Hola aquí Vera.
Bueno, aquí les traigo un capitulo mas de este fic, el cual, cada día esta mas cerca de llegar a su gran final ❤
Pero por el momento, es hora que disfruten de este capitulo con una linda temática pre-navideña, o mejor dicho, con una temática de noche buena 🎄❄
¿Al fin ya va a nacer ese bebé? Muy pronto lo van a descubrir.
Como nota, al final del capítulo les aclarare algunos detalles sobre como celebran estos días en aquel país. Aunque creo que conforme vayan leyendo entenderán como se celebra típicamente noche buena allá.
Ahora sin más, disfruten del capitulo ❤
22. ❄ Un Beso Bajo El Muérdago 🎄
❄️ Invierno ❄️
"Ahora ven y acuéstate a mi lado, aquí debajo del árbol
Y mira los colores parpadear tan alegremente.
Pero pide un buen deseo antes de que te duermas,
Nunca sabes lo que te espera esta noche en tus sueños"
24 de diciembre
39 semanas.
9 meses de embarazo.
Noche buena
02:15 p.m.
Aquella fecha en especial siempre tenía un sabor agridulce para el mundo de la hechicería.
Durante dos años consecutivos, se libraron en esa fecha dos batallas de gran importancia.
La primera un 24 de diciembre del 2017, cuando Geto Suguru atacó la escuela de hechicería, así mismo se daba el desfile nocturno de los mil demonios en dos distintas partes de Japón. Esa vez, salieron victoriosos gracias a Okkotsu Yuta cuando venció a aquel brujo.
Pero no contaban con que al año siguiente, un mismo 24 de diciembre se llevaría a cabo otra batalla de una magnitud mayor, donde gracias a un milagro, aquella guerra acabó con la victoria de Satoru Gojo y la eliminación del Rey de las maldiciones, Sukuna, a manos de Itadori Yuji.
Así que desde hace tres años, aquel día siempre tenía un toque nostálgico y un tanto amargo. Pero en aquella ocasión, era un tanto diferente, porque era una fecha más hogareña para la familia Okkotsu.
Aquella mañana había transcurrido con tranquilidad, Maki estuvo la mayor parte del día en la sala, estuvo haciendo algo de Yoga y de ejercicios leves con su gran pelota. Ejercicios que pensaba le ayudarían a entrar más rápido en labor de parto.
Maki soltó un suspiro y miro su gran barriga.
—¿Hasta cuándo saldrás de mi?— pregunto en una mueca mientras picaba su vientre con suavidad con su dedo índice.
Yuta sonrió por escuchar a su mujer decir eso, mientras estaba en el suelo, tomando un descanso.
Ese día, Maki no estaba haciendo ejercicio sola, sino que Yuta estaba ahí con ella ayudándole a sujetarla cuando hacía sentadillas o cuando se debía sentar en el suelo para hacer Yoga, y de paso, él aprovechaba para ejercitarse un poco. Así que los dos habían sudado un poco haciendo esos ejercicios.
—Empiezo a creer que él es igual de terco que yo y no va a nacer hasta que le dé su regalada gana— comento Maki, mientras hacía círculos en su vientre, el cual estaba descubierto ya que en ese rato solo estaba usando una camiseta de tirantes y unos pantalones deportivos ya que se estaba muriendo de calor.
—Mientras no pase de las 40 semanas todo estará bien amor, además — Yuta se acercó, se puso de rodillas y le dio un beso en el vientre, después subió a sus labios—Él sabrá cuando será el mejor momento para nacer.
Los labios de Maki recibieron aquel beso, para después hacer un leve puchero.
—Para ti es fácil decirlo, yo ya estoy desesperada porque nazca, sobre todo porque ya estoy cansada y dormir ya es un martirio últimamente — suspiro y volvió a hacer movimientos de cadera sobre aquella pelota.
—Quizás nuestra pequeña semilla de soja elija el momento menos esperado para nacer — comento Yuta, poniéndose de pie y yendo a la cocina por unas botellas de agua.
—No lo dudo, igual espero nazca antes de que se acabe el año. No me gustaría pasar año nuevo pujando en el hospital — chasqueo la lengua. Tomo el control remoto de la tv y la encendió mientras seguía sentada sobre su pelota.
En aquel momento, Yuta también movió un poco el termostato, para hacer agradable la temperatura de la casa y más que noto que afuera estaba nevando.
—¡Demonios! ¡Lo había olvidado!— dijo Maki al ver lo que estaban pasando por la tv.
—¿Qué estabas olvidando amor?— pregunto Yuta entregándole una botella de agua y volviendo a sentarse en el suelo sobre la alfombra y al lado de su esposa, quien seguía sentada en aquella pelota.
—Hoy es 24 de diciembre— suspiro— se supone que hoy es noche buena ¿No?
Estaban mirando por la tv, como en otros países este día en especial lo pasaban en familia y como se hacían compras de último momento.
—Si que parece ser importante este día en occidente y en otros lados del mundo— comento Yuta mientras una reportera mostraba como en otros países festejaban noche buena.
Incluso mostraron como se hacían compras de último momento y de las largas filas en las tiendas comerciales.
—Pareciera como si estuvieran en el fin del mundo— dijo Yuta sorprendido.
—En cierta forma, agradezco que en este país, esta celebración no sea tan importante u agobiadora como en esos lugares, simplemente ve como se están peleando por los regalos— comento Maki cambiando el canal mientras ahora se sentaba con cuidado en el sillón.
Yuta sonrió por eso y después suspiro. Parecía recordar algo, un suceso que hacía que sus huesos dolieran a veces.
—Aunque...
—¿Huh?
—Aunque también este día se siente nostálgico y un poco amargo por las batallas que tuvimos hace unos años atrás tanto contra Geto, Sukuna y Kenjaku ¿No lo crees?— comento Yuta bajando los hombros.
Aquellas palabras hicieron que Maki sintiera un escalofrío recorrer todo su ser. Hasta sintió su bebé patear ante tal desagradable emoción mientras llevaba su mano a su mejilla, donde había obtenido una cicatriz más en aquella última pelea contra el rey de las maldiciones.
—Ni como olvidarlo, aunque podemos decirle a nuestro hijo que fuimos sobrevivientes de dichas guerras — comento ella acariciando el cabello de Yuta desde donde estaba sentada.
En aquel momento, su esposo de nuevo se puso de rodillas, recargo su cabeza sobre el vientre de esta y la rodeo con cuidado con sus brazos.
—Una guerra que al fin acabó y que doy gracias al cielo por haber sobrevivido, y que hoy por fin puedo estar a tu lado, siendo feliz con nuestro primer hijo— comento Yuta cerrando los ojos por un momento.
Aquel sentimiento de tranquilidad, también lo compartía Maki, mientras esta le pasaba sus manos por su negro cabello.
—Y de paso, agradezco que esta será nuestra primera noche buena como familia, sin preocuparnos por luchar en ninguna guerra más — comento Yuta llenándole de besos el vientre. Aquella acción provocaba un cosquilleo en Maki y hacía que el bebé también se moviera al sentir y escuchar a su padre.
Maki tomo el rostro de Yuta entre sus manos y acaricio con demasiada ternura sus mejillas. Sus miradas se cruzaron, el magnetismo con el que siempre se observaban y el amor y adoración que se tenían el uno al otro siempre fue tan fuerte, que eso hizo que Yuta se acercara al rostro de su esposa para besarle con amor mientras este seguía de rodillas frente a ella.
Aquellos besos llenaron toda la sala.
Una vez dejaron de besarse para recuperar el aliento. Yuta se sentó a su lado.
—Aunque se me ocurre que para festejar esta noche podríamos tener una cena romántica— dijo al oído de su esposa mientras la rodeaba tiernamente entre sus brazos.
Maki sonrio por esas palabras.
—Eso suena bastante tentador, aunque sabes que con este embarazo no tengo ganas de salir — dijo está acariciándole las mejillas.
—No te preocupes por eso. Como sé que no quieres salir, me prepare para los siguientes días hasta año nuevo comprando suficientes suministros y provisiones de comida, así que podría prepararte una lasaña o algún otro platillo que he practicado en mis clases de cocina —comento Yuta sin dejarle de mirar, acariciando su rostro con ambas manos.
—La lasaña no suena nada mal, aunque — Maki le robo unos besos — también quiero ver con que más nos vas a consentir esta noche — dijo está sonriendo entre besos.
—Yo podría… —Yuta acercó sus labios a la barbilla de su esposa, deslizándolos suavemente por su cuello hasta llegar a su mejilla y oído—Podría consentirte esta noche preparándote una deliciosa cena. Después, podríamos tomar un baño juntos y al salir, podemos ponernos nuestros mejores pijamas, para ponernos a ver algunas películas, aquí abrazados en el sofá, o si prefieres, ir a la cama y que me dejes llenarte de muchos besos mientras te abrazo —continuó besándola con ternura.
Maki soltó una leve risita al escuchar eso.
—Eso no suena nada mal para hacer más amena esta noche — enredo sus brazos al cuello de su marido y siguió besándole.
Los besos continuaron un poco más, sus frentes se juntaron y se miraron con demasiado amor, realmente querían que esa noche buena fuera especial.
Y cuando de nuevo se iban a empezar a besar, el timbre de su apartamento los interrumpió.
Maki Gruñó y miro hacia la puerta muy molesta.
—¿Quién podrá ser?
—Deja reviso— dijo Yuta poniéndose de pie y fue a ver quién tocaba tan alegremente el timbre, el cual no paraba de sonar.
—Quizás es la señora Kimura que viene a preguntar si ya nació el bebé— comento Maki con fastidio por arruinarle el momento romántico con su esposo.
Yuta se asomó por la mirilla, sus ojos se abrieron de sorpresa.
—Amor, será mejor que esto lo tomes con calma— dijo mientras se disponía a abrir la puerta.
—¿Por qué dices eso? — cuestiono Maki girándose para ver qué pasaba. Eso hasta que unas voces entraron alegremente a su departamento.
—¡Feliz noche buena!— dijeron Itadori y Nobara en coro una vez entraron por aquella puerta.
Nobara venía vestida de Santa Claus con un vestido rojo con bordes blancos junto a un sombrero con una pequeña bolita blanca en la punta e Itadori venía vestido de lo que parecía ser un reno mientras cargaba un gran costal rojo.
—¡Takana!— también la voz melodiosa de Toge inundó el lugar. Este hombre venía vestido de un duende.
—¡Jojojo Hemos llegado!— comento Panda muy alegremente. Este llevaba puestos unos cuernos de reno y una nariz roja. Además que venía cargando unos cascabeles y una campana.
—¿Qué demonios pasa aquí?— pregunto Maki con el ceño fruncido al ver a esos intrusos entrar a su casa y perturbar su paz. No se había movido de aquel sillón.
—¡Les hemos traído algunos regalos de navidad!— comento Nobara muy feliz —Queremos que pasen su primera navidad en familia como es debida.
—Y de paso les hemos traído un arbolito de navidad y unas luces para decorarlo y decorar su hogar— comento Panda muy animado haciendo sonar los cascabeles —Jojojo
Megumi entro detrás de esos cuatro.
—Lo siento senpais, intenté detenerlos— comento él en una mueca muy molesto, además, este era el único que vestía ropa normal—Pero no pude. Argumente que ustedes querían pasar estos días tranquilamente pero simplemente me ignoraron.
Todos esos intrusos ya habían entrado hasta la sala. Incluso Maki se cubrió con la chamarra de su esposo por el frío que entró por la puerta principal.
—¡No seas tan amargado Megumi! ¡Simplemente queremos dejarles algunos regalos!— comento Nobara muy sonriente.
—¿Regalos?— pregunto Maki con una mueca.
—Le preguntamos a Nishimiya como festejan en su país esta fecha y dijo que en América esta noche hacen una cena y se dejan regalos bajo los árboles y eso hemos venido a hacer. Y de paso hemos venido a adornarles su hogar— respondió su amiga.
Maki hizo una mueca de total desacuerdo.
—Tranquila Maki san, no nos vamos a quedar mucho rato, solamente venimos de paso y para convivir un poco con ustedes— respondió Nobara moviendo sus manos—Nos iremos antes de que anochezca ya que tenemos otros planes.
—Incluso trajimos comida para compartir con ustedes más tarde— contesto Panda, haciendo que Toge e Itadori levantarán las bolsas de kfc que habían comprado para comer con ellos.
—Amor ¿Qué opinas?— pregunto Yuta notando la expresión de total molestia que hizo su esposa mientras se ponía de pie.
Maki tomo un respiro profundo, relajo los hombros y trato de tomar aquello como algo bueno que no todos los días pasa.
—Está bien, pero no quiero que hagan tanto alboroto, porque si no los matare— comento llevando sus manos a sus caderas.
Los demás festejaron al escuchar aquello, mientras Nobara se acercaba a su amiga.
—Ven Maki san, vamos a que te des un baño y a que te pongas algo cómodo, mientras nosotros nos encargamos de la decoración — comento la pelinaranja muy animada. Quien guio a Maki hasta su cuarto, mientras el esposo de esta se quedaba con los auto invitados para asegurarse de que aquello no se saliera de control.
03:05 p.m.
Después de tomar un baño Maki se encontraba terminado de arreglarse en su habitación.
— Si que tus tíos están locos y son unos fastidiosos— dijo Maki mientras tenía sus manos bajo su vientre mientras terminaba de ponerse su pijama.
Escuchaba como todos los demás seguían adornando la sala. Sobre todo, escuchaba como Nobara daba órdenes a todos.
Maki bajo los hombros mientras escuchaba todo ese ruido. Realmente quería pasar una tarde tranquila con su marido, pero parecía que eso tardaría un poco.
Aun así, trato de verle el lado positivo a la situación. Se sentía bendecida por estar en ese momento rodeada de todos aquellos que la hacían sentir querida. Y agradecía al cielo que ese día no estuvieran peleando en una guerra donde no sabían si sobrevivirían. Así que aquella noche buena, sería la primera que pasarían todos juntos en familia.
Maki sonrió un poco mirándose en el espejo mientras seguía hablando con su bebé — Pero se nota que nos quieren mucho... incluso siento que esto es algo que a tu tia Mai le hubiera gustado hacer— suspiro — Incluso si tu ya estuvieras aquí, serias super consentido por todos ellos en esta noche buena— Empezó a cepillar su cabello, el cual seguía húmedo por el baño que había tomado.
Aun así, todos seguían haciendo su trabajo en la sala.
—¡Las luces que vayan alrededor de la sala!— ordeno Nobara con una mano en la cintura.
Esta estaba dándole órdenes a Itadori, a Toge y a Panda para seguir decorando la sala. Así como también pusieron algunos pocos adornos en el balcón de la pareja y un lindo muérdago en dicha salida, el cual fue puesto por ella.
Mientras tanto, Megumi y Yuta estaban terminando de acomodar el árbol, el cual era pequeño, no mayor a un metro de altura, de color verde mientras acomodaban las tintineantes esferas en colores rojos y dorados junto a unas luces de colores que ya adornaban aquel árbol.
—De nuevo una disculpa por todo el alboroto Okkotsu senpai, como dije, traté de detenerlos — comento Megumi suspirando al ver el ruido que hacían esos cuatro.
—No tienes por qué disculparte, es entendible que quieran pasar tiempo con nosotros antes de la llegada del bebé— comento Yuta poniendo una esfera más.
—Aun así, no me gusta incomodar— Megumi suspiro— Más que nada ellos querían venir a pasar un rato con ustedes antes de ir más tarde a los fuegos artificiales y esas cosas a las cuales ellos querían invitarles, pero debido al estado tan avanzado del embarazo de Maki san, sabemos que no sería fácil para ella ir a esos eventos.
—No se preocupen por nosotros— Yuta tomo una esfera más y la admiro en su mano antes de colgarla en el árbol — Además, Maki quizás diría algo como que no quiere salir este día.
—Y por eso mismo es que me he quedado en pijama ya que no quiero ir a un lugar lleno de gente— comento Maki uniéndose a esos dos, ya que había escuchado aquella platica.
En ese instante, Maki admiro aquel pequeño árbol de navidad. Algo dentro de ella sintió que le movía varias emociones. Era una mezcla entre nostalgia y una sensación nunca antes experimentada.
Ambos varones voltearon a verla. Observando cómo estaba absorta en aquellas luces que se encendían y se apagaban.
—Te vez muy bien amor— dijo Yuta observando que su esposa vestía un pantalón de pijama rojo en cuadros y un suéter que le cubría todo el vientre de embarazada con un dibujo de un reno con un pequeño algodón rojo representando la nariz de ese famoso animal.
—Gracias, el pijama es muy cómoda para este día — comento ella con una leve sonrisa.
Maki de nuevo empezó a ver como estaba quedando adornada su sala. Viendo las luces tintineantes en todo el espacio al igual que veía los demás adornos que colgaban tanto del árbol como en su cocina y balcón.
—¿Te gusta como quedó el árbol de navidad?— pregunto Yuta tomando sus manos.
—Quedo muy lindo... me agrada...— comento sorprendida.
—Me alegra que te gustará — contesto Yuta muy animado —Bueno, ahora Iré a darme un baño rápido, ya regreso— comento dándole un beso a su esposa. Quería estar también presentable.
—Aquí te esperamos, así que no tardes— comento Maki soltando suavemente las manos de su esposo mientras este corría al baño.
Maki regreso su vista a la sala.
Toda la decoración, a pesar de ser muy simple provocaba en Maki sensaciones por aquella festividad nunca antes sentidas.
Suspiro mientras se acercaba a aquel árbol, el cual era lo que más le llamaba la atención.
—¿Estas bien?— pregunto Megumi al ver a Maki tan concentrada mirando el árbol de navidad.
—Lo estoy... es solo que es la primera vez que festejo algo así...
—Es comprensible. Al ser un festejo extranjero que apenas está cobrando relevancia en este país, puede provocar un choque cultural muy marcado en algunas personas.
—¿Y tú Megumi? ¿Tu Llegaste a festejar antes este día?— pregunto ella mirándolo por un momento.
El azabache negó con la cabeza.
—Nunca me ha gustado esta festividad y tengo mis motivos para odiarla.
—Bueno, es cierto.— Maki le dio la razón.
— Tenemos más razones para odiar este día que para festejarlo, por ejemplo; Yuta y Yo pasamos primero un 24 de diciembre al borde de la muerte por la invasión de Geto y solo un puto año después se llevó a cabo la batalla contra Sukuna — suspiro— Y el año pasado en este día, Yuta y yo estuvimos separados debido a nuestras misiones fuera de la ciudad— respondió ella tomando asiento en su sillón para mirar aquel árbol de navidad cómodamente —Pero ahora...— sus manos descansaron sobre su vientre — siento que es la primera noche buena que puedo pasar con todos ustedes después de tantas cosas malas vividas por dos años seguidos — sonrió un poco —y todo es gracias a este pequeño.
Megumi afirmó con la cabeza por esas palabras. —Y supongo que así será de ahora en adelante ¿Cierto?— preguntó con una sonrisa.
—Así será— contesto Maki alegremente.
Ya no era hora de ver al pasado. Era momento de festejar el presente.
03:56 p.m.
Para esa hora de la tarde, la decoración ya había sido terminada de ser puesta.
Yuta también ya había salido de la ducha y se puso un pijama que combinaba con la de Maki en los mismos colores. Sin embargo, su camiseta tenía un detalle especial: un árbol de Navidad.
Había llegado el momento de comer todos juntos aquel pollo que habían comprado en el KFC. El cuál era la cena típica de ese país en aquellas fechas.
Aquella comida se llevó a cabo en la sala. Esto debido a que el comedor de los Okkotsu solo era para dos personas.
Y a falta de sillas, es que todos decidieron comer alrededor de la mesita que tenían en medio de la sala.
Maki y Nobara estaban sentadas en el sillón, mientras todos los demás estaban sentados en el suelo alrededor de esa mesa. Y en el centro estaba la cubeta con las piezas de pollo, al igual que los platos y los vasos.
Y debido a que había una embarazada en aquella cena, es que decidieron que solo tomarían soda para acompañar aquella comida navideña.
—Ejem— Nobara aclaro su garganta y se puso de pie —Antes de empezar a comer, quiero que demos un brindis— comento con una sonrisa— ¿Alguien quiere comenzar diciendo algunas palabras?
Yuta tomo la iniciativa y se puso de pie sujetando su vaso.
—Primeramente, quiero darles las gracias a todos ustedes por todo lo que han hecho por mí y Maki en este año, el cual, admito que fue un sube y baja de emociones, pero donde también tuvimos una gran sorpresa y esa fue la llegada de nuestro primer hijo — dijo mirando a sus amigos— Realmente les agradezco de todo corazón el apoyo incondicional que nos han brindado.
—¡No hay nada que agradecer Okkotsu senpai!— comento Itadori con una gran sonrisa.
—¡Lo hacemos con gusto y más que ustedes son como nuestra familia!— comento Panda moviendo las orejas.
—¡Tuna Mayo!
—Además, la llegada de este bebé es un motivo para festejar y apoyarlos en todo — comento Nobara con una gran sonrisa.
—Incluso una vez nazca, saben que cuentan con nosotros para cuidar de su hijo y ayudarlos en lo que podamos— comento Megumi.
Maki soltó el aire en un suspiro de felicidad.
—Muchas gracias chicos...— dijo con una gran sonrisa —¡Y espero cumplan su promesa de cambiarle los pañales a este pequeño como dijeron en el baby shower!
Ese comentario hizo reír un poco a los invitados.
Yuta siguió hablando.
—Debo decir que espero que esta sea la primera noche buena de muchas que pasemos reunidos como amigos y como una gran familia.
Maki levanto su vaso —¡Salud por eso!
—¡Salud!— gritaron sus amigos levantando sus vasos. Dando comienzo a aquella comida navideña.
Las piezas fueron repartidas. La soda fue servida y empezaron a comer con mucho ánimo aquella comida mientras hablaban de todo lo que esperaban hacer en los siguientes años y más ahora sumando un miembro más a esa gran familia.
—Por cierto. ¿Por qué a Gojo sensei no le gusta el KFC?— pregunto Itadori con curiosidad.
—Es una larga historia que mejor te contaremos más tarde — comento Megumi. No quería arruinar la cena hablando de Gojo Sensei.
Incluso el postre traído del kfc, el cual era una tarta de manzana, fue disfrutado como nunca.
05:15 p.m.
Después de disfrutar aquella comida, siguió la hora de dejar los regalos bajo el árbol.
—Bien, es hora de entregarles los regalos que les hemos traído — comento Nobara muy feliz, tomando el saco rojo con el que habían llegado.
—¿Regalos?— pregunto Maki levantando una ceja.
—Si, regalos —la pelinaranja arrastro aquel saco hasta el árbol —Según Nishimiya dijo que en este día se intercambian regalos.
Yuta parpadeó rápidamente —Pero nosotros no sabíamos que debíamos comprarles regalos también a ustedes y mucho menos no les preparamos algo para este día — se sintió mal por eso.
Maki torció la boca—Y no quiero ir a hacer una compra de último momento.— Cruzo los brazos sobre su pecho.
—No se sientan mal por eso senpais, no tienen que darnos nada a cambio—Itadori respondió con una gran sonrisa.
—Hemos traído regalos para ustedes tres. Aunque la mayoría son sobre todo para su bebé. Para él hemos traído varios juguetes que esperemos les guste, los cuales queremos regalárselos con mucho cariño por parte de nosotros, sus tíos favoritos — comento Panda con mucho ánimo.
—¡Tuna!— Levantó la mano con alegría.
—Querrán decir que son regalos que podrá usar el bebé solo hasta que este sea más grande, pero en cambio ustedes jugaran mientras con ellos ¿No? Porque regalos para recién nacidos no trajeron— Dijo Megumi delatándolos. Haciendo que todos los demás soltaran algunas risas.
Yuta tomo la mano de su esposa y le miró con una gran sonrisa.
—Es un lindo gesto, ¿Verdad amor?
Maki afirmó con la cabeza.
—Lo es, pero aun así no sé cómo se los vamos a agradecer.
—No tienen por qué preocuparse en regresarnos algo, simplemente acepten esto como muestra de nuestro cariño hacia ustedes— comento Nobara empezando a sacar los regalos del saco.
—Y bueno, por lo que nos dijo Nishimiya, los regalos van aqui abajo — comento empezando a acomodar aquellos regalos. Los más pequeños quedaron bajo el árbol de navidad y uno que otro quedó a los costados.
—¿Debajo del árbol?— pregunto Maki con curiosidad —Que extraña tradición tienen en occidente para entregar regalos este dia.
—Supongo que debe ser para darle la sorpresa a las personas y a los niños— comento Yuta con una gran sonrisa al ver aquel árbol lleno de cajas con hermosas envolturas de colores brillantes.
—¡Listo! — Nobara se puso de pie— Nishimiya dijo que estos se abren hasta mañana, cuando es oficialmente navidad— comento sacudiéndose las manos y las rodillas.
—¿Hasta mañana?— pregunto Maki acariciando su vientre— ¿No es mejor abrirlos hoy mismo?
—Así nos dijo ella que va esta tradición. Así que mañana podrían abrir estos regalos ustedes dos junto a ese bebé — comento Nobara con una gran sonrisa.
Quizás aquellas palabras pudieron ser un presagio.
07:27 p.m.
La tarde ya había caído por completo y el cielo ya estaba completamente oscuro en aquella noche buena.
Había llegado el momento en que esos autoinvitados debían retirarse, para así dejar a esos futuros padres que disfrutaran lo que quedaba de la noche en pareja, mientras ellos continuaban la celebración en otra parte de la ciudad.
—Feliz noche buena Maki san— comento Nobara abrazando con cariño a Maki.
La peliverde correspondió aquel abrazo de su amiga muy amablemente—Gracias y feliz noche buena para todos ustedes— comento con una suave sonrisa, mientras empezaban a despedir a esos invitados en la puerta de su casa.
—No hay de que, esto lo hicimos por ustedes— comento Panda muy feliz—Y también por ese bebé que presiento nacerá muy pronto, quizás más pronto de lo pensado — movió las orejas. Parecía que este animal presentía aquel suceso.
—Ojalá tus palabras se cumplan. Si es así te daré un año de calpis— contesto Maki con una sonrisa retadora.
Yuta se despidió de todos los demás también. Con un fuerte apretón de manos y un cálido abrazo.
—Muchas gracias chicos por haber venido y por haber compartido algo de su tiempo con nosotros — comento con una gran sonrisa.
—No hay de que. Siempre lo haremos con gusto— comento Panda estando en el umbral de la puerta.
—Senpais, ya les dejamos limpia tanto la cocina como la sala y de paso les dejamos sus lugares listos en el comedor para su cena— comento Itadori levantando el pulgar.
—Tuna Mayo— Toge también hizo lo mismo de levantar el pulgar, ya que él había ayudado en esa tarea.
—Ahora, los dejamos para que tengan su noche en pareja como se lo merecen — comento Nobara con una sonrisa, soltando las manos de su amiga para ponerlas sobre su vientre— Adiós pequeñito, esperamos verte pronto— se despidió con mucho cariño.
—No duden en marcarnos si necesitan ayuda o si ocurre algo ¿De acuerdo?— comento Megumi mirando a esos dos.
—De acuerdo— Maki respondió a eso.
—Ahora, vayan y diviértanse en nuestro nombre — contesto Yuta con una pequeña sonrisa de melancolía.
—¡Nos vemos!
—¡Que tengan una bonita noche!
—¡Copos de bonito!
Se despidieron esos cinco empezando a salir de ese departamento y empezar a bajar a la planta baja.
—Que se diviertan chicos— se despidió Yuta entrando a su departamento al lado de su esposa.
Una vez esos cinco salieron de aquel edificio, todos ellos se dirigieron al centro, donde los adornos y las luces estarían alumbrando toda la noche, asi como cerca de la media noche habría fuegos artificiales.
En aquel festival se encontrarían con Tsumiki. Quien los estaría esperando para ir a divertirse.
07:39 p.m.
Dentro del departamento.
Una vez todos se fueron, Maki fue a sentarse al sillón y soltó un largo suspiro de alivio.
—Pensé que no se irían nunca— comento está en un suspiro de alivio y llevando sus manos a la parte baja de su espalda ya que sentía un calambre en la cadera.
Yuta río levemente por esas palabras.
—Simplemente querían hacernos compañía— tomo asiento a un lado de su esposa.
—Lo sé y se les agradece. Y más que es la primera vez que festejamos algo así.
—Y quizás no sea la última— miro a su esposa— sino quizás sea la primera de muchas que tendremos una vez nazca este pequeño— dijo poniendo su mano en el vientre de esta para sentir a su hijo. Al mismo tiempo que un suspiro salió de su pecho, parecía uno de total melancolía.
—Yuta ¿Tú querías ir con ellos?— preguntó Maki mirando a su esposo. Notando aquel cambio de actitud en este.
—¿Qué?— pregunto Yuta parpadeando varias veces.
—Pregunte que si querías ir con ellos a divertirte en aquel festival de luces y de fuegos artificiales— comento Maki acariciando su mejilla.
Yuta se encogió de hombros —La verdad ese lugar está lleno de gente, además si no vas tu no sería nada divertido, pero sobre todo — siguió acariciando aquel vientre ya que su mano seguía sobre este — quiero estar al pendiente de ti y del bebé.
—¿Seguro?— Maki cuestiono con intriga —Por qué no suenas nada convencido.
—Nunca he estado más seguro en mi vida— Se acerco a darle un beso —Además, la noche apenas va a comenzar, podría prepararte la cena y desde nuestro balcón podemos alcanzar a ver los fuegos artificiales. Así podemos disfrutar de la noche como habíamos planeado.
Maki correspondió a secas ese beso—Esta bien— dijo en un suspiro.
—Esa respuesta sonó diferente ¿Acaso ya no te agrada la idea?— pregunto Yuta notando el desánimo en la voz de su esposa.
Maki negó con la cabeza.
—No es que no me agrade la idea, es que simplemente estoy pensando que toda nuestra vida y rutina va a cambiar de ahora en adelante, como por ejemplo, las salidas con nuestros amigos, las visitas, las misiones... ahora con la llegada del bebé todo eso ya no será igual.
—Tienes razón, ya no será igual, pero — Beso su mejilla—Podremos adaptarnos a todo eso.
—¿Tú crees?
—Claro que lo creo— sonrió— No porque tengamos un bebé ellos dejaran de ser nuestros amigos. Al contrario, ellos ya están planeando en cómo involucrar a nuestro hijo en todo.
Maki sonrió un poco por esa respuesta, incluso movió su cabeza afirmativamente.
—Bueno ese es un buen punto. Ellos definitivamente ya quieren que esta semilla de soja nazca para llevarlo a pasear por toda la ciudad— suspiro — Aun así no se si estoy preparada para el cambio...
Yuta le beso una vez más los labios mientras le sujetaba por las mejillas.
—Sabíamos que toda nuestra vida iba a cambiar con la llegada de nuestro hijo, pero yo sé que nos adaptaremos a esto y saldremos adelante los tres juntos — Le miro— Además no estamos solos porque tenemos a nuestros amigos— le sonrío, soltándole las mejillas con delicadeza — Así que No te preocupes por nada de eso. Esta noche por lo único que debemos preocuparnos es por relajarnos y por pasar un agradable momento juntos. Como una pareja.
—Está bien— ahora ella tomo las mejillas de su esposo entre sus manos — Quiero que esta noche buena sea muy especial.
Yuta le beso las palmas.
—De acuerdo, me encargare de hacerla especial para los tres— beso una vez más sus manos— y dime Maki san, ¿Qué se les antoja cenar a ti y al bebé? Los chicos nos dejaron la mesa limpia y lista para los dos. Además, que aún tenemos suficiente comida y provisiones de aquí hasta pasando año nuevo. Así que puedo prepararte lo que tú quieras.
Maki miro hacia la mesa, donde estaban listo los cubiertos, los platos y las copas para dos personas.
Dejo salir un leve ruido de su garganta, parecía que pensaba en que se le antojaba cenar.
—mmmm— Chasqueo la lengua— Lasaña— dijo muy Rápidamente.
—¿Huh?
—Al bebé y a mí se nos antoja cenar Lasaña — dijo Maki con una sonrisa. —Desde que nos diste esa opción como cena se me hizo agua a la boca.
Yuta beso su frente.
—Entonces lasaña para tres será— dijo poniéndose de pie — Ustedes dos pónganse cómodos, yo haré todo ¿De acuerdo?
—De acuerdo, que el chef Okkotsu nos sorprenda esta noche — dijo Maki con una gran sonrisa, subiendo y estirando las piernas en el sofá.
Su esposo sonrió por esas palabras, le dio un beso en la frente y se dirigió a la cocina, tomo el mandil, doblo sus mangas hasta más arriba del codo y empezó a sacar los ingredientes que había comprado con anticipación para dicha cena.
Todo aquel proceso de preparación, lo miro Maki a discreción, asomando su cabeza por arriba del respaldo del sillón.
Había algo que ella nunca le había confesado a Yuta y que quizás eso se quedaría como un secreto para ella misma. Y eso era que le gustaba verlo cocinar.
Le gustaba ver como este se concentraba en preparar las comidas. En como cortaba las verduras con cuidado y como ponía especial atención a la cocción de las carnes.
El cómo elegía con cuidado los condimentos y el cómo tomaba con precisión estos para no pasarse en sabor.
Sabía que él se había vuelto más atento en ese sentido por las clases que había tomado meses atrás.
Verlo cocinar le resultaba increíblemente atractivo y sexy.
08:30 p.m.
Después de casi estar 45 minutos preparando aquella lasaña y también de preparar algo de pasta para acompañar aquella cena.
Yuta metió la preparación al horno. Ahora era tiempo de esperar su lenta cocción.
—Listo, en un aproximado de una hora y media estará lista nuestra cena— comento mirando el reloj— Quizás antes de las 10 en punto podamos cenar cómodamente.
Buscó a su esposa con la mirada, pero no la encontró en el sillón. Se acercó a la sala y entonces noto que Maki estaba de pie junto a la puerta del balcón, observando a lo lejos el espectáculo de luces.
—¿Esta todo bien amor?— la abrazo por la espalda.
—Lo está, solo estaba viendo la nieve caer y de paso mirando las luces a lo lejos.
Yuta miro hacia donde ella observaba.
—Si que es hermoso ¿No lo crees?
Desde su balcón podían ver como en un edificio a lo lejos las ventanas se iluminaban con el espectáculo de luces que se estaba ofreciendo.
Pero también, algo que había llamado la atención de ambos, es que notaron que empezó a caer más nieve, pero esta caía muy lentamente, llenando asi de poco en poco el exterior con esa fina capa blanca.
—Demasiado diría yo.— Maki sonrió sin despegar su vista del balcón —En serio, esta vista es demasiado hermosa. Seguiré diciendo que nuestro hogar tiene la mejor vista.
Yuta sonrió en silencio por esas palabras y así disfrutaron de ese momento.
Así siguieron abrazados unos minutos más, eso hasta que en un fugaz volteó hacia arriba de sus cabezas, Maki noto una planta muy particular sobre ellos.
—mmm
—¿Qué sucede?— pregunto Yuta mirando como su esposa estaba volteando hacia arriba.
—Esos idiotas nos dejaron algo aquí, en la puerta del balcón—apunto al techo.
— ¿Qué es?— Yuta miro hacia donde miraba y apuntaba Maki.
Y allí, sobre sus cabezas, flotaba una planta decorativa de plástico muy particular.
—¡Un muérdago! — comento Yuta en una gran mueca de sorpresa.
—De seguro fue Nobara quien lo dejó ahí— comento está en un puchero.
Yuta río levemente—¿Eso no te recuerda a algo?
—¿A que debería recordarme?— pregunto Maki levantando una ceja.
—¿Acaso has olvidado lo que ocurrió entre nosotros bajo el muérdago, días después de aquel 24 de diciembre? Después de haber sobrevivido a esa batalla contra Geto, algo muy especial pasó en ese centro comercial —respondió Yuta, esbozando una amplia sonrisa al recordar aquel vívido momento que hizo que sus mejillas se tiñeran de rojo.
Enseguida Maki se sonrojó y a su mente vino una imagen muy específica.
—Nuestro primer beso...— susurro.
Yuta hizo un si con la cabeza.
—Nuestro primer beso no fue exactamente en esta fecha, pero fue bajo un muérdago ¿Lo recuerdas?
Maki se giró con delicadeza, quedando frente a él. Le acarició suavemente la mejilla, acercando su rostro hasta que sus labios se encontraron.
—Nunca lo olvidaría...— murmuró, justo antes de sumergirse en un profundo beso.
Flashback.
Hace 4 años atrás.
Después del ataque de Geto aquel 24 de diciembre del 2017, las cosas dentro de la academia empezaron a tomar algo de calma.
Pero no fue hasta el 27 de diciembre, que se les dio permiso a los alumnos para descansar y para tomarse unos días libres antes de la entrada del año nuevo.
Y en ese tiempo, los aún alumnos de primero, Yuta, Maki, Toge y Panda habían decidido, por no decir que obligados por Satoru, a salir a pasear por la ciudad.
Definitivamente hacía frío ese día. Pero aun así, Satoru los había llevado a comer y a pasear por aquellas calles llenas de un bello espectáculo de luces y nieve.
La comida había sido exquisita y lujosa, simplemente había valido la pena en sus palabras. Y más que aprovecharon que Satoru pagaba todo como regalo por su victoria.
Después de comer en uno de los mejores restaurantes del centro, donde incluso se dejó entrar a Panda fingiendo ser una persona disfrazada.
Todos decidieron ir a caminar un poco por las calles techadas de un lujoso centro comercial.
Aun así, se sentía frío y de eso se quejó Maki rápidamente.
—¡Tsk, demonios!— soltó en un quejido mientras caminaba al lado de su, en ese entonces compañero Yuta.
Esos dos iban detrás de Panda y Toge, quienes iban muy entretenidos hablando con Satoru.
—¿Pasa algo, Maki san?— pregunto Yuta mirando a su compañera.
—Si, sucede que me está dando el frío en la cara, sobre todo en la garganta porque se me olvidó mi estúpida bufanda en el carro— se quejó muy molesta mientras caminaban por ahí.
A pesar que por donde estaban paseando estaba techado, el frío seguía filtrándose a través de las puertas de salida de aquel lugar.
—Entiendo, bueno— Yuta se detuvo en seco y se fue despojando de su bufanda azul —¿Qué te parece si usas la mía?
—¿Queee?— Maki se detuvo a su lado— ¿Quieres que use tu bufanda?— pregunto algo sorprendida.
En aquel momento, ambos no lo habían notado, pero se habían detenido bajo determinada decoración navideña.
—Si, puedes usarla sin problema— comento Yuta con una cálida sonrisa.
—¿Estás seguro? Digo tu y Toge deberían cuidarse la garganta ya que usan el discurso maldito ¿No lo crees?— Maki uso de pretexto.
—Por mí no hay problema que la uses, además tú la necesitas más que yo por el frío que está haciendo.
Maki entrecerró los ojos por ese comentario que sentía le insinuaba que era débil.
Yuta rápidamente capto la mirada de esta por lo que dijo y que ella quizás había tomado a mal sus palabras.
—N-no creas que te estoy diciendo débil Maki san, simplemente no quiero que te enfermes— le estiro la mano con su bufanda — tampoco quiero que sientas más frío, yo solo quiero que te sientas cómoda mientras caminamos... juntos...
Maki soltó un suspiro, de verdad sentía frio en la garganta —¿Y qué hay de ti?— pregunto con una mueca.
En ese instante, las mejillas de Maki se ruborizaron al ver cómo su compañero se atrevía a envolver delicadamente su bufanda azul alrededor de su cuello.
Ambos se miraron muy de cerca. Era la primera vez que Maki notaba que Yuta había crecido demasiado desde que entró a la academia. No solo como persona, sino que físicamente había crecido bastante, ahora él era incluso unos centímetros más alto que ella.
—Jeje yo estaré bien. Al contrario, no tengo mucho frío que digamos— Yuta rasco su nuca.
En aquel instante, aquel chico noto lo tan cerca que estaba de Maki. Se habían acercado lo bastante para quedar el uno solo a un paso del otro.
El pelinegro noto el sonrojo en Maki y como esta no le despegaba la mirada de encima.
—¿Desde cuándo se había vuelto tan atractivo? ¡¿Por qué jodidamente me atraen sus labios?!—Maki se cuestionaba mentalmente sin poder despegar su vista de él.
Aquella atracción fue inevitable en aquel momento. Y menos cuando los ojos detrás de aquellos anteojos se fijaron en los labios de Yuta.
Maki trago saliva, nunca en su vida había probado el alcohol, pero quizás aquella sensación era tan embriagante que le hacía desear tocar los labios de Yuta.
Tampoco Yuta se quedaba atrás con sus pensamientos y deseos.
—Maki san de verdad es bastante hermosa... cómo me gustaría besarle...— se dijo mentalmente al estar admirando a esa chica muy de cerca.
La distancia se había cortado lo suficiente y más cuando Maki tomo entre sus manos la cara de Okkotsu.
Ambos sintieron las mejillas arder, pero no podían dejarse de mirar y menos cuando sus rostros se empezaron a acercar. Hasta parecía que sus respiraciones se habían coordinado, ya que respiraban lentamente.
Sus ojos se cerraron mientras sus rostros acortaban la distancia hasta que, finalmente, sus labios se unieron en lo que fue el primer beso para ambos.
Ninguno de los dos sabía besar, y eso era más que evidente.
Aquel beso fue torpe y muy sencillo. No sabían si debían moverse o quedarse quietos, así que permanecieron únicamente con sus bocas juntas.
Pero eso se solucionaría con el pasar del tiempo porque los besos entre esos dos después de aquella primera vez se volverían más frecuentes.
Aquel beso duró apenas un minuto, del cual se despegaron lentamente mientras Yuta abría los ojos de golpe y Maki aun los tenía levemente cerrados. Sus rostros de verdad estaban rojos.
El corazón les latía a mil. La sangre les fluía a toda velocidad por todo el cuerpo al igual que aquella dopamina.
—Yo...— Yuta y apenas pudo pronunciar palabra alguna mientras Maki le seguía sujetando de las mejillas mientas sus ojos se abrían y lo miraban hipnotizada.
En aquel momento parecía que se iban a unir en un beso más. Eso hasta que una juguetona voz les llamó la atención.
—¡Wow! No sabía que ustedes dos estaban adoptando esta tradición extranjera de besarse bajo el muérdago — comento Satoru con una gran sonrisa. Él había visto toda esa escena.
Ambos jóvenes voltearon a ver a aquel adulto, que inmortalizaría aquel suceso en una foto.
—¿Tra-tradición extranjera?— salió con dificultad de la garganta de ambos.
A lo que Satoru empezó a explicar mientras apuntaba hacia aquellos adornos que colgaban de la cabeza de ambos enamorados.
—Había oído que en algunos lugares del mundo es tradición besarse bajo el muérdago para atraer el amor y la buena suerte—Dijo con una gran sonrisa mirando a ambos— ¡Y parece que es cierto! ¡Mírense! ¡Se han besado bajo el muérdago!
—¿Muérdago? — dijeron de nuevo Yuta y Maki en coro.
Ambos jóvenes voltearon hacia arriba y efectivamente, sobre ellos había un gran adorno de un muérdago amarrado con un gran moño rojo y una que otra esfera roja.
—¡SI, Muérdago! Como dije aquí para nada es común esta tradición, pero en otros países es muy popular— tomo una foto más —¡Esto debo contárselo a los demás! ¡Qué emoción que ustedes dos demuestren sus sentimientos de la manera más dulce! — comento Satoru todo emocionado y listo para presumir esa foto. Así que empezó a caminar a toda prisa.
—¡Sensei! ¡Espere! — grito Yuta queriendo ir detrás de él, pero Maki le detuvo de la mano por un momento. Había algo que quería decirle.
—¡Yuta!— dijo con su característica voz molesta.
El mencionado trago saliva y se giró para verla, por algún motivo creía que su vida acabaría por lo enojada que pudiera estar Maki. Pero le sorprendía que esta le sujetará de la mano y no lo quisiera soltar.
Maki traía el rostro todo rojo. Y apretó levemente los labios por la vergüenza.
—¿Crees que podías… mantener en secreto… lo sucedido con este beso?...— preguntó con timidez, evitando su mirada—Es que… ¡ugh! —gruñó, visiblemente incómoda—este fue mi primer beso y…— Trago saliva —N-no quiero que nadie más sepa que tu fuiste mi primer beso… al menos, no por ahora…
Yuta sonrió levemente e hizo un gran si con la cabeza.
—No se lo diré a nadie... además me siento afortunado que el primer beso de Maki san haya sido conmigo...
—Y yo me siento feliz de que tu hayas sido el primero en besarme... — Se acomodo rápidamente la bufanda para cubrir su boca y su nariz, realmente estaba apenada. Pero el perfume de este en esa prenda le dio confort.
—¡Ahora andando antes de que ese idiota le presuma esa foto a todo mundo!— grito enojada —¡Juro que matare a ese idiota de ojos vendados!— gruño y camino a un lado de Okkotsu para alcanzar a su maestro.
Yuta afirmó de nuevo con la cabeza.
—¡Gojo sensei! ¡Espere!— grito este también yendo detrás de ese hombre. Quien aun así, presumió ser testigo del primer beso entre esos dos.
Regresando al presente.
Ambos rieron ante tal recuerdo de su primer beso, mientras seguían de pie debajo de ese adorno de plástico.
Incluso se dieron un beso más. Uno bastante apasionado.
—De verdad estoy feliz de que tu hayas sido mi primer beso— dijo Maki una vez se detuvieron y recuperaban el aliento.
—Y yo me siento honrado de que así haya sido — comento Yuta abrazándola con cariño.
—Supongo que ese beso quedará como anécdota para nuestro hijo— contesto Maki sobando su vientre.
—Lo será. Será una graciosa anécdota que contar cada año en navidad— Yuta puso sus manos en aquella barriga y después bajo un poco para besarle.
En ese instante, Maki percibió el olor de la cena.
—Mmm ya está oliendo delicioso. Hasta el bebé ya tiene bastante hambre.
Yuta la soltó con delicadeza.
—Iré a ver si ya está la cena— dijo con una sonrisa yendo hacia la cocina.
Maki realmente se sentía bastante cómoda y deseaba que aquella noche no acabara. Quizás era porque presentía que algo muy importante y significativo sucedería pronto.
La noche para esa pareja siguió siendo tranquila y romántica a su modo.
La cena estuvo lista, y así admirando las luces parpadeantes que adornaban su hogar compartieron una cena para tres.
Después de la cena, ambos trataron de encontrar algo interesante que ver en la tv. Pero era algo imposible para Maki estar sentada más de cinco minutos debido a las constantes ganas de ir a orinar. Aun así pudieron ver más de la mitad de una película extranjera que trataba de un niño que se quedaba solo en casa en la época de navidad y tenía que defender su casa de unos ladrones.
Pero decidieron dejarla de ver una vez Maki pidió a Yuta que le ayudara a sentarse cerca del árbol de Navidad.
Aquello le pareció extraño a su esposo, pero podía verlo en sus ojos. Aquellas parpadeantes luces y los regalos, habían despertado en ella un sentir que nunca antes había sentido por aquella festividad.
Una vez Maki se sentó cerca del árbol, sobre aquella alfombra, miró a su esposo.
—Yuta— lo nombró y con su mano le pidió que tomara asiento a su lado.
Este comprendió aquello, así que se sentó a un lado de esta, la cual simplemente quería admirar aquellas parpadeantes luces en el árbol al lado del amor de su vida y junto a su bebé.
Maki recargo su cabeza en el hombro de su esposo.
—¿No es hermoso?
Yuta recargo su cabeza en la cabeza de Maki.
—¿Qué mi vida?
—Las luces y todo este momento junto a ti... es simplemente hermoso... realmente quisiera que esto nunca acabara... — dijo ella sin dejar de ver al árbol.
Su esposo le tomo de la mano.
—Lo es amor, es simplemente hermoso...— susurro mirándola a ella ser iluminada por el reflejo de las luces.
Cada uno veía la belleza de la noche buena a su modo.
La velada de esos dos continuo hasta la media noche, donde desde aquel balcón miraron los fuegos artificiales iluminar el cielo.
Aquellas luces anunciaban oficialmente que la Nochebuena había terminado, dando paso a la Navidad. La cual era la primera que celebraban como familia
—Feliz Navidad Maki san.
—Feliz Navidad Yuta.
Se dijeron antes de darse un beso más de tantos dados en aquella noche.
El cansancio les había ganado poco después de haber visto ese espectáculo en el cielo, así que decidieron ir a descansar creyendo que al día siguiente podrían abrir aquellos regalos tranquilamente durante la tarde.
Eso hasta que varias horas después de irse a acostar, las contracciones por fin comenzarían entrada la madrugada.
Todo lo que comienza llega a su final. Las semillas plantadas, después de un largo proceso de germinación, de maduración y crecimiento por fin nacen, abriendo sus bellos pétalos al mundo.
Aquel embarazo por fin había llegado a su etapa final. Aquella donde se da el primer aliento de vida.
Y El primer hijo de la familia Okkotsu estaba por nacer en aquella fría tarde navideña.
Notas:
Espero les haya gustado ❤
Y díganme ¿Qué les pareció? Estaré leyendo sus comentarios.
Que más puedo decir, como han leído al final de este capítulo ¡YA VIENE EL BEBÉ! ¡POR FIN, SEMILLA DE SOJA YA VA A NACER! ¿Emocionados? Debo confesar que yo sí estoy muy emocionada porque lean tal suceso, el cual espero les guste ❤✨
Y Bueno, como dije al principio del capítulo, o como tal vez ya notaron mientras leían, los personajes no celebraban antes esta festividad debido a varios factores; como por ejemplo que el clan Zenin nunca festejaba dicha celebración extranjera al igual que la familia de Okkotsu, o que también se debía a que los años anteriores tuvieron lugar los sucesos del manga con las batallas contra Geto Suguru (2017) y la pelea contra Sukuna (2018), ambas en noche buena.
Además, como pueden suponer, esta celebración no todos allá la festejan debido a que la religión que predomina en Japón es la budista y la sintoísta.
Asimismo, como pudieron notar, noche buena es mas una festividad romántica que se celebra en su mayoría entre parejas ya que es considerado[EV1] como un especie de día de san Valentín donde las personas prefieren pasar esta noche con sus parejas o sus amigos más cercanos que con la familia.
También debo aclarar que elegí el pollo KFC como comida de noche buena, debido a que esta es la cena típica que consumen en este día en especial, el cual tiene paquetes especiales para dicha festividad y que de paso, deben ordenar con mucho tiempo de anticipación debido a que ese día, dichos restaurantes están saturados.
Al igual que hay que aclarar que en Japón estos dos días no son feriados, ¿Qué quiere decir esto? Que tienen actividades normales de trabajo durante el día y al día siguiente por igual.
También el poner el árbol de navidad no es muy común en algunos hogares y la tradición de besar bajo el muérdago tampoco es común en aquel país por todo lo que estuve investigando.
En fin, Nos seguimos leyendo, pronto les subiré el tan esperado capitulo del nacimiento de este tan querido bebé ❤👶
