Capítulo 34: Muchas formas de amar, Draco odia la que le tocó a él.
El río milagrosamente no los mató, como si Poseidón estuviera ocupado en algo más y por eso aparte de estar empapados, llegar a la villa no fue difícil; todos lo hicieron en silencio. Cuando ofreció hablar con Theo y Anthony en el camino, no parecían escucharlo y Lavender solamente se quejaba de que el agua del río era pésima para su cabello. Draco aprecio a Lavender por su momento de usar magia de Hécate, la niña parecía orgullosa, pero algo preocupados cuando al volver a la mansión, Draco pidió hablar con Anthony y este simplemente dijo que quería estar solo.
Fue.
Decepcionante.
Pero lo alivió un poco.
Ambos ocupaban tiempo para pensar.
Al final le explicó a Theo lo mejor que pudo, tuvo una llamada Iris a Quirón, que parecía ocupado y sin contestar; justo cuando más lo ocupaba que lo hizo gruñir frustrado.
La duda de los panteones aún está presente, pero Theo había aceptado ir al campamento el próximo verano, probablemente era el peor verano para ir, no tienen muchas opciones. Tienen que descubrir este misterio y mientras sus padres parecen confundidos de regresar de su salida/cita entre ambos, los cuatro parecen intentar fingir que todo está bien.
Lucius parece sospechar que hay algo mal cuando esa noche la cena es tensa, Anthony no quiere verlos y todo es incómodo.
—Mira Draco lo que puedo hacer —había dicho Theo casi a media noche entrando a su cuarto, Draco se había sobresaltado aunque no durmió mucho.
Volteó a verlo.
Theo se acercó a la ventana, donde la luz de la luna entraba y como si fuera todo una extraña película muggle, la luz en las manos de Theo pareció obtener una forma casi física; que salió volando. Theo y Draco se arrojaron al suelo cuando esta atravesó una pared, hubo un grito femenino.
—¡Mi cabello! —chilló Lavender y Draco comenzó a sudar nervioso.
Estaban muertos.
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—¿Todo bien tesoro? —preguntó su madre en la mañana, pronto tendrían que volver a Londres y Anthony parecía bastante alejado de todos, lo cual hizo que Draco se culpara, pero en general no pudo obligar al chico a entender la realidad del mundo que vivían.
Había estado hablando en la noche con su propia madre por Red Flu.
—Sí, solo, complicado —musita sin saber si su madre realmente sabe que antes de la visita a Afrodita.
Ya saben.
La que no le contaron.
Anthony había sido su casi, no estaba seguro, pero el casi algo sin duda parecía ya fuera de la mesa.
Su madre que desde la salida con su padre había parecido de muy buen humor, solamente entrecerró el ceño antes de seguir caminando por el jardín. Lavender que ahora estaba sentada en una silla dándole una mala mirada a Theo, quien parecía encogerse en su lugar avergonzado de que su ¿familia? (Lavender era un legado cercano a Hécate y Theo probablemente uno cercano a Trivia) ahora tuviera el cabello corto sobre sus hombros.
Lavender estaba por asesinarlo.
Pero Narcisa había comentado un hechizo que podría ayudarle a crecer su cabello de nuevo y Lucius estaba consiguiendo un mago personal de Francia para que viniera ese día a hacerle el hechizo a Lavender.
—Padre parece cuidar a Lavender —admite Draco sorprendido, cuando esa tarde la chica volvía a tener su cabellera larga y daba vueltas emocionada por eso.
Parecía radiante mientras veía a Lucius como si fuera un héroe.
Para ella lo era al menos.
—Bueno son tus amigos cercanos y al igual que tú quieres verte genial con Nico todo el tiempo, tu padre quiere que lo veas igual de genial —habla Narcisa con voz suave viendo cariñosa a su esposo, lo que hace que Draco solamente sonría.
Theo esa noche hace quemar otra pared intentando controlar la luz de la luna y sus padres no parecen sorprendidos, lo cual le preocupa.
Maldita sea.
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—Hablé con mamá, me dijo que me enviaría todo lo que sabe sobre la sangre de mi padre, pero hasta ahora no hay mucho que ver; ella no sabe nada, como nada de lo que pudo haber pasado así que no le dije mucho. —Anthony habla finalmente en el expreso a Hogwarts luego de sus vacaciones.
Sus padres habían abrazado a Draco, le habían prometido golosinas de regreso, parecían preocupados porque Nico no había regresado en todo este tiempo; había hablado con Percy la noche anterior y además de comentar sobre que alguien se convirtió en una mazorca o elote.
No dijo mucho.
No quiso preguntar tampoco.
Percy había dicho sobre que viajó a una misión de último minuto con Nico y Thalia, la idea de que los hijos de los tres grandes fueran a una misión hizo que algo dentro de él ardiera en celos. No es que quisiera una misión suicida, pero el hecho de no ser contado como hijo de los tres grandes le había dolido, Percy lo dejó tranquilo cuando estaba claro que luego de asegurarse que todos estaban bien, no quiso hablar más.
Pensó en Thalia.
Su media hermana.
Que probablemente nunca lo sabría.
—Yo hablé con mi padre, no dijo mucho, pero cuando lo señalé por la identidad de mi «madre», bueno aparentemente la mujer que siempre pensé que era mi madre no lo era —habla Theo de forma seria y de brazos cruzados—. Si bien esa «mujer» murió cuando era muy pequeño, probablemente no lo era, si no que… bueno… ¿Trivia?
—Está del lado de Cronos. —Hay amargura en la voz de Lavender, lo que hace suspirar a Draco.
—¿Cronos? —Aunque no quiere hablar, se nota que Anthony tiene mucha curiosidad por el tema.
Theo no parece molesto cuando Draco comienza a contar brevemente su historia, mientras intenta darle sentido con el mundo de semidioses; puede que no signifique nada si Anthony pertenece al panteón egipcio. Ambos chicos parecen pálidos ante la idea de dioses y una posible guerra sobre sus cabezas, más que todo porque Theo tendría que ir este verano al campamento si quiere saber más sobre sus poderes; lo cual, aunque sonaba muy Gryffindors, su codicia propia por saberlo era Slytherins.
El chico amaba la mitología.
Quería verlo con sus propios ojos, aunque fuera peligroso.
Anthony por otro lado estuvo tenso y dijo que lo pensaría ante la idea de ir el verano, probablemente Quirón podría ayudarles, así que sería bueno que fuera.
No es que pudiera obligarlo.
Pero el chico amante de mitologías como Theo parecía curioso al menos.
Cuando llegan a la estación la historia está relativamente terminada, excepto porque ahora Lavender está contando las partes menos importantes.
—Draco estaba alzando el cielo con ambas manos con Percy, fue tan emocionante.
—¿Alzaste el cielo? ¿Tú?
—Gracias por la muestra de confianza, Theo.
Mientras que Lavender seguía contando cosas del campamento, sobre Draco y los otros chicos, las risas de Theo comenzaron a resonar en el pasillo cuando le confesaron que Draco tenía una forma animaga de hurón. No fue hasta que Anthony tomó su muñeca, mientras sus otros dos amigos seguían caminando, que se congeló en medio del pasillo vacío. Era demasiado temprano y aparte de Fitch recibiéndolos, nadie parecía despierto a esta hora; mira a Anthony nervioso.
Este se mantiene firme y luciendo un poco con el rostro en blanco.
Draco traga saliva, nervioso.
Tiene la extraña y muy rara necesidad de disculparse por algún motivo. Decirle que no fue su culpa, que lo que dijo Afrodita no tiene sentido, que es una vieja loca que solamente quiere joderlo como casi todo el olimpo; pero se queda en silencio.
Lo peor es ver el rostro de Anthony.
Como si su silencio significara algo.
—Me gustas Draco. —La confesión de Anthony no es la que esperaba, y si bien se habían besado anteriormente, esto se siente diferente; no tiene tiempo de hablar antes que Anthony continúe—. Pero una vez dijiste que deseabas ser visto por alguien como algo especial, creo que tienes razón, yo… lamento que algunas cosas no funcionaran, tal vez si hubiera intentado ser más público, pero no estaba listo y… no importa ahora. —Su sonrisa parece cansada, pero el rostro de Draco está pálido—. Yo también quiero alguien que me vea Draco y la verdad es que tú no me ves, no de la forma que yo quiero y tus ojos ya están viendo a otra persona; así que me apartaré. Todo esto fue bueno mientras duró, gracias por todo —dice Anthony con una sonrisa triste, antes de dar media vuelta e irse por otro camino.
Dejando a Draco solo en el pasillo, sintiéndose sinceramente como una basura.
El amor era estúpido.
Draco odia a Afrodita.
Camina a las mazmorras totalmente infeliz.
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—¿Tengo que matar a alguien? —pregunta Percy con el rostro serio. Draco luego de no poder dormir se ha terminado encerrando en el baño, porque no sabe a dónde ir o qué hacer.
Pensó en hablar con Sally, pero al final realmente extrañó ver a su amigo en vacaciones y ahora solamente se siente miserable. El verlo antes de este próximo verano, donde podría acabar el mundo lo había llenado de emoción, pero ahora que no tenía su ración diaria de su mejor amigo lo dejó bastante deprimido en el suelo dentro del baño.
Su primera interacción amorosa: un total fracaso.
¿Había esperado algo más?
—No, él no quería estar conmigo, no puedo obligarlo —admite Draco viendo al techo, mientras el espejo en el suelo a su lado muestra a un Percy que hace pucheros.
—Podría, tengo una espada, solo ocupo a Nico que me lleve ahí… aunque dudo que esté bien, su ego sigue herido sobre lo de convertirse en mazorca y lo del diente de león.
Draco solamente sonríe ligeramente, aunque su sonrisa sigue siendo triste y cansada de todo esta situación.
—Gracias Percy, sabes, realmente te extrañé estas vacaciones —dice con una sonrisa cansada, a lo cual el chico hace una expresión igual de cansada.
—¿Tal vez vacaciones de semana santa? —dice casi en tono suplicante y Draco espera que sí.
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Todos parecían comentar sobre el baile de navidad la mañana siguiente, aunque ya habían pasado varios días parece ser que es de lo que todos hablan. Milagrosamente su usual atención o perspectiva de celebridad por sus locuras y ser jodidamente apuesto, se vio opacada por su ausencia en el baile y mejores chismes que había por todos lados. Al tomar asiento pudo escuchar como Pansy declaraba emocionada sobre los rumores más candentes del colegio y había perdido la cuenta de que persona se había acostado con quien, en realidad se amargó por el chisme común y terminó sentado lo más alejado de todos en la mesa Slytherin.
Tomo un poco de té cargado con el rostro amargo.
—No puedo creerlo, todos en mi casa están hablando sobre besos y quien se folló a quién —gruñe Lavender tomando asiento frente a Draco, en la mesa Slytherin.
Ignorando que claramente eso no era normal, pero bueno, con los estudiantes de Beauxbatons o Durmstrang por ahí, realmente no destacaba demasiado por ello. La niña parecía casi ofendida con él, como si fuera su culpa que fuera una semidiosa y por eso no pudiera disfrutar de los chismes normales, en lugar de estar en recuperación por atacar a la diosa del amor.
Lo cual.
Fue jodidamente genial.
Draco estaba orgulloso de la fuerza de su amiga.
—Tengo preguntas. —Rápidamente se acercó Theo y Draco gimió con ambas manos en su rostro, porque Theo tenía muchas preguntas que en realidad no puede responder todas.
Y no se calla.
Es peor que Nico con la mitomagia.
Luego de diez o quince minutos de preguntas que Draco contesta con un: «No.» «Sí.» «¿A quién carajo le importa cómo nació Atenea?» «Percy Jackson es un dolor de culo, sí hijo de Poseidón, no, sigue siendo un idiota por eso», y terminar en una descripción de cómo es el inframundo ante la mirada atenta de Lavender también; hasta que un golpe hizo que todos voltearan a ver como Anthony Goldstein tomaba asiento frente a ellos al lado de Theo.
Sus ojos estaban rojos, hinchados y parecía no haber dormido, similar a las ojeras del propio Theo.
—Los odio a todos —gruñe Anthony tomando una pera y metiéndolo a la boca, los dos Slytherin y la leona se voltean a ver confundidos—. No pude estar sentado en mi mesa, nadie sabía nada, fue tan extraño, no comprendían nada es como… joder… arruinaron mi vida escolar —farfulla Anthony con tristeza, a lo que Lavender suelta una carcajada.
Probablemente sintiéndose identificada, cuando Draco volvió para su tercer año, la forma en cómo Lavender rápidamente se unió a él, porque ambos eran los únicos que entendían todo; bueno, la chica palmeaba el brazo de Anthony con diversión.
—Únete al club —dice Draco al mismo tiempo que Theo lo ve indignado diciendo—: Esto es lo mejor que me ha pasado en la vida. —Probablemente el único mestizo que parece realmente emocionado por la idea de ser un mestizo.
Aunque puede que sea porque aún no ha enfrentado ningún peligro de muerte. Va a llamarle idiota, cuando Pansy Parkinson toma asiento al lado de Anthony luciendo emocionada, con un brillo divertido y no tiene nada que ver con que se besó con uno de los chicos de Durmstrang en navidad como le había dicho hace algunos minutos.
Sus alertas se encendieron.
—¿Entonces, Goldstein, algo bueno que contar en tus vacaciones? —pregunta la chica divertida, como si supiera que estuvo con ellos.
A quién quiere engañar.
Probablemente ya lo sabe, no la parte de Afrodita, pero Pansy es buena para obtener cualquier otro chisme.
Silencio.
Draco voltea a ver a todos lados, notando que muchos Slytherin chismosos como siempre estaban viendo la conversación en este momento. Ni siquiera están intentando lucir disimulados, todos admiran como si fuera una telenovela mexicana o mejor aún, una novela colombiana donde está en peligro una compañía de ropa de moda.
Estúpido Armando Mendoza.
—Fueron un asco. —Y no lo dice por Francia, sino porque Afrodita bueno, ya saben.
Pansy lo ve incrédulo un momento, antes de afilar la mirada y verlo como si fuera su culpa, Draco mete un poco de tostada a su boca, porque en realidad aquí la víctima y quien fue rechazado antes de ser algo, fue él; muchas gracias por notarlo.
—Pensé que Draco te había llevado a Francia, ya sabes, el país del amor. —Ahora sin duda solo quiere aumentar los rumores o ser una perra.
No puede definirlo.
¿Ambas?
Sí, probablemente ambas.
Draco mira como Anthony parece congelado con la idea de comer su fruta, lo ve de reojo un momento como si meditara en algo, que hace a Draco tragar saliva cuando algo parecido a determinación corre por el rostro de Anthony antes de voltear a ver a Pansy con el mentón en alto. Iba a cometer una estupidez, había pasado demasiado tiempo cerca de Percy para reconocer el rostro de alguien que va hacer algo idiota y estaba frente a él.
—No estoy saliendo con Draco. —La forma en que lo dice es audible para toda la mesa y Draco se queda congelado—. Puede que me gusten los chicos y las chicas, pero tengo estándares; como por ejemplo que bese bien —añade con malicia volteando a verlo, mientras todo queda en silencio.
Draco abre la boca incrédulo.
La primera en reír, es su denominada «mejor amiga», Lavender se ríe tan fuerte que atrae la atención de todo el comedor, no todos escucharon la charla probablemente, pero al menos los Slytherin sí. Los sangre pura de todo el colegio, que comienzan a reírse de él, mientras algunos señalan o incluso Blaise hace sonidos de besos que provocan que el rostro de Draco se sonroje humillado.
Da la peor mirada que tiene a Anthony, pero este come con una sonrisa en su boca como si dijera: «es mi pago por que ames a otro chico y que Afrodita lo dijera antes que tú», que hace que se muerda el labio antes de arrojarle una tostada con mermelada en el rostro.
No lo esquiva.
Justicia divina.
No es que le importe tampoco si todos saben que es gay a estas alturas, una parte agradece realmente que lo sepan, así la próxima vez que alguien quiera besarlo le puede demostrar que besa bien y que Goldstein es un mentiroso.
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Draco no se está ocultando de Theo, pero literalmente lo dejó con Lavender mientras corría y la chica se quejaba de no querer responder preguntas; su excusa es que ocupaba hablar a solas con Quirón. Se había acercado al lago para tener una charla tranquila, pero aunque Quirón contestó, luciendo algo cansado por todo el caos que una próxima guerra podría representar, parecía bastante interesado cuando comentó sobre Theo. Había entrecerrado la mirada cuando comentó sobre la parte de: «Diosa romana», lo que provocó que dijera que tendría que hablar con Dionisio y que este verano debería llevar a Theo con ellos. No dijo mucho sobre Anthony, parecía un poco confundido también cuando comentó sobre Afrodita, pero la idea era llevarlo también este verano si aceptaba para ver qué pasaba.
No era el mejor momento, pero estarían más a salvo con ellos, porque en medio de una guerra podrían ser atacados por Luke.
Pasó un tiempo largo viendo el lago, con las piernas cruzadas y sin su túnica, pensativo al respecto.
Anthony unido a los egipcios.
Theo con los dioses romanos.
Lavender como un legado de Hécate.
¿Por qué ellos?
Y lo más interesante.
¿Por qué él?
No había posibilidades o pruebas, pero le parecía sospechoso que al final del día 3 personas claramente que no pertenecían totalmente al mundo de los magos, si no que tuvieran que ver con aspectos mitológicos, hubieran terminado cercanos a él. No era tan positivo para pensar en el poder del amor o alguna tontería así que diría Afrodita, pero el hecho de que terminaran siendo cercanos a él le hizo meditar sobre diferentes posibilidades en este mundo.
Como si hubieran sido atraídos por él de alguna forma.
Entrecerró los ojos mientras miraba el lago, pensando en que si habría alguna forma para describirlo también con Percy o Nico, quienes eran sus personas más cercanas y se preguntó si sus padres tendrían algo que ver de alguna forma. Otros como Annabeth o Will probablemente serían sus únicas relaciones que no parecían ser afectadas por algo externo, aun así, tenía también vínculos con ellos.
Puede que solo estuviera sobre pensando en esto.
O tal vez no.
La maldición de Patroclo había estado con él, si bien parecía haberse activado cuando conoció a Percy, los vínculos habían estado ahí. Hasta ahora no tenía ningún vínculo con nadie que no fuera parte del mundo mitológico, bueno, estaba Potter.
Gruñó mientras se agitaba la cabellera molesto.
Potter era algo que no quería pensar.
En lo que dijo Afrodita.
En sus sentimientos.
El amor era para idiotas, el amor que tuvo por Percy no funcionó para nada y rompió el corazón de Will al no regresarle los sentimientos. Claro hay cosas buenas, sus padres se aman a pesar de todo, cree que Annabeth y Percy podrían ser algo bonito, pero también es un peligro el amar. Draco ahora se encuentra muy pensativo al respecto y simplemente no quiere pensar en esto más.
El amor no era para él.
Listo.
Viviría su vida sin amor.
Se arroja sobre su espalda decidido a esto, cuando la sombra de alguien detrás de él lo hace encogerse de incredulidad dentro de su mente. Porque ahí está Potter y es casi como ver un fantasma, que claramente solo viene a torturarlo. Rápidamente se vuelve a sentar, ignorando si tiene hojas en su cabellera, pensando en que Afrodita de alguna manera está involucrada y sin duda es una hija de perra por hacerle esto a él.
Primero Zeus.
Ahora Afrodita.
¿Quién lo odia más?
—Pensé que te habías cansado de mendigar amistad Potter. —Tal vez suene grosero, pero quiere que se vaya, quiere estar solo.
Mal momento.
Mala persona.
Draco le da una mala mirada cuando Potter toma asiento a su lado, luciendo bastante serio viendo al lago. Medita más tiempo del que sería no cuestionado, qué pasaría si arroja al niño que vivió al lago y huye diciendo que se cayó por su cuenta; probablemente no llegaría muy lejos, aunque Severus probablemente abogaría por él en el mejor de los casos.
—Tengo problemas con la segunda prueba, no descifro el huevo —habla como si estuviera siendo obligado a decirlo.
Tal vez lo está.
Granger suele ser muy terca en eso.
—Entonces vienes a mi para ayudarte como en la primera prueba.
—…
—¿Qué?
—Quiero acercarme a ti, pero no te agrado —dice con cierto grado de rencor, que hace que Draco pestañee sorprendido antes de voltear a verlo. Potter le da una mirada ácida de reojo y eso le hace recordar que había sido Draco quien lo apartó la última vez.
Bueno, lo hizo, porque tiene sentimientos que no quiere reconocer y justo ahora debería seguir su idea original, que no había funcionado bien, pero había sido algo que tenía que hacer. Después de todo Potter había querido ir con Cho Chang al baile de navidad, eso significaba que quería a una niña, lo cual era igual que con Percy y no debería caer en cualquier broma o burla de Afrodita.
Ella dijo que eran un hilo rojo del destino o una mierda así.
Lo duda.
No hay posibilidad, sí, Draco solamente se está volviendo loco y todo esto es unilateral.
—Dijiste que no querías ser mi amigo.
—En primer año —responde, casi exasperado el chico Potter. Draco va a burlarse un poco más, pero se queda congelado al ver que las gafas del chico se han caído un poco, pero Potter no parece afectado.
Se las quita en un ágil movimiento y se las pone curioso, el chico hace un sonido ahogado, pero Draco solamente admira el mundo detrás de unas gafas.
Y se ve igual.
—No tienen aumento —admite sorprendido mientras voltea a ver a Potter, que por algún motivo se ha vuelto ligeramente rojo, aunque están aún con nieve a su alrededor.
Este le quita los lentes de forma grosera, Draco le lanza una mala mirada por eso. Pero no se los pone de inmediato, sino que los mantiene en sus manos, Draco puede o no puede que se perdiera un poco admirando el rostro del chico sin lentes o los ojos verdes de este que parece más brillantes sin esos cristales frente ellos.
Traga saliva.
Odia a Afrodita.
—No lo necesito, luego de transformarme escucho mejor, huelo mejor, la vista mejoró también; pero las gafas me recuerdan a papá —admite este levantando la mirada cansado—. Los sentidos están alerta todo el tiempo y puedo oler… cuando alguien está molesto conmigo o no me quiere cerca.
—Eso es desagradable —dice Draco con una arruga en el rostro, con su nariz al torcerse un poco.
—Por eso sabía que no me querías cerca esa vez, siempre olías molesto, pero no parecía tan amargo como ese día.
Oh.
Vaya.
Draco recuerda lo molesto luego de la primera prueba, de sentir a Potter atraerlo y que eso lo llenara de mucha irritación. Se preguntó a qué olería el amor, si podría oler eso en Percy cuando estaba con Annabeth o en la manera de cómo luego de tantos años la mirada de su padre siempre se suavizaba al ver a su madre. Se preguntó a qué olería la amistad, los rostros sonrientes de Lavender o Will al verlo, a qué olería la familia, como cuando Nico saltaba sobre él con una sonrisa salvaje.
—¿A qué huele el campamento mestizo? —pregunta, aunque se supone que debería irse.
Tiene curiosidad.
Potter parece sacado de sus pensamientos, voltea a verlo aun sin sus gafas y medita un poco antes de ladear su cabeza.
—Fresas. —Bueno es obvio, hay un campo entero de fresas—, leña quemada, pino y… —Mira al cielo al hablar—. Es un olor raro, pero si tuviera que elegir algo para describir la felicidad o la familia, probablemente sería el olor que tiene ese lugar —admite este pensativo.
Draco sonríe contra su voluntad, porque sí, puede imaginar que ese campamento apestoso y loco, huele a casa.
A casa luego de un largo día.
—Estás sonriendo. —Draco se detiene por las palabras de Potter, quien está abrazando sus rodillas contra él, mientras deja su rostro contra sus piernas y lo ve fijamente—. Tu sonrisa era muy molesta en primer año, pero ahora pareces como si realmente fueras feliz, muchas veces te tengo envidia por eso; más ahora que sé que tu vida no es fácil y aún así eres feliz. —Su sinceridad es un poco sorprendente para él, pero Draco solamente lo ve curioso.
Quisiera saber qué es lo que busca, pero se ha rendido hace mucho tiempo.
Corre.
Vete.
Aléjate.
La voz suena curiosamente muy similar a la de Percy en su mente, pero no lo hace, aunque debería hacerlo. Va abrir la boca para decir algo, pero pasos lo distraen, Potter no se mueve y probablemente los escuche mucho antes que Draco.
Granger y Weasley, ambos parecen verse enojados cuando llegan junto ellos, pero lejos de estar enojados con Draco, parecen enojados con ellos mismos.
Ve a Potter, que solo suspira cansado.
Parece que hay historia ahí, se pregunta si tiene algo que ver con que Viktor fuera al baile con Granger, como le había contado Pansy «no puedo ocultar un chisme así de bueno» Parkinson. Aunque aún no le agradaba a Weasley, este no le decía nada, se preguntó si eso estaba relacionado con el hecho de que Draco había logrado controlar un hombre lobo frente a ellos el año pasado.
Granger no parecía afectada por eso.
Aunque gracias a Hestia nunca nadie mencionó nunca la lanza.
Mucho que explicar.
—Harry quedamos de ir con Hagrid —habla Hermione, con voz tensa viendo a Weasley molesta, este farfulla por bajo y apenas si le da una mirada a Draco.
Bien.
Se pone sobre sus pies limpiando la nieve de su ropa, hace frío y debería volver después de todo, tiene mucho que hacer y escapar de Theo todavía. Potter lo imita de la misma forma, se pone las gafas y Draco no está decepcionado por eso, solamente un poco triste porque aún quiere comer algo dulce.
—Ya voy —dice algo desanimado listo para irse con sus amigos.
Lejos de Draco.
Como tiene que ser.
Draco puede desafiar a los dioses, no tiene que escuchar a Afrodita, puede escribir su propia historia de amor por su cuenta, solo porque Anthony no lo quisiera no significa que no tenga oportunidad con otros chicos; ahora que Anthony de alguna forma logró sacar del caso que se han besado. Bueno piensan que besa mal, pero si hay algún chico interesado, ahora sería el momento de saberlo.
Potter no significa nada.
En tercer año antes del problema con los dementores, del hombre lobo, de todo; Draco estuvo a punto de alejarse de Potter.
Cada uno por su camino.
Listo.
Puede hacerlo.
Solo tiene que dejarlo ir, sería fácil poder seguir adelante, Potter no le agrada a Percy o a sus amigos, su padre fue un mortifago, claramente es mejor no relacionarse con Potter quien parece poder atraer tantos problemas como el mismo Percy Jackson.
Solo mantén la boca cerrada.
Solo… no digas nada.
Cállate.
Olvídalo.
—Harry. —No sabe quién parece más sorprendido de que Draco dijera el nombre de Potter por primera vez en la historia, si los amigos de Potter o el mismo Potter que volteó a verlo casi como si tuviera un latigazo en el cuello—. Esta noche estaré con Lavender, pero creo que puedo ayudar con la segunda prueba. —Si es un completo idiota.
¿Pero cómo puede ser una mala idea?
Cuando el rostro desanimado de Potter se ilumina totalmente, una sonrisa que nunca ha visto aparece en su rostro y el pecho de Draco se contrae en anhelo cuando este prácticamente regresa cerca de él; no lo suficiente para tocarlo, pero está frente a él.
No lo entiende.
Hasta que la mano de Harry se extiende frente a él.
Duele.
Draco puede recordar lo triste y decepcionado cuando en su primer año, su mano había sido rechazada y por un momento, se vio muy tentado a ser igual que Potter entonces y rechazar la mano de este por venganza. Levantó la mirada notando la mirada totalmente convencida del chico, como si supiera que iba aceptarla y bufó por lo bajo antes de tomar la mano casi de forma forzada.
Convenciéndose que no pasó nada.
Que no sintió electricidad entre sus manos.
Que no sintió anhelo en su interior.
Que no suspiró en su mente.
Soltó la mano de este rápidamente.
—Nos vemos —dice Potter de forma emocionada, antes de dar media vuelta y arrastrar a sus dos amigos, Weasley parece verlo molesto, pero Granger parece curiosa mientras se alejan.
Sí.
Hizo una estupidez.
Draco gime con ambas manos en su cabeza, sin duda es amigo de Percy Jackson.
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—No era esto lo que tenía en mente —admite Potter cuando caminan por el bosque prohibido luego de la media noche.
Theo está ahí, luciendo confundido con la ropa que Draco le ha prestado, mientras que Lavender camina haciéndose una coleta alta. Draco tiene su camisa del campamento y unos jogger que sabe son cómodos para el entrenamiento esta noche, si bien usualmente son solamente Lavender y Draco, ahora tienen un poco más de público por lo cual tendrán que hacer algunas cosas diferentes.
Su amigo Slytherin se tropieza un poco, a diferencia de Potter que salta la rama sin tomarle importancia, como si fuera una segunda naturaleza.
Estúpido hombre lobo.
Lavender también se mueve más natural por el bosque.
—No sabía que Potter sabía —musita Theo un poco curioso a su lado, Draco debe ayudarlo a no golpearse con una roca.
—El año pasado terminó en medio del campamento en una lucha.
—¿Cuál?
—La del laberinto.
—Genial.
Lavender, Draco y Potter comparten una mirada, porque en realidad no había sido nada genial, habían perdido vidas y Theo no sabía la gravedad de sus palabras; pero lo dejaron libre por esta vez.
Llegaron al claro que estaba cerca del borde permitido por los centauros en el bosque, que no eran tan agradables como Quirón. Lavender fue la primera en casi saltar al centro, usando unas vendas en su pantalón flojo para atar rápidamente parte de sus manos, la chica estaba comenzando a implementar sus propias técnicas que aprendía por su cuenta y volverse peligrosa.
La había visto hablar con Clarisse el verano pasado cuando todo acabó.
Sí.
Peligrosa.
—Si gustas puedes irte, prometo indicarte mañana lo que le pregunté a papá sobre las pruebas —habla Draco con calma, mientras ve de reojo a Lavender calentar su cuerpo.
A diferencia de lo que pensó, ni Potter o Theo ven en realidad a Lavender con ojos de deseo, fue un poco ofensivo en realidad para Draco. Su amiga era preciosa, larga cabellera rizada, un cuerpo curvilíneo, pero con todos sus músculos ya formados luego de un año de entrenamiento y un rostro creado a partir de cuidados de la misma cabaña de Afrodita.
Idiotas.
No entiende a los hombres Heterosexuales.
—Quiero quedarme a ver su entrenamiento —dice Potter con calma, sentándose. A pesar de sus mejores pensamientos, Theo toma asiento a su lado pareciendo muy interesado.
Suspira resignado.
Camina hacia el centro del círculo, han modificado mucho sus sesiones de entrenamiento, pero en general los primeros minutos serían solamente sparring sin armas. Había sido idea de Annabeth, quien siempre les recuerda sobre los peligros de no tener o perder armas; empujaban siempre a Percy de la idea por tener un arma que regresaba a él. Había estado practicando el "accio" con Lavender, para poder atraer su hacha siempre que quisiera.
Era buena, pero aún le falta un poco para dominarlo sin varita.
Luego de un tiempo incorporarían armas a la lucha y finalizarían con cualquier magia que pudieran hacer sin varita. Draco tenía un repertorio decente, lo cual ofendía mucho a Lavender, que era el legado de Hécate y apenas estaba dominando hechizos básicos para la lucha. Aprendía rápido con varita, mucho más de lo que hizo Draco, pero sin ella tenía problemas todavía.
Aun así, no podían darse el lujo de entrenar siempre magia.
No en su mundo al menos.
—Un… dos… tres. —Draco se agacha rápidamente para esquivar la patada derecha de Lavender, se estaba mal acostumbrando a iniciar de esa forma.
Aunque lo aprueba, su arco ha mejorado y la firmeza de su patada es simplemente perfecta, puede que la niña le guste mucho ser coqueta y risueña, pero cuando entra a batalla, su mirada cambia totalmente a una de una guerrera que incluso no ha visto en personas como Clarisse; lo cual es un halago enorme.
Otra patada, está un poco diferente que Draco esquiva también por poco.
Las niñas tienen una constitución diferente a los niños, las piernas de Lavender son más largas en comparación a su cuerpo y tiene mayor fuerza.
Pero Draco también sabe patear y no es justo.
Porque los monstruos no lo son.
A diferencia de Lavender su patada la impacta en el vientre, lo cual la hace gimotear alejándose un poco jadeante, pero cuando Draco salta sobre ella para darle un puñetazo en el rostro, gira para impactar toda su rodilla contra su quijada que lo hace alejarse gimoteando de dolor. A diferencia de Draco que solía intentar controlar su fuerza sobre Lavender, la niña solía dejar todo su poder sin importarle.
Grosera.
—¿Distraído? —pregunta divertida, Draco la fulmina con la mirada.
—Ni un poco.
Bueno, sí lo era.
La sensación de la mirada de Theo y Potter era una constante en su cabeza, como un retumbar que no dejaba de sonar y que le hizo volver al laberinto; como si quisiera presumir nuevamente.
Se sonrojó ligeramente.
Lo dejó de lado.
Ocupaba concentrarse o lo que verían esos dos, solamente sería una paliza de parte de Lavender hacia su persona. Así que lo hizo, concentrándose en evadir los ataques sin piedad de Lavender, sus patadas o puñetazos; fue un poco más difícil cuando intentaba acorralarla y ella se escurría de sus manos como le había enseñado hacer. Su rostro estaba un poco inflamado en la mejilla por el golpe de esta, mientras que Lavender ya tenía varios moretones también en su cuerpo como su labio partido.
Sanarían rápido.
Tenían un poco de ambrosía en una mochila que trajeron, eran semidioses también.
—Ya pasaron 20 minutos —dice la voz algo temblorosa y asombrada de Theo como le había pedido que hiciera.
Soltó un chillido cuando ambos rápidamente se abalanzaron a lados contrarios, Draco había puesto ahí la lanza, pero apenas la tomó entre sus manos, su instinto se activó.
Se agacha por instinto mientras un corte perfecto y recto aparece justo donde había estado. El árbol no había sido demasiado amplio, en realidad parecía no tener mucho tiempo, pero su tronco podría tener una circunferencia de unos 90 centímetros probablemente. Aun así, Lavender acababa de darle un corte limpio, que hizo al tronco partirse a la mitad y comenzar a caer.
No es que pudiera verlo.
Draco se lanzó para girar la lanza y aplacar los potentes golpes de Lavender. La chica aún se estaba acostumbrando a usar el hacha en sus manos, pero era fuerte, mucho más de lo que esperaba. Tristemente para ella, Draco llevaba casi 3 años de ventaja y la lanza era simplemente una extensión de él en este momento. A diferencia de Percy que era un espadachín consumado, Draco y la lanza en sus manos habían sido un buen par también que había entrenado por horas hasta dominar lo que sabe ahora.
Clarisse le había reconocido.
Percy le dijo que era bueno.
Quirón comentó que le recordó a su antiguo dueño.
Solo ocupó algunos movimientos antes que Lavender cayera de espaldas con la lanza contra su cuello, la niña hizo un puchero antes de aceptar la derrota.
—Bien, yo le enseñaré las bases a Theo —gruñe cuando acepta la mano de Draco para levantarse, le da una sonrisa que hace a esta bufar.
Theo parece aterrorizado cuando ambos caminan hacia ellos, pero Lavender lo sujeta del hombro y lo amenaza de una forma que Draco se siente orgulloso cuando obliga al chico hacer abdominales frente a ella, aunque el chico no está acostumbrado a eso.
Escucha las peleas de ambos mientras ve a Potter, que parece lucir demasiado pensativo y levemente sonrojado.
¿Será algo de hombres lobo?
El chico parece siempre sonrojado.
—Es el lago —dice Draco atrayendo su atención. Potter levanta la mirada ignorando como Theo suplica a Lavender piedad cuando intenta ayudarle a estirarse ahora—. Padre preguntó por ahí en el ministerio, la siguiente prueba será en el lago, te quitarán algo importante y tendrás que recuperarlo del lago en un periodo de tiempo. —Toma una botella con agua para comenzar a tomarla.
El ceño fruncido de Potter es divertido.
Parece confundido.
—¿Qué debería hacer?
—Bueno hay muchos hechizos para respirar bajo el agua, desde burbujas de aire, también convertirte en un animal mitad acuático… creo que hay algunas algas para respirar bajo el agua. —Nunca estuvo tan feliz como ese día sobre como Amos le había obligado mucho a aprender sobre eso.
Draco había dicho con 12 años que era ridículo que alguien ocupara luchar bajo el agua, Amos simplemente lo arrojó a una piscina en el primer momento que pudo riéndose de él.
Sí.
Draco había aprendido mucho a la fuerza a los 12 años.
—Odio el agua, prefiero el dragón. —Y cuando Draco le dio la razón, porque estaba de acuerdo, Potter sonrió mientras le preguntaba sobre el entrenamiento por curiosidad.
No sabe por qué, no es que lo ocupara siendo un hombre lobo.
Potter intentó darle un puñetazo, Draco lo dejó fuera de combate con un fuerte golpe en el vientre.
Theo también quedó en el suelo luego de que Lavender lo pateara en la quijada.
—Ya veo porque pensabas que era divertido entrenarme —habla Lavender, totalmente risueña mientras todos caminan de regreso al castillo.
Theo no quiere volver a entrenar, Potter por otro lado parece emocionado por la idea antes de que Lavender casi lo de un K.O. por su patada en el rostro.
.
.
Enero es un mes tranquilo, pero Draco está obsesionado con ganarle a Granger, porque bueno, ya es un clásico. Ir a la biblioteca es normal para él, aunque Lavender se queja suele estar ahí y ahora Theo también, preguntando cada cierto tiempo sobre algo de los olimpos y Draco ha desarrollado este intercambio de que cada historia nueva hará que Theo le ayude con alguna parte de su tarea; el chico se queja, pero parece demasiado interesado para verse tentado. Para su suerte ese día Percy parece emocionado cantando canciones, por lo cual, aunque con su pésima voz, Draco tiene una distracción para su TDHA para trabajar bastante eficiente en medio de la biblioteca.
Estas runas eran complicadas, pero estaba seguro que había llegado a memorizarlas.
Lavender estaba escribiendo anotaciones en su cuaderno, que probablemente eran más sobre estrategias de luchas y hechizos que buscaba aprender que su tarea de encantamientos.
Severus había sido bastante molesto últimamente con él.
Aparentemente salir como gay del closet era algo que debió pensar y ser más consciente y muchas cosas que ignoró. Quiso indicarle que fue Anthony, pero luego recordó que técnicamente habías estado besándose por todos lados con el chico y era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta. Era un poco reconfortante salir del closet aquí también, aunque varias niñas parecían decepcionadas, parecían pensar que como Anthony le gustaban ambos géneros.
Además, algunos chicos lo veían de forma más… apreciativa.
Entiende que Severus esté preocupado por él, pero la verdad es que Draco ama mucho la libertad.
Ser quien es.
Y callar a todos.
El único chico de Gryffindor que se burló de él por su orientación sexual la semana pasada de séptimo año, bueno, ahora estaba en la enfermería.
Rita parecía casi tentada a escribir algo sobre él, pero parecía que su padre que, alertado por Draco sobre lo sucedido, le había recordado amablemente quien era la familia Malfoy. Aunque el artículo que hablaba sobre el jardinero parecía sinceramente un poco demasiado, no es que Draco le importara mucho si el jardinero era un gigante, mientras no intentara atacarlo estaba bien para él.
El pollo después de todo había pasado hace mucho tiempo.
—Las branquialgas son difíciles de conseguir —gruñe Potter cuando llega a la mesa de la biblioteca y toma asiento como si fuera dueño del lugar.
Draco apenas si lo ve trabajando en la runa que tenía frente a él, aunque nota de reojo que Granger toma asiento con tranquilidad y la comadreja parece estar ahí más que todo obligado; sinceramente Draco piensa que cada que vienen hablar con él, podrían dejar de lado a la comadreja.
Últimamente Potter parece hablarle a él por cualquier cosa.
Molesto.
Especialmente la parte en su interior que parecía encantado con esta nueva atención.
Draco era una perra por la atención de Potter, odiaba mucho que ese comentario fuera verdad y más a Annabeth que lo dijo divertida y riendo con Lavender.
—Por favor, eres Harry Potter, solamente ofrece dinero y algún vendedor desesperado dirá que sí.
Cuando termina la runa se la pasa a Theo, quien se queja por bajo y la toma de mala gana, Lavender rápidamente le da su cuaderno.
Lee rápidamente la lista que hizo, es bastante buena y sin duda tienen que practicar esos hechizos prontos.
Palmea la cabeza de la chica que suelta una risa cantarina.
Potter ve de mala forma su mano antes de verlo a él.
—Está agotada en todos los boticarios que preguntamos y la profesora Sprout no tiene en stock, así que ocupo ayuda.
Draco lo ve aburrido con el rostro contra su mano, pensando que no ocupa su ayuda, que en realidad Granger a su lado podría hacer algo mejor.
Casi como si estuviera buscando una excusa para estar cerca de él, pero era ridículo pensar así, Draco no tiene tan buena suerte.
—Podría pedirle ayuda a mi padre, o a Percy, tiene este talento con criaturas acuáticas que podrían conseguirla fácilmente. —Siempre y cuando no le diga para quién es.
El que últimamente estuviera bloqueando el vínculo con los demás estaba levantando alarmas, probablemente ya sospechaban que algo estaba sucediendo, pero era mejor mantener todo lo que pasara alrededor de Potter lo más cerrado de sus amigos de ser posibles; no todos lo odiaban como Percy, pero mientras menos supieran y se lo dijeran al chico mejor. También todos estaban más preocupados por las luchas que vendrían, así que Draco estaba tranquilo en todo lo posible.
Prefería la ayuda de su padre con las branquialgas, seguramente un proveedor secreto y Twinky podría entregarlas fácilmente.
Potter parece de mal humor, como siempre que menciona a Percy.
—Listo, ¿ya podemos irnos? —habla la comadreja quien claramente no quiere estar ahí, a lo cual Potter hace un puchero mientras que Granger la más sensata.
Saca sus libros, comienza hablar con Theo quien hace una mueca al inicio, pero luego parece recordar que después de todo sangre pura no es como Draco y termina encogiéndose de hombros. Si es un shock un poco grande ese cambio, pero Theo parece adaptarse demasiado fácil lo cual es frustrante, Draco ocupó una misión casi suicida al lado de Percy para aceptar su vida como es ahora.
Potter parece feliz de ver a Granger trabajar, ya que ahora no podrán irse a lo cual la comadreja suspira.
Sí.
Tampoco los quiere ahí más tiempo del necesario.
—Draco —dice Lavender con un puchero, mientras lo abraza pidiendo que le ayude con su tarea, la ignora mientras comienza a trabajar en el ensayo de pociones.
Un golpe en su pierna hace que levante la mirada luego de unos momentos. Potter parece verlo intensamente como si quisiera hablar con él, pero su rostro de repente se agria y cuando está por decirle que se vaya al carajo.
Alguien más cae en la mesa en la única silla disponible.
Su rostro se contrae al ver a Anthony Goldstein.
—Maldita sea este lugar está siempre repleto de personas. ¿Dónde está Viktor?, al menos con él tenemos algo interesante que ver —habla el Ravenclaw con diversión, causando una risa divertida de Lavender y una mala mirada de parte de Draco a ambos.
Theo bufa, Draco lo patea con fuerza bajo la mesa y se queja.
—Yo soy el atractivo visual del grupo, díselo Lavender.
—Lo siento soy Team Viktor, ¿lo has visto entrenar en el lago?
—Bien, tienen un punto, maldita sea Granger que se sacó la lotería.
La chica se congela de repente, sorprendida de ser el centro de atención y luciendo de forma perdida, mientras que la comadreja parece haberle metido un limón en la boca por el rostro que hizo, lo cual siempre es un punto a favor. Potter tampoco parece de buen humor, pero nunca parece de buen humor alrededor de Anthony, así que Draco simplemente deja de pensar y prefiere divertirse.
Aún no los han silenciado, pero es domingo y todo parece muy relajado.
—Yo tengo una pregunta —habla Lavender porque es una chismosa—. ¿Qué tan bien besa Viktor? —pregunta casi cantarinamente y cuando Draco la ve curioso, Lavender sonríe con malicia al ver el rostro sonrojado de Granger o el amargo de la comadreja.
Joder.
Como amaba el drama.
Claro que siempre hubo rumores, al igual que Draco con Percy, sobre la relación o tipo de amistad del trío dorado de Hogwarts. Draco no pensó que hubiera algo romántico entre ellos, pero ahora que miró bien el rostro de la comadreja o cómo Granger parecía evitar su mirada, sus cejas se levantaron curioso.
Divertido.
Joder.
Disfrutaba saber algo de las personas que odiaba, aprender más de ellos, siempre le dio tácticas para atacar donde más duele.
—Probablemente bese mejor que Draco —dice Anthony en voz alta, lo que provoca que voltee a verlo molesto y que este sonría divertido de molestarlo—. Lo siento, estoy algo herido aun por lo que pasó en vacaciones de navidad.
Idiota.
Pero dado que no puede decir nada porque técnicamente es culpa de Potter (¿no lo es todo?), prefiere dejar a Anthony tranquilo; aunque si sigue así, tendrá que vengarse.
—Conor tal vez sepa algo sobre besar a Draco.
—Cállate Lavender.
—Espera, ¿eso fue antes de que fuéramos novios?
—Pensé que dijiste que no éramos novios, pero sí, si te preocupa tu orgullo Ravenclaw, me robó un beso antes de que saliéramos.
Anthony asiente satisfecho, Draco le saca el dedo del medio mientras Lavender se abraza a Draco diciendo que solo ella puede darle besitos ahora, mientras comienza a besar su mejilla repetidas veces y Draco solamente la empuja mientras ella se ríe.
Por fin los alertan del silencio y todos asienten.
—Desagradable. —Ve mal a la comadreja que solo se encoge en su lugar—. Oh, no me mires así, no hablo de que dos chicos se besen, solo que seas tú.
—Si quieres te puedo besar, no importa que diga Anthony, soy bueno besando —gruñe viendo mal al Ravenclaw que tiene el descaro de hacer un movimiento de manos como restándole importancia.
Hace un puchero.
Bien que el idiota había disfrutado besándose con él, miserable hijo de perra.
Weasley parecía horrorizado de la idea y Draco solamente se ríe un poco, antes que sienta un ligero mareo, sujeta su cabeza notando la mirada de Potter sobre él; pero antes que pueda alguien decir algo, rápidamente se pone de pie. Puede que se vea paranoico ante la mirada de todos, pero sale corriendo de la biblioteca sintiendo la extraña necesidad de vomitar, quiere llegar a un baño cercano pero el mareo parece incrementar y cuando da un paso.
Todo desaparece.
Siente un dolor en su pecho algo familiar y de repente.
Nada.
Todo desaparece a su alrededor y cambia en un pestañeo, no se encuentra en un pasillo de Hogwarts, si no que se encuentra en una calle que no reconoce exactamente. Todo a su alrededor parece diferente, pero es como si estuviera en una calle que estaba cerca de la casa de Percy; es entonces cuando cae en cuenta de qué ha sucedido.
Corre bajo la lluvia hacia un automóvil cercano, para ver su reflejo y descubre con horror el rostro de Percy en lugar del suyo.
Cambiaron de lugares.
De nuevo.
Maldición.
No solo eso, el corte en la mejilla del chico, lo hace maldecir antes que, del callejón, una sombra que había ignorado se pone de pie. Era una Dracaena que parecía faltarle un brazo, pero lucir aun así muy intimidante y con ganas de vengarse.
Percy debió haber sido llamado para contenerla y por el bloqueo mental, Draco no se dio cuenta.
Joder.
Los instintos del cuerpo de Percy no eran totalmente suyos, aunque tuvieran muchas similitudes de lucha, estar en este cuerpo lo hizo sentir diferente, mal, no era su cuerpo, pero sin duda tiene buenos reflejos para esquivar el ataque. No hay mucho que decir en medio de la lucha, pero el cuerpo de Percy parece totalmente rejuvenecido ante la lluvia que cae, todo se siente casi como cuando está en medio de un partido de quidditch en los cielos.
Invencible.
Es tan adictivo.
La espada que no está acostumbrado a usar, parece tan natural ahora en su mano y los cortes, parecían ser tan sencillos de hacer.
El monstruo sujetó su pierna con un tentáculo, pero Draco en el cuerpo de Percy cortó su cabeza de un solo tajo fácil. Cae sobre sus piernas cuando el monstruo comienza a desintegrarse, respirando agitado aún bajo la lluvia con el subidón de adrenalina.
—Draco, hey Draco. —La voz viene de cerca, parpadea antes de caminar hacia fuera del callejón, una ventana de una tienda que aún no abre, parece mostrar su propio rostro como Draco.
Oh vaya.
Es bastante apuesto en realidad, espera un momento.
—¿Perce? —pregunta curioso, a lo cual su rostro solamente suspira aliviado mientras asiente, si ve más de cerca, puede notar con resignación que su amigo usó su cuerpo para adentrarse a un baño.
—Cambiamos de cuerpo, estaba luchando contra 3 monstruos, vencí a uno y estaba por derrotar a otro, pero uno escapó y tenía que encontrarlo —gimotea Percy algo incómodo, a lo cual Draco solamente asiente porque aparentemente ahora es su deber acabar con el monstruo que queda.
Mientras tanto Percy.
El chico parece incómodo.
—Deberías buscar a Lavender, ella puede ayudarte, no confíes en Theo e ignora a Harry —habla Draco con la espada en su mano, Percy asiente en su cuerpo, antes de detenerse y voltear a verle de forma confundida.
—¿Desde cuándo es "Harry"?
—Oh mira la conexión es débil, adiós.
—¡DRACO!
Por suerte, bueno, no por suerte porque eso sería malo, pero de alguna forma un grito de un monstruo a lo lejos y sonido de caos, fue suficiente para escaparse de Percy; bueno ya hablaría con él. Corre y se enoja al notar que el cuerpo de Percy se mueve mucho más rápido que el suyo en situaciones normales, así que se da la idea de entrenar mucho más, mientras corre de forma coordinada en medio del caos de personas que están huyendo del problema.
La niebla probablemente no los hace ver lo que ve Draco.
Un Lestrigón Gigante.
Que parecía buscarlo a él, ya que cuando lo ve, sus horribles labios sonríen mientras aprieta al chico humano en sus manos, quien parece gritar de dolor. Draco rápidamente acepta los instintos de Percy usando el agua de la lluvia, conteniéndola (y es jodidamente genial controlar el agua de esa forma), para cortar sin piedad la mano del monstruo.
Se mueve entre la lluvia para poder sostener al chico de piel morena que cae en sus brazos mientras el monstruo grita de dolor.
Salta hacía un lado con el chico en sus manos y la espada en su boca, para esquivar el puño de la mano restante, el chico en sus manos parece quejarse de dolor, pero está con vida; Draco no puede preocuparse demasiado por él como quisiera, los paramédicos tendrían que hacerse cargo.
—Joder viejo, debí ir al puente Huston como de costumbre —farfulla el adolescente que parece un poco más joven que Draco, un año o dos tal vez, su piel es demasiado morena y su cabellera negra rizada parecen hacerlo ver más como alguien extranjero.
Aunque sus ropas no parecen muy limpias.
—¿Estás bien? —pregunta Draco y su voz suena como la de Percy ya que es la de Percy—. Ocupo que estés bien, porque tengo que encargarme de eso. —No sabe que ve, así que solamente señala al Lestrigón.
Con suerte la niebla sea tan fuerte para que note algo que su mente pueda expresar y que no sea un monstruo.
—¿Al tipo gigante con cuernos? —pregunta el chico.
Joder.
De todos los días, claramente se encuentra con alguien que pueda ver tras la niebla, no sabe si es un semidios, alguien con un legado, u otro Rachel la chica rara que conoció Percy. Pero no tiene tiempo porque el monstruo se acerca a ellos, Draco salta del escondite para contener el golpe de la mano y con un corte en el muslo del monstruo hacerlo caer un poco.
Podrá ser traumático para el chico.
Pero salta por la espalda del monstruo y clava la espada contra el cráneo de este, haciéndolo gemir de forma espantosa y que la sangre bañe su rostro. Cuando el monstruo cae, Draco lo hace con este y sus pies temblorosos.
Respira agitado, antes de caminar un poco lento hacia el chico, que parece aturdido.
No es una buena primera impresión, pero no hay muchas cosas que pueda hacer.
Su cuerpo se siente algo mareado, su cabeza duele, pero sonríe al chico intentando lucir menos como un asesino y más como un posible aliado.
—Eso fue terrorífico amigo, espera no te desmayes frente a mi. —Para su sorpresa y a pesar de haber estado al borde de morir, el chico es suficientemente amable, para poder ayudarlo a tomar asiento, mientras algún paramédico llega o algo—. ¿Qué fue eso? —pregunta el joven aturdido viendo como el cadáver del Lestrigón parece desvanecerse como si fuera ceniza.
—Con suerte no tengas que pensar mucho en eso, mi nombre es Draco… bueno… no olvídalo. Este cuerpo es de Percy.
—Dude, eso sonó tan extraño, soy Leo y tengo muchas preguntas —habla el chico, pero el cuerpo se siente cansado.
Algo está mal.
Todo se vuelve negro antes que pueda evitarlo.
Continuará…
Dudo que alguien se esperara lo que paso, pero me da mucha diversión la intromisión de Leo de la nada, espero disfrutaran este capítulo, es un poco interludio, pero es verdad que los años en Hogwarts en realidad son más calmados que el verano, donde literalmente pasa alguna locura en cada equina.
