Palabras Que Duelen
La mujer de cabello corto azul caminaba por los pasillos del Palacio de Cristal, mientras avanzaba los guardias le hacían reverencia y algunos la saludaban, a todos ella respondía amablemente.
En el camino se encontró con un hombre de pelo plateado largo a quien reconoció apenas vio, el cual estaba vestido con pantalones de gabardina blancos, zapatos del mismo color, en la parte de arriba llevaba una camisa también blanca con el escudo del Reino bordado en la zona derecha del pecho.
- ¡Lady Mercury! Me alegra verla de nuevo - exclamó él sonriendo
- ¡Artemis! A mí también me da gusto verlos de regreso a Luna y usted - respondió Ami correspondiendo al saludo
- Así es, nos hemos tomado unas merecidas vacaciones y estamos aquí de nuevo - afirmó el consejero Real coincidiendo con lo dicho por Luna - He estado viendo el trabajo de usted y las demás Inners como gobernadoras de sus respectivos distritos, déjeme decirle que salvo algunos detalles estoy conforme con cómo marchan las cosas - agregó el hombre
- Me alegra oír eso Artemis, tanto yo como las chicas estamos dando lo mejor de nosotras, no queremos defraudar a los reyes ni a nosotras mismas - agradeció sonriendo la de cabello azul el cumplido del Consejero
- Si, solo de Ciudad Ígnea he recibido algunas quejas, son pocas pero igualmente Lady Mars ha hecho un excelente trabajo, obviamente a ella le será comunicada la necesidad de resolver ese asunto lo más rápido posible - aseguró el de cabello largo plateado
- Vaya Artemis, a ti no se te escapa nada, yo ni enterada estaba de eso ¿De qué tipo de quejas hablas? - indagó la de pelo corto riendo levemente
- Algunas contravenciones al Código de Convivencia pacífica, es importante que dicho reglamento sea 100% respetado en todos lados ya que nos hemos esforzado mucho por hacerlo cumplir - informó el Consejero con mucha seguridad
- Estoy segura que Rei lo solucionará prontamente, a ella le gusta la exigencia y las cosas bien hechas - concluyó Ami sonriendo
- Yo espero lo mismo, Lady Mercury -
- He venido a ver a sus Majestades, Artemis - dijo Mercury recordando el motivo de su presencia en el Palacio
- Es cierto, sígame, venga conmigo - invitó el de cabello plateado a la chica
De esta forma, los dos continuaron caminando por el pasillo ancho en que estaban hasta que llegaron a una gran puerta custodiada por dos guardias que al verlos, les hicieron reverencia y abrieron la entrada para permitirles pasar.
Una vez que entraron a la gran sala en donde se encontraba el trono de los reyes, que era un gigantesco cuarto con numerosas columnas en las paredes, de color blanco bañadas con oro y brillantes.
En el lugar estaba la pareja Real, los reyes de Tokio de Cristal, un hombre de cabello negro vestido con un elegante traje color celeste claro y un antifaz blanco que le tapaba medio rostro, dejando ver sus pupilas azules, a su lado se encontraba una bella mujer de pelo rubio atado en forma de dos largas coletas tipo Odango, ojos celestes y vestida con un largo vestido blanco que le cubría la totalidad de las piernas, que tenía adornos en forma de alas de mariposa en la espalda y le dejaba los hombros desnudos.
La pareja sonrió al ver llegar a Ami y Artemis y los recibió amablemente.
- Mí querido amigo Artemis, veo que Lady Mercury viene contigo - dijo el soberano a modo de recibimiento
- Así es sus Majestades, tal y como lo solicitaron - respondió el Consejero inclinándose levemente
- Gracias Concejero, antes de que te vayas dinos ya que estás aquí ¿Cómo está yéndole a mi hija en el curso de cocina? - preguntó la Reina
- Según la información de Lady Neptune y Lady Uranus, a la princesa le está yendo muy bien, está entusiasmada porque dice que quiere cocinar mejor de lo que usted lo hacía, Majestad - informó Artemis ante una leve risa de los reyes - Quien abandonó el curso fue la hija de Lady Mars, la señorita Risa Jones - agregó el de cabello plata
- ¿Risa dejó? Entiendo... tengo ganas de volver a ver a esa muchacha y a su padre, tiempo sin verlos ha pasado ya - respondió la rubia soberana sin perder la sonrisa del rostro
- Efectivamente Majestad, si no hay más consultas yo me retiro - dijo Artemis
Una vez que el Concejero se alejó, la Reina abrazó afectuosamente a Ami quien correspondió al abrazo.
- Ami, que gusto de verte otra vez ¿Cómo marchan las cosas en Ciudad Aquae? - preguntó sonriente la soberana
- Muy bien Majestad, Artemis no tiene ninguna queja de mi labor - respondió la de pelo azul
- Usted sigue siendo la más inteligente y brillante de todas las Senshis, no me sorprende Lady Mercury - alabó el Rey
- Gracias Majestad, no es una tarea fácil pero hago lo mejor - agradeció la mujer de cabello corto
- Te mandé a llamar porque voy a convocar a todas las Inners para una reunión aquí en el Palacio dentro de dos días - comunicó la Neo Reina Serenity
- ¿Solo las Inners? ¿Las Outers no? - indagó Ami
- Por el momento solo las Inners, ya que será para realizar un balance de la gestión de cada una al frente de sus respectivas gobernaciones - informó la soberana
- Entiendo y quiere que yo me comunique que las demás para convocarlas - intuyó la Senshi gobernadora de Ciudad Aquae
- Así es, cuando te comuniques con Rei, dile que venga con su esposo y su hija ya que tal como te dije antes, tengo ganas de verlos y ver cómo les ha ido - concordó la Reina poniendo ambas manos sobre los hombros de Ami
El resto de la reunión de Mercury con los reyes de Tokyo de Cristal fue sobre más detalles varios de la convocatoria y qué había sido de la vida de Ami todo el tiempo que habían pasado sin verse. Definitivamente la gobernadora de ciudad Aquae no iba a mencionarles nada a los soberanos sobre el episodio vivido en casa de Rei, ni sobre el pedido de su amiga con respecto a Risa o los comentarios de Luna de hace rato, porque consideraba que era muy pronto como para sacar conclusiones y quería primero informarse mejor antes de darlo a conocer al Rey Endymion y la Neo Reina Serenity.
Ralf ya había llegado a la sede de la Gobernación de Ciudad Ígnea, antes de dirigirse a la oficina de su esposa fue a revisión para comprobar que todo estuviera en orden con toda la seguridad del lugar, luego de eso procedió a ir a hablar con su mujer.
- Aquí estamos Jefe Jones, su señora la gobernadora está en su despacho, ella está aguardando por usted – informó uno de los asistentes de Rei, un hombre elegantemente vestido que acompañó a Ralf hasta la puerta de la oficina
- Gracias Keitaro, tengo unos asuntillos que tratar con ella – respondió amable pero seriamente el Jefe de la guardia
- Le advierto que ella parece estar de bastante mal humor, me mandó a llamar dos veces para preguntarme por qué no venía usted y en ambas ocasiones se dirigió a mí de una forma poco amigable – avisó el asistente
- Joder... entiendo, gracias por avisarme – respondió Ralf frunciendo el ceño
Sin decir más, el hombre se retiró del lugar mientras que el de cabello castaño oscuro golpeó la puerta y entró al despacho de Rei y apenas lo hizo, la vio dándole la espalda y mirando a la ventana.
Unos segundos más tarde, ella se dio vuelta y las pupilas púrpuras bajo sus anteojos se encontraron con las castañas oscuras de Ralf, la ternura y amor que antes tenía la mirada de ella hacia él, brillaba por su ausencia.
- Buenos días linda, te ves hermosa con esos lentes – saludó él alabando a su mujer
- Hace rato te vi llegar desde la ventana, ese horrible auto naranja que tienes es inconfundible – respondió secamente Rei ignorando el piropo
- ¿Qué te pasa con mi auto? Si me vas a insistir de nuevo para que lo cambie, pierdes el tiempo... estoy a gusto con ese y no quiero otro – dijo Ralf sin demostrar nerviosismo
- Es una porquería, el esposo de la gobernadora de Ciudad Ígnea no puede andar por la calle con esa basura, te he dicho miles de veces que lo vendas – fue la contestación de la mujer de cabello largo ébano
- ¿Podrías calmarte un poco? Apenas llego y ni me respondes el saludo – contestó el de pelo castaño oscuro suspirando
- Al llegar debías dirigirte inmediatamente a verme, encima de que viniste tarde te entretuviste – dijo tajante Rei cruzando sus brazos – Aparte te presentas sin haberte afeitado ni arreglado el cabello, te dije esta mañana que te afeitaras – agregó ella recriminante
- Relájate por favor no tuve tiempo, estuve de revisión con la guardia y controlando que no haya habido nada raro, por eso no vine rápidamente.
- No me pidas que me relaje, idiota ¿Se puede saber dónde estabas que no te encontré en la casa? – preguntó hostilmente la gobernadora
- Solo fui a comprar unas cosas nada más, algo de comida, deja de imaginarte cosas – respondió Ralf tratando de no gritar y de conservar la calma, recordando la promesa que le había hecho a Risa
- ¿Ah sí? ¿Seguro que no anduviste con alguna otra por ahí? ¿Cómo sé yo que tu querida hermanita no te presentó a alguien ya? – indagó Rei hablando cada vez con más hostilidad
- Deja de insultar a Haruna, ella respeta nuestro matrimonio y no estuve con ninguna otra, tú sigues siendo la reina de mi corazón, Rei te amo eres mi vida... te lo sigo demostrando, pero ya no prestas atención a nada de lo bueno que yo pueda hacer para ti, en cambio te dedicas a lastimarme como lo estás haciendo ahora ¿Qué diablos ha pasado contigo? ¡Antes confiabas en mí! ¡Yo nunca te fallé! ¡No fui yo el que cambió y tampoco nuestra hija! – aseguró Ralf amargamente
- No veo porqué la zorra de Haruna iba a respetar nuestro matrimonio, al fin y al cabo eso es lo que ella es... no conforme con eso, ha contagiado a tu hija – respondió ella despectivamente hablando, evadiendo lo último que su esposo acababa de decir
- Basta de insultos por favor, no te metas con mi hermana que te guste o no, es tu cuñada... ya no más - contestó el Jefe de Guardia - Encima cuando llego a casa encuentro a nuestra hija llorando y con el labio reventado, vengo aquí y maltratas a los empleados porque me tardo solo un poco – agregó él indignado
- Vaya, te vinieron con el chisme y sí, lo hice porque quien manda aquí soy yo y nadie más – dijo Rei de mala manera – Y con respecto a tu hija, de ella te tengo que hablar – agregó ella
- ¿Puede saberse por qué te descargas con ella también? ¿Cuál infiernos es tu problema? – preguntó el de cabello castaño oscuro
- Cuida la boca, no quebrantes el Código de Convivencia – respondió la de pelo ébano poniendo uno de sus dedos indices sobre su boca
- No me hagas reír, quien primero lo quebranta eres tú... lo que le hiciste a nuestra hija está fuera del mismo, ¿¡Cómo se te ocurre exponer una cuestión intima ante un tercero, por más amiga tuya que sea!? Solo debías preguntarle y ya, encima no conforme con eso la golpeas de la manera en que lo hiciste... mira nomas cómo le dejaste la boca, aparte la trataste de cualquiera – argumentó Ralf sintiendo cómo por dentro suyo, el enojo se iba apoderando de él
- Sí claro, aparte de altanera, contestadora, maleducada, petulante... ahora también es una mentirosa y una degenerada, ella ya no es virgen porque ha estado revolcándose con el noviecito ese que yo le había prohibido ¿Y sabes qué? Tú lo sabías... y me lo ocultaste... - acusó Rei apuntando a su esposo con uno de sus dedos indices
- Me enteré cuando llegué a casa, ella me lo contó todo pero claro, seguramente seguirás pensando que te estoy mintiendo – se defendió el de pelo castaño oscuro
- ¿Por qué no pensarlo? Seguro ella te pidió que la cubrieras, tú eres débil, Ralf Jones... porque tu hija te domina, le apañas todo... ¡Absolutamente todo! Eres un estúpido y un inútil bueno para nada – siguió acusándolo la gobernadora mientras se acercaba a él
- ¿Yo estúpido? ¿Yo inútil bueno para nada? Deja de decir tonterías, no haces más que agredir... ¿Crees que así es como se cría bien a una hija? No confundas apañar todo con comprenderla y contenerla, yo no la apañaría si ella por ejemplo, decidiera estar de vaga o se involucrara con un sinvergüenza, insisto... no fui yo el que cambió y tampoco Risa, antes tú hablabas maravillas de nosotros... éramos felices los tres... y nosotros tu orgullo – dijo Ralf con tristeza
- Bien dijiste, eran... ahora ustedes dos son mi vergüenza – respondió hostilmente Rei, lo cual fue como una daga clavándose en el corazón de su esposo
- ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? – preguntó él con evidente pena
- Otro asunto que tenía que hablar seriamente contigo es el curso de cocina que tu hija abandonó, ¿decías que no es una vaga? No me hagas reír – habló la gobernadora con una sonrisa sarcástica en el rostro
- La anotaste en algo que no le gusta, te lo dije miles de veces... ella quería estudiar música y no, no es una vaga... ella siempre tuvo las mejores notas en la chuugakko* y en la kookoo*, además en las tareas del templo siempre se ha esmerado ¡No puede ser que hayas olvidado todo eso! – respondió él tomándose la cabeza con una de sus manos
- Parece que estás olvidando algo, Ralf... ella va a estudiar lo que yo decida, porque sé qué es lo mejor para ella –
- Rei... no puede ser que seas tú quien esté hablando, ella es tu hija no tu esclava... a ella lo que le lastimó más no fue la tremenda cachetada que le pegaste, fue la manera en que la insultaste... ella y su novio se aman y planean casarse algún día, yo lo conocí y créeme que no entiendo por qué te opones tanto a esa relación – contestó Ralf respirando hondo para no descontrolarse
- ¿La hija de la gobernadora de Ciudad Ígnea casada con un simple cantante? Antes muerta que permitir eso, al novio se lo voy a elegir yo y será como debe de ser... con una destacada posición social y de familia importante – dijo la de ojos púrpuras revelando las condiciones que quiere para el futuro esposo de Risa
- Me decepcionas, Rei... ¿Recuerdas que la única hija del diputado Takashi Hino se casó con un simple militar, ignorando las mismas exigencias que ella me está planteado ahora? Ella se casó por amor y no por interés de dinero, poder o posición social – respondió el de cabello castaño oscuro recodando su pasado en las Fuerzas de Autodefensa, al igual que el pasado de Rei
- No te atrevas... ¡No te atrevas a compararme con ese hombre! – contestó la de largo pelo negro rechinando los dientes y apretando los puños de ira
- No veo por qué no, tú estás haciendo con nuestra hija lo mismo que él quiso hacer contigo, esa vez renunciaste a su herenc... - recordaba Ralf, no pudiendo terminar de hablar debido a una fuerte cachetada de su enfadada esposa
- Vuelves a compararme con ese... señor y te juro que lo vas a lamentar ¿Me oíste? – advirtió Rei apoyando uno de sus dedos índice en el pecho de él
- Espero que al menos, la bofetada que me diste te haya servido para descargarte – dijo el Jefe de guardia sobándose la mejilla y haciendo lo más sensato: no contestar la amenaza de su mujer
- Casi lo olvido, ¿Decías que tu hija se esmera en las tareas del templo? Sin embargo hace tiempo ya que las ventas de amuletos han bajado considerablemente ¿O será que es porque me casé con un ateo? – respondió ella con intención de seguir la discusión
- Es verdad las ventas han descendido, pero no es culpa de Risa ni tampoco de mi ateísmo, empezaron a caer poco tiempo después de que cambiaste para peor... que yo sepa tu actual modo de proceder no es lo que tus dioses antiguos enseñan, así que deja la tonta insinuación que tantas veces me hiciste los últimos dos años y por favor... golpéame y oféndeme a mí si quieres, pero ya no te descargues con nuestra hija porque la estás haciendo sufrir – aclaró el Jefe de guardia con seguridad
En Ciudad Ígnea había algunos distinguidos restaurantes, entre ellos estaba "Restaurant Magnolia" el cual pertenecía a Sailor Plut, Setsuna Meiou, y era en donde trabajaba la hermana menor de Ralf, una hermosa y atractiva joven de cabello castaño oscuro el cual usaba corto ya que no le gustaba largo, ojos del mismo color, piel blanca, rasgos faciales parecidos a los de su hermano mayor y un cuerpo bien formado.
Ella se paseaba entre las mesas del salón con una bandeja en las manos, su vestimenta indicaba que era moza y consistía en unos pantalones negros de vestir algo ajustados, zapatos de igual color, en la parte de arriba llevaba una camisa blanca manga larga debajo de un chaleco sin mangas que le marcaba sus voluptuosos senos y que hacía juego con los pantalones.
La mujer se dirigió a la barra que estaba al fondo del concurrido salón.
Dicho sector era atendido por otra muchacha joven y delgada, de estatura normal, pelo largo, liso y blanco que se volvía ligeramente ondulado en las puntas. Tenía además dos colas de cabello blanco cayéndole desde los lados de la cara hasta los grandes pechos y el rostro era enmarcado por aquellas, el flequillo que debería cubrirle la frente estaba atado en forma de cola de caballo al alza apuntando hacia arriba, su cuerpo era muy atractivo, con buenas curvas y estaba vestida de la misma forma que la hermana menor de Ralf.
- Oye Mira, salen dos vasos de vino para la mesa 4 – solicitó la de cabello corto castaño a la de pelo blanco la cual se encontraba de espaldas
- Enseguida Haru, ya te los sirvo – respondió sonriente la chica dándose vuelta mirando a su compañera con sus grandes ojos azules
- Que agotador querida amiga, se nota que estamos en el horario del almuerzo – comentó Haruna suspirando
- Tienes razón, pero recuerda que si no trabajamos no comemos – dijo la atractiva mujer de cabello blanco riendo levemente
- Eso sí es cierto, ya que no quiero joder a mi hermano, el pobre suficientes problemas tiene – aseguró la de ojos castaños prestando atención al leve sonrojo en el rostro de su amiga al mencionar a Ralf
- Eso es lo importante, no depender de otros... hasta que te cases con algún millonario – respondió la muchacha de pupilas azules riéndose
- Ay amiga, he perdido las esperanzas y renunciado a los hombres... no he tenido suerte en el amor, no he hecho más que cruzarme con cretinos – se lamentó Haru con una triste sonrisa
- No te rindas amiga, oye sabes... he notado que el de la mesa 7 no ha dejado de mirarte el trasero – respondió Mira haciendo notar dicho detalle a su compañera
- Típico de los hombres, la mayoría son unos pervertidos... ¿Qué me dices de ti? Has rechazado a los últimos dos pretendientes que has tenido y ambos eran guapos – recordó Haruna sonriendo
- Nada, simplemente no estaba enamorada de ninguno de los dos y no quería ilusionarlos falsamente, no me iba a poner de novia con alguien que no amo – aseguró tranquilamente la de cabello blanco
- Eso es cierto, pero yo sé por qué no has sido capaz de amar a ningún hombre que se te ha declarado... - comentó la de pelo corto sonriendo y guiñando un ojo
- Ya lleva el vino que el cliente está esperando, no queremos que la señorita Setsuna te llame la atención – instó sonrojada la de pupilas azules a su amiga buscando desviar el tema de conversación
- Enseguida voy, te salvó la campana, amiga – dijo Haruna sonriendo pícaramente yendo a entregar el pedido
Un par de minutos más tarde, al lugar entró Risa buscando con su vista a Haruna su tía que la saludaba sonriente apenas la vio, ella correspondió el saludo sonriendo mientras se dirigía a la barra.
- Hola Mirajane, ¿Cómo estás? – dijo la joven de largo pelo castaño dando un beso en la mejilla a quien atendía allí
- Hola Risa muy bien, pero cielos... ¿Qué te pasó en la boca? – preguntó preocupada la apuesta moza notando enseguida el moretón en dicho lugar del rostro de la chica
- Nada Mira... me accidenté en casa, nada más – mintió la hija de Ralf bajando la vista - ¿No interrumpo el trabajo verdad? – preguntó ella buscando evitar que Mirajane siguiera preguntando
- Para nada querida, ahí viene tu tía – respondió la de ojos azules con una sonrisa
- ¡Mi sobrina hermosa! ¡Qué bueno verte! – exclamó Haruna sonriente abrazando de atrás a Risa luego de apoyar la bandeja en el mostrador de la barra
- Lo mismo digo tía, me alegra que estés de buen humor – dijo la de pupilas púrpuras dándose vuelta y correspondiendo el abrazo
- Joder... la arpía de tu madre lo volvió a hacer ¿verdad? – comentó frunciendo el ceño la de pelo corto castaño oscuro, refiriéndose al moretón de la boca de Risa
- Estaba trabajando en casa y me golpeé, nada más – respondió la hija de Ralf
- Vamos, no mientas Risa... deja de cubrirla, ella no lo merece – dijo Haru con fastidio
- Además, puedo ver la inmensa tristeza reflejada en tu mirada, eso no lo provoca un simple golpe – aseguró cariñosamente la de cabello blanco acariciando una de las mejillas de Risa
- Hay tres personas a las que no puedo mentirles, mi papá y ustedes dos – admitió la joven con una media sonrisa en la cara
- Cuéntanos... ¿Por qué te golpeó Rei? – preguntó su tía acariciándole la cabeza
Entonces la muchacha les contó a las dos mujeres, todo lo que había pasado, lo que le había pedido su madre a Ami, el motivo de la discusión y la cachetada recibida.
- ... Ya no aguanto más, en serio ya no soporto... lo único que me mantiene en la casa es la presencia de mi papá, si no fuera por él hace rato que me hubiera largado de allí – acabó Risa su triste relato
- Vamos... no digas eso, aunque su actitud ahora sea diferente, en el fondo tu mamá te ama, se preocuparía por ti – consoló Mirajane con evidente tristeza en la mirada, tomando con ambas manos el rostro de la joven
- No lo creo, Mira... si me voy estoy segura que ella festejaría, desde hace dos años que ella esta desconocida... hasta en mis dos últimos cumpleaños ha estado ocupada con trabajo, me los festejó solo mi papá en cambio ella... ni se acordó – aseguró amargamente Risa
- No lo puedo creer... sabía que las cosas estaban mal pero no creí que tanto, ¿Estás segura que hablamos de la misma persona? – preguntó impactada la de pelo blanco sin terminar de dar crédito a lo que acababa de oír
- Créelo amiga, te lo dije esa es la Rei de ahora... se nota que Ralf la ama de verdad, otro en su lugar no aguantaría dos años así, ya no nos vemos tanto con él por culpa de ella, antes nos llevábamos bárbaro con mi cuñada pero ahora me odia y no se por qué – aseguró Haruna con enojo
- ¿Cómo es posible que una madre ya no se acuerde del cumpleaños de su propia hija? ¡Eso es fuerte! - opinó Mira indignada - Hace mucho tiempo que no veo a Ralf... me enteré de esta situación por lo que me contaste Haru, imagino cuánto sufrirá él también – recordó pensativa la de ojos azules
- Lo sé, ella lo cela todo el tiempo, no puede ni salir solo a la calle que ya mi madre piensa que la está engañando y se arma la discusión de nuevo, en cambio ella... cada vez que mi papá quiere abrazarla o besarla, lo rechaza... él le dice cosas lindas y le hace regalos y ella simplemente los ignora, ni siquiera se acuerda tampoco de su cumpleaños y cada vez que yo o él le preguntamos qué demonios le ocurre y porqué ha cambiado así, nos contesta con evasivas – explicó Risa apretando sus puños de la frustración
- Shhhhh baja la voz querida, recuerda el código de convivencia... - recomendó Haruna a su sobrina, mirando para todos lados
- El tonto Código no me importa... ¿En que nos ha ayudado? Mi madre lo rompe todos los días desde hace dos años – dijo Risa con rabia
- Lo sé linda, a mí también pero se trata de ser prácticos y no conviene que te multen - respondió su tía poniendo una de sus manos sobre un hombro de su sobrina
- No se merecen esto, ¿por qué sufrir así injustamente? – se lamentó Mirajane con algunas lágrimas asomándole por sus azules ojos
- ¿¡Qué significa ese vocabulario que estoy escuchando!? - se oyó preguntar enojada a una voz femenina cerca de donde las tres se encontraban, ante lo cual se asustaron
* A los 12 años, el alumno entra a la chuugakko que es el equivalente a la "secundaria" y dura 3 años
* A los 15 años se entra en la kookoo o escuela superior (en español llamada preparatoria o bachillerato) que también dura 3 años (primero, segundo y tercero de escuela superior). Al final de esos 3 años se gradúan (a los 18, justo la edad de Risa en esta historia)
Así llegamos al término de un nuevo capítulo, ya vamos conociendo lo hiriente que puede llegar a ser esta Rei malvada y ya conocimos a la invitada de otro animé que había mencionado el chap anterior, se trata de Mirajane de Fairy Tail (Es otra serie que también me encanta y de allí mi favorita es justamente ella) ¿Qué papel va a tener en esta historia? Ya lo irán viendo (Aunque los más perceptivos seguramente ya se habrán dado cuenta XD)
Creo que no tengo nada más que decir por el momento, me dedicaré también a darle a SMvsT: El Origen y Ghost in the Terminator su merecida actualización, si lo desean pueden dejarme un review con sus impresiones, sería bien recibido y lo agradecería mucho.
Les deseo que sigan bien y nos vemos :)
