Ranma 1/2 y sus personajes no me pertenecen, son absoluta propiedad de la extraordinaria y cruel Rumiko Takahashi.
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Hoja de lino
Capítulo 1
— Número —
Aunque era marzo, hacía mucho calor. El invierno se fue pronto ese año, sin duda tenían un año con cambios de estación apresurados. Decidió que bajar el vidrio era su única solución, recordaría llevar a reparar la calefacción del auto, eso si no quería terminar con un caso de insolación. Solo esperaba tener el tiempo suficiente, llevaba una vida ocupada, tanto así que tenía encima a su madre con la cuestión de la familia e hijos, apenas tenía 30 años en ocasiones su madre exageraba, suerte con las mujeres claro que la tenía, nunca le faltaba alguna fémina para pasar la noche y sentirse acompañado en su espaciosa cama, solo que ninguna le atraía lo suficiente como para llevarla al próximo nivel, estaba bien de esa forma, así era su vida y no tenia porque complicarse.
Se detuvo en el semáforo mirando sin interés a las personas pasar por la línea cebra, gente totalmente metida en su propio mundo y con muchas cosas que pensar. Era aburrido esperar el cambio de luz, un simple balanceo involuntario de sus dedos sobre el volante siguiendo el ritmo de una canción inexistente, acompañaba su espera. Aceleró al ver cambiar la luz, iba un poco tarde por culpa de su mascota quien había decidido perseguir un gato que se había colado en el jardín, su perro compartía esa intolerancia hacia los felinos al igual que él. Todo fue culpa de una mala experiencia en la niñez, donde por su curiosidad se había acercado a una manada de gatos callejeros llevando consigo unos rollos de pescado, que su madre le había pedido comprar, lo habían perseguido sin cansancio y había salido herido de ese altercado, hubiera solucionado todo soltando la bolsa, pero nadie lo podía culpar de no haberlo pensado de esa forma, solo tenía 7 años y estaba asustado, esa era la razón por la que no le gustaban los gatos.
Dio vuelta en la calle aledaña disminuyendo la velocidad poco a poco. Si algo también odiaba eran esas luces intermitentes de color rojo y azul, tenía un rango leve de sensibilidad a la luz, le descolocaba un poco. Apagó el motor para luego cerrar la puerta de un portazo, antes de comenzar a caminar, topándose con cintas amarillas que rodeaban el área. Durante los últimos meses se habían venido suscitando múltiples asesinatos, no era común en una ciudad tranquila como Nerima, ahora ese panorama era bastante repetitivo, ver algunos carros de policías y cintas de advertencias por las calles, solo esperaba que todo terminara pronto.
— Teniente, lo estábamos esperando — saludó un hombre alto de contextura delgada y ojos puntiagudos.
— ¿Testigos? — preguntó siguiendo su andar pasando entre algunos oficiales de policía que lo saludaban con un leve asentimiento.
— Tenemos el testimonio de la vecina, una mujer mayor de 60 años. Declaró que la última vez que lo vio fue hace 6 días, según su declaración llegó el día sábado alrededor de las 20:00 pm en estado de ebriedad, lo notó balancearse antes de ingresar a la casa, mencionó que era común verlo llegar en ese estado seguido. Luego no lo vio salir más de la casa.
— ¿Quién encontró el cuerpo? — se colocó los guantes antes de abrir la puerta de la casa.
— Oficiales. Venían a entregarle una boleta de apremio al sujeto. Tenía que haber cancelado la pensión alimenticia de sus hijos hace más de 2 semanas, su ex esposa estuvo intentando comunicarse por días y al no recibir respuesta, solicitó lo mencionado. Por palabras de ella la última vez que supo de él fue a inicios de marzo, dónde tuvieron una fuerte discusión por la misma cuestión.
— ¿Las cámaras?
— Ya fueron revisadas, no hay ningún rastro de que alguien ingresara durante esos días, ni que saliera de la casa durante ese tiempo — mencionó leyendo sus apuntes.
— Hagan una revisión de mínimo 3 semanas atrás, todo lo que parezca fuera de lo normal lo quiero detallado en el reporte — caminó por la casa observando el pasillo.
Fijó su mirada en el piso buscando algo fuera de lo común, según se adentraba a la casa percibió olor a cerveza y a cigarrillos, mezclado con el olor a putrefacción proveniente del cadáver. Se encontró en la sala donde todo era un desastre, en la cocina pudo ver trastes sin lavar, sin duda el hombre no llevaba una buena vida. En el centro de la sala, atado en una silla estaba el cuerpo, fue reduciendo la distancia aún analizando los alrededores, buscaba algún signo de lucha o resistencia, pero todo parecía normal entre comillas, ninguna pisada visible en el suelo. No había rastros de sangre, fue un asesinato limpio. Torció el gesto mirando el cuerpo, era un hombre grande quien sea que lo haya matado debía ser bastante fuerte para poder con alguien así, se acercó aún más detallando si había sido golpeado, tenía múltiples golpes en la cara también se distorsionaban por la decoloración que sufría el cuerpo. Su boca estaba envuelta en cinta transparente y en la nariz tenía tapones de algodón, ¿Asfixia? es lo que podía deducir a simple vista. Con cuidado retiró el tapón, para luego agacharse, encendió la linterna y visualizó que aún tenía otro tapón en el fondo de la cavidad nasal, le entregó el tapón que había sacado al oficial quien lo guardó inmediatamente como evidencia. Sostuvo con cuidado el trozo de papel que estaba pegado en el pecho de la víctima, el número 15 se hacía visible, un trozo de hoja de lino, el claro mensaje de quién era el asesino. Esa era su marca personal, la marca del asesino de la hoja de lino, quien llevaba 15 asesinatos contando a ese hombre frente a él, durante 6 meses lo había perseguido y se encontraba en un camino sin salida, era un maldito enfermo y así mismo no dejaba rastro, no podía estar de peor humor cuando todas las pistas que encontraban eran simplemente insuficientes para formular un posible culpable. Pero esto estaba apenas comenzando, ese asesino serial era su presa, él jamás dejaba escapar a sus presas y juraba por su nombre que lo atraparía sin importar nada.
— Ordena que revisen cada centímetro del lugar, quiero cualquier prueba posible. En mi oficina necesito todos los resultados, que procedan con la autopsia lo más pronto posible — se quitó los guantes y salió del lugar. Antes de irse revisó los alrededores en busca de cualquier indicio que fuera de ayuda. Hizo el recorrido hasta la entrada y miró el ángulo de la cámara por dos ocasiones.
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Viernes 12 de marzo 2024
Nombre: Taki Mashiro
Edad: 45 años
Lugar de residencia: Nerima N7398
Causa de muerte: Asfixia
Fecha de muerte: Sábado 6 de marzo aprox.
Estado civil: Divorciado
Antecedentes penales: Si
El sujeto presentaba golpes en el rostro, el resto del cuerpo no presenta lesiones visibles.
Fotos adjuntadas
Poseía múltiples tapones de algodón en la cavidad nasal lo cual llevó a la muerte impidiéndole respirar, su boca fue cubierta con cinta transparente. La cavidad nasal presentaba signos de manipulación, lo cual estipula qué fue torturado antes de morir, no se encontró huellas distintas a las del occiso en el lugar del crimen, no se encontró rastros de evidencia relevante. Las puertas de la casa y ventanas no fueron forzadas. En las cámaras aledañas no se visualiza ninguna visita al occiso durante las últimas semanas.
Se adjunta la grabación.
Le dió a reproducir al vídeo durante horas, hasta que llegó al día sábado en la noche. Prestó atención al verlo llegar a la casa, notó al individuo salir de su auto y caminar en forma irregular, tardó en abrir la puerta varios segundos antes de ingresar a la escena del crímen. Mientras miraba el vídeo reproducirse, suspiró con cansancio había llegado al día donde lo encontró la policía y no había rastro de que alguien ingresara, la ubicación de la cámara era el problema solo tenían un ángulo frentero, el asesino sabía eso e ingresó por la parte de atrás, tendría que volver a visitar el lugar e intentar conseguir alguna grabación en ese ángulo.
— Saotome — mencionó frente a la máquina.
— Capitán — respondió bebiendo su café.
— ¿Cómo va el caso? — torció la cara al probar su taza de café.
— Con mucho por delante, pronto tendremos algo. Volveré a la escena para recolectar nueva información — aseguró dando algunos pasos y tomando asiento.
— Antes de eso — se giró para verlo —. Necesitan tu declaración sobre el robo en el supermercado, me llamó la fiscal que está a cargo del caso. Me dijo que te ha escrito algunas veces y no consigue respuesta de tu parte.
— He estado ocupado — agitó la carpeta que tenía en la mano en el aire.
— Es eso o que no te agrada esa fiscal — sonrió de medio lado mirándolo.
— Serían ambas, Hinako Ninomiya no es alguien con la que me guste tratar — había tenido algunas discusiones con dicha mujer, nunca lo veía con buenos ojos.
— Eras un chico problemático en tu juventud — recordó cómo tuvo que verlo en múltiples ocasiones en la comisaría por peleas callejeras.
— Eso ya es pasado, ahora le doy problemas a otros — mencionó sin darle importancia.
— Bueno igual, termina con ese asunto — ordenó mientras se alejaba.
Lo que le faltaba, tener que aguantar a esa mujer nuevamente.
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Se cubrió la boca intentando contener su bostezo, eran aproximadamente las 17:30 y tenía que rendir su declaración, había mucha gente por los pasillos, lo normal en la fiscalía. Bueno eso era lo menos importante, quería terminar rápido con eso y concentrarse en su investigación, debía hacer una reconstrucción de los hechos. Si algo no le terminaba de encajar es como ese hombre pudo ser sometido sin oponer resistencia y por qué no había rastro de enfrentamiento en la casa, ¿Conocía al asesino y fue tomado por sorpresa? Era una posibilidad. Podía haber sido amenazado con un arma y por eso también obedeció sin oponerse, otra posibilidad.
Sintió que golpeó con algo y retrocedió trastabillando varios pasos.
— ¿Puede fijarse? — dijo una voz con molestia.
Levantó su mirada para toparse con unos ojos marrones amenazantes. Levantó la ceja sin entenderla.
— Fue un accidente, lo siento — dijo sin más y la notó bufar molesta. Luego la vio agacharse y comenzar a murmurar cosas sin sentido. Era graciosa, una mujer de aproximadamente 1.60, buen cuerpo y bastante joven, en comparaciones a las personas que trabajaban en ese lugar, cabello azul oscuro y un rostro bonito. No recordaba haberla visto antes.
Tampoco era un bruto así que decidió ayudarla a recoger los papeles, se agachó junto a ella. No creía que fuera solo su culpa, ella debió ir distraída, pero no dejaba de recibir una mirada de molestia por parte de la mujer junto a él. Al agarrar uno de los papeles vio algo que llamó su atención.
Caso 1607371 - "Hoja de lino"
Releyó lo que decía en el principio y se sorprendió al ver toda la información detallada de cada asesinato y anotaciones pegadas con papel adhesivo de colores. Intrigado revisó los demás papeles y en todos había mucha información del caso.
— Si terminó, agradecería que me entregará los papeles — pidió cruzada de brazos en un tono nada amable.
— ¿Por qué tienes esta información? — preguntó aún leyendo las hojas.
— ¿Por qué será?
— Hablo en serio — aclaró mirándola directamente y ella permanecía inexpresiva.
Ella resopló antes de responder.
— Soy una fiscal, por si no lo sabes es el trabajo de un fiscal investigar los casos y este en particular me fue recientemente asignado — explicó —. Ahora quiero los papeles... — lo observó con detenimiento —. ¿Oficial? — preguntó al ver su placa.
— Teniente Saotome — se presentó —. Estoy a cargo de este caso desde hace algunos meses, por eso me parece interesante esta información y no sabía que un fiscal estaba en la investigación también.
— Ahora lo sabe, Teniente Saotome — extendió la mano esperando que le entregara los papeles.
— Es un buen trabajo — elogió mirándola —. ¿Eres nueva? — volvió a preguntar.
Le arrebató los papeles de las manos, ganándose una queja de parte de él.
— Gracias, pero no me gusta que la gente desordene "mi trabajo" — acusó ordenando todo en la carpeta.
— ¿Desde cuándo estás investigando sobre esto? — cuestionó con interés y sin perderla de vista.
— Una semana aproximadamente — dijo mientras comenzaba a irse.
— Poco tiempo — silbó en sorpresa —. ¿Trabajas aquí desde hace poco? aunque no creo haberte visto antes — la seguía de cerca.
— Como desde hace un año. Era asistente de la fiscal principal, le sorprendieron mis habilidades y fui ascendida a fiscal hace algunos días. Aunque mayormente hacía trabajo de oficina, así que no me sorprende que no me conozcas.
— Eso tiene mucho sentido, me interesa la información que tienes ahí — señaló la carpeta haciéndose a un lado para dejar pasar a algunas personas —. Creo que ya que ambos estamos en el mismo caso, deberíamos colaborar — se puso de espaldas contra la pared viéndola abrir la puerta.
Akane lo observó.
— Tenía que ponerme en contacto contigo, solo que he estado ocupada. Así que de alguna forma fue un encuentro que nos ahorró tiempo a ambos — notó al hombre poner una cara de molestia —. Te dejaré leerlo — propuso a forma de disculpa. Sus días eran estresantes, tanto así que olvidaba detalles.
— Tampoco es como que tengas otra opción — primero lo trataba mal y ahora intentaba quedar en buenos términos.
— Intento ser amable. También quiero ver los informes que tengas, ayudará mucho al caso — sonrió.
Interesada.
— Oh, claro. Cómo diga, Fiscal, ¿Cuál es tu nombre?
— Akane Tendo — respondió aliviada, al fin había abierto la puerta. Siempre le daba problemas al abrir, debía pedir que repararan la cerradura.
— ¡Saotome! — se escuchó un grito y automáticamente se giró para ver a la mujer a varios metros.
— Ya me encontró esa bruja — murmuró despacio y luego recordó que estaba junto a Akane.
— ¿Bruja? — repitió de la misma forma.
— Que sea un secreto, esa señora con cara de madrastra, no me soporta. Mejor dicho ninguno de los fiscales — caminó en dirección dónde estaba la Fiscal Ninomiya —. Hablaremos luego — volvió sobre sus pasos para leer el número de la oficina, bajó la mirada extrañada de Akane —. Solo estoy memorizando el número, nadie me daría información aquí — declaró antes de marcharse.
Era un hombre extraño, aunque le tocaría intentar llevarse bien con él. Después de todo, ambos debían trabajar en el mismo caso. Cerró la puerta dispuesta a seguir trabajando.
Continuará…
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Saludos preciosuras
No debería comenzar otra historia cuando tengo pendientes otras. Pero bueno aquí está. La temática es algo simple "casi" siempre tengo algunas ideas locas, pero quería intentar escribir algo de este género con nuestros protas como estrellas.
Gracias por leer y sé que están ahí lectores que miran secretamente.
Nos vemos pronto.
