Capítulo 56: Draco solo desea para año nuevo dejar de estar cerca de la muerte.
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Draco escucha a su padrino quejarse todo el camino a Hogwarts, uno pensaría que su padrino es alguien serio que no le gusta hablar mucho; pero para quejarse aparentemente tiene el poder de hablar sin detenerse. Aparentemente Severus había intentado llamar la atención de la MACUSA, pero cuando comentó sobre la Casa de la vida el grupo de magos egipcios, los magos de América prácticamente no habían hecho nada para ayudarles; un grupo de inútiles casi tan grande como los Olimpos.
De este grupo destaca que Hades y Hestia no son parte.
Al final del día cuando intentó regresar al Nono de Brooklyn la magia lo impidió, pero cuando intentó buscar ayuda de Dumbledore parecía estar preocupado por otros asuntos.
Ya saben.
Voldemort asuntos.
Que insultante.
El mundo había estado al borde del caos, pero el mago más poderoso de su panteón, había estado más preocupado en problemas con un mago oscuro de segunda. Ya quería verlo enfrentarse a Set en lugar de Voldemort, dudaba que pudiera hacer algo contra una deidad.
La amargura de Draco crece porque, aunque el mundo fue salvado (no gracias a la MACUSA o el ministerio de Londres), nadie sabe realmente que pasó; pero saben que la Casa de la vida fue involucrada. Al igual que Draco parecía ansioso por sus secretos, el mundo mágico tiene puesto ahora sus ojos en los magos egipcios. No saben la verdad por supuesto, la verdad probablemente sólo la conocerían algunos selectos con suerte, pero saben que la casa de la vida fue afectada.
Eso era peligroso.
Estaban débiles.
Pensó en Carter y Sadie que eran demasiado jóvenes aún, luego pensó en Anthony que había decidido quedarse por su propia voluntad.
¿Sabría que ocupaban magos?
¿Quiso quedarse a ayudar?
No, su amigo no era un Ravenclaw, era un jodido Hufflepuff.
—¿Pelear contra una deidad? ¿Otra vez? —su padrino parecía al borde del caos y Draco solo bostezó cuando entraron a los terrenos de Hogwarts, directamente al despacho de su padrino.
Milagrosamente para variar había regresado temprano de vacaciones, la mayoría de estudiantes tenían una semana más disponibles luego de los incidentes en Londres y USA. Nuevamente nadie parecía realmente saber qué pasaba, pero el ministerio de ambos países parecía haber lanzado una alarma incluso más seria que con Voldemort.
Que no creían que volvió.
Bueno esto había sido una lucha tangible de deidades, supieran o no de qué panteón, deben estar alertados al igual que con Manhattan que algo malo había pasado. Draco no se encuentra emocionado ante la idea de que estuvo involucrado en ambas luchas, cada una de forma menos directa, pero igualmente en menos de un año de diferencia en ambos aspectos.
—En mi defensa yo no busco la desgracia, me busca a mi —señala Draco con cansancio.
Severus lo arrastra a la enfermería, Pomfrey al igual que su padrino casi parece resignada de verlo ahí, por lo cual la mujer toma un tiempo largo para hacerle un diagnóstico antes de darle medicinas con sabor horrible. Aunque el veneno de su cuerpo se había ido, Isis no fue tan minuciosa en recuperar su cuerpo en su totalidad. La piel sigue siendo algo pálida, su cuerpo sigue sintiéndose débil y los bajos niveles de magia es algo que Pomfrey ve con el ceño fruncido.
Tiene preguntas.
No las hace.
Draco ama más a esa mujer por eso.
Sobre la falta de energía mágica, Draco se pregunta vagamente si eso tiene algo que ver con la lucha contra Set. No tiene la menor duda que el MVP (el jugador más valioso de la batalla) habían sido Carter y Sadie, incluso Anthony con su ejército de Shabti que, a diferencia de otros, le obedecen completamente; Draco apenas si había estado ahí momentáneamente para controlar un poco el daño.
No fue el luchador más valioso.
Pero los rayos.
Esa noche que pasa en la enfermería luego de tomar medicinas de sabor horrible, Draco sabe que Pomfrey se las dio a conciencia. Pasó la noche entre un estado dormido en una camilla descansando realmente y sintiendo su propia magia buscar restaurarse.
Rayos.
Había usado rayos.
Como Zeus.
Draco no sabe cómo sentirse al respecto, una parte de él quiere aborrecer la idea de compartir algo con esa… ¿cosa?, bueno a regañadientes puede admitir que es un olimpo. Este quien había dicho hace casi dos años atrás, sobre cómo no obtendría ninguno de sus poderes y que simplemente era un cero a la izquierda que no merecía su atención.
Se había equivocado.
Bueno Draco siempre pensó que haría que se sintiera equivocado, pero nunca pensó que podría obtener los poderes de un olimpo.
¿Esto siente Percy cuando controla el agua?
¿Así es como Nico controla sus sombras?
¿Bianca debe sentirse así cuando invoca un ejército de esqueletos?
Aunque sabe que Thalia es su hermana, nunca se había sentido especialmente unida a ella. Siempre fueron Percy y Annabeth quienes más se acercaron a la chica, Draco siempre mantuvo la distancia, especialmente luego de saber quién era su padre. Pero ahora que vio sus rayos, no pudo evitar pensar en la chica que era una cazadora y podía hacer que los rayos cayeran a su alrededor en medio de la lucha. Nunca había sentido ninguna conexión a esta, pero ahora…
El rostro de Silena en su mente le hace sentir que la traiciona en alguna forma.
Duerme abrazando su almohada pensando en su amiga muerta, en Thalia, en su magia consumida por los rayos y solamente quiere dormir.
No pensar en nada.
En su sueño hay una niña de cabellera negra que se parece a Thalia, que sonríe mientras sostiene un pequeño niño rubio en sus manos. La pequeña Thalia parece emocionada y sonriendo de una forma que nunca la ha visto, pero cuando intenta ver al bebé, el sueño lo saca con fuerza de este.
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Theo es el primero en verlo, pareciendo cansado cuando entra a la habitación de los Slytherin. Draco está acostado leyendo un libro casi de forma perezosa. Hay pociones a su alrededor porque ha perdido mucha magia y ocupa recuperarse, apenas si tiene ojeras cuando el chico le lanza una almohada que hace a Draco caer sobre su espalda. No llora, al menos no recuerda haber visto nunca a Theo llorar, así que los ojos brillantes de este mientras lo llaman idiota hacen que sonría divertido. Deja que lo abrace en la cama, mientras el chico hace pucheros adorables, diciendo que es un imbécil y que va a matarlo por esto.
Estaba preocupado.
Muy preocupado.
Blaise apenas si hizo un comentario al pasar, los vio un segundo antes de preguntar si podría unirse al trío, Draco no dejó de reírse cuando la magia de Theo lo envió volando. Gregory solamente se acostó en su cama cansado y Vincent fue amable de ofrecerle unas galletas que trajo de su casa, eran deliciosas y mientras hablaban sobre Quidditch, Theo se aferraba a él por la espalda como un koala.
El vínculo.
Debieron haber estado asustados.
El pensamiento se repite al día siguiente cuando Lavender en lugar de darle una patada normal, se aparece a él llorosa abrazándolo cual koala, lo que significa que ahora tiene dos koalas sobre él. Nadie parece darle mucha importancia cuando llega literalmente cargando a Lavender frente a él y a Theo sobre su espalda, todos parecen simplemente dejarlo como otra locura de su parte.
Lo cual deja mucho que desear de él.
Incluso Umbridge que sigue siendo la detestable bruja que es, no provoca nada en Draco que simplemente la ignora otra vez.
El por qué es fácil.
Otra lucha contra deidades como Set o un viaje al mundo envenenado, hace que esa vieja con cara de sapo se vea muy inocente en comparación.
Desayuna con dificultad cuando Theo y Lavender le hacen pucheros a su alrededor, es un poco reconfortante a pesar de los motivos, ver a Theo volver a lucir un poco más libre de expresar sus emociones. En la esquina es donde todos lo dejan tranquilos un rato, mientras Lavender casi llorosa explica todo lo que paso, desde Percy y Nico buscándolo desesperado, ir casi a todas partes del mundo con ayuda las cazadoras; Bianca se había movilizado tan rápido como su hermano cuando sintieron el vínculo de Draco estar entre la vida y la muerte.
Sus vínculos estaban preocupados.
Mucho.
Lo sentía incluso ahora dejando entrever parte de lo que sentían, cómo se habían preocupado y eso lo puso tenso. Siempre pensó que eso sería algo que lo afectaría más a él, la muerte, luego de Luke siempre pensó que solamente sería él quien sufriera de los vínculos de esta forma.
Pero ahora.
Parece ser que es algo de ambos lados.
Eso lo preocupa de gran manera, lo cual indica que tal vez debería tener mucho más cuidado de ahora en adelante cuando deba ir a la lucha. Cuando pasó la guerra contra Cronos había pensado estúpidamente que podría descansar de las luchas, pero estas vacaciones de navidad le hicieron ver que podría ser mucho más difícil escapar de las luchas de lo que supone.
¿Algo de semidiós?
Draco camina por los pasillos de Hogwarts meditando sobre esto, Lavender y Theo lo siguen como pollitos algo perdidos cuando Draco no les contó toda la historia (por ahora), pero mencionó que Anthony no volvería al colegio.
—¿Cosas egipcias? —dice Theo luciendo emocionado al mismo tiempo que Lavender se ve preocupada.
—¿Pero estará bien? —consulta Lavender nerviosa moviéndose las manos incómoda—. Ha habido muchos periódicos, todos comentan sobre lo que pasó, que involucró a la Cada de la Vida —añade, viendo a Theo preocupada quien suelta un suspiro al respecto.
Es normal que eso pase.
En el mundo mágico muchos ojos están en la casa de la vida, además es una perfecta forma en que el ministerio puede voltear la idea de que otros hablen sobre Voldemort, como si enfocarse en los problemas de los demás pudiera ayudar a ellos a resolver los suyos.
Los adultos usualmente eran inútiles.
—Anthony se ha hecho muy fuerte, realmente está aprendiendo mucho —admite con un deje de orgullo y nostalgia que es evidente para sus otros dos amigos.
Imagina a su amigo, Anthony, ayudando a Carter y Sadie con sus problemas. Hasta donde había entendido, aunque salvaron al mundo de su inminente destrucción por parte de Set, aún tenían problemas con una serpiente gigante que aseguraron podrían controlar.
¿Cómo?
Draco realmente se pregunta eso.
Va a decirle algo más a los demás cuando unos brazos lo alcanzan por la espalda, no sintió ningún sentido de alerta, así que sabe que no es peligroso. Voltea a ver sobre su hombro sorprendido de ver a Potter ahí, no es de su estatura, pero estos últimos días parece haber crecido solo un poco más; se sorprende de notarlo y se preocupa de lo obsesivo que podría ser eso si lo dijera en voz alta.
El cuerpo del chico es cálido, es un hombre lobo, por supuesto que sería cálida.
Recuerda su rostro cuando habló con él en medio del inframundo.
—Harry —dice con voz suave, dándole una mirada de disculpa a Theo y Lavender, ambos no parecían felices con la idea de alejarse de él, los vínculos entre ellos aún están zumbando en preocupación.
Con una cara de cachorro bajo la lluvia, fue Theo quien cedió empujando a Lavender de brazos cruzados. Ambos probablemente terminarían colándose en su habitación ese día para saber todo lo que podría contarles cuando estuvieran bajo magia que permitiera ser discretos.
Y poder hacer su rutina de chismes.
—Eres un idiota —ladra Harry soltándolo, parece ser casi como si no hubiera querido abrazarlo, pero tampoco parece que no hubiera sido intencional.
No ve a Granger y Weasley por ningún lado.
Tienen algunos minutos antes de clases.
Draco toma la mano de Harry entre la suya, este parece dudoso y aunque antes de las vacaciones había estado besando al chico casi todos los días; es increíble la diferencia que puede haber en algunas pocas semanas lejos del otro. Parece ser que Draco no fue el único en tener problemas, claro que los suyos probablemente abarcaban un nivel macro por el impacto sobre el mundo, Harry parecía estar pasando por algo por la mirada cansada en sus ojos.
Sonrió enternecido cuando llegaron a un pasillo vacío, donde usualmente iban (o estaban comenzando a usualmente a venir) para sentarse en el borde de un ventanal. Era un poco reconfortante estar aquí ya que no siempre había personas, miró a Potter curioso notando al chico sentirse incómodo.
No incómodo porque Percy y compañía fueron a acosarlo por su vida.
Aún tiene que hablar con ellos.
—¿Harry? —pregunta ladeando la cabeza curioso, dándole tiempo de hablar, no siempre se quiere hablar de golpe.
Draco es el primero que desea irse y no hablar con nadie, solamente patear y golpear algo hasta que no tenga más fuerzas. Harry es algo similar, este siempre parece querer ocultar sus pensamientos de los demás, agacharse en medio de una imagen ante los otros, no demostrar sus temores y la mayor parte del tiempo saltando a la lucha como un estúpido Gryffindor.
El chico se estremece antes de sentarse y verlo fijamente.
—¿Dónde estabas? —demanda y esa es una respuesta larga.
Complicada.
Nunca parece no tener algo complicado que decir, Draco no quiere hablar aún de eso, pero supone que es algo que tendrá que hacer mucho estos días. Mira a Harry que parece sujetar su cabeza como si le doliera, pero es como toca su cicatriz que hace que se sienta tenso.
—Tal vez debamos intercambiar historias —comenta de forma divertida, siempre intentando aligerar el ambiente.
Una parte de él dudando si esto era correcto.
Parece complicado.
Ambos.
—Tu padrino fue encargado para darme lecciones de Oclumancia —dice Harry derrotado sentándose a su lado, cubriendo su rostro con ambas manos. Draco parece bastante perturbado de que no espera eso en absoluto y que Severus no anunció nada—. Va a darse cuenta de cuando nos besamos y lo que pienso de ti, estoy tan muerto —añade en rostro perturbado como derrotado.
Silencio.
Unos segundos.
Draco luego sin poder evitarlo comienza a reírse, Harry parece dividido entre matarlo por reírse o verlo casi con cariño.
Hace tiempo no se reía así.
Le alegra saber que aún puede hacerlo.
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Arthur Weasley el padre de la comadreja estuvo hospitalizado, Harry parece pensar que pudo haber sido poseído por algo y Draco se siente inseguro por eso; este explica que habló con Ginny Weasley quien le ayudó a saber que no lo era. Una parte de Draco asiente feliz de que la idea saliera de su mente, la otra no puede evitar pensar en la menor de los pelirrojos con algo de amargura, porque ha visto como la niña ve a Harry a lo lejos y eso siempre le hace sentir celos. No es que debiera preocuparse ya que Harry asegura que Draco es su mate, pero la idea de que otro interés romántico aparezca le hace sentir tan incómodo como si estuviera viviendo una novela.
Era alguien posesivo por naturaleza.
Percy era su mejor amigo.
Podría tener novia, podría ser amigo de otros, pero Draco era su mejor amigo.
Era lo mismo (tal vez un poco más intenso) con Potter.
Era su novio.
Punto.
Draco por otra parte explica sobre el veneno, no puede contar la historia total ya que deben ir a clases, pero Harry parece casi dolorido cuando explica lo cerca que estuvo de morir; técnicamente muerto unos minutos, pero detalles.
—El niño, Nico estaba muy asustado, parece que podía sentir la muerte… él dijo que tu alma estaba inmóvil pero que ibas a morir; luego dijo aliviado que no pasó —dice Potter dándole una mirada seria, como si realmente estuviera preocupado por él.
Debería serlo.
Eran novios.
Al menos no le ha terminado por asustarlo de muerte y Draco simplemente deja que le dé un beso en los labios para tranquilizarlo. Aunque es un poco demandante, no es que Harry no lo hubiera besado así antes, pero hay una forma en como lo inmoviliza prácticamente contra la pared mientras sus labios se mueven contra los suyos; es un buen beso.
Entiende un poco ahora a Percy cuando dice que los besos de Annabeth son una locura luego de una misión.
Extraño.
No es del todo malo.
Pero sí diferente.
Draco simplemente sujeta las mejillas del chico, disfrutando de como este prácticamente se derrite entre el beso, sujetando sus caderas con fuerza; sus fantasías no tan ocultas (Percy sabe más de lo que le gustaría) y sueños que odia pensar, comienzan hacer flote.
Estúpidas hormonas.
Pero antes que siquiera pudiera ir más lejos con el beso, Potter lo aleja de él, luciendo adorablemente sonrojado. Una parte de Draco quiere saltarle encima, pero supone que eso no sería muy educado de su parte, mientras Harry parece estar respirando de forma agitada con una mano en su rostro; entrecierra sus ojos viendo como casi parece estar cubriéndose la nariz.
Duda que apeste.
Puede oler a hormonas, pero Draco se dio un buen baño esa mañana.
—Tengo que irme —dice Harry totalmente rojo y con pánico antes de literalmente salir huyendo, dejándolo en el pasillo confundido y para qué evitarlo, algo acalorado.
Genial.
Va con un puchero a su siguiente clase, vaya forma de hacerlo subir de emoción y bajársela de golpe.
¿Qué mosca le habrá picado?
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—¿Entonces qué pasó?
—Bueno estaban cansados, pero la mayoría de ellos solo descansaron en vacaciones, así que los puse a entrenar aprovechando que Harry tenía que ir a clases con Severus.
—No, Draco, joder con el TDHA, sobre Set, que pasó con eso.
—Se supone que no hablemos de panteones aquí Percy.
—Me chupa un huevo, ahora dime que pasó.
Su amigo parecía menos resentido que al inicio de la llamada, el chico lo había visto de brazos cruzados cuando Draco llamó; si tal vez debió hacerlo en la mañana, en su defensa seguía un poco ebrio de las pociones para recuperar la magia de Pomfrey. Además, pasó luego el resto del día contándole en pequeños intervalos tanto a Theo y Lavender la historia, para luego tener un entrenamiento mortal de quidditch donde puede que sobre exigiera a Astoria más de lo debido.
Pero ella iba a ser la titular en el partido de Ravenclaw.
Tiene que hacerlo bien.
Draco estaba algo ansioso, pero regresó a la realidad, donde Percy aun parecía confundido de cómo fue a una misión (no es que la hubiera elegido) para salvar el mundo con deidades egipcias.
—Creo que le agrado a Hades —dice sorprendido, recordando como casi murió y solamente fue este quien lo evitó.
Percy parece incrédulo de todos.
—Tal vez le agrada Nico, estaba deprimido y en pánico cuando casi mueres.
Sí.
Eso es verdad, intentó hablar con este, pero no respondía a su llamado.
—¿Ha estado hablando al menos con Will?
—No, pero cuando fueron a buscarlo por ayuda, parece que arreglaron algunas cosas.
Eso no dice casi nada de su ship, Draco hace un puchero, antes de cortar la llamada para hablar con Annabeth que parece igual de enojada que Percy al inicio; casi quiere grabar la conversación, pero supone que le toca repetir la historia otra vez.
Esta noche será larga.
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No tiene que preguntarle a Harry sobre sus clases con su padrino, este simplemente pasa a su lado entregándole un trabajo enojado. Draco parece confundido cuando lo aparta lejos de los demás, antes de sujetar el puente de su nariz como si quisiera estar en cualquier lugar menos ahí.
—Aléjate de Potter, es un pervertido y sus pensamientos por ti son… inquietantes —habla Severus y Draco lo ve con un poco de lástima.
Quiere decir que está sorprendido, pero no lo está, ambos son adolescentes, es normal tener pensamientos.
O eso ha aprendido con la bola de pervertidos de Slytherin.
Sangre pura y casta su trasero.
—No quiero decepcionarte profesor, pero yo también tengo pensamientos impuros por mi novio, también creo que Amos los tiene por ti —se burla sin poder evitarlo.
Su padrino se congela un momento, con una expresión de horror que hace divertir a Draco, este lo ve como si reconsiderara muchas de sus decisiones en su vida.
Draco piensa que es un don que pueda hacer eso en los demás.
—Voy a ignorar tu comentario por la cordura mental de ambos. —Draco se ríe de forma divertida—. Lo creas o no, me preocupo por ti Draco, la forma en que Potter tiene… pensamientos y… sentimientos. —Parece dudar un poco al final y Draco lo ve curioso—, por tu persona no es algo que deberías alentar, es algo que deberías evitar, es como algo posesivamente oscuro… Oh por el amor de Merlín no me des esa mirada, me rindo, no voy hablar de esto nunca más.
En defensa de Draco, no pensó que había sido tan obvio.
¿Posesivamente oscuro?
Tal vez debería asustarse o preocuparse al respecto y no lucir emocionado, se encoge de hombros, no puede pedirle mucha más normalidad a la vida luego de todo lo que ha pasado.
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Su tía se fugó de la cárcel.
Esto debe ser una mala señal.
Draco deja de escuchar a Daphne que no deja de quejarse sobre su hermana menor esa mañana y el intenso entrenamiento que tiene, mientras ve la lista de prófugos de la prisión, donde su tía Bellatrix está ahí. Si no piensa en Voldemort como una preocupación real, no debería pensar en sus seguidores como algo que pudieran significar un problema a futuro.
Aun así.
Se siente bastante inquieto ante la noticia.
Un mal presentimiento.
Draco piensa que es completamente normal, nadie le gusta estar relacionado con un posible asesino y torturador en serie. Aunque la idea de que debe estar pensando su madre es lo que más le preocupa, esa noche tendría que enviarle un mensaje iris. No recuerda mucho las historias de su madre sobre sus hermanas, solo sabe que Andrómeda decidió irse con un nacido de muggles, mientras que Bellatrix fue leal a Voldemort.
Cuando era niño no sabía que era peor.
Ahora puede ver bien las agallas de Andrómeda para abandonar una familia de sangre pura por lo que quiere, mientras que Bellatrix si bien caída en la locura (palabras de su padre no suyas), había mantenido también sus ideales fueran correctos o no hasta el final. La sangre Black después de todo, criada de alguna forma por Estigia en la antigüedad, no se puede negar que realmente mantiene sus ideales y promesas hasta el final.
El golpe de Daphne en su brazo lo hace gruñir al verla.
—Hablo en serio, Astoria casi no duerme, solo está preocupado por ese estúpido partido —dice Daphne con seriedad, viéndolo como si fuera su culpa.
No lo era.
No obligó a Astoria a ser la segunda mejor buscadora posible luego de él. Bueno Daphne podría decir algo como que la chica estaba obsesionada con él y querer impresionarlo, pero desde que comenzó a salir con Potter, la chica había mantenido la distancia de forma muy tranquila y calmada.
Le agradaba.
Iba hacer de ella una buena buscadora.
—¡Astoria ven a calmar a tu hermana! —dice Draco sin inmutarse, ganando una mala mirada de Daphne mientras Astoria parecía avergonzada de su hermana.
—Alguien detenga al tirano del entrenamiento —habla ahora Blaise y le saca el dedo del medio haciendo la mesa reírse.
La noticia del periódico momentáneamente olvidada, pero no totalmente. Debe ser debido a todos los problemas que ha pasado a lo largo del tiempo, pero Draco puede sentir que esto es un mal augurio y no quiere detenerse a pensar mucho en eso.
Por ahora.
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Harry parecía un poco lejano a él, Draco se preguntó qué había cambiado antes de navidad cuando el chico prácticamente lo besaba en cualquier oportunidad y ahora si bien parecía feliz de estar a su lado, siempre parecía un poco tenso. Las inseguridades dentro de él comenzaron a pensar que no lo quería, pero las inseguridades se fueron de lado porque Draco Malfoy era jodidamente un partido y era imposible que no lo amara luego de prácticamente darle un beso que le robó el alma el primer día que se encontraron. Además, cuando intentaba alejarse el chico claramente iba detrás de él, así que la idea de no estar juntos no era el problema, pero sin duda hay algo entre el contacto que lo tiene incómodo.
¿Qué podría ser?
Draco se encuentra intentando averiguarlo.
Pero es difícil cuando Umbridge comienza a ser más perra que antes, como si el escape de prisión fuera un interruptor para que la mujer fuera incluso más insoportable que de costumbre.
No se mete con Draco.
Ni con sus amigos a su alrededor, pero había visto a los demás sufrir cuando Draco no estaba cerca con comentarios bastante insolentes. Si la idea de que los Slytherin podrían estar a salvo por ser sangre pura, no era posible y eso comenzaba a fastidiarle.
—Se acerca el día de San Valentín, tengo una cita —dice Lavender con un rostro sonriente de emoción, lo que hace que tanto Draco como Theo dejen de ver un momento el entrenamiento de quidditch.
Draco no participa en el entrenamiento, no será titular, ocupa que Astoria gane experiencia y su equipo aprenda a jugar incluso sin el presente. Le dejó una extraña sensación de incomodidad solamente ver, estaba acostumbrado a siempre participar y para qué negarlo, ser el centro de atención en todo momento.
Eso iba ser una maldita tortura.
—¿Quién? —pregunta Theo curioso, a lo cual Lavender sonríe con orgullo.
—Adrian Pucey.
Draco voltea a ver mal a su cazador, pero antes que pudiera lanzarle un hechizo por pedirle a su querida amiga una cita; para luego proceder a amenazarlo sobre que le haría si le rompe el corazón, Theo habla. Deja de lado sus deseos homicidas, no es como si Lavender no fuera lo suficientemente fuerte para romperle la clavícula a quien quisiera propasarse con ella.
Pero a veces los chicos mayores.
Olvida eso.
—También tengo una cita —musita Theo algo abochornado.
Lavender y Draco giran a ver al chico con asombro, a estas alturas habían comenzado a teorizar que su amigo era asexual o algo, ya que aparte de la historia y la magia, no había mostrado anteriormente alguna especie de interés en alguien de cualquier género. Ambos voltean a verlo muy emocionados
—Leanne Cole —admite el chico al ver la incredulidad de ambos.
Draco comienza a quemarse la cabeza para pensar quién era, pero Lavender se apresura emocionada por el chisme.
—Hufflepuff de nuestro año, es bastante linda —añade ella emocionada por la vida romántica de los demás, tal vez incluso más que la suya.
Hufflepuff.
Draco piensa que si es un Hufflepuff no tiene nada que temer, pero la idea de que Theo salga con alguien lo inquieta. Mientras el chico se ríe molestando a Lavender, puede ver su cicatriz como un recordatorio de que es algo que las personas pueden ver primero. Pero es un Hufflepuff y los Hufflepuff suelen ser muy emocionales, así que tal vez solo sea una chica que quiere conocer un poco más a Theo.
Nada de qué preocuparse.
Al igual que con su tía.
Se preocupa.
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Draco mira sorprendido cuando Potter parece casi recio a dejarlo participar en la noche de luna llena, lo último que faltaba para esto, faltaban unas dos semanas para el famoso día de San Valentín, poco más para el partido de quidditch de Gryffindor. Miró al chico por un largo rato confundido, el próximo sábado sería el partido de Slytherin contra Ravenclaw. Pero su novio cada día parecía más nervioso sobre la luna llena y lejos de verse enfermo, era más que todo como si quisiera correr.
Raro.
Incluso para Potter.
—No tienes que venir, puedo hacerlo solo. —Y eso era lo que más le extrañaba porque el chico nunca quiso estar ese día solo si pudiera evitarlo.
Toda sospecha suya solo incrementó.
A pesar de las protestas el chico se mantuvo firme en su lugar, casi temeroso de cambiar a su forma hurón por aquello que tuviera que luchar contra Potter si se descontrolaba. Pero mientras esperaba en un tronco moviendo su cola, la aparición de Potter no pudo ser menos anticlimática cuando llegó como su forma lobuna. Draco abrió los ojos, porque al igual que Harry había crecido unos pocos centímetros (sigue ganando en altura, eso es algo que siempre le recordara a su novio), su lobo era… diferente.
Era enorme.
Draco salta sorprendido de ver al hombre lobo frente a él. No parece humanoide como Lupin, pero hay una extraña forma en que el cuadrúpedo ha crecido como si pudiera levantarse en sus patas traseras si quisiera. Lejos de eso sigue viéndose adorable, pero más grande y sin duda hay tanto de los hombres lobo que Draco aún no sabe qué se sorprende.
Está seguro que si se estirara podría superar los dos metros.
Intimidante.
—¿Harry? —pregunta el hurón curioso, pero este solamente le da un lametón que con su enorme lengua lo hizo sentir asqueroso.
Sisea, el lobo mueve la cola mientras Draco comienza a acicalar su cabello. Si cuando vuelve a ser humano tiene un cabello desordenado, su novio es un hombre lobo muerto.
Se sorprende cuando en lugar de ir a explorar el bosque como de costumbre (Draco está seguro que algo se oculta en el bosque cerca de la cabaña de Hagrid, pero Harry le dice loco), este lo toma por el cuello como si fuera una cría. Es un poco incómodo el viaje a la usual cueva de Harry, pero no hace muchas preguntas cuando lo coloca en medio de un nido de mantas que debió haber traído ahí en otro momento. No tiene sentido, ya que eso habría sido cuando era humano, lo cual sería muy sospechoso.
—Quedar aquí —dice Harry con suavidad, mientras le da pequeños lametones en la cabeza antes de salir prácticamente dando pequeños saltos fuera del lugar.
Raro.
Draco se deja caer sobre el nido de mantas confundido, toda la lejanía que Potter había querido dejar estos últimos días, parecían desaparecer como hombre lobo. Bueno siempre ha sabido que esta era la forma más básica de su pareja y que no solía contenerse.
Pero no entiende por qué contenerse.
¿Qué tienen de malo los mimos?
Draco es una completa perra por los mimos.
—¿Qué clase de pensamientos estás teniendo?
Es la pregunta horrorizada de Percy, pero con una risa lo empuja juguetonamente fuera de su mente antes de regresar a su descanso. No es hasta que se acomoda mejor entre las mantas que nota algo curioso, que son telas bastante costosas que no debería haber en Hogwarts. Draco comienza a husmear notando efectivamente que hay mucha seda, Cachemir y terciopelo. También hay cojines que parecen ser hechos de plumas y también algunas mantas peludas que dan mucho calor y son cómodas.
Su hurón interno parece emocionado por un lugar cómodo donde anidar un rato.
Su lado Humano es el preocupado.
¿Por qué Potter trajo todo esto aquí?
Draco suelta un chillido cuando Potter vuelve, pero no solo, si no que, con el rostro totalmente lleno de sangre, que no es suya. Suelta un pato muerto frente a Draco mientras mueve la cola, haciendo que Draco levante la mirada completamente horrorizado.
Pero incluso con sangre y todo en su boca.
El hombre lobo tiene el descaro de mover la cola.
Sí.
No.
Asco.
—¿Qué es esto? —pregunta Draco casi queriendo o esperando que Harry se arrepienta y que le diga que es una broma de algún tipo.
Por favor, piensa casi desesperado.
—Comida —dice Harry aun luciendo emocionado de la captura de una pobre inocente ave.
—¿Por qué? —pregunta otra vez con voz chillona viendo al ave, queriendo vomitar de solo pensar en tener que morder eso.
Pero Harry salta a la cama, lo cual hace que todo se llene de un poco de sangre y pelos de lobo, Draco quiere gritar una parte instintiva por arruinar su nido. Hasta que se detiene sorprendido de sus propios pensamientos, ignorando como el hombre lobo prácticamente lo tiene contra sus patas delanteras.
Tampoco hace nada malo, solamente da pequeños lametones juguetones.
Draco intenta ignorar la sangre y podría ser casi lindo.
—Proveer. —Se sorprende que pueda usar una palabra de ese calibre en su estado—. Harry alimenta a Mate, Draco seguro —dice moviendo la cola emocionado.
Se horroriza.
Porque no hay forma de que esto sea normal, nuevamente descubre que le falta mucho de aprender sobre los hombre lobo.
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—Lo siento tanto —dice Harry al día siguiente luciendo miserable.
—No hay problema, solo, no hablemos de esto —asegura Draco caminando incómodo por el pasillo, algunas personas lo ven, pero además del rostro demacrado de Harry luego de luna llena, no hay mucho de qué preocuparse.
—Lo siento —repite Harry rojo de la vergüenza.
No es lo peor que han hecho el uno con el otro.
—Solo no lo vuelvas hacer —intenta quitarle importancia esperando que esto sea solo algo temporal.
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No lo es.
Incluso sin su forma lobo, Harry comienza a desarrollar un preocupante hábito de llevar comida en su bolsillo y siempre que están a solas se lo da. Es un poco lindo, porque son chocolates, dulces que Draco puede apreciar. Pero el día cuando Vincent intentó alimentarlo con una galleta como usualmente hace, Harry prácticamente había saltado de la mesa Gryffindor hasta donde ellos para detener la mano de Vincent con una fuerza y mirada mortal.
Todo había quedado en silencio.
Umbridge parecía dividida si intervenir o no, otros como Severus solo arrugan la nariz molesto, mientras Draco solamente suspiro.
Esto debe ser más de lo que se ve a simple vista.
¿Pero qué era?
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Slytherin ganó a Ravenclaw el fin de semana, Draco pasó gritando en la gradería de su equipo con Theo todo el partido. No fue algo muy digno de un Malfoy, pero cuando Astoria logró arrebatarle con mucho descuido y casi cayendo de la escoba (un hábito que aprendió de él tristemente) la Snitch a Cho Chang; Draco no se cambiaba por nadie. Grita como si hubiera jugado el partido y la verdad es que tomó todo el control suyo, como el de Theo el no saltar al campo de quidditch para jugar en toda las dos horas que duró el partido.
Fue una locura.
Draco prácticamente se abalanza contra sus compañeros de equipo apenas llegan al suelo, no fue una gran diferencia de puntos, pero fue suficiente para ganar y Draco podría besar a cualquiera de ellos; si no tuviera novio por supuesto.
Astoria parece tímida cuando Gregory y Vicent la ponen en sus hombros mientras todos corean su nombre.
Ella parece tímida pero feliz.
Como si hubiera encontrado algo que realmente disfruta y Draco puede entender su felicidad.
Entonces llegó el licor, porque eran Slytherin y comenzaban a tener una costumbre de beber cada que se ganaba un partido. Lavender estaba ahí coqueteando con Adrian quien parecía encantado con la Gryffindor como si no importara que ambas casas se odiaban. Le dio un pase porque Lavender era una Slytherin honoraria, pero no dejó de darle malas miradas cada que sus caras estaban muy cercas. Theo estaba sin beber y solamente coreando con Blaise cuando hablaban sobre la atrapada que logró Astoria, mientras Pansy no dejaba de retar a los chicos a las bebidas.
Su amiga con una mayor resistencia que un chico, nadie lo habría imaginado, pero Pansy tiene sus propios secretos.
Daphne parecía resignada de ver a su hermana feliz, aunque preocupada, parecía entender su felicidad y Millie no dejaba de reír cuando otros Slytherin mayores comenzaban a retarla a un juego de vencidas. Para los que era una sorpresa cuando Millie en realidad era el Slytherin con la segunda mayor fuerza luego de él, así que cuando la chica ganó, las niñas de Slytherin corearon su nombre.
Hoy era la noche de las chicas, supone.
Estas fiestas de victoria podrían ser dignas de Gryffindors, pero no, eran suyas y Draco solamente estaba riéndose de un mal chiste que estaba diciendo Gregory cuando un niño de tercer año (que obviamente no dejaron beber) le dijo que alguien lo buscaba en la puerta.
Draco pasa riéndose porque alguien puso un viejo tocadiscos y hay música muy random, pero es divertido moverse al ritmo de la música.
—¡Harry! —habla Draco antes de soltar una ligera risa, porque Harry está ahí y es muy divertido ver a Harry—. ¡Harry llegó! —grita Draco y la mayoría de Slytherin que le prestan atención, algunos un poco o igual de ebrios que Draco levantan los puños en victoria.
Hay muchas risas, está por tropezar cuando Harry lo sujeta.
—¿Estabas bebiendo? —la pregunta en los labios de su novio lo hace reír, porque es divertido cómo se mueven sus labios.
—No, por supuesto que no —musita casi indignado, antes de sonreír y chocar los cinco con Theo que acaba de pasar a su lado con un poco de whisky de fuego en su mano.
Draco está por empujar a Harry a un sofá para contarle lo gracioso que era cuando Blaise intentó besar a Daphne confundiéndola con Pansy para terminar en el suelo, cuando el mundo gira. Todo es divertido, piensa cuando camina sintiendo el mundo volteado y toma más capacidad de la que debería notar que es porque Potter le está llevando sobre su hombro.
Se ríe.
Mucho.
Hasta que casi se ahoga con su saliva.
Ve a un estudiante darle indicaciones a Potter, pero no ve bien quien es y Draco solamente tararea una canción que suena mucho a "She Wolf" de Shakira, porque está seguro que Percy la canturrea a veces en su mente y es muy divertida hoy.
Usualmente no lo es.
Hoy sí.
Se ríe cuando es lanzado de espaldas en su cama, todo da vueltas, pero cuando Harry le aparta el cabello del rostro prácticamente ronronea ante el tacto. Últimamente este es muy tacaño con el tacto que le da en el rostro, pero mañana va ser día de San Valentín, lo mínimo que puede darle es un poco de mimos. Voltea a verlo con ojos emocionados y puede ver como el rostro del chico se contorsiona como si estuviera luchando contra algo, Draco probablemente no se lo pone fácil cuando pasa unas manos por su cuello.
—Draco —es el tono de advertencia.
Tal vez sobrio podría notar el cuerpo del chico tensarse, el ligero sudor que comienza a formarse en el rostro de este o como parece más dolorido de lo que debería por no tocarlo.
Solamente que no está sobrio.
Y algo en su cabeza le dice que esto es una buena idea, aunque suena muy similar a una Pansy pequeña en su mente, lo cual debería ser un indicio de que es una mala idea.
—El techo da muchas vueltas, oh mira tus ojos están ahí, son muy lindos —dice Draco de forma bastante ebria mientras aprieta con fuerza las mejillas de Harry.
Por un momento puede verle una chispa de diversión cuando se aleja, Draco gime por la distancia, pero Harry solo toma asiento a su lado con calma.
—Estás ebrio, deberías dormir.
—No.
—Draco deja de ser un niño.
—No, quiero besitos.
Ahora Harry se está riendo de él, por lo cual Draco con un poco de dificultad se pone de rodillas en la cama viéndolo con molestia. Su novio lo ve con una mirada divertida, lo cual es reconfortante, con eso de que los profesores están en la mira, el escape de prisión, la extraña forma en que este se encuentra conectada con Voldemort.
Lo típico de su edad.
¿Lo típico de su edad?
Bueno, Draco no es la mejor referencia al respecto.
—Sabes para alguien que lucha tanto, eres jodidamente mimado con el afecto —dice Harry, dándole solamente un suave toque de nudillos en su rostro.
Eso es casi insultante.
Harry claramente es más necesitado de afecto que Draco, siempre iniciando el contacto y obligando a abrazarlo todo el tiempo. Pero últimamente parece que se está conteniendo y es sumamente frustrante. Las pequeñas Pansy y Lavender de su hombro que le dicen que tomen el control por su cuenta, ignoran a la sensata Annabeth pequeña que parece resignada cuando se acerca a Potter para besarlo en los labios.
Saben tan bien y son tan suaves.
Draco sujeta las mejillas del chico suavemente disfrutando de sentir los labios del chico, pero separándose un poco confundido cuando este no le regresa el beso. Aun en su embriaguez puede notar el cuerpo tenso de Harry, pero lejos de parecer disgustado (como había temido), parece estar conteniéndose. Su cuerpo tenso, sus ojos dilatados y hambrientos le hacen pensar en lo que dijo Severus sobre su novio.
Deseo posesivo y oscuro.
Sí.
Debería preocuparse.
Sí.
¿Lo hace?
Bueno Draco no es el mejor en seguir algunos buenos consejos, así que solamente ve a Harry con una sonrisa divertida mientras ladea un poco la cabeza dándole un aspecto casi inocente. Su novio rápidamente deja de verse un poco distraído, para ponerse serio en el rostro; pero a diferencia de otras veces esta vez no se marcha.
Victoria.
Ignora que Severus tiene la advertencia de que si van hacer esas fiestas, no meter personas de otras casa (Harry y Lavender ya con una clara forma de romper la regla), no hacer actos inapropiados en las habitaciones en medio de estas fiestas; y limpiar todo por supuesto.
Gruñe cuando Harry se escapa de su beso.
—Creo que… no deberíamos… no es buena idea besarnos —explica Potter con calma y Draco lo ve claramente ofendido de que no quiera besarlo.
Besa muy bien.
—Bien hasta aquí, vas a besarme o decirme porque no vas a besarme, porque ahora mismo quiero besarte. —Y no tiene un filtro mental para eso.
Piensa mientras se cruza de brazos molesto.
Harry le da una mirada un poco incrédula antes de suspirar, pasa una mano por sus cabellos y Draco quiere hacer lo mismo. Pero aun en su ebriedad se controla suficiente para ver a su novio esperando una buena explicación del porqué no lo está besando ahora mismo.
Y tocándolo.
No sabe que debería tocar, pero todos dicen que se tocan, así que Draco está dispuesto a aprender ahora.
—Es algo de hombre lobo, son… rutinas… no he iniciado en ellas, pero son, no es bueno que estés cerca cuando pasen —explica el chico nervioso a lo cual Draco parpadea sin entender. Siempre que piensa que sabe sobre hombres lobo todo se vuelve más difícil—. Entonces debo controlarme, porque si no lo hago, podrían pasar cosas que tal vez no deberíamos hacer ahora mismo —finaliza Harry como si explicara todo.
No lo hace.
Nada tiene sentido.
Draco se queda ahí sentado viéndolo confundido y aun deseando besarlo, así que ignorando la explicación que está seguro incluso sobrio no entendería lo besa en los labios. Puede sentir a Potter protestar, pero, aunque este dice que no deberían besarse, este regresa el beso siempre que sus labios se unen. Es un beso suave, labios moviéndose, el chico ha aprendido a besar y Draco le ha enseñado bien. Draco deja de dominar el beso cuando los labios de Potter se hacen más demandantes, no entiende su discurso anterior.
Dice que no deberían besarse, pero está claro que él quiere besarse con él.
Suspira cuando terminan el beso, porque llevaban mucho sin besarse así.
Besar a Harry se siente bien.
Aunque no tanto para darle vueltas a su mundo. Draco se encuentra pestañeando cuando está otra vez sobre su espalda, pero esta vez cuando levanta la vista no ve el techo, si no a Potter con ambas manos a los lados de su rostro. Sonríe un poco torpe, un poco más sobrio ante la vista de las pupilas dilatadas del chico que parece respirar un poco entrecortadamente; como si estuviera viendo algo delicioso a lo cual comer.
Draco se siente un poco egocéntrico ante eso.
Por supuesto que debe verlo así, es su novio, y es muy atractivo.
—No sabes lo que ocupo controlarme ahora mismo —gruñe Harry como si estuviera echándole la culpa y Draco tiene el descaro de reírse.
Lindo.
Su novio es adorable.
Su mano se levanta suavemente a la mejilla de Harry con cariño, Harry suspira mientras se deja caer un poco contra el contacto con la piel de su rostro luciendo como un lindo cachorrito en busca de cariño de su dueño y puede que ese pensamiento haga cosas extrañas dentro de él.
Como en Harry.
Que inspira profundamente y suelta una especie de ronroneo de placer como si oliera algo delicioso.
Entonces lo besa, pero no en los labios como quiere inicialmente y no se preocupa en extrañar menos de 5 segundos, si no que besa su cuello y Draco no puede evitar estremecerse ante el toque. Su cuerpo se contrae involuntariamente porque nunca nadie lo beso ahí de esa forma, con Anthony apenas estaba descubriendo lo bueno de los besos en la boca, pero nunca subieron a este nivel realmente.
Se siente.
Bien.
Muy bien.
Como si pequeños escalofríos recorrieran su cuerpo con solo el toque de sus labios, pero cuando estos comienzan a moverse es como si los escalofríos se convirtieran en pequeños rayos que pasan por debajo de toda su piel.
El calor comienza a crecer en su interior, en su vientre mientras no puede evitar la sonrisa levemente ebria disfrutando de la sensación de los labios sobre su cuello.
—Hay que hacer esto más a menudo —dice Draco casi sin aire y sujetándose de la sábana debajo de él, escucha una risa ahogada contra su cuello.
Hay un aire que se expulsa entre la risa que hace que, sobre su piel sensible, todo su cuerpo se escalofríe.
Baja la mirada, solo para ver el rostro divertido de Harry que lo mira entre sus pestañas, no tiene puesto sus anteojos, pero no sabe cuándo se los quitó, dejando esas dos esmeraldas al aire para admirar y dejarlo sin aire de lo brillantes que están.
—Vas a ser mi jodida muerte Malfoy —dice Harry levantando la mirada para que sus rostros estén juntos y Draco solamente sonríe cuando sus labios se unen nuevamente.
Los besos en su piel son deliciosos, pero hay algo en la forma casi dominante como si no tuviera que contenerse de Harry al besarlo en la boca, que lo deja más mareado de lo que se siente. La lengua de Harry ya no entra tan tímida como esas primeras veces, sino que lo somete contra la suya, ambos besándose casi como si fuera una lucha.
Una que no le molesta perder.
Draco suelta el beso sin poder evitarlo cuando un jadeo sale de sus labios, la mano de Harry, la que no sostiene su peso a su lado, se ha colado dentro de su camisa y sus dedos calientes contra su piel fría lo hacen escalofriar.
Le da una mirada confundida, Harry solamente sonríe divertido.
Se siente.
Bien.
No se siente mal.
Draco procesa eso lentamente antes de encogerse de hombros para besar otra vez al chico en los labios. Harry sonríe entre el beso, pero no importa nada porque, aunque todo sigue dando vueltas, el calor solamente sigue incrementando, Potter está aquí tocándolo y si esto es lo que hablaban los demás, puede entender porque todos a su alrededor parecen tan ansiosos por hacerlo.
¿Siempre es tan emocionante?
Draco no puede pensar que deje de serlo, cuando sus dedos se entrelazan en el cabello de Potter, este sigue tocándolo, sigue devorando sus labios en un beso tan intenso que no pensó que era posible sentirse de esta forma. Solamente quiere que esto siga, no puede entender bien qué podría pasar, pero es algo que simplemente no quiere detener.
Es como estar en medio de una lucha, donde nadie puede detenerse hasta llegar al final, donde solo hay un ganador.
Pero aquí no habría solo un ganador.
Ambos ganarían está seguro.
—Harry —dice Draco contra los labios de su novio en una súplica.
¿Suplica de qué?
No importa, porque los ojos de Harry parecen dilatados de emoción y una parte de él está segura, que cualquier cosa que le pidiera al chico en este momento se la daría. Hay una sensación tan reconfortante y emocionante en saber qué tan profundo está dentro del chico, porque siempre había querido esto, que él lo viera de esta misma forma como si fuera todo lo que importa en realidad.
—Creo que voy a vomitar. —Es la voz de Blaise, que provoca que tanto Potter como Draco volteen a ver al chico que levanta las manos ante el gruñido claro en la garganta de Harry.
Hace calor.
Mucho calor.
Debería ser ilegal verse tan bien gruñendo.
—Zabini —dice Potter con advertencia, pero Blaise lo ignora antes de arrojarse a su propia cama luciendo bastante pálido y tal vez un poco verde, Draco piensa que es divertido porque se ríe.
Harry lo ve un poco en conflicto, como si verlo sonreír fuera algo bueno, pero también bastante frustrado de alguna forma.
—No tengo nada contra el sexo gay y probablemente en otro momento podría tener chantaje para Draco, pero no soporto mi cabeza, así que cierren las cortinas y usen un hechizo silenciador —dice el chico antes de dejar su rostro entre sus almohadas, antes de soltar un leve ronquido.
Silencio.
Largo.
Draco ve a Harry que parece un poco cansado por algún motivo antes de levantarse. Draco protesta ante eso, pero el chico solamente se quita los zapatos, Draco está descalzo por algún motivo que no recuerda desde la fiesta. Cuando Harry se acuesta en la cama a su lado, Draco quiere quejarse de la falta de besos que no se están dando, pero este lo detiene atrayéndolo en un abrazo donde oculta su rostro entre su cuello.
Caliente.
Muy caliente.
Disfruta de los abrazos de Harry.
Draco podría pasar la ofensa de no besarse si se mantienen así.
—No sabes el efecto que tienes en mi, Draco —dice Harry casi divertido mientras lo abraza más posesivo.
Se pavonea ante el cumplido antes de sujetar la cabeza de Harry suavemente contra la suya, porque su cabello es super suave, aunque se ve como un desastre sus dedos se pasan fácilmente entre sus hebras. No dice nada solamente comienza a darle besos divertidos en la cabeza, que parecen hacer que la mirada de Harry se vuelva más cálida cuando lo ve de reojo.
Draco se duerme rápidamente con tranquilidad.
Las pocas veces que ha dormido con Harry, simplemente parece dormirse rápido.
Genial.
Como su oso de peluche gigante.
Continuará…
Quería un capítulo pelusa, se merecen un capítulo pelusa, merecíamos un capítulo Harco y aquí tenemos un poco de todo. Todo está saliendo muy bien, pero estamos entrando a febrero, tengan cuidado porque el final de este arco se acerca cada día más.
