What does the fox say?
Cap.10
Pérdidas del pasado I
"No hay nada que perder, ya todo está perdido"
...
12 de marzo.
El lugar no era feo, pero eso no quería decir que era menos lúgubre debido a eso. Pero, al final, eso es lo que esperas ver en una funeraria, la mayoría de las personas terminaban en ese lugar. Es curioso, en vida al menos una vez vistas uno de estos sitios, y cuando mueres, este es el lugar donde quedas, algo irónico, o tal vez no, bueno no importa, Rainbow Dash lo veía de esa manera y eso era lo que importaba.
El césped recién cortado y la extraña sensación de frio, Rainbow aún no salía de su auto último modelo, y ya sentía todo eso. Su cabello, de colores estúpidamente alegres que no se ajustaban a lo que, sentida realmente, estaba recogido en una coleta baja, la falta de fijador para el cabello dejaba algunos mechones al aire.
Flashback
Gemidos, cada uno haciendo eco en cada una de esas cuatro paredes.
Dos cuerpos desnudos haciendo el amor, envueltos en capas de sudor que relataban el clímax del placer al que estaban sumergidas.
—¿Estás bien?—sus dedos se encontraban en la entrada de la intimidad de su amor—¿se siente bien?—aun con el placer a flor de piel, ella se preocupaba por hacer sentir bien a su pareja.
Gemidos y pequeños quejidos eran los únicos sonidos que su débil voz alcanzaban a articular.
—¿Duele?—jadeó—anda dime.
Metió la punta de sus dedos índice y anular para poder una respuesta, y que buena jugada porque surtió el efecto deseado.
—Un poco—no pudo evitar una sonrisa al escuchar la voz de Pinkie, su Pinkie.
—¿Y qué tal aquí?—flexiono sus dedos, en busca de un punto, aquella área que sabía que, a su amante, le encantaba que tocara.
—... Estas... cerca—la respiración irregular le dificultaba comunicarse, por eso alzo las caderas mostrando satisfacción—Ah... justo ahí.
Las manos de Pinkie se aferraron a los hombros de Rainbow, clavando sus uñas y arañándola consecuentemente.
Los dedos de Rainbow cobraron rapidez, estaba tan húmedo, tan resbalosa, que el entrar y salir era tan fácil, tan satisfactorio, cada gemido, cada palabra de aprobación, le excitaba tanto, se sentía tan vigorosa al poder complacer a su pareja.
Chupó aquel indefenso pezón, que estaba tan indefenso a sus dientes, provocando más gritos de su pareja, Pinkie, tomó su brillante cabellera arcoíris y la apretó hacia su sudoroso cuerpo. "MÁS RAPIDO", exigió sin vergüenza. Rainbow cumplió la orden, pero...
Aquel tono de llamada llego para interrumpir sus pasiones.
—¡Demonios!—maldijo la chica separándose del cuerpo temblorosa de Pinkie, quien aún la tenía sujeta por los cabellos.
—¿Quién te llama a estas horas?—Pinkie lambio la barbilla de su chica, en un intento porque ignorara el llamado.
—Deben ser mis padres—Rainbow, como pudo se estiro para tomar su celular—ya debiera de haber aterrizado en Malibú.
Pinkie la soltó con resignación.
—Debe ser urgente—le dedico una sonrisa—atiende.
Rainbow rio.
—Tu padre los envió algo lejos esta vez.
—Ey, no es como que yo lo haya enviado, esos son asuntos de mi padre.
—Supongo que tienes razón—Rainbow tomo aire—¿me escucho agitada?
—Jajajaja, solo toma la llamada—Pinkie le acaricio la mejilla—y después continuamos.
Rainbow no podía evitar sonreír cuando estaba con ella, gustosa tomo la llamada.
—Hola...
Fin Flashback
Oficinas Party Pie
Fluttershy miraba aquella puerta de madera, ya la había tocado con insistencia y nada.
— Umm... ¿Discord?
En seguida el hombre se levantó del escritorio para atender a la chica.
— ¿Qué sucede, querida? —dijo mostrando su sonrisa más galante.
— ¿La directora Dash, no viene hoy?
Los ojos amarillos del hombre se sorprendieron, pero enseguida se relajó recordando que Fluttershy no tenía muchos meses trabajando en la compañía.
— Se tomó un permiso especial. —dijo volviéndose a sentar ya más relajado.
— ¿Especial?
Discord se tomó un momento para pensar, bueno, al final la sutileza no era los suyo.
— Es el aniversario de la muerte de sus padres —soltó sin más.
Fluttershy solo pudo reaccionar con una mueca de asombro, dejando caer los papeles que tenía en sus manos, los cuales tenía la intención de entregárselos a la directora.
Discord se apresuró a ayudarla a levantarlos.
— Creo que fue en un accidente —explico mientras ayudaba a la chica.
"Creo que usted vive sola"
"¿Cómo sabes?"
Aquella conversación retumbo en sus pensamientos.
Flashback
Lujosa pero depresiva, así lucia la casa de Rainbow en aquellos momentos, al igual que ella misma, ni siquiera esos jeans de diseñador y esa blusa negra de manga larga, carísima, por cierto, podrían ser suficientes para ocultar aquella profunda tristeza.
—¿Dash?—la voz de Pinkie resonó—¿comiste?—se escuchaba preocupada.
Sin aviso alguno se acercó al flacucho cuerpo de su novia.
—No te ves nada bien—una pequeña sonrisa se asomó por su rostro—tal vez si te preparo un pay...
—¡Déjame sola!—gritó—¡odio tus horribles pays!
Pinkie retrocedió, impactada, asustada, herida y molesta.
—Ya paso más de un mes.
—Vaya—respondió con fingida sorpresa, haciendo que Pinkie se sintiera herida—no me digas, ¿y qué?
Pinkie suspiró, trataba de entender a su novia, de entender su dolor. Ella lo entendía, sintió lo mismo cuando su madre murió.
—Debes de tomar el control, ahí tirada no solucionaras nada. Vámonos a estudiar al extranjero, tal como lo habíamos planeado.
Aferrarse a sus pequeños sueños era lo único que tenían ahora.
—Ir al lugar donde mis padres murieron—Rainbow no podía ver más allá de su dolor—¿quieres que regrese ahí?
Pinkie suspiro, tocó el cabello de Rainbow.
—Ya lo habíamos hablado, mi amor. Te hará bien, lo sé.
—Vete tu sola—fue la respuesta tajante.
—¿Qué...?—Pinkie la miró asombrada.
—Me quedare aquí, tú te puedes ir sola.
—¿Por qué actúas tan inmadura?, eso es algo que ambas queríamos, nuestros planes, nuestros sueños.—Pinkie tomó por los hombros a su pareja, eso ya era un reclamo—Hay situaciones difíciles, pero no las vas a solucionar si solo te deprimes y te quedas ahí... Rainbow... ¿Dónde está tu anillo?
En medio de aquella acalorada situación, Pinkie se dio cuenta que Rainbow no traía el anillo, y que ella misma tenia uno exactamente igual, había sido un regalo muy especial.
—No lo sé—dijo restándole importancia.
—¿Lo perdiste?
—¿Cuál es el escándalo por un estúpido anillo?
—Estúpido... anillo...—Pinkie apretó los labios y salió de la habitación sin decir más, dejando a Rainbow con su tan esperada soledad.
Unas horas después, en algún bar desconocido, Pinkie llevaba ya varias copas. Aquel camarero de tez morena y cabello rizado, comenzaba a preocuparse por la alta ingesta de alcohol de aquella joven.
—¿Tuvo una pelea con su pareja?—decía entregándole otro Martini—esta va por mi cuenta.
Pinkie lo miro detenidamente, no parecía un mal sujeto, su pinki-sentido se lo decía, pero era mejor ser franco desde el inicio.
—No me gustan los hombres.
Eso sorprendió al chico, pero al instante solo sonrió.
—¿Quiere hablar de lo que le sucede?
Fin Flashback
...
Cementerio
El humo hacia un viaje extraordinario, desde el filtro del cigarrillo, por su boca, por su garganta, sus pulmones y luego era liberado por medio de su nariz y boca, simplemente relajante.
Muy contrario a ese molesto vibrar de sus bolsillos. Con algo de molestia saco su celular.
— Hola, estoy ocupa... señorita Breeze. —Rainbow no pudo evitar su sorpresa al escuchar la voz de la chica al otro lado de la línea.
— ¿Cómo supo dónde estaba?
—Discord me lo dijo
— Ese chismoso, cabeza hueca.
—¿Está en su casa?
— No, estoy en el cementerio... Bueno, ¿Cuál es el problema?
—¿Disculpe?
— Sí, porque me llamó.
—Yo... solo quería saber si estaba sola.
Rainbow no quiso seguir con la llamada, corto de inmediato.
