Anteriormente:
-Hinata, te explico. Durante seis semanas vamos a continuar tus medicamentos, para posteriormente irlos modificando. Te dejo medidas para el control de la ansiedad, patrones de respiración, medidas de higiene del sueño y te reitero, que puedes llamarme cuando sea necesario. Estoy para ti.-
Tomé el papel en mis manos, temblorosa por lo imponente que se vislumbraba el joven médico. Se alejó de mi para darme espacio, me puse de pie y agradecí por la consulta. Me acompañó hacia la puerta.
-Que te vaya bien ¿Hinata verdad?-preguntó burlón. Al parecer había notado también la desilusión del primer segundo de nuestro encuentro.
Avergonzada, pero respaldada por la serotonina que me había dado la consulta me permití despedirme adecuadamente:
-A ti también, Sasuke.-
Sonreí mientras me miró con modesta sorpresa.
-Necesito tu ayuda.- sentenció mi hermano desde el marco de la puerta, con cierta expresión de incomodidad.
-C-claro Neji, ¿en qué puedo ayudarte?.-
-¿Cuáles…-me miró de reojo, inmediatamente apartando la mirada cuando se encontró con la mía. Aclaró su garganta y prosiguió.-¿Cuáles son tus flores favoritas?-
Me ruboricé, sorprendida, mientras un ligero rubor también se asomaba en las mejillas de mi hermano…-cosa de familia-, pensé.
Era inusual que él me pidiese ayuda a mi, casi siempre era yo la que acudía a él con dificultades pero, ¿una recomendación acerca de… flores?
-Si tuviera que elegir, p-probablemente hortensias o… lirios, blancos.-
-Ya veo… gracias.-
Dispuesto a marcharse se dió media vuelta, sin embargo mi curiosidad era tanta que no podía dejarlo ir.
-¿P-por qué preguntas?-
¿Acaso no había sido él el que me dejaba flores todo el tiempo en el hospital? alguna noción tendría que tener.
Neji se paró en seco, como si hubiera sido descubierto en alguna travesura. Volteó, con los ojos clavados en el piso, acariciando su nuca en forma de auto consuelo.
-Quisiera…obsequiarle flores a alguien.-
Mi quijada cayó en total sorpresa. ¿Neji enamorado? ¡Qué emoción!
-Puedo ayudarte a elegirlas…s-si gustas.-
Asintió con el entrecejo fruncido, denotando vergüenza.
-¿Sabes a dónde ir?- pregunté mientras caminábamos por la acera de la cuadra.
-Eso creo. Mi tía Hana me recomendó un lugar-
No habían transcurrido más de 5 minutos cuando, en un pequeño callejón, un letrero circular sobresalía a la calle.
-Aquí es.- dijo, mientras finalizaba el recorrido de "cómo llegar" de la aplicación de mapas en su teléfono.
Debajo de los elegantes racimos de flores de lluvia de oro y naturaleza muerta que servían de ornato al lugar, una pesada puerta de caoba se abría de par en par, recibiéndonos con un aroma floral exquisito.
-Bienvenidos a florería Yamanaka.- Anunció una mujer de cabellos castaños con cordialidad. Su expresión se tornó curiosa un momento después de observarnos.-Esos ojos…¿ustedes son de la familia Hyuga?.-
Neji y yo nos miramos con extrañeza. Es verdad que nuestros rasgos físicos eran característicos, pero a excepción de los niños del preescolar cuando ibamos creciendo, nadie solía ser tan directo a menos de que conociesen a alguien del clan.
Neji la miró estoíco, por lo que decidí asentir tímidamente para no parecer descortés.
-¡Mamá!¡Están poniendo las gerberas en la trastienda, debes ir a firmar de recibido…-
Volcamos la atención hacia el lugar donde provenía aquella voz femenina, que se me hizo conocida de inmediato. Con un delantal lleno de petalos desordenados y su largo cabello dorado suelto en vez de la prolija cola de caballo que solía usar bajo la cofia, Ino me miraba con el mismo nivel de sorpresa que yo debía tener en ese momento.
-¡Hinata! ¡qué gusto!- La rubia me abrazó sin delicadeza, con la más genuina de las alegrías, gesto que correspondí inmediatamente. Su perfume olía a hibisco con un toque cítrico, tal vez piña.
-¡L-lo mismo digo!-
-¡Qué compuesta te ves! Y que sorpresa verte también a ti Neji. ¡Ha pasado tiempo!-
-Si acaso un par de meses.- sentenció el castaño, incómodo por la vitalidad del encuentro.
-Y bien, ¿qué hacen por aquí?- preguntó Ino sonriente, mientras su madre se acercaba a ella.
-¿Aquí, en la florería?-
La chica rodó los ojos en blanco en respuesta al comentario sarcástico de mi hermano.
-¡Pensé que solo venían a darse una vuelta para saludarme! Con lo mucho que extrañé a Hinata…-
-¿Hinata?-preguntó la madre de Ino-Es la hija de Hana ¿no es así Ino?, la de aquel acci…-
Ino lanzó una mirada asesina a su madre, quien cesó de hablar del tema. Miré apenada a la mujer; seguro mi mamá había pasado aquí sus tardes desahogándose de todo el estrés por el que yo la había hecho pasar…cosa que invariablemente, me hacía sentir triste.
-De hecho, yo no sabía que era tu florería. Precisamente mi tía Hana me la recomendó por la cercanía con la casa; según yo eres enfermera.- interrumpió Neji.
-Lo soy, pero los fines de semana atiendo el negocio familiar, cariño. No espero quedarme en un trabajo tan poco glamuroso siendo enfermera para siempre, ¡este es mi plan para el retiro!- anunció, juguetona.-Aparte, ¿de dónde crees que salían las flores que te daba para el cuarto de Hina? ¿Acaso pensabas que las arrancaba del jardín del hospital?-
Volteé a ver confundida a la chica de ojos celestes, mientras mi hermano rodaba los ojos una vez más por el solo indicio de que la rubia pusiese en tela de juicio su capacidad cognitiva.
-E-espera, entonces…¿no era Neji quién ponía las f-flores en mi habitación?-
-Nena, por supuesto que él las ponía en el florero, porque me hacía el favor a mí de llevarlas hasta allá. ¡Le estás pidiendo flores a un rosal que solo da espinas! -
Mientras Ino soltaba un par de carcajadas, no pude hacer más que mirarla con ternura y agradecimiento. Realmente era casi inconcebible que el universo me hubiese puesto a personas tan dulces en el camino.
Y… también explicaba el por qué Neji parecía no saber sobre flores.
-Bueno, ahora que estás aquí querida, espero que no tengas mucho que hacer esta tarde. ¡Tenemos tanto de qué ponernos al día! Y justo tengo té, recién hecho-
Una alegría me invadió inmediatamente. Me hacía mucha ilusión conversar un rato con la rubia enfermera; su vibra era tan hospitalaria y cordial que me hacía sentir segura, incluso, alegre.
-P-pero primero…- volteé con la intención de consultar con Neji, quien de pronto ya no estaba a mi lado. Lo visualicé en la parte del invernadero siendo asesorado por la señora Yamanaka, parecía que inusualmente, estaba conversando bastante con ella.
Supuse que estaría mejor con la ayuda de una verdadera experta.
-…bueno. C-con mucho gusto aceptaría una taza de té.-
-¡Maravilloso!-
Ino me llevó a la parte posterior del negocio, en donde efectivamente habían dejado un centenar de gerberas y varios tipos de otras flores en menor cantidad. Pasando la puerta, se conectaba a un jardin particular precioso.
Los rosales blancos se erguían imponentes sobre los arcos que formaban la estructura de un kiosco central de dos pisos en medio del amplio pastizal; subimos las escaleras de caracol para encontrarnos en la terraza, que nos ofrecía una vista panorámica del bello paisaje.
Nos sentamos en la mesa del centro, en donde ya esperaban impacientes las jarras de té y los bocadillos.
-Q-que increíble lugar-
Externé mientras miraba embelesada la cúpula sobre nosotros, que enmarcaba con molduras italianas un diseño parecido a un caleidoscopio de azulejos. Era una obra de arte.
-Mi papá era arquitecto, le agradezco que nos haya dejado un poco de él- sonrió, admirando la obra a la par. -mi madre pasa mucho tiempo aquí.-
-Y-ya veo…me imagino que la mía también.- dije, en son de broma. Ino asintió con una sonrisa.
-Se han vuelto buenas amigas. Un día en el hospital, tu madre me preguntó de donde eran los arreglos que te llevaba y obvio tuve que tomar la oportunidad para promocionar el negocio; lo siguiente que supe, es que tu madre y la mía eran uña y mugre.-
Sonreí calidamente. Me alegraba por mamá, quien a decir verdad, jamás le había conocido una amistad cercana.
-C-con razón ahora tenemos flores más bonitas en los jarrones de…-
-¿Interrumpo?-
Giré mi cabeza para encontrarme con un par de ojos que me miraban debajo de una ceja arqueada. Mi corazón se detuvo por un momento, sin saber como contener lo que estaba sintiendo.
Me puse de pie y se acercó a darme un abrazo afectuoso. Ahora su cabello rosa pastel estaba a los hombros, ondeando libremente e invadiendo mi nariz del olor a cereza y vainilla de su perfume
Nos separamos del abrazo y pude notar sus ojos vidriosos, compaginando con los míos. Sequé una lágrima que se asomaba por el filo de mis pestañas.
-No me di cuenta de lo mucho que te extrañé, hasta que te vi, Hina.- me dijo sonriente -lo bueno que lacerdame avisó que estabas aquí ¡si no, me desmayo de la impresión!-
-No me aguanté la emoción de escribirle un mensaje a la frente de autobús en cuanto te vi, Hina. Espero me disculpes…-de todas maneras ella iba a venir, por eso la mesa estaba servida- me susurró la ojiazul-
…pero si te incomoda podemos hacer que se vaya.-
Sentí mis mejillas arder y negué efusivamente con mis brazos.
-Ahora que lo pienso, tal vez no quiere que esté aquí. Por eso no me escribió ningún mensaje desde que puso un pie fuera del hospital.-
Sentenció ofendida la chica de ojos jade, mientras colgaba su blazer y bolso en el perchero a un lado de ella.
-¡D-discúlpame! Juro que no quería inoportunarte, yo solo…-
-Tranquila, estaba bromeando. Sigues siendo igual de tierna que toda la vida, ojalá la cerda te aprendiera algo sobre delicadeza porque ella actúa como jabalí, muy literal-*
-Ya quisieras, pobre mujer sin chispa.-
La tarde pasó entre risas, té y deliciosos pastelillos. Admito que perdí la compostura una o más veces cada que la madre de Ino -quien por cierto nos había contado en confidencia que Neji se había llevado un arreglo parareconquistara una mujer- nos traía choux de crema de arroz que recién habían salido del horno.
Ino nos había contado que el joven artista con el que salía, presentaría una exposición que tomaría lugar en el domicilio de la rubia; sirviendo también para anunciar la reciente renovación de su florería como "boutique floral", un concepto más moderno.
-El codigo de vestimenta es de gala, pero espero de ambas que se pongan algo sexy. Somos demasiado jóvenes para no enseñar piel.-
-N-no creo tener algo así en mi armario…-
-No te preocupes Hina, te presto un vestido, es uno que nunca me puse porque me hacía ver demasiado deslavada en contraste con mi cabello; incluso ya te imaginé en él, ¡serás mi propuesta de arte para la exhibición!-
Reí nerviosa ante tal aseveración. Conociendo más a fondo la personalidad de Ino, sentía que sería muy capaz de subirme a alguna plataforma para regodearse de su exquisito sentido de la moda.
-Cerda, estaba pensando que no es necesario que venga Sarada. Es pequeña y podría causar algún desastre, aparte, heredó la voluntad de fuego de su papá para armar caos; pero te agradezco la invitación-
-¡Ni te atrevas Haruno Sakura! ¡No puedes perderte la fiesta! aparte, no solo invito a Sarada porque no tengas quien la cuide, la invito porque es una pequeña fashionista en potencia. En caso de que llegase a estropear algo no hay problema, soy la musa del artista, no es como si me fuese a cobrar.-
-A ti no pero a mi sí cerda bruta, recuerda que aparte de mi sueldo de enfermera yo no tengo fortuna de nepobaby como tú.-
-Hablando de la reina de Roma…aquí viene.-
Estrepitosos pasos se acercaron con rapidez por las escaleras, hasta que una pequeña figura se hizo presente en la terraza.
-¡Mami!- externó una niña de cabellos negros como la noche con unos simpáticos lentes de pasta color bermellón, mientras se abalanzaba contra mi amiga pelirosa, abrazando su regazo.
-Cuidado cariño, mami casi te tira el té en la cabeza.-
La niña se incorporó rápidamente y dio la vuelta para darle un beso en la mejilla a Ino. En cuanto se percató de mi presencia, se escondió detrás de la silla de Sakura, cohibida.
-Sarada cariño, ella es mi amiga Hinata. Salúdala-
La pequeña se acercó lentamente a mi, curiosa, mirándome fijamente con sus grandes ojos color negro azabache adornados por larguísimas pestañas como las de su madre. Le sonreí amablemente, y después de titubear unos segundos, me devolvió el gesto con una enorme sonrisa.
-¡Hola Hinata!- dijo efusiva para posteriormente abrazarme, cosa que hizo que me sobresaltara un poco. Sin embargo, posé mi mano sobre su espalda suavemente, recordando a cuando mi hermana era más pequeña.
-Con que aquí estás, pequeño cacahuate. Sabía donde encontrar…-
Abrí mis ojos con sorpresa en cuanto lo vi. Uchiha Sasuke, por primera vez, respondía con un gesto similar al mío.
Cuando el claro y el oscuro de nuestros ojos se encontraron, el fondo se desvaneció, como si solo estuviésemos él y yo. Había algo distinto desde la última vez que nos vimos.
Después de un par de segundos que pareciesen eternos, todo el color volvió al entorno y con ello las personas que estaban ahí.
-¿Eh? ¿Se conocen o algo así?- preguntó Ino suspicaz.-No me digas que es otra de las mil mujeres que…-
-Cuida las palabras, Ino. Que no se te vea el borderline.-
-Muy chistoso doctor.-
La niña se deshizo del agarre de Sakura y corrió hacia el joven, extendiendo sus brazos para que la levantara. Él así lo hizo, girándola un par de veces antes de colocarla sobre sus hombros.
La pequeña estaba maravillada de poder ver todo el paisaje desde lo alto, queriendo poder tocar algún azulejo de la todavía muy lejana cúpula del kiosco.
-Chicas, ya casi tengo que irme. Sarada tiene un recital mañana a las siete de la mañana y en lo que me arreglo yo y la arreglo a ella, tendríamos que despertarnos a las cuatro.-sentenció la pelirosa mientras revolvía en su bolso de mano.-¡Una total pesadilla!-
Mientras mis dos amigas se despedían, no pude evitar apreciar la escena frente a mis ojos. El joven de cabello azabache, vestido a diferencia de la elegancia de siempre con un chandal negro y sandalias, cargaba a la menor con delicadeza, mientras ella apuntaba al paisaje con el dedo preguntando sobre el atardecer y el por qué se escondía el sol.
Inesperadamente, vislumbré por primera vez la amplia sonrisa del que fuese mi médico, cargada de dulzura y genuina felicidad por la inocencia e ingenio de la niña. No pude evitar sonreir yo misma ante el cuadro, pero…
¿Qué hacía mi psiquiatra cargando a la hija de mi amiga?
Abrí mis ojos con sorpresa ante la realización de que…¡¿el doctor Uchiha estaba saliendo con Sakura?! Digo, tenía todo el sentido del mundo… ella enfermera, él médico. ¡Era casi un cliché!
Pero… la niña se parecía un poco a él; que va, eran demasiado parecidos...
…Sospechosamente parecidos.
Y si… ¿Sakura tuvo una aventura con éste hombre y fruto de ello se embarazó? Y su esposo se enteró y por eso…
-Hina-
Salté en mi silla totalmente asustada al escuchar mi nombre salir de la ojiverde, con miedo a que de alguna manera inexplicable pudiese estar escuchando mis pensamientos.
-…te decía que ya me voy, pero estabas tan ida viendo a mi cuñado que pensé que habías visto un fantasma. No te juzgo -suspiró cansina-…da las mismas vibras-
-¿C-cuñado?-
-Sakura ¿las llevo?- preguntó el pelinegro mientras mi amiga seguía revolviendo su bolso con dificultad, con la mano de Sarada ocupando su otra mano.
La pelirosa se agachó a darme un beso en la mejilla como despedida, no sin antes decirme que nos veíamos la siguiente semana.
-Gracias Sasu, pero traje el auto.-triunfal le sacudió las llaves que recién había pescado, haciendo que tintinearan al choque con su llavero de flores de cerezo.
El pelinegro asintió sin más, para posteriormente despedirse de ella y la pequeña, quienes se perdieron en el umbral de las escaleras.
-Ino, t-te ayudo a levantar…-
-No se atreva señorita Hyuga, esas manos deprincesa de abolengomejor que se queden quietas. Ya te tocará a ti cuando nos invites a tu mansión.-
Me sonrojé por el comentario. Claro que tenía que retribuir su hospitalidad y atención con algo para ellas en casa; la sola idea me hacía ilusión.
-Hinata- la voz grave de mi doctor me sacó de mis pensamientos.-¿tienes como regresar?-
-E-en un momento llamaré a mi hermano para que…-
-Te llevaré yo.- sentenció el ojinegro con tono de voz firme.
La rubia, sosteniendo dos tazas por mano, levantó la mirada hacia él, luego hacia mi, luego hacia él y por último hacia mi, cambiando su gesto de uno sorprendido por una sonrisa retorcida y maliciosa. Alzó sus cejas un par de veces en mi dirección.
-Bueno. Tengo muchos platos que lavar, así que los dejo chicos; Hina, pueden salir por la puerta trasera, el doctorcito ya sabe ¡nos vemos pronto!-
Y como si se hubieran aflojado sus esfínteres, Ino desapareció con la velocidad de un rayo, dejándonos solos.
El pelinegro comenzó a bajar los primeros escalones mientras yo lo veía sin saber que hacer. Se detuvo un momento y me miró fijamente.
-¿Vienes?-
Asentí nerviosa, siguiendo sus pasos.
Caminó por un sendero de piedra del jardín, delante de mi. El cielo estaba estrellado y despejado, anunciado las primeras horas de la noche.
No me preocupaba llegar porque imaginaba que Neji me habría respaldado con mi padre, y mi madre seguro estaría encantada de que lo estuviese pasando bien con los Yamanaka. La complicidad no hablada con mi hermano se había consolidado desde que me encubrió con Shikamaru y ahora yo con sus -no tan explícitos- problemas amorosos.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no pude evitar chocar levemente con la espalda del doctor.
-¡D-disculpe!-
El joven tomó mi brazo y sutilmente, me posicionó frente a él para que cambiáramos lugar. El roce de sus manos con mi piel se sintió como un toque de electricidad.
-Ve tú por delante, así no hay riesgo de que te caigas y no me de cuenta. Sé que las medicinas pueden hacerte sentir tambaleante.- enunció, por supuesto que lo hacía con fines médicos.-ah, y es disculpa, no disculpe; Hinata. No todo el tiempo soy tu anticuado doctor-
Me reproché mentalmente. Seguro pensaría que soy una carga laboral incluso en los días libres.
Caminamos hasta una cerca y salimos del domicilio Yamanaka por el otro lado de la cuadra. El joven ahora caminaba del lado de la calle y yo de la acera, gesto que se me hizo cordial.
Pasaron un par de minutos en los que estuvimos en silencio, veía de reojo su postura tranquila y desinteresada con las manos en los bolsillos del pantalón. Yo en cambio, sentía que mis manos sudaban tanto que tenía que secarmelas discretamente en la falda que llevaba puesta.
-¿Tienes hambre?- Preguntó, se había detenido.
-R-realmente no… acabo de comer más azúcar de lo que debería.-
Me vio fijamente, entre pensativo y molesto. Inmediatamente pensé que tal vez mi respuesta había sido descortés.
-P-pero…-
-Acompañame a cenar.-
¡Hola!
Después de unos días de encierro y manía, aparezco de nuevo.
Lo del jabalí es la broma del nombre de Ino en japonés que solían poner en Naruto chiquito, ya saben, cosas de fanfic old school lol.
Elegí hacer los capítulos ligeramente más cortos porque hasta yo me hartaba de leer tanto. Espero así sean más digeribles.
Así mismo, decidí no subir un capítulo hasta tener el siguiente escrito por si las moscas. Pero este fic en específico aparte de long, también es s l o w...no se desesperen por las migajas SH que les doy ToT.
Les agradezco a todos por sus follows y favs. Decidí buscar y encontré muy buenos autores que han actualizado recientemente aquí mismo en FF pero en inglés, hay uno en específico que se llama Pianocoat, es buenísimo por si lo quieren checar. Aún tengo que darme una vuelta por Ao3.
Les agradezco por darme el tip. QuQ
Contestando a sus reviews...
Azkipi: ¡Me alegra verte por aquí de nuevo después de la pandemia! Tus reviews siempre me han hecho reflexionar mis propias ideas en cuanto a la historia.
Me agrada que consideres que se sienta orgánico, porque a veces tiendo a perder la coherencia en las partes donde hay una determinada emoción predominante (ira, ansiedad, tristeza) ya que escribo la "escena" en momentos diferentes que tengo libres y se me va la inspiración ToT . Muchas gracias por actualizarme en cuanto a las plataformas, es algo que me sorprende (más porque Ao3 en mis tiempos se usaba principalmente para leer Lemon o directamente smut XD ). Gracias por tu tiempo, te mando un cálido abrazo.
Kyurice: Hi! Ty so much for taking the time to leave a review! I'm sorry for the broken heart, but soon everything will become clearer in the story, giving us some answers. I hope you are well, I send you my warmest greetings!
Espero leerlos pronto por este medio, si mi trabajo y mi procrastinación me lo permiten uwu cuídense mucho y disfruten esta semana. Ya luego me cuentan si celebraron Halloween o día de muertos. ¡Un abrazo!
C.D
