Intriga

El hogar de Mirajane era un excelente departamento en la zona sur de Ciudad Ígnea no muy lejos de la costa, en verano soplaba el viento que provenía del mar y apaciguaba el calor, pero lo mismo pasaba en invierno provocando que éste se sintiera rigurosamente.

La bella muchacha llegó luego de haberse reunido con Haru y Risa, las facciones de su rostro mostraban cansancio porque había tenido que tomarse un calmante debido al enorme enojo que le provocó la última revelación de la hija de Ralf y Rei. La insinuación de la gobernadora de la ciudad cruzó los límites de lo tolerable y se preguntaba en que habrá estado pensando para hacerla. ¿En qué cabeza cabía dar por sentado que su propio esposo se fuera a acostar con cualquier otra mujer? De esa forma, en vez alejarlo de ser infiel más bien lo empujaba a serlo y no entendía, cuál era el pecado tan terrible que pude haber cometido Ralf para ser merecedor de ese trato y si ya no lo quería más, por qué no lo decía de una buena vez y le pedía el divorcio.

La impotencia era otro sentimiento que inundaba el alma de Mirajane porque deseaba hacer algo para ayudar a su amiga y a Ralf pero... ¿Podía hacer algo? Sentía que tenía que actuar para librarlos del calvario en que vivían, pero no encontraba una respuesta a dicho interrogante y eso la angustiaba mucho.

Fue así que en silencio, dejó la mochila con sus cosas sobre la mesa y se dirigió a su cuarto, prendió la luz y contempló en su escritorio y la pared, los recuerdos de su época como luchadora profesional, cuando ella era "La demonio". Observó los trofeos ganados y las viejas fotos recortadas de las revistas mezcladas entre los cinturones de campeón femenino y a continuación, tomó un retrato que se encontraba en la mesa. En él estaban además de Mirajane misma, otra chica parecida a ella de cabello corto color blanco, Ralf y Haruna.

Mira había conocido a Haru en el circuito de lucha libre porque estaba entrenando para ser luchadora profesional. Fue después de una pelea de práctica que la hermana menor de Ralf la reconoció cuando concurrió a entrenar y desde luego, no dejó pasar la oportunidad de pedirle su autógrafo y expresarle cuánto la admiraba. Ambas congeniaron y ese fue el principio de una amistad que dura hasta la actualidad.

Mientras se sonreía, la de ojos azules se puso a recordar también cómo fue que conoció a Ralf. Haruna se lo había presentado porque él admiraba muchísimo a "La demonio" Mirajane y no se perdía ninguna de sus peleas, no solo por sus técnicas de lucha sino también por su belleza. Ella recordaba a su compañera de trabajo contándole que su hermano se sorprendió mucho cuando supo que eran amigas y le pedía por favor que lo dejara conocerla.

El momento del primer encuentro con él fue en la Arena Shin Kiba de Tokio, cuando Mira y su hermana menor Lisanna compitieron por el campeonato femenino de parejas, habiendo resultado vencedoras. Esa misma noche se sacaron la foto que la chica estaba contemplando con nostalgia, fue el principio de su amistad con Ralf, claro está que con el tiempo fue enamorándose de él al ver sus cualidades. La ilusión de la muchacha de ser su novia crecía día tras día, las cuales no desaparecieron cuando el hermano mayor de Haru conoció a Rei, pero sí se veían seriamente amenazadas.

Había tres momentos que Mirajane recordaba con tristeza, el primero fue el terrible accidente que le costó la vida a Lisanna y que acabó con su carrera como luchadora profesional, porque si bien estaba en el mismo auto que ella y había sobrevivido, los tendones y músculos de su hombro derecho quedaron muy deteriorados y entonces los médicos dieron su diagnóstico: Mira ya no podía seguir luchando. El segundo fue el distanciamiento con su hermano menor que se había disgustado con ella a causa de la perdida de la hermana de ambos, al considerarla responsable por ello... puesto que según él, debía cuidarla y no lo hizo, pensamiento injusto ese ya que lo que más hizo su hermana mayor fue precisamente cuidarla. El tercer momento más doloroso fue la desilusión que sintió cuando se enteró que Ralf se puso de novio con Rei, las ilusiones de una relación con él fueron derribadas y entonces decidió que lo mejor era tomar distancia porque era muy doloroso verlo con otra mujer que no fuera ella.

Desde aquel entonces, Mirajane no fue capaz de sacar a Ralf de su corazón y por ende, de enamorarse de alguien más, pretendientes no le faltaron pero todas las relaciones que empezó fracasaron porque no consideraba justo estar con alguien y pensar en otro. Si bien cargaba en silencio el dolor de no ser correspondida, la consolaba el hecho de saber que su hombre amado era feliz, porque sabía que Rei era una chica excelente. Pero ese consuelo se terminó con la transformación de la actual gobernadora de Ciudad Ígnea en una verdadera déspota.

La actual moza del restaurant Magnolia había continuado amando a Ralf hasta la actualidad y por eso sentía una gran rabia cada vez que se enteraba de cómo Rei los hacía sufrir a él y a Risa.

Quería hacer algo para ayudarlos, ese no era solo un deseo sino una necesidad... pero la realidad era que no encontraba qué poder hacer, porque solo era una vieja amiga de Ralf y la mejor de Haru, nada más. Para colmo, ya llevaba bastante tiempo distanciada del hombre que amaba, tampoco podía llegar como si nada y manifestarle su deseo de aliviarle el sufrimiento porque sería claro que no iba solo con fines amistosos.

- Te extraño mucho, hermana – dijo la de ojos azules mientras unas lágrimas se asomaban y pasaba sus dedos sobre el lugar de la foto que mostraba a Lissana – Si me hubieras elegido a mí, ahora no estarías sufriendo tanto... yo nunca te hubiera hecho lo que ella te está haciendo, mi amor – agregó Mira al mismo tiempo que acariciaba con la yema de sus dedos la imagen de Ralf que el retrato exhibía, para a continuación estrechar el mismo en un abrazo contra sus pechos.

Ciudad Argentum era la Capital de Tokio de Cristal y la sede del Palacio Real, generalmente había intenso tránsito porque cada semana los reyes recibían a la gente que tuviera inquietudes. La Neo Reina Serenity había decidido eso para estar siempre al tanto de cualquier necesidad que tuviera el pueblo que gobernaba.

La soberana se encontraba en el salón en donde siempre se reunía con las Sailor Senshis hablando con Luna sobre los detalles de la reunión del día siguiente con sus amigas Inners, cuando al lugar entró el Rey Endymion con un semblante serio en el rostro y sin decir nada, se acercó a las dos mujeres.

- ¿Será que podemos hablar a solas, querida? – preguntó el de cabello negro a su esposa

- Está bien, puedes retirarte Luna, cualquier cosa te mando a llamar de nuevo – fue la respuesta de la Reina

- De acuerdo Majestades, me retiro entonces – dijo la consejera de cabello azul antes de salir del salón

- ¿Y bien? ¿De qué quieres hablar? – indagó la rubia soberana una vez que se quedaron solos

- Dime Serena, ¿Es realmente necesario hacer venir a Ralf Jones? – respondió Endymion yendo al grano

- Desde luego, es mi amigo y hace mucho que no se de él, además vendrá con la hija y con Rei así que no veo inconveniente – contestó calmadamente la soberana

- Bueno, Lady Mars seguro se reunirá con las demás Senshis y a la hija puedes dejarla con Chibiusa...

- ¿A dónde quieres llegar, Endymion? – dijo ella intrigada por el comentario de su marido

- Que recuerdes que no es bueno que él y tú se queden a solas, a eso voy – aseguró el Rey frunciendo el ceño

- Tiene que ser una broma, ¿Dudas de él y de mí? ¡Yo solo tengo ojos para ti y Ralf solo los tiene para Rei! – exclamó Neo Serenity enojada

- No te sulfures querida, yo solo aviso – afirmó el hombre levantando una mano para indicarle a su mujer que bajara la voz

- Entonces no dudes de que Ralf y yo solo somos amigos, él nunca engañaría a su esposa y tampoco yo a ti – respondió ella cruzándose de brazos

- Cierto, no en esta vida... - comentó Endymion suspirando hondo

- Olvida esa escena de celos y no me hagas enojar, querido – sugirió la de coletas dándose media vuelta

- Bueno, al menos tu amigo el jefe de guardia de Ciudad Ígnea no tiene ningún recuerdo y cuando venga, quiero creer que no le mencionarás nada – dijo el de ojos azules rascándose la barbilla

- ¿Me crees tan estúpida como para despertar sus recuerdos? – Preguntó ella volteando a verlo – El y Rei están muy enamorados, además tienen una hija excelente – Agregó a continuación

- Hay un detalle que estás olvidando, ¿Sabes a qué me refiero, no? – indagó Endymion abriendo grande los ojos

- Lo recuerdo... - murmuró la Reina acordándose de algo – Pero no sé cuánto de toda la historia sea cierta – afirmó además

Antes de que el matrimonio real pudiera proseguir con la conversación, al salón entró una muchacha con aspecto de tener unos 17 años. Lucía un vestido largo rosado y tenía cabello del mismo color el cual estaba atado de forma parecida al de la Reina, sus ojos eran rosa oscuro.

- ¡Mamá! ¡Papá! ¿Estaban ocupados? Si interrumpo puedo volver en otro momento – dijo sonriendo la chica

- Claro que no hija, adelante pasa – la tranquilizó el padre correspondiendo la sonrisa

- Chibiusa, ya sabes que siempre estaremos para ti así que no necesitas pedir permiso ¿Has venido sola? – preguntó la madre

- Claro que no, vine con Diana y las chicas solo que no entraron conmigo, se quedaron afuera esperándome – respondió la hija

- Excelente, ¿Sabes? Mañana vendrá Risa al Palacio – informó la soberana sonriendo amablemente

- ¡Que buena noticia! No la veo desde que abandonó el curso de cocina en el que estábamos – exclamó alegremente Chibiusa – Tengo muchas ganas de verla, es una pena que haya abandonado el curso – agregó acto seguido

- Sus razones tendrá querida, mañana ya podrán ponerse al día después de que hable con ella y su padre – comentó la de peinado odango acariciando la cabeza de su hija

- ¿El señor Ralf también vendrá? ¿Tiene algún asunto que tratar en el palacio? – indagó la de pelo rosa

- No hija, yo pedí que viniera con Rei y su hija, sabes que es un amigo que no veo desde hace bastante y deseo hablar con él – dijo tranquilamente Neo Serenity

- Ahh sí es verdad, yo también lo saludaré – afirmó sonriendo la chica

- Después de la reunión con las Senshis podrás conversar con tu amiga todo lo que quieras – le recordó su papá

- ¿Es necesario que yo esté presente también en la reunión? – preguntó Chibiusa con algo de fastidio al oír eso

- Desde luego, es hora de que empieces a interesarte en los asuntos de gobierno – respondió Endymion terminante

- Tu padre tiene razón, hija – concordó la Reina sin perder la sonrisa

Nukureo Kaseigan*era la sede de la gobernación y el centro del poder político del distrito y ya era la hora de regresar a casa para la gobernadora y su marido el jefe de guardia, aunque muchos de los integrantes de la misma permanecieran en el lugar de guardia hasta el día siguiente, cuando llegaba el otro grupo a relevarlos.

Hacía apenas unos minutos que Rei había partido de regreso a Hikawa sola muy enojada, ya que tuvo otra acalorada discusión con su esposo.

El de cabello castaño oscuro había proseguido con sus actividades de modo normal después de saludar a Jedite, ya que creyó conveniente esperar el momento exacto para encarar a su mujer por la forma tan dulce en que le hablaba a aquel. Pero hace más o menos media hora que él no aguanto más y le exigió explicaciones a Rei, como era de esperarse ella se enfadó y le dijo que solo era un amigo, que no tenía por qué decirle nada y que cómo se atrevía a dudar de ella, así las frases hirientes por parte de la gobernadora hacían nuevamente su aparición.

Ralf todavía se encontraba solo en la oficina de su esposa pero algo extraño estaba pasándole, estaba mirando hacia el suelo y recargado con una mano sobre el escritorio, un par de mechones de cabello ocultaban sus ojos, su rostro y brazos se mostraban sudorosos y un pequeño charco de sangre manchaba el piso, un hilo de la misma salía de la boca del hombre evidenciando que acababa de toser sangre.

- ¿De... nuevo? Qué... diablos es... esto... - balbuceaba el jefe de guardia mientras jadeaba trabajosamente

No era la primera vez que tenía un extraño ataque como ese, así lo consideraba él porque cuando fue al médico y se hizo los exámenes, estos no mostraron nada raro y según ellos, la salud de Ralf estaba perfecta. Por eso creyó que solo era producto del estrés provocado por la complicada relación con su esposa, porque las veces que se presentaron, ellos venían después de pelear fuertemente con Rei.

- ¿Qué es esto?... mi cabeza parece estallar y que calor tengo... - dijo Ralf todavía agitado mientras se acomodaba de nuevo el pelo

Lo que él no notaba, era que detrás de la puerta entreabierta alguien lo estaba observando.

- Je je, excelente... esos síntomas son inconfundibles, ya comenzó – pensaba para sí el desconocido mientras se sonreía y se alejaba antes de que el jefe de guardia saliera

Los tres hermanos Kou, después de que Seiya se reunió con ellos luego de su cita con Risa, prosiguieron con los preparativos para el concierto en Ciudad Ígnea y llegaban a su hogar después de un largo día.

El joven de cabello negro estuvo pensativo el resto del día y eso fue algo que no pasó desapercibido para Yaten y Taiki, quienes trataron de averiguar qué le pasaba apenas llegaron a la casa.

- Has estado con esa cara desde que volviste de ver a tu novia ¿Pasó algo, hermano? – preguntó Taiki

- Es la única cara que tengo, que yo sepa es solo una – respondió Seiya

- Muy gracioso, sabes a lo que nos referimos, ¿Te peleaste con tu chica? – dijo Yaten

- Para nada, con Risa estamos muy bien – aseguró él

- ¿Seguro? A juzgar por la cara de velorio que traes no se me ocurre otra cosa que pensar – opinó el de pelo plateado con sinceridad

Seiya dudaba sobre si decirles a no la verdad de lo que estaba pasando con respecto al matrimonio forzoso que Rei le imponía a Risa, porque suponía que no iban a creerle, pero finalmente se decidió y les contó todo lo que su novia le había dicho en la cita. A medida que él iba hablando, sus hermanos abrían grande los ojos del asombro.

- Así está el panorama, la madre de Risa esta trastornada y quiere casarla a la fuerza... la verdad que no sabemos qué hacer – dijo el de pelo negro con pesar

- ¿No estará buscando alguna excusa? No sé, me parece una historia increíble lo que la hija de la gobernadora te dijo – argumentó Taiki pensativo, desconfiando de que la chica estuviera diciendo la verdad

- Ella no es así, nunca me mentiría con eso ¡Ustedes no la conocen! – exclamó el muchacho indignado

- Tu reacción nos dice que no estás inventando nada, pero lo que dice Taiki no suena descabellado... recuerda que al fin y al cabo, su madre gobierna este distrito y su papá es el jefe de guardia ¿Qué nivel de vida piensas que tienen? Sin dudas uno mucho más alto que el nuestro – fue la reflexión de Yaten

- Y otra cosa Seiya, su padre aprueba el noviazgo pero... si ella es la gobernadora y él el jefe de guardia... ¿Quién crees que tiene la última palabra? – agregó el de pelo castaño a la reflexión de su hermano

- Eso depende de si en su casa se tratan como tales y por lo que me dice Risa, a Lady Mars se le subió el poder a la cabeza, al menos eso es lo que siento... pero no me rendiré, hablaremos con el señor Ralf y pensaremos en algo – contestó el de ojos azules con seguridad

Si bien él se aferraba a confiar a su novia, lo que sus hermanos le dijeron lo dejaron pensando ya que le gustara o no, el nivel de vida superior y la autoridad de Rei eran una realidad. Eso lo angustiaba pero no estaba dispuesto a ceder ante ningún obstáculo ni a permitir que lo separen de su amada y si acaso la gobernadora pensaba que se arrimaba a su hija solo por el dinero, iba a demostrarle que estaba muy equivocada.

Rei se palpaba las zonas del cuello que mostraban los moretones al mismo tiempo que se miraba en el espejo retrovisor de su coche, aquellos eran producto de la noche fogosa que había pasado con su esposo, ella los veía y se acordaba de eso, entonces se sonrojaba y sonreía.

Ella sabía que lo había disfrutado y que no había sido solo una noche de sexo, además le asustaba la posibilidad de que Ralf pudiera fijarse en otra mujer porque tampoco había olvidado lo que le dijo su hija, pero eso no se lo iba a confesar a él y tampoco a Risa. Su orgullo, el amor por satisfacer su ego, vanidad y arrogancia eran más fuertes, aparte seguía molesta porque su esposo dudó de ella al preguntarle sobre su forma de dirigirse a Jedite sin importarle si le había dado motivos o no, ya que la única opinión que le importaba era la suya propia.

La de cabello negro entró a la casa, dejó sus cosas y se dirigió al baño a lavarse las manos mientras veía a Risa terminar de preparar la cena, ésta al oírla llegar la miró seriamente.

- ¿Ya llegaste?.

- No, todavía estoy a dos cuadras... claro que sí estúpida, ¿no me estás viendo? – respondió secamente la gobernadora

- ¿Podrías calmarte un poco? ¿Y papá? – preguntó Risa suspirando para armarse de paciencia

- Ya debe de estar por llegar, se ha de haber retrasado un poco porque peleamos antes de volver – respondió Rei entrando al baño

- ¿Y ahora qué pasó? ¿Qué le hiciste? – indagó la muchacha de cabello castaño oscuro con tono recriminatorio

- ¿¡Por qué siempre supones que soy yo la mala!? Después de lo del mediodía, parece que su orgullo de macho quedó herido... pero no me importa, yo puedo contra cualquier hombre sea quien sea – aseguró ella con una sonrisa sarcástica

- ¿¡Qué demonios fue lo que pasó!? – repitió la pregunta su hija alzando la voz

- ¡Pregúntaselo a él! Seguramente apenas llegue va a venirte con el chisme, pero desde ya te digo... no voy a tolerar que él dude de mí – exclamó la de pupilas púrpuras

- ¡Ahhh, tú sí puedes dudar de nosotros pero ni él ni yo podemos hacer lo mismo contigo! ¡Si lo que quieres es perder a papá, te aseguro que vas bien! – afirmó Risa ofendida

- Será mejor que te calles la boca porque te vas a arrepentir, quien manda aquí soy yo...- contestó Rei de forma terminante apuntándole con el dedo

Unos segundos más tarde escucharon que llegaba Ralf y mientras Rei se lavaba las manos, Risa fue a recibirlo con un afectuoso abrazo, le dio un beso en cada mejilla y notó enseguida el semblante apesadumbrado de su padre.

- ¿Qué paso, papi hermoso? ¿Qué fue lo que mamá te hizo esta vez? Ella me contó que volvieron a pelear – preguntó preocupada la chica

- Así es, linda... después de la cena te cuento bien ya que si lo hago ahora, tendremos que oír los cacareos de tu madre – contestó Ralf en voz baja – Ahora necesito agua, por favor – agregó él

- Sí papá ahora te traigo – accedió la de pelo castaño oscuro sonriéndole

- Ahora que están los dos presentes, aprovecharé para decirles algo bien claro – argumentó Rei saliendo del baño – Mucho cuidado mañana con mandarme al frente con la Reina, porque van a conocer de que más soy capaz ¿Entendieron? – amenazó además mirando fijamente a ambos

- No deja de asombrarme el hecho de que te preocupe tanto lo que podamos decirle, si te reías jactándote que nadie nos iba a creer... ¿Se puede saber qué harás si hablamos? – desafió el jefe de guardia sin intimidarse

- ¿Te quieres enterar? Delátame y lo verás – respondió la de cabello ébano con una sonrisa burlona

Ninguno quiso seguir discutiendo con ella y sin decir más palabra, Risa le dio el agua a su papá y sirvió la cena ya que la mesa estaba puesta. La comida pasó en el mismo tenso silencio que se había convertido en costumbre y luego de aquella, quien se dispuso a lavar los platos fue Ralf.

- Te espero en mi cuarto – dijo Risa a su padre en voz baja

- Mejor en otro lugar, tu mamá puede parar la oreja detrás de la puerta y no nos conviene que sepa lo que hablamos – recomendó el de cabello castaño oscuro

- Tienes razón, en la sala de meditación entonces – contestó la muchacha sonriendo

Una vez que terminó con la tarea que estaba haciendo, Ralf miró a su esposa que había ido al living con su laptop, se puso cómodo y fue al sector indicado por su hija. Antes de entrar volteó la vista detrás suyo para cerciorarse que Rei no lo estuviera siguiendo.

- Pasa y cierra la puerta papi, ¿Te aseguraste que mamá no te siguiera? – preguntó la hija

- Descuida, no lo ha hecho – aseguró el padre fijándose una vez más antes de cerrar la puerta

- Ahora sí cuéntame, ¿Qué pasó? – reiteró ella la pregunta viendo cómo su papa se sentaba de rodillas en otro almohadón frente a ella

- ¿Recuerdas con cuánta dulzura nos hablaba tu madre antes?.

- Jamás olvidaría eso, anhelo que esos buenos tiempos regresen – contestó Risa con una triste sonrisa

- Resulta que hoy fui al hospital a intentar averiguar algo, pero todos los registros médicos de estos últimos dos años fueron borrados por pedido de ella y eso no es todo, también cambió de médico de cabecera hace justamente el mismo lapso de tiempo – comenzó a relatar Ralf lo sucedido – Cuando pedí una cita con el doctor Yamaguchi ¿Sabes lo que me dijeron? Que hace dos años que él ya no trabaja más allí... - agregó a continuación

- ¡Maldición! En verdad dudo que eso sea casualidad o coincidencia, voy a buscar la vieja cartilla... creo que ahí decía su dirección particular, tenemos que hablar con él ya que así tendremos respuestas – respondió la de pelo castaño oscuro pensativa

- Si, pero procura ser discreta para que Rei no note nada – le aconsejó su padre

- No te preocupes, esperaré a que se vaya a dormir y la busco con calma, pero sígueme contando ya que seguro hay más – dedujo la chica

- Efectivamente, al volver a Nukureo Kaseigan me dirigí inmediatamente al despacho de tu madre y cuando llego, la escucho hablar muy dulcemente con un desconocido, un nuevo recluta... sabes que con nadie hablaba de esa forma más que con nosotros dos – recordó Ralf apretando los puños de rabia

- No quiero ni decir lo primero que se me viene a la mente, pero por más que lastime... es una posibilidad que tenemos que considerar factible – opinó la muchacha con tristeza bajando su vista

- Sería lo único que le faltaría para terminar de decepcionarme... - reconoció Ralf, ya que por más que le enfureciera la idea de ser engañado, no tenía otra opción que considerarla posible

- Tenemos que averiguar quién es y de dónde lo conoce mamá, desde luego que hay que recurrir a otra vía que no sea preguntarle a ella porque no nos lo va a decir – aseguró Risa

- Eso es verdad, voy a consultar la lista de reclutas, ahí tiene que haber información... aunque no descarto que tu madre haya borrado o falsificado los datos de ese tipo – dijo el jefe de guardia seriamente

- Ya empiezas a desconfiar de ella... pero bueno, mamá se lo buscó – afirmó tristemente la chica – Yo voy a continuar dedicándole ofrendas a los dioses para que nos favorezcan y todo vuelva a ser como antes – agregó inmediatamente

- Ya habían tardado en entrar los kamis a la conversación... - argumentó el de cabello castaño oscuro con fastidio

- Pero papá, por más que no creas no cambia el hecho de que necesitamos del trato benevolente y de la protección de los poderes de la naturaleza, porque la misma está habitada por una cohorte infinita de deidades o espíritus, y la vida humana se halla íntimamente vinculada a sus pensamientos y acciones – explicó su hija con mirada suplicante

- Escucha hijita linda... haces todo por agradarlos, los sirves y sigues ofrendándoles ¿Y qué respuestas has obtenido? ¿Qué clase de dioses son esos que permiten el sufrimiento de almas buenas y puras como la tuya? Dices que promueven la vida pero... ¿qué vida es esta? Míranos nomas, estamos de mal en peor y si es que existen, se me ocurren tres posibilidades... O están durmiendo la siesta o no pueden hacer nada o entonces, no son tan buenos – argumentó amargamente Ralf

- Está bien papá, no quiero que nos pongamos a discutir y como te dije siempre, respeto tu punto de vista aunque no concuerde con él – respondió la chica con resignación

- Lo lamento linda si te ofendí – dijo el hombre abrazando a la muchacha y besándole la cabeza

- No te preocupes, todo está bien – contestó ella correspondiendo el abrazo y besando a su papá en la mejilla –Yo le pido al Kami no solo por mamá, también que le dé alivio y paz al alma lastimada de papi y nos ayude a recuperar la felicidad – pensó para sí a continuación

- ¿Que vamos a hacer con las amenazas de Rei? No pienso dejarme extorsionar así que voy a hablar igual, solo espero que no te haga daño - recordó Ralf

- A mí tampoco me asusta, también contaré todo - afirmó Risa con valor

- Tengo esperanza en Serena - respondió él con una pequeña sonrisa

* Nukureo Kaseigan: Núcleo Ígneo dicho en japonés (Recurrí al traductor de Google XD)

Hola Senshis y soldados! ha pasado tiempo desde que actualicé esta historia, tanto que en el medio pasó toda la tercera temporada de Sailor Moon Crystal (¡Quiero la cuarta ya!) pero aquí estoy de regreso, puedo tardar pero no dejaré ningún fic sin terminar. Voy a seguir con SMvsT: El Origen que creo que clama por actualización al igual que Ghost in the Terminator jeje.

Probablemente en el próximo capítulo tengamos la reunión de Serena con Risa y Ralf ¿Qué será ese ataque raro que le dio a nuestro amigo el jefe de guardia de Ciudad Ígnea? ¿Por qué el Rey Endymion manifestó celos ante la amistad de su esposa con Ralf? ¿Será un celoso posesivo o tiene alguna razón valedera para tenerlos? ¿De qué recuerdos hablan? ¿Podrá la Selección Argentina ganar un título en los próximos 30 años? Ok no XD, olviden esto último es un chiste jeje. Probablemente hay algo que no sabemos todavía pero no les adelanto nada, mi boca mejor dicho mis dedos están sellados XD así que si desean aventurar hipótesis pueden dejarlas en los comentarios.

Me voy despidiendo hasta la próxima actualización así que... Hasta la vista, baby! I'll be back!