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Capítulo 40
Mas allá del Muro 297 AC
El viento gélido que soplaba en las regiones más allá de la enorme muralla de hielo mordía como lobos en la piel de algunos hermanos negros. Un pequeño grupo, de unos diez miembros de la Guardia de la Noche, estaba en una misión de exploración más allá del Muro. Esta partida de exploradores estaba siendo liderada por el mismísimo Primer Guardabosques de Castillo Negro, Benjen Stark.
Las tiendas negras estaban organizadas de tal forma que los miembros de la Guardia pudieran reaccionar rápidamente ante cualquier peligro que se presentara. Esto se veía potenciado por su posición estratégica.
El grupo de hermanos negros se había apostado en el famoso Puño de los Primeros Hombres, una colina solitaria ubicada junto al río Agua Lechosa y rodeada por el Bosque Encantado. El lugar recibió su nombre por su aspecto, ya que parecía un puño emergiendo de la tierra, con sus laderas desnudas formando "nudillos" de roca.
Desde la cima, podían ver en todas direcciones, lo que les permitía detectar enemigos acercándose desde cualquier punto. Esto era especialmente útil, ya que estaban en territorio enemigo y su número era reducido.
"¿Cómo va la guardia, Alan? ¿Has visto algo moverse en el bosque?" preguntó Benjen, acercándose a uno de sus compañeros.
"No, por el momento no." respondió Alan.
El joven provenía de Rosby, un castillo en las Tierras de la Corona, cercanas a Desembarco del Rey. Alan tenía una excelente visión, lo que lo convertía en un arquero y oteador excepcional, cualidades que eran muy útiles en sus estaciones de guardia.
"Bien... sigue haciendo un buen trabajo." dijo Benjen, alejándose del muchacho.
El Primer Guardabosques frunció el ceño mientras meditaba. Esta expedición más allá del Muro tenía un propósito claro: encontrar pruebas de que los Otros estaban volviendo. Y, francamente, ya habían encontrado algunas cosas inquietantes que desafiaban toda lógica.
'Nos hemos topado con más de cien asentamientos salvajes completamente abandonados. No solo eso, hemos capturado a algunos rezagados de las partidas de saqueo, y todos dijeron lo mismo antes de morir… todos suplicaron que sus cuerpos fueran incinerados. Esto no puede ser una coincidencia. Aunque tanto el Lord Comandante, como el maestre Aemon y yo creemos en las palabras de Jon, necesitamos pruebas más sólidas para convencer a los Siete Reinos de que la gran amenaza ha regresado.' pensó Benjen mientras seguía caminando.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la llegada apresurada de Thoren Smallwood, un explorador veterano. Thoren, un hombre nervioso con una barba rala era seguidor de Alliser Thorne y odiaba a los salvajes con fiereza. A pesar de ello, era un buen explorador, razón por la cual había sido enviado con Benjen en esta misión. Su llegada apresurada indicaba que algo había sucedido.
"Hermano, ¿qué sucede?" preguntó Benjen al verlo.
"H-hemos encontrado un camino extraño que sube por los Colmillos Helados. No parece haber sido usado mucho, pero es reciente. Por la forma que tiene, creemos que no fue hecho por los salvajes."
La respuesta de Thoren sorprendió a Benjen, pues no entendía quién más podría haber hecho un camino en esos lugares. Decidido a obtener más información, miró a su compañero y dijo:
"Guíame hasta ese lugar."
La orden fue firme y simple, y Thoren asintió de inmediato. Los dos miembros de la Guardia no tuvieron que caminar mucho, ya que el lugar al que querían ir era visible desde donde estaban. Desde que Jon Nieve había llegado al Muro, la Guardia de la Noche había comenzado a recibir fondos que les permitían estar mejor equipados y más cómodos. Entre los nuevos suministros se encontraba un simple catalejo miriense, pequeño pero efectivo para ver con mayor precisión a cientos de metros.
"Lord Benjen." saludó un hermano negro llamado Jarman Buckwell, un caballero fornido y explorador veterano.
"Ser Jarman, Thoren dice que han visto algo intrigante por esta zona."
"Así es." respondió Jarman, entregándole el catalejo a Benjen.
El Primer Guardabosques lo tomó y, siguiendo las instrucciones de Jarman, observó el camino. Sus ojos se abrieron con sorpresa. Era cierto lo que Thoren había dicho. Aquel sendero no había sido hecho por los salvajes; más bien parecía una construcción de alguien del sur del Muro.
'Este camino no está pavimentado ni es nada extraordinario, pero los salvajes no hacen caminos… Esto ha sido hecho por alguien más.' pensó Benjen, bajando el catalejo. Miró a sus compañeros y habló:
"Ese camino no fue hecho por ningún salvaje…"
"Así es, Lord Benjen." respondió Jarman de inmediato. "Esos brutos no saben ni trabajar el bronce, mucho menos hacer un camino como ese."
Thoren asintió, estando de acuerdo con su hermano.
"Sí, eso es verdad… Supongo que ya tenemos una nueva tarea." dijo Benjen mientras dirigía su mirada hacia el campamento. "Dile a todos que levanten el campamento y se preparen. Nos dirigiremos hacia ese camino. Si alguien lo construyó, debe llevar a algún sitio. Necesitamos saber a dónde para poder informar tan pronto regresemos."
"A la orden." respondieron Jarman y Thoren al unísono, y se apresuraron a transmitir las órdenes a los demás hermanos en el campamento.
El grupo de exploradores liderado por Benjen se encontraba en el lugar donde, según sus cálculos, debía comenzar el camino que habían divisado desde el Puño de los Primeros Hombres… o al menos, eso esperaban. Sin embargo, tras varias horas de búsqueda desde que bajaron de la colina, no habían logrado encontrar rastro alguno del dichoso sendero.
"¡Esto no tiene sentido! ¡Llevamos más de una hora buscando ese maldito camino y no hemos hallado ni rastro de él!" exclamó Thoren, frustrado, pateando una pequeña piedra que encontró a su paso.
El sentimiento de Thoren era compartido por toda la compañía, aunque nadie se atrevía a abandonar la búsqueda, ya que había sido una orden directa de Benjen Stark. Hablando de él, también se encontraba buscando la entrada al camino, y al igual que sus hermanos, estaba sorprendido de no haberla encontrado aún, a pesar de que estaba seguro de que debía estar cerca.
"No lo entiendo… estoy convencido de que el sendero comenzaba por aquí…" pensaba Benjen mientras continuaba rastreando el área. A pesar de su experiencia, no encontrar lo que buscaban empezaba a frustrarlo, pues sabía que sus habilidades podrían ser puestas en duda por sus compañeros.
Mientras tanto, Kenneth, el miembro más joven en términos de experiencia, miraba las piedras a su alrededor con curiosidad. Había algo extraño en ellas que le llamaba la atención. En lugar de buscar junto a los demás, comenzó a caminar alrededor de un grupo de piedras, observándolas con detenimiento.
Los ojos de Kenneth se fijaban en las rocas, y en un primer momento no encontró nada fuera de lo común. Sin embargo, al caminar de espaldas y observarlas desde otro ángulo, se dio cuenta de que había un espacio entre las piedras que desaparecía cuando se acercaba demasiado.
"¡Hermanos!" gritó Kenneth, llamando la atención del grupo.
"¿Qué ocurre?" preguntó Jarman, el primero en detener su búsqueda y acercarse a Kenneth.
"Quiero que miren desde donde estoy." indicó Kenneth.
Jarman, con una ceja levantada por la extraña petición, decidió hacerle caso. Para su sorpresa, desde esa posición pudo ver el espacio entre las piedras. Sin perder tiempo, se acercó y, siguiendo la línea oculta, encontró la entrada al camino que habían visto desde el Puño de los Primeros Hombres.
"¡Aquí está la entrada!" exclamó Jarman, agitándose para llamar la atención de los demás.
Los otros miembros de la Guardia de la Noche dejaron de buscar y corrieron hacia donde estaban Kenneth y Jarman.
"¿De verdad lo habéis encontrado?" preguntó Thoren cuando llegó al lugar.
"Así es. Kenneth notó que había algo raro en estas piedras, y al observarlas desde el ángulo correcto, descubrimos que el camino estaba oculto tras ellas." explicó Jarman.
Benjen, quien también había llegado al lugar, repitió lo que había hecho Jarman y finalmente vio el inicio del camino. Al descubrir su entrada, comenzó a atar cabos.
'Este camino está diseñado para ser visible solo desde lejos, pero al acercarse, la geografía lo oculta desde el punto de vista humano… Esto confirma que no fue construido por los salvajes. El simple hecho de construir caminos ya es algo raro en ellos, pero algo como esto está más allá de sus capacidades. Ni siquiera los constructores al sur del Muro podrían lograr algo así con facilidad. No, quien haya hecho esto tiene habilidades muy superiores… o una imaginación desbordante.' reflexionó Benjen, observando el sendero.
"¿Qué hacemos, Benjen?" preguntó Thoren, contemplando también el camino.
"Debemos investigar hacia dónde lleva." respondió Benjen mientras comenzaba a caminar hacia el sendero. "Pero no podemos ir todos. Alguien debe quedarse vigilando la entrada y los caballos."
Tras estas palabras, Benjen asignó a algunos de sus hombres para que permanecieran vigilando el campamento y protegiendo a los caballos, ya que no podrían usarlos para subir. El grupo que continuaría con la expedición estaría compuesto por Benjen, Kenneth, Thoren, Jarman y Alan.
El camino que siguieron era sinuoso y estaba ligeramente excavado en la roca, algo que sorprendió a los hermanos negros. No era común ver caminos de este tipo en los Siete Reinos. A pesar de ser transitable, seguía siendo un sendero tosco e incompleto.
El recorrido fue largo y desafiante, con tramos donde tuvieron que pegarse a la montaña para avanzar. Tras más de dos horas de caminata, finalmente llegaron al final del camino.
Los ojos de todos los hermanos negros se posaron en la cueva que había al final. Sin embargo, también notaron otro camino que partía desde las cercanías, aunque decidieron centrarse primero en investigar la cueva.
Entraron en la caverna y quedaron sorprendidos por lo que encontraron en su interior.
"Por los Siete…" susurró Thoren, asombrado. Aquello no era solo una simple cueva, sino una red de túneles que abarcaba un área considerable.
"Este lugar parece haber sido una mina en el pasado." comentó Kenneth, observando las paredes que rodeaban la cueva.
"¿Cómo puedes estar tan seguro?" preguntó Benjen, intrigado.
"La forma de los túneles… todo indica que no es algo natural. Han sido ampliados para extraer materiales. Si tuviera que adivinar, diría que fueron los Primeros Hombres, quizás en busca de cobre o estaño para sus fraguas."
La deducción de Kenneth parecía razonable. Antes de la construcción del Muro, se sabía que muchas tribus de Primeros Hombres, más desarrollados que los salvajes actuales, habían habitado la región. No era descabellado pensar que excavaron minas para obtener recursos.
"Al parecer, hay varios túneles." comentó Jarman, observando las diversas entradas que se abrían en la cueva. "Supongo que debemos investigarlos, ¿verdad?"
"Así es, pero háganlo con cuidado. No sabemos qué puede haber aquí dentro." advirtió Benjen.
La búsqueda duró cerca de media hora, tras la cual todos regresaron a la entrada de la cueva con diversos objetos. Alan llegó con un martillo de herrero, diciendo que había encontrado una fragua. Jarman trajo un mortero de piedra, mencionando que había encontrado lo que parecía ser un laboratorio, con objetos similares a los que usan los maestres para preparar pociones. Thoren descubrió una biblioteca improvisada, vacía de textos. Kenneth encontró una cocina y una mesa con runas talladas. Por su parte, Benjen había hallado una despensa y una habitación con una cama vieja y polvorienta, pero aún usable.
"Parece que este lugar ha sido usado recientemente por alguien… y no es un salvaje." dijo Benjen, llegando a esa conclusión tras examinar las pistas que habían encontrado en toda la cueva. Esto se debía a que hallaron varios instrumentos de hierro, un material que los salvajes no sabían trabajar.
"¿Creen que esa persona vuelva?" preguntó Alan.
"No lo creo." respondió Kenneth rápidamente, llamando la atención de todos los presentes.
"¿Por qué lo dices?" preguntó Benjen, algo suspicaz.
"Los objetos tienen algo de óxido, lo que indica que no han sido usados en bastante tiempo. Además, no hay provisiones ni indicios de que el lugar esté siendo ocupado. Me temo que este sitio ha sido abandonado por lo menos desde hace un par de meses."
"Sí, eso tiene sentido…" comentó Jarman, para luego volverse hacia Benjen y preguntar: "¿Qué haremos con este lugar?"
Al oír la pregunta, Benjen se llevó una mano a la barbilla, pensativo durante unos segundos. Después, respondió: "Por el momento, lo marcaremos en el mapa y le informaremos al Lord Commander. El lugar parece lo suficientemente oculto como para servir como avanzadilla o refugio para nuestros exploradores en caso de necesidad extrema. Tendré que hablar con Bowen Marsh y con el Lord Commander para decidir qué hacer."
Las palabras de Benjen fueron seguidas por asentimientos, pues todos sabían que el Viejo Oso no dejaría pasar esta oportunidad de tener un refugio estratégico. Además, el sitio era ideal: desde allí se podía observar el Puño de los Primeros Hombres y una buena parte del Bosque Encantado, lo que lo convertía en un punto clave para la Guardia en el futuro.
Con esas decisiones tomadas, todos salieron de la cueva y comenzaron a seguir el otro camino. Este era igual de escarpado y traicionero que el anterior, pero aún más peligroso en algunas partes. Había tramos donde el sendero se volvía tan estrecho que bordeaba un desfiladero. La caída era lo suficientemente profunda como para saber que una caída sería mortal.
Finalmente, llegaron al final del camino y se encontraron con otra cueva.
"Vaya... otra cueva." dijo Kenneth con sarcasmo, esbozando una sonrisa divertida al ver la nueva entrada.
Sus compañeros lo miraron con ojos en blanco, pero comprendían su broma. Aun así, decidieron no decir nada y siguieron a Benjen, quien ya había comenzado a adentrarse en la cueva.
"Parece amplia, pero no tanto como la anterior." comentó Alan al ver que el pasaje solo permitía avanzar de dos en dos.
"Así es… y, a diferencia del otro lugar, aquí necesitaremos antorchas. Kenneth, Thoren, enciendan las suyas." ordenó Benjen mientras él mismo encendía la suya.
Usando pedernales, lograron encender tres antorchas, que fueron llevadas por Benjen a la cabeza del grupo, Alan en el centro y Kenneth en la retaguardia. Avanzaron en fila por el estrecho túnel, hasta llegar a una bifurcación con dos posibles caminos.
"Parece que tenemos dos opciones… ¿cuál tomamos?" preguntó Jarman, mirando a Benjen.
Benjen observó ambos senderos con atención, evaluando sus opciones.
'Tch… Si el grupo fuera más grande, podríamos dividirnos para explorar ambos caminos… pero no podemos hacerlo. Un grupo se quedaría solo con dos miembros-' pensó Benjen, pero su reflexión fue interrumpida por el aullido del viento que provenía de la entrada de la derecha.
Sonriendo ligeramente, algo poco común en él, Benjen supo qué camino tomar. El viento indicaba que ese sendero ascendía, probablemente de vuelta a los Colmillos Helados. Así que, sin pensarlo dos veces, ordenó tomar el de la izquierda.
Los hermanos negros obedecieron de inmediato, avanzando por la ruta elegida. Tras unos minutos de caminata, llegaron a un lugar que los dejó boquiabiertos.
Si antes se habían sorprendido al descubrir la cueva anterior, ahora estaban asombrados. Frente a ellos había un lago subterráneo, y a orillas de ese lago, un muelle.
"Por los Siete..." murmuró Alan, incapaz de contener su asombro.
La razón era clara: el muelle no era algo que los salvajes solieran construir. Estos a veces hacían rudimentarias barcazas para pescar o intentar cruzar el Mar de los Escalofríos, pero lo que veían ahora era completamente distinto.
El muelle era una versión en miniatura de un embarcadero, como los que se encontraban en las ciudades portuarias de Westeros. Tenía todas las herramientas necesarias para la construcción de barcos: desde artilugios para doblar la madera hasta las herramientas más básicas. En una de las paredes, también había algunos bocetos de planos de barcos, aunque incompletos.
"Estos planos están incompletos, pero... la forma en que está escrita la información permitiría que incluso un idiota pudiera terminar al menos el diseño externo del barco." dijo Thoren, examinando la mesa de diseño con expresión de asombro.
"No solo eso, mira estas herramientas... están hechas con madera del Bosque Encantado, de eso no tengo dudas. Pero están tan bien hechas que, pese a que no han sido usadas en mucho tiempo, parecen funcionar de maravilla." comentó Jarman al acercarse y usar una de las poleas, dándose cuenta de que funcionaba como si fuera nueva.
Benjen escuchaba todo lo que su hermano decía y entendía la razón de su sorpresa, pues él mismo también estaba asombrado de ver algo así más allá del Muro, y en una cueva. Pero no fue hasta que oyó a Kenneth que se quedó petrificado por unos segundos.
"Parece que ha habido un barco atracado en este muelle." comentó Kenneth, con una sonrisa ligeramente sardónica.
La expresión de su hermano menor confundió a Benjen, dejándolo sin saber qué decir o hacer. Era raro ver a Kenneth actuando de esa manera. Normalmente, Kenneth era alguien directo, con una mirada sombría que parecía saber más de lo que cualquiera debería. No era conocido por bromear o ser sarcástico, lo cual lo inquietaba aún más.
'Algo está pasando con Kenneth... Desde que llegamos a este lugar, está actuando de forma extraña. Encuentra pistas y objetos demasiado rápido, cosas que pocos podrían hallar con tanta facilidad... Es casi como si... como si hubiera estado aquí antes. Pero eso es imposible... No podría haber estado aquí antes...' pensó Benjen mientras lo observaba con atención.
A pesar de su confusión, Benjen sabía que no podía permitirse distraerse en ese momento. Decidiendo dejar esa preocupación para después, se concentró en lo que tenía frente a él.
'Tenemos un muelle en un lago subterráneo… pero no sabemos si este tiene salida hacia el Agua Lechosa o si está completamente encerrado en esta caverna. Aun así, este lugar podría ser incluso mejor que la otra cueva como base oculta para la Guardia de la Noche, ya que tiene una fuente de agua potable. Solo necesitamos averiguar si este lago tiene alguna desembocadura hacia el Agua Lechosa. Si es así, tendríamos un refugio perfecto.' reflexionó Benjen, inspeccionando todo lo que había a su alrededor.
"Marquemos este lugar en el mapa e investiguemos todo lo que podamos. Cualquier información es vital para saber si podemos usar este sitio como otro puesto de avanzada. Revisen cada rincón y, si es posible, averigüen si este lago tiene una desembocadura." ordenó Benjen, obteniendo asentimientos de sus hermanos.
Con esa instrucción, todos, incluido Benjen, se dispusieron a explorar el lugar, intentando desvelar todos sus secretos.
Mar de Jade 297 AC
Las tranquilas y hermosas aguas del Mar de Jade eran surcadas a gran velocidad por el «StarWolf». La nave de Jon Snow se desplazaba a velocidades nunca vistas ni esperadas para una embarcación de Westeros o Essos, gracias a su motor especial... un motor fabricado con tecnología Nirmniana, un motor Dwemer, o al menos una versión inferior de un motor de los airships Dwemer.
Los airships Dwemer eran naves voladoras utilizadas por los Dwemer, una raza élfica de Tamriel, conocidos coloquialmente como los enanos. Estas naves podían surcar los cielos a gran velocidad, pero su construcción requería una gran cantidad de recursos, pues dependían de magia de levitación constantemente activa, lo que consumía enormes cantidades de magicka. El motor que producía esa magia era uno de los mayores logros de la ingeniería Dwemer. Aunque gran parte de la información sobre su fabricación se había perdido hacía eras, el Dovahkiin logró hacerse con uno en vida y obtener planos de este.
Sin embargo, debido a que mucha de la tecnología Dwemer se había perdido, era casi imposible crear un motor capaz de construir un airship completo. Aun así, con la información que Edzard poseía, había podido crear un motor Dwemer funcional para un barco normal. En un principio, pensaba dárselo a sus aprendices, o mejor dicho, a sus descendientes, pero cuando estuvo a punto de entregarles ese preciado regalo, fue traicionado. Por eso, Edzard conservó el motor y decidió legárselo a su último aprendiz, Jon Snow. Así nació el «StarWolf», una nave diseñada para que Jon pudiera moverse a gran velocidad por los mares.
Gracias a este motor, el «StarWolf» cruzaba el mar a una velocidad tan impresionante que el viaje a Asshai de la Sombra no tomaría años ni meses. Este mismo motor les había permitido recorrer enormes distancias en tiempos reducidos.
El sonido de armas chocando resonaba en la cubierta mientras la tripulación observaba a Jon entrenar a Daenerys en combate.
Había pasado más de una semana desde que dejaron la ciudad de Yin apresuradamente. La tripulación se sorprendió cuando Jon les ordenó levar anclas de inmediato. Aquello los tomó por sorpresa, pero aun así, obedecieron.
Una vez en alta mar, Jon les explicó el motivo de su urgencia, y se quedaron atónitos al saber que alguien tan controlado como él había perdido el control de esa manera. A pesar de eso, solo le reprocharon la forma abrupta en la que tuvieron que zarpar.
Desde entonces, habían estado navegando hacia su próximo destino: Asshai de la Sombra. Durante el viaje, Jon mencionó su deseo de intensificar los entrenamientos de todos, especialmente los de Daenerys. Por esa razón, desde ese día, toda la tripulación se había dedicado a entrenar lo más posible.
"¿Crees que la princesa logrará golpear a Jon esta vez?" preguntó Grenn mientras comía un trozo de carne seca.
"No lo creo... ninguno de nosotros ha sido capaz de tocarlo, y algunos tenemos más entrenamiento que ella." respondió Sam con cautela, observando cómo Jon luchaba con Daenerys.
"Bueno, eso no importa... lo importante es que después de esto nos toca a nosotros." dijo Pyp con un temblor en la voz, que hizo que un escalofrío recorriera su espalda.
Cuando Pyp terminó de hablar, sus amigos sintieron el mismo escalofrío, pues Jon había intensificado los entrenamientos últimamente, y sus cuerpos terminaban adoloridos después de cada sesión.
Aun así, dejaron de pensar en lo que les esperaba más tarde y se centraron en observar el entrenamiento de Daenerys. La princesa de la casa Targaryen movía su espada de forma algo torpe, pero definitivamente mejor que un novato completo.
"¡Toma esto!" gritó Daenerys mientras se lanzaba contra Jon, usando el impulso para intentar asestarle un golpe descendente. Sin embargo, su ataque fue fácilmente esquivado por Jon, quien dio un paso al costado.
"¡Kyaaa!" exclamó Daenerys al sentir cómo Jon la golpeaba en las nalgas con la parte plana de su espada.
El golpe no fue fuerte, pero sí lo suficiente para hacerla tropezar y caer de bruces sobre la cubierta del «StarWolf».
"Auch... eso debió doler." comentó Grenn, haciendo una mueca de dolor al ver la aparatosa caída de Daenerys.
La expresión de Grenn fue compartida por sus amigos, quienes también sintieron que la caída había sido algo dura.
Daenerys intentaba levantarse apoyándose con las manos, pero antes de que pudiera hacerlo, sintió la fría punta de una espada en su nuca.
"Muerta..." fue la voz de Jon, hablando desde su espalda.
Tras esas palabras, el hijo bastardo de Ashara Dayne levantó su espada y, ofreciéndole una mano a Daenerys, la ayudó a ponerse de pie.
"Ahhh..." suspiró Daenerys una vez de pie. "Parece que sigo sin mejorar... aún no puedo durar ni cinco minutos contra ti."
Las palabras de Daenerys estaban cargadas de pesimismo. Con cada entrenamiento, se sentía peor, pues, sin importar cuánto practicara, parecía incapaz de avanzar más allá de ese punto. Esa frustración la hacía sentir cada vez más impotente, como si fuera inútil.
"No es cierto..." respondió Jon, captando la atención de Daenerys.
"¿A qué te refieres?" preguntó ella, mirando a Jon.
La joven Targaryen lo observó fijamente mientras Jon se acercaba. Cuando estuvo a unos pocos pasos, tomó su mano, la misma con la que momentos antes empuñaba la espada.
"Has mejorado en tus ataques, pero aún te falta algo importante."
"¿Qué cosa?" preguntó ella, intrigada.
"Tu juego de pies... Das pasos firmes al atacar, pero luego no haces nada más. Tus pies se quedan quietos, y eso hace que tus movimientos sean rígidos. Tienes que aprender a moverte, a fluir con tus ataques. Eso es lo que debes mejorar por ahora... tu juego de pies." explicó Jon con toda la sinceridad que podía reunir en ese momento.
Aquellas palabras provocaron que la joven Targaryen se sonrojara un poco. Mientras Jon le explicaba en qué debía mejorar, él la había tomado de las manos y la había hecho moverse ligeramente. Este contacto la hizo sentir algo avergonzada, lo cual la llevó a reprenderse mentalmente.
'Tranquilízate, Daenerys de la Tormenta... ¡tranquilízate! No debes actuar como una doncella enamorada... aunque lo seas... no, no, no. No pienses así... concéntrate en lo que importa ahora: mejorar con la espada, para no volver a ser secuestrada ni una carga para tus amigos.' pensó Daenerys mientras sacudía la cabeza bruscamente, tratando de despejar aquellos pensamientos que no le eran útiles en ese momento.
La joven Targaryen se debatía entre dos grandes preocupaciones. Primero, sus sentimientos hacia Jon, el hijo del hombre que ayudó a derrocar a su familia, algo que seguramente haría reír a los dioses. Y segundo, sus habilidades marciales. Durante todo el viaje, había sido un estorbo, capturada o en peligro constante, siempre dependiendo de que sus amigos la salvaran. Si bien eso era lo habitual para las damas de alta cuna, ella no era solo una princesa: era una Targaryen. La sangre de Aegon el Conquistador corría por sus venas, la misma sangre del Caballero Dragón. Era descendiente de uno de los cuarenta aprendices de Edzard, y la sangre de conquistadores fluía en ella. No debía ser como las otras damas.
Esos pensamientos avivaron en Daenerys un nuevo apetito: no ser más una carga, sino obtener gloria por sus propios méritos. Si moría, quería hacerlo de manera que la última Targaryen pasara a la historia como una gran guerrera.
"Está bien, Jon. Quiero que me ayudes a mejorar mi juego de pies." dijo Daenerys con firmeza, sorprendiendo ligeramente a Jon. A pesar de su sorpresa, el hijo bastardo de Ashara Dayne asintió, esbozando una sonrisa al ver la nueva determinación en Daenerys.
"Claro, te ayudaré... pero no esperes que sea suave contigo."
Las palabras de Jon provocaron un escalofrío en Daenerys, pero aun así, asintió. Al principio torpemente, pero luego con mayor seguridad.
"No lo dudo."
Tras esa respuesta, Daenerys se alejó y caminó hacia sus amigos.
"Es su turno de que les pateen el trasero." dijo con una sonrisa mientras pasaba junto a ellos. Luego, en un susurro, añadió. "Disfruten esto como ustedes disfrutaron viendo a Jon patearme el trasero."
Sus palabras fueron seguidas por una ligera brisa fría, que hizo que los hombres de la tripulación sintieran un escalofrío recorrer sus espaldas.
"E-eres cruel, Dany." susurró Edd en respuesta, mientras la sonrisa de Daenerys se ensanchaba.
Después de ese pequeño intercambio, Sam, Edd, Grenn y Pyp se alejaron lentamente de Daenerys, temblando de miedo. Una reacción más que comprensible, pues desde que salieron de Yin, Jon había incrementado la intensidad de los entrenamientos.
"Bien, espero que estén preparados... hoy no seré suave con ustedes." dijo Jon al ver a sus amigos detenerse frente a él y tomar sus armas, evidentemente nerviosos.
La sala de navegación del «StarWolf» permanecía iluminada, aunque ya era la hora del lobo, ese momento en que la mayoría de las personas deberían estar durmiendo. Sin embargo, para Jon eso no formaba parte de su rutina desde que dejó Yin. Desde que abandonaron la ciudad, había retomado su entrenamiento.
Todos los días, desde entonces, se levantaba temprano y se acostaba muy tarde, algo que le recordaba sus días de entrenamiento con Edzard. Pasaba el día practicando sus movimientos de espada, intentando mejorar su fluidez y velocidad de ataque. Por la tarde y noche, estudiaba los libros de magia de su biblioteca.
'La magia de la Segunda Era es completamente diferente de la Cuarta, al menos en ejecución y manejo', pensó Jon mientras terminaba de leer un tratado escrito por una mujer con un nombre extraño para él. El texto explicaba las diferencias entre ambas eras en cuanto a la práctica mágica. Aunque el nombre le resultaba extraño, esa mujer debió de ser una maga talentosa, ya que mucho de los tratados mágicos que su maestro le había dejado estaban escritos por esa maga, la cual tenía muy buenos tratados mágicos sobre la escuela de la Restauración.
Dejando el libro sobre su escritorio, Jon miró la pantalla que mostraba la ruta que seguía el «StarWolf» en el mar. Le agradaba la velocidad que obtenían gracias al motor Dwemer, pues les permitía recorrer grandes distancias en tiempos irrisorios. Sin embargo, sabía que si tuviera acceso a la magia de teletransportación, ese motor no sería tan necesario. Pero esa magia era extremadamente complicada, y la forma más estable de usarla requería artefactos que sirvieran como médiums... pero, lamentablemente, no poseía ninguno, y tampoco sabía cómo crear un artefacto tan poderoso.
'No debo alterarme por eso... aunque tuviera los materiales para crear un artefacto de teletransportación, no sabría cómo hacerlo... Edzard me enseñó muchas cosas, pero no todo lo que sabía...' pensó Jon con algo de tristeza, lamentando no haber heredado todo el conocimiento de su maestro. Sin embargo, no dejó que esos sentimientos lo abrumaran. Recuperó la compostura en cuestión de segundos.
La razón de su concentración era clara: llegarían a Asshai en una semana, y no podía permitirse distracciones banales como el sentimentalismo.
'Según la escasa información que tenemos, Asshai de la Sombra está repleta de hechiceros, nigromantes y otros practicantes de magia... Puede que los Eternos no hayan sido un gran problema, pero estos magos podrían serlo... Será mejor evitar usar magia o hacer referencias a ella. Tenemos que buscar rápido cualquier pista que nos lleve a la piedra de sello, y obtenerla lo más rápido posible.' pensó Jon mientras estudiaba el mapa. 'Tendré que crear algunos objetos encantados para esa tarea... pero lo haré cuando estemos más cerca de Asshai, para poder aprovechar la magia del lugar y potenciar las runas.'
Con esos pensamientos, Jon volvió a sus lecturas, esta vez enfocándose en los encantamientos, ya que necesitaba mejorar sus habilidades en esa área. Asshai iba a ser un desafío, pero nada comparado con lo que vendría después... Sothoryos, una tierra donde la muerte acechaba a cada paso y todo lo que habitaba allí intentaría matarlos.
'Debo prepararme para sobrevivir a todo lo que nos depare el continente más letal del mundo... para luego llegar al lugar donde todo se decidirá... el sitio donde estuvo la civilización mágica más poderosa de este mundo... Valyria... el lugar donde cumpliré mi promesa a mi maestro.'
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y al fin tengo este capítulo listo XD
Bueno, empecemos con lo bueno… vemos que la Night's Watch esta que se mueve más allá del muro, buscando algo con lo que convencer a los otros reinos de que los Otros están regresando… pero solo llegan a la que fue la casa de Jon. Desde este momento, el viaje de Benjen y su grupo seguirá hacia el norte… mi plan en llevarlos hasta cierto punto, lugar donde sucederán cosas, pues para cuando llegue el tiempo en el que canónicamente inicia el libro de Juego de Tronos, hare varios cambios desde ese punto.
Ahora, vemos que Jon la ha liado en Yi Ti… aunque, esto no tendrá mucha repercusión, pues no es que conozcan a Jon en esas tierras, solo tiene que irse por una temporada. Tambien vemos el mejor objeto que tiene el «StarWolf», un motor Dwemer… un objeto único que nadie jamás podrá replicar así es, ni Jon podrá hacerlo.
Ya el en próximo capitulo si hay suerte ya estaremos en Asshai, donde seguiremos con la trama de las piedras sello.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
