Al día siguiente iban en el Nespresso de Hogwarts (renombrado así para recaudar plata con la publicidad), que estaba hasta las manos. Iban parados, porque no habían conseguido asiento, y Ron se apoyaba a Hermione disimulando mientras se agarraba de los cosos redondos que colgaban del techo. Hermione, adelante de él, se hacía la pelotuda y le sacaba el culo cada tanto.
Harry iba al lado de ellos mirando fijamente al vagón de al lado, por encima de las cabezas de todos los pibes. Miraba a Malfoy, que iba sentado allá en un asiento reservado para personas con discapacidad. Había una mina embarazada al lado de él, parada, y Malfoy se hacía el que estaba dormido, pero era obvio que estaba despierto y se hacía el gil para no darle el asiento.
-Harry, ¿qué te pasa con Malfoy? -le susurró Hermione, en voz baja-. ¡No dejás de mirarlo!
-¿Te cabe el rubio, Harry? -preguntó Ron.
-No, nada que ver, boludo -susurró Harry, encima del ruido re fuerte de la máquina del tren todo hecho mierda, que era parte de la línea Roca y pasaba por las mismas vías que el ramal a Bosques.
-Si querés te hago gancho -tiró Ron, riéndose.
-Claro, con él sí, ¿no? Hijo de puta…
-¿Y con quién no? -preguntó Hermione, mirándolos a los dos sonriendo. Harry se hizo el que no la había escuchado.
-¿No ven lo raro que está Malfoy? ¿Posta no se dan cuenta?
Ron y Hermione miraron a Malfoy con la frente arrugada, se miraron entre sí y se encogieron de hombros. Ron aprovechó para apoyársela de nuevo, disimulando como que era por el movimiento del tren.
-Algo le pasa… -Harry se estrujaba las neuronas, hasta que de repente abrió mucho los ojos y miró a sus dos amigos re sacado. -¡PAREN! ¡YA SÉ!
-Harry, me preocupás -dijo Hermione.
-¡Ya sé qué es lo que le pasa!
-¿Qué cosa? -susurró Ron, intrigado.
-¿No ven cómo se agarra el brazo? ¿Cómo si le doliera?
-¿Y? Capaz lo picó una vinchuca…
-¡No, pelotudo! ¡Además se sentó en la ventana del lado de la sombra para que no le dé el sol en el brazo…! ¡Todo encaja!
-No entiendo una goma, Harry.
Harry tenía cara como de una persona que había hecho un pedazo de descubrimiento de la re putísima madre, y los otros dos lo miraban como si estuviera re chapita.
Entonces Harry sonrió y se dirigió a sus amigos como si estuviera a punto de largar la revelación del año.
-¡Malfoy se hizo un tatuaje de la Mona Jiménez!
Hubo unos segundos de silencio después de ese comentario.
-¿Y cómo sabés que es de la Mona Jiménez? -preguntó Hermione al final, despacio, mientras procesaba la información.
-¡Es obvio! ¡Por eso subió esa historia al Instagram en el Festival Bum Bum, y abajo puso "en la casa del Mandamás"! ¡Y por eso siempre que lo vemos últimamente está con auriculares y haciendo pasitos de cuarteto! ¡Se hizo Jimenero!
-Harry, no tiene el más puto sentido…
Pero Harry no los escuchaba. Estaba convencido de su teoría, y nadie iba a sacarlo de su gran descubrimiento.
-En algún lado, ahí abajo de la manga, tiene ese nuevo tatuaje de la Mona Jiménez… Estoy seguro.
El tren pasaba por Lanús Oeste, chirriando sobre las vías todas oxidadas. Ron miraba su celular con mucha atención y Harry vio de reojo que estaba buscando las palabras "Hermione" y "Granger" en Only Fans, pero no le aparecía ninguna mina que se pareciera a Hermione.
-Ahora vengo… me voy a echar un cloro -mintió Harry, buscando en su mochila su capa para hacerse invisible.
-Harry, este tren no tiene baño -dijo Hermione, que ahora se reclinaba tanto para adelante para que Ron se la apoyara que el pelo le caía encima al chico que estaba sentado en el asiento de adelante de ella, uno de primero de Ravenclaw.
-Voy a mear en el vagón de las bicicletas -puso él de excusa, y se fue por el pasillo pasando a los empujones por entre todo el mundo.
-Capo, ¿tenés algo para ayudarme? -le dijo un tipo todo roñoso cerrándole el paso cuando estaba por cruzar al otro vagón-. Como ves, perdí la pierna y por mi discapacidad no me dan trabajo. Tengo que darle de comer a cinco hijos, comprarles la leche y los pañales. Estoy vendiendo acá en el tren de Hogwarts para poder llevarle algo a la mesa a mi familia…
-Sí, dale, acá te doy -dijo Harry, metiendo la mano en el fondo de su mochila.
-¿De verdad?
-Sí, mirá, te voy a dar un montón de plata, pará que está por acá…
Harry sacó la capa para hacerse invisible, se la puso delante de él y se esfumó en el aire.
-¡HIJO DE PUTA!
-¿Te pensás que soy pelotudo? -se escuchó la voz de Harry, saliendo de ningún lado-. Hace un rato te vi en la estación Constitución comiendo una torta frita y tenías las dos piernas, pelotudo. Te la hacés desaparecer con un hechizo despatador para subirte a pedir y después cuando te bajás te la ponés de nuevo. Llevo seis años acá, salame, andá a versear a uno de primero.
Le pasó por al lado con un empujón y avanzó invisible hasta el otro compartimiento, donde estaba Malfoy. Entonces se subió arriba del portaequipajes. Pero al hacerlo la capa se le corrió un poco y su zapatilla quedó visible unos segundos. Le pareció que Malfoy miraba para ahí… ¿o fue su imaginación?
No. Pareció que Malfoy no había visto nada. Estaba hablando con Pansy Parkinson, su amiga de Slytherin que iba con ellos en el mismo curso.
-Hogwarts… Qué escuela pedorra -decía Draco, con su cara de asco característica-. Qué bueno que es mi último año en esta poronga de colegio…
-¿Qué decís, Draco? -preguntó Blaise Zabini-. ¿No vas a hacer séptimo?
Pansy lo miraba con admiración mientras se acariciaba una teta inconscientemente.
-Me chupa un huevo esta educación mágica de cuarta -dijo él, haciéndose el re misterioso-. ¿Sabían que en Paraguay les enseñan a practicar maleficios imperdonables en primer año? Los pibes de segundo ya falsifican iPhones para vender en la triple frontera. Ahí sí que la tienen clara.
Pansy asintió con la cabeza despacio, sin dejar de mirarlo así.
-¿Y qué vas a hacer si no cursas Hogwarts? -preguntó Blaise-. ¿De qué vas a laburar?
Malfoy sonrió con alto misterio.
-Digamos que voy a tener con qué… Si saben lo que quiero decir.
-No -dijo Blaise-. ¿Vas a vender merca?
-No exactamente…
-Bueno, decilo de una vez. No te entiendo.
-No te digo nada.
-Qué pendejo del orto que sos -Blaise se puso de pie, sacó la chota negra y se la sacudió en la cara-. ¿Por qué no me chupas esta con todo ese misterio?
Los ojos de Pansy giraron muy despacio desde la cara de Malfoy hasta la chota de Blaise.
-¿Te la agrandaste mediante magia? -preguntó Draco, sin alterarse ni un poco-. ¿Sabías que quedan rastros visibles cuando hacés eso?
-¡No me agrandé nada!
Draco sonrió.
-Está bien, Blaise. Uno de cada cuatro magos sufren de micro-pene…
Blaise se fue a la mierda, re caliente, y Pansy volvió a mirarlo con admiración.
Harry estaba re bajón. Subirse ahí arriba, invisible, había sido al pedo. Draco no dijo nada que le sirviera para descubrir qué andaba tramando. Encima el portaequipajes era re incómodo: las valijas de los demás lo estaban aplastando contra la rejilla y tenía un huevo enganchado en los alambres todos oxidados.
El tren ya estaba llegando a Temperley. Ahora Draco estaba acariciándole el pelo a Pansy, que le había apoyado la cabeza encima.
¿Se la estaría cogiendo? ¿Le había ganado a Harry en perder la virginidad primero?
Harry puso cara de asco al ver que Draco le metía el dedo meñique en el oído a Pansy, lo giraba y lo sacaba lleno de cera. Entonces se lo chupó mientras la miraba con cara de sexy y ella se mordió los labios como si eso le hubiera encendido toda la panocha.
El tren bajó la velocidad y clavó los frenos re brusco frente al edificio cuadrado con todos ladrillos a medio revocar en que consistía Hogwarts. La mitad de los alumnos voló a la mierda con la frenada. Como todos los años, Hagrid escoltó a los nenes de primero en unos carros blindados para que no recibieran las balas del tiroteo que había del otro lado de la avenida Pasco, y los de los demás años cruzaron la calle corriendo, algunos siendo baleados y teniendo que ser asistidos por la enfermera Pomfrey.
-Adelántense, yo ahora voy -le dijo Draco a sus amigos. Ellos se fueron y el flaco se quedó ahí solo, esperando a que todos bajaran.
¿Qué pasaba? ¿Por qué se quedaba ahí solo? Qué intriga, loco… Harry se moría por ver qué iba a pasar. ¿Iba a obtener algo de información, finalmente? ¿Iba a descubrir qué era eso que Malfoy tenía que arreglar, lo que le había dicho al Kevin?
Harry se quedó en el portaequipajes bien tapado con la capa invisible, esperando y esperando…
El tren se vació por completo. Malfoy sacó su varita y usó un hechizo para que la puerta del vagón se cerrara y bajaran unas cortinas en las ventanas, tapando todo…
Harry puso toda su atención…
-¿La puta de tu mamá no te enseñó a no espiar…? -empezó Draco, de espaldas al portaequipajes.
¿A quién le hablaría? ¿Acaso estaba hablándole a alguien misterioso que revelaría todo ese misterio? Qué intriga, Che, qué bueno que Harry se había subido ahí para espiar…
-¿…Potter? -finalizó Malfoy, se dio media vuelta y le tiró un hechizo directo al pecho, que Harry no tuvo forma de verse venir.
Harry cayó del portaequipajes al piso y su capa para hacerse invisible se fue volando, revelándolo ahí tirado.
-Ah, cierto -dijo Malfoy, acercándose él re tranca, inclinando la cara mientras lo miraba ahí petrificado-, la muy putita está muerta.
Y le dio una patada que le partió toda la nariz, salpicando sangre por todo el piso. Harry quedó con la cara de lado y vio que abajo de uno de los asientos había un preservativo usado.
-Esto es por mi papá, que por tu culpa perdió el negocio narco que tenía con los K.
Le dio otra patada en la cara que se la corrió para el otro lado, haciendo que Harry quedara mirando abajo del asiento del otro lado. Vio que había una tanga roja ahí abajo con una palomita. ¿Ahí no había estado sentada Hannah Abbott…? Con razón no dejaba de agarrarse el estómago como si le doliera…
-Y esto es por haber hecho que el Papa Francisco matara a La Jefa -Malfoy le dio otra patada, ahora en la boca del estómago-. Toda mi familia tenía curros con ella y ahora que Milei cerró los ministerios tuvieron que agarrar la pala...
Draco le dio un escupitajo en la cara, volvió a taparlo con la capa para hacerse invisible y lo dejó ahí tirado en el piso, sangrando e invisible.
-Qué tengas un buen viaje de vuelta a Constitución -le dijo-. Este tren da toda la vuelta por Berazategui, no sé si sabías…
Harry abrió mucho los ojos al escuchar eso, cagado hasta las patas.
-Capaz sientas algunos pies pasándote por arriba…
Harry se quería morir. Si el tren paraba en Berazategui, era mago muerto. Ahí todos se tiraban adentro del tren aplastando a cualquiera hasta la muerte sin necesidad de que este estuviera en el piso con una capa para hacerse invisible tapándolo…
Malfoy se fue del tren, así todo serio y misterioso, con un aura totalmente distinta al año anterior…
Fuaaa, pensó Harry. Qué cambiado está este pibe. Qué serio, misterioso… Qué fuerte se puso. ¿Estará yendo al gym? ¡Ufff!
Entonces escuchó el ruido del tren y se dio cuenta de que tenía que hacer algo. Tenía que salir del tren antes de que se pusiera en marcha.
Pero no había forma. Estaba petrificado.
¿Cómo habrá salido Harry de esta situación? Ah, re que era obvio que alguien lo iba a ayudar, porque pasaba lo mismo tanto en el libro como en la película. Pero bueno, acá la onda es, ¿quién lo ayudó? ¿Luna? ¿Tonks?
Na…
-¿Harry? -preguntó una voz femenina.
Entonces unas manos le sacaron la capa para hacerse invisible y le tiraron un hechizo que le sacó la parálisis. Harry buscó sus anteojos en el piso, se los puso y vio que ante él estaba nada más y nada menos que…
-¡Vicky!
Harry se tiró encima de Vicky Xipolitakis y la abrazó, re sonriente y con la cara llena de sangre.
-¿Qué hacés acá, genia? Cuánto tiempo.
Vicky le sonrió, pero Harry vio que su sonrisa era fingida. Parecía re triste y lúgubre, nada que ver con la última vez que la había visto, allá por cuarto año, cuando piloteó un avión para llevarlo al extranjero. La mina ya no estaba teñida de rubio sino que tenía el pelo de un color marrón opaco, llevaba poco maquillaje y tenía ojeras. Estaba con una pinta como re bajón, onda re triste. Seguro su patronus había cambiado también. No tenía pruebas, pero tampoco dudas. ¿Qué le pasaría…?
La explicación vino al toque.
-Pegué laburo limpiando el tren -le dijo ella, que tenía una escoba en la mano-. Escuché ruidos y vine a ver. Justo lo vi al rubio teñido con agua oxigenada ese cuando te ponía la capa y se iba del tren. Menos mal.
-Mil gracias, Vicky. Che, perdón por haberte dejado sola en ese bondi la noche de Navidad en cuarto año. Éramos re pendejos, unos pelotudos…
-No pasa nada, Harry. Aunque terminé en Villa Domínico y me culiaron cuatro negros hasta las nueve de la mañana. Cuchame, ¿tenés unos mangos? Ahora que pasé de moda y los medios no hablan de mí, bue… Estoy medio pobre, viste. Antes hacía canje a full, pero ahora con suerte capaz consigo un vino cada tanto nomás…
Harry buscó en el bolsillo de sus jeans y sacó un par de billetes muggles de dos mil, que le dio.
-Gracias, Harry, sos lo más -Vicky se puso a limpiar la tanga de Hannah con la escoba-. ¿Ya perdiste la virginidad?
-No…
-Ay, Harry, tenés que ponerte las pilas -Vicky lo miró re seria, con esa nueva cara triste. Harry no pudo evitar bajar la mirada al tremendo par de melones que tenía. -No podés ser virgo con dieciséis años… -miró para los dos lados y se le acercó con carpa-. Te dejo tocarme las gomas por un Galleon.
-Bueno, dale.
Harry se puso nervioso. Le manoseó un poco las gomas y se puso re duro al toque. Le dio el oro mientras escuchaban que el tren hacía un ruido re oxidado y a viejo. Se estaba empezando a mover, haciendo clanc, clanc, clanc, clanc…
-Andá que está arrancando, Harry -dijo Vicky, metiéndose el Galleon en medio de las tetas por el escote-. Qué tengas un buen año.
-Vos también, Vicky, suerte con todo lo de la pobreza. ¡Nos vemo'!
Harry saltó del tren y recibió como cinco tiros de la balacera. Una mala leche…
Cuando salió de la enfermería, se reunió con Ron y Hermione en el Gran Salón.
-¿Dónde estabas?
-No importa… Después les cuento…
El techo del Gran Salón seguía lleno de humedad, como siempre. Después de la batalla contra Cristina que había habido ahí hace un año y pico todavía nadie había arreglado nada y seguía todo roto y hecho mierda por los hechizos. La mesa de Hufflepuff de hecho tenía todas las patas rotas y la sostenían con unos baldes de pintura.
-¿Alguien sabe quién es el nuevo director? -preguntaban las voces.
-¡Ahí está!
Apareció el nuevo director, y era nada más y nada menos que… Ricardo Darín.
-Hola -saludó el tipo, con una terrible cara de ojete-. Si, ya sé. ¿Qué hace Darín como director…? Bla, bla, bla. Vamos a saltearnos esa parte.
-Fua, es re mala onda -dijo Ron en voz baja.
-Soy el nuevo director -dijo Darín, seco-. Al que no le guste, ahí está la puerta, ¿tamo'? Bien. Este año cambiamos a todos los profesores. Bah, a todos no. Snape va a pasar a ser profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras…
-¡NOOOOO! -gritó Harry. Todos lo miraron.
-Sí -dijo Darín, mirando a Harry con los ojos entrecerrados-. Veinte puntos menos para Gryffindor.
-Es re serio -susurró Hermione, asombrada-. Alto amargado…
-¡Chúpenla, Gryffindor! -les dijo uno de Slytherin desde su mesa, en voz bien baja-. ¡Se terminaron los beneficios que les daba Dumbledore todo el tiempo! ¡Ja, ja, ja, ja!
Harry le hizo fuck you, con alta cara de culo. Pero entonces miró al lado de ese pibe y vio a Malfoy, que estaba re en otra, en su mambo. ¿Qué le pasaba? Normalmente se hubiera sumado a la joda y bardeado a los Gryffindor. Parecía hasta… ¿triste?
-Arranco presentando al nuevo jefe de la casa de Slytherin, que va a ser su nuevo profesor de Pociones -dijo Darín, caminando delante de todos-. Él enseñaba esta materia antes que el profesor Snape, hace muchísimos años. Pero pegó éxito en la tele muggle y decidió dejar la docencia. Me costó muchísimo convencerlo de que volviera este año… Pensé que capaz para convencerlo iba a tener que decirle que Harry Potter estudia acá, porque es re fan del pibe. Pero ni siquiera eso sirvió. Quería solo guita, así que tuvimos que arreglar un sueldo de la re putísima madre que como no podemos pagar vamos a sacarlo de lo que íbamos a gastar en el arreglo de las mazmorras.
Los de Slytherin empezaron a putear, enojados.
-¡Hace tres años que está el agujero traga-alumnos en el pasillo! ¡Ya murieron 25 alumnos!
-Y van a seguir muriendo, por lo menos durante este año -dijo Darín-. En fin, les presento a su nuevo profesor de Pociones: ¡Guillermo Francella!
-Algo me decía que iba a ser algún otro famoso que todos conocemos y que no tiene el más puto sentido que resulte ser un mago… -dijo Harry, aplaudiendo junto a los demás.
-Nunca imaginé que Francella fuera de Slytherin -dijo Ron, mientras el tipo saludaba a todos sonriendo bajo ese bigote enorme, entrando al Gran Salón en ese momento y sentándose en la mesa de profesores junto a Snape.
-Seguimos con el nuevo profesor de Historia de la Magia -dijo Darín-, que va a reemplazar al fantasma de Binns, que este verano murió de nuevo luego de ser succionado por una de las aspiradoras de Filch por accidente. Este también estudió en Slytherin en sus épocas de Hogwarts, por lo que nos dijo. No sé, yo ni lo conocía, pero me llegó el CV y como no pedía tanta plata lo contraté. Dice que era bueno en Historia de la Magia, consiguiendo el ÉXTASIS más alto que hay: "Z" (de "Zarpado"). Ni lo chequeé, tampoco sé si de verdad existe ese ÉXTASIS, pero agarré por el tema de que pedía poca guita. Seguro lo conocen del fútbol. Apareció ahí por el 2019 maso y nos hizo ganar un Mundial, una Copa América y una Finalissima. ¡Un aplauso para Emiliano El Dibu Martínez!
Todos los Slytherin se pusieron de pie y aplaudieron y silbaron, re emoción. Apareció El Dibu en el salón, saludando a todos. Medía como veinte metros. Llegó a la mesa de los profesores, agarró una copa y se la apoyó en la chota, poniendo cara de loquito. Crabbe y Goyle se pusieron a gritar y a aplaudir mientras les hacían gestos obscenos a los de Gryffindor.
-¡TENEMOS AL DIBU! ¡TENEMOS AL DIBU!
-No puede ser… -protestó Ron-. ¿El Dibu era un Slytherin en sus épocas de Hogwarts? Más vale que a nosotros nos toque Messi.
-¡CÁLMENSE O LOS SUSPENDO A TODOS A LA MIERDA! -gritó entonces Darín, en un arranque de ira que nadie se esperaba, porque los de Slytherin no paraban de hacer quilombo. Se callaron todos al toque. -Para la casa Hufflepuff, va a haber una nueva jefa que es la más joven de las nuevas incorporaciones. Se recibió de Hogwarts hace solo un año. Empezó haciendo videos para Youtube desde su pieza, en la casa Huffepuff. Es de Quilmes, le gusta la cerveza Brahma, hizo un dueto con Myrtle la Llorona cuando estaba en quinto año… Esta sí que pidió un montón de guita para venir, así que tuvimos que frenar un año más el arreglo de las cloacas que tienen ese encantamiento que hace que chorreen sobre la cama de Nigel…
Nigel empezó a llorar, tapándose la cara.
-¡Es la Nena de Argentina y también su nueva profe de Herbología: María Becerra!
Otra vez todos los gritos, esta vez de los alumnos de Hufflepuff. No lo podían creer. Nunca le pasaba nada bueno a su casa, la máxima gloria que habían tenido fue cuando Cedric salió elegido para el Torneo de los Tres Magos, pero rápidamente fue opacado porque por un error del sistema del Mate de Fuego casi todo el resto del colegio quedó elegido también.
María Becerra saludó re sonriente y se sentó al lado de la profesora Sprout, que la miró con una re cara de culo.
-¿Nueva jefa de la casa, con tu edad? ¿Y vos qué carajo sabés de Herbología? -le preguntó toda resentida.
-Gané el premio a la mejor armadora de fasos de mandrágora en el Festival del Faso de La Plata en 2022.
-¿Y ahora qué mierda voy a hacer yo?
-Vas a ser degradada a regadora de plantas de los invernaderos -le dijo Darín.
-No hay invernaderos -discutió la profesora-. ¡Dijeron que no había presupuesto, así que enseñamos en el techo con unas macetas que compró la gestión de Videla en el '76! ¡Esto es inaudito! ¡Dumbledore nunca hubiera dejado que…!
-¡SE TERMINÓ! ¡ESTÁS DESPEDIDA! -gritó Darín, re sacado mal, en un arranque de ira. Sprout se puso de pie, tiró su copa de la mesa de un manotazo, se apretó la concha con toda la palma de la mano mientras miraba al director re caliente y se fue a la recontra mierda.
-¡Fuaaaa! -dijo Ron-. Este año está con todo la ceremonia de bienvenida. No puedo esperar a ver al nuevo jefe de Gryffindor. ¡Qué sea Leo…! ¡Qué sea Leo…! -cruzaba los dedos, esperanzado.
-Para la casa Ravenclaw -Darín siguió como si nada-, hay una nueva profe, que también va a ser la nueva jefa de la casa. Ella estudió en Ravenclaw, por supuesto, en la década de los noventa…
-¿No era que la escuela se fundó en el 2010 con el gobierno de Cristina? -preguntó Ernie Macmillan-. Eso nos dijeron en primer año.
-No, en el 2010 fue reinaugurada -explicó Darín-. Le cambiaron el nombre nomás y la razón social después de declararla en quiebra, una movida legal para zafar de doscientas veinte denuncias que tenía. Ahora no vuelvas e interrumpirme, ¿me escuchaste? Setenta puntos menos para Ravenclaw...
-Estoy en Hufflepuff -dijo Ernie.
-¡NOVECIENTOS PUNTOS MENOS PARA HUFFLPEUFF! -gritó el tipo, re loco.
-¡Nooo! -Justin se tapó la boca, con horror.
-¿Nos devuelve nuestros setenta puntos, por favor? -pidió Luna Lovegood, con su voz suavecita.
-¡NO! -gritó Darín, re enojado mal-. ¡MIL TRECIENTOS PUNTOS MENOS PARA RAVENCLAW Y SI ME INTERRUMPEN DE NUEVO LOS DESCALIFICO DE LA COPA DE QUIDDICH!
Se quedaron todos inmóviles y en silencio, cagados de miedo.
-Como decía… en ese momento ella llegó a ser Prefecta, Premio Anual y metió todos los ÉXTASIS de la escuela, de todas las asignaturas que tenemos, siendo la primera alumna en la historia de Hogwarts en lograr hacer eso sin un giratiempos. Nadie estuvo a su altura nunca, ni siquiera Hermione Granger, que se queda muy por atrás de ella en todo, diría yo; ni siquiera pudo seguir con todas las asignaturas después de tercer año, un desastre…
Hermione estaba que ardía de la bronca, apretando sus cubiertos con la re fuerza.
-Después de la escuela, se dedicó al modelaje y la actuación, porque además de ser inteligente es muy, muy sensual y sexy. Es simplemente perfecta. La nueva profe de Cuidado de Criaturas Mágicas: ¡Julieta Prandi! Ah, sí, cierto. Hagrid, no te dije, pero estás despedido.
Hagrid se tapó la cara con un mantel gigante para sorberse los mocos en medio del llanto.
Todos los hombres de las cuatro casas se pusieron re al palo mirando a Julieta Prandi ingresar al salón saludando. Tenía un vestidito cortito y escotado. Seguía siendo re sexy.
-¿Tanto les gusta? -se quejó Hermione-. Está re veterana ya.
-Es lo último que quedó de la época dorada de las modelos que estaban buenas -le explicó Harry-. Las de ahora son todas feministas inclusivas, gordas, con pelos…
-Vos porque le tenés envidia -le dijo Ron a Hermione-. Julieta Prandi es todo lo que te gustaría ser. ¿No, Hermione?
Ella no dijo nada, pero ardía de la furia.
-¿Puedo al menos seguir como guardabosques? -pidió Hagrid, que no dejaba de llorar.
-¿Guarda qué? -Darín lo miró con cara de orto-. ¿Viste algún árbol por acá? Es todo cemento ahí afuera.
-Bueno, era un nombre simbólico que Dumbledore le había puesto a mi cargo, porque como no tenía donde ir…
-A la calle, ahí te podés ir -dijo Darín, recontra insensible. Hagrid se largó a llorar más fuerte y se fue del Gran Salón llevándose el mantel para poder seguir limpiándose las lágrimas.
-¡Hola, chicos! -saludó Julieta Prandi, queriéndose dirigir a la multitud de alumnos para dar un discurso-. Me alegra mucho ser su nueva profesora, y…
-¡CERRÁ LA BOCA, PUTA! ¡YO NO TE DI PERMISO PARA HABLAR! -Darín le dio un bofetazo con todas sus fuerzas en medio de toda la cara, y todos se quedaron en silencio, con la boca abierta, recontra conmocionados.
-¿Qué carajo…?
-Yo creo que está metido en algún personaje de Relatos Salvajes -dijo Katie Bell en voz baja.
Cuando pasó la conmoción por ese repentino acto de violencia, Ron le dio un codazo a Harry y sonrió.
-¡Ahora nos toca a nosotros! -dijo, emocionado-. ¡Qué sea Messi, qué sea Messi…!
-Y ahora -siguió el director, como si nada-, la nueva jefa de Gryffindor. Ella es valiente, decidida, una mina con todos los huevos bien puestos, como todo Gryffindor. En su primer año de Hogwarts mató a una acromántula adulta con sus propias manos, sin magia; en su paso por el Quidditch dejó inconsciente a todo el equipo de Ravenclaw en el partido más violento de la historia de Hogwarts; tuvo el legendario duelo con el basilisco de la escuela, que quiso escapar de ella en vano, porque ella después de llenarlo de sopapos lo dejó inconsciente y lo encerró en la Cámara Secreta, donde le hizo bullying durante años… Finalmente fue expulsada en su tercer año por matar a una chica de Slytherin con la maldición Avada Kedavra por haberle dicho que no le gustaba su pelo...
-Creo que no es Messi… -se lamentó Harry.
-Luego de cumplir su sentencia en Azkaban -siguió Darín-, volvió a Hogwarts para pedirle a Dumbledore que le diera el título honoris causa aunque no hubiera terminado el colegio. Dumbledore, el legendario ganador del famoso duelo contra Grindelwald, no tuvo los huevos para decirle que no, y se lo dio. Este año me pidió ser la nueva profesora de Transformaciones y la jefa de su casa, Gryffindor, y obviamente yo tampoco me animé a impedírselo. ¡Ella es Furia, de Gran Hermano!
Empezó a sonar su canción, re fuerte, por todo el Gran Salón:
Furiaaa, ella es la furiaa
Ella se llama Furiaa
Ella es la furia ah-ah-ah
Furia, ella es la furiaaa
Ella se llama Furia
Ella es la furia ah-ah-ah
Furia entró con una re cara de orto, sacando la lengua y haciendo cuernos con la mano. Estaba rapada con el poco pelo que tenía teñido de rosa y más tatuajes que nunca en toda la cara. Mientras se abría camino a la mesa de profesores, le dio un sopapo en la cara a Neville y una patada a su sapo Trevor, que salió volando por el aire.
-Qué bajón… -dijo Ron, re triste.
-McGonagall, vos vas a ser degradada a asistente de Filch para trapear los pisos -dijo Darín, y McGonagall lo miró como si estuviera a punto de tirarle un Avada Kedavra. -Ah, sí, y me olvidaba del último profesor nuevo: El Kun Agüero, también ex alumno de Gryffindor y Cazador estrella de su equipo, vuelve para llenar el cargo de Entrenador de Quidditch para los chicos de primer año que tienen sus clases de vuelo, y para dirigir los partidos de Quidditch, después de que decidiéramos despedir a Madame Hooch.
-¡¿Quéééé?! -Madame Hooch se puso de pie de un salto, mientras el Kun Agüero entraba al Gran Salón, saludando, re sonriente, a todos los Gryffindor que gritaban y aplaudían re emoción.
-Uh, loco, ¿quién era el que tenía que mandar las lechuzas de despido a los profesores viejos? -dijo Darín, mirando a su staff, mientras Madame Hooch le tiraba el contenido de su copa en la cara antes de irse re caliente.
-Ups… -dijo Snape, muy lentamente, mientras se formaba una sonrisa bajo su ganchuda nariz-. Creo que… se me escapó… mandarlas…
-Bueno, eso es todo en cuanto al nuevo staff -dijo Darín, limpiándose la cara con una servilleta-. Ahora me gustaría darles un discurso corto en este nuevo año… Como saben, es un año muy difícil para el país. Esta escuela es pública y depende del Ministerio de la Magia, y el ministro salió el otro día en una entrevista para El Profeta y dijo que de alguna forma Milei se las ingenió para recortarle los fondos a su ministerio en un 80% a pesar de no saber hacer magia y de que se acaba de enterar que existimos. Así que el ministro nos arrastró el ajuste a Hogwarts. Tenemos menos presupuesto del que hayamos tenido en 90 años.
"Lo que quiero decirles con esto es que ya no van a tener comida tres veces al día como antes, ni cambio de sábanas todos los días, y van a tener que pagar el jabón del baño y el shampoo, o bien traerse los suyos propios. A partir de ahora vamos a tratar de tirar con las sobras un par de días, hacer guisos con lo que se pueda y los elfos ya tienen la orden de limpiar lo mínimo necesario para no gastar en productos de limpieza. Además, vendimos todas las escobas que usábamos para los nenes de primer año, así que el que no tenga su escoba no va a poder aprender a volar. También vendimos todos los telescopios, así que los que tomen la clase de Astronomía van a tener que googlear las constelaciones en sus teléfonos, usando sus propios datos porque no hay más wifi.
"Bueno, chicos, eso es todo. Ya que no me conocen, aprovecho para decirles que no soy un director muy accesible. Así que si tienen algún problema o necesitan algo no cuenten conmigo, vayan con alguno de sus Prefectos o con su Premio Anual que para eso están y para eso accedieron a hacer sus laburos gratis. Y sino a lo sumo pueden ir con algún profesor, pero ni se les ocurra dirigirme la palabra a mí, ¿estamos? ¡AHORA SE VAN TODOS A LA CAMA YA MISMO O SUELTO AL BASILISCO!
-Pero, ¿y el banquete de bienvenida? -preguntó Parvati, con la voz temblando de miedo-. Mi familia no nos da de comer durante toda la semana anterior al comienzo de clases porque dicen que total vamos a comer el banquete cuando lleguemos...
-¡NO HAY BANQUETE DE BIENVENIDA! -gritó Darín, re furioso-. ¿QUÉ SE PIENSAN QUE ES JODA ESTO? ¡ACÁ VIENEN A ESTUDIAR, MOCOSOS DE MIERDA! ¡EL BUENO DE DUMBLEDORE NO ESTÁ MÁS ACÁ! ¡SE MURIÓ! ¡ESTÁ MUERTO! ¡AHORA MANDO YO, ¿ME ENTENDIERON?! ¡CONMIGO LAS COSAS VAN A CAMBIAR! ¡ESTA ES UNA ESCUELA PÚBLICA Y NO TENEMOS GUITA PARA BANQUETES DE BIENVENIDA! ¡MILEI NO NOS PASA UN MANGO! ¡HUBIERAN VOTADO A MASSA SI QUERÍAN BANQUETE DE BIENVENIDA!
-Pero nosotros no tenemos edad para votar… -dijo uno de Ravenclaw, y su casa pasó a quedar como cinco mil puntos abajo.
-¡ESTE AÑO VAN A TENER QUE APRENDERSE EL HECHIZO PARA LIMPIARSE EL CULO, PORQUE NO PUDIMOS COMPRAR NI EL PAPEL HIGIÉNICO! ¡AGRADEZCAN QUE SEGUIMOS TENIENDO ELFOS DOMÉSTICOS, QUE COMO SON ESCLAVOS SON GRATIS, QUE VAN A SUBIRLES UNAS LENTEJAS A LOS DORMITORIOS EN UN RATO! ¡Y AL QUE NO LE GUSTE TIENE TODA LA "LIBERTAD" DE IRSE A UNA ESCUELA DE MAGIA PRIVADA, ¿ESTAMOS?!
Hubo un murmullo de decepción entre los chicos, mientras se ponían todos de pie para irse a sus habitaciones. Furia les hizo fuck you mientras comía una langosta ahumada que le acababan de servir a ella y a los otros famosos en la mesa de profesores.
Parvati se puso a llorar mientras se agarraba el estómago, cagada de hambre, con su hermana Padma abrazándola mientras se la llevaba fuera del Gran Salón.
Harry, Ron y Hermione subieron juntos a la torre Gryffindor (la de los tanques de agua y las cisternas) por las escaleras que estaban todas llenas de folletos de los centros de estudiantes pegados en los peldaños, mientras hablaban de todo lo que había pasado.
-¡¿Qué le pasa a ese Darín?! -se quejó Hermione, histérica-. ¡Le pegó a Julieta Prandi! Está bien que ella no me cae muy bien, pero eso es totalmente violencia de género.
-Che, no fuimos a despedirnos de Hagrid ni nada -dijo Harry-. Lo volaron a la mierda.
-Mal ahí. ¿Tiene teléfono? -preguntó Ron-. Le podemos mandar un Whatsapp.
-No, no tiene -dijo Hermione-. Y no es como que vamos a poder pasarle comida del colegio a escondidas ni nada, porque por lo que acabamos de escuchar no van a darnos ni a nosotros…
-Se viene un año bien de mierda. Bueno, vamos a dormir.
Se despidieron de Hermione y se metieron en el dormitorio de chicos. Vieron que unos elfos les dejaban unos platos con unas lentejas. Eran un asco. Ni siquiera tenían una cebolla, nada. Así nomás se las mandaron.
Harry dejó su plato casi lleno en la mesa de luz y se acostó en la cama. Estaba cagado de hambre. Mientras miraba al techo, escuchó que Ron se tiraba un pedo.
-¡LA CONCHA DE TU MADRE, WEASLEY! -gritó Dean Thomas desde su cama. Ron se rió.
Harry pensaba en Malfoy. ¿Qué estaría tramando? ¿Por qué estaba tan distante a todo lo que pasaba en el colegio? ¿De verdad era su último año en Hogwarts? ¿Qué iba a hacer después? ¿Se volvería stripper? ¿Por qué lo calentaba la idea de Malfoy stripper…? Tantas preguntas…
Escuchó las arcadas de Dean Thomas y a Neville buscando su inhalador a los pedos, y después el grito de Seamus:
-¡ME ACABA DE LLEGAR, RON Y LA RE PUTA QUE TE PARIÓ!
-¡Y bueno, si nos dieron lentejas de comer, ¿qué querés?! -gritó Ron.
-¡SE HUELE HASTA ACÁ, HIJO DE PUTA! -se escuchó que gritaba Dennis Creevey desde el dormitorio de al lado.
Harry se estiró hasta el borde de su cama, agarró su Mapa del Vigilante, que Fred y George le habían dado en tercer año para espiar chicas en los baños, y buscó a Malfoy en él. ¿Dónde estaría ahora…?
Vio a Francella con Darín en el despacho circular del director, solos… a Julieta Prandi en el despacho que solía ser de McGonagall, sola… a María Becerra en el dormitorio de Cedric Diggory, solos…
Harry frunció el entrecejo mientras miraba eso último. ¿Tan rápido? Y él ahí re virgo mirando un mapa de mierda.
En fin. Malfoy, Malfoy, Malfoy…
Pero Malfoy no estaba en la casa Slytherin en ese momento. No estaba en ningún lado, de hecho. Qué raro…
Todo era tan raro… La visita de Malfoy a "El Brian y el Kevin"… El tatuaje de la Mona Jiménez… Esa cosa que dijo que tenía que arreglar… ¿Qué sería…? ¿Acaso alguno de los nuevos profesores estaba implicado en su terrible plan…? ¿Y cuál era su plan…? ¿Qué estaba tramando…? ¿Por qué Hannah Abbott se había hecho caca en el Nespresso de Hogwarts? ¿Estaba intoxicado el carrito de golosinas?
Estaba seguro de que había un misterio enorme a plena vista en medio de todo esto, un misterio que terminaría teniendo una resolución totalmente inesperada que dejaría al lector sin poder creerlo, totalmente diferente al libro de HP6, recontra inesperada y sorpresiva de la recontra re putísima madre. Ah, re que seguía rompiendo la cuarta pared para promocionar el fic el chabón y tratando de que la gente se enganchara con la historia y leyera el siguiente cap jajaj. Mensaje subliminal: LEÉ EL SIGUIENTE CAPÍTULO O MATO A HERMIONE DE NUEVO, COMO YA HICE EN OTROS 25 FICS, ¿ESTAMOS? Ah, re que si no lo leía nunca se iba a enterar que Hermione había muerto igual.
-¡Uyyy, acá viene otro! -gritó Ron, y se rajó un terrible pedo que se escuchó hasta la cancha de Chacarita.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! -sus compañeros de cuarto saltaron de las camas y se fueron todos corriendo de ahí a las chapas.
