Gales traga saliva sin... podérselo creer sintiéndose así de repente medio en esa película que Galia le puso de Las sombras de Grey.

—You... you are... bloody hell.

—Quoi? ¿Hay alguno que no sepas cómo funciona? Casi todos me los ha regalado France

—Y los tienes en una bandeja con este pobre hombre... trayéndotelos.

—¿A mí? Non, cher... a ti.

—¡A quien sea! —Gales se sonroja un poco más.

—No veo a más gente aquí.

—¿U-Usas estas cosas? —Gales traga saliva.

—A veces sí.

—N-Ni siquiera sé que cosas son todas...

Hay de todo en esa bandeja, me parece que es algún tipo de broma entre él y Francia porque a Luxemburgo le debe dar un poco de vergüenza que se los regale.

¡No parece!

—Vincent te explicará.

—Deben pagarte una pasta, de verdad —Gales mira a Vincent sonrojándose más. Ese fue Irlanda tomando posesión de la boca de Gales.

Luxemburgo se ríe y Vincent le sigue mirando con cara de circunstancias, como si Gales estuviera eligiendo un canapé.

—¿Alguna recomendación, monsieur?

Vincent no reacciona.

—What the hell es esto? —Gales se sonroja y estira la mano para tomar uno. Luxemburgo le mira, esperando.

—Un huevo de silicona, monsieur —explica Vincent.

—Y esto sirve para...

Vincent mira a Luxemburgo. Gales le mira también pensando de verdad que a este pobre hombre no puede pagarle lo bastante.

—Gratificación sexual satisfactoria —responde Luxemburgo sonriendo de lado.

—G-Good. Ehm... —Gales se muere del sonrojo.

Vincent parpadea un poco con esa explicación y se vuelve a Gales.

—C-creo que debes pedir un aumento...

—¿Esto es lo que va a elegir, monsieur?

—P-Pues es que.. c-creo que guardaré los demás para o-otra ocasión.

Vincent asiente y mira a Luxemburgo.

—Merci, Vincent —agradece el flamenco—. Disculpa este asunto, a Monsieur Cymru le va un poco el rollo exhibicionista.

—Bloody hell...! —protesta Gales y Vincent asiente a eso.

—Vincent...—Luxemburgo le llama de nuevo antes de que se vaya, así que él se gira de nuevo con la bandeja—. Puedes tomarte los próximos... treinta segundos libres.

—Oh, venga ya! —Gales se ríe.

—Es verdad, no va a aguantar tanto, que sean veinte.

—What the hell, ¡no te creas tanto!

Luxemburgo le guiña el ojo a Vincent queriendo decir "lo queda de día libre" y este asiente y se va.

—Pobre hombre —Gales se ríe, nervioso, mirando a Luxemburgo.

—¿Le compadeces cuando esto es tu culpa?

—Yes —Gales empieza a pensar que hace mucho calor aquí.

—Bueno, por lo menos. Tal vez puedas compensárselo para que te perdone. Le gusta el chocolate amargo y el caviar.

—Lo tomaré en cuenta. ¿Qué vas a hacerme con esto? ¿Vas a... gratificar me?

—A ver, déjame ver el color del que has elegido...

—¿Color? ¿Son distintos?

—Oui. Había unos cuantos de esos porque cada uno es diferente.

—¿Y en dónde radica la diferencia? —le entrega el que ha tomado.

—Mira —le muestra la base del huevo donde está el agujero y luego le da la vuelta a la silicona para que el interior quede hacia dentro y viceversa—. Estos relieves. Cada color tiene unos diferentes y especiales.

—Ohhh... ¿me estás diciendo que tú te has puesto eso... ahí?

—Bueno, está usado pero está limpio, desde luego. No pensé que eso iba a ser un problema.

—No, no... eso lo hace más sexy.

—Pues... ahí tienes —se lo tiende.

—Ohh... vaya. ¿Está es mi gratificación?

—Oui.

—Vale, la usaré luego.

—Quoi? —Levanta una ceja.

—¡Que eres tramposo! —se le acerca un poco más—. Nada más me ilusionas.

—¿Con qué?

—¡Con que vas a gratificarme... t- tú! —protesta Gales. Luxemburgo le mira... y suspira, sonriendo.

—Mira, tú... ve al baño y vuelve aquí con ello puesto —le señala el baño. Gales levanta las cejas.

—V-Vale.

Asiente.

—Tú... podrías... ponerte más cómodo —Gales se le acerca y le da un besito en la mejilla.

—Tal vez lo haga —sonríe un poco.

—Esto es... e-eres... estás loco.

—¿Por?

—¡Ve que cosas me haces hacer!

—Sí, claro, ahora échame a mí las culpas y finge que no te gustan.

—No he dicho jamás que no me ENCANTAN —se va al baño.

—Cymru —le detiene antes de que salga

—Yes?

—Vuelve SOLO con ello puesto.

—W-What? —Gales... abre la boca

—Y nada más —gesto para que vaya.

Traga saliva y va a tardarse el doble.

Ya bueno, tampoco hay prisa. Luxemburgo sí va a ir a por unos pantalones cortos de chándal más cómodos y... fáciles de quitar. Con más espacio.

Gales abre la puerta sin salir.

Está en la sala, esperándole, puede que contestando algún mail si se tarda MUCHO

—L-Lux...?

Con esos susurritos ni te va a oír.

—Luuuuux

—Quoi? —Levanta las cejas y se lleva el teléfono, hacia el baño acabando de escribir.

—E-Estas... e-es... pequeñito

—Lo sé. No es un condón.

—¿Puedo ponerme la camiseta?

—Terminantemente no.

—Me va a... dar frío —sale un poquito, tapándose.

—Eres un chico fuerte, soportarás las bajas temperaturas de mitad del verano en el continente.

—Tú qué sabes... ¿Sabes? He pasado más tiempo desnudo la última semana que los últimos años.

—Parece ser tu nuevo súper poder —le repasa de arriba a abajo, comiéndoselo con los ojos.

—Es TÚ súper poder —se sonroja más por un segundo y... se suelta del todo tratando de ponerse en modo cínico.

—Eso dices. ¿Salón o dormitorio?

—D-Dormitorio.

—Eso es más trozo de pasillo —igual hace un gesto para que vaya delante.

—¿Pasillo? N-No, guía tú —le mira también de arriba a abajo él y sí se sonroja un poco.

—¿No sabes dónde está?

—Vincent me tiene prohibido acercarme.

—¿Y por eso lo has elegido? Podemos ir al tuyo.

—Prefiero ir al tuyo —sonríe cínicamente.

—Ya, claro... —se le acerca y le pone las manos en la cintura.

—N-No digas ya claro así como si tuviera malas intenciones —Gales traga saliva, sonrojándose.

—Las tienes completamente —tira un poco de él para sujetarle de la espalda y guiarle.

—Tengo intenciones, que no sabes si son malas o no —se ríe, yendo enfrente.

—Lo sé perfectamente —le acaricia la espalda y la cintura.

Se le pone la piel de gallina por donde le toca y se detiene un poco el... huevo de silicona ese porque se siente RARO en... ahí. Ugh. Risita nerviosa.

—Y tu risita culpable no ayuda.

—Mi risa culpable no es así.

—¿Y cómo es?

—MUAJAJAJAAAAA

—Anda ya.

Gales se ríe mirándole de reojito

—No te creo nada —la mano que le acariciaba la espalda baja hasta lo que ya no es espalda.

—Vas a tener que empezar a confiar en mmm... —pega un saltito.

—Lo haré en las cosas en las que eres confiable.

—¿Y mi risa maligna n-no?

—No era maligna, era culpable —le da la vuelta y le empuja un poco fuertecito la espalda contra la puerta.

Gales se ríe y se le corta la risa cuando le empuja contra la puerta, tragando saliva.

Le mira a los ojos intensamente, es que se lo comería.

Es que... se dejaría comer.

—Aun...

—A-Aun... —repite estúpidamente.

—No me decido —le aprisiona un poco más contra la puerta.

Es que Gales respira pesadamente mirándole a los ojos y tragando saliva.

—P-Podrías... ha-hacer lo que quisieras —susurra.

—No sé si... obligarte a que lo hagas tú mientras te miro o hacerlo yo.

—O-O darme un beso... —la verdad, dice eso para obligarse a pensar en algo que no sean los dos prospectos que acaba de darle que le matan de la vergüenza.

—Eso no se puede —se ríe.

—Un día voy a desquitarme de todos los besos que quiero darte y no puedo.

—Está bien, uno y nada más.

Gales sonríe y cierra los ojos poniendo carita de beso. Luxemburgo se ríe y ahí va.

Gales le abraza de la cintura a la que le siente cerca, manteniendo los ojos cerrados

Y él del cuello, empujándole contra la puerta.

La verdad le tienes a tu enterísima disposición.

¿Qué disposición? Si no es capaz de decirle que no.

Pues tal para cual. Va a estar sonriendo como idiota al separarse del beso.

Luxemburgo no lo va a ver porque sigue con los ojos cerrados.

—Thank you... —Gales le da un besito en la mejilla.

—Vamos dentro —toma el pomo y abre la puerta.

Gales asiente un poco, atontado, sin dejar de mirarle.

Luxemburgo le hace girar e ir dentro para luego esperarse en la puerta cerrándola a su espalda y mirándole. Gales mira alrededor, pese a su desnudez, curioso.

—Tal vez podrías decidir tú.

—¿Y-Yo? —se gira hacia él.

—Oui.

—N-No sé si... —traga saliva

—¿Sí qué?

—S-Si... no... no sé —risita idiota, agradece que nadie le esté viendo.

—¿Qué no sabes?

—Q-Qué es peor...

—Entonces elige lo que te lo parezca menos y haremos lo otro.

Gales se sonroja con eso sabiendo exactamente qué le parece menos. Luxemburgo le sonríe.

—C-Claramente lo menos terrible e-es que lo haga y.-yo... —miente, sonriendo.

—¿Sabes qué... está pasando aquí?

—W-What?

—Esto. Es el juego de la copa envenenada.

—¿El juego de la copa envenenada...?

—Oui. Es un juego bastante sexy... con un enemigo. ¿Sabes? Le sirves una copa a tu enemigo y él sabe que está envenenada y la otra no, porque es para él. Pero ¿será la tuya porque creerá que será la que tomarás? ¿O será la suya porque cree que las cambiarás?

—¿No sabes, entonces... Cuál de las dos es la que me parece peor? —Gales sonríe de lado e inclina la cabeza.

—Non —sonríe de lado.

—Poker face...

—¿Me habrás dicho la peor porque sabes que es la que haré o me las habrás dicho al revés porque te he dicho que era lo que haría?

—Lo dices como si no fuera ya bastante terrible estar aquí en cueros, en tu cuarto, a tu disposición.

—Lo dices como si no lo hubieras pedido tú.

—¡Yo no pedí esto así! —se ríe nervioso.

—¿Cómo lo pediste?

—Pues normalito. ¡No me estoy quejando!

—¿Y cómo es normalito?

—Pues... como sea, normalito —Gales se ríe, y es que casi puede explotar de la anticipación—. ¿Vas a enfocarte en esto o vamos a seguir hablando cosas sin sentido?

—Voy a seguir hablando de esto, quiero saber esto. Además yo no tengo ninguna prisa.

—¿Qué quieres saber?

—Como es "normalito" —se acerca a él.

—P-Pues —da un pasito hacia atrás.

Otro pasito. Manos levantadas para ponérselas encima.

—P-Pues en la mañana no hubo este... O sea solo... S-solo... Y-yo...

—Eres la primera persona del mundo que protesta de los preliminares.

—¡N-No estoy protestando! —está histérico nada más.

—Supongo que es el problema con los hombres. Estoy demasiado acostumbrado a las chicas.

—What the hell! Si el problema es... es...

—¿Ajá?

—¡Ya te quiero ver a ti desnudo aquí!

Le mira, fijamente sin decir nada. Gales traga saliva.

Luxemburgo se humedece los labios y procede a quitarse la camiseta por la cabeza mientras lanza las zapatillas a un rincón de una patada.

—Vaya... que no es tan cobarde —Gales sonríe de lado.

Y desde luego le vuelve a mirar mientras se quita los pantalones y los calzoncillos. Se los muestra y los lanza al suelo.

—Vale, vale... que tienes un par de cojones.

—Y ahora puedes verlos.

—N-No es que no p-pensara que los t-tuvieras —se ríe, no creas que más relajado.

Luxemburgo sonríe más, sinceramente.

—Pero, la verdad... Es que, vale, este ha sido un buen movimiento.

—¿Cuál?

—Bloody hell, es que hasta te... —le mira de arriba a abajo el otra vez, su turno de comérselo con la mirada.

El flamenco mueve las caderas.

—M-Me encantas —Gales se ríe un poquito... y le mira a los ojos.

Luxemburgo se ríe también saliendo un poco del papel y vuelve a acercarse.

—Es que, de verdad... —Gales traga saliva, pasándose una mano por el pelo—. Y ahora desnudo... cielos. Esto es digno de peli porno.

—He notado que... —le pone las manos sobre el pecho—. Normalito significa algo parecido a lo que tú has hecho esta mañana, así que... vas a hacerlo tú.

—¡N-No! —

Le empuja para tirarle en la cama.

El gritito.

Risita y se le sube encima gateando.

El británico le pone las manos en la cintura y la verdad es posible que el huevo ya se le haya medio caído en la cama con todo esto.

Ya lo recuperarán.

Gales sonríe, eso sí que hace, tan idiotizado.

—¿Vas a hacerlo entonces?

—¿C-Contigo a-ahí?

—Mjm.

—¿E-Eso quieres tú? —Gales se humedece los labios y traga saliva.

—Oui.

—V-Vale... vale. Puedo hacerlo. Sí que puedo hacerlo. ¿Por qué no iba a p-poder hacerlo?

—Eso quería oír —besito.

Pone los ojitos de corazón. Luxemburgo le suelta y va a ir a sentarse a la cabecera de la cama.

—¡¿Qué haces?! ¿A dónde vas? —le mira ahí acostado

—A sentarme aquí para mirarte —se acomoda los cojines.

—¿Vas a... mirarme desde... allá? Oh, god.

—Oui

Gales se estira un poco en la cama y hace angelitos solo con un brazo, cubriéndose con la otra mano.

—¿Así es cómo haces esto?

—Yes —Gales se ríe.

—No te creo. Venga, vaaaa.

—O-Ojalá fuera yo todo lo sexy que... eres tú —El británico se aclara la garganta, nervioso, doblando un poco una pierna.

—¿Qué has hecho con el huevo? —sonríe de lado, mirándole hacer

Levanta las cejas y lo busca un poco en la cama. Cielos, las torpezas británicas. Debe traerlo pegado en el culo

—Ah! Ugh... aquí, venga... aquí está. No me... nunca he hecho esto frente a alguien así.

—¿Y cómo te sientes?

—N-Nervioso... Igualmente se toca un poco ahí debajo poniéndose el huevo y sonrojándose al notar que no está tan... tranquilo como quisiera.

—¿Y excitado?

—E-Ehm... u-un poco.

—¿Qué te parece el huevo? ¿Cómo se siente?

—R-Raro... No se parece a una persona... pero es agradable. E-Entiendo que alguien fabrique esto.

—¿Te gusta? Podemos calentarlo un poco con agua en el microondas —propone y Gales levanta las cejas.

—O-Ohh... otro día. Veo que tienes ideas buenas para usarlo —le acusa un poco si dejar de mover la mano.

—O en el baño, con agua caliente. Lo decía el prospecto.

—Y lo usaste tú... cielos, insisto que eso lo hace súper sexy.

—También se puede lubricar un poco.

—Podrías... escupirle tú y... ufff —se tapa la cara.

—No creo que sea buena idea que me acerque a ti o al huevo en lo absoluto.

—¿P-Por? —se hace un poco bolita de lado para quitárselo él y ponerse babita.

—No creo que me dejes volver a separarme —le sonríe.

—Good call... bloody hell —se lo vuelve a poner y suelta un gemidito porque con saliva funciona mejor. Le mira con un ojo.

Luxemburgo le mira y se lame la mano lentamente. Luego se la pasa por el pecho y el estómago, yendo a... sí mismo. Se acomoda abriendo un poco más las piernas.

—Oh, shite... —Gales se hace bolita y mira que es raro que maldiga.

El flamenco echa la cabeza atrás y toma un poco de aire por la boca, moviendo la mano... vuelve a mirarle.

Gales le espía aún solo con un ojo, medio enrollado en sí mismo sobre la cama, rojo de todas partes, avergonzadito. Recuérdale lo del cinismo para que se fuerza a sí mismo a estirarse o va a acabar ahí hecho bola.

—Vamos, ¡tienes que moverte tú!

—¡Me estoy moviendo! —sí lo está, sí lo está. Aprieta los ojos pensando que esto que hace es todo menos sexy. Se estira un poquito.

Luxemburgo sonríe un poco y vuelve a hacerlo junto con él.

Gales se pasa la otra mano por el pecho con suavidad, mirándole fijamente.

—T-Te ves bien haciendo eso... Yo debería de...

—Como acabe yo antes que tú te voy a atar las manos y no te voy a dejar que acabes.

—¡N-No! Cielos, tienes este asunto medio sadista —acelera la mano y se ríe un poco.

—Oh, oui.

—Hasta miedito das... uff... el huevo ayuda.

—¿M-Miedito por?

—S-Sádico...—traga saliva—. ¿T-te gusta hacer esto?

—No lo había hecho nunca. Tiene un punto... picante que me estés mirando y tocándote.

—Y... créeme que me está gustando mucho

—¿Por?

—Es como... porno solo para mí. Y, mejor aún, parece... ser porno en la que... al actor le gusto yo.

Luxemburgo se ríe con eso desconcentrándose un poco.

—Y que además se ríe de lo que digo...

—¡Si me haces reír no puedo!

—Me encanta tu risa... —sonríe un poco.

—Pero me desconcentras.

—El que acabe segundas...

Luxemburgo le mira, deteniéndose.

—Va desnudo por la cena...

—Eso es injusto, tú has empezado antes y tienes el huevo.

—Así eres tú siempre, injusto. Ven por el huevo si lo quieres.

—Además, el especialista en ir desnudo todo el tiempo eres tú

—Estoy pasando mis enseñanzas a ti... —cierra los ojos y se mueve más rápido.

—Creo que empezaré a pensar en tu madre —suelta para ponerle esa idea en la cabeza, que rastrero eres.

—What the hell! —protesta apretando los ojos y riéndose—. Bloody hell!

Luxemburgo se ríe de las protestas.

—Si piensas en mi madre acabarás en segundo lugar.

—Nah, ella debe ser así... como tú, sonrojándose a la mínima que le dicen algo y como hiperreaccionas cada vez que te tocan como si nadie lo hubiera hecho hace años...

—Y eso te gusta por lo visto... —abre los ojos y le mira hacer, pensando que con los ojos cerrados está pensando en lo que dice de su madre.

—Es... cute. Oui.

—No vas a acabar antes que yo! Pensaré en my Mum llamando zorra a tu hermana —su respiración empieza a hacerse más rápida.

—Uuugh! ¡No metas a mi hermana en esto!

Gales se ríe "jijiji"

—¡No te rías!

—Claro que me río.

—Entonces pensaré en Ecosse con ella.

—Oh, ya sabes que tengo un... —no deja de mirarle—. Gusto... ufff... Lux...

—¿Ahora resulta que te gusta... tu hermano?

—Me gustas tú, bloody hell. Mírame

El flamenco lo hace y le sonríe.

—C-Como puedes verte ya... ahhh! Voy... ahhhh!

—¡No!

Se suelta y se le echa encima solo para asustarle o algo así un poco desesperado.

No creo que lo puedas parar tan... ¡Ohh! Sí que le asusta. Lo que pasa es que no va a salirle tan... bien como espera.

—Mmmmm... —Gales le abraza metiéndole la nariz en el cuello.

—¿Has terminado? —Luxemburgo se le apoya encima, suspirando.

—Mmmm... —Gales sonríe—. I won.

—Tramposo —Gira un poco la cabeza hacia él.

—¡¿Yo?!

—Oui.

—¿Qué trampa hice?

—Sabías perfecto que ibas a acabar antes que yo.

—Era posible... mmm... hueles bien.

—Y no sabía que te ponía tu hermano.

—Me pones tú, no mi hermano.

—Ha bastado que lo mencionara para que acabaras.

—Nah que va, has bastado tú y esa sonrisa.

—Anda ya... —se ríe un poco

—Te toca ir desnudo a la cocina —Gales se ríe también.

—Queda un buen rato hasta la hora de la cena y no sé sí voy a tener hambre con todo lo que hemos comido.

—Tramposo.

—He aprendido del mejor —sonríe.

—Yo no soy ni la mitad de lo tramposo que tú —le da un besito en el cuello y cambia el tono de voz—. Lux...

—Mmm?

—Lo pasó muy bien contigo.

—Y me lo dice después de masturbarse... pues menos mal.

—No, no solo por eso —Gales se muere de risa—. Todo esto... lo bueno y lo no tan... bueno, como la comida. Realmente me gusta esto.

—¿No te ha gustado la comida?

—Me ha gustado la comida, lo que ha sido tenso es la compañía. Aunque no demasiado —le acaricia la espalda.

—¿Mjm? —va a ir a meter la mano por ahí porque... él no ha acabado.

—Ah, no... tú no puedes acabar —le detiene de la muñeca.

—Quoi?

—Tú ya acabaste una vez.

—Y tú dos.

—Eso es porque soy una bestia en la cama.

—Oui, solo pides dormir y comer.

—Oh... venga ya. En realidad también pido otras cosas pero no se pueden aún.

—Tan dura tu vida —Se ríe y va con la otra mano igualmente intentando que Gales no lo note.

—Terriblemente dura... te estoy viendoooo —Gales se ríe.

—Pues no mires y sigue hablando.

—¿Quieres que te diga cosas bonitas al oído mientras haces eso? —pregunta con voz más grave.

—Quiero que me digas cosas guarras.

Gales levanta las cejas. La verdad se le da mejor lo otro, pero... no es que no vaya a intentarlo.

—El único guarro eres tú que me has desnudado y metido a tu cama... ¡y mira cómo estás! Y no es la primera vez en el día que estas así conmigo...

—¿Y qué vas a hacer? —Se humedece los labios y se ríe.

—Verte yo a ti, por supuesto, ¿quieres que te toque?

—Voyeur —asiente.

—Nada peor que tú, si todo esto ha sido tu idea... ¿eres así de fácil siempre? —pregunta bajando el la mano.

—¡Fácil!

—Que te masturbe el chico que te gusta dos veces en un día me parece que te hace un chico sumamente... fácil.

—Me hace un chico sumamente listo.

—Eso también —Gales se ríe y ahí va, haciendo que Luxemburgo aguanta el aire y gime un poco—. Parece que pronto voy a convertirme en un experto para hacer esto...

—Eso espero.

—No parece que lo esté haciendo yo tan mal.

—Nadie se está quejando.

—¿Te gusta? Además te gusta...

—No tanto —tiene el morro de contestar

—Que no va a gustarte si estás más empalmado que un toro de lidia

—L-Los t-toros de... —ni siquiera sabe qué responder, se le pierde la frase.

—Dime qué te gusta —Gales sonríe un poco ralentizando la mano un poco.

—Aaah, más rápido —protesta doblando las rodillas.

—Dime qué te gusta... —repite.

—Q-Quoi?

—¿Te gusta?

—Uf...

—Tienes que decirlo... o no lo haré más rápido.

—¿Decir qué?

—¡Que te gusta! Y que te gusto yo.

—V-Vale, vale.

—¿Ajá?

—Pues he dicho que sí.

—¿Que sí queeé? —canturrea.

—¡A todo!

—¿Te gusto yo y te gusta esto? —acelera un poco.

—Oui!

—¿Mucho? ¿Te gusta mucho, you little pervert? —le susurra al oído.

—Aaaaah... —es que intenta agarrarse de él de algún lado y esconderse y acabar... y todo a la vez.

Gales sonríe, contento con este resultado, sinceramente y ahí es que acaba sobre él. Gracias. El británico se limpia contra las mantas, un poco arrugada la nariz.

—Teeee gustoooo

—Ugh, ¡no te limpies ahí!

—¿Qué quieres? ¿Que lo lama? —Gales se ríe.

—No, ve al baño.

—Ughh...

—Luego yo duermo aquí.

—Entre tus mugres. Vale, vale, perdona —ahí va a levantarse para ir al baño.

Luxemburgo se estira y sonríe, el británico le mira de pie junto a la cama.

—No sé cómo es que consigues que yo haga cosas pero no te acostumbres mucho...

—¿Por qué no?

—Porque ahora mismo quiero agradarte —le saca la lengua—. ¿Dónde está el baño?

—¿Y luego ya no?

—Bloody hell... I am so fucked up. ¡No les digas a mis hermanos! —Gales le mira y aprieta un poco los ojos

—Le diré a Ecosse que te has corrido cuando le he nombrado.

—Claro que lo he hecho, siempre me ha gustado él un poco más que las ovejas. Ven —estira la mano limpia.

—Baño, baño —le señala.

—Sí, tú también necesitas.

—Nah, que va.

—Vale... ehm... ahora vengo —Gales le mira por unos segundos y... desiste, sonrojándose un poco.

Luxemburgo se ríe.

El británico sonríe un poco, cubriéndose con las manos y yendo allá, pensando que quizás sí se está pasando un poco queriendo abracitos y bailecitos y tonterías así románticas.

Luxemburgo mira el techo pasándose una mano por el estómago, esperándole.

Esto era un poco culpa de Galia que siempre le daba abracitos y besitos y bailecitos. Aprieta los ojos recargándose en la puerta y... admirando un poco el tamaño del baño.

Se tarda un poco porque mea y... se arregla el pelo. Se pone una toalla en la cintura y piensa que estas toallas son AUN MÁS SUAVES QUE LAS DE SU BAÑO DEBERIÁ TENER UNA ASÍ... antes de salir.