Gaara lanzó su arena hacía los Shinobi de las tres aldeas que buscaban atacarlo, y los asesinó a todos. Venían de 10 en 10, así que no tenía mucho problema.

"¡Gaara! ¡Detente inmediatamente!"

Gaara miró en silencio a Baki, antes de bufar levemente. Temari y Kankuro aparecieron cerca de Gaara, viéndolo fijamente.

"Ya no soy el títere de Suna ni de mí padre. Ya no me afectará la culpa y el odio por algo que escapa de mi control. Solo quería recibir amor, amabilidad, ser aceptado… Incluso mi propio tío me culpó de la muerte de mi madre, como si yo hubiese dicho que quería que sellen al Ichibi cuando era un feto".

Temari y Kankuro enmudecieron. Ellos sabían que Gaara no tenía la culpa, y fue sólo su padre el que convirtió a Gaara en objeto de odio.

Baki iba a hablar, pero nada salió de su boca, menos aún de sus cuerdas bucales.

Un kunai atravesó su pecho desde su espalda, e hizo caer de rodillas al Jounin de Suna.

Yugao Uzuki miró con una mirada profunda al ninja de Suna que asesinó a su ex prometido. No tenía su máscara, y tenía su Katana en una mano. Tenía manchas de sangre en su rostro y su cuerpo.

"¿Qué se siente?"

Baki empezó a arrastrarse hacía atrás. Miró con leve desesperación a sus alumnos.

"¡Ayúdenme! ¡Como su maestro les ordeno que-"

Yugao tomó sobre la cabeza a Baki, y puso su katana en su cuello. Lentamente empezó a cortar, ignorando los gritos ahogados de Baki cuando su boca se llenó de sangre.

Unos segundos después, cortó finalmente la cabeza de Baki, y miró la expresión de horror en su rostro en silencio. Soltó la cabeza al suelo y la piso, haciéndola solo una pulpa de sangre.

"Descansa en paz ahora, Hayate".

Kankuro y Temari parecían algo perturbados de la muerte de su Sensei, pero voltearon rápidamente cuando oyeron la voz de Gaara.

"¿Qué harán ustedes?"

Yugao observó la situación en silencio.

Temari y Kankuro estaban sorprendidos de que Gaara les pregunte algo como eso. Sin embargo, no tardaron en responder.

"Nos uniremos al rubio y a ti. Eres nuestro hermano, no podemos dejarte sólo".

Gaara asintió lentamente. Yugao aprovechó ese momento para intervenir, cortando el cuello y la cabeza de un Suna nin que quiso atacarla por detrás.

"Síganme. La señora Afrodita nos está esperando".

Fuera del nombre que mencionó, Temari y Kankuro vieron con curiosidad a la Anbu.

"¿No sirves al Hokage?"

"No después de lo que descubrí".

Con eso dicho, los cuatro salieron rápidamente de la aldea.

……….

Naruto cayó en una rodilla frente a un grupo de Anbus, que estaban detrás de una gran barrera morada.

Aunque quisieron reaccionar al ver al rubio caer tras de ellos, cuando las cadenas de las Garras los aprisionaron de repente, no pudieron mover ni un músculo.

Naruto tiró con más fuerza, y partió a la mitad a todos esos Anbu, sin cambiar su expresión.

Miró a una esquina de la barrera, donde estaba una chica de su edad probablemente, de largo cabello rosa, vestida con una túnica que tenían los demás tipos en las esquinas de la barrera.

"Oye, ¿Puedes ser tan amable de abrir la barrera para que entre?"

Tayuya iba a mirarlo con altivez, pero ni bien notó la mirada del rubio sobre ella, se sintió pequeña.

No solo por la altura y la complexión, sino que parecía que el poder de Naruto traspasaba la barrera y la abrumaba. Era menos maliciosa que la de Orochimaru, eso era seguro, pero era aún más densa.

"¡Tayuya! ¡Ni se te ocurra abrir la barrera!"

"¡Cállate gordo estúpido! ¡Bola de grasa!"

Tayuya ni siquiera se dio cuenta que la barrera cayó cuando fue golpeada por una Espada enorme. Cuando sintió que estaba por caer de cara fue tomada del cuello de su ropa por Naruto, que la sentó sin problema.

Los tres miembros del Sonido se iban a mover hacía Naruto, pero sus cuerpos se quedaron duros en su lugar, viendo como Naruto pasaba de largo a Tayuya y seguía hacía Orochimaru y Hiruzen, que se quedaron viendo ambos a Naruto.

El rubio desapareció la Hoja del Olimpo, y siguió con las Garras de Hades en manos, hasta que se detuvo para formar un triángulo entre Orochimaru, Hiruzen y él.

El viejo Hokage tenía en sus manos al Rey Enma en forma de bastón.

"Naruto… Por favor, reconsidera tu decisión. La aldea de la Hoja es tu hogar…"

"Ignora a este vejestorio, Naruto-kun. Únete a mí, y no solo destruiremos Konoha, sino que conseguiremos cualquier objetivo que tengas en mente con total facilidad. Tengo miles de Jutsus y cosas para enseñarte que podrían ayudarte".

Naruto miró entre Orochimaru y Hiruzen por unos segundos.

Soltó una fuerte carcajada, tomando a ambos con la guardia baja.

"Servirle a ustedes, básicamente… La única persona a la que sirvo es a Ella".

Hiruzen frunció el ceño con molestia. Orochimaru apretó las cejas con confusión… ¿Ella?

"Mi única forma de cortar mí conexión con Konoha es asesinándote, anciano. Y como Orochimaru también está aquí, me sacaré una piedra del camino".

Un aura roja burbujeante salió poco a poco de Naruto, para leve sorpresa de Orochimaru y Hiruzen.

Los bigotes se formaron en la cara de Naruto, y una leve marca negra apareció en el contorno de sus ojos ahora rojos con pupila rasgada.

"Me niego a que me supere un Genin".

Kusanagi salió de la boca de Orochimaru hacía Naruto, estirándose para atravesar el pecho del rubio.

¡FWOOOSH!

Orochimaru dio varios pasos hacía atrás cuando una enorme fuerza lo golpeó, y sintió su garganta ser cortada por un segundo, aunque por dentro.

Hiruzen no pudo decir palabra alguna, viendo las tres colas de Chakra que se formaron en la espalda de Naruto. Fue en ese momento que supo que todo se le fue de las manos.

Naruto movió sus Garras e invocó un alma de Cerbero, que se acercó a los recién reunidos Cuatro del Sonido, que empequeñecieron ante el enorme perro de tres cabezas.

Las Botas de Hermes en sus pies brillaron, y Naruto agarró con fuerza sus Garras.

A una velocidad divina, Naruto rompió el espacio entre Orochimaru y él, y lo golpeó en el medio del pecho con su pie.

¡CRRRRRAAAACK!

Todas las costillas y órganos del pecho de Orochimaru fueron rotas.

El Sannin Serpiente se vomitó a si mismo y decidió usar toda su fuerza de entrada.

Pero no podía lanzarse al ataque.

Las Garras de Hades se balancearon con maestría, velocidad y precisión. El techo empezó a rajarse incluso cuando las Garras solo pasaban a un metro sobre el mismo, y el aire se calentó debido al Chakra del Kyuubi alrededor de las Garras.

Orochimaru lanzó serpiente tras serpiente, pero al tocar solo el Chakra burbujeante se desintegraban en polvo. Intentó detener algunos cortes con Kusanagi, pero no podía siquiera golpear la Garra porque rebotaba al intentar pasar el Chakra.

Naruto invocó una Gorgona, que se lanzó rápidamente hacía Orochimaru, que por estar evitando la otra Garra, no pudo evitar el coletazo de la Gorgona.

Un rayo verde salió de la Gorgona, y golpeó a Orochimaru, que estaba en el aire, y estaba por caer.

Los Cuatro del Sonido y Hiruzen vieron en shock al Sannin Serpiente hecho piedra.

Un clon de Naruto apareció debajo de Orochimaru, y lo tomó debajo de los brazos cuando el Sannin rompió su forma de estatua.

"¡Sueltame- GHAAAA!"

Las Garras de Hades se clavaron en el pecho de Orochimaru, y Naruto empezó a tirar en línea recta, sacando una figura espectral morada con la forma de Orochimaru.

"¡Tu alma es mía!"

Orochimaru empezó a gritar en agonía. Su alma estaba a mitad de camino, y sus gritos solo aumentaron, al punto que todos cesaron sus batallas para ver hacía donde oyeron el grito agudo del Sannin de las Serpientes.

"¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDOOOOO!"

Orochimaru perdió todas sus fuerzas cuando su alma fue arrancada con éxito de su cuerpo.

La Gorgona volvió a disparar un rayo petrificador al cuerpo de Orochimaru, y el Clon se encargó de destruir el mismo en solo polvo irrecuperable.

Naruto sintió una enorme cantidad de recuerdos, técnicas y habilidades llenar su mente. Había absorbido el alma de Orochimaru, sin chances de que nadie la recupere.

Levantó su mano, y formó un sello del tigre.

"Liberar".

Los Cuatro del Sonido cayeron de rodillas, dando un grito de dolor cuando sintieron como sus sellos de maldición empezaban a quemar y desvanecerse.

Anko sintió lo mismo. Cayó de rodillas, con los ojos abiertos en shock. Cuando tocó el lugar dónde debía sentir su sello, no lo sintió. Su mirada se posó en Naruto, llena de esperanza y agradecimiento.

"Orochimaru…"

Hiruzen murmuró con tristeza la muerte de su ex alumno. Naruto ignoró la tristeza del anciano, haciendo desaparecer las Garras de Hades para invocar la Espada del Olimpo.

"Dime algo, anciano".

Hiruzen miró a Naruto con seriedad, cosa que no afectó a Naruto.

"¿Por qué nunca supe de los Uzumaki?"

Hiruzen se tensó totalmente.

Naruto apretó los dientes con enojo. Apretó la Espada en su mano con toda su fuerza.

"No solo me mentiste e intentaste controlarme, sino que atrofiaste mi crecimiento, mi inteligencia, y me negaste la posibilidad de saber sobre mi familia. Y encima tienes el descaro de decir que Konoha es mi hogar".

Naruto estalló con fuerza su Chakra, haciendo levantar todas las tejas del techo, y abrumando a los Anbus que estaban llegando, que cayeron de boca al suelo.

Hiruzen sintió como si tuviese al mismo Hashirama frente a él, y se encorvó más de lo que ya estaba.

"Me abandonaron. Abandonaron a mi Clan, mi propia sangre. ¿Por qué lucharía por ellos?"

Naruto blandió la Espada en busca de cortar en diagonal a Hiruzen. El Sandaime movió el bastón para intentar detener la espada.

Enorme error. Enma fue cortado a la mitad como papel por la Espada mata dioses.

"¡NO!"

Naruto aprovechó el segundo que tuvo y se movió a una velocidad superior al rayo, y pateó el pecho de Hiruzen, haciéndolo caer al suelo. Rápidamente clavó su pie en el pecho del Kage, haciéndolo escupir un montón de sangre.

Hiruzen sintió que la fuerza sobre él era incluso superior a la de Tsunade.

"Por favor, Naruto. Detén esto. ¿No me matarías, verdad?"

El Hokage miró a Naruto, implorando. Sin embargo, solo recibió una mirada apática a cambio.

"Vas a pagar por todo lo que has causado, Hiruzen. Todas las consecuencias de tus actos. Y en un futuro, Konoha también conocerá su castigo, y nadie podrá hacer algo".

La Espada pulsó un fuerte aura azul. Un rayo cayó sobre ella, para miedo de Hiruzen.

"¡NARUTO! ¡RECAPACITA!"

El rubio ignoró al anciano.

En un borrón azul, la hoja del Olimpo se clavó en todo el abdomen y el pecho de Hiruzen, cuya expresión se llenó de horror. Sangre empezó a salir a montones de su boca y del lugar donde fue apuñalado.

Entre los gorgoteos de Hiruzen, Naruto acercó un poco su rostro al de Hiruzen, que con su último poco de vida, miró a Naruto.

"Disfruta el viaje al más allá. Saluda a mis padres".

Naruto retiró la Espada de Hiruzen, y la hizo desaparecer en un estallido de partículas azules.

Los Cuatro del Sonido vieron en shock como ese rubio mató en tiempo récord a un Sannin y un Hokage. Se vieron entre ellos, y asintieron, como si pensasen lo mismo.

"¡Hokage-sama!"

Kakashi y varios Anbu llegaron para ver a Hiruzen morir finalmente, rodeando tanto a Naruto como a los Cuatro del Sonido.

Cerbero dejó pasar a los Cuatro del Sonido cuando notó que no emanaban hostilidad a su nuevo amo, y se pararon todos cerca de Naruto, que sonrió levemente.

"Ríndete, Naruto".

El rubio sólo miró con burla a Kakashi. En un corto brillo apareció en sus manos la cabeza de Helios.

"No creo~".

Los ojos y la boca de la cabeza brillaron con fuerza. Naruto usó una mano, y con un sello, creó dos clones que tomaron a dos de los cuatro del sonido en sus hombros.

"Ni que fuese el estúpido de tu padre para rendirme así".

Una luz cegadora inundó todo en 500 metros a la redonda. Los Anbu y Kakashi fueron cegados en su totalidad, forzándolos a cubrirse los ojos por varios minutos.

Cuando los abrieron, no encontraron a Naruto ni nadie ahí.

"¡Bloqueen cualquier entrada o salida de Konoha! ¡Y busquen a Naruto!"

La orden de Kakashi fue seguida por los Anbu, en especial porque sabían que era de los Ninja más poderosos en la aldea ahora mismo.

……..

Takamagahara.

Una mujer miró con diversión y satisfacción todo lo que estaba pasando en el Mundo Ninja.

Ella es una mujer joven de cuerpo bien dotado de una apariencia bastante atractiva y atlética de piel clara y ojos de color violeta. Largo cabello de color oscuro el cual le llega hasta la altura de su espalda y tiene un flequillo recto y cerrado que cubre parcialmente sus cejas las cuales son cortas. Sin embargo, su flequillo no cubre completamente su frente, ya que al lado izquierdo de su cabeza posee una cuerda atada con la forma de una flor de cuatro hojas de color rojo que cuelga en la esquina de su cabeza y recorre el lado de su sien derecha cuya cabellera es más corta a diferencia del lado derecho, que posee un mechón que cuelga hasta la altura de su mejilla izquierda.

Viste un uniforme militar extraño, con la adición de una capa de color rojo, además de usar unos shorts en vez de una falda o pantalón. Lleva también pantimedias negras y como calzado usa unas botas de tacón alto de color negro con bordes rojos.

Ella es Amaterasu, Diosa del Sol sintoísta, líder de uno de los Panteones más poderosos del universo.

El espejo de Yata flotó delante de ella, viendo con diversión como el rubio encarnación de Ashura rompía el camino preestablecido de los descendientes de esa basura Otsutsuki que les faltó el respeto.

No Kaguya, sino su hijo. Hagoromo, Sabio de los Seis Caminos, y considerado divinidad para ellos, los humanos.

"Al fin esa escoria va a pagar por arruinar mi mundo".

"¿Todavía sigues molesta con ese medio extraterrestre por-"

"Cállate, Susano'o".

El Dios hermano de la pelinegra suspiró cansado.

"Eso no me importa ahora. Invoca a los demás a una reunión. Al parecer, una Diosa griega entró a MI mundo".

"Si, si".

Susano'o en verdad deseaba que su hermana no sea tan loca como era, pero no podía hacer nada.

Amaterasu solo ignoró a su hermano, viendo a Naruto caminar tranquilamente fuera de Konoha, con los mocosos esos en sus brazos.

Sus ojos brillaron con mucha curiosidad.

"¿Qué vio una adicta al sexo en ti como para que te vuelva su campeón? Hm~".

Cualquiera que viera a Amaterasu ahora mismo, por más que no se vea aterradora, sentiría miedo. En especial los que la conocían.

La diosa tenía un enorme sentido de la curiosidad.