Chapitre 12.2
1/3 True Feelings
Dicen que los niños no se dan cuenta de las cosas, pero es una mentira.
El se daba cuenta de las peleas en su casa, de las palabras groseras y los malos tratos entre sus padres por más que le dieran jugetes, besos y abrazos a él.
Sus padres se casaron demasiado jóvenes, ni siquiera habían entrado a la universidad. Paul Kurtzberg conoció a Lena Petit en el último año de preparatoria, cuando él fue a estudiar un año a Francia como parte de un intercambio escolar.
Sobra decir que se volvieron locos de amor, inseparables y condenados a la separación desde el primer día de novios. Intentaban no pensar en ello, en que su amor sería eterno, pero conforme se acercaba la graduación Lena veía lo inevitable.
— ¿Te casarías conmigo?— Dijo Paul el día de la graduación, antes de recibir los diplomas le estaba dando a Lena un anillo de compromiso. Ella se quedó boquiabierta, con una sonrisa bailando en sus sonrojadas mejillas—. Ven conmigo a Estados Unidos y vivamos juntos.
— ¡Si!
Gritó, besó a su prometido y él le puso el anillo.
Se casaron en Francia para que los padres de Lena estuvieran en la boda, se fueron a Nueva York como una pareja enamorada.
Paul iba a empezar la universidad, Lena pospuso un año para primero estudiar inglés, necesitaba comunicarse con todos para poder después estudiar.
Miel sobre hojuelas los primeros meses.
La miel empezó a jalar a las moscas, pero lograron espantarlas.
Lena dio la feliz noticia.
— Je suis enciente !
Gritó emocionada en una cena familiar con los padres de Paul. La abrazaron, se emocionaron, preguntaron cuantos meses tenía y si ya sabía el sexo del bebé. Nathaniel llegó a una familia que lo esperaba, que lo amo y consintió en cada pasó y llanto que dio.
El problema fue que aunque ya eran una familia, su padre nunca aprendió a tener una familia. Lena y Nath siempre estaban solos, a veces con los abuelos del niño; raramente con su padre. Paul prefería siempre estar en la universidad, en el trabajo, en la oficina y ofreciéndose a ser quien hablará con los clientes. Paul amaba a su hijo y a Lena, pero no sabía quedarse con ellos y darles prioridad.
Lena no aguantó más y pidió el divorcio, Paul no peleó con ella ni cuando le dijo que se iría a París con Nathaniel. La historia duró muy poco.
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Like rain in the middle of summer, the dry, bareness moistens, your smile is bright.
Nathaniel llegó a Francia en su última primavera antes de entrar a la escuela, lo cual era bueno, porque su vocabulario era un desastre. Hablaba lo que algunos catalogan como franglais , sus oraciones en inglés con muchas palabras en francés, a veces siendo lo contrario. El tiempo con sus abuelos maternos y su madre volviendo a su idioma materno le hizo empezar a comunicarse más en francés.
Pero los niños en su primer día de clase no perdonaron sus deslices.
— No entiendo lo que estás diciendo.
— Siempre hablas muy raro.
Nathaniel olvidó su bolso de crayones en casa. Estaba emocionado, eran nuevos y sus abuelos le dieron de todo tipo: colores de piel, con brillos, colores pastel y metálicos. Solo quería colorear todas las tardes y por eso mismo olvidó regresarlos a la mochila.
Le pidió a unos niños si le podían prestar sus crayones para poder hacer el dibujo de su animal favorito que les pidió la maestra, pero la palabra " crayon " la dijo en inglés y los niños se burlaron de él porque creían que no sabía hablar.
Nathaniel, con sus ojos llenos de lágrimas dijo " Please " y los niños siguieron diciendo que hablara bien y no fuera un llorón.
— ¿Quieres crayones?— El niño de la mesa de al lado volteó. Adrien. Recuerda cómo se escribe su nombre, pero le cuesta decir su nombre —. Ven a nuestra mesa, acá te los prestamos.
Nathaniel tomó las cosas de su mesa y se fue a sentar con ellos. Nino (el nombre más fácil de la clase) les enseñó la lengua a los otros niños y se empezaron a hacer ruidos y trompetillas.
— Hablas en inglés, ¿verdad? Lo sé porque mi papá me ha estado enseñando inglés— dijo Adrien, Nathaniel tímidamente asintió— ¿Ves, Nino? Te lo dije.
— Ya, lo siento, Nathaniel. Aunque hablaras raro no deben meterse contigo esos tontos.
— ¡Más tonto eres tú!
Volvieron a pelearse de mesa a mesa, Adrien se estaba riendo y Nino también se empezó a reír.
— ¡Niños!— llegó la maestra, se puso entre las mesas y los regañó por no estar trabajando en lo que les había pedido—. Si los vuelvo a ver peleando les diré a sus mamás que son niños malos.
La maestra se fue y todos se concentraron en sus mesas. Adrien partió a la mitad sus crayones y Nino hizo lo mismo con los suyos.
— Toma, estos son para ti.
— ¿Por qué los rompen? Mañana voy a traer los míos.
— Es mejor así, para no pelear si queremos uno al mismo tiempo— dijo Adrien.
— ¿Qué vas a dibujar, Nath?— preguntó Nino—. Yo dibujaré una tortuga gigante.
— Una cabra…
— ¿Cómo es eso?
A partir de ese día Nathaniel se sentó con ellos, para siempre.
Al día de hoy le da vergüenza admitir que lloraba demasiado en el kinder. Los niños le molestaban porque aún se le barrían las palabras, porque su papá no asistía a los eventos y porque era un bebé llorón . Adrien le defendía siempre y Nino se iba a los golpes muchas veces contra quien se metía con ellos.
Dejó de ser un llorón cuando Adrien perdió a su papá.
Nino y Adrien no fueron al entierro, las mamás de los tres niños estuvieron de acuerdo que no era un ambiente adecuado para los niños. Vieron a Adrien en su casa en la tarde que fue enterrado Gabriel Agreste. Adrien se abrazó a ellos y lloró junto con Nino, Nathaniel los abrazó con fuerza y no lloró porque quería ser fuerte por su amigo.
Y así han sido desde el kinder, los tres madurando y siendo inseparables. En la misma escuela aunque en diferentes actividades extraescolares.
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Give me a smile and shiny days, with your smile
— ¿Quién creen que es la más bonita del salón?
Fue a partir de sexto año cuando ya casi todos los niños estaban en la pubertad. Algunos ya empezaban a tener la voz más gruesa, unos crecieron demasiado (como Ivan) y otros aún eran unos enclenques (como Nathaniel).
Un chico, del cual Nath ya olvidó su nombre, fue el primero en la hora del almuerzo que lanzó esa pregunta que se repetiría mucho durante el año.
¿Quién creen que es la más bonita de la clase?
— Alya— dijo Nino, demasiado rápido para su propio bien.
Todos empezaron a molestarlo, a hacerle bromas. El mismo chico que hizo esa pregunta empezó a gritarle a Alya para decirle que le gustaba a Nino, pero este le dio un golpe en el brazo y empezaron a forcejear entre la risas de los demás.
— ¿Y tú quién dices, Nath?— dijo Adrien, que solo se reía de sus amigos— ¿Te gusta alguien?
Sus ojos azules voltearon a Nino, quien a diferencia de todos a él no le hizo gracia que dijera que Alya le parecía bonita.
Tampoco le hacía gracia que le hiciera sentir incómodo por pensar que si debía elegir a alguien que le gusta debía ser él.
— Marie Bonfamille.
— ¿Y esa quien es?
— Es de mi clase de dibujo.
Lo abuchearon porque no tenía fotos de la chica y porque así no se valía.
Nathaniel no dijo mentiras, tenía tiempo que pensaba en Marie. Rubia, ojos azules, pequeñita y siempre vestida de rosa, las mejillas manchadas de pintura y debajo de las uñas igual. Le gustaba mucho, cuando podían se tomaban de la mano y hasta se regalaban dibujos.
Pero la pregunta fue en el salón . Y Nino no era bonito como Marie, para nada , pero siempre le hacía reír, siempre le defendía de otros que se metían con él, siempre era el que le jalaba para jugar cuando él se quería quedar escondido en el salón. Nino, que era más alto que él y Adrien; su voz cambió un poquito después de Navidad.
— Ningún niño de aquí es guapo, son tontos.
Las niñas murmuran y ríen entre al final de clases.
Ahí estaba más claro. No creía que Nino era bonito, creía que era guapo.
Rayos .
Su primer día en la escuela secundaria pintaba para ser el peor día de su vida.
Adrien y Nino no estaban en su salón de clase. Ellos sí estaban juntos pero él fue mandando a otro. Los tres estaban tristes, pero no podían hacer nada, los maestros dijeron que no podían hacer cambios.
Nathaniel se sentó en su mesa, al final del salón y apretó las manos. No llores, no llores, los verás en el almuerzo …
— Hola, me sentaré aquí.
Dos colitas pelirrojas, unos grandes ojos azules y una bandita sobre la nariz. Se presentó como Alix Kubdel y pese a tener banditas en las rodillas y una gaza en la mejilla,ella sonreía con miles de travesuras.
— ¿Por qué estás tan lastimada?
— Ah, ayer fue mi cumpleaños y mi papá me dio unos patines. Me caí mucho. ¿Sabes patinar?
— No.
— ¿Cómo que no? Deberías.
Alix le enseñó a patinar y a saltar. Nathaniel le enseñó a pintar dentro de las líneas. Fue la clásica extrovertida adoptando a su introvertido y no le soltó nunca. Son mejores amigos, confidentes y saben todo del otro. Por eso ella fue la primera en conocer a su primera novia: Marie. Luego la conocieron Adrien y Nino.
Alix fue la única que le vio llorar cuando tuvo que terminar con Marie porque sus papás debían mudarse de ciudad. Pero ella no supo de esa vez que pensó que Nino era guapo.¿Para qué? Lo pensó una vez y la verdad es que le iba a hacer burla por pensar así del tipo que se bebió diez botellas de Coca-Cola y vómito frente a toda la escuela en una competencia. Ya la podía escuchar "¿ El niño tortuga? ¿En serio ?". Así estoy bien, gracias.
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Give me a smile and shiny days,
don't suddenly look unconcerned
Desde la primaria, Nathaniel ha ganado competencias de arte. Por eso en su último año de secundaria recibió la invitación de la preparatoria Elysium para ir a una clase muestra y así fuera a considerar entrar con ellos el próximo año.
¿Se emocionó? Estaba brillando. Fue más feliz que el día que recibió su primer lienzo.
El tour por Elysium fue increíble. La escuela estaba llena de color: paredes pintandas, murales y recreaciones de obras de arte; música por todos lados y chicos con mochilas llenas de inspiración y talento.
— Ahora, se han inscrito a tres clases muestra de su elección, es hora de ir pasando a ellas. Sigan por favor a mi compañero para que los guíe a sus lugares asignados.
Nathaniel escogió primero Pintura, luego Escultura y al final Literatura.
La clase de pintura fue muy parecida a las que asistía, pero eran más estrictos, más instructivos. La escultura era completamente nueva, así que estaba un poco más emocionado.
Algo sencillo: escultura de arcilla con temática libre. Amo ensuciarse las manos.
— Oh, también escogiste Escultura.
El chico frente a él tenía puesta la capucha de su chamarra roja, sus brillantes ojos verdes eran lo que más veía en él. Son los ojos más hermosos que he visto. Tuvo que darse una bofetada mental para salir de su ensoñación.
— Si, nunca lo había hecho y quería intentarlo.
— Igual yo— le sonrío con timidez—. ¿También vienes solo?
— Si, pero tú venías con tu novia, ¿no?— Tonto , lo dijo con toda la intensión de tener información y esperaba sonara más discreto de lo que él en su mente se escuchól.
— Ah, no. Es Zoé, la conocí apenas hoy.
Sonrió complacido.
Hablaron mientras peleaban con la arcilla, intentando darle cuerpo primero y luego forma de la forma más recta y derecha. Marc era estudiante de segundo ( Como Zóe , aclaró, pero a Nath se le olvido a los dos segundos), aún le faltaban dos años para poder ingresar a la preparatoria, pero quiso aprovechar el tiempo de ver las preparatorias para no estar apresurado ni estresado en su último año. Un chico muy listo y precavido.
Rieron, se hicieron bromas y se sorprendieron al ver que estaban esculpiendo. Nathaniel estaba haciendo el casco de Pegaso y Marc un Flamel.
— Es genial, mis compañeros de escuela no sabrían que es— dijo Marc, contento y con esos bonitos labios en una gran sonrisa.
Terminaron sus esculturas, muchos estaban orgullosos de sus obras, otros solo contentos de haber hecho algo decente. Algunos fueron demasiado avariciosos y no pudieron terminar lo que hicieron al escoger cosas tan complicadas.
Al salir se encontraron a Zoé en los pasillos. Marc presentó a los chicos, sonrieron y estuvieron de acuerdo en ir al almuerzo juntos.
— ¿A dónde vas ahora?
— Escogí Costura. Quiero ver como hacen vestidos. ¿Y tú?— contestó Zoé.
— Literatura.
— Ah, yo también escogí esa— dijo Nath.
El día terminó con la mayoría de los visitantes contentos. Zoé se fue primero, despidiéndose y prometiendo que se verían en el inicio de cursos. Marc debía irse también, tenía un compromiso, así que se estaba despidiendo de Nath.
— O-oye. ¿Me darías tu Instagram? Ya sabes, para no perder contacto y eso.
— Claro— Marc accedió al instante.
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Even though I could say it properly in my dreams
Even if I love you to the point of breaking, not even 1/3 of my feelings will reach
Se dieron like en sus fotos, se mandaron memes, compartieron sus opiniones de artistas y obras, hablaron de los capítulos de manga y anime que salían al día. Compartieron sus dibujos y expresaron sus opiniones.
Comenzaron a salir a museos, a comprar libros, manga y discos, a tomar café, a comer y a dibujar juntos.
Si, todas esas cosas las hacía con Adrien, Nino y Alix, pero esa emoción, la incertidumbre de la espera en una puerta, las risas y lo agradable que es estar con alguien, nada de eso lo sentía desde Marie.
No tiene dudas: le gusta Marc.
Ojala que hubiera sido Marc con quien se hubiera dado cuenta que le gustan los chicos y no con Nino a los doce años.
Claro, analizando, creía que Nino era guapo porque era el primero en saltar a defender a Adrien y a él. El que llegaba con las ocurrencias y hacía que fueran castigados.
Pero su corazón no se aceleraba cuando veía a Nino entrar al salón, no quería tomarle la mano ni quería dibujar sus ojos. Con Marie si.
Con Marc hasta temblaba al escuchar su nombre.
Casi se muere cuando Marc le tomó de la mano por primera vez.
Fue Marc quien dio todos los primeros pasos. Videollamadas en la noche, decir de salir juntos, tomarse de las manos hasta que fuera natural.
El primer beso fue de Nathaniel.
— ¿No vas a entrar a Elysium?— Marc estaba jugando con los dedos de Nathaniel, pero se detuvo al escuchar aquella declaración.
Domingo de sus últimas vacaciones de secundaria, dos semanas antes de entrar a preparatoria. Estaban en el cuarto de Marc, viendo una pelicula de esas en blanco y negro que ninguno de sus amigos quiere ver con ellos porque son aburridas pero para ellos son lo mejor que alguien pudo haber creado . Cuando los créditos comenzaron Nathaniel anunció que no iría a Elysium; lo decidió apenas el viernes.
Sus tres mejores amigos decidieron que preparatoria querían ir y todos estaban de acuerdo en estar en la misma, desde antes de finalizar la secundaria lo dieron por hecho, solo Nathaniel faltaba de decidir.
Elysium fue la elección todo el tiempo, estaba convencido, todo apuntaba para estudiar ahí. Hasta que llegó el día en que Adrien, Nino y Alix empezaron a decir en su chat privado a que hora se reunirían y dónde se verían antes de la semana de inducción a la preparatoria, sobre ir a comprar libros juntos y hacer sus horarios juntos.
Nathaniel leía y se sentía excluido.
No quería, no podía estar lejos de ellos, no estaba listo para eso.
— Entiendo— Marc escuchó a Nathaniel y pudo entender el amor que sentía a sus amigos—. Te envidio, ¿sabes? Nunca he tenido amigos así.
Nathaniel asintió, sabe lo bendecido que es por tener amigos a los que aferrarse.
— Pero me da pena que no estemos juntos en la escuela. Me había ilusionado…
Marc dejó de hablar, Nathaniel le tomó del rostro en ambas manos, un agarré al inicio violento por la premura del toque, pero en segundos se volvió dulce, cariñoso y sus dedos temblaron al acariciar sus mejillas. Nathaniel estaba más rojo que Marc pero a ambos les latía el corazón.
Marc inhaló, controlando su pulso y cerró los ojos para indicarle a Nath que estaba bien, que él quería. Ese gestó lleno de valor a Nathaniel y fue así como quebró la distancia entre ambos y le dio su primer beso.
Labios contra labios, las manos de Nathaniel en el cabello de Marc y las de Marc en la cintura de Nathaniel. No saben cuánto duraron y se separaron solo para tomar aire. Tenían los labios rojos y se rieron al juntar sus frentes.
— Podemos estar juntos aunque no estudiemos en la misma escuela, ¿verdad?— dijo Nath y se estiró para volver a besarlo, Marc se reclinó hacía atrás con una sonrisita.
— Pídemelo bien y no volveré a decir nada de que no estarás conmigo en la preparatoria.
No lo dudo, sabe que quiere a Marc. Quiere ver películas con el acurrucados en la cama y compartiendo palomitas en el cine. Quiere seguir tomando su mano en la mínima oportunidad, quiere ir por él a Elysium cuando acaben clases y sobre todo, quiere besarlo fuerte.
— Se mi novio, Marc. ¿Si?
Marc se abrazó a su cuello y antes de besarlo le dijo si .
Nathaniel conoció a los nuevos amigos de Marc, un grupo de chicos geniales que de inmediato se hicieron cercanos. Aunque Nath no se volvió en parte total de su grupo, le gustaba pasar tiempo con ellos, tanto que incluso a veces llevaba a Alix.
Le pesa, todos los días, no incluir a Adrien y Nino. Le pesa no decirle nada a ellos porque le da miedo perder a sus amigos, a esos chicos que le dieron sus crayolas y se iban a los golpes contra quienes les molestaba.
Pudo decirle primero a Adrien, tiene dos mamás. Ama a Natalie y es muy feliz con ella, nunca dijo nada malo ni se quejó que su mamá eligiera a una mujer como pareja, al contrario, la aceptó en su familia y la ama. Sabe que Adrien es un chico de mente abierta. Sabe que Nino también lo es.
No quería cambios. Quiso extender lo más que pueda seguir como siempre entre ellos, sin distinciones.
Pero ya no quiere seguir siendo la mitad de él con ellos, quiere presentarles a Marc como su novio. Ya era tiempo de dejar de temer.
Bonjour~:
Llegué a un punto en que quiero hablar un poco más sobre todos los demás y darles su pequeño espacio. Quiero profundizar más en estos bebés que quieromucho pero no están siempre bajo el foco.
Nath y Marc me gustan mucho y es una pena que pese a que en la serie sabemos que son pareja porque es OBVIO, nunca nos darán más allá de las manitas tomadas.
Corazones naranjas por aquí~.
Gracias a d4and4n por su mensajito de este último cap. Un corazoncito azul~~
