Capítulo 62: De fiestas y otras situaciones incomodas a las cuales Draco tristemente está acostumbrado.
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Draco otra vez está en un sueño con sus vínculos, se pregunta si ellos saben que está aquí, pero no hace muchas preguntas cuando siente a Annabeth tararear. Una vieja canción que es la misma que suena en su caja musical que esta le regalo dentro de un rompecabezas. Es una melodía suave, una vieja nana y ahora Draco sabe que no podrá escucharla sin pensar en ella.
No ve nada.
Todo es oscuro, probablemente porque es Draco quien cerro los vínculos y, aun así, está aquí.
Como si algo quisiera torturarlo aún más.
Sería tan fácil, abrir el vínculo, rendirse ante el calor y la presencia tranquila que siempre fue Annabeth. Pero cada que quiere hacerlo, cada que está ahí para abrirlo, las palabras de Nico deseando que fuera él quien está muerto son las que lo detienen.
Tal vez la vida de ellos sería mejor sin él, piensa casi resignado, tal vez sea mejor mantener los vínculos cerrados y no volver a verlos.
—Annie—susurra con anhelo, la música deja de tararear, como si lo hubiera escuchado.
Pero es imposible, esto es un sueño, no hay vinculo.
—¿Draco? —es la voz que escucha antes de despertar.
Lejos de ellos.
Como tiene que ser.
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Draco se levanta de mal humor, se estira e intenta ignorar la caja musical que está en la mesa al lado de su cama, la toma con fuerza y la arroja en su baúl junto la carta de Percy sin querer leer nada. Va hacia el baño temeroso de que el reflejo de Percy lo salude, pero no hay nada ahí, solamente el propio Draco sintiéndose miserable al verse y deseando que todo termine pronto, ni siquiera sabe que quiere que termine. Probablemente el sentirse tan roto, quiere volver a sentirse como una persona normal, pero no sabe qué hacer.
Tiempo.
Solo ocupo tiempo.
Piensa lavándose la cara de forma agitada, pensando que no es un buen momento para un ataque de pánico.
El día de hoy sería el partido de quidditch, por mucho que había querido que Astoria fuera la buscadora ese día, la verdad es que no pudo hacerle esto.
Irían contra Gryffindor.
Sería injusto dejar a Astoria contra un hombre lobo, así que este sería el único partido que jugaría, para dejar a la chica valerse por ella misma y su habilidad en los otros dos partidos.
Habían estado entrenando de forma intensa últimamente, Theo era una entrenadora muy exigente, por lo cual no habían perdido el ritmo. Los llevo al menos una vez cada dos semanas al bosque para entrenar sus reflejos, el equipo claramente lo odiaba, pero no dudaban de sus habilidades.
En el pasado había ganado a Gryffindor, cada partido que Draco jugo lo ganaba.
Pero tenía a sus vínculos.
¿No los tiene ahora?
Draco sale agitado de la habitación.
Intenta concentrarse en otra cosa, Harry le había dicho anteriormente sobre que conoce más del pasado de Voldemort, de cuando era un niño y como era bastante perturbado en ese entonces también. Intenta pensar en la risa que le dio cuando se encontraron con comadreja niña besando a Dean unas noches atrás, había tenido que usar su fuerza de hombre lobo para controlar a ambos hermanos Weasley de luchar por eso.
Le había preguntado que pensaba de la niña.
Harry pareció confundido diciendo que era como una hermana.
Draco 1, comadreja niña 0.
Tiene que distraerse, Draco es bueno jugando al quidditch, tiene este partido en la mano, lo tiene, lo ha hecho antes y va a volver a ganarle a su novio.
¿Verdad?
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Pierden.
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Draco ve el rostro confundido de sus compañeros de equipo cuando pierden por una diferencia apenas de 20 puntos, pero para Draco que había estado luchando por horas contra Harry por la snitch, todo para que al final cuando casi la tomara, terminara cayendo sobre las graderías por un descuido de su parte; es muy normal que un partido termine con él en medio de alguna parte luego de caerse. Harry a pesar de todo sigue siendo un buscador con agiles movimientos que al no tener competencia recupera la snitch rápidamente.
Ganan.
Ganan.
Gryffindor gana.
Draco golpea con fuerza de una patada la puerta del baño, se siente miserable, derrotado, las piezas que apenas se contiene dentro de él se tambalean tanto que parece que van a caerse.
—Está bien Draco, recuperaremos esos puntos en los próximos partidos—asegura Blaise sujetando su brazo, suavemente, pero con firmeza, intentando controlarlo.
Draco quiere decir que sí.
Quiere llamar a Percy para quejarse y no es hasta que sabe que no puede llamarlo, porque no debería hablar con él que siente ganas de llorar.
Apenas si se disculpa con Travis y Flora que son los nuevos de su equipo, quienes debió motivar para que siguieran en este, debió ser un bien líder para ellos. Pero no puede hacerlo, entra a la ducha sintiéndose miserable, porque no sabe cómo ser más un líder.
Sus vínculos.
No los tiene abiertos, sin ellos no es nada.
Lo más vergonzoso es que pasa lo más que puede en la ducha con el agua corriendo por su cuerpo, pensando en Percy, porque el agua lo hace sentir más cerca de él.
Theo es quien lo obliga a salir, las piezas dentro de él se tambalean, pero no caen.
Tiempo.
Ocupa tiempo.
No quiere que sus vínculos sientan el desastre que es ahora.
Pasa el resto de la noche viendo el reflejo del vaso de agua al lado de su cama, casi esperando que Percy aparezca ahí, pero no lo hace.
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Draco está ahí frente al espejo, sabe que, si tan solo libera su mente un poco, si tan solo da un poco de soltura el vínculo podría comunicarlo con Percy. No lo hace, pero se queda frente el espejo del baño un largo rato, preguntándose qué diría su amigo si lo viera así.
Tan derrotado.
¿Qué diría Percy cuando lo vea?
¿Le reclamaría también por ver morir a Bianca?
El miedo se presenta en su rostro, no puede ver al espejo más tiempo, no puede ver su rostro aterrorizado, así que simplemente sale del lugar respirando agitado.
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Harry no soporta un día de verlo miserable luego del partido, antes de tomarlo como si fuera un costal de papas sobre su hombro y sacarlo de su miseria en medio del comedor. Nadie dice mucho sobre esa actitud, puede notar unas fotografías del chico Gryffindor que siempre las toma, pero aparte de estar en alguna parte en el periódico el día siguiente duda que fuera un escándalo; es aterrador como todos parecían acostumbrados simplemente a que ellos dos eran…diferentes.
En casi cualquier forma posible.
Dice más de Draco de lo que quisiera su falta de reacción sobre ser secuestrado en medio del desayuno un domingo.
Pero Harry es así de raro.
¿Gryffindor honorable?
Su trasero.
Es un idiota.
—No puedes vivir miserable toda la vida—comenta Harry con calma caminando dentro del bosque, es natural para el chico, ha pasado los últimos dos años pasando aquí cada luna llena.
Draco sigue viendo todo desde el hombro del chico.
—Puedo intentarlo—dice débilmente sintiendo cada vez más las piezas tambalearse dentro de él.
Es difícil tenerlas equilibradas.
Simplemente es muy cansado ya.
Harry suspira mientras camina, Draco quiere decirle que es un hipócrita cuando el año pasado casi se había vuelto loco con Voldemort en su cabeza, en defensa del chico, nadie quiere tener a un psicópata en su cabeza; Draco tiene a Nyx cada cierto tiempo y no es algo lindo. Deja guiarse por este, no es que tenga muchas opciones como saco de papas temporal.
Ve el camino, ve la tierra cubierta de nieve por donde pasan y siente el aroma a su alrededor.
Lo tranquiliza más de lo que debería, piensa sintiendo un poco de frio por las fechas, pero Harry sigue siendo alguien caliente por su condición así que no se ve afectado.
El chico cuando llegan a un tronco caído, lo coloca sobre este, antes de quitarse la bufanda que envuelve en el cuello de Draco. Hay una ternura en sus acciones que rompe un poco más a Draco, pero lejos de tambalear las piezas, lo hace sentir bien que alguien parezca cuidarlo.
Todos a su alrededor parecen intentarlo, pero la forma en que lo hace Harry, no está seguro, pero se siente diferente.
Especial.
Amado.
—Deberías hablar con él, Jackson ha comenzado a enviarme cartas y son molestas—habla Harry con una sonrisa casi divertida.
¿Le envió cartas a Harry?
Draco se sorprende, el año pasado parecía que Harry y Percy hicieron una especie de cese al fuego, pero de ahí a enviarse cartas, es un paso que no pensó que dieran algún día. No puede evitar pensar en la carta que tiene guardada en su baúl con una sensación de culpa sobre su pecho.
—No quiero que me vea así—admite Draco temeroso, Harry frente a él ladea la cabeza sin comprender, pero Draco solamente mira impotente al suelo—tan…roto—añade levantando la vista sintiéndose vacío por dentro.
Quiere saber que está viendo Harry cuando ve a su rostro, parece pensativo un tiempo antes de usar su mano para tocar su mejilla, la calidez de su mano es frustrante como reconfortante.
Recuerda cuando Luke murió.
Recuerda el rostro horrorizado de Percy.
Eso había dolido tanto, pero ahora cuando Bianca murió frente a él, sin poder despedirse de ella simplemente siente que el aire nunca llega bien a sus pulmones.
—Y yo que pensé que perder el partido de quidditch no te afectaría tanto—es claramente una broma y Draco sabe, que Harry sabe porque está roto.
No por un estúpido partido de quidditch que perdió, incluso si eso también lo afecto de alguna manera.
Le da un golpe en la pierna con su pie, Harry se ríe antes de tomar las mejillas de Draco y está por morderlo, cuando este le da un suave beso en la frente.
Sus mejillas se sonrojan por el clima frio, no por nada más.
—No estas roto, es…te han pasado cosas malas, pero te veo Draco y no estas roto—dice Harry con voz cálida y Draco duda.
Si está roto, porque se siente así, dentro con miles de grietas luchando por estar unido. Pero ve el rostro de Harry, este parece querer creerlo, así que Draco se deja ablandar un poco. Piensa un momento en Percy, realmente tiene que hablar con él, explicarle, incluso con el temor de que pueda odiarlo como hace Nico.
Traga saliva.
Coloca una mano sobre la de Harry que aún sigue en su mejilla.
—Después de navidad, hablare con él después de navidad—dice inseguro, pensando que debe ser tiempo suficiente.
No para sanar, pero al menos para obtener fuerzas y hacerlo. Una fecha limite parece lo que ocupa para poder centrarse mejor en las cosas, tener todo preparado, un discurso para hablar con él.
Harry sonríe, como si eso es todo lo que hubiera esperado de él.
Quien lo viera.
Nadie pensaría que era el chico que había odiado a Percy al inicio, pues ahora le estaba dando un impulso para poder hablar con él.
Bufa por bajo.
—Bien ahora vamos hablar de la paliza que te di en quidditch—
—Oh por favor, eres el peor novio del mundo—
Pero Harry solamente se ríe antes de besarlo en los labios, una vez, luego otra y Draco solo puede aferrarse a la camisa del chico viéndolo con ojos algo nublados. No puede con eso, con la risa del chico, con sus ojos llenos de amor y con esa actitud que parece hacer que todo lo malo a su alrededor simplemente deje de serlo tanto.
Entonces, incluso sin Bianca, sin Luke, sin muchos de sus amigos, con muertes, traumas, sangre en su mente y una estúpida perdida de quidditch.
Draco sonríe débilmente frente a Harry, pequeño pero sincero y por la forma en que los ojos de este se iluminan.
Piensa que puede hacerlo, que incluso con el dolor, con el vacío en su pecho por sus vínculos faltantes, piensa que puede vivir y no sentirse vacío.
Porque en este momento aquí con Harry, este parece llenar los agujeros vacíos de su alma dentro de él, las piezas no se tambalean.
—Eres hermoso—dice Harry contra sus labios antes de besarlo y Draco solo cierra los ojos recordando una vez más como se siente respirar.
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Draco escucha los chismes del día, mientras Pansy está practicando pintarle las uñas de sus pies, lo cual no sabe cómo termino así, pero de alguna forma termino así. Quiere culpar de todos sus males a una tal Piper del otro lado del mundo o donde quiera que viva la chica, porque Pansy es adicta ahora a pintarse las uñas y le gusta hacerlo de forma muggle. Para no hacer tanto escándalo en Hogwarts dejo a la chica practicar con él, pero solo con las uñas de sus pies, a diferencia de Lavender que está usando unos colores rosados que Pansy parecía obsesionada últimamente. Greg y Vincent habían intentado escapar de ella con éxito, Blaise simplemente la ignoro y Theo tampoco pareció interesado.
Cabe decir que Draco y Lavender han subido en su lista de personas que le agradaba.
Draco está un poco orgulloso de eso.
—¿La comadreja tiene novia? —pregunta viendo a Lavender mientras Pansy parece trabajar con un diseño de uñas negras con estrellas.
—Es asqueroso—determina Theo mientras sigue garabateando estrategias para el próximo partido de quidditch.
No ha pensado mucho en el quidditch, aunque sus compañeros de equipo no lo culpan, está claro que Draco no ha estado en su mejor momento en el último partido. Pero lejos de odiarlo, parecían sentir una especie de alegría cuando en la siguiente practica no los hizo trabajar como esclavos, o eso pensaron porque Theo parecía decidido a obtener la siguiente victoria de formas extremas.
Draco se ha comprometido más con ellos.
Al menos para hacerlo mejor contra Ravenclaw y Hufflepuff.
—Aparentemente el último partido le dio popularidad y ha estado besándose con algunas chicas—dice Lavender probándose peinados con ayuda de Blaise.
Le había dado una mala mirada a Blaise para que cuidara sus manos, pero el chico solamente rodo los ojos y demostró una gran habilidad para el cambio de imaginen. Draco no entiende como es que Pansy y Blaise no funcionaron como pareja a largo tiempo con lo molestos que eran ambos con la imagen personal, pero al menos ya podían estar en una habitación sin querer matar al otro.
Así que ganancia.
—¿Más de una? —dice Draco sorprendido de la audacia de la comadreja.
Lavender se encoge de hombros.
—No veo nada de malo en tener varias parejas siempre que seas discreto—dice Pansy mientras termina con su pierna derecha, antes de ir a la izquierda—sabes eres muy lampiño, casi no tienes vello en las piernas—dice Pansy de forma observadora y va a patearla con la pierna, pero esta la esquiva riéndose.
Blaise termina la trenza del cabello de Lavender que parece encantada, mientras Theo comenta algo sobre la falta de testosterona en la habitación.
Lavender le arroja una almohada que lo tumba al suelo.
Suficiente testosterona piensa Draco divertido.
—Bueno ahora entiendo porque Harry quería pasar más tiempo con Granger, la pobre fue dejada de lado…triste, la verdad no es tan fea—dice Draco pensando en que la comadreja realmente es estúpida para no notar que Granger estaba interesado en él.
¿Por qué?
No lo sabe, le pregunto a Lavender que había visto en el chico y esta pareció ofendido que le preguntara. No entiende como alguien que claramente está enamorado de ti y Draco podría apostar que a la comadreja también le interesa Granger por las charlas que cuenta Harry, bueno, el chico debería prestar más atención.
Cuando se dé cuenta podría ser tarde.
—No—dice Lavender haciendo que Draco levante la mirada sorprendido, pero ella hace un puchero—no vas adoptar a Granger, no me agrada—añade cruzándose de brazos.
Draco suspira por bajo.
Adoptarla es una gran palabra.
El problema es que Harry pasa más tiempo con Granger, así que, si quiere pasar tiempo con Harry, sería más sensato el que Granger también pase tiempo con él; el problema es que eso significaría que pasaría tiempo con Lavander y Theo quienes claramente no quieren eso.
—Concuerdo con Lavender, el que ya adoptaras a una Gryffindor en si es problemático—dice Blaise ganando una mirada molesta de Lavender, que este aplaca con un guiño que la chica ignora—aunque Lavender se ha ganado su lugar aquí, es media Slytherin dentro de ella y es sangre pura…sabes que reunirte con Granger es suicidio social—continua con una sonrisa salvaje.
Si.
Es suicidio social, especialmente sin el respaldo de sus padres y su terrible participación en el quidditch.
Draco suspira.
—¡Listo! —dice Pansy con bastante orgullo luego de pintar bien las uñas de sus pies, Draco ignora como Lavender y Pansy parecen querer sujetar a Blaise.
Probablemente sea suicidio social.
Aunque si Percy estuviera aquí, seguramente lo instaría hacer una locura que nadie apoye, porque no debería importarle lo que otros digan de él.
Suspira otra vez en menos de cinco minutos.
Extraña a Percy.
Navidad se repite, aún hay tiempo.
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Draco encuentra un cubo Rubik cuando limpia el baúl por petición de Lavender, al mirarlo por un largo rato simplemente no puede hacer nada.
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La navidad comienza acercarse y noviembre va demasiado rápido, Draco comienza a sentirse pálido cuando ve eso. La idea de hablar pronto con Percy comienza a causarle ansiedad, pero intenta disimularlo un poco todo lo posible; es inevitable que suceda y tiene una fecha, lo cual debería causarle tranquilidad y una sensación de control que no está pasando. Intenta distraerse con sus clases y no entiende como termina sucediendo esto en la clase de trasformaciones, ahora que está en sexto año se supone que debería haber un grupo bastante, cargado de todas las casas que debería impedir que la asociación Slytherin x Ravenclaw no vuelva a suceder. Especialmente porque es imposible que todos los miembros de la clase están juntos, sin que estén un maestro o algún miembro de otra cosa.
Pero algunas veces los astros parecen acomodarse de formas que Draco no entiende.
McGonagall había salido, aparte de Lavender no había ningún Gryffindor por diferentes motivos entre enfermedad, otras clases, Granger ocupada con una situación con McGonagall sobre sus estudios; tampoco había ningún Hufflepuff a la redonda.
No le importaba saber por qué.
—No puedo creer que hicieran esto y no me dijiste—ladra Lavender en voz baja mientras Draco suspira a su lado.
Todo había iniciado como siempre por Michael Corner, el chico tiene una mala suerte para iniciar esta clase de conversaciones, pero cuando este noto a Lavender se había silenciado. Luego Blaise había impulsado que Lavender podría saber cómo Slytherin honoraria, luego hubo risas y como saben que sería casi imposible que este evento sucediera en los próximos meses o incluso séptimo año.
Bueno.
Volvió a suceder.
—Como puedes decir el armario de escobas Corner, ahora entiendo porque la comadreja termino contigo—ladra Pansy luciendo incrédula, hay unas risas, pero no importa, han puesto un hechizo silenciador cortesía de Draco para disfrutar la charla.
Daphne también puso un hechizo de detección fuera del aula, así que cuando la profesora se acercara tendrían todo listo.
—No para tener sexo, bueno, no para primera vez, pero si para comenzar a descubrir—defiende, patéticamente, Michael Corner con el rostro sonrojado cuando incluso sus amigos se ríen de él a su lado.
Daphne Greengrass es quien está en la pizarra anotando los lugares o puntos si uno se repite, sobre cuál sería una buena locación para tener tu primera vez; dejando la idea de que si has o no tenido sexo, puedas participar. Aunque está claro por el tipo de respuestas quienes han tenido o no experiencia en esta área, Draco casi llora alegre de que Lavender aparentemente no hubiera pasado más que a segunda base con Adrian, lo cual le recuerda que el chico solo sigue vivo porque Lavender lo detuvo de matarlo.
No es que fueran una pareja seria.
En fin.
Lavender no parecía más que dar besos y eso le tranquilizo, Theo ni siquiera quiso participar en la charla por otro lado y se pregunta si se besó con la chica Hufflepuff, no es que le importe; pero si lo beso y lo ilusiono, bueno Draco tendría que volver a dejarla flotando entre las nubes.
—¿Quién mierda lo hace en la biblioteca? —ladre Terry Boot antes de lucir horrorizado cuando Blaise es quien contesta rápidamente.
—¿Un Ravenclaw? —
Hay una pequeña discusión cuando Slytherin y Ravenclaw se enfrentan por el tema, pero rápidamente llegan al acuerdo de que está bien tener sexo en la biblioteca por la emoción de ser encontrados, siempre y cuando no sea la primera vez.
Perturbador.
Pero funcional.
—No puedo creer que los futuros asientos del Wizengamot estén discutiendo por donde deberían tener la primera vez—dice Lavender cruzando su pierna aburrida, mientras Theo a su lado se ríe y Draco no puede más que asentir sin comprender del todo como evoluciono esto.
En primer año había sido divertido discutir sobre tu clase favorita, criatura favorita o materia que deberías prestarle más atención; bueno los niños se convierten en adolescentes y supone que hormonales.
Primera vez.
Draco no ha pensado mucho en el sexo, sorprendentemente, lo cual es un poco tanto bueno como malo.
¿Cómo es eso posible?
Guerras.
Muertes.
Sangre.
Destrucción.
Draco había estado ocupado muchas gracias.
Debido a que eventualmente será su turno de responder, medita un poco sobre las posibilidades, al igual que algunos Ravenclaw no duda que todos pensaran en la sala de los menesteres, es un lugar privado y poco conocido por los profesores. Pero incluso los Ravenclaw que incluyen a Michael Corner, saben que no pueden hablar del lugar debido a que la mayoría de los Slytherin no saben de este.
Tampoco es que lo sepan usar tan bien como Harry.
Con una mano en su mentón observa el caos que hay entre los demás, pero como siempre es su turno eventualmente y todos parecen muy curiosos sobre su vida romántica sexual; aunque le gusta pensar que es porque es simplemente asombroso, lo sabe mejor.
Es porque es novio de Harry Potter.
Lejos de ser algo que le moleste, es algo que toma con sus dos manos como una corona de laurel de victoria, es algo que le pertenece y a diferencia de los demás, no duda en usar todas las armas a su alcance.
Después de todo, ha aprendido eso desde que tiene 12 años.
—Las duchas de quidditch, o el baño de los prefectos—habla Draco con una sonrisa encantadora, haciendo que algunas chicas se rían divertidas, pero en general los chicos parecen no poner objeción ante sus elecciones.
Lo cual es mucho más de lo que alguien ha logrado el día de hoy.
Michael pregunta si ya lo hizo con Potter, pregunta que todos deben tener, pero Draco solo sonríe misteriosamente preguntándole si su interés en su vida tiene algún otro significado haciéndolo sonrojar humillado. Hay un momento donde mientras todos se ríen este vuelve a ver de reojo a Terry Boot, que parece no notarlo, que hace que los ojos de Draco se abran ligeramente sorprendido.
Interesante.
No es que vaya hacer algo al respecto, pero un buen chisme frente a sus ojos siempre es bien recibido.
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¿Debería pensar en tener sexo con Potter?
Draco se encuentra pensando en eso con amargura los siguientes días, no porque la acción le parezca desagradable (todo lo contrario) si no porque en estos momentos extraña otra vez a Percy, probablemente estaría ahora causando caos en su cabeza por sus pensamientos impuros y ahora no lo tiene. Se encuentra más tiempo viendo la carta en el fondo del baúl, pero resiste la tentación de leerla, piensa que podría leerla el día de navidad si fuera el caso, aunque había estado pensando en la idea, mientras habla con sus padres a veces por cartas, sobre ir a visitarlos esta navidad.
Tal vez, podría pasar por la casa de Percy de camino para saludar.
Sería tan incomodo.
Ignorando eso, regresa al sexo.
Lleva casi un año con Potter, por lo cual tener sexo no debería ser algo raro entre adolescentes, claro que ninguno de ellos dos es algo comparado a la normalidad y cada que Draco intenta manosearlo, o había intentado antes de los eventos del ministerio tocarlo, este parecía tenso, piensa que eventualmente caerá.
No puede ser de piedra.
Draco lo ha sentido endurecerse más de una vez cuando se besan, la mirada del chico sobre él, está claro que lo desea, pero el idiota logra controlarse bien.
Punto al Gryffindor por eso.
—¿Tu silencio debería perturbarme? —cuestiona Harry en medio de la biblioteca, mientras ambos hacen su trabajo de defensa y pociones.
Draco está usando descaradamente el libro especial de pociones de Harry, ante la mirada molesta de Granger que parece ver el libro como si fuera una plaga, Draco al igual que Harry ven las oportunidades cuando las encuentran. Aunque advierte al chico de no usar hechizos que no conoce, fue divertido cuando este asiente, porque Granger parece furiosa de que había dicho lo mismo y apenas si le hizo caso antes.
Harry si bien es un as en clase de defensa, está claro que con Severus como su profesor titular, ocupa más ayuda que de costumbre.
Curioso, ambos enseñan muy similar, no lo dice en voz alta.
—Estaba pensando nada sin importancia—dice Draco con una sonrisa calmada, lo que hace a Harry sospechar.
¿Qué?
No iba a decirle que estaba pensando en que parte de Hogwarts podría mancillar y perder su virginidad, pero el baño de quidditch comienza a ser cada vez más tentador, podría ser incomodo, pero sería una buena historia para contar con los años.
—Yo estoy pensando en la fiesta de navidad de Slughorn, no quiero ir, pero ocupo realmente su ayuda—admite Harry en voz baja.
Ah.
Los recuerdos.
Si la tarea de Harry de Dumbledore, que en lugar de usar su enorme magia y control, envía a un niño pequeño hacer su trabajo, Dumbledore no es de su aprecio por eso y muchas otras cosas más.
Slughorn parece ignorar a Draco, mientras Draco no haga nada este no parece hacerlo y de la misma forma con Draco. Había pensado que ser el novio de Harry Potter daría estatus de alguna forma, pero debe ser que sus padres desaparecieron y son posibles Mortifagos (al menos en los ojos de los demás) que hace al hombre estar muy al cuidado de sus pasos a su alrededor.
Slytherin, no puede evitar notarlo.
—Solo tienes que ir y lucir encantador—habla Draco con calma siguiendo anotando cosas del libro, ignorando que la letra le parece levemente familiar, pero no entiende mucho.
—De que hablas, tu vienes conmigo, no pienso sufrir solo eso—comenta Harry incrédulo.
Draco lo ve cansado.
Maldita sea, esto de ser novios comienza a ser molesto, pero podría ver a Harry en un traje bonito de fiesta, tal vez no todo sea malo.
—Me debes una Potter—bromea con una sonrisa, curiosamente un poco sincera, Harry parece notarlo, últimamente parece luchar por hacerlo sonreír a pesar que tiene sus propios problemas, a pesar que Draco puede ver la tensión de sus músculos aumentar.
Pero en estos momentos, verlo sonreír y lucir aliviado por solamente charlar, bueno, Draco piensa que las piezas dentro de él parecen controlarse un poco más.
Unirse.
Aún hay cosas por las que vale la pena vivir, piensa intentando apartar el recuerdo de sus amigos muertos, del cuerpo de Bianca, de la sonrisa de Luke…no quiere pensar en Nico.
—Y pensar que Harry aseguro en primer año que te odiaba, que rápido cambian las cosas—dice Granger de forma aburrida, haciendo a Harry farfullar sonrojado y Draco reírse un poco.
Si.
Algunas cosas aun valen la pena vivir.
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No le gusta este sueño.
Se siente vacío.
Se siente solo.
Se siente enojado.
Se siente culpable.
Se siente triste.
Bianca, extraña a Bianca.
No quiere estar solo, no le gusta estar solo.
Quiere volver a casa.
¿Cuál es su hogar?
—¿Draco? —es la voz de Nico con esperanza y timidez, también hay un poco de miedo en ella, antes que toda la oscuridad desaparezca y despierte.
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Draco camina por el lago pensativo, a tan solo unos días de vacaciones y sin contar la fiesta de Slughorn esta noche, se encuentra cada vez más inquieto. Sus padres han aceptado emocionados la idea de que fuera a vacaciones para variar, Severus iba a llevarlo a la MACUSA, algo que Amos había sufrido mucho porque estaba en Egipto en este momento y parecía quejarse de que no pudiera verlo. Se pregunta si solo es por eso que Severus había terminado aceptando.
Anthony parecía estar ocupado con…
¿Algo sobre luchar contra Apofis y ayuda de Ra que no sirvió del todo?
No quería saber que ha estado haciendo su amigo en realidad, se sintió un poco deprimido de no haberlo ayudado cuando claramente ocupaban ayuda, pero Anthony declaro que en realidad esto era algo del panteón egipcio que ocupaban solucionar ellos.
Tampoco es que Draco estuviera en su mejor estado mental ahora mismo.
—Oh mira una serpiente—es la voz de Harry que lo saca de sus pensamientos y lo congela de golpe, voltea a verlo sin recordar bien que había estado caminando con él.
No es que esto sea lo importante.
Mira con la piel tensa como Harry se acerca a la pequeña serpiente diminuta, que parece haberse perdido en el bosque. Su cuerpo se escalofría por la forma en que Draco habla con la serpiente, los siseos suaves le recuerdan a la serpiente de Voldemort e inevitablemente llegan a Bianca.
Jadea horrorizado.
Pero Harry solo habla con la pequeña serpiente que rápidamente se marcha.
Draco se queda ahí sintiéndose incomodo, desde que regreso a Hogwarts sigue sin poder ver bien los carteles de Slytherin, sin sentirse cómodo en su propia casa, siempre congelándose al ver una serpiente cerca o incluso una estatua con una sensación de hundimiento en su vientre.
No ha mejorado, solo parece empeorar.
—Ella te tenía más miedo—dice Harry aun arrodillado en el suelo viendo a Draco preocupado, pero Draco solamente aparta la mirada.
Es solo suerte que no vuelva a tener un ataque de pánico, pero se siente ansioso ante la mirada de Harry.
—Volvamos al castillo—casi suplica, por lo cual Harry suspira antes de incorporarse.
No van a su habitación en Slytherin, van a la torre Gryffindor donde Draco se niega a moverse durante una hora al menos, hasta que Lavender llega para arreglarlo para la fiesta. Draco no quiere ir, pero realmente no hay mucho que hacer ahora.
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Draco tiene el cabello solamente un poco rizado, Lavender parecía emocionada con experimentar, pero al igual que Pansy con las uñas de color, logro ponerle un alto para la fiesta. Sus túnicas de fiesta siguen totalmente en orden y aunque dura un poco de más alistándose, está listo relativamente temprano. No había querido ir a una fiesta de Slughorn, pero Harry había sacado la carta de eres mi novio, que tristemente si alguna vez quería follar con él, tendría que jugar bien. Para crédito de Potter este se ve bastante bien, su pelo sigue siendo indomable, pero se ve completamente adorable con tu túnica y zapatos decentes, que había obligado a conseguir para la ocasión.
Le dio algunas vueltas en el pasillo para examinar que todo estuviera en orden.
—No soy un mono en exhibición—se queja su mal agradecido novio cuando Draco le da una última mirada a su trasero con un puchero.
—Bueno supongo que, en el futuro, se quién es el encargado de vestimenta—
—¿De qué hablas? —
Es la inocencia del chico en su voz, que hace que Draco tenga un poco de lastima por él, solamente un poco antes de suspirar mientras acomoda un poco el cuello del chico que parece solo ligeramente torcido, este no parece afectado por la distancia y Draco levanta el puño mental al respecto.
—Eres una figura pública Harry, te guste o no, luego que todo el asunto del sin nariz termine, vas a tener que ir a fiestas te guste o no—
El rostro de Harry se frunce de horror y Draco casi se burla de él, al menos hasta que este tome su mano haciéndolo parpadear confundido.
—Supongo que mientras este conmigo podría ser tolerable—dice este de forma que Draco considera muy ilegal.
No debe ser justo que seas tan guapo y decir esas palabras, piensa Draco sonrojado mientras su novio camina con una sonrisa divertida, sujetando su mano a una fiesta horrorosa.
Lo cual es.
Bueno.
Draco admite que ver a Granger escapar de McLaggen vale un poco la pena, había escuchado de Harry que cuando Granger anuncio su pareja frente a la comadreja, este había lucido horrorizado, un movimiento muy Slytherin de la chica tiene que felicitar.
El despacho era mucho más amplio que los de los otros profesores, bien porque lo habían construido así, bien porque Slughorn lo había ampliado mediante algún truco mágico.
Tanto el techo como las paredes estaban adornados con colgaduras verde esmeralda, carmesí y dorado, lo que daba la impresión de estar en una tienda. La habitación, abarrotada y con un ambiente muy cargado, estaba bañada por la luz rojiza que proyectaba una barroca lámpara dorada, colgada del centro del techo, en la que aleteaban hadas de verdad que, vistas desde abajo, parecían relucientes motas de luz.
Desde un rincón apartado llegaban cánticos acompañados por instrumentos que recordaban las mandolinas; una nube de humo de pipa flotaba suspendida sobre las cabezas de unos magos ancianos que conversaban animadamente, y, dando chillidos, varios elfos domésticos intentaban abrirse paso entre un bosque de rodillas, pero, como quedaban ocultos por las pesadas bandejas de plata llenas de comida que transportaban, tenían el aspecto de mesitas móviles.
Slughorn al inicio quiere robarse a Harry para presentarlo a todos, aunque parece incomodo cuando presenta a Draco como la pareja de este, Harry parece sostener su muñeca y darle una mirada de: "si me dejas solo te mato", que hace que valga la pena acompañarlo.
Al menos nadie mata a nadie.
Aunque hay un momento tenso cuando se conoce al vampiro Sanguini.
¿Quién maldita sea invita a un vampiro?
En punto de Slughorn este no sabe que Harry es un hombre lobo, aunque por la forma en que Sanguini y Harry tienen un duelo de miradas, no le extraña que el vampiro sepa la verdad. Se siente un poco incomodo porque es obvio que Harry tiene oculto esa parte de él, pero Sanguini no comenta nada en voz alta, aunque eso no evita que Harry pase el resto de la noche tenso.
No nivel Granger en este momento.
Pero si bastante tenso.
—No parece decir nada, pero si lo hace lo desaparecemos, no es lo peor que he enfrentado—dice Draco con calma haciendo sonreír levemente a Harry.
—Sabes cuando hablas así me preocupas—admite el chico como si fuera algo malo.
Lo patea el tobillo, Harry se ríe un poco con la copa en su mano de algo sin alcohol, Draco hace un puchero a la falta de licor de la fiesta; le falta un poco más de eso para ser una digna fiesta Slytherin piensa mientras ve de reojo algunos de sus amigos.
Blaise vino con Daphne, aunque no parecen interesados en el otro, hacen una linda pareja a la vista.
Severus por otro lado odia a Harry, Harry odia a su padrino nada nuevo por ahí.
—Sabes tengo una pregunta que llevo días sin saber cómo preguntar—Draco espera pacientemente a que Harry tome de su bebida mientras mira la fiesta—¿Tienes o no un nudo en tu entrepierna? —pregunta con maldad disfrutando como este escupe la bebida.
Harry se vuelve tres tonalidades diferentes de rojo, mientras Draco no puede evitar soltar una carcajada ante la reacción de su novio.
Siempre va ser un placer molestar a Harry Potter, esa parte de él no ha muerto dese primer año en su interior.
Se ve furioso.
Lo cual vale la pena mucho más la broma, pero como siempre este parece tomarlo como un reto cuando voltea a verlo con el rostro tenso.
—No lo sé, ¿quieres averiguarlo? —
Oh inocente Harry, piensa Draco porque si en alguna parte de su cerebro de Gryffindor piensa que va a echarse atrás por dicha insinuación, claramente está equivocado, muy equivocado; o tal vez no está equivocado, tal vez al igual que Draco quiera…esto.
Lo ve un momento casi de forma analítica, notando su cuerpo tenso, la leve gota de sudor en su frente que puede o no se deba al calor del lugar.
O puede que fuera a algo más.
Draco toma de su bebida viéndolo con mirada misteriosa, pero una sonrisa leve que revela más de lo que quiere de sus intenciones.
—Nunca digo que no a una pregunta de ese tipo, curiosidad científica por supuesto—contesta con esa sonrisa perezosa que hace que Harry lo vea fijamente.
Antes de tomar su mano y salir apresurado de la fiesta sin despedirse de nadie.
Bueno.
Tampoco le importa mucho a Draco ese tema.
.
.
No hay licor involucrado, no hay alguna pócima extraña, no hay nada que pueda significar una alteración a la química de su cerebro, pero besarse a Harry se siente muy bien. Lo lleva al baño de los prefectos, estaba mucho más cerca que la habitación de los menesteres, además solamente ellos vendrían a esta hora, ambas habitaciones de sus diferentes casas totalmente descartadas por los demás inquilinos. Harry está en todos lados besándolo, tocando y Draco no puede más que soltar una exclamación al cielo porque al fin esto se encuentra pasando.
Había pensado en algún momento que no pasaría, pero está pasando, ahora mismo y Draco sabe que su ropa interior funciono.
Trajo buena suerte.
Las manos del chico sobre su cadera mientras lo aprisionan contra la pared, mientras su erección notoria choca contra su muslo hace a Draco derretirse de placer al pensar que al fin podrá probar este cuerpo contra el suyo de las formas que ha estado fantaseando.
Por más tiempo del que le gustaría admitir.
¿Qué tiene que hacer para que su novio lo folle?
Aparentemente ir a la fiesta de un viejo Slytherin, que esta sea un caos, y lucir bonito para este; de haberlo sabido habría obligado a Harry a ir desde el inicio a estas estúpidas fiestas.
—¿Estás seguro? —pregunta Harry como si por algún momento pensara en detenerse, podría creerle si sus manos no estuvieran en sus muslos y este estuviera besando su cuello.
De hecho, está dando pequeñas mordiscos, lo cual era no tan doloroso (¿realmente tiene comparación a todo lo que ha sufrido en su vida?) pero comenzaron a ser insistente. Se pregunto vagamente si era algo de hombre lobo, pero dejo eso de lado porque todo a su alrededor comenzaba a estar caliente y quería de forma desesperada que esto alcanzara otro nivel.
Necesitaba sentirse vivo.
Llevaba semanas desde lo del ministerio, y a veces siente que solo hay malos días, pero ahora, aquí con Harry tiene la esperanza que al menos días como este, donde parece no sentirse mal por no ser infeliz sucedan.
Nada es fácil.
No todo es felicidad.
Pero al menos puede sentir un poco de calidez a su alrededor.
Suelta una risa sin aire y Harry levanta la cabeza viéndolo confundido, tal vez un poco ofendido como siempre que se distrae con algo en su mente cuando se besan. Le da una suave caricia al rostro del chico para tranquilizarlo, encantado de verlo derretirse contra su mano, pero sin dejar de verlo con esos ojos claramente oscuros que revelan sentimientos o pensamientos no muy puros.
No lo culpa.
Draco se siente similar.
—Lo siento, solo había temido no volver a sentirme con vida—admite con una leve sonrisa nerviosa, los ojos de Harry brillan un momento con comprensión, antes de sonreír y abrazarlo.
No hay lujuria en ese abrazo, solo desesperación y un poco de cariño que no se puede expresar por palabras.
Es cálido.
Reconfortante.
Draco entra en un momento de pánico pensando que su novio fuera un idiota y termine todo esto por sus palabras, por suerte no lo hace. Harry toma a Draco como si fuera algo precioso, es extraño, siempre pensó que era extraño como Harry parecía tener esa necesidad de cuidar de otros incluso antes de ser un hombre lobo. Aunque luego de conocer un poco de la infancia de este, parece como si quisiera cuidar a otros, como si buscara sentirse necesitado por los demás.
Realmente le gustaría que no fuera el caso, pero es así como es.
La forma en como este lo desviste con calidez, no de forma apresura como había pensado que seria y casi aposto al respecto. Una parte de Draco había pensado en las hormonas, en rapidez y también que sentiría dolor, porque todo era apresurado y al menos que Harry hubiera tenido experiencia; Draco está completamente en blanco. Tal vez hay un vago conocimiento de hechizos que una vez hablo con Pansy, pero no hay mucho y pensó que esto simplemente sería una forma de hacer prueba y error.
Tiene resistencia al dolor, podría funcionar.
Harry lo sorprende, como siempre, con una locura que no espera, como desvestirlo suavemente.
Estar desnudo no es importante para Draco, luego de ir a un campamento de verano y vivir con Percy Jackson, la desnudez pierde importancia. Aunque admite que ver de reojo a Harry desnudarse tiene su encanto, la piel morena a la vista, ligeramente bronceada. Sigue siendo joven, pero Harry es mucho menos lampiño que Draco y por más que sus ojos viajan codiciosos en su cuerpo.
Bastante bien formado.
Agrega mentalmente.
Van directamente al final de su curiosidad inicial.
—Entonces si hay un nudo—dice viendo descaradamente el pene de su novio, quien sonrojado simplemente toma su muñeca y…lo lleva a la enorme bañera.
Draco voltea a verlo infinitamente traicionado cuando Harry toma asiento desde su espalda, pero este solamente rueda los ojos antes de abrazarlo por la cintura para besarle el cuello; un recordatorio que esto no se había terminado y solo por eso suspira dejándose abrazar por el chico.
Sintiendo algo contra su espalda.
Era grande.
También tiene un nudo.
Es de color rosada.
Tiene sed de repente.
Hace mucho calor aquí.
—Nunca has estado con nadie, puedo sentir tu aroma, sigue siendo tuyo incluso si a veces tus amigos están rodeándote, en esencia sigue siendo puro—habla Harry con el rostro enterrado en su cuello olfateando y besando mucho esa zona.
Que hace que todo su cuerpo sienta descargas eléctricas.
Miserable.
Piensa arrugando los dedos de los pies debajo del agua sintiendo que en cualquier momento no podrá contenerse y terminará soltando un jadeo o algo vergonzoso.
—Vaya forma de llamarme virgen, ¿qué hay de ti? —cuestiona solamente porque esta abochornado y no piensa ser el único en esta postura.
Harry lo ve con la barbilla sobre su hombro.
Con una mirada casi de lastima.
—Draco desde que me convertí en hombre lobo, este se imprimo de ti—
—No fue mi culpa—
—No dije que fuera tu culpa—
Draco hace un puchero cruzado de brazos, así que Harry suspira antes de tomarlo de las caderas, y voltearlo con una facilidad alarmante; a veces se olvida que su novio es tan fuerte como él en el aspecto físico. Parpadea cuando esta de frente al chico, con ambas piernas a sus costados, sintiendo algo claramente con su propia entrepierna que lo hace sonrojar. Lejos del desastre que había pensado que sería Harry, este parece bastante en control, sus ojos parecen un poco desenfocados y sus movimientos parecen tensos a su alrededor.
Está controlándose.
Puede aplaudirle eso al chico.
Debe ser muy difícil, Draco encuentra difícil controlarse del todo.
Los ojos de Harry siguen siendo brillantes, al igual que el niño de 11 años que había conocido hace tanto tiempo atrás en una tienda de ropa. Claro que ahora aquí en sus brazos, no parece para nada ese niño inocente que parecía incomodo con Draco y que luego demostró en Hogwarts querer estar lo más alejado posible de este. Todo lo contrario, nunca había visto a Harry más interesado en algo que en este momento.
Su mirada se entrecierra, siente el calor a su alrededor.
Su piel.
Es caliente.
Por ser un hombre lobo, mientras que la piel de Draco usualmente es fría, la temperatura corporal siempre baja.
Sus manos viajan al pecho de Harry, hay alguna que otra cicatriz muy leve por ahí, a diferencia del cuerpo del propio Draco que esta bañada de ellas por todos lados. Cada una de sus aventuras termino en una cicatriz nueva, que a veces los sanadores del campamento curaban, pero que Draco le gustaba mantener, para nunca olvidar realmente de donde habían venido.
Que tuvo que luchar.
No volver a ser ese niño de 11 años arrogante lejos de todos.
—Siempre te distraes fácilmente, me siento ofendido—admite Harry casi con una risa divertida, a lo cual Draco no puede evitar hacer un puchero.
—¿TDHA? —no es una mentira, eso era una mierda.
Harry suelta ahora si una risa descarada antes de tomar sus mejillas para poder besarlo y Draco solamente se deja besar, porque los labios de Harry siempre han sido deliciosos, pero ahora ambos desnudos con la mitad del cuerpo en una tina gigante de agua tibia, por algún motivo saben más deliciosos de lo que alguna vez había sentido.
Saboreado.
Deseado.
No va negar que siente un poco de nervios por lo que va a suceder, pero había querido esto por tanto tiempo, que está a punto de lanzarse sin dudarlo a esta nueva aventura.
¿Es como luchar?
Son movimientos que tendrá que ir aprendiendo poco a poco hasta poder memorizarlos.
Los labios de ambos moviéndose de forma experimentada con la confianza y seguridad que ha sucedido luego de besarse tanto tiempo, lo que parece inquieto son sus manos, tocan porque eso quieren, pero parecen a veces dudosas porque no están seguros del todo de que hacer; parece que tanto Harry como Draco conocen la teoría de lo que deberían hacer.
Pero hacerlo es un paso diferente.
Ambos a veces se separan, ríen nerviosos, los toques siguen y Draco se ríe descaradamente cuando Harry se resbala un poco dentro de la tina.
—Deja de reírte por todo—gruñe Harry lo cual por algún motivo solo aumenta las risas de Draco.
¿Risas de nervios?
Puede ser.
Luego de tocarse un rato, mientras Draco aún se ríe de Harry, este parece muy concentrado en jugar con su trasero. No lo han dicho por supuesto, quien iría dentro de quien antes o hablado sobre el tema, esto es muy espontaneo, aunque deseado para ambos.
Para suerte de Harry, Draco está muy interesado en comprobar si puede llevar a su querido amigo entre sus piernas.
Probablemente va a doler.
No seria la primera vez que algo doloroso también le dio placer.
—Bien no te quedes ahí, espera, déjame usar el hechizo lubricante que me enseño Pansy para que puedas estirarme—
—¿Pansy? —
—No luzcas celoso idiota, para tu suerte ella tiene mejores conocimientos que tu sobre el tema—
Draco había usado ese hechizo una o dos veces en la ducha (tal vez más, tal vez menos) para probar sobre este, lo cual siempre pensó que era un poco ridículo, pero ahora puede ver que sus extraños deseos oscuros y su curiosidad habían servido de algo.
No iba a quejarse.
—Nunca hice esto antes—admite Harry mientras aun abrazando a Draco sobre su regazo, está jugando con sus dedos en la entrada.
Lo cual hace que toda la piel de Draco parezca mil veces más sensible, se aferra de este por el cuello mitad nervios, mitad emoción sobre qué es lo que va a continuar.
No quiere y quiere saber que se siente tener los dedos de Harry dentro de él.
Todo es nuevo.
Una nueva experiencia.
—Que tan difícil es meter los dedos en el culo de alguien—
—Te juro Draco que cuando esto termine voy a matarte—
Draco se ríe porque es divertido, son nervios y nunca pensó que así sería una primera vez, pero tampoco puede pensar en una mejor manera.
Los dedos de Harry son, mucho más gruesos que los suyos, no lo había notado cuando tomaba su mano, pero claramente hay diferencia de una mano que toma la tuya para caminar a unos dedos que comienzan a intentar masajear tu interior. Draco se aferra al cuello de Harry ocultando su rostro en el hombro de este cuando siente dos dedos dentro de él, el chico había iniciado con uno y si bien se siente como…
Ya saben, un dedo en el culo.
Un largo rato, donde ambos parecen confundidos pero Harry claramente parece muy interesado si la forma en como sigue besando su cuello significa algo.
Dos dedos comienzan a sentirse extraño.
No extraño malo es importante agregar, pero extraño sin duda.
Para alguien que ha sufrido dolores en todo su cuerpo, esto no debería ser algo de que preocuparse, pero la verdad es que, si se siente extraño, casi siendo partido por dentro en una zona tan intima. Respira agitadamente intentando mantenerse unido, pero el interior se siente tan extraño, casi doloroso, casi una tortura y aun así algo que Draco quería desesperadamente.
Quiere algo más grande dentro de él.
Aunque nunca hizo algo así.
¿Cómo sabe que quiere algo ahí?
—Estas tenso—dice Harry sonriente y jadeante contra su oído, Draco lo empuja del rostro un poco, sintiendo que aun con el agua a su alrededor y el lubricante, sigue estando demasiado apretado para tres dedos.
Pero entran, el problema es que tres dedos no parecen ser totalmente la longitud del miembro de Harry, tampoco es que lo hubiera podido tocar mucho, tampoco le dejo mamarla; simplemente entraron de lleno a esto. Bueno si le queda tiempo, va a intentar meter esa cosa en su boca.
—Bueno es mi primera vez con algo de ese tamaño en mi trasero, la palabra correcta es no acostumbrado—admite haciendo que Harry bufe antes de acomodarlo mejor entre su regazo.
Oh mierda, dejo de tener sus dedos dentro de él, Draco no tiene tiempo de quejarse por eso, porque siente algo en su entrada y se muerde el labio inferior.
Eso va a doler.
No más que sujetar el cielo.
Pero iba a doler más de lo que quería ver.
Mira a Harry nervioso y este parece contrariado, pero sigue viéndose jodidamente atractivo, no es justo que se vea así esta primera vez.
—¿Quieres detenerte? —pregunta Harry y aunque claramente no quiere, puede ver la total honestidad de sus ojos que si le dice que se detenga.
Lo haga.
Y se ve tentado un momento, porque Draco odia ponerse en situaciones donde sabe que va a sufrir, pero también es un idiota y quiere tener sexo con su novio de forma desesperada.
—Mira hoy no voy a salir virgen de aquí, así que apresúrate y métela—farfulla Draco con tono de orden, que Harry solo suspira.
A pesar de sus palabras, Harry sigue siendo lento cuando lo sienta sobre él, cuando intenta pasar el primer anillo de musculo que hace a Draco aferrarse de la espalda de este con una maldición en su cuello. Bien es un dolor manejable, pero es tan incomodo al inicio, que se pregunta realmente porque a las personas les gusta hacer algo que, en primera mano, se siente tan mal.
Eso piensa, hasta que ve el rostro brilloso de Harry, como si estuviera pasando el mejor momento de su vida y Draco se siente orgulloso de eso.
Arrogante incluso.
No sabe cuánto tiempo pasa entre el primer anillo de músculos y que Harry lo ayude bajar a su velocidad, poco a poco, pero al mismo tiempo dándole tiempo para que su cuerpo pueda, amoldarse. Por eso está bastante frustrado cuando luego de largos minutos de sufrimiento y estiramiento, siente algo contra su entrada.
—Oh por favor—dice en voz jadeante y ahogada luciendo muy indignado—¿No vas a meter el nudo? —chilla con voz un poco chillona por la presión.
Se siente demasiado lleno, en todos lados, sintiendo ardor desde el interior de su cuerpo que lo está volviendo loco.
Quema.
Como un incendio en todos lados desde su interior y esta decidido a que esto suceda, porque todo quema, pero es una quemadura deliciosa que piensa mantener.
—No voy anudarte—
—Cobarde hijo de puta—
Harry no se enoja, casi sonríe mientras lo besa y Draco piensa que puede matarlo, pero en su lugar decide besarlo porque todo es demasiado. Pero se siente bien, sobre todo, está acostumbrado a tener el control, a ser el quien marca el ritmo, pero cuando Harry toma sus muslos para obligarlo a salir un poco de él, para luego adentrase lentamente sacando todo el aire de sus pulmones, Draco se siente encantado por la sensación.
Esta sobre él, sí, pero no tiene todo el control.
Podría si quisiera.
No quiere.
Solamente quiere besar a Harry, quiere sentirlo moverse dentro de él, llenarlo, saciarlo, dejarlo de una forma que recordara por días entre sus piernas; no puede imaginar otro momento de su vida donde no sienta la sensación fantasma del chico dentro de él.
Sus ojos siguen brillantes.
Draco lo besa Harry apresura sus movimientos y sus manos son tan fuertes que puede hacerlo rebotar sobre su regazo sin tener que hacer el mínimo esfuerzo. Puede que suene un poco pomposo y niño mimado el querer que haga todo por él, pero se siente tan jodidamente bien que no le importa.
El movimiento.
Dentro, fuera, quema a su paso, pero al mismo tiempo es como si quisiera grabar en su interior todo él.
Y lo hace bien.
Porque todo lo que puede pensar es en el chico sobre él, sobre sus manos, dentro de él, su mente se siente tan pesada y nublada en este momento.
Se siente bien.
Vivo.
Esto es estar vivo.
—Harry—gimotea contra su oreja cuando no puede besarlo más, porque no deja de hacer sonidos vergonzosos y el chico parece más concentrado en aumentar la velocidad.
No tiene miedo.
Ha hecho cosas más peligrosas en el campamento mestizo, un poco de velocidad y rudeza no le dan miedo, de hecho, no puede más que desear que todo sea más rápido. Como si fuera una montaña rusa que está subiendo, Draco no puede más que sentir todo su cuerpo caliente como si algo estuviera bullendo en su interior.
Entonces.
Giro.
Como que giro de todo lo que le rodea.
Draco se mueve nervioso cuando esta de espaldas al lado de la bañera contra el frio suelo, va a quejarse con su pareja, pero este simplemente sujeta sus piernas y con rápidos movimientos da una fuerte estocada dentro de él, que lo lleva hasta el fondo y Draco no puede más que arquearse.
No hay donde sujetarse en el suelo, pero sus manos viajan a este como si ocupara sujetarse de algo.
Duele.
Quema.
Pero suele bien.
Quema de forma deliciosa.
Su mente sigue nublada de placer, de dolor, de emoción y piensa que esto es sentirse con vida.
—Eres jodidamente hermoso—dice Harry con la voz peligrosamente cerca de su pezón, Draco está totalmente rojo viendo sorprendido a su novio.
Debería ser lindo, adorable, tierno y tímido.
No una maquina sexual.
Bueno, no se queja.
Sonríe de forma casi incrédula mientras Harry lo ve con esos ojos maliciosos, antes que este pase una lengua cerca de su pezón que hace que Draco se estremezca sin pensar que podría sentir más placer. Ya era suficiente sentir los fuertes abdominales de Harry contra su polla cada que este lo embiste, pero esto era otro nivel de…no sabía que tenía pezones sensibles.
¿Eso era normal?
Lo duda, es algo que deberían haberle dicho, piensa alarmado cuando Harry comienza a morderlo casi como si quisiera amamantar algo de ahí.
Quiso reprenderlo, pero las embestidas dentro de él hicieron que su coeficiente intelectual no pudiera pronunciar palabras y…este sigue aumentando el ritmo.
Quiere aguantar, de verdad intenta aguantar, pero Harry sujeta sus manos para ponerlas sobre su cabeza, con esa mirada tan dominante que…oh vamos, es un chico débil y hormonal que acaba de descubrir que su novio es una maquina caliente. Se avergüenza que sin que este lo tocara, envistiéndolo y golpeando un punto que parece descargar electricidad constante en su interior, baja la mirada abochornado cuando siente que se ha corrido sobre su vientre.
Todo es un caos.
Todo es alto.
Todo es bajo.
Cae y sube, mientras se siente jadeante ante las embestidas de Harry que no se detienen. Había tenido orgasmos antes, pero este sin duda es diferente y Draco solamente puede intentar recomponerse, alejando sus manos de su cabeza cuando Harry toma su cintura para seguir envistiéndolo.
Se sujeta de su cuello entre nervioso como sorprendió.
—¿Harry? —pregunta con una voz temblorosa, antes de gemir con un poco de incredulidad cuando unos dientes se estampan contra su cuello de forma bastante dolorosa.
Debe haber sacado sangre, Draco lo ve antes de jadear sin control (aunque quiere regañarlo porque duda que esto sea normal), porque este sigue moviéndose.
—Pensaste que me iba a detener, no, no puedo hacerlo Draco, necesito más…por favor un poco más—su voz es ronca, entre un tono autoritario y de súplica que deja a Draco mudo.
Oh vaya.
Draco ve sorprendido los labios del chico un poco de sangre que era de su cuello, pero ojos que parecen verlo tanto con amor como un pequeño destello de obsesión que preocuparía a cualquiera. No a Draco claramente, quien solo sonríe de forma un poco sorprendida, antes de tomarlo de la mejilla con la mano que no usa para sostenerse para besarlo en los labios suavemente.
La ola del orgasmo aún sigue con él.
Todo se siente frio, todo es cálido, miles de estrellas estallan a su alrededor.
—Dame tu mejor desempeño Potter—dice con voz cansada, pero las pupilas de su novio se dilatan un poco más y sabe que está bien.
Va ser una noche de locura, pero está bien.
Puede con eso.
.
.
Esa noche no regresa a su habitación en las mazmorras, de hecho, Harry tampoco regresa a la torre Gryffindor, es muy temprano, la luz del sol se cuela entre los cristales, pero si alguien hubiera entrado a los baños tal vez hubiera visto a dos chicos en la esquina, donde Harry estaba aún follando con Draco con las espaldas a los vestidores sin haberse detenido toda la noche.
Pero nadie entro.
Esta vez.
Continuara…
Como me costó este capítulo, pero bueno creo que por ahora estamos entrando cerca del caos que se va a generar, porque estamos pronto de iniciar una nueva saga dentro de este arco, ya veremos un poco más en el próximo capitulo.
Pero prepárense que el campamento mestizo está cerca y tal vez, algunos nuevos personajes que algunos han estado esperando por mucho tiempo :3
