Se que me he demorado un montón de tiempo en publicar y realmente no espero que lo comprendan, a decir verdad tampoco me preocupa mucho porque si les gusta la historia espero que esperen mis actualizaciones en cualquier momento. Mis motivos por la demora han sido muchos, entre ellos: Enfermedad, falta de inspiración y tiempo, además de otras muchas situaciones que me han agobiado y me han mantenido alejada del celular….. pero esto no podía durar mucho, prometí terminar mis fanfictions, así que acá estoy con un nuevo capitulo, espero lo disfruten y me dejen sus pensamientos en un mensaje o Review. No siendo más, A LEER!!


Theodore

Pensaba en muchas cosas a la vez...

Una de ellas era que si no hubiera ayudado al descarado impertinente de Draco, probablemente no hubiera terminado enredado entre las piernas y el sexo de Romilda Vain, entregado a la lujuria y libertinaje que la pasión del sexo salvaje me provocaba, y solo tal vez Pansy no me hubiera encontrado en semejante circunstancia con la Gryffindoriana en medio de mi propia sala común, y seguro ella no estaría tan furiosa haciéndome sentir el peor hombre del planeta, no porque importará mucho ese hecho sino porque la decepción que vi en sus ojos me hizo sentir lo suficientemente culpable y despreciable. Lógicamente la peli negra había decidido dejar de hablarme.

Sabía que estaba dañando seriamente nuestra amistad de toda la vida y no solo por ese hecho en especifico, sino también porque a pesar de todas sus advertencias y amenazas, me estaba tirando a Luna y no tenía intención alguna de parar, ni siquiera me arrepentía a pesar de saber que estaba jodidamente mal. Y estaba mal porque decididamente yo era un cabrón hijo de puta y Luna era todo lo contrario, Luna era un ángel.

Se había convertido para mi en el fruto prohibido, en ese dulce que parece empalagoso y no deseas probar pero que a la final cuando lo pruebas es increíblemente diferente, lo cual lo hace más deseable y apetecible porque es sumamente exquisito. Su inocencia y dulzura desde un comienzo me habían excitado de una manera perturbadora y sorpresiva pues nunca había reparado en ella en Hogwarts hasta que la vi desnuda y sonrojada en medio de mi cama a punto de morir de hipotermia y pulmonía, estaba enferma y aún así se veía increíblemente excitante e intrigante. Ella me había coqueteado directamente y sin rodeos algo que además de arriesgado me pareció encantador, todo se había dado de una manera natural entre nosotros, nos acercamos el uno al otro y después de esa noche no pudimos volver a separarnos, pude ver todas las virtudes que la rodeaban, su manera de ser tan fuera de lo normal era casi que una invitación a descubrirla a develar sus secretos más profundos y que la rubia no dejará de decirme lo mucho que le gustaba y admiraba, era más aliciente a mi reciente fascinación por ella.

Al comienzo traté de ser su amigo, siempre quise ser su amigo y pensé que podía manejar el hecho de estar a su lado sin necesidad de requerir más de ella que solo su compañía y amistad. Pero me equivoqué, a medida que pasaba el tiempo me di cuenta que Luna me atraía de otra manera, su inocencia me hacía desear hacerle cosas de connotación sexual que ella ni por asomo se imaginaba, así que a pesar de lo mucho que intente ignorarla en ese sentido, más pronto que tarde no pude detenerme y la besé, sus labios con sabor a caramelo de chocolate, inexpertos e inmóviles me recibieron con sorpresa, luego con ansiedad y después con mucha pasión, se entregó a mi beso de una manera que excito cada célula de mi cuerpo y puso a mi corazón a latir frenético, la sensación de besarla era electrizante e intensa, desde el primer segundo me fascinó y de ahí no quise detenerme, la besaba en cada oportunidad que tenía, cuando nos quedábamos solos no perdía el tiempo y la acorralaba, la besaba con pasión y ella se me entregaba al beso de una forma que lograba calentarme de manera bestial, sus besos siempre aumentaban en mí el deseo y la pasión que sentía por ella.

Aunque deseaba desnudarla para recorrer su cuerpo con mi boca, por un tiempo hice el esfuerzo para detenerme, tenía claro mis límites con ella. No podía ser tan cabrón de quitarle su inocencia, yo no la merecía por que cuando terminaba de besarla como el hijo de puta que era me follaba a otras con más experiencia en algún lugar apartado de Hogwarts y no tenía planes de cambiarlo, había jurado que nunca me iba a enamorar ni a doblegar por una mujer, no con la maldición que el apellido Nott acarreaba, deseaba a Luna tanto como deseaba a otras más, así que un día simplemente no me detuve.

Flashback

Ese tarde la idea había sido estudiar para el próximo examen de Aritmancia, estuvimos estudiando en las afueras de Hogwarts por un largo rato, pero había empezado a llover y tuvimos que entrar al colegio a buscar refugio y otro lugar para estudiar, fuimos a la biblioteca pero hacia mucho frío para permanecer allí así que la invite a mi habitación y ella no dudo en aceptar. Le puse mi capa de Slytherin, la colé en mi sala común y en mi habitación en una hora en la que no habían estudiantes merodeando por ningún lado.

Queríamos estudiar, pero cuándo nos miramos a la cara la habitación se llenó de esa tensión sexual no resuelta y volvimos a terminar enredados entre los brazos del otro besándonos como si nos fuéramos a tragar, de alguna manera Luna se las arreglo para tirarme sobre la cama y subirse a gatas sobre mi, algo que fue jodidamente sexy, muy sexy. Metió su lengua en mi boca y comenzó un vaivén con sus caderas, estimulando mi ya notable erección.

-Hum – gemí ronco al sentir su caliente vagina chocando con mi pene a través de la ropa. ¡Era el puto cielo!. Me atreví a meter mi mano bajo su camisa y sujetador agarrando su pecho pequeño, perfecto para mí mano y con la otra le acaricie el trasero, desde sus abultadas nalgas hasta su caliente entrada cubierta por las bragas. Ella gimió en el beso.

-¡Theo! – jadeó separándose de mi un poco – no sé porque siento esto, pero… quiero más, mucho más – se mordió los labios, sus ojos estaban obnubilados por el deseo – no se que debo hacer, por favor enséñame - me pidió con un gemido, tuve que contenerme para no venirme a lo bestia. La inocente Luna me pedía que le enseñará más sobre sexo.

-Yo… - titubee y tragué saliva, quería tirarme encima de ella, arrancarle la ropa y follármela hasta que no parara de gritar mi nombre, pero mi jodida conciencia no me lo permitía. Luna era mi amiga, Luna era demasiado inocente y seguramente era virgen, merecía a alguien que la amara de verdad – lo siento – le dije, vi sus ojos llenarse de confusión sus movimientos también cesaron. Deje de acariciarle y ella se alejo un poco.

-pero… sé que también me deseas.

-Te deseo mucho más de lo que te imaginas -acomode un mechón de su cabello tras su oreja acariciándola en el proceso - pero te mereces a alguien que te tenga como su prioridad -¡Mierda! ¡Esto era una mierda! – yo no soy esa persona Luna… ahora somos amigos, pero después seré alguien pasajero en tu vida si dejamos que esto vaya a más. – quise ser sincero. Estaba teniendo el autocontrol de una bestia para no follarme a esa pequeña rubia de ojos enormes porque de cierta manera me importaba, no quería lastimarla.

-No me importa – me dijo – me interesa el aquí y el ahora, deseo perder mi virginidad contigo, quiero hacerlo ahora mismo, contigo. – me dijo mirándome directamente a los ojos sin titubear.

-Luna entiende, no quiero dañarte – la mire con seriedad – yo no puedo ser el amor de tu vida, no soy el tipo de hombre que se enamora de nadie. – ella rodó los ojos.

-¿Quién mierda está hablando de amor? – me quede sin palabras al escucharla – te quiero si, desde que te conocí me has gustado, lo sabes y eso no va a cambiar porque creo que me gustaras así decidas nunca quererme, no puedo obligarte a qué me quieras porque eso se construye y si en este momento no quieres involucrarte sentimentalmente conmigo, lo entiendo. Pero si puedo pedirte que me tomes porque te deseo ¡maldita sea! Y ese deseo lo has ocasionado tú con tu manera de besarme y tocarme, así que te exijo que me des eso que has está buscando en mí, ahora. – en sus ojos podía ver arder el fuego de su excitación. – termina lo que comenzaste Theodore Nott.

-Luna, eso lo dices ahora pero más adelante vas a odiarme por no poder corresponderte.

-Si no lo haces nunca, al menos quiero poder decidir con quién tener mi primera vez, no quiero a nadie más que a ti, yo de verdad deseo estar contigo Theo y no es justo que retrocedas ahora.

-No soy una buena opción – trate de que entrara en razón pero volvió a pegarse a mi.

-Dijiste que me deseabas Theo, la piel me arde y siento en mi vientre mucho deseo por ti. No me dejes así, por favor – gimió lamiendo mi oreja y moviéndose de nuevo contra mi, eso fue todo lo que pude resistir, ver a Luna con su cara sonrojada y sus ojos nublados de deseo era demasiado tentador, la acorrale contra la cama besándola con fiereza, le quite lentamente cada una de sus prendas hasta que estuvo totalmente desnuda, cuando la observé la boca se me seco, sin duda era hermosa, un ángel exquisito que se me entregaba para que la pervirtiera, no podía dejar de observarla tocarle y besarle todo el cuerpo. Ella se entregaba a cada caricia con sumisión e inocencia, la llevé a través del mundo de la sexualidad haciéndole sentir placer y dolor, una mezcla exquisita para dos cuerpos que se reconocían como uno. Ella se retorció, gimió, grito y casi lloró cuando el clímax intenso la hizo vibrar alto. Primera vez que me cogía a una chica virgen y la experiencia había sido abrumadora, muy sexual, una vez atravesé su himen pude sentir la estreches de su interior y me enajene, la penetré con rudeza y rapidez, sacándole varios gritos agudos que se combinaban con sus gemidos excitantes, sus pechos perfectos cabían en mi boca con exactitud así que me dedique a chupárselos y acariciarlos mientras se lo metía. Esa noche fue la primera vez que me la folle hasta el amanecer, probé todo de Luna y me convertí en una especie de adicto a toda ella.

End Flashback

El solo recuerdo de ese primer día me hacía sentir un corrientazo en toda mi espina dorsal pues ahí había comenzado todo esté frenesí que me tenía atrapado

tener sexo con Luna era una de mis actividades favoritas, ella era muy entregada a cada sensación y estímulo, le excitaba que le jalara el pelo o la nalgueara con fuerza, que la ahorcara la ponía a mil, aguantaba que me la follara rudo y le ponía que le dijera guarradas mientras le metía mi pene con rudeza. Desde que había estado con ella por primera vez, no había parado de buscarla para hacerlo, normalmente la atrapaba caminando ensimismada y la arrastraba tras alguna estatua para cogerla duro desde atrás, le agarraba el abundante cabello rubio mientras con la otra mano le tapaba la boca, la penetraba sin piedad, podía sentir como mi pene chocaba con las paredes de su entrada y como se humedecía fascinada. Otras veces solo me despertaba enajenado pensando en el sabor de su sexo, así que la acorralaba en algún baño y me arrodillaba para meter mi lengua dentro de ella lo más profundo que podía, era jodidamente caliente porque a veces entraban otros estudiantes al baño y Luna tenía que tragarse cada uno de los deliciosos gemidos que inundaban el baño cuando le lamía el clítoris. Lo mejor de todo es que era increíble como la hacía llegar al clímax una y otra vez. Sí, estaba muy jodido porque no solo sentía fascinación por su cuerpo, su mente me parecía una caja de sorpresas, analizaba las cosas de una manera que me sorprendía casi siempre, su habilidad analítica era increíble. Podía enfrascarme con ella en conversaciones que duraban horas y de las que casi siempre quedaba con ganas de más, además había descubierto su truco de incomodar a las personas para estar sola y solo podía sentir admiración por su privilegiada mente. Para terminar de completar no dejaba de pensar en ella ni un solo segundo justo cuando debería estar pensando en una seria disculpa para Pansy.

Me pare en medio de la sala común caminando de un lado a otro como un estúpido, esperando a que Pansy se dignara a salir de su habitación, pensaba interceptarla antes de que empezará su clase de Aritmancia.

-Pansy… ¿Me puedes regalar cinco minutos de tu tiempo? – le dije apenas la vi bajar las escaleras hacia la sala común.

-No – me respondió sin apenas mirarme - Quiero desayunar a gusto antes de las clases y no voy a perder mi tiempo contigo – siguió su camino hacia la salida.

-Pans por favor - la detuve agarrando su mano pequeña – Lo siento, se que me he pasado contigo – ella se soltó con fuerza de mi agarre y me fulminó con la mirada – pero debes tener en cuenta que soy hombre y que las mujeres son mi debilidad, nunca te lo he ocultado.

-Lo sé, pero podías haberte tirado a una menos puta que Vain. – dijo con rencor -¿Recuerdas que también se tiró a Blaise cuando estábamos juntos?... Aunque haya pasado el tiempo aún pienso que es una golfa – me mordí el labio y asentí apenado – Enserio no pudiste caer más bajo, se supone que eres mi amigo. – intento irse de nuevo pero la detuve -¿Qué mierda te pasa? – me sermoneo cabreada.

-Lo siento – fue lo único que pude decir.

-¡Deja de disculparte, joder! – resoplo y se cruzó de brazos – afortunadamente esa zorra me abrió los ojos y termine esa absurda relación. Pero enserio me gustaría saber el ¿porque?

-¿Qué? – pregunté

-¿Dime que rayos te pasa? Has decidido seguir los pasos de Blaise de un momento a otro ¿porque?

- no hago tal cosas. – rodé los ojos.

-Theo, te he visto enredado está semana con varias chicas diferentes, una peor de puta que la otra – alzó las cejas – la única buena ahí y que vale la pena es Luna que es con quién la que pasas más tiempo y será con la única que no coges – afirmó, abrí los ojos de par en par cuando menciono aquella palabra y me observó frunciendo el ceño con creciente enojo. -¡Mierda Theo! ¿Coges con Luna? – exclamó de repente. Me miraba con los ojos muy grande, empezaba a enfurecer.

-¡No! – fue mi respuesta automática - ¡Pansy Cállate!... Simplemente estoy estresado, ¡joder! – suspiré resignado – sabes que mi padre me presiona para que busque una mujer y regrese a tomar posesión de mi cargo en las tierras de la familia Nott. Lo odio, detesto esto que quieren obligarme a hacer y pienso evitarlo a toda costa, no voy regresar jamás a ese lugar de mierda, no voy a comprometerme jamás Pansy, no quiero. Solo voy a divertirme con las chicas que me atraen y ya está, lamento si te lastimé Pansy y prometo en un futuro ser más cauto, pero no puedes juzgarme por no querer ese futuro de Mierda para mí.

-Odio verte siendo tan hombre – me dijo – tenía la esperanza de que tal vez te gustará Luna.

-Me gusta Luna Pans – dije sincero – pero no soy el hombre que ella merece.

-Podrías serlo, todos sabemos que le gustas mucho.

-Lo sé – suspiré – pero ya te dije que no quiero compromisos y Luna abarca por completo lo que significa esa palabra. Mantengo con ella porque me siento tranquilo a su lado, somos buenos amigos. Es todo. – ella sonrió.

-Si, Luna es una gran amiga – otra vez mi conciencia se asomaba para patearme el cerebro. Había tenido la oportunidad de ser honesto y no había podido. - Ojala pudieras pensar con más claridad, así verías lo hermosa que ella es, dejarías de ser tan mundano y tal vez podrías merecerla.

-no insistas Pans. – ella rodó los ojos.

-como quieras, no te juzgo Theo, pero en un futuro cuida de que tus acciones no dañen a la gente que supuestamente quieres. Te disculpo por lo de Vain, pero eso dolió viniendo de ti y no creo que se me pase tan rápido el malgenio que tengo contigo. –

-Lo siento – volví a decirle.

-hablamos al rato – me dijo – tengo apenas tiempo de comer algo – se despidió y desapareció por la puerta de la sala común.

Suspire y me pase la mano por el pelo, no había sido capaz de decirle la verdad a Pansy, su cara de cabreo al preguntarme si me acostaba con Luna me había hecho retroceder acojonado, ella de verdad apreciaba a la rubia, estaba seguro que iba a matarme cuando se enterara de la verdad.

-No me digas que Pansy anda dándote cátedra – dijo la voz serpentina de Draco, que bajaba de su habitación con una sonrisa ladina en el rostro.

-Espero que te hayas cogido a esa sabelotodo de tal manera que el karma que estoy pagando por meterme en lo que no me importa sea una reverenda estupidez – el sonrió mostrando todos sus dientes y me lanzó una bolsa llena de galeones que tomé en el aire.

-Soy un caballero, se dice que no tenemos memoria – me dijo, alcé una ceja recordando todas las veces que nos habíamos explayado hablando sobre como nos cogíamos a una y a otra – y como buen caballero también pago mis deudas. – terminó de decir. – 25 galeones para el ganador de la broma.

-lo que te tienen es agarrado de las pelotas querido caballero – me burlé – sabes que tus padres me van a matar cuando se enteren que andas mezclándote con Granger y no les dije nada.

-al menos no serás el único, Blaise y Pansy también morirán, deberías hacer lo mismo que ellos y resignarte – dijo riendo, en verdad se veía de buen humor, a pesar de saber que sus padres iban a ser un gran problema, a el no le importaba, simplemente era feliz. Guardé el dinero y camine junto al rubio hacia el gran comedor – Hablando de Pansy ¿Por qué estaba tan cabreada?. – me preguntó y suspiré.

-Me tire a Romilda Vain en la sala común y me pillo – le confesé y Draco se carcajeo.

-¡Que hijo de puta!... Eres un pésimo amigo – siguió riendo – sabes que Vain fue la razón por la cual ella y Blaise terminaron. ¿No?

-Lo sé, pero ella se me ofreció de una forma muy convincente – me mordí el labio – tiene unas tetas preciosas – Draco se carcajeo – además la relación entre Blaise y Pansy era una mierda, era mejor que terminaran, ella misma lo dijo.

-en eso será lo único que te halle la razón – lo vi suspirar – chicas como Vain ya no me producen el más mínimo interés.

-Eso es porque andas como un estúpido cogido de las tentaciones ocultas de Granger, de otra manera seguirías fallándote a Astoria – le pique. – Me vas a contar porque ese repentino cambio e interés por la Gryffindoriana.

-Tan repentino no es – sonrió – solo lo negué por mucho tiempo y luego cuando lo acepté, fui discreto hasta que ya decidí que quería estar con ella, eso es todo. No sé cómo más explicarlo.

-No me digas que estás enamorado porque no creo en esas gilipolleces – dije totalmente convencido de que el amor era una farsa total.

-No estoy enamorado pero me gusta estar junto a ella. Me gusta demasiado. Y justo ahora voy a interceptarla antes de que llegue al gran comedor. Así que nos vemos Nott. – me pico un ojo y caminó hacia el pasillo que iba hacia la sala común de Gryffindor.

-¡Ya no te admiro cabrón! – le grite.

-¡Me importa una mierda! – me respondió.

Todos mis amigos era un puto dolor de cabeza, por lo menos aún no me topaba con Blaise y sus locuras, lo cual me daba cierto respiro.

-¡Theo! – me llamo alguien, voltee a mirar hacia atrás encontrándome con Daphne – ¿vas hacía el gran comedor? – dijo sonriéndome ladina.

-Si – le respondí.

-Bien, te acompaño. Iba a ir con Astoria pero anoche se trasnocho y no piensa ir a la primera clase – me contó agarrándose de mi brazo – lo cierto es que la entiendo, cuando trasnocha se le hacen unas bolsas horribles bajo los parpados que parece un mapache. – me reí divertido.

-Eres cruel con tu hermana –

-Ella es peor, es pequeña, hermosa y muy malvada. – sonrió y pestañeo – yo solo soy sincera y normal.

-No eres nada normal – le dije cuando llegamos a las puertas del comedor – también eres muy hermosa.

-¿Te parece? – sonrió divertida y se me acercó mucho, me quedé sorprendido por unos segundos. – Tu también me pareces muy guapo – Me dio un beso fugaz en los labios y caminó hacia la mesa de Slytherin, la observé durante unos minutos sorprendido, hasta que mis ojos se cruzaron con los de Luna, quien se había quedado parada con los ojos muy abiertos, se mordió los labios y vi que sus ojos se humedecieron. - ¿No vienes Theo? – me preguntó Daphne. Volteé a mirarla y cuando volví la mirada hacia Luna de nuevo, ella ya se había ido.

Decidí esta vez acompañar a Daphne en el desayuno, después de todo lo ocurrido tenía mucho más para pensar y necesitaba algo de tiempo para aclarar mis ideas respecto a Luna, tal vez era hora de parar con todo esto, no quería perder a Pansy y decididamente tampoco quería perder a Luna, debía ser honesto con ella y conmigo mismo.

Fue esa misma tarde a la hora del almuerzo que la intercepte en su camino al gran comedor, iba acompañada por Neville Longbottom con quién conversaba alegremente.

-¡Luna! – la llamé, ella me observó y sonrió, por alguna razón la sonrisa no llego a sus ojos. – ¿podemos hablar? A solas – ella asintió.

-Hablamos luego Neville. – se despidió

-Estas segura – le respondió él mirándome con desconfianza. Fruncí el ceño fastidiado y vi que ella asentía sonriéndole. Sentí un nudo en el estómago que no me gusto para nada al verla acompañada de otro hombre que parecía demasiado sobreprotector con ella. Caminamos a través de los pasillos del castillo alejándonos del bullicio del gran comedor y sin rumbo fijo.

-¿Sobre que te gustaría hablar Theo?- me preguntó ella al ver que de mi boca no salía una palabra.

-Yo… -respire profundo – no pensé que sería tan difícil.

-Tu y yo nunca tenemos conversaciones difíciles – me respondió con una sonrisa.

-Pues creo que está será la primera – le dije – tenemos que hablar sobre lo nuestro.

-¿Sobre lo nuestro? – dejo de sonreír.

-Yo debo ser honesto contigo porque no lo he sido.

-Theo, ¿Qué pasa?

-Pasa que yo he estado saliendo con otras chicas – ella frunció el ceño sin comprender.

-¿Eso es malo? Porque yo también he salido con otros chicos. ¿No se trata de eso el tener amigos?.

-Luna no me refiero a salir… yo… me he acostado con otras chicas en estos días – ella abrió la boca en una o muda.

-yo debo saber esto ¿Por qué?. – sus ojos ya no me miraron.

-Porque quiero que comprendas que no soy el tipo de hombre que mereces – ella se mordió los labios nerviosa y me sentí tentado de besarla – necito hablar de lo nuestro porque necesitamos detenernos, no podemos seguir acostándonos porque yo no deseo arruinar nuestra amistad.

-Theo a mi no me importa lo que hagas con tu vida, eres libre de hacer lo que desees – su voz era muy suave – Yo siempre he sabido a lo que me atenía, acepte tu manera de ser y jamás pensaría en dejar de ser tu amiga.

-Lo se, pero debo detener esto, es mejor dejar de vernos por un tiempo – al decirlo me sentía como el cabrón más hijo de puta de todo el planeta pero era necesario que Luna comprendiera que a mi lado no obtendría nada más que momentos fugaces de placer.

-¿Por qué? Si nunca te he pedido algo más y no lo haré, lo prometo – sus ojos reflejaban la tristeza que sentía ella era totalmente transparente – ¿y quieres que dejemos de vernos? Eso… no puede ser bueno para ninguna amistad.

-No quiero que te llenes de falsas esperanzas, lo siento – me acerqué y le di un abrazo – es necesario dejar de vernos para dejar de desearnos. Yo no soy y nunca seré un tipo de novias o compromiso y me niego a perder tu amistad por se incapaz de controlar mis hormonas. – ella suspiro con resignación.

-Pero…. Porque debemos dejar de vernos. – se mordió el labio.

-Porque si no será más difícil volver a la normalidad. - suspire -Perdóname todo.

-Esta bien Theo, debo aceptar tu decisión aunque no esté de acuerdo – me miró a los ojos – no desaparezcas mucho tiempo por favor, eres mi amigo y te quiero.

-también te quiero Luna, lo siento – nos separamos y ella sonrió un poco

-No lo sientas, enserio te agradezco cada minuto de placer que me brindaste y es una verdadera lástima que hayas decidido terminarlo – nos quedamos estancados mirándonos a los ojos, otra vez sentía esa sensación electrizante – tienes razón un poco de tiempo más y hubrias estado perdidamente enamorado, gracias Theodore Nott por evitarlo. – me beso en la mejilla y se retiró hacia su salón de clase con rapidez dejándome con un extraño vacío en el estómago y una sensación de que me perdía de algo importante.