Capítulo 51: ¿Es una cita?
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Draco saborea la victoria todo lo que puede, mientras su equipo baja del cielo para ir a correr contra él, todos claramente emocionados por una victoria casi perfecta. El puntaje era arrollador, Gryffindor apenas había metido 30 puntos y Slytherin tenía un total de 250 puntos a su favor. No sabe qué otra cosa podría hacer para subirle la moral a su equipo, pero espera que con esto el equipo Slytherin pueda arrasar con los siguientes partidos. Theo está al lado suyo casi llorando de emoción, casi como si volvieran al campamento mestizo y verlo tan libre hace que Draco no pueda más que sonreír emocionado.
Esa noche celebrarían en las mazmorras de Slytherin.
No puede esperar.
Los Gryffindor parecen miserables, Potter luce cansado intentando animar a una comadreja que claramente luce como si fuera el causante de todo el mal del universo; técnicamente lo es, jugo malísimo esta vez. Bueno realmente había sido un pésimo portero, no el peor, estaba nervioso y no deberían culparlo; no es que vaya a decirle eso, es un Gryffindor.
No va a levantarle el ánimo a un Gryffindor.
Sus ojos chocan un momento con los de Potter, que parece entre resignado y molesto por perder otra vez, aunque sus ojos claramente indican que no iba a rendirse; también parece listo para regañarlo por su última maniobra.
Draco de alguna forma saca ánimos para guiñarle un ojo y este se vuelve rojo como un tomate.
Tal vez está demasiado distraído, porque no nota cuando Greg por accidente y drogado de la victoria empuja a uno de los gemelos Weasley, que un poco molesto por la victoria dice algo grosero. No hay una pelea, al menos no en ese momento, pero Theo es el primero en llegar intentando controlar cualquier posible incidente entre los presentes.
Como el manager que insiste ser.
Pero toma el brazo de Weasley que empuja y dice algo como:
—Quítate cara quemada —había ladrado uno de los gemelos con molestia.
Nuevamente.
No en sus mejores sentidos luego de una aplastante derrota, no fue el peor insulto, Draco sabe que hay peores cosas que han llamado a Theo en su espalda; pero fue ver el rostro de Theo, claramente incrédulo como dolido por las palabras de un idiota Weasley.
Un instante de pánico, su mano contrayéndose sin contenerlo sobre su quemadura en el rostro, como si por un momento olvidara que estaba ahí.
Dolor.
Asco.
Su vínculo totalmente abierto notando lo miserable que aún era por el tema.
Sí.
No fue el mejor momento para nadie.
—¡Draco no! —intenta llegar Harry rápidamente, pero Draco se mueve más rápido y después descubriría que el golpe que acaba de impactar contra el rostro de uno de ellos.
Fue de Fred Weasley.
La nariz rota, los gritos, la sangre.
No está muerto, pero sabe que pudo haberlo hecho si quisiera, solo quiso ver a Fred Weasley sentado en el suelo, tocando su nariz incrédulo antes de levantar el rostro lleno de sangre; este se congela ante lo que ve. Draco está ahí, sudoroso por el partido luciendo malditamente intimidante porque nadie se ha acercado a detenerlo.
—Vuelve a llamarlo de esa forma comadreja número 2 y te juro que tendrán que raspar lo que quede de ti de este campo de quidditch —gruñe con mirada oscura.
McGonagall llega a su lado al mismo tiempo que Severus, pero podrían prohibirle cualquier cosa que no sentiría la menor lástima por lo que hizo.
Si tocan a uno de los suyos, es normal que ataque.
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No entiende porque es el único en el despacho de McGonagall, Draco señala que Weasley ofendió a su amigo, pero aparentemente no era una ofensa tan grande como romperle la nariz. Severus estaba ahí luciendo dividido entre animar a su ahijado o claramente comportarse como un profesor, ya que cuando indicó que podría castigarlo, McGonagall ladró que esta vez era su turno porque todo a uno de sus preciados Gryffindor.
Ignora sus regaños.
—Jamás había visto una exhibición tan vergonzosa. Un capitán golpeando a otro jugador
—La comadreja abrió la boca —respondió Draco fríamente.
—¿Qué los provocó? —gritó la profesora McGonagall golpeando la mesa con el puño. La lata de cuadros escoceses dio tal bote que cayó, se abrió y cubrió el suelo de tritones de jengibre—. Él acababa de perder el partido, ¿no? ¡Claro que quería provocarlos! Pero ¿qué demonios ha dicho que pueda justificar que le rompieras la nariz y causaras una posible contusión?
Una contusión.
Draco sonrió ante eso haciendo que Severus suspirara y McGonagall se viera más enojada.
—Ha hablado del rostro de Theo —dice Draco tranquilamente.
Severus ante eso entrecierra los ojos pensativos, McGonagall parece un momento alterada, pero se recompone en su enojo.
Preferencias.
No puede evitar notarlo, aunque notando a Severus claramente apoyándolo, lo entiende.
—Y en lugar de dejar que lo solucionara la señora Hooch, decidió hacer una exhibición de duelo muggle, ¿verdad? —bramó la profesora McGonagall—. ¿Tenéis idea de lo que…?
—Ejem, ejem.
Draco se estremece, claramente esto no es lo que quiere, piensa cuando voltea a ver sobre su hombro a Umbridge. La mujer parece encantadora, Draco entrecierra los ojos porque sabe que técnicamente no puede tocarlo.
O eso era al menos que hiciera una locura.
Como la que acababa de hacer.
En su momento debió pedir inmunidad total, pero en su defensa no pensó que alguna vez saltara a atacar de esta forma.
Debió suponerlo.
Dolores Umbridge estaba plantada en el umbral, envuelta en una capa verde de tweed que acentuaba aún más su parecido con un sapo gigantesco, y sonreía de aquella forma asquerosa, forzada y siniestra que Draco había acabado por asociar con un desastre inminente.
—¿Necesita ayuda, profesora McGonagall? —preguntó la profesora Umbridge con su dulce y venenosa voz.
La sangre se agolpó en la cara de la profesora McGonagall.
—¿Ayuda? —repitió, controlando la voz—. ¿Qué clase de ayuda?
Draco vio a Severus, pero este también parecía pensativo y curiosamente apoyando a McGonagall en su odio con esta mujer.
Para el dato.
Draco también estaba con ellos.
La profesora Umbridge entró en el despacho exhibiendo su repugnante sonrisa y se situó junto a la mesa de la profesora McGonagall.
—Verá, me ha parecido que agradecería la intervención de alguien con autoridad.
A Draco no le habría sorprendido ver salir chispas por las aletas de la nariz de la profesora McGonagall.
¿Autoridad?
Volteó a ver a la mujer incrédulo, sabiendo que posición tenía, pero esta tenía el rostro victorioso como si acabara de ganar la lotería.
Eso significa que de alguna forma cayó en su trampa.
—Pues se ha equivocado —replicó ésta, y siguió hablando con los chicos como si la profesora Umbridge no estuviera allí—. Y señor Malfoy a ver si me escuchas bien. ¡No me importa que Fred Weasley lo haya provocado, por mí puede haber insultado a todos los miembros de sus respectivas familias; su comportamiento ha sido lamentable!
Dolores Umbridge tosió con suavidad, y los ojos de la profesora McGonagall chisporrotearon de cólera mientras miraba a la recién llegada.
—¿Todavía no se ha ido?
Draco sintió aprecio por la profesora McGonagall en ese momento, pero logró contener la sonrisa.
—Verá, profesora McGonagall, son muy graves los hechos que me ha relatado la señora Hooch. —La profesora Umbridge seguía sonriendo—. Me veo obligada a intervenir, porque me temo que las reglas del nuevo Decreto Educativo Número Veinticinco me otorgan la autoridad para intervenir y castigar a todos los equipos de quidditch de esta escuela.
Draco se dio cuenta de que la profesora McGonagall no podía hablar. Tenía la boca abierta, pero no salía ningún sonido de ella. Por fin, pudo articular:
—¿Qué?
Sí.
Eso sin duda era interesante.
Draco se acomodó mejor en su silla viendo a Umbridge con curiosa diversión, claramente pensó que era una perra en su suela, pero puede que la mujer fuera mucho más divertida de lo que había esperado. Pensó que el resto del año pasaría de forma tranquila, sumisa, pero estaba luchando para molestar.
Lo prefería así.
Disfrutaría destrozándola en su propio juego.
—Puedo prohibir al señor Malfoy que sigan jugando a quidditch —prosiguió la profesora Umbridge con una expresión de irónico pesar, y Draco le vio curioso—. Claro que esta vez al ser la primera vez solo será una advertencia, pero sé que el señor Malfoy será un ejemplo de lo que puede llegar a pasar una segunda vez.
Y con otra sonrisa, la profesora Umbridge sacó del bolsillo una pluma verde pálido. Los ojos de la profesora McGonagall, ardientes de rabia, se clavaron en ella, y sus labios se fruncieron.
—¡Tome! —dijo la profesora Umbridge con satisfacción, y alargó la pluma verde a la profesora McGonagall—. Hoy he usado una pluma verde porque el verde es el color de Slytherin, ¿no cree que es adecuado?… Bueno, no, en realidad no debería… Sería más adecuado usar una pluma escarlata para indicar que hemos tenido que sancionar al equipo de Slytherin con todo un mes sin entrenar. —La profesora Umbridge volvió a meterse la pluma verde en el bolsillo y sacó una roja—. Sin embargo, como estamos en una situación de emergencia, pondré en marcha la norma a partir de este momento… ¡Exactamente! A partir de ahora, cualquier inconveniente dentro del equipo puede estar con la suspensión de un miembro del equipo.
—¡No puede hacer eso! —señala McGonagall.
No lo expulsó.
No puede.
Pero aun así lo hizo ver como si estuviera siendo condescendiente en lugar de la perra calculadora que es, la mujer le vio con una sonrisa empalagosa, Draco responde con una divertida.
Sí.
Una mujer sin duda molesta.
—Sí puedo —replicó la profesora Umbridge con la misma dulzura que antes—. Espero cuide sus pasos señor Malfoy. —Hay una clara advertencia en sus ojos que Draco solamente ve incrédulo, claramente esa mujer aún quiere jugar.
Quiere el poder de Hogwarts y Draco es un obstáculo que quiere vencer.
Interesante.
—Es una perra —señala Severus ganando una mirada horrorizada de McGonagall y una risa descarada de Draco.
Que comience el juego.
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Su equipo estaba celebrando, pero también preocupado cuando apareció, pero solo levantó dos dedos en forma de saludo anunciando que sigue en el equipo para generar caos. Claro que todos pensaban mucho sobre el descaro de que Draco tenía en su mano a Umbridge, pero nadie parecía darle importancia mientras volviera hacer ganar al equipo de esa forma aplastante. El próximo capítulo lo jugaría Astoria, no quiere darle el último juego decisivo, pero quiere que Astoria obtenga experiencia e ir contra Ravenclaw podría ser una buena idea. Además de esa forma no se vería tentado hacer pedazos a Cho Chang que sinceramente es una molestia.
Y Draco no puede contenerse cuando algo le molesta.
Tanto como ella.
Sonríe emocionado de su primer partido bien ganado, toma la Snitch que tiene y se la entrega a Lavender, que había sido colada junto con Anthony para celebrar su victoria.
La chica sonríe emocionada antes de besarle en la mejilla y todo son risas.
Porque al menos esa noche, Slytherin es el mejor.
Otra vez toma tal vez más licor del que debería, no es tan débil, pero Draco acepta de los estudiantes mayores, pasa riéndose la mayor parte de la noche, dejando a sus vínculos unirse a la fiesta; todos lo reprenden con diversión por su locura.
Duerme como un bebé con Lavender y Anthony en su cama.
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—Es injusto, nunca tomas conmigo, somos mejores amigos —lloriquea Percy.
—Tengo resaca, cállate —gruñe caminando al comedor.
Por primera vez en su vida, todos son capaces de reconocer entre los gemelos Weasley. Fred lo ve claramente molesto, pero Draco solo sonríe aún entre su resaca para demostrarle que puede intentar lo que quiera con él y estará listo para regresar el golpe.
Y en una batalla entre ambos.
Claramente las tiene de ganar.
Pansy a su lado solo suspira aburrida viendo a los gemelos, antes de hacer un comentario despectivo de su familia y por primera vez en mucho tiempo, Draco se une.
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Su plan de hablar con Potter es claramente distraído porque Umbridge sigue siendo una perra, la llegada del jardinero que ahora da clases de cuidado de criaturas mágicas (Draco aun no lo perdona por su pollo) y algo sobre Thestral en una clase. Está un poco ocupado porque le ha llegado una carta de Amos que lo hace sentir inquieto. Parece alarmado de su pronta visita y eso lo hace sentir inquieto, una parte de él sí quería ver a Percy esta navidad.
Querían ir a una convención en navidad cerca de su casa.
Tal vez pueda ver pronto a Amos y luego ir al ministerio con un traslador, su padre no podría ayudarlo, pero tal vez Severus podría.
Lo hace de hecho.
—Eres el mejor padrino del mundo—dice cuando luego de pedirle ayuda para las próximas vacaciones de navidad este acepta.
Si es por él o por mantenerse lejos de Umbridge, no sabe qué decir.
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La última salida de Hogsmeade es en diciembre, unas dos semanas antes de las vacaciones de navidad, la alegría de ser el mejor equipo de quidditch del momento con una diferencia aplastante, aún lo hace sonreír por los pasillos. Todos parecen pensar en Draco como una especie de superhéroe porque literalmente se había lanzado de su escoba, saltado sobre otras y caído al suelo sin romperse las piernas, Pomfrey lo revisó y parecía un poco molesta de que hiciera una locura así.
Estaría peor si lo hubiera visto ir contra Cronos.
Como pensó en ese momento no fue lo peor que ha hecho, además su escoba no recibió ningún daño real.
Era el capitán del momento.
Ahora solo tienen que aplastar a Ravenclaw luego de vacaciones y todo sería perfecto.
—Papá quiere que vaya de vacaciones a casa —habla Lavender con un puchero mientras camina, a su lado Theo gruñe algo como que nunca piensa irse de Hogwarts con su padre.
La relación de Theo con su padre lo hace sentir inquieto, por otro lado, Anthony parece emocionado ya que su madre le dijo que podría ir a visitarlo a USA. Cuando le pregunto cómo iría, este se burló diciendo que iba a tomar el traslador con él, además de su interés en conocer a Amos.
Estaba por lanzarlo a la nieve por ser un idiota aprovechado cuando la presencia de Potter lo distrajo.
Todos se congelaron cuando el chico apareció sin su dúo dinámico, se vieron de reojo y antes que Draco pudiera hacer algo, Lavender tomó el brazo de Anthony y Theo para alejarse casi corriendo. Los observó irse con una gran cantidad de molestia y diversión que ni siquiera intentaran disimular.
Le agrada esto.
Ser solo.
Adolescentes para variar.
—Entonces, Potter. ¿Qué hay de tu amigo 1 y tu amigo 2? —dice para molestarlo un poco, porque algunas costumbres no se tienen que perder.
Había estado un poco nervioso ante la idea de que Potter estuviera con Chang, pero por suerte para su salud mental no estaban aquí.
—Les dije que iba a estar contigo—declara el chico y parpadea.
Viéndolo de reojo un poco sorprendido por tal osadía.
—El descaro —musita por bajo, provocando que Potter lo vea mal, pero incluso entonces tiene un ligero rubor en sus mejillas.
Draco no piensa ser tan descarado en pensar que es por su culpa, en realidad hace bastante frío ahora que están en diciembre, así que puede que fuera por el frío. Pero luego recuerda que es un hombre lobo y que en general su temperatura corporal era bastante alta.
No es que hubiera investigado del tema.
Mucho.
Draco no quiere pensar en los libros de hombre lobo que leyó las últimas semanas, no tantos como quisiera, pero algunos describían un poco sobre lo que era un "Mate", nuevamente no tanto como quería. Al parecer las costumbres de hombro lobo parecían más inculcadas por el trasmitir su conocimiento entre ellos más que al público, era curioso que tanto se parecía a ciertas costumbres de sangre pura de lo que imaginaba inicialmente.
Pero aprendió cosas útiles.
Para el futuro, supuso.
—Me debes una cita —dictamina Potter y Draco lo ve ahora sin ocultar su sorpresa, haciendo al chico lucir abochornado—. La última fue arruinada por Jackson —susurra al final.
Ambos se ven incómodos al recordar ese día, Jackson diciendo sus sentimientos, Potter hablando con este en el cuerpo de Draco. Muy incómodo para ambos y no habían hablado del tema, de hecho, desde ese día, donde algunos sentimientos fueron expuestos, no habían dicho mucho sobre nada.
No eran las mejores personas para la comunicación.
Claramente.
Eso podría tener consecuencias a futuro, pero por ahora mientras Draco miraba a Potter lucir incómodo frente a él, supuso que podrían esperar un poco a una charla de sentimientos. Una cita no tiene que ser la gran cosa, tuvo citas con Anthony en el pasado, salía con sus amigos todo el tiempo, una cita era un poco una mezcla de ambas cosas, el romance y la amistad.
—Pensé que tu ego estaría herido por el partido —bromea obteniendo una mala mirada del chico, pero en su lugar comienza a caminar, este lo ve confuso—. ¿Qué esperas, Potter? —pregunta divertido.
Puede que no sea una aceptación verbal de la cita como tal, pero cuando Potter sonríe llegando a su lado.
Bueno.
Draco sonríe con él.
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La cita es… un desastre, pero solo al inicio. No se toman de las manos, solo caminan, pero ambos pueden sentir la mirada de todos sobre ellos. El niño que vivió, Draco que es claramente la sensación momentánea de Hogwarts porque es asombroso y el último partido claramente lo puso en el ojo público; otra vez. Potter no es fanático de los lugares concurridos, aunque no entiende como disfruta entonces del quidditch y el estadio, entiende que entonces puede concentrarse en otra cosa. Aquí en Hogsmeade, luce incómodo en el ojo público de los demás, se encorva al caminar como si quisiera pasar desapercibido, cuando entran a una tienda demasiado llena parece sujetar su oreja como si doliera.
Sentidos mejorados.
Parecen complicados.
—Entonces vas a seguirme todo el día, pensé que las citas eran diferentes —habla Draco divertido luego de salir de la librería con dos libros nuevos.
Sonríe divertido de poder hacer sonrojar a Potter, pero no de vergüenza, más bien parece abochornado de su descaro.
Que se vaya acostumbrando.
—No sé mucho sobre citas, Ron y Hermione… no fueron de mucha ayuda —admite metiendo las manos en sus bolsillos.
Bueno, tomando en cuenta que el primero no salía con nadie y la segunda no había salido mucho con Viktor (aun no le había contestado a su última carta que hablaba sobre su último partido), dudaba que ambos pudieran ayudarlo con buenos consejos para citas. Son un poco como Percy en esta área, pero si Granger ayudó a Potter, ahora entiende porque lo dejó entrar a la librería sin comentar mucho.
Fue un poco.
¿Adorable?
—Las citas no son tan diferentes a salir con amigos en realidad —le explica a Potter con calma, este lo voltea a ver curioso—. Solamente que se hacen más cosas adicionales como besarse y tomarse la mano —resta importancia sin querer entrar en más detalles.
Pansy y Blaise podrían decir cosas mucho más, sugerentes, para una cita, pero aunque claramente Draco ha tenido sueños subidos de tono, no es lo que quiere decirle a Potter. Realmente disfruta de ver al chico meditar mientras sigue caminando a su lado, porque cuando piensa mucho su nariz se arruga un poco.
Joder.
Sí, era adorable.
Draco estaba condenado.
No puede culpar ahora a Percy por actuar como un idiota enamorado y desesperado, cuando Draco apenas si puede contener un poco sus propias emociones. La Oclumancia sirve para mantener a sus vínculos fuera, quienes se han ido acostumbrando poco a poco a no estar siempre con él; ellos parecen alegres cuando los sueños de Draco comenzaron a ser más seguidos.
Idiotas.
Pero, aunque pueda bloquearlos a ellos.
Potter es otra historia.
¿Podrá oler su nerviosismo?
¿Podrá escuchar su corazón acelerado?
—Te besaste con Goldstein —señala Potter y aunque puede escuchar un poco de celos, parece un poco curioso por la idea.
Draco lo ve intrigado, sin saber si el chico habría besado o no a nadie, la idea lo intriga un poco, pero este rápidamente se distrae con la tienda de quidditch que hace sonreír a Draco. Al final la idea era que ambos pudieran disfrutar, pero cuando quieren entrar, hay muchas personas que rápidamente los observan y ambos gimen al mismo tiempo antes de salir.
Ocupan un poco de espacio, piensa Draco, antes de ver el camino hacia la cabaña de los gritos con curiosidad.
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El bosque podría ser un lugar no seguro para cualquiera.
Menos para un semidiós y un hombre lobo, luego de asaltar la tienda de dulces ambos se adentran al bosque cerca de la cabaña de los gritos, todo está cubierto de nieve. Pero Harry no siente el frío por su temperatura corporal y Draco se sujeta bien la bufanda antes de adentrarse con este. El lugar es bastante interesante, todo cubierto por nieve, mientras intentan no caer en agujeros. Potter parece rápidamente en un mejor ambiente que antes cuando camina de forma menos encorvada, haciendo que Draco note que, aunque no es de su altura, ha crecido un poco más este año.
Solamente debe haber unos cuatro o cinco centímetros de diferencia entre ellos.
¿Es por ser un hombre lobo?
No está seguro.
Su segunda naturaleza animal tiene mucha influencia en Potter, eso es seguro, pero el alcance es algo que solamente puede ser consciente para los de su especie.
—Ron quería tanto irse del equipo, costó mucho convencerlo de que no —habla Harry, porque habla mucho, habla tanto que sorprendería a otros cuando el chico no suele hacerlo.
Aparte de comentarios sarcásticos o burlones cuando tiene suficiente ingenio.
Draco los ha escuchado a veces a la distancia y no puede más que reírse de ellos, porque sin duda tienen un ingenio que no muchos le darían crédito.
—Lo siento por la monumental paliza que les dimos, parece que lastimamos su pobre ego Gryffindor.
—Claro puedes intentar volver a decirlo ahora sin sonreír.
Suelta una risa ante el tono mordaz del chico, quien sonríe antes de saltar un tronco en el suelo sin mucho esfuerzo. Draco mira su trasero antes de suspirar y de igual forma saltarlo, su cuerpo está diseñado para esta clase de situaciones que lo hace de manera natural.
Se queda en el tronco del árbol viendo a Potter deslizarse al suelo con naturalidad.
Ha mejorado mucho sus reflejos tienen que dárselo.
—Soy un Malfoy, así que al menos perdió contra mí —dice de forma tranquila, debió esperar el golpe de la bola de nieve, pero a diferencia de cualquier otra persona, Harry era rápido y tenía buena puntería.
Cae de espaldas y hay una risa bastante histérica, que hace a Draco levantarse del suelo, para lanzarle un suave hechizo de viento sin varita que hace al chico caer de espaldas quejándose sobre que no es justo la magia sin varita en una pelea de bolas de nieve.
Le dice infantil.
Harry se ríe.
Es extraño estar en el bosque con Harry sin estar en su forma de lobo, usualmente cuando estaban en el bosque era porque estaban entrenando con los demás; solo en su forma de lobo habían estado juntos sin nadie más. Es muy confuso, porque en todas las citas que tuvo antes, jugar a una guerra de bolas de nieve (utilizando más fuerza de la necesaria) que claramente Potter gana cuando impacta sobre su rostro otra vez haciéndolo caer de espaldas.
Aquí no se activó la maldición de Aquiles.
Controversial.
—Eres un troglodita, Potter —farfulla sentado en el suelo limpiándose la nieve del rostro, mientras Harry camina hacía él.
Este se agacha divertido quitando parte de la nieve de su cabello, Draco se quita su sombrero agitando su cabello para sacar la nieve, lo que hace que se despeine y odia la idea de no tener un look decente si no está en medio de una batalla.
—Lo dice quien se da golpes con titanes.
—Y gana —añade haciendo al chico reírse acuclillado a su lado.
Va a decir algo más para molestarlo, pero al verlo queda congelado, sus rostros están demasiado cerca. Su corazón se detiene de sorpresa, bueno no literalmente o estaría muerto, pero si siente la descarga eléctrica ante la situación. Puede ver el momento exacto donde Potter también nota la cercanía porque parece congelado en su lugar.
Ambos viéndose a los ojos, de forma muy incómoda.
Oh vamos.
Ya se dijeron que se gustaban, pero la idea de besar al chico lo pone nervioso, porque hasta ahora todos siempre dieron el primer paso para besarlo. Pero todos ellos (Conor y Anthony) no funcionaron, así que tal vez si daba el paso ahora.
El problema, los nervios, bajar la cabeza demasiado rápido justo cuando Harry se estaba acercando y ambos impactan la frente retrocediendo de forma adolorida.
—Hijo de puta, eso duele —gruñe Draco sujetando su cabeza, mientras Harry le da una mirada molesta.
—¿Qué hay de mí? ¿Querías sacarme un ojo? —Es gracioso porque tiene un poco la frente roja, como la debe tener Draco del impacto.
—Quería besarte, zoquete.
—Felicidades pensé que pensabas matarme idiota.
—Ni siquiera sé porque lo hice, claramente eres un imbécil.
—¿Yo?, debes estar confundiéndote con tu reflejo.
Draco sujeta el cuello de Potter como si fuera a golpearlo, por lo cual el chico se planta firme como si estuviera listo para maldecirlo; no lo hace por supuesto. Ahora que está sujeto, Draco se siente más cómodo acercando sus labios a los del chico, que parece ligeramente sorprendido cuando al fin ambos se unen.
Y es.
Joder.
Draco odia ser un romántico, odia la idea de convertirse en un Percy 2.0 que solamente habla emocionado de besar a Annabeth, lo cual no está mal, pero Draco nunca fue así con Anthony. Claro que le había gustado besar a Anthony, con este había aprendido a besar junto con el chico y la sensación era bastante adictiva.
Este beso era horrible, solamente sus labios unidos, incómodos, sorprendidos.
Sin moverse.
Y era la cosa más perfecta que había sentido en su mundo entero.
Cuando se separan solo unos segundos después, se ven de forma confundida entre ambos, no puede sentir los sentimientos de Harry, el vínculo de ellos no es así; pero ver sus estúpidos ojos de cachorro emocionados por la idea, casi como si tuviera orejas saliendo de su cabeza que no están ahí, lo hace bufar.
—Realmente no sabes besar —dice con las mejillas sonrojadas, antes de gruñir cuando Harry lo avienta hacia atrás.
Un troglodita.
Aunque cuando se medio incorpora un poco más, ahora con Harry frente a él viéndolo de forma retadora, Draco tiene que tragar saliva para no emocionarse demasiado.
—Enséñame —demanda de forma bastante intensa.
Y bueno.
Draco solamente sonríe de igual forma salvaje, antes de pensar que esta cita sin duda mejoró, porque el segundo beso es sin duda mil veces mejor que el primero; pero duda que eso cambie de parecer pronto.
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Percy lo mira ansioso cuando lo llama esa noche antes de ir a dormir, este levanta una ceja y Draco se sonroja un poco antes de aclararse la garganta.
—Lo besaste. —No es una pregunta, es una afirmación que cuando Draco asiente tímidamente, este suelta un grito de victoria antes de gritar a su madre para que venga.
Humillante.
Pero encantador, piensa Draco recordando los besos de esa tarde.
—¿Le pediste que fuera tu novio? —pide Sally con el rostro emocionado al igual que Percy.
Draco se congela.
Oh.
Había olvidado algo al parecer.
—¿Tenía que hacerlo? —pregunta dudoso, haciendo a ambos Jackson gruñir al mismo tiempo.
Aparentemente sí, tenía que hacerlo.
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Draco tiene que contenerse para no aplastar a Cho Chang que está hablando con Potter en el pasillo al día siguiente, no es que fueran algo… formal… pero eran algo. Tiene que recordarse al menos unas 10 veces que la persona que es Mate de Harry es él, y si puede que fuera demasiado para un chico de 15 años, pero no le importa mucho ahora. Theo a su lado lo ve aburrido, antes de ignorarlo para seguir su camino al comedor, le quiere sacar el dedo del medio; va ir donde Harry. Pansy pasa a su lado arrastrándolo con Blaise, se queja mientras intenta soltarse, pero reflexiona que es lo mejor, no hacer un escándalo.
Una muerte silenciosa es la mejor forma de eliminar a alguien.
—Tan obvio en sus emociones, que vergüenza de Slytherin —bromea Pansy y Draco quiere llamarla perra, no lo hace porque llega al desayuno gruñendo.
Se había besado ayer con Harry.
Sí.
Bastante.
Muchas veces.
Fue tan adorable ver al chico aprender.
Pero cuando volvieron al castillo y se despidieron, ambos estaban claramente con sus pensamientos en otros lados, porque ni siquiera lo había pensado mucho para decir que son pareja. Además, tampoco sabe que Harry quiere que otros se den cuenta, Anthony había tenido problemas al respecto y tal vez Potter no se sienta cómodo ante eso.
Detesta tener dudas.
Pero sabe que salir del closet no es algo tan fácil.
¿Qué es Harry?
Draco medita mientras come una tostada.
Antes de que dijera que tenía sentimientos por él, pensó que era heterosexual, pero estaba claro que tenía sentimientos por él. Puede que de alguna forma fuera su lobo hablando, pero eso podría ser una parte bastante gay si se fija en él.
Lo cual trae otra gran cantidad de preguntas.
¿Cómo funciona?
Fisiología, hormonas, aspecto físico, algo mental.
Algo de Harry tuvo que sentirse atraído a él, probablemente incluso pudo ser por Afrodita, pero no quiere pensar en eso.
Realmente no quiere pensar en eso.
—Pansy, ¿qué tan difícil es asesinar a alguien? —pregunta a su compañera que detiene su acalorada discusión con Daphne acerca de un brujo que parece estar de moda en una revista.
—¿Social o fisiológicamente? —pregunta Theo sin contenerse, ganando que Draco le lance un panecillo que este esquiva y maldita sea, debió meterlo al equipo de quidditch al bastardo por sus reflejos.
El próximo año tal vez.
—Socialmente —dice Draco, solo para asegurar que nadie piense que va asesinar a alguien.
Tampoco es tan idiota para anunciarlo en el gran comedor, lo haría de forma mucho más sutil si ocupara ayuda, para eso tiene a Nico también y Annabeth; probablemente también a Lavender, ahora, Anthony y Theo siguen en deliberación.
No debido a que no ayuden, si no por sutileza.
—Si quieres asesinar socialmente a Chang no es difícil, pero te costara caro cariño, solo porque sé que la odias —habla Pansy guiñándole el ojo, toda la mesa Slytherin se ríe ligeramente como si estuvieran al pendiente de su enojo lo cual lo hace humillante.
Astoria salta sobre su lugar, preguntándole algo sobre quidditch, provocando que la conversación salte de un tema a otro. Está bien, Draco no necesita pensar mucho sobre matar a alguien socialmente y sabe que Pansy puede hacerlo con una velocidad asombrosa. Luego Daphne comenta divertida sobre el club no tan secreto de los estudiantes de quinto año, haciendo que más de un Slytherin gruña de forma molesta, porque no les molesta ser dejados por fuera.
Es algo a lo cual podrían discernir.
Pero que lo hagan tan evidente es la molestia.
Draco puede darles un punto por eso, todos saben que hay algo secreto, pero por el momento lo han mantenido en una buena ubicación para no ser encontrados por Umbridge que claramente está al pendiente del tema. Se pregunta vagamente que lugar podría ser, ya que no los ha visto por el bosque prohibido y sin duda ese podría ser otro buen lugar para entrenar magia ofensiva y defensiva.
¿Verdad?
Ignorando que posiblemente si un centauro te encuentre intente golpearte o asesinarte, era una buena idea.
El desayuno lo pasan sin muchas penas ni glorias, bueno penas para los chicos del equipo de quidditch que al escuchar sobre otro entrenamiento pronto en el bosque, gimotean llamándolo tirano y comienza a levantar las manos en forma de que pueda lucir poderoso e imponente.
Alguien le lanza un bagel.
No mata a nadie ese día, pero piensa instaurar la pena de muerte por semejante ofensa.
—Entonces cuál es tu precio—comenta casualmente y tal vez un poco coqueto mientras camina al lado de Pansy, listo para cualquier locura que su compañera pueda ofrecerle.
Pansy pone una mano en su mentón mientras camina por un pasillo lleno de personas divertidas, claramente disfrutando del caos que va armar. No se sorprende ni un poco, así es ella.
—La ausencia de tus padres hace que muchos no te vean como amenaza, pero yo realmente puedo ver los beneficios de tenerte como aliado, cariño. Extraño cuando todo lo que quería era una cita contigo, ahora puedo ver las ventajas de estar de tu lado bueno. —Es un ronroneo prácticamente y se acerca de forma provocativa, no es que vaya hacer algo.
Ambos saben que Draco es gay, pero Pansy es una coqueta de primera.
Va a responder un comentario mordaz, cuando una presencia en su espalda sujetando su cintura hace que parpadee. No sintió ninguna alerta de ataque, así que no puede ser alguien que quisiera hacerle daño y duda que alguien fuera tan estúpido a estas alturas para intentarlo, por eso cuando voltea y ve ahí a Potter, luciendo una sonrisa brillante, aunque una seria tensión en sus ojos.
Queda con la boca abierta.
Pansy frente a ellos también, voltea a verlos incrédula, antes de darle a él una mirada brillante como un pájaro que ha encontrado algo brillante con lo que jugar.
Mal.
Alerta.
Peligro.
Joder.
—¿Harry? —pregunta en voz temblorosa e incómoda, pero el chico solamente está ahí, en medio de un pasillo lleno de personas abrazándolo con una mano por la cintura atrayéndolo a él.
Recuerda los besos del día anterior, pero eso no tiene sentido, se habían estado abrazando en medio de un bosque helado donde nadie los había visto. Pudo besarlo, enseñarle poco a poco que le gustaba y el maldito Gryffindor era alguien que aprendía demasiado rápido.
En secreto.
No aquí.
Donde todos podrían verlo, especialmente Pansy, aunque no es que ocupara que ella distribuyera un rumor con los ojos poco disimulados de todos sobre ellos.
—Lo siento Parkinson, pero tengo que hablar un momento con mi novio —dice Harry de forma que podría ser inocente, pero es todo menos eso.
Una serpiente con piel de León.
—¿Novio? —aúllan tanto Pansy como Draco en diferentes formas de consternación, el rostro de Pansy parece el que acaba de recibir un regalo el mejor chisme que sin duda va estar en boca de todos por meses.
Draco incrédulo, porque técnicamente tenía que preguntarle, o eso había dicho Sally Jackson.
Harry no espera una respuesta antes de comenzar arrastrarlo luego de dejarlo conmocionado, los rumores ni siquiera intentan ser disimulados, todos comienzan hablar de su paso.
Va a matar a Potter.
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—¿Qué tiene de malo?
—Todo.
Harry está en medio de una clase vacía, probablemente estén perdiendo su primera clase y probablemente Severus va a matarlo, pero no podrían importarle más sus TIMOs en este momento. Da vueltas como león enjaulado y esa comparación le irrita, así que lo cambia por tigre encerrado mientras mira a Potter con diferentes grados de incredulidad.
Parecía tan inocente.
Joder.
Quería tanto estamparle el rostro contra la pared más cercana que era doloroso.
Lo peor es que parecía inocente e ingenuo sobre lo que acaba de hacer, así que como hizo muchas veces con sus compañeros de campamento o la propia Granger, toma asiento en una mesa intentando mantener una expresión seria para poder explicarle al chico que parece no saber la magnitud de sus acciones.
—Mira Harry te explicaré —habla como si fuera un niño, este le da una mala mirada entendiendo que es tratado como un niño de 5 años—. El mundo mágico es, diferente, no has crecido en él y sé que es diferente, viví en el mundo muggle. —Harry cierra la boca que acaba de abrir con un puchero adorable—. Tal vez no son tan homofóbicos como algunos muggles, pero es difícil ser aceptado en el mundo mágico para magos de sangre pura. Espera, tengo un punto, los sangre pura quieren preservar linaje y tener herederos que sean puros de sangre. Si bien tener hijos entre dos hombres no es imposible, es peligroso, por lo cual no se apoya mucho esta práctica.
—¿Y eso porque es importante? —ladra Harry claramente molesto.
Draco lo ve, poco sorprendido aun así un poco incrédulo.
Se pregunta vagamente que tanto habría cambiado si sus padres siguieran con vida.
Sus padres hablaron a veces de James Potter, más que como el padre de Harry, como el heredero James Potter. Era el heredero Potter que era un linaje de sangre muy antiguo, si bien su padre se quejaría que el hombre no seguía claramente un patrón como sangre pura, también hablaría de este como alguien ágil a la hora de interactuar ante la sociedad.
Una mariposa social lo llamó su madre.
Incluso sin seguir patrones, James fue versado para ser un heredero y tenía un entrenamiento, como el propio Draco tuvo en su infancia.
Al final ambos tuvieron padres que permitieron holguras, pero ambos son capaces de estar en un escenario y manejarlo a su antojo.
O James lo fue, antes de morir.
Incluso aunque se casara con una hija de muggles, Draco piensa que el hombre tendría al menos la decencia de explicarle a su hijo el mundo de los sangre pura. No para que lo siguiera si no quería, si no para que pudiera defenderse en lugar de saltar a la locura sin pensar en consecuencias.
—Señalarían a un mago por menos, en tu caso como persona socialmente a la vista, claramente harán un escándalo, probablemente estemos mañana en primera plana —habla Draco sin sentir eso como algo emocionante como pudo ser en primer año, ya tiene una primera plana en ropa interior gracias a Percy en su segundo año—. Muchas personas nos van a juzgar abiertamente, si bien yo salí como alguien gay, mis padres en su momento pudieron hacer control de daños. Ahora que no están, claramente seremos la comidilla de la prensa por meses —añade con amargura.
Ya puede verlos.
Especialmente a Rita, quien estará feliz de poder hablar de él, ahora que sus padres no están, no pueden intimidarla por ser una estúpida.
Lo cual le recuerda que apenas termine Hogwarts, si sus padres aún no pueden volver, le tocará a Draco intimidarla.
No ha hecho nada.
Pero Draco sabe que lo hará.
Es imposible que una rata como ella no vea esto de manera dulce para atacar.
—¿Qué importa que hablen? —La forma amarga y resentida de Harry, hace que Draco baje la mirada.
El chico está ahí, de brazos cruzados y luciendo extremadamente molesto, duda que le guste que hablen de él, pero para su sorpresa no parece en lo mínimo arrepentido de sus acciones. Tal vez no sabe las consecuencias, pero ahora que ha estado en el mundo mágico, al menos por casi 5 años, debe haber estado más de una media docena de veces en la primera plana.
Aunque no es un campista, Harry también ha sufrido sus propias dificultades.
No debe olvidarlo.
Aun así, a veces lo hace.
—¿No te importa? —pregunta Draco en tono juguetón, pero ocultando un poco de seriedad en el asunto.
No solamente hablarán porque fuera gay, bisexual, o cualquier término que los reporteros puedan ingeniarse en crear para vender números. Hablarán de Draco como hijo de un mortífago, de sus padres que no se encuentran, de él mismo como persona.
Lo tomarán, intentarán desmenuzarlo y venderlo de la peor forma posible.
Porque nadie nunca será suficiente para el niño que vivió, porque el mundo mágico idealiza a Harry y eso hará que vayan en contra de Draco.
A él no le importa, pero quiere que Harry sepa que va a suceder.
El chico lo ve con el mentón levantado, orgulloso león que no le teme a nadie y Draco sonríe un poco más grande, porque es estúpido, pero eso es extremadamente caliente.
—No —dice con vehemencia y cuando alguien lo dice tan claro, es difícil no creerle, aunque no use tantas palabras—. Toda mi vida, siempre parece que todos saben más, como si quisieran guiarme para hacer lo que ellos quieren. —Y la forma en que arruga el rostro, crea dudas en su mente y curiosidad—. Por una vez quiero ser quien elija algo en mi vida —finaliza viéndolo con tal intensidad.
Qué bueno.
Draco sonríe divertido y sus ojos brillan de diversión cuando lo puede ver mejor.
Potter sin duda es una caja de sorpresas.
No están tan separados con el chico frente a él, así que con su dedo levanta la mandíbula del chico divertido, este no se queja, no se aleja.
Interesante.
—Entonces decides elegirme —dice sin poder ocultar del todo el tinte incrédulo de su voz.
Es difícil cuando has crecido rodeado de dioses que les gusta jugar con tu destino el pensar que la elección viene completamente del chico. Pero al ver el rostro sincero del chico suspira, Sally le había dicho que dejara de vivir pensando que los dioses tienen control de todo lo que hacen, si fuera así, piensa Draco, lo habrían detenido hace mucho tiempo cuando lo consideran una amenaza.
Así que envalentonado por su nueva vida lejos de guerras, quiere pensar que esto es natural de ambos.
Que lo eligieron.
Dejando de lado el hilo rojo del destino o que Potter es un hombre lobo, quiere vivir pensando que esta elección fue de ambos.
—Supongo que no eres una mala elección, no terrible al menos —dice Potter con tono aburrido, soltando una risa cuando por muy poco esquiva su patada.
Draco salta de la mesa viéndolo mal, un tempus con el dedo le da a entender que no llegaron a la clase de pociones y su padrino lo va a odiar.
—Severus va a matarnos —musita Draco cruzándose de brazos, pensativo.
Lo que faltaba.
—¿Entonces tenemos tiempo para besarnos? —habla Harry emocionado.
Draco voltea a verlo incrédulo, porque claramente Potter ocupa mejorar sus prioridades.
Pero sí lo besa.
No es que tengan nada más que hacer antes de su siguiente clase después de todo.
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—¿Potter? —pregunta Severus casi luciendo adolorido, cuando no solamente lo llama al final del día para castigarlo, si no que claramente el rumor ya llegó a él.
Como a todo el puto colegio.
Draco se mueve incómodo en la silla, pero Severus le da una mirada de muerte que hace que suspire antes de dejarse caer mejor en la silla, tampoco fue para tanto.
—Digo, no es tan malo, dejando de lado que lo odies, es el heredero Potter, tiene dinero, conexiones, no es mal parecido —intenta defenderlo Draco, aunque duda que realmente funcione.
Severus respira, sus orificios nasales se amplían y Draco puede admitir estar un poco intimidado porque nunca ha visto a su padrino tan enojado; curiosamente no con él, pero si está enojado.
—Es un Potter —señala y nuevamente parece que el nombre es una ofensa como tal.
Ladea la cabeza confundido, pero Severus solamente pasa una mano por su cabello luciendo frustrado.
—¿Sí?
—El señor tenebroso lo quiere muerto.
—Sí, bueno, soy un semidiós, no es algo nuevo.
Draco ve en Severus, realmente ve que por un momento quiere matarlo, antes de caer sentado en la silla de su escritorio con ambas manos cubriendo su rostro, frustrado. Se da una pequeña palmadita porque nunca había llevado a su padrino tan lejos de la locura.
Debe valer de algo.
¿No?
Su padrino prácticamente lo saca a patadas de su oficina, Draco lo toma como una victoria extraña.
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—Hijo de puta, no me lo dijiste primero —ladra Lavender y es la que se ve más indignada al respecto, Percy fue técnicamente el primero en saber sobre la cita, pero hasta ahora no ha podido hablar con él para decirle que oficialmente eran pareja.
Porque todo el mundo parecía querer quejarse de no ser los primeros en enterarse.
Draco suspira dejando a Lavender quejarse esa noche durante el entrenamiento, la chica totalmente indignada, mientras Theo y Anthony hablan sobre apuestas del campamento que deberían cobrar; realmente no quiere escuchar al respecto.
Solo quiere descansar, pero no puede.
Joder.
—Mira no me han dado mucho tiempo —intenta defenderse Draco, pero Lavender solamente le hace una tacleada y Draco chilla.
Para diversión de los otros dos.
Es la primera vez que Lavender le gana en una lucha cuerpo a cuerpo, Draco le gustaría decir que no se defendió, pero cada día aprende más que no hay que hacer enojar a las mujeres.
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Puede o no puede que se sienta demasiado satisfecho cuando durante la siguiente semana, Cho Chang pasa a su lado dándole una mirada de muerte, no debería estar feliz por eso, pero la verdad es que lo disfruta mucho. Potter admite tímidamente que en realidad tampoco ha sido muy popular por sus compañeros de clase por salir con el "enemigo", todos resentidos aún por su victoria en el quidditch y Fred Weasley sigue viéndolo mal cada vez que se topan en algún pasillo. Ignorando las lechuzas que llegan cada día con un periódico que habla de forma poco precisa sobre su relación, Draco disfruta un poco de la atención que recibe.
También hay cartas que no abre por supuesto, porque es obvio que son de fanáticos de Potter, así que solamente abre las cartas de sus conocidos y las otros las incinera sin dudarlo con un hechizo de fuego.
El único problema de la semana que ha salido con Harry Potter.
No son los besos.
Besar a Potter es mucho más interesante que besar a Anthony, cuando lo dijo en voz alta frente al aludido, descubrió que los Shabti que podía crear Anthony a estas alturas, eran a nivel de un oso y casi muere perforado por una garra antes que pudiera romperlo en dos.
Anthony se enojó por eso.
Como si no hubiera querido matarlo.
Regresando al punto, Potter no era el problema.
—¿Por qué también tengo que pasar tiempo con ellos? —dice Draco señalando de forma molesta a Granger y Weasley, como si no estuvieran frente a él en la sala común Gryffindor.
Donde nuevamente, no quiso entrar, pero Potter tiene unos ojos de cachorro poderosos y la idea de molestar más a los Gryffindor siempre es tentadora. Lavender por otro lado lo dejó solo, porque tenía chismes que tener con Parvati y eso hizo que los únicos dos Gryffindor que apenas tolera, marcharse.
Joder.
Weasley comadreja le dio una mala mirada, pero Granger que había tomado su ensayo de pociones no parece molesta mientras toma toda la información que puede.
Claramente su ensayo es mejor que el de ella y lo está disfrutando.
—Porque son mis amigos —dictamina Potter mientras está de piernas cruzadas aun confundido por el libro que Draco señaló podría ayudarlo en pociones.
No tiene mucho éxito, Draco le dijo que no pensaba salir con alguien malo en pociones, o al menos pensando que eso podría animar un poco más a Severus.
Harry no parecía convencido, pero sus intentos lo hicieron animar un poco.
—Tú no pasas tiempo con mis amigos.
—Pero he pasado más tiempo con Lavender, Theo y Goldstein que tú con Hermione y Ron —habla Harry sin verlo y Draco hace un puchero.
Ni siquiera intenta besarlo, lo cual es bastante grosero, se ve completamente besable. Piensa de forma preocupada que tal vez besarse con Potter en cada momento disponible, comienza a hacerlo adicto de alguna forma.
Bien, ya tendrá más tarde.
—Fred aún no te perdona —comenta la comadreja, pero Draco lo ignora y lo ve indiferente.
—Si no hubiera dicho nada sobre Theo estaría bien, pero lo dijo.
—Estaba triste por perder.
—Yo también estuve triste cuando le di un puñetazo.
Comadreja voltea a verlo mal, pero una mirada de Harry lo hace bufar viendo a otro lado, así que cuando Draco piensa que tiene vía libre para insultarlo; Harry lo toma de la muñeca y lo obliga a sentarse en medio de sus piernas.
Pestañea.
Comadreja hace un sonido molesto.
Harry no lo ve, sigue manteniendo su rostro en su libro, mientras coloca su mentón sobre el hombro de Draco y que puede decir.
Se sonroja un poco de brazos cruzados, pero sintiéndose mucho menos enojado y odia que la sola presencia de Harry sirva para apagar su enojo.
Granger ignora cualquier cosa y pide ayuda en algo, sin importarle o no si es pareja de Potter, solo preocupada por sus tareas y puede sentir un poco de respeto por eso.
—Por cierto que harás estas vacaciones.
—La madriguera.
—Yo iré a Londres y luego tal vez pueda ir a casa de Percy, algo tranquilo para variar.
Potter hace un puchero, pero Draco sonríe aun entre sus brazos sintiéndose feliz, falta una semana para vacaciones, nada debería salir mal este verano, unas lindas vacaciones para descansar finalmente.
Continuará…
Por fin son pareja, como nos costo llegar a este punto, solo ocupamos 51 largos capítulos?
Que no se diga que no era un slown burn.
Pero bueno, para el próximo capitulo les tengo una sorpresa que muchos han estado esperando, me pregunto si adivinaran.
Mención honoraria, me costo mucho tener el capitulo listo hoy, pero es el cumpleaños de Harry así que mi regalo no es solo actualizar, si no hacer que al fin se besara con Draco.
