Pétalos de Arena
por
Kuraudea
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Capítulo 9
Amarillo Azúl.
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«Nuestros ritmos biológicos son la sinfonía del cosmos, música profundamente arraigada dentro de nosotros a la que bailamos, incluso cuando no podemos nombrar la melodía—Deepak Chopra».
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La simplicidad del ligero roce de sus labios sirvió para descubrir ese mágico universo que se aguardaba en sus miradas; ambos azules en su respectivas tonalidades, pero hermosos & embriagantes que seducían a la vez; tan exóticos & finos como diamantes en bruto. Ella le sostuvo la mirada sin el característico miedo que la paralizaba, mismo, que no le permitía demostrar sus sentimientos con más naturalidad, haciendo de ella una mula terca & arisca. Entonces, en esa postura demostrativa, con el humo misterioso que desaparecía de entre sus piernas, fue que al separar sus bordes, que el sello de la garantía genuina quedó en ellos plasmado con el buen sabor al anhelo con pizcas de amor y chocolate. Pero ante todo, del sí "entrometido" que brilló durante las lecciones de baloncesto, haciendo del joven, de algún modo, que se saliera con la suya.
Entonces, reaccionaron; volvieron en sí:
—Re-Regresemos a casa, cariño, ya es tarde.
—S-Sí.
Ambos estaban un poco sonrojados aunque bastante sorprendidos por su propia acción; aún así, el joven le recordó:—No vayas a olvidar al gato, Mai.
—Es cierto—fue hacía él & lo sostuvo en sus brazos.
—Y también tus rollos de estambre.
—Sí.
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Esa noche durmieron como dos ángeles sobre una nube. El ambiente era por de más armonioso, era su nicho privado de sábanas blancas, como si fuese el suave turrón de un exquisito pastel amenizado por el ronroneo arrullador del gato negro & lo dulce de su compañía. Sin embargo, fue el sonido del despertador que provocó que los bellos orbes de color añil se fueran abriendo entre lentos parpadeos; al escuchar el ruido mortal del despertador, estiró su brazo para alcanzar el aparato y silenciarlo de inmediato. Entonces, con un poco de conciencia y tras visualizar los números digitales de la minúscula pantalla que marcaban las 8:30 de la mañana, tomó postura histérica, y expresó:—¡ME QUEDÉ DORMIDA!.
Y sí, la tenebrosidad iluminada por estrellas plateadas & por el manto de luz lunar, fue tan plácida que ni siquiera se dió cuenta cuando el amanecer llegó. Y mucho menos del momento en el que Trunks se levantó para irse a trabajar. —¡Diablos, diablos...!—se quejaba en preocupación. Así que a levantarse de la cama y al colocarse con rapidez su bata rosa de seda, se fue directo a la cocina con la esperanza de encontrárselo, y así brindarle como mínimo, una taza de café americano, su favorito. Sin embargo, se frenó de golpe frente al elegante comedor de cedro, pues divisó en su centro una rosa junto a un pedazo de papel, lo cual parecía que era una nota. Ella se acercó lento, tomó el recado, y leyó:—«Discúlpame, no quise despertarte; te mirabas tan bella que preferí que descansaras; ahora, por favor, pon atención a mi instrucción: encontrarás sobre el sofá un catálogo en el cual muestra diversos tipos de vestidos de noche, escoge el que más te guste; mi secretaria te marcará en media hora y se encargará de hacer el pedido para que llegue a casa en tiempo & forma para el baile. Como dato extra... mi traje será de color blanco, trata de combinar».
Ella sonrió con cierto gusto:—Ese cretino, es todo un vanidoso...—pues no pudo evitar emocionarse porque iría a un baile de verdad, y usaría un vestido que solamente sería exclusivo a ella.
Fue así, que al pescar al gato, se lo acomodó en pose de baile convirtiéndolo en su chambelán de honor. Entonces los dos danzaron sobre el piso alfombrado mientras tarareaba una melodía improvisada que ni siquiera tenía sentido alguno—«la, la, la~»— Sin embargo, lo que ahora sí tenía sentido, era su notable alegría & entusiasmo; los cambios positivos se reflejan, pues el buen amor, sin lugar a dudas, se construye a partir de la comunicación honesta, de la libertad mutua, de la confianza & del respeto. El secreto que amenizó su convivencia, consistió simplemente en darle alas a la otra persona para que volara muy alto, pero habiendo creado razones suficientes para que siempre se desee volver a compartir ese camino que han labrado juntos.
En definitiva, nadie es inmune a los efectos del amor. El propio Trunks, como Mai, eran personas de carne y hueso, con sentimientos. Así que tarde o temprano, en mayor o menor medida, con más o menos frecuencia, absolutamente TODOS caen rendidos al poder del amor. Por esa razón, después de haber mareado al felino por tanta vuelta de vals, se fue directo a sentarse al sofá y echarle un ojo a todas las prendas del catálago; al brincarse la portada, ya venía diciendo maravillas—Este vestido es precioso, ¿no lo crees?—se dirigió al felino y éste le contestó: «Meoooooow» provocándole cierta risión que cubrió femenina con las palmas de sus manos.
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—Vaya, conque se aproxima el famoso baile de los empresarios—expresó el joven al leer la nota del diario «Capitalino Oeste»; mientras sostenía el papel informativo, su acompañante, preguntó:
—¿Y es tan fantástico como dicen?.
—La verdad es que nunca he asistido a uno, je, je. Aunque hay rumores de que es una experiencia única; va gente de todo tipo & origen.
El ayudar a escaparse para así poder continuar brindando alojamiento & convivencia provisional, se había vuelto una tradición para el dúo. Por lo que si se apremiara a la asistencia, Goten se llevaría la calcomanía de forma de estrellita en la frente por su gran labor, pues a la mujer de la Red Ribbon, desde el matrimonio de Trunks, nunca la dejó sola & se convirtió en un fuerte pilar para ella. Al fin su mundo tenía otras pizcas de colores fuera de lo que era el mundillo del Hanabi & su excentricidad.
—Qué romántico, ¿no lo crees?.—dijo la mujer quien sostenía un pequeño vaso de licor a la par de un cigarrillo.
Era muy de la violeta el disfrutar de vez en cuando del dulce néctar embriagador. Entretanto, Goten, era de un perfil más sano, sabía en qué momento beber, aunque por lo general era alguien que permanecía la mayor parte del tiempo sobrio; ese era parte de su hermoso encanto natural. Así que la mezcla entre ambos adultos se regía de una gran dualidad, pues Violet era tan turbia que, paradójicamente, contrastaba con el gran corazón que poseía. Goten, por lo contrario, era un ser transparente, formado de nobleza e innata simpatía. Pero algo había en común en ambos, y eso era su gran valor. El proteger a los seres que amaban, y a su modo, buscar justicia ante cualquier problemática.
—¿Eso crees, Violet?—se dirigió a ella al doblar el periódico.
—Claro que sí; además es seguro que Trunks asistirá en compañía de Mai—luego preguntó:—¿cuándo será?.
—Me parece que este próximo fin de semana.
—Qué maravilloso—con la mano libre sostuvo su barbilla; en sus labios se formó la ligereza de una simple sonrisa.
—¿Pero qué tiene de importante & de maravilloso un baile?.
—Lo tiene—sostuvo su palabra— Tal vez no para ustedes los hombres, pero para nosotras las damiselas, nos trae mucha ilusión esmerarnos en nuestro arreglo personal; queremos lucir radiantes con un hermoso vestido y que nuestro acompañante nos haga sentir importantes. Por supuesto también debe de contribuir en que la noche se convierta en algo especial.
—Comprendo...—observó a la mujer sumergida en sus pensamientos; su faz reflejaba cierta dicha. Por lo que el joven azabache al notarlo, cuestionó:—¿Y esa expresión?.
—¿Eh...?¿Pero de qué diablos hablas, Son Goten...?.
—No me engañas, sé que en algo piensas.
—Qué terquedad, ya te dije que no es nada.
—Espera un momento—adoptó una pose pensativa analizando el preámbulo & todos sus elementos.
—Pe-Pero qué te pasa ...
—¡Oh, ya lo tengo¡—al sacar conclusiones, le dijo a la mujer:—Seguro también deseas ir a ese baile, ¿no es así?.
—Bah, tonterías—se sonrojó ligeramente & se cruzó de brazos—¿Además cómo iríamos si no tenemos una invitación & tampoco eres un empresario?.
—Bueno, eso es verdad. Aunque... sácame de una duda, ¿el techo es cristalino? ¿O por lo menos hay alguna terraza o balcón?.
—Pues...será en el gran centro de convenciones Satán—guardó silencio mientras en su memoria analizaba la estructura de dicho lugar—Creo que ambas—contestó—aunque no estoy exactamente segura, ya que hace muchos años que no veo ese lugar; así que pudo haber cambiado.
—Con eso es suficiente.
—No logró entender, ¿qué significa todo lo que estás diciendo?.
—Lo único que te puedo decir, querida, es que el viernes que pase "al pie de tu ventana~"—entonó esa última expresión como un charro—trata de lucir radiante porque nosotros también iremos a ese baile.
—¡¿Có-Cómo dices...?!. ¡Es una locura, qué pretendes hacer!.
—Tu solo confía en mí, je, je.
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La noche del viernes llegó. El gran centro de convenciones Satán estaba a reventar. Su amplia escalera vestía elegante pues tenía adherida una alfombra roja y su estructura con cierto diseño griego, la hacía lucir imponente, era como la entrada al mismísimo palacio de Zeus; guardias de seguridad escoltaban la entrada & le daban acceso a seres exóticos provenientes de distintos planetas como a los citadinos. Aunque seguramente algún ser de naturaleza infernal se iba a escabullir al evento, pues ese tipo de criaturas A-DO-RA-BAN fielmente las fiestas desenfrenadas & el alcohol. Entretanto, los medios de comunicación estaban presentes como arpías para sacar la mejor fotografía & nota, reporteros del Ztvnews transmitían en vivo con micrófono en mano «¡Buenas noches, queridos televidentes...!», mientras dos luces potentes de exterior atravesaban los cielos moviéndose en sincronía de un lado al otro hasta que ellas mismas formaban una equis/x indicando la señal. Y así, finalmente, se escuchaba el peculiar saludo de todos los organizadores al recibir a sus invitados: «¡Bienvenidos al baile anual de los empresarios!».
Fue así, que la pareja número dos, aquella conformada por los que no tenían ni la menor idea de cómo iban a entrar, habían llegado muy puntuales a la locación. Bien se dice que "los últimos serán los primeros" entonces, tras haber dejado la motocicleta en una área verde frondosa de árboles y con dispersas bancas de herrería situadas en puntos estratégicos, fue que uno de los faroles alimentado por el Sol durante el día, iluminó con luz blanca a la mujer de cabellos cortos. Sus largos aretes plateados combinaban perfectos siendo ella portadora de un vestido verde esmeralda de hechura entallada mostrando así un escote mientras sus tirantes por el exceso de tela se colgaban dejando al descubierto sus hombros; la abertura de su pierna derecha le daba un enfoque sexy a sus perniles como a lo alto de sus zapatillas. Entretanto, su acompañante tan fresco & varonil lucía un traje de gala negro, mismo, que pronto se dirigió a la mujer:
—Bien, hemos llegado.
—¿Seguro qué es una buena idea?.
Sin contestar «sí o no» a la interrogante de la violeta, solo dijo:—Qué importa, ya estamos aquí.
—¡Ah, lo sabía!—le reprochó—No sabes ni por dónde entrar, ¿verdad?.
—Creo visualizar un balcón de aquel lado—indicó con la mirada—Pero tendríamos que esperar un momento aquí para que no nos vean. Por cierto, ¿ya te diste cuenta que el cielo está repleto de estrellas?.
La exmilitar sin decir nada al respecto se acercó al muchacho, luego palmeó un par de veces su pecho y tras recargar su frente en esa área escondiendo así su rostro, se escuchó que yacía tremenda risa desde su interior, misma, que al mostrarse ante el joven Son, se convirtió en tremenda carcajada.
—¿Pe-Pero qué te ocurre, Violet?.
Entre risas decía:—¿Cómo es posible que haya sido tan ingenua?.
—¿Por qué dices eso?.—Goten tenía una faz confundida.
—¡Es verdad!—señaló desafiante con el brazo—¡Allá hay un balcón...!—continuaba riendo.
—Sí, sí lo hay...je,je...
—Pero Son Goten, ese balcón... ¡está como a cien metros de altura!—al cesar la risa, cuestionó—¡¿Cómo pretendes llegar hasta ahí?!. Es como si quisieras tocar una estrella, ¡es imposible!—luego refunfuñó al cruzarse de brazos—Menuda broma siendo que aún falta para el día de los inocentes.
—Es que sí hay una forma de cómo llegar, te lo garantizo.
—No digas ridiculeces—llevó sus manos a la cintura mientras uno de sus pies daba de golpecitos contra el suelo— a no ser de que le hables a los bomberos & que ellos con su escalera te ayuden a subir.—esbozó una risa.
—¿Recuerdas que me comentaste que uno de tus sueños es estar cerca de las estrellas?.
—Sí, pero...¿qué tiene que ver eso ahorita?.
El Son se acercó a la mujer, y tras haberla tomado sin permiso de su cintura provocando en ella rubores en su rostro, cuestionó inmediatamente—¿Pe-Pero qué haces?.
El hijo de Gokú al ignorar la interrogante, solo indicó:—Sujétate fuerte, ¡aquí vamos!.
—¿Eh...?.
Así que tras flexionar ligeramente las piernas, Goten se impulsó & ascendió a una velocidad impresionante a los cielos nocturnos, como si fuese un gran cohete espacial. La mujer, entretanto, gritaba histérica «¡¿QUÉ HACES?! ¡¿QUÉ HACES?!», así que durante el trayecto & por su propia seguridad fue que se aferró como un chimpancé rodeando el torso del joven híbrido con sus piernas & brazos sin parar de gritar «¡AAAHH!».
Al llegar al punto exacto del cielo estrellado, el Son frenó, se mantuvo estático—Hemos llegado—indicó.
La mujer quien había escondido su rostro en el pecho del muchacho & sin haber dejado por nada en el mundo esa pose primitiva, parecía sollozar, cosa que él notó:—¿Pe-Pero por qué lloras? ¿Qué acaso esto no era tu sueño? Mira, abre los ojos, hay miles de estrellas por aquí.
La violeta elevó la mirada conmovida, o más bien con miedo. Entonces, con voz fuerte le reclamó—¡¿QUÉ DIABLOS ERES?!.
—¿Que qué soy...?.
— ¡¿Eres un demonio ?! ¡¿o acaso un extraterrestre?!.
—Emmm..no, solo soy un simple terrícola.
—¡¿Un simple terrícola?! Oh, no, no, ¡YO SOY UNA SIMPLE TERRÍCOLA!—aflojó un poco sus brazos, pero por el vértigo de caer se sujetó de nueva cuenta a él.
—Es algo que en algún momento te explicaré. Pero por ahora, anda, voltea hacia allá.
—¿Eh...?—al mover el cuello de forma robótica, & tras visualizar el punto indicado, la fémina se sorprendió ante el panorama.—Esto es ...
—¿No es maravilloso, Violet?.
La de melena esbozó debido a lo impresionante del paisaje. Se trataba del cielo, de la noche & sus nubes relucientes de brillo, de escarcha plateada. Era un conjunto de sueños & magia; una bella aurora boreal. No era nada parecido a los paisajes que apreciaba en tiempos de la Red Ribbon al pilotar una de sus naves, pues Goten había ascendido mucho más de las posibilidades de una nave ordinaria.
—Es...Es precioso...
Estaban rodeados de nubes; la violeta se dió el lujo de tratar de tocarlas aunque se esfumaran de entre sus dedos. Alcanzó una estrella, así que con el simple roce & con el joven siendo su soporte, con el sueño de antaño cumplido & ahora compartidos, sintió el amor.
—¿Volvemos al baile?—preguntó el muchacho interfiriendo en su sentir.
—Sí, pero...solo quiero estar un momento más aquí.
—Entonces que así sea.
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Al paso de un par de minutos, la pareja descendió a tierra; nuevamente se encontraban en el mismo jardín donde aguardaba la motocicleta. Al sentarse en una de las bancas, la violeta agradeció:
—Oye...gracias; fue un lindo gesto de tu parte—agachó la mirada apenada.
—Ni lo menciones, sé lo especial que era para ti el cielo.
—Sí...
Fue entonces, que a espaldas de la banca, había un arbusto que comenzó a sacudirse ligeramente. Por lo que entre la hierba salieron unas pequeñas manitas queriendo alcanzar la billetera del Son.
El futuro robo era protagonizado por una especie denominada "Martinicos"; eran unos duendes de aspecto muy sombrío. En la mayoría de escritos o grabados antiguos se representaban como seres pequeños & oscuros, en muchas ocasiones con vestimenta de fraile y con una capucha que ocultaba sus rostros monstruosos. Sin embargo, también hay localizaciones en las que se le representa con un rostro amable e infantil, como si de un niño se tratase. Algunas leyendas hablan de que el ser fue desterrado a los bosques por un tenebroso demonio y cuando cumplió su condena, escapó a la ciudad en el momento que se rompieron las grietas divisorias entre el cielo e infierno, con la intención de así poder acercarse a la gente, menguando su sentimiento de soledad.
Cuando el Martinico alcanzó la billetera del azabache & éste sintió el roce del jalón, se levantó inmediatamente para ahúyentarlos como si se trataran de un perro maleducado, evitando así ser una de sus víctimas.
—¡Uch, uch~ ¡largo de aquí malditos duendes! ¡largo, largo!.
—¿Pe-Pero qué fue eso...?—preguntó su compañera asombrada.
—Son martinicos, es una especie de duendes que les encanta robar; son una verdadera molestia.
—Ya veo...
Fue entonces, que al volver al objetivo de la noche, el Son tomó la mano de Violet & al apretarla, le dijo—Bien, llegó el momento de buscar cómo entrar.
—De acuerdo.
—Tomemos este camino.
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—¿Entonces será el vestido modelo MM123 en talla mediana junto con el juego de accesorios dorados, Señorita Mai?—preguntó la asistente del Brief desde el otro lado de la línea.
—Asi es, Rita.
—Bien, entendido. Me aseguraré que su ajuar llegue en tiempo & forma a su domicilio.
—Gr-Gracias.
—Para servirle, Señorita Mai.
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No supo si en realidad había escogido el vestido indicado para la ocasión, pero tenía ganas de un color llamativo, por lo que el amarillo había sido el color elegido. Mientras terminaba de maquillarse frente al espejo del tocador, había decidido llevar el cabello recogido en una coleta, y al lado de su flequillo recto dos mechones colgaban. El peinado fue con la intención de que se apreciara el escote pronunciado de su espalda, mientras que por la parte de enfrente su hechura era tipo «halter» sujetándose asi de su cuello; la abertura en su pierna le daba el toque de sensualidad requerido. Sus labios fueron rojos, y las sombras de sus párpados verde oscuro resaltando por completo su delineador y el rímel de sus pestañas. El ajuar de accesorios fueron en tonos dorados: un par de aretes largos & un brazalete gozosos de tener piedras incrustadas.
Entonces, al rociarse perfume, finalizó—Estoy lista—ella iba a verse con Trunks en la entrada principal del departamento. Más no negaría que los nervios le invadían de momento, pues en realidad quería lucir linda para el joven & disfrutar al máximo de la noche. Así que antes de ir al punto acordado, volvió a rectificar todo detalle.
Por otro lado, en una de las habitaciones, el Brief terminaba de apretar el nudo de su corbata frente al espejo del lavabo; el gatito negro subió a dicho lugar maullando «meow, meow», por lo que le preguntó—¿Qué sucede, amigo? ¿no quieres que sujete mi corbata?.
El de traje blanco había peinado ligeramente sus lacios hacia atrás, aunque siempre caía un que otro mechón en su frente. Se colocó un hermoso reloj, seguido del saco, & finalmente se rocío una exquisita fragancia dando así por finalizado su arreglo—Bien, es hora de irnos.
Se dirigió a la entrada principal & entre pasos trataba de abrochar los botones de sus muñecas, Mai lo visualizó a lo lejos mientras se aproximaba al lugar; lucía apuesto, elegante, e incluso podía percibir el embriagante aroma de su colonia a distancia. Sin haber hecho mucho ruido con los tacones gracias al alfombrado, Trunks no se había dado cuenta que Mai estaba frente a él; al haber cumplido el cometido de cerrar los botones, elevó la mirada y la observó quedando sin habla. No iba a mentir, se miraba exquisitamente hermosa, tanto, que hasta se sintió cautivado, anonadado & maravillado; entonces a la brevedad de algunos segundos su voz volvió a él.
—Mai...amm...yo...—y al controlar sus nervios, respiró hondo y lo dijo:—Estás bellísima—"pues la que se viste de amarillo... en su belleza confía", así que la mujer agachó su rostro apenada & contestó al cumplido:
—Gr-Gracias...tu también luces muy bien.
—¿Entonces nos vamos?—le ofreció su mano, la cual ella tomó & apretó sin miedo.
—Sí.
—Bien, andando.
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Entraron al hermoso salón; Mai estaba maravillada por tanta elegancia. El muchacho ofreció su brazo para acompañarla en su andar mientras caminaban por un largo pasillo previo, decorado por amplios pilares forrados de mármol; en las paredes había cuadros con personajes & paisajes franceses.
—Esto es maravilloso...—expresó la mujer.
—Lo sé.
Cuando llegaron a la puerta principal del salón, les dió la bienvenida el encargado de tomar lista a los invitados; era un hombre de traje negro & lentes.
—Presidente Brief, es un gusto tenerlo aquí.
—Muchas gracias.
—Veo también que esta vez no viene solo—tal comentario había incomodado un poco a Mai, pues nació en ella la duda de quién sería tal acompañante—¿Quién es esta linda damisela?.
—Ella es ...—se frenó de seco al no estar seguro qué contestar, así que respiró hondo y afirmó—Ella es mi esposa.
La de amarillo sintió un cosquilleo en su interior; había sido lindo que la presentara como tal. Así que de forma inmediata el individuo se presentó:—Es un gusto, Madame.
—E-El gusto es todo mío.
—Bien, pues sean ustedes bienvenidos a nuestro baile anual.
—Gracias.—respondió el azúl.
—Adelante.
Y así fue, que se les abrió acceso a un mundo mágico.
A pasos sincronizados pudieron observar en el escenario una gran orquestas sonora conformada de peculiares seres espaciales; el sonido de las trompetas, saxofones, contagiaban con el particular sonido de la pieza charleston. Luces, bailarines, mesas repletas de bocadillos, bebidas sinfín, era de lo poco que ofrecía el baile, sumándole a ello una sección de apuestas.
—Es espectacular.
—Te doy toda la razón; este tipo de eventos a raíz de la grieta dimensional, debo de admitir que son bastante entretenidos—después indicó el muchacho—mira, allá hay dos asientos disponibles.
Tras dirigirse a los asientos, los presentes saludaron:—Buenas noches, Presidente Brief.
—Buenas noches a todos—los integrantes de la mesa pertenecían a la rama empresarial ya que éstos con sus negocios eran portadores a la economía; entre tanto uno de ellos dijo:
—Viene muy bien acompañado.
—Por supuesto. Esta belleza se llama Mai, y es mi esposa.
—Vaya, eso sí es sorpresa; en hora buena Presidente Brief. Además, se ve que es una mujer con bastante personalidad.
—En efecto, tiene muchas virtudes—Trunks se puso de pie para alcanzar una copa de champagne del mesero que iba de paso, después continuó—Mi hermosa Mai trabajaba en el Hanabi... así que ya se imaginarán que es toda una tigresa en la cama—complementó su comentario con el gruñido coqueto de un tigre «arrrrg», ocasionando un par de risas en los presentes.
La nombrada se puso colorada debido al comentario que no se esperaba venir. Sin embargo, el rostro de todos los viejos libidinosos, se sonrojaron de solo imaginar la peculiaridad en Mai que había mencionado el muchacho, pues una aura de corazones formados principalmente de lujuria & pensamientos pecaminosos, decoró la escena.
»Ooh~~
»¡Oh, vaya!~~
»¡Uy!~~—el murmullo entre ellos resaltaba.
Entretanto, Mai, en su defensa, solo se le ocurrió decir—¡LES JURO QUE ESO NO ES VERDAD!.—así que se levantó de inmediato y fue detrás del Brief quien había escapado de escena y justo se adentraba a la pista de baile. La de amarillo pescó su brazo y como era preciso le reclamó—¡¿Por qué dijiste semejante cosa?!.
Al esbozar una sonrisa previa al último trago de su bebida, le dijo—Lo siento, no pude evitarlo—rió—. Además me reclamas como si tú no me hubieras hecho bastante.
—Bueno, aún así...no es motivo, ¡al menos NO esta noche!.
Al haber pasado otro mesero se deshizo de la copa y así, de forma natural, ambos chicos adoptaron una posición de baile; la pareja se mecía lento de un lado a otro al ritmo de la bella melodía—¿Y quién fue esa mujer con la que asististe al baile anterior...?—preguntó de momento; tenía la inquietud.
—¿Acaso son celos?.
—No precisamente, no te lo tomes así, es solo curiosidad.
—Oh, ya veo...bueno pues... se trataba de mi hermana Bra—contestó a su duda
—Ya veo, ¿amoríos?—continuó interrogando.
—Algunos, no lo negaré. Pero nada que valga la pena recordar; más cuando ahora eres tú la que está a mi lado.
—Espero lo digas en serio.
—Soy sincero, lo juro, ¿por qué habría de mentir?.—se protagonizó un silencio en ambos que se rompió al nombrarle:
—Oye, Trunks...
—Dime...
Antes de hablar se ruborizó un poco & agachó la mirada, con esa faz, le dijo:—Admito que al principio fue difícil para mí, pero ...me gusta estar a tu lado.
—¿D-De verdad?—estaba un poco sorprendido el azúl.
—Sí...—asintió lento—...cada día he notado más tu respeto hacia mi...tu aceptación a mis manías, a mis pasiones, pero principalmente el no querer intentar cambiarme, lo hace especial.
—Pues me da gusto saber eso; lo mismo pienso de ti—le lanzó un guiño—Además, creo que ya descubrí un poco de tu forma de ser. Me parece increíble lo tenaz que puedes ser en el escenario y a la vez tan tímida.
—La gente asume que al dedicarme a bailar es porque me gusta hacerlo en todo momento o en cualquier lugar; eso no es así. El arte, la pasión, queda fuera de lo ordinario. Es como si tú quisieras estar hablando de la Corporación todo el día pese a ser bueno en tu labor.
—Entiendo, es comprensible.
En eso, una dulce melodía interpretada por el gran cantante Frank Sinatra & conocida por muchas generaciones, inició. En esa pieza el cantante expresa su amor por una mujer, diciendo que no puede dejar de mirarla porque es demasiado buena para ser verdad y que tocarla sería como llegar al mismísimo cielo; un amor con belleza atemporal, describiendo así a la persona amada como algo increíblemente maravilloso, tanto, que pareciese irreal.
Fue así que Trunks, enfocado en la hermosa luz de sus ojos añil & envuelto de esa magia, sintió que en verdad la amaba. Y aunque ella no le había dado ni demostrado un poco de sus sentimientos, sería paciente & esperaría.
Entregados entonces a esa aria, a su letra, a su encanto, la de amarillo daba de giros y regresaba a sus brazos mientras se sonreían, para después juntos dar de vueltas al ritmo de la música luciendo perfectos. Mientras Mai presumía su vestido, el efecto sonoro resaltó en ellos con el gran & evidente amor que sentían el uno por el otro, de esa manera, fue que llegó el climax de la pieza que continuó haciendo de su noche muy especial.
»I love you baby and if it's quite all right,
I need you baby to warm your lonely night,
I love you baby trust in me when I say,
Oh pretty baby don't bring me down I pray,
Oh pretty baby come on and find you stay,
And let me love you baby let me love you...
La otra pareja infiltrada fue testigo de su auténtico gozo tras observarlos desde el balcón, justo detrás de un ventanal.
—Te juro que nunca había visto a Mai tan feliz—expresó un poco conmovida la exmilitar.
En eso, sin querer quedarse atrás, el Son le dijo—¿Quieres bailar?—le extendió la mano en ofrecimiento.
—De-Desde luego...—y la violeta la tomó.
Fue así, que unos bailaron bajo la luz de Luna con el fresco aire natural & con la hermosa experiencia de haber cumplido un sueño de niñez al tocar las estrellas. Los otros, en cambio, con los efectos de las luces de color neón, del sonido & sus bellas palabras, descubrieron & aceptaron que su matrimonio más que ser una falacia, era algo que los había bendecido.
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El baile terminó exitoso. La cena había estado exquisita y la convivencia con los demás empresarios había sido muy grata como divertida. Los esposos salieron tomados de la mano en busca de su vehículo para partir a casa. Al bajar las pronunciadas escaleras y al fijarse al ras de la banqueta, se percataron que había pegado una llovizna, muestra de ello eran los charcos que había por doquier. Entonces, con ese escenario, el azúl dijo:
—Fue una noche maravillosa, en verdad no hubo nada que lo echara a perder.
—Tienes razón...
Pero justo en ese momento, pasó un auto a gran velocidad por uno de los charcos, y provocó entonces una ola que bañó a ambos jóvenes manchándose de aguas residuales y un poco de lodo.
Al parecer cosa del demonio, y tras un silencio incómodo, Trunks solo mencionó—Olvida mejor lo que te dije...—sin embargo, una risa se formó en ambos por lo sucedido, pues siempre pasaba «algo» al tratarse de ellos—Anda, vayamos a casa.
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Al llegar al departamento, el lugar indicado para asearse había sido el baño. En el obvio punto de reunión fue que Mai se sentó por un momento al ras de la tina mientras Trunks buscaba sobre el gabinete del lavabo toallas limpias. Entonces, con una de las telas en mano, se acercó a Mai y de rodillas intentó limpiar su mejilla.
—Ese maldito...—se quejó frente a ella sin detener la acción.
—Lo sé, mi vestido quedó hecho trizas...pero al menos la pasamos bien, ¿no?.—Mai continuó limpiando su rostro mientras el muchacho se quitaba el saco.
—Míralo...—se refería a la prenda & esbozó a pesar—Mañana dejaré ambas piezas en la tintorería.
—Me parece bien.
—Bueno, ahora dejaré que te duches.
Bajo la misma posición ambos se observaron por algunos segundos; Mai lo hizo con cierta seriedad. El joven azúl tenía lodo hasta en el cabello, mismo, que ya se había endurecido. Al tocarlo, y sentirlo tan áspero les provocó una risa. Fue así, que al esfumarse la risión, comprendió lo mucho que lo amaba.
—Jamás en la vida había vivido una noche tan hermosa; gracias.
—No agradezcas, es lo que un esposo hace por su mujer.
Seguro que cualquier pareja de «esposos» sumergidos en el éxtasis de lo vivido, & tras haber brillado a la vista de todos en ese baile, sería normal que, a solas, en su nicho privado, existiera el anhelo oculto & prohibido de demostrarse cuánto se amaban al roce de pieles. Entretanto, ellos, no estaban seguros de expresarlo o no, o solo ignorarlo como de costumbre. Pero esta vez Mai, al ser conciente de todo ello, principalmente de su gran negación a la intimidad, fue que volteó un poco su cuerpo & descubrió su cuello al hacerse la coleta hacia un lado, mostrándose así, el broche principal de su vestido; era una pequeña señal.
El muchacho se acercó, al entender la indirecta desabrochó esa parte de la prenda haciendo que Mai sostuviera sus pechos limitándose a liberarlos; Trunks simplemente por propio impulso besó uno de sus hombros—Listo—indicó en abstinencia.
La de amarillo regresó cara a él, y al elevar una de sus zapatillas, el Brief comprendió la tarea a seguir, así que desabrochó el par con delicadeza colocándolos con cuidado a un lado.
—Listo, cariño, ¿qué más puedo hacer por ti?.
Y así, con la interrogante al aire, los pechos de Mai se descubrieron dejando cautivado al hombre. Con sus delicadas manos, jaló al azúl del cuello de su propia camisa para que se acercara a ella. Por lo que ambos labios se atraparon desprendiendo pasión, misma, que poco a poco a conforme a su conciencia se fue fermentando. Entonces él, sin soltarse de sus labios se tomó la libertad de tocar sus pechos, de ahí su mano resbaló por su cintura y finalizó por su pierna. La bella mujer, entretanto, se aferraba a sus lacios endurecidos por el lodo; era evidente lo que ambos deseaban, qué más daba que fuera en la ducha o en el propio piso del baño; ahora sí querían demostrarse verdadero amor. Trunks, entre besos, se dió de un momento para desabrocharse la camisa, al paso de unos segundos su pecho se vió expuesto...y la pasión continuó. Sin embargo, fue por una llamada al teléfono fijo del departamento, que interrumpió el acto brevemente, aunque costaba trabajo frenar.
Así que al formarse una sonrisa en ambos labios, dijeron a la vez—"Ve a contestar".
—¿Estás segura...?. Podría revisar después quién es & regresar la llamada más tarde.—besó su frente.
—Sí, es mejor que vayas—contestó jadeante—no vaya ser alguna emergencia o algo; aquí te esperaré.
—Entonces, vuelvo en un momento—se dieron un minúsculo beso & el Brief partió.
Mai entonces decidió llenar la tina. Y mientras le echaba algunas esencias aromáticas al agua, tarareaba la canción del baile «I love you baby and if it's quite all right»; preparaba felizmente el entorno en cuál estaría con su esposo, entretanto, el azúl por su parte contestó sin haber recibido alguna respuesta.
—¿Diga?—sin embargo, insistió—¿Hay alguien ahí? ¿hola?.
La fémina al acariciar el agua & al seguir soñando en el momento, comprendió que no existían más dudas: SE AMABAN, Y MUCHO. Y se lo demostrarían empapados de la dulce esencia de lavanda & menta. Con la ilusión de la entrega, manteniendo el sabor de sus labios en los suyos, fue que, para su sorpresa, en el mismo elemento apareció un holograma del rostro de la Princesa Serpiente alertándola sobremanera «¡¿Eh...?!», se puso de pie un tanto nerviosa —¿Qu-Qué fue eso...?— se cuestionó dudosa de lo que había visto, pero una risa se escuchó & corroboró la realidad con ecos en compañía de una densa bruma asfixiante que la hizo toser «¡Cof, cof!». Al llegar al lavabo, fue en el espejo que nuevamente observó el rostro de la sierpa, a lo que con terror negaba—No...eso no...—estaba anonadada, impactada.
Sin embargo, el instinto híbrido de Trunks le avisó de una presencia extraña; tuvo un mal presentimiento. Motivo a ello, frunció la mirada & tras escuchar el aturdido ruido de los cristales del espejo que se hicieron añicos junto al grito de auxilio de su amada «¡Trunks ayúdame!»; le nombró alterado:—¡MAI!—y botando el teléfono se fue corriendo inmediatamente al baño.
Al llegar no pudo abrir la puerta pues parecía estar bajo cierta influencia mágica—¡Mai, Mai!—continuaba dando golpes pues en su desesperación supo de quién se trataba, le gritó a la serpiente:—¡No permitiré que te la lleves! ¡no lo harás! ¡ella es mi esposa!.—pero cuando finalmente accedió, la mujer de su vida había desaparecido.
No había rastro de nada. Solo estaba el espejo hecho trizas, la bañera del agua vacía & el denso humo que poco a poco se desvanecía a sus ojos.
—No...esto no puede ser...—sujetó con ambas manos su cabeza para soportar la locura—Mai...
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CONTINUARÁ.
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Nota del final:
¡Pero qué capítulo! ¡Y qué final! ¡Y qué complicado todo! X'D
De ensueño todas las escenas del baile & sus previos, así que espero que lo hayan disfrutado tanto como yo lo hice; a los que por voluntad & corazón se mantienen acompañándome en cada actualización del fanfic, MUCHAS GRACIAS.
Realmente estoy sorprendida porque la historia rebasó las 900 lecturas & eso me hace realmente muy feliz, tanto, que no lo puedo creer aún, qué hermoso se siente estar acompañado por ustedes, muchas gracias. De paso agradezco también a los que colocaron a favoritos, a los rws por parte de Cereza de pastel, Lya, Velmon, Trumai Love, REI III NGE, Fernanda Villalba, a mí querida Nancy que ya anda por aquí, y claro, a mis lectores silenciosos, ("¡Hola muchachos!" XD). También agradezco el espacio que me brindan las comunidades del Trumai que gentilmente comparten mis actualizaciones como cualquier otra cosa de mi contenido, chicas, gracias por su apoyo, y a los que dan like a esas publicaciones, millones de gracias.
Sin mucho qué decir, me despido con un clásico de mi parte: ¡Nos leemos pronto!.
Cariños siempre:
Kuraudea~
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