Notas: para los que se estén preguntando porque solo he subido el prólogo de la historia, es por una razón bastante simple. Estoy repleto de ideas, borradores y conceptos para ese fanfic en general, y aviso, va a ser un fanfic bastante largo. por eso, prefiero subir los capítulos en separado, porque si no tardaría demasiado en hacer el fanfic como tal. Aun así, no voy a poner escenarios, objetos ni personajes de los DLCs que han sacado los desarrolladores, proyectos que tengo pensado añadir en el futuro. Pero por ahora, se subirán los capítulos por separado, esto me ayudara más a organizarme la historia, los borradores y las ideas que tengo que plasmar.
Título: Vampire Survivors: Hacia la Eudaimonia.
Autor: notsohappyaboutjellyfishes.
Fandom: Vampire Survivors.
Disclaimer: Ninguno de los personajes, entornos, objetos ni enemigos son creados por mí, todos estos son del juego Vampire Survivors. También tengo que decir que puede haber ciertas partes que pueden contener una cierta cantidad de sangre.
Advertencias: hay ciertos personajes secretos que se van a mencionar.
Vampire Survivors hacia la eudaimonia.
Capítulo 1. los hermanos, el anciano y las estrellas.
Todos los hermanos se quedaron paralizados al ver los tres objetos que había traído el anciano con olor a ajos. Cualquier aventurero que se apreciase, debía conseguir como mínimo uno de esos objetos para la máxima victoria a la hora de embarcarse en una aventura. Puede que, de todos los objetos, el pergamino huesudo fuese el menos impactante de todos, pero el grimorio mágico y el mapa de la vía láctea eran los más importantes. Los pergaminos de huesos solo podrían ser conseguidos en la zona huesuda, una abrupta cueva debajo de las entrañas de la Torre Gallo, que como su nombre indica, toda la cueva está formada por huesos. Los pergaminos son bendecidos por hechizos que estaban prohibidos verlos, hechizos que hacían que los pergaminos indicasen cuales eran los puntos débiles de cualquier mounstro, razón por la que estos eran tan buscados por guerreros para cazar grandes presas.
El mapa de la vía láctea solo se podía conseguir en noches de luna llena, y para poder obtenerlo se tenía que seguir un camino de estrellas que guiaban la persona al lugar donde se conseguía el celestial mapa. Técnicamente, el mapa no te mostraba las constelaciones, más bien el mapa daba una vista más detallada de la zona donde estaban los aventureros, mostrando zonas peligrosas, objetos especiales que conseguir e incluso posadas para descansar. En cuanto al grimorio mágico, no era muy difícil de conseguir, simplemente se tenía que ir a la iglesia más cercana y pedir un grimorio. De los dos objetos anteriores, este era el más fácil de obtener, aun así, era muy querido por cualquiera, por la minuciosa información de cualquier arma forjada en la comarca, junto con una documentación minuciosa y precisa escrita por los mejores escribas de la zona.
-"usted…ha conseguido los objetos más importantes a la hora de embarcarse a una aventura…"- Dijo Imelda Belpaese, que no apartaba la mirada del grimorio –"exactamente chicos, y es por eso que estoy aquí, para proponeros la aventura que quizás cambie la manera que tenemos de ver nuestro curioso mundo"- le respondió Poe con más emoción porque finalmente consiguió la atención y respeto de la familia Belpaese-" y ahora os digo yo chicos, nunca os habéis puesto a pensar ciertas cosas raras que ocurren en esta comarca?"-. Puede que Poe en muchas ocasiones decía teorías disparatadas sobre la comarca en la que vivía, pero era verdad que en ciertos casos sí que tenían un poco de razón en muchos aspectos. –"¿Señor Poe, usted que clasificaría como raro? en esta comarca pasan cosas muy inusuales"- dijo con confusión Pasqualina pasando con cuidado las páginas del grimorio.
Pasqualina tenía razón, en una comarca donde si no limpias una cosa por mucho tiempo puede convertirse en un fantasma de polvo, hay rosarios sagrados que espantan a cualquier espíritu en las noches, los hombres lobo son adictos a los lácteos, que consideras inusual? –"aquí entran muchas cosas en juego, por ejemplo, alguno de vosotros ha tenido una pesadilla donde lucha sin parar por casi 30 minutos y os despierta el sonido de una guadaña roja?"- dijo con emoción el anciano mirando a los hermanos –"es verdad…muchas personas tienen una pesadilla similar, pero no siempre luchas en el mismo escenario…"- le respondió Antonio con una expresión de incertidumbre- "es más…yo la he soñado múltiples veces"-. los 3 hermanos lo miraron con una expresión de preocupación, exceptuando Poe, que parecía aún más emocionado por la respuesta del hermano mayor.
- "Si, ¡sí!"-dijo el anciano con mas emoción y con una sonrisa en la cara- "y nunca os habéis pensado por qué hay múltiples enemigos relacionados con la iglesia, pese a que la iglesia es la máxima autoridad en la comarca?"- todos los hermanos empezaron a pensar en las palabras, sobre todo Imelda, que se mostraba una expresión de preocupación. Imelda Belpaese es la segunda hermana de la familia. tenía un pelo rubio brillante, una expresión tranquila, vestía una túnica rosada, pantalones y botas grisáceas para no mancharse de barro y siempre llevaba a mano su varita y un tomo de hechizos. Imelda siempre fue el miembro que más se esforzaba en sus entrenamientos, aparte de ser muy interesada en los temas religiosos. esto se debía a su madre, que siempre llevaba a sus hijos todos los domingos a la iglesia para hacer oraciones y mirar el arte que se exponía, razones por las que Imelda se volvió extremadamente religiosa, y en muchos casos no pensaba absolutamente nada negativo acerca de la iglesia.
- "y usted a donde quiere llegar con todo esto?"- dijo Imelda con confusión- "ahí es donde entro yo, se perfectamente que no hay guerreros como vosotros, yo os daré lo que haga falta para que me ayudéis a llegar a la eudaimonia"- le respondió el anciano guardándose los objetos que había traído. Todos los hermanos se quedaron mirándose entre ellos un buen rato, hasta que finalmente tomaron la decisión de acompañar al anciano. –"de acuerdo, nosotros le vamos a acompañar, pero con una condic…"-le respondió Antonio, pero antes de que pudiese decir la condición, Poe salto de alegría y grito con euforia mientras salía de la casa, escena que dio unas buenas risas entre los hermanos. –"como decía…nosotros le vamos a acompañar en su aventura, pero queremos que, al terminarla, nos ayude a encontrar a nuestra madre, trato hecho"- le respondió Antonio con seriedad, pese que le costó mantener la risa por el eufórico espectáculo que Poe. –"trato hecho"- le contesto el anciano –"pero también tendréis que hacer muchas cosas de lo que yo diga sin cuestionaros, trato hecho?"- y le estrecho la mano al hermano para confirmar que el hermano estaría de acuerdo. Antonio le dio la mano confirmando que los hermanos aceptarían y se empezaron a preparar.
Antonio agarro su confiable látigo y lo puso en su cinturón, Imelda guardo sus tomos de hechizos y su varita en una mochila, Pasqualina cogió su trazarunas y una cantidad considerable de provisiones y Genaro agarro sus confiables cuchillos y un par de mantas y hojas de papel por si acaso. Y aquí comienza la aventura para encontrar el director de todo este mundo.
Fin del primer capítulo.
