– Hagamos una cosa, Amy. – le dijo Rouge al oído, mientras miraba a Sonic bailar un hip-hop con Tails en la otra esquina del salón. – Hazte la borracha, ve hasta donde está el erizo ese y confiésale tus sentimientos. Si te acepta, todo bien. Si te rechaza, al otro día haces como que la confesión fue sólo un efecto del alcohol, y que realmente no sientes eso.

A Amy le pareció una buena idea, pero Blaze las detuvo.

– ¿Alcohol?, ¡Eso Sonic no se lo creerá!, Sabe que Amy jamás a bebido.

– En cualquier caso, fui yo quien la obligó. – agregó Rouge, con una sonrisa pícara.

La erizo rosa, se pasó al otro lado del salón, tratando de esquivar a todos los que le hacían la competencia al dúo de amigos. Una explosión de confeti cayó sobre el equipo Tornado, indicando su victoria en el hip-hop. Knuckles los aplaudió, y cuando sus compañeros le preguntaron por qué no bailó, respondió que quería evitar que Rouge lo viera meneándose. Entendible.

Amy se acercó a los tres. Trató de disimular una voz de borracha.

– Sonic, hay algo que siempre he querido decirte.

El erizo azul le encorvó los ojos.

– Lo que me dices todo el tiempo: que me amas, que me adoras... – repasó.

Tras esa respuesta, la chica se avergonzó, su cara se enrojeció cual rostro de Knuckles, ¿En verdad?, ¿Tantas veces se lo había repetido a Sonic?

Al ver sus mejillas todas sonrojadas, Sonic llegó a pe sar que ella no mentía en cuanto a su borrachera. La tomó de la mano, y se dispuso a irse de la fiesta. Tails le preguntó la razón. Él respondió que la llevaría a su casa.

Ya estando fuera, Amy se sintió un poco culpable de sacar al erizo de su diversión, pues realmente, ella no estaba borracha.

– Lo siento, Sonic. – murmuró ella, bajando la mirada. – En realidad mentía.

– No te creo. – respondió él, luego soltó una risa. – Que digas a estas alturas que no amas, parece un chiste.

– No me refería a eso...

– ¿Entonces a qué?

– A que... yo no he bebido alcohol.

Él se quedó parado, se dió cuenta de que ella decía la verdad, y reflexionó un poco.

– De todas formas, vayamos a tu casa, mientras más lejos de Rouge estés, más tranquilo me quedo.

Ambos se rieron.