Favor, leer las notas finales si tienen alguna duda, gracias.

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Cuentos del pasado y futuro de un cierto Gran Vampiro y Señor Oscuro y de un Gallifreyan y Señor del Tiempo

Parte 3

Tras lo sucedido el día de ayer, y de expulsar al grupo molesto de chicas afuera. Moka había decidido hablar de lo relatado en el diario de su madre más tarde, cuando los ánimos hayan sido calmados. Quería tambien pasar un momento a solas, reflexionando sobre lo que conocía y creía saber de su madre.

También tendría que hablar con Tsukune, ya que esto le atañe también, debido a su vínculo con quien fuese la 'otra Moka', un clon de su madre, quien recuperó los recuerdos del Rosario, momentos antes de su partida final junto a Alucard y los otros dos Señores Oscuros. Suspirando y acostada en su cama. La vampiresa piensa en la extraña figura que se relata en aquel diario, aquel ser de otro mundo y como se encuentra relacionado con su madre, y hasta qué punto los orígenes de su raza y especie pueden llegar a cambiar las cosas, en un momento álgido donde la existencia de los Youkais es ya reconocida en el mundo humano.

Pero alejando sus pensamientos de esos hechos oscuros, mientras se encuentra acostada en su cama o futon en el suelo, con el diario de su madre a un lado. No puedo evitar pensar acerca de ese misterioso ser, y si alguna vez lo había visto o mi madre había hablado de él. Mis recuerdos se estan recuperando poco a poco, con algunos aún borrosos. Es difícil pasar por alto a un ser de otro mundo, que está relacionado con una especie superior y con los orígenes de tu raza. Pero ella tampoco recordaba haber conocido a ese monstruo de Alucard antes, por lo que no puede castigarse por eso.

Quizás si descansa y sueña, pueda recordar algo. Es lo que le ha estado ayudando en este tiempo a recordar poco a poco. Quizás en alguno de esos, encuentre la respuesta.

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Era de noche, y llovía a cantaros. A veces tronaban en los cielos oscuros, haciendo despertar a la joven Moka, como observaba las imágenes de los relámpagos iluminar su habitación en el castillo. No debería sentirse asustada por esas cosas. Ella es una vampiresa, una de las razas más poderosas de este mundo, y vive en este castillo lleno de tantos miembros de su raza. Pocos seres en Japón, o en el resto del mundo, pensarían en meterse aquí con el poder de su familia Shuzen.

Pero con la mayoría de la lluvia, que podría afectar a los vampiros debido al agua que los purifica de su Youki, la opción más lógica es quedarse dentro del castillo resguardado. Moka piensa si su hermana menor Kokoa, irrumpirá nuevamente en sus habitaciones buscando una de dos, o arroparse debajo de sus sabanas, temerosa todavía a su corta edad de los truenos y relámpagos, además del agua purificadora o intentar volver a desafiarla; pese a su corta edad, tiene una vena combativa, propia de los vampiros, aunque desearía que no fuese mientras ella duerme.

Es cuando en ese momento, escucha un sonido extraño. Muy diferente a los truenos y relámpagos, como un sonido profundo que reverbera y hace ecos en el patio del castillo. La vampiresa de cabellos plateados, se levanta y camina hasta la ventana hasta observar el patio más abajo, y ve como una extraña luz parece provenir de una especie de caja azul-que distingue gracias a su poderosa vista aguda sobrenatural-con escrituras en inglés, lo que le hace parecer extraño.

La observó por unos cuantos minutos. No parecía que nadie se levantó ni para revisar que una extraña caja azul, había aparecido de improviso en el jardín de su castillo. Ni los perros haciendo guardia se oían. Incluso si llueve a cantaros, mínimo algunos guardias ataviados de sombrillas o ropa protectora, saldrían a cerciorarse. Pero no sucedió nada, lo que la inquietaba aún más. ¿Quizás debería ir y avisar a alguien? Sus hermanas estaban fuera de discusión. Kokoa solo lloraría a moco tendido, y Kahlua no le parece a veces confiable por su actitud cambiante, pese a parecer la más fuerte de las hermanas.

Quizás con sus padres. Si, debería hacerlo y eso fue lo que hizo, como la pequeña niña se puso su camisón con el abrigo para el frio y salió de su enorme y noble habitación, abriendo las pesadas puertas y caminando por el pasillo. Es cuando de repente, notó algo. Ella todavía está aprendiendo sobre el uso correcto de su Youki, pero pudo detectar el Youki de su madre, despierta y en el primer piso, tal vez en el salón de recepción o de espera. Y creía que estaba junto a otra presencia que no podía identificar, pero no parece Ayashi de ningún tipo. Es cuando decide bajar, guiada por la curiosidad.

Es cuando baja las escaleras de la enorme mansión que daban hacia el primer piso, es que comienza a escuchar voces a bajo nivel, lo que la motiva a moverse silenciosamente, tratando de no hacer ruido. Como atraviesa el enorme salón donde mayormente se hacen reuniones largas, camina suavemente hasta la sala de estar, donde las voces se hacen más pronunciadas reconociendo entre ellas a la de su madre.

Poniendo sus oídos contra la enorme puerta de madera, ella trata de escuchar. Puede escuchar una voz masculina profunda que parece arrugada por el cansancio, con un extraño acento que sabe que debe ser extranjero, pese a lo fluido que parece hablar japonés.

-¿Estás seguro que no deberías buscar a esa chica llamada Rose que dejaste una noche en Londres? Algo me dice que viste cierto potencial en ella, para convertirse en una compañera con la que puedas viajar y dejar atrás esa tristeza.

-Lo sé. Yo tambien he pensado lo mismo. Y lo he pensado durante años tras haberla dejado.

-Deberías pensarlo, sin presiones. Creo que necesitas a alguien, tras todo lo que tuviste que soportar en esa cruenta guerra.

Era extraño escuchar a su madre en ese tono triste y cómodo con un extraño. Ella es bastante cautelosa y 'amistosa' con los demás vampiros que hacen parte de su 'familia' o clan. Pero fuera de ella, sus hermanas o su esposo, no muestra mucha calidez ni comodidad ni un tono que suene verdadero a la hora de conversar con alguien, eso según recuerda ella pese a su joven edad.

-Si. Yo… nunca pensé que sobreviviría a eso… esperaba partir con el resto de mi familia y los míos tras acabarlo…

La voz del hombre le parecía expresar una enorme tristeza por alguna razón. Lo que provocó que Moka, abriera lentamente la puerta sin hacer ruido y entreviera por una sección abierta a los ocupantes de la sala. Podía ver a su madre sentada en uno de los cómodos muebles de la sala, como observaba a una figura que se encontraba sentado de espaldas a Moka, pero que por lo que podía ver con su aguda visión, se trata de un hombre alto, de largas orejas y cabello corto. Lo más llamativo, es que vestía una especie de chaqueta de cuero negro por lo que alcanzaba a ver.

-Me alegra que no lo hayas hecho. Yo no podría… Me hubiese roto mi corazón más allá de toda duda si hubiese descubierto que tu tambien te habías ido…

-Yo. Aún escucho sus voces. Aunque sé que fue por lo mejor de la existencia… No puedo ocultar lo que hice… Yo…

El hombre parecía querer derrumbarse, como Akasha de inmediato se levantó, y sin titubear camino hasta él y lo abrazo, como él se abrazaba con su cabeza en su cintura, como un niño que necesita de su madre. Moka casi no pudo más que abrir sus dos pares de ojos de rojo carmesí ante esto. Su madre solo hacía eso con miembros de su familia con quiénes ha estado muy unida. Como ella, por ejemplo. ¿Quién es esta extraña persona? Y, ¿de que estaban hablando?

Podía ver como su madre Akasha, acariciaba suavemente la cabeza del individuo, como si fuese un niño.

-No puedo alcanzar a comprender tu dolor. Si me pasara a mí. Si quedase como la última de mi tipo… Sin mis seres queridos. No sé qué podría hacer… Pero sé que es perder a gente querida por ti. Tu hogar. Lo sentí la primera vez que perdí mi hogar en Europa, junto al resto de mi familia. Pese a todo, encontré otra familia, pero eso fue después, por lo que tuve que atravesar mucho dolor para llegar a ello…

Moka se sentía más sorprendida al enterarse de estas cosas de su madre, ya que ella habla poco o nada, acerca de su anterior familia. Ni siquiera sabe si tenía abuelos o no. Pero con lo que acaba de descubrir…

-Creo que eso hace falta para ti. Que encuentres gente que te ayude y no estés solo en tus viajes. Nadie merece estar solo, ni tú.

-Una pena que tú no puedas hacerlo ahora. Me hubiera gustado haberlo hecho antes.

-Si. Yo también lo hubiera disfrutado. Tomo tiempo para ti y tu nave el acostumbrarse a mí. Pero me alegra que lo hiciéramos a tiempo, incluso si fue para un único viaje. Y que pudimos llegar a entendernos, pese a ser de especies opuestas y 'rivales'. Algo que también espero, se logre en este mundo.

-Ojalá pudiera decirte más acerca del futuro. Pero que estén fluctuando, cambiando cada segundo, que sin los encargados de mi mundo manteniéndolo estable, cualquier visión que tenga será probable… por lo que no podría asegurarte nada si se lograra…

-Es mejor así. Prefiero ir paso a paso formando mi propio futuro, que confiar en posibles 'destinos' que quizás nunca lleguen a concretarse.

-Tu aún creyendo con toda confianza que tus sueños pueden hacerte realidad –mencionó el extraño hombre, pese a no parecer algo duro, sino cansado

-Bueno, tengo que hacerlo. En vista de que tengo que cargar con esa positividad que tú ya no posees, y que necesitas recuperar desesperadamente.

El extraño hombre parece apartarse como se restriega las lágrimas que Moka no alcanza a ver, como este parece asentir ante sus palabras.

-Tienes razón. Yo… gracias por eso.

-Para eso estan los amigos. Recuerda que tú siempre tendrás un lugar cada vez que quieras regresar a verme. Nunca podría echarte, no después de todo lo que hemos pasado.

-¿Seguro será lo mismo que pensara tu "esposo" y la mayor parte de vampiros de este castillo? Sé que me temen ante mi vista.

-No te preocupes por ellos. Yo no soy alguien que me deje intimidar, menos por quienes saben que es su superior. Issa me apoya y nunca me ha prohibido nada, y los demás saben cuál es su lugar.

Ambos empiezan a reír con eso último, como Moka aun intenta captar más de la conversación, cuando el extraño continúa:

-Realmente has criado unas buenas chicas, Akasha. Aún no he tenido la oportunidad de conocerlas personalmente. Pero lo has hecho bien, por lo que me has dicho pese a tu estado de 'amante del jefe de esta Casa'. Tu hija es una de esas cosas buenas. Y ni que decir, que ayudar a criar a las hijas de tu 'esposo', y de una madre que te desprecia me conmueven, aunque no estoy sorprendido.

-Quedamos muy pocos vampiros, necesitamos estar juntos. Además, de este tipo de relaciones no eran extrañas para la cultura humana hace siglos. No me preocupa mi papel de 'concubina' si aceptó que amo a mi esposo y a mis chicas. Gyokuro nunca parece importarle sus propias hijas más allá de que le sirvan, por eso he intentado hacer mi parte, para que no les falte ese afecto que necesitan. Aunque estoy más unida a mi hija real, no escatimó el estar ahí para las otras… en especial, la que falta en este castillo.

-Lo sé. Sobre esa chica que está en China… lamento profundamente lo que le sucedió a su figura de hermana menor. Yo amo a los humanos, pese a todos sus defectos y el haber visto su peor lado, aun con lo que le hicieron a esa pobre chica… ella no fue culpable de nada. Pese a las acciones egoístas de su 'hermana mayor' quién fue la que empezó todo esto…

-Si. He hablado con Issa para que la busque, y la traiga aquí. No es justo para ella lo que tiene que pasar sola… merece estar rodeada de los miembros de su familia que le quedan.

-A veces me lamentó no haber podido haberla ayudado más. Pero sé que fueron sus mismas acciones, las que acarrearon su enorme pérdida. Solo espero que logre salir adelante, aunque eso suene a hipocresía, dada mi situación.

-No, no lo es. Tú tienes mayores razones para ser como eres, como ayudar a los demás. Tú me enseñaste eso. Tu título hace peso a ese nombre y su significado. Por ende, es que tras esa enorme guerra, volviste a usarlo, ¿cierto?

-Es todo lo que me queda. Y lo retome con una promesa. 'No más'. Así será. Continuare ayudando, haciendo honor al nombre que me puse y que recobre. Es lo único que puedo hacer para enmendar lo que hice.

-Sera un largo camino, pero no tendrás que hacerlo solo. Como te dije al principio, deberías ir acompañado. Como esa chica que dejaste esa fría noche en Inglaterra.

El hombre solo asiente en comprensión, como Akasha luego voltea a la puerta con una mirada divertida, como Moka se encogió en sí misma, al verse atrapada.

-Y creo que es momento de que mi hija se vaya a la cama, ya que escucho suficiente de una conversación privada y eso no es correcto, ¿cierto, Moka?

Ante el tono directo de su madre, Moka abrió la enorme puerta y entro caminando suaves pasos, hasta su madre, quien solo puso sus manos sobre sus hombros, volteándola y poniéndola a mirar fijamente al extraño hombre con una expresión sonriente con su hilera de dientes blancos, su nariz aguileña, ojos azules, cabello corto oscuro y orejas largas.

-Hola, pequeña. ¿Cómo estás? Soy un viejo amigo de tu mamá. Espero no haberte asustado.

Moka fue presionada ligeramente a presentarse, tal y como su educación alta se le había sido inculcada.

-Hola, me llamo Moka. ¿Y tú?

-Soy el Doctor. Puedes llamarme así.

Moka solo lo veía de manera curiosa, como este extraño sujeto que parece extranjero, además de no ser alguien de su raza, se encontraba allí. No sentía ningún atisbo de Youki de él. Por lo que no podía ser otro monstruo. ¿Sera un humano? Imposible. Los humanos tienen prohibido la entrada a su castillo, además del miedo inherente de su raza sostiene para ellos en sus corazones. Pero entonces, ¿Qué será esa sensación extraña parecido a la cautela que siente ella en su presencia? Como si estuviese frente a un enemigo o algo así, pese a este llamarse amigo de su madre.

El Doctor pareció denotar esto, y se agacho hasta quedar con su vista a la altura de la pequeña vampiresa y mirándola con ojos brillantes y una sonrisa amable, solo habló:

-Sé que debes estar asustada. Pero no te asustes, soy un amigo cercano a tu mamá, y te prometo que no es mi intención hacerte daño.

La sonrisa amable y cálida que le daba a la pequeña vampiresa, a pesar de su apariencia con esa fila de dientes pulidos y orejas grandes, le daban una sensación confortable a la joven, pese a que su cuerpo aun parecía temblar un poco. Fue cuando el sujeto que se hacía llamar el 'Doctor' por alguna razón, saco una especie de aparato metálico rectangular, que lo agitaba como hacia un ruido extraño, que tuvo que cerrar sus oídos sensibles, como una luz parpadeante azul en la punta se deja entrever.

-Mira, ¿te gusta? –el Doctor pone el extraño objeto en sus manos, como la chica peli plateada lo mueve extrañada, apretando el mismo botón con que hace el mismo ruido

-Es el destornillador sónico. Puedes hacer muchas cosas divertidas con ella. Aunque no mucho con las cosas de madera, algo que deberé cambiar.

La forma divertida en como lo menciona, hizo reír a la joven, como por un momento, olvidó toda apariencia de estatus como la hija de una de las familias de vampiros más importantes del mundo sobrenatural, y disfruto de su tiempo curioso como niña.

Al menos así fue, hasta que su madre intervino, -bueno, señorita. Ya te divertiste tanto. Es muy de noche, y debes despertar temprano para tus lecciones. Vamos.

La pequeña Moka solo gimió un poco triste, como devolvió el aparato extraño al hombre vestido de negro, como ella fue acompañada por su madre hasta la puerta. Volteándose un momento hacia este, el extraño hombre que se hacía llamar el Doctor, solo le hizo un ademán de despedida como le sonrió, a lo que ella le correspondió igualmente, antes de ser llevada por su madre, devuelta a su habitación.

Como Akasha se encargó de acostar a su hija, recitándole una canción de cuna, que hizo adormecer a la joven lo suficiente como para sentirse soñolienta y cerrar sus ojos, hasta quedarse dormida. La vampiresa mayor sonrió, como salió de la habitación. Unos momentos después, un ruido profundo se escuchó en el jardín del castillo, como la extraña caja azul, desaparecía entre silbidos graves, dejando solo el sonido de la lluvia que caía por montones de gotas en el suelo.

Aquel sueño, sería algo que la joven vampiresa no recordaría por mucho tiempo, hasta ahora…

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Era de mañana y un nuevo día de clases. En el salón donde Moka y Tsukune continúan con su educación en su etapa final, estan tomando clases de ciencias con el profesor nuevo, que llegó del extranjero hace unas semanas. No se sabe mucho de él, más allá de nombrarse 'John Smith'. Más allá de su carácter excéntrico, fue recomendado por el mismo Chofer de auto bus, quién ejerce de director temporal de la escuela.

-Bien, Y así es como podemos decir acerca de la teoría de la relatividad. La cual está un poco desactualizada en el mundo humano, pero que espero haber iluminado a las mentes más jóvenes llenas de progreso y conocimiento de esta escuela de criaturas 'sobrenaturales' y no monstruos, que es otro termino desactualizado y es como se refieren a ustedes en el mundo humano –Habló el hombre excéntrico en un japonés casi perfecto con un ligero acento británico para quienes podían identificar

El hombre parece joven. De cabello castaño peinado de forma puntiaguda hacia delante, ojos de color marrón, una complexión delgada, piel blanca y un rostro que para estándares humanos y extranjeros, podría considerarse 'guapo'. Viste un traje marrón oscuro con rayas rojas oxido. Camiseta blanca de botones, una corbata roja, y un par de zapatillas de deportes Converse. El aire que exuda más parece uno académico que uno atlético, por lo que muchos dentro de la academia, dudan de que pudiera mantener ejercicio o esfuerzo físico alguno.

Aun así, su capacidad intelectual parecía dejar pálidos a los anteriores maestros de ciencia y de otras áreas, como matemáticas, química, física, biología, ciencias sociales, filosofía, historia, política, economía y demás, tanto que ha sido solicitado en otras áreas específicas dentro de la educación de la escuela, que incluso ha ejercido como profesor de otros lenguajes e idiomas como Ingles, mandarín, entre otras decenas más, e incluso lenguajes que llevaban muertos durante tanto tiempo como el latín, al hablarlo a la perfección. Esto le ha hecho merecer de cierto reconocimiento positivo legítimo dentro de aquella dimensión en donde reside la escuela.

-Sensei. Pero lo que usted acaba de explicar, parece no coincidir con la teoría propuesta por el reconocido científico humano, Albert Einstein…

-¡Oh, sí! ¡Einstein! ¡Un gran tipo muy adelantado a su tiempo! ¡Siempre me sorprendió que pudiera ver más allá de las mentes acartonadas de otros científicos de su época! ¡Y muy bueno debatiendo durante horas sobre sus hallazgos y pensamientos acerca del tiempo y espacio! ¡Las largas horas de debate que sostuve con el buen Albert, tomando un café con dos terrones de azúcar! Algo que no recomiendo si sufren de diabetes…

Y luego llegan estos momentos de absurdez, donde su lado excéntrico sale a la luz, y empieza a desvariar de varias cosas absurdas y sin sentido, o lo que el entienda como 'sentido'. Como que ha conocido a personajes famosos de la historia humana como Buda o el mismo Jesucristo. O manteniendo conversaciones unilaterales con los estudiantes, donde explica varios datos que a veces no mantienen ninguna relevancia con el tema citado en clases, justo como ahora.

-Y así es como endulzas a tu café sin necesidad de dos terrones de azúcar más. Casi como la teoría de relatividad de Einstein, pero menos aburrido para muchos.

-No tiene sentido lo que usted ha dicho, Sensei – dijo un estudiante

-¡Pues qué bien! ¡A veces el no tener sentido ayuda a descubrir muchas cosas y pensar fuera de la caja que si fueses guiado por el mal llamado 'sentido común'! Quiero decir, estamos en una escuela de otra dimensión, habitada por seres sobrenaturales. ¡Seguro que los humanos no encontrarían sentido a eso, si no lo hubiesen vivido hace meses con aquel incidente en el mundo humano!

Moka solo resopla al oír eso. La verdad, prefiere mantener su mente apartada de las consecuencias y debacles desde el incidente con Alucard ha afectado el mundo humano y sobrenatural. Por ende, es que su mente solo fue guiada al ver el andar errático del nuevo maestro, venido desde Inglaterra, según el nuevo director Nurari. Su primera presentación como maestro de ciencias, había causado que su espalda se estremeciera levemente, como si estuviese ante un peligro o amenaza. Sabe que no fue la única, como algunos Ayashi sintieron lo mismo, en especial, Tsukune.

La joven Akashiya sabía que deben ser cautelosos ahora, más aun con agentes infiltrados de Fairy Tale, que siguen activos y que buscan venganza contra ellos tras su más importante derrota hace meses, teniéndolos de objetivos. Por lo que ella fuese algo sospechosa, más aún tras el atentado contra Tsukune el día en que su padre regreso, no la hacían bajar la guardia, y sabía que sus otras amigas tampoco.

Aunque ya no sospecha del nuevo maestro, y la sensación de peligro se había ido desvaneciendo poco a poco, confiaba no solo por recomendación del director, sino porque a veces, parece tan distraído y errático en su manera de caminar y hablar, que hacen razones difíciles de creer con su personalidad extravagante, que el pudiese ser una amenaza. Por lo que fue solo dejando de lado su sospecha, y dedicarse solo a resoplar o mirar para otro lado, cuando las tonterías del nuevo profesor emergían. Al menos, podía dedicarse a observar a Tsukune más de cerca. Aunque tuviese que compartir su visión con Kurumu, quién tambien va a la misma clase.

Al terminar las clases y siendo tiempo de receso, ambos chicos se dedican a salir, aunque Moka sabe que no puede tener un tiempo libre al lado de Tsukune, sin esperar a que las otras chicas quisiesen interferir, Moka toma de la mano al otro chico vampiro para su sorpresa, como empiezan a correr por el pasillo lejos.

-¡Oye! ¡Moka! ¡¿A dónde crees que vas junto con Tsukune!? –Kurumu vocifera como intenta darles alcance, solo para perderse entre el mar de estudiantes que le impedían avanzar

El Súcubo hubiese deseado transformarse y volar hasta ellos, pero como norma dentro de las instalaciones estudiantiles no puede transformarse, pese a las ganas de hacerlo. Pero igual, ella le increparía a Moka esto más tarde, y cuando tenga a Tsukune para ella sola.

Los dos chicos decidieron caminar por el camino de tierra, hablando entre ellos, decidiendo alejarse de los lugares predecibles donde sabían que las demás chicas los buscarían. Era un momento para pasar solos, de los pocos que tienen y que querían tener para profundizar en su relación. Ambos habían sido algo tímidos respecto a eso, desde toda la batalla en el mundo humano. Quizás, porque ambos aun llevaban el peso de la perdida de la 'otra Moka'. Para la verdadera Moka, la que descubrió que había sido la personalidad de su madre con quién había congeniado todo el tiempo, y para Tsukune fue su primer amor.

Ir a pasos lentos era necesario, como ambos iban desarrollando más sus sentimientos mutuos, como ambos trataban de vivir en el nuevo mundo, donde la humanidad conoce de su existencia y vivir el sueño de su madre, de vivir en el mundo humano sin miedo. Para la hija de Akasha, no puede evitar pasar por su mente, esos recuerdos sobre lo que leyó en el diario de su madre. Bastantes cosas sorprendentes que la habían dejado pensativa. Tiene la intención de comunicarle de estos hallazgos a Tsukune, quizás como un modo de pasar tiempo con él, además de verlo como un medio de que el pudiera conocer y entender a su madre, la real, y no la clon basada en la personalidad de esta que servía como protección del rosario para ella. Tal vez sea un modo de despedida, que sirva a ambos como la manera de dejarla ir y seguir adelante.

La chica estaba en sus cavilaciones, cuando Tsukune decide hablarle:

-Moka-san, ¿sucede algo? –Tsukune pregunta

-¿Qué? –Dice ella al prestar atención al chico a su costado derecho

-Bueno, te he estado viendo últimamente tan pensativa que me preocupa. ¿Tiene algo que ver con los objetos que te trajeron recientemente que pertenecieron a tu madre? ¿O es algo más?

El chico de cabello castaño lucia con mirada preocupada, a lo que la chica peli plateada de puntas rosadas, decide sincerarse ya que es un buen momento a solas.

-Tsukune, ¿recuerdas aquel objeto metálico que brillaba con luz y emitía una clase extraña de vibración que servía como una especie de herramienta multi usos? –Le pregunto la chica inquisitiva

-Eh, ¿sí? Casi me quema la mano una vez, aunque no fue tan grave. Lo he estado intentando practicar en otras puertas, e incluso lugares y parecen servir para muchas cosas que ni siquiera yo imaginaba. Excepto con la madera, pero no importa. No estoy seguro si será algo de naturaleza mágica, ya que tendría que mostrárselo a Yukari. Me gustaría saber de dónde salió tal instrumento notable y si tiene un nombre para tal…

-Destornillador sónico. Es así como se llama.

-Oh, ¿en serio? ¿Cómo sabes acerca de eso, Moka-san?

Moka estaba por seguir hablando, cuando de repente, sintió una escalofrió recorrerla, y comenzó a concentrarse en el ambiente alrededor que estaba muy silencioso, cosa que indicaba el comienzo de una hostilidad entrante, cuando todos los demás ruidos ambientales se silenciaban, con sus agudos sentidos vampíricos, le indico a Tsukune con una guiño a lo que el chico aun entrenando y adaptándose a su nueva condición vampírica, entendió y se puso de guardia.

Un momento después, es que sucedió.

Antes de que los vampiros Shinso pudiesen analizar la dirección de las auras recién descubiertas, un par de agujas metálicas disparadas por cerbatanas, son arrojadas hacia los dos vampiros respectivos, desde el costado izquierdo descubierto de la joven vampiresa, ambos a su vez, no tienen tiempo de reaccionar al ser estos objetos lanzados a la velocidad del rayo, mayor a su tiempo de reacción antes de encender incluso su aura demoniaca.

No fue hasta que ambas agujas fueron repelidas, al volar por los aires como si se hubieran estrellado con un campo de fuerza hecho a partir de una energía azulada. Ambos vampiros Shinso quedaron anonadados por esto, cuando una extraña voz de acento extranjero, les habló fuertemente:

-¡Rápido! ¡Estan ocultos en los árboles y arbustos a las diez en punto!

Ambos chicos se fijaron a la dirección de donde venía la extraña voz, y abrieron sus ojos sorprendidos al descubrirlo.

-¡Sensei Smith! ¡¿Cómo?! –Tsukune intento decir pero fue silenciado rápidamente por el extraño profesor

-¡No es momento! ¡Rápido! ¡Estan atacando nuevamente! –El profesor grita como agita un extraño objeto pequeño de forma cilíndrica en su mano que brilla y hace un ruido agudo

Pronto, logra neutralizar decenas y decenas de agujas metálicas siendo neutralizadas por extraños campos de fuerza azulados, que más parecen ser impulsados desde el extraño objeto que porta en la mano izquierda del profesor.

Moka decide dejar las preguntas para después, como haciendo estallar su Youki, este se adquiere a algunas partes de su cuerpo, formando una poderosa armadura que protege sus piernas, brazo, cuello y demás zonas desprotegidas, junto a un par de alas negras a sus espaldas, como ella se lanza a gran velocidad junto a Tsukune, quién tambien hizo lo mismo con su propio Youki, y yendo en dirección junto a Moka, de los atacantes.

Ambos jóvenes Shinso, arrasan el lugar donde se esconden los atacantes, que resultan ser una docena de criaturas pequeñas de color verde, orejas puntiagudas, ojos saltones y nariz alargada. Una vista desagradable para cualquier persona si los vieran, pero no duraron mucho, como las partes del bosque donde se escondían volaban por los aires, debido a los potentes golpes cargados de energía demoniaca que los vampiros lanzaban.

Cuando termino la pequeña escaramuza, ambos se fijan en la cantidad de cuerpos que existen desperdigados en numerosas condiciones, mayormente destruidos o peor.

-Goblins –Moka menciona apretando los dientes al identificar las criaturas

-Deben de ser asesinos mandados a eliminarnos por los remantes de Fairy Tale –Tsukune añade como una obviedad tardía

-Ahh Goblins… pequeños monstruos terrestres que viven en pequeños grupos bajo tierra mayormente. Les gusta atacar a las personas que viven en zonas rurales, muy pequeños en su tamaño, pero igualmente peligrosos por estar siempre armados, sobre todo con armas envenenadas, como cerbatanas y objetos puntiagudos bañados en venenos.

El profesor John Smith se acerca, moviendo el extraño objeto que alumbra una luz azul de la punta y emite un extraño ruido similar a una vibración aguda. Su enorme abrigo oscuro arrastrando partes de arbustos para indiferencia del hombre extranjero, quien parece más interesado en verificar los alrededores con esa extraña herramienta.

-Si. Parece que ya no hay nada más escondido. Todos los atacantes deben haber sido neutralizados. No hay culpa por los Goblins muertos, son una molestia que gusta de atacar poblados de humanos, y raptar a sus niños para devorarlos. Una raza monstruosa que tiene poca o ninguna disposición a cambiar sus caminos o naturaleza.

Los dos vampiros Shinso observaban a su profesor, como este igual hablaba y los ignoraba a la vez, mientras hablaba acerca de cosas que tenían que ver con el reciente ataque. Cosas que ambos chicos ya podían intuir. Pero no fue hasta que Moka se fijó en la herramienta que emitía aquellas vibraciones en mano del hombre, que se dio cuenta de lo que es.

-El destornillador sónico…

Tanto el hombre como Tsukune se voltearon a verla sorprendidos. Aunque John Smith mostró una extraña sonrisa al ver que ella se había dado cuenta.

-Por supuesto. Ya deberías de saberlo, ¿no, señorita Moka?

La mención de su nombre sin honorifico pero a la manera occidental, la hicieron casi fruncir el ceño. Pero entendía los manierismos de su excéntrico maestro. Más aun, al sospechar de la identidad de la persona frente a ellos.

-Tsukune, ¿tienes aun tú el destornillador sónico que es idéntico al que usa nuestro Sensei Smith?

-Eh, sí. Por supuesto, Moka-san.

El chico metió su mano en sus pantalones, sacando el misterioso objeto que parecía calcinado. El maestro curioso, se acercó para ver mejor el objeto. Pidiendo permiso al chico, el cual sintió y le entrego el objeto. El profesor Smith reviso la herramienta derruida por el fuego, como pareció asentir al revisarlo como dándose cuenta de algo, cuando decidió hacer una prueba.

Decidió usar ambos destornilladores sónicos, apuntando el uno contra el otro, como procedió a activarlos, dejando que el sonido vibrador de ambos hiciese eco en el bosque. Fue después de unos segundos, que el destornillador sónico derruido comenzó a echar chispas, como el profesor lo soltó antes de que estallase en su mano.

-Ya lo supuse. Ambos son el mismo destornillador, pero de diferentes líneas temporales. Ambos chequeos con la misma vibración y energía temporal, provocaron que se repelieran mutuamente. Es extraño. No recuerdo que el mío que tengo ahora sufra algún desperfecto. Quizás se trate de algún evento futuro que ocasione esto. Pero será algo a tener que averiguar más adelante, lo único que se con certeza es que deberé pensar en cómo obtener un nuevo destornillador, pese a que me gusta mucho el que tengo ahora.

Los balbuceos del sujeto, solo acrecentaban más las sospechas de Moka. Quién tenía una muy buena idea de quien podría tratarse. Nunca pensó que lo vería, o aun después de tantos años, si ese sueño que sostuvo hace poco, fue un recuerdo de su infancia.

-Esto… disculpe, Sensei Smith. ¿De qué está hablando usted? Es más, ¿Cómo sabía usted que nos atacarían en el camino?

-Eh, bueno. Caminaba por aquí por curiosidad, ¿no puede un maestro hacerlo de vez en cuando? Y referente al ataque, tuve mucha suerte. Mi destornillador puede repeler ataques de esos con campos de fuerza que descarga de…

-No es eso lo que quería decir. Estos asesinos fueron enviaos por Fairy Tale, estoy seguro. Sé que usted no puede serlo porque nos defendió. ¿Es usted un enviado del director Nurari como el padre de Moka-san para nuestra protección?

Tsukune había crecido bastante en estos últimos meses desde la batalla en el mundo humano. Gracias sobre todo al entrenamiento de Issa Shuzen, tanto mental como físicamente. Darse cuenta de estas cosas, eran algo que le estaba pareciendo más corriente cada día. Sin saberlo, el niño estaba dando paso al hombre, madurando cada vez más. Algo así, haría sonrojar a Moka por la visión del hombre que está a su lado, pero lo que más le importaba en ese momento era hablar con el extraño profesor.

-Podría decirse que sí.

El hombre que se hacía llamar 'John Smith' guardo su destornillador en uno de los bolsillos de su largo abrigo. Parecía querer darle vueltas al asunto, pero Moka no iba a tener nada de eso. No ahora que quería confirmar sus más grandes sospechas.

-Yo te he visto antes… no así, con esta cara… tú y mi madre fueron amigos.

El hombre solo sonríe, sus ojos brillando cálidamente como llevaba sus manos a los bolsillos de su abrigo. Pareciera como si esperara la respuesta de la chica, quien solo había bajado su Youki y deshecho su armadura y alas, para irse acercando lentamente hacia el extraño hombre.

-Eres el, ¿cierto? El hombre que es descrito en el diario de mi madre.

Tsukune solo frunce el ceño como hace lo mismo que Moka, deshaciendo su Youki y armadura, y observando esta interacción. ¿Acaso había algo que contaba el diario de la madre de Moka que él no sabía? Moka no le había comentado nada acerca de eso.

-No sé qué bien pudo describir tu madre en su diario. Siempre respete la privacidad de mis amigos, y Akasha siempre fue una de ellos.

-Eres el. El hombre que vino de las estrellas… el Doctor.

La sonrisa del hombre se amplía aún más, como le asiente a la joven vampiresa, -Si, así es. Ha pasado un tiempo, joven Moka. Recuerdo cuando eras una tierna niña que conocí en una noche lluviosa.

Moka solo no pudo más que mover su cabeza a los lados, tratando de discernir esto. Las historias del diario de su madre, eran reales. Claro que lo sospechaba y ese antiguo recuerdo casi lo confirmaba, pero esto ya lo hacía real.

-Pero, tu… Yo te recuerdo. Ahora lo hago… ¿Cómo?

-Tal vez seria mejor llevar esta conversación a un mejor lugar y más privado. Hay mucho que explicar, y es mejor que no sea al aire libre, con cadáveres de Goblins por toda parte. Tu amigo puede venir tambien si quieres.

Moka asintió, y con una mirada a Tsukune, quién pese a que el chico no entendía nada, solo le asintió en confirmación a Moka, para darle a entender que estaría a su lado. Es así como el trio salió del bosque, recogiendo los portafolios y útiles escolares que habían dejado tirados en el camino de tierra, como continuaron caminando por este mismo.

.

Mientras caminaban por el camino de tierra, Moka le había explicado a Tsukune en resumidas cuentas, quien era su misterioso 'profesor'. Decir que había quedado sorprendido era decir poco, por la boca abierta que casi cae al suelo de manera cómica.

Aun así, más que descubrir sobre la naturaleza alienígena del ahora conocido 'John Smith'. Era descubrir que él era un conocido y viejo amigo de la madre de Moka, Akasha. Al descubrirlo en el diario que esta misma había escrito. Y que Moka pareciera recordarlo de un encuentro de su infancia. Muchos secretos parecen envolver aun a la antigua Shinso. Para Tsukune, el tema de la madre de Moka era delicado, debido a que para el chico, ella fue aun 'Outer Moka'. Aunque aún intenta separar ambas verdades, para no lastimar a la actual Moka, sabe que es un tema que ambos deben de hablar, antes de seguir adelante con cualquier posible relación que derive de eso.

Fue en eso, cuando Moka se fijó a donde se dirigían, a una parte trasera de los edificios de dormitorios de estudiantes. Al dar la vuelta a una esquina de uno de los dormitorios de chicos, se encontraron con la vista de algo que a Moka hizo jadear. Era una enorme cabina azul, que parecía una de esas antiguas 'caja de policías' con su nombre escrito en siglas en inglés en la parte superior, con otras más escritas en la puerta.

A Moka le llegan recuerdos de esa noche lluviosa donde había visto aquella extraña caja azul. Comprobar que no había sido un sueño que había olvidado, y que todo lo que estaba escrito en el diario de su madre era cierto, le hacían sentir una ansiedad, al estar ante algo grande, pese a todo lo que había pasado para llegar hasta aquí.

El hombre que ahora se hacía llamar como el Doctor. Solo abrió la puerta de madera con una llave que guarda en uno de sus bolsillos de su pesado abrigo, como les invita con la mirada a ambos a entrar, como este lo hace. Moka solo vacila unos segundos, antes de que Tsukune tome su mano con fuerza, y volteando a mirarlo, puede denotar la mirada decidida del chico, como pasa a mirarla. Asintiendo ambos, lo harían juntos. Como el equipo que son ahora, y lo han sido desde batallas pasadas.

Al entrar por la puerta de madera azul, ambos solo no pudieron más que sorprenderse por la visión que estaban viendo. Incluso habiendo visto y presenciado otros eventos increíbles, sea de lugares similares de otras dimensiones como la escuela que existe dentro de la barrera donde se encuentran, o paisajes de ensueño como la villa de las Yuki-Onnas o el castillo flotante de Fairy Tale. Aunque sabían que muchas de esas cosas fueron creaciones por la magia, el poder sobrenatural y el enorme ingenio de los Ayashi. Esto que presenciaban ahora, pareciera algo fuera de este mundo, sus naturalezas monstruosas podían decirlo, al sentir un escalofrió recorriendo sus cuerpos.

El Doctor ya se había deshecho de su pesado abrigo, dejándolo en una de las extrañas columnas que recorrían la habitación que es donde se encuentra la sala de control de la TARDIS. Como caminaba por las rejillas metálicas que hacían de camino hacia el centro donde se encuentra el control de mando, los dos chicos vampiros caminaban a paso cauteloso, observando las inmediaciones y preguntándose como algo tan grande podía caber en algo tan pequeño como la cabina azul que habían visto afuera. No parecía ser algo mágico, ya que no podían sentir la influencia de energía demoniaca o Youki envolviendo el área. Ya que ambos como miembros de la raza de los vampiros, debían de ser buenos rastreándolos.

El Doctor solo se dedicó a tronar sus dedos, para que la puerta de la nave se cerrara automáticamente, casi que sobresaltando a los dos chicos, como se dedicaba a continuar jalando palancas, tocando botones y demás extraños artilugios que conforman el panel de control de la nave. Como los dos chicos podían observar las paredes cubiertas de corales y el zumbido de una especie de embudo bajando y subiendo dentro de un enorme cristal en el centro de mando.

-Bueno, no tienen que preocuparse chicos, he puesto algunos nuevos mandos dentro, por lo que la TARDIS no los tomara como enemigos ni actuara en consecuencia.

-¿Enemigos? –Tsukune pregunta curioso

-Si. Mi especie y la tuya no se llevaron bien. Y a pesar de que la mayoría de ambos han sido aniquilados por todo el universo, esta nave aun sostiene las antiguas directrices y 'sentidos' de amenaza contra los de tu especie, desde el momento de su 'nacimiento'. En otras veces, de que hubiese podido pasar, los hubiera desintegrado y enviado sus partículas por todo el vórtice del tiempo, aniquilando su existencia de una vez.

Esto solo causó que Tsukune tragara saliva, como Moka parecía no reaccionar, aunque el sudor que bajaba a un costado de su cabeza, desmintiese esto. Pero el Doctor solo se dedicó a sonreír, como de manera amigable levantó sus manos, tratando de aligerar la tensión del ambiente.

-Pero no se preocupen, eso no pasara aquí. No podría dejar a la hija de Akasha sufrir daño alguno. Y la TARDIS ya reconoce a Moka como su hija. A ella le costó mucho aceptar a Akasha y su naturaleza, pero con el tiempo le permitió entrar al no considerarla una amenaza y permitirle incluso viajar con nosotros unas pocas veces. Con ustedes que llevan parte de su esencia, no les costara mucho más.

Esto causó que parte de la tensión que envolvía a los dos jóvenes vampiros se liberara, como ya podían sentir que no peligraban dentro de esta extraña nave.

-Debo decirlo, aunque quería hacerlo desde el principio… Nunca pensé ver algo así, incluso con haber visto cosas asombrosas como hechos cotidianos, como la escuela dentro de la gran barrera en otra dimensión, pero esto parece distinto. Lo puedo sentir… Es sin duda, más…

-Grande por dentro –Moka terminó lo que iba a decir Tsukune, a lo que el chico asentía

El Señor del Tiempo solo no pudo más que asentir feliz, ya que es algo usual que suelen decir las personas al entrar dentro de su TARDIS, y maravillarse con el gran adelanto tecnológico fuera de este mundo.

-¿Cómo es que decías que se llamaba esta nave? –Tsukune preguntó aunque Moka ya sabía la respuesta, quería aun así escucharla de aquel ser

-Se llama TARDIS. Que significa Time And Relative Dimension In Space (Tiempo Y Dimensión Relativa en el Espacio). Y como su nombre lo indica, puede viajar a cualquier punto del espacio en este vasto universo, e incluso del mismo tiempo.

Tsukune asintió, y cuando parecía que quería decir algo más, Moka fue la que se acercó y enviándole una mirada intensa al hombre de cabello marrón, fue que comenzó a hablar, tratando de mantener su tono de voz ansiosa, y más en sintonía con uno neutral y firme.

-Tú fuiste amigo de mi madre, Akasha Bloodriver, ¿cierto? Lo leí de su diario. No sabía si pensar que solo eran historias inventadas o la realidad, hasta que recordé haberte conocido antes. Aunque tenías una cara diferente antes.

-Sí, así es. Yo también te recuerdo, joven Moka. De aquella noche lluviosa. Que bien que has crecido. Akasha fue una de mis mejores amigas. Su deseo de paz y coexistencia entre humanos y Youkais, fue uno que avalaba. Además, que se lo mucho que ella te amaba. Como no hacerlo, si estas parada aquí frente a mí. Ella dio todo de sí, su sangre y su vida, todo para hacerte vivir.

Moka trata de apretar los labios, para no dejar ver cuánto esto le afecta, como cierra los ojos unos segundos para inhalar y exhalar aire con calma, antes de abrirlos y mirar fijamente con su mirada carmesí al Señor del Tiempo.

-Si tú la conocías bien. Y la considerabas una amiga, ¿Dónde estabas tú…?

-¿Cuándo ella dio su vida en la batalla final contra Alucard? ¿O antes de eso, cuando ella no tuvo opción que darte su rosario para sellar tu poder y protegerte?

Las preguntas serias del Doctor, solo provocan un estremecimiento en Moka, como ve al hombre cruzarse de brazos y mirar a un punto perdido de la TARDIS.

-Ojalá hubiese podido estar ahí para ella, como siempre lo estuvo ella para mí. Puedo tener una nave que surca el universo en segundos o en menos que eso, o incluso que navegue en el tiempo hacia cualquier momento. No debería haber excusa que valga, y sin embargo, la tengo pero eso no me hace sentir mejor.

El Doctor solo comenzó a caminar como perdido, por su mente pasando distintos recuerdos que llegan a su mente, recuerdos que le han atormentado desde hace tiempo. El solo convido a la chica vampiresa a sentarse en el asiento acolchado a un lado de la sala de control, como él se recuesta en una de las barandillas que les rodea. Pareciera luchar con lo que va a decir, pero decide mirar fijamente a la chica de cabello plateado, la cual se sintió cohibida al observar el brillo de esa mirada de ojos marrones, que parecían más viejos de lo que su apariencia mostraba. Más viejo que cualquier otro ser, que ella pudiera recordar.

-No te voy a mentir o intentar escapar con mucho de mi parloteo incesante, que muchos me acusan. Te debo la verdad, por ser la hija de unas de las pocas amigas que sostuve con quién yo podía abrirme, tras casi perderlo todo.

Moka solo enarcó una ceja, como Tsukune se hacía a un lado, dándoles el margen a ambos, ya que parecen una conversación que ambos necesitan tener.

-¿Te refieres a la Guerra del Tiempo? –Moka pregunta y eso provoca que los ojos del ser extraterrestre se abrieran casi que cómicamente

-¿Cómo te enteraste de eso?

-El diario de mi madre lo nombró, fue antes de su batalla final contra Alucard hace dos siglos. No le di mucha importancia a eso la primera vez, pero ahora solo hace más que preguntarme muchas cosas.

-Por supuesto –El Doctor solo la miro entrecerrando la mirada, mirándola intensamente unos segundos, como debatiendo que decir, que hacía que la chica se pusiera incómoda, antes de que este suspirara y continuara

-Bueno. A muchos efectos, ya te habrás enterado de que esa guerra repercutió en toda la creación, afectando las vidas de muchos seres sintientes. La enorme guerra que enfrento a mi especie, los Señores del Tiempo de Gallifrey contra una raza belicosa que llamamos los Daleks. Hubo muchas pérdidas incalculables, pero para hacer corto el cuento. Todos murieron en ese conflicto, trayendo un fin definitivo a este, tras una eternidad de lucha.

-¿Todos? –Moka preguntó abriendo los ojos de la sorpresa

-Si. Todos. Mi raza, junto a los Daleks. Y muchas especies tambien del universo en el fuego cruzado. Ahora solo quedo yo. Viajando en la última TARDIS de la existencia, viajando por el universo. Solo. A veces acompañado, pero mayormente estoy así.

-Lo siento mucho.

Fue Tsukune quién había dicho eso con tristeza y un dejo de simpatía. No podría ni imaginarse que todos los que amaba muriesen, sean sus familiares, amigos y demás. Quedando como el único ser de su raza-antes humana, ahora vampiro-en todo el planeta. Sería terrible vivir así, si es que podía soportarlo. Sentía que Moka tambien sentiría lo mismo.

Y la joven vampiresa lo hizo, como la mirada intensa de sus ojos carmesís no pudo más que suavizarse como esta hablo con un dejo de calidez y tristeza a partes iguales.

-Lamento oír eso.

El Doctor solo atinó a dar una sonrisa triste, como negando después con la cabeza, prosiguió con su relato:

-Es tras eso, que he viajado solo. Aunque suelo recoger algunos acompañantes humanos en el camino, mientras nos divertimos viajando en compañía, yo y mi nave. Pero ellos suelen irse después de un tiempo, de un modo u otro.

El Doctor parecía cabizbajo por lo último, pese al tono jovial con que describió a sus anteriores compañeros.

-Aunque no los culpo. Tienen que sus propias vidas. Y tras todo lo ocurrido con la Tierra robada junto a demás mundos, entendí que querían continuar cada uno su camino.

-¿La Tierra fue robada? No recuerdo eso–Tsukune pregunta curioso de todo lo que escucho, no dimensionando la gravedad de las palabras del ser alienígena

-Eh, si –El Doctor se frota la barbilla como trata de continuar –lo sabrán en unos pocos años. No todavía. Créanme, que será de lo más loco que experimentaran.

-¿Mas que incluso que el mundo humano se entera de la existencia de los Youkais? –Moka pregunta con el ceño fruncido

-Bueno, sí. Ahora es algo que la gente mantiene muy presente por ser un hecho reciente. Pero lo mismo será con los hechos que pronto llegaran. ¿No se habrán enterado ustedes acerca del incidente de la nave alienígena estrellándose en el Big Ben en Londres o la enorme nave sobrevolando sus cielos en el día de navidad?

Ambos chicos se miraron con dudas, aunque asintieron reticentemente al recordar a medias sobre esos hechos.

-Los habíamos olvidado. Con todo lo acontecido el año pasado con enfrentar a Fairy Tale y este año, tratando de regresar a nuestras vidas y a los estudios, como intentamos sobrevivir a intentos de asesinatos, enviados por los restos de esa organización. Yo y los demás, no lo habíamos tenido en cuenta, ya que eso parece suceder al otro lado del mundo, y el incidente de la batalla en el mundo humano ocurrió mayormente en Japón.

Las palabras de Tsukune deberían dar esa explicación. Lo que el Doctor asiente, como cruzándose brazos, decide continuar:

-Bueno, no es algo que tengan que preocuparse. No ahora. Lo importante es que quiero que entiendan, sobre todo tu señorita Akashiya. Que debido a que soy el último de mi raza, muchos hechos han comenzado a cambiar en el universo y las leyes que antes las regían. La magia que antes se consideraba una ley volátil y caótica, que fue suprimida por las leyes de los Señores del Tiempo, esta recuperando poco a poco su lugar de nuevo en el universo. Por lo que si considerar eso bueno o no, dependerá con el 'tiempo'. Tengo que ir por ahí, a veces deteniendo seres que podrían convertirse en una amenaza a muchos mundos, y en otras, deteniendo injusticias pequeñas pero importantes.

-En todo ese tiempo. Muchas veces, por irónico que suene, no suelo llegar a 'tiempo' para ayudar a detener las tragedias que puedan ocurrir, sobre todo en este mundo. Y cualquier intervención a la línea de tiempo, tratando de cambiar los hechos sin un cuidado sutil, podría dar lugar a paradojas que dependiendo de qué tan grandes o pequeñas sean, podrían desgarrar la línea de tiempo, destruyendo gran parte de una sección del universo. Eso si no intervienen antes los Segadores.

-¿Segadores? –Tsukune pregunta extrañado

- Los Segadores son seres buscan las alteraciones en el tiempo, como por ejemplo las paradojas temporales, dejan entonces el vórtice del tiempo, y 'esterilizan' la zona, devorándolo todo, sienten predilección por los seres con energía temporal y por las cosas más antiguas. En una línea de tiempo alternativa de la Tierra, devoraron a todos los seres vivos del planeta para reparar una simple paradoja.

Esto causó que un escalofrió subiese por la columna de ambos Tsukune y Moka. Imaginar que existiesen criaturas de esa índole, no sabrían si incluso ellos dos pudiesen hacerles frente.

-Por esa razón, es que siempre lamento el no haber aparecido antes cuando el mundo estaba en peligro, o algunos de mis antiguos acompañantes o demás personas me necesitaban. Esto claro, tratándose de amenazas fuera de este mundo. Ya que las tragedias que la humanidad se infringe en sí mismos o a otros, es algo que no puedo cambiar como sus propias naturalezas.

Ambos chicos se quedan pensativos por un momento, pensando en todas las implicaciones, como Moka decide preguntar:

-Profesor… quiero decir…

-Puedes llamarme por mi nombre, señorita Akashiya. Eres la hija de una amiga muy especial para mí. Puedes hacerlo.

-¿Tu nombre es el Doctor? –Tsukune pregunta frunciendo el ceño ya que le había llamado la atención eso antes

-Es el título que me di a mí mismo hace tiempo, para darme a conocer. Los otros nombres como 'John Smith' los uso de incógnito. Y es todo lo que diré acerca de eso – Terminaba el Doctor cruzándose de brazos con una expresión muy seria

Eso zanjaba cualquier tema en referencia al posible nombre 'real' del Doctor, que sigue siendo un misterio. Moka solo negó con la cabeza, no decidiendo darle importancia a eso, ni su madre le dio importancia a eso o no lo mencionó en su diario, no importaba.

-Doctor… Referente al hechizo de auto destrucción que mi madre y los otros Señores Oscuros usaron para desaparecer. ¿Es posible que exista…?

-¿Un método del que podrían haber sobrevivido? –El Doctor termina por ella

Moka asentía ante la pregunta del Doctor, como Tsukune trata de no parecer ansioso, recordando la imagen de la otra Moka peli rosada, que aun lleva en su corazón.

El Señor del Tiempo parece pensarlo durante un minuto, como niega con la cabeza, como pasa a mirar a la joven vampiresa a los ojos. Sentir el peso de esa mirada antigua casi descoloca a Moka, pero mantiene su postura firme, incurriendo en su orgullo como vampiro de una raza de elite.

-No. No creo. El hechizo fue una versión mejorada del dispositivo cuántico que se usó para intentar sellar por primera vez a Alucard. Touhou Fuhai y yo habíamos desarrollado aquel dispositivo, usando mis conocimientos cuánticos y espacios temporales con ayuda de su incipiente magia. Pero claro, las cosas no salieron como esperábamos, debido a que tal dispositivo completamente nuevo que unía ambas ramas de la magia y ciencia adelantada, no pudieron congeniar bien, lo que conllevo fallos. Como que Akasha quedara encerrada dentro de Alucard, ambos suspendidos en el tiempo. Hasta que años más tarde, Fuhai, Mikogami y yo, pudimos trabajar en un ambiente mejor y menos estresante, para intentar liberar a Akasha.

-En sí, el rosario que tenías que sellaba tus poderes, joven Akashiya, tambien fue una versión mejorada del anterior dispositivo que era necesario para desintegrar a Alucard cuánticamente en pequeñas partículas subatómicas, y arrojarlas hasta desaparecer por completo en el Vórtice del Tiempo. Pero este se había disuelto en el interior de Alucard con el tiempo, y una parte del cuerpo y esencia de Alucard se fusionaron con Akasha. Por lo que había que crear un nuevo dispositivo. El rosario tambien sirvió porque cargo una parte de la esencia o conciencia desplazada del tiempo de Akasha que dio lugar a tu 'Clon', tu otra personalidad conocida como 'Omote' o 'Outer Moka'. Solo que sin sus anteriores recuerdos, debido a que era como una especie de 'pantalla protectora' para tu emergente Youki que desencadenara tu transformación en Shinso y el despertar de Alucard. El dispositivo era como una versión miniatura de la Matrix de mi mundo, donde se guardaban las conciencias de los fallecidos Señores del Tiempo.

-Al activarlo nuevamente, al hacer contacto en el cuerpo del clon de Alucard, el rosario resonó con el anterior dispositivo disuelto en la carne de aquel Shinso, provocando el traer de regreso a la conciencia dormida de Akasha, que se había fusionado anteriormente con el Nosferatu. Creando un nuevo cuerpo de su carne fusionada. El hechizo que los Señores Oscuros usaron en conjunto para activar la función principal de ambos dispositivos para cuya tarea fue que estos fueron creados, fue para ayudar a disolver sus cuerpos cuánticamente, junto al del 'Primer Ancestro' para evitar su regeneración y esparcir sus átomos diminutos por todo el Vórtice del tiempo. En pequeños átomos que irían desapareciendo hasta la nada absoluta, mientras navegan por todo el espacio-tiempo por toda la 'eternidad'.

Moka solo bajo la cabeza cabizbaja, comprendiendo que no había oportunidad de que su madre regresara. Ya lo sabía, pero ser confirmado era todavía un dolor en su corazón. Tsukune solo volteo su mirada, no dejando que su mirada triste con sus ojos brillosos se denotara. No quería llorar ahí a la vista de todos. Tendría que llegar a una realización de que la otra Moka se había ido para siempre, y continuar con su vida. Entre más pronto, mejor. Las chicas merecían su sinceridad, al menos.

Mientras sucedía eso, el Doctor se acercó a la consola, y oprimiendo unos cuantos botones, fue que comenzó a hablar de nuevo:

-Bueno, como no quiero que el ambiente se ponga de ese modo triste y bastante sentimentalista. Les convido a seguirme, quiero mostrarles algo increíble a las afueras de esa puerta.

El Doctor les convido con señas a seguirlo, y es así como ambos vampiros Shinso, siguieron al extraterrestre. Cuando el hombre de cabello marrón, les voltea a mirar a ambos chicos con una sonrisa misteriosa, que hacia enviar escalofríos a ambos jóvenes. Cuando él decide abrir las puertas de madera y mostrarles la visión de que ahora, ya no se encontraban en ese momento en su planeta, la Tierra.

Sino orbitando por encima de la atmósfera de esta. Como se podía observar la nave extraterrestre en forma de cabina de policía azul británica, sobrevolar alrededor del planeta a paso lento, como ambos chicos observaban embelesados la visión de su hermoso planeta. Como el Doctor se retiró a espaldas de ambos chicos, dejándoles el mayor campo de visión a ambos, como las expresiones de incredulidad, embelesamiento y atisbo de felicidad podía denotarse en ambos vampiros.

-Es un hermoso lugar, este planeta. Quizás mi favorito de toda la creación. Puedo entender porque es que Akasha batalló y se sacrificó tanto por su sueño. Los seres humanos pueden realizar hazañas maravillosas pero tambien realizar las peores pesadillas. No soy ciego a sus fallas. Ni tampoco lo fue Akasha. Ella vivió más tiempo en la Tierra, que yo durante todos mis viajes y estadías. Por lo que sé que ella lo entendió mejor.

-Sé que ella dejo su sueño con ustedes. A quiénes amo más que nadie. De que algún día, puedan la humanidad y Youkais convivir juntos.

Moka y Tsukune recuerdan ambos las palabras de Akasha, en la batalla final contra Alucard. Donde Akasha les había dejado su misión de buscar la paz y coexistencia en ellos, las nuevas generaciones. Ahora que la humanidad había descubierto de su existencia, sería una enorme lucha adherirse a esos principios de manera fuerte como la madre de Moka lo hizo. Eso solo hizo que ambos chicos admiraran la fuerza de la líder de los Señores Oscuros, la Nosferatu Bloodriver.

Fue en eso que las manos de Tsukune y Moka gravitaban sin querer la una hacia la otra, hasta tocarse, lo que provoca que ambos chicos se miraran sonrojados, pero que debido a la situación y atmósfera, ambos tomaron fuerza para sujetarse de la mano del otro, como la apretaban y asentían sonriendo feliz el uno al otro, antes de pasar a mirar nuevamente el gigante azul que es su hogar.

El Doctor les dejó unos minutos de reflexión y contemplación, como tambien admiraba la vista de aquel par, los herederos del sueño de Akasha. Algo que lamentaba era no haber estado ahí en la batalla final. Pero sabía que uno de sus defectos era no buscar una despedida final. No le gustaban mucho. No después de lo que le tuvo que hacer a Donna Noble, borrándole sus recuerdos para evitar que su cabeza explotara por no poder soportar la energía y esencia de un Señor del Tiempo. No ha llevado compañeros desde entonces, quizás sea momento de cambiar un poco eso.

-Bueno. Ya que estamos aquí. ¿Por qué no mejor seguir y probar las maravillas de viajar no solo en el espacio sino en el tiempo?

Ambos chicos se voltearon sorprendidos por eso, como el Doctor solo llevaba sus manos a sus bolsillos y les miraba con una mirada expectante.

-¿A dónde podríamos ir? –Tsukune pregunto de manera ingenua, aun siéndole todo aquello que experimentaba muy difícil de creer, pese a todo lo antes vivido en el mundo sobrenatural

-A un lugar muy especial para los tres. Síganme. Tengo algo… O a alguien muy importante que mostrarles.

Fin del capítulo.

Notas de autor:

Aquí la tercera parte. Pronto la estaré llevando a su fin, ya que es una historia que no pensé que se alargara tanto. Aunque la idea de una secuela no está lejos de concretarse. Y si tengo inspiración, podría hacerla. Pero necesitare comentarios de los lectores, para ayudar mejor en el tema de inspiración.

Mucho del lore y cronología de Doctor Who y Rosario to Vampire, tuve que pensarlo bien para que encajara. Aquí tomamos obviamente un tiempo después del final canon del manga de RosarioVampire. En Doctor Who la tomó poco después del final de la cuarta temporada de la nueva serie, tras el episodio final de "El fin del viaje".

Ambas obras toman lugar a mediados de los años 2000's. Tanto para enfatizar el tiempo moderno en que Doctor Who se ambienta en el programa durante las temporadas del Décimo Doctor, y el tiempo en que el manga de Rosario to Vampire se publica, y se transmite en la obra. No enfatizo el año concreto, para dejarlo a la opción de los lectores, pero es durante esos tiempos de la década del 2000, en que se ambienta.

Pongan mucha atención a los Easter Eggs (huevos de pascuas) que dejo por ahí. Pueden ser muy interesantes como referencias o ser muy importantes a futuro para la historia.

Espero terminar pronto esta pequeña historia, y continuar para terminar las otras historias que 'abandone' hace tiempo como las de Gundam, To Aru Majutsu no índex, etc. Y escribir más historias de esos universos de anime que tanto amo.

Un saludo a todos los demás Whovian, de parte de otro fan del Whoniverse. Hace tiempo que no regreso a este universo a escribir. Espero hacerlo más seguido a futuro, así sean con pequeños One Shot.

Aunque solo sean de las temporadas clásicas, las primeras diez temporadas del Nuevo Who, y demás materiales del UE (Universo Expandido). No tomo a consideración como NADA canónico, después de la temporada diez, tras las despedidas de Capaldi y Moffat. Las razones, ya deberían ser conocidas. NO es canon nada desde la temporada 11 en adelante. Punto.

Y un saludo para los fanáticos de Rosario to Vampire. Que ojala sea una serie que no sea olvidada ni pasada desapercibida. Y que sigan escribiendo historias épicas acerca de esta obra.

Es todo. Espero regresar al ritmo de publicar para otros Fandom de los cuales soy fan. Así sean pequeñas historias cortas de momento.

Me despido, Saludos.