Incertidumbre
- Lo sé linda, a mí también pero se trata de ser prácticos y no conviene que te multen - respondió su tía poniendo una de sus manos sobre un hombro de su sobrina
- No se merecen esto, ¿por qué sufrir así injustamente? - se lamentó Mirajane con algunas lágrimas asomando por sus azules ojos
- ¿¡Qué significa ese vocabulario que estoy escuchando!? - se oyó preguntar enojada a una voz femenina cerca de donde las tres se encontraban, ante lo cual se asustaron
Allí a unos pocos pasos de Haruna, Mirajane y Risa, estaba una mujer alta de ojos rojizos y cabello verde oscuro, quien las miraba alternadamente con una mezcla de asombro y enojo. Era la dueña del restaurante que momentos antes, se encontraba en la cocina controlando el trabajo de los cocineros y que cuando salía de la misma había alcanzado a escuchar la opinión de la hija de Rei sobre el Código de Convivencia Pacífica.
- Señorita Setsuna... verá... nosotras... – intentaba decir la muchacha de pelo blanco
- Usted es la hija de Lady Mars ¿Verdad?, me sorprende oírla con ese lenguaje que claramente viola el Código, ¿Es consciente de todo lo que ha costado que dicha ley fuera respetada en la ciudad? ¿Y ahora justamente la hija de la Gobernadora lo quebranta? – preguntó la mujer con tono recriminatorio interrumpiendo a su empleada
- Señorita, ella tiene una buena razón para utilizar ese lenguaje... - quiso explicar Haruna a su jefa
- ¿Yo me dirigí a usted, Jones? Estoy hablando solo con la joven – interrumpió Setsuna a la hermana menor de Ralf
- No le eche la culpa a ellas por qué no la tienen, tal como dijo mi tía tengo una buena razón para expresarme así y es que mi madre ya no es la persona que usted piensa que sigue siendo, no desde hace dos años – explicó la muchacha de pupilas púrpuras, contemplando cómo Setsuna abría grande los ojos al oírla
- ¿Cómo? ¿De qué habla? – indagó asombrada la de cabello verde
- Hace un par de años que la vida de mi padre y la mía se ha vuelto un verdadero calvario, ya no hay muestras de cariño por parte de mi madre hacia nosotros, olvida nuestros cumpleaños y en cambio se dedica a agredirnos, desconfiar de nosotros y echarnos la culpa de todo – dijo Risa con indignación y la esperanza de que la mujer le crea y pudiera hacer algo
- Vamos no exagere, estamos hablando de Lady Mars... es cierto que ella es temperamental pero también es una persona que valora a sus amigos y familia, comprenda que el trabajo de gobernadora no es sencillo, ella está bajo mucha presión así que pienso que solo está pasando por un mal momento... tenga paciencia – respondió la de pupilas rojas con una leve sonrisa en el rostro
- ¡Un mal momento no dura dos años! ¡Es verdad que es temperamental pero antes no se descargaba con nosotros, que jamás le hemos hecho nada malo! ¡Por favor Lady Plut, tiene que creerme! ¡Ante los demás, mi madre aparenta seguir siendo la misma pero con mi padre y conmigo no lo es! ¡A mi tía la odia! – exclamó exaltada Risa atrayendo la atención de algunos clientes que se encontraban almorzando
- Cálmese señorita y no grite que está llamado la atención de los comensales, le repito que tenga paciencia... es normal que su madre no tenga el mismo humor porque como le dije, ser gobernadora no es fácil y además no creo que ella llegue al extremo de quebrantar el Código de esa manera – contestó Setsuna acariciando la cabeza de Risa
- Ella está diciendo la verdad, a mí no me puede ni ver y antes nos llevábamos muy bien, esto está pasando desde hace dos... - trataba de explicar Haruna defendiendo todo lo que dijo su sobrina
- Dejemos este asunto aquí, son asuntos personales que no deben ser ventilados en un sitio público – dijo Plut interrumpiendo una vez más a la joven de cabello corto
- Pero señorita... - quiso opinar Mirajane pero se calló al ver que Setsuna se llevaba uno de sus dedos índices a la boca indicándole que guardara silencio
- Por lo visto no puedo contar con usted para poder hacer algo, Lady Plut – comentó Risa con resignación y enojo mientras apretaba los puños
- Es que no sé qué pretende usted, ahora si me disculpa tenemos mucho trabajo que hacer – respondió la de cabellos verdes dando por terminada la conversación – Jones, Strauss, a trabajar que no les pago para que anden de chismosas – llamó ella la atención a Haruna y Mirajane
- Si, jefa... - dijeron resignadas ambas al unísono
- Discúlpeme por robarle su tiempo Lady Plut, solo venía a conversar con mi tía y mi amiga pero ahora ya me retiro – habló tajantemente la muchacha de cabello largo castaño - Tía Haru, Mira, nos vemos después – agregó mientras le daba a cada una un beso en la mejilla
De esta manera se despidió de ambas y salió del restaurante sumamente frustrada y disgustada, había visto en la irrupción de Setsuna en la charla que estaba teniendo con las chicas, una buena ocasión para contar con el apoyo de una de las sagradas Senshis que defendieran a la Tierra cada vez que algún mal amenazaba la paz del planeta en la época anterior a la fundación del segundo Milenio de Plata.
Pero no le había creído, de la misma forma que no lo habían hecho las poquísimas amistades que tenía y eso la desesperaba, solo contaba con cuatro personas: su padre, su tía, Mirajane que era amiga de su familia paterna desde hace tiempo y también su novio, ya que Rei no estaba dispuesta aceptar el noviazgo y por ende, tenían que verse a escondidas de ella. Ese era otro motivo de preocupación para Risa, hasta ahora pudo verse sin contratiempos con él porque su madre no estaba al tanto de que la estaba desobedeciendo, pero con los últimos acontecimientos el panorama cambiaba, no sabía qué medidas iba ella a tomar al descubrir eso... mientras tanto las preguntas inundaban su mente, ¿Qué iba a hacer si su mamá decidía imponerle otro novio lo antes posible y casarla a la fuerza?
- No voy a casarme con alguien que no amo, no estoy sola... mi papá me apoya, mi madre no se saldrá con la suya – pensó decidida Risa mientras caminaba en dirección de regreso al templo
Por una de las calles de Ciudad Ígnea entre los tantos coches que circulaban, había uno rojo con vidrios polarizados el cual avanzó hasta llegar a una avenida en donde torció a la derecha y por allí siguió derecho algunas cuadras hasta llegar a una casa de dos pisos, una de las pocas que se mezclaban entre tantos edificios.
Allí se detuvo el vehículo, del mismo bajó un apuesto joven que se dirigió a paso ligero hasta la casa. El era de piel blanca, cabello negro largo atado en forma de cola que le llegaba hasta la base de la espalda y estaba vestido con un elegante traje rojo, el saco lo llevaba abierto dejando ver la camisa negra y corbata amarilla, también llevaba unos lentes negros que ocultaban sus ojos.
Por una de las calles de Ciudad Ígnea entre los tantos coches que circulaban, había uno rojo con vidrios polarizados el cual avanzó hasta llegar a una avenida en donde torció a la derecha y por allí siguió derecho algunas cuadras hasta llegar a una casa de dos pisos, una de las pocas que se mezclaban entre tantos edificios.
Allí se detuvo el vehículo, del mismo bajó un apuesto joven que se dirigió a paso ligero hasta la casa. El era de piel blanca, cabello negro largo atado en forma de cola que le llegaba hasta la base de la espalda y estaba vestido con un elegante traje rojo, el saco lo llevaba abierto dejando ver la camisa negra y corbata amarilla, también llevaba unos lentes negros que ocultaban sus ojos.
La puerta de la residencia se abrió y un muchacho alto de pelo blanco y ojos verdes, recibió al recién llegado con ansiedad.
- Al fin llegas Seiya, hemos estado esperándote, no sueles llegar tarde a los ensayos – reprochó quien había atendido al chico de traje
- Siento la tardanza Yaten, hay un tráfico horrible, hubiera llegado antes de haber podido – se disculpó el de cabellera negra quitándose los lentes y mostrando sus azules ojos
- Comprendo, en ese caso hubieras salido antes... sabes que tenemos ensayo porque dentro de poco es nuestro concierto en el auditorio Fireball – recordó el de pupilas verdes
- No necesitas recordármelo hermano, ya que pienso invitar al mismo a mi amada bombón – respondió Seiya con una media sonrisa
- ¿Vienes de ver a mamá? – preguntó Yaten
- Si, me dijo que pasemos a visitarla los tres en cuanto podamos – informó el de ojos azules
- Ok, ahora vamos que Taiki nos espera arriba –
Acto seguido, ambos subieron por unas escaleras y tomaron un pasillo hasta llegar a una habitación de mediano tamaño, en donde había equipos de sonido y los instrumentos musicales.
Allí también estaba un muchacho alto de pelo castaño afinando una guitarra, el cual miró a los recién llegados y sonrió.
- Al fin llega el futuro yerno de la gobernadora de la ciudad y del jefe de guardia – dijo riendo quien se encontraba en el cuarto
- Hola Taiki, ese es mi deseo pero aún es muy pronto para asegurarlo – aseguró Seiya correspondiendo el saludo
- ¿Por qué es muy pronto? La hija de ellos esta perdidamente enamorada de ti y tú también de ella ¿Están saliendo, no? – preguntó Yaten sonriendo
- Eso es cierto hermano, incluso el papá de Risa ya me conoce y le caigo bien, pero el problema es ella, la madre... - afirmó pensativo el de cabello negro
- ¿Qué sucede con su mamá? – indagó Taiki
- Ya se los dije, no me acepta y me odia... ella está completamente loca, Risa y yo tenemos que vernos a escondidas – contestó suspirando Seiya
- ¿La noble, leal y justa Sailor Mars te odia? Cuéntanos otro chiste, hermano – rió el de pupilas verdes
- Si, apuesto a que tu querido bombón te está jugando una broma – agregó el de pelo castaño
- ¿Cuántas veces se los tengo que decir para que me crean? Ella no tiene ningún motivo para bromear con algo como eso y tampoco para mentirme, Risa no es así – respondió fastidiado Seiya
- Calma querido hermano no lo tomes a pecho, ahora vamos a ensayar ¿Si? – dijo Yaten posando una de sus manos sobre un hombro de Seiya
Tal y como había expresado el joven de cabello negro, en varias ocasiones le había contado a sus hermanos en qué condiciones estaba su noviazgo con Risa, pero ellos no le creían porque consideraban inverosímil que alguien tan buena y noble como Rei Hino Jones, se opusiera a su relación.
Sin decir nada más, los tres acomodaron sus instrumentos y acto seguido empezaron a tocar la melodía y Seiya a cantar.
*Busco tu amor
dulce sonrisa que
brilla en la eternidad
bello lucero que
siempre me hace feliz
eres mi más grande tesoro
(eterna luz estrella)
Aquel día fatal no te pude cuidar
y ahora mis lágrimas
tengo que controlar
solamente queda el dolor
(nunca te olvido niña)
El resto de la canción pasó sin ningún contratiempo, quien la cantaba lo hacía con emoción porque cerraba los ojos y pensaba en su amada Risa, por un lado era feliz de estar al lado de ella pero por otro tenia incertidumbre sobre qué podía pasar si Rei descubría que seguían viéndose. Sus hermanos que lo conocían bien habían intuido eso observando sus gestos.
- Justo el tema que piensas dedicarle a tu novia en el recital, ¿no es cierto Seiya? – comentó Taiki picaronamente
- ¿Para qué voy a negarlo? En ella estaba pensando mientras cantaba – admitió él extendiendo los brazos
- Me parece muy bien, ¿vamos con la siguiente canción? – propuso Yaten
- Un minuto, le mandaré mensaje a Risa para quedar en vernos – avisó Seiya buscando su celular
- No quedes para hoy, recuerda que tenemos que ir a ver a mamá y después a un par de lugares a firmar autógrafos – le recordó Taiki previendo que tal vez a su hermano se le olvidara dicho detalle
- Es cierto, quedaré para mañana ya que acabaremos tarde y a la noche, la bruja de su madre estará en casa y ella no podrá salir – concordó el de cabello negro rascándose la barbilla
La tarde promediaba en la ciudad y el día en el Restaurant Magnolia había sido duro y con mucho trabajo, Setsuna Meiou era exigente como patrona pero pagaba muy bien... Haruna y Mirajane no estaban arrepentidas de haber entrado a trabajar en dicho lugar, ambas estaban orgullosas de ganarse el sustento honestamente y no deberle favores a nadie.
Las dos amigas cumplieron con las exigencias de la jornada pero no habían podido dejar de pensar en todo lo que les había contado Risa, no podían creer que la Senshi que luchara por el amor y la pasión, la misma que amara tanto a su esposo y su hija... ahora le importase un comino cuánto pudieran sufrir.
Mirajane no podía evitar sentirse sorprendida, toda su vida había admirado a Sailor Mars y el actual comportamiento del cual le contaban sus amigas, le daba mucho en qué pensar ¿Justo quien más valoraba a su familia se había vuelto mala y egoísta? Y por su parte, Haruna se hacía también muchas preguntas ¿Sería que el hecho de ser gobernadora se le había subido a la cabeza a Rei? ¿Alguna clase de demonio se habrá apoderado de ella? ¿Qué respuestas tenia? Ninguna.
- Estoy muerta, hoy ha venido mucha gente a comer aquí – dijo suspirando la hermana menor de Ralf acercándose a la barra
- Animo amiga, solo falta una hora más y nos vamos – animó sonriendo la de pelo blanco
- Tienes razón, por suerte hoy la señorita Setsuna no nos ha regañado tanto... salvo por lo de hoy al mediodía – respondió Haru
- Cierto... ¿Sabes? Esperaba que ella ayudara de algún modo a Risa cuando lo solicitó, ya que también es una Senshi – comentó Mira frunciendo el ceño
- No creo que hubiese podido hacer mucho, ella nunca fue muy cercana a Rei y no hubiera servido nada de lo que pudiera decirle a esa arpía – afirmó la de cabello corto
- Puede ser, pero me molestó que Setsuna no nos creyera – aseguró la apuesta moza de ojos azules
- A mí también, ¿Pero sabes cuál es el problema? Ni Ralf, ni Risa, ni nosotras... tenemos prueba alguna de lo que afirmamos... en cambio Rei ante sus amigas sabe disimular muy bien – explicó Haruna con seriedad
- Sería su palabra contra la nuestra si la acusamos ante ellas... sé que la amistad entre las Inners siempre ha sido muy férrea y por ende, las demás Senshis sin duda alguna le creerán a Lady Mars – concluyó Mirajane bajando la vista
- Exacto amiga y si esa arpía llegara a hablar pestes de su esposo e hija, también le creerían y de esa forma se asegura que tampoco les den crédito a ellos... a mí nadie me saca de la cabeza que así ha estado haciendo Rei – dijo la de pupilas castañas con enojo
- Esa es la única explicación que hay sobre el hecho de que las demás Inners nunca se pusieran a investigar la razón del cambio de su amiga, es porque no saben lo que realmente está pasando – afirmó Mira entendiendo la situación
- Ojalá que mi querida sobrina y su novio logren llevar a buen puerto la relación, estoy convencida de que la arpía va a intentar separarlos – opinó Haru preocupada – Risa es una excelente chica, tiene cosas de su padre y también de su madre antes de que enloqueciera – agregó ella
- Ninguno de los dos merece pasar por esta injusta situación... - expresó su pesar la de pelo blanco
- Tienes razón, Rei ya no merece tener la familia maravillosa que tiene... ¿Sabes, Mira? Tú serías una excelente esposa para mi hermano – dijo la moza de pelo castaño con mucha seguridad
- Bien lo dices, yo lo sería si él estuviera soltero... pero la realidad es que no lo está... - contestó Mirajane con evidente tristeza en la mirada
El mensaje de texto de Seiya le había cambiado totalmente el humor a Risa, de esa manera encaró con otro ánimo las tareas del templo y mientras preparaba la cena sentía la ansiedad por la llegada del día siguiente, además el encuentro iba a ser en horas de la tarde y en ese momento, su madre estaría trabajando.
Al caer la noche, el corazón de Risa galopaba pero por el motivo de que sus padres llegarían a casa de un momento a otro y pensaba sobre qué otra cosa tendría su madre para decirle, también reflexionaba sobre lo que le había dicho a Setsuna... intuía que tal vez en vez de solucionar algo, hablar con ella solo complicaba más las cosas aumentando el enojo de su mamá.
Cerca de las 9 llegaron Ralf y Rei al templo en una situación que ya era común en los últimos dos años, ella reprochándole cosas a él y este aguantando callado cada agresión verbal. Tal y como Risa supuso, su papá fue muy afectuoso con ella mientras que su madre ni siquiera la saludó al llegar y solo le dirigió la palabra para retarla.
- Hola papi hermoso, llegan justo ya preparé la cena, estaba esperándolos – dijo Risa abrazando y besando cariñosamente a su padre
- Me alegra mucho princesa ya tengo hambre, quiero probar qué tan rica te salió – respondió Ralf correspondiendo el recibimiento
- Ay que tierno "papi hermoso" – dijo Rei irónicamente imitando la voz de su hija - Después me discutes cuanto te digo que eres débil, le hablas como si nada hubiera pasado... y en cuanto a usted señorita, luego nos vamos a sentar a hablar – agregó enojada la gobernadora de Ciudad Ígnea
- Rei... - suspiró cansado Ralf
- Déjala papá, ahora voy a traer la cena – respondió la joven de pupilas púrpuras buscando calmar la situación
- Me parece buena idea... ¿Cómo era que decía el personaje de esa vieja película que vi una vez? Ah sí, ya me acordé – contestó el de pelo castaño oscuro poniendo una de sus manos en un hombro de su hija - "Espartana... esta noche cenaremos en el infierno" – agregó él imitando la voz del protagonista del film que recordó haber visto, Risa se rió a carcajadas apenas oyó eso
- Deja de hablarle así a tu hija, ahora entiendo porqué ella es tan irrespetuosa y grosera, ¡Salió a ti, Ralf! – exclamó la de cabello ébano acercándose a ellos
- Solo estábamos jugando, mamá... pero en cierta forma es verdad lo que mi papá dijo, hace dos años que la convivencia en esta casa es siempre el mismo infierno – aseguró amargamente Risa
- ¡Deja de contestarme! ¿Quieres otra cachetada, verdad? – dijo Rei extendiendo una de sus manos para golpear a su hija
- ¡Basta de golpes! Por el amor de... no digo por el amor del kami porque no creo en ningún kami, pero intentemos tener una cena en paz, sin peleas ni discusiones ¿¡Es mucho pedir!? – exclamó Ralf agarrando fuerte la muñeca de su esposa para evitar que le pegue a Risa – Hija por favor, ve a traer la cena mientras yo pongo la mesa – pidió él a continuación
La comida transcurrió en medio de un tenso silencio, antes siempre conversaban los tres sobre cómo estaba cada uno y demás temas familiares pero, esta era la situación recurrente el último par de años... si hablaban era para discutir.
Rei esperó a que su hija terminara de lavar los platos una vez que acabaron de cenar y apenas ésta finalizó su tarea, la sacerdotisa comenzó a decir todo lo que tenía para hablar.
- Muy bien jovencita, dime qué hacías este mediodía en el restaurant Magnolia – exigió seriamente la madre
- ¿Cómo diablos te enteraste? ¿Acaso me mandaste vigilar? – preguntó ofendida Risa
- No es una mala idea esa... sé que estuviste ahí porque hoy me llamó Setsuna... - informó la de pupilas púrpuras
- Cielos – murmuró la chica con un sudor frío corriéndole por la espalda
- Me imagino que fuiste a ver a la zorra de tu tía, pero el punto es... ¿¡Cómo te atreves a hablar mal de mí!? ¿¡Que tienes en la cabeza!? ¡Encima anduviste diciendo groserías! – gritó Rei llena de rabia
- No la culpo, en su lugar yo hubiera hecho lo mismo – opinó Ralf, ante lo cual su esposa sonrió sarcásticamente
- Pueden salir a decir todas las estupideces que quieran sobre mí, nadie les va a creer – aseguró tranquilamente la de pelo negro
- Eso lo vamos a ver... - respondió Risa sin intimidarse
- Dentro de dos días, las demás Inners y yo tenemos reunión con la Neo Reina Serenity... ella ha pedido la presencia de ustedes dos ya que quiere verlos, así que mucho ojo con lo que dicen – avisó Mars a modo de amenaza
- No sé qué es lo que te preocupa si tan segura estás de que no nos van a creer – argumentó el jefe de guardia con una sonrisa irónica
- Voy a ir directamente al grano... primero, te prohíbo terminantemente volver a ver a tu tía o a cualquiera de sus amistades y si me desobedeces, lo voy a saber... - habló tajante la madre a su hija, ignorando el comentario de su marido
- ¡No puedes hacer eso! ¡Haru también es familia! – exclamó Ralf indignado interrumpiendo a su mujer
- ¡Segundo punto! Vuelvo a enterarme que andas diciendo tonterías por ahí sobre mí y juro que te va a pesar, no siempre tu "papi hermoso" va a estar para defenderte... así que esperaré el momento oportuno para darte la paliza de tu vida – continuó hablando Rei amenazado a su hija
- Inténtalo cuando quieras – dijo Risa sin dejarse amedrentar
- Tercer punto, empecé a buscarte un novio... he estado conversando con algunos de los inversores de Ciudad Ígnea, hay varios interesados que tienen hijos con edad para casarse así que más pronto de lo que crees te vas a casar y a olvidarte de ese cantante de pacotilla - prosiguió Mars con sus exigencias
- ¡Antes muerta! ¡Jamás me voy a casar con alguien que no amo! – gritó la hija apretando los puños llena de rabia
- ¡Te vas a casar con quien yo diga o te envío a un Convento a Estados Unidos! ¡Tú elige! – respondió amenazante Rei apuntando con su dedo índice a Risa, gruesas lágrimas empezaron a caer en el rostro de ella
Ralf apretó fuerte uno de los brazos de su esposa y la miró enojado, no estaba dispuesto a permitir que ella hiciera lo que quisiera con la hija de ambos.
- Que irónico... ¿una sintoísta enviando a nuestra hija a una institución católica? – preguntó el jefe de guardia acercando su rostro al de la gobernadora
- Cualquier cosa viene bien con tal de hacer escarmentar a la irrespetuosa de tu hija – contestó ella con una sonrisa sarcástica
- No voy a permitir que la alejes de mí ni que le pongas un solo dedo encima, ¡Así no se solucionan las cosas! – dijo desafiante Ralf
- ¿Ah no? ¿Y qué vas a hacer? ¿Me vas a pegar? – retó la bella sacerdotisa mirándolo fijamente a los ojos
- Jamas te golpearía, pero si haces eso... Risa y yo nos largamos de aquí –
- A donde quiera que vayan los voy a encontrar, así que no les servirá – aseguró Rei con decisión
- ¿Quieres apostar? – Volvió a desafiar Ralf – Risa se va a casar con la persona que ama, Seiya Kou es un excelente muchacho – agregó él a continuación, una risa fue la inmediata respuesta de Rei
- Di lo que quieras... shikashi, soreha hassei shimasen (Pero, eso no va pasar) – respondió la sacerdotisa terminando de hablar en su lengua ancestral
- ¿Sabes una cosa, Rei? Anata wa, watashi mo nihongo o hanasu koto o wasure (Olvidas que yo también hablo japonés) – recordó Ralf a su mujer sin intimidarse
- Anata wa omoimasu ka? (¿Lo piensas?) – preguntó Mars en el mismo idioma
- Watashi wa omoimasu (Lo pienso) – contestó él decididamente
- Anata wa omoimasu ka? (¿Lo piensas?) – repitió ella la misma pregunta mientras se sonreía
- Watashi wa omoimasu (Lo pienso) – reitero el de cabello castaño oscuro igual que antes
- Korera no michi! (¡Estas desconocida!) – interrumpió Risa enfadada, en referencia a su madre
- Sabía que tú te opondrías a lo que yo decidiera Ralf, pero recuerda que yo gobierno este distrito y tengo la autoridad... si te levantas en mi contra, voy a enviar directamente a Risa al Convento y no volverás a verla en muchos años, si es que vuelves a verla – amenazó Rei
Esto último cayó como una bomba en los ánimos de los familiares de ella, quienes no sabían que decir u hacer ante su determinación... estaban muy enojados pero por dentro, Risa y Ralf sabían que Rei efectivamente podía cumplir con lo que estaba diciendo y un solo sentimiento estaba empezando a dominarlos en ese momento: la impotencia.
*Canción: Shearch for Your Love. Artista: Three Lights. Animé: Bishojo Senshi Sailor Moon
Rei parece haber puesto contra las cuerdas a su hija y esposo ¿Podrán hacer algo ellos para evitar que ella se salga con la suya? Mientras tanto, la causa de la mala actitud de Mars sigue siendo un misterio, lo que sí les aseguro es que todavía hay más maldades que mi amada Rei va a hacer, así que esto todavía no es nada.
En el momento en que Ralf bromea con Risa tienen una pequeña referencia a la película 300, inclusive hay memes en Internet con respecto a dicha frase jejej.
Recuerden, si les gusta este fanfic, no duden en dejarme un comentario y si no les gusta también, siempre y cuando sea con respeto y sin insultar, de esta forma me despido hasta el próximo capítulo en donde tendremos el primer encuentro entre Risa y Seiya en esta historia. (Debo confesar que no sabía a quién poner como novio de ella porque tenía tres en carpeta... así que mediante votación, el cantante de los Three Lights resultó el elegido para ese papel)
