Seis mes y medio habían pasado desde que Izuku Midoriya había recibido el anillo que lo acredito como Green Lantern. Tiempo en el que no había estado en la tierra.

Habia sido medio año terrestre, pero por la dilatación gravitacióal del tiempo, para el habían pasado cinco años. O eso creía, realmente no había entendido la explicación que le dieron.

Después de cumplir la última voluntad de Varix, su predecesor, fue intervenido en su camino de regreso a la tierra por Ke'Haan, un veterano miembro de los Green Lantern Corp. Y fue llevado a OA, el planeta base de los Green Lantern Corp donde se le dio una extensa y detallada explicación de que eran y para que servían los Green Lantern.

Después de su año de entrenamiento, ayudo en algunas misiones, mientras seguía aprendiendo más sobre los Lantern Corp, y demás corporaciones que también usaban el espectro emocional como fuente de poder, donde tuvo la oportunidad de conocer a Ganthet y Sayd, los fundadores de los blue Lantern.

Izuku se había convertido en un miembro reconocido dentro de los Green Lantern Corps, respetado por su determinación y su habilidad para enfrentar desafíos sin precedentes.

--Realmente fue un pacer tenerte aquí.-- Ke'Haan dijo en un tono tranquilo viendo a quien había sido su discípulo observar la ciudadela por última vez.

--Sabíamos que este momento llegaría.-- Izuku ahora de veinte años dijo con ligera tristeza en su voz. --Tal vez el tiempo pasa diferente, pero si Ganthet tiene razón, en Terra ya pasaron casi siete meses. Mi madre a de estar preocupada, me fui sin decir nada. Y después de lo que paso...--

Izuku hizo una pausa, el recuerdo de todo lo que vivió en Terra el último día que estuve ahí era un recuerdo recurrente en su mente, aunque ahora con su existencia como Lantern veía la situación con otros ojos.

No justificaba a All Might y demás héroes por romper su sueño, en el vasta universo había conocido a seres que a pesar se las limitaciones de su especie sobre salieron.

Ke'Haan solo vio a Izuku con simpatía. Su discípulo le había explicado la situación de como era menospreciado por una situación que estaba fuera de su control.

--Aun recuerdo cuando te encontré vagando por el espacio.-- Ke'Haan dijo con nostalgia. --Estabas tan confundido y aterrado que tu anillo estaba fallando.--

Izuku miró a Ke'Haan, su mentor y amigo, y una sonrisa se dibujó en su rostro. A pesar de la nostalgia, sentía una profunda gratitud por todo lo que había aprendido.

--Esas lecciones me hicieron más fuerte.-- respondió Izuku. --No solo como Lantern, sino como persona.--

Ke'Haa asintió, su rostro marcado por batallas pasadas reflejaba orgullo. --Has superado todas mis expectativas, Izuku. Y aunque quisiera que te quedaras, tu sector te necesita.--

Izuku sabía que era hora de regresar. La Tierra, su hogar, donde todo había comenzado. Donde una vez se sintió impotente, ahora regresaría como un protector galáctico.

--Prometo usar todo lo que he aprendido para hacer la diferencia-- dijo Izuku, su voz firme. --No solo para proteger, sino para inspirar.--

--Estaré siguiendo de serca tus acciones. Espero grandes cosas de ti.-- Ke'Haan dijo tendiendo la mano para un apretón, que sabía que para Izuku significaba demaciado.

Izuku solo vio la mano estendida de su mentor. Ke'Haan había sido un mentor extremadamente duro y estricto, a tal punto que Izuku había sido el único que se había graduado.

Correspondió el gesto de su mentor con una sonrisa. --Te enorgullecere.--

Con esas palabras, Izuku Midoriya, el Green Lantern del Sector 2814, se despidió de Oa y se embarcó en su viaje de regreso a la Tierra, Su mente estaba llena de planes y posibilidades y su mochila llena de los recuerdos y trofeos qué junto en estos cinco años.

El viaje de regreso a tierra fue un momento de reflexión para Izuku. Recordó cada desafío, cada victoria y cada pérdida, cada suseso que lo había marcado.

Su viaje de regreso había tomado una semana terrestre, y cuando Izuku llegó, se detuvo en el satélite natural de su planeta natal. Durante los últimos dos días terrestres había estado pensando una buena manera de explicar su ausencia, y su crecimiento.

Para ellos solo se fue más de medio año, y eso no explicaría porque ahora era un adulto joven, además nadie en terra sabía de la existencia de los Green Lantern Corp, ni siquiera se sabía de la existencia de las miles de civilizaciónes más haya de su propia estrella.

Aunque lo que más le preocupaba era como le explicaría esto a su madre.

Izuku Midoriya, ahora un joven adulto y Green Lantern, flotaba en la órbita de la Luna, contemplando la Tierra. La vista del planeta azul le traía una mezcla de emociones; había pasado tanto tiempo desde que había caminado por sus calles, desde que había sentido el abrazo de su madre. La preocupación por cómo explicar su ausencia y su crecimiento lo consumía.

Finalmente, tomó una decisión. Descendería a la Tierra, no como el Izuku que se fue, sino como el protector que había regresado. Con el anillo de poder en su dedo, creó un campo de invisibilidad a su alrededor y se dirigió hacia su hogar. Sabia que ninguna alarma sonaría ya que el anillo lo protegía de eso así que realmente no se preocupo.

Al llegar, el uniforme de los Green Lantern Corp desapareció dejando atrás un tenue brillo y mostrando su ropa de "civil", ropa de moda entre los jóvenes Varvanos, qué la esposa de Ke'Haan le había proporcionado antes de su viaje de regreso.

Izuku, habia aterrizado donde se suponía que estába la playa de Dagobah, aunque estaba algo sorprendido, lo último que recordaba es que este lugar era un vertedero de basura; pero ahora era una playa limpia y pulcra qué para su suerte estaba vacía.

Dejo caer la barrera e inalo profundamente. --Estoy de regreso.-- Dijo en un tono bajo antes de empezar a caminar en dirección a su vieja casa.

Su paso era lento, y no dudo en detenerse en cualquier lugar, ya sea por lo dispuesto que era a sus recuerdos, o simplemente por la nostalgia que le trajo visitar los viejos lugares que frecuento en su adolescencia.

Habia decidido tomar el camino largo, un poco para terminar de aclarar su mente, y otro poco para disfrutar el momento. Tal vez aquí solo pasó poco más de seis meses, pero para el fueron cinco años.

--Comida de Terra.-- Dijo Izuku en un tono añorante al ver un restaurante veintecuatro siete. No tenía nada en contra de la comida de Oa, o demás planetas del vasto universo, pero realmente extrañaba la comida de la tierra.

Revisó la mocha qué cargaba, buscando las pertenencias que tenia con el antes de salir del planeta, dejó de buscar por un momento al ver una vieja libreta ligeramente quemada aunque rápidamente se reincorporo al ver su vieja billetera.

Su alegría incremento al ver que tenía lo suficiente para un platillo. Sin dudarlo entro al restaurante y se sentó en una de las mesas vacías. --3:19am.-- pensó Izuku después de ver de reojo el reloj colgado en la pared.

El tendero del lugar al ver a Izuku, rápidamente prendió la televisión para tener ruido de fondo mientras la única mesera se acercó para tomar su pedido.

La mesera, una joven castaña con una sonrisa amable, se acercó a Izuku. --¿Qué te gustaría ordenar?-- preguntó, su voz era suave y acogedora.

Izuku miró el menú por unos segundos observando los precios, solo le alcanzó para un ramen. --Un ramen, por favor.-- dijo, su voz llena de anticipación. Mientras esperaba, su mente vagaba. Pensó en su madre, en sus amigos, y en cómo su vida había cambiado drásticamente. La Tierra se sentía diferente ahora, más pequeña de alguna manera, después de haber visto tantos mundos.

El ramen llegó, el aroma era más de lo que esperaba, y su boca empezó a salibar con anticipación, con la primera cucharada, Izuku cerró los ojos, saboreando el sabor familiar. Era como si nunca se hubiera ido.

--¡Dame el maldito dinero!-- Un hombre, un par de años más grande que Izuku entro exigente al pequeño restaurante, su quirk, aparentemente le dio la capacidad de disparar sus huesos, si la extraña cosa blanca que sobresalía de su dedo le decía algo.

Dos hombres más, entraron al pequeño restaurante, uno el que parecía un hombre de metal se acercó a la mesera y colocó su mano que era una espada frente a ella de forma amenazante.

El tercer hombre, sin un quirk visible se acercó a él, una vieja pistola en su mano, pero antes de que pudiera decir o hacer algo una mano de luz verde se matelializo del anillo y con rapidez lo desarmo. Una segunda mano salió del anillo y golpeó el rostro del ladrón noqueadolo al instante.

Los otros dos ladrones tampoco tuvieron tiempo para reaccionar, dos rayos de luz los golpearon con fuerza dejándolos inconscientes.

Siguió comiendo sin preocuparse por lo que había hecho, los únicos dos trabajadores del pequeño restaurante lo vieron, la confusión y shock era viable en su rostro.

Terminó su comida en silencio, pagó y salió del restaurante. La ciudad dormía, y él caminaba por las calles vacías, sintiéndose como un fantasma en su propio hogar.

Finalmente, llegó a su casa. La estructura era la misma, pero algo había cambiado. Tal vez era él. Tomó una respiración profunda y llamó a la puerta, la preocupación se apoderó de él nuevamente cuando escuchó pasos.

--Su madre estaba despierta a estas horas.-- pensó mientras escucho los pasos acercase a la puerta.

Izuku solo coloco una sonrisa torpe mientras veía a la mujer bajita y regordeta qué abrió la puerta, su cabello verde, al igual que el de él estaba suelto y algo descuidado, ojeras bajo sus ojos eran resaltadas por su piel pálida y ligeramente enfermiza.

--Hola mamá.-- Izuku dijo, aún sorprendido y confundido por ver a su madre.

Los dos permanecieron en silencio, una por el shock, y el otro por no saber que hacer. Permanecieron así por unos largos segundos antes de que la mujer bajita se acercará temerosa al joven adulto.

Inko Midoriya solo vio al hombre frente a ella, era como su querido Izuku, pero su hijo era un adolescente, no un adulto bien formado, pero no podía negar el parecido con su hijo.

Ella tomó con delicadeza la mano del peliverde antes de simplemente abrazarlo dejando salir todas las lágrimas que había estado conteniendo en más de seis meses.

Su instinto de madre no le mentía, este hombre era su hijo, su querido bebé que había desaparecido tan misteriosamente hace más de medio año.

Izuku solo correspondió el abrazo de su madre y no pudo evitar llorar, para el fueron cinco años, cinco años lejos de su madre.

Los dos Midoriya solo se quedaron un par de minutos abrazados en la entrada del pequeño departamento, y a ninguno de los le interesó el mundo a su alrededor. Este era su momento, su tan añorado reencuentro.

--¿Pero? ... ¿Porque?-- Inko trato de hablar, aclarar todas las preguntas que tenia, pero las palabras no salieron y nuevamente abrazo a su hijo volviendo a su llanto.

--Será mejor que entremos. Te explicare todo.-- Izuku dijo en un tono tranquilo se parándose un poco del abrazo de su madre.

Inko algo recia, solo acepto y guió a su hijo sosteniendo si mano temerosa de que Izuku pueda desaparecer si lo soltaba.

Izuku solo vio lo cambiado que estaba su casa, había más fotos de él, además de que parecía un caos en comparación a lo ordenado y limprio que su madre solía tener el lugar. ¿Qué tanto le había afectado su ausencia a su madre?

Se sintió culpable y solo se sentó en el sofá, rápidamente su madre lo soltó y escondió la botella de licor y el periódico qué había en la mesa. Su culpa incremento.

Habia pospuso su regreso a terra tanto tiempo, cegado por su nueva responsabilidad como Green Lantern.

--¿Donde estuviste?-- Inko pregunto después de unos segundos de silencio. --Desapareciste... después de que la policía te detuvo nadie más supo de ti.--

Después de que Izuku no regreso de la escuela, Inko, llena de preocupacion fue a la casa de su amiga, aunque la familia Bakugo no le dio respuestas. Después de un día, Inko habia llamado a Hisashi para saber si de pura casualidad no sabía nada de su hijo.

Lo había hecho por desesperación, Hisashi la había abandonado una vez supo que Inko estaba embarazada, ellos no eran una pareja. Su relación solo fue de una noche y de eso nació Izuku.

A pesar de Hisashi tenía otra familia, no hizo menos a Izuku y lo trato como su hijo, aunque Izuku no lo vio nunca como su padre.

Hisashi, al enterarse rápidamente fue a la comisaría, y se les había dado un poco más de información, pero el caos se desató.

Al parecer Izuku había sido arrestado sin ningún motivo legal, a demás de que no se le habia avisado a Inko, también, Izuku había sido víctima de un villano, otra cosa que no se les aviso al momento.

Hisashi, como un abogado de creciente fama, demandó a la comisaría, y a los héroes involucrados en los incidentes donde Izuku estuvo involucrado. Hisashi no se detuvo ahí, con una intención forzada, encontró que su hijo había estado recibiendo acoso por ser un quirkles.

--¡Tengo que llamar a tu padre!-- Inko dijo interrumpiendo lo que Izuku iba a decir y nuevamente se levantó buscando su celular.

--¿Hisashi?-- Pregunto Izuku confundido, aunque rápidamente entendió. Su madre en su desperacion por encontrarlo debió llamar a su padre que tenía más recursos que ayudarían a encontrarlo.

--Si. El también a estado preocupado, incluso los pequeños estan preocupados por su hermano mayor.--

Izuku asintió, comprendiendo la situación. A pesar de la complejidad de sus emociones hacia Hisashi y su familia, no podía negar el impacto que su desaparición había tenido en todos los que lo conocían.

--Entiendo, mamá. No te preocupes, hablaré con él-- dijo Izuku, su voz calmada y segura. --Pero primero, déjame explicarte todo lo que ha pasado.--

Inko, viendo al seriedad en el rostro de su hijo se sentó, mirando a Izuku con una mezcla de ansiedad y fascinación.

--Se que sonara muy loco, y entenderé si no me crees. Pero te juro es es la verdad.-- Izuku dijo mientras se levantó, y rápidamente fue envuelto en una luz verde que materializo en su uniforme de Green Lantern Corp.

Inko solo se sorprendió y vio a su hijo con incredulidad. --¿Como hiciste eso?-- Pregunto algo asustada.

--Tranquila-- dijo Izuku volviendo a su ropa civil con el mismo brillo verde.-- Izuku dijo, ya había tomado su decisión, su madre merecía saber sus nuevas responsabilidades como Green Lantern.

--Cuando venía de regreso, este anillo apareció de la nada...-- Izuku le enseñó el anillo en su dedo a su madre. --Y me dijo que había sido elegido para ser un Green Lantern, que son como la policía del espacio... Es muy loco, pero creeme mamá.--

--¿Entonces estuviste en el espacio estos meses? Eso no explica porque eres más grande.-- Inko dijo aun incrédula por lo que su hijo dijo.

--Si. Aunque para mi fueron cinco años.-- Dijo Izuku, ligeramente temeroso por como reaccionaria su madre.

Inko miró a su hijo, los ojos llenos de asombro y una pizca de miedo. Era mucho para procesar, pero la sinceridad en la voz de Izuku era innegable.

--Cinco años...-- murmuró, tratando de comprender la magnitud de lo que Izuku había vivido. --Pero, ¿cómo es posible?--

Izuku se sentó junto a ella nuevamente y tomó sus manos entre las suyas. --El tiempo en el espacio puede ser diferente, mamá. Las leyes de la física que conocemos aquí no siempre se aplican de la misma manera allá afuera.-- explicó con paciencia. --He visto cosas que nunca imaginé posibles, cosas que incluso harían ver los quierks coas tan simples... Fue increíble.--

Inko asintió lentamente, su mente trabajando para aceptar la nueva realidad de su hijo. --Y ahora, ¿qué pasará? ¿Te quedarás aquí conmigo?--

--Estaré aquí tanto como pueda, pero también tengo responsabilidades con los Green Lantern Corps. Este sector podrá ser el más seguro y tranquilo, pero no siempre va a ser así.-- dijo Izuku. --Pero te prometo, mamá, que no te dejaré sola de nuevo.--

Inko sonrió, las lágrimas brillando en sus ojos. --Solo saber que estás vivo y bien... eso es más de lo que podría haber pedido.--

Inko volvió a abrazar a Izuku qué solo sonrió, aunque el momento fue interrumpido por el sonido que salió del estomago de Izuku.

--¡Tiene hambre!-- Dijo Inko al armada. --No tengo mucho pero pedo prepararte algo.-- Inko solo se levanto y corrió a la cocina, buscando y sacando cosas para darle algo de comer.

Para la sorpresa de Inko e Izuku, alguien llamo a la puerta, aunque sin esperar respuesta entro.

Hisashi, un hombre de complexión delgada solo se detuvo en la puerta, el maletin que estaba sosteniendo callo al suelo. --¿Izuku?--

--Hola Hisashi.-- Izuku saludo, ligeramente incómodo por la repentina presencia de su padre.

La sorpresa de Hisashi era palpable, y por un momento, el silencio llenó la habitación. Izuku se levantó, extendiendo una mano hacia su padre en un gesto de paz.

--Ha pasado mucho tiempo, Hisashi-- dijo Izuku, su voz mostrando una madurez que no estaba presente antes de su partida.

Hisashi, recuperándose del shock inicial, tomó la mano de Izuku y la estrechó con fuerza. --No puedo creerlo. Pensé que...-- Su voz se quebró, y por un instante, la fachada del abogado exitoso se desvaneció, revelando a un padre preocupado.

Hisashi abrazo fuerte a Izuku, lágrimas salieron por sus ojos dejado salir todos los sentimientos guardados por su primogénito. Izuku solo correspondió con torpesa el gesto de su padre. Las palabras sobraban para los dos que solo disfrutaron del momento.

Inko, observando la interacción entre padre e hijo, sintió una mezcla de alivio y felicidad. A pesar de las circunstancias complicadas, su familia estaba junta de nuevo.

--Izuku, ¿podrías... explicarle a Hisashi lo que me contaste?-- sugirió Inko, sabiendo que Hisashi merecía saber la verdad tanto como ella.

Izuku lo pensó por un momento, pero asintió, el también merecía saber que había pasado, y comenzó a contar su historia una vez más, esta vez a su padre. Habló de los Green Lantern Corps, de su entrenamiento y de las responsabilidades que ahora llevaba sobre sus hombros, y él como es que ahora tenía veinte años.

Hisashi escuchaba atentamente, su expresión pasando de la incredulidad a la admiración. --Nunca imaginé que mi hijo se convertiría en un héroe del espacio-- dijo Hisashi, una sonrisa orgullosa adornando su rostro. --Pero siempre supe que eras destinado para grandes cosas.--

Hisashi solo sacudió el cabellos de Izuku como si aun fuera un niño, algo que realmente no le molesto a Izuku qué sintió mucha felicidad por las palabras de su padre.

--¿Pero como haces todas esas cosas que nos dices?-- Inko pregunto colocando un palito con sándwiches. --¿Experimentaron contigo?--

--Nada de eso.-- Dijo rápidamente Izuku. --Es el anillo. Por cuestiones de seguridad no les puedo decir como funciona, pero todas las proesas son gracias a él.--

Para enfatizar su punto Izuku hizo un constructo que simula ser un pequeño tren a vapor que recorrió toda la sala asombrando a sus padres.

--También es el que me permite volar, respirar en el espacio, y entender todos los idiomas que se hablan en el universo.-- Izuku dijo deshaciendo el constructo para la desilusión de su madre.

Hisashi solo vio las ligeras motas de luz que dejó atrás el constructo antes de suspirar abatido. --Todo esto es increíble, pero creo que lo mejor será mantenerlo en secreto.--

Izuku asintió. --Ya lo había pensado. Todo esto es difícil de creer. Que ustedes me creyeran me sigue sorprendiendo.--

--Soy tu madre. Aunque es... Sorprendente, te creo.-- inko dijo con alegría.

--También te creo.-- Dijo Hisashi con voz tranquila revisando su reloj pulsera. --Y creo que es un tema que tenemos que tratar en la tarde. Tengo un compromiso importante, además Yuki y Sora también necesitan saber que su hermano mayor está de regreso... ¿No importa si los traigo?--

--No, siempre es grato ver a los gemelos.-- Inko dijo con alegría, le agradaba los niños, eran muy educados y amables con ella a pesar de los intentos de su madre para desprestigiarla ante los niños.

--Bien hijo, estaré aquí en la noche. Descansa un poco.-- Hisashi de despidió dándole otro abrazo a Izuku y una ligera sonrisa a Inko.

Sin decir más, Hisashi salió del departamento Midoriya.

--Tu padre tiene razón.-- Inko hablo dando un bostezó. --Son casi las 6 de la mañana, y por lo que dijiste, viajaste ininterrumpidamente por una semana.--

Izuku también bostezo sintiendo el cansancio de todo.

--Tu habitación está como la dejaste. ¿Aun te acuerdas donde esta?--

Izuku asintió, sintiendo el peso del cansancio acumulado en sus hombros. --Sí, mamá, me acuerdo.-- dijo con una sonrisa cansada.

Se levantó y caminó hacia su habitación, cada paso resonando con los ecos de su pasado. Al abrir la puerta, encontró su santuario personal intacto, como si el tiempo se hubiera detenido en ese espacio. Los pósteres de héroes aún adornaban las paredes, y su escritorio estaba cubierto con notas y libros de la escuela.

Dejándose caer en la cama, Izuku cerró los ojos y dejó que el sueño lo llevara. En sus sueños, voló a través de galaxias y luchó contra amenazas cósmicas, pero siempre regresaba a la Tierra, a su hogar.

Fin del capitulo.

Aclaraciones:

No se que hice, pero me gustó.

No sope como poner el entrenamiento de Izuku así que simplemente lo salte.

¿Porque ahora tiene veinte años? Quiero que su pareja sea Mt. Lady, pero que Izuku sea un adolescente me causaba algo de conflicto.

También quiero agarrar más personajes de DC. Pero que no tengan un protagonismo en DC. Ya saben que no sean superman, Batman, flash o Batman.