Este fanfic es del género Romance, Amistad, Drama, Superhéroes y Fantasía.
Los personajes pertenecen a Toei Animation, yo solo creé una historia con estos puesto que me gusta mucho la serie de las Chicas Súperpoderosas Z.
He obviado los honoríficos en esta historia para facilitar la lectura.
Ya dicho esto, disfruten del fic :3.
Transformación
"...en teoría debería ser muy intuitivo." Ikki se repetía eso cada vez con mayor frecuencia, ya había pasado una semana y todavía no podía hacer que el cinturón funcionara, por otro lado Tatsuya lo había logrado el primer día y ya para el cuatro había descubierto que sus armas eran dos pequeñas espadas de juguete que cortaban de verdad y podían tirar ráfagas de viento cortante, por algo su frase de activación era Sharp Butch.
Por su lado había pensado en cada cosa que pudiese ser un arma y había mencionado cada una de sus características pero no había logrado nada más que terminar agotado de tanto repetir esos vistosos movimientos.
- Ikki, ¿Qué sucede? Te ves terrible -dijo Momoko llegando junto a él y poniéndose a su altura para verlo directo a los ojos.
- Hola, no es nada -mintió y recordando que debía volver a casa para practicar en el patio sintió que otra vez lo inundaba una profunda impotencia.
- Sé que estás mintiendo -dijo sin rodeos su amiga-, a lo largo de esta semana he visto como han decaído tus energías, hasta escuche por parte de Michi que estás faltando a tu trabajo por algo relacionado a tu casa.
Brick no se acordaba de muchas cosas de que habían ocurrido esa semana por lo que asumió que debió haberle contado una mentira a medias a Michi.
- No te preocupes, no es algo de tu incumbencia -dijo levantándose del asiento y tomando sus cosas.
- Sí es de mi incumbencia -replicó Momoko de manera desafiante, a Ikki se le paró el corazón.
- No, no lo es -replicó tratando de salir apresuradamente, pero Momoko lo agarro de la muñeca y lo obligó a detenerse.
- ¡Sí lo es! -aseveró ella.
Ikki trató de zafarme.
- ¡No lo es mujer desquiciada! -menos mal nadie estaba en el salón, eso fue bastante feo.
Momoko lo obligó a girarse para vela, ella tenía los ojos con lágrimas pero su mirada rebosaba de determinación.
- ¡Sí lo es idiota!, deja que te ayude.
Ikki sintió que una parte de si cedía.
- No me vas a creer si te lo digo -dijo él.
Momoko se limpió las lágrimas de los ojos y lo miró desafiante.
- Ponme a prueba -lo desafió.
Ambos en silencio volvieron al puesto del chico y quedaron sentados uno frente al otro.
- Mira… -ahora venía el momento de mentir- el otro día conocí a un científico loco que me dio un cinturón y un anillo, él dijo que si decía las palabras correctas ambos objetos reaccionarían y me convertiría en un superhéroe.
Dentro de todo no mintió tanto y a Momoko la historia se le hizo raramente conocida.
- Entiendo, entonces has estado tratando de activar el poder del cinturón y el anillo sin éxito durante toda esta semana -dijo ella.
Ikki no se creía que ella se hubiese tragado la historia pero parecía que hablaba en serio.
- Exacto, y no importa cuánto trate no logro hacer nada, otros dos chicos recibieron un cinturón similar y desbloquearon el poder por lo que sé que es real, solo que por algún motivo no me resulta -explicó el chico.
Ahora era el turno de Momoko de inventarse una historia.
- En algunos mangas de acción el protagonista tiene el mismo problema -dijo ella- ¿Sabes cómo lo soluciona? -el chico negó con la cabeza- Entonces ven conmigo que este no es el lugar correcto para que te diga la respuesta.
Momoko lo tomó de la mano y juntos caminaron fuera de la escuela hasta un terreno baldío que estaba cerca de la casa de la PPGZ rosa.
- Aquí nadie nos puede ver -dijo ella cerrando el hueco entre las tablas de la cerca con una tabla suelta-. Ikki, por favor siéntate aquí en el suelo, trata de estar cómodo -le dijo ella y él se sentó imitando a esos especialistas budistas, Momoko hizo lo mismo-, ahora cierra los ojos y concéntrate en tu propia energía.
Ikki cerró los ojos y aunque en un comienzo no sintió nada al poco tiempo logró ver una energía roja que emanaba del dentro de su abdomen, con esfuerzo logró hacer que abarcar todo su cuerpo.
- Bien, ahora siente el cinturón y el anillo que tienes en tu mano, analiza las energías que te llegan a través de su contacto -dijo ella e Ikki lo hizo, la energía era fría y vacía, parecía que algo le faltaba pero sintió miedo al tratar de mirar muy de cerca ese oscuro pozo sin fondo.
- Bien, ahora piensa en tu aura como una antorcha y sumérgete en ese pozo oscuro -Ikki sintió miedo, Momoko le puso una mano sobre su mano izquierda y por algún motivo sintió que su sencilla aura roja cobraba mayor luz, eso lo llenó de valor y se metió dentro del agujero.
- Bien, ahora deberías poder ver una forma de encender la luz dentro de esa caverna, busca algo que te permita dejar tu luz ahí adentro -lo guio la voz que había perdido su identidad dentro del trance de Ikki.
Ikki buscó en la oscuridad hasta que sus manos palparon la base de una antorcha, consciente de sus acciones prendió la antorcha con la luz de su aura pero parte de la habitación seguía oscura, fue por eso que se internó en las tinieblas y encontró otras dos antorchas más, las encendió, una a cada extremo de la habitación, y cuando estuvo encendida vio figuras triangulares en el techo del lugar y argollas desde distintas perspectivas, alguien susurró en su oído una palabra justo antes de que poco a poco fuera nuevamente consciente de lo que ocurría en el mundo terrenal.
Ikki miró al cielo y notó que estaba atardeciendo, de repente se acordó de Momoko y sobresaltado miró a su alrededor, sintió un gran alivio al verla sentada contra una de las panderetas aparentemente dormida.
El chico se acercó a ella dispuesto a despertarla cuando escuchó voces que se acercaban, asustado decidió no demorar ni un segundo más y sacudió a Momoko, esta de a poco abrió los ojos.
- Momoko, ya es muy tarde, parece que en este lugar se junta gente a hacer cosas malas en la noche -dijo él quien no había notado antes el olor a sangre seca y fluidos corporales de ese lugar (Momoko tiene los sentidos muy agudos, pero tiene que concentrarse para que estos se activen en su forma de civil, es por esto que no se percató de aquellos olores).
La chica rápidamente se incorporó cuando el tablón suelto de la reja salió volando y entraron un grupo de 7 hombre y 3 mujeres con apariencia de maleantes.
- Oh miren, parece que alguien cayó en una de nuestras trampas -dijo un chico que parecía el líder.
- No podemos desperdiciar esta oportunidad -dijo otro con la mitad del cabello rapado.
Una mujer se puso en la cabecera del grupo, tenía el cabello pintado de azul y negro.
- Chicos, por favor no sean muy malos con ellos… -luego fijó la vista el Ikki- y déjenos al peli-naranjo cuando terminen de apalearlo, los chicos desesperados prestan mejores servicios si ya saben de lo que hablo.
Momoko sin pensarlo mucho se puso delante de Ikki con los brazos extendidos.
- No le van a hacer daño en mi guardia -dijo la chica lo cual hizo que todos se rieran a carcajadas.
- ¿Tú? ¡Ja! -el líder se acercó y la miró directo a los ojos- Tú y cuantos más.
Momoko no lo dudó ni un segundo más y le dio una patada en la cara sin perder el equilibrio, este salió disparado contra una de las murallas, lo siguiente que vio Ikki fue que todos se tiraban contra Momoko, ella por algún motivo era capaz de esquivar los ataques y golpear de vuelta pero eran 10 contra uno, él sabía que tenía que hacer algo rápido, pero ¿Qué pasaría con sus empleados si esos tipos luego lo reconocían y tomaban venganza? Debía existir una manera de que no lo pudieran reconocer.
Una voz susurró en su oído las palabras que había escuchado en el trance, esto le dio una claridad a sus pensamientos que le permitió idear un plan, rápidamente salió corriendo a través de la apertura y unos tipos se dieron cuenta y lo persiguieron pero Ikki era más rápido y saltando la valla de una casa logró perderlos, ahí repitió las palabras que sus células rogaban que dijera en voz alta.
- ¡Master Brick! -dijo mientras hacía los movimientos de la transformación y lo siguiente que se acordó era una vagas escenas donde estaba combatiendo cuerpo a cuerpo, todo se movía en cámara lenta, todo es predecible, nunca cayó en una trampa, siempre devolvió los golpes con el doble de fuerza, al final se encontraba nuevamente en ese terreno baldío pero todos los que trataron de atacarlo a él y a Momoko se encontraban tendidos en el suelo inconscientes.
- ¡Guaaau! -es lo primero que reacciona a decir Momoko quien no tenía ni una herida-, no me esperaba menos de ti Ikki -dijo ella quien se sentía orgullosa de su amigo.
Ikki sintió que salía de esa burbuja que habían creado sus sentidos súper alertas y vio a Momoko, sin pensarlo mucho fue junto a ella y le dio un abrazo.
- Que bien que estás bien -dijo él y en ese momento se quedó dormido y se destransformo, Momoko lo retuvo contra su cuerpo un rato disfrutando de la sensación pero al percibir que Kaoru estaba por llegar lo dejó sentado contra una cerca y le hizo señas a su amiga.
- ¡Aquí! -gritó ella y Kaoru bajó del cielo mirando sorprendida al grupo de maleantes.
- Momoko no debiste excederte tanto, tú sabes que si los dejan ir puede correr la voz -dijo la chica un poco decepcionada.
Momoko divertida rio mientras trataba de ocultar su rubor.
- No fui yo, mira -dijo señalando a Ikki, la mirada de Kaoru se fijó en el cinturón con un transmisor rojo muy similar al de ellas.
- Pero ¿Cómo? No era que todavía no podía hacer eso -preguntó ella estupefacta.
- Parece que tú también lo sabías, -rio la chica- me transformo y te ayudo a cargar a los maleantes hasta la comisaría más cercana, luego llevamos a Ikki al laboratorio para que llame a sus hermanos y a Miyako, creo que ya es hora de nos cuenten todos los secretos que se han estado guardando.
Verdad
- …te digo que no es buena idea Momoko -la voz de Ryo llegó a los oídos de Ikki.
- No voy a aceptar un no como respuesta -contestó la chica, parecía que estaba siendo testaruda.
- Por favor Momoko, no puedes arriesgar a la ciudad de Tokio de esta manera -pidió Miyako.
- Ustedes no conocen a Ikki como yo lo conozco, esta es mi decisión -dijo Momoko alzando la voz, parecía muy molesta, esto hizo que Ikki volviera en si.
- ¿Qué sucede? -dijo él quien no alcanzó a sonar desafiante puesto que se sentía muy cansado.
Al ajustar la vista notó que estaba en una habitación desconocida acostado en una cama y frente a él se encontraban sus hermanos y sus novias mirándolo fijamente mientras que Momoko le daba la espalda, esta al notar que estaba despierto se giró para verlo claramente aliviada.
- Por fin te despertaste -dijo ella quien si no fuera porque seguía a la defensiva lo habría abrazado.
- Sí, parece que estaba dormido -coincidió él sentándose en la cama bien erguido-, ¿Me pueden explicar qué sucedió? Lo último que me acuerdo es estar peleando contra un grupo de personas.
Las parejas intercambiaron miradas de angustia.
- Te transformaste por primera vez y utilizaste mucha más energía de la que tu cuerpo estaba dispuesta a movilizar, eso hizo que colapsaras por el cansancio -le explicó su amiga.
- Ya… veo -dijo recordando lo raro que se sentía su cuerpo al moverse tan rápido y tener sus sentidos tan alertas.
- Bueno, Ikki, -la chica peli-naranja cambió su expresión a una de enojo y determinación- tengo el deber de contarte que tus hermanos y mis amigas nos han estado ocultando algo, -Momoko miró desafiante a los RRBZ azul y verde- Tatsuya, Ryo ¿Podrían explicarnos qué es lo que realmente sucedió?
Los chicos tragaron saliva, Momoko enojada era muy intimidante.
- Nos atraparon socio -dijo Tatsuya.
Ikki no entendió y Momoko levantó una ceja lo cual les hizo entender que no debían ser ambiguos.
- Miyako supo desde el primer día que nosotros somos los Rowdyruff Boys -explicó el chico de ojos verdes- y Kaoru también se enteró más adelante.
Ikki sintió que le subía la rabia, ¿Siempre lo habían sabido? Luego cayó en cuenta de las palabras de Momoko "podrían explicarnos", quería decir que ella no sabía ¿verdad?
- Y tú Momoko, ¿Cuándo te diste cuenta? -preguntó él tratando de no dejar ver sus emociones.
- Me di cuenta cuando llegaste a la escuela con ese cinturón -dijo la chica, luego pensó que debía agregar algo más-, aunque no fue inmediato, yo no sabía que les iban a dar transformaciones pero luego recordé todos esos momentos en que sentí que algo andaba mal y sumé dos más dos como se podría decir, jajaja.
Se rascó la cabeza un poco incómoda.
- ¿Mi cinturón? ¿Por qué mi cinturón? -preguntó él quien estaba completamente en blanco.
Momoko llevó las manos a su cintura.
- Por favor Momoko, piensa lo que estás haciendo -pidió Miyako con una ligera nota de desesperación.
- Sí, esto puede poner en riesgo a todo Tokio, no hagas estupideces -pidió Kaoru.
Momoko las miró desafiante.
- Yo confío en Ikki, que sea Brick no quiere decir que automáticamente sea una mala persona y me haya estado engañando todos estos años. -Luego miró a los hermanos de aludido, al verlos suavizó su expresión y su tono de voz- Ustedes confiaron nuestro secreto a Ryo y Tatsuya sin preguntarme, lo mínimo que pueden hacer en confiar en mí en este momento ¿Ya?
Las chicas no podían decir nada, era cierto que ellas confiaron ciegamente en sus contrapartes, era muy hipócrita de su parte decirle que no hiciera lo que estaba por hacer.
- Ikki, por favor pásame tu cinturón -pidió amablemente, él lo hizo, Momoko puso ambos cinturones uno al lado del otro, la mente de Ikki empezó a procesar lo que estaba viendo.
Ambos cinturones eran prácticamente idénticos, era como si se hubieran hecho con el mismo material siendo uno la versión para el género opuesto del otro. En la mente del chico llegó el recuerdo de Momoko peleando cuerpo a cuerpo contra los vándalos, ella parecía predecir los movimientos y no desperdiciaba energía en ningún golpe, era como si estuviera acostumbrada a pelear. Luego recordó los enunciados de distintas revistas "Otra vez las Powerpuff Girls salvan el día", "Blossom y Bubbles llega a detener un disturbio frente a la alcandía", "Blossom rompe su propio récord y evita que ocurran diez accidentes de tránsito en una hora" "Hoy se celebra el aniversario de la liberación de los rayos Z, va a haber un gran desfile encabezado por Blossom y sus amigas".
El chico de ojos rojos y cabello naranja apretó los puños, ¿Cómo no se había dado cuenta antes? ¡Momoko era Blossom!
- ¿Pueden salir de la habitación un momento? -pidió el chico.
Todos lo miraron sorprendidos menos Momoko quien previó que su amigo pediría tiempo a solar.
- Ya lo escucharon, vamos afuera -dijo la peli-naranja empujando a todos para que salieran de la habitación, cuando solo quedaba ella miró a su amigo que tenía los ojos brillantes, esto hizo que su determinación flanquea un poco pero luego pesó en lo que realmente él necesitaba-. Ikki, si necesitas algo ve a buscarme, yo me pasaré la noche en el laboratorio.
Dicho esto ella salió y el chico sintió nuevamente que había fallado, que sus hermanos siempre habían estado dos pasos delante de él y este no se había dado cuenta.
Momoko cerró la puerta tras de si y vio a sus amigos que parecían un poco cabizbajos, la chica trató de forzar una sonrisa.
- Tranquilos, Ikki es una buena persona, dudo mucho que use esta información contra nosotros -dijo ella.
- No podemos estar seguros -dijo Tatsuya hablando por todos-, él es muy… impredecible, me acuerdo perfectamente del primer día que nos dijo que no nos acompañaría a hacer destrozos, Boomer y yo quedamos tan sorprendidos que le preguntamos si se sentía bien y él contestó "estoy bien, todos necesitamos tiempo a solas".
- Sí, -Ryo continuó- cuando se repitió esta situación por quinta vez lo obligamos a explicarnos qué rayos le sucedía y él nos dio una paliza para terminar diciendo "lo que haga en mi vida no es de su incumbencia".
- Diría que después de ese día dejamos de buscar apoyo entre nosotros y tomamos caminos por separado -dijo Tatsuya recordando con una punzada de dolor sus malas decisiones.
- Nunca entendí por qué hizo eso -dijo Ryo recordando esas largas horas encerrado viendo televisión-, una parte de mi quiere saber la verdad, que nos explique por qué dejó de interactuar con nosotros -dijo el chico-. Pero lo que más me confundía eran esos momentos en que volvía a casa con un nuevo plan, con una nueva cosa mala que hacer y por un minuto sentía que aquello significaría que volveríamos a ser un equipo pero nunca fue así.
Tatsuya asintió con la cabeza dándole la razón, aunque su yo de ese tiempo creyera que no necesitaba a nadie para ser feliz siempre volvía a casa por si se encontraba con Brick listo para volver a los viejos tiempos.
- Eso no les da el derecho de pensar lo peor de su hermano -dijo Momoko quien no tenía el nivel de conocimiento necesario para empatizar genuinamente con los chicos.
Para Ryo y Tatsuya fue un golpe directo aquellas palabras por lo que Kaoru y Miyako intercambiaron una mirada determinada.
- Momoko, ya es suficiente -dijo Kaoru con tono amable.
- Sí, ya es muy tarde, en otro momento retomaremos la conversación, todos estamos muy cansados y nuestras familias deben estar preocupadas -dijo Miyako siendo la voz de la razón.
- Está bien -dijo Momoko tratando de relajar los músculos tensos-, tengan cuidado en el camino a casa.
Las PPGZ celeste y verde la miraron extrañada.
- ¿Tú no vienes? -preguntó Miyako.
- Creo que me hice algo en la muñeca, voy a quedarme para que me la revise un especialista mañana antes de la escuela -dio como excusa Momoko.
Miyako vaciló, sabía que esa no era la verdadera razón por la que su amiga quería pasar la noche en ese lugar, Kaoru quien comprendía un poco mejor a su amiga de ojos rosa le puso una mano sobre el hombro a Miyako y cuando esta la miró negó con la cabeza, luego la soltó y se dirigió a la salida.
- Que te vaya bien Momoko, recuerda pedir un certificado médico si te hiciste algo, mañana tenemos clases de gimnasia -se despidió la verde.
Miyako forzó una sonrisa y se despidió con la mano mientras seguía a Kaoru.
Cuando Momoko se quedó sola subió al segundo piso donde tenía su habitación, la había decorado con fotografías de superhéroes y unas pocas figuras de acción de los mismo personajes, también tenía un par de mercancías raras de las PPGZ que había pedido a sus amigas que firmaran, ella tomó la de Blossom y tirándose sobre la blanda cama la miró. Esa figura de acción era su favorita ya que tenía muy buen grado de detalle y había quedado muy linda su cara, fue por ese momento que escuchó que tocaban su puerta.
Al abrir la puerta se encontró con Ikki, estaba con el pijama blanco con pequeños triángulos rojos que le había prestado el profesor, dentro de todo no le quedaba tan grande por lo que ella cayó en cuenta que en algún momento se había pegado otro estirón.
- Pasa -dijo ella dejándolo pasar, él entró y miró asombrado las fotografías y las figuras de acción, luego notó que tenía una sobre su cama, se veía un poco desgastada comparada con el resto de las figuritas.
- ¿Puedo? -preguntó apuntando la cama, ella asintió por lo que se sentó sobre ella y luego miró hacia el frente como si estuviera perdido en sus pensamientos.
- ¿Escuchaste lo que dijeron tus hermanos? -preguntó ella sentándose a su lado.
- No creo que tuvieran la intención de que no los escuchara -admitió el chico con esa actitud soberbia.
Momoko sonrió un poco ya que al menos no estaba tan mal como creía.
- ¿Me quieres contar qué piensas sobre lo que dijeron? -preguntó ella.
Hubo un silencio como si el chico dudara si abrirse a su amiga pero luego cayó en cuenta que si estaba ahí era para hablar.
- Yo siempre tuve una rara sensación de que tenía que proteger a mi familia -empezó él-, que era mi deber hacer que ninguno sufriera de hambre o frío. Al comienzo era una pequeña idea que aparecía en mi cabeza y luego se esfumaba pero luego empezó a durar más, más y más tiempo hasta que ya no sabía qué hacer, yo robaba para conseguir comida pero esa sensación no desaparecía, es más, sentía una especie de culpa cada vez que lo hacía y eso me estaba volviendo loco -explicó el chico recordando los atracos que había cometido con sus hermanos.
- Por ese tiempo el profesor nos llamaba casi todas las semanas porque ustedes se habían metido en problemas -recordó Momoko-, pero de repente dejó de ser tan frecuente.
- Un día traté de pasarme de listo en el restaurante de Sakurako pero alguien me detuvo, ese fue Souichirou -en ese momento se acordó de cómo Souichirou lo encontró dentro de la bodega del restaurante-. Al comienzo yo pensé que me gritaría, que me diría "rata embustera" como todo el resto de las personas pero él en cambio me dio una propuesta: si yo hablaba un rato con él y le contaba mis motivaciones me daría todas las sobras del restaurante. Al comienzo dudé si ser sincero por lo que me inventé una historia pero poco a poco esa culpa hizo que empezara a decir la verdad hasta que le conté sobre todo lo que realmente me estaba motivando.
- Debe ser muy difícil ser un niño y tener que cargar con una carga tan pesada -dijo Souichirou muy asombrado.
- ¡No soy un niño! -exclamó Brick demostrando su punto.
- Está bien, está bien, no eres un niño -dijo el joven adulto de cabello castaño y ojos oliva-, bueno, y como adulto que eres dime ¿Piensas quedarte en el problema o piensas solucionarlo?
Brick quedó asombrado por la pregunta.
- ¿Solucionarlo? Debes tener algo malo en tu cabeza, ¡Yo soy un monstruo! Los monstruos no cambian, hacen que el mundo cambie para ellos -respondió orgulloso de ser un monstruo.
- Yo personalmente pienso que eres humano… -dijo para si mismo el joven adulto.
- ¡¿Qué dijiste?! -exclamó Brick quien escuchó perfectamente todo lo que dijo.
- ¡Nada señor monstruo! -se retractó Souichirou estirando la espalda, luego volvió a relajarse y miró al chico a los ojos- pero creo que estás viendo mal las cosas, el mundo actual está hecho para que todos tengamos la posibilidad de cambiar nuestra situación económica o social y así llegar con esfuerzo a completar nuestras metas, eso no lo vas a lograr haciendo las cosas como siempre lo has hecho, debes ser proactivo al cambio.
Brick estaba un poco fastidiado.
- Y tú, el gran sabio, lo sabe por experiencia propia -dijo el niño de ojos rojos.
- La verdad es que estoy hablando de algo que no he experimentado -admitió el joven adulto y Brick sintió que se iba hacia delante por la sorpresa-, pero en mi vecindario hay un señor muy mayor al que llamo abuelo por cariño que desde pequeño me ha hablado de su vida y cómo pasó de la pobreza a ser uno de los hombres más poderosos de Japón.
- ¿En qué vecindario vives? -preguntó Ikki llegando a la conclusión de que este hombre debía ser muy rico.
- No es lo que piensas -se apresuró a decir-, lo más probable es que nunca hayas oído hablar de él. -Luego recordó su infancia- Yo me crie en un vecindario como cualquier otro, vivía en un complejo de apartamentos de dos pisos muy antiguo, mis vecinos vivían en casa modestas o en edificios residenciales tan antiguos como el mío, en general se podría decir que era un vecindario atrapado en el tiempo donde la mayor parte de la población eran ancianos.
- ¿Por qué un hombre poderoso viviría en un lugar así? -preguntó el niño.
- Yo también se lo pregunté y él me respondió "después de salir de la pobreza viví acumulando dinero y riqueza, vi a las personas por cuánto producía y destrocé los sueños de muchas personas para llegar hasta la cima de la pirámide social pero luego miré hacia abajo y solo vi dolor y destrucción, fue entonces que me pregunté sobre mi valor como persona y me di cuenta de que no era mejor que los demás por lo que decidí vivir mi vida priorizando lo que realmente me hacía sentir lleno como persona y mis riquezas materiales fueron disminuyendo pero la riqueza espiritual que recibí a cambio fue lo más valioso para mí. Me compré una casa, formé una familia y conocí personas que serían muy importantes para mí, eso es suficiente" -terminó Souichirou.
- ¿Y eso es tu ideal de vida? -preguntó Brick- ¿Casarte, formar una familia, ser uno en un millón?
Souichirou quedó impactado con las palabras del chico.
- Tú tienes que buscar ser único, ser grande, ser lo que realmente quieras ser, -estaba inspirado en ese momento- ese anciano tal vez creyó que una vida feliz era lo que todo el mundo le decía que era la felicidad y para él funcionó pero para mí no es así, yo quiero dejar mi huella en la historia, ser recordado por mis hazañas y creo que tú también deberías pensar lo que realmente quieres hacer.
El joven adulto miró al niño con nuevos ojos, luego recordó el dilema que siempre había tenido con respecto a Sedusa, él amaba a Sakurako pero tampoco podía negar lo que sentía por su alter ego, una parte de él dijo en ese momento "él tiene razón, no puedo conformarme en esperar que las cosas sucedan, debo hacer algo".
En un impulso tomó ambas manos de Brick y las agitó muy emocionado.
- Tienes toda la razón, muchas gracias Brick, me abriste los ojos, voy a participar en las conversaciones para defender los derechos y deberes de los monstruos el nuevo proyecto de ley "Az". -El fuego brillaba en sus ojos- No voy a permitir que Sedusa sea marginada por los que creen que los monstruos no merecen ser ciudadanos.
- S-señor, p-por favor deje ir mi mano -pidió el chico.
Fue en ese momento que Souichirou se dio cuenta que seguía sujetándolo.
- D-disculpa -dijo él, luego miró al chico directamente a los ojos-. Creo que deberías escuchar las palabras que acabas de decir.
- ¿He? -Brick no entendía.
- A lo que me refiero es que si quieres ser alguien grande e importante, vivir tu vida como tú lo quieras. Debes empezar por definir qué es lo más importante para ti -explicó el joven.
Brick se quedó callado unos segundos pensando.
- Mis hermanos, -luego se acordó de Mojo- también el mono pero principalmente mis hermanos; también quiero que me vean como una persona importante los que no me conozcan pero solo porque es genial que el resto piense que eres genial.
- Bien, entonces no somos tan diferentes -y se puso a reír.
Momoko miró con nuevos ojos a Brick.
- Después de eso empecé a frecuentar más la tienda de Sakurako para buscar comida y hablar con Souichirou, después de un tiempo lo empecé a ver como una especie de hermano mayor y nuestra amistad se hizo más fuerte. Souichirou me preguntó sobre muchas cosas que debían estar en la ley Az y yo le preguntaba sobre las cosas necesarias para ser una persona importante en el mundo, al final me di cuenta que poner mi propio local comercial sería una buena forma de empezar y recluté a muchas personas que habían sufrido tanto o más que yo para dar vida a ese sueño.
- ¿Por qué no le dices a tus hermanos la verdad? -preguntó Momoko.
- Yo me puse una regla, no involucrar a mis hermanos -explicó-, no quiero que tengan que trabajar para mí, quiero que descubran las cosas que los hacen felices y creen dinero a partir de esto. -Luego puso las manos detrás de la cabeza sonriendo de oreja a oreja- Por lo que he visto en estos últimos meses ese plan funcionó, Butch, digo, Tatsuya entrenó karate durante seis meses y ganó su primera competencia hace una semana; Ryo piensa ir a Estados Unidos acomodé lugar; estoy orgulloso de ellos.
- ¿Y no te sientes triste de que ellos no sepan que todo este tiempo te estuviste esforzando para que pudieran tomar sus propias decisiones? -preguntó la chica sintiéndose un poco triste por él.
- Naaah, ellos tienen otras cosas en que pensar en este momento -respondió y pensó en silencio todas las cosas que sus hermanos habían logrado-, aunque… -Momoko lo miró interesada- me hubiera gustado que me contaran sobre todo esto de los superhéroes y superpoderes, -se puso en pose pensativa- es un poco desagradable esta sensación de que no quisieron involucrarte en algo hasta que la mentira era insostenible.
- Miren quien lo dice, jajaja -dijo para si misma la chica bastante decepcionada.
- ¡Oye! -exclamó él- Yo no los quiero involucrar porque creo que deben hacer las cosas por su cuenta, en cambio ellos no me dijeron nada porque pensaban, no sé… que tomaría venganza por algo que dejé ir hace como tres años.
Momoko lo miró completamente asombrada.
- Entonces ¿No piensas volver a ser un villano aún con el aumento de poder? -Ikki la miró enojado-, no es que yo pensara que usarías los poderes para el mal -se apresuró a agregar la chica- si lo hubiera creído posible nunca te habría enseñado a cómo acceder al "templo".
Ikki pensó en esa rara habitación triangular con techo abovedado, efectivamente podría parecer un templo.
- Gracias por el voto de fe -dijo bastante bajo, siendo sinceros, se le escapó.
- Hooo… ¿Dijiste algo Ikki? Por favor dilo más fuerte para que te escuche mejor -lo incitó la chica.
- ¡¡Que no dije nada!! -Ikki estaba muy avergonzado pero lo ocultó magistralmente.
La chica estiró la espalda y sus manos tocaron la figurita de Blossom, esta inconscientemente la tomó entre sus manos.
- Si no quieres usar tus poderes para el mal podrías ser esto -dijo ella y le pasó la figura de acción.
Ikki tomó la figura y notó que era de muy buena calidad, además, la expresión del rostro de Blossom era una que había visto a Momoko hacer cientos de veces por lo que se sintió muy feliz de haberla podido ver desde más cerca.
- Algunos te verán cómo alguien que no eres, una persona que no siente miedo, que lucha contra el mal por beneficio propio o que no tienes lo necesario para cumplir sus expectativas; pero hay un pequeño grupo de gente que realmente ve a través de todos esos prejuicios y encuentra dentro de los héroes a humanos comunes y corrientes que solo tratan de hacer lo mejor para esta ciudad.
El chico miró directamente a los ojos a Momoko, nunca se había cuestionado cuan diferente era el color de sus iris al propio, eso era solo una demostración más de que él era diferente a ella y por ende, tenía la posibilidad de elegir.
- Tendré que pensarlo -dio como respuesta-, en Tokio hay muchas personas que son importantes para mí pero no sé si me hace feliz pensar que si lo hago tendré que salvar tanto a gente buena como gente mala.
Momoko le dedicó una mirada de comprensión cargada de amor.
- Para mí tampoco fue fácil y estoy segura de que decidas lo que decidas yo estaré ahí para apoyarte -dijo ella quien genuinamente quería ayudar a Ikki, luego se le ocurrió una idea-, pero, para ayudarte a tomar la decisión –"y pasar más tiempo contigo" agregó una vocecita en su cabeza- te puedo enseñar a usar tus poderes, a fin de cuentas no deben ser muy diferentes a los míos -dijo ella.
- Sí, es bastante obvio ya que fui hecho con parte de tu ADN -dijo él riendo, pero al ver que ella no se reía giró la cabeza para mirarla y notó que ella tenía cara de espanto, de repente se sintió muy tonto por haber dado por sentado que ella sabía su origen.
- …que eres ¿Qué? -dijo ella tratando de reaccionar.
Y fue en ese momento que el chico entró en pánico.
- Sí, verás, hace como cuatro años Mojo entró al laboratorio y robó la sustancia Z, mientras se iba encontró tu popote usado y dijo "mira, esto tiene el ADN de Blossom, lo usaré para crear a un nuevo monstruo" y se lo llevó, luego metió el popote y otros dos objetos con el ADN de Bubbles y Buttercup, no preguntes cuales son porque el tuyo era el más delicado. Esos objetos se mezclaron con la sustancia y pelo de Mojo, tampoco preguntes la procedencia; y al final la máquina explotó porque no servía para nada y la sustancia Z hizo todo el trabajo y así nacimos nosotros -dijo Brick quien ya no sabía qué estaba diciendo.
Momoko pareció demorarse unos eternos treinta segundos en captar toda la lógica de los acontecimientos y cuando por fin lo logró sonrió ampliamente.
- ¡Haaaaa! Entonces no somos clones, por un segundo se me paró el corazón -dijo ella riéndose de su propia mente creativa-, es realmente un alivio, no me gustaría estar empezando a sentir cosas por mí misma.
Para Ikki esa última frase se sintió como si un camión lo atropellara.
- ¿A qué te refieres a que estás empezando a sentir cosas? -preguntó él quien no estaba preparado para recibir una confesión pero sentía curiosidad a la vez, por lo que se preparó para el golpe.
La chica se quedó pensativa unos segundos, "¡Al menos ponte nerviosa!" pensó el peli-naranjo.
- Me siento mucho más feliz que antes cuando te veo llegar -empezó ella y Ikki se sorprendió al no sentir dolor, es más, sentía que estaba de acuerdo con ella-, me hace mucha ilusión pasar tiempo contigo, mi corazón se siente cálido cuando logro sacarte de tu zona de confort y eres la persona con la que me siento más abierta a contarle cosas personales. Para mi ese es un cambio aunque no podría decir que sea amor de pareja.
El chico estaba con una cara de perplejidad tan grande que Momoko no pudo evitar copiarla.
- Mira así está tu cara en este momento -dijo ella y de repete se puso a reír, por algún motivo Ikki se puso completamente rojo y escondió la cara entre las manos, la chica se dio cuenta por lo que se puso a golpearlo suavemente con el codo- ¿Qué pasa Ikki? ¿Algo se te metió en el ojo?
Este molesto dejó las manos sobre sus muslos y la miró completamente rojo.
- ¡No es eso! Es solo… -otra vez sintió que lo invadía la vergüenza, Momoko fue comprensiva y decidió parar de molestarlo- es solo que yo me he dado cuenta de que me pasa lo mismo…
El corazón de Momoko empezó a latir rápidamente y sentía que el sondo retumbaba en sus oídos. Ambos chicos se quedaron en silencio unos momentos tratando de tranquilizarse.
- E-entonces te pido algo -dijo ella y lo miró a los ojos con determinación-, el que se dé cuenta primero que estos sentimientos se conviertan en amor le avisará al otro.
El chico la miró dudoso.
- Lo más probable es que este quiera obtener una respuesta pero si la otra persona no siente todavía lo mismo podría terminar todo en desastre -dijo él, como en ese momento no están enamorados pueden hablar todo de manera objetiva.
- Sí, pero una persona enamorada puede tardarse meses en tener el valor para confesarse y lo pasa muy mal en ese intertanto por lo que quiero que prometamos que no esperaremos que la situación sea insostenible para contarle al otro la verdad -dijo ella poniendo su mano al frente lista para sellar la promesa.
Ikki no lo quiso pensar mucho, él también era del tipo de personas que le gustaba hacer las cosas rápido, entonces estrechó la mano de su amiga.
- Está bien -dijo él.
La chica de ojos rosados sonrió a su amigo y este la imitó, luego dejaron ir sus manos y se quedaron en silencio, fue entonces cuando Momoko habló.
- Tengo una teoría loca -dijo ella-, ustedes como están conectados a nosotras al aumentar el apego emocional hacia su contraparte aumentan su tasa de crecimiento.
- Wow, no conocía tus dotes para la ciencia -dijo él pero en el fondo tenía sentido.
- Soy una caja de sorpresas -rió ella, luego miró el reloj de pared de su cuarto- ¡Es muy tarde! -ella rápidamente se levantó de la cama, luego tomó de un brazo a Ikki y lo hizo salir a rastras de su habitación-. Fue un gusto hablar contigo hasta tarde pero mañana hay escuela por lo que buenas noches.
Dicho esto cerró la puerta de su habitación y el chico quedó procesando lo que acababa de suceder, a los pocos segundos bajó su brazo que todavía lo tenía en forma de despedida y se fue a su habitación, ahí se metió en la cama y pensando "hoy fue un día muy loco" se quedó dormido.
