Génesis de Héroes y de "villanos".

Ya saben, lo de la disgrafia, disculpas por los teclazos y horrores del auto corrector.

Y recuerden, Naruto y sus personajes son propiedad de Kishimoto sensei.

Hace cinco años.

Metropolis.

Los puños de Leslie Willis se cerraron mientras se sentaba detrás de su escritorio, sus ojos se estrecharon mientras su gerente, Lenny gesticulaba salvajemente frente a ella. No era una situación inusual para ella: Lenny era demasiado dramático por naturaleza y siempre tenía algún tipo de problema que solo podía expresar como un mimo con bastante cocaína encima. Formaba parte de su relación laboral.

Hoy, sin embargo, su irritación habitual por las payasadas de su gerente se había convertido en una ira fría y genuina.

-Lo siento, ¿te gustaría repetir eso?- gruñó Leslie. Lenny gimió y levantó las manos en un intento de hacer un gesto apaciguador que no resultó en lo más mínimo.

-Estoy diciendo que necesitas ser la anfitriona de este concierto o habrás terminado tu programa en esta estación Leslie- dijo su gerente con el tono de voz más cordial que pudo, pero de nuevo fallo, ya que era muy evidente la amenaza subyacente.

-¡¿De qué diablos estás hablando?!- exigió saber muy enojada la futura Livewire- Mi entrevista con Superman y Lane tiene millones de visitas en Youtube,la versión escrita ha sido tendencia en Facebook, ¡y está obteniendo millones más! Y esa entrevista que Kevin me consiguió con el astronauta que está en la estación espacial, ¡hizo estallar Internet! Tenemos más oyentes que nunca, y me estás diciendo que tengo que organizar un concierto o estoy acabada ?

-Son los patrocinadores- admitió Lenny, agitando su mano derecha como un molino de viento- los patrocinadores están amenazando con retirarse porque, si bien el espectáculo va muy bien, los patrocinadores locales no reciben su parte. Los muchachos que pusieron su dinero aquí en Metrópolis quiénes ganan dinero aquí. No obtienen nada y para bien o para mal, son realmente ellos quienes tienen el control sobre el programa.

-¡Eso es una tontería!- gritó la mujer, casi golpeando el escritorio con los puños y haciendo temblar la computadora portátil y otros elementos.- ¿¡Cuántos putos oyentes de Metrópolis tenemos !? ¡Muchos! ¡Los patrocinadores dicen que no están recibiendo su parte justa !? ¿Cómo es eso posible?

Lenny parecía afligido, la primera vez que en esta conversación fingió algo que se sintió muy real.

-Bueno, aparentemente es la naturaleza del contrato con los patrocinadores- dijo sacudiendo la cabeza. -No soy abogado, Leslie, pero….- fue interrumpido por su locutora.

-¡¿Pero qué ?! ¡¿No estás haciendo tu maldito trabajo ?!- Leslie gritó roja de ira -¡Se supone que debes resolver esto, Lenny!

-¡Es solo un concierto, Leslie!- insistió él, retrocediendo un paso. -¡Solo uno! ¿Cuál es el problema?

-¡El problema es que ya hice cuatro de estos!- le recordó ella aún más enojada, si eso era posible e inclinándose sobre el escritorio- ¡ Cuatro de ellos! ¡ En los últimos dos meses!.

Cuatro eventos agotadores que la habían dejado sin energía para ver a Kevin. Él mismo había estado bastante ocupado: había aparecido algún espeluznante clon de Superman, y también algún extraterrestre Kaiju. Eso había valido un montón de vitriolo: esto para el general Hardcastle, el duro que había pensado que usar misiles que ardían diez veces más que las armas nucleares contra un robot alienígena gigantesco que literalmente funcionaba con calor era una buena idea. Kevin era el enlace entre Superman, el Dr Hamilton y el presidente, así que si el chico con una S estaba ocupado, Kevin también lo estaría. Las desventajas de tener un novio tan importante. Había sido muy afortunada de estar con él.

Por el lado amable, incluso un mes después, el meme "General Hardcastle Hotness" encabezaba las estadísticas de búsqueda de Google. Ver a ese idiota que le hacía la vida tan pesada a su novio, recibir algo de humillación pública siempre sería muy reconfortante.

Dicho esto, cuando tienes un novio del que te preocupas profundamente, empiezas a querer más tiempo con él. Y cuatro conciertos en dos meses le habían quitado casi todo el tiempo que podía haberle dedicado a Kevin Amstrong

-¡Mira, no te queda la actitud de "Yo estoy por encima de esto" ¡Porque soy alguien importante!- Lenny insistió, siendo lo más cordial que podía- ¡Mira, es solo uno más! ¡Eres una animadora en cierto sentido! ¡Esto es lo que haces para ganarte la vida!

Leslie miró su computadora. Los informes meteorológicos eran …..todos horribles, casi universalmente. Y las sombras oscuras de la capa de nubes arremolinándose en el cielo de la ciudad, demostraron la verdad de la situación. Ella apretó los dientes, este idiota aparentemente se puso como meta hacerla miserable el día de hoy.

-Sí, pero nunca con una tormenta eléctrica enorme- señaló Leslie. -Soy una ingeniera de sonido antes que una comunicadora , Lenny. Estas condiciones son peligrosas.

Lenny sonrió y levantó las manos.

-¡Exactamente!- Gritó el hombrecito- ¡Ese es el punto! ¡ Eso es lo que necesitas, más que cualquier otra cosa! ¡Estás empezando a verte como una jugadora más en el tablero, en lugar de una figura anti-autoridad!

-¡ Soy una figura anti-autoridad!- replicó Leslie -¡pero no soy estúpida! ¡ La controversia local no vale las condiciones suicidas!

Lenny suspiró profundamente y apoyó las manos en el escritorio.

-Mira, Leslie- dijo sacando nuevamente ese tono conciliador- se necesita hacer este concierto. Un concierto más , que puede sacar a los patrocinadores de nuestra jodida espalda. Sólo uno, y te lo puedes tomar todo con calma por un tiempo. Es necesario tomar riesgos , o simplemente te convertirás en una de esas insignificantes celebridades de YouTube.

-¡Youtube es el futuro, Lenny!- gruñó la locutora- ¡¿Qué me importa si los lugareños no reciben su jodido cheque de regalías ?!

Lenny negó con la cabeza

-¿En serio te vas a arriesgar a vivir sin su respaldo? - le trato de hacer entrar en razón- No tienes un pie en ambos mundos- dijo divertido- Claro, puedes conseguir seguidores en YouTube. Podrías hacer este programa tú sola. Pero si quieres hacer negocios en Metrópolis, necesitas a los lugareños de tu lado. Necesitas tener un espectáculo. Necesitas tener una marca.

Leslie apretó los dientes furiosa.

-¿Y eso es lo que Soy para tí? ¡¿Una maldita marca ?!

Lenny se rió sin humor, al fin había entendido.

-Para eso te inscribiste- expresó como si llevará rato explicando algo y al fin entendieran que es lo que llevaba posiblemente horas tratando de que entiendan sus interlocutores- cuando te convertiste en una celebridad, Básicamente en eso te convertiste. Esta es la situación: haz el concierto y mantenemos contentos a los patrocinadores locales. ¿Entendido?

Leslie se sentó, sus dedos se clavaron en su escritorio. Respiró hondo, calmandose. Cerró los ojos con fuerza.

-... Bien- expresó derrotada. Lenny sonrió y asintió. Se acercó y abrió la puerta de su oficina.

-Entonces, vamos- sonrió con aire triunfal Lenny- vamos a burlarnos de Dios.

-Como sea- dijo sin ánimo Leslie, levantándose y tratando de poner su rostro público. No fue difícil, con lo irritada que se sentía.

Aún así, cuando subieron a la limusina y se dirigieron al Centennial Park, Leslie pudo calmarse y concentrarse en el trabajo que tenían entre manos. Quizás estaba siendo inmadura. Tal vez este era su trabajo y tenía que hacerlo. Quizás el riesgo era lo suficientemente bajo para que estuvieran bien.

Ella miró las nubes oscuras y las analizó.

Quizás ella podría simplemente desafiar a la naturaleza misma. Después de todo, era la máxima autoridad.

El problema principal era que la naturaleza no tenía un departamento de quejas.

A la naturaleza no le importaban los planes que hacía uno.


Más tarde.

Entre bastidores, Leslie leyó su guión. Inmediatamente descartó la mayoría de las páginas y comenzó a garabatear a mano , todas y cada una de las correcciones que requería y sus propias líneas. El concierto contó con muchos talentos locales y, según su programa habitual, ella los asaría o los felicitaría según fuera necesario. Así que la mayor parte de su trabajo consistía en improvisar, en realidad. ¿Quién sabía que esas estúpidas clases de actuación que había tenido que tomar serían útiles? Solo las había tomado para poder conocer chicos y para completar sus asignaturas optativas.

El guión había sido fácil de escribir y se terminó rápido. A continuación, dio la vuelta al escenario para examinar el equipo y ayudó con las pruebas de sonido. Era algo que había hecho en la universidad, adquiriendo experiencia y dinero en los cines locales. Volvió a ella de forma natural y le permitió mantener sus pensamientos alejados de la tormenta. Inmediatamente, hubo problemas. Temas que discutió enojada con el director de escena cerca de uno de los grandes subwoofers, mientras los murmullos de la multitud afuera trinaban en el aire.

-¡¿Llamas a esto aceptable ?!- reclamó muy enojada- ¡El trabajo del disyuntor en este programa de mierda no pasaría con el sindicato local!- le recriminó con dureza. El gerente se echó hacia atrás preocupado, encogiéndose por su asalto.

-Lo siento señorita, ¡pero esto es lo que pidieron los planificadores!- replicó el gerente a la defensiva. -El ingeniero dijo que estaría bien.

-¡Eso estaría bien si no hubiera una tormenta eléctrica sobre nuestra cabeza !- concordó medianamente ella- ¡Quizás! ¿Ahora? ¡Ahora es una maldita trampa mortal!- Leslie gruñó, agitando una mano sobre el marco de todas las luces y parlantes- ¡esto no es un escenario, esto es una trampa mortal! ¡Consígame a el maldito ingeniero encargado de esto, AHORA!.

-¡S-sí señora!- El gerente balbuceó asustado, temblando de miedo mientras gritaba instrucciones en su micrófono. Leslie lanzó otra mirada a Lenny, que había estado rondando cerca de ella desde el momento en que llegaron. Se encogió de hombros avergonzado por la intensidad de su mirada.

-Yo-yo no, acabo de conseguir los contratistas que usaron los patrocinadores- se excusó pobremente el tipo.

-¡La próxima vez, dame la lista!- exigió Leslie - ¡y te diré a quién usar y quién nos prenderán fuego a todos!.

Otro asistente corrió hacia ella a través del escenario, esquivando a otros trabajadores que configuraban los instrumentos y revisaban los cables. Su rostro joven estaba lleno de preocupación, mientras un grupo de policías y hombres de traje marchaban hacia ella. Leslie gruñó en voz baja.

-¿Ahora que?- Exigió la DJ, mientras tanto, la asistente del productor del concierto jadeó con fuerza, recuperando el aliento.

-¡Señorita Willis, la policía está aquí!- informó- ¡Dicen que quieren cancelar todo!.

La pelinegra apretó los puños con fuerza, sus dientes rechinaron casi audiblemente. Miró a Lenny, quien de nuevo estaba mirando hacia otro lado en su teléfono para evitar su mirada furiosa. Ella suspiró enojada.

-Bien, bien- replicó mientras salió al escenario principal, la multitud soltó gritos y vítores cuando la vieron. Varios policías con ponchos ya estaban tratando de retenerlos, y los gritos enojados y los improperios estaban siendo devueltos. Era una escena fea, y normalmente ella se habría sentido eufórica por ella. Pero tal vez la precaución de Kevin se le estaba pegando, porque en este momento la estaba enojando aún más. Respiró hondo mientras miraba a los policías: Daniel Turpin estaba con ellos, luciendo tan canoso y pétreo como siempre. Ella permitió que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. El detective los fulminó con la mirada cuando se detuvieron a unos metros de distancia.

-¡Muy bien señora, estamos aquí para cancelar esto!- le advirtió Turpin- ¡Acabemos con todo esto! ¡Se acerca la tormenta, todo este lugar es un imán de relámpagos!

-¡¿Qué?!- expresó Lenny que había subido al escenario con los ojos muy abiertos por la sorpresa. El estruendo del trueno resonó a través de ellos, mientras Lenny miraba a la policía.- No puedes hablar en serio- gritó Lenny enojado- ¡hemos estado planeando este concierto durante meses! ¡No puedes cerrarnos!

Leslie apretó los dientes. Había tenido una salida a esto y Lenny la había echado a perder. Maldito fanfarrón. Aún así, pudo escuchar gritos y vítores de su audiencia en apoyo de desafiar a la policía.

-¡Esto se va a convertir en una tormenta eléctrica!- trato de razonar el oficial de policía- ¡cancelé, reprograme, simplemente deténgase ahora mismo antes de que alguien resulte herido! -ordenó Turpin.

Eso vaya que le molestó a Leslie . Ella odiaba recibir órdenes. Y sí, tal vez tenía razón. Quizás esto fuera una trampa mortal. ¿Pero si los patrocinadores locales quisieran un espectáculo?. Ella les daría uno.

Leslie dio un paso adelante y negó con la cabeza.

-Control de multitudes, ¿eh? - pregunto sarcástica la DJ- Un paso hacia abajo para el tipo que salvó a Superman, ¿No lo crees Turpin?- se burló Leslie aún más- ¿A quién cabreaste en el cuartel general?

Turpin entrecerró los ojos que claramente se estaban llenando de rabia.

-¡Eso no tiene nada que ver!- Él gritó, logrando de alguna manera sonar todavía profesional- El inspector de seguridad de la ciudad dice que esto es peligroso, ¡así que ciérrelo!

-Llego la caballería- sonrió aliviado uno de los policías, mirando al cielo. Leslie siguió la línea de sus ojos y vio una forma familiar azul y roja volando hacia ellos. Podía escuchar la fuerte inhalación de Lenny y prácticamente sentir su sonrisa: ¡Superman estaba aquí!

Sí, era hora de poner fin a las cosas, decidió Leslie. Tendría un poco de enfrentamiento con El Scout Azul, cancelarían el concierto y podría criticar a los contratistas locales por su trabajo de mierda y a los policías por ser aguafiestas.

Nadie resultará herido. Eso mantendría feliz a Supes, a los patrocinadores y a la emisora, sin duda sería un ganar- ganar para todos los involucrados.

El Hombre de acero aterrizó entre los dos grupos involucrados, arqueando una ceja al ver al oficial.

-¿Dan? ¿Por qué estás aquí?- Preguntó el héroe para diversión de Leslie. Dan gruñó sabiendo que ella estaba muy divertida por esa pregunta.

-Este concierto viola los códigos de seguridad y la tormenta significa que tenemos que cerrarlo- afirmó el detective e hizo un gesto hacia el cielo negro y espeso- ¡Pero la señorita inconformista aquí, se niega a cancelar!

-¡No dije ni una maldita palabra!- Leslie replicó ofendida- ¡Mi estúpido gerente lo hizo!

-¡Oye!- protestó el aludido, pero se calló ante una mirada de ella. Volvió a mirar a Superman. Ella le sonrió mientras se acercaba, hasta que estuvo a solo un pie de ella. Un micrófono en un poste se interpuso entre ellos, haciendo un leve sonido de estática.

-Entonces, ¿vas a cerrar esto voluntariamente?- preguntó el superhéroe- Es peligroso hacer esto ahora mismo.

La DJ rodo los ojos, parecía ser que muchos pensaban que era estúpida, bueno, tal vez lo era si estaba haciendo esto en contra de su sentido común.

-Sí, tienes razón- admitió ella en voz baja- ¡pero! Tengo que salvar algo, ¿verdad?

Una piedra se abrió camino hacia Superman y rebotó en el costado de su pecho. No parecía divertido, tomando estoicamente más tiros mientras Leslie retrocedía instintivamente.

-¡Boo! ¡Vete a la mierda Superman!- Gritó un asistente al concierto.

-¡Puto alienígena! ¡Vete a la mierda!- Otro se burló. Los oficiales tuvieron que trabajar más duro para contener a la multitud, ya que se volvió más rebelde. Superman volvió a mirar a Leslie, todavía con la cara de piedra.

-Creo que tienes que decirles que se vayan- dijo Superman lentamente, pero el enojo era palpable en su semblante- Di lo que necesites, pero esto se está volviendo peligroso.

Leslie estuvo de acuerdo en privado ... Pero vio las señales de sus patrocinadores muy por encima de la multitud espumosa. Suspiró mentalmente y agitó la mano. Ya sabía que debía decir para al menos mantener contentos a sus jefes.

-Bueno, entonces dame el micrófono- dijo resuelta- -y les daré las malas noticias, Super niñera.

Superman, aún sin divertirse, extendió la mano y agarró el micrófono. Lo recogió y se lo acercó mecánicamente. Ella extendió la mano para agarrar el soporte, sus ojos nunca dejaron los de él ...

El trueno rugió y una ráfaga de rayo blanco conectó con Superman. Los arcos corrieron sobre su cuerpo mientras él gritaba en estado de shock, pero fueron sofocados por sus gritos. ¡El calor, el voltaje la sacudió, todo su cuerpo gritó cuando el poder crudo amenazó con destrozarla! Su visión se volvió blanca y se quedó entumecida. Se sintió caer, golpeando el suelo del escenario. Sintió que todo se oscurecía ... Lo último que escuchó fue la voz de Superman, llamándola por su nombre ...

Entonces todo se desvaneció.


Tiempo presente, Jump City.

Robin estaba obsesionado con ellos, eso era seguro y Víctor estaba entre la espada y la pared.

Cuando llegó la policía, fue particularmente vergonzoso para él y para Starfire ser arrestados y esposados, además de llevados a la comisaría para aclarar el malentendido. Él no se resistió, sabiendo que le iría mal al hacerlo, Kori no tuvo la misma prudencia, resistiendo el arresto y lastimando varios policías en el proceso, se necesitó de su orden para dejarse llevar para calmar a su compañera de equipo.

Su estatus de héroe les ayudó a no pisar la correccional, así como el hecho de que Kori fue prisionera de guerra y se alego estrés post traumático para quitarle los cargos de lesiones a los oficiales de policía, pero les dejo un mal sabor de boca.

Esa profesora Moorse vaya que se las arregló para joderlos por atacar a sus estudiantes.

Y sobre Fang…Libre al comprobarse (para su vergüenza) que no había robado nada y que al contrario, fue víctima de discrimacion.

Así que en resumen, esos golpes a su orgullo y que dos chicos les patearan el trasero a él y a Kori, en opinión de Víctor, puso a Robin a trabajar, tratando de develar el secreto de quiénes eran Naruto Uzumaki, Hinata Hyuga y Fū Kabuto.

-¿Seguro que me estás contando todo, absolutamente todo lo que sabes de ellos?- pidió saber nuevamente Robin a su camarada.

-Ya te lo dije veinte veces- negó, exasperandose cada vez más el héroe mitad máquina- eso es todo lo que sé de ellos.

-Viejo, ya comprobante la información ¡Siete veces!- exclamó Chico bestia- te guste o no, te patearon el trasero, eso puede llegar a pasar.

-No a mí- negó Robin- no al menos de esa manera.

-Estamos siendo arrogantes al respecto- puso sus dos centavos a la conversación la pelipurpura con capa- Tu mentor quizás te proporciono la mejor formación en artes marciales que se pueda comprar, pero eso no evita que exista gente más hábil que tú.

-Eso es cierto- admitió Robin- pero esa brecha se debería cerrar aún más por la obvia experiencia que tengo. A menos que esos tres tengan una explicación pausible, mis sospechas son válidas.

-¿Al menos ya intentaste confrontarlos?- pregunto Chico bestia.

-Debido a su intento de confrontación, Robin y Yo tenemos una de estas, al igual que ustedes- entro Starfire a la habitación con un papel y señaló a Raven y a Chico Bestia- Robin me explicó que esto básicamente nos impide estar a menos de 200 metros cerca de ellos o la policía vendrá a arrestarnos otra vez. Opino como él, algo no me gusta.

-Entonces, ya que….- intento Robin una petición pero …

-No, no y mil veces no- negó en el acto Cyborg- Ya se que me vas a pedir y la respuesta es No. Ellos también son mis amigos y recalcó el hecho de que están limpios. Sugiero que crezcas y admitas el hecho de que a veces no se pueden ganar todas las peleas y que la verdad es la verdad.

Desconocido para Cyborg, si bien Robin tenía razón en varias de sus sospechas, como él decía, no necesariamente eso hacia malas personas a sus amigos de toda la vida.


Esa misma tarde, Barrio Chino.

Robin y los demás llegaron a un restaurante del barrio chino con terraza donde encontraron a Jynx y compañía comiéndo tranquilamente junto a cuatro personas que la mayoría de ellos no conocía y las tres personas que se habían vuelto la obsesión personal de su líder.

Ahí, tan tranquilos como uno espera ver a los comensales de un restaurante, Mammoth ni siquiera disminuyó la velocidad a la que estaba comiendo, mientras una muy hermosa mujer de cabello púrpura y ojos color Ónix estaba bebiendo té con una calma que contrastaba con la de varios comensales que francamente estaban aterrados. Para ser exactos, dichos clientes del restaurante estaban todos adentro, temerosos de que los tres tipos con pinta de criminales en cualquier momento arremetieran contra ellos.

-¿Se les ofrece algo?- preguntó Naruto nada contento de ver tan pronto a los Titanes- se que a Víctor le encanta el pollo Kung Pao y los rollos de huevo y al cambiaformas no le gusta la carne, pero estoy divagando. No tengo porque invitarles a la mesa.

-¿Está consciente Yugao San que está compartiendo mesa con tres criminales?- preguntó Raven a la mujer que dejó de lado el Té para seguir comiendo pollo agridulce.

-¿Realmente vamos a tener esa conversación otra vez?- pregunto Temari, en lugar de Yugao- Creo que ya habíamos dejado muy claro cómo funcionan o dejarían hacerlo, las cosas por aquí.

-Defender criminales y asociarse con ellos, veo que es una costumbre arraigada- dijo con algo de fría condescendencia Starfire- Eso explica porque trataron así a esa sospechosa y a Nosotros de la forma en la que lo hicieron.

"Aquí vamos" se palmeó la cara Cyborg, ya sabiendo lo que se venía.

-¿De qué delitos está acusada Katerine?- preguntó Fū a los Titanes- ¿Si saben que hay algo llamado "debido proceso"? Yo en su lugar, me abstendría de llamarla así, ya que sin un proceso formal, eso es calumnia y ella podría llevarlos a la corte por ello.

-No sería una mala idea- sonrió divertido Gizmo- estos tontos nos han llamado también criminales, pero en el rato que llevamos aquí, han pasado al menos seis patrullas de policía y ningún oficial se ha acercado a nosotros.

-¡Viejo, eso es de cobardes!- se indignó Chico Bestia- ¿Acaso van a jugar sucio, en vez de resignarse a qué les pateemos el trasero?

-Eso a mí me sonó a amenaza- intervino por primera vez Yugao- mejor digan a qué han venido o hagan el favor de retirarse.

Robin estaba hirviendo de ira, se supone que había una manera de hacer las cosas, pero estos tipos estaban usando esa forma a su favor, para no ser detenidos.

Sin embargo, que Naruto y sus amigos sean conocidos de Gizmo y los otros le daba carta blanca para investigarlos más a fondo. Y no iba a detenerse hasta encontrar lo que fuera a encontrar y a ponerlos a todos ellos donde merecían estar.

-Nos vamos- dijo derrotado de momento Robin- pero sepan que no estaremos lejos.

-Sigue cavando más tu tumba- se despidió Jynx que sabía que los Titanes tenían las de perder.

La gente en general tenía las de perder cuando el Demonio mas poderoso de todos estaba de tu lado. No es que diera a compartir esa información con esos tontos.


Hace Un Año, Durante la invasión de los Marcianos blancos.

Aunque no había muchos, existían, ya que en cualquier régimen de gobierno siempre habrá semillas de inconformidad.

Está era una de ellas, si lo que Kitsune, Serpiente, Kabuto y Conejo estaban viendo era un indicativo.

Hace treinta horas habían visto en las noticias que un meteorito había caído en Metrópolis, hace veinte uno cayó sobre Jump city y hace unas diez horas el meteorito se abrió y reveló ser una máquina excavadora de algún tipo.

De ahí, una serie de seres blancos que podrían describirse como amibas semisólidas, habían ido secuestrando a la población y la llevaban de vuelta a su base, vayan a saber con qué objetivo.

Se habían infiltrado en la base con el objetivo de destruir la excavadora, ya que de habían llevado estos invasores a Víctor, Catherine y a Óscar, el novio de Anko o era la suposición general ya que no pudieron localizarlos ni siquiera llendo a su domicilio.

En esa creencia, ellos, junto a Gaara y los demás residentes de su alagre banda, habían decidido infiltrarse en las instalaciones, recoger a sus amigos y salir de ahí.

Sin actos heroicos, sin alardes, sin ser vistos mas allá de por sus enemigos antes de ser asesinados.

Pero esto cambiaba el juego.

Está "Marciano blanca" como Anko llamo a estos seres, no era como los demás de su especie.

Ahora sabían que esa gente fue secuestrada para que ellos se pudieran alimentar de su energía psíquica, así que la gran mayoría de los invasores trato como simple ganado a los prisioneros. Pero no ella, los trataba con dignidad y atención y hasta pedía perdón por alimentarse de ellos, si el modo en el que le estaba hablando a esa enfermera era algo para tener en cuenta.

Naruto y Fū sabían por lo que sus Biju les estaban indicando, que esa hembra de su especie tenía sentimientos negativos hacia lo que su gente estaba haciendo. Y ya que al matar a uno de esos seres usando su Rinnegan, Naruto aprendió que los Alienígenas eran débiles a los rayos UV, sabían que al despedazar este lugar, ella moriría. Y cuando la gente de pijama repela a esta invasión, ella estaría condenada junto a los demás.

Naruto y todo su grupo sabían lo que se sentía ser una voz disidente en una sociedad totalitaria, así que no podían dejar a su suerte a esa hembra de su especie.

Tomando una decisión, Naruto dió un salto de fé y tras arrasar con las instalaciones, tras salvar a los prisioneros, le dió una opción a una aterrada alienígena que creyó que era su hora al ver la facilidad con la que este ser desconocido destruyó a los suyos…...


Tiempo presente, Los Angeles.

Si uno preguntara por el bar de moda en este lugar, definitivamente la mayoría de los jóvenes que viven sus días o más bien sus noches de fiesta en fiesta, te dirán que el mejor sitio al que puedes ir si deseas diversión, es el Lux.

Un lugar agradable ,dónde casi todo es posible y permitido por el excéntrico dueño del lugar, Lucifer Morningstar, quien dice ser el mismísimo Diablo en persona.

Lo que muchos no saben, es que Lucifer Morningstar es muchas cosas, mentiroso no es una de ellas, ya que efectivamente, él es el Demonio en persona.

En estos momentos, a pesar de que el Lux abrirá sus puertas en dos horas, está pasando una agradable cita con una conocida.

Cuchareando con el señor de las tinieblas, Riki Sedaryu está comandante acurrucada en él, soñando con el día que conoció a los viajeros de otro mundo.

Un mundo salvaje e incivilizado para los estándares del mundo moderno dónde viven, que parece ser seguidor de la ley del más fuerte, una con la que ella y Lucifer parecen estar hasta cierto punto de acuerdo.

Está mal que abuse demasiado el fuerte del débil, pero darles ciertos detalles no está de más. O esa es la opinión de ambos.

Cuando los conoció, fue por qué Naruto y Hinata habían ido a su templo a pasar unas cuantas horas perdiendo el tiempo con los demás viajeros en lo que uno de los contactos en el gobierno japonés de Lucifer (una de tantas cosas que le dejó el tratar con el eje en la Segunda Guerra mundial), les entregaba papeles oficiales para respaldar sus historias de fondo.

Riki como una kitsune que alcanzó el estatus de Demi deidad al desarrollar sus nueve colas, identificó en el acto que había algo raro con nueve de esas personas y disfrazada de una Miko de su propio templo, indagó lo más que pudo sobre sus invitados y se sorprendió de dos cosas.

Primero, su energía indicaba que parecían ser de otro mundo, no extraterrestres, si no de un mundo paralelo a este, segundo, nueve de esas personas tenían a una fuerza de la naturaleza encarnada sellada dentro de ellos y tercero.

El rubio de ojos azules y la jovencita de ojos aperlados tenían el hilo rojo del destino más hermoso que haya visto en su vida.

Definitivamente estos tipos serían interesantes de tener cerca, para su diversión personal.

Algo le decía que esos extraños iban a cambiar, lo quieran o no, el orden que ese tipo de pijama azul y el emo de Gotham estaban instaurando y con el que ella estaba muy en contra.

No es pecado luchar y matar por la justicia, tomarla en tus manos y decir cómo impartirla si lo es.

A menos que sea la única opción, como que el sistema este corrompido o impida llegar a una solución.

Si el caballero de la noche y el chico de azul siguieran ese principio, tipos como El Joker o Metallo no seguirían causando mal a donde sea que vayan.

Aunque reacios a intervenir en los asuntos de este mundo a menos que nos les quede de otra, la deidad vulpina sabía muy bien que esas personas causarán un impacto aún mayor en el mundo que el que el inicio de la era de los héroes estaba haciendo.

Había tomado una buena decisión al presentarse ante ellos y hacerse su segunda mayor aliada en este mundo.


Atalaya.

Batman sentía que no le quedaba de otra, era su última carta de triunfo si quería llegar a un lado que no sea un callejón sin salida.

Durante dos semanas ha estado investigando a Yugito Nii y aunque las banderas rojas están ondeando a todo lo alto entre más y más cava en su investigación, todo está en perfecto orden.

Es sumamente conveniente que su papá murió en la guerra del golfo y su madre en un accidente automovilístico cuando era niña y que se crío en una serie de casas de acogida dónde apenas y se acuerdan de ella, también es muy conveniente que estudió en casa y que aprendió artes marciales como materia optativa en la secundaria.

Incluso siendo sinceros, el como ella y Ted Kord se conocieron fue algo que incluso a él le había pasado más de una vez y que ha aprovechado para salirse con la suya cuando necesita dar la imagen de Playboy millonario.

En resumen, la vida de la poderosa modelo era tal y como ella la había descrito en varias entrevistas, una vida sencilla que se complicó más cuando decidió perseguir su sueño, pero no demasiado.

Era muy fácil ver porque el sobrenombre de Yugito era "la vecina de a lado" porque toda el aura de una mujer que te podrías encontrar en cualquier vecindario de suburbio, era parte de quién era ella.

Y eso era sumamente sospechoso.

Así que, tras tomar uno de sus dispositivos con el mejor encriptado, marco un número y espero a que le contestarán del otro lado de la línea.

-¿Alguna razón bastante buena por la que quieras mi ayuda?- Preguntó una voz masculina al otro lado del teléfono

-Necesito que hagas tu magia con una persona en particular- admitió Batman- ha mostrado ser muy esquiva a mis intentos de interrogatorio y su historia se siente falsa. Si hay alguien que puede hallar algo cuando no pude, eres tú.

-Los halagos no le van a llevar a ninguna parte señor Wayne- replicó fastidiado el hombre- pero si incluso tu no puedes encontrar la evidencia, sin duda que será un divertido reto para Pregunta, el ver qué puede hacer por el caso. ¿A quién debo investigar?

-Yugito Nii.

-Jajajajaja-rio La Pregunta- es una coincidencia muy buena- aclaro el porque de su risa- ella salió en la investigación que estoy realizando sobre un tipo que está sonando fuerte en el Inframundo criminal que también es de origen japonés. Estaremos en contacto.

Pregunta colgó el teléfono sin más y Batman se cuestionó a sí mismo si habrá sido buena idea meterlo en este proyecto personal.


Jump city, con Fū. Dos días después

Una de las cosas que más odiaba sobre la mentalidad de la mentalidad de los supuestos héroes, es el hecho de que tener poderes parecería ser la obligación de cualquier persona con habilidades extraordinarias, usarlas para beneficio de otros o no de ellos mismos, yendo de aquí para allá, llenando una doble vida, defendiendo a los indefensos y salvando a la gente. Como si no existieran instituciones cómo la policía o el departamento de bomberos.

Aparentemente no importa que tan reacio seas a usar tus poderes, una vez que lo haces, debes elegir bando irremediablemente, como si la paz no fuera opción.

Por eso estaba muy molesta luego de dejar a Víctor en el parque, tras haber acordado hablar con él para al menos cerrar ese capítulo de su vida.

Y por cómo salió esa reunión, hizo bien al seguir el consejo de Anko sobre dejar ir su relación, cuando ella comenzó a fijarse en Jaime.

Su ex, prácticamente la quiso regañar por estar a favor de la postura de Naruto y Hinata de creer que las personas eran criminales solo sí había una fuerte evidencia al respecto, algo que ninguno de ellos había probado.

Se equivocó con lo de Fang. Él y su alegre banda de héroes en pijamas que le dan hostias a cualquier persona y en automático, la gente creerá que se lo merece.

Y no era una suposición.

Ella lo reto, realmente lo reto a hacer exactamente eso para que vea el daño que hace.

Y lo hizo.

Cyborg eligió a un tipo al azar en el parque y le ordenó de desistir de su actividad criminal (que si estaba haciendo algo mal visto, tirar basura en el parque) y la gente no se inmutó por ello. Básicamente era una persona armada con un cañón sónico, un arma potencialmente letal y nadie lo cuestionó por el asunto. Todos pensaron que hacía bien, no por obligar a un sujeto cualquiera a no tirar basura. Si no porque "si uno de los Titanes lo amenaza, algo debe haber hecho"

Una mentalidad así podría ser peligrosa, como lo está demostrando el hecho de que Fū intento repetir el número y a ella si le reclamó una buena parte de la gente por pedirle sin arma alguna al chico que tiro basura, que se meta en sus asuntos.

Un héroe sin saberlo podría arruinar irreparablemente una vida que todavía tenía un apice de esperanza y torcerla a algo peor.

Ya le pasó a Superman con Parásito y Livewire, a Batman si los rumores eran ciertos con el Joker.

¿Quién sería el villano creado por ellos mismos?

Eso era algo en lo que dejó pensando a Víctor.

Pero Fū se animó un poco, al pensar que está amarga reunión, se tomaría el sábado para ir con Jaime de excursión.

No sabía que su novio había visto algo se acción ese mismo día y que su vida iba a cambiar para siempre, luego de ver el intento fallido del Dr Chang, un criminal de poca monta enfocado en robar tecnología, tras fallar en tratar de robar un cargamento de aparatos que pasaron de las desmanteladas empresas de Ted Kord, a industrias Star.

El padre de Víctor sería el encargado de estudiar una se esas piezas, un raro artefacto que el fallecido empresario le dejo al científico para que descubra sus secretos.

Ese aparato no fue recuperado…. Porque se había adherido a Jaime sin que nadie, incluso él lo sepa….


Hace tres años, Denver Colorado.

Barbara Ann Minerva contuvo las lágrimas mientras regresaba a su humilde apartamento ignorando el silbido del lobo que un grupo de jóvenes alborotadores le habían dirigido. Ella estaba acostumbrada. A pesar de carecer de dinero, su belleza e inteligencia compensaron ese hecho. Tenía poco más de veinte nueve años, era alta y delgada, de piel blanca como el marfil. Sus ojos eran de un color esmeralda brillante que complementaba su cabello rojo ardiente que caía en cascada hasta sus omóplatos. También fue académica y se graduó de la Universidad de Cambridge con los más altos honores en el campo de la biogenética. Su segundo título, luego de haber tomado la carrera de fisioterapia. Tenía el mundo a sus pies ahora que se había hecho de un importante puesto en el nuevo laboratorio del magnate petrólelo, Maxwell Lord, hasta que descubrió que había desarrollado cáncer y su mundo se desmoronó.

Al entrar en su pequeño apartamento, Barbara arrojó las llaves sobre la mesa antes de colapsar en su sofá apolillado. El día no podía ser peor ... Perdió su trabajo, porque no podría darle el seguimiento adecuado a su investigación por el tratamiento de su enfermedad ... Peor aún, cómo iba a explicarles a sus padres en Inglaterra que perdió su trabajo y que estaba muriendose ... No podía darles semejante noticia. Tenían grandes expectativas para su única hija, y ella en un nivel subconsciente creía que les había fallado , por algo que no estaba bajo su control. En pocas palabras, estaba jodida ... Barbara cerró los ojos "Ok ... Tranquilízate Barbara ..." pensó. Se dirigió al laboratorio improvisado de su habitación. De su bolso sacó sus notas y los productos químicos necesarios. Ella les iba a mostrar ... A esos tontos que creían que no podría seguirle el paso a su investigación por las quimioterapias ... Ella podía hacer esto... pese a todo...

Eran las dos de la mañana, pero Barbara seguía trabajando sin descanso. Con vacilación, agregó el último ingrediente a su suero. Tosió y farfulló cuando la reacción química provocó que una enorme nube de humo le subiera a la cara. Suspirando, miró el suero dorado brillante en sus manos. Ella había resuelto todos sus defectos anteriores. Este suero debería ser perfecto ... Teóricamente ... Comprobó dos veces sus cálculos, debería funcionar. Tenía que ... Sin un sujeto de prueba, solo podía probarlo ella misma ... "Así que es mejor que funcione" pensó vertiendo el suero en una jeringa.

Armandose de valor, Barbara extendió el brazo y se preparó para inyectarse. Sin embargo, la perspectiva de fracasar la asustó y bajó la jeringa con cautela. Fue una decisión demasiado irracional. Tantas cosas aún podrían salir mal ... Podría ser envenenada, hospitalizada ... tal vez incluso morir por los efectos del suero. Sin embargo, todavía podría morir por las células cancerosas que invaden y carcomen su cuerpo. La idea de morir a causa de esa enfermedad la hizo pensar en las muchas cosas que podrían salir bien si se inyectara el suero. Se curaría, recuperaría su trabajo y se haría de una gran reputación en la comunidad científica ... pero más importante aún, salvaría millones de vidas en el proceso, no solo del cáncer, si no de tantas enfermedades y padecimientos y FINALMENTE haría que sus padres se sintieran orgullosos de ella. Ella iba a salvar la vida de quienes merecían seguir viviendo. Atrapada en esa dulce fantasía, la pelirroja se dispuso a inocularse ella misma su fórmula, una decisión que el día de hoy desearía no haber tomado nunca.

-Argh …- Barbara hizo una mueca cuando su brazo se puso rígido por el contacto con la aguja. Se preocupó un poco cuando las venas de sus brazos empezaron a presionar contra la superficie de su piel. Vacilante, comenzó a frotarse la piel para tratar de calmar el dolor que sentía. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando el bulto de sus venas desapareció. Sintiendo que una oleada de náuseas la golpeó de repente, se derrumbó en su cama. El dolor más severo y desgarrador que jamás había sentido, estalló dentro de su vientre. Barbara dejó escapar un profundo gemido de agonía mientras se tambaleaba hacia adelante, arqueando la espalda desde la cama ...

-Oooh …- gimió cuando gotas de baba salieron de su boca. Se secó la boca disgustada por este efecto secundario (prueba de que también estaba afectando su mente al preocuparse por una banalidad y no lo potencialmente letal que aún era el procedimiento), cuando se congeló ... Su piel ... Bárbara se tragó las ganas de gritar hasta desfallecer. Su piel había adquirido una apariencia translúcida lechosa, el azul de sus venas se mostraba claramente debajo de la carne. Hubo un crujido repugnante en su estómago y arrojó el poco contenido que tenía en el estómago a la papelera. Gimiendo y reprendiéndose a sí misma por no pensar más en eso, Barbra se tapó la cabeza con una manta y cerró los ojos. "Un médico ... mañana a primera hora ... iré a ver a un médico ..." se consoló antes de quedarse dormida.

Al día siguiente.

Barbara gimió mientras se levantaba de la cama. La cabeza le daba vueltas como un trompo y sentía que no se había quedado dormida ni un segundo, sino que había pasado por una fiesta salvaje la noche anterior y que acababa de llegar a casa con insomnio y resaca. Comenzó a frotarse las sienes para aliviar el dolor. Sin embargo, notó que algo se sentía… mal. Ya no había un ligero tirón de sus orejas con sus atenciones. "Extraño", pensó. Al abrir los ojos y mover los dedos a un lado de la cabeza, sintió que se le caía el corazón. Claramente su audición estaba intacta considerando que podía escuchar su propia respiración pesada, pero sus oídos no estaban donde deberían haber estado.

Con los brazos temblando de miedo, buscó desesperadamente sus oídos solo para ser alertada de su ubicación por sus propios movimientos y espasmos salvajes. Moviendo sus manos a las regiones más altas de su cabeza, se agarró los oídos, solo para gritar de consternación, para soltar sus manos y enterrar su rostro en ellas. Sus orejas, no solo estaban en la ubicación en el lugar incorrecto, sino que también tenían una forma inhumana. Cuando las tocó, supo que eran más grandes y que sus extremos eran puntiagudos. Bárbara prácticamente salió disparada de la cama y se metió en el baño donde albergaba su único espejo. Lo que vio casi la hizo desmayarse.

"¿Qué me está pasando ..." Barbra gimió mentalmente, mientras miraba boquiabierta su reflejo, su mano deslizándose por la superficie del espejo. Ella tenía razón; sus orejas eran de hecho puntiagudas y apenas estaban ocultas por su nuevo cabello largo, más grueso y hasta la cintura. Sus ojos eran más grandes, pero ahora estaban más sesgados con gruesas marcas negras a su alrededor. Como si hubiera tomado delineador de ojos negro y trazado alrededor de ellos. También su color de ojos ahora, si es posible, era aún más atractivo, la esmeralda brillante se hizo más brillante por extrañas motas de ámbar dorado que no había notado hasta esa mañana, pero lo que más la asustó fue que su iris se había estrechado y estaba rajado como el de un gato. .

"Esto tiene que ser una pesadilla ... Por favor, deja que esto sea una pesadilla …" pensó presa del pánico.

- ¡Esta es una…. Arhahhh!- Gritó Bárbara cuando una oleada de agonía recorrió su cuerpo provocando espasmos y temblores incontrolables. Se emitieron una serie de estallidos y crujidos por todo su cuerpo, que venían junto a un dolor insoportable. -¡Ahhh! ¡Ughh!- Gritó de nuevo clavando sus uñas en la pared. -Huuuh hrr ... - gimió dejándose caer al suelo.

Barbara contó las veces que su pecho subía y bajaba antes de que su visión y su cabeza se despejara lo suficiente como para poder volver a levantarse. -Dios ... Oh Dios santo …-se estremeció mientras pasaba sus dedos por las marcas de garras que había creado enviando escalofríos de miedo por todo su cuerpo. -¿Cómo hice esto …- murmuró mirando los azulejos del baño cortados. Lentamente se incorporó sólo para enfrentarse a su maldito reflejo y sus piernas casi cedieron debajo de ella. Su cuerpo ahora. ... era ... estaba… IRRECONOCIBLE

-¡¿Qué demonios …!? gritó la pelirroja mientras sus ojos recorrían su nuevo cuerpo. Ella estaba algo delgada hace tres minutos ... ¿Pero ahora? Para un extraño, ella parecía encarnar la envidia de todas las supermodelos. Sin embargo, para ella, se veía ridículamente desproporcionada. Sus hombros eran más anchos pero curvados para revelar una cintura extremadamente estrecha y menuda. Temblando, Barbara se llevó las manos a la cintura y casi lloró lágrimas de horror cuando descubrió que casi podía abarcarla con ambas manos ... Casi ... y eso la asustó ... También era más musculosa, su cuerpo perfectamente tonificado como si hubiera dedicado todos sus momentos de descanso al gimnasio ... Ella también era más alta ... Antes de que ella usara el suero ,Barbara medía un decente 1.75 m. Ahora medía al menos 1.85 m. Temblando y demasiado abrumada por la emoción, Barbara corrió y alcanzó la puerta solo para jadear de terror cuando el pomo salió limpio de la puerta y llegó a su mano. "Son esas garras …"

"¡NECESITO UN MÉDICO! ¡NECESITO UN MÉDICO AHORA!" Barbara pensó salvajemente mientras literalmente rasgaba la puerta de su armario para abrirla y miraba con incredulidad cómo la puerta del armario se derrumbaba sobre su cama. "No ... no ... no puedo dejar que nadie me vea así ... yo ..." Barbara se deslizó hacia abajo y comenzó a sollozar. Con la cabeza apoyada en las rodillas, tiró el pomo de la puerta del baño tan fuerte como pudo, frustrada por lo que le estaba sucediendo. Lo que no esperaba era que el pomo de la puerta terminara rebotando en el piso y fuera de la ventana, "¡HEY!" se oyó un grito enojado seguido por el sonido de las bocinas de los autos. Barbara gimió.

-Ok ... Ok ... Ok ... Tengo que pensar con claridad ... Hay que pensar con claridad Barbara ... El suero causó esto ... Así que todo lo que tengo que hacer es revertir esto ... Revertir estos cambios ... -Murmuró Barbara. Se levantó y alcanzó su bolso, pero lo abrió sin pensarlo, debido a su nerviosismo. Desesperada por su situación, tomó los productos químicos y sus notas y se puso a trabajar. Ella se congeló. Hubo un problema ... Tenía suficientes químicos para HACER un suero. Ella no tuvo suficiente para DESHACER los efectos del suero. "Genial ..." pensó Barbara sabiendo que tenía que volver al laboratorio ... Volver a su ex oficina para conseguir los productos químicos que necesitaba para deshacer este GRAN error.

"Pero no puedo ser vista ... No así ..." pensó Barbara mientras sus oídos prácticamente se movían a cada sonido extraño. Metiendo la mano en su armario roto, sacó la gabardina de su padre para ocultar su cabeza que seguía dando vueltas. Temblando, se la puso casi rasgando la presilla del cinturón por la mitad con sus garras. Barbara se puso la capucha y cogió un par de zapatillas que antes le quedaban muy grandes, metió sus notas en la bolsa rota y salió corriendo por la puerta.

Corte.

Algo corto y antológico también.

Sin nada más que agregar….

Nos vemos en el próximo capítulo.

Ya saben, dejenme su review, así no solo me animan a escribir, habrá retro alimentación entre nosotros.