Corrupción Onírica.
Aclaración: Este mundo maneja lo que yo denomino como la Segunda Variante de nuestros personajes principales, así que aquí veremos a Ana/Anne, Samantha/Sasha y Marcy/Miriam respectivamente.
En esta versión predomina la magia y lo sobrenatural además de haber un cierto ambiente sombrío en esta ciudad de California, por lo cual algunos eventos fuera de lo común empiezan a notarse cada vez más.
En una casa podemos ver fuera de la ventana como una chica de apariencia gótica Maddie Flour se encuentra jugando animadamente con sus hermanas Amapola, Gengibre y Lavanda.
-Bueno chicas ha sido divertido pero ya es hora de dormir, mañana hay escuela y eso va para ustedes también.
-Oh pero hermana queremos seguir jugando- opinó Lavanda y las otras dos asintieron en respuesta.
-Vamos no quiero discusiones jovencitas, lavense los dientes y a dormir- respondió Maddie sin dejar paso a discusión.
-Esta bien- dijeron rendidas las trillizas.
Antes de retirarse a su cuarto también le dio un pequeño beso en la frente a cada una de sus hermanas. De verdad se demostraba que pese a su apariencia sombría que a simple vista pudiera hacer que la prejuzgaran resultaba ser una chica que de verdad amaba a su familia y se preocupaba por ellos, tanto su hermanas como su padre el señor Flour.
Hija de un linaje de hábiles panaderos estaba orgullosa de su familia y vivía feliz podría decirse, sin embargo no compartía cierta melancolía que se reflejaba sobre todo en su actitud gótica y es que faltaba algo o mejor dicho alguien en esa familia... Pues la tragedia había golpeado a la familia Flour hacía un par de años habiendo fallecido su madre y dejando un hueco en cada uno y si bien fue fuerte por sus hermanas y padre a veces cuando estaba sola y en la privacidad de su habitación sentía realmente su ausencia.
-A veces quisiera que nos vieras crecer, mamá- dijo mientras veía una foto enmarcada en donde toda la familia estaba reunida, ahí Maddie era una niña de unos ocho años mas o menos y sus hermanas apenas aprendían a caminar, se veían tan felices.
Puso la foto encima de su escritorio y se cambio para dormir llevando una camiseta algo desgastada de color negro y unos pants púrpura. Suspiro mirando el techo y poco a poco se dejo vencer por el sueño.
Se vio entrando por la desvenjecida reja negra y oxidada de una casa abandonada, para ella aquello no le causaba ningún terror, se podía decir que estaba en su ambiente por así decirlo, camino entonces por los pasillos de aquella casa abandonada revisando los cuartos llenos de polvo y arañas, un ambiente de vacio de años se sentía a su alrededor.
De repente ya no estaba en aquella casa vieja sino en un lugar extrañamente familiar, los pasillos de un hospital. Conocía de sobra esos lares, su madre paso los últimos meses de su vida consumida lentamente en una cama de hospital aún cuando trataba de mostrarse con una sonrisa siempre para sus hijas.
Recuerdos no muy agradables de Maddie charlando con su madre con la angustia de no saber si aquel sería el último, riendo y dandole ánimos de que las cosas mejoraría, una débil esperanza que día a día se apagaba como una vela puesta en un alfeizar contra una corriente de viento inclemente.
Prometiendole que cuidaría siempre a sus hermanas y su padre, una carga muy grande para una niña en una situación, pero así son las cosas, el destino a veces puede ser muy cruel.
Hasta que un día saliendo de su escuela su padre fue personalmente a la escuela, no dijo nada en parte del trayecto pero su mirada le decía todo, su madre había fallecido.
El tiempo lo sana todo, sin embargo no se habla mucho de las cicatrices que esto deja en la psique de las personas y en sus almas también.
Maddie luego se vio corriendo a través de un pantano sin saber porque lo hacía se sentía perseguida por algo en aquella zona, sentía el cansancio y el aire entrando cada vez de forma más pesada en sus pulmones, su corazón bombeando lo más que podía sentía que si aquella cosa la atrapaba sería su fin.
Y entonces la oscuridad la envolvía, como un infecto miasma entrando por sus pulmones, se sintió mareada con ganas de vomitar y entonces una tristeza profunda la invadió, se sintió en ese momento sin esperanzas mientras gritaba por su madre.
Entonces despertó cubierta de lágrimas y sin percartase como una especie de sombra salía por debajo de su cama, reptaba por las paredes a gran velocidad y salía por la ventana, sin que la chica siquiera se percatará de aquel extraño suceso, aunque al fin y al cabo no es como si le hubiera puesto atención a su alrededor mientras cubría su rostro y dejaba salir su dolor, aquella pesadilla le puso muy mal a decir verdad.
Y le fue difícil conciliar el sueño el resto de la noche con pequeños sobresaltos y en pocas palabras una pésima calidad en su descanso nocturno, pues era como si estuviera en alerta ante otra posible pesadilla.
Eran pasado de las tres de la mañana cuando decidió bajar por un vaso de agua fría y mientas lo bebía pudo notar realmente lo sedienta que estaba, así que un vaso no sería suficiente y termino llenando y tomandosé otro par de vasos más.
-Será mejor si trato de conciliar el sueño, o estaré durmiendo a cada rato en clases- dijo para si misma ya un poco más animada después de aquel mal sueño.
Así que volvío a su cuarto no sin antes pasarse por el de sus hermanas para checar que todo estuviera bien, y lo mismo hizo con su padre quién dormía con sonoros ronquidos, provocando en ella cierta paz y una mueca de tranquilidad al ver a sus seres queridos durmiendo sin problemas.
Se acomodo en su cama y se arropo, y aún con cierta intranquilidad el cansancio venció y pudo finalmente dormir.
Al día siguiente en la escuela saludo a Ana y a los hermanos Plantar, y no tardaron en unirse a ellos Miriam y Samantha.
-Cielos Maddie te ves terrible- señalo Twig.
-Gracias Twig yo también te quiero- respondió la chica gótica con sarcasmo.
-No en serio chica te ves mal, acaso no dormiste bien- dijo Samantha una chica rubia con gafas redondas de armazón fushia y frenos.
-¿Acaso te desvelaste hasta tarde viendo películas de terror?- inquirió Ana recordando una pijamada de hace unos meses que habían tenido en su casa y recordando la affición de esta chica por lo misterioso y oculto.
-Si la última que me recomendaste estuvo buena, lo admito, pero hay que estar preparados en días de escuela y no arriesgarse a quedarse dormidos, pero sobre todo a que nos llamen la atención por eso- dijo Ana legítimamente preocupada por Maddie y hasta con un tono de "hermana mayor" para con ella.
-Vamos no seas tan mandona con ella "Ana Banana"- dijo esta vez Miriam una chica de ascendencia asiática que en ese momento estaba parada sobre una patineta con la cual había llegado a la escuela.
Maddie un poco preocupada por los comentarios de sus compañeros busco en su mochila y saco un recipiente redondo de maquillaje que venía también con un espejito y pudo notar algo alarmada que mostraba unas grandes ojeras y cierta palidez en la piel (que de por sí la chica caía un tanto en el estereotipo de gótica que no le gusta que le de el sol).
Aquello hizo sentir una extraña inquietud, un extraño presentimiento para Maddie, pero no quiso compartir estas inquietudes a sus compañeros, pues prefirió pensar que todo había sido resultado de una mala noche de sueño. Mas valía que eso fuera.
-Estoy bien chicos, solo tuve una pesadilla que no me dejo dormir bien es todo- replicó la gótica.
Incluso Molly la hermana de Twig le compartió una de sus bebidas en señal de camaradería, y un poco preocupada también mientras le daba palmadas en el hombro.
Ante la respuesta de Maddie pareció tranquilizar un poco al grupo, pero aún así no dejaron de recomendarle que si sentía mal descansará un rato en la enfermería.
Ella prescindió de eso y mejor se mantuvo concentrada en las clases de ese día incluso más que la estudiosa Samantha. Todo para tratar de olvidar como aquella pesadilla solo le hizo rememorar una de las etapas más tristes de su vida.
Se suponía que era fuerte, que había aprendido a lidiar con la muerte de su querida madre; a ella no le gustaría verla triste y derrotada a su querida hija. Tenía que sobreponerse y prevalecer por aquella familia que aún le quedaba.
Además podía notar con alegría que también contaba con un grupo de amigos que se preocupaban por ella, algo por lo que agradecía.
Ana y su "Trío de la Calamidad" como a veces se hacían llamar, así como los chicos Plantar habían demostrado ya en el pasado su apoyo cuando más lo necesito, tanto durante así como después de su tragedia familiar. Aquello hizo sentir renovada la llama de esperanza en su ser y comenzó a tranquilizar sus inquietudes... Por ahora.
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Se vio entonces en un campo de maleza, recuerdos de un pasado distante y una sensación de desesperanza la volvían a atacar, otra vez "aquello" la acechaba en la distancia se acercaba.
Vio entonces que este tomaba una forma un tanto más humana si es que podría decirse de aquella marea de oscuridad, un hombre larguilucho y cuya sonrisa inquietante le incomodaba, ropas elegantes y negras pero a su vez desgastadas, su caminar era errático, entonces alzo una de sus esquéleticas manos hacia la chica.
Ella supo que no debía dejarse alcanzar otra vez por esa cosa, que era peligrosa.
-¡Aléjate!- exclamo con voz poderosa.
Y entonces no se dejo amedrentar, buenos recuerdos de su madre vinieron en su ayuda entonces, de como le enseño a hacer galletas y muffins de como les leía cuentos a ella y a sus hermanas. De darle seguridad en si misma y decirle que era una niña hermosa y que no dejará que nadie le dijera lo contrario; el cariño que sentía para con sus hermanas pese a lo traviesas que eran, las enseñanzas y el amor de su padre y como este le guiaba y cuidaba lo mejor que podía.
Sus amigos y todos los momentos divertidos y amenos que habían vivido así como los tristes y como siempre habían desmostrado siempre dispuestos a darle una mano y no juzgarla por su apariencia a veces tan sombría o siniestra francamente.
Entonces todo aquel cúmulo de recuerdos creo una luz protectora que cegó e impacto a la creatura e hizo despertar abruptamente a Maddie con un hilo de saliva en su escritorio y boca.
-Señorita Flour si mi clase le parece tan aburrida, le pido que salga por favor- le amonesto el maestro Jhonson.
-No, no estoy, estoy despierta- dijo con una voz amodorrada provocando algunas risas entre sus compañeros.
Se desesperezó y arreglo un poco su cabello levantado su flequillo para poder ver mejor.
-Te dijimos que descansaras un rato- le susurro Twig amonestandole.
Ella solo alcanzó a asentir todavía un poco agitada por aquel extraño sueño, del cual ya para ese momento apenas recordaba algunos fragmentos.
Afuera nubes oscuras se formaban anunciando una próxima tormenta, literal y metafóricamente. Una especie de sombra se agitaba a las afueras de la ciudad y esta tomaba forma y presencia en el plano fisíco y observaba desde lejos todo un "Coto de Caza" para él.
Entonces rugió como una bestia y de su boca jadeante surgieron lo que en un principo parecía una gran lengua, pero viendolo más de cerca se ofrecía un espectaculo infernal pues en realidad eran montones de brazos de color piel que formaban una bizarra lengua saliendo de las fauces de aquel ser agitandosé violentamente y extendiendosé buscando a tientas, sintiendo y explorando su alrededor. Aquel horror tenía hambre y buscaría cualquier forma de saciarla.
Y bueno he aquí el primer capítulo de esta historia especial para Halloween, gracias a Dios he podido sacar adelante este proyecto, espero y lo disfruten.
Maddie por ahora esta a salvo pero algo maligno la acecha y no solo a ella sino probablemente a todos en la gran ciudad. Que será este ser y sus intenciones a parte de "alimentarse" descubranlo en próximos capítulos.
Sin más que decir tengan un buen inicio de semana, y excelente día también. ;)
