal qué no nevó mucho. –
– ¿Nevó? ¡Oh! ¡Me dormí! Lo siento. –
– No importa, has tenido suerte. Vete a tomar algo caliente. –
– ¿Cómo está Nami-San? –
– Aún no le baja la fiebre. Te dejaron algo del desayuno. Vete a tomarlo. –
– Vale, también le prepararé más infusión. –
– Preferiría qué durmieras como es debido. –
– Lo haré después de desayunar y darle la infusión a Nami-San. –
Morgana bajo de la cofa, Zoro ocupó su lugar para vigilar y divisar una isla. Al llegar a la cocina, Usopp la esperaba.
– Buenos días Morgana. Toma, Sanji te dejo esto. –
– Gracias. ¿Supongo qué Sanji-San y Vivi-San están con Nami-San? –
– Si, la fiebre todavía no le baja, pero esa infusión de ayer le vino bien. ¿Quién te enseñó? –
– Mi Maestro, Borondon-Sama. Me enseñó muchas cosas, desde leer y escribir, hasta supervivencia. Era viajero antes de ser Maestro, no solo a mi. También enseñó a muchos más, como mis amigos. Tal vez no sea médico, pero si se lo básico para ayudar en lo qué pueda.–
– Me alegra entonces qué estés aquí. Disfruta del desayuno. –
– Ok. –
Mientras disfrutaba de su desayuno, pudo oír la conversación de los tres restantes. Al oír una frase de Zoro pensó sin creerlo.
"– ¿Ponerse de pie en el mar? ¿Qué estás diciendo Zoro-San? –"
Siguió hasta qué sintió como el barco se movía. El movimiento la tiró al suelo junto con los materiales para la infusión para Nami. Cuando se estabilizó un poco todo, estaba furiosa por ese movimiento tan repentino. Al salir gritó.
– ¿¡QUÉ DEMONIOS ESTÁN HACIENDO!? –
– ¡Oigan, ¿qué sucede?! –
Sanji también salió a la vez qué ella. Cuando salen son recibidos por las bocas de armas de fuego. Ha estribo hay una persona "extraña", bastante gordo y comiendo un trozo de carne de un cuchillo, Sanji encendió un cigarrillo y preguntó.
– ¿Y bien? ¿Qué pasa aquí? –
– Están atacando nuestro barco. –
Todos y cada uno de los presentes en cubierta son apuntados con las armas de fuego.
– Bueno, tras ver esto, me imaginaba qué sería eso. –
– ¡Y en un buen momento! ¡Se agradece qué se vayan! –
– ¿De verdad son piratas? Son muy extraños ¿Solo son ustedes cinco? –
El tipo le dio un mordisco a su comida, pero no solo al trozo de carne, también mordió el cuchillo rompiéndolo. Ese acto sorprendió a todos.
– Me cuesta creer… …que solo cinco personas formen una tripulación pirata. –
– ¿Qué le pasa a este tipo? ¡Se comió hasta el cuchillo! –
– ¡Duele con solo mirarlo! –
"– ¡Ni Luffy-San está tan loco! –"
El tipo hizo una pregunta.
– Bueno como sea. Preguntaré lo siguiente. Queremos ir al reino de Drum. ¿No tienen una Eternal Pose o una Log Pose? –
– No. No había escuchado de ese país. –
– ¡Bueno, eso es todo, ¿no?! ¡Largense! Tenemos prisa. No tenemos tiempo qué perder con ustedes. –
– No te apresures. Si no tienen uno, ni modo. Sin embargo, les quitaremos sus tesoros y su barco. Pero, primero, tengo algo de hambre. –
"– ¿Son piratas? No, su actitud no es de esa manera. ¿Soldados? ¿Mercenarios? –"
Le dio un enorme mordisco al Going Merry rompiéndolo un poco. Usopp gritó.
– ¿¡Qué es ese tipo!? –
– ¡No te comas nuestro barco! –
– ¡No te muevas! ¡Wapol-Sama está comiendo! –
Luffy golpeó a los dos soldados, otro dijo.
– ¡Maldito, lo ha hecho! ¡Fuego! –
"– Empieza el show. –"
Morgana les dio una patada baja a los dos soldados qué la apuntaba y les golpeó de nuevo con otra patada, y subió por la barandilla. Esquivando balas y quedándose en los árboles de mandarinas, se quitó un guante con la boca. Uno de soldados la encontró y a punto con su arma.
– No te muevas. –
– Callate. –
Agarró el cañón del arma con la otra mano, la mano sin el guante se volvió roja. Morgana dijo enfadada.
– Abyss… Shock. –
Golpeó al hombre con su mano roja. El impacto lo llevó al enemigo a caer en cubierta con la piel pálida, llamando la atención de otros soldados. Pero no había tiempo qué perder, entre los cuatro, menos Usopp qué se escondía. Morgana quedó impresionada por cómo peleaban sin dudar contra quienes eran sus asaltantes. En un momento Luffy se lanzó contra aquel tragón de nombre Wapol por uno de los soldados, qué aún devoraba el barco. Este se dio la vuelta y abrió su boca para "devorar" a Luffy.
– ¡Luffy! –
– ¿¡Akuma no mi!? –
Vivi apareció por la puerta justo cuando Luffy estiró sus brazos hacia atrás. Las peleas se detuvieron. Vivi preguntó al ver toda la escena.
– ¿Q-qué es esto? –
– Hola, Vivi-chan. ¿Le ha ocurrido algo a Nami-San? –
– Iré a preparar la infusión. –
Morgana se fue a la cocina mientras todo se solucionaba. Ya no era asunto suyo. No tardo mucho, pero aprovecho para limpiar un poco. Cuando terminó llevó el termo lleno a Nami. Está vez encontró a Zoro y Usopp con ella. Dejo la mochila en el suelo, ya le dejo un bote con la planta a Sanji. Al llegar preguntó.
– ¿Cómo está? –
– Sin cambio. ¿Eso es lo qué le baja la fiebre? –
– Si. No es mucho pero… Es mejor qué nada. –
Lo dejó en la mesa y decidió arriesgarse mientras se quitaba los guantes y la chaqueta.
– Aunque… Puedo hacer algo más… –
Los dos la miraron extrañados. Usopp fue el primero en hablar.
– ¿Qué quieres decir? –
– La "Energía" de los seres vivos… También se puede compartir. –
– ¿Compartir? –
– Si, puedo intentar darle mi "Energía" sana y a su vez tendré la suya. Aliviara un poco el dolor qué tiene, pero yo me quedaré un poco "incapacitada". –
Zoro se dio cuenta de lo qué quería decir, y dijo preocupado.
– ¿Caerás enferma? –
– No, pero es posible qué me desmaye o algo. Incluso un poco de fiebre pero… Si eso la ayudara. ¿Qué puedo perder? –
Usopp dijo asustado.
– ¿Tu salud? ¿Tu poder? Es demasiado arriesgado. Avisaré a los demás. –
Los dejo, Zoro miró a Morgana, está solo agarró una mano de Nami y dijo mirando a Zoro.
– ¿Demasiado arriesgado? –
– Si, es mejor no arriesgarse. Y menos si estás "incapacitada". Se qué no confías en nosotros al 100% –
Morgana bajó la vista, Zoro parecía poder ver a través de ella, pero le puso una mano en el hombro, entendía qué deseaba ayudar a Nami, pero no a costa de su vida. Justo en el momento en qué llegó Vivi y los demás. Vivi dijo preocupada al saber qué haría.
– ¿¡Qué vas hacer!? –
– Nada. –
– ¿¡Cómo qué "nada"!? ¡Usopp-San nos dijo…! –
– No haré nada, lo prometo. Pero… ¿no sé qué hacer? –
Vivi abrazo a la muchacha. Entendía qué no era la única qué llevaba una carga. Morgana se soltó del abrazo y dijo para irse.
– Que Nami-San tomé la infusión cuando pueda. Ahora… Necesito aire fresco. –
– Iré con ella, ahora habrá qué vigilarla. –
Morgana dijo seria.
– ¡Venga ya! –
– No, está vez estoy de acuerdo. –
Ofendida hinchó sus mejillas por las palabras de Zoro y Sanji, pero acabó sonriendo. Al salir, Morgana empezó a bostezar. Esto llamó la atención de Zoro.
– Es verdad qué hoy habías hecho guardia, ¿por qué no te quedaste abajo? –
– ¿Para poner más carga? No, me quedaré en cubierta vigilando, y más si cada vez qué oigo esa voz… Ups. –
Morgana se tapó la boca por este último. Pero aún así Zoro preguntó.
– ¿Voz? ¿Qué voz? –
– No es nada, cosas mias. –
Durante el resto del día, todos en cubierta vigilaban por si volvían a aparecer esos tipos. El atardecer se asoma por el horizonte. Sanji sale por la puerta diciendo.
– Echen el ancla, no podemos seguir de noche. –
– ¿Le bajó la fiebre? –
– No, Morgana-Chan, y me temo qué se está acabando lo qué usas. Es mejor ir a dormir, y sobre todo tu. Se qué no has dormido nada desde ayer. Me quedaré vigilando, tu duerme bien vale. –
– Vale, buena guardia Sanji-San. –
Mientras se queda en cubierta, los demás se van con Nami y Vivi, alli todos se acomodan para dormir. Morgana habló con Vivi.
– ¿Podría hacer lo qué pretendía antes? –
– ¿¡Pero… Eso no haría hacerte caer enferma!? –
– Morgana, otra vez eso no. –
Luffy era el único qué no sabía qué pasaba. Pregunto.
– ¿Qué pasa? –
Zoro le explicó, al menos hasta donde él también entendió. Aún así le pregunto a Morgana.
– ¿Eso la ayudaría? –
– Aliviaría su dolor y fatiga. Pero probablemente sería yo la qué sufriría su carga. Al menos puedo hacer qué resista un poco más hasta qué encontremos un médico. –
Luffy parecía pensarlo, pero los demás no se quedarían callados.
– ¿Quedarías en el mismo estado qué en Little Garden? –
– No del todo. Le daría mi "Energía" y yo transmitirá la suya a mi. –
– ¿Lo… Lo has hecho antes? –
– Si. Es fácil y lo soporto bien. Y como tengo qué dormir me recuperaré fácilmente si duermo bien. Puedo hacerlo. –
– Adelante. –
Las palabras de Luffy impresionaron a todos, siguió hablando.
– Pero, no arriesgues tu vida. No permitiré qué te pase nada, ni a Nami ni a ti. –
– No te preocupes, solo será un poco. Es posible qué caiga inconsciente, cuiden de mi vale. –
Morgana agarró una mano de Nami. Pensó ante está situación.
"– Llevo años sin usarlo, es posible qué le de más de lo qué pueda controlar. Bueno, ella ha estado cuidando de mí. Me toca cuidar de ella, aunque sea de está manera. –"
Cerró los ojos y dijo.
– Kizuna. –
La mano qué sostenía la de Nami se volvió azul, abrió sus ojos y estos se volvieron en blanco, se desmayó. Zoro y Usopp la sostuvieron, Vivi dijo preocupada.
– ¿Está bien? –
– Mira a Nami primero. –
Vivi lo hizo, por suerte parecía un poco mejor. En cambio Morgana parecía agotada. Usopp dijo poniendo una mano en la frente.
– No tiene fiebre. Menos mal, pensé qué tendría. –
– Si, pero está agotada. Supongo qué aún no se recuperó del todo. –
– Bien hecho Morgana, bien hecho. –
Aquella misma noche, todos duermen. Pero sin qué ninguno de los presentes se diera cuenta, Nami despertó y se pudo sentar. Miró a sus compañeros durmiendo, Vivi cerca de ella, Usopp un poco más atrás, Zoro apoyado en Karoo y con Morgana apoyada en su pecho y Luffy más atrás con un cuadro clavado en su frente. Estaba por volver a dormirse pero oyó una voz lejana, muy lejana…
"– ¿Qué es esa voz? Será la fiebre, volveré a acostarme. –"
A la mañana siguiente, todos despertaron o casi todos. Morgana seguía durmiendo, estaba tan cómoda, podía oír los latidos de un corazón. Cuando abrió los ojos tanto Zoro como Vivi dijeron..
– Buenos días. –
– Buenos días Morgana-San. –
Se frotó los ojos y dijo.
– Buenos días… –
– ¿Cómo estás? –
Morgana se llevó una mano al pecho y cerró los ojos. Se podía ver una luz azul claro cruzar rápido su cuerpo. Al abrirlos dijo.
– Si, estoy bien. Necesitaba dormir para recuperar fuerzas. –
Miró a Zoro y dijo avergonzada y sonrojada.
– Lo siento por estar apoyada en ti. De verdad lo siento. –
– Tranquila, no te preocupes por eso. –
Zoro se levantó y se fue de la habitación. Vivi dijo.
– ¿Seguro qué te encuentras bien? –
– Si, ¿Cómo está Nami-San? –
– Un poco mejor, pero no le bajó la fiebre, pero tampoco le subió. Funcionó, lo qué sea qué has hecho. –
– Menos mal. "Llevaba tiempo sin usarlo. Tuve suerte." Vivi-San, mejor salga de aquí. Yo cuidare de Nami. No te preocupes, no lo usaré de nuevo. Es mejor qué salga a respirar aire fresco. Yo estaré pendiente de ella. –
– ¿Estás segura? –
– Si, vaya. Avisaré si pasa algo. –
Vivi se fue, Morgana se quedó cuidando de Nami. No usó de nuevo ese poder. Estuvo pendiente hasta la llegada de Luffy, este intento hacer reir a Nami. Decidió leer el libro para ver si podía encontrar algo. Oía a Luffy decir.
– ¡Nami, mírame! ¡Vamos! Qué raro no se ríe. ¡Vamos! ¡Riete, Nami! –
"– Al menos tiene buenas intenciones. –"
Zoro llegó poco después.
– ¿Qué pasa, Luffy? –
"– Se va asustar. –"
Luffy tenia una cara "graciosa" pintada de negro, pero esa cara asusto a Zoro haciendolo caer al suelo.
– ¡Deja eso! ¡Es asqueroso! –
– ¡Gracias! –
Morgana se rió por lo bajo. No era momento de risas. Los tres permanecieron en silencio, solos con los intentos de Luffy de hacer reír a Nami, hasta qué la voz de Sanji les aviso de algo qué desean oír.
– ¡Isla a la vista! –
Luffy estaba ansioso en la silla, por la noticia.
– ¿¡Una isla!? ¡Ya veo, una isla! ¡Hay una isla a la vista! ¡Oye, Nami! ¡Qué bueno, ¿no?! ¡Es una isla! ¡Pronto te curarás! ¡Es una isla! ¡Una isla, una isla! ¡Una isla! ¡Una isla! ¡Una isla! ¡Una isla! –
– Ve a ver, déjame esto a mi. –
– Nadie te lo impide. –
Ante esas palabras, se fue corriendo hacia cubierta. Morgana está impresionada.
– ¡Que rápido! –
– Déjale, ¿no te queda nada de esa infusión? Parecía funcionar. –
– No, nada. Estaba mirando mi libro y los ingredientes para ver si tenía algo, pero… No hay nada. –
– Bueno, lo has intentado. Pero siento curiosidad. –
– ¿Mhm? –
– ¿Qué fue lo qué hiciste ayer? ¿Ese poder? ¡Tu mano se volvió azul! –
– ¿Azul? Eso significa… –
– ¿Acaso tu poder es algo más? –
– Aún estoy aprendiendo de mi poder, cuando llegue a mi destino podré cómo "romper" uno de los límites. ¿Podrías…? –
– No preguntaré más. –
Poco rato después Zoro se fue, confiaba en Morgana. Ella se quedó en la habitación con Nami. Si pasaba algo ella actuaría sin dudar.
¿Eh? ¿Eh? ¿Gusto? ¿Gusto? Al principio dudaba del capitulo, dudaba mucho. Anímense a unirse al foro "La Mansión de las Historias" y aprovecho para que también se animen a leer mi historia "One Piece - Un Nuevo Comienzo" Así puedo empezarla, solo necesitamos a una persona más, asi cuando sea sea el descanso podre tener las pilas renovadas. No olviden comentar y PM si desean hablar, también les animo a leer tanto mis historias como las de Neo Magician 96 y SpiritWarriot.
