Pétalos de Arena

Por

Kuraudea

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Capítulo 4

El Plan

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«Todo gira alrededor del amor, porque este no es solo un sentimiento; es, por encima de todo, la acción expresiva que procura el bien del otro»—Alex Rovira.

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Hubo alguien que fue el primero en cruzar el legendario Camino de la Serpiente. Se dice que, fue hace más de cien millones de años o más cuando realizó dicha travesía. Y antes de ser entrenado por el Kaio del Norte, pasó por el palacio de la Princesa Serpiente en donde la seducción por parte de la extraña mujer, no se hizo esperar —«Joven caballero, ¿a usted le gusta bailar TANGO?»—Sin embargo, tal individuo, logró escapar por fortuna de los encantos de la enigmática doncella—«¡Juro que algún día me vengaré de ti & saldré de este maldito lugaaaar!»—amenazó irritado el gran reptil plateado tras ver que el desafiante continuó con su trayecto sin voltear atrás. Después de haber culminado su arduo entrenamiento y mostrando así que era un individuo de bien, se le conoció con el pasar de los años como El Gran Enma Daio Sama. Pues se le asignó ser el responsable de mantener el equilibrio entre el paraíso & el infierno; una vez haya juzgado a las almas por sus acciones, ninguna deidad podía cambiar su decisión.

Su rango, así como su aspecto físico, contribuía de buena manera ante los ojos de los demás en adquirir cierto respeto. A medida de que fue madurando, su crecimiento había sido descomunal como desmedido, llegando así a los cinco metros de altura, por lo que era natural que sobresaliera del resto. El buen vestir fue su aliado durante toda una eternidad, pues un traje americano en tonos morados, así como el gorro de los prominentes cuernos sobre su cabeza, mismo que contaba con un extraño símbolo en su centro, era atuendo muy característico de él.

Todo éso, junto con aquel enorme libro donde se guardaba una infinita lista de nombres de mortales de los cuales ya habían abandonado la vida terrenal, era su herramienta principal para ejecutar su trabajo.

—¿Conque hiciste todas esas fechorías, eh?—cuestionó el guardián al revisar el archivo del libro desde su enorme mesa.

—Señor Enma Daio Sama, yo...yo...—lo que parecía una simple bruma, era un alma temblorosa por estar en el proceso de su adagio.

—¡Al infierno!—sentenció en voz fuerte.

—¡¿Pe-Pero?!

Luego prosiguió—¿quién sigue?

Irremediable fue para esa pobre alma el tener que tomar el camino de los infiernos. Luego sería custodiada nuevamente para corroborar si existía en él un honesto arrepentimiento de sus actos que lo hicieran llegar al paraíso. Pero justo cuando continuaría con el siguiente de la fila, su compañero de trabajo, el joven demonio Saike Oni, aquel chico de piel morada y que a su vez vestía una camisa de mangas negras, chaqueta verde encima & bermudas amarillas atigradas, advirtió a la deidad que algo raro pasaba con los contenedores purificadores de almas.

—¿Qué has dicho, Saike Oni?

—Así como lo escuchó, Señor Enma.

—Bien...—se levantó de su gran silla el ogro, y le dijo:—Iré contigo a revisar.

Tanto Enma como Saike Oni se dirigieron a la zona restringida de los contenedores. Éstos tenía el objetivo principal de filtrar, lo mayormente posible, deseos malignos tanto del plano terrenal como de los previos campos Elíseos. Estos contenedores además de purificar, contaban con un sello tipo pergamino con unos kanjis de protección hechos a mano con pincel & tinta; dichos garabatos significaban salvaguardar, proteger & defender. Su objetivo en sí, era que los límites divisorios entre la tierra, el cielo e infierno no se rompieran.

—¿Puede ver eso, Señor Enma?—las enormes calderas emitían desde su interior una luz roja; como si por dentro se mantuviera un corazón gigante palpitando.

—Nunca me había tocado verlas actuar de esa manera—estaba un tanto intrigado el de barba, hasta su entrecejo se mantenía arrugado debido a la confusión—¿Acaso pasará algo con las personas de La Tierra...?—Pues sí bien, el estilo de vida actual de los humanos, cosas como la envidia, la codicia, la falta de empatía y muchos otros defectos, estaban causando grandes estragos masivos de odio; los corazones se estaban enfermando por la falta de amor. Discutir hasta por las cosas más simples & sencillas con el prójimo, alimentaba aún más dicho sentimiento. Por esa razón los contenedores estaban absorbiendo no solo lo malo del Otro Mundo, sino también lo del lado terrenal. Fue así, que Enma Daio Sama, observó que Saike Oni traía puesto en la cabeza la tiara de los audífonos, y por ese motivo, le dió tremendo coscorrón que lo hizo ver las estrellas & galaxias completas —¡CABEZA HUECA, SEGURO OTRA VEZ TE PUSISTE A ESCUCHAR MÚSICA Y NO CAMBIASTE LOS FILTROS! ¡¿NO ES ASÍ?!

—¡Ayayay, eso dolió! —se sobó tremendo golpe el joven demonio—Le juro que esta vez sí hice bien mi trabajo, Señor Enma. Lo digo de verdad—juntó ambas palmas de las manos en postura de credibilidad mientras una ligera gota de sudor se resbalaba por su sien.

Tras observarlo de reojo y hasta con cierto recelo, terminó por creerle—Está bien...

Sin embargo, las calderas empezaron a emitir palpitaciones cada vez más fuertes & constantes. El pergamino incluso parecía estar partiéndose por la mitad lentamente «¿Pero qué está pasando?» ambos estaban asombrados, atónitos. Entonces, en un simple parpadeo, una gran explosión los recubrió por completo «¡Ahhh!»; los contenedores estallaron con intenso vapor denso & caliente. Y con ello, todo se había convertido en una locura. Enma Daio Sama tras querer preparar otro sello para volver todo a la normalidad, no lo logró:—«¡Im-imposible!» pues el odio, como sentimientos negativos & personajes inusuales se habían liberado.

—¿Y ahora qué vamos a hacer, Se-Señor Enma...?

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Al beber un poco de té de infusión compuesto por raras hierbas del infierno, sintió de repente una extraña corazonada en su interior, era como una sensación de «libertad». Ese motivo la hizo ponerse lentamente de pie—¿Se encuentra usted bien, Princesa Serpiente?—preguntaron sus súbditas, pero ésta se fue de largo ignorando por completo sus palabras. Al salir por la gran boca de la serpiente plateada, dió unos cuantos pasos montándose así en dicho camino interminable. Entonces, volteó hacia abajo, y descubrió que las nubes doradas habían desaparecido, pues claramente pudo observar a todos los habitantes en sus roles del día a día, pero a diferencia de que cierta bruma los estaba cubriendo por completo; los gritos derivados de sustos y/o asombros, se hicieron escuchar por parte de los civiles «¡Ahhhhh!» «¡¿Pero qué rayos es eso?!». Entonces, la fémina concluyó, que la oportunidad de tomar otros territorios había llegado, pues supuso que a Enma Daio Sama todo se le había salido de control; en sus labios se le dibujó una interesada sonrisa, después expresó—Mi momento ha llegado...


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—¿Qué quieres de mi...?—se cuestionó en su mente con el ardor que le originó aquel hombre que se liberó del antifaz. Observó entonces su perfil delineado, el color de su tez bronceada; apreció todo su conjunto por completo. Sin embargo, por alguna razón, se sintió un poco intranquila, pues había momentos en que no podía sostener esa fuerte mirada. Fue de esa manera, que recordó las sabias palabras de Ranfán: «Cuando puedas sostener la mirada de tus espectadores...lo habrás logrado por completo» Y según ella, para los tres años que llevaba en el mundillo del Hanabi, creyó haber adquirido tal habilidad—¿Pero qué tiene ese hombre?—bajó su mirar mientras buscaba claras respuestas a dicha debilidad. Así que sin querer mostrar temor por su presencia, no dejó de lucir tentadora como la dulce & apetitosa manzana del árbol del Edén.

Su acto culminó cuando con ambos brazos alzó a la serpiente junto con la expulsión ardiente del fuego que salió de lado a lado del escenario; la oscuridad llegó de golpe y los aplausos retumbaron el lugar como premio a su desenvolvimiento.

No había dudas que Trunks se había sentido satisfecho por la minúscula reacción que detectó de su parte. Pues al final de cuentas el plan de Goten no resultó ser para nada malo; cuánta razón tenía al decir que a las mujeres les gusta que les presten atención. Por lo que el empresario tras colocarse el antifaz, regresó a su lugar donde aguardaba su amigo & Violet.

—Trunks, has vuelto.

—Así es.

—¿Le gustó el acto de nuestra querida Mai, Señor Brief?

—Mucho más de lo que esperaba: me encantó.

—Fue una gran interpretación de "Lilith, la serpiente". Esto se debe a la historia del fruto prohibido.

—Comprendo—dijo el azúl tras escuchar la referencia. Pero después fue tajante al expresar:—Es hora de irnos, Goten.

—¡¿Qué?! ¿Otra vez se van así de rápido?—la violenta se sorprendió nuevamente.

—Sí, discúlpanos, Violet—intervino Goten—Pero Trunks & yo tenemos algunas cosas importantes qué hacer.

—C-Claro...lo entiendo.

—Seguro nos veremos después—dijo el Brief—Hágame el favor de decirle a su amiga que esta noche estuvo maravillosa; déjele mis saludos.

—Desde luego, encantada—asintió con ligereza—Será un placer.

—Entonces nos retiramos.

—Gracias por tu compañía, Violet—agregó el menor.

—Regresen con bien, gracias por habernos acompañado una noche más en el Hanabi—los jóvenes salieron de lugar, Violet simplemente suspiró & corrigió para sí misma lo último que había mencionado—O bueno..."parte de la noche"—se cruzó de brazos & su faz se mostró un tanto extrañada. Y más, por esa rara actitud del empresario Trunks Brief. Pues tal parecía que solo tenía exclusividad para ver a Mai solamente; frunció un poco el entrecejo, analizó en silencio por un rato. Y fue así, que sí su intuición femenina no le fallaba, la claridad iluminó su mente, por lo que sus ojos rasgados expresaron al abrirse más de lo normal al haber encontrado el meollo del asunto—Ya veo...conque de eso se trata.—mostró una ligera sonrisa pues sabía que no se había equivocado con sus anteriores sospechas. Entonces, tomó camino hacia los camerinos en busca de Mai.

Los jóvenes, entretanto, se fueron abordar el automóvil. Celebraron en la comodidad de sus asientos que el inicio de « su magnífico plan» indicaba posibilidades favorables.

—¿Acaso te diste cuenta?—preguntó el azúl entre risas justo antes de meter la llave.

—Claro, por supuesto, tu presencia la movió; esa es buena señal, Trunks—le acompañó en su risión.

—¿Y entonces?—preguntó el Brief tras observar de reojo a su fiel amigo, tratando de insinuar qué era lo que seguía del plan.

Éste le contestó con la misma interrogante:—"¿Y entonces?"—lo que originó más risas entre ellos; al esfumarse la felicidad, el menor sugirió:—Entonces creo que tendremos que agendar otra cita más en el Hanabi.

—En efecto.—asintió el azúl al estar de acuerdo e hizo encender el vehículo para partir.

Los enmascarados al somnelizar el éxito de la noche, para la Pétalo de Arena, sin duda, había sido todo lo contrario, pues salió disparada a su camerino. Al llegar, cerró la puerta de golpe, se cubrió con su bata de seda y se postró en la silla del tocador. Fue así, que frente al espejo, indagó—¿P-Por qué vino otra vez? —¿Pero qué desea ese hombre...?—su rostro estaba bastante sonrojado, pues era el momento que la verdadera Mai saliera en escena, pues en lamentos, cruzó los brazos sobre la mesa, y en medio de ellos hundió el rostro; se escuchaba repetir constantemente: «¿Por qué» «¿por qué?» «¿por qué?»; realmente quería encontrar una respuesta contundente a tal conducta.

Al haberse escuchado el sonido de tres golpes en la puerta junto con un:—¿Estás ahí, Mai?

Fue motivo para que la nombrada alzara un poco el rostro, mostrándose así sus ojos azules—¿Violet...?

—Pues claro que soy yo, anda, abre.

—D-De acuerdo.

Mai quitó el seguro de la puerta & volvió a la silla, Violet entró y de pie se postró detrás de ella; ambas féminas observaban sus reflejos en el espejo.

—¿Y ahora qué rayos te pasa, Mai?—esbozó con ciertos signos de fastidio al mismo tiempo que se cruzó de brazos.

—¿Cómo que qué me pasa? ¿no lo viste? Ese Trunks Brief vino otra vez a ...a ...

"A verte" —agregó la palabra que le hacía falta—¿Qué tiene de malo?. Lo que trato de decir es que todo mundo te observa.

—Sí, pero eso es diferente; el resto de la gente no me mira como lo hace él.

—¿Y te disgusta que alguien como «él» te aprecie solo a ti?

—Pues...—guardó por un momento silencio, más no dió su brazo a torcer—No lo sé—dijo a secas.

—Además, ahora que lo has visto sin el antifaz...es muy atractivo, ¿no lo crees?

—¡Violet!—volvió a sonrojarse.

—De acuerdo, de acuerdo—abrió las palmas de sus manos deseando que se calmara—Mira, seré clara contigo: a ese hombre le gustas...y le gustas mucho. Así que no dudes que otra vez venga a verte y tal vez comience a tener detalles contigo y esas cosas; ¿no crees que es una buena oportunidad para ti?

—Lo dices como si yo necesitara de ese hombre.

—No le adjudiques tanto poder a tus palabras...quizá algún día en verdad necesites de su ayuda. Vamos, no seas tan cerrada, solo sé cordial y ya; no todo es el Hanabi.

—El Hanabi me sacó de la calle, Violet.

—Claro, a mí igual. Pero eso no significa que en un futuro no podamos llevar una mejor vida, sin importar que el mundo sea un caos; no sólamente dedicarnos a bailar y atender eternamente a esos cerdos, ¿comprendes?.

—De no ser por La Princesa Serpiente yo habría muerto en las calles de la Capital, y más con el inicio de la contingencia dimensional: ella me salvó, ¡no me salvó Trunks Brief!. Ella es como nuestra madre, jamás nos haría algún daño.

—Ni siquiera hay garantía de eso, Mai...—asintió lento—Yo creo que ya cumplí mi parte con decirte lo qué pasa. De ti dependerá, así que ya sabes, él estará en tu próxima función. En tanto yo, es un hecho que no pienso quedarme aquí para siempre.—se dió la vuelta para marcharse.

—¡Violet espera ...!—quiso detenerla pero ésta ya había salido del vestidor.

Mai regresó a su silla dejando caer el cuerpo de golpe: se cruzó de brazos & esbozó fuertemente. Entonces, pensó que Violet era una de sus grandes amigas, o tal vez la única que tenía, por lo que no deseaba estar en malos términos con ella. Así, que con una mirada cabizbaja, analizó que en verdad no tenía nada de malo que ese tal Brief la viera en escena, pues como dijo su amiga "todos la miraban"; se había preparado para eso & aceptó tal propuesta al firmar su contrato; era parte fundamental de su trabajo. Gracias al Hanabi descubrió esa llama en su interior, esa sensualidad & ese poderoso carácter interno; podría decirse, que de algún modo, estaba ya acostumbrada a ser admirada.—«¿Entonces qué es lo qué me pasa?» —cuestionó sus sentimientos. Ciertamente era la primera vez que se encontraba en una situación similar, pues si hacía memoria solo se había dedicado a trabajar durante toda su vida para Su Excelencia y ahora para la Princesa Serpiente. Había cosas que nunca pasaron por su mente, y la cuestión era que estaba todo actualmente tan rebuscado, tan artificioso que, no podia confiar en cualquier persona; menos desde el inicio de la contingencia dimensional.

Aunque dándole al hombre un punto a su favor, era verdad que la había salvado de estar en aprietos con aquel individuo—Me había olvidado de eso ...— así que por el hecho de recordar tal escena, así como su mirada y su bello rostro, se sonrojó. Llevó ambas manos a sostener sus mejillas y concluyó entonces que continuaría & pondría a prueba el dichoso interés de ese tal Trunks Brief—No tengo más remedio...

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Su orgullo NUNCA le haría admitir que el vestuario que portaba para esa noche, de algún modo, fue escogido pensando en su "puntual espectador". Él, que desde ahora, se convertiría en su fan número uno. El saber que el hombre azúl estaría presente le causó mariposas en el estómago acompañado con ciertas pizcas de excitación; aunque JAMÁS lo admitiría.

Trunks estaba ahí, reluciente con su típico atuendo & antifaz a la expectativa de su pronta presencia. Y ella, al haber recibido el llamado acostumbrado, se dirigió al escenario a pasos de tacón alto. Esta vez tenía preparado un número para el cual portaba un traje caracterizado a la época del «CanCán», aquel baile que simbolizó a través de los años el primer panorama de liberación sexual & emancipación de la mujer al momento de ser ellas quienes podían tomar la iniciativa de seducir. Por lo que un apretado corset disminuyó su cintura e hizo que sobresalieran aún más sus pechos blancos. La falda larga no importaba, puesto que a ciertos momentos se levantaría y mostraría sus pantimedias ajustadas al liguero de su muslo.

Fue así, que el Hanabi entró en acción con una coqueta como divertida actuación por parte de la Pétalo de Arena. Él la apreció, sonrió incluso a cierto ratos al verla tan esplendorosa, tan magnífica & brillante; por lo que previamente tenía el primer detalle para la bella mujer. Cuando Mai regresó con el corazón palpitante a su camerino y con el éxtasis del momento que ardía en su interior, se percató de un hermoso ramo de rosas rojas sobre su tocador, éstas sostenían un pequeño sobre. Así que un poco nerviosa pero ansiosa, lo tomó & leyó: «Cada noche haces que mi corazón & mi mirada sean únicamente exclusivos a ti. Te veré en tu siguiente actuación, Pétalo de Arena» Mai simplemente sonrió a discreción—Pero qué cretino...—expresó a media voz, sin embargo con ciertos signos de alegría abrazó el ramillete acercándolo a su nariz para percibir su rico aroma.

Y Trunks, como ya lo esperaba Violet, volvió a decir:—Es hora de irnos, Goten.

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Los hechos comenzaron a ser más constantes como anhelados. Pues Trunks trabajaba ansioso de que llegara el fin de semana para visitar el Hanabi. Mai, entretanto, sin dar su brazo a torcer, hacía sus quehaceres en compañía de las demás pétalos, una de ellas dirigía el orden: «Vamos chicas, hay que darnos prisa» era importante terminar para después practicar el montaje de su siguiente número que, al menos la azabache, pensaría en algo que le gustara a él, mientras él en su oficina, firmaba contratos pensando en ella.

—¿Podría revisar estos documentos, Presidente Brief?

—Claro, déjalos sobre mi escritorio, Rita.

Por lo que otra noche en el Hanabi llegó. Y con ésta la alegría de todos sus visitantes para ser sorprendidos por la bellezas que rondaban en él. Fue así, que acordaron hacer bailes y decoraciones referentes al Amor Fantasma o como mundialmente se le conoce: El Fantasma de la Ópera. Tal sugerencia cobró efecto debido a que tomaron en cuenta sucesos cotidianos paranormales que pasaban en las calles de la Capital; observar a seres de otras dimensiones ya no era cosa del "otro mundo" por lo que acordaron que sería un buen tema para ese fin de semana.

Así que el efecto de atracción regresó. Pues de nueva cuenta el joven de la mirada azúl, estaba ahí a la expectativa de cualquier movimiento de su parte. Por lo que a pasos lentos fue acercándose a la mujer que gozaba de un estilo más gótico. Un traje pequeño de piel vestía su hermoso & albino cuerpo, unas botas largas & altas decoraban sus piernas; una capa a media espalda se movía mientras su rostro se cubría con la mitad de una máscara blanca.

Y bailó.

Bailó entre humo denso como un fantasma con aspecto erótico & teatral. Se entregó a la pieza clásica de la "Obertura" impactando a los presentes, cautivando a todas las miradas, & enamorándolo a él que no perdía detalle.

Al concluir gustosa corrió a su vestidor. Estaba ansiosa de descubrir otro detalle por parte del empresario. Fue así, que éste no la decepcionó, pues había otro ramillete de rosas pero esta vez blancas. Y el nuevo mensaje, decía: «Otra maravillosa noche, qué hermoso ha sido verte»; al terminar de leer ya no le dijo "cretino" ahora tuvo el gusto de al menos pronunciar su nombre—Trunks...— guardó silencio & se sonrojó frente al espejo.

Y el de antifaz, ya sin ser sorpresa para los adultos que le acompañaban, volvió a decir:—Es hora de irnos, Goten.

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El fantástico plan de Son Goten estaba cobrando frutos. Pues solo bastó de tres funciones para estar más que convencido que existía un claro interés, y no solamente por parte de Brief, sino al parecer también por parte de la mujer. Fue así, que Mai conservaba el último recado que decía «¿Me puedes dar la oportunidad de salir contigo, hermoso pétalo de Arena?»; y justo al terminar su acto, le concedería ese capricho. Pues Violet fue la vocera de su respuesta, por lo que le comentó al Brief—Al terminar con su participación ...te verá en el callejón—al fin tendría, al menos, un acercamiento decente, un apretón de mano acompañado de una mejor presentación. Y así, enmendar todo malentendido.

—Será un placer para mí.

—Y seguro para ella también lo será.

Violet conocía a Mai como a la palma de su mano, pese a que ella no le contó nada al respecto, sabía perfectamente que estaba ilusionada; esa noche sería testigo del primer diálogo formal entre ellos.

Así, como en cada función, Mai apareció en el escenario con el atuendo de una hermosa geisha. Y dió inicio al tradicional baile del «Nihon Buyo» que era conocido por ser una ejecución refinada, con movimientos corporales lentos y contenidos al ritmo de las flautas japonesas & tambores taiko.

Una lluvia de pétalos decoró su participación, dejando maravillado al hombre. Pero, para su mala suerte, los celos comenzaron a ser eminentes, especialmente por una compañera de Mai que se había percatado de tal coqueteo por parte de ambos. Por lo que ésta le dijo a otras de las chicas—Como si Mai fuera la única mujer que sube al escenario del Hanabi. Vean & aprendan cómo en verdad se atrapa la atención de un hombre.

Aquella mujer de cabellos cortos y kimono, se acercó con decisión al Brief. El empresario ni por enterado estaba de su presencia puesto que apreciaba a la mujer que era de su interés. E incluso, deseaba tanto que su número concluyera pues al fin hablarían a solas. Sin embargo, lo interrumpieron con un ligero roce al hombro que lo hizo voltear.

—¿Se le ofrece algo...?—preguntó, aunque se sintió extrañado; realmente no esperaba el acercamiento de esa fémina.

Ella sonrió; acercó su rostro a él, & le dijo:—Su presencia en el Hanabi nos engalana, Señor Brief—después del comentario, le besó sin previo aviso.

La que montaba el escenario se impactó. Sintió una cubeta de agua fría que la empapó por completo: se congeló debido a la escena y no supo de sí. Trunks se zafó de inmediato & cuestionó irritado—¿Pero qué haces?—frunció el entrecejo. Pero la mujer ya había cumplido con su objetivo; a veces ciertos individuos disfrutan el hecho de solo hacer daño. Entonces, Trunks regresó la mirada a Mai, y al culminar las melodías, la Pétalo de Arena huyó del panorama.

—No, no, no...—negó con la cabeza a ritmo de sus palabras—¡Por favor no te vayas!

Goten & Violet apreciaron el peculiar suceso—¿Pero qué fue lo que pasó...?—preguntó el menor atónito.

—Esa maldita mujer...—la violeta se estaba enfureciendo; —apretó los puños, mostró sus dientes, y dijo:—¡Me las pagará!—y se fue en busca de esa traidora, no era justo que a su amiga le echara a perder el momento.

—¡Violet espera!—Goten fue detrás de ella para evitar que hiciera una locura.

Trunks, entretanto, quería colarse al área de los camerinos pero se lo impedían los guardias de seguridad.

—Este acceso está restringido, señor.

—L-Lo sé, yo lo entiendo, ¡pero de verdad necesito poder entrar!. Tengo algo que aclarar con la señorita Mai, ¡por favor!—estaba desesperado.

—Lo siento—dijo el robusto hombre—Recuerde que el Hanabi protege a sus mujeres, es imposible que entre.

—Pero... si tan solo me dejara explicarle.

—Le he dicho que NO, señor—le recalcó firme, mientras su corazón sentía entristecerse y se preguntó infinidad de veces el cómo pudo haber ocurrido algo así justo antes de estar con ella.

»Maldición...

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El paso de una semana fue irremediable. Y más, porque no se pudo solucionar absolutamente nada sobre lo que había sucedido esa noche. Pues en ese momento, Mai había salido corriendo a su vestidor y se lamentó frente al espejo« ¡Lo sabía, solo me estaba tomando el pelo! ¡no debí confiar nunca!»; lo maldijo, pues ciertamente se había ilusionado por lo que ahora se sentía herida. Violet, entretanto, trató de calmar las aguas al explicarle a Mai que la acción había sido maliciosa por parte de la chica, que incluso Trunks ni la conocía, pero la Pétalo de Arena ya no quiso tomar el tema, y le recalcó:

—Lo único que sé Violet es que no deseo volver a verlo nunca más. Ojalá no vuelva a poner un pie en el Hanabi.

El azúl por su parte continuó con sus labores en la Corporación Cápsula, y pese a estar enamorado de la mujer, no quería ser un dolor de cabeza para ella. Por lo que sin importar qué tanto le aconsejara Goten, él ya había desistido.

—Pero Trunks, aún podemos buscar la manera de aclarar las cosas; Violet podría ayudarnos.

—Creo que es mejor dejar las cosas así; ya olvídalo por favor.

Sin embargo, en lo que algunos se mantenían afligidos, la reina del Hanabi había sido solicitada en su despacho particular.

—Princesa Serpiente...Princesa Serpiente...—tocaron a su alcoba una de sus cuatro súbditas de confianza; la mujer recibió irritada—Nina, les he dicho que no me gusta que interrumpan mi siesta de la tarde—expresó de mal humor.

—Lo sabemos, Su Alteza.—la joven hizo una reverencia en pos de disculpas—Pero hay alguien que la busca en su despacho, dice que es urgente hablar con usted.

—¿Y se puede saber quién es?

—Es el Señor Zuhnama, Princesa.

—¿El Señor Zuhnama has dicho...? Es aquella criatura del planeta Calvo, ¿no es así?—llevó su mano a la barbilla y adoptó una pose pensativa.

—Así es.

—Qué raro, me pregunto qué quiere ese gordo. En fin, díganle que en un momento iré. En tanto, dile a Lili, Keely & Mimo que lo vayan atendiendo; seguro esa «cosa» tiene un apetito voraz.

—Entendido, Su Alteza.

Al alistar su atuendo la mujer reptil se dirigió a su oficina, saludó cordial como de costumbre—Señor Zuhnama, ¿de nuevo usted por aquí?.—la pregunta vino un tanto irónica, pues ciertamente el Señor Zuhnama siempre estaba en el Hanabi. E incluso, había ganado record de estar más de tres meses seguidos sin interrumpir como el cliente que había tenido las mayores aportaciones económicas al centro—¿Gusta un tabaco?—mostró modales la mujer.

—Princesa Serpiente, usted siempre tan hermosa & sofisticada. No por algo se dice que usted ganó un certamen de belleza en el Otro Mundo—dijo el extraterrestre con aquella voz gruesa que le caracterizaba.

—Basta, basta ...—se vió modesta— o hará que me sonroje. Pero dígame, ¿a qué se debe su visita?—se dirigió a él.

—Además de saludarla, he venido a informarle que mi tiempo aquí en La tierra ha aspirado.

—¿Có-Cómo? ¿Quiere decir que volverá al Planeta Calvo?

—Así es, pero ...—al moverse sus largos bigotes escuálidos y poner un semblante libidinoso, le dijo:—No quiero regresar a mi planeta sin haberme casado con una hermosa chica; no deseo decepcionar a mi familia, usted sabe, cosas de honor.

—Claro, comprendo.

—Por lo que he venido a que me conceda el permiso de contraer nupcias con una de sus chicas.

—¡¿Eh...?!—llevó sus manos a la cintura— Pero si el planeta entero está lleno de mujeres, ¿por qué tiene que ser una de mis Pétalos de Arena?.

—Es que es MUY hermosa. Además ...

—¿Ajá...?—esperaba la fémina una buena explicación.

—Piense en su beneficio.

—¿Qué quiere decir con eso, Señor Zuhnama...?

—Si usted accede...le daré por ella una fuerte cantidad de riquezas. Y el destino de la chica será beneficiado al convertirse en mi reina; será dueña de planetas & gozará de vivir dentro de una familia real, ¿no cree que es mejor eso que permanecer por siempre aquí?

—Bueno pues...—el interés le ganó—¿Trata de decirme que usted me dará una fuerte cantidad de dinero por otorgar el permiso y que además esa chica no sufrirá?

—Así es, le doy mi palabra—dijo, el Calvoiano.

—Pues...en ese entonces...—dentro de su interés trató de comprender que era cierto que la chica elegida disfrutaría de una vida digna. Y que en efecto, a la larga sería mejor opción que permanecer eternamente en el Hanabi. Por lo que pensó que no era tan mala idea que una de sus Pétalos de Arena, fuera pedida en matrimonio—Pero dígame, Señor Zuhnama: ¿de qué chica se trata?— éste le mostró una fotografía & la princesa con cierto impacto le nombró—¡ES MAI!

—Sí, es ella—confirmó emocionado—¡Es muy hermosa!.

—Pe-Pero...

—¿Acaso hay algún impedimento, Princesa Serpiente?

—Pues ..."habría" si ella estuviese casada con alguien más.

—¿Cómo dice...?

—Lo que quiero decir, es que si existe un documento certificado como oficial de un matrimonio anterior, y claro, que el supuesto esposo demuestre tener un gran poder adquisitivo, e incluso uno más alto que el suyo; esto no podría efectuarse.

—¿Pero Mai es soltera, no?—preguntó con una faz de haber recibido tremenda puñalada en su corazoncito.

—Bueno, eso se supone. Sin embargo, apartir de la contingencia dimensional y debido a la nueva población extraterrestre que habita en la Tierra; el Rey Furry agregó un artículo a la constitución de la Capital del Oeste, ésta menciona que se debe de respetar al menos tres días de "edictos" por ambas partes; usted sabe, son chicas que recogí de la calle, realmente no sé mucho de su pasado, por lo que si Mai, no es reclamada y ni usted tampoco por alguien de su planeta natal, podríamos acceder con éxito a los trámites & a la ceremonia, ¿qué le parece? —le extendió la mano para cerrar el trato. A verlo un poco dudoso, le dijo:—Ande, ánimo, ¿qué son solo tres días de espera?

—E-Está bien—estrecharon sus manos—De cualquier forma estaré en la Tierra un par de días más, ¿qué más da esperar los edictos, verdad?

—Eso es, confíe; esa es la actitud. Ya verá que dentro de poco estaremos gritando "¡Viva los novios!"

Entonces, mientras unos sufrían de desilución & otros cerraban un trato...hubo otros, que sin el afán de haber querido escuchar tal sucio convenio, sintieron un gran terror & repulsión.

—No...no puede ser...—se lamentó Ranfán & huyó de escena para informarle a Violet lo antes posible.

CONTINUARÁ...

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